Septenario A Jesús Cautivo

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SEPTENARIO Y PIADOSO OFRECIMIENTO

Ð IA

Preciosa Sangre
Ð NUESTRO SEÑOR EN HONOR A

NTRO. PADRE JESÚS CAUTIVO


Oración a nuestro padre jesÚs

¡Oh, Jesús Nazareno, Divino Redentor nuestro! En memoria de


tu Pasión Sacrosanta te pido la concesión de (Pídase la Gracia
que se desee alcanzar), si conviene a tu mayor honra y gloria y
bien de mi alma. Amén.

Creo en Dios Padre...

Beso a los pies de


jesÚs

No es devoción falsa y loca


traer besos en la boca
nacidos del corazón;
es como mejor se invoca
y, al a vez, se otorga un
don.
Así dio la Magdalena
dolor y amor en su escena.
Así te damos Señor,
plegaria, cariño y pena
en todo un beso de amor.
(P. Begoña)
HIMNO INICIAL
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte


penitente a una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévanme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,


que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,


pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Mientras se persigna se dice
V. ¡Señor ábreme los labios,
R. y mi boca proclamará tus alabanzas!
V. ¡Dios mío ven en mi auxilio!
R. ¡Señor, date prisa en socorrerme!

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.


R. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
V. Envía Tu Espíritu y todo será creado.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Acto de contriciÓn
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser quién eres, en tu Bondad infinita, y porque te
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido;
también me pesa porque podrías castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Acto de esperanza

Dios mío, espero de tu bondad, por tus promesas y por los méritos de
Jesucristo, nuestro Salvador, la vida eterna y la gracia necesaria para
merecerla con las buenas obras que debo y quiero hacer.
Señor, que pueda gozarte para siempre.
Acto de FE
Dios mío, creo firmemente todo cuanto Tú, Verdad infalible, has
revelado y la Santa Iglesia propone a nuestra fe. Creo especialmente en
Ti, único Dios verdadero, en tres personas iguales y distintas; Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Y en Jesucristo, el hijo hecho hombre y muerto
por nosotros, que a cada uno dará según sus obras, premio o castigo
eterno Con esta fe quiero siempre vivir.
Señor, aumenta mi fe.

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo el corazón sobre todas las cosas, porque
eres infinitamente bueno y nuestra eterna felicidad: por amor a ti amo a
mi prójimo como a mí mismo, y perdono las ofensas recibidas.
Señor, haz que yo te ame cada vez más.

Ofrecimiento de la c0ntemplaciÓn a la Sangre de


Ntro. SeÑ0r

¡Jesús mío, varón de Dolores!, acepta el homenaje que quiero entregar a


tu Preciosísima Sangre durante esta contemplación, como señal de mi
más sincero agradecimiento por los dolores y sufrimientos que
voluntariamente padeciste en reparación de mis innumerables pecados y
como una prueba de tu inmenso amor hacia mí.

Alcánzame una devoción ferviente a tu Sagrada Pasión por la que me


has redimido y a tu Preciosísima Sangre. Enséñame a saber unir las
penas y sufrimientos de mi vida con los tuyos. Amén.
Oh, Trinidad Santísima te ofrecemos este Credo para honrarte en la
dignidad y unidad de tus tres personas:

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la


tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero
de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que
el Padre, por quien todo fue hecho; que, por nosotros los hombres y por
nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó
María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer
día, según las Escrituras y subió al cielo y está sentado a la derecha del
Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del


Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica.

Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados.


Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén
A Ntro. Padre jesÚs Cautivo

Jesús Cautivo: Tú, que has querido pasar por la condición de esclavo para
librarnos de nuestras esclavitudes, mira con bondad a los que sufrimos
bajo el peso del egoísmo, las pasiones, mentiras, injusticias y pecados, y
haznos libres por el amor y la verdad. Líbranos de todos los males y
cautívanos con las ataduras de tu amor, para que, siguiendo tus huellas de
Pasión, alcancemos los gozos eternos de la Resurrección. Sangre
preciosísima, derramada por nosotros.

¡Oh, Sangre de Piedad!


¡Oh, Corazón traspasado de Cristo!
¡Oh, corazón inflamado de caridad!
Concédenos la gracia de poderte consolar.
Amén.
Preciosas Gotas de la Sangre de
Nuestro SeÑor Jesucristo.

-I-
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
en su CircuncisiÓn.

“En aquel tiempo, tras el nacimiento del niño, cuando se cumplieron los
ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el
ángel antes de ser concebido en el seno.

Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley


de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como
está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado
al Señor. y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones,
conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en
Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y
esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había
sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber
visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y
cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley
prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios […]
(Lc. 2, 21-28).

