El Contrato A Favor de Tercero
El Contrato A Favor de Tercero
El Contrato A Favor de Tercero
Ante tal situación, se dio como solución que el tercero en estos casos tenga la
potestad de valerse del contrato base para pedir el resarcimiento de daños
porque los deberes de protección no solo se refieren a las partes del contrato,
sino también a los terceros implicados en el área de protección del contrato. Si
bien es cierto que en un principio el contrato con efectos protectores frente a
terceros, solo tenía desarrollo en la jurisprudencia, actualmente con la ley del26
de noviembre de 2001, sobre la reforma del derecho de las relaciones
obligatorias en Alemania.
Así las cosas, los terceros son ajenos a la relación jurídica (como nexo jurídico
que une a las partes) que compone al contrato cuyos efectos sólo tienen
eficacia entre las partes contractuales. El contrato, entonces, no puede generar
efectos perjudiciales ni beneficiarios hacia los terceros. Sin embargo, de esta
afirmación no se puede llegar a la conclusión de que el contrato no existe para
ellos y que, por lo tanto, lo puedan desconocer, es decir, que el contrato no les
sea oponible.
Como menciona Mosset "El contrato es oponible frente a todos, erga omnes.
Es un error creer que sólo los derechos reales se dan erga omnes y que por
eso son absolutos. Toda relación jurídica, sea real o personal, se da erga
onmes y debe de ser respetada por los terceros; su violación apareja siempre
responsabilidad." Para terminar esta parte de nuestro trabajo queremos
mostrar, a modo de ejemplo, como interviene el tercero en el contrato de
promesa del hecho de un tercero. En este contrato, el promitente le promete al
promisorio que un tercero realizará un hecho y que en caso de que esto último
no suceda, el promitente le pagará una indemnización.
Nótese que el contrato es válido y eficaz entre las partes del contrato, no existe
vinculación con el tercero; en caso de que éste no realice el hecho, el
promisorio no le puede exigir el cumplimiento del hecho prometido, porque no
tiene vinculación alguna con este, es decir, no hay una relación jurídica
obligatoria entre promisorio y tercero. La relación jurídica se compone entre
promisorio y promitente, el tercero es ajeno a las situaciones jurídicas
subjetivas que van a derivar del contrato.
Ahora nos toca decir cuál ha sido la postura por la que ha optado el legislador
peruano. En la primera parte del art.1458 dice: "El derecho del tercero surge
directa e inmediatamente de la celebración del contrato". Nuestra primera
aproximación sería que nuestra se adscribe a la teoría alemana del derecho
directo. Entonces, se concluirá que por el contrato el tercero adquiere de
manera directa el derecho. Los efectos del contrato recaen sobre la esfera
jurídica del beneficiario y, por tanto, el tercero no necesita declarar la
aceptación del derecho. Además, como ya explicamos anteriormente, debería
de regular la posibilidad de que el tercero pueda rechazar los efectos
favorables del contrato entre el estipulante y el promitente. Sin embargo, el
mismo artículo menciona después "Empero, será necesario que el tercero haga
conocer al estipulante y al promitente su voluntad de hacer uso de ese
derecho, para que sea exigible, operando esta declaración retroactivamente".
Esta parte del artículo merece dos observaciones.
En primer lugar, se menciona que la declaración del tercero hace que este
pueda exigir el derecho, ya que una cosa es el surgimiento del derecho que
según nuestro código nace de manera directa e inmediata del contrato y otra
cosa es su exigibilidad. Exigibilidad que en principio debería de regirse por las
estipulaciones del contrato ya que puede darse el caso de que las partes hayan
establecido un plazo o circunstancia de la que dependa la exigibilidad del
derecho del tercero. Lo que tratamos de explicar es que la mera declaración del
tercero no hace exigible el derecho. La explicación de este error, el profesor
Forno la explica de la siguiente manera "Lo que ocurre es que el legislador
peruano, al referirse a la declaración tercero, ha utilizado una dicción
semejante.