Comu Zeballos 27 Abril

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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

ESCUELA PROFECIONAL CIANCIAS DE LA SALUD


FACULTAD DE MEDICINA
TEMA: ERRORES EN LA EXPRECION ORAL Y ESCRITA
DOCENTE : ZEBALLOS ALVARADO MANUEL ANTONIO
INTEGRANTES :
AUCCAPIÑA DIAZ CARLOS EDUARDO
INTRODUCCION
Los errores en la expresión oral o escrita
se dan de manera involuntaria siendo haci
estos no son al propósito,
El objetivo principal es poder comunicarse
durante la expresión ya sea de manera
oral o escrita .
Los errores al com8nicqaarse tiene
carácter psicología ya que estos muestra
que e emisor tiene dificultades ya que por
ejemplo este no estaría acostumbrado a
comunicarse frecuente mente .
Pero los errores en la comunicación
escrita se debe a errores ortografías , al
no conocer los signos que hay q utilizar ,
falta de conocimientos de las reglas para
poder escribir , o simplemente el
desconocimiento de una variedad de
palabras al no dejarse entender ,a l no
poder comunicarse , ni expresarse de
manera precisa , tener una idea vaga del
mensaje que desea enviar ele emisor
 Errores en la expresión oral

El concepto hace referencia a una idea abstracta o general que

representa un conjunto de características o propiedades compartidas

por objetos, eventos o fenómenos. Es una construcción mental que

nos permite organizar, comprender y categorizar el mundo que nos

rodea. (1)

Por ejemplo, el concepto de “perro” incluye características como

tener cuatro patas, ser mamífero, tener pelo, ladrar, entre otras. Este

concepto nos permite identificar y clasificar a los animales que

cumplen estas características como perros.

Los conceptos pueden ser simples o complejos y se desarrollan a

través de la experiencia, la observación y la interacción con el

entorno. Además, los conceptos pueden variar en su nivel de

generalidad o especificidad, desde conceptos amplios y abstractos

hasta conceptos más específicos y concretos. (2)

En resumen, un concepto es una representación mental que nos

ayuda a comprender el mundo y comunicarnos con los demás

compartiendo significados comunes.

Errores más comunes en la expresión oral

1. Falta de claridad: Hablar demasiado rápido o murmurar puede

dificultar que los demás entiendan lo que estás diciendo. Intente

hablar con claridad y a un volumen adecuado.

2. Uso excesivo de muletillas: muletillas como "eh", "mmm", "esto",

"bueno" pueden distraer a los oyentes y quitarle el flujo a su discurso.


Intente reducir su uso y hacer una pausa si necesita tiempo para

pensar. (3)

3. Repetición de palabras o frases: Repetir palabras o frases

innecesariamente puede hacer que tu discurso suene redundante.

Intenta variar tu vocabulario y utiliza sinónimos cuando sea posible.

4. Gramática incorrecta: Los errores gramaticales como el mal uso de

los tiempos verbales, la concordancia incorrecta o la construcción de

oraciones confusas pueden hacer que su mensaje sea difícil de

entender. Presta atención a la gramática mientras hablas y practica

para mejorar.

5. Falta de fluidez: Interrumpir constantemente tu discurso con “eh”,

“mmm” o pausas largas puede hacerte parecer vacilante o

desprevenido. Practique hablar con fluidez y coherencia y respire

profundamente para controlar su ritmo.

6. Vocabulario inapropiado: El uso de palabras técnicas o

inapropiadas puede dificultar la comprensión de su mensaje. Ajusta

tu vocabulario según tu audiencia y utiliza términos que sean claros y

accesibles para todos.

7. Falta de contacto visual: Evitar el contacto visual con tu audiencia

puede hacer que tu discurso parezca poco convincente o poco

sincero. Intente mantener contacto visual con su audiencia para

establecer una conexión más fuerte. (4)

 Errores en la expresión escrita


En expresión escrita, se refiere a los errores o equivocaciones que se

cometen al redactar un texto. Estos errores pueden cubrir una


variedad de aspectos, como la ortografía, la gramática, la puntuación,

el estilo y la claridad del mensaje.