Se anuncia la gota y se reza lo siguiente en la cuenta grande:


V. Santísima Trinidad, Padre, hijo y Espíritu Santo: yo te adoro con
intensidad y te ofrezco el Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en satisfacción de las ofensas, ultrajes, reniegos, sacrilegios, e indiferencias
con el que eres ofendido.
T. Y por los méritos Infinitos de tu Sagrado Corazón, y la intercesión
del Inmaculado Corazón de María, yo te pido por la conversión de
nosotros, los pobres pecadores. Amén.

En las 7 cuentas pequeñas:


V. ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!
R. ¡Lava los pecados del mundo entero!

Gloria al Padre...

¡Oh, Jesús mío!, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu
divina misericordia
- II -
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
en la Agonía del Huerto.

“Tras la celebración de la cena de pascua Jesús salió y como de costumbre


fue al monte de los Olivos. Le siguieron también los discípulos. Cuando
llegó al lugar, les dijo: - Oren para no caer en tentación. Y se apartó de
ellos como a un tiro de piedra y, de rodillas, oraba diciendo: -Padre, si
quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Sumido en agonía,
insistía más en Su oración. Su sudor se hizo como gotas de Sangre que
caían en tierra.” (Lc. 22, 39-44)

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
- III -
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
durante la FlagelaciÓn.

“Pilato tras haber hablado con Jesús y darse cuenta de que este era
inocente. Se apartó de Él y el sanedrín; recordando que cada Fiesta les
concedía la libertad de un preso, el que pidieran. Había uno, llamado
Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín
habían cometido un asesinato. […] Los sumos sacerdotes incitaron a la
gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás. Pilato les decía:
«Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza:
«Crucifícale!» Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó
a Barrabás y entregó a Jesús pues para azotarle” (Mc.15 ,6-15).

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
- IV -
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
por la Corona de Espinas.

“Tras azotar a Jesús los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir,
al pretorio y llaman a toda la cohorte. Le visten de púrpura y, trenzando
una corona de espinas, se la ciñen. Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey
de los judíos!» Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y,
doblando las rodillas, se postraban ante Él.” (Mc. 15, 16-19).

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
-V-
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
Camino al Calvario.

“Pilato entonces entregó a Jesús para hacer su voluntad, cuando le


llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del
campo, y le cargaron la cruz para que la llevará detrás de Jesús. Le
seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se
lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén,
no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.
Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas
que no engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a
decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Cubridnos!
Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará?»”
(Lc 23, 26-31).

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
- VI -
La Preciosa Sangre de jesÚs derramada
del todo en la Cruz.

“Al llegar al monte Calvario lo crucificaron y con él a otros dos, uno a


cada lado y en el medio a Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo
sobre la cruz. Estaba escrito: «Jesús el Nazareno, Rey de los judíos...»
Muchos judíos leyeron este letrero, pues el lugar donde fue crucificado
estaba cerca de la ciudad. Además, estaba escrito en hebreo, latín y griego
[…] Después de esto, sabiendo Jesús que todo estaba cumplido, dijo:
«Tengo sed», y con esto también se cumplió la Escritura. Había allí un
jarro lleno de vino agrio. Pusieron en una caña una esponja empapada en
aquella bebida y la acercaron a sus labios. Jesús probó el vino y dijo:
«Todo está cumplido.» Después inclinó la cabeza y entregó el espíritu.”
(Jn. 19, 18-ss).

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
- VII -
La Preciosa Sangre y Agua de jesÚs derramada
al ser Traspasado.

“Como era el día de la Preparación de la Pascua, los judíos no querían


que los cuerpos quedaran en la cruz durante el sábado, pues aquel sábado
era un día muy solemne. Pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas
a los crucificados y retiraran los cuerpos. Fueron, pues, los soldados y
quebraron las piernas de los dos que habían sido crucificados con Jesús.
Pero al llegar a Jesús vieron que ya estaba muerto, y no le quebraron las
piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y
al instante salió sangre y agua. Esto sucedió para que se cumpliera la
Escritura que dice: No le quebrarán ni un solo hueso. Y en otro texto
dice: Contemplarán al que traspasaron.” (Jn. 19, 31-37).

Santísima Trinidad y 7 veces Sangre Preciosa de Jesucristo, seguidos de


un Gloria y un Oh Jesús mío.
Al terminar las 7 gotas se reza:
V. Preciosa Sangre de Jesucristo, que brotó de Sus Santísimas Llagas.
R. Revélanos los Misterios de nuestra Fe.

