Tecnica Casación

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 21

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

Magistrado ponente

AP3816-2023
Radicación 63791
Acta 238

Bogotá, D. C., seis (6) de diciembre de dos mil veintitrés


(2023).

VISTOS:

Se pronuncia la Sala sobre la admisibilidad de la


demanda de casación presentada por el defensor de DOVIS
GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR contra la sentencia proferida el
7 de marzo de 2023 por la Sala Penal del Tribunal Superior de
Montería, mediante la cual confirmó la dictada por el Juzgado
4° Penal Municipal con Función de Conocimiento de esa
misma ciudad que lo condenó como coautor del delito de
tentativa de extorsión agravada.
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

HECHOS:

El 4 de diciembre de 2010 DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ


SALAZAR, a. «flaco» o «taxista», y José Luis Hernández
Salazar, a. «Poncho», se comunicaron telefónicamente con
Manuel Jerónimo Herazo Marzola. Presentándose como
postulados de la Unidad Nacional de Justicia y Paz, le
exigieron cuatro millones de pesos a cambio de no testificar
en contra de su hermano Hirán José Herazo Marzola, quien
estaba privado de su libertad en el Establecimiento
Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Montería
donde ellos también se encontraban recluidos.

Luego de varias negociaciones, el 7 de diciembre


siguiente Manuel Jerónimo Herazo Marzola acudió a la
cafetería de Almacenes Éxito del centro comercial Alamedas
del Sinú de Montería. Allí entregó un sobre con tres millones
de pesos a Jennifer de Jesús y Fiorella Inés Brunal Fabra.
En ese momento, miembros del Gaula de la Policía Nacional
que habían sido alertados sobre lo que sucedía capturaron a
las mencionadas ciudadanas.

ACTUACIÓN PROCESAL:

El 12 de marzo de 2013, ante el Juzgado 3° Penal


Municipal de Montería con Función de Control de Garantías,
la Fiscalía General de la Nación imputó a DOVIS GRIMALDI
NÚÑEZ SALAZAR el delito de tentativa de extorsión agravada
–arts. 244, 245-9, 58-10 y 27 de la Ley 599 de 2000–. El

2
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

procesado no aceptó el cargo. Se le impuso, en la misma


fecha, medida de aseguramiento de detención preventiva.

El 21 de mayo siguiente, ese Despacho judicial hizo lo


propio respecto de José Luis Hernández Salazar, quien
tampoco aceptó su responsabilidad en la conducta atribuida.

Presentado el escrito de acusación y sus anexos en


contra de los involucrados, la correspondiente audiencia
tuvo lugar el 19 de marzo de 2014 en el Juzgado 3° Penal
Municipal de Montería con Función de Conocimiento. En
ésta se ratificó el comportamiento imputado y adicionó el
nombre de dos testigos, una entrevista y un informe pericial.

La actuación fue reasignada al Juzgado 4° de la misma


categoría. La audiencia preparatoria se surtió el 15 de
septiembre de 2016 y el juicio oral el 10 de agosto y 20 de
noviembre de 2020.

José Luis Hernández Salazar se allanó al cargo


atribuido el 24 de marzo de 2021. Por tanto, solo en contra
de NÚÑEZ SALAZAR se tramitó el presente proceso.

El debate probatorio continuó el 6 de julio, 5 y 26 de


agosto, 20 de septiembre, 2 y 9 de noviembre, 13 de
diciembre de 2021, 18 de mayo, 12 de julio, 1° de agosto y
1° de septiembre de 2022. En esta última sesión, el Juzgado
de Conocimiento anunció el sentido condenatorio del fallo y
agotó la diligencia de individualización de la pena.

3
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

La sentencia en contra de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ


SALAZAR fue emitida el 15 de septiembre de 2022 por el
delito de tentativa de extorsión agravada –arts. 244, 245-9 y
27 de la Ley 599 de 2000–. Se le impuso la pena principal de
96 meses y 15 días de prisión y multa de 2.000 salarios
mínimos legales mensuales vigentes y, por igual término, a
la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas. Negó cualquier mecanismo
sustitutivo de la pena privativa de la libertad, inclusive la
prisión domiciliaria con sustento en su condición de padre
cabeza de familia.