Los errores en la expresión escrita pueden dificultar la comprensión

del texto, afectar la credibilidad del autor y dar una impresión de

descuido o falta de profesionalismo. Por lo tanto, es importante

identificar y corregir estos errores para mejorar la calidad y eficacia

de la comunicación escrita. (5)

Algunos ejemplos de errores en la expresión escrita incluyen

1. Ortografía incorrecta: Errores en la escritura de palabras, como

exprecion" en lugar de "expresión".

2. Gramática deficiente: Uso incorrecto de tiempos verbales,

concordancia de género y número, y estructura de las oraciones.

3. Puntuación inadecuada: Falta de uso de signos de puntuación,

como comas, puntos y comillas, o uso excesivo e incorrecto de ellos.

4. Redacción confusa: Frases o párrafos mal construidos que

dificultan la comprensión del mensaje.

5. Estilo poco claro: Uso de términos vagos, jerga o expresiones

ambiguas que pueden ser malinterpretadas por el lector.

Los errores en la expresión escrita pueden tener un impacto negativo

en la comunicación escrita y deben ser identificados y corregidos

para garantizar la claridad y efectividad del mensaje (6).


Errores más comunes en una expresión
escrita
1. Ortografía incorrecta: Asegúrate de que las palabras estén escritas

correctamente. Revise la ortografía antes de finalizar su texto para

evitar errores como "expreción" en lugar de "expresión".

2. Uso inadecuado de mayúsculas y minúsculas: Recuerda utilizar

mayúsculas al principio de las oraciones y para nombres propios. Por

ejemplo, "consejo" en lugar de "Consejo" si no se refiere a una

entidad específica. (7)

3. Errores de puntuación: Asegúrate de utilizar correctamente los

signos de puntuación, como comas, puntos y comillas, para organizar

tus ideas de manera clara y precisa.

4. Falta de concordancia: Verifica que los sustantivos y los adjetivos

concuerden en género y número. Por ejemplo, "errores en la

expresión escrita" en lugar de "errores en la expresión escrita".

5. Redacción confusa: Evita frases largas y complejas que puedan

confundir al lector. Divide tus ideas en oraciones más cortas y claras

para facilitar la comprensión.

6. Ambigüedad en el significado: Sé claro y preciso al definir el

concepto. Evite términos vagos o ambiguos que puedan llevar a

interpretaciones erróneas.

7. Falta de coherencia: Asegúrate de que tus ideas estén

organizadas de manera lógica y coherente. Utilice conectores y

palabras de transición para establecer relaciones entre las diferentes

partes de su texto. (8)


Referencias
x
1. AIRASIAN PWyARG. Herramientas de autoevaluación
del Bilbao: Ediciones Mensajero.; 1990.
2. ALARCÓN C. EL VOLETIN. [Online]; 2006. Disponible
en: http://formarpas.rediris.es/pdfs/aselas35.
3. ALLWRIGHT RL. “Problems in the study of the
language teacher’s treatment. En. tesol; 1975. p.
75;69:109.
4. ALLWRIGHT DyKMB.. Focus on the Language
Classroom: An Cambridge.: Cambridge University
Press.; 1991.
5. López-García MPyAE. “La Expresión Escrita en
Alumnos ESPAÑA : ”, Revista Porta; 2007.
6. Palapanidi K. “Los errores léxicos intralinguales
semánticos en la producción escrita. [Online]; 2011.
Disponible en: http://www.nebrija.com/revista-
linguistica/numero9/numero9/pdf/ Palapanidi.
7. Santos Gargallo I. ESPAÑA ,ADRID : Universidad
Complutense; 1992.
8. Vázquez G.. Análisis de errores y aprendizaje de
español lengua extranjera, (Análisis, BERLIN : PITER
PLLNAG ; 1992.
x
UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

