C-La Pastoral y La Psicologia
C-La Pastoral y La Psicologia
C-La Pastoral y La Psicologia
LA PASTORAL
Y LA PSICOLOGIA
Por Moisés Chávez
2
CONTENIDO
1
PSICOLOGIA INDIVIDUAL
Alexandra Adler
Harvard University
2
LA PSICOLOGIA COLECTIVA
Por E. Ferrer Garriga
3
LAS FUNCIONES HUMANAS
Por E. Ferrer Garriga
4
CARACTER, TEMPERAMENTO
Y CONSTITUCION
Por E. Ferrer Garriga
5
LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Manual Merck
de Diagnóstico y Tratamiento
6
ENFERMEDADES PSICOLOGICAS
Por E. Ferrer Garriga
7
LA PSICOLOGIA CLINICA
Por Grace Arthur
3
8
DISPUTA ENTRE
LA PSICOTERAPIA RELIGIOSA
Y LA PSICOTERAPIA CIENTIFICA
9
PSICOANALISIS DE
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Por Moisés Chávez
10
CONCLUSIONES
Por Moisés Chávez
4
***
¿Fue de sorpresa?
¡Claro que fue de sorpresa! Hubieras visto las caras de los pobres estudiantes y de
los visitantes, cuando el Trepanador, que digo, el Examinador, mandó cerrar las rejas de
hierro de la Santa Sede de la CBUP, para que nadie pudiese escapar del T.E.S.T.
¿Tenía que ser de sorpresa? ¿Por qué? ¿Ah?
En primer lugar, porque de ser anunciado y promocionado, nadie hubiera acudido
para someterse al T.E.S.T., y el experimento hubiera sido cancelado, con todas las pérdidas
que ello conlleva. Es bien conocido el horror, el pánico que sienten la mayoría de los
cristianos ante todo tipo de tests o pruebas, sobre todo cuando está de por medio la
evaluación de su inteligencia con cifras objetivas.
En segundo lugar, porque aunque fue administrado completamente GRATIS, se
trataba de un servicio académico realmente costoso, razón por la cual muchos hubieran
desistido de participar por miedo al gato encerrado, sobre todo si no se les dejaba salir de la
Santa Sede si previamente no pagaban por el servicio.
***
Sin embargo, fue un test relativamente fácil, mucho más fácil que los diseñados por
el Dr. Charles L. Spearman, el psicólogo que diseñara los primeros tests psicológicos para
medir la inteligencia. Con anterioridad a él, la psicología de la inteligencia raramente se
aplicaba en los ámbitos de los estudios teológicos de orientación profesional, de evaluación
artística, etc. Y después de él, es harto conocido que los tests TOEFL son puro trafa y han
sido diseñados por los pillos americanos para extorsionar a los participantes e impedir que
un gran flujo de estudiantes extranjeros emigren a los Estados Unidos so pretexto de
estudiar en este país.
5
Antes de Spearman se intuía que las condiciones psicológicas de los individuos les
hacían más o menos aptos o inaptos para determinadas funciones grupales, pero faltaba el
servicio profesional de una “escuela de evaluación” que diera con los factores
exponenciales de la medición psicológica.
Como usted seguramente sabe, si bien la medición de la inteligencia no es producto
de ninguna escuela psicológica propiamente dicha, en ocasiones se ha denominado
“Escuela de Análisis Factorial” (la referencia es a los factores tomados en cuenta) al
conjunto de teorías y pautas de evaluación. ¡Así de simple!
***
Al tratar de las teorías de los análisis factoriales, antes de Spearman han de ser
tenidos en cuenta Thornkike y Thomson, entre cuyas mediciones la más conocida tiene
conexión con el CAVD, sigla del test “Completando Aritmética, Vocabulario y Dirección”
Otro test que hizo historia fue el Test de Valoración de la Personalidad, diseñado
por Rorschach para detectar la diferencia entre personas normales y personas con necesidad
de tratamiento psicoterapéutico.
Al Test de las Manchas de Tinta, también de Rorschach, siguieron otros, como el
TAT (Thematic Apperception Test), y el de Binet-Simon para la valoración de la Edad
Mental y el Coeficiente Intelectual.
A estos tests siguieron otros, como el Test de Bourdon, el Test de la Casa del
Pueblo, el Test del Cara de Pez, el Test de los Laberintos, los Tests de Grafología, el Test
de la T de Cobre, etc.
***
El T.E.S.T. es un test breve, pero no lo subestime, pues ha sido diseñado por los
expertos en pruebas TOEFL para el Ingreso de Estudiantes Extranjeros a las Universidades
de U.S.A.
Tome nota de la siguiente información:
3. Las preguntas son diez, y para aprobar se requiere de cinco respuestas correctas
que equivalen al 50 %, que representa la Mentalidad Académica Promedio (MAP).
4. El TEST es un test del tipo SAT, es decir, es “Self Correcting”. Usted mismo se
evaluará mediante las RESPUESTAS CORRECTAS que aparecen al reverso del papel de
las Preguntas.
1. ¿Por cuál animal han sido nombradas las Islas Canarias de España?
NOTA IMPORTANTE:
RESPUESTAS CORRECTAS
1. Las Islas Canarias derivan su nombre de los canes salvajes (perros) que
abundaban en la isla antiguamente.
2. La Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, la misma que culminó,
gracias a las proezas de Juana de Arco, con la victoria de Francia y la liberación de sus
territorios continentales tomados por Inglaterra, duró exactamente 116 años.
6. Las cuerdas de “tripa de gato” usadas para cierto tipo de instrumentos de cuerda,
en realidad son fabricadas a base de vísceras de ovejas y caballos.
7. El nombre del Rey Jorge VI de Inglaterra (1895-1952), era Alberto, pero asumió
el trono con el nombre dinástico de los Jorges de Inglaterra, al suceder a Jorge V.
8. Los pinceles de “pelo de camello” son fabricados con pelos de la cola de las
ardillas.
10. Está usted en lo cierto, pues según Apocalipsis 13:18, el Número de la Bestia es
el 666, de lo que se infiere con certeza que el 333 es el número de los medio-bestias.
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EVALUACION
POST-DATA:
Rogamos que nos perdonen todos los que participaron en el experimento del
T.E.S.T. en la Santa Sede. No era más que una bromita. Sabemos que les asustamos y que
les ocasionamos extrema palidez verdosa y acuosa. Algunos se pusieron más pálidos que
una papa pelada.
Perdón, amado George Frankenstein, por todo lo que te hicimos sufrir y sudar; sólo
era una bromita por el Día de los Inocentes (28 de Diciembre del 2012). ¿Acaso tú no nos
haces lo mismo todos los días con tu prójimo? ¡Vale!
Y dejando de lado las bromas, vayamos al premio de supremo llamamiento de Dios,
porque lo que viene a continuación es cosa seria: La Conferencia Magistral de la Dra.
Alexandra Adler, hija del afamado psicoterapeuta Alfred Adler, en el Auditorio de la
Universidad de Harvard, con el tema de “La Psicología Individual”.
¡Sale caliente! ¡Aleluyáaa!
º º º
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INTRODUCCION
LA PSICOLOGIA Y LA PASTORAL
Varios autores evangélicos han hecho una gran contribución a la pastoral a partir de
sus conocimientos y su experiencia en el campo de la Psicología, 1 entre ellos pastores que
al mismo tiempo son psicólogos, como es el caso del Dr. Jorge A. León. 2 El ha introducido
en la currícula de unas pocas instituciones teológicas de avanzada de América Latina, el
curso de “Psicología Pastoral”. Sin embargo, tenemos buenas razones para sugerir que se
trate más bien de “la Psicología y la Pastoral”.
***
1
A propósito, contrario a la manía de comerse las sílabas y las consonantes, los psicólogos
profesionales abogamos porque se escriba “psicología” en vez de “sicología”, que por su etimología griega
significa estudio de los “higos”, y no estudio de la psijí o “alma”. ¡Ay Academia de la Lengua! ¡No tienes
pesdón!
2
Acerca de este gran profesional de la psicología pastoral tratamos largo y tendido en la separata
académica, Consejería Pastoral, incluida en la Biblioteca Inteligente MCH.
12
distancia de su concepto original, como que es la parte no física del hombre, hasta darle
incluso una proyección social. Peor será, entonces el enfoque o la falta de enfoque de lo que
es en sí el “espíritu”.
LA BIBLIOGRAFIA EX PROFESO
3. Incluimos notas de pie de página del editor, a veces remplazando las recargadas
notas de pie de página del autor, y a veces incluidas junto con ellas con la observación:
“Nota del Editor”.
***
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***
LA PSICOLOGIA
EN LA ERA DE FREUD
Tras un tour que nos obsequiara el Dr. Mauro Advíncula Pomacaja en el Parque
Industrial “Villa El Salvador”, al cual fuimos en el recientemente estrenado tren eléctrico,
nos invitó a almorzar a su casa a los alumnos y profesores de la CBUP, y después nos dio
un tour adicional en su biblioteca particular en la cual destaca una colección completa de
las obras de Sigmund Freud, el afamado psicólogo que implementara la técnica de
psicoterapia llamada “Psicoanálisis”.
Entonces nos contó que cuando se convirtió al evangelio, su discipulador le instó a
quemar dichos libros de Freud, por considerarlos pecaminosos. El no le obedeció en este
particular y dicha colección se libró de ser presa del fuego, estando ahora a la disposición
de los sabios de la CBUP en lo que se refiere al aporte de Freud a la investigación de la
psique humana y los estudios teológicos relacionados con la antropología bíblica.
***
A los profanos les informamos que Freud era judío, pero no era religioso ni piadoso
como Albert Einstein que a los misterios de la física se refería como “los pensamientos de
Dios”. Al contrario, Freud menoscabó los valores religiosos de su pueblo, Israel. Pero como
dice la halajáh, yehudí im ki jatá yehudí nishár (el judío, aunque peque, judío nomá se
queda).
Freud también menoscabó a todas las religiones, el cristianismo a la cabeza, y las
llamó “supersticiones”. Y para rebalsar la paciencia de los cristianos supersticiosos, utilizó
el hipnotismo en sus prácticas de psicoterapia.
