Tema 17 Mfhi Morfofisiologia

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Tema 17 MFHI - Morfofisiologia

Morfofisiología Humana I (Universidad de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez Frías)

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PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN MEDICINA INTEGRAL COMUNITARIA


ASIGNATURA: Morfofisiología Humana I
TEMA: 4. Sistema Osteomioarticular.
TÍTULO: ESQUELETO APENDICULAR
SUMARIO:
• Origen, desarrollo y malformaciones congénitas del esqueleto apendicular.
• Miembros superior e inferior. Huesos del cinturón y de la parte libre. Características
morfofuncionales.
• Uniones entre los huesos de los miembros. Clasificación. Características
morfofuncionales.
• Pelvis en su conjunto.
• Pie en su conjunto. Arcos plantares.
• Anatomía radiológica y de superficie.
DESARROLLO
DESARROLLO DE LOS MIEMBROS
El origen y desarrollo del esqueleto apendicular tiene sus primeras expresiones con la aparición
de los esbozos de los miembros superiores al término de la cuarta semana como
evaginaciones en la pared ventrolateral del cuerpo.
Cada evaginación o yema de los miembros presenta un núcleo central formado por
mesénquima derivado de la hoja somática del mesodermo lateral, y está cubierta por una capa
de ectodermo. Su crecimiento es regulado a lo largo de los ejes próximo distal, antero
posterior y dorsoventral.
En el borde distal de los esbozos, el ectodermo está engrosado y forma la cresta ectodérmica
apical. Esta cresta tiene influencia inductora sobre el mesénquima adyacente que inicia su
crecimiento y desarrollo en un sentido próximo distal.
La inducción de la cresta ectodérmica apical sobre el mesénquima permite que en la zona
adyacente a ella se mantenga una población de células no diferenciadas en rápida proliferación
conocida como zona de progreso, la que se encarga del crecimiento distal del miembro.
Las células de mesénquima más alejadas de la zona de progreso y de las influencias inductivas
de la cresta comienzan a diferenciarse en cartílagos, los que por osificación endocondral
formarán los huesos de los miembros. Hacia la sexta semana pueden apreciarse moldes de
cartílago hialino.
Las articulaciones se forman a partir del mesénquima interzonal situado entre las
condensaciones cartilaginosas cuando se detiene la condrogénesis.
La osificación de los huesos de los miembros comienza a finales del período embrionario
como pueden observar en la imagen de un corte a nivel del miembro inferior de un embrión de
ocho semanas.
Hacia la duodécima semana se encuentran centros de osificación primarios en la diáfisis de
todos los huesos largos de las mismas. Al nacimiento la mayor parte de los huesos tienen las
epífisis cartilaginosas y poco después desarrollan centros de osificación, manteniéndose
temporalmente una placa cartilaginosa entre los centros de osificación diafisario y epifisario, el
cartílago metaepifisario, que garantiza el crecimiento en longitud del hueso.
En embriones de la sexta semana, la porción terminal de los esbozos se aplana y forma las
placas de las manos y de los pies, y se separan del segmento proximal por una constricción
circular, sitio de desarrollo de la articulación del carpo y del tarso. Más tarde una segunda
constricción divide la porción proximal en dos segmentos, correspondiéndose con la
articulación del codo y la rodilla.
La diferenciación de las manos y de los pies ocurre cuando por apoptosis la cresta ectodérmica
apical es fragmentada en cinco partes, que inducen la formación de cinco segmentos
cartilaginosos en el mesénquima, los rayos digitales, de donde se formarán los dedos.
Transitoriamente existen escotaduras con una membrana de mesénquima entre los rayos, la
membrana interdigital, que desaparece por apoptosis permitiendo que en la octava semana los
dedos estén separados.
El desarrollo de los miembros superiores e inferiores es similar; sin embargo existen dos
diferencias características, la primera es que los inferiores aparecen dos días después que los
superiores y la segunda que la rotación que experimentan ambos ocurre en direcciones
opuestas.
El miembro superior gira 90 grados lateralmente, por lo que los pulgares se ubican en este
sentido, mientras que el inferior gira 90 grados en sentido medial quedando el primer dedo del
pie en posición medial.

DEFECTOS DE LOS MIEMBROS

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Los defectos de los miembros se asocian con frecuencia a otros defectos congénitos y son muy
variados.
La amelia es la falta total de uno o más miembros.
La meromelia es la ausencia de parte de un miembro.
Si bien estos defectos son poco frecuentes y por lo general de carácter hereditario, también
pueden ser causados por agentes teratógenos, donde el más conocido es la talidomida.
La mano y el pie hendidos son defectos poco frecuentes, donde faltan uno o más dedos
centrales y los existentes se fusionan total o parcialmente; como consecuencia la mano o el pie
se dividen en dos partes que se oponen entre sí, como las pinzas de una langosta.
La presencia de dedos supernumerarios o polidactilia es un defecto frecuente, que puede
heredarse como rasgo dominante, generalmente es bilateral y puede presentarse en manos y
pies. Con frecuencia el dedo adicional no está formado por completo y carecen de un desarrollo
muscular adecuado
Otro defecto es la sindactilia, en la que hay fusión de uno o más dedos de las manos o de los
pies. La sindactilia cutánea es el defecto más frecuente de los miembros y es consecuencia de
la falta de apoptosis en la membrana interdigital. En algunos casos hay fusión de los huesos a
consecuencia de que no se forma la escotadura entre los rayos digitales.

ESQUELETO DE LOS MIEMBROS SUPERIORES


El esqueleto de los miembros superiores consta de 32 huesos en dos partes: los huesos del
cinturón y de la parte libre.
El cinturón del miembro consta de dos huesos, la clavícula y la escápula, de clasificación
diferente pero que tienen en común su ligereza en correspondencia con las funciones que
realizan.
La parte libre está formada por los huesos húmero en el brazo, radio y ulna o cúbito en el
antebrazo y los huesos de la mano, carpo (8), metacarpo (5) y falange (14) de los dedos.

CLAVÍCULA
La clavícula es un hueso par situado en la parte anterosuperior del tórax, a ambos lados del
esternón, articulado por sus extremos al esternón y a la escápula; manteniendo la articulación
humeral en una posición lateral, condicionando una mayor libertad de movimientos al miembro
superior.
La clavícula es un hueso largo en el que se distinguen un cuerpo y dos extremos: medial o
esternal y lateral o acromial.
El cuerpo está encorvado de tal forma que su porción medial es convexa hacia delante y la
parte lateral lo es hacia atrás.
La extremidad medial engrosada recibe el nombre de extremidad esternal, posee una cara
articular en silla de montar para articularse con el esternón.
El extremo lateral o extremidad acromial presenta una cara articular plana, lugar de
articulación con el proceso acromial de la escápula.
En la cara inferior hay una eminencia, el tubérculo conoideo sitio de inserción de ligamentos
que fijan la clavícula con la escápula.

ESCÁPULA
La escápula está situada sobre las costillas en la parte posterosuperior del tórax, es un hueso
plano de forma triangular en el que se distinguen dos caras: anterior y posterior separadas por
tres bordes que forman tres ángulos entre sí.
Los tres bordes se denominan: superior, lateral y medial; y los tres ángulos: lateral, inferior y
superior.
La cara anterior o costal, dirigida a las costillas, está excavada profundamente constituyendo la
fosa subescapular, sitio de inserción del músculo de igual nombre.
En la cara posterior existe una eminencia alargada, la espina de la escápula, que divide a la
misma en dos fosas de dimensiones desiguales, una por encima de la espina, la fosa
supraespinosa y otra por debajo, la fosa infraespinosa.
La espina de la escápula se continúa por su extremo lateral con un proceso voluminoso, el
acromion, en el que se distingue una cara articular de forma oval para su articulación con la
clavícula.
En el borde superior se encuentran la incisura escapular y el proceso coracoideo.
El ángulo lateral está engrosado y tiene una cavidad articular poco profunda, la cavidad
glenoidea, inmediatamente por debajo de la cual encontramos un estrechamiento o cuello. Por

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encima y por debajo de la cavidad glenoidea existen dos eminencias, llamadas tuberosidades
supraglenoidea e infraglenoidea, lugares de inserción de los músculos biceps y triceps
braquiales respectivamente.

HÚMERO
El húmero es un hueso largo, por lo que presenta un cuerpo y dos extremos o epífisis, proximal
y distal.
Su epífisis proximal está provista de una superficie articular redondeada, la cabeza del húmero,
que se articula con la cavidad glenoidea de la escápula, esta cabeza queda aislada del resto
del hueso por un surco estrecho, el cuello anatómico. Inmediatamente después del cuello
anatómico se encuentran dos tuberosidades para inserciones musculares, los tubérculos mayor
y menor.
Del tubérculo mayor parte hacia abajo la cresta del tubérculo mayor y del menor la cresta del
tubérculo menor, entre ambas crestas se extiende el surco intertubercular.
En la cara anterior de su epífisis distal se encuentran dos superficies articulares para los
huesos del antebrazo, medialmente se localiza la tróclea y lateral a ésta una esfera pequeña, la
cabecita humeral. Por encima de ambas se encuentran sendas fositas, la coronoidea y la
radial.
En la parte lateral del cuerpo, aproximadamente en su mitad, se localiza una rugosidad, la
tuberosidad deltoidea, lugar de inserción del músculo deltoides.
Su epífisis distal ancha y algo encorvada, presenta los cóndilos del húmero, los que terminan a
los lados en dos eminencias rugosas, los epicóndilos medial y lateral. El epicóndilo medial por
su superficie posterior presenta el surco del nervio ulnar, lateralmente a este surco se
encuentra la fosa olecraneana.

ULNA
La ulna o cúbito está situado medialmente en la parte libre del miembro superior en la región
del antebrazo. Es un hueso largo por lo que se distinguen en él un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal más voluminosa presenta dos procesos: uno posterior más grueso, el
olécranon y otro anterior más pequeño, el coronoideo. Entre ambos se encuentra la incisura
troclear; lateralmente al proceso coronoideo se localiza la incisura radial, lugar de articulación
con la cabeza del radio. Desde el proceso coronoideo se extiende hacia abajo la tuberosidad
ulnar, sitio de inserción del músculo braquial.
La epífisis distal tiene un pequeño abultamiento aproximadamente esférico con una superficie
articular inferior, denominado cabeza de la ulna, de la que parte por su lado medial el proceso
estiloideo. La cabeza tiene a su alrededor una circunferencia articular, para su articulación con
el radio.

RADIO
El radio se encuentra situado en la región lateral del antebrazo, es un hueso largo por lo que al
igual que la ulna presenta un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal tiene forma cilíndrica, la cabeza del radio, con una cara articular superior
cóncava para la articulación con la cabecita humeral y otra circunferencial para su articulación
con la incisura radial de la ulna. Por debajo de la cabeza hay un estrechamiento, el cuello del
radio, e inmediatamente por debajo de éste en la parte anteromedial, se encuentra la
tuberosidad del radio.
A diferencia de la ulna, el radio presenta su epífisis distal más engrosada, donde se destaca el
proceso estiloideo lateral, medialmente al cual se observa la incisura ulnar.

HUESOS DE LA MANO
El esqueleto de la mano está constituido por los huesos del carpo, del metacarpo y las
falanges.
El carpo está compuesto por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas. Una proximal formada
por los huesos: escafoides, semilunar, triquetro o piramidal y pisiforme.
Y otra distal que consta de los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso. En ambos
casos deberán precisar a través del estudio independiente la localización de cada uno de ellos
en el carpo.
El metacarpo está compuesto por cinco huesos largos pequeños, que se enumeran del uno al
cinco, del pulgar al meñique.

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Los huesos de los dedos se denominan falanges y se clasifican también como huesos largos
pequeños. Cada dedo tiene tres falanges: proximal, media y distal, con excepción del pulgar
que tiene dos.

ARTICULACIONES DEL CINTURÓN


El miembro superior se une al tronco por medio de su cinturón.
La articulación esternoclavicular, constituye la única unión directa del cinturón al tronco.
Esta es una articulación en silla de montar, con pocos ligamentos de refuerzo lo que contribuye
a la mayor libertad de movimientos del miembro superior.
Entre los dos huesos del cinturón se establece una unión sinovial por medio de la articulación
acromioclavicular. Sin embargo, la auténtica unión entre ambos componentes óseos de esta
estructura lo constituye el potente ligamento coracoclavicular, extendido como su nombre indica
entre el proceso coracoideo de la escápula y la cara inferior de la clavícula.

ARTICULACIONES DEL MIEMBRO SUPERIOR


Entre las principales articulaciones del miembro superior encontramos la escápulohumeral o
humeral, la del codo y la radiocarpiana.
La articulación escapulohumeral, es una articulación sinovial simple, compleja, esferoidal y
poliaxil. Se establece entre las caras articulares de la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea
de la escápula las que se encuentran recubiertas de cartílago hialino.
Alrededor de la cavidad glenoidea se encuentra un anillo fibrocartilaginoso, el labro glenoidal,
que aumenta la extensión y profundidad de la cavidad sin disminuir la movilidad de la
articulación; además sirve para amortiguar los golpes y sacudidas durante los movimientos de
la cabeza humeral.
Como medios de fijación sólo tiene la cápsula articular y el ligamento coracohumeral, lo que le
permite mayor libertad de movimientos pero a la vez son mayores las posibilidades de
luxaciones.
Esta articulación se mueve en tres ejes realizando los movimientos correspondientes a cada
uno de ellos, realizando además los movimientos de circunducción por la combinación de los
tres ejes.
La articulación del codo se clasifica como una articulación compuesta, debido a que en ella
participan tres huesos: el húmero, el radio y la ulna, por lo que se forman tres articulaciones, la
articulación humerorradial, la humeroulnar y la radioulnar proximal; esta última funciona
conjuntamente con la articulación radioulnar distal, constituyendo una articulación combinada.
Estas tres articulaciones están dentro de una misma cápsula articular.
En la articulación radiohumeral, las caras articulares son la cabecita humeral y la cara articular
superior de la cabeza del radio, formando una articulación esferoidal.
En la humeroulnar participa la tróclea del húmero y la incisura troclear de la ulna, articulación
troclear, y en la radioulnar proximal participan la circunferencia articular de la cabeza del radio y
la incisura radial de la ulna formando una articulación trocoidea.
La cápsula articular junto a los ligamentos colaterales ulnar y radial y el ligamento anular del
radio constituyen los medios de fijación de esta articulación. Aún cuando cada articulación se
mueve sobre ejes diferentes, la articulación humero radial a pesar de ser esferoidal tiene
limitados sus movimientos.
Los movimientos de la articulación del codo son de flexión y extensión sobre el eje transversal
y movimientos de rotación medial y lateral sobre el eje vertical, también nombrados pronación y
supinación respectivamente.
En la formación de la articulación radiocarpiana participan, la extremidad distal del radio y
los huesos de la fila proximal del carpo que forman una superficie articular única de forma
elíptica, con excepción del hueso pisiforme. La misma se clasifica como una articulación
elipsoidal, compuesta, compleja y biaxil; con un refuerzo ligamentoso localizado hacia los
extremos de los ejes de movimientos
Para reforzar la cápsula, se extienden por su lado radial y ulnar los ligamentos colaterales
radiocarpiano y ulnocarpiano, así como por sus caras palmar y dorsal los ligamentos
radiocarpianos palmar y dorsal, de manera tiene la mano un potente aparato ligamentoso, dada
las funciones como órgano de trabajo que es en el hombre.
Esta articulación realiza movimientos de flexión y extensión sobre el eje frontal y movimientos
de aducción y abducción sobre el eje sagital.

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En el esqueleto de la mano existen múltiples articulaciones que intervienen en la mayor


amplitud de los movimientos de la mano, los que se complementan con los movimientos de los
dedos que se efectúan en las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas.

HUESOS DEL MIEMBRO INFERIOR


El esqueleto de los miembros inferiores consta huesos de dos porciones: los huesos del
cinturón y los de la parte libre.
El cinturón está formado por el hueso coxal que es plano y resultado de la fusión de tres
huesos: el ilion, el isquion y el pubis que permanecen unidos por un cartílago hialino hasta la
etapa de adulto joven. Hacia los 23 años estos huesos terminan de fusionarse.
La parte libre la integran 30 huesos: el fémur en el muslo; tibia, fíbula, patela en la pierna y los
huesos del pie, 7 tarsianos del tarso, 5 metatarsianos y 14 falanges de los dedos.

HUESO COXAL
El hueso coxal, es un hueso plano que presenta dos caras: una interna, que se muestra en la
imagen, y otra externa; cuatro bordes: superior, inferior, anterior y posterior, y cuatro ángulos:
anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y posteroinferior.
En la cara interna se destacan la fosa ilíaca, la cara auricular, la línea arqueada, la eminencia
iliopúbica, la cresta pectínea y el agujero obturador (agujero mayor del esqueleto) delimitado
por las ramas del isquión y el pubis.
En la cara externa se observa el ala del ilion, el acetábulo donde se encuentra la fosa
acetabular para su articulación con la cabeza del fémur y la tuberosidad isquiática.
En el borde superior presenta la cresta ilíaca la cual coincide en sus extremos con las espinas
ilíacas anterosuperior y posterosuperior.
En el borde posterior se encuentran las espinas iliacas posterosuperior y posteroinferior, la
escotadura ciática mayor, la espina ciática y la escotadura ciática menor.
En el borde anterior se encuentran las espinas iliacas anterosuperior y anteroinferior, cresta
pectínea y la espina púbica.
El borde inferior lo forma la rama inferior del pubis por debajo de la sínfisis del pubis constituye
el arco del pubis.

HUESO FEMUR
El fémur es el hueso más largo, más pesado y resistente de todos los huesos del cuerpo, en él
se distinguen un cuerpo y dos epífisis.
En la epífisis proximal podemos observar una cabeza articular esférica la que presenta en su
centro una depresión rugosa, la fosita femoral. La cabeza se une al resto del hueso mediante el
cuello, en el lugar de paso de éste a la diáfisis se encuentran dos eminencias, denominadas
trocánteres: mayor y menor. Ambos trocánteres se unen entre sí por detrás mediante la cresta
intertrocantérica; y por delante por la línea intertrocantérica.
En la epífisis distal, se observan dos cóndilos: medial y lateral, entre los que se encuentra una
cara articular lisa denominada cara patelar, la cual se aplica a la cara posterior de la patela.
El cuerpo del fémur tiene forma de un prisma triangular en el que las caras anterior y lateral son
lisas, mientras que en la posterior se encuentra la línea áspera, lugar de inserción de músculos,
que presenta dos labios, uno lateral y otro medial.
Estos labios se separan hacia abajo en dos ramas divergentes, delimitando en la cara posterior
del fémur un espacio triangular, la cara poplítea.
En la cara posterior entre ambos cóndilos se localiza la fosa intercondilar. Las superficies
laterales presentan tuberosidades rugosas, llamadas epicóndilos medial y lateral.

HUESOS DE LA PIERNA
PATELA O RÓTULA
La patela o rótula es un hueso corto, sesamoideo, incluido en el espesor del tendón del
músculo cuadriceps femoral, situado en la parte anterior de la articulación de la rodilla. En ella
se distingue una base orientada hacia arriba y un ápice o vértice hacia abajo.
Su cara anterior es rugosa mientras que la posterior está revestida de cartílago articular y hace
contacto con la cara patelar del fémur.

El esqueleto de la pierna está formado por dos huesos largos: la tibia situada medialmente y la
fíbula o peroné lateralmente. Ambos presentan un cuerpo y dos epífisis.

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TIBIA
La tibia es el hueso de la pierna que soporta el peso del cuerpo. En la epífisis proximal de la
tibia se observan dos cóndilos, medial y lateral. En la cara superior de ambos cóndilos, hay dos
caras articulares ligeramente cóncavas, para su articulación con el fémur.
En el borde anterior se encuentra una prominencia rugosa, la tuberosidad de la tibia, para la
inserción del músculo cuádriceps femoral.
En la porción posterior y lateral del cóndilo lateral se encuentra la cara articular fibular.
La epífisis distal se continua en su lado medial en un proceso, el maléolo medial en cuya cara
lateral se encuentra la cara articular maleolar. La superficie inferior de la epífisis distal presenta
la cara articular inferior, donde se une con la tróclea del talo.

FÍBULA
La fíbula es un hueso largo, muy delgado, debido a que no soporta peso, al igual que la tibia
presenta un cuerpo y dos epífisis. Se une por ambos extremos a la tibia.
Su extremidad distal la constituye el maleolo lateral que junto con el maleolo medial de la tibia
participa en la articulación talocrural.

ESQUELETO DEL PIE


El esqueleto del pie está formado por los huesos del tarso, el metatarso y las falanges. El tarso
está constituido por siete huesos cortos, que de un modo semejante a los huesos del carpo se
disponen en dos filas, una posterior o proximal y otra anterior o distal. La fila posterior la forman
2 huesos el talo (astrálago) hacia arriba y el calcáneo hacia abajo. La fila anterior tiene 5
huesos dispuestos en 2 partes: una medial, se encuentra por delante del talo el hueso navicular
y por delante de este los 3 cuneiformes (medial, intermedio y lateral). En la parte lateral hay un
solo hueso el cuboideo.
El metatarso consta de cinco huesos largos pequeños que se nombran, según su posición
desde el dedo grueso al pequeño del uno al cinco.
El esqueleto de los dedos tiene una constitución similar a los dedos de las manos.

UNIÓN DEL CINTURÓN AL MIEMBRO INFERIOR


El cinturón del miembro inferior establece con el tronco una unión muy firme, la que está
constituida por dos articulaciones, una sinovial de amplia superficie articular plana que se
establece entre las caras articulares auriculares del sacro y los coxales; y una fibrosa
constituida por uno de los ligamentos más potentes del organismo, el ligamento sacroilíaco.
La solidez de esta unión es muy importante para evitar que el sacro se deslice por la acción del
peso que transmite a los coxales, la columna vertebral.

ARTICULACIONES DEL MIEMBRO INFERIOR


Entre las principales articulaciones del miembro inferior encontramos la coxofemoral, la de la
rodilla y la talocrural.
En la articulación coxofemoral participa la cavidad acetabular del coxal y la cabeza del fémur,
las que se encuentran cubiertas de cartílago hialino. Es una articulación simple, compleja,
esferoidea y poliaxil.
Por el borde del acetábulo se extiende un anillo fibrocartilaginoso que hace más profunda la
cavidad articular, el labro acetabular.
Los medios de fijación de esta articulación son la cápsula articular y los ligamentos
intrarticulares y extrarticulares. Entre los ligamentos intrarticulares merece destacarse por su
importancia el redondo o de la cabeza femoral.
Entre los ligamentos extrarticulares están el iliofemoral, el pubofemoral, el isquiofemoral y la
zona orbicular.
Esta articulación se mueve en tres ejes, realizando además los movimientos de circunducción
por la combinación de los mismos. Todos los movimientos de esta articulación son más
limitados que los de la escápulo humeral, debido a necesidades funcionales de mantener la
estabilidad del cuerpo tanto en posición estática como durante la marcha.
La articulación de la rodilla es compuesta, compleja, bicondilar y biaxil. En ella participan las
superficies articulares del fémur, la tibia y la patela. Por parte del fémur, los cóndilos se
articulan con las caras articulares superiores de la tibia; esta unión se completa con la

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presencia entre ambos huesos, de dos cartílagos intrarticulares, los meniscos medial y lateral, y
el contacto de la cara patelar del fémur con la cara posterior de la patela.
La articulación de la rodilla se encuentra reforzada por ligamentos intrarticulares y
extrarticulares. Entre los primeros merecen destacarse los ligamentos cruzados anterior y
posterior por su importancia en el mantenimiento de la estabilidad de esta articulación;
mientras que entre los extrarticulares están los ligamentos colaterales tibial y fibular, poplíteo
arqueado, poplíteo oblicuo y el ligamento patelar.
Esta articulación se mueve en dos ejes de movimientos, frontal y vertical, permitiendo los
movimientos de flexión y extensión de la pierna y con la pierna flexionada, movimientos de
rotación medial y lateral.
La articulación talocrural está constituida por las caras articulares de las extremidades
inferiores de la tibia y la fíbula, y las caras superior, lateral y medial de la tróclea del talo o
astrágalo. Es una articulación compuesta, compleja, gínglimo o troclear, monoaxil.
Se encuentra rodeada por la cápsula articular y reforzada por los ligamentos medial o deltoideo
y lateral con sus tres fascículos: Ligamentos talofibulares (astragaloperoneos) anterior y
posterior y el ligamento calcaneofibular (calcaneoperoneo).
Se mueve en el eje frontal con movimientos de flexión del pie (flexión dorsal) y extensión
(flexión plantar).

PIE EN SU CONJUNTO
El pie está constituido y funciona como una bóveda elástica y movible. En su estructura se
distinguen cinco arcos longitudinales y uno transversal.
Los arcos longitudinales se inician en un punto, la tuberosidad del calcáneo, extendiéndose
radialmente hacia delante, con la convexidad dirigida hacía arriba, en correspondencia con los
cinco radios del pie, hasta la base de los metatarsianos. Por eso, en la composición de cada
arco longitudinal participa un solo metatarsiano. El más largo y alto de estos arcos es el
segundo.
Los arcos longitudinales, uniéndose en sus segmentos anteriores en forma de parábola,
componen el arco transversal. Estos arcos se encuentran reforzados por ligamentos y tendones
de los músculos plantares.
Al debilitarse el aparato de refuerzo algunos de los arcos longitudinales se borran, la bóveda
desciende y el pie se aplana, haciéndolo patológico. Si por el contrario el debilitamiento es por
parte del arco transversal, entonces se produce el metatarso caído.

PELVIS ÓSEA
Los dos coxales se unen por delante entre sí y forman la sínfisis púbica; lo que, sumado a la
articulación de ambos huesos con el sacro por detrás, forma un anillo sólido, la pelvis ósea.
Esta estructura tiene la importante función de dar protección a órganos de los sistemas
genitourinario y digestivo; así como de servir de firme estructura arquitectónica, para transmitir
el peso de la parte superior del cuerpo hacia la parte libre de los miembros inferiores.
Esta formación ósea está reforzada por potentes ligamentos.

CAVIDAD PÉLVICA
En la pelvis existe una cavidad que presenta dos porciones, la pelvis mayor y la menor,
limitadas por el estrecho superior de la pelvis.
La pelvis mayor se continúa sin límites precisos con la cavidad abdominal y son sus paredes
las fosas ilíacas y las alas del sacro. Su límite inferior lo constituye el estrecho superior de la
pelvis a través del cual se continúa con la pelvis menor.
La cavidad de la pelvis menor se extiende hasta la apertura inferior de la misma, la que está
limitada por las ramas isquiopubianas, los tubérculos isquiáticos y los ligamentos que van
desde el sacro a los huesos isquion y el cóccix.
La pelvis tiene gran importancia en el sexo femenino, ya que durante el parto el feto debe salir
a través de ella, por lo que aún pequeñas deformidades estructurales pueden provocar serios
impedimentos durante el mismo.
Con el inicio de la maduración sexual comienza la manifestación progresiva de las distinciones
sexuales de la pelvis.
Los huesos de la pelvis femenina son por lo general más delgados y lisos que los del hombre.
Las alas de los huesos ilíacos están más desplegadas en la mujer y como consecuencia de
ello, las distancias entre las espinas y crestas son mayores que en el hombre.

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El estrecho superior de la pelvis femenina es ovalado transversalmente, mientras que el del


hombre lo es en sentido anteroposterior.
El promontorio de la pelvis masculina es más saliente que el de la pelvis femenina.
En el hombre el sacro es relativamente estrecho y mucho más cóncavo; por el contrario, el de
la mujer es más ancho y más aplanado.
El estrecho inferior pelviano en el hombre es considerablemente más angosto que en las
mujeres; en éstas las tuberosidades isquiáticas se encuentran más apartadas una de la otra y
el cóccix es menos saliente hacía delante.
El lugar de conjunción de las ramas inferiores de los huesos pubis, en la pelvis femenina bien
desarrollada adquiere la forma de arco, el arco del pubis; mientras que en la pelvis masculina
ésta formando un ángulo agudo, el ángulo subpúbico.
La cavidad de la pelvis menor tiene en el hombre forma de embudo, por el contrario en la mujer
se asemeja más a un cilindro.
Resumiendo la pelvis femenina tiene más capacidad que la masculina.

ANATOMÍA DE SUPERFICIE
En la anatomía de superficie de los miembros superiores e inferiores es posible localizar y
palpar múltiples relieves que se corresponden con características óseas y/o articulares del
esqueleto de los mismos y que resultan de utilidad en la práctica médica, tales como la
clavícula, los epicóndilos, los procesos estiloideos, la cresta ilíaca, la tuberosidad de la tibia y
los maléolos entre otros.

LESIONES ÓSEAS Y ARTICULARES


El esqueleto apendicular es localización frecuente de múltiples afecciones que van desde un
esguince o una luxación hasta una fractura que puede ser simple o complicada; para los cuales
siempre se requerirá de conocimientos morfofuncionales precisos.
La luxación de la articulación escápulo humeral es muy frecuente y obedece a sus
características morfofuncionales.

ANATOMÍA RADIOLÓGICA
Especial importancia tiene la anatomía radiológica, que nos permite corroborar lo que al
examen físico hemos encontrado.
CONCLUSIONES

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