ESCUELA PROFECIONAL CIANCIAS DE LA SALUD


FACULTAD DE MEDICINA
TEMA: ERRORES EN LA EXPRECION ORAL Y ESCRITA
DOCENTE : ZEBALLOS ALVARADO MANUEL ANTONIO
INTEGRANTES :
AUCCAPIÑA DIAZ CARLOS EDUARDO
INTRODUCCION
s. Estudio de tipo observacional, descriptivo y transversal. La
muestra estuvo conformada por 108 alumnos matriculados en
internado hospitalario de la Facultad de Odontología, Universidad de
San Martín de Porres. Los hábitos de estudio fueron evaluados
mediante el inventario de Gilbert Wrenn. Para evaluar los hábitos de
lectura se empleó una encuesta de diez preguntas, con opciones
para marcar. La relación entre los hábitos de estudio y el rendimiento
académico se determinó mediante el coeficiente de correlación de
Spearman. Resultados. Respecto al hábito de lectura, se encontró
que la mayoría refiere leer solo en forma ocasional. Este hábito fue
inculcado principalmente en el colegio o la niñez, y los lugares más
frecuentes de lectura son la casa y durante los viajes. Los temas de
lectura más frecuentes son hobbies, ficción y textos complementarios
de estudio. Como factores que influyen en los bajos índices de
lectura en nuestro país, la mayoría señaló el poco interés por la
lectura, preferencia por otras alternativas y poca estimulación en
etapa escolar
El rendimiento –en general- se define como: El producto o utilidad
que da una persona o cosa, en relación con lo que gasta, cuesta,
trabaja, etc. . En el campo pedagógico, el rendimiento académico
implica una relación entre lo obtenido y el esfuerzo empleado para
obtenerlo, constituyendo un indicador del nivel de aprendizaje
alcanzado por el alumno . El rendimiento académico es una de las
principales variables en educación, y ha sido objeto de numerosos
estudios desde diversos enfoques teóricos. El concepto comprende
un constructo complejo y multivariado de factores tanto
educacionales como emocionales y sociales, que va más allá de las
definicioKIRU. 2015 ene-jun;12:19-27. Artículo Original 20 nes que lo
sitúan como un simple reflejo de la capacidad intelectual de los
sujetos . El rendimiento académico, a menudo, suele ser asociado a
los hábitos de estudio y a las estrategias de aprendizaje
desarrolladas por el alumno. Los hábitos de estudio constituyen un
conjunto de actividades intelectuales que se van adquiriendo a través
del tiempo, y permiten incrementar la capacidad de comprensión
lectora y de producción intelectual . En términos simples, algunos
autores los definen como el conjunto de actividades que realiza una
persona cuando estudi