15
Todas estas cosas le han merecido una aureola de rechazo entre mucha gente
religiosa, aunque esto no ocurre en Israel, salvo poquísimas excepciones. Así por ejemplo,
en Yafo (la Jope del Nuevo Testamento), junto al muelle donde el profeta Jonás se embarcó
rumbo a España escapando de Israel y de su Dios, y sin imaginarse que se lo iba a tragar la
ballena. Allí en Yafo, junto al monumento que los israelíes le han levantado a esa ballena
que se tragó a Jonás, allí mismo hay un Museo Freudiano.
En ese museo, si acercas bien tus ojazos y pegas bien tu nariz para observar de cerca
los detalles de las miniaturas de las valiosas piezas artísticas en exhibición, verás que todos
ellos son casualmente eso: Minúsculos culos en perfecto caos, para honrar la interpretación
de Freud de los traumas psicológicos, como que derivan todos de una sintomatología de
naturaleza sexual. Por cierto, gracias a Alfred Adler este criterio ya ha sido superado
entre los psicólogos de la actualidad, pero eso no le resta méritos a este hombre de ciencia
que fue Sigmund Freud, el primer explorador moderno del alma humana. En su memoria
y agradecimiento a su introspección hemos incluido en el capítulo 9 de la presente obra,
nuestra historia corta intitulada “Psicoanálisis de Don Quijote de la Mancha”.
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1
PSICOLOGIA INDIVIDUAL
Alexandra Adler
Harvard University
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otras orientaciones psicológicas que operan sobre los comportamientos y los síntomas
como si se tratara de entidades individuales en sí mismas. Esa posición de la Psicología
Individual presenta rasgos que la asemejan a la teoría de la Gestalt, al punto de que algunos
ven en la Psicología Individual una aplicación y elaboración práctica de aquella escuela.
***
CAMPO DE ACCION
DE LA PSICOLOGIA INDIVIDUAL
Tales trabas pueden tener como resultado una de dos reacciones diametralmente
opuestas: Por un lado, la persona puede reaccionar con una actitud derrotista ante una
dificultad y sucumbir a ella. Esto puede suceder, por ejemplo, en el caso de niños zurdos
que viven bajo la impresión de ser torpes, y por consiguiente no se esfuerzan por utilizar
sus manos hábilmente. En su vida ulterior podrán descargar toda la responsabilidad
referente a actividades manuales en otras personas, y utilizarán sus defectos congénitos
como excusa para ello.
Son las personas que sufren un complejo de inferioridad, es decir, que reaccionan
catastróficamente frente a todo impedimento.
Este complejo de inferioridad no debe ser confundido con el sentimiento de
inferioridad que opera como un estímulo normal, sobre todo en el niño en desarrollo, quien
impelido por ese sentimiento aspira a alcanzar realizaciones adultas.
***
Para comprender esa individual reacción frente a los hechos es necesario investigar
cuál es el objetivo peculiar del individuo. El conjunto de las distintas respuestas dirigidas
hacia ese objetivo ficticio se ha denominado “estilo de vida”.
***
Cabe distinguir aquellos casos de estilo de vida del individuo cuyo objetivo se
orienta en el sentido de realizaciones útiles, de aquellos otros dirigidos hacia
comportamientos colocados en el sector inútil o antisocial de la existencia.
Por ejemplo, en muchas neurosis el objetivo puede consistir en lograr la protección
contra las exigencias de la vida, con el fin de verse libre de obligaciones sociales,
profesionales o matrimoniales. Se encontró que este tipo de formación se basaba en una
actitud de desaliento arraigada en el individuo desde su infancia.
La formación del estilo y del objetivo de vida individuales es el resultado de
descubrimientos realizados por cada individuo. En efecto, cada individuo termina por
atenerse a lo que le parece ser el enfoque más idóneo para la solución de sus problemas.
Puesto que en las neurosis la manera de alcanzar esos resultados va acompañada por
un modo de pensar y de obrar diferente del anormal, decimos que el neurótico o psicópata
inspira su conducta en una “lógica privada”.
Para comprender el significado de los síntomas neuróticos se debe explorar qué uso
hace el paciente de sus síntomas o, en otras palabras, qué objetivo particular alcanza el
enfermo con ellos.
A menudo se puede llegar a comprender un caso dado preguntando directamente al
paciente qué haría si no padeciese esos síntomas, por ejemplo, si no sufriese ese miedo que
tiene de cruzar las plazas abiertas, o esa compulsión a lavarse las manos continuamente, o
ese temor a ruborizarse, etcétera.
La respuesta del enfermo que generalmente implica que en tal caso se casaría, o
continuaría su profesión, o entablaría relaciones sociales con sus amigos, o enfrentaría
cualquier otra exigencia explica precisamente el significado (la finalidad) del síntoma de
ese individuo particular.
Así, pues, los síntomas neuróticos sirven al paciente de pantalla detrás de la cual se
escuda a fin de eludir el frente de lucha de la vida. La respuesta del neurótico está
formulada según el esquema del “sí, pero”.
Se reconocen las exigencias de la vida, el paciente se ajusta a la lógica general
humana. No obstante, con sus síntomas se excusa de no seguir adelante.
Así, por ejemplo, un neurótico diría que “sí”, que sabe que debería considerar
seriamente el matrimonio con su pareja, “pero” que su constante temor a ruborizarse, o
cualquier otra cosa, le impide dar los pasos necesarios.
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4. El carácter neurótico
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5. El interés social
TEORIA DE LA PSICOPATIA
Estos niños se crían con la idea de que el mundo entero gira en torno a ellos. Puede
ocurrir que durante la infancia no sufran dificultades, puesto que entonces atraviesan un
período de protección durante el cual los adultos de su mundo circundante realizan por él
conductas adaptativas que a él le es imposible afrontar. Sin embargo, es probable que más
tarde, cuando el niño deba valerse por sí mismo o cuando se vea privado de su situación de
privilegio se presenten trastornos.
Esto sucede, por ejemplo, al nacer un hermano. Entonces suelen aparecer
dificultades de adaptación que evidencian que el niño no estaba preparado para compartir
con otros. Así pueden desarrollarse síntomas tales como enuresis, destructividad,
desobediencia, dificultades alimentarias y otros similares, reveladores de que el niño no se
siente capaz de adaptarse de un modo normal.
Los niños rechazados se encuentran principalmente entre los hijos sin padre
reconocido y de matrimonios desintegrados. Tales niños están carentes de la más
importante experiencia de la primera infancia: No han vivido con sus madres la experiencia
de una relación enteramente confiable. Se crían como en un país enemigo donde tienen que
luchar para sobrevivir. Tal es el cuadro infantil de muchos criminales.
Las dificultades con que se enfrentan los niños que sufren impedimentos físicos ya
fueron expuestas anteriormente.
LA POSICION ORDINAL
EN EL GRUPO FAMILIAR
La Psicología Individual ha señalado que los hijos de una misma familia presentan
diferencias en relación con su ubicación en el grupo familiar. 3
Están las situaciones del menor, del segundo, el mayor, el varón seguido por una
niña, los gemelos, el hijo único, etcétera. A continuación daremos una caracterización de
estos distintos tipos.
El menor de la familia ve delante de sí a sus hermanos y se da cuenta de que jamás
podrá igualarlos desarrollándose con la misma velocidad. Por consiguiente, a menudo opera
como si procediera de otro molde. Ejemplos de este tipo se encuentran en todas las épocas
y naciones y lo ilustra el caso del héroe del cuento, Pulgarcito.
Pulgarcito, el menor de siete hermanos, se calza las botas de siete leguas con las que
corre más rápidamente que todos, y gracias a su astucia consigue matar al gigante y liberar
a sus hermanos. En la realidad, en muchas familias de universitarios suele darse el caso de
que el hijo menor suele preferir ser, por ejemplo, bailarín o actor, para conquistar así su
independencia antes que sus hermanos mayores. Otras veces, el menor suele desarrollar, en
3
Las hermosas investigaciones de Schachtel han confirmado recientemente en forma concluyente el
papel del puesto en la serie de hermanos en la determinación de tipos de comportamientos básicos, sanos y
enfermos, en diversas situaciones. Véase S. Schachtel, Psicología de la afiliación, Paidós, Buenos Aires,
1965.
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En casos graves, se realizan entre tres y cinco sesiones semanales por lo menos al
comienzo de la terapia. Tan pronto como sea posible se busca reducir ese número a fin de
poner al enfermo en condiciones de entrenarse en la aplicación de sus nuevas actitudes.
Los casos más leves aquellos que están en condiciones de un mejor control de sus
pensamientos y emociones, se atienden con intervalos más espaciados, a menudo sólo
dos veces por semana, incluso en el comienzo del tratamiento. Si después de algunas
semanas no hubiese experimentado ninguna mejoría se invita al paciente a interrumpir el
tratamiento.
La duración de la terapia varía según el caso. Con todo, pocas veces se prolonga
más allá de un año, y por lo general, termina al cabo de algunos meses.
El tratamiento con los niños suele ser más breve y las sesiones más espaciadas que
con los adultos. A veces surge la cuestión de la medida en que el niño es capaz de
comprender. Esto depende de su inteligencia, edad e interés, que deben ser aprovechados al
máximo, pero nunca más allí, en la explicación de la génesis y significado de sus síntomas.
La comprensión de los padres es, en todos los casos, un prerrequisito indispensable, pues el
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niño depende más de su relación con ellos que de ninguna otra. De ahí que, cuando no se
cuenta con esa colaboración, el tratamiento suele resultar inútil.
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PUNTOS DE COINCIDENCIA
Y DIFERENCIAS CON EL PSICOANALISIS
***
primario de adaptación, mientras que la escuela freudiana postulaba un trauma sexual como
origen de la perturbación mental.
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EL MOVIMIENTO DE LA
PSICOLOGIA INDIVIDUAL
2
LA PSICOLOGIA COLECTIVA
Por E. Ferrer Garriga
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Así se plantea una enajenación social, un estado alienado. Sin embargo, esto no
significa que el ser humano deba alejarse de la sociedad, ya que el niño y por extensión
el hombre en general, puesto que en su defecto correría el riesgo de ser un anormal debe
convivir en sociedad con la mayor plenitud posible. Necesita vincularse a grupos: Influir
sobre los demás, y que los demás influyan sobre él. Sólo así conseguiremos su educación
completa y el desarrollo homogéneo y esplendoroso de toda su personalidad.