El defensor apeló ese pronunciamiento y la Sala Penal


del Tribunal Superior de Montería, por intermedio del fallo
recurrido en casación dictado el 7 de marzo de 2023, le
impartió confirmación.

LA DEMANDA:

Cargo único: Nulidad por quebrantamiento del


debido proceso

La irregularidad lesiva del debido proceso sucedió a


juicio del recurrente en la audiencia preparatoria,
específicamente en el procedimiento de entrega del
descubrimiento probatorio que la Fiscalía hizo al abogado de
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR. Después de que su
antecesor puso de presente ante el juez de primera instancia
que no había recibido la correspondiente documentación, el
funcionario judicial consideró que era de su resorte verificar

4
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

en la «Defensoría porque igual está el oficio donde se


remitieron las pruebas. El otro [abogado de Hernández
Salazar] igual tiene todas las copias también, entonces igual
las puede conseguir».

El defensor público fue privado de la posibilidad de


examinar en el momento procesal oportuno los elementos
materiales de prueba y evidencias físicas con los que se
sustentó la acusación en contra de su representado, lo que
imposibilitó que ingresara al juicio «con las mismas armas
para, de forma defensiva u ofensiva, crear y soportar una
teoría del caso (…), máxime si luego de la audiencia
preparatoria está vedado solicitar el decreto de pruebas, a
menos que sea por circunstancias excepcionales».

De haberse realizado en debida forma el descubrimiento


probatorio de la Fiscalía, el profesional del derecho habría
solicitado el testimonio de Fiorella Inés Brunal Fabra,
compañera permanente del procesado José Luis Hernández
Salazar. Ella, como testigo directo, podría haber refutado la
supuesta participación de NÚÑEZ SALAZAR en el delito
atribuido. A pesar de que la fiscal la llamó a declarar en el
juicio, desistió de su práctica ante la imposibilidad de
ubicarla, impidiendo que la defensa la contrainterrogara.

También dejó de pedir el testimonio de Diógenes Alberto


Muñoz Morelo, apoderado judicial de los acusados y
supuesto facilitador de las reuniones con Hirán José Herazo
Marzola, así como el de los «guardianes del INPEC» –cuyos
nombres no se especificaron–, que permitieron que se

5
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

llevaran a cabo esos encuentros. Igualmente, omitió requerir


los registros de las cámaras de seguridad que evidenciarían
las visitas de abogados a DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR
y José Luis Hernández Salazar.

Resulta desacertado, en criterio del censor, descartar


los anteriores razonamientos basándose en que el defensor
público convalidó el vicio denunciado al no presentar
objeciones en etapas previas, como durante el juicio oral o en
la sustentación de la apelación, debido a que se trata de una
«irregularidad extrema». El juez tenía la obligación de
garantizarle «obten[er] las pruebas» y el «espacio suficiente
para estudi[ar] las mismas».

Para el casacionista, en conclusión, se desconoció a su


asistido «la estructura del debido proceso». Procede, como
consecuencia, casar la sentencia impugnada y decretar la
nulidad de todo lo actuado desde la audiencia preparatoria.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE:

1. De conformidad con el sistema de procedimiento penal


regulado en la Ley 906 de 2004, la demanda de casación debe
cumplir unos presupuestos de fundamentación como
condición para ser admitida. Estos requisitos, previstos en los
artículos 183 y 184, inciso segundo, buscan evitar que este
medio de impugnación se convierta en una tercera instancia
en la cual los sujetos procesales postulen todo tipo de
propuestas sin ningún rigor argumentativo y en
desconocimiento de la lógica del recurso extraordinario.

6
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

La primera de las mencionadas normas exige al censor


presentar la demanda señalando de manera precisa y concisa
las causales invocadas y sus fundamentos. Por su parte, la
segunda establece que no se seleccionará cuando el
demandante carece de interés, prescinde de señalar la causal,
no desarrolla los cargos de sustentación o de su contexto se
advierta fundadamente que no se precisa del fallo para cumplir
alguna de las finalidades del recurso.

2. Es innegable que la demostración de la nulidad


invocada por el abogado de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ
SALAZAR, quien cuenta con interés para pretender en
casación que se resguarde el debido proceso de su
representado, es menos exigente en comparación con otras
causales. Sin embargo, esto no lo exime de adherirse
estrictamente a los principios fundamentales que la rigen y
cumplir con una carga mínima de sustentación.

El recurrente debe identificar la clase de irregularidad


sustancial que justifica la invalidación de la actuación,
determinando si afecta su estructura o garantías procesales,
así como precisar los fundamentos fácticos, las normas que
considera infringidas, el momento procesal en que ocurrió la
anomalía y el alcance específico de la misma.
Adicionalmente, es necesario demostrar que la nulidad
constituye el único remedio efectivo y extremo para
restablecer el derecho vulnerado.

7
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

En el presente asunto, el casacionista se limitó a


señalar que el desconocimiento del debido proceso por
afectación sustancial de su estructura se presentó cuando se
impidió al entonces defensor de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ
SALAZAR construir adecuadamente su teoría del caso y
solicitar la práctica de pruebas trascendentales. Esto habría
ocurrido en la audiencia preparatoria, cuando el juez de
conocimiento desatendió sus observaciones sobre el
procedimiento de entrega del descubrimiento probatorio que
sustentó la acusación de la Fiscalía y continuó la diligencia.

Resulta manifiesto, entonces, que no cumplió


satisfactoriamente con la carga procesal de fundamentar de
manera adecuada su demanda. A pesar de que identificó
correctamente la naturaleza de la irregularidad, su alcance,
el momento procesal en que se produjo y los fundamentos
fácticos, no demostró que en el trámite se haya incurrido en
alguna irregularidad procesal sustancial que deba
remediarse a través del mecanismo extremo de la nulidad.

La Sala, al revisar la actuación procesal, advierte que


sus reproches no se ajustan a la realidad y, como pasa a
verse, no reflejan la validez de la tesis presentada por el
demandante relativa al indebido descubrimiento probatorio
por parte de la Fiscalía.

2.1. Es claro que las partes, en el sistema penal


acusatorio, no pueden aducir como prueba elementos
materiales probatorios y evidencia física que no hayan sido
revelados a la contraparte. Esto evita sorpresas durante la

8
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

audiencia de juzgamiento y asegura que aquellos cuenten


con la posibilidad de elaborar estrategias en función de la
labor encomendada buscando la satisfacción de sus
pretensiones.

Se trata de una imposibilidad en la que difícilmente


tendría que encontrarse la Fiscalía. El artículo 250 de la
Constitución Política le impone «suministrar, por conducto del
juez de conocimiento, todos los elementos probatorios e
informaciones de que tenga noticia incluidos los que le sean
favorables al procesado». Esto implica que el fiscal no tiene
permitido, en ninguna circunstancia, ocultar información a
la defensa, por insignificante que le parezca y con
independencia de las pruebas que decida solicitar. Por el
contrario, debe facilitar el acceso real a las evidencias,
elementos y medios probatorios o, en caso de que sea
pertinente, dejárselos a su disposición.

Lo deseable es que esa revelación probatoria tenga


ocurrencia en los momentos dispuestos para tal efecto en la
Ley 906 de 2004. Específicamente, en la presentación del
escrito de acusación y sus anexos (art. 337); durante la
formulación de acusación (art. 344); en la audiencia
preparatoria (arts. 356 y 357) y, en algunos casos
excepcionales, posteriormente (arts. 344 y 346). No obstante,
si se ha dado a conocer la información pertinente por fuera
de tales espacios y antes de que venza la oportunidad del otro
para solicitar pruebas, de tal forma que pueda tenerla en
cuenta en la preparación del caso, en manera alguna se

9
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

atenta contra la debida integración del contradictorio y el


correcto desarrollo del juicio oral (CSJ AP4490-2015).

Ahora bien, cuando se susciten discrepancias


relacionadas con la develación probatoria que no puedan ser
superadas por las partes, deberá intervenir el juez. Este, en
ejercicio de sus funciones y poderes como director del
proceso penal, tendrá la obligación de velar porque aquella
se realice de la forma más completa posible. Lo que se espera
es que tanto la Fiscalía como la defensa puedan presentar
las pruebas que soportan sus respectivas teorías del caso.

Es claro que no es posible realizar extensos debates


sobre el tema debido a que, mal dirigidos, podrían demandar
más tiempo que la controversia acerca de la responsabilidad
penal. Sin embargo, ello no implica que el juez no deba
propiciar un escenario dialéctico garante del debido proceso,
célere y sustancial, con el fin de adoptar las decisiones que
el ordenamiento jurídico le asigna. Puntualmente, ordenar a
alguna de las partes un descubrimiento en particular o
rechazar la aducción y práctica de las pruebas que no fueron
objeto de develación, salvo que se deba a «causas no
imputables a la parte afectada» (art. 346 de la Ley 906 de
2004)1.

2.2. En el presente asunto, le asiste razón al


casacionista en señalar que aunque el abogado de DOVIS

1En ese sentido ver, entre otras determinaciones, las providencias CSJ SP, 21 feb.
2007, rad. 25920; CSJ AP, 18 jun. 2014, rad. 2014; CSJ AP4812-2016; y, CSJ AP948-
2018.

10
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR realizó observaciones al


procedimiento de entrega del descubrimiento probatorio de
la Fiscalía, el juez no adoptó los correctivos necesarios para
superar las deficiencias. Así lo comprobó la Corte luego de
revisar cuidadosamente la actuación. Lo que está fuera de
lugar es su afirmación consistente en que la defensa se vio
sorprendida con la enunciación y solicitudes probatorias
realizadas por la contraparte, lo que le impidió la debida
estructuración de su teoría del caso y postulación de las
pruebas que requería para sustentar su pretensión.

En la audiencia preparatoria, inicialmente se interrogó


a los defensores de José Luis Hernández Salazar y DOVIS
GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR respecto del procedimiento de
revelación probatoria de la Fiscalía. El primero afirmó que se
hizo adecuadamente, mientras que el segundo expresó
reservas al respecto. Alegó que aunque solicitó copias de
todas las evidencias y la fiscal prometió enviarlas a la
Defensoría del Pueblo Regional Córdoba, «allá nunca llegó».

Contrario a lo sostenido por el precitado abogado, la


fiscal aseguró que cumplió a cabalidad con su deber. Dijo
que debido a la no comparecencia del defensor a las
dependencias de la Fiscalía, desde Bogotá le enviaron la
respectiva documentación a través de un oficio dirigido al
defensor del Pueblo Regional Córdoba.

Examinado el oficio de remisión por el titular del


Despacho judicial, el abogado de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ
SALAZAR sostuvo que desconocía el envío de esa información

11
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

y cuestionó la afirmación de que se encontrara en la oficina


de la fiscal porque «ninguna dificultad tendría la defensa y
sería hasta un contrasentido que uno haga una petición en
audio y en actas y no vaya a pedir lo que se ha solicitado,
entonces creo que no es la salida».

Acto seguido el juez de conocimiento requirió al


profesional del derecho verificar en la «Defensoría porque
igual está el oficio donde se remitieron las pruebas. El otro
[abogado de Hernández Salazar] igual tiene todas las copias
también, entonces igual las puede conseguir». Siguiendo el
trámite de la audiencia, le concedió el uso de la palabra a los
defensores para que realizaran el respectivo descubrimiento
probatorio.

No puede pasar por alto la Sala que ante las diferentes


versiones de las partes sobre el procedimiento de entrega del
descubrimiento probatorio y la ausencia de la constancia de
recepción de la documentación en la Defensoría del Pueblo
Regional Córdoba, el juez no podía descartar que se tratara
simplemente de un malentendido y no de una maniobra
dilatoria, evasiva y de mala fe. Por supuesto, sin perjuicio del
llamado de atención que debía hacérseles para que procedan
en próximas oportunidades con mayor diligencia, pues las
partes se presentaron a la audiencia preparatoria sin
entablar comunicación sobre el particular.

2.3. Ahora bien, admitiendo que el juez de primera


instancia pudo haber ejercido en mejor manera sus deberes
y atribuciones como director del proceso para garantizar que

12
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

se realizara en debida forma la entrega de elementos


materiales de prueba y evidencias físicas de la Fiscalía, lo
cual se esperaba que hiciera aunque pareciera redundante si
se tiene en cuenta que la fiscal ya la había revelado y puesto
a disposición, ello no es suficiente para afectar la validez de
la actuación. En lo esencial, porque la defensa no puede
asegurar, en términos de lealtad procesal, haber sido
sorprendida con medios de prueba totalmente desconocidos.

