Sociedades Contables

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DISOLUCION DE SOCIEDADES

Las sociedades se disuelven:

 I.- Por expiración del término fijado en el contrato social;


 II.- Por imposibilidad de seguir realizando el objeto principal de la sociedad o por
quedar éste consumado;
 III.- Por acuerdo de los socios tomado de conformidad con el contrato social y con
la Ley;
 IV.- Porque el número de accionistas llegue a ser inferior al mínimo que esta Ley
establece, o porque las partes de interés se reúnan en una sola persona;
 V.- Por la pérdida de las dos terceras partes del capital social.
 VI.- Por resolución judicial o administrativa dictada por los tribunales competentes,
conforme a las causales previstas en las leyes aplicables.

Los Administradores no podrán iniciar nuevas operaciones con posterioridad al


vencimiento del plazo de duración de la sociedad, al acuerdo sobre disolución o a la
comprobación de una causa de disolución. Si contravinieren esta prohibición, los
Administradores serán solidariamente responsables por las operaciones efectuadas.

Disuelta la sociedad, se pondrá en liquidación.

La liquidación estará a cargo de uno o más liquidadores, quienes serán representantes


legales de la sociedad y responderán por los actos que ejecuten excediéndose de los
límites de su encargo.

A falta de disposición del contrato social, el nombramiento de los liquidadores se hará por
acuerdo de los socios, tomado en la proporción y forma que esta Ley señala, según la
naturaleza de la sociedad, para el acuerdo sobre disolución. La designación de
liquidadores deberá hacerse en el mismo acto en que se acuerde o se reconozca la
disolución. En los casos de que la sociedad se disuelva por la expiración del plazo o en
virtud de sentencia ejecutoriada, la designación de los liquidadores deberá hacerse
inmediatamente que concluya el plazo o que se dicte la sentencia.

Si por cualquier motivo el nombramiento de los liquidadores no se hiciere en los términos


que fija este artículo, lo hará la autoridad judicial en la vía sumaria o, en los casos en que
la disolución sea por resolución judicial, en la vía incidental, ambos supuestos a petición
de cualquier socio.

Mientras no haya sido inscrito en el Registro Público de Comercio el nombramiento de los


liquidadores y éstos no hayan entrado en funciones, los administradores continuarán en el
desempeño de su encargo.

Cuando sean varios los liquidadores, éstos deberán obrar conjuntamente.


La liquidación se practicará con arreglo a las estipulaciones relativas del contrato social o a
la resolución que tomen los socios al acordarse o reconocerse la disolución de la sociedad.
Hecho el nombramiento de los liquidadores, los Administradores les entregarán todos los
bienes, libros y documentos de la sociedad, levantándose en todo caso un inventario del
activo y pasivo sociales.

Salvo el acuerdo de los socios o las disposiciones del contrato social, los liquidadores
tendrán las siguientes facultades:

I.- Concluir las operaciones sociales que hubieren quedado pendientes al


tiempo de la disolución;
II.- Cobrar lo que se deba a la sociedad y pagar lo que ella deba;
III.- Vender los bienes de la sociedad;
IV.- Liquidar a cada socio su haber social;
V.- Practicar el balance final de la liquidación, que deberá someterse a la
discusión y aprobación de los socios, en la forma que corresponda, según la
naturaleza de la sociedad.

Ningún socio podrá exigir de los liquidadores la entrega total del haber que le
corresponda; pero sí la parcial que sea compatible con los intereses de los acreedores de
la sociedad.

Los liquidadores mantendrán en depósito, durante diez años después de la fecha en que
se concluya la liquidación, los libros y papeles de la sociedad.

Aprobado el balance general, los liquidadores procederán a hacer a los accionistas los
pagos que correspondan, contra la entrega de los títulos de las acciones.

Las sumas que pertenezcan a los accionistas y que no fueren cobradas en el transcurso de
dos meses, contados desde la aprobación del balance final, se depositarán en una
institución de crédito con la indicación del accionista. Dichas sumas se pagarán por la
institución de crédito en que se hubiese constituido el depósito.

SUSPENSIÓN DE PAGOS

Es una situación judicial en la que una sociedad o una empresa declara legalmente su
incapacidad temporal para hacer frente al pago de las deudas contraídas previamente con
sus acreedores.

En la suspensión de pagos, la empresa tiene gran cantidad de activos pero no son lo


suficientemente líquidos como para utilizarlos para pagar. Incluso, estos activos pueden
ser mayores a las deudas que posee pero existen dificultades para convertirlos en dinero.
El objetivo de la suspensión de pagos es llegar a un nuevo acuerdo, regulado por la ley,
entre deudor y acreedor. Este acuerdo será un nuevo plazo de tiempo o nuevas
condiciones de pago.

Para que la sociedad pueda declarar la suspensión de pagos, debe acreditar la posibilidad
de hacer frente a dichas deudas. De lo contrario, no tendrá cabida esta figura. Ahora,
dicha suspensión de pagos no tiene cabida si el acreedor y el deudor no llegan a un
acuerdo. Para garantizarlo, la empresa deudora debe mostrar una predisposición por
hacer frente a su obligación.

Diferencia entre suspensión de pagos y quiebra


Son dos situaciones financieras totalmente distintas. Por tanto, la sociedad, dependiendo
en la situación que se encuentre, actuará de una u otra manera.

 Si está en suspensión de pagos, la solución pasa, por ejemplo, por modificar el


periodo de pago a los proveedores. De esta manera, tendrás un margen mayor
para hacer frente a la deuda.

 Si, lamentablemente, tu empresa está en quiebra, la solución pasa por realizar


una ampliación de capital, para así tratar de igualarlo al valor de las deudas e
intentar buscar una cifra positiva de patrimonio neto.

QUIEBRA

Es la situación en la que una sociedad cesa su actividad al no tener liquidez para pagar sus
deudas Es una situación regulada jurídicamente en la que una sociedad no puede hacer
frente a los pagos que debe realizar a sus acreedores, dado que estos son mayores que
los recursos económicos que posee.

Cuando se declara legalmente una quiebra, la empresa va a concurso de acreedores (o


proceso concursal) donde se examina si el patrimonio del quebrado puede liquidarse con
la intención de hacer frente a sus obligaciones.

Una de las características principales de la quiebra, que la diferencia de otras situaciones


como la suspensión de pagos, es el carácter permanente de la bancarrota.

PROCESO DE QUIEBRA

El Código de Comercio regula esta situación en la que, en primer lugar, la sociedad se


declara en quiebra y se produce automáticamente el cese de los pagos a los acreedores.
Durante ese tiempo estos acreedores no pueden desarrollar acciones legales
individualmente para el cobro de las deudas y durante ese plazo, el quebrado procede a la
venta de su patrimonio para hacer frente a las ventas.

Al final, los bienes son repartidos entre el conjunto de los acreedores hasta que la deuda
quede satisfecha. La quiebra puede ser fortuita, culpable o fraudulenta.

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