Sin lugar a dudas habrá que vigilar su formación individual, sus sentimientos, su
carácter, su moral y el estado íntimo de su conciencia. Habrá, por tanto, que cuidar de su
comportamiento específico. Pero ello sólo se conseguirá plenamente si participa y recibe la
acción y reacción de la sociedad que colabora y contribuye a su formación.
El espíritu de competencia representa un poderoso estímulo en todas las esferas de
la actividad humana. Cuando un niño, por ejemplo, suspende un curso, no suele ser el
criterio de sus padres lo que le preocupa por lo general ajenos a la plenitud de esta
vivencia, sino el criterio de sus compañeros de escuela. Conocido previamente,
constituye un poderoso estímulo que le obliga a estudiar; por ello es, en efecto, conveniente
que el niño se acostumbre pronto a la convivencia social.
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EL GRUPO Y EL LIDER
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Existen líderes naturales o espontáneos que son los que, sin gozar de privilegio
alguno en la constitución del grupo, actúan como condicionadores de su devenir y son
consciente o inconscientemente aceptados por el grupo.
Los obligados o formales están impuestos por una estructura, muchas veces ajena, a
las vivencias del grupo. Dependerá, luego, que sepan naturalizarse al objeto y que pasen a
ejercer una función natural de liderazgo o que continúen en una posición formal que puede
ser aceptada, tolerada o rechazada por la fuerza vital del grupo.
Es de un cierto dominio común que los líderes dejan de serlo cuando su fuerza
atractiva se debilita o bien el grupo decide no considerarlos. Pero ambas tesis, aunque
influyentes, son falsas. Los líderes se mantienen únicamente hasta que los desplazan nuevos
líderes.
Es cierto que cuanto mayor es la proximidad física entre un grupo de personas, más
probabilidades de que se manifiesten unánimemente. Este es un postulado de la psicología
de las masas que raramente falla. Una multitud, cuanto más compacta, más se expresará de
una manera solidaria. Existe la teoría de que la masa, la mayoría, siempre tiene razón, sin
embargo, no siempre es así.
Supóngase un partido de fútbol en el que 40.000 personas ven una falta cometida
por un jugador, y sin embargo, el árbitro no la ha visto. Desde luego, es muy probable que
haya habido falta. Esto es lo lógico. A pesar de todo, el lector muy bien entiende, en un
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estado de ánimo objetivo y equilibrado, que puede darse el caso de un error multitudinario
por la razón expuesta anteriormente, es decir, que el criterio de 40.000 personas, por
ejemplo, en determinadas circunstancias, apenas equivale a una unidad de concepto, ya que
el raciocinio queda matizado por la emotividad.
En cuanto a si es el individuo quien ejerce mayor influencia sobre el grupo, o éste
sobre aquél, contestaríamos que ello depende de la energía anímica de cada uno.
Por lo general, el grupo ejerce mayor influencia sobre el individuo, siendo menos
frecuente lo contrario. Raramente un hombre puede permitirse el lujo de eludir y zarandear
a la sociedad.
La colectividad o grupo realizan una fuerza terrible que arrolla y moldea las
individualidades, aunque éstas, en términos relativos, pueden aflorar.
***
Sin embargo, esto no implica que en teoría por lo menos, el individuo pueda ejercer
mayor influencia sobre el grupo que lo contrario. Tales son los casos de los reformadores
religiosos y de las gigantescas personalidades históricas que han dado nuevos cauces a la
rueda evolutiva de la sociedad.
Diremos, por último, que la emotividad puede ofuscar el recto juicio del individuo.
El caso es relativamente frecuente. Imagine, por ejemplo, a un médico cirujano
especialista en apendicetomías desde varios años. Ha operado centenares de apendicitis. Un
día su esposa sufre de un ataque de esta dolencia. Su marido renuncia a operarla y prefiere
que la intervención la efectúe un colega suyo.
¿Por qué?
Porque ha podido percibir que la carga emotiva de aquella operación podría pesar
más que el conocimiento estricto profesional, sobradamente demostrado.
32
3
LAS FUNCIONES HUMANAS
Por E. Ferrer Garriga
***
***
extremos, incidir en casos patológicos. No basta tener óptimas disposiciones. Tienen que
formar una estructura compleja, armónica y eficientemente organizada.
La verdadera función intelectual en su estricto y completo sentido psicológico,
se inicia con unas representaciones. A ellas sigue una reflexión (no siempre volitiva), y
necesariamente acaba en una acción.
Si falta el principio o el fin de este proceso, no ha habido realmente ninguna
“función intelectual”. Se habrá limitado a ser un intento fallido, sin obtener la debida
plenitud.
Así, pues, una “función intelectual” exige: Representación, reflexión y acción.
Aunque pueda parecer una perogrullada, es una estricta verdad que el mundo, el
cosmos (en cualquiera de sus acepciones) será siempre tan limitado como lo sea la
influencia de nuestra función cognoscitiva. Si esta función humana fuese ilimitada (no se ha
probado su verdad ni su falsedad), el mundo también sería infinito.
Piense en ello y encontrará motivos de serias reflexiones.
***
Le han presentado seis vasos a medio llenar, todos iguales, pidiendo que detecte en
cuál de ellos hay un determinado perfume. Pero como en realidad en todos ellos no hay más
que agua, es indudable que al oler donde no hay nada que oler, usted estará sugestionado.
La cosa está clara. En el primer plano, usted conocía el perfume; sabía “cómo olía”.
Ahora bien, ¿qué le ocurrió cuando al oler, por ejemplo, uno de los vasos (que no contenía
más que agua), “sintió” el perfume que en realidad no había?
Pues que en ese momento su imaginación tuvo más fuerza que la estricta realidad.
No hubo moléculas olorosas (concepto real) que estimularan su olfato. Sí, en cambio,
incidió en ella la imaginación de los conocimientos adquiridos previamente y que en este
caso desvirtuaron la realidad.
Conviene no olvidar que la sugestión es un equilibrio entre la imaginación y la
realidad, lo cual no significa que ejerciendo una fuerza represiva sobre la imaginación
consigamos evitar el desequilibrio. Para conseguirlo, lo que conviene hacer es vivir
intensamente y aumentar la importancia de la realidad objetiva, y no, por el contrario,
cercenar la imaginación.
Es más; por lo general los hombres de poca imaginación suelen ser más susceptibles
a los estados sugestivos, lo que afianza nuestro criterio.
***
Adelante, pues, con los despliegues imaginativos; tan sólo con la precaución de no
perder de vista la realidad. Pero no al revés.
“Creer” supone un acto de confianza en el terreno intelectual; “dudar”, una
desconfianza parcial. Confianza y creencia aumentan siempre en la misma proporción.
Es menester no olvidar aquí la hipótesis psicológica según la cual a mayor impacto
sensorial, más fácil resulta la creencia. Según ella, una impresión cualquiera que llegue a
emocionarnos intensamente aunque resulte de naturaleza inverosímil, producirá en
nosotros una credulidad, mientras que otro acto, perfectamente demostrable y verosímil,
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pero carente de emoción, nos dejará indiferentes y originará, más bien, una actitud de
incredulidad.
LA INTELIGENCIA
Definir las potencias anímicas resulta ingrato, tanto por lo difícil como por lo
parcial que su resultado suele ser. Además, definir, por naturaleza propia quiere decir
limitar, cercenar, encasillar, y tal actitud ofrece vertientes negativas.
Sin embargo, de una forma u otra hay que entenderse y debemos emplear las
palabras lo más exactas posible para ello.
La inteligencia es una capacidad que conviene poner aquí su atención puede o
no manifestarse. Los hay muy inteligentes, pero su capacidad “no actúa”. Otros resortes
anímicos los impiden.
Aclaremos aquí, y por el momento, que esta capacidad de juicio expectante a la que
llamamos “inteligencia”, tiene un origen íntima y exclusivamente individual. Nada tienen
que ver con ella (cuando menos en términos generales), el ambiente o la cultura.
***
En este sentido la inteligencia resulta ser permanente. Por lo general, nos resulta
poco grato reconocer que no podemos aumentar la capacidad de la inteligencia. Sin
embargo, así es.
Conviene matizar con claridad qué entendemos qué entendemos por inteligencia,
para no caer en el desánimo cuando aprendemos que es de naturaleza permanente. Lo cual,
dicho sea de paso, supone un buen síntoma.
Aclaremos, en primer lugar, frente a la negación de que no aumenta a lo largo de la
vida, que en el devenir individual de las personas hay una curva biológica aplicable a la
vida física, y otra a la vida anímica, guardando entre ellas como es lógico, un cierto
paralelismo.
Aparentemente, un niño de tres años no puede tener la capacidad de juicio de una
persona de cincuenta. Pero ello es aparente. Lo que diferencia a ambos no es la inteligencia
considerada aisladamente; insisto, aisladamente, sino otros factores (memoria,
experiencia, hábitos, percepciones, convivencias colectivas, etc.), el promedio de todos los
cuales nos da la apariencia de que uno es menos inteligente que el otro por su edad.
***
Algo parecido ocurre para quienes consideran que la inteligencia progresa hasta los
veinte años (edad absolutamente convencional) y luego se estabiliza. No; la inteligencia es
estable. Es cierto que existen factores que conceden una razón parcial a quienes defienden
el enunciado. La capacidad receptiva suele decrecer desde la niñez hasta la senectud; los
factores sexuales también influyen en ello junto a muchos otros, pero no la inteligencia
considerada exclusivamente.
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***
Más de una vez usted habrá sacado fotos. Sin duda recordará que al colocar en la
cámara el rollo fotográfico, éste tiene, de acuerdo con la fabricación, un cierto tipo de
sensibilidad que se expresa, según creo en unidades DIN y ASA.
Pues bien, este tipo de sensibilidad corresponde a lo que la inteligencia es para el
hombre. La inteligencia denota una capacidad de juicio expentante, es decir, constituye una
posibilidad que, debidamente empleada junto a muchos otros factores, cumple su función.
Está claro, por lo demás, que por ser muy sensible que sea, la impresionabilidad de un rollo
fotográfico, la utilidad o belleza de la fotografía no depende primariamente de tal
sensibilidad. Existen elementos mucho más decisivos: El gusto en el enfoque del fotógrafo,
la calidad del objetivo, la distancia, el diafragma, la luz, el filtro, etc. La sensibilidad, en
nuestro caso al igual que la inteligencia, no es más que una posibilidad expectante, cuyo
cometido por sí mismo es nulo si no están desarrolladas todas las actividades conexas e
inherentes a su función.
