C-La Pastoral y La Psicologia

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1

LA PASTORAL
Y LA PSICOLOGIA
Por Moisés Chávez
2

CONTENIDO

1
PSICOLOGIA INDIVIDUAL
Alexandra Adler
Harvard University

2
LA PSICOLOGIA COLECTIVA
Por E. Ferrer Garriga

3
LAS FUNCIONES HUMANAS
Por E. Ferrer Garriga

4
CARACTER, TEMPERAMENTO
Y CONSTITUCION
Por E. Ferrer Garriga

5
LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Manual Merck
de Diagnóstico y Tratamiento

6
ENFERMEDADES PSICOLOGICAS
Por E. Ferrer Garriga

7
LA PSICOLOGIA CLINICA
Por Grace Arthur
3

8
DISPUTA ENTRE
LA PSICOTERAPIA RELIGIOSA
Y LA PSICOTERAPIA CIENTIFICA

9
PSICOANALISIS DE
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Por Moisés Chávez

10
CONCLUSIONES
Por Moisés Chávez
4

A manera de motivación e introducción. . .

TEST PISCOLOGICO DE INTELLIGENTSIA


DE LA SANTA SEDE
( T. E. S .T. )

Con ocasión del Módulo Académico de la Pastoral y la Psicología en la Santa Sede


de la CBUP, todos los locos que asistieron al Acto de Inauguración fueron sometidos de
sorpresa al riguroso TEST PSICOLOGICO DE INTELLIGENTSIA. Después de todo, por
todos es sabido que la palabra intelligentsia es rusa, y ha venido a señalar a la élite de los ex
intelectuales revolucionarios de la ex Unión Soviética, y por extensión, señala también a las
élites intelectuales en todo el mundo civilizado.
El T.E.S.T. ha sido diseñado a la manera de los tests TOEFL (Test of English as
Foreign Language) para medir la Inteligencia o Coeficiente Intelectual (IQ) de los
estudiantes de la California Biblical University of Peru (CBUP).

***

¿Fue de sorpresa?
¡Claro que fue de sorpresa! Hubieras visto las caras de los pobres estudiantes y de
los visitantes, cuando el Trepanador, que digo, el Examinador, mandó cerrar las rejas de
hierro de la Santa Sede de la CBUP, para que nadie pudiese escapar del T.E.S.T.
¿Tenía que ser de sorpresa? ¿Por qué? ¿Ah?
En primer lugar, porque de ser anunciado y promocionado, nadie hubiera acudido
para someterse al T.E.S.T., y el experimento hubiera sido cancelado, con todas las pérdidas
que ello conlleva. Es bien conocido el horror, el pánico que sienten la mayoría de los
cristianos ante todo tipo de tests o pruebas, sobre todo cuando está de por medio la
evaluación de su inteligencia con cifras objetivas.
En segundo lugar, porque aunque fue administrado completamente GRATIS, se
trataba de un servicio académico realmente costoso, razón por la cual muchos hubieran
desistido de participar por miedo al gato encerrado, sobre todo si no se les dejaba salir de la
Santa Sede si previamente no pagaban por el servicio.

***

Sin embargo, fue un test relativamente fácil, mucho más fácil que los diseñados por
el Dr. Charles L. Spearman, el psicólogo que diseñara los primeros tests psicológicos para
medir la inteligencia. Con anterioridad a él, la psicología de la inteligencia raramente se
aplicaba en los ámbitos de los estudios teológicos de orientación profesional, de evaluación
artística, etc. Y después de él, es harto conocido que los tests TOEFL son puro trafa y han
sido diseñados por los pillos americanos para extorsionar a los participantes e impedir que
un gran flujo de estudiantes extranjeros emigren a los Estados Unidos so pretexto de
estudiar en este país.
5

Antes de Spearman se intuía que las condiciones psicológicas de los individuos les
hacían más o menos aptos o inaptos para determinadas funciones grupales, pero faltaba el
servicio profesional de una “escuela de evaluación” que diera con los factores
exponenciales de la medición psicológica.
Como usted seguramente sabe, si bien la medición de la inteligencia no es producto
de ninguna escuela psicológica propiamente dicha, en ocasiones se ha denominado
“Escuela de Análisis Factorial” (la referencia es a los factores tomados en cuenta) al
conjunto de teorías y pautas de evaluación. ¡Así de simple!

***

Al tratar de las teorías de los análisis factoriales, antes de Spearman han de ser
tenidos en cuenta Thornkike y Thomson, entre cuyas mediciones la más conocida tiene
conexión con el CAVD, sigla del test “Completando Aritmética, Vocabulario y Dirección”
Otro test que hizo historia fue el Test de Valoración de la Personalidad, diseñado
por Rorschach para detectar la diferencia entre personas normales y personas con necesidad
de tratamiento psicoterapéutico.
Al Test de las Manchas de Tinta, también de Rorschach, siguieron otros, como el
TAT (Thematic Apperception Test), y el de Binet-Simon para la valoración de la Edad
Mental y el Coeficiente Intelectual.
A estos tests siguieron otros, como el Test de Bourdon, el Test de la Casa del
Pueblo, el Test del Cara de Pez, el Test de los Laberintos, los Tests de Grafología, el Test
de la T de Cobre, etc.

***

Realmente, se produjo un aluvión, un huayco de tests psicológicos, pero ninguno se


le puede igualar en efectividad al TEST DE INTELLIGENTSIA DE LA SANTA SEDE
(T.E.S.T.) diseñado por un grupo de expertos bajo la dirección del apóstol Carlos Terrazos
Contreras, Rector de la CBUP, para medir la Inteligencia Intelectual o Coeficiente de
Inteligencia (IQ) y simultáneamente la Mentalidad Académica Promedio (MAP). El test fue
estrenado en el Aula Magna de la CBUP el 28 de Diciembre del 2012, a puertas cerradas y
con estricto control para que nadie se pudiese escapar.
A instancias del Sr. Rector de la CBUP logramos someter al TEST a todos los
pastores protestantes, a los curas, a los rabinos y a los mulas de la comunidad musulmana
de nuestra ciudad capital, que asistieron al Acto de Inauguración del Seminario-Módulo
CBUP.
Helo aquí, a continuación:
6

CALIFORNIA BIBLICAL UNIVERSITY OF PERU

TEST PSICOLOGICO DE INTELLIGENTSIA


DE LA SANTA SEDE
(T.E.S.T.)

El T.E.S.T. es un test breve, pero no lo subestime, pues ha sido diseñado por los
expertos en pruebas TOEFL para el Ingreso de Estudiantes Extranjeros a las Universidades
de U.S.A.
Tome nota de la siguiente información:

1. Sometemos al T.E.S.T. a nuestros estudiantes de la CBUP para medir su


Coeficiente de Inteligencia (IQ) y su Mentalidad Académica Promedio (MAP) para poder
egresar e ingresar en la Santa Sede de la CBUP.

2. Si usted es Alumno Libre Free (ALF) se le permite participar GRATIS en la


administración del T.E.S.T. para derivar conclusiones prácticas para su desenvolvimiento
ulterior en la vida.

3. Las preguntas son diez, y para aprobar se requiere de cinco respuestas correctas
que equivalen al 50 %, que representa la Mentalidad Académica Promedio (MAP).

4. El TEST es un test del tipo SAT, es decir, es “Self Correcting”. Usted mismo se
evaluará mediante las RESPUESTAS CORRECTAS que aparecen al reverso del papel de
las Preguntas.

5. Los resultados de la evaluación son estrictamente CONFIDENCIALES y con


estrictas medidas de seguridad.

6. NUAY Nº 6. SIRVASE PASAR AL Nº 7.

7. No hay que confundir el TEST con las Tecnologías de Información y de


Comunicación, que son un conjunto de tecnologías y de equipos informáticos que permiten
comunicarse a distancia por vía electrónica.

NOTA IMPORTANTE: Se requiere NO DAR LA VUELTA a esta página hasta que


el Trepanador lo indique.
7

PREGUNTAS DEL TEST

A continuación tiene usted las 10 Preguntas:

1. ¿Por cuál animal han sido nombradas las Islas Canarias de España?

2. ¿Cuántos años duró la Guerra de los Cien Años?

3. ¿En qué mes se celebra en Rusia la Revolución de Octubre?

4. ¿De qué color es la “Caja Negra” de los aviones?

5. ¿En qué país se fabrican los famosos “Panama-Hats”?

6. ¿De qué animal se obtienen las cuerdas tipo “Tripa de Gato”?

7. ¿Cuál es el nombre del Rey Jorge VI?

8. ¿De qué están hechos los pinceles de “pelo de camello”?

9. ¿Está usted seguro que el Número de la Bestia es el 666?

10. ¿De qué color era el caballo blanco de Simón Bolívar?

NOTA IMPORTANTE:

Las RESPUESTAS CORRECTAS aparecen en la página siguiente para vuestra


EVALUACION.
Se requiere NO DAR LA VUELTA a esta página hasta que el Trepanador lo
indique.
8

RESPUESTAS CORRECTAS

1. Las Islas Canarias derivan su nombre de los canes salvajes (perros) que
abundaban en la isla antiguamente.

2. La Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, la misma que culminó,
gracias a las proezas de Juana de Arco, con la victoria de Francia y la liberación de sus
territorios continentales tomados por Inglaterra, duró exactamente 116 años.

3. La famosa Revolución de Octubre, cuando los bolcheviques al mando de Lenín se


apoderaron del gobierno y las instituciones de Rusia en 1917, se celebra el 7 de noviembre.

4. El dispositivo que a manera de cuaderno de bitácora graba los incidentes del


vuelo de los aviones (funcionamiento de los motores, sistemas de electricidad, sistemas de
seguridad, etc.), se denomina “caja negra” porque sirve para reconstruir los últimos
momentos trágicos de un avión siniestrado y las posibles causas de lo ocurrido. Pero en
realidad el dispositivo es de color anaranjado.

5. Los sombreros “Panama-Hats”, hechos de paja toquilla, que compitieron en


Inglaterra con los afamados “potochos shilicos” en los tiempos de bonanza de mi tío, el
filántropo Augusto G. Gil, son un producto de exportación de la artesanía de Ecuador.

6. Las cuerdas de “tripa de gato” usadas para cierto tipo de instrumentos de cuerda,
en realidad son fabricadas a base de vísceras de ovejas y caballos.

7. El nombre del Rey Jorge VI de Inglaterra (1895-1952), era Alberto, pero asumió
el trono con el nombre dinástico de los Jorges de Inglaterra, al suceder a Jorge V.

8. Los pinceles de “pelo de camello” son fabricados con pelos de la cola de las
ardillas.

9. Según el apóstol Hugo Frías, está usted E-QUI-VO-CA-DO. Bolívar montaba


caballos de diversos colores que le proveían en los países bolivarianos, y no hay prueba de
que los prefiriese blancos. Al contrario, parece que los prefería rojos.

10. Está usted en lo cierto, pues según Apocalipsis 13:18, el Número de la Bestia es
el 666, de lo que se infiere con certeza que el 333 es el número de los medio-bestias.
9

EVALUACION

1. ¿Qué tal te fue, loco? ¿Reprobaste? ¡No me digas!


2. ¿En cuántas respuestas acertaste? ¿Sólo en la respuesta de la Pregunta Nº 9?
¡Qué bestia!
3. Pero no importa. De todas maneras calificas para un jugoso empleo en la
Funeraria CERAGEM, sito en la planta baja de la Santa Sede de la CBUP en la
Avenida Brasil 1156.
De esta manera, de vez en cuando puedes darte un saltito de fe al Aula Magna
de la CBUP, en el Aposento Alto o Tercer Cielo, para disfrutar GRATIS
de tu respectiva trepanación y lavativa conceptual.
Eso sí, ¡no te olvides de traer tu almohadoncito y tu sabanita!
¡Chau, loco! ¡Lehitraót!

POST-DATA:

Rogamos que nos perdonen todos los que participaron en el experimento del
T.E.S.T. en la Santa Sede. No era más que una bromita. Sabemos que les asustamos y que
les ocasionamos extrema palidez verdosa y acuosa. Algunos se pusieron más pálidos que
una papa pelada.
Perdón, amado George Frankenstein, por todo lo que te hicimos sufrir y sudar; sólo
era una bromita por el Día de los Inocentes (28 de Diciembre del 2012). ¿Acaso tú no nos
haces lo mismo todos los días con tu prójimo? ¡Vale!
Y dejando de lado las bromas, vayamos al premio de supremo llamamiento de Dios,
porque lo que viene a continuación es cosa seria: La Conferencia Magistral de la Dra.
Alexandra Adler, hija del afamado psicoterapeuta Alfred Adler, en el Auditorio de la
Universidad de Harvard, con el tema de “La Psicología Individual”.
¡Sale caliente! ¡Aleluyáaa!

º º º
10

Dr. Sigmund Freud hizo significativas


contribuciones a la Antropología Bíblica

INTRODUCCION

La presente separata académica es una colección de artículos sobre el tema de la


Psicología escritos por reconocidos profesionales y autores. El propósito de tales artículos,
con el de Alexandra Adler de la Universidad de Harvard a la cabeza, es servir a los
profesionales de la Pastoral evangélica en su labor de asistencia y consejería pastoral a la
comunidad eclesial.
Esta separata fue elaborada especialmente para el Módulo de Estudios Pastorales en
la Santa Sede de la CBUP, el mismo que contó con la presencia de invitados de prestancia
profesiona y con disciplinas tan valiosas como la Filosofía, la Psicología y la Sociología,
como Ciencias Auxiliares de la Pastoral (este era el título del módulo bibliográfico).
Nuestro objetivo al incluirla en la Biblioteca Inteligente MCH es servir de un
sinnúmero de pastores evangélicos y adventistas que se encuentran en la condición de
poder apreciar el aporte, no tanto de esta separata académica, sino de los profesionales que
participan en esta corta selección. Tanto ellos, como el lector en general apreciarán el
contenido de la breve Introducción que sigue a continuación.
11

LA PSICOLOGIA Y LA PASTORAL

Varios autores evangélicos han hecho una gran contribución a la pastoral a partir de
sus conocimientos y su experiencia en el campo de la Psicología, 1 entre ellos pastores que
al mismo tiempo son psicólogos, como es el caso del Dr. Jorge A. León. 2 El ha introducido
en la currícula de unas pocas instituciones teológicas de avanzada de América Latina, el
curso de “Psicología Pastoral”. Sin embargo, tenemos buenas razones para sugerir que se
trate más bien de “la Psicología y la Pastoral”.

Básicamente son dos las razones:

1. La Psicología, como disciplina, si bien es de gran ayuda a la Pastoral, se ha


desarrollado al margen de la Pastoral y de la Teología, y constituye un campo de
especialidad totalmente distinto, no obstante su contribución al campo de la antropología
bíblica.

2. La Pastoral no ha desarrollado una psicología, ni conviene que lo haga, como


para acompañar a la Psicología como adjetivo como ocurre con la Teología Pastoral.

Es cierto que a la manera de las ciencias bíblicas la psicología también podría


desarrollarse como una ciencia bíblica adicional, como ha ocurrido, por ejemplo, con el
caso de la Ecología Bíblica, ya que la Biblia abunda en lecciones relativas a la defensa del
ecosistema y el medio ambiente como que es obra de Dios que ha sido encomendada al ser
humano como su administrador. Pero al hacer eso con la psicología estaríamos abarcando el
mismo espacio que ocupa la Antropología como tratado de la Teología Sistemática y de la
Teología Científica.

***

Por otro lado, estaríamos apartando a los estudiantes de la Pastoral de su atención


enfocada en las enseñanzas de la Biblia, ya que la psicología como disciplina representa un
conglomerado de “escuelas”, muchas de ellas conflictivas entre sí, y más aun respecto de la
Biblia.
Además de esto, la psicología tiene su propio lenguaje, su propia terminología que
puede confundir a los estudiantes de teología, como ocurre por ejemplo cuando se intenta
definir el término que da origen al mismo nombre de la psicología: Psijí, “alma”. Como se
verá en la bibliografía incluida ex profeso, en la presente separata el concepto de “alma” se

1
A propósito, contrario a la manía de comerse las sílabas y las consonantes, los psicólogos
profesionales abogamos porque se escriba “psicología” en vez de “sicología”, que por su etimología griega
significa estudio de los “higos”, y no estudio de la psijí o “alma”. ¡Ay Academia de la Lengua! ¡No tienes
pesdón!

2
Acerca de este gran profesional de la psicología pastoral tratamos largo y tendido en la separata
académica, Consejería Pastoral, incluida en la Biblioteca Inteligente MCH.
12

distancia de su concepto original, como que es la parte no física del hombre, hasta darle
incluso una proyección social. Peor será, entonces el enfoque o la falta de enfoque de lo que
es en sí el “espíritu”.

LA BIBLIOGRAFIA EX PROFESO

La presente separata académica incluye bibliografía ex profeso siguiendo las pautas


dictadas por las publicaciones académicas del Aqademón, la empresa editorial de la
Universidad Hebrea de Jerusalem:

1. De manera diferente a la de otras separatas académicas del CEBCAR y de la


CBUP, la materia de la Psicología requiere que incluyamos artículos completos escritos por
psicólogos profesionales reconocidos en el campo editorial. Son artículos derivados de
diversas publicaciones.

2. Incluimos una introducción editorial (del editor, del CEBCAR y de la CBUP).

3. Incluimos notas de pie de página del editor, a veces remplazando las recargadas
notas de pie de página del autor, y a veces incluidas junto con ellas con la observación:
“Nota del Editor”.

4. Recurrimos al enhancement del texto para hacer resaltar las ideas y la


información. Hacemos esto mediante títulos y subtítulos del editor, recurso editorial que no
poseen los libros antiguos cuyo texto en apariencia es un mar de letras que desanima al
lector.

5. Para hacer honor a la claridad de la lectura, incluimos una dinámica división de


párrafos de acuerdo con las normas editoriales de nuestra empresa editorial, Editorial Juan
Ritchie-Ediciones CBUP-CEBCAR, el ala editorial del CEBCAR y la CBUP.

***

En la presente separata académica hemos incluido escritos de los siguientes


especialistas en el campo de la psicología general y de la psicología colectiva o grupal:

1. PSICOLOGIA INDIVIDUAL, por Alexandra Adler y Otros, en Sistemas de


Psicología, por J. F. Brown y otros, Volumen 153, Biblioteca del Hombre Contemporáneo,
Editorial Paidós, Buenos Aires, 1966.

2. LA PSICOLOGIA COLECTIVA, por E. Ferrer Garriga, en La Psicología,


Editorial Bruguera, Barcelona, 1972.

3. LAS FUNCIONES HUMANAS, por E. Ferrer Garriga, Obra citada.


13

4. EL CARACTER, TEMPERAMENTO Y CONSTITUCION, por E. Ferrer


Garriga, Obra citada.

5. LOS MECANISMOS DE DEFENSA, Manual Merck de Diagnóstico y


Tratamiento, Mark H. Beers, M. D. y Robert Berkow, M. D., Décima Edición, Edición del
Centenario, Ediciones Jarcourt, S. A., Madrid, 1999.

6. LAS ENFERMEDADES PSICOLOGICAS, por E. Ferrer Garriga, Obra citada.

7. LA PSICOLOGIA CLINICA, por Grace Arthur, Primer capítulo del libro de J. G.


Peatman y otros, La psicología aplicada y el psicólogo, Biblioteca del Hombre
Contemporáneo, Volumen 176, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1967.

8. DISPUTA ENTRE LA PSICOTERAPIA RELIGIOSA Y LA PSICOTERAPIA


CIENTIFICA, por E. C. Sumner, en Psicología y Psiquiatría de la Religión, por Knight
Dunlap y E. C. Sumner, Biblioteca del Hombre Contemporáneo, Volumen 149, Editorial
Paidós, Buenos Aires, 1967.

PSICOLOGIA Y ETICA PROFESIONAL

La presente separata académica ha sido incluida en el volumen, La Pastoral


Latinoamericana, producido por la Editorial Juan Ritchie-Ediciones CBUP-CEBCAR para
el módulo académico del mismo nombre que tuvo lugar en la Santa Sede de la CBUP en
julio del 2012.
No es el propósito de la presente separata académica inflar con su contenido el ego
de muchos pastores y líderes que tras este estudio se pongan a “analizar” y a “estudiar
clínicamente” a sus hermanos en la fe, echando mano de sus escasos conocimientos de esta
disciplina para apantallarles, humillarles y manipularles porque jamás han escuchado
términos tales como “linfático”, “asténico”, “pícnico”, etc.

***

Si siguiésemos el buen ejemplo del Dr. Jorge A. León, psicólogo y pastor


profesional, haremos buen uso instrumental del presente material bibliográfico para
entender mejor a nuestros hermanos en la fe y ayudarles en sus problemas y necesidades,
con la humildad que es herencia de las personas superiores y realizadas, psicológicamente
hablando.
Aun hablando de los psicólogos profesionales, éstos no deben inmiscuirse en la
labor del médico. Un psicólogo tiene un campo reducido cuando se trata de la salud y la
enfermedad, como es también reducido el campo de un pastor consejero. Ambos deben
saber cuándo se requiere la intervención de un profesional de la salud, sea el médico
general o el médico psiquiatra. Este último tiene la ventaja sobre el psicólogo, de que es
14

médico, médico especializado, y como especialista bien podría requerir de la ayuda de un


psicólogo y de un pastor para ser ayudado en la psicoterapia.

***

A propósito, es errado el concepto de que un médico psiquiatra es un médico de


locos y que quien es delegado al examen psiquiátrico es porque necesariamente está loco o
padece desórdenes mentales graves.
A pesar de que nuestra época debió haber contribuido para ayudarnos a descartar
esta idea arraigada y nociva, esto no ha ocurrido, y muchas personas rehúsan acudir para
ser atendidas por un psiquiatra.
La salud plena es física y mental, y el psiquiatra es el especialista que puede enfocar
tanto el aspecto físico como el aspecto mental de una manera conjunta, a fin de ayudar a
recuperar la salud plena.
Los profesionales de éxito son los que saben cuándo deben referir a un paciente para
ser atendido mejor por otro profesional.

LA PSICOLOGIA
EN LA ERA DE FREUD

Tras un tour que nos obsequiara el Dr. Mauro Advíncula Pomacaja en el Parque
Industrial “Villa El Salvador”, al cual fuimos en el recientemente estrenado tren eléctrico,
nos invitó a almorzar a su casa a los alumnos y profesores de la CBUP, y después nos dio
un tour adicional en su biblioteca particular en la cual destaca una colección completa de
las obras de Sigmund Freud, el afamado psicólogo que implementara la técnica de
psicoterapia llamada “Psicoanálisis”.
Entonces nos contó que cuando se convirtió al evangelio, su discipulador le instó a
quemar dichos libros de Freud, por considerarlos pecaminosos. El no le obedeció en este
particular y dicha colección se libró de ser presa del fuego, estando ahora a la disposición
de los sabios de la CBUP en lo que se refiere al aporte de Freud a la investigación de la
psique humana y los estudios teológicos relacionados con la antropología bíblica.

