Trabajo de Complementación

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Área Lengua y Literatura 2022

Trabajo integrador 1°

ESRN N°44

Profesoras: Benítez Natalia.Nactoch Dulce.

Tema: Categorías gramaticales: Clases de palabras.


Las categorías gramaticales son el nombre bajo el qué se agrupan todas las palabras del
idioma, distribuidas por clases juntos estas clases son: sustantivos, adjetivos, verbos entre
otros.
Los sustantivos son palabras que designan personas, animales, plantas, objetos, sentimientos,
ideas.

Actividad:
Los sustantivos se clasifican según el tipo en comunes, propios, abstractos, concretos,
individuales, colectivos.

1)Busca la definición y ejemplos de cada uno de los nombrados arriba.


2)Escribir un texto donde aparezcan mínimo 2 sustantivos de cada una de las clases antes
mencionadas.

3) Completar las oraciones con un sustantivo propio y otro común.

• El................ es el …...................... más largo del mundo. (Río- Amazonas)


• …................es mi mejor............. (Amiga-Paola)
• He visitado muchas............... pero mi favorita es................ (Bariloche- ciudades)
• El doctor …........... es el ….............. de Juan (Médico-Fernández)
• El …......... de María se llama ............. (Tom- perro)
4)Emparejar cada sustantivo individual con el colectivo.

Abeja Archipiélago
Músico Biblioteca Isla Piara

Soldado Enjambre

Diente Dentadura

Oveja Orquesta

Libro

1 1 1
Ejercito

Cerdo Rebaño

5) En las siguientes oraciones rodea con un color los sustantivos concretos y con otro color
los abstractos.

• Los animales deben estar en libertad.


• Me gusta escuchar a mi abuela porque tiene mucha sabiduría.
• La felicidad de mamá era inmensa.

• El presidente del país firmó la paz. • Cuando tengo hambre como fruta.
• Me dan miedo las películas de fantasmas.
• Mi sueño es montar a caballo.

Adjetivos:
Un adjetivo es un tipo de palabra que expresa una característica de un sustantivo. Dentro de
una oración, el adjetivo acompaña siempre al sustantivo y lo complementa aportando
información adicional, además expresan las cualidades de los sustantivos. Por ejemplo: La
casa es grande. Los pájaros son bonitos. La alfombra es blanca.

Los adjetivos nos sirven para describir, calificar, demostrar y enumerar como es o esta algo.
El adjetivo adapta su forma (número y género) a la del sustantivo al que complementa. Sin
embargo, existen adjetivos que tienen la misma forma para tanto para el género masculino
como para el femenino.

Actividad:

1) Seleccione los adjetivos.


Árbol Grande Feliz Bella
Limpio Caracol Mágica Nieve
Mesa Atento Cariñosa Puerta
Frio Botella Juguetona Pelota

2) El adjetivo tiene que concordar con el sustantivo en género y número, es decir, si el


sustantivo es femenino y plural, el adjetivo tiene que ser femenino y plural. A cada
uno de los siguientes sustantivos otórgale tres adjetivos. Perro- juguetes-comida-
pelotashermanos-frutas.
3) Selecciona los adjetivos que aparecen en las siguientes oraciones.

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• Pedí una pizza sabrosa con un toque picante.
• He comprado camisas blancas y pantalones azules.
• En mi barrio hay perros grandes y chicos.
• En Bariloche hay un lago enorme.
• Me gusta dibujar animales raros y extraños.
• Leo libros interesantes en la enorme biblioteca.

Verbos:
El verbo es una palabra que designa acciones o estados y cuya función es desempeñarse como
núcleo del predicado verbal, además los verbos son palabras que nos sirven para expresar lo
que hacemos, en síntesis, son palabras que expresan acciones.
Todo verbo está formado por raíz y desinencia. La raíz es la parte que se mantiene fija
(excepto en los verbos irregulares) y la desinencia es la parte que varía y nos aporta datos de
tiempo, modo, número y persona.

Quien realiza la acción que el verbo indica: la persona verbal.

Cuántos realizan esa acción: el número verbal.

Cuando la realizan: el tiempo verbal.