***
Existen diversas escuelas que han aprendido a estudiar la inteligencia, una de ellas
en relación con la configuración craneal; se trata de la frenología. Franz Joseph Gall es su
cabeza más representativa. Hoy en día, sin embargo, y gracias a las pruebas de la psicología
experimental y a la valoración intelectiva, la frenología ha perdido gran parte de los
prosélitos que tuvo con anterioridad.
Hoy, en el análisis de la inteligencia, se distinguen tres facetas: El entendimiento, el
juicio y el razonamiento.
El entendimiento es la parte de la inteligencia que percibe cualquier posición
determinada; constituye, además, su genuina representación y abarca un 80 por ciento de su
esencia. Como queda indicado, se trata de una función receptora.
El juicio representa la parte de la inteligencia que clasifica y conoce los motivos de
las posiciones. Es su función controladora.
Por último, el razonamiento se refiere a la parte de la inteligencia que, junto a las
dos anteriores, obtiene y saca los resultados finales.
***
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LA VOLUNTAD
Todos los impulsos volitivos son conscientes. Si no lo fueran pasarían a ser instintos
o hábitos.
Precisamente por ello, los efectos y causas volitivos sólo pueden ser llamados así
cuando tenemos absoluta y plena conciencia de ellos. Casi nada es tan consciente como la
voluntad humana.
Cualquiera que pueda ser su estado, forma o intensidad, la acción de los impulsos
constituye necesariamente el origen de toda acción volitiva. A esta acción impulsiva le
pueden acompañar más tarde otros matices añadidos, pero el demarré de la voluntad queda
siempre configurado por unos impulsos que ponen en marcha las facultades volitivas.
El impulso constituye una energía anímica. Tal energía genera sensaciones, algunas
de las cuales repercuten en la vida fisiológica (las sensaciones fisiológicas) y en los casos
en que la energía anímica incide en los nervios motores, llegamos a producir movimientos.
LAS EMOCIONES
***
37
***
Realmente, las sensaciones y los sentimientos constituyen las dos grandes puertas
principales por las que penetran en nuestra vida psicológica la mayor parte de las
influencias del mundo psíquico exterior. Ambas, naturalmente, pertenecen al mundo de la
percepción. Constituyen como fotos que constantemente se proyectan en nuestra
receptividad anímica.
Podemos considerar también como filiales de la percepción, la emoción, la pasión y
la experiencia.
Un estado emotivo o emocional significa la cristalización de una serie de elementos
sensitivos. Nadie ignora qué es sentirse emocionado o emocionalmente excitado. Así, pues,
la emoción proviene de la suma de unos sentimientos cuya naturaleza ya conoce el lector.
La carga emotiva viene a ser algo parecido a un estado de ebullición de sentimientos, más o
menos explosivo.
***
LA EXPERIENCIA
La experiencia ha sido considerada casi siempre con notable error, como un factor
basado exclusiva y proporcionalmente, sobre el “tiempo cronológico”.
Sin duda alguna, el citado factor es uno de los que más influyen en la determinación
de la experiencia, pero no el único. Así, pues, una persona de sesenta años puede tener más
experiencia que una de treinta, pero no necesariamente.
Todos damos por descontado que la cantidad de tiempo vivido supone un factor
trascendente para la adquisición de experiencia. Absolutamente cierto, pero no el único.
La intensidad de la circunstancia vivida también es influyente. Nadie pondrá en
duda que en plazo de una semana, una persona puede vivir una serie de circunstancias
mucho más intensas y aleccionadoras que durante un dilatado período de años de
monótonas percepciones. Tal intensidad influye notoriamente en la adquisición de
experiencia, y sin embargo, no mantiene relación directa con la cronología.
***
Por otro lado, dos personas distintas pueden sufrir o gozar de unas mismas
vivencias, de idénticos hechos que les afecta en igual intensidad y, a pesar de ello, es
posible que a una de ellas le baste haber vivido la circunstancia una sola vez para captar la
experiencia, mientras que la segunda ni siquiera con veinte veces obtiene la similación
experimental.
En resumen, la experiencia depende de la circunstancia externa y la sensibilidad
perceptora comparativamente iguales para varios sujetos, y es la duración cronológica la
que otorga la definitiva clasificación dirimente. Es lo que podríamos expresar por la
fórmula: Experiencia = tiempo, intensidad, circunstancia y sensibilidad.
39
LOS COMPLEJOS
***
Cuanto ha quedado indicado con relación al estado pasional puede ser considerado
válido para el complejo. La diferencia estriba en la complejidad del complejo. Discúlpese la
redundancia, pero a veces la duplicidad fonética ayuda a la memoria, por tratarse de un
factor consciente.
Ambos coinciden en que, al ingresarlos en nuestro espíritu, se singularizan
tendenciosamente y originan un desequilibrio de reacciones.
El complejo es, pues, aquel grupo de percepciones con posibles efectos volitivos
que se reflejan de una manera anormal y tendenciosa, lo que provoca, como consecuencia,
una falta de armonía y de conexión en la facultad de comportamiento de los individuos. 4
4
En esta aclaración del concepto de complejo (como a lo largo de toda la obra) podría haber hecho
uso del término “inconsciente”, tan en boga entre algunos autores. Pero he decidido usar la noción
“subconsciente” siguiendo así la escuela freudiana, dado que en realidad el subsonsciente es el
compartimento de la mente separado del consciente por una divisoria permeable que permite la interacción
entre ambos. El “inconsciente” es totalmente negativo hasta en su etimología, y por ende sólo puede ser
aplicado en justicia a las entidades inanimadas.
40
LA MEMORIA
***
***
Hay tres sistemas de los que se sirve la parte volitiva de la memoria en nuestra vida
cotidiana: La evocación, el reconocimiento y la reasimilación.
El primer sistema, de evocación, probablemente es el de mayor uso. Cuando
procuramos recodar algo en definitiva, evocamos, tratamos de llevar al consciente aquellas
representaciones que buscamos. Pero aunque sea el sistema más empleado, no es el único.
Así ocurre cuando tenemos que reconocer unas personas, unas fotografías o unos
simples colores. En este caso no evocamos, sino que con los elementos físicos delante
tratamos de señalar e identificar lo previamente conocido. Así como en el primer caso
buscamos dentro nuestro la imagen perdida, así comprobamos las características exteriores
de los elementos objeto de reconocimiento, para procurar que ellas coincidan con la imagen
interior que tenemos. No hará falta decir que estos dos sistemas se complementan y ayudan
recíprocamente.
41
***
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Por regla general los recuerdos tienen una validez a escala regresiva. Recordad lo
que hoy hemos comido nos resulta fácil; lo que comimos ayer nos supone un mayor
esfuerzo, y tratar de recordar lo que comimos hace diez días, de no utilizar ayudas
conscientes resulta dificilísimo. Hay, pues, una regresión. Sin embargo, recuerdos triviales
acontecidos muchos años atrás, reviven en nosotros con una nitidez perfecta que
desearíamos para recordar datos de apenas una semana atrás.
Los hábitos están fuertemente vinculados a la memoria. Nuestros hábitos cotidianos,
innatos o adquiridos, son los últimos en desaparecer y la memoria subconsciente ejerce en
ello una hegemonía notable.
La afasia, desde luego, tiene relación con la memoria. Pese a que su terapéutica esté
proyectada sobre todo hacia la dicción y los sistemas de expresividad en general, lo cierto
es que el sujeto que la padece, a menudo, “se acuerda”.
En la afasia es la falta de la debida conexión entre el pensamiento y las
articulaciones sonoras del cuerpo humano.
42
LA IMAGINACION
***
Resulta, entonces, lógico que cuanto más madura sea una estructura mental, más
posibilidades existen para la obtención de un desarrollo imaginativo. Consecuentemente, y
dado que la persona en su conjunto es susceptible de formación y mejora, sin duda tal
resultado se pone de manifiesto en la imaginación.
Un niño, o una persona mayor de las que se dice que no ven más allá de sus narices,
difícilmente desarrollan actividad imaginativa; tan sólo actúan sobre las percepciones
temporales y sensitivamente inmediatas. Su visibilidad queda reducida a las impresiones
momentáneas. Cuando un niño juega al ajedrez, su actividad se concentra casi
exclusivamente sobre la jugada inmediata. Sin embargo, más adelante empezará a prever
varias jugadas, futuras o irrealizadas aún, y mentalmente tendrá una posición exacta de
cómo van a quedar las piezas sobre el tablero después de varias jugadas.
Sin duda, pues, una mayor mental, parcialmente adquirible, nos procurará un mejor
desarrollo de nuestra facultad imaginativa.
***
43
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MASOQUISMO
SADISMO
Se considera que a partir de los dos o tres años el hombre posee instintos de vida y
de muerte.
El sádico es quien se inspira en conductas de agresión, de destrucción, y en
voliciones de odio hacia los demás. Insistimos en que no hay que confundirlo con el
masoquista, que se tortura a sí mismo.
Sin embargo, y como es lógico suponer, sólo se adquiere el calificativo de “sádico”
o masoquista cuando hay una preponderancia manifiesta en tal sentido.
La gran mayoría de los seres humanos poseemos impulsos de vida o muerte en
proporciones, por lo común ambivalentes y bastante equilibradas.
EL DESEO
Cierto, amigo lector, que basta un solo impulso para que arranque el deseo.
Pero en sí, el deseo raramente arranca y desaparece de una manera instantánea. Por
el contrario, y por regla general, el deseo no viene promovido por un simple impulso
volitivo, sino que genera entonces un flujo de impulsos permanente, de una cierta duración.
Raramente los deseos son instantáneos. ¿Acaso no ha observado el lector que la
mayoría de los deseos que abriga pasan por su imaginación como una especie de film
psicológico, duran sólo un instante? Decididamente, los impulsos volitivos que general el
deseo son varios y constituyen un flujo permanente y de cierta duración.
El deseo actúa como un proyectil en el que van, a gran presión, una argamasa de
voluntad e imaginación. Además, mantiene a esta última facultad en estado productivo y
creador.
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LA ILUSION
Por lo general, las ilusiones son positivas. Es conveniente poseer capacidad para
ilusionarse por las cosas, aun aquellas que son pueriles. Si los futuros actos a realizar los
vivimos apriorísticamente con ilusión, todas nuestras facultades se encaminan gozosamente
a su plenitud.