***

A los profanos les informamos que Freud era judío, pero no era religioso ni piadoso
como Albert Einstein que a los misterios de la física se refería como “los pensamientos de
Dios”. Al contrario, Freud menoscabó los valores religiosos de su pueblo, Israel. Pero como
dice la halajáh, yehudí im ki jatá yehudí nishár (el judío, aunque peque, judío nomá se
queda).
Freud también menoscabó a todas las religiones, el cristianismo a la cabeza, y las
llamó “supersticiones”. Y para rebalsar la paciencia de los cristianos supersticiosos, utilizó
el hipnotismo en sus prácticas de psicoterapia.
15

Todas estas cosas le han merecido una aureola de rechazo entre mucha gente
religiosa, aunque esto no ocurre en Israel, salvo poquísimas excepciones. Así por ejemplo,
en Yafo (la Jope del Nuevo Testamento), junto al muelle donde el profeta Jonás se embarcó
rumbo a España escapando de Israel y de su Dios, y sin imaginarse que se lo iba a tragar la
ballena. Allí en Yafo, junto al monumento que los israelíes le han levantado a esa ballena
que se tragó a Jonás, allí mismo hay un Museo Freudiano.
En ese museo, si acercas bien tus ojazos y pegas bien tu nariz para observar de cerca
los detalles de las miniaturas de las valiosas piezas artísticas en exhibición, verás que todos
ellos son casualmente eso: Minúsculos culos en perfecto caos, para honrar la interpretación
de Freud de los traumas psicológicos, como que derivan todos de una sintomatología de
naturaleza sexual. Por cierto, gracias a Alfred Adler este criterio ya ha sido superado
entre los psicólogos de la actualidad, pero eso no le resta méritos a este hombre de ciencia
que fue Sigmund Freud, el primer explorador moderno del alma humana. En su memoria
y agradecimiento a su introspección hemos incluido en el capítulo 9 de la presente obra,
nuestra historia corta intitulada “Psicoanálisis de Don Quijote de la Mancha”.

***

Los fanáticos anti-freudidanos no aprecian los méritos de Freud. Pero debemos


asumir una actitud moderada, como dice la palabra: “Al pan pan, y al vino vino”.
Por si no estás informado, Freud fue el primero en explorar el alma humana.
Mientras los judíos dicótomos y los cristianos tricótomos persistían en interpretar la
naturaleza del hombre como si se tratase de una pizza de tres tajadas (cuerpo, alma y
espíritu), Freud distinguió tres dimensiones en el alma humana: El Consciente, el Sub-
consciente y el Inconsciente. Acerca de lo que esto implica, sírvase examinar la separata
académica, Antropología Bíblica, incluida en el volumen de Teología Científica, y en la
Biblioteca Inteligente MCH.
Su discípulo, Carl Jung prosiguió a explorar una sub-dimensión del Inconsciente,
que va más allá de lo estrictamente personal: El Inconsciente Colectivo, donde se
manifiestan los factores de la herencia cultural que afloran mayormente en los simbolismos.

***

Ellos hicieron una gran contribución a la Antropología Bíblica y la Teología


Científica.
Esta contribución de Freud, juntamente con su corroboración clínica, lo convierte en
uno de los grandes científicos, a la par de Albert Einstein y de quienes han diseñado el
programa informático Código CELL para jugar a la Qábalah en la computadora.
Por otro lado, los que quisieran quemar los libros de Freud no son conscientes de que en los
tiempos de Freud existía un encarnizado conflicto entre los fanáticos de la religión y los de
la ciencia, del cual Freud fue influenciado. Por eso exhortamos tomar las cosas en contexto
y con honestidad intelectual, como lo hace, por ejemplo, E. C. Sumner, en su artículo,
“Disputa entre la psicoterapia religiosa y la psicoterapia científica”, en su obra, Psicología
y Psiquiatría de la Religión, incluida al final de la presente separata académica.
16

***

Empezaremos la presente antología de ensayos profesionales con el texto de la


conferencia magistral de la Dra. Alejandra Adler, hija de uno de los más grandes asociados
de Freud, Alfred Adler, en la Universidad de Harvard.
Invitamos, pues, al lector, a disfrutar de la antología psicológica que incluimos a
continuación.
17

1
PSICOLOGIA INDIVIDUAL
Alexandra Adler
Harvard University

HISTORIA Y RELACION CON DIFERENTES RAMAS


DE LA PSICOLOGIA Y DE LA PSICOPATOLOGIA

Alfred Adler nació en Viena, en Austria, en 1870. Estudió en la Facultad de


Medicina de la Universidad de Viena, donde se graduó como médico en 1895. Luego se
dedicó a la medicina general.
Su primera publicación de envergadura se refería a las condiciones de trabajo de la
industria del vestido, señalando algunos de los peligros profesionales a los cuales estaba
expuesta la salud de quienes se desempeñaban en ese oficio.
Poco después se interesó en la psiquiatría y empezó a dedicar toda su labor a los
problemas concernientes a ello.

***

En 1902, respondiendo a la invitación de Freud, se sumó a su círculo. Pero desde un


principio Adler vaciló a este respecto, ya que nunca estuvo de acuerdo con la interpretación
freudiana de la formación de síntomas en las neurosis. En aquella época Freud insistía en
considerar a los traumas sexuales como únicos responsables en la etiología de las neurosis,
mientras que Adler ya había comenzado a elaborar sus hipótesis acerca del problema de la
influencia de insuficiencias físicas sobre el desarrollo mental. No obstante, al comienzo
Freud lo alentaba a colaborar con él, pese a aquella diferencia fundamental en los enfoques
e intereses.
En los años siguientes, esa diferencia inicial se fue ahondando cada vez más en las
discusiones del grupo, y seguido por siete de sus miembros, en 1911 Adler abandonó el
círculo. La brecha se profundizó debido a que Freud exigió que las publicaciones de los
artículos en la revista del grupo, cuyo editor era Adler, fueran sometidas a su aprobación
previa.

***

Durante el primer año que siguió a la separación, el grupo de Adler se llamó


“Movimiento Libre de Psicoanálisis”, y en 1912 acuñó la denominación “Psicología
Individual” para su nueva psicología. Con este nombre quería expresar su concepto
fundamental de que la comprensión de la estructura de la personalidad requiere se explore
en cada caso individual la significación particular que tienen las relaciones interpersonales
para cada individuo. Esta orientación se manifestó especialmente en el esfuerzo dirigido a
explorar la personalidad como un todo, en oposición a las tendencias del Psicoanálisis y de
18

otras orientaciones psicológicas que operan sobre los comportamientos y los síntomas
como si se tratara de entidades individuales en sí mismas. Esa posición de la Psicología
Individual presenta rasgos que la asemejan a la teoría de la Gestalt, al punto de que algunos
ven en la Psicología Individual una aplicación y elaboración práctica de aquella escuela.

***

La Psicología Individual hace hincapié en la necesidad de considerar las relaciones


del individuo con todos los problemas del ambiente social, así como con los factores
intrínsecos relacionados con los estímulos o impedimentos físicos. En este respecto, la
Psicología Individual de Adler se vincula estrechamente con la Psicología de Adolfo
Meyer.
El énfasis puesto en la importancia que la motivación inconsciente tiene sobre el
comportamiento y la sintomatología constituye el vínculo principal entre la Psicología
Individual y el Psicoanálisis. La Psicología Individual implica una psicología de
profundidad, puesto que no se funda en la mera descripción o interpretación sumaria de la
personalidad y sus dificultades, sino que, en cada caso, explora las raíces más profundas a
fin de comprender la estructura total de la personalidad individual.

CAMPO DE ACCION
DE LA PSICOLOGIA INDIVIDUAL

La Psicología Individual ha sido aplicada en distintas ramas de la medicina, la


psicología, la historia y la literatura. Especialmente en los campos de la psiquiatría y la
psicología ha contribuido a la comprensión del desarrollo de la personalidad normal y
anormal. Su aplicación práctica la encuentra en la psicoterapia de las neurosis, y en
particular en la orientación infantil.

LA TEORIA DE LAS NEUROSIS

1. La teoría de la inferioridad orgánica


y de su compensación psíquica

La teoría de la inferioridad orgánica constituyó el punto de partida para la


interpretación psicológico-individual de las neurosis. A este respecto, Adler exploró la
influencia que un órgano impedido, sea por deficiencia orgánica o por alteración funcional,
puede ejercer sobre la mente.
En sus escritos señaló que la sola idea de sufrir una inferioridad física o mental,
probablemente ejerza sobre la mente la misma influencia que si esa inferioridad existiera
realmente.
19

Tales trabas pueden tener como resultado una de dos reacciones diametralmente
opuestas: Por un lado, la persona puede reaccionar con una actitud derrotista ante una
dificultad y sucumbir a ella. Esto puede suceder, por ejemplo, en el caso de niños zurdos
que viven bajo la impresión de ser torpes, y por consiguiente no se esfuerzan por utilizar
sus manos hábilmente. En su vida ulterior podrán descargar toda la responsabilidad
referente a actividades manuales en otras personas, y utilizarán sus defectos congénitos
como excusa para ello.
Son las personas que sufren un complejo de inferioridad, es decir, que reaccionan
catastróficamente frente a todo impedimento.
Este complejo de inferioridad no debe ser confundido con el sentimiento de
inferioridad que opera como un estímulo normal, sobre todo en el niño en desarrollo, quien
impelido por ese sentimiento aspira a alcanzar realizaciones adultas.

***

En segundo lugar, el impedimento puede motivar mayores esfuerzos e intereses


dirigidos a superar la deficiencia. Por lo tanto, las personas así inferiorizadas podrán
compensar, e incluso, sobrecompensar su inferioridad. En lo físico este complejo puede ser
ejemplificado por la emergencia de un corazón o una musculatura esquelética
hipertrofiados, sobredesarrolo explicable por la necesidad de salvar una obstrucción o una
insuficiencia en otras partes del sistema.
Adler y sus discípulos han citado numerosos casos de proceso compensatorio
logrado por el esfuerzo mental y físico, y lo ilustraron con ejemplos desde entonces
populares de grandes oradores que, como Demóstenes, habían sido tartamudos; de
músicos que, como Beethoven sufría de una insuficiencia auditiva congénita; y en fin, de
escultores y pintores zurdos, como Miguel Angel.
Análogamente, señalaron que cualquier individuo puede ser impulsado a vencer una
situación psicológica que lo inhibe y minimiza, y por esta vía alcanzar rendimientos
superiores. Así, pues, Adler se constituyó en uno de los precursores de la moderna
medicina psicosomática consagrada al estudio de la influencia del cuerpo sobre la mente.

2. El ficticio objetivo de vida del neurótico

En la interpretación de la formación de los síntomas neuróticos, la Psicología


Individual se funda en una concepción finalista del comportamiento humano, tanto a nivel
consciente como inconsciente. Esta escuela difiere de otras orientaciones psicopatológicas
que en el pasado individual buscan experiencias traumatizantes a las que les atribuyen el
poder de determinar más o menos fatalmente la neurosis.
Lejos de ello, respaldándose en numerosas observaciones, nuestra escuela sostiene
que los acontecimientos per se no tienen ningún poder absoluto sobre el desarrollo ulterior.
¡Lo que importa según este criterio es el uso o el abuso que cada individuo particular
hace de esas experiencias!
20

Para comprender esa individual reacción frente a los hechos es necesario investigar
cuál es el objetivo peculiar del individuo. El conjunto de las distintas respuestas dirigidas
hacia ese objetivo ficticio se ha denominado “estilo de vida”.

***

Cabe distinguir aquellos casos de estilo de vida del individuo cuyo objetivo se
orienta en el sentido de realizaciones útiles, de aquellos otros dirigidos hacia
comportamientos colocados en el sector inútil o antisocial de la existencia.
Por ejemplo, en muchas neurosis el objetivo puede consistir en lograr la protección
contra las exigencias de la vida, con el fin de verse libre de obligaciones sociales,
profesionales o matrimoniales. Se encontró que este tipo de formación se basaba en una
actitud de desaliento arraigada en el individuo desde su infancia.
La formación del estilo y del objetivo de vida individuales es el resultado de
descubrimientos realizados por cada individuo. En efecto, cada individuo termina por
atenerse a lo que le parece ser el enfoque más idóneo para la solución de sus problemas.
Puesto que en las neurosis la manera de alcanzar esos resultados va acompañada por
un modo de pensar y de obrar diferente del anormal, decimos que el neurótico o psicópata
inspira su conducta en una “lógica privada”.

3. La formación de síntomas en la neurosis

Para comprender el significado de los síntomas neuróticos se debe explorar qué uso
hace el paciente de sus síntomas o, en otras palabras, qué objetivo particular alcanza el
enfermo con ellos.
A menudo se puede llegar a comprender un caso dado preguntando directamente al
paciente qué haría si no padeciese esos síntomas, por ejemplo, si no sufriese ese miedo que
tiene de cruzar las plazas abiertas, o esa compulsión a lavarse las manos continuamente, o
ese temor a ruborizarse, etcétera.
La respuesta del enfermo que generalmente implica que en tal caso se casaría, o
continuaría su profesión, o entablaría relaciones sociales con sus amigos, o enfrentaría
cualquier otra exigencia explica precisamente el significado (la finalidad) del síntoma de
ese individuo particular.
Así, pues, los síntomas neuróticos sirven al paciente de pantalla detrás de la cual se
escuda a fin de eludir el frente de lucha de la vida. La respuesta del neurótico está
formulada según el esquema del “sí, pero”.
Se reconocen las exigencias de la vida, el paciente se ajusta a la lógica general
humana. No obstante, con sus síntomas se excusa de no seguir adelante.
Así, por ejemplo, un neurótico diría que “sí”, que sabe que debería considerar
seriamente el matrimonio con su pareja, “pero” que su constante temor a ruborizarse, o
cualquier otra cosa, le impide dar los pasos necesarios.

***
21

Al igual que en otras escuelas de la psicología profunda, la Psicología Individual


considera necesario remontar el desarrollo de la neurosis hasta las primeras etapas de la
vida. Como resultado de esas investigaciones se halló un tipo definido, el del niño
“potencialmente neurótico”, es decir, aquel que presenta una alta probabilidad de
desarrollar síntomas neuróticos en su vida ulterior. Son niños más bien obedientes,
pacíficos y condescendientes, pero con dificultades de contacto con sus compañeros de
juego y para algunas otras rutinas de la vida.
Sus actitudes acusan rasgos similares a los síntomas que más tarde se encuentran en
el neurótico. Así, tales niños intentan unirse con sus compañeros de juego y cumplir con
sus obligaciones en la escuela y en el hogar, “pero” pronto se darán razones por las cuales
se les debería excusar de ciertas tareas. Son los niños que se quejan de que están demasiado
cansados para hacer algún trabajo en la escuela o en el hogar; de que sus compañeros son
demasiado violentos; los que vomitan su desayuno y por consiguiente se sienten incapaces
de ir al colegio o de cumplir ciertas obligaciones.
Este es el primer entrenamiento del neurótico potencial, el cual, aprovechando
ciertos síntomas adquiere la experiencia de cómo excusarse ante las exigencias de la vida.
Puesto que los resultados significan un éxito para el neurótico, este, conforme a su estilo de
vida, va adoptando gradualmente ese esquema como base de su neurosis en la vida adulta.

4. El carácter neurótico

La Psicología Individual no considera el carácter como una estructura heredada,


sino más bien como el conjunto de respuestas situacionales que constituyen la personalidad
unificada.
Se encontró que una de las principales características de la personalidad neurótica es
una dualidad profundamente arraigada. Esto provoca un miedo crónico al fracaso. Puesto
que la vida abunda en posibilidades de fracaso, tales pacientes viven en un estado
permanente de temor. Se encontró que esa tendencia era el resultado de tempranas
experiencias desalentadoras que dieron al niño la impresión de ser incapaz de igualar las
realizaciones de los otros, provocándole de esa manera un complejo de inferioridad.

***

Este complejo puede originarse en cualquier tipo de experiencias, y por regla


general, no en una sola experiencia, sino derivan de una acumulación de vivencias que mal
interpretadas se convierten secundariamente en factores causales de un desarrollo
neurótico. Alrededor de esa constelación fundamental se agrupan otros rasgos, como celos,
malicia, testarudez y desconfianza, que completan el carácter del neurótico.
Estos rasgos son el resultado de la omnipresente tendencia del neurótico a
desvalorizar a los otros para sentirse, por vía comparativa, superior a los demás. Por
añadidura, tales pacientes son a menudo cobardes, temerosos e insaciables en su necesidad
de simpatía, y tiránicos en sus exigencias, pues si carecen de la permanente protección de
sus parientes y amigos, se sienten impotentes.
22

5. El interés social

La Psicología Individual elaboró también otra diferencia entre la persona normal y


el neurótico y el psicótico. Normalmente, nuestras acciones son dirigidas, en último
análisis, hacia realizaciones que benefician a la sociedad. Así, pues, nuestras acciones son
controladas por la ley moral de Kant, que postula que el ser humano debe proceder de tal
manera que los principios que rigen sus actividades pueden servir de fundamento para un
código de legislación general. En personas normales, este modo de proceder es, en muchos
casos, poco menos que automático. En el neurótico y en el psicótico esas leyes interiores
están transformadas y distorsionadas de acuerdo con su lógica privada.

TEORIA DE LA PSICOPATIA

Según su acepción general, el término “psicopatía” incluye a los criminales,


alcohólicos y drogadictos en general, así como a otros “desviados” que padecen
dificultades básicas de adaptación.
El plan de vida del psicópata se caracteriza por el “no” como respuesta a sus
obligaciones. Esos individuos se niegan a reconocer las leyes morales que rigen a toda la
comunidad. En lugar de estas leyes proclaman la prioridad del cumplimiento de sus propios
deseos, por penoso que ello sea para los demás.
La historia provee muchos ejemplos de esta índole en las figuras de líderes de
naciones y de criminales célebres. El neurótico se siente fracasado si a causa de sus
síntomas se ve impedido de lograr objetivos valiosos; en cambio, el único fracaso que el
psicópata suele reconocer es el de haberse dejado atrapar o verse imposibilitado de ejecutar
sus planes hostiles.
También aquí la Psicología Individual ha descrito un tipo de “criminal infantil en
potencia”. Este tipo de niño muestra tempranos signos de rebeldía; se niega a asumir
responsabilidades y pelea para obtener lo que quiere. Este plan de vida se basa, a menudo,
en la sensación del niño de estar marginado y en el sentimiento resultante de que, si no
consigue imponerse al ambiente por la fuerza, terminará por sucumbir.

INFLUENCIA DE LOS FACTORES EXOGENOS


SOBRE EL DESARROLLO

EL TIPO DE DIFICULTAD BASICA

La Psicología Individual ha reconocido tres tipos de niños que muy probablemente


desarrollarán dificultades en su vida ulterior: El mimado, el rechazado y el físicamente
impedido. El más numeroso de estos tres grupos es el del niño mimado.
23

Estos niños se crían con la idea de que el mundo entero gira en torno a ellos. Puede
ocurrir que durante la infancia no sufran dificultades, puesto que entonces atraviesan un
período de protección durante el cual los adultos de su mundo circundante realizan por él
conductas adaptativas que a él le es imposible afrontar. Sin embargo, es probable que más
tarde, cuando el niño deba valerse por sí mismo o cuando se vea privado de su situación de
privilegio se presenten trastornos.
Esto sucede, por ejemplo, al nacer un hermano. Entonces suelen aparecer
dificultades de adaptación que evidencian que el niño no estaba preparado para compartir
con otros. Así pueden desarrollarse síntomas tales como enuresis, destructividad,
desobediencia, dificultades alimentarias y otros similares, reveladores de que el niño no se
siente capaz de adaptarse de un modo normal.
Los niños rechazados se encuentran principalmente entre los hijos sin padre
reconocido y de matrimonios desintegrados. Tales niños están carentes de la más
importante experiencia de la primera infancia: No han vivido con sus madres la experiencia
de una relación enteramente confiable. Se crían como en un país enemigo donde tienen que
luchar para sobrevivir. Tal es el cuadro infantil de muchos criminales.
Las dificultades con que se enfrentan los niños que sufren impedimentos físicos ya
fueron expuestas anteriormente.

LA POSICION ORDINAL
EN EL GRUPO FAMILIAR

La Psicología Individual ha señalado que los hijos de una misma familia presentan
diferencias en relación con su ubicación en el grupo familiar. 3
Están las situaciones del menor, del segundo, el mayor, el varón seguido por una
niña, los gemelos, el hijo único, etcétera. A continuación daremos una caracterización de
estos distintos tipos.
El menor de la familia ve delante de sí a sus hermanos y se da cuenta de que jamás
podrá igualarlos desarrollándose con la misma velocidad. Por consiguiente, a menudo opera
como si procediera de otro molde. Ejemplos de este tipo se encuentran en todas las épocas
y naciones y lo ilustra el caso del héroe del cuento, Pulgarcito.
Pulgarcito, el menor de siete hermanos, se calza las botas de siete leguas con las que
corre más rápidamente que todos, y gracias a su astucia consigue matar al gigante y liberar
a sus hermanos. En la realidad, en muchas familias de universitarios suele darse el caso de
que el hijo menor suele preferir ser, por ejemplo, bailarín o actor, para conquistar así su
independencia antes que sus hermanos mayores. Otras veces, el menor suele desarrollar, en

3
Las hermosas investigaciones de Schachtel han confirmado recientemente en forma concluyente el
papel del puesto en la serie de hermanos en la determinación de tipos de comportamientos básicos, sanos y
enfermos, en diversas situaciones. Véase S. Schachtel, Psicología de la afiliación, Paidós, Buenos Aires,
1965.
24

cambio, el deseo de mantenerse siempre como el “benjamín” de la familia. Entonces se


quedan pegados a la madre, incapaces de desprenderse y lograr autonomía.

***

El segundón a menudo reacciona como si se hallara bajo una presión constante,


debiendo vivir siempre a la sombra del primogénito. Muchas veces se desarrolla más
rápidamente que lo habitual para su edad, y sobrepasa al mayor. Es frecuente que se resista
a la autoridad y continúe haciéndolo en su vida ulterior, creándose así constantes
dificultades con su ambiente. Sin embargo, si se encauza por canales útiles, su ambición
puede serle fructífera.
El mayor es a menudo conservador, como si quisiera preservar su posición
privilegiada toda la vida. Acostumbrado a ser una autoridad entre sus hermanos, podrá
calcular mal sus pasos en la vida, descontando erróneamente el consentimiento de los otros
a sus planes. Por otra parte, puede instalar, como resultado de su temprano entrenamiento,
una actitud acentuadamente cautelosa.
El varón seguido por una niña suele caer en un profundo desaliento cuando entra en
la adolescencia, al verse, de pronto, sobrepasado por su hermana menor (dado que las niñas
se desarrollan más rápidamente que los muchachos). En esas circunstancias, a menudo se
observa, al resultarle desfavorable el cotejo con esa hermana, una gradual declinación en el
estudio.
Los mellizos, y en particular los gemelos univitelinos, se hallarán prácticamente
siempre en los mejores términos. Esto suele ser el resultado de haber sido tratados como
iguales, con los mismos derechos y restricciones. De esta manera se hacen cargo de los
beneficios de la cooperación recíproca. En otros casos, nada infrecuentes, suelen verse
trabados por su sobredependencia recíproca que suscita en ellos sentimientos de
inseguridad toda vez que deben valerse por sus propios medios.
Las dificultades del hijo único ya se señalaron cuando hablamos del niño mimado.