La manera en que está indicada la acción que hay que realizar: el modo verbal. Persona y

número

Existen las siguientes posibilidades:

1° persona del singular: yo construyo

2° persona del singular: tú construyes

Vos construís

Usted construye

3° persona del singular: él / ella construye

1° persona del plural: nosotros / as construimos

2° persona del plural: vosotros / as construís ustedes construyen

3° persona del plural: ellos / ellas construyen

Tiempo:

El tiempo indica la situación temporal de las acciones o estados a los que se refiere el texto,
estos pueden estar en:

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Pasado: Sucesos anteriores al momento en que se habla. Ejemplo: Juan ayer compró
manzanas.

Presente: En el momento que se habla. Juan compra manzanas.

Futuro: Sucesos posteriores al momento en que se habla. Juan comprará manzanas.

Modo:

El modo de los verbos expresa las modalidades de la acción o estado, existen tres tipos:

Modo indicativo: acciones reales o posibles. Mi primo viene hoy.

Modo subjuntivo: acciones deseadas. Ojalá venga mi primo.

Modo imperativo: acciones recomendadas, ordenadas o pedidos. ¡Ven aquí!

Actividades:

1) Marcar todos los verbos que encuentres en el siguiente texto.

La abuelita y el Puente de Oro

Claribel Alegría
Manuel tenía una cantidad infinita de anécdotas acerca de su abuela loca que tenía una choza
y un terrenito a medio kilómetro del Puente de Oro. --Era loca, pero muy emprendedora-
sonrió-, estaba orgullosa de su gran puente colgado sobre el Lempa. "Mi puentecito", le decía.
Manuel era dirigente de una organización de campesinos salvadoreños que había venido a
Europa a dar una serie de charlas. --¿Qué tenía de loca?-preguntó Luisa. --Bueno, desde que
prendió la guerra, el ejército puso retenes a cada extremo del puente para protegerlo. A mi
abuela se le ocurrió que iba a hacer fortuna sirviéndole de cocinera a la tropa. Cada mañana
se levantaba a las cuatro, para cocinar frijoles, echar tortillas y hacer una olla de arroz. Ponía
todo en su carretilla y se iba a servirles el desayuno a los soldados del lado más cercano.
Después cruzaba el puente, casi dos kilómetros, ¿se imagina?, para darles el desayuno a los
del otro lado. De allí se iba a su casa a prepararles el almuerzo y otra vez a empujar la
carretilla. --Muy energética, pero de loca nada-observó Luisa. --La locura era que les cobraba
tan barato por una comida tan rica y tan abundante, que no ganaba nada. Por si eso fuera
poco, después de que los compas volaron "su puente" se le ocurrió teñirse el pelo de colorado.
-¿Cómo?-lo miró Luisa incrédula. --Hubo un enfrentamiento bien tremendo antes de que los
compas lo volaran. Tuvieron que aniquilar a los retenes de los dos lados para que el equipo de
zapadores pudiera colocar los explosivos. En la refriega cayó un compa y le encontraron el
plano de las trincheras defensivas, los nidos de ametralladoras y el número exacto de
efectivos instalados a cada lado. Días después una señora del mercado le advirtió a mi abuela
que la guardia buscaba a la cocinera de tropa. Lo único que se le ocurrió a la bendita señora
fue conseguir achiote y un lápiz de labios y regresar a su finquita. Una pareja de guardias se
apareció al día siguiente preguntando por ella. Miabuela sin inmutarse les dijo: --Debe ser la
vieja a la que le alquilé la finca hace una semana. La voladura del puente le destrozó los
nervios y me dijo que se iba a San Vicente, donde estaba su hija. --¿Y usted quién es?-le
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preguntaron los guardias. --Soy la respetable dueña de una casa de placer en Suchitotoles
respondió--, pero con los subversivos hostigando el cuartel constantemente, se me acabó la
clientela y tuve que jubilarme. Así es la guerra-suspiró. Luisa y Manuel se echaron a reír y
Manuel prosiguió: --La historia no termina allí. Unas semanas después me encontraba en un
campamento, a la orilla del río Lempa, cuando veo venir a mi abuelita pelirroja remando
fuerte contra la corriente en una lanchita llena de canastas. --Vendo jocotes, papaya, limones,
naranja dulce, ¿quién me compra?pregonaba. --Hola Mamá Tanchola saludó el primer
responsable. Como no sabía que era mi abuela, me dijo: --Esa es la vieja que nos facilitó los
planos para el ataque al Puente de Oro. Le ayudamos a amarrar la lanchita debajo de un árbol
y me abrazó quejándose. --Ay, Memito-me dijo--, cada día esos babosos me hacen la vida más
difícil. Desde que volaron el puente todos los días tengo que venir remando hasta aquí. El jefe
guerrillero le preguntó riéndose: --¿Y qué más nos traés, Mama Tancho? Ella quitó una capa
de mangos de una de las canastas y siguió cantando con su voz de pregonera: Granadas de
fragmentación, cartuchos para G-3, obuses de mortero 81. ¿Quién me compra? 2) Identificar
en que persona y número se encuentran los siguientes verbos.
Corremos- saltaron- voló-amo- temen- abrió- perdonó- comemos- reímos- puedo- jugamos-
escalo- nadan- salto- pienso- actuó- bailamos- canta-pensamos-reímos- preguntar-
escuchamos- lloras- trabajas- estudias- hablo.