La ilusión fomenta la fabricación de deseos, y éstos, ya sabemos, son impulsos
volitivos emplazados sobre la fuerza de la imaginación.
Podemos concluir, pues, que desde el punto de vista psicológico la ilusión es una
energía anímica que provoca deseos.
Recuerde el lector que la fantasía suele ser un estado compensatorio de una realidad
imaginada, no obtenible.
El hombre iluso es quien vive en estado más o menos permanente de fantasía.
Conviene, por lo tanto diferenciar las ilusiones del estado iluso. Las primeras son positivas
y favorecen la creación del deseo, que como se sabe, está constituido por impulsos de
voluntad y carácter junto con la imaginación, mientras que el estado iluso es una vivencia
fantasiosa que denota y comporta una pseudo compensación a unos deseos o delirios
frustrados y no alcanzables.
EL HUMOR
¡Enhorabuena sí ha acertado!
El estado de humor es eminentemente sensitivo, aunque en derivación directa del
temperamento de cada uno.
Suponga el lector que recibe una buena noticia. Esto le emociona y le hace sentir
satisfacción perfectamente consciente y conoce el motivo que la ha producido. Cuatro horas
después usted no piensa en la buena noticia recibida, pero sin embargo, y sin que en
aquellos momentos conozca los motivos, sigue viviendo dentro de un cierto humor
optimista. ¿Comprendido?
Es pues una contención, agradable o no de tipo sensorial que no se la liberado
totalmente de nosotros. Son como los gases que nos quedan y que pueden perdurar
notablemente sin que tengamos plena conciencia de ello.
Prueba comprobatoria es que, por ejemplo, los temperamentos extrovertidos suelen
estar menos sujetos a los cambios de humor por cuanto, dado su proceder temperamental,
liberan con mayor facilidad las impresiones sensoriales recibidas.
Además de las sensaciones más conocidas, existen las denominadas cinestésicas que
implican una sensación de movimiento y posición. Por ejemplo, cuando se halla en una
habitación y de repente se apagan las luces y queda todo a oscuras, usted entonces se dirige
hacia la puerta. Anda despacio y encamina sus pasos hacia donde tiene la sensación de que
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está la puerta. Tal sensación es cinestésica. Adelanta cinco o seis pasos y extiende los
brazos para tocar la puerta puesto que entiende que ha debido llegar ya a ella. Tal creencia
se la ha procurado otra sensación cinestésica.
El sonambulismo constituye, posiblemente, un exagerado desarrollo de las
sensaciones cinestésicas. El sonámbulo se incorpora, se baja de la cama, va a la habitación
contigua y regresa en estado de sueño. No ha tropezado, no ha dado un paso en falso; ha
actuado como en sensación de plena conciencia debido a sensaciones cinestésicas.
Es cierto que el sonambulismo no es muy frecuente. Representa, sin embargo, un
ejemplo explícito. Pero, ¿quién no ha experimentado, aunque en ligeras proporciones un
incipiente sonambulismo? ¿Quién no se ha despertado en posición de incorporado en la
cama? ¿Quién en estado somnoliento no sueña que cae y ejecuta realmente una sacudida
con las piernas dentro de la cama? ¿Acaso no constituye ello una sensación nítida, clara y
específica, muy distinta a otras? Ahí están: Son sensaciones cinestésicas.
EL HABITO
El hábito significa una delegación del consciente, y por tanto dicho consciente
queda liberado de la función que delega al hábito y así le permite dedicarse a nuevas
actividades. De esta manera, la gran ventaja psíquica del hábito estriba en la máxima
utilización de la energía consciente. Además, en cuanto a función, el hábito confiere al
hombre una de sus peculiaridades más sobresalientes: La de la adaptación. Adaptación a la
moral, al clima, a los convencionalismos, a la sociedad, a la colectividad.
Por ejemplo, cuando andamos por la calle, nuestra función constituye un hábito. En
realidad, nuestro consciente activo está dedicado en aquellos momentos a los propósitos,
quehaceres e intenciones de nuestra vida profesional, lo que nos permite un buen
aprovechamiento de facultades, y si por el contrario nuestra conciencia tuviera que estar
ocupada tan sólo en la función de andar, habría pérdida de facultades conscientes.
Igual ocurre en la conducción automovilística. Cuando el aprendiz a conductor
circula sus primeros kilómetros, su consciente íntegro está dedicado a este quehacer.
Luego, cuando ya sabe o tiene el hábito de conducir, cambia las marchas, coloca los
intermitentes, etc., por puro hábito, lo que le permite que su consciente pueda dedicarse,
mientras el hábito conduce, a actividades mentales que requieren mayor inversión mental.
***
2. Para contraer un hábito no hace falta que la función se repita muchas veces.
Aunque en algunos casos, cien repeticiones no logran que se adquiera un hábito, no es
menos cierto que en otros casos, quizás la mayoría, bastan dos veces para que tengamos el
hábito definitivamente adquirido.
Posiblemente, buscar el mínimo esfuerzo sea el móvil más poderoso por el que
nuestro consciente procure de inmediato establecer un hábito. Su acción queda regulada y
garantizada con la peculiar característica de que cada nueva repetición será efectuada con
inferior cantidad de esfuerzo.
***
Según hemos visto, de la misma manera que el consciente crea hábitos como
delegados-ayudantes para que el inconsciente pueda dedicarse a funciones que requieren
mayor intervención, como contrapartida puede darse el caso de que tales hábitos lleguen a
ser tan poderosos y tan arraigados que el consciente que los ha creado sucumba y
desaparezca frente a su tenacidad.
Por su naturaleza, el hábito tiende al aprovechamiento de la energía con el mínimo
esfuerzo, pero ello también implica cada vez con mayor fuerza un automatismo, una rutina,
un encadenamiento que impide la debida reacción del consciente.
Estimo que en muchos casos el adquirir conciencia de un posible mal ya constituye
una defensa que bien puede evitarlo. Consecuentemente y cuando menos de una manera
razonada, sólo evitarán caer bajo el dominio de los hábitos quienes conozcan la posibilidad
de tal dominio. Este es el razonamiento de la primera fórmula. La segunda y tercera de las
tres respuestas constituyen una consecuencia lógica de la primera.
Uno de los procedimientos para obligar a romper hábitos, consiste en permutarlos,
es decir, sustituirlos por otros. Tal permuta debe ser más o menos violenta, ya que en caso
contrario no conseguiríamos otra finalidad que la de añadir nuevos hábitos, además de
robustecer a los antiguos y finalmente, que el consciente esté en actitud de vigía
permanente para que la automatización, la rutina y el mínimo esfuerzo no se apoderen de
nosotros y sucumbamos en una asfixia rutinaria.
***
Así resumiendo, diremos que para no caer bajo el dominio de los hábitos es preciso
tener conocimiento de su posible dominio, obligarse a renovarlos y mantener el consciente
en vilo.
El hombre común no aborda los grandes problemas. En la mayoría de los casos
actúa por hábitos colectivos. Prefiere ampararse en la opinión ajena y proceder como la
gente corriente. Escoge lo que ya está hecho, y en todo caso con un supuesto esfuerzo
consigue, generación tras generación modificar los hábitos y crear una evolución.
Esta inercia intelectual es lo que confiere al individuo la investidura de hombre
común. Sin embargo, no por ello deja dicho hombre común de poder elegir y preferir, y por
consiguiente de escapar al mimetismo instintivo, es decir, al dominio generalizado de los
hábitos.
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4
CARACTER, TEMPERAMENTO
Y CONSTITUCION
Por E. Ferrer Garriga
***
***
Es evidente que nada tiene que ver el dinero con el carácter. Si me viera obligado a
establecer una relación entre ambos, diría que el dinero (por lo menos, el “dinero fácil”) es
un estorbo para la constitución de un carácter recio.
Tampoco tiene más carácter quien más cultura posee o quien ha hecho mejores
estudios. Hay personas con notable cultura y con un nivel profesional situado en zona de
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prestigio, pero da pena el trato con ellos por su apenas incipiente carácter que desde luego
dista mucho del más leve indicio de una plenitud caracterológica.
No se considera cierto que el carácter y la voluntad coincidan siempre. La unión de
ambos es, pues, opcional.
A menudo, y en perfecta libre elección, uno volitivamente prefiere A, aunque se
decida caracterológicamente por B.
Sin embargo, también es cierto, como explica McDougall que la voluntad es el
carácter en acción, lo cual demuestra que ambos fenómenos coinciden, pero sólo
ocasionalmente.
***
***
TEMPERAMENTO
En el estudio de los temperamentos humanos aún tenemos muy en cuenta los cuatro
tipos de temperamentos establecidos por Hipócrates y que, como usted probablemente
recordará, son: Bilioso, sanguíneo, linfático y nervioso. Procure retenerlos.
Conviene aclarar, pese a todo, que raramente se encuentran temperamentos puros.
Por el contrario, suele haber por lo general unas predominancias de uno o dos tipos sobre
los demás. O sea, que difícilmente se da, por ejemplo, una persona 100 por ciento tipo
sanguíneo; se tratará, por lo habitual, de una persona con preponderancia sanguínea, o bien
bilioso-sanguínea, etc.
***
1. El temperamento bilioso, cuya tez suele tener una tonalidad amarillenta, sugiere
una tendencia motriz en sus manifestaciones. Presenta una predominancia del sistema
osteo-muscular y del humor de la bilis.
Organizador, es duro y exigente consigo mismo. Irritable, a pesar de que soporta los
contratiempos con estoicismo. Sólo consulta con el médico cuando considera que no hay
otra solución.
Se le considera el temperamento de la acritud. Planea, organiza, dirige, promueve,
pero por lo general se siente insatisfecho en forma permanente. Tiene una gran carga
emotiva en rapidez y en cantidad. Necesita moverse y desplazarse. Es emprendedor.
4. El temperamento linfático presenta una tendencia pasiva con dominio del sistema
digestivo, del segmento abdominal y con preponderancia del humor “linfa”.
El grado de emotividad del linfático es tenue. Ello le confiere un atributo de
indolencia que, a pesar de todo, tiene sus ventajas de acuerdo con las circunstancias. Así,
frente a situaciones delicadas y comprometidas, la decisión de un emotivo puede resultar
tendenciosa y precipitada, mientras que la de un linfático tiene, por lo general, muchas más
posibilidades de acierto.