***

En rigor, en ninguno de esos casos puede predecirse el desarrollo individual, pero


existen problemas definidos relacionados con la posición del niño en el seno de la familia,
problemas que el niño deberá resolver de una u otra manera. El reconocimiento de la
existencia de esos problemas es el prerrequisito para abordarlos correctamente como
educador o psicoterapeuta.
La Psicología Individual ha hecho un amplio uso de la psicoterapia en el tratamiento
de neurosis en adultos y niños, en la orientación infantil y en el tratamiento de psicópatas.
Los resultados del tratamiento psicoterapéutico en las llamadas psicosis funcionales se
consideraban desalentadores en casos serios, y promisorios de éxito, aunque temporario y
parcial en los casos leves (accesibles) de enfermedad maníaco-depresiva y esquizofrenia.
La Psicología Individual no ha hecho ninguna tentativa de tratar los síntomas de las
psicosis orgánicas, como por ejemplo la paresia general.

***
25

En el proceso de la psicoterapia de la Psicología Individual pueden distinguirse tres


momentos:
En el primero, el psicoterapeuta debe lograr la comprensión del sentido de las
dificultades del enfermo, de sus conflictos básicos y del objetivo que persigue con sus
síntomas.
En el segundo, se llevan esos procesos a la conciencia del paciente y se promueve
su esclarecimiento y comprensión de los mismos.
Finalmente se guía al paciente hacia nuevos caminos de adaptación.

***

El psicólogo experimentado no suele demorar mucho en comprender las dificultades


básicas de su paciente. Por regla general, unas pocas sesiones son aquí suficientes. Pero el
paciente no obtiene ningún provecho si el terapeuta le muestra de buenas a primeras su
estilo neurótico, porque sus conflictos le impiden en ese momento hacerse cargo de sus
problemas en el nivel consciente.
Es necesario que el psicoterapeuta lo lleve de forma gradual a una creciente
comprensión de su estilo neurótico a través de sucesivas interpretaciones de sus distintos
comportamientos, sueños y primeros recuerdos.
En la fase final se alienta al enfermo y se le ayuda a aplicar su nueva comprensión
en la vida cotidiana. Durante todo el tratamiento el psicoterapeuta muestra una actitud
afable y estimulante, sin intentar establecer un vínculo estrecho entre él y el paciente. Por el
contrario, desalentará todo intento de dependencia por su parte.
La Psicología Individual señala que si se permite al paciente que desarrolle esa
dependencia, el psicoterapeuta entra en el juego del neurótico que habitualmente explota
a los otros en su beneficio, y por consiguiente le facilita la repetición de actitudes
anteriores y por ende se favorece una pérdida de tiempo en el tratamiento.

***

En casos graves, se realizan entre tres y cinco sesiones semanales por lo menos al
comienzo de la terapia. Tan pronto como sea posible se busca reducir ese número a fin de
poner al enfermo en condiciones de entrenarse en la aplicación de sus nuevas actitudes.
Los casos más leves aquellos que están en condiciones de un mejor control de sus
pensamientos y emociones, se atienden con intervalos más espaciados, a menudo sólo
dos veces por semana, incluso en el comienzo del tratamiento. Si después de algunas
semanas no hubiese experimentado ninguna mejoría se invita al paciente a interrumpir el
tratamiento.
La duración de la terapia varía según el caso. Con todo, pocas veces se prolonga
más allá de un año, y por lo general, termina al cabo de algunos meses.
El tratamiento con los niños suele ser más breve y las sesiones más espaciadas que
con los adultos. A veces surge la cuestión de la medida en que el niño es capaz de
comprender. Esto depende de su inteligencia, edad e interés, que deben ser aprovechados al
máximo, pero nunca más allí, en la explicación de la génesis y significado de sus síntomas.
La comprensión de los padres es, en todos los casos, un prerrequisito indispensable, pues el
26

niño depende más de su relación con ellos que de ninguna otra. De ahí que, cuando no se
cuenta con esa colaboración, el tratamiento suele resultar inútil.

***

La Psicología Individual es una de las pioneras en el trabajo de orientación infantil


(Child Guidance).
En Viena, a partir de 1920 funcionaron hasta treinta clínicas de orientación para
niños bajo la supervisión de expertos psicólogos individuales. En su mayoría contaban con
un equipo integrado por un psiquiatra, un psicólogo y un maestro o un asistente social, y
operaban en estrecha relación con las escuelas públicas.
Hasta 1934 la mayoría de esas clínicas de orientación infantil tuvieron que cerrar
sus puertas por orden del gobierno austríaco totalitario. Actualmente funcionan clínicas
orientadas en la Psicología Individual para adultos y niños en Nueva York y en Chicago.

PUNTOS DE COINCIDENCIA
Y DIFERENCIAS CON EL PSICOANALISIS

El vínculo más importante entre la Psicología Individual y el Psicoanálisis radica en


el reconocimiento de las motivaciones inconscientes en la formación de síntomas
neuróticos, técnica ésta basada en las investigaciones iniciales de Breuer y Freud, así como
de Janet.
La Psicología Individual y el Psicoanálisis hacen hincapié en la importancia de los
primeros años de formación en el desarrollo ulterior. En la psicoterapia ambas escuelas
tratan de hacer emerger los conflictos inconscientes, con el fin de llevar al paciente a
enfrentarse con ellos en un nivel consciente. Además, utilizan, asimismo, la interpretación
de los sueños, el análisis de los primeros recuerdos y la interpretación de errores tales como
los lapsus linguae.
Los principios de ambas escuelas son “dinámicos” y pertenecen al ámbito de la
psicología profunda.

***

No obstante, existen muchas diferencias entre una y otra escuela en cuanto a la


teoría y la aplicación práctica del material. Desde el comienzo de su contacto con la escuela
freudiana, Adler objetó la interpretación sexual de todos los síntomas neuróticos, tal como
lo postulaba la escuela psicoanalítica. Sólo más tarde esos postulados se fueron
modificando, produciéndose así una aproximación entre las dos escuelas.
En su oposición a los puntos de vista de Freud, Adler había sostenido que los
conflictos vinculados con la esfera ocupacional o la vida social pueden ser tan patogénicos
como los sexuales. Además, en muchos casos, la Psicología Individual, demostró que los
problemas sexuales representaban desarrollos secundarios relacionados con un trastorno
27

primario de adaptación, mientras que la escuela freudiana postulaba un trauma sexual como
origen de la perturbación mental.

***

De una manera similar, la Psicología Individual sostiene que el Complejo de Edipo


no es la causa de las manifestaciones neuróticas, sino, cuando se da, es el resultado de
algún tipo de inadaptación temprana, constituyendo un rasgo típico en los niños mimados
incapaces de compartir con otros.
Tienen, en efecto, dificultades para compartir la madre y a sus compañeros de juego
con otros niños, y hasta objetos inanimados como sus juguetes.
Estas observaciones ponen punto final a la interpretación sexualista del Complejo de
Edipo.

***

Otra diferencia reside en que no se recomienda el establecimiento de la dependencia


íntima que postula la escuela psicoanalítica, como requisito previo para la psicoterapia,
pues se considera como una tentativa propia del neurótico de preservar su esquema anterior.
Por lo tanto, la eliminación de esta etapa permite ganar tiempo, de ahí que pocas veces el
tratamiento se extienda más allá de un año.
A diferencia de lo que sucede en el Psicoanálisis, los recuerdos tempranos se
examinan siempre sin tomar en cuenta si surgen espontáneamente o si se producen después
de explorar el ámbito de lo inconsciente.
Otra diferencia con respecto al Psicoanálisis consiste en no dar a tales recuerdos una
interpretación sexual. La Psicología Individual considera que tales recuerdos tempranos son
otros tantos indicios de la línea de intereses predominantes en el individuo durante la
infancia. Se afirma que esos recuerdos tempranos se conservan y reviven en virtud de su
importancia particular para el individuo, pero no porque sean una expresión de conflictos
sexuales.

***

Asimismo, existe una considerable diferencia entre el enfoque de la Psicología


Individual y el del Psicoanálisis freudiano en cuanto a la interpretación de los sueños y su
aplicación a la terapia.
En primera instancia, Freud explicaba el mecanismo onírico como representación y
cumplimiento de deseos sexuales. Esta teoría se modificó después al reconocerse que
también los conflictos de índole no sexual pueden producir sueños.
La Psicología Individual explica los sueños como resultado de conflictos irresueltos
del día anterior y que pueden relacionarse con cualquier esfera de la vida. De ahí que en
tanto el Psicoanálisis interpreta los distintos elementos del sueño como símbolos sexuales o
relacionados con la actividad sexual, la Psicología Individual interpreta el contenido del
sueño desde un enfoque más amplio.
28

Hablando en términos generales, mientras el Psicoanálisis subraya la importancia de


conflictos del pasado, de índole sexual, como responsables del desorden mental, la
Psicología Individual considera la estructura de la personalidad entera y sus relaciones con
todas las esferas importantes de la vida, que a su vez determinan el uso y abuso
individuales de las experiencias anteriores.

EL MOVIMIENTO DE LA
PSICOLOGIA INDIVIDUAL

Luego de la separación de Adler y Freud en 1911, se formaron varios centros de


Psicología Individual, con asientos en Europa y los Estados Unidos.
Cuando murió Adler el 28 de mayo de 1937, mientras enseñaba en la Universidad
de Aberdeen, Inglaterra, existían 23 grupos afiliados, la mayoría de ellos muy activos en la
investigación y la orientación infantil.
El órgano oficial era el International Journal of Individual Psichology, fundado en
Viena en 1922 y que siguió publicándose hasta 1938, editado por Alfred Adler.
Después de su muerte, su hija Alexandra Adler, se encargó de editar la revista hasta
que Austria fue anexada a Alemania en 1938 y se impidió su aparición.
El American International Journal of Individual Psychology se fundó en 1935,
siendo su editor, Alfred Adler. La publicación ha continuado hasta la fecha bajo distintas
formas.
Actualmente, el órgano central es el Individual Psychology Bulletin, que aparece
trimestralmente.
Los grupos europeos se vieron precisados de interrumpir su actividad durante la
Segunda Guerra Mundial, pero permanecieron en actividad los centros de Nueva York y de
Chicago.
Tal como sucede con la mayoría de las orientaciones modernas en psicología, la
actitud de los distintos círculos psiquiátricos frente a la Psicología Individual varía desde
una total aceptación hasta un total rechazo.
29

2
LA PSICOLOGIA COLECTIVA
Por E. Ferrer Garriga

ESTUDIO DEL ESPIRITU SOCIAL


HUMANO

La psicología social o colectiva es el estudio del espíritu social humano.


Estamos, pues, en toda la serie de procesos, desarrollos y funciones psíquicas que
son objeto de simbiosis entre individuos y grupos humanos.
Estrechamente vinculada con la psicología social, la sociología se ocupa también de
los fenómenos sociales, como el hoy tan debatido de la “alienación”.
Desde el ángulo meramente sociológico, la alienación es el término cada día más
empleado para significar la probable paradoja de que el hombre, y sobre todo desde la
revolución industrial con los avances técnicos, requiere cada día mayor especialización, y
es posible que de esta manera llegue a obtener resultados contrarios y ajenos a los fines
propuestos.
Si la complejidad de la técnica y de la sociología en sí requieren más y más
especialistas, puede entonces ocurrir que el hombre que se tecnifica y se especializa para
obtener un mayor desarrollo, se convierte de dominador de dicho desarrollo, en su esclavo.

***

Así se plantea una enajenación social, un estado alienado. Sin embargo, esto no
significa que el ser humano deba alejarse de la sociedad, ya que el niño y por extensión
el hombre en general, puesto que en su defecto correría el riesgo de ser un anormal debe
convivir en sociedad con la mayor plenitud posible. Necesita vincularse a grupos: Influir
sobre los demás, y que los demás influyan sobre él. Sólo así conseguiremos su educación
completa y el desarrollo homogéneo y esplendoroso de toda su personalidad.
Sin lugar a dudas habrá que vigilar su formación individual, sus sentimientos, su
carácter, su moral y el estado íntimo de su conciencia. Habrá, por tanto, que cuidar de su
comportamiento específico. Pero ello sólo se conseguirá plenamente si participa y recibe la
acción y reacción de la sociedad que colabora y contribuye a su formación.
El espíritu de competencia representa un poderoso estímulo en todas las esferas de
la actividad humana. Cuando un niño, por ejemplo, suspende un curso, no suele ser el
criterio de sus padres lo que le preocupa por lo general ajenos a la plenitud de esta
vivencia, sino el criterio de sus compañeros de escuela. Conocido previamente,
constituye un poderoso estímulo que le obliga a estudiar; por ello es, en efecto, conveniente
que el niño se acostumbre pronto a la convivencia social.
30

EL GRUPO Y EL LIDER

Harto conocida resulta la naturaleza gregaria del hombre. De inmediato formamos


grupos, espontáneos unos, obligados otros. Y dentro de cada grupo, otros grupos más
pequeños.
Usted se va de excursión en un autocar sin conocer a nadie. No habla; y sin
embargo, a los escasos diez minutos de viaje, sentirá preferencias por algunas de las
personas que allí se encuentran, y más bien un cierto repudio o rechazo hacia otras. Ya ha
nacido en su espíritu una previa selección, mucho antes de tener visos de realidad.
El gregarismo constituye una de las determinantes básicas del ser humano. Y allí
donde hay un grupo, siempre aparecerán líderes que funcionan como generadores motrices
que configuran, mantienen, conducen e imprimen aliento y carácter al grupo en cuestión.
El liderazgo representa la función que condiciona al grupo. El liderazgo,
evidentemente, lo efectúan los líderes. Por lo habitual se entiende que los líderes (o el líder)
dirigen el grupo, entendiendo que se atribuye al verbo “dirigir” un sentido de conferirle
dinámica.
Eso es cierto, pero sólo en parte. Hay también líderes disolventes, que imprimen al
grupo un retraso en su actividad, e incluso su autodestrucción.

***

Existen líderes naturales o espontáneos que son los que, sin gozar de privilegio
alguno en la constitución del grupo, actúan como condicionadores de su devenir y son
consciente o inconscientemente aceptados por el grupo.
Los obligados o formales están impuestos por una estructura, muchas veces ajena, a
las vivencias del grupo. Dependerá, luego, que sepan naturalizarse al objeto y que pasen a
ejercer una función natural de liderazgo o que continúen en una posición formal que puede
ser aceptada, tolerada o rechazada por la fuerza vital del grupo.
Es de un cierto dominio común que los líderes dejan de serlo cuando su fuerza
atractiva se debilita o bien el grupo decide no considerarlos. Pero ambas tesis, aunque
influyentes, son falsas. Los líderes se mantienen únicamente hasta que los desplazan nuevos
líderes.

PSICOLOGIA DE LAS MASAS

Es cierto que cuanto mayor es la proximidad física entre un grupo de personas, más
probabilidades de que se manifiesten unánimemente. Este es un postulado de la psicología
de las masas que raramente falla. Una multitud, cuanto más compacta, más se expresará de
una manera solidaria. Existe la teoría de que la masa, la mayoría, siempre tiene razón, sin
embargo, no siempre es así.
Supóngase un partido de fútbol en el que 40.000 personas ven una falta cometida
por un jugador, y sin embargo, el árbitro no la ha visto. Desde luego, es muy probable que
haya habido falta. Esto es lo lógico. A pesar de todo, el lector muy bien entiende, en un
31

estado de ánimo objetivo y equilibrado, que puede darse el caso de un error multitudinario
por la razón expuesta anteriormente, es decir, que el criterio de 40.000 personas, por
ejemplo, en determinadas circunstancias, apenas equivale a una unidad de concepto, ya que
el raciocinio queda matizado por la emotividad.
En cuanto a si es el individuo quien ejerce mayor influencia sobre el grupo, o éste
sobre aquél, contestaríamos que ello depende de la energía anímica de cada uno.
Por lo general, el grupo ejerce mayor influencia sobre el individuo, siendo menos
frecuente lo contrario. Raramente un hombre puede permitirse el lujo de eludir y zarandear
a la sociedad.
La colectividad o grupo realizan una fuerza terrible que arrolla y moldea las
individualidades, aunque éstas, en términos relativos, pueden aflorar.

***

Sin embargo, esto no implica que en teoría por lo menos, el individuo pueda ejercer
mayor influencia sobre el grupo que lo contrario. Tales son los casos de los reformadores
religiosos y de las gigantescas personalidades históricas que han dado nuevos cauces a la
rueda evolutiva de la sociedad.
Diremos, por último, que la emotividad puede ofuscar el recto juicio del individuo.
El caso es relativamente frecuente. Imagine, por ejemplo, a un médico cirujano
especialista en apendicetomías desde varios años. Ha operado centenares de apendicitis. Un
día su esposa sufre de un ataque de esta dolencia. Su marido renuncia a operarla y prefiere
que la intervención la efectúe un colega suyo.
¿Por qué?
Porque ha podido percibir que la carga emotiva de aquella operación podría pesar
más que el conocimiento estricto profesional, sobradamente demostrado.
32

3
LAS FUNCIONES HUMANAS
Por E. Ferrer Garriga

Hasta un período relativamente reciente se consideraba que la conducta humana


estaba determinada por la unión de tres factores: La herencia, el ambiente y el factor
temporal. Hoy, sin embargo, esta consideración puede ser calificada de inexacta ya que, si
bien la indicada combinación posee unos aspectos veraces, éstos, sin embargo, son tan sólo
parciales.
Los factores hereditarios conscientes, cada vez disminuyen en importancia. Existen,
posiblemente, factores hereditarios del subconsciente colectivo, pero esta es obra cuestión.
De los tres enunciados, el ambiente es el que posee una beligerancia más exacta y
proporciona una veracidad parcial al planteamiento.
El factor temporal no ejerce una influencia decisiva sobre la conducta humana. A tal
efecto, para mayor claridad remitimos al lector a la respuesta relativa a la “experiencia
humana”.

***

En cuanto a la valoración de los resultados de la conducta humana, podemos


efectuarla mediante el empleo de la siguiente fórmula: Valor = lo aportado a la sociedad
menos lo recibido de ella.
En efecto, en la consideración pragmática el hombre vale aquello en lo que ha
actuado, sus aportaciones, sus hechos, sus actos. La suma de todo cuanto ha realizado pasa
a ser el exponente de su valoración. Sin embargo, esto no sería exacto. La fórmula exacta es
“lo aportado a la sociedad menos lo que ha recibido de ella”.
Hay personas a quienes las circunstancias facilitan privilegios de poder temporal, de
dinero, de cultura, etc., mientras para otros estas mismas circunstancias resultan adversas.
Podría, pues, darse el caso de que las primeras gracias a su circunstancia favorable
rindiesen más que las segundas en cantidad absoluta, aunque las segundas,
proporcionalmente diesen un resultado mejor. Está claro que las segundas tienen un valor
de conducta humana superior a las primeras.
Si empleamos una metáfora numérica, imagine el lector que un hombre A aporta
cien, y un hombre B aporta noventa. Sin embargo, antes de ver cuál de los dos, en
definitiva, ha aportado más, hará falta conocer cuánto ha recibido cada uno de la sociedad.
Si A recibió 60, y B recibió 30, el valor del hombre B resulta altamente superior.

***

Una buena estructura mental exige unas disposiciones mentales armónicas. La


persona que pueda poseer unas determinadas facultades muy desarrolladas junto a otras en
estado de atrofio, no resulta armónica; denota una crisis psíquica y puede, en casos
33

extremos, incidir en casos patológicos. No basta tener óptimas disposiciones. Tienen que
formar una estructura compleja, armónica y eficientemente organizada.
La verdadera función intelectual en su estricto y completo sentido psicológico,
se inicia con unas representaciones. A ellas sigue una reflexión (no siempre volitiva), y
necesariamente acaba en una acción.
Si falta el principio o el fin de este proceso, no ha habido realmente ninguna
“función intelectual”. Se habrá limitado a ser un intento fallido, sin obtener la debida
plenitud.
Así, pues, una “función intelectual” exige: Representación, reflexión y acción.
Aunque pueda parecer una perogrullada, es una estricta verdad que el mundo, el
cosmos (en cualquiera de sus acepciones) será siempre tan limitado como lo sea la
influencia de nuestra función cognoscitiva. Si esta función humana fuese ilimitada (no se ha
probado su verdad ni su falsedad), el mundo también sería infinito.
Piense en ello y encontrará motivos de serias reflexiones.

***

Le han presentado seis vasos a medio llenar, todos iguales, pidiendo que detecte en
cuál de ellos hay un determinado perfume. Pero como en realidad en todos ellos no hay más
que agua, es indudable que al oler donde no hay nada que oler, usted estará sugestionado.
La cosa está clara. En el primer plano, usted conocía el perfume; sabía “cómo olía”.
Ahora bien, ¿qué le ocurrió cuando al oler, por ejemplo, uno de los vasos (que no contenía
más que agua), “sintió” el perfume que en realidad no había?
Pues que en ese momento su imaginación tuvo más fuerza que la estricta realidad.
No hubo moléculas olorosas (concepto real) que estimularan su olfato. Sí, en cambio,
incidió en ella la imaginación de los conocimientos adquiridos previamente y que en este
caso desvirtuaron la realidad.
Conviene no olvidar que la sugestión es un equilibrio entre la imaginación y la
realidad, lo cual no significa que ejerciendo una fuerza represiva sobre la imaginación
consigamos evitar el desequilibrio. Para conseguirlo, lo que conviene hacer es vivir
intensamente y aumentar la importancia de la realidad objetiva, y no, por el contrario,
cercenar la imaginación.
Es más; por lo general los hombres de poca imaginación suelen ser más susceptibles
a los estados sugestivos, lo que afianza nuestro criterio.

***

Adelante, pues, con los despliegues imaginativos; tan sólo con la precaución de no
perder de vista la realidad. Pero no al revés.
“Creer” supone un acto de confianza en el terreno intelectual; “dudar”, una
desconfianza parcial. Confianza y creencia aumentan siempre en la misma proporción.
Es menester no olvidar aquí la hipótesis psicológica según la cual a mayor impacto
sensorial, más fácil resulta la creencia. Según ella, una impresión cualquiera que llegue a
emocionarnos intensamente aunque resulte de naturaleza inverosímil, producirá en
nosotros una credulidad, mientras que otro acto, perfectamente demostrable y verosímil,
34

pero carente de emoción, nos dejará indiferentes y originará, más bien, una actitud de
incredulidad.

LA INTELIGENCIA

Definir las potencias anímicas resulta ingrato, tanto por lo difícil como por lo
parcial que su resultado suele ser. Además, definir, por naturaleza propia quiere decir
limitar, cercenar, encasillar, y tal actitud ofrece vertientes negativas.
Sin embargo, de una forma u otra hay que entenderse y debemos emplear las
palabras lo más exactas posible para ello.
La inteligencia es una capacidad que conviene poner aquí su atención puede o
no manifestarse. Los hay muy inteligentes, pero su capacidad “no actúa”. Otros resortes
anímicos los impiden.
Aclaremos aquí, y por el momento, que esta capacidad de juicio expectante a la que
llamamos “inteligencia”, tiene un origen íntima y exclusivamente individual. Nada tienen
que ver con ella (cuando menos en términos generales), el ambiente o la cultura.