3) A los siguientes verbos indicar el tiempo en el que se encuentran: presente, pasado o


futuro.
Comió- corres-habla- vendo- navegó-caminaré- picando-caminó-compartiré-ordena-
golpeójuega-lloró-estudió-beberé-borra- compone- cuido- cenó- invitaré-imagina- sabía-
sacará- separaré- sumó- aprobará- reprobó- enseño- decoro-dobló- dijo- diseñó- come-baila-
escribesueña- resumió.

4) Identificar el modo de las siguientes oraciones.

• Todas las mañanas María va a la escuela.


• Necesito que hagan la tarea ahora.
• Deseo terminar la escuela lo antes posible.
• Para mañana todos tienen que traer una cartulina.
• Juan siempre saca a pasear a su perro por la noche.
• Ojalá todos puedan pasar de año sin llevarse materias.
• Juan, necesito que te concentres más.
• Ana limpia su casa todos los días.
• Manuel quiere que vuelva el verano.

Coherencia y cohesión:
Lee los siguientes textos. Marca en los mismos las palabras repetidas y luego reescribí los
textos buscando sinónimos. Acodarte de evitar las repeticiones innecesarias.
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• Nacho y Martín eran dos amigos. Eran amigos desde la infancia. Nacho y Martín no
se peleaban nunca. Iban siempre juntos, pero eran muy distintos. Eran diferentes
físicamente. También eran diferentes en su carácter. Las diferencias no eran obstáculo
para su amistad. Nacho era alto y delgado. Martín era bajo. b. Mis padres vivían en
una casa junto a un campo de fútbol.
• Mis padres siempre van a ver los partidos de fútbol y antes también iban a ver los
partidos. Ahora mis padres viven en el campo. Se mudaron al campo porque quieren
vivir ahora una vida más tranquila y siempre han vivido junto a un campo de fútbol.
Hay mucho ruido junto a un campo de fútbol.

Mito y leyenda:

1) Realizar un cuadro comparativo donde indiques el concepto de cada uno, es decir qué
es un mito y qué una leyenda, las funciones de cada una de estas, sus características,
personajes y finalidad.
2) Leer el siguiente mito y contestar las siguientes preguntas:
3) a) ¿Quiénes se iban a casar?
b) ¿Quién no fue invitada a la boda? ¿Diosa de que era?

c) ¿Qué dejo Eris en la boda?


d) ¿Quiénes reclamaron la manzana?
e) ¿A quién selecciono Zeus para que decida a quién darle la manzana?
f) Escribir qué ofreció cada diosa a Paris.
g) ¿A quién Paris entrego la manzana y por qué?
h) ¿Qué hizo Paris que desató la guerra de Troya?
i) Investigar quien era Zeus, Paris, Afrodita, Helena, Eris, Hera, Atenea, Menelao.