Al temperamento linfático le agrada mirar, frenar, comparar y ajustar.
Profesionalmente ofrece mayor interés del que comúnmente se cree.
***
***
Existe otra clasificación que divide a los tipos en: Tipo cerebral, tipo muscular, tipo
respiratorio y tipo digestivo.
Fueron sobre todo Sigaud y Mac Auliffe quienes introdujeron esta clasificación, con
la llamada escuela francesa.
Resulta innegable, a pesar de todo, que las tesis temperamentales contemporáneas
provienen y se han formado de las teorías clásicas y antiguas. Por lo tanto, recomiendo al
lector que no quiera especializarse, sino captar tan sólo lo más esencial, que retenga por lo
menos la clásica división temperamental de Hipócrates: Bilioso, sanguíneo, nervioso y
linfático, y que conozca sus predominancias.
***
4. Tipo digestivo: Faz de predominio en forma de una pera, cuello robusto y corto,
dominio en el volumen del abdomen y mandíbulas.
***
***
Otra clasificación, quizás la más popular, es la Ernst Kretschmer, según los tres
tipos siguientes: Leptosomo, atlético y pícnico. Al tipo leptosomo también se le llama
asténico.
Es evidente que estos tipos no pueden considerarse dentro de unos moldes
inamovibles y predeterminados. Son resultado de ideas directrices y valores arbitrarios.
Esta importante división psico-fisiológica es fruto del examen de gran número de
individuos con numerosas semblanzas morfológicas, agrupados convenientemente según
medidas antropométricas. De los resultados se obtuvo un valor medio dentro del grupo
peculiar preponderante. Hay individuos que encajan perfectamente con las características
de “tipo”, mientras otros, como es lógico, quedan en posición confusa, digamos difícil de
archivar.
Pues bien, quedan descritos, así hay que considerarlo, como típicos los valores
medios entre los superpuestos o confusos y los nítidamente acentuados y relevantes.
Además de los tres tipos que acabamos de aludir, Kretschmer agrupó distintos tipos
que acusaban diferencias con la división tripartita, bajo la denominación de grupos
especiales “displásticos”.
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LEPTOSOMO O ASTENICO
Este tipo se caracteriza por ser delgado, de hombros estrechos, piel pálida y perfil
anguloso.
Entre otras cosas añadiremos que, por ejemplo, suelen ser constantes en su peso, no
importa lo que coman.
La faz tiene tendencia a ser triangular. Las manos tienen como armazón huesos
delgados y finos, casi puntiagudos. A grandes rasgos da la impresión de que está demasiado
delgado en todas partes.
El tipo leptosomo suele ser nervioso, de gran vida interior, y por tanto, susceptible y
emotivo. Vive estados de euforia seguidos de otros depresivos, sin explicación aparente.
Por lo general, jamás experimenta la sensación de sentirse suficientemente satisfecho.
Es resentido, capaz de albergar y planear venganzas y rencores. Como es lógico,
también es capaz de grandes generosidades y sacrificios absolutamente altruistas. El premio
será tan sólo su ideal y su fidelidad subjetiva.
Ofrece una cierta tendencia a los complejos. Por lo general presenta una tónica
tendente a lo que se conoce con el nombre de tipo introvertido.
ATLETICO
Están como “vacunados” contra los arrebatos impulsivos. Aun cuando son capaces
de alterarse, su sensibilidad es sencilla y fácilmente moldeable.
PICNICO
Las características más notables del pícnico son: Cuello corto y compacto,
perímetro abdominal notable, vientre adiposo y manos blandas.
El pícnico suele estar provisto de un considerable perímetro cefálico, torácico y
abdominal. La faz suele ser más ancha que alta. El abdomen acostumbra a ser rico en grasa.
La piel denota aspecto de blandura, aunque está sumamente tensa en las curvas más
relevantes. Es bastante sensible a las dietas y hábitos alimentarios o descensos en su peso.
En la medición de los tipos pícnicos conviene no influenciarse gratuitamente por la
presencia o ausencia de un vientre adiposo. Hay que observar, además, la proporción del
esqueleto en el cráneo, en el rostro (cara ancha) y en las manos, todo ello con
independencia de la colocación o posición de la grasa. Erróneamente suele tan sólo
considerarse el perímetro abdominal cuando, insistimos, hay que hacerlo además en el
craneal y torácico, tanto o más significativos.
***
El pícnico suele ser un tipo muy sociable. En cualquier nivel cultural es dado a la
conversación, actúa en forma natural y espontánea, incluso a la mayor parte de ellos “se les
escapa la lengua”. Suelen ser humoristas en el sentido corriente de la palabra.
Producen la impresión de que sienten la alegría de vivir. Por lo general son
modestos, aunque chillones. Su emotividad es notable, pero muy versátil.
Maravillosamente dúctiles y sin complicaciones. Su profesionalidad suele ser muy concreta
y específica, sin desdoblamientos intencionales.
Aclaremos, al final de los comentarios de estos tres tipos de Kretschmer, que son
válidos tanto para hombros como para mujeres. Sin embargo, en opinión de Kretschmer, en
las mujeres los cuadros tipológicos muy pronunciados no son abundantes por la menor
diferenciación morfológica que suele presentar el cuerpo femenino.
OTRAS CARACTERISTICAS
TEMPERAMENTALES
Como se sabe, Freud, Adler y Jung son los máximos representantes de la escuela
Psicoanalista, si bien es cierto que el primero de ellos es su genial descubridor. A Adler se
le considera creador de la escuela individual, y a Jung de la analítica.
A criterio de Jung, las dos tendencias extrovertido-introvertido existen en todos los
individuos, pero debido a un sinnúmero de causas psicosomáticas, una de ellas llega a
adquirir en forma casi estable una hegemonía sobre la otra. Cuanto mayor resulte este
predominio, más singularizado y relevante quedará el tipo que se manifieste. Lo importante
de esta pregunta es poner de manifiesto que no hay individuos con una sola de las
tendencias, sino que en todos se presentan juntas con predominio de una de ellas.
Por otra parte, Jung aplicó cuatro variantes a sus dos tipos, el extrovertido y el
introvertido: El sensitivo, el intuitivo, el pensador y el sentimental. De esta forma nos
explica las ocho variantes posibles: Extrovertido-sensitivo, introvertido-sensitivo,
extrovertido intuitivo, etc.
***
En la cuarta década del siglo pasado, Sheldon presentó otra teoría, hasta cierto punto
sin grandes divergencias de las anteriores, basada en la arquitectura corporal de los
individuos unidos en tres grupos a los que corresponden otros tres diferentes prototipos
temperamentales: El endomorfo, el actomorfo y el mesomorfo.
Sheldon, al parecer basó su división en unos estudios blastodérmicos (tipos de
tejidos) y en comparaciones fisiológicas de los individuos.
El tipo ectomorfo acostumbra a ser alto, delgado, y produce la impresión de
debilidad y falta parcial de desarrollo.
El endomorfo corresponde al tipo grueso con órganos internos bien desarrollados,
con dominio preponderante de la amplitud sobre la altura.
El mesomorfo corresponde a la tipología de las personas más bien altas y atléticas,
con aspecto de gozar de unas buenas proporciones y desarrollo.
A tenor, pues, de estas estructuras corporales existen tres posibles variantes
temperamentales.
El sujeto de estructura endomórfica mostrará también una acusada “viscerotonía”,
es decir, una tónica preponderante de las vísceras. Del mismo modo, al ectomorfo le
corresponde una cerebrotonía o tónica cerebral. Se caracteriza por excesiva inhibición,
evita los contactos sociales y tienen predominio las actitudes de retraimiento. Prefiere la
soledad mientras sufre tensiones mentales y desarrolla una actividad anímica. Suele padecer
de insomnio y experimenta graves depresiones. Sus actitudes y movimientos van
acompañados por lo general de reservas y desdoblamientos.
En cuanto al tipo mesomorfo, le corresponde una somatotonía o tónica del cuerpo.
Se sabe y siente satisfecho de su actividad muscular. Le agradan la combatividad y el
establecimiento de competencias. Siente la necesidad de ciertas aventuras físicas a las que
se entrega con generosidad. Cuando ya es mayor, sigue con la idea de contemporizar y
emular a los jóvenes en aspectos físicos.
56
5
LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Manual Merck
de Diagnóstico y Tratamiento
***
DIAGNOSTICO Y CLASIFICACION
GRUPO A
PERSONALIDAD PARANOIDE
Las personas con este tipo de trastorno de personalidad suelen ser frías y distantes
en las relaciones personales o bien controladoras y celosas si llegan a establecer vínculos.
Tienden a reaccionar con suspicacia ante los cambios de situación y a encontrar
motivaciones hostiles y malévolas tras los actos triviales, inocentes e incluso positivos de
los demás.
Con frecuencia estas actitudes hostiles son la proyección de su propia agresividad
(ver también cap.193).
Cuando creen que han confirmado sus sospechas, o a veces reaccionan de una forma
que puede sorprender o asustar a los demás, estos pueden responder entonces con enfado o
rechazo (por identificación proyectiva), lo que permite al paranoide justificar sus
sentimientos iniciales.
Las personas paranoides tienden a adoptar medidas legales contra otros,
especialmente cuando se sienten heridos en su dignidad y cargados de razón, pero son
incapaces de ver su parte de responsabilidad en el conflicto.
En su trabajo estas personas pueden ser notablemente eficientes y juiciosas, aunque
por lo general necesitan trabajar en un aislamiento relativo.
Las tendencias paranoides pueden desarrollarse entre personas que se sienten
particularmente segregadas a causa de un defecto o una minusvalía. Así, por ejemplo, una
persona con sordera crónica puede creer erróneamente que hablan o se ríen de ella.
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
PERSONALIDAD ESQUIZOTIPICA
GRUPO B
PERSONALIDAD LIMITE
(BORDERLINE)
GRUPO C
6
ENFERMEDADES PSICOLOGICAS
Por E. Ferrer Garriga
Vamos a pasar revista ahora, aunque sea solamente a algunas de las principales
enfermedades o alteraciones psicológicas. Trataremos en primer lugar de lo que en
psicología se entiende por distimia.
Aunque en su aplicación habitual la distimia se refiere a las fases depresivas en que
puede hallarse un sujeto en término genérico, una distimia es una alteración de ánimo.
Si las condiciones psicológicas de los individuos fuesen constantes obtendríamos un
“estado afectivo base”. Resulta evidente que todos sufrimos alteraciones más o menos
notables con relación a este estado-base. Las distimias son normales si están dentro de unos
límites ponderados y lógicos, pero si se exceden su posición es anómala.
Este puede ser el elemento-símbolo que induce a situaciones psicológicas
anormales, como la ciclotimia.
LA CICLOTIMIA
EL TEMPERAMENTO
CICLOIDE ANOMALO
2. Que en verdad ella crea con absoluto convencimiento que lo que cuenta es
verdad.
***
En el primer caso se trata de una neurosis que puede ser leve y pasajera o grave y
perdurable. En el segundo se trata de un auténtico psicópata. No será preciso aclarar que el
primero es susceptible de una completa cura, lo cual es mucho más difícil en el segundo.
Entre las psicopatías como vemos mucho más graves que las neuropatías, quizás las
más extendidas son las que conocemos con las denominaciones de locura maníaco
depresiva, megalomanía y esquizofrenia.
Las tres constituyen estados de psicopatía. Hay que decir que, por lo general,
provienen de estados neuróticos que han llegado a un desarrollo exagerado. En los párrafos
siguientes estudiaremos someramente las principales manifestaciones de estos tres estados
mentales anómalos. La locura maníaco-depresiva además ya ha sido comentada.
En lo que se refiere a las enfermedades neuróticas citaremos entre las más conocidas
a las siguientes: Neurastenia, histeria, ciclotimia e hipocondría.
El ciclotímico había sido comentado, por lo que pasaremos ahora a ocuparnos en
primer lugar, tal como habíamos anunciado, de las psicopatías.
***
63
***
Pasemos ahora a la megalomanía. ¿Habrá usted oído alguna vez la frase “delirios de
grandeza”? Pues aquí estamos, aunque claro está, no en su sentido normal, sino en casos
verdaderamente patológicos. Creyéndolo de buena fe, el sujeto experimenta unas
concepciones falsas entre su persona y el mundo que lo rodea. Se atribuye una importancia,
una casta, una posición, unas fantasías que nada tienen que ver con la realidad. Al
alcoholismo crónico se le imputa la culpabilidad de buena parte de los casos de
megalomanía.
En cuanto a la esquizofrenia, la psicopatía más extendida, presenta cuatro categorías
principales: Simple, paranoica, catatónica y hebefrénica.
La demencia senil se considera como un deterioro de la actividad mental. Para
expresarlo de otra manera, como si fuesen ya unas facultades muy usadas que han tenido su
desgaste y se hallan deterioradas. Al principio, dado que se presentan casos esquizofrénicos
en muchas personas maduras y aun en jóvenes (entre quince y treinta años), se la denomina
también demencia precoz, con el objeto de separarla de la demencia senil, mucho más
comprensible. Al parecer, la incidencia de esquizofrénicos es superior en las ciudades que
en las áreas rurales.
***
LA NEUROSIS
LA NEURASTENIA
LA HISTERIA
El histérico puede ponerse celoso por cualquier majadería. Expresa simpatía u odio
con una gratuidad sorprendente. Suele vivir con una ingenuidad de conceptos infantiles y
limitadísimos. Hay niños que tienen una amplitud conceptual muy superior a la de un
histérico.
Ellos procuran evitar trabajos y responsabilidades y quedar marginados de las
situaciones comprometidas. Ni hacen ni dejan hacer. Como la mayor parte de los cicloides,
invierten su tiempo en forma muy desigual. Duermen, incluso en forma irregular y mucho
más de lo necesario, mientras por otro lado malgastan energías en futilezas improductivas.
Los ojos de los histéricos son muy delatores de sus estados de ánimo.
65
LA HIPOCONDRIA
7
LA PSICOLOGIA CLINICA
Por Grace Arthur
***
Por otra parte, se comprobó que entre los reclusos en institutos penales, muchos
eran débiles mentales y requerían cuidado permanente.
Advertida la necesidad de medicaciones más precisas, las escalas fueron revisadas,
ampliadas hasta los niveles superiores y perfeccionadas, proceso que aún hoy continúa.
En sus distintas traducciones y revisiones, la Escala Binet-Simon fue
entusiastamente recibida, pero pronto quedaron en evidencia sus limitaciones y los
verdaderos alcances de su utilidad. En un esfuerzo por integrar las evaluaciones aisladas en
otra unitaria con mayor sentido, después de la construcción de diversos tests no verbales, se
construyó la Escala de Tests de Ejecución de Pintner y Paterson.
La construcción de sucesivas escalas de ejecución con método estadístico mejorado
ha significado un incremento de su valor predictivo. Por cierto, también este proceso
continúa.
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Los estudios acerca del desarrollo infantil normal realizados con creciente cuidado
del detalle y precisión en las observaciones, permitieron obtener nuevas normas para la
evaluación de la conducta de los pacientes clínicos.
La estandarización de baterías de tests de rendimiento escolar suministró un nuevo
recurso para evaluar la fuerza o la debilidad relativas de los pacientes clínicos en diversos
aspectos de la vida escolar. Con el propósito de identificar los campos donde el individuo
desajustado pudiera lograr una mejor adaptación, se concibieron nuevos tests de destreza
mecánica, y no tardó en comprobarse que en muchos individuos la aptitud mecánica es
menos importante que el interés por esa actividad. A este descubrimiento siguió la
construcción de una serie de tests de interés.
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DISPUTA ENTRE
LA PSICOTERAPIA RELIGIOSA
Y LA PSICOTERAPIA CIENTIFICA
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La institución, por una rama del Verein katholischer Akademiker, y por reuniones
celebradas en Kevalaer durante tres días consecutivos de marzo en los años 1925, 1926 y
1927, constituyó un paso concreto en pos de una ampliación de la Seelsorge que permitiera
asimilar el bagaje de la psicoterapia lega y proveer al Seelsorger del máximo conocimiento
posible concerniente a la etiología y la terapia de los trastornos de la personalidad. Tales
reuniones incluían la lectura y el examen conjunto de trabajos a cargo de médicos,
teólogos y pedagogos acerca de “las cuestiones límite de la terapia religiosa y la
científica” que Wilhelm Bergmann ordenó y publicó luego en tres volúmenes (en 1926,
1927 y 1928 respectivamente) con el título de Religion und Seelendeiden.
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Considerando que todo este programa había sido auspiciado por la Iglesia, el candor
y la liberalidad manifiestos tanto en la exposición de los factores constitucionales,
fisiógenos y sociógenos que influyen en el trastorno de la personalidad como en la libre
discusión de los métodos sean los psicoanalíticos o los de la Psicología Individual de
diagnóstico y tratamiento de los desórdenes funcionales resultan sorprendentes.
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Más importante aún en este sentido es la sincera admisión de sus errores de parte de
los terapeutas eclesiásticos, quienes reconocen que se comete un desacierto al impartir,
mediante la instrucción religiosa, una noción ingenuamente antropomorfa de Dios. Para
millares de seres humanos Dios aparece a lo largo de la vida como un tirano desalmado y
antipático, como un padre más colérico, más caprichoso y menos razonable aun que el
propio. Aun una noción antropomorfa de Dios que lo presentara como un amigo o como
una madre resultaría más agradable.
La idea de un Dios airado y el temor del día del juicio suelen conducir a la angustia
y al remordimiento, lo mismo que la creencia en el diablo, que en ocasiones origina brotes
epidémicos de brujería. También el excesivo celo de algunos maestros de religión y su
intolerancia ante la imperfecta religiosidad de sus alumnos fomentan la aparición de
complejos enfermizos de desconfianza y exagerada escrupulosidad, y estados de aprensión,
desaliento y melancolía.
Por su parte, el estímulo al misticismo en las personas predispuestas a la histeria,
favorece un tipo soñador de religiosidad cuyo efecto patológico ulterior suele incluir las
esperanzas infundadas, los deseos morbosos, la ansiedad, el autismo y la existencia
imaginaria en un mundo fantástico de hadas.
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Si bien la confesión católica se basa sobre los valores catárticos de la higiene mental
y de la psicoterapia, su éxito depende en gran medida del confesor-padre que está expuesto
a error, sea porque carece de la preparación científica necesaria para desempeñar
correctamente el papel de Seelsorger, o por falta de Einfühlung (empatía) con el alma del
confesante, o porque el afecto que él mismo le inspira es en exceso erótico o simplemente
porque ha fomentado cierto tipo enfermizo de remordimientos.
Considerando la religiosidad de la actividad psiquiátrica sincera, y la índole
psiquiátrica de la religiosidad, a las que atribuían fundamental importancia Prinzhorn,
Scheltze-Maizier, Jaspers y Jung propusieron soluciones tendientes a lograr la integración
de las partes en conflicto.
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Basado en los hallazgos del Psicoanálisis, Carl C. Jung, en Modern Man in Search
of a Soul (1934), afirma que la restricción del término “religión” a una así llamada fe
ortodoxa o tradicional, impuesta al individuo desde fuera aun cuando se trate de una fe
muerta o moribunda, constituye el principal obstáculo en el camino hacia una alianza
entre la Seelsorge y la psicoterapia científica. Sólo cuando el término “religión” aluda a una
vívida fe personal, al estimulante entusiasmo que, destinado a preservar la salud de su alma
nace espontáneamente en el individuo, quedará libre de escollos el camino hacia el
entendimiento entre la Seelsorge y la psicoterapia científica.
Jung considera que la tentativa de imponer una moral y una religión tradicionales en
el alma humana es una de las causas fundamentales del conflicto neurótico. La imitación de
Cristo o de cualquier otro personaje pertenezca o no al pasado, puede constituir el
origen de una personalidad disociada. La tarea esencial del psicoterapeuta, sea religioso o
científico, consiste en conducir al alma enferma hacia una organización vital propia del
paciente, que ha de surgir de la peculiaridad de su propia vida intuitiva, y naturalmente de
las circunstancias que la determinan. En lugar de adoptar una religión ajena “pre-fabricada”
el alma individual debe quedar en libertad de hallar su propio camino hacia la salvación:
Unicamente así podrá ejercer su función autopsiquiátrica, es decir, autocurativa, natural.
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PSICOANALISIS DE
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Por Moisés Chávez
Lo que mi tío, Don Quijote de la Mancha, refirió respecto de las visiones que tuvo
en la cueva de Montesinos dejó intrigados a muchos investigadores, entre ellos a una
interesante pareja ibérica, una Duquesa conocida con el epíteto de “la Bella Cazadora”, por
su belleza y su afición a la caza, y su esposo el Duque, ambos súbditos del reino de Don
Clavijo y de Doña Antonomasia.
La Duquesa y el Duque, prácticamente habían dedicado sus vidas a la investigación
de los misterios del alma de Don Quijote y de su escudero, Sancho Panza. Estaban
saturados de la literatura que acerca de ellos circulaba en todo el reino de España, y parecen
haberla hecho lectura obligatoria para todos sus súbditos, al juzgar de la manera cómo éstos
colaboraban tan perfectamente con los designios de sus amos todo el tiempo que tuvieron el
honor de alojar en su palacio a Don Quijote y a Sancho.
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¡A ti, oh varón
como se debe por demás alabado!
A ti, valiente juntamente y discreto
Don Quijote de la Mancha,
esplendor de España, estrella:
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De más está decir que la escena de la aparición del mago Merlín en el Castillo
Ducal había sido diseñada por la Duquesa misma, que gracias a su argucia había llegado a
saber que Sancho era el culpable de la credulidad de Don Quijote, de que su amada
Dulcinea estaba encantada.
Sancho había fraguado esta mentira que Don Quijote se creyó toda su vida; y por
cierto, Merlín se mostraría como que sabía el fondo de las cosas y vio que el
desencantamiento de la dama dependía de un castigo ejemplar bonitamente aplicado a las
valientes podaderas del sin par escudero.
Por supuesto, Sancho Panza protestó de la receta francesa diciendo:
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¡Válate el diablo por modo de desencantar! ¡Yo no sé qué tienen que ver mis
posas con los encantos! ¡Por Dios que si el señor Merlín no ha hallado otra manera cómo
desencantar a la señora Dulcinea del Toboso, encantada se podrá ir a la sepultura!
A lo cual Don Quijote replicó con justa razón y lleno de ira:
¡Tomaros he yo, don villano, harto de ajos, y amarraros he a un árbol, desnudo
como vuestra madre os parió!
Oyendo lo cual dijo Merlín:
No ha de ser así; porque los azotes que ha de recibir el buen Sancho han de ser
por su voluntad y no por fuerza, y en el tiempo que él quisiere; que no se le pone término
señalado. . .
Dicho sea de paso, en lo que le quedaba de vida, Sancho simuló darse sólo unos
cuantos azotes de buena voluntad, que en realidad caían sobre el tronco de un árbol, aunque
los gritos sí eran suyos.
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Fue así que, basados en la inquietud sincera de Don Quijote por verificar la
autenticidad de su experiencia en la cueva de Montesinos, la Duquesa y el Duque hicieron
las debidas conexiones para que mi tío Don Quijote aceptara someterse al análisis de su
alma llevado a cabo por el archifamoso Príncipe de los Encantadores, que no hay que
confundirlo con el mago Merlín.
Echado en un diván, en un cubículo pequeño, y conversando plácidamente con
quien analizaba su alma, Don Quijote podría experimentar la consumación de su orgasmo
con su amada Dulcinea, además de esclarecer el enigma que el mono adivino de Maese
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Pedro se encargó de enredar al decirle de las cosas que vio en la cueva de Montesinos que
“parte eran verdad y parte, mentira”.
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Como Don Quijote y Sancho Panza habían hecho ese exitoso “viaje” previamente,
no fue difícil convencerle a Don Quijote para que enfrentara otra aventura semejante,
aunque con mayores garantías técnicas para su seguridad física, ya que esta vez se le
presentaba la gran oportunidad de su vida, la oportunidad de desencantar ya no a extrañas,
sino a su amada Dulcinea, y encontrarse con ella ya no en las profundidades de la cueva de
Montesinos, sino en las profundidades de su propia alma.
Para empezar, esta vez el piloto del Clavileño no sería Don Quijote mismo, porque
él iría cómodamente recostado en el interior, a la manera de los héroes aqueos que fueron
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metidos a Troya en el interior del famoso caballo Paladión. El piloto, que a manera de
timón manipulaba la clavija que había en la nuca del Clavileño, sería Malambruno, también
él encantador, aunque de baja ralea, quien asumiría la empresa para implementar su
curriculum vitae.
***
En el vientre del Clavileño se había dispuesto un diván acolchado para que sobre él
Don Quijote fuera sometido a hipnotismo en una sola sesión de Psicoanálisis, sin tener que
descender en su destino, donde le esperaba el famoso psicoanalista.
Corría en todas las comarcas de Europa la fama de este mago encantador, más
poderoso que Merlín, que era conocido como el Príncipe de los Encantadores, y cuyo
nombre famoso era Segismundo Duerf.
Sólo él podría desencantar a Don Quijote y a Doña Dulcinea del Toboso, que
aparecía y desaparecía en la vida consciente y en los sueños eróticos de mi valeroso tío.
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Las cosas resultaron tal cual fueron planeadas y el psicoanálisis de Don Quijote de
la Mancha dio el siguiente resultado:
Contrario a la opinión de Sancho Panza, Don Quijote no era loco de atar; pero su
psiquis era propensa a oscilar fácilmente entre el mundo consciente y el inconsciente, sobre
todo en circunstancias patéticamente eróticas como las que él experimentaba a diario.
El problema de mi tío, como ocurre con muchas personas reprimidas, era que a
manera de compensación psicológica su subconsciente afloraba más frecuentemente de lo
común, y no sólo en sueños, sino también en estado alerta, lo que técnicamente se llama
“soñar despierto” y a lomo de bestia.
Este montaje consciente-subconsciente, según algunos encantadores es locura, y
según otros es cordura. La verdad es que la línea divisoria entre la locura y la cordura aún
no ha sido definida por los encantadores y sabios de la CBUP.
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verdadero nombre era Aldi, cuya hermosa imagen se quedó impregnada para siempre en el
corazón de Don Quijote, la misma que él volvería a ver en el estado consciente y libre de
hechizos al final de su vida, una vez llegado el momento de consumar su matrimonio
virtual.
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Es evidente el éxito del Príncipe de los Encantadores, aunque es cierto que, como en
el mundo azul de los galanes, el que encanta también desencanta.
Su éxito es proverbial, no obstante sus excesos expresados en su obra Die Zukunft
einer Illusion, respecto de que la religión “cura las neurosis menores de la vida sólo para
dejar al individuo en poder de una gran superstición”.
Expresiones como éstas le han merecido cierta aureola de rechazo en medio de
algunos círculos cristianos medievales, lo que no ha ocurrido en Israel de acuerdo con la
palabra que dice: Yehudí, im ki jatá, yehudí nishar (el judío, aunque peque, judío se queda).
Es así que en Yafo, en las inmediaciones del muelle donde el profeta Jonás se embarcó
rumbo a España para escaparse del Dios de Israel, sin imaginarse que en la travesía se lo
iba a tragar una ballena. . . A pocos metros del monumento que los israelíes le han
levantado a esa ballena, hay un museo dedicado al legado de Don Segismundo Duerf.
En ese museo, si acercas bien tus ojos y pegas bien tu nariz para observar de cerca
los detalles de las valiosas piezas artísticas en filigrana que se exhiben, verás que todos
ellos son casualmente eso: Minúsculos culos en perfecto caos, para honrar la interpretación
de Freud de los traumas psicológicos, como que derivan de una sintomatología de
naturaleza sexual.
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10
CONCLUSIONES
Por Moisés Chávez
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fin de no dejarse manipular de ellos y evitar que manipulen a los demás miembros de la
iglesia y terminar perdiendo soga y cabra, coadyuvando a su propia eliminación de la labor
pastoral.
Simultáneamente, debe atender a su labor de consejería pastoral desde el sitial del
púlpito, enfocando traumas y soluciones a partir de la analogía de casos de estudio que
encontramos en la Biblia misma. Esto puede hacer diseñando sus sermones a manera de
biografías de personajes bíblicos, como las del rey Saúl y del rey Acab. Pero hará esto, con
el aporte de su conocimiento de materiales bibliográficos como la presente separata
académica, y no escarbando en su propia imaginación, como los que descubren América
cada día del año.
***
¡Qué mejor que enseñar sobre Jacob-Israel, sobre Esaú, sobre Rebeca, sobre David,
sobre Abimelec, enfocando sus casos desde un punto de vista psicológico bien elaborado!
Pero no por ello ha de desmerecer los casos de estudio de fuentes extra bíblicas.
Sirva el ejemplo del recurso de Alfred Adler del cuento infantil de Pulgarcito, o del
testimonio de Beethoven, de Miguel Angel, etcétera, aunque sin llegar al extremo del
Complejo de Edipo, que si se pudiese dar u ocurrir, sería en el caso de un ser patológico
raro, digamos uno del tipo de Nerón, pero no en la sociedad humana, donde se enfatiza el
adjetivo “humana”.
En fin, si la presente separata académica fuese utilizada en el ámbito de las
instituciones teológicas en América Latina, recomendamos que cada uno de sus artículos o
escritos sea sometido a la metodología del estudio de casos, como lo hemos hecho en la
California Biblical University of Peru (CBUP).
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INFORMACION IMPORTANTE
Para tener información sobre la Biblia Decodificada del Dr. Moisés Chávez sírvase
acceder a la separata, Biblia Decodificada.
Para tener información sobre la Biblia Reina-Valera Actualizada (RVA) sírvase
acceder a la separata, Biblia RVA.
Para tener información sobre el contenido de las 1.050 historias cortas, 165
separatas académicas, 150 libros, 76 tesis de grado CBUP y los volúmenes del Indice
Expurgatorius – Libros Prohibidos que conforman la Biblioteca Inteligente MCH, sírvase
acceder a la información que presenta la separata, Biblioteca Inteligente.
Para obtener información sobre los Estudios Universitarios del CEBCAR y de la
CBUP-VIRTUAL, sírvase acceder a la separata, Estudios Universitarios CEBCAR-CBUP.
Para tener acceso a la bibliografía de la Biblioteca Inteligente MCH, sírvase acceder
al documento, Bibliografía WORD.
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