***

En este sentido la inteligencia resulta ser permanente. Por lo general, nos resulta
poco grato reconocer que no podemos aumentar la capacidad de la inteligencia. Sin
embargo, así es.
Conviene matizar con claridad qué entendemos qué entendemos por inteligencia,
para no caer en el desánimo cuando aprendemos que es de naturaleza permanente. Lo cual,
dicho sea de paso, supone un buen síntoma.
Aclaremos, en primer lugar, frente a la negación de que no aumenta a lo largo de la
vida, que en el devenir individual de las personas hay una curva biológica aplicable a la
vida física, y otra a la vida anímica, guardando entre ellas como es lógico, un cierto
paralelismo.
Aparentemente, un niño de tres años no puede tener la capacidad de juicio de una
persona de cincuenta. Pero ello es aparente. Lo que diferencia a ambos no es la inteligencia
considerada aisladamente; insisto, aisladamente, sino otros factores (memoria,
experiencia, hábitos, percepciones, convivencias colectivas, etc.), el promedio de todos los
cuales nos da la apariencia de que uno es menos inteligente que el otro por su edad.

***

Algo parecido ocurre para quienes consideran que la inteligencia progresa hasta los
veinte años (edad absolutamente convencional) y luego se estabiliza. No; la inteligencia es
estable. Es cierto que existen factores que conceden una razón parcial a quienes defienden
el enunciado. La capacidad receptiva suele decrecer desde la niñez hasta la senectud; los
factores sexuales también influyen en ello junto a muchos otros, pero no la inteligencia
considerada exclusivamente.
35

En realidad, una mejora del rendimiento intelectual sólo es posible mediante el


desarrollo de todas las facultades anímicas.
No olvide que una estructura mental correcta supone un desarrollo armónico. Por
otra parte, hemos dicho que la inteligencia es estable, y por tanto, en sí misma no es
mejorable.

***

Más de una vez usted habrá sacado fotos. Sin duda recordará que al colocar en la
cámara el rollo fotográfico, éste tiene, de acuerdo con la fabricación, un cierto tipo de
sensibilidad que se expresa, según creo en unidades DIN y ASA.
Pues bien, este tipo de sensibilidad corresponde a lo que la inteligencia es para el
hombre. La inteligencia denota una capacidad de juicio expentante, es decir, constituye una
posibilidad que, debidamente empleada junto a muchos otros factores, cumple su función.
Está claro, por lo demás, que por ser muy sensible que sea, la impresionabilidad de un rollo
fotográfico, la utilidad o belleza de la fotografía no depende primariamente de tal
sensibilidad. Existen elementos mucho más decisivos: El gusto en el enfoque del fotógrafo,
la calidad del objetivo, la distancia, el diafragma, la luz, el filtro, etc. La sensibilidad, en
nuestro caso al igual que la inteligencia, no es más que una posibilidad expectante, cuyo
cometido por sí mismo es nulo si no están desarrolladas todas las actividades conexas e
inherentes a su función.

***

Existen diversas escuelas que han aprendido a estudiar la inteligencia, una de ellas
en relación con la configuración craneal; se trata de la frenología. Franz Joseph Gall es su
cabeza más representativa. Hoy en día, sin embargo, y gracias a las pruebas de la psicología
experimental y a la valoración intelectiva, la frenología ha perdido gran parte de los
prosélitos que tuvo con anterioridad.
Hoy, en el análisis de la inteligencia, se distinguen tres facetas: El entendimiento, el
juicio y el razonamiento.
El entendimiento es la parte de la inteligencia que percibe cualquier posición
determinada; constituye, además, su genuina representación y abarca un 80 por ciento de su
esencia. Como queda indicado, se trata de una función receptora.
El juicio representa la parte de la inteligencia que clasifica y conoce los motivos de
las posiciones. Es su función controladora.
Por último, el razonamiento se refiere a la parte de la inteligencia que, junto a las
dos anteriores, obtiene y saca los resultados finales.

***
36

Sin embargo, para manifestarse la inteligencia necesita de los medios de


exteriorización o de proyección social como son: La deliberación, la decisión y la
ejecución.
En la deliberación, la inteligencia supone la función dominante. Podríamos afirmar
que la deliberación representa el conjunto de las tres fases de la inteligencia, es decir, el
entendimiento, juicio y razonamiento que usted ya conoce.
En la decisión ya suele guiarnos el factor voluntad, y en consecuencia, el carácter
tiene en esto una destacada intervención.
Si en la deliberación gobierna la inteligencia, y en la decisión la voluntad, aclaremos
finalmente que el tercer término, la ejecución, representa una dinámica de las dos anteriores
perfectamente unidas en una sola actitud.

LA VOLUNTAD

Todos los impulsos volitivos son conscientes. Si no lo fueran pasarían a ser instintos
o hábitos.
Precisamente por ello, los efectos y causas volitivos sólo pueden ser llamados así
cuando tenemos absoluta y plena conciencia de ellos. Casi nada es tan consciente como la
voluntad humana.
Cualquiera que pueda ser su estado, forma o intensidad, la acción de los impulsos
constituye necesariamente el origen de toda acción volitiva. A esta acción impulsiva le
pueden acompañar más tarde otros matices añadidos, pero el demarré de la voluntad queda
siempre configurado por unos impulsos que ponen en marcha las facultades volitivas.
El impulso constituye una energía anímica. Tal energía genera sensaciones, algunas
de las cuales repercuten en la vida fisiológica (las sensaciones fisiológicas) y en los casos
en que la energía anímica incide en los nervios motores, llegamos a producir movimientos.

LAS EMOCIONES

Existen tres clases de emociones: La pura, psicológicamente hablando; la somática


o fisiológica y la psico-fisiológica. Dicho en otras palabras, la primera se refiere a una
emoción de naturaleza exclusivamente anímica, mental; la segunda es concomitante con la
reacción en el cuerpo humano, y la tercera abarca las dos anteriores.
Por otra parte, las emociones pueden ser también esténicas y asténicas.
Las esténicas son las internas, de carácter tumultuoso, las que aceleran los latidos
del corazón, las que afectan preferentemente el rítmo sanguíneo y la respiración.
Las asténicas son de intensidad lenta y débil. Nos emocionan, pero “con previo
aviso”, y además dentro de unos cauces que apenas modifican el funcionamiento
fisiológico estándar.

***
37

No siempre la voluntad va unida al carácter. Evidentemente, en ambas facultades


hay unos paralelismos equidistantes, aunque no obligatorios.
Por otra parte, no es imprescindible que la voluntad y la razón vayan unidas. ¿Acaso
no deseamos cometer muchas veces actos con manifestación de fuerza volitiva, que
conocemos a ciencia cierta que son erróneos o no convenientes a una lógica racional?
Ni el carácter ni la razón son siempre efectos de la voluntad. Pero cuando lo son, la
voluntad adquiere su plenitud. Cuando la razón y el carácter se unen y coinciden
solidariamente con los impulsos volitivos, la voluntad adquiere su máximo y pleno
desarrollo.
La voluntad afecta a la atención, al interés y a la concentración. Por el contrario, no
influyen la coherencia, la intuición o la sabiduría.
La atención constituye una acción volitiva absolutamente normal, a la que hay que
añadir la actuación del proceso de coquición que se manifiesta de una manera beligerante o
incisiva.
El interés supone un flujo de atención voluntaria que tiene por objeto esforzarse en
restringir cualquier posible desviación del pensamiento y de los impulsos en general.

***

Realmente, las sensaciones y los sentimientos constituyen las dos grandes puertas
principales por las que penetran en nuestra vida psicológica la mayor parte de las
influencias del mundo psíquico exterior. Ambas, naturalmente, pertenecen al mundo de la
percepción. Constituyen como fotos que constantemente se proyectan en nuestra
receptividad anímica.
Podemos considerar también como filiales de la percepción, la emoción, la pasión y
la experiencia.
Un estado emotivo o emocional significa la cristalización de una serie de elementos
sensitivos. Nadie ignora qué es sentirse emocionado o emocionalmente excitado. Así, pues,
la emoción proviene de la suma de unos sentimientos cuya naturaleza ya conoce el lector.
La carga emotiva viene a ser algo parecido a un estado de ebullición de sentimientos, más o
menos explosivo.

***

En realidad, existen además una serie de emociones especiales a las que


denominamos separadamente. Tales son, por ejemplo, la inquietud, la pena, la lástima, la
desesperación, la excitación, etc. Constituyen estados emocionales que a su vez significan
grupos de sentimientos formados (repitámoslo como repaso) de sensaciones con cierta
intervención de conocimiento.
En efecto, se trata de un grupo de emociones, pero que salen de lo habitual y se
concentran en una expresión tendenciosa.
Si por casualidad su respuesta hubiese sido una historia sentimental, no se habría
equivocado mucho. No se trata, claro está, de una historia, pero sí de una vivencia
sentimental. Aunque no era éste el sentido con que se ha planteado al lector esta posible
solución turbadora.
38

Para que el tendencioso grupo de emociones resulte verdaderamente un estado


pasional conviene que este grupo se manifieste bastante asiduo. Un estado pasional puede
llegar a destruir la función de la inteligencia e incluso de la voluntad, en cuyo caso se
convierte en un estado espiritual anómalo que provoca un desequilibrio debido a su
centripetismo tendencioso en la cohesión de las facultades mentales.
El estado pasional actúa como un eje de rotación dinámico y constante, que se
resiste a girar acopladamente a la cohesión general de las otras potencias anímicas.
Digamos, por último, que la pasión es un flujo emocional constante y marginado, con
posibles consecuencias motoras.

LA EXPERIENCIA

La experiencia ha sido considerada casi siempre con notable error, como un factor
basado exclusiva y proporcionalmente, sobre el “tiempo cronológico”.
Sin duda alguna, el citado factor es uno de los que más influyen en la determinación
de la experiencia, pero no el único. Así, pues, una persona de sesenta años puede tener más
experiencia que una de treinta, pero no necesariamente.
Todos damos por descontado que la cantidad de tiempo vivido supone un factor
trascendente para la adquisición de experiencia. Absolutamente cierto, pero no el único.
La intensidad de la circunstancia vivida también es influyente. Nadie pondrá en
duda que en plazo de una semana, una persona puede vivir una serie de circunstancias
mucho más intensas y aleccionadoras que durante un dilatado período de años de
monótonas percepciones. Tal intensidad influye notoriamente en la adquisición de
experiencia, y sin embargo, no mantiene relación directa con la cronología.

***

Por otro lado, dos personas distintas pueden sufrir o gozar de unas mismas
vivencias, de idénticos hechos que les afecta en igual intensidad y, a pesar de ello, es
posible que a una de ellas le baste haber vivido la circunstancia una sola vez para captar la
experiencia, mientras que la segunda ni siquiera con veinte veces obtiene la similación
experimental.
En resumen, la experiencia depende de la circunstancia externa y la sensibilidad
perceptora comparativamente iguales para varios sujetos, y es la duración cronológica la
que otorga la definitiva clasificación dirimente. Es lo que podríamos expresar por la
fórmula: Experiencia = tiempo, intensidad, circunstancia y sensibilidad.
39

LOS COMPLEJOS

Podríamos considerar que los complejos son, en sustancia psicológica, percepciones


ingresadas anormalmente.
Ahora bien, dado que el complejo forma parte, en sí mismo, del subconsciente
(como el instinto o la intuición), toda definición queda enmarcada necesariamente en la
relatividad.
Como queda dicho, el complejo está situado dentro del campo subconsciente.
El lector ya sabe que las percepciones por lo general se hallan representadas por
sensaciones y sentimientos, aunque luego tengan sus respectivas derivaciones, y que la
diferencia entre ambas radica en que en los sentimientos hay una cierta dosis de
conocimiento. Por todo ello, y dado que el complejo queda en el subconsciente, puede
decirse que está formado por sentimientos, por cuanto abrigan algo de consciente.
Eminentes psicólogos consideran que aún cuando el complejo en sí es
subconsciente, no lo es la causa que lo forma y provoca y que, consecuentemente, puede
hablarse de complejo de sentimientos.
Por eso, y con el objeto de no causar confusión alguna al lector, la respuesta
acertada precedente era percepciones ingresadas anormalmente, ya que, bajo la
denominación de “percepciones” pueden quedar adscritos tanto las sensaciones como los
sentimientos.

***

Cuanto ha quedado indicado con relación al estado pasional puede ser considerado
válido para el complejo. La diferencia estriba en la complejidad del complejo. Discúlpese la
redundancia, pero a veces la duplicidad fonética ayuda a la memoria, por tratarse de un
factor consciente.
Ambos coinciden en que, al ingresarlos en nuestro espíritu, se singularizan
tendenciosamente y originan un desequilibrio de reacciones.
El complejo es, pues, aquel grupo de percepciones con posibles efectos volitivos
que se reflejan de una manera anormal y tendenciosa, lo que provoca, como consecuencia,
una falta de armonía y de conexión en la facultad de comportamiento de los individuos. 4

4
En esta aclaración del concepto de complejo (como a lo largo de toda la obra) podría haber hecho
uso del término “inconsciente”, tan en boga entre algunos autores. Pero he decidido usar la noción
“subconsciente” siguiendo así la escuela freudiana, dado que en realidad el subsonsciente es el
compartimento de la mente separado del consciente por una divisoria permeable que permite la interacción
entre ambos. El “inconsciente” es totalmente negativo hasta en su etimología, y por ende sólo puede ser
aplicado en justicia a las entidades inanimadas.
40

LA MEMORIA

Maravillosa y sorprendente es la facultad de la memoria. Gracias a ella podemos


relacionar actos físicos y anímicos. ¿Podemos llegar a imaginar cómo sería, y sobre todo,
cómo actuaría el hombre sin poseer la facultad de la memoria?
Hay poderosas razones para suponer que los animales tienen memoria, aun cuando
hay notables científicos que lo niegan. Conviene aclarar aquí qué se entiende por memoria
en este caso.
Por supuesto que los animales se acuerdan de las situaciones, de las personas, etc.
En esto están todos de acuerdo. La duda está tan sólo en si a un perro le es posible, por
ejemplo, recordar escenas pasadas que haya vivido, reflexionando y pensando, aunque tales
circunstancias no se presenten de nuevo frente a él.
Hasta el presente momento todo da a entender que la memoria es una facultad
innata, es decir, dada. Un niño de un año, sujeto a idéntico ambiente, ya da muestras de
relacionar, de acordarse, de asociar con mucho más facilidad que otro de la misma edad.
Junto con la inteligencia, la memoria es una facultad inherente a la naturaleza del
individuo, sin previa formación.

***

Por otra parte, esta situada facultad innata, en la capacidad correspondiente es


susceptible de mejora. Unos ejercicios constantes y un cuidado pedagógico en este
particular obtienen resultados sorprendentes. Así, pues, la memoria actúa, ya sea por la
facultad dada, ya por la adquirida, es decir, por ambas capacidades.
No olvidemos, además, que hay preponderancias o clases de memoria. Hay
personas que recuerdan fechas y cifras, mucho más fácilmente que, por ejemplo, paisajes o
personas. Todo hace pensar que la memoria está muy vinculada a los sentidos: Memoria
visual, memoria de oído, memoria táctil, memoria expresiva e incluso memoria gustativa
(no olvidemos a los grandes gastrónomos-gourmets).

***

Hay tres sistemas de los que se sirve la parte volitiva de la memoria en nuestra vida
cotidiana: La evocación, el reconocimiento y la reasimilación.
El primer sistema, de evocación, probablemente es el de mayor uso. Cuando
procuramos recodar algo en definitiva, evocamos, tratamos de llevar al consciente aquellas
representaciones que buscamos. Pero aunque sea el sistema más empleado, no es el único.
Así ocurre cuando tenemos que reconocer unas personas, unas fotografías o unos
simples colores. En este caso no evocamos, sino que con los elementos físicos delante
tratamos de señalar e identificar lo previamente conocido. Así como en el primer caso
buscamos dentro nuestro la imagen perdida, así comprobamos las características exteriores
de los elementos objeto de reconocimiento, para procurar que ellas coincidan con la imagen
interior que tenemos. No hará falta decir que estos dos sistemas se complementan y ayudan
recíprocamente.
41

Por último, el sistema de reasimilación consiste en volver a aprender aquello


olvidado. No se pretende dar con la imagen o representación olvidada, sino que aceptamos
aprenderla de nuevo como si jamás la hubiésemos conocido. Sin embargo, es evidente que
el segundo o tercer esfuerzo de aprendizaje, en condiciones normales no nos llevará el
mismo tiempo.

***

La memoria puede también, como cualquier facultad humana, sufrir trastornos.


Las tres enfermedades más conocidas de la memoria son: La hipermnesia, la
paremnesia y la amnesia. Las tres pueden tener carácter total o parcial. Constituyen
diferentes maneras de un funcionamiento anómalo de las facultades de la memoria. Sin
disponer de unas demostraciones absolutamente fehacientes parece que tales anormalidades
pueden presentarse de una forma temporal, periódica o definitiva y por un proceso
congénito o adquirido.
Los casos de hipermnesia denotan una exaltación anormal de la memoria. Tienen
contacto con vivencias enfermizas del consciente. Concretamente suele presentarse bajo
forma de altas fiebres, sueños hipnóticos, intoxicaciones, etc., durante los cuales la
memoria trabaja con una presión exaltada.
La paramnesia se explica a través de una defectuosa asociación entre las
percepciones actuales y los elementos de reproducción de la memoria. Es pues como la
ilusión de un recuerdo de algo que nunca fue percibido. En resumen, las paramnesias son
recuerdos inexistentes o falsos recuerdos.
Las amnesias consisten en la pérdida total o parcial de los recuerdos. Las hay de dos
clases: Aquellas constitutivas que denotan una extrema debilidad memorística (retrasados
mentales, obstusos, etc.). Y las parciales que afectan en más o menos proporción, pero
siempre en módulos tolerables y normales, a casi todos los seres humanos en relación con
su debilidad o fortaleza mnemonística.

***

Por regla general los recuerdos tienen una validez a escala regresiva. Recordad lo
que hoy hemos comido nos resulta fácil; lo que comimos ayer nos supone un mayor
esfuerzo, y tratar de recordar lo que comimos hace diez días, de no utilizar ayudas
conscientes resulta dificilísimo. Hay, pues, una regresión. Sin embargo, recuerdos triviales
acontecidos muchos años atrás, reviven en nosotros con una nitidez perfecta que
desearíamos para recordar datos de apenas una semana atrás.
Los hábitos están fuertemente vinculados a la memoria. Nuestros hábitos cotidianos,
innatos o adquiridos, son los últimos en desaparecer y la memoria subconsciente ejerce en
ello una hegemonía notable.
La afasia, desde luego, tiene relación con la memoria. Pese a que su terapéutica esté
proyectada sobre todo hacia la dicción y los sistemas de expresividad en general, lo cierto
es que el sujeto que la padece, a menudo, “se acuerda”.
En la afasia es la falta de la debida conexión entre el pensamiento y las
articulaciones sonoras del cuerpo humano.
42

La agrafía es similar, pero el problema es las articulaciones digitales, en sus centros


de interacción muscular. El sujeto que padece agrafía entiende las palabras, efectúa sus
pensamientos, puede leer y hablar, y sin embargo es incapaz de escribir después de haber
aprendido a hacerlo. En algunos casos se impone un nuevo aprendizaje de escritura, como
si estuviese en edad escolar.

LA IMAGINACION

Gracias a la imaginación el hombre puede desarrollar una actividad mental que se


basa sobre unos planos futuros, desprovistos de realidad en el momento de imaginarlos.
Conviene recordar que a grandes rasgos la función imaginativa requiere de una
estructura mental madura. Tener mucha o poca imaginación depende, al parecer de la
naturaleza de cada uno, pero no disponemos de pruebas definitivas y científicas. Dos
sujetos normales pueden disponer de distinta capacidad imaginativa. Pero admitiendo
notorias diferencias en este atributo humano, de acuerdo a cada personalidad, lo importante
es que un lector sepa que un standard mínimo de imaginación precisa de una estructura
mental bastante madura. Al margen pues de la capacidad que cada uno posea, mientras más
palurdo sea un personaje, tantas menos posibilidades tiene su mente de realizar actividad
imaginativa.
En efecto, no hay duda de que podamos mejorar nuestra capacidad de imaginación.
La mayor parte de las facultades del hombre no actúan en forma aislada o a través
de conductos propios, nítidamente separados de otros atributos. Por el contrario, actúan en
forma sumamente compleja y resulta imposible desmenuzarlas en unidades limpias. Así, en
la imaginación intervienen impulsos, complejos, síntesis temperamentales y memoria.

***

Resulta, entonces, lógico que cuanto más madura sea una estructura mental, más
posibilidades existen para la obtención de un desarrollo imaginativo. Consecuentemente, y
dado que la persona en su conjunto es susceptible de formación y mejora, sin duda tal
resultado se pone de manifiesto en la imaginación.
Un niño, o una persona mayor de las que se dice que no ven más allá de sus narices,
difícilmente desarrollan actividad imaginativa; tan sólo actúan sobre las percepciones
temporales y sensitivamente inmediatas. Su visibilidad queda reducida a las impresiones
momentáneas. Cuando un niño juega al ajedrez, su actividad se concentra casi
exclusivamente sobre la jugada inmediata. Sin embargo, más adelante empezará a prever
varias jugadas, futuras o irrealizadas aún, y mentalmente tendrá una posición exacta de
cómo van a quedar las piezas sobre el tablero después de varias jugadas.
Sin duda, pues, una mayor mental, parcialmente adquirible, nos procurará un mejor
desarrollo de nuestra facultad imaginativa.

***
43

Determinados tipos de enseñanza han hecho objeto a la imaginación de una cierta


represión, lo cual es absolutamente erróneo.
Nos permitimos insistir en la conveniencia de recordar que apenas existen aspectos
comunes entre la psicología y la moral.
Cualquier represión sobre alguna de las facultades humanas raya en lo delictuoso,
bajo el código de la psicología. Lo que ocurre es que algunos tipos de enseñanza llegan a
supervalorar algunos matices morales que quedan en su doctrinario antepuestos incluso al
desarrollo normal del hombre.
El cierto que uno puede imaginar para bien e imaginar para mal, pero esto
constituye otro asunto. Lo que resulta inadmisible es reprender y cercenar la imaginación
con el objeto de evitar que “imagine mal”. Sería como si para evitar que pudiéramos
golpear a nuestro prójimo nos cortaran a todos los brazos.
Así, pues, no hay razón alguna para limitar el pleno y más fecundo desarrollo de la
imaginación, independientemente de su aplicación moral.

***

A grosso modo diremos que la imaginación es de efectos positivos. Constituye una


actividad mental que crea y desarrolla las imágenes de posiciones futuras. Por lo tanto, la
imaginación opera y es una actividad operante, creadora y estimulativa.
Por el contrario, y siempre en términos psicológicos, la fantasía compensa,
representa un estado compensatorio que ofrece una satisfacción imaginaria a los deseos que
no han podido realizarse en determinado momento.
Es menester, pues, discernir con claridad ambos términos. La imaginación
constituye una función con finalidad creadora y estimulante. A su turno, la fantasía suele
representar el fruto compensatorio de una frustración anímica.
En su mayor parte el deseo es una función volitiva, aunque también tiene sus
aspectos de percepción, en ningún caso subestimables. Sabido es que a menudo se goza
más con el deseo que con la realidad plenamente vivida, prueba evidente de la influencia de
los deseos sobre la sensibilidad. Sin embargo, insisto en que el deseo participa, sobre todo,
de la voluntad.
Conviene especificar, además, que el deseo sólo actúa sobre la imaginación. No se
puede desear si no se imagina. Así, pues, el deseo es la influencia de la voluntad sobre la
imaginación. Como queda indicado en la respuesta acertada, la voluntad se proyecta y se
encarrila sobre la imaginación, y ambas se solidarizan. A estos dos cabos, perfectamente
trenzados, llamamos, deseo.
44

MASOQUISMO

La palabra “masoquista” proviene del nombre del escritor austríaco Sacher-Masoch.