V. Preciosa Sangre de Jesucristo, que brotó de Sus Santísimas Llagas.


R. Concédenos la gracia de la Esperanza.

V. Preciosa Sangre de Jesucristo, que brotó de Sus Santísimas Llagas.


R. Haznos digno testimonio de la Caridad.

Por la conversión de nosotros, los pecadores:

Salve reina
Dios te salve, Reina y Madre, madre de
misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
¡Dios te salve!

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti


suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a


nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este
destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre.

Oh, clemente, oh piadosa, oh, dulce Virgen María. Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
OraciÓn al bienaventurado
San JosÉ.

A ti, bienaventurado san José, acudimos en


nuestra tribulación, y después de implorar el
auxilio de tu santísima esposa, solicitamos
también confiadamente tu patrocinio.

Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada Virgen María,
Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús,
humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia
que con su Sangre adquirió Jesucristo, y nos socorras en nuestras
necesidades. Protege, oh, piadoso Custodio de la divina Familia, la
escogida descendencia de Jesucristo; aleja de nosotros, oh, padre
amantísimo, este flagelo de errores y vicios.

Asístenos propicio desde el cielo, en esta lucha contra el poder de las


tinieblas; y como en otro tiempo libraste de la muerte la vida amenazada
del Niño Jesús, así ahora defiende a la santa Iglesia de Dios de las
hostiles asechanzas y de toda adversidad.

Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante amparo, para


que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir
santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza.
Amén
OraciÓn a San Miguel,
ArcÁngel.
Oración del Papa León XIII

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la


batalla. Sé nuestro amparo contra la
perversidad y asechanzas del demonio.

¡Qué le reprima Dios!, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia


celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros
espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de
las almas.
Amén.

Agradecimiento:

Señor Jesucristo, que nos redimiste con Tu Sangre Preciosa, Te damos


gracias por el Don de Tu Sangre, que con Amor Eterno ofreciste hasta
la última Gota para hacernos partícipes de la Vida Divina. La Sangre que
derramaste por nuestra Redención nos purifique del pecado, y nos salve
de los engaños del maligno.

La Sangre de la Nueva Alianza, nuestra Bebida en el Sacrificio Eucarístico,


nos una a Dios y entre los hombres, en el amor, en la paz y en el respeto
de cada persona, especialmente de los más pobres.
Amén.
OraciÓn para todos los días

¡Oh Sangre preciosa de Jesús!, precio infinito del rescate de la humanidad


pecadora, bebida y lavatorio de nuestras almas, que proteges continuamente
la causa de los hombres ante el trono de la suprema Misericordia, te adoro
profundamente, y quisiera, en cuanto me fuere posible, resarcirte de las
injurias y ultrajes que recibes continuamente de los hombres, especialmente
de aquellos que se atreven temerariamente a blasfemar contra tu Majestad.

¿Y quién no bendecirá esta Sangre de valor infinito? ¿Quién no se sentirá


inflamado de amor a Jesús, que la derrama? ¿Qué sería de mí si no
hubiese sido rescatado por esta Sangre divina? ¿Quién ha sacado de las
venas de mi Señor hasta la última gota? Ha sido ciertamente el amor.

¡Oh, amor inmenso, que nos has dado este tan saludable bálsamo! ¡Oh
bálsamo inapreciable, brotado del manantial de un inmenso amor! Haz que
todos los corazones y todas las lenguas te puedan alabar, ensalzar y dar
gracias, ahora y por siempre. Amén.
Ofrecimiento para cada día

I DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por la propagación y exaltación
de mi querida Madre la Santa Iglesia, por la conservación y prosperidad
del Santo Padre, por los Cardenales, Obispos y Pastores de almas y por
todos los ministros de la Iglesia.

II DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y Divino Redentor mío, por la paz y concordia entre los
gobernantes y líderes, por la humillación de los enemigos de la santa Fe y
por la felicidad del pueblo cristiano.

III DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por la propagación y exaltación
de mi querida Madre la Santa Iglesia, por el retorno y la unidad de los
fieles, por la propiciación de todas las herejías y por la conversión de
todos nosotros pecadores.

IV DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por todos mis parientes, amigos
y enemigos, por los indigentes, enfermos y atribulados, cautivos, y por
todos aquellos por quienes sabes que debo rogar, por los que no tienen
quien ruegue por ellos y por quienes quieres tu que ruegue.

V DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por todos aquellos que hoy pasarán
a la otra vida, para que los libres de las penas del infierno y los admitas
con la mayor solicitud en la presencia de tu gloria.

VI DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por todos aquellos que aman un
tan gran tesoro, por todos los que se han unido conmigo en adorarlo y
honrarlo, y, en fin, por todos los que se ocupan en propagar esta devoción.