MITO DE LA MANZANA DE LA DISCORDIA


Zeus organizó un banquete para celebrar la boda de la ninfa marina Tetis y el mortal Peleo.
Todos los dioses fueron invitados, menos Eris, la diosa de la discordia. Todas las divinidades
celebraban felices. De pronto, Eris, ofendida por la desconsideración, se presentó y sin que
nadie la viera, dejó una manzana de oro con la inscripción: «Para la más bella». Tres diosas
reclamaron la manzana: Hera, Atenea y Afrodita y pidieron a Zeus que juzgase cuál de las tres
era la más hermosa. Temeroso de enfadar a las perdedoras, no se atrevió a elegir a ninguna y
decidió que el mortal Paris, que siempre había vivido en el campo, alejado de las pasiones
humanas y considerado el más bello mortal, fuese el juez de tan singular concurso de belleza.
Tras bañarse en el manantial Ida, las diosas se aparecieron ante Paris para mostrarle sus
encantos; cada una le prometió una recompensa. Hera le ofreció las tierras de Asia y Europa;
Atenea le ofreció el don de la inteligencia y victoria en las batallas y Afrodita le ofreció a la
mujer más bella del mundo, Helena. Deslumbrado por la belleza de Helena, Paris le entrega la
manzana a Afrodita, mientras que Hera y Atenea juran vengarse. Poco tiempo después, Troya
y Esparta estuvieron en acuerdos políticos, y Héctor junto con Paris son los encargados de
esta misión. Cuando los príncipes llegan a Esparta, conocen a Menelao, el rey y a su esposa
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Helena. Paris al verla se enamora de ella, y esta a su vez incitada por Afrodita le corresponde.
El último día de los troyanos en Esparta es fatal, pues Paris decide raptar a Helena. Ofendido
Menelao, convoca a los reyes griegos para atacar Troya.

Leyenda:

Según narra, Irupé era una joven muy bella, que amaba a la luna y la veía como un muchacho
hermoso. Trepaba a los árboles para extender sus brazos lo más alto que estuviera a su
alcance y de esa manera tratar de abrazar a su amor imposible. También subía a montañas y
peñascos, todo lo que hiciera falta para conquistarlo. Como nunca llegaba, la joven guaraní
enloquecía lentamente.

Una noche, Irupé vio su imagen reflejada en el río y notó que detrás de ella, pero muy cerca,
estaba la luna. Se tiró al agua para poder, por fin, tener a su ser amado en los brazos. Se
hundió y las corrientes se la llevaron. Nunca más regresó. Tupá, el dios del bien para los
guaraníes se compadeció de ella y la convirtió en una planta con forma de luna, enorme y
majestuosa, que siempre mira hacia el cielo, conectándose con su amor ideal. De noche,
cuando lo tiene al alcance, guarda sus flores, pero de día, cuando no puede verlo, las
despliega para lograr que, al caer la tarde, su amor vuelva por ella, encandilado por su
belleza.

Actividad:

a) ¿De quién estaba enamorada Irupé?

b) ¿Qué hacía para alcanzar a su amado?

c) ¿Qué le sucedió cuando miro su reflejo en el agua?

d) Investigar quién era Tupá.

e) ¿En qué convirtió Tupá a Irupé?

Cuento:

“EL RELOJ” JULIANA ACCOCE

El tren en que venía Irene paró de tal manera que la puerta del vagón quedó justo donde su
madre la aguardaba. No halló las cosas como esperaba, aunque no estaba segura si era porque
habían cambiado o porque ellas las recordaba con más colorido, menos ajadas, como se ven
todas las cosas en la infancia. Su madre también estaba distinta, pero eso sí, no por efecto de
la memoria, sino del tiempo. Mientras bajaba el equipaje y la abrazaba, y luego mientras
caminaban hacia la casa unas pocas cuadras, tuvo la impresión de haber hallado el tiempo que
en la ciudad se le iba tan rápido: estaba todo allí acumulado. También le pareció que allí todo
tenía el color de la arena. La primera ceremonia al llegar a la casa fue tomar mate largamente
en la cocina. Irene hablaba de los estudios que estaba por terminar, de las amigas con quienes
vivía, del hombre con el que planeaba casarse. Luego comenzó a hacer preguntas sobre el
pueblo, sobre sus antiguos compañeros, los que habían partido como ella, los que no se
habían ido, los que tes años atrás habían asistido al velorio de su padre y los que no. Con las
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preguntas llegaron los recuerdos, de su infancia. Del colegio sobre todo recordaba los recreos,
los juegos, las tonterías que habían sido para ellas grandes aventuras. El recuerdo de un
suceso, más nítido que otros, la llenó por un instante de secreta vergüenza. En el último año
de la primaria, en un descuido de una compañera llamada Anita, Irene le había robado un
reloj. Era un reloj de forma oval, con un espejito adentro y una pulsera de cadenita. Era
probablemente bañado en oro, pero Irene no se lo había quitado por eso. La había hecho
simplemente porque el reloj le gustaba mucho. Luego Anita había sospechado de ella y se lo
había reclamado insistentemente, pero sin ningún escándalo, y había tratado de persuadirla
del valor que para ella tenía el reloj que su madre le había dado; le había prometido que nadie
se enteraría si se lo devolvía, pero Irene había negado una y otra vez, y había optado por
ofenderse ante la desconfianza de su compañera, quien finalmente se resignó a la negativa
rogándole que jamás se olvidara de darle cuerda porque- le dijo –era muy delicado y se
estropearía mucho. Pronto Irene se dio cuenta de que había sido una tontería quedarse con el
reloj ya que no podría usarlo sin que fuera reconocido, así que tuvo que esconderlo en un
hueco que había hecho ella misma bajo una baldosa floja en su cuarto, en donde guardaba sus
secretos de la mirada materna. A veces, cuando estaba sola lo sacaba, se lo ponía en la
muñeca y le daba cuerda, pero finalmente, cuando dejó el pueblo, el botín quedó allí
olvidado. Un rato más tarde, mientras se instalaba en su cuarto, que la madre mantenía limpio
y en el mismo estado en que lo había dejado, recordó nuevamente el reloj. Corrí un poco la
cama, reconoció la baldosa y la levantó, y la encontró, bastante sucia de verdín. Lo limpió
con cuidado y lo guardó en el bolsillo. Durante el almuerzo, hizo que su madre le contara
todo lo que supiera sobre Anita. Ella –dijo la madre –se había mudado a las afueras hacía
años, y no volvía al pueblo desde entonces. En un principio, las malas lenguas dijeron que sus
padres la escondían porque estaba embarazada, pero nada confirmó el rumor. Cuando los
padres murieron, no se la vio en el funeral. Los proveedores que llegaban hasta su casa
tampoco la veían: encontraban su dinero en la puerta y allí dejaban sus pedidos. Irene decidió
que iría a verla por la tarde. Se sentía avergonzada y llena de remordimiento, pero sólo ahora,
ya mayor, comprendía que su falta era reparable: iría a buscar a Anita y le devolvería su reloj.
Sin duda Anita se daría cuenta de lo apenada que estaba y la disculpará. Seguramente lo vería
como una cosa de niñas y luego las dos podrían reír juntas del incidente.
Pidió instrucciones para llegar hasta la casa, a unos ocho kilómetros campo afuera. Hizo
chirriar su vieja bicicleta, que hubiera necesitado aceite, por el camino de tierra. Por
momentos, se arrepentía de la idea. Tal vez Anita ni siquiera recordara el asunto. Y además,
quién sabía qué grandes motivos tenía para aislarse de esa forma. Sin duda, ella no era nadie
para inmiscuirse, y lo mejor sería volver. Pero la casa ya estaba ante sus ojos. Respiró hondo
y bajó de la bicicleta. En la puerta, la asustó el salto de un enorme gato manchado. Se tomó
un segundo para reponerse, y golpeó. No hubo respuesta. Volvió a golpear. Sintió que alguien
levantaba la tapa de la mirilla. Una voz de niña preguntó: -¿Quién es? - Busco a Anita. Soy
Irene, una amiga, Irene Frías. -Ah, Irene… vos… podés pasar- fue la inesperada respuesta.

La llave giró, giró el picaporte y se abrió la puerta. Irene la reconoció enseguida. En el


instante siguiente, el más aterrador de toda su vida, se dio cuenta de que hubiera sido
imposible no reconocerla, porque Anita estaba, literalmente, igual que la última vez que la
había visto. Tenía el cuerpo de una niña de doce años, su pelo, su rostro. De pie frente a ella,

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sólo sus ojos no eran los de una niña. Irene oyó de sus labios el reproche más resignado y
triste que hubiera oído: No le diste cuerda.

• a. ¿Por qué crees que “El reloj” es un cuento? ¿Qué características tiene un cuento?
• b. Explica con tus palabras la situación inicial, el conflicto y el desenlace.
• c. Elabora un final distinto para el cuento, transformándolo en realista. Extensión
mínima de quince renglones.
• d. Imagina que Irene en lugar de visitar a Anita, le envía una carta; escriba esa carta .
Mínimo diez renglones.
• Investigar tipos de narradores y armar un cuadro comparativo.
• Completar el siguiente cuadro con la información que solicita.

Definición de cuento

Características
Elementos
Personajes

Estructura

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