En su acepción general se refiere a una perversión sexual. Tal significación, sin embargo,
ha sido superada.
Es masoquista quien se atormenta a base de suposiciones en la mayor parte de los
casos, imaginarias. Quedan allí comprendidas aquellas personas que por principio
consideran que ellas y los suyos tienen un demérito y una desventaja. Su imaginación actúa
a través de un tamiz de inferioridad, pero por el que experimentan un cierto placer.

SADISMO

Se considera que a partir de los dos o tres años el hombre posee instintos de vida y
de muerte.
El sádico es quien se inspira en conductas de agresión, de destrucción, y en
voliciones de odio hacia los demás. Insistimos en que no hay que confundirlo con el
masoquista, que se tortura a sí mismo.
Sin embargo, y como es lógico suponer, sólo se adquiere el calificativo de “sádico”
o masoquista cuando hay una preponderancia manifiesta en tal sentido.
La gran mayoría de los seres humanos poseemos impulsos de vida o muerte en
proporciones, por lo común ambivalentes y bastante equilibradas.

EL DESEO

Cierto, amigo lector, que basta un solo impulso para que arranque el deseo.
Pero en sí, el deseo raramente arranca y desaparece de una manera instantánea. Por
el contrario, y por regla general, el deseo no viene promovido por un simple impulso
volitivo, sino que genera entonces un flujo de impulsos permanente, de una cierta duración.
Raramente los deseos son instantáneos. ¿Acaso no ha observado el lector que la
mayoría de los deseos que abriga pasan por su imaginación como una especie de film
psicológico, duran sólo un instante? Decididamente, los impulsos volitivos que general el
deseo son varios y constituyen un flujo permanente y de cierta duración.
El deseo actúa como un proyectil en el que van, a gran presión, una argamasa de
voluntad e imaginación. Además, mantiene a esta última facultad en estado productivo y
creador.
45

LA ILUSION

Por lo general, las ilusiones son positivas. Es conveniente poseer capacidad para
ilusionarse por las cosas, aun aquellas que son pueriles. Si los futuros actos a realizar los
vivimos apriorísticamente con ilusión, todas nuestras facultades se encaminan gozosamente
a su plenitud.
La ilusión fomenta la fabricación de deseos, y éstos, ya sabemos, son impulsos
volitivos emplazados sobre la fuerza de la imaginación.
Podemos concluir, pues, que desde el punto de vista psicológico la ilusión es una
energía anímica que provoca deseos.
Recuerde el lector que la fantasía suele ser un estado compensatorio de una realidad
imaginada, no obtenible.
El hombre iluso es quien vive en estado más o menos permanente de fantasía.
Conviene, por lo tanto diferenciar las ilusiones del estado iluso. Las primeras son positivas
y favorecen la creación del deseo, que como se sabe, está constituido por impulsos de
voluntad y carácter junto con la imaginación, mientras que el estado iluso es una vivencia
fantasiosa que denota y comporta una pseudo compensación a unos deseos o delirios
frustrados y no alcanzables.

EL HUMOR

¡Enhorabuena sí ha acertado!
El estado de humor es eminentemente sensitivo, aunque en derivación directa del
temperamento de cada uno.
Suponga el lector que recibe una buena noticia. Esto le emociona y le hace sentir
satisfacción perfectamente consciente y conoce el motivo que la ha producido. Cuatro horas
después usted no piensa en la buena noticia recibida, pero sin embargo, y sin que en
aquellos momentos conozca los motivos, sigue viviendo dentro de un cierto humor
optimista. ¿Comprendido?
Es pues una contención, agradable o no de tipo sensorial que no se la liberado
totalmente de nosotros. Son como los gases que nos quedan y que pueden perdurar
notablemente sin que tengamos plena conciencia de ello.
Prueba comprobatoria es que, por ejemplo, los temperamentos extrovertidos suelen
estar menos sujetos a los cambios de humor por cuanto, dado su proceder temperamental,
liberan con mayor facilidad las impresiones sensoriales recibidas.

LAS SENSACIONES CINESTESICAS

Además de las sensaciones más conocidas, existen las denominadas cinestésicas que
implican una sensación de movimiento y posición. Por ejemplo, cuando se halla en una
habitación y de repente se apagan las luces y queda todo a oscuras, usted entonces se dirige
hacia la puerta. Anda despacio y encamina sus pasos hacia donde tiene la sensación de que
46

está la puerta. Tal sensación es cinestésica. Adelanta cinco o seis pasos y extiende los
brazos para tocar la puerta puesto que entiende que ha debido llegar ya a ella. Tal creencia
se la ha procurado otra sensación cinestésica.
El sonambulismo constituye, posiblemente, un exagerado desarrollo de las
sensaciones cinestésicas. El sonámbulo se incorpora, se baja de la cama, va a la habitación
contigua y regresa en estado de sueño. No ha tropezado, no ha dado un paso en falso; ha
actuado como en sensación de plena conciencia debido a sensaciones cinestésicas.
Es cierto que el sonambulismo no es muy frecuente. Representa, sin embargo, un
ejemplo explícito. Pero, ¿quién no ha experimentado, aunque en ligeras proporciones un
incipiente sonambulismo? ¿Quién no se ha despertado en posición de incorporado en la
cama? ¿Quién en estado somnoliento no sueña que cae y ejecuta realmente una sacudida
con las piernas dentro de la cama? ¿Acaso no constituye ello una sensación nítida, clara y
específica, muy distinta a otras? Ahí están: Son sensaciones cinestésicas.

EL HABITO

El hábito significa una delegación del consciente, y por tanto dicho consciente
queda liberado de la función que delega al hábito y así le permite dedicarse a nuevas
actividades. De esta manera, la gran ventaja psíquica del hábito estriba en la máxima
utilización de la energía consciente. Además, en cuanto a función, el hábito confiere al
hombre una de sus peculiaridades más sobresalientes: La de la adaptación. Adaptación a la
moral, al clima, a los convencionalismos, a la sociedad, a la colectividad.
Por ejemplo, cuando andamos por la calle, nuestra función constituye un hábito. En
realidad, nuestro consciente activo está dedicado en aquellos momentos a los propósitos,
quehaceres e intenciones de nuestra vida profesional, lo que nos permite un buen
aprovechamiento de facultades, y si por el contrario nuestra conciencia tuviera que estar
ocupada tan sólo en la función de andar, habría pérdida de facultades conscientes.
Igual ocurre en la conducción automovilística. Cuando el aprendiz a conductor
circula sus primeros kilómetros, su consciente íntegro está dedicado a este quehacer.
Luego, cuando ya sabe o tiene el hábito de conducir, cambia las marchas, coloca los
intermitentes, etc., por puro hábito, lo que le permite que su consciente pueda dedicarse,
mientras el hábito conduce, a actividades mentales que requieren mayor inversión mental.

***

La gran ventaja del hábito es, pues, el mejor aprovechamiento de la energía


consciente.
Normalmente, los hábitos se contraen o se adquieren por repetición, aunque existen
casos esporádicos por los que pueden producirse en forma súbita.
Conviene, además, efectuar dos aclaraciones:
1. Recordar que mi pregunta se refería a los hábitos adquiribles, puesto que también
existen hábitos innatos o hereditarios.
47

2. Para contraer un hábito no hace falta que la función se repita muchas veces.
Aunque en algunos casos, cien repeticiones no logran que se adquiera un hábito, no es
menos cierto que en otros casos, quizás la mayoría, bastan dos veces para que tengamos el
hábito definitivamente adquirido.
Posiblemente, buscar el mínimo esfuerzo sea el móvil más poderoso por el que
nuestro consciente procure de inmediato establecer un hábito. Su acción queda regulada y
garantizada con la peculiar característica de que cada nueva repetición será efectuada con
inferior cantidad de esfuerzo.

***

Según hemos visto, de la misma manera que el consciente crea hábitos como
delegados-ayudantes para que el inconsciente pueda dedicarse a funciones que requieren
mayor intervención, como contrapartida puede darse el caso de que tales hábitos lleguen a
ser tan poderosos y tan arraigados que el consciente que los ha creado sucumba y
desaparezca frente a su tenacidad.
Por su naturaleza, el hábito tiende al aprovechamiento de la energía con el mínimo
esfuerzo, pero ello también implica cada vez con mayor fuerza un automatismo, una rutina,
un encadenamiento que impide la debida reacción del consciente.
Estimo que en muchos casos el adquirir conciencia de un posible mal ya constituye
una defensa que bien puede evitarlo. Consecuentemente y cuando menos de una manera
razonada, sólo evitarán caer bajo el dominio de los hábitos quienes conozcan la posibilidad
de tal dominio. Este es el razonamiento de la primera fórmula. La segunda y tercera de las
tres respuestas constituyen una consecuencia lógica de la primera.
Uno de los procedimientos para obligar a romper hábitos, consiste en permutarlos,
es decir, sustituirlos por otros. Tal permuta debe ser más o menos violenta, ya que en caso
contrario no conseguiríamos otra finalidad que la de añadir nuevos hábitos, además de
robustecer a los antiguos y finalmente, que el consciente esté en actitud de vigía
permanente para que la automatización, la rutina y el mínimo esfuerzo no se apoderen de
nosotros y sucumbamos en una asfixia rutinaria.

***

Así resumiendo, diremos que para no caer bajo el dominio de los hábitos es preciso
tener conocimiento de su posible dominio, obligarse a renovarlos y mantener el consciente
en vilo.
El hombre común no aborda los grandes problemas. En la mayoría de los casos
actúa por hábitos colectivos. Prefiere ampararse en la opinión ajena y proceder como la
gente corriente. Escoge lo que ya está hecho, y en todo caso con un supuesto esfuerzo
consigue, generación tras generación modificar los hábitos y crear una evolución.
Esta inercia intelectual es lo que confiere al individuo la investidura de hombre
común. Sin embargo, no por ello deja dicho hombre común de poder elegir y preferir, y por
consiguiente de escapar al mimetismo instintivo, es decir, al dominio generalizado de los
hábitos.
48

4
CARACTER, TEMPERAMENTO
Y CONSTITUCION
Por E. Ferrer Garriga

El carácter representa un sello, marca o señal con que se distingue la manera de


proyectarse de cada uno. El carácter una actitud, un pronunciamiento, una proyección.
Supone, pues, un conjunto de actitudes psíquicas y afectivas que condicionan el
comportamiento de cada individuo humano. Expresado de otra forma, el carácter es la
proyección de la personalidad que abarca los rasgos humanos en su aplicación social.
El antiguo concepto de carácter congénito ha sido totalmente superado. Hoy
estamos convencidos de que el carácter se adquiere y por tanto es absolutamente
modificable, con independencia de la edad cronológica, tanto en la estructura como en sus
funciones. Estas modificaciones caracterológicas se efectúan por mediación de la actividad
de los individuos y de las influencias del ambiente en que se desarrolla.
Así, pues, el carácter de un individuo no ha de ser nunca base para el juicio moral,
sino tan sólo un conocimiento social referente al modo de actuar de dicho individuo sobre
un mundo circundante y de relacionarse con él (Adler).

***

Sólo puede hablarse de “carácter” si lo asociamos con el mundo circundante. En


caso contrario, no tiene razón de ser. Los rasgos del carácter corresponden, digamos como a
unas líneas que indican los movimientos y la proyección del ser humano, que permiten
identificar su actitud frente al mundo que nos rodea y es, por tanto, un factor de relación.
No hay ni fuerza ni sustratos innatos. Todo en este sentido caracterológico se
adquiere. Naturalmente, ello no impide que las adquisiciones caracterológicas se inicien ya
en edad infantil, como quien dice, desde los pañales.
Como queda dicho anteriormente, la educación y las circunstancias exteriores
ejercen una influencia mucho más definitiva para la ulterior formación del carácter, que los
factores innatos o hereditarios. Es cierto que en el hombre no hay nada con autonomía
absoluta, y por tanto los sistemas endocrino y nervioso confieren una base con la que
formar el carácter. Sin embargo, el carácter definitivo no se consigue más que por un
procedimiento: Con la contienda con el mundo circundante.

***

Es evidente que nada tiene que ver el dinero con el carácter. Si me viera obligado a
establecer una relación entre ambos, diría que el dinero (por lo menos, el “dinero fácil”) es
un estorbo para la constitución de un carácter recio.
Tampoco tiene más carácter quien más cultura posee o quien ha hecho mejores
estudios. Hay personas con notable cultura y con un nivel profesional situado en zona de
49

prestigio, pero da pena el trato con ellos por su apenas incipiente carácter que desde luego
dista mucho del más leve indicio de una plenitud caracterológica.
No se considera cierto que el carácter y la voluntad coincidan siempre. La unión de
ambos es, pues, opcional.
A menudo, y en perfecta libre elección, uno volitivamente prefiere A, aunque se
decida caracterológicamente por B.
Sin embargo, también es cierto, como explica McDougall que la voluntad es el
carácter en acción, lo cual demuestra que ambos fenómenos coinciden, pero sólo
ocasionalmente.

***

El retraimiento caracterológico obedece en muchos casos a una distancia que


colocan los individuos entre sí mismos y sus obligaciones. Cuando una persona no siente
suficiente en sí misma para atacar una obligación y duda de conseguir el éxito que desea
(por regla general, además, se trata de personas vanidosas), entonces se retrae, y para
justificarse procura protegerse con una “distancia” que separa su persona de sus
obligaciones, con el objeto de tener una coartada y preservar, además, sus posibles fallos.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando una persona tiene que ocuparse de un determinado
asunto y se encuentra dedicada a otra actividad muy distinta, porque ha descubierto su
ineptitud para resolver la primera.
El retraído, perteneciente al “problema de la distancia”, se caracteriza por posponer
los enfrentamientos y efectuar rodeos a las obligaciones, aunque en su proceder, siempre su
camino de dificultades de más fácil superación. Sus evasiones y rodeos contienen sus
defectos propios de su naturaleza: Pereza, indolencia, negligencia, etc.

***

Gracias al “problema de la distancia” nos acercamos a la comprensión de aquellas


personas que interponen una distancia más o menos grande entre sí mismas y sus
obligaciones. Para la medición del problema de la distancia se considera su planteamiento
frente a la solución de tres grandes problemas de la vida:
El problema erótico, es decir, la proyección frente al matrimonio, al amor en su
aspecto sexual y al erotismo en términos generales.
El de las relaciones sociales.
Y el de la vocación y cumplimiento profesional
En las tres esferas es donde pueden detectarse los casos de retraimiento
caracterológico, debidos al problema de la distancia que, a modo de protector aislante,
colocan algunas personas entre sí mismas y la resolución frente a los tres estadios
enumerados.
50

TEMPERAMENTO

En el estudio de los temperamentos humanos aún tenemos muy en cuenta los cuatro
tipos de temperamentos establecidos por Hipócrates y que, como usted probablemente
recordará, son: Bilioso, sanguíneo, linfático y nervioso. Procure retenerlos.
Conviene aclarar, pese a todo, que raramente se encuentran temperamentos puros.
Por el contrario, suele haber por lo general unas predominancias de uno o dos tipos sobre
los demás. O sea, que difícilmente se da, por ejemplo, una persona 100 por ciento tipo
sanguíneo; se tratará, por lo habitual, de una persona con preponderancia sanguínea, o bien
bilioso-sanguínea, etc.

***

1. El temperamento bilioso, cuya tez suele tener una tonalidad amarillenta, sugiere
una tendencia motriz en sus manifestaciones. Presenta una predominancia del sistema
osteo-muscular y del humor de la bilis.
Organizador, es duro y exigente consigo mismo. Irritable, a pesar de que soporta los
contratiempos con estoicismo. Sólo consulta con el médico cuando considera que no hay
otra solución.
Se le considera el temperamento de la acritud. Planea, organiza, dirige, promueve,
pero por lo general se siente insatisfecho en forma permanente. Tiene una gran carga
emotiva en rapidez y en cantidad. Necesita moverse y desplazarse. Es emprendedor.

2. El temperamento sanguíneo abriga principalmente una tendencia expansiva. Hay


predominancia del sistema respiratorio-circulatorio y del humor “sangre”.
En su convivir cotidiano fácilmente comete excesos, ya sean de comida, de bebida,
de trabajo, de comunicabilidad, etc. Requiere movimiento y actividad. Dispone de una
constitución física más bien sólida.
Otra característica genérica del sanguíneo es la de ser un bon vivant. Poco
predispuesto a las enfermedades mentales. Tiene una expresividad dinámica y un tono
afectivo agradable. Muestra entusiasmo y suele ser muy liberal en su modo de conceptuar
la vida. Tiene el don de la improvisación, aunque esta ventaja le infiere ocasionalmente una
cierta versatilidad. Requiere aire y espacio.

3. El temperamento nervioso presenta una remarcable tendencia sensitiva con


hegemonía del sistema nervioso del segmento cefálico y un predominio del humor
“atrabilis”.
Resulta emotivo y nervioso, claro está. Respira una cierta tendencia al pesimismo y
se hincha a menudo con una mal disimulada vanidad caracoleada sobre sí mismo.
De constitución delgada por lo general. Posee una notable inteligencia,
predisposición hipersensible a sufrimientos, estados enervados, trifulcas, temores e
insomnios.
El nervioso precisa tener ideología y mantener una actividad pensante sin reposo.
51

4. El temperamento linfático presenta una tendencia pasiva con dominio del sistema
digestivo, del segmento abdominal y con preponderancia del humor “linfa”.
El grado de emotividad del linfático es tenue. Ello le confiere un atributo de
indolencia que, a pesar de todo, tiene sus ventajas de acuerdo con las circunstancias. Así,
frente a situaciones delicadas y comprometidas, la decisión de un emotivo puede resultar
tendenciosa y precipitada, mientras que la de un linfático tiene, por lo general, muchas más
posibilidades de acierto.
Al temperamento linfático le agrada mirar, frenar, comparar y ajustar.
Profesionalmente ofrece mayor interés del que comúnmente se cree.

***

Además de la clasificación temperamental hipocrática, existe otra que también


consta de cuatro tipos:
El sanguíneo, que corresponde al que en la clasificación anterior lleva el mismo
nombre.
El flemático, que corresponde al linfático.
El colérico, que equivale al bilioso.
El melancólico, que corresponde al nervioso.
En efecto, hay una cierta correspondencia bilioso-colérico, que nos induce a pensar
en bilis y en hiel. Colérico con afán de dominio y poder. Desde la infancia poseen una
sensación de valor, fuerza y capacidad. Sin embargo, esta sensación no les basta; quieren
vivirla y demostrarla.
También hay una relación entre nervioso-melancólico. Les surgen dificultades por
todas partes. Prefieren andar con cautela y retroceder antes de arriesgar algo. Por lo general
piensan más en sí mismos que en los demás. Viven más o menos oprimidos por las
preocupaciones de su destino y procuran hacer partícipes de su melancolía a los demás.
Todo ello no impide que su inteligencia sea muy notoria.

***

Existe otra clasificación que divide a los tipos en: Tipo cerebral, tipo muscular, tipo
respiratorio y tipo digestivo.
Fueron sobre todo Sigaud y Mac Auliffe quienes introdujeron esta clasificación, con
la llamada escuela francesa.
Resulta innegable, a pesar de todo, que las tesis temperamentales contemporáneas
provienen y se han formado de las teorías clásicas y antiguas. Por lo tanto, recomiendo al
lector que no quiera especializarse, sino captar tan sólo lo más esencial, que retenga por lo
menos la clásica división temperamental de Hipócrates: Bilioso, sanguíneo, nervioso y
linfático, y que conozca sus predominancias.

***

La división de la escuela francesa se estableció con base en innumerables medidas


fisiológicas que fueron luego convenientemente agrupadas en cuatro:
52

1. Tipo cerebral: Faz triangular, frente curvada, proporción entre tronco y


extremidades.

2. Tipo muscular: Como indica la palabra, predominancia musculosa, extremidades


(brazos) más bien largas, faz de tendencia rectilínea o cuadrada.

3. Tipo respiratorio: Cavidad torácica desarrollada, espaldas anchas, faz con


preponderancia a la forma de rombo, con amplia anchura en los pómulos.

4. Tipo digestivo: Faz de predominio en forma de una pera, cuello robusto y corto,
dominio en el volumen del abdomen y mandíbulas.

***

Para Viola, en este caso representante de la escuela italiana, la actividad humana


reposa en dos grandes núcleos: El de manutención o vegetación a cargo de las vísceras y el
de relación a cargo del sistema nervioso y motriz conexo. Representados por dos tipos: El
brevilíneo y el longilíneo.
Cuando la actividad hegemónica es la referida al primer núcleo queda representada
por el tipo brevilíneo. Y si predomina el segundo tipo de actividad queda representada por
el tipo longilíneo.
El brevilíneo tiene tendencia a desarrollarse en anchura, mientras el longilíneo en
altura.

***

Otra clasificación, quizás la más popular, es la Ernst Kretschmer, según los tres
tipos siguientes: Leptosomo, atlético y pícnico. Al tipo leptosomo también se le llama
asténico.
Es evidente que estos tipos no pueden considerarse dentro de unos moldes
inamovibles y predeterminados. Son resultado de ideas directrices y valores arbitrarios.
Esta importante división psico-fisiológica es fruto del examen de gran número de
individuos con numerosas semblanzas morfológicas, agrupados convenientemente según
medidas antropométricas. De los resultados se obtuvo un valor medio dentro del grupo
peculiar preponderante. Hay individuos que encajan perfectamente con las características
de “tipo”, mientras otros, como es lógico, quedan en posición confusa, digamos difícil de
archivar.
Pues bien, quedan descritos, así hay que considerarlo, como típicos los valores
medios entre los superpuestos o confusos y los nítidamente acentuados y relevantes.
Además de los tres tipos que acabamos de aludir, Kretschmer agrupó distintos tipos
que acusaban diferencias con la división tripartita, bajo la denominación de grupos
especiales “displásticos”.
53

En términos generales, tales grupos ofrecen acusadas desviaciones del promedio


tipológico. Por lo común tienen puntos de contacto morfológicos con los síndromes
disgrandulares de la patología endocrina.

LEPTOSOMO O ASTENICO

Este tipo se caracteriza por ser delgado, de hombros estrechos, piel pálida y perfil
anguloso.
Entre otras cosas añadiremos que, por ejemplo, suelen ser constantes en su peso, no
importa lo que coman.
La faz tiene tendencia a ser triangular. Las manos tienen como armazón huesos
delgados y finos, casi puntiagudos. A grandes rasgos da la impresión de que está demasiado
delgado en todas partes.
El tipo leptosomo suele ser nervioso, de gran vida interior, y por tanto, susceptible y
emotivo. Vive estados de euforia seguidos de otros depresivos, sin explicación aparente.
Por lo general, jamás experimenta la sensación de sentirse suficientemente satisfecho.
Es resentido, capaz de albergar y planear venganzas y rencores. Como es lógico,
también es capaz de grandes generosidades y sacrificios absolutamente altruistas. El premio
será tan sólo su ideal y su fidelidad subjetiva.
Ofrece una cierta tendencia a los complejos. Por lo general presenta una tónica
tendente a lo que se conoce con el nombre de tipo introvertido.

ATLETICO

El tipo atlético se caracteriza por su osamenta recia, hombros anchos, abdomen


tenso y manos grandes.
Ciertamente, el tipo atlético suele corresponder a hombres más bien de talla grande.
Sus músculos están bien desarrollados. Tiene como característica peculiar el estar dotado
de un cuello robusto y largo que, visto de frente, no presenta una figura de tipo cilíndrica,
sino que al estar desarrollados los músculos trapecio forman un cuello con imagen de cono
truncado, es decir, desde los hombros emerge ya una musculatura base que converge hacia
la cara. La piel es gruesa y recia, aunque a veces pastosa.
El atlético se presenta, la mayoría de las veces, como un sujeto tranquilo al que hay
que aguijonear repetidamente para que reaccione. En situaciones comprometidas queda
como pasmado, sin fluidez reactiva. Su hablar es sencillo, casi dificultoso. Rara vez se da
con un orador de preponderancia atlética. Si tiene que efectuar trabajos manuales, suele
servirse de toda la mano, no sólo de los dedos. Son generosos en el empleo de su fuerza que
manipulan con cierta tosquedad. Tienen una voluntad muy tenaz, capaces de trabajo de
gran minucia y con una perseverancia excepcional. Su proceder suele manifestarse en
forma ponderada, lenta y sin grandes crisis. Son aptos para cuestiones que requieran
continuidad.
54

Están como “vacunados” contra los arrebatos impulsivos. Aun cuando son capaces
de alterarse, su sensibilidad es sencilla y fácilmente moldeable.

PICNICO

Las características más notables del pícnico son: Cuello corto y compacto,
perímetro abdominal notable, vientre adiposo y manos blandas.
El pícnico suele estar provisto de un considerable perímetro cefálico, torácico y
abdominal. La faz suele ser más ancha que alta. El abdomen acostumbra a ser rico en grasa.
La piel denota aspecto de blandura, aunque está sumamente tensa en las curvas más
relevantes. Es bastante sensible a las dietas y hábitos alimentarios o descensos en su peso.
En la medición de los tipos pícnicos conviene no influenciarse gratuitamente por la
presencia o ausencia de un vientre adiposo. Hay que observar, además, la proporción del
esqueleto en el cráneo, en el rostro (cara ancha) y en las manos, todo ello con
independencia de la colocación o posición de la grasa. Erróneamente suele tan sólo
considerarse el perímetro abdominal cuando, insistimos, hay que hacerlo además en el
craneal y torácico, tanto o más significativos.

***

El pícnico suele ser un tipo muy sociable. En cualquier nivel cultural es dado a la
conversación, actúa en forma natural y espontánea, incluso a la mayor parte de ellos “se les
escapa la lengua”. Suelen ser humoristas en el sentido corriente de la palabra.
Producen la impresión de que sienten la alegría de vivir. Por lo general son
modestos, aunque chillones. Su emotividad es notable, pero muy versátil.
Maravillosamente dúctiles y sin complicaciones. Su profesionalidad suele ser muy concreta
y específica, sin desdoblamientos intencionales.
Aclaremos, al final de los comentarios de estos tres tipos de Kretschmer, que son
válidos tanto para hombros como para mujeres. Sin embargo, en opinión de Kretschmer, en
las mujeres los cuadros tipológicos muy pronunciados no son abundantes por la menor
diferenciación morfológica que suele presentar el cuerpo femenino.

OTRAS CARACTERISTICAS
TEMPERAMENTALES

Otra diferenciación es la que distingue a los tipos en dos categorías: Extrovertidos e


introvertidos, debido a Carlos Gustavo Jung, psiquiatra y psicólogo suizo nacido en 1875,
que forma parte de la escuela del Psicoanálisis, aunque difiere de Freud en el sentido de que
considera la libido como un deseo de perduración vital, y no meramente expresión de la
sexualidad.
55

Como se sabe, Freud, Adler y Jung son los máximos representantes de la escuela
Psicoanalista, si bien es cierto que el primero de ellos es su genial descubridor. A Adler se
le considera creador de la escuela individual, y a Jung de la analítica.
A criterio de Jung, las dos tendencias extrovertido-introvertido existen en todos los
individuos, pero debido a un sinnúmero de causas psicosomáticas, una de ellas llega a
adquirir en forma casi estable una hegemonía sobre la otra. Cuanto mayor resulte este
predominio, más singularizado y relevante quedará el tipo que se manifieste. Lo importante
de esta pregunta es poner de manifiesto que no hay individuos con una sola de las
tendencias, sino que en todos se presentan juntas con predominio de una de ellas.
Por otra parte, Jung aplicó cuatro variantes a sus dos tipos, el extrovertido y el
introvertido: El sensitivo, el intuitivo, el pensador y el sentimental. De esta forma nos
explica las ocho variantes posibles: Extrovertido-sensitivo, introvertido-sensitivo,
extrovertido intuitivo, etc.

***

En la cuarta década del siglo pasado, Sheldon presentó otra teoría, hasta cierto punto
sin grandes divergencias de las anteriores, basada en la arquitectura corporal de los
individuos unidos en tres grupos a los que corresponden otros tres diferentes prototipos
temperamentales: El endomorfo, el actomorfo y el mesomorfo.
Sheldon, al parecer basó su división en unos estudios blastodérmicos (tipos de
tejidos) y en comparaciones fisiológicas de los individuos.
El tipo ectomorfo acostumbra a ser alto, delgado, y produce la impresión de
debilidad y falta parcial de desarrollo.
El endomorfo corresponde al tipo grueso con órganos internos bien desarrollados,
con dominio preponderante de la amplitud sobre la altura.
El mesomorfo corresponde a la tipología de las personas más bien altas y atléticas,
con aspecto de gozar de unas buenas proporciones y desarrollo.
A tenor, pues, de estas estructuras corporales existen tres posibles variantes
temperamentales.
El sujeto de estructura endomórfica mostrará también una acusada “viscerotonía”,
es decir, una tónica preponderante de las vísceras. Del mismo modo, al ectomorfo le
corresponde una cerebrotonía o tónica cerebral. Se caracteriza por excesiva inhibición,
evita los contactos sociales y tienen predominio las actitudes de retraimiento. Prefiere la
soledad mientras sufre tensiones mentales y desarrolla una actividad anímica. Suele padecer
de insomnio y experimenta graves depresiones. Sus actitudes y movimientos van
acompañados por lo general de reservas y desdoblamientos.
En cuanto al tipo mesomorfo, le corresponde una somatotonía o tónica del cuerpo.
Se sabe y siente satisfecho de su actividad muscular. Le agradan la combatividad y el
establecimiento de competencias. Siente la necesidad de ciertas aventuras físicas a las que
se entrega con generosidad. Cuando ya es mayor, sigue con la idea de contemporizar y
emular a los jóvenes en aspectos físicos.
56

Para acabar, concluyamos diciendo en la teoría de Sheldon se aclara, como en otras


precedentes, que todos tenemos en nosotros una parte de tres tendencias. Todos poseemos
algo de endomorfismo, de mesomorfismo y de ectomorfismo. En algunos sujetos llega a
convivir una situación de equilibrio en la que se hace difícil buscar la tendencia
predominante. Sin embargo, por lo general hay influencias notorias que permiten su
identificación.
57

5
LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Manual Merck
de Diagnóstico y Tratamiento

A continuación presentamos la TABLA 191-1 del Manual Merck de Diagnóstico y


Tratamiento, y su respectivo comentario en las páginas 1556 y 1557, que presentan los
mecanismos de defensa que acusan trastornos psiquiátricos, leves y graves.
Este material fue incluido en resumen en la Tesis Doctoral CBUP, del Dr. Sergio
Romaní Larrea, M. D., Líderes evangélicos de alto riesgo, Lima, julio del 2011, en que
enfoca estos problemas como presentándose también en la experiencia de pastores
evangélicos.
58

MECANISMOS MENTALES PARA


AFRONTAR LAS SITUACIONES

Esto es lo que se llama “defensas” o “mecanismos de defensa” (Ver Tabla 191:1).


Son utilizados inconscientemente por todo el mundo. Sin embargo, en personas con
trastornos de personalidad, esos mecanismos tienden a ser inmaduros y poco adaptados.
Para que el individuo se dé cuenta de la inadecuación de sus mecanismos defensivos es
necesaria una confrontación reiterada en un concepto psico-terapéutico prolongado o en las
relaciones con otras personas.
Sin la frustración que les aporta el entorno, los sujetos con trastornos de
personalidad pueden estar insatisfechos consigo mismos o no. Quizás busquen ayuda
debido a la presencia de síntomas como ansiedad y depresión o de un comportamiento mal
adaptado (por ejemplo, consumo abusivo de sustancias, vengatividad, etc.), consecutivo a
su trastorno.
A menudo no ven la necesidad de la terapia, y son sus familiares, amigos o alguna
persona de una institución social, quienes les aconsejan hacerla, porque su conducta causa
dificultades en sus relaciones con los demás. Como estos pacientes suelen percibir sus
propios conflictos como leves y ajenos a sí mismos, los profesionales de salud mental
encuentran difícil hacerles ver que el problema radica realmente en ellos y en su manera de
ser.

***

Las personas con trastornos de personalidad graves presentan altos riesgos de


hipocondría y consumo abusivo de alcohol u otras drogas, así como de comportamientos
violentos o autodestructivos. Estas personas pueden desarrollar un estilo parental
incoherente, desapegado, hiper-emocional, de maltrato o irresponsable, lo que conduce a
sus hijos a padecer problemas psiquiátricos o médicos.
Las personas con un trastorno de la personalidad es menos probable que acaten la
pauta de tratamiento prescrita, e incluso si lo hacen su sintomatología, ya sea psicótica,
depresiva o ansiosa, responde mucho menos a los fármacos. Los pacientes con trastornos de
personalidad a menudo resultan muy frustrantes para las personas de su entorno, incluidos
los médicos, que tienen que vérselas con los temores irrealistas, las excesivas demandas, el
sentimiento de tener derecho, las deudas impagadas, el cumplimiento y la tendencia a
difamar de estas personas. Igualmente, pueden causar angustia a otros pacientes, que se ven
expuestos a su comportamiento desmesurado o exigente.

DIAGNOSTICO Y CLASIFICACION

El diagnóstico se basa en la observación de una pauta reiterada de comportamiento


o una forma de percepción que produce malestar y altera el funcionamiento social, aun
cuando el paciente no tiene conciencia de aquélla, y a menudo se resiste al cambio.
59

El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, en su Cuarta Edición


(DSM-IV) divide los trastornos de personalidad en tres categorías: A) Raro-Excéntrico, B)
Dramático-Emocional, y C) Ansioso-Temeroso.
Nos importa más observar el Grupo A, que abarca cuadros de personalidad
paranoide, personalidad esquizoide y personalidad esquizotípica.

GRUPO A

PERSONALIDAD PARANOIDE

Las personas con este tipo de trastorno de personalidad suelen ser frías y distantes
en las relaciones personales o bien controladoras y celosas si llegan a establecer vínculos.
Tienden a reaccionar con suspicacia ante los cambios de situación y a encontrar
motivaciones hostiles y malévolas tras los actos triviales, inocentes e incluso positivos de
los demás.
Con frecuencia estas actitudes hostiles son la proyección de su propia agresividad
(ver también cap.193).
Cuando creen que han confirmado sus sospechas, o a veces reaccionan de una forma
que puede sorprender o asustar a los demás, estos pueden responder entonces con enfado o
rechazo (por identificación proyectiva), lo que permite al paranoide justificar sus
sentimientos iniciales.
Las personas paranoides tienden a adoptar medidas legales contra otros,
especialmente cuando se sienten heridos en su dignidad y cargados de razón, pero son
incapaces de ver su parte de responsabilidad en el conflicto.
En su trabajo estas personas pueden ser notablemente eficientes y juiciosas, aunque
por lo general necesitan trabajar en un aislamiento relativo.
Las tendencias paranoides pueden desarrollarse entre personas que se sienten
particularmente segregadas a causa de un defecto o una minusvalía. Así, por ejemplo, una
persona con sordera crónica puede creer erróneamente que hablan o se ríen de ella.

PERSONALIDAD ESQUIZOIDE

Las personas con este trastorno de personalidad son introvertidas, retraídas,


solitarias, emocionalmente frías y distantes.
La mayor parte del tiempo están absorbidas en sus propios pensamientos y
sentimientos y temen la cercanía y la intimidad con los demás. Son reticentes, proclives a
las ensoñaciones diurnas y prefieren la especulación teórica a la actividad práctica.
60

PERSONALIDAD ESQUIZOTIPICA

Como los esquizoides, quienes padecen este trastorno de personalidad están


socialmente aislados y emocionalmente desvinculados, pero además muestran rarezas
cognitivas, de percepción y de comunicación, tales como pensamiento mágico,
clarividencia, ideas de referencia o ideación paranoide. Estas rarezas sugieren
esquizofrenia, pero nunca son lo bastante graves para cumplir los criterios diagnósticos de
dicho cuadro (cap. 193). No obstante, se cree que estas personas tienen una mutación en la
expresión fenotípica (espectro variable) de los genes causantes de esquizofrenia.

GRUPO B

PERSONALIDAD LIMITE
(BORDERLINE)

Las personas con este trastorno de personalidad, predominantemente mujeres,


presentan inestabilidad en su propia imagen, estado de ánimo, conducta y relaciones
interpersonales. El trastorno se hace evidente al comienzo de la edad adulta, pero tiende a
disminuir o estabilizarse con el paso del tiempo.
Estas personas se sintieron privadas de los cuidados adecuados durante su infancia y
en consecuencia se sienten vacías, con ira y con derecho a exigir atención. Debido a ello
son incansables buscadoras de afecto.
Este tipo de personalidad es, con mucho el que se ve con más frecuencia en los
departamentos de asistencia psiquiátrica y otros tipos de servicios sanitarios.

GRUPO C

Dentro del Grupo C hay que considerar la personalidad depresiva (masoquista).


Las personas con trastorno de personalidad depresiva están crónicamente
malhumoradas, preocupadas y pendientes de sí mismas. Su aspecto pesimista inhibe las
iniciativas y desalienta a quienes pasan mucho tiempo con ellas. La propia satisfacción es
para los individuos inmerecida y pecaminosa. Inconscientemente creen que su sufrimiento
es un mérito necesario para granjearse el amor o la admiración de los demás.
Este trastorno de persona suele considerarse como una forma de temperamento que
no da lugar a la disfunción social.
61

6
ENFERMEDADES PSICOLOGICAS
Por E. Ferrer Garriga

Vamos a pasar revista ahora, aunque sea solamente a algunas de las principales
enfermedades o alteraciones psicológicas. Trataremos en primer lugar de lo que en
psicología se entiende por distimia.
Aunque en su aplicación habitual la distimia se refiere a las fases depresivas en que
puede hallarse un sujeto en término genérico, una distimia es una alteración de ánimo.
Si las condiciones psicológicas de los individuos fuesen constantes obtendríamos un
“estado afectivo base”. Resulta evidente que todos sufrimos alteraciones más o menos
notables con relación a este estado-base. Las distimias son normales si están dentro de unos
límites ponderados y lógicos, pero si se exceden su posición es anómala.
Este puede ser el elemento-símbolo que induce a situaciones psicológicas
anormales, como la ciclotimia.

LA CICLOTIMIA

Es un estado de ánimo caracterizado por oscilaciones entre unas fases eufóricas y


otras depresivas. Tales oscilaciones se producen con gran facilidad y de una manera
bastante regular. El individuo ciclotímico pasa períodos de euforia, de alegría, de espíritu
proyector, alternando con otros períodos de depresión, tristeza y agobio. Estos períodos
suelen ser regulares. Ahora bien, los condicionamientos externos adelantan o retrasan con
increíble facilidad el movimiento cíclico. Así, cuando un individuo está en un período
pesimista, triviales coincidencias favorables adelantarán la etapa productiva. Pero cuando
se presenten de nuevo síntomas depresivos, cualquier nimieza desfavorable ayudará a su
desarrollo.
Las distimias o alteraciones de ánimo pueden obedecer a diversas causas de tipo
objetivo o subjetivo. Las objetivas son denominadas exógenas, y provienen del mundo
exterior. No son graves, por cuanto la causa que las ha provocado resulta ser de naturaleza,
digamos, justificada.
Por el contrario, las distimias endógenas tienen sus raíces en la vida subjetiva, en
una predisposición más o menos innata y pueden constituir, en casos violentos, una grave
dolencia mental.
62

EL TEMPERAMENTO
CICLOIDE ANOMALO

La denominación cicloide corresponde al carácter maníaco que, en igualdad de


condiciones objetivas, lo mismo siente por ellas entusiasmo o angustia. Supone, por lo
tanto, un predominio de distimias endógenas, desproporcionadas y de difícil cura
psicoterapéutica.
El funcionamiento del temperamento cicloide suele ser la base de otra enfermedad
mental más grave que se manifiesta en la locura maníacodepresiva por lo que resulta labor
difícil marcar una separación nítida entre el estado cicloide y la locura maníacodepresiva.
Sin embargo, en estricta teoría hay diferencias profundas entre un concepto y otro. El
estado cicloide tiene raíces neuróticas, mientras que la locura maníacodepresiva las tiene
psicopáticas, y por esto el tratamiento y la cura son más difíciles y limitados.
La diferencia entre los estados anormales psicóticos radican en el conocimiento o
alienación del estado real por parte del sujeto.
Veámoslo más claro en el siguiente ejemplo: Una persona que nos cuenta que
mantiene diálogos con sus antepasados ya fallecidos puede dar lugar a dos suposiciones:

1. Que por motivos de fantasía, vanagloria, egoísmo, interés o simple vedetismo,


esta persona nos cuenta estas cosas, aunque ella misma no las cree.

2. Que en verdad ella crea con absoluto convencimiento que lo que cuenta es
verdad.

***

En el primer caso se trata de una neurosis que puede ser leve y pasajera o grave y
perdurable. En el segundo se trata de un auténtico psicópata. No será preciso aclarar que el
primero es susceptible de una completa cura, lo cual es mucho más difícil en el segundo.
Entre las psicopatías como vemos mucho más graves que las neuropatías, quizás las
más extendidas son las que conocemos con las denominaciones de locura maníaco
depresiva, megalomanía y esquizofrenia.
Las tres constituyen estados de psicopatía. Hay que decir que, por lo general,
provienen de estados neuróticos que han llegado a un desarrollo exagerado. En los párrafos
siguientes estudiaremos someramente las principales manifestaciones de estos tres estados
mentales anómalos. La locura maníaco-depresiva además ya ha sido comentada.
En lo que se refiere a las enfermedades neuróticas citaremos entre las más conocidas
a las siguientes: Neurastenia, histeria, ciclotimia e hipocondría.
El ciclotímico había sido comentado, por lo que pasaremos ahora a ocuparnos en
primer lugar, tal como habíamos anunciado, de las psicopatías.

***
63

Como queda indicado en respuestas anteriores, la locura maníaco-depresiva, que es


una enfermedad emocional, está dentro de las características del temperamento cicloide con
altibajos, períodos depresivos y otros eufóricos.
En el estado maníaco alto el sujeto se muestra charlatán, irritable, con una actividad
en situación acelerada. Su chorro de palabras es a veces incongruente y sin sentido. Mezcla
conceptos y pensamientos; su expresión deviene incoherente.
Por el contrario, en el estado depresivo, se despliega una actividad muy por debajo
de la normal, tanto en el aspecto corporal como en el anímico. Da la impresión de que el
paciente quiere “retirarse” de la vida, que le resulta insoportable, y piensa en salirse de ella
no importa por qué medios. En los casos más graves llega casi a una inamovilidad total, con
una mudez prácticamente absoluta.

***

Pasemos ahora a la megalomanía. ¿Habrá usted oído alguna vez la frase “delirios de
grandeza”? Pues aquí estamos, aunque claro está, no en su sentido normal, sino en casos
verdaderamente patológicos. Creyéndolo de buena fe, el sujeto experimenta unas
concepciones falsas entre su persona y el mundo que lo rodea. Se atribuye una importancia,
una casta, una posición, unas fantasías que nada tienen que ver con la realidad. Al
alcoholismo crónico se le imputa la culpabilidad de buena parte de los casos de
megalomanía.
En cuanto a la esquizofrenia, la psicopatía más extendida, presenta cuatro categorías
principales: Simple, paranoica, catatónica y hebefrénica.
La demencia senil se considera como un deterioro de la actividad mental. Para
expresarlo de otra manera, como si fuesen ya unas facultades muy usadas que han tenido su
desgaste y se hallan deterioradas. Al principio, dado que se presentan casos esquizofrénicos
en muchas personas maduras y aun en jóvenes (entre quince y treinta años), se la denomina
también demencia precoz, con el objeto de separarla de la demencia senil, mucho más
comprensible. Al parecer, la incidencia de esquizofrénicos es superior en las ciudades que
en las áreas rurales.

***

En cuanto a nuestra pregunta correcta, digamos que a la categoría simple


corresponden quienes muestran una pérdida de interés por el mundo externo, con deterioro
de su inteligencia y de la expresión emotiva.
La categoría paranoica corresponde a quienes exageran o desvirtúan la realidad;
desproporcionan la importancia de los hechos; creen que los demás siempre están pensando
o hablando de ellos y tienen un grado de susceptibilidad y orgullo absolutamente anormal.
A la categoría hebefrénica atañen las formas juveniles de la demencia precoz. Su
proceder es raro y se detecta un comportamiento de naturaleza fragmentada.
Y finalmente, a la categoría catatónica corresponde la tipología esquizofrénica que
se caracteriza por una inhibición o rigidez, total o parcial, en algunos de los sistemas
psicomotores.
64

LA NEUROSIS

La neurosis o psiconeurosis no supone ninguna enfermedad. Se trata de un desorden


nervioso-emocional y falta de adecuada concomitancia entre la personalidad del sujeto y las
situaciones externas.
Muchos son los motivos que se han considerado como causantes de la neurosis: El
aprendizaje y adaptación a los convencionalismos sociales (en algunos casos, impuestos
casi a la fuerza bruta) son motivos con grandes posibilidades de formar tendencias
neuróticas. Será conveniente aquí recordar la teoría del Psicoanálisis, que con mucho
acierto procura curar la neurosis mediante la liberación de los instintos reprimidos.

LA NEURASTENIA

La neurastenia es una modalidad neurótica, una debilidad nerviosa que se manifiesta


principalmente por una extrema debilidad física y/o mental. Se acusa a las preocupaciones,
temores, ansiedades, etcétera, como causantes de este estado neurótico. Tanto el insomnio
como el sueño desmedido pueden constituir síntomas de neurastenia.
El alcohol y las enfermedades somáticas también son influyentes en forma decisiva.
El “mal humor neurasténico” (cualquier nimieza es causa de irritabilidad) es una sabia frase
popular que ha tildado con nitidez este habitual proceder.
La escuela psicoanalítica de Freud atribuye la neurastenia a un trauma de naturaleza
sexual.

LA HISTERIA

El histérico puede ponerse celoso por cualquier majadería. Expresa simpatía u odio
con una gratuidad sorprendente. Suele vivir con una ingenuidad de conceptos infantiles y
limitadísimos. Hay niños que tienen una amplitud conceptual muy superior a la de un
histérico.
Ellos procuran evitar trabajos y responsabilidades y quedar marginados de las
situaciones comprometidas. Ni hacen ni dejan hacer. Como la mayor parte de los cicloides,
invierten su tiempo en forma muy desigual. Duermen, incluso en forma irregular y mucho
más de lo necesario, mientras por otro lado malgastan energías en futilezas improductivas.
Los ojos de los histéricos son muy delatores de sus estados de ánimo.
65

LA HIPOCONDRIA

La hipocondría supone, además, una tendencia hacia la tristeza. Pero lo que la


singulariza es una ansiedad morbosa sobre la propia salud y la tendencia a exagerar las
dolencias, sean reales e incluso imaginarias.
En este caso, el acusado provocador de esta neurosis radica, en términos generales
en el surmenage. La atención del sujeto se concentra en el funcionamiento de sus órganos.
Cree que inevitablemente, ya sean sus riñones, sus intestinos o su hígado están sujetos a
grandes dolencias.
En casos exagerados, la hipocondría puede llegar hasta una psicosis. Sin embargo,
su tratamiento suele ser más fácil que el de otras neurosis, y desde luego, no es tan
parasitario socialmente como el histérico o el neurasténico.
66

7
LA PSICOLOGIA CLINICA
Por Grace Arthur

La Psicología Clínica es el estudio científico de los procesos mentales de individuos


que a causa de un desorden intelectual o emocional necesitan diagnóstico y terapia. Las
disciplinas más estrechamente vinculadas con la Psicología Clínica son, por una parte, la
Neurología y la Psiquiatría, y por otra la Educación y la Sociología.
Los primeros instrumentos de examen ideados para su empleo en este campo fueron
las escalas de inteligencia destinadas a la identificación de aquellos niños que por sus
insuficiencias intelectuales debían recibir educación en institutos o clases especiales. La
aplicación de estas escalas a los débiles mentales permitió descubrir que en rigor, entre
ellos se encontraban todos los niveles de capacidad y que a causa de formas crónicas de
perturbación de la conducta se les había atribuido debilidad mental.

***

Por otra parte, se comprobó que entre los reclusos en institutos penales, muchos
eran débiles mentales y requerían cuidado permanente.
Advertida la necesidad de medicaciones más precisas, las escalas fueron revisadas,
ampliadas hasta los niveles superiores y perfeccionadas, proceso que aún hoy continúa.
En sus distintas traducciones y revisiones, la Escala Binet-Simon fue
entusiastamente recibida, pero pronto quedaron en evidencia sus limitaciones y los
verdaderos alcances de su utilidad. En un esfuerzo por integrar las evaluaciones aisladas en
otra unitaria con mayor sentido, después de la construcción de diversos tests no verbales, se
construyó la Escala de Tests de Ejecución de Pintner y Paterson.
La construcción de sucesivas escalas de ejecución con método estadístico mejorado
ha significado un incremento de su valor predictivo. Por cierto, también este proceso
continúa.

***

Los estudios acerca del desarrollo infantil normal realizados con creciente cuidado
del detalle y precisión en las observaciones, permitieron obtener nuevas normas para la
evaluación de la conducta de los pacientes clínicos.
La estandarización de baterías de tests de rendimiento escolar suministró un nuevo
recurso para evaluar la fuerza o la debilidad relativas de los pacientes clínicos en diversos
aspectos de la vida escolar. Con el propósito de identificar los campos donde el individuo
desajustado pudiera lograr una mejor adaptación, se concibieron nuevos tests de destreza
mecánica, y no tardó en comprobarse que en muchos individuos la aptitud mecánica es
menos importante que el interés por esa actividad. A este descubrimiento siguió la
construcción de una serie de tests de interés.
67

***

Entretanto, mediante la obtención de gran cantidad de juicios subjetivos de cada


individuo, se intentaba medir objetivamente ciertas tendencias del comportamiento, al
mismo tiempo que sus concomitantes emocionales. La clasificación de sus respuestas
produjo resultados frecuentemente más reveladores que cualquier comunicación subjetiva.
A medida quelas normas alcanzaban una mejor estandarización, el valor de los
resultados aumentaba. El perfeccionamiento de esta clase de cuestionarios es visible en los
tests de clasificación de tarjetas, del tipo Inventario Multifásico de Personalidad que
produce respuestas correspondientes a distintos patrones según los diferentes tipos de
individuos y las diferentes clases de desorden mental. Estos patrones son de gran interés
para estudiar las diferencias de las formas emocionales y de comportamiento en los
distintos grupos culturales, y pueden ser prácticamente empleados por el médico psicólogo
a fin de revelar las tendencias a la anormalidad de pensamiento, sentimiento y
compartimiento en adolescentes y adultos de ambos sexos.

***

El Test de las Manchas de Tinta, estructurado a modo de instrumento clínico por


Rorschach fue utilizado ya en 1895. En 1930 Beck informó sobre los diagnósticos de
personalidad por medio del test de Rorschach. En la actualidad, el psicólogo clínico puede
comparar evaluaciones basándose en dos tests estandarizados, acerca de individuos en los
que se sospecha la existencia de marcadas desviaciones de la personalidad normal.
En los comienzos de la medición objetiva y cuantitativa de las características más
fácilmente observables de la capacidad y de la incapacidad mental, la preocupación de los
psicólogos estaba concentrada en el proceso de crecimiento y en las etapas sucesivas que
conducen a la madurez mental. A menudo, los psicólogos clínicos tenían conciencia de que
sus instrumentos de medición no eran los más apropiados para su empleo con ciertos
adultos, especialmente aquellos de escasa educación y limitada experiencia.

***

En 1930 Babcock relató un experimento relativo a la medición del deterioro mental,


y en el mismo año Conrad publicó un informe sobre la declinación de la inteligencia.
Aparecieron nuevos informes y en 1939 la Escala Wechsler-Bellevue proveyó
normas de deterioro comparables a las de crecimiento que se empleaban habitualmente.
Mediante el desarrollo de escalas para la medición de diferentes clases de capacidades, los
psicólogos clínicos han intentado identificar los indicadores de éxito y de fracaso que
tienden a acompañar a tipos específicos de comportamiento en diversas situaciones de la
vida. La información suministrada por observaciones de esta naturaleza ha realzado el valor
de muchos tests desde el punto de vista clínico.
Dado que el psicólogo clínico observan los mismos fenómenos que a su vez
estudian el neurólogo, el psiquiatra, el trabajador social y asistente escolar, las tareas de
unos y otros se complementan mutuamente.
68

***

El campo particular del psicólogo clínico comprende la medición y el


establecimiento, en términos cuantitativos, de los hechos observados e informados en
términos subjetivos por otros investigadores y la interpretación y generalización, basada en
una acumulación de datos cuantitativos (normas) de los hechos acerca de los cuales él
informa. Esta interpretación y generalización constituyen simultáneamente el diagnóstico y
la base para la terapia.
El psiquiatra basa gran parte de sus juicios en normas subjetivas estructuradas a
través de años de experiencia. El psicólogo clínico basa muchos de sus diagnósticos,
precisamente sobre tales normas subjetivas, en dominios en los cuales se carece de
suficientes datos cuantitativos. No obstante, la meta del psicólogo clínico es el remplazo,
tan rápido como sea posible, de las normas subjetivas por normas objetivas, mediante la
acumulación de datos cuantitativos obtenidos en condiciones experimentales controladas.
69

8
DISPUTA ENTRE
LA PSICOTERAPIA RELIGIOSA
Y LA PSICOTERAPIA CIENTIFICA

Lo que podría llamarse la última escaramuza en el largo conflicto suscitado en


Europa entre la ciencia y la religión tuvo lugar en un pasado próximo, apenas una
generación atrás: La disputa estalló entonces entre la nueva psicoterapia científica del Siglo
20 y la psicoterapia religiosa conocida en los países de habla alemana como Seelsorge
(cuidado de las almas).
Sigmund Freud, integrante de la rama psicoanalítica de la psicoterapia científica,
hizo pública esa controversia mediante un ataque a la psicoterapia religiosa y el
supernaturalismo con el que ella estaba tan estrechamente vinculada.
Considerando a la religión como una especie de superstición, aunque atribuyéndole
cierto valor desde el punto de vista terapéutico, Freud intentó explicarla en Die Zukunft
einer Illusion (1927), como una gran neurosis compulsiva que, a través de simple
encubrimiento de las neurosis menores que la vida es capaz de suscitar, brinda una falsa
sensación de seguridad.
Tales neurosis, según él, se originan en el temor y la resignación que el niño
experimenta ante su padre cuya existencia frustra los deseos sexuales incestuosos que su
madre le inspira, los que en la edad adulta permanecen latentes en el super-yo,
susceptibles de ser reactivados por cualquier tipo de estímulo libidinal.

***

La concepción de Freud que atribuía a la religión el carácter de una neurosis


compulsiva no era nueva en su obra expuesta por primera vez en Zwangshandlungen und
Religionsübungen (1907).
La amplió más tarde en Totem und Tabu (1912-1913).
Posteriormente, en Die Zukunft einer Illusion sostuvo que en su calidad de
subsidiaria del supernaturalismo, la psicoterapia religiosa había pasado a ser, a la luz de los
extraordinarios adelantos de la psicoterapia científica, definitivamente anticuada, y estaba
condenada, por lo tanto, a seguir el camino de todas las ilusiones pre-científicas.

***

Por su parte, los representantes de la psicoterapia religiosa respondieron al ataque de


Freud con una tentativa de defensa del carácter no ilusorio y el auténtico valor
psicoterapético de la religión: Admitieron que el Seelsorger5 moderno requería amplios
conocimientos de psicoterapia científica y procuraron dilucidar su posición aludiendo a lo
genérico en la naturaleza de la religión de la Seelsorge.
5
Es decir, un psicoterapeuta religioso.
70

Werner Gruehn, un psicólogo religioso experto en teología, que fue el principal


expositor del enfoque experimental de la psicología de la religión, inspirado en la escuela
de Wurzburgo, definió la Seelsorge im Liche der gegenswärtigen Psychologie (1927),
como el cuidado del alma.
Tradicionalmente, el significado del Seelsorge, también denominada “teología
pastoral”, “teología práctica”, “Cristoterapia”, “terapia neumática” y “orientación
espiritual”, había sido el cuidado del alma, concebido como una consolación espiritual a
cargo de los clérigos que la iglesia asignaba oficialmente.
En esta psicoterapia, el alma afligida recibe los efectos terapéuticos como emanados
de Dios, del Salvador o de la Iglesia, y la intervención del clérigo es en tales casos,
únicamente la de un mediador.

***

El cuidado del alma así interpretado es factible mediante la asistencia material, el


consejo, la instrucción, el estímulo, la penitencia, el interés, la comprensión, la confianza, la
simpatía, la indulgencia, la lucha, la convivencia, el testimonio de la salvación a través de
Cristo y la plegaria mediadora. Existe, según Gruehn una clave en tal tipo de atención: El
amor activo, la caridad, la ayuda semejante a la que hemos recibido.
Así orientado, este pionero amplió el significado que tradicionalmente se atribuía al
concepto de Seelsorge. En primer término, al tiempo que asimilaba numerosos elementos
valiosos de la psicoterapia científica en cuanto concierne a las causas y la terapia de los
trastornos de la personalidad, insistió en el carácter neumático o espiritual de la
Seelsorge, cuyo inapreciable componente, el amor, suele ser precisamente lo que falta en la
terapia científica. Y ésta, sin él, es poco más que “metal que resuena y címbalo que retiñe”.

***

En segundo lugar, Gruehn procuró extender la práctica de la Seelsorge, que hasta


entonces se consideraba limitada a los clérigos: “El cuidado del alma no ha de incluir tan
sólo la prédica, la instrucción destinada a la confirmación, la liturgia y las misiones de
adoctrinamiento, sino también la asistencia de cualquier índole que una persona brinda a
otra, ya sea la del médico que auxilia a su paciente, la de la madre que ayuda a su hijo, la
del amigo que socorre a su amigo; todo tipo de ayuda que corresponda a motivos profundos
lleva naturalmente en sí el carácter de orientación espiritual.”
“La Seelsorge”, agrega, “no es una tarea de exclusiva incumbencia del pastor.”

***

En tercer término, Gruehn cree a ciencia cierta que el mayor alcance de la


Seelsorge, según él la concibe, ha de preservar necesariamente su carácter pneumático (es
decir, espiritual), en un sentido verdaderamente profundo.
El Dios del cual emanan todas las bendiciones se convierte en un Dios de amor. El
alma desilusionada es conducida así a través del amor desinteresado, de la fe
inquebrantable, de la esperanza y la caridad cuya imagen es entonces la persona que en el
71

ejercicio de la Seelsorge se preocupa sinceramente por su prójimo hacia una permanente


fe en un poder trascendental hacia una vida interior nueva y relativamente fructífera. En
consecuencia, Dios deja de ser el personaje de las fantasías infantiles para adquirir vívida
realidad en la persona de un auténtico amigo, tan necesario. Y es precisamente esta nueva
manera de llegar a Dios la que lleva la paz al alma atribulada.
En nuestra época el Seelsorger no puede limitarse a proponer un más allá mejor, a
“girar una letra de cambio sobre las estrellas”. Su misión verdadera consiste en salvar almas
para este mundo.

***

En cuarto lugar, cuando con el objeto de abarcar cuanto de valor existe en la


psicoterapia científica, se amplía el sentido de Seelsorge, Gruehn considera que tal tarea
implica el deber de adquirir el mayor conocimiento posible acerca de la psicología general,
de la psicología religiosa, de la psicoterapia científica, de la pedagogía, etc.
“¿Quién puede conocer el alma humana mejor que quien desea prestarle ayuda?”
¿Qué es, en última instancia Seelsorge sino “psicología aplicada desde un punto de
vista pneumático?

***

En su Psychoterapy, Scientific and Religious (Londres, 1939), Markus Gregory


expone una opinión casi absolutamente coincidente con la de Werner Gruehn. Aunque la
psicoterapia lega (es decir, la científica) y la espiritual o pneumática se han desarrollado en
el pasado independientemente hasta cierto punto una de otra, existen entre ambas
muchos puntos de unión, numerosos valores que cada una puede asimilar de la otra. De esa
mutua prestación de valores surgirá, según Gregory, el Seelsorger del futuro, que ha de ser
a un tiempo Dios y hombre.
Gregory afirma asimismo que “el poder del sanador ideal” depende de su
identificación con el paciente, la que en última instancia está basada sobre el mayor de los
dones: El amor. Así, el sanador que persiga la apoteosis, será odiado por los “dioses”, pero
el amor del sanador ideal, en cambio, está seguramente destinado a hallar “la adoración”.

***

La institución, por una rama del Verein katholischer Akademiker, y por reuniones
celebradas en Kevalaer durante tres días consecutivos de marzo en los años 1925, 1926 y
1927, constituyó un paso concreto en pos de una ampliación de la Seelsorge que permitiera
asimilar el bagaje de la psicoterapia lega y proveer al Seelsorger del máximo conocimiento
posible concerniente a la etiología y la terapia de los trastornos de la personalidad. Tales
reuniones incluían la lectura y el examen conjunto de trabajos a cargo de médicos,
teólogos y pedagogos acerca de “las cuestiones límite de la terapia religiosa y la
científica” que Wilhelm Bergmann ordenó y publicó luego en tres volúmenes (en 1926,
1927 y 1928 respectivamente) con el título de Religion und Seelendeiden.
72

Considerando que todo este programa había sido auspiciado por la Iglesia, el candor
y la liberalidad manifiestos tanto en la exposición de los factores constitucionales,
fisiógenos y sociógenos que influyen en el trastorno de la personalidad como en la libre
discusión de los métodos sean los psicoanalíticos o los de la Psicología Individual de
diagnóstico y tratamiento de los desórdenes funcionales resultan sorprendentes.

***

Más importante aún en este sentido es la sincera admisión de sus errores de parte de
los terapeutas eclesiásticos, quienes reconocen que se comete un desacierto al impartir,
mediante la instrucción religiosa, una noción ingenuamente antropomorfa de Dios. Para
millares de seres humanos Dios aparece a lo largo de la vida como un tirano desalmado y
antipático, como un padre más colérico, más caprichoso y menos razonable aun que el
propio. Aun una noción antropomorfa de Dios que lo presentara como un amigo o como
una madre resultaría más agradable.
La idea de un Dios airado y el temor del día del juicio suelen conducir a la angustia
y al remordimiento, lo mismo que la creencia en el diablo, que en ocasiones origina brotes
epidémicos de brujería. También el excesivo celo de algunos maestros de religión y su
intolerancia ante la imperfecta religiosidad de sus alumnos fomentan la aparición de
complejos enfermizos de desconfianza y exagerada escrupulosidad, y estados de aprensión,
desaliento y melancolía.
Por su parte, el estímulo al misticismo en las personas predispuestas a la histeria,
favorece un tipo soñador de religiosidad cuyo efecto patológico ulterior suele incluir las
esperanzas infundadas, los deseos morbosos, la ansiedad, el autismo y la existencia
imaginaria en un mundo fantástico de hadas.

***

Si bien la confesión católica se basa sobre los valores catárticos de la higiene mental
y de la psicoterapia, su éxito depende en gran medida del confesor-padre que está expuesto
a error, sea porque carece de la preparación científica necesaria para desempeñar
correctamente el papel de Seelsorger, o por falta de Einfühlung (empatía) con el alma del
confesante, o porque el afecto que él mismo le inspira es en exceso erótico o simplemente
porque ha fomentado cierto tipo enfermizo de remordimientos.
Considerando la religiosidad de la actividad psiquiátrica sincera, y la índole
psiquiátrica de la religiosidad, a las que atribuían fundamental importancia Prinzhorn,
Scheltze-Maizier, Jaspers y Jung propusieron soluciones tendientes a lograr la integración
de las partes en conflicto.

***

En su Psychotherapie (1929), Hanz Prinzhorn procuraba el establecimiento de una


base común, no sólo para la psicoterapia religiosa y científica, sino también para las
distintas escuelas de esta última que rivalizaban entre sí.
73

En su carácter de filósofo de la psicoterapia, Prinzhorn considera que la causa


primordial de las neurosis reside en un exagerado egocentrismo, y en consecuencia cree que
el principio fundamental de la psicoterapia ha de ser, precisamente, la reducción de ese
egocentrismo a través de cualquiera de los diversos medios existentes que permitan desviar
la atención del neurótico y orientarla hacia algo más amplio que su propia persona, ya sea
una tarea, la anotación de sus sueños, el psicoterapeuta, un amigo, la sociedad, un maestro,
un sacerdote o Dios

***

El egoísmo exagerado es anormal: El hombre es por naturaleza un animal social. La


deflación del yo ha de lograrse evitando en lo posible la intrusión, dado que existe el riesgo
de que en caso contrario el neurótico caiga nuevamente en su egotismo, más morboso esta
vez.
En este campo, todo depende de la personalidad del psicoterapeuta: Ya sea un
maestro, un sacerdote, un médico, un pastor o un amigo, el psicoterapeuta debe poseer ante
todo, además del imprescindible conocimiento general de la personalidad humana, una
comprensión plena de simpatía, un amor profundamente arraigado hacia el prójimo en
realidad un sentimiento de auténtica religión, cuyas dificultades él ha de ayudar a
resolver sin pensar en honorarios, ni en el tiempo que ello requerirá, ni en la oportunidad o
la inoportunidad del problema.
La receta de Prinzhorn para dar con el psicoterapeuta ideal es mezclar “un sagaz
sacerdote de cada una de las grandes comunidades religiosas, un abogado, un maestro, un
psicólogo, un filósofo docto y tres médicos cuya base biológica sea verdaderamente
sólida”.

***

La posición de Friedrich Schultze-Maizier, expuesta años atrás en su artículo,


“Individual Psychologie und Religion”, aparecido en el Handbuch del Individual
Psychologie de Wexberg (1926) resulta, no obstante la cronología, notablemente similar a
la de Prinzhorn: “La Psicología Individual no es una religión; es una ciencia del alma
humana cuya elaboración práctica es posible a través de la psicoterapia y la educación, de
la obra social y la Seelsorge. Entre sus problemas fundamentales están la doctrina del
“punto ciego” del egotismo, la patología de toda subjetividad por complejo concentrada en
sí misma, y el poder curativo de un enérgico sometimiento del egotismo al servicio de la
sociedad. Y es precisamente esta noción de sociedad, que con tanta razón constituye el eje
de la teoría y la práctica de la Psicología Individual, la que conduce necesariamente a las
formulaciones religiosas del problema.”
La Psicología Individual hace bastante que reeditar la verdad del Nuevo
Testamento; otorga un moderno significado psicológico a las palabras: “El que pierda su
vida por mi causa, la hallará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre si gana todo el mundo y
pierde su alma?” (Mateo 16:25, 26).

***
74

Ya en 1919, mucho antes de que la controversia tomara estado público, Karl


Jaspers, psiquiatra y psicólogo de la cultura, había intentado en su Psychologie der
Weltanchauungen, una integración de la Seelsorge y la psicoterapia científica. Según él la
concibe, el alma enferma, religiosa o no, necesita esencialmente un sostén (Halt), algo en lo
cual puede depositar absoluta confianza y que estime de infinito valor.
Mientras vive, el hombre evalúa, y dado que los valores son objetivaciones de sus
poderes intrínsecos (predisposiciones motivacionales, pasiones), crea multiplicidad de
ellos, muchos antagónicos. En consecuencia, cuando el ser humano organiza su vida,
experimenta la imperativa necesidad de establecer una jerarquía de valores que, por sí sola
otorga según la expresión de Eichele persönliche Zuspitsung, es decir, una definida
característica personal.
La evaluación humana alcanza su nivel más bajo con el escepticismo y el nihilismo,
el autoritarismo; por su parte el liberalismo y el patriotismo, dada la finitud del sostén que
proveen, constituyen valores capaces de ofrecer al hombre una satisfacción relativamente
estable aunque contingente. Si bien irracional y sustentado sólo por el poder de la fe, un
apoyo en lo infinito es el valor supremo: Con semejante apoyo, el espíritu se siente infinito
y libre.
Para Jaspers, la misión de psicoterapeuta, ya sea científico o religioso, consiste en
ayudar al individuo a establecer una jerarquía de valores que jamás ha de ser impuesta
desde fuera, sino originada en su interior.

***

Basado en los hallazgos del Psicoanálisis, Carl C. Jung, en Modern Man in Search
of a Soul (1934), afirma que la restricción del término “religión” a una así llamada fe
ortodoxa o tradicional, impuesta al individuo desde fuera aun cuando se trate de una fe
muerta o moribunda, constituye el principal obstáculo en el camino hacia una alianza
entre la Seelsorge y la psicoterapia científica. Sólo cuando el término “religión” aluda a una
vívida fe personal, al estimulante entusiasmo que, destinado a preservar la salud de su alma
nace espontáneamente en el individuo, quedará libre de escollos el camino hacia el
entendimiento entre la Seelsorge y la psicoterapia científica.
Jung considera que la tentativa de imponer una moral y una religión tradicionales en
el alma humana es una de las causas fundamentales del conflicto neurótico. La imitación de
Cristo o de cualquier otro personaje pertenezca o no al pasado, puede constituir el
origen de una personalidad disociada. La tarea esencial del psicoterapeuta, sea religioso o
científico, consiste en conducir al alma enferma hacia una organización vital propia del
paciente, que ha de surgir de la peculiaridad de su propia vida intuitiva, y naturalmente de
las circunstancias que la determinan. En lugar de adoptar una religión ajena “pre-fabricada”
el alma individual debe quedar en libertad de hallar su propio camino hacia la salvación:
Unicamente así podrá ejercer su función autopsiquiátrica, es decir, autocurativa, natural.

***
75

La disposición favorable de los defensores del poder curativo de la religión para


proponer o aceptar re-evaluaciones de sus conceptos de religión y Seelsorge, expuestos en
este trabajo, y su decisión de aprovechar las conquistas logradas por la psicoterapia
científica en materia de etiología y terapia de los desórdenes de la personalidad, contribuyó
no poco al rápido cese de las hostilidades.
Al parecer, la esencia de las nuevas formulaciones puede ser expresada en los
siguientes términos: En la religión de primera mano (first hand religión), la imperativa
necesidad del alma humana individual de procurarse un sostén, de restablecer su equilibrio,
de recuperar su serenidad es el origen de los valores trascendentales, es decir, absolutos,
que el individuo adjudica a la paz del alma y a los medios aptos para conquistarla.
Evidentemente, la religión es concebida, así como emanada de tendencias ganzheitliche
holísticas o autocurativas del alma misma. En un cierto sentido vitalista, la religión es
la vis curatrix animae (la fuerza curativa del alma) en movimiento. Espontáneamente el
alma perturbada intenta “recobrar su plumaje”, enderezarse, en síntesis, convertirse en su
propio Seelsorger, mediante un acto de carácter afirmativo. Los psicoterapeutas, ya sean
religiosos o científicos, no pueden ofrecer más que su ayuda para la autocuración
espontánea del alma.

***

Cuando el medio al que se ha otorgado un valor trascendente para obtener la


paz del alma es un amor absorbente hacia la humanidad, la religión del individuo asume un
carácter tal que procura no sólo la salvación secular de su propia alma, sino también la de
las otras.
En su tentativa de lograr un acuerdo entre la psicoterapia secular y la eclesiástica,
Gruehn, Prinzhorn, Gregory, Schultze-Maizier y Jung parecían contemplar una noción de
religión de primera mano semejante a ésta que hace hincapié en la pérdida de la propia
alma con el fin de salvarla en una positiva salvación. En consecuencia, el psicoterapeuta
científico, absolutamente consagrado a la salvación de almas humanas conquista por si
mismo el derecho de ser llamado psicoterapeuta religioso, y su dedicación exclusiva a tal
tarea, de la que en última instancia depende su propia paz interior, merece plenamente el
nombre de religión, más aun, la persona de un terapeuta de esta clase brinda al paciente
mismo una nueva vía de acceso a Dios.
76

9
PSICOANALISIS DE
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Por Moisés Chávez

Lo que mi tío, Don Quijote de la Mancha, refirió respecto de las visiones que tuvo
en la cueva de Montesinos dejó intrigados a muchos investigadores, entre ellos a una
interesante pareja ibérica, una Duquesa conocida con el epíteto de “la Bella Cazadora”, por
su belleza y su afición a la caza, y su esposo el Duque, ambos súbditos del reino de Don
Clavijo y de Doña Antonomasia.
La Duquesa y el Duque, prácticamente habían dedicado sus vidas a la investigación
de los misterios del alma de Don Quijote y de su escudero, Sancho Panza. Estaban
saturados de la literatura que acerca de ellos circulaba en todo el reino de España, y parecen
haberla hecho lectura obligatoria para todos sus súbditos, al juzgar de la manera cómo éstos
colaboraban tan perfectamente con los designios de sus amos todo el tiempo que tuvieron el
honor de alojar en su palacio a Don Quijote y a Sancho.

***
77

La Duquesa y el Duque, exponentes de los avatares de su tiempo, al comienzo no


tenían objetivos ni antropológicos ni psicoterapéuticos, sino que asumieron tal dedicación
como pasatiempo, pues si algunos persiguen la adrenalina, ellos perseguían la hilaridad que
les provocaba el desenvolvimiento histriónico de sus huéspedes.
Más adelante, la Duquesa y el Duque se abocarían a gastarles bromas pesadas
montando para ello espectaculares escenarios en su palacio y alrededores; eso sí, sin faltar
en la apariencia el respeto y la honra debidos a sus honorables huéspedes.
Sirva de ejemplo el montaje escénico que hicieron para la aparición del fantasma del
mago Merlín, que acudió a su convocatoria con el propósito de revelar a Don Quijote la
clave definitiva para el desencantamiento de su amor, Doña Dulcinea.

***

Merlín se expresa en sofisticado verso, y en la última estrofa hace esta emotiva


revelación a Don Quijote:

¡A ti, oh varón
como se debe por demás alabado!
A ti, valiente juntamente y discreto
Don Quijote de la Mancha,
esplendor de España, estrella:

Que para recobrar su estado primo


la sin par Dulcinea del Toboso,
es menester que Sancho, tu escudero,
se dé tres mil azotes y trescientos
en ambas sus valientes posaderas
al aire descubiertas y de modo
que le escuezan y le amarguen y le enfaden.

Y en esto se resuelven todos cuantos


de su desgracia han sido los autores,
y a esto es mi venida, mis señores.

***

De más está decir que la escena de la aparición del mago Merlín en el Castillo
Ducal había sido diseñada por la Duquesa misma, que gracias a su argucia había llegado a
saber que Sancho era el culpable de la credulidad de Don Quijote, de que su amada
Dulcinea estaba encantada.
Sancho había fraguado esta mentira que Don Quijote se creyó toda su vida; y por
cierto, Merlín se mostraría como que sabía el fondo de las cosas y vio que el
desencantamiento de la dama dependía de un castigo ejemplar bonitamente aplicado a las
valientes podaderas del sin par escudero.
Por supuesto, Sancho Panza protestó de la receta francesa diciendo:
78

¡Válate el diablo por modo de desencantar! ¡Yo no sé qué tienen que ver mis
posas con los encantos! ¡Por Dios que si el señor Merlín no ha hallado otra manera cómo
desencantar a la señora Dulcinea del Toboso, encantada se podrá ir a la sepultura!
A lo cual Don Quijote replicó con justa razón y lleno de ira:
¡Tomaros he yo, don villano, harto de ajos, y amarraros he a un árbol, desnudo
como vuestra madre os parió!
Oyendo lo cual dijo Merlín:
No ha de ser así; porque los azotes que ha de recibir el buen Sancho han de ser
por su voluntad y no por fuerza, y en el tiempo que él quisiere; que no se le pone término
señalado. . .
Dicho sea de paso, en lo que le quedaba de vida, Sancho simuló darse sólo unos
cuantos azotes de buena voluntad, que en realidad caían sobre el tronco de un árbol, aunque
los gritos sí eran suyos.

***

¿Qué es lo que ocurría con Don Quijote de la Mancha?


¿Qué de verdad y qué de mentira había en su relato de su experiencia en la sima de
la cueva de Montesinos en medio de una multitud de personas hechizadas por las artes
mágicas de Merlín o de algún otro desalmado encantador?
La Duquesa y el Duque creían que su estado de somnolencia nada tenía que ver con
encantamientos y que habría sido resultado del aire viciado de la cueva. Don Quijote
todavía estaba en tal estado de somnolencia cuando Sancho y el estudiante lo subieron a la
superficie e intentaron revivirlo dándole vueltas sobre el suelo, “como quien enrolla una
alfombra”.
La opinión de Sancho Panza era que su amo y señor había estado en el fondo de la
cueva más loco de lo que solía estar en la superficie. La mención de Don Quijote, que en la
entrada del Toboso, Doña Dulcinea era una de las aldeanas que huyeron en sus acémilas
que era invención de Sancho, le fue indicio de que todo el recuento de Don Quijote era
mentira.
Pero la Duquesa y el Duque llegaron a creer que en verdad afloraron en su sueño las
dos temáticas que le obsesionaban estando despierto: Los personajes de las novelas de
caballería andante y la visión etérea de su amor juvenil.

***

Fue así que, basados en la inquietud sincera de Don Quijote por verificar la
autenticidad de su experiencia en la cueva de Montesinos, la Duquesa y el Duque hicieron
las debidas conexiones para que mi tío Don Quijote aceptara someterse al análisis de su
alma llevado a cabo por el archifamoso Príncipe de los Encantadores, que no hay que
confundirlo con el mago Merlín.
Echado en un diván, en un cubículo pequeño, y conversando plácidamente con
quien analizaba su alma, Don Quijote podría experimentar la consumación de su orgasmo
con su amada Dulcinea, además de esclarecer el enigma que el mono adivino de Maese
79

Pedro se encargó de enredar al decirle de las cosas que vio en la cueva de Montesinos que
“parte eran verdad y parte, mentira”.

***

El momento oportuno, porque se tendría que prescindir esta vez de la omnipresencia


de su fiel escudero, sería mientras éste se encontraba juramentando y asumiendo su sitial de
señor Gobernador de la ínsula Barataria.
El medio para viajar a Viena, el remoto lugar donde estaba el Príncipe de los
Encantadores sería necesariamente por vía aérea, mediante el “Clavileño”,2 un tosco
caballo de madera, ancestro directo del aeroplano. Su efectividad para el transporte aéreo
habían comprobado previamente Don Quijote y Sancho Panza cuando “volaron” sobre él
como recurso para desencantar a la Condesa de Trifaldi y a las dueñas3 del palacio ducal.
Usted recordará que gracias a la vehemencia de la sin par pareja de Don Quijote y Sancho
Panza, ellas recuperaron su hermoso y femenino rostro, libre de la estúpida y asquerosa
barba varonil que les creció a causa de los malévolos encantamientos tan en boga en la
España de ese tiempo, e incluso de hoy.

***

¿Acaso aquel “vuelo” previo no formaba parte de la estratagema de la Duquesa para


contar con el asentimiento de Don Quijote para viajar a Viena y someterse finalmente al
PSICOANALISIS?
Quien lea la historia al respecto se dará cuenta que después de haber sido vendados
Don Quijote y Sancho (cosa de rigor, como ajustarse los cinturones en los aeroplanos de
nuestro tiempo), su “avión” en realidad no despegó, ni hizo ningún viaje, ni aterrizó, y lo
que ellos experimentaron fue nada más que “efectos especiales”.
Así se nos relata el final de esa previa aventura, el emotivo aunque peligroso
momento cuando el Clavileño “aterriza” de regreso: “Todas estas pláticas de los dos
valientes oían el Duque y la Duquesa y los del jardín, de que recibían extraordinario
contento. Y queriendo dar remate a la extraña y bien fabricada aventura, por la cola del
Clavileño le pegaron fuego con unas estopas, y al punto, por estar el caballo lleno de
cohetes tronadores, voló por los aires con extraño ruido y dio con Don Quijote y Sancho
Panza en el suelo, medio chamuscados.”

***

Como Don Quijote y Sancho Panza habían hecho ese exitoso “viaje” previamente,
no fue difícil convencerle a Don Quijote para que enfrentara otra aventura semejante,
aunque con mayores garantías técnicas para su seguridad física, ya que esta vez se le
presentaba la gran oportunidad de su vida, la oportunidad de desencantar ya no a extrañas,
sino a su amada Dulcinea, y encontrarse con ella ya no en las profundidades de la cueva de
Montesinos, sino en las profundidades de su propia alma.
Para empezar, esta vez el piloto del Clavileño no sería Don Quijote mismo, porque
él iría cómodamente recostado en el interior, a la manera de los héroes aqueos que fueron
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metidos a Troya en el interior del famoso caballo Paladión. El piloto, que a manera de
timón manipulaba la clavija que había en la nuca del Clavileño, sería Malambruno, también
él encantador, aunque de baja ralea, quien asumiría la empresa para implementar su
curriculum vitae.

***

En el vientre del Clavileño se había dispuesto un diván acolchado para que sobre él
Don Quijote fuera sometido a hipnotismo en una sola sesión de Psicoanálisis, sin tener que
descender en su destino, donde le esperaba el famoso psicoanalista.
Corría en todas las comarcas de Europa la fama de este mago encantador, más
poderoso que Merlín, que era conocido como el Príncipe de los Encantadores, y cuyo
nombre famoso era Segismundo Duerf.
Sólo él podría desencantar a Don Quijote y a Doña Dulcinea del Toboso, que
aparecía y desaparecía en la vida consciente y en los sueños eróticos de mi valeroso tío.

***

Las cosas resultaron tal cual fueron planeadas y el psicoanálisis de Don Quijote de
la Mancha dio el siguiente resultado:
Contrario a la opinión de Sancho Panza, Don Quijote no era loco de atar; pero su
psiquis era propensa a oscilar fácilmente entre el mundo consciente y el inconsciente, sobre
todo en circunstancias patéticamente eróticas como las que él experimentaba a diario.
El problema de mi tío, como ocurre con muchas personas reprimidas, era que a
manera de compensación psicológica su subconsciente afloraba más frecuentemente de lo
común, y no sólo en sueños, sino también en estado alerta, lo que técnicamente se llama
“soñar despierto” y a lomo de bestia.
Este montaje consciente-subconsciente, según algunos encantadores es locura, y
según otros es cordura. La verdad es que la línea divisoria entre la locura y la cordura aún
no ha sido definida por los encantadores y sabios de la CBUP.

***

Don Segismundo Duerf decidió que en algún momento de su vida su Dulcinea, la


hermosa aldeana de quien Don Quijote se enamoró, le vio a él y se enamoró de él, y esperó
de parte de él una declaración de amor que condujera al fuego del lecho, si no al fuego de
un hogar legalmente constituido. Esto revela el detalle de que en la cueva de Montesinos,
por medio de una dama de su entorno ella le mandó pedir prestado a Don Quijote una
media docena de reales como una señal simbólica de entrega y dependencia emocional de
mujer a marido. Pero, ¡qué piña! Don Quijote era “misio”, y llevaba en el bolsillo nada más
que cuatro reales.
El psicoanálisis de Don Quijote de la Mancha presenta a Dulcinea, es decir, a
Aldonza, como una chica adolescente que vivía en el toboso de Tournavista. Gracias a la
regresión se aclaró que Aldonza no era su nombre de pila, sino su diminutivo de cariño. Su
81

verdadero nombre era Aldi, cuya hermosa imagen se quedó impregnada para siempre en el
corazón de Don Quijote, la misma que él volvería a ver en el estado consciente y libre de
hechizos al final de su vida, una vez llegado el momento de consumar su matrimonio
virtual.

***

El informe que Don Segimundo Duerf, Príncipe de los Encantadores, remitió a la


Duquesa y al Duque, firmado y en sobre lacrado, termina con una nota hermenéutica que
dice sexualmente:

El ser humano no se compone de cuerpo, alma y espíritu, a la manera de una pizza


de tres tajadas (lo que se llama “tricotomía”). En realidad es una unidad psico-corporal
indivisible que incluso incluye su atuendo. Por eso mismo los fantasmas de los muertos
pueden ser reconocidos no sólo por su atuendo interior, que es su cuerpo, sino también por
su atuendo exterior. Sólo su fantasma de Don Augusto Gil tiene la osadía de exhibirse ante
las damas más católicas de Celendín, todo sipralla.4
Descifrando esta nota psicológica, resulta que la psiquis impregna el cuerpo, y
viceversa, y la unidad psico-corporal se desenvuelve en tres dimensiones o submundos
separados, pero que bajo ciertas condiciones se intercomunican. Estos submundos son: El
Consciente, el Subconsciente y el Inconsciente, a los cuales se podría añadir el
Inconsciente Colectivo, que ha sido recientemente explorado por un discípulo mío, Carlos
Jungo.
El Subconsciente es el submundo más próximo al Consciente y a menudo aflora en
los tests de asociación de ideas y en sueños como los que experimentó Don Quijote en la
cueva de Montesinos. Hablando de simbolismos, la sima de la cueva de Montesinos
simbolizaría el Subconsciente, y el exterior de la misma el Consciente.
El Inconsciente es un submundo más profundo y puede aflorar mediante sueños,
pero no es de fiarse de la claridad del mensaje simbólico de los mismos. Es más confiable
hacer que aflore mediante el hipnotismo o sueño inducido con el propósito de lograr la
regresión y explorar el origen de los traumas psicológicos.
Por ahora no penetramos más hondo, al Inconsciente Colectivo que tiene que ver
con la herencia étnico-cultural que casi se fusiona con lo genético, y que es la causante de
diversos fenómenos que se explican erróneamente como re-encarnación.
En resumen, declaramos que la experiencia de Don Quijote de la Mancha no es
otra cosa que. . . ¡locura funcional!

Firmado: Dr. Segismundo Duerf

***
82

Es evidente el éxito del Príncipe de los Encantadores, aunque es cierto que, como en
el mundo azul de los galanes, el que encanta también desencanta.
Su éxito es proverbial, no obstante sus excesos expresados en su obra Die Zukunft
einer Illusion, respecto de que la religión “cura las neurosis menores de la vida sólo para
dejar al individuo en poder de una gran superstición”.
Expresiones como éstas le han merecido cierta aureola de rechazo en medio de
algunos círculos cristianos medievales, lo que no ha ocurrido en Israel de acuerdo con la
palabra que dice: Yehudí, im ki jatá, yehudí nishar (el judío, aunque peque, judío se queda).
Es así que en Yafo, en las inmediaciones del muelle donde el profeta Jonás se embarcó
rumbo a España para escaparse del Dios de Israel, sin imaginarse que en la travesía se lo
iba a tragar una ballena. . . A pocos metros del monumento que los israelíes le han
levantado a esa ballena, hay un museo dedicado al legado de Don Segismundo Duerf.
En ese museo, si acercas bien tus ojos y pegas bien tu nariz para observar de cerca
los detalles de las valiosas piezas artísticas en filigrana que se exhiben, verás que todos
ellos son casualmente eso: Minúsculos culos en perfecto caos, para honrar la interpretación
de Freud de los traumas psicológicos, como que derivan de una sintomatología de
naturaleza sexual.
83

10
CONCLUSIONES
Por Moisés Chávez

De manera especial el último artículo, el de F. C. Sunmer sobre la “Disputa entre la


psicoterapia religiosa y la psicoterapia científica”, conecta los intereses del pastor
evangélico y el campo de la psicología.
La razón para que se diera el conflicto es que tanto la psicoterapia científica
llamada “científica” por su conexión con la práctica experimental, no por razón de
conclusiones que fuesen absolutas como la psicoterapia religiosa estaban funcionando de
manera digna, al menos en ciertos sectores o países de la Europa anterior a la Segunda
Guerra Mundial.
La fuerte reacción de Freud y de Jung contra la práctica psicoterapeuta vinculada
con la religión (católica, protestante-evangélica, y por cierto también judía), se explica más
bien sobre la base de “celos profesionales”. La oposición de Freud a las prácticas religiosas
a las que catalogó como “supersticiones”, no es exactamente de la misma naturaleza que la
oposición materialista de los marxistas.

***

Lo que observamos en el fondo del conflicto, es que los partidarios de la Seelsorge


o cuidado pastoral del alma a partir de postulados bíblicos, nos han dejado un noble
ejemplo a seguir.
Ellos aprendieron y valoraron los aportes de la psicoterapia experimental o
“científica”, en lugar de descalificarlos ligeramente. Ello hizo posible la ulterior
cooperación entre los psicoterapeutas seculares y los religiosos, sean pastores evangélicos,
sacerdotes católicos o rabinos judíos. Pero ello fue posible sobre la base de una
capacitación profesional a conciencia por parte de los partidarios de la Seelsorge, por lo
cual también tenemos que felicitarles.

***

¿Qué enseñanza práctica derivamos de las enseñanzas de la presente separata


académica?
Que los pastores evangélicos deben estar capacitados profesionalmente en el campo
de la Psicología como los propulsores de la Pastoral en Austria, Alemania y otros países de
Europa desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Estamos conscientes que esto es
demasiado que pedir del pastorado latinoamericano, que en la mayor parte de los casos ni
siquiera exhibiría iniciativa ni capacidad como para delegar casos de atención
psicoterapéutica a los especialistas competentes.
Sin embargo, tenemos una plataforma a partir de la cual nos habremos de proyectar
hacia un futuro promisorio que no tiene por qué ser tan distante: El pastor debe conocer los
casos “problemáticos”, es decir, las personas problemáticas de su rebaño, en primer lugar, a
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fin de no dejarse manipular de ellos y evitar que manipulen a los demás miembros de la
iglesia y terminar perdiendo soga y cabra, coadyuvando a su propia eliminación de la labor
pastoral.
Simultáneamente, debe atender a su labor de consejería pastoral desde el sitial del
púlpito, enfocando traumas y soluciones a partir de la analogía de casos de estudio que
encontramos en la Biblia misma. Esto puede hacer diseñando sus sermones a manera de
biografías de personajes bíblicos, como las del rey Saúl y del rey Acab. Pero hará esto, con
el aporte de su conocimiento de materiales bibliográficos como la presente separata
académica, y no escarbando en su propia imaginación, como los que descubren América
cada día del año.

***

¡Qué mejor que enseñar sobre Jacob-Israel, sobre Esaú, sobre Rebeca, sobre David,
sobre Abimelec, enfocando sus casos desde un punto de vista psicológico bien elaborado!
Pero no por ello ha de desmerecer los casos de estudio de fuentes extra bíblicas.
Sirva el ejemplo del recurso de Alfred Adler del cuento infantil de Pulgarcito, o del
testimonio de Beethoven, de Miguel Angel, etcétera, aunque sin llegar al extremo del
Complejo de Edipo, que si se pudiese dar u ocurrir, sería en el caso de un ser patológico
raro, digamos uno del tipo de Nerón, pero no en la sociedad humana, donde se enfatiza el
adjetivo “humana”.
En fin, si la presente separata académica fuese utilizada en el ámbito de las
instituciones teológicas en América Latina, recomendamos que cada uno de sus artículos o
escritos sea sometido a la metodología del estudio de casos, como lo hemos hecho en la
California Biblical University of Peru (CBUP).

***

A manera de Conclusión incluimos nuestra historia corta, “Psicoanálisis de Don


Quijote de la Mancha”, no tanto para gozar del riquísimo factor de la ficción cervantina (la
historia mía se basa en una historia de mi tío, Don Quijote) que nos va a divertir mucho,
sino por las lecciones sobre Psicología y sobre el Psicoanálisis de Freud que incluye en su
parte final.
Esta historia nuestra se inspira en las dimensiones del alma humana Consciente,
Subconsciente e Inconsciente, cuya exploración es mérito del judío Sigmund Freud, y
nadie en su sano juicio lo intentará arrebatar de sus manos.
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INFORMACION IMPORTANTE

Para tener información sobre la Biblia Decodificada del Dr. Moisés Chávez sírvase
acceder a la separata, Biblia Decodificada.
Para tener información sobre la Biblia Reina-Valera Actualizada (RVA) sírvase
acceder a la separata, Biblia RVA.
Para tener información sobre el contenido de las 1.050 historias cortas, 165
separatas académicas, 150 libros, 76 tesis de grado CBUP y los volúmenes del Indice
Expurgatorius – Libros Prohibidos que conforman la Biblioteca Inteligente MCH, sírvase
acceder a la información que presenta la separata, Biblioteca Inteligente.
Para obtener información sobre los Estudios Universitarios del CEBCAR y de la
CBUP-VIRTUAL, sírvase acceder a la separata, Estudios Universitarios CEBCAR-CBUP.
Para tener acceso a la bibliografía de la Biblioteca Inteligente MCH, sírvase acceder
al documento, Bibliografía WORD.

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