Hábitos inadecuados en la lectura


Asimismo, algunos comportamientos influyen no solo en su estado
de salud, sino también en su aprendizaje, como es el caso de no
dormir el número de horas requerido según la edad, no estudiar el
tiempo suficiente fuera del horario de clases, jugar al aire libre e
interactuar con sus compañeros, o no haber desarrollado el hábito de
la lectura, entre otros. Por esta razón, es posible que determinados
hábitos inadecuados sean más frecuentes en los alumnos con bajo
rendimiento académico, porque ambos aspectos se encuentran
relacionados, ya sea como causa o consecuencia (11). Durante la
educación secundaria, el alumno suele adquirir hábitos de estudio de
manera no sistemática. Al iniciar la universidad no solo tenemos un
mayor nivel de exigencia, sino que tenemos menos control externo.
Esto exige al alumno mejorar sus estrategias de organización del
tiempo, de búsqueda y selección de información, su habilidad para
tomar notas, y su capacidad de concentración (2,5). Respecto al
hábito de lectura, el estudio encontró que la mayoría de estudiantes
de internado de Odontología refiere leer ocasional o semanalmente.
Este hábito fue inculcado principalmente en el colegio o la niñez, lo
que confirma la necesidad de promover los métodos pedagógicos
desde esta etapa. Los lugares más frecuentes de lectura son la casa
y durante los viajes (bus, combi, etc.). La última opción de respuesta
estaría relacionada al tiempo que dedican los estudiantes a
desplazarse desde sus hogares a sus centros de estudio, y evidencia
la problemática del transporte en nuestro país. También se aprecia
que el porcentaje de alumnos que lee en las bibliotecas es
relativamente bajo, si consideramos que el estudio se ha realizado en
una universidad. Debe entenderse que una biblioteca posee un valor
intangible que trasciende el material bibliográfico que posee: refleja la
importancia que la universidad otorga al conocimiento y proporciona
un ambiente propicio para que el alumno desarrolle su intelecto, su
capacidad crítica y se promueva el intercambio de ideas. Los temas
de lectura fueron variados, siendo los más frecuentes: hobbies,
novelas de ficción y textos complementarios de estudio. Para la
mayoría, la lectura no suele ser un “placer”, sino una “una necesidad
para obtener información y complementar los estudios” seguido de
“una forma de entretenimiento reemplazable por otras alternativas”
(como lo referían las opciones de respuesta de la encuesta). La
mayoría dedica sus horas libres a Internet, televisión y vida social. Al
respecto, hay que considerar que el tiempo dedicado a la televisión e
Internet podría ser dedicado a estudiar, realizar actividades físicas al
aire libre o interactuar con otras personas; además, el contenido de
los programas televisivos no suele contribuir adecuadamente a
formación de los adolescentes. También se observa que la mayoría
obtienen los libros que leen comprándolos, por préstamo y por
Internet. Considerando que la mayoría de universitarios tienen un
limitado poder adquisitivo, es de suponer que la opción “comprando
los libros” haya incluido el comercio ilegal (fotocopiado o ediciones
“pirata”); esta opción de respuesta no se incluyó en el cuestionario
pues hubiese significado validar esta actividad. También llama la
atención el alto porcentaje de estudiantes que compra por Internet,
considerando que este sistema requiere el uso de sistemas de pago
como tarjetas de crédito, entre otros. La información sobre los libros
de su interés la obtienen principalmente de Internet,
recomendaciones de familiares o amigos, y comentarios en medios
de comunicación. Como factores que influyen en los bajos índices de
lectura en nuestro país, la mayoría señaló el poco interés por la
lectura, preferencia por otras alternativas y poca estimulación en
etapa escolar. También se encontró que la lectura en formato
electrónico era practicada por la mayoría de alumnos. Respecto a los
hábitos de estudio, la evaluación global encontró que la mayoría
presentó un nivel bajo (62,0%). Asimismo, en las cuatro dimensiones
consideradas para esta variable los puntajes negativos eran
elevados: 53,7% para “concentración”, 50,9% para “tiempo y
relaciones”, 45,4% para “técnicas para leer y tomar apuntes” y 41,7%
