Serie Omega Really - 01. Calor Inesperado

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Omega Really 1

Eola Eden 2
Al lobo solitario Nitro Blackwood no le gusta la gente. En lo que a él respecta, el mundo
humano no existe. Pero por unos pocos días al año, el calor toma el relevo y el innegable
deseo de aparearse lo lleva a San Francisco y fuera de su soledad autoimpuesta. Está
dispuesto a lidiar con todos los malos olores, la congestión y la miseria en general, por algo
de aventura.
Al programador Peter Callaghan le gusta su vida tranquila y aburrida. Pero como cada año
desde su décimo séptimo cumpleaños, una necesidad desenfrenada de follar a cada chico que
se mueva toma el control. Durante este tiempo, encuentra que puede salir de su concha y ser
un normal, caliente y ligeramente sarcástico de veinticinco años de edad. Sabe que el hombre
corpulento, con nombre de motociclista pasará a la historia como su jodida más caliente,
pero obtiene más de lo que esperaba. Cuando el hombre se presenta varias semanas más tarde,
delirando sobre embarazos y criaturas mitológicas, se da cuenta de que está siendo
secuestrado por un loco.
Excepto, que las cosas empiezan a hacerse más raras. Después de escapar, es perseguido 3
por un lobo rabioso, y Nitro surge de la nada para rescatarlo, luciendo piel, colmillos y garras.
Mientras es testigo de lo inimaginable, se da cuenta de que Nitro podría estar diciendo la
verdad acerca de que él es un cambia-forma. Después de haber sido empujado en un mundo
misterioso y extraño, se ve obligado a confiar en Nitro y algo que durante mucho tiempo
estuvo enterrado dentro suyo comienza a despertar.
Pero ¿podrían tener un futuro juntos?
Capítulo 01
Compañero. Compañero. Compañero. Las palabras surgieron en la mente de Nitro
Blackwood y su cuerpo se tensó, el dolor en su entrepierna se intensificó lentamente.
Dobló su cuello de lado a lado, mientras observaba el paisaje que tenía delante. La ciudad
de San Francisco se extendía en el horizonte, las luces arrojaban una neblina resplandeciente
por encima del poblado humano y efectivamente bloqueaban a todos, excepto a las estrellas
más brillantes. Eso no le gusta nada. Pero con el calor corriendo por sus venas, necesitaba lo
que había dentro. Cuerpos cálidos y dispuestos. Todos los olores pútridos, charlatanería
ruidosa y frustración en general, eran una molestia necesaria.
Acomodando su mochila en su hombro, se dirigió hacia el puente que conectaba el bosque
a la ciudad. Sabía exactamente hacia dónde se dirigía, con su sensible nariz guiándolo. El
año pasado, había llegado antes de que su calor se estableciera y exploro mejor la ubicación
para obtener a muchos machos. Un área se elevaba por encima de todos los demás, los
lugareños lo llamaron distrito Castro. Para la humanidad, era un lugar lleno de historia y
progreso, pero para él era un medio para rascar una picazón persistente.
Sus botas golpearon el hormigón, mientras pasaba por el puente Golden Gate, su atención
se movía en un millón de direcciones, mientras veía la vida suceder a su alrededor. Después
de haber vivido una existencia solitaria, en su bosque, durante cien años, estaba
acostumbrado a la paz y tranquilidad de su casa en los bosques. Pero aquí, el retumbar de los
motores de los coches y sus bocinas, el parloteo de innumerables conversaciones, era
abrumador. Por no hablar de la gran cantidad de olores. Sintiendo desprecio por el olor de
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aceite y humo, continuó. Reconoció la mezcla única de ingredientes de un conjunto de
perritos calientes y el olor débil y bien acogido de la florería de al lado. Los puntos de
referencia que había aprendido de memoria, lo guiaron y pronto se encontró en la calle
Market.
A pesar de que los seres humanos eran principalmente diurnos, las calles estaban vivas
con tanta actividad. Hombres y mujeres acudían en multitud, vestidos con una variedad de
ropa colorida. Siempre había algo que celebrar. Le reconocería a estos seres humanos una
cosa, sabían cómo disfrutar de la vida. No podía recordar la última vez que había sido
realmente feliz. Le gustaba la tranquilidad de su hogar, pero últimamente se había vuelto...
solitario. Los cambia-formas por naturaleza eran criaturas sociales y sólo podía tolerar su
propio reflejo durante un tiempo. El calor había mantenido esa fría sensación en la bahía
cuando se veía obligado a calmarlo. A medida que pasaban los años, se encontró con deseos
de acortar la distancia con San Francisco.
Un macho robusto, vestido con pantalones vaqueros apretados que destacaba su apretado
paquete, lanzó los Oh-si ojos. —Hola guapo. ¿Vienes para unirte al lado oscuro? Tenemos
galletas.
Alzando sus fosas nasales, capto el olor del hombre. Nope. No era su tipo. Simplemente
negó con la cabeza y continuó, sabiendo que no pasaría mucho tiempo hasta que encontrara
la combinación correcta de aromas químicos, cuerpo y rasgos faciales para acariciar el fuego
que rugía a través de él. Diablos, cualquier hombre lo haría realmente.
No eran más que agujeros pasivos, para él, en este momento. Abriéndose paso a través de
la multitud, el duro golpeteo de la música techno lo atrajo y penetró en la densa atmósfera de
un club nocturno. Deslizó sus pálidos ojos sobre las decenas de cuerpos buscando al correcto.
Muchos de los hombres estaban en forma, bien musculosos, sus cuerpos brillaban de sudor.
Inhaló profundamente, tomando nota de unos tentadores aromas, pero ninguno logró
acariciar ese lugar especial. Su animal parecía exigente esta noche.
Todavía tenía tiempo. Su existencia solitaria lo había hecho paciente. Encontraría al que
haría clic con su naturaleza; El macho que seduciría cada uno de sus sentidos, hasta que
pensara que perdería la cabeza; El que garantizaba calmar la llama. Sólo necesitaba relajarse
y disfrutar de la caza.

Peter Callaghan suspiraba, mientras se hundía en su cutre sofá y se quitaba los zapatos. El
trabajo había sido una perra. Un dolor de cabeza estaba estableciéndose detrás de sus ojos
como antesala a una noche miserable. Horas y horas de mirar líneas de código tampoco
ayudaban. Pero el rubor que revoloteaba sobre su piel prometía algo mejor. ¿Ya era
septiembre? Cristo, pero estaba sobrecargado de trabajo. Pensó que no había comido mucho
la semana pasada, debido a que pasaba todas sus horas de vigilia observando un proyecto.
Entonces se acordó de engullir todo lo que podía encontrar antes de eso. Era un ciclo con el
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que se había familiarizado.