VII DÍA
Eterno Padre, te ofrezco los méritos de la preciosísima Sangre de Jesús,
tu amado Hijo y divino Redentor mío, por todas mis necesidades
espirituales y temporales; en sufragio de las santas almas del purgatorio,
especialmente de las que han sido más devotas del precio de nuestra
redención y de los dolores y las penas de nuestra amada Madre María
Santísima.
Conclusiones

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio


ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

V. Sea siempre bendito Jesús y dénsele gracias, porque con su Sangre nos
ha salvado.
R. Alabada sea la Sangre de Jesús, ahora y siempre y por todos los siglos
de los siglos. Amén.

Letanías a la Preciosa Sangre de Cristo

Señor, ten piedad de nosotros Ten piedad de nosotros


Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial Ten misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo
Dios Espíritu Santo
Santa Trinidad, un solo Dios

Sangre del hijo único del Padre Eterno Sálvanos


Sangre del Verbo encarnado,
Sangre del fruto del Espíritu Santo
Sangre del corazón de Dios, uno y trino
Sangre derramada sobre la tierra durante la agonía,
Sangre vertida en la flagelación, ¡Sálvanos!
Sangre que emanó de la corona de espinas,
Sangre olvidada camino al Calvario
Sangre prendida del sudario de la Verónica
Sangre derramada sobre la Cruz,
Sangre que broto por la lanzada
Sangre en las manos de la Santísima Madre
Sangre impregnada en la Sabana Santa
Llaga de la mano derecha Fuente de virginidad,
Llaga de la mano izquierda Sostén de los que están en peligro,
Llaga del pie derecho Alivio de los que sufren,
Llaga del pie izquierdo Consolación en las penas,
Llagas de la cabeza Espíritu de los penitentes,
Llaga del costado Auxilio de los moribundos,
Llaga de la espalada Paz y dulzura de los corazones,
Nuevo y Antiguo Testamento Prenda de la vida eterna,
Precio de nuestra salvación, Pacto nuevo y eterno,
Razón única de nuestra remisión Cimiento de la Fe,
Alimento eucarístico Armadura del Cristiano,
Purificación de las almas, Socorro del cautivo,
Manantial de misericordia, Medicina de vida eterna,
Victoria sobre los demonios, Unción del pueblo de Dios,
Fuerza de los mártires, Paz del mundo,
Virtud de los confesores, Sol que nos visita de lo alto
Misericordia del Padre,
Libertad de las almas del Purgatorio,
Sangre de Cristo, digna de todo honor y de toda gloria,

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,


perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
ten piedad de nosotros.

V. Nos rescataste, Señor, por tu Sangre.


R. E hiciste nuestro el reino de los cielos.

Oremos.

Dios Eterno y Todopoderoso que constituiste a tu hijo único Redentor


del mundo, y que quisiste ser apaciguado por su sangre, haz que venerando
el precio de nuestra salvación y estando protegidos por Él sobre la tierra
contra los males de esta vida, recojamos la recompensa eterna en el Cielo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. V. Amén.

Mientras se persigna se dice:


El Señor nos libre y nos guarde de todo mal para la vida eterna.
Amén
Himno a JesÚs Cautivo

Padre Nuestro Jesús Nazareno a recibir de tu mano


Rey eterno de amor y de paz; la paternal bendición;
Reina siempre en tus fieles Esclavos pues por tuyo lo escogiste
y del mundo, Señor, ten piedad. no le niegues tus favores,
en tus divinos amores
enciende su corazón.

Al llegar hoy a tus plantas Sobre la Tierra creyente,


te adoramos reverentes que tu reinado proclama,
suplicándote fervientes a manos llenas derrama
que guarde el Mundo tu Ley. los tesoros de tu amor;
Nosotros Jesús amado, ya ves, Jesús bondadoso,
mientras la tierra pisemos, con qué ternura te adora;
Esclavos tuyos seremos, haz que siempre triunfadora
y tú, Señor, nuestro Rey. salga en tus lides, Señor.

Al verte de amor cautivo Con el ansia más ardiente


abrasado en viva llama, de ver tu reino extendido,
por su augusto Rey te aclama el orbe a tus pies rendido
esta ilustre Esclavitud; anhelamos contemplar.
y en pos de tu huella santa, Sobre la faz de la tierra
tremolando su bandera, vierte la luz de tus ojos, para que
marcha ferviente y ligera el mundo, de hinojos
al olor de la virtud. se postre ante tu altar

El mundo, presuroso acude,


Señor y Rey soberano,
Sociedad Ð devotos y devotas a
nuestro santísimo padre

JesÚs cautivo
y maría santísima Ð la esperanza
Parroquia san NicolÁs, Quetzaltenango

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