para “hábitos y actitudes generales de trabajo”. Estos hábitos y
actitudes negativas de estudio podrían influir sobre el rendimiento
académico del 57,4 y 91,7% de los estudiantes, respectivamente. Sin
embargo, al realizarse el análisis bivariado no se encontró relación
entre el rendimiento académico y los hábitos de estudio. KIRU.
2015;12(2):19-27. Hábitos de lectura y estudio y su relación con el
rendimiento académico Tabla 5. Relación entre los hábitos de estudio
y el rendimiento académico de los estudiantes de internado
hospitalario de la FO-USMP. Lima – Perú, 2014 Rendimiento
académico Hábitos de estudio - Rendimiento académico Media DE*
Prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov Coeficiente de
correlación de Spearman Z Valor p r Valor p 13,61 1,32 1,688 0,007 -
0,013 0,890 *DE= Desviación estándar 25 Entre los estudios
realizados en el extranjero, Oliva y Narváez (3) evaluaron a 130
alumnos chilenos de cuarto y quinto año de odontología, encontrando
que la percepción del rendimiento académico es una construcción
socio-educacional que se vincula con variables asociadas al propio
estudiante (motivación, interés por la asignatura, integración y
sentido de pertenencia), y a variables que son consideradas
exógenas por ellos (retroalimentación (capacidad del docente para
explicar una información), estilo de la docencia en el aula y
reconocimiento (prestigio) de la carrera). Asimismo, Martínez y
Pantevis (12) evaluaron a 163 estudiantes argentinos de primer ciclo
de odontología, encontrando que presentaban los siguientes hábitos
de estudio: al leer frecuentemente se fijan en los títulos, gráficas y
resúmenes; utilizan poco el diccionario, y rara vez hacían esquemas;
mantienen posición pasiva y se quedan con la instrucción del
docente; los planes semanales de estudio no tenían rigor; a la
mayoría les gusta estudiar, y los temas rara vez les parecen
aburridos; tomaban apuntes, los cuales no eran revisados a diario;
presentaban buena higiene corporal y física; prefieren comprender
para aprender, y no memorizar. En el Perú, Salas (2) evaluó a 62
estudiantes del primer año de odontología, encontrando que el 33,9
% de la muestra tuvo hábitos negativos de estudio. También se
observó que los hábitos de estudio negativos estaban asociados a un
menor rendimiento académico. Estudios similares se han realizado
con otras carreras de ciencias de la salud. En el extranjero, Peixoto
et al. (13) evaluaron a 148 alumnos de pregrado y posgrado de una
universidad brasileña, encontrando que los resultados fueron
similares en ambos grupos: adecuados hábitos adecuados de
estudio y aplicación satisfactoria de las estrategias de aprendizaje.
Este hallazgo contrasta con lo reportado por Galicia y Villuendas
(14), quienes investigaron la relación entre los hábitos lectores, el
uso de la biblioteca universitaria y el rendimiento académico de 321
estudiantes mexicanos de psicología. Solo el 20,6% reportó que leía
libros con frecuencia, y apenas el 11% manifestó leer todos los días
libros en su tiempo libre, en tanto que el 48% confesó hacerlo solo
una vez al mes. La mayoría reportó dedicar de una a cinco horas a la
semana para leer textos académicos. Los temas preferidos de lectura
fueron textos de superación personal, y con menor frecuencia
literatura clásica, música, ciencia y tecnología, poesía y biografías.
Respecto a la motivación del entorno familiar sobre la lectura, el 39%
reportó que en su casa se compran libros, el 25,5% reportó que en
su casa se interesan por lo que leen, en tanto el 32% manifestó que
en su casa se habla de libros. Respecto a la motivación del entorno
académico sobre la lectura (como recomendar el uso de la biblioteca,
fomentar el intercambio de libros, comentar lecturas realizadas,
organizar debates sobre libros, realizar presentaciones sobre temas,
comentar artículos de revistas científicas), el 29% reportó que se
daban con frecuencia. El 43,3% de la muestra reportó asistir a la
biblioteca una o dos veces por semana. Acerca del logro en la
búsqueda de la información, el 58,3% de los alumnos reportaron que
cuando usan la biblioteca casi siempre o siempre encuentran lo que
necesitan. Se encontró relación entre el rendimiento académico y
algunos componentes del hábito lector (específicamente, la actitud