De aceptarse, como lo plantea el casacionista, que las


partes pueden valerse de cualquier error procesal, por
irrelevante que sea, para eventualmente pretender que como
consecuencia se derruya la totalidad del proceso, ello
conllevaría a que las formas prevalezcan sobre el derecho
sustancial, en contravía de lo dispuesto en el artículo 10º de
la Ley 906 de 2004. De tal modo, se incentivarían actitudes
temerarias y desleales y el derecho a la prueba difícilmente
podría ser materializado.

Revisado el expediente, se concluye que la acusación


cumplió el deber de descubrir las pruebas de cargo a la
defensa, como se advierte del escrito de acusación y su
adición que, en el acápite correspondiente a los elementos
materiales probatorios, evidencia física e información
válidamente obtenida, relaciona las pruebas que pretende
aducir en juicio, entre otras declaraciones, las de Fiorella
Inés Brunal Fabra, pareja sentimental del procesado José
Luis Hernández Salazar; Diógenes Tadeo de la Cruz
Hernández, director del Establecimiento Penitenciario de
Mediana Seguridad y Carcelario de Montería; y Diógenes

13
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

Alberto Muñoz Morelo, compañero de los procesados y la


víctima en el centro de reclusión en mención.

El registro de la audiencia de formulación de acusación


evidencia la relación probatoria de la Fiscalía, así como el
traslado debido a los abogados de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ
SALAZAR y José Luis Hernández Salazar.

En la audiencia preparatoria, cuestionadas las partes


respecto del descubrimiento probatorio de la Fiscalía, el juez
le concedió el uso de la palabra a los defensores. Luego de
que interviniera el profesional del derecho que representaba
a José Luis Hernández Salazar, lo hizo el abogado de NÚÑEZ
SALAZAR. Este último relacionó los testimonios de Ciprián
Valencia González, a. Visaje; Ermen Darío Atencia González,
a. Polocho; y Víctor Rojas Palencia, a. Jagui. Adicionalmente,
señaló como prueba documental la versión libre de su
defendido y de Valencia González, llevada a cabo el 12 de
septiembre de 2010 ante la Fiscalía 13 adscrita a la Unidad
Nacional de Justicia y Paz.

Tras la enunciación, la fiscal y los abogados de los


acusados presentaron sus peticiones probatorias. El juez las
decretó en su totalidad no solo porque no hubo discusión
sobre la inadmisión, rechazo o exclusión de alguna de ellas,
sino debido a su pertinencia y relación con la eventual
responsabilidad de los implicados. De esa manera, los
testigos de los cuales no se desistió comparecieron al juicio,
fueron interrogados y contrainterrogados.

14
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

Significa lo expuesto que, sin duda, las evidencias,


elementos y medios probatorios de la Fiscalía fueron
descubiertos y controvertidos por la defensa, de donde surge
que el procedimiento de develación se cumplió legalmente y
fue eficaz.

2.4. El defensor de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR


señaló que la supuesta falta de perfeccionamiento del
descubrimiento probatorio le impidió solicitar algunas
pruebas indispensables para sustentar su teoría del caso.
Sin embargo, tal argumento evidencia su intención
nuevamente de desconocer la realidad procesal y deber de
sustentación suficiente, lo que hace más notable la
inviabilidad de admitir el cargo formulado.

Mírese que se demostró, como quedó atrás visto, que la


defensa sí tuvo la posibilidad de conocer los elementos
materiales de prueba y evidencias físicas de la Fiscalía. Lo
que no se entiende es la razón por la cual no pudo hacer la
verificación de los mismos. Cabe resaltar que, desde el
momento en el que se corrió traslado del escrito de acusación
y sus respectivos anexos, transcurrieron más de dos años
hasta la audiencia preparatoria, en cuyo desarrollo pidió, se
insiste, los medios de prueba que estimó necesarios y así
fueron decretados por el juzgador.

Los testimonios y evidencias que echa de menos el


casacionista, que en todo caso se encontraba en plena
libertad y autonomía de solicitar en el marco de su estrategia
defensiva, no aportan nada distinto a lo acreditado a través

15
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

de otros medios de prueba válidamente acopiados en


desarrollo del juicio oral.

Frente a los testimonios de Fiorela Brunal Fabra,


Diógenes Alberto Muñoz Morelo y los «guardianes del INPEC»,
el libelista centra su trascendencia en que la primera tenía la
capacidad de demostrar que la persona que «le pidió la
búsqueda del dinero fue su compañero permanente el señor
Jose Luis Hernández Salazar, a. Poncho, sin endilgarle
responsabilidad» a DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR. Los
restantes serían cruciales para ofrecer detalles sobre las
presuntas reuniones que tuvieron lugar entre los procesados
y la víctima en el centro de reclusión.

Las deponencias de Fiorella Inés Brunal Fabra,


Diógenes Tadeo de la Cruz Hernández y Diógenes Alberto
Muñoz Morelo fueron solicitadas por la Fiscalía y decretadas
para abordar estos mismos temas. Aunque no se practicaron
en juicio debido a que la fiscal desistió de los dos primeros
ante la imposibilidad de ubicarlos y el último había fallecido,
tal como consta en el certificado de defunción que fue
presentado el 20 de septiembre de 2021, lo cierto es que las
entrevistas rendidas previamente por los referidos
ciudadanos fueron introducidas al juicio como prueba de
referencia, a través de los testigos Nayibe Sánchez Morelo y
Diego Alfonso López Sanabria, en su orden, investigadores
del CTI y el Gaula de la Policía Nacional.

Respecto de las circunstancias precisas sobre cómo se

16
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

coordinó la recepción del dinero producto de la extorsión y


los encuentros en el centro de reclusión entre los
involucrados no solo se da cuenta con la declaración de José
Luis Hernández Salazar, sino además con lo depuesto por
Carlos Eduardo Ochoa Vélez y Hirán José Herazo Marzola.
Lo narrado por estos declarantes, emerge suficiente para
tener por demostradas las circunstancias modales,
espaciales y temporales del comportamiento atribuido.

Con mayor fuerza irrumpe la falta de relevancia del


registro audiovisual que supuestamente documentó las
visitas de abogados a DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR y
José Luis Hernández Salazar, sobre cuya existencia y
términos dieron cuenta en sus declaraciones los mismos
procesados y Carlos Eduardo Ochoa Vélez. Además, la
exigencia del vídeo para demostrar tal hecho contravendría
el principio de libertad probatoria previsto en el artículo 373
de la Ley 906 de 2004.

Sumado a ello, el valor trascendente que el libelista


concede a estas pruebas en particular está cimentado en
argumentos conjeturales y en su particular lectura del caso.
Así como asegura que aquellas podrían haber ayudado a
refutar las afirmaciones de los testigos de cargo, también
podrían haberlas corroborado.

En suma, no es dable alegar alguna afectación, como lo


sostiene el libelista porque la defensa de DOVIS GRIMALDI
NÚÑEZ SALAZAR tuvo la oportunidad de pedir pruebas y
ejercer el contradictorio a través del contrainterrogatorio de

17
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

los testigos de la Fiscalía o de cuestionar su credibilidad en


etapas posteriores del proceso.

3. Es notable, en conclusión, que no se observa el


desconocimiento de la estructura del debido proceso y, por ello,
se inadmitirá el cargo propuesto. Tampoco hay lugar a casar
de oficio la sentencia impugnada, en consideración a que una
vez revisada la actuación no se evidencia quebrantamiento
alguno de los derechos de los sujetos procesales.

Cabe advertir, finalmente, que contra la presente


decisión procede el mecanismo de insistencia de
conformidad con lo establecido en el artículo 184 de la Ley
906 de 2004, así como con las reglas definidas por la Sala de
manera pacífica, entre otros proveídos, en los autos CSJ AP,
12 dic. 2005, rad. 24322 y CSJ AP3481–2014.

En virtud de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de


la Corte Suprema de Justicia,

RESUELVE:

INADMITIR la demanda de casación presentada por el


defensor de DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR contra la
sentencia proferida el 7 de marzo de 2023 por la Sala Penal
del Tribunal Superior de Montería, mediante la cual confirmó
la dictada por el Juzgado 4° Penal Municipal con Función de
Conocimiento de esa ciudad, que lo condenó como coautor del
delito de tentativa de extorsión agravada.

18
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

Conforme al artículo 184 de la Ley 906 de 2004, es


facultad de la recurrente elevar petición de insistencia frente a
lo decidido.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

Presidente

19
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

20
CUI 23001600000020110000601
CASACIÓN 63791
DOVIS GRIMALDI NÚÑEZ SALAZAR

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

21

También podría gustarte