A medida que se daba cuenta de que era esa época del año, lo impacto, la tensión en su
cerebro se alivió y se disparó, sintiéndose extrañamente lleno de energía. Se dirigió al cuarto
de baño, dejando un rastro de ropa en el piso de su apartamento. Entró en la ducha, el calor
del agua aflojaba aún más sus músculos. Mientras se dedicaba a limpiar cada rincón, su polla
se agitaba. Sip. Época del año. Por lo general, se frotaba una vez por semana, pero durante
un corto período de tiempo en septiembre, se volvía insaciable.
Y un carajo más confiado. Un friki por dentro y por fuera, su autoestima a menudo recibía
un golpe cuando veía a hombres y mujeres a su alrededor encontrar a alguien para llevar a
casa para pasar la noche, mientras él se quedaba sentado en la esquina, mirando a su alrededor
con la esperanza de que alguien lo notara. Era torpe, tímido y aparentemente poseía todas las
cualidades para alejar a posibles compañeros.
—¿Compañeros? —Se preguntó, mientras se detenía en su camino de la ducha al espejo.
Culpo a su extraña elección de palabras a demasiado Crocodile Dundee1. Malditas maratones
de películas. Que decía bastante, sobre que no tenía una vida. Pero esta noche sería diferente.
Era como si algo profundo dentro de suyo se encendiera, sacando una parte de él que estuvo
enterrada durante mucho tiempo.

1
Película cómica australiana-estadounidense de 1986, dirigida por Peter Faiman y protagonizada por Paul
Hogan y Linda Kozlowski.
Hace ocho años, había saboreado lo que a él le gustaba llamar en broma "su
enamoramiento" a la tierna edad de diecisiete años. Desde entonces, había llegado a esperar
estos tiempos en los que no tenía que preocuparse de tropezar con sus propios pies o decir
algo tonto. Haciendo correr la toalla por su delgado torso, miró su reflejo, su pálida piel
humedecida por la ducha. Se sentía sexy durante estos tiempos... como si pudiera competir
con el resto del mundo, por ser el tipo más caliente de la habitación. Una sonrisa astuta se
arqueó sobre sus labios y corrió a prepararse, ansioso por salir a la calle.
Eran casi las ocho, cuando abandonó su pintoresco apartamento. Decidió caminar los tres
kilómetros hasta la calle Market. La noche del verano era cómoda, pero su piel estaba caliente
y sensible, el aire más fresco era muy bienvenido. Mientras caminaba podía sentir el algodón
de su camiseta que se movía a través de su cuerpo, el sentido del tacto lo hacía consciente de
cada pequeña cosa. Observó, a su paso, las luces por encima de él, el zumbido de electricidad
cosquilleando en sus oídos. Percibía todo aún más, el tacto, gusto, olor, oído. Era como si
una parte primaria de su cerebro, se hubiera activado.
Cuando se acercó a su destino, miró a los hombres que se sacudían. Deslizó los ojos sobre
un grupo de papis de cuero que se dirigían a un bar y luego miró a un hombre de negocios
que salía de su costoso coche extranjero. Rico. Maravilloso. Al parecer, no de su tipo. A pesar
de estar lo suficientemente caliente como para joder en una pared, muy pocos chicos le hacían
cosquillas a su erección y a menudo se conformaba con el segundo mejor sólo para bajarla.
Tenía la sensación de que esta noche iba a ser diferente. Algo crujía en el aire como la
electricidad estática, su cuerpo zumbaba y el olor de algo... delicioso permanecía como una 6
nube de galletas recién horneadas.
Mientras se acercaba a un club nocturno en el que no había estado antes, su nariz se
encendió al tomar ese olor. Era más fuerte aquí, concentrado. Olía a almizcle masculino,
dulce y salado y tentador. ¿Colonia? Algo mejor. Cuando entró en el edificio, levanto la
cabeza para observar su entorno. Era como cualquier otro club, docenas de hombres jóvenes
y calientes bailando toda la noche. Los golpes de la música techno dura se hundieron en su
cuerpo y su corazón ir. Observó a varios hombres sin camisa que animaron su interés, pero
ninguno de ellos parecía tener ese factor de 'oomph' que estaba buscando. Tenía que haber
alguien... sólo unhombre que pudiera satisfacer el fuego que ardía por dentro de él.
Sintiéndose sediento, se dio la vuelta para dirigirse al bar buscando algo frío y húmedo,
se paró en seco, un cuerpo enorme y robusto, bloqueaba su camino. Brillantes ojos dorados
se abalanzaron sobre su rostro y se deslizaron por su cuerpo. El monstruo de hombre inclinó
la cabeza hacia un lado, como si encontrara algo curioso acerca de él.
Una lengua rosa pasó por el labio inferior del hombre, dejando un rastro de humedad en
su camino y él quería desesperadamente probar esa carne suculenta. Su corazón golpeó a su
vez con su polla que se endurecía rápidamente, mientras el extraño se quedaba allí, follándolo
con los ojos. Era erótico y... no lo suficiente.
El tipo tenía más 'oomph' que oomph.
—¿Bebes? —Preguntó, luego se aclaró la garganta. —¿Puedo invitarte una copa?
El pecho del hombre se elevó como si estuviera tomando un gran aliento y se dio cuenta
de que era todo puro músculo, los brazos del hombre abultados contra su camiseta negra
simple. Estaba seguro de que gimió ante la idea de estar enjaulado por todo ese poder. Podía
ver en su mente esos grandes brazos que lo sostenían cerca, un estómago apretado que se
frotaba contra él, su pálida piel que se encontraba contra el cuerpo bronceado de este hombre.
Aquellos tentadores labios se separaron y observó cómo se movían, mientras hablaba.
¿Cómo se sentirían esos labios besando su cuerpo? Al darse cuenta de que el hombre había
dicho algo, forzó su atención a sus peculiares ojos. —Lo siento. Mucho ruido.
El extraño simplemente inclinó la cabeza hacia un lado y él lo siguió hacia el bar donde
estaba un poco más tranquilo. Deslizó su enorme figura sobre un diminuto taburete de bar,
su atención nunca apartándose de él. El familiar sentimiento de intimidación lo mordió, pero
no iba a dejar que su incomodidad se interpusiera.
Dejó caer su culo en el taburete junto al hombre y preguntó. —¿Cómo te llamas?
—Nitro —dijo simplemente el tipo. Parecía salvaje, como si estuviera al borde de explotar.
Feroz.
—Peter. —Señaló a la selección de bebidas. —¿Cuál eliges?
Nitro se deslizo del taburete de repente y se detuvo frente a él, los muslos del hombre
rozándole las rodillas. Tragó un bulto del tamaño de un puño, pero no apartó los ojos del
hombre. Oh sí. Estaban volviendo a casa juntos y muy pronto, aparentemente. 7
—¿Saltémonos la copa? — Preguntó, con voz ronca.
Nitro asintió con la cabeza, sus ojos vagando a un lado, por un momento, como si estuviera
explorando la salida más rápida. Siguió su línea de visión y vio la puerta trasera. Miró a Nitro
que empezó a caminar.
Fue rápidamente tras él, su polla golpeando fuerte ante la idea de conseguir ser follado
por un individuo tan grande y magnífico. Nitro irrumpió por la puerta, casi sacándola de sus
bisagras. Una risa burbujeó dentro suyo, mientras miraba la puerta.
Había algo acerca de los hombres súper musculosos rayando en lo duro, que lo golpeaban
en el lugar correcto…
Jadeó cuando Nitro lo agarró con no demasiada delicadeza y lo apretó contra la pared, el
abrasivo ladrillo encendió su piel. Su cuerpo más pequeño, rodeado de puro músculo, No
podía hacer nada más que mirar con los ojos abiertos cuando Nitro se inclinó.
¡Oh, mierda, sí! Necesitaba probar esos labios, esa lengua, necesitaba... Nitro le rozó con
la nariz, el cuello e inhaló. Fue entonces cuando se dio cuenta de que ese olor que había
rastreado, era aquel hombre. Cerrando los ojos, se concentró en el cálido aliento de Nitro,
mientras se deslizaba sobre su piel. Su polla se endureció.
¡Hola, locura!
Capítulo 02
Un gruñido salvaje. Esa fue la única manera en que Peter pudo describir el sonido que
hizo Nitro, mientras le enterraba el rostro en su cuello. Cuando el hombre aplastó la cálida y
suave lengua contra su garganta, gimió. Un rastro de fuego líquido lo quemó, y fue
directamente a su polla.
—Tienes sabor a lujuria —, susurró Nitro y le dio un suave beso en la barbilla.
—Eso es algo bueno, espero —, dijo, apoyando la cabeza contra la pared de ladrillo
mientras su amante lo salpicaba con castos besos.
Nitro respondió tomándole los labios y él se abrió para este. El beso era dominante, y él
se entregó al hombre, siguiendo su ejemplo. Respondió a cada lamida, cada succión hasta
que se gemía en la boca de Nitro. Sumergiendo los dedos bajo la camisa del hombre,
silenciosamente rogó por más. Su polla estaba hinchada y goteaba por la necesidad y este
extraño era lo único que podía calmar el dolor en el fondo de su estómago.
Nitro sonrió maliciosamente. Su gran palma se acercó y se la envolvió alrededor de la
garganta, su pulgar le golpeo el labio inferior. —Voy a joderte aquí. Estaré tan profundo
dentro de ti, que serás capaz de lamer mi polla. Y vas a amar cada segundo de ella.
Pestañeó. —Tienes habilidad con las palabras, ¿verdad? —Cállate. ¡No digas cosas
estúpidamente obvias!
El hombre parecía divertido. Lo libero y le deslizó la palma de la mano por su cuerpo, 8
rozando deliberadamente los puntos erectos de sus pezones. Siseó, sus capullos estaban más
allá de lo sensible. Nitro se detuvo en el dobladillo de sus vaqueros y, cuando le tomó el
paquete, soltó una maldición.
—Estás ardiendo —comentó Nitro y lo masajeó a través de sus pantalones.
Simplemente asintió con la cabeza, mordiendo su labio entre sus dientes. Podía oír a la
gente de la esquina riendo y la música del club vibrando contra su piel. No le importaba una
mierda. Todo lo que importaba era este hombre y el fuego que estaba creciendo rápidamente
fuera de control. Bajó sus manos temblorosas y abrió el botón de los vaqueros de su amante.
El bulto de Nitro era enorme, la tela apenas podía contener su tamaño.
—¿Quieres que te folle, Peter? —Preguntó Nitro, su voz sonaba lenta mientras hablaba.
—Es lo que necesito. —Metió la mano en los pantalones del hombre y liberó su enorme
polla, la varilla fácilmente alcanzando doce pulgadas2. Estaba ardiendo, fuertemente venosa
y goteando pre-semen. La emoción se elevó, deslizó sus ojos hacia el rostro de su amante y
puso una expresión seductora que encontró fácilmente. —Puedes tener mi culo todo el tiempo
que quieras. Pero tengo que tener tu polla primero. ¿Justo?
Los ojos de Nitro se encendieron y sus fosas nasales comenzaron a succionar aire. Estaba
seguro de que el hombre estaba encendido y enojado porque le exigía algo. Aquellos
perfectos, perfectos labios se curvaron en una sonrisa lasciva. —A trabajar, muchacho.

2
Mierda... son 30 centimetros.
Se arrodilló. De cerca, podía ver cada vena púrpura, cada suave arruga, y el líquido blanco
y espeso que parecía dulce como la miel. Tomarlo en su garganta iba a ser glorioso, casi tanto
como tenerlo en lo profundo de su culo. Con un gruñido decidido, guió el glande de Nitro
hacia sus labios. Succiono, probando el pre-semen en su boca. Era dulce y salado, no amarga
en absoluto. Sí, esto va a ser impresionante.
Nitro emitió un sonido estrangulado y sus dedos se deslizaron por su cuero cabelludo con
suavidad. Soltó su mandíbula y usó su saliva para acomodar más de la vara gigante del
hombre en su boca hambrienta, sus labios extendiéndose. A esta distancia, el almizcle le hizo
estallar, intoxicándolo hasta que pensó que se desmayaría. Cuando sintió que la polla de Nitro
le golpeaba la parte posterior de la garganta, retrocedió y empujó hacia adelante, tratando de
tomar un poco más, en cada sacudida.
—¿Vas a tragarme? —Gruñó Nitro, con su mano presionándole contra la parte posterior
de su cabeza. —Te puedo ayudar con eso.
—Mhm —murmuró alrededor de la polla de su amante. Tenía un buen agarre en el culo
del hombre, mientras Nitro empezaba a joder su boca. Siguió con el flujo, concentrándose en
relajar los músculos de su garganta. Con cada empuje, tomó más, hasta que Nitro penetró en
su garganta. Juró que podía sentir el pre-semen del hombre deslizándose por su esófago.
Mientras se resignaba a ser un agujero húmedo, se adentró en los sonidos que su boca hizo,
mientras la polla húmeda de Nitro se deslizaba dentro y fuera de sus labios. La visión de la
piel bronceada de su amante moviéndose hacia adelante y hacia atrás era emocionante,
sabiendo que cuanto más se acercaba al cuerpo de Nitro, más su polla le bajaba por la
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garganta. Se atraganto unas cuantas veces, pero Nitro siguió. Se agachó para acariciar su
polla, la punta llorosa.
Nitro soló una maldición áspera y le retiró su erección de su boca. —Hambriento como el
lobo.
Le sonrió aturdido y se lamió los labios, tirando una gota de la lubricación natural del
hombre en su boca. Los ojos de Nitro se entrecerraron y oscurecieron y sabía lo que iba a
venir. Este era claramente un hombre que estaba a cargo de todo y de todos en su vida y no
iba a dejar que una putita provocadora como él cambiara eso.
Claramente, había escogido bien esta noche.

Este pequeño humano estaba volviéndolo loco. Era demasiado malvado, demasiado
hermoso... demasiado tentador. La forma en que su boca se ajustaba alrededor de su polla
era increíble y Peter tomó todo lo que tenía que dar. El sonido que su dulce boca hizo fue
directamente a sus bolas. Y lo mando... Jesús, juró que había tomado al humano hasta su
nariz.
Los ojos de Peter se elevaron hacia él, sus relucientes labios levantándose. Parecía que
nadie le dijo que no se burlara de un alfa en calor... Por otra parte este hombre no era un
shifter y no lo sabía. Tomando un puñado del rubio cabello de Peter, lo instó a ponerse de pie
y luego le dio la vuelta. Presionó a su amante contra el ladrillo, el hombre jadeando cuando
su mejilla fue aplastada en la dura superficie. Sin embargo, sonreía y Nitro expuso el culo de
Peter. Se tomó un momento para saborear los montículos suave como la seda salpicados con
una suave pelusa. Debido a que se sentía juguetón, aterrizó unos azotes con mano dura.
Peter rió y silbó. —Ow.
Sus protestas rápidamente se convirtieron en suaves gemidos, mientras clavaba los dedos
en la grieta de Peter y se dirigía hacia el agujero arrugado. Sintió que los músculos se movían
bajo las sensibles almohadillas de sus dedos, como si respondieran a su toque.
—Por favor —, murmuró Peter. —Necesito tu polla en mí. Estoy muriendo aquí.
Su instinto animal se levantó y gruñó. Este macho lo necesitaba tan desesperadamente,
tan hambriento por su polla, lo que lo excitó como nada más lo había hecho. Colocó los
brazos de Peter sobre su cabeza y envolvió sus dedos alrededor del alféizar de una ventana.
Inclinándose cerca, susurró contra el oído de su amante. —Agárrate fuerte. Vamos a dar un
paseo.
Con su polla goteaba en preparación de un apareamiento, presionó el glande gordo contra
el agujero del hombre, su circunferencia separando con fuerza las regordetas nalgas del culo
de Peter. Jadeos cayeron de los labios de este, mientras frotaba polla alrededor de la apretada
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entrada de Peter, la estimulación provocando más lubricación, la gran cosa sobre el sexo con
shifters era que venían equipados con su propia lubricación, pero no querían herir a sus
amantes, agrego lubricante extra de un tubo. Se enfocó en el lenguaje corporal de su amante,
esperando lo que sea que le dijera que Peter estaba en apuros. Cuando estuvo seguro de que
todo era excelente, presionó hacia adelante, el anillo de músculo cedió.
—¡Oh, Dios! —Peter grito, su cuerpo tembló.
—¿Demasiado? —Le preguntó.
—¡Maldición sí! —Gruñó Peter. —Me gusta mucho. No vayas a ninguna parte.
La aprobación casual de Peter de su masculinidad, alimentó el fuego y se alejó hasta que
casi saltó fuera, luego disparo hacia adelante hasta que sus bolas golpearon contra Peter. El
sonido que el macho hizo, fue directamente a sus bolas, pero se contuvo de envestir a su
amante. Repitió varios golpes suaves y profundos, el culo de Peter se soltó lentamente.
—Cristo, eres grande —, siseó Peter.
—¿Te gusta eso? — Preguntó, escapándosele el aliento. Necesitaba soltar su carga tan
mal, el nudo en sus bolas doloroso. Sumergiendo la mano debajo de la camisa del hombre,
arrastró la palma de su mano por su cuerpo y envolvió sus dedos alrededor de la garganta de
Peter. —¿Te gusta tener el culo estirado por una polla grande? ¿Quieres que te golpee tan
fuerte, que mis bolas azoten las tuyas? Dime.
La mandíbula de Peter cayó y él hizo el sonido más angustiosamente bello. Al parecer, no
podía hablar porque asintió con furia. Movió sus caderas hacia atrás y luego se dirigió hacia
adelante, hasta que el culo regordete se encontró con sus caderas y no pudo ir más lejos.
—Dilo —, exigió. —Dime que lo necesitas duro y fuerte.
—Dios mío, por favor. Tengo que ser follado muy fuerte, no puedo pensar. —, le dijo entre
dientes.
Le dio un beso en la nuca a Peter y luego entró en acción, golpeando sus caderas contra
él. El hombre murmuró una maldición y luego pareció echar un vistazo, mientras le daba lo
que tanto necesitaba. Sus oídos se llenaron con el sonido de sus cuerpos golpeando juntos, el
latido del corazón de su amante, mientras se levantaba varios escalones y los angustiosos
gemidos del hombre en sus brazos. Era una cacofonía primitiva, simple pero elegante. El
orgasmo se precipitó rápidamente, su vista se puso borrosa. Tenía que venirse para aliviar el
calor, pero no quería que esto terminara. Se sentía demasiado bien, era mucha más que una
distracción en su vida solitaria. Pero el calor no se negaría.
—¡Oh, mierda! —Peter mordió entre golpes. —¡Por favor! ¡No! ¡Te detengas!
Nunca había conocido a un macho humano que tomara golpeteos así durante mucho
tiempo, pero Peter estaba aceptando todo lo que tenía que dar y exigía más. El animal dentro
de él se estremeció, garras y colmillos raspando el interior de su piel. Mientras se precipitaba
hacia adelante, algo cambió y un torno se envolvió alrededor de su polla para que apenas
pudiera moverse. Peter dejó escapar un grito de sorpresa, con la cabeza apoyada contra él.
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Enterró la nariz en el cuello de su amante, sintiendo que el hombre necesitaba consuelo.
Algo es diferente. Peter no parecía sufrir, pero no respondió, cuando trató de retirarse. El
culo de Peter se cerraba alrededor de su polla, manteniéndolo donde estaba, las paredes del
canal del hombre ondulando alrededor de su polla, fomentando más el orgasmo. Estaba
consciente de que algo estaba mal, pero con el calor que lo montaba duro, era un esclavo de
su necesitada polla. Empujó hacia adelante, y fue suficiente para soltar el nudo en sus bolas.
Aulló en la noche, cuando el placer le azotó sin piedad, su cuerpo convulsionando mientras
descargaba su semilla en su amante. Peter se unió a él, sus propios gritos llenaban el callejón
y más allá. Tuvo la intención de acercarse y descubrió que Peter había llegado, su polla
mojada y pegajosa. Todo fue increíble, pero cuando la niebla del orgasmo empezó a
despejarse, todo cambió de perspectiva y se dio cuenta de que había cometido un error
primordial. Y no había vuelta atrás. Quería correr, pero sabía que no iba a ir a ninguna parte,
hasta que el cuerpo de Peter hubiera ordeñando hasta la última gota de semen de su polla.
Todo tenía sentido, el intenso magnetismo animal, el férreo control... Peter era más que lo
que él creía y él probablemente no tenía ninguna idea. El frío temor lo llenó, cuando las
implicaciones lo golpearon. Debería haberlo sabido. La atracción y el placer eran demasiado.
Ellos hicieron clic, cayeron perfectamente juntos, como una pieza de rompecabezas. Quería
correr tan desesperadamente, pero no iba a ir a ninguna parte sin lastimar a ninguno de los
dos, y no lo haría.
¿Qué mierda acabo de hacer?
Peter gimió y él lo acunó. A pesar de estar volviéndose loco, sabía que era una época
confusa para Peter. Susurrando palabras tranquilizadoras, esperó la liberación, su corazón
golpeando en sus oídos.
Algo se aflojó dentro del cuerpo de Peter y fue liberado con un estallido húmedo.
—Número... ¿otra vez? Mierda. Cerveza —, murmuró el hombre, completamente fuera
de sí.
Dio un paso atrás, rápidamente llevando su polla gastada dentro de sus vaqueros. Peter
lentamente se desplomo en el suelo. Su instinto se alzó para cuidar del hombre, pero tenía
miedo de lo que acababa de hacer. La negación lo golpeó y corrió por la seguridad de sus
bosques, lejos de San Francisco y Peter.

12
Capítulo 03
Peter gimió cuando su teléfono celular sonó por tercera vez en una hora. Vibró en sintonía
con el sonido de "Call Me Maybe" y se restregó un ojo soñoliento. Estaba a sólo un brazo de
distancia, pero no podía encontrar la energía para moverse.
Y era culpa de Nitro, estaba seguro.
El sexo había sido asombroso y no había estado tan sorprendido cuando el hombre salió
corriendo, era la naturaleza de las conexiones. Pero después de unos días, la fatiga comenzó
a adueñarse de él y no era capaz de comer sin que su estómago hiciera un gran alboroto. Al
principio, pensó que había contraído una ETS. Después de todo, no habían usado una
protección algo que era muy impropio de él. A pesar de ser un perro caliente, siempre se
protegía. Pero con Nitro nadie parecía existir, y el preservativo en su bolsillo fue olvidado.
Rápidamente concluyó, que había contraído gripe del tipo. Sin embargo, le preocupaba las
consecuencias de no usar protección. A dos semanas de aquella noche y todavía no tenía
energía para hacer nada, pero su estómago se sentía un poco mejor esta mañana.
Dónde crees que vas, bebé…
Pensó que la mejor manera de lograr que su celular se callara, era tratar con el así que
puso todo lo que tenía en agarrar el teléfono. Vio que era su jefe.
—Hola jefe. Lo siento.
—Cristo, suenas horrible —, dijo el hombre. —¿Supongo que no puedes hacerlo hoy? 13
—Sí, sobre eso. No creo que pueda levantarse de la cama. Sin embargo, trabajaré en el
proyecto en casa.
—Está bien. ¿Has visto a un médico?
Doctor. Había tenido la intención de hacer una cita, pero lo calificó todo con un buen
resfriado anticuado. —Creo que lo haré.
—Por favor, hazlo. Odiaría encontrarte muerto en tu cama. Bebe mucha agua y descansa.
No te preocupes por nada, lo tengo cubierto.
Colgó y se comprometió en compensar al hombre. Su jefe era sobre todo estupendo y a
veces se sentía como un buen amigo en lugar de un supervisor. Suspirando, se relajó, los
músculos de su brazo se sintieron estirados con el simple acto de alcanzarlo. Mientras se
formaba una opresión en el vientre, gimió y miró la puerta de su cuarto de baño. Respirando
profundamente, levantó el torso de la cama y jadeó cuando sus pies descalzos entraron en
contacto con el frío suelo. Le dio un escalofrío y se estremeció. La debilidad y la miseria
general eran tan potentes, que quería arrastrarse de nuevo bajo las mantas, pero necesitaba
orinar y no tenía ganas de ir al baño.
Haciendo un gran esfuerzo, cambió su peso a sus piernas y se dirigió al cuarto de baño, su
equilibrio apagado. Rozó el marco con su hombro y murmuró un débil "Ow". Pero cuando
vació su vejiga, sonrió con alivio. Vio su reflejó en el espejo y se inclinó hacia adelante. Sus
ojos se veían sin brillo, y su piel estaba pálida.
Jesús, me veo como la mierda. Gracias, Nitro. ¿Qué tipo de nombre es ese de todos
modos? No era un nombre real, estaba seguro. Lo que sería una mierda cuando tratara de
rastrear al hombre para averiguar si estaba limpio o no. Se encogió de hombros, sacudió su
polla y luego la metió en sus pantalones de deporte. Ignoró la tentación de colapsar en la
cama y se dirigió a la cocina. Abriendo la nevera, se rio cuando el olor le golpeó. No era
agrio, solo... fuerte. Colocó los ojos en una botella de agua.
—Está bien, estómago. Realmente te amo, así que sé amable conmigo, ¿por favor? Te lo
prometo, no más burritos de la gasolinera —, dijo y bebió un sorbo de agua. La frialdad que
se deslizaba por su garganta era agradable y cuando su estómago no se quejó, se relajó. Pensó
en probar un poco de avena, pero no quiso presionarlo.
Mientras tomaba un poco más de agua, se aflojó aún más. De fondo, podía oír el mundo
exterior vivo y bien. El camino a pocos kilómetros de la calle estaba en movimiento; grúas
girando; martillos golpeando; hombres que se ríen en sus descansos, sus sentidos siempre se
intensificaban durante "su enamoramiento", pero la sensibilidad debería haber desaparecido
para ahora. Oyó el ruido de pies que se arrastraban, el tap-tap cada vez más fuerte a cada
paso, hasta que se detuvieron frente a su puerta. Dejando caer su atención a la grieta debajo
de la puerta, vio la mancha de sombra que cortaba la luz, haciéndole saber que alguien estaba
de pie allí. Juró que podía oír la respiración... fuerte y desigual como si la persona estuviera
estresada por algo. Después de un largo y tenso momento, un golpe lo sorprendió y se
sobresaltó. Rodando los ojos ante su inquietud, se arrastró hasta la puerta y puso su mejor
rostro de bienvenida. 14
Se encontró con una sólida pared de poder, que rebasaba su diminuta puerta. Frunció el
ceño ante todos los músculos apenas contenidos por la franela y el salvaje, pelo despeinado,
y... la fuerte mandíbula sin afeitar... ojos hermosos. El reconocimiento lo inundó junto con
una pizca de excitación. Aquellos ojos brillantes de luna bajaron por su cuerpo, las cejas del
hombre se hundían aún más, con cada centímetro. Finalmente, Nitro fijó su atención en su
cara.
—Lo siento. —Nitro gruñó, su voz ronca dolorosamente hermosa. No pudo evitar recordar
la manera en que el hombre le había hablado sucio, en ese callejón.
Su cabeza daba vueltas. No estaba de humor para tratar con el tipo en este momento. Pero
no se podía ignorar lo importante. —¿Estas limpio?
Nitro lo miró con curiosidad. —Tomé una ducha antes de venir aquí. Quería…
—¿Qué? No. Quiero decir... —Se detuvo en la mitad de la frase, cuando el cierre de una
puerta llamó su atención. Lo último que necesitaba era que los vecinos entrometidos tuvieran
la idea de que era un hombre descuidado. —Entra.
Cerró la puerta detrás de Nitro y regresó a la cocina para tomar un sorbo de agua muy
necesaria. No estaba seguro si era la deshidratación haciendo que su garganta se secara... o
el calor emitiendo de Nitro. Estaba dispuesto a apostar por lo último. A pesar de la tensa
conversación que se avecinaba, todavía quería saltar a los grandes huesos de Nitro.
—Estas débil. Deberías sentarte —, le dijo Nitro y se dirigió hacia el mostrador. —Traje
algo para eso.
Abrió la boca para responder, pero cuando el hombre colocó su mochila en el mostrador
de mármol de imitación y comenzó a sacar recipientes de táper y frascos, sus pensamientos
saltaron en una dirección diferente. De repente, se sintió inquieto al dejar que este extraño
descomunal entrara en su casa. Al mirar al hombre con cautela, preguntó —¿Cómo sabes
dónde vivo?
Nitro no lo miró, sólo siguió alineando todo, mientras hablaba. —Te he rastreado aquí.
Me tomó días decidirme a acercarme, pero al verte ahora, me alegro de haberlo hecho.
—¿Espera, rastreado? —Preguntó, dando un paso atrás. Acechado, probablemente.
Nitro se tensó y luego movió su gran cuerpo alrededor. —Por favor, no tengas miedo.
Estoy aquí para cuidarte.
Tragó con dificultad, contemplando hasta dónde podía llegar si corría. En su condición,
probablemente no alcanzaría la puerta. Pero no quería involucrarse en alguna retorcida
situación de rehenes a lo Annie Wilkes.
—Estás en alerta ahora mismo. Puede que no te des cuenta —, dijo Nitro, sus ojos
deslizándose hacia la puerta principal por un instante como si sospechara que se preparaba
para huir. —Puede que sí. Pero no estoy aquí para hacerte daño. Sino porque cometí un error
y planeo lidiar con esas consecuencias. Por favor, no trates de correr porque no vas a llegar 15
muy lejos.
Se tragó el corazón ante la amenaza y supo que estaba en un buen lio.
Frotando su cara con una gran palma, Nitro suspiró. —No, eso no es... Quiero decir que
estas débil por desnutrición y... Mi punto es que no quiero que te lastimes.
—¿Estás limpio? —Preguntó, deseando guiar toda aquella extraña cosa a la realidad.
—¿Es por eso que estoy enfermo? Necesitas decirme si me contagiaste algo. No te culpo
por completo. Fui imprudente. Es sólo que... no podía pensar en otra cosa.
—Ya lo sé —, dijo Nitro mirándolo tímidamente. —Y entiendo lo que quieres decir ahora.
No tengo enfermedades.
La confesión del hombre era un enorme peso fuera de sus hombros y cerró los ojos con
alivio. Eso todavía no explicaba el que Nitro apareciera en la puerta de su casa o para qué
eran todos los contenedores. ¿Tal vez el tipo estaba buscando iniciar una relación? Señaló los
contenedores. —¿Que es todo esto?
Nitro volvió a la acción, expresándose con un gesto, mientras seleccionaba un frasco con
líquido oscuro dentro. —Todo lo que necesitas. Hierbas, tés, cosas parecidas.
—El té nunca fue lo mío —, murmuró, mientras veía a Nitro verter parte del líquido en un
vaso. Tenía tantas preguntas, pero tenía miedo de las respuestas.
Cuando le dio la espalda a Peter y sirvió un poco de té en un vaso, escuchó que el latido
del corazón se aceleraba de nuevo. El hombre estaba preocupado e inseguro de si era una
amenaza para él. Dejó el frasco y cerró los ojos, alejando la respiración desigual del hombre
y el latido del corazón... pasó del susurro del aire a través de sus pulmones, ¡allí estaba! Un
suave golpeteo mucho más rápido que el de Peter. Era tan pequeño, pero se fortalecería con
el tiempo. Era la confirmación final que necesitaba. A la alegría le seguía el arrepentimiento,
la mezcla de emociones que lo desestabilizaba. Pero no era importante en este momento. Lo
único que importaba era el bienestar y la seguridad de Peter. Examinaría sus propias
emociones más tarde.
Volviéndose para entregar a Peter el té, pasó por su mente cómo iba a explicarle todo el
asunto. Por lo que podía ver, Peter estaba completamente ajeno a lo que estaba pasando,
convencido de que había contraído una enfermedad. No tenía ni idea de que era más que
humano. Dejarle caer esa bomba nunca saldría bien. Los Omegas eran tan raros estos días,
muchos se ocultaban de la humanidad hasta que en una época especial del año volvían. En
cierto nivel, se alegraba de haber sido él quien encontrara a Peter en su calor. No quería
pensar qué le habría pasado al joven si lo hubiera encontrado un Highborn.
Puso el vaso delante de Peter y el hombre arrugó su nariz. —Eso huele a mierda. ¿Que
16
hay en él?
—No sabe mucho mejor —, admitió. —Pero tiene todo lo que necesita. Nutrientes y otros.
La mirada de Peter permanecía fija en el té, su expresión torcida por el disgusto. —Si lo
bebes para mí, te diré lo que está pasando y por qué estoy aquí.
—¿Chantaje? —Preguntó Peter, sus labios temblando. —Sabes, si querías otra
oportunidad, podrías haberlo dicho. Por supuesto... no tengo energía para hacer nada ahora
mismo.
—Acuerdo. —Rápidamente corrigió. La idea de acoplarse con Peter volvió a despertar su
interés, pero se recordó a sí mismo que una vez que Peter supiera la verdad, no querría nada
que tuviera que ver con él nunca más.
Suspirando, Peter tomó el vaso y sorbió. Hizo un ruido de disgusto y despreció la mezcla.
—Todo ello —, le ordenó Nitro.
El hombre gruñó pero tragó el té. Golpeando el vaso sobre la mesa, tosió. —Jesús, esta
asqueroso.
Después de un momento, su expresión se suavizó y se frotó el vientre.
—¿Tienes muchas náuseas? —Le preguntó.
—No he podido comer nada durante al menos una semana. Pero hasta, ahora todo bien
con tu líquido de mierda.
Se volvió a los contenedores, su cuerpo vibrando con renovado entusiasmo. Se dio cuenta
de que quería cuidar de Peter. Era una necesidad impulsada por algo más que su condición.
—Tengo algo para eso también.
—Nitro. —La voz de Peter le hizo saber que no estaba de humor para los juegos. —Creo
que me prometiste algunas explicaciones.
—Lo hice —, dijo y movió su cuerpo alrededor. Era más fácil decirlo que hacerlo. Había
esperado que su semilla no se hubiera metido, y encontrar a Peter muy bien y sin
compromisos. Entonces podría volver a su bosque y nunca volver a ver al hombre. Pero las
cosas no habían salido así. Había estado tan consumido por su error, que no había pensado
en cómo iba a explicarle a un omega que no tenía ni idea de lo que era, que estaba
embarazado. Cuando Peter arqueó las cejas, se aclaró la garganta. —Lo que voy a decirte
será un shock para ti. Pero necesito que escuches todo lo que tengo que decir y te
comprometas a mantener la calma. ¿Puedes hacer eso?
—Depende de lo que tengas que decir.
Se mordió el labio. ¿Por dónde empezar? —¿Puedo preguntar ... ¿Eres adoptado?
—¿Uh... no que yo sepa? ¿Qué tiene que ver eso con esto? —Preguntó Peter, con las cejas
fruncidas.
Rascándose la mandíbula en reflexión, se encogió de hombros. —No es raro que el gen
omega permanezca latente en las líneas humanas. En cualquier caso, tú eres lo que eres. 17
—¿Y eso es...? —Preguntó Peter.
Dejo escapar un gran suspiro, enviando su despeinado pelo volando. —Digamos que no
eres totalmente humano. Eres lo que en mi mundo llaman un omega. Y no lo sabes, porque
los omegas aparecen completamente humanos hasta que se unen con sus compañeros, o... —
Supo que había perdido a Peter en el momento en que abrió la boca, así que trató de relacionar
lo que el hombre estaba pasando. —Durante toda tu vida te sentiste un poco diferente. Al
principio eran cosas pequeñas. Tal vez te percataste de que podías comunicarte con los
animales mejor que nadie. O encontrar cosas por su olor. Pero a medida que crecías, algo más
cambio en tu vida en algún momento. Es por eso que fuiste a esa discoteca hace dos semanas.
Por qué me necesitabas tanto. Lo haces cada año, pero conmigo era diferente y no sabes por
qué.
La garganta de Peter se movió y su cuerpo se tensó. Sus desgarradores se posaron en la
puerta principal y se preparó para reaccionar. Sabía muy bien la necesidad de huir de la dura
verdad de la realidad.
—Lo que hicimos tiene consecuencias y en la fiebre del calor, nada importaba excepto
calmar ese fuego. Pero no estás enfermo. No contrajiste una enfermedad. Peter, no sé otra
forma de decir esto, pero... estás embarazado. No hay error. Puedo olerlo sobre ti. Puedo oír
el segundo latido del corazón.
Capítulo 04
—Estas embarazado.
Peter parpadeó ante aquel desconocido en su apartamento. No pudo evitarlo. Estalló en
carcajadas con el vientre sacudiéndose, hasta que no pudo respirar y las lágrimas se formaron
en las esquinas de sus ojos. ¡Había invitado a un loco a su casa! El tipo estaba totalmente
loco. Nitro simplemente lo miró pensativo, mientras se calmaba.
Se limpió los ojos con el dorso de la mano y se aclaró la garganta. —Sabes que soy un
hombre, ¿verdad?
—Sí —, dijo simplemente Nitro.
El humor pasó rápidamente y se quedó frio de terror. La gente insana podía ser peligrosa
y aquí estaba él, apenas capaz de pararse erguido. Idiota. ¿En qué había estado pensando al
invitar a este tipo? La puerta. Sabía que podía alcanzarla. Sólo tenía que mover las piernas
todo lo que podía y golpear la puerta de su vecino. Al menos, alguien lo oiría pedir ayuda,
¿verdad?
—Está bien —, murmuró, ofreciendo al hombre una temblorosa sonrisa. —¿Dijiste que
tenías algo para las náusea?
Nitro asintió con la cabeza, su rostro iluminó exponencialmente y se volvió hacia los
contenedores que había tendido en el mostrador. No había recibido una beca por nada en la
universidad. Siempre había sido un pensador rápido. En el momento en que la atención de 18
Nitro estuvo fuera de él, se dirigió a la puerta con piernas de goma, sus músculos protestando
en cada movimiento. Lanzó la mano hacia la perilla de la puerta, una oleada de victoria
circulando a través de él, mientras sus dedos se ponían en contacto con el bronce. La emoción
de escapar se fue en un instante. Unos fuertes y sólidos brazos llegaron a su alrededor para
levantarlo de sus pies y alejarlo de la puerta. Una pesada palma cubrió sus labios cuando
grito pidiendo ayuda. Trató de luchar, pero Nitro era demasiado grande y demasiado fuerte.
No pudo hacer nada, mientras el hombre lo llevaba al baño. Nadie lo oiría ahora.
Nitro cerró de golpe la puerta y habló tranquilamente contra su oreja. —Eso es suficiente.
Te dije que no estoy aquí para hacerte daño. Estoy aquí para cuidarte.
Gruñó contra la mano que lo asfixiaba y trató de patear, pero Nitro parecía inconsciente
de sus luchas. Estaba demasiado débil para hacer algo. Su visión estaba nadando y su cuerpo
dolía. Sabía que nunca podría hacer otro intento de correr.
—Tranquilo —, dijo el hombre, bajando el tono. —Sólo relájate, Peter. Todo va a estar
bien, lo juro.
El miedo lo atrapó y negó con la cabeza. Por favor Dios. ¡Si salgo de esto, te prometo no
más ligues! A medida que pasaban los minutos y Nitro no lo asesinaba con un cuchillo de
mantequilla, empezó a relajarse, su aliento y su corazón a tranquilizarse. Odiaba que los
brazos de Nitro que lo rodeaban se sintieran tan bien, pero necesitaba el calor, sus huesos
eran como hielo.
Nitro susurró palabras tranquilizadoras en su oído, su voz extrañamente calmante. —Solo
respira. Calma. No voy a lastimarte. Prometiste escucharme, ¿puedes hacer eso?
Tragando un nudo, asintió. Nitro quitó vacilante su mano y se humedeció los labios. Sabía
que pedir ayuda molestaría al hombre y quien sabía lo qué haría entonces. Su plan se formó
rápidamente. Dale lo que quiere. Juega a su ilusión. Cuando no este mirando, escapa.
Respiro profundamente varias veces, mientras un escalofrío atravesaba su cuerpo. Nitro
estaba demasiado cerca, se sentía demasiado bien... muy seguro. Una parte de su mente
necesitaba algo resistente con que aferrarse en esta crisis.
—Allá vamos —, murmuró Nitro, su voz un sonido de truenos lejanos. —Voy a llevarte
al sofá y luego te haré algo de comer. Y hablaremos. ¿Cómo suena eso?
Simplemente asintió con la cabeza. Nitro retrocedió y maldijo por la falta de aquella pared
de sólido músculo. No podía dejar de pensar en la forma en que el cuerpo del hombre se
había deslizado contra él, mientras conducía su polla dentro de él una y otra vez. Entonces
se recordó, que estaba en este lío porque pensó que engancharse en un callejón sucio con un
extraño era una buena idea.
Nitro lo condujo al sofá y se derrumbó sobre los suaves cojines. Se sentía bien no estar de
pie, con las piernas doloridas como si hubiera caminado varios kilómetros. Nitro le dirigió
una mirada especulativa y él le dirigió una sonrisa torcida. Manténla calma. —Creo que ni
siquiera podría salir por mi puerta.
—Debería haber venido antes —, dijo, y se volvió hacia la cocina.
19
Suspirando, se desplomó y observó cómo el hombre se movía. Oyó el sonido de las tapas
siendo tratadas duramente y un plato deslizándose sobre la encimera. Luego el verter líquido
en un vaso. Sus oídos eran tan sensibles que quería ponerse tapones en ellos.
Golpeteo. Golpeteo. Había escuchado ese golpe suave y silencioso antes, pero maldición
si sabía de dónde provenía. Mientras cerraba los ojos y se desconectaba, se hizo un poco más
claro, el ritmo acelerado reconfortante. Respira. Relajate. Que el psicópata piense que está
a cargo. Cuando esté dormido, escápate. Pancomido.
—Peter.
Abrió los ojos para encontrar a Nitro que se elevaba sobre él, su expresión esperanzada
mientras sostenía un plato con lo que parecía pan de algún tipo y un vaso del líquido de
mierda. Lo desprecio, pero aceptó las ofrendas. Nitro fue a sentarse a su lado y él por reflejo
se escabulló.
Nitro bajo la mirada, su garganta moviéndose con fuerza. —Espero que con el tiempo,
llegues a confiar en mí.
—La confianza se gana —, replicó.
El hombre asintió. —Bastante justo. Come.
Dejando caer su atención a la comida, olisqueó y encontró que el olor a especias, hierbas
y frutas no le molestaba el estómago. —¿Qué es?
—Un pastel dulce. Todo natural. Sin azúcar. Tienes que alejarte de las cosas procesadas,
que los humanos consumen.
—Correcto. No más burritos grasientos entonces. Pobre de mí. —Rompió una pieza y se
la metió en la boca. El sabor explotó en su lengua: la dulzura natural de la fruta; La sencillez
de la harina de avena; el crujido de los frutos secos. —Esto es realmente bueno.
—Tu metabolismo está cambiando. Parte de la razón por la que estás desnutrido, es porque
no estás comiendo las cosas naturales que tu cuerpo necesita —, explicó Nitro, con los ojos
brillantes como si estuviera entusiasmado con todo.
—¿Parte de la razón? —Preguntó. Pensó que necesitaba la mayor cantidad de información
posible, sobre la ilusión en la que se encontraba este extraño.
Nitro tomó una gran de aire y poco a poco lo soltó, levantando sus fuertes hombros. —El
embarazo para un omega es exigente. Especialmente uno que no se ha unido con su pareja y
lo ha logrado en el primer turno.
—Relájate —, dijo, y luego metió otro bocado en su boca. —Por favor, explícame cómo
podría estar embarazado.
El hombre se inclinó hacia adelante, con aspecto animado. Pensó que lo estaba disfrutando
demasiado. —Tienes una anatomía diferente a la de los humanos. No es tan complicado.
Supongo que no has tenido ningún problema médico en tu vida.
Negó con la cabeza, mientras masticaba, contento de que el pastel estuviera bajando con 20
facilidad, pero tomó pequeños bocados a la vez.
—Seguir con tu vida sin saber lo que eres, no es sorprendente. El consejo de mi pueblo
vigila los registros médicos pero algunas cosas se escapan. A menudo la anatomía inusual de
un omega se descubre en un MRIs3 y algo similar. Pero como shifter, la mayoría tiene buena
salud y rara vez necesitan asistencia médica.
Jesús, el tipo había puesto mucha imaginación a su ilusión. —Eso no me dice cómo es
posible un embarazo en un hombre.
El hombre se aclaró la garganta. —Tienes una especie de bolsa, a la que se accede por el
recto que se abre durante el calor, para permitir la inseminación.
Parpadeo. Este tipo estaba totalmente loco. Qué lástima. —Está bien... ¿así que estás
diciendo que estaba en celo, por eso estaba tan caliente?
—¡Sí! Los shifter pasan por el calor una vez al año. Experimentamos la nuestra al mismo
tiempo y si por coincidencia o por el destino, nos encontramos. Abracadabra, bebe. —La
sonrisa de Nitro estaba fuera de lugar, pero se recordó a sí mismo que estaba loco.
Mirando el pastel, se mordió el labio. —Dijiste que no soy humano. ¿Qué soy entonces?
—Un shifter. Pero los Omegas no cambian hasta que se unen con sus compañeros o... —
le señaló el vientre. —Conciben.

3
En español IRM. Imagen por resonancia magnética.
Parpadeando hacia él,con los ojos muy abiertos, se quedó boquiabierto. —¿Quieres decir
que me convertiré en un animal?
—Después de dar a luz, probablemente, sí.
Emitió un sonido estrangulado y dejó el plato en el suelo. —Lo siento. No puedo hacer
esto. ¿Te estás escuchando a ti mismo? Soy un hombre. No puedo quedar embarazado, mucho
menos dar a luz. ¡Esto es una locura!
—Peter, tranquilo.
—¡No lo hagas! —Siseó y se puso en pie. — ¡No te atrevas!
El enojo lo detuvo, enojo por el hecho de que este loco lo hubiera elegido para reproducir
sus fantasías retorcidas; de que todo pareciera posible de alguna extraña manera. Él sabía que
necesitaba jugar el juego si quería sobrevivir, pero no estaba seguro de que pudiera... La
habitación giró alrededor de él, su estómago girando. Lo último que vio, fue el rostro
preocupado de Nitro, tan tierno que hizo daño al corazón.

—Peter —, grito Nitro mientras Peter se desmayaba. Con sus reflejos superiores de shifter,
se las arregló para atrapar al chico antes de que cayera al piso y se golpeara. 21
Peter se quejó, con la cabeza apoyada contra sus brazos. Acunándolo contra su pecho,
empujó un perdido mechón del color del trigo de su frente. Estaba pálido y tenía la piel fresca.
No podía estar molesto porque Peter no hubiera escuchado su advertencia para tomarlo con
calma. La carga que Nitro había lanzado sobre él era abrumadora.
—Te tengo —, susurró y estrechó a Peter, su cuerpo se sentía tan pequeño y ligero en sus
brazos. Había perdido mucho peso, y se pateó a sí mismo por haber esperado tanto tiempo.
Había sabido de inmediato lo que había hecho. Había tenido mucho miedo de enfrentarse a
la probabilidad de que hubiera engendrado a un cachorro. Su debilidad había afectado a Peter
y se odiaba por ello. —No te preocupes. Voy a cuidarte.
Con eso, apretó al macho en sus brazos y lo condujo al dormitorio. Peter estaba
desmayado, completamente inconsciente, