Movimiento Estudiantil de 1968 en México

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Movimiento estudiantil de 1968 en México

El 2 de octubre de 1968, en la Ciudad de México se suscitó una terrible matanza ocurrida en


Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, provocando la muerte de más de 300 personas. Fue la
brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados
desde el gobierno de México en contra de los estudiantes a lo largo de ese año, caracterizados por
las detenciones masivas, arbitrarias e ilegales que se realizaron durante este período, y por la
planificación detallada y el alto grado de entrenamiento de las fuerzas represivas que participaron
en los hechos. Así lo han calificado los sobrevivientes de ese movimiento quienes exigen que a los
responsables se les juzgue por genocidio. La masacre fue cometida por el Ejército Mexicano y el
grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica. La presencia de este
batallón en el lugar de los hechos, fue negada inicialmente por el Presidente de México, Gustavo
Díaz Ordaz (1964-1970) aludiendo que su función era custodiar las instalaciones para los Juegos
Olímpicos. Hoy se conoce la verdad gracias a diversas investigaciones, medios y testimonios: Aquel
día el ejército y el Batallón Olimpia, identificados por portar un guante blanco, pusieron en marcha
la “Operación Galeana” con el fin de detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga
(CNH) , órgano de dirección colegiado, creado el 2 de agosto de 1968 por miembros de las
escuelas en huelga, especialmente por estudiantes de la UNAM, el IPN, El Colegio de México, la
Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle
(México), Escuela Normal de Maestros, Escuela Nacional de Antropología e Historia, y otras
universidades del interior de la república; los intentos de someter al CNH derivaron en la
sangrienta represión al movimiento de protesta que por meses habían resistido y cuestionado las
políticas y medidas sociales y económicas del Estado, reclamando democracia.

El movimiento estudiantil de 1968, tuvo también carácter social, ya que además de participar los
estudiantes universitarios, preparatorias y vocacionales entre otros, se unieron profesores,
obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la Ciudad de México como del interior
de la república. Los terribles hechos ocurridos en Tlatelolco opacaron la política oficial de
promoción internacional de nuestro país a través de la celebración de actividades relacionadas con
el deporte universal, pues por primera vez en la historia una ciudad latinoamericana sería la
encargada de organizar el acontecimiento deportivo más importante del mundo, los Juegos
Olímpicos; en contraste, esa época ya es recordada como la matanza de Tlatelolco, del 2 de
octubre de 1968.

Aquel día miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas, a donde arribó también
el ejército con el pretexto de vigilar la seguridad, ante el temor de cualquier disputa o riña. Los
miembros del Batallón Olimpia, para no ser detectados, vistieron de civiles y portaron un guante o
pañuelo blanco en la mano izquierda para identificarse. Su objetivo fue infiltrarse en aquella
manifestación y llegar al edificio Chihuahua, lugar donde se encontraban los oradores del
movimiento y varios periodistas.
Ese día los estudiantes expusieron seis demandas, las cuales eran consecuencia de eventos
violatorios de los derechos humanos por parte de la policía y las fuerzas armadas desde el inicio de
la protesta estudiantil; particularmente en respuesta a la ocupación militar y policial de planteles
escolares bajo la justificación que encontraban en la riña entre alumnos de la vocacional 5 y la
preparatoria particular Isaac Ochoterena, el 23 de julio de 1968. Las demandas que se
consensuaron y expusieron ese 2 de octubre fueron:

 Libertad de todos los presos políticos.


 Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.
 Desaparición del cuerpo de granaderos.
 Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.
 Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
 Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos
sangrientos.

Minutos antes de las 6 de la tarde de ese día, el mitin estaba casi por finalizar cuando un
helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza. Desde él se dispararon bengalas, siendo ésta la señal
para que los francotiradores del Batallón Olimpia comenzaran a abrir fuego sobre la gente
reunida; estudiantes, madres, hijos, profesores, obreros. En medio del caos, toda la población civil
ahí reunida corrió por la Plaza de las Tres Culturas y las inmediaciones del edificio Chihuahua,
tratando de protegerse. Manifestantes que lograron escapar del tiroteo se refugiaron en los
departamentos de los edificios cercanos, pero esto no los salvó del ejército; sin orden judicial, los
soldados irrumpieron en cada uno de los departamentos para capturar a los jóvenes que se habían
ocultado en ellos.

El número oficial de muertos por la masacre ascendió a 30; en los hospitales se reportaron 53
heridos graves; se calculó que el número de detenidos en el Campo Militar Número Uno llegó a
dos mil; sin embargo, con el paso de los años, diversos testimonios, acceso a archivos y
expedientes sobre aquel movimiento, las cifras demostraron ser otras. El reporte de la Fiscalía
Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, difundido en 2006, mencionó que no es
posible dar una cifra exacta, aunque en su informe consignó alrededor de 350 muertos.

Por su parte, el 27 de noviembre de 2001, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
dirigió al entonces presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox
Quesada (2000-20006), la Recomendación 26/2001, a efecto de que su Gobierno asumiera el
compromiso ético y político de orientar el desempeño institucional en el marco del respeto a los
Derechos Humanos, el cual reconoce y garantiza el orden jurídico mexicano, y evitara por todos los
medios legales que sucesos como los ocurridos desde fines de la década de 1960 hasta principios
de la de 1980 se puedan repetir. De igual forma recomendó que en los casos en donde se acreditó
la desaparición forzada, en atención al lugar en donde pudo ubicarse con vida por última ocasión a
las personas, se revise la posibilidad de reparar el daño, mediante servicios médicos, de vivienda,
educativos y otras prestaciones de índole social, a los familiares de las víctimas de la desaparición
forzada.
Con la consumación de esa terrible matanza el Estado Mexicano realizó graves violaciones a los
derechos humanos de la población, como los siguientes:

 Derecho a la vida
 Derecho de libre expresión
 Derecho a la seguridad jurídica
 Derecho a la libertad
 Derecho a la legalidad
 Derecho a la procuración de justicia de los agraviados y sus familias
 Derecho a la integridad personal
 Derecho a la protección contra la detención arbitraria

En 2018, el titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Jaime Rochín, precisó
que la CEAV se había reunido con víctimas de la masacre del 68 y ex dirigentes estudiantiles en
busca de la reparación del daño y una disculpa pública por parte del Gobierno federal. Asimismo,
recomendó al Estado mexicano:

 Reconocimiento de que las acciones del gobierno —entonces encabezado por Gustavo
Díaz Ordaz— tuvieron impacto y daños en el acto individual y colectivo al señalar a los
estudiantes por su ideología;
 Implementación de medidas de satisfacción de carácter colectivo mediante la Colección
M:68 —recopilación de decenas de documentos que dan cuenta de los movimientos
sociales de la década de los 60—, con lo que se busca permitir la reconstrucción de los
hechos; y
 El pleno reconocimiento de que las medidas de satisfacción colectiva no condicionan ni
extinguen el derecho de las víctimas a tener acceso a la reparación total del daño.

Hoy en día, la frase “¡2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!” es un grito en contra de la impunidad, el


olvido y la amnesia colectiva. Así, lejos de perder vigencia al repetirse año tras año, se ha
convertido en un gran símbolo del impacto ejemplar que tuvo en México el movimiento
estudiantil de 1968.
CONCLUSIÓN
Las consecuencias de este movimiento no solo fueron los muertos, la
masacre, la violación de derechos humanos, violación de derechos civiles,
represión, etc., desde mi punto de vista aquí inicia una represión, un temor
del pueblo hacia el gobierno.
De un tiempo a la actualidad se puede notar más represión, el miedo del
pueblo, la omisión hacia las injusticias del gobierno.
Nos podemos dar cuenta que en la actualidad los estudiantes están más
reprimidos, con miedo, los estudiantes se han quedado callados.
También nos damos cuenta que el presidente Gustavo Díaz Ordaz después de
diez días de esta masacre, inaugura los XIX Juegos Olímpicos, bautizados
como "La Olimpiada de la Paz"` Esto pareciera una burla del presidente Díaz
Ordaz hacia el pueblo mexicano, después de haber cometido genocidio
inaugura los juegos olímpicos como si lo que hubiera hecho al pueblo
mexicano no tuviera la más mínima importancia.
Además, en su informe de gobierno dice haber hecho lo correcto para
mantener el orden, aquí es en donde pienso que tal vez el pueblo realmente
se quedó con esa idea del orden social y es aquí donde por ese motivo
dejamos que el gobierno nos reprima tanto y el derecho de libre expresión se
esté distorsionando es aquí donde empezamos a permitir que el gobierno
abuse de nuestros derechos, donde le damos más poder del que realmente
tiene.
OPINIÓN
En mi opinión creo que es una fecha bastante importante y ha sido uno de
los movimientos más relevantes a lo largo de la historia, lo que hizo el
gobierno fue todo lo contrario y muy incorrecto por parte del presidente que
se encontraba a cargo en esa fecha, ya que los estudiantes iban para alzar la
voz para exigir que se respetaran sus derechos, yo como estudiante veo muy
feo lo que paso y más porque no se les hizo caso a aquellos estudiantes y en
la actualidad siguen habiendo problemas de este tipo y creo que no fue la
manera correcta de actuar por parte del gobierno mexicano y creo que esto
nos ha dado pauta a los estudiantes a alzar la voz cuando existen injusticias.
Y siento que aún tenemos mucho que aprender de ese suceso, tenemos que
seguir luchando por tener una mejor educación, exigiendo que se respeten
nuestros derechos y exigir al gobierno un cambio y que se frene la violencia
hacia la juventud estudiantil.
Bibliografías
https://concepto.de/movimiento-estudiantil-del-68/
https://youtu.be/2935NN2AsuQ?si=MLzuDQzsTYdvOCAU
https://youtu.be/ymDI3iRXUac?si=_UdO9nQtWz3YqKCd

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