frente a la lectura, la frecuencia con que asisten a la biblioteca, las
estrategias que utiliza para buscar información y la frecuencia con
que encuentran lo que buscan en la biblioteca). Montano et al. (15)
evaluaron a 28 médicos cubanos residentes que se presentaron al
examen estatal de Medicina General Integral, encontrando que la
deficiente preparación de los postulantes estuvo relacionada con
insuficiente tiempo dedicado al estudio individual, la insuficiente
bibliografía, la sobrecarga asistencial y el complejo entorno social. En
el Perú, esta problemática es multifactorial, y no se limita al área de
la salud. Montes (6) evaluó a 162 universitarios arequipeños de las
carreras de Administración, Contabilidad e Ingeniería Informática, a
lo largo de 5 años. El estudio no encontró diferencias significativas en
los hábitos de estudio al inicio y al final de la carrera; tampoco se
observó diferencia entre las tres carreras estudiadas. Los resultados
hacen suponer que, posiblemente, el dominar un área de
conocimiento no esté vinculado necesariamente a una mejora en los
hábitos de estudio, como frecuentemente se sostiene. Llatas y
Cebrián (4) evaluaron a 57 estudiantes de primer ciclo de
contabilidad de Chiclayo, encontrando que la comprensión lectora
estuvo asociada a la capacidad de asimilar lo leído en la memoria.
No se encontró relación entre la comprensión lectora y las cuatro
dimensiones que consideraron para los hábitos de estudio:
condiciones ambientales, planificación del estudio, la utilización de
materiales educativos y asimilación de contenidos. Asimismo,
Cornejo et al. (16) evaluaron a 158 universitarios argentinos de
primer y segundo año de carreras de ciencia y tecnología,
encontrando que presentaban hábitos de lectura, pero necesitaban
ser reforzados. Los temas más frecuentes de lectura eran textos
académicos, novelas – cuentos, y divulgación científica. Los lugares
más frecuentes de lectura eran la casa, y los viajes. Asimismo, el
libro impreso continuaba siendo el vehículo principal de lectura
(91,1% empleaba libros impresos, y solo 27,2% formatos
electrónicos). El promedio de libros leídos al año fue de 4,84. Se
observó poca interacción entre las lecturas realizadas y su formación
como profesionales. La lectura de obras de divulgación científica fue
muy pobre; también se observó que existe una escasa comprensión
del concepto mismo de “divulgación científica”. Hernández et al. (17)
evaluaron a 414 estudiantes mexicanos de Ingeniería, encontrando
que presentaban problemas para la planificación del estudio, para las
técnicas de memorización y comprensión de lectura, y para el estudio
en casa. Adicionalmente, se observó carencia de estrategias para
incrementar la motivación y la autoestima. Vidal et al.(7) evaluaron
los hábitos de estudio en alumnos chilenos de primer año de
Ingeniería Civil Agrícola. Los resultados evidenciaron que aparte de
no tener
Referencias
1. El Pequeño Larousse Ilustrado. 18ª ed. México: Ed Larousse. 2012.
2. Salas JM. Relación entre los hábitos de estudio y el rendimiento
académico en los estudiantes del primer año de la Facultad de
Estomatología Roberto Beltrán Neyra de la UPCH. [Tesis Bachiller] Lima:
Universidad Peruana Cayetano Heredia; 2005.
3. Oliva P, Narváez CG. Percepción de rendimiento académico en
estudiantes de Odontología. Educ Med Super. 2013;27(1):86-91.
4. Llatas LJ, Cebrián M. Niveles de comprensión lectora y hábitos de estudio
en estudiantes de Pregrado. [Acceso 21 febrero 2015] Disponible en:
http://intranet.usat.edu.
pe/usat/facultad-humanidades/files/2010/10/niveles-decomprension-
lectora-y-habitos-de-estudio-en-estudiantesde-pregrado.pdf
5. Castro CE, Gordillo ME, Delgado AM. Hábitos de estudio y motivación
para el aprendizaje. [Acceso 21 febrero 2015]. Disponible en:
http://www.fundacioncarraro.org/descarga/ revista29_art4.pdf
6. Montes I. Investigación longitudinal de los hábitos de estudio en una
cohorte de alumnos universitarios. Revista Lasallista de Investigación.
2012;9(1):96-110.
7. Vidal L, Gálvez M, Reyes-Sánchez LB. Análisis de hábitos de estudio en
alumnos de primer año de Ingeniería Civil Agrícola. Form Univ.
2009;2(2):27-33.
8. Nava GN, García C. Análisis de la cultura lectora en alumnos
universitarios. Educación. 2009;33(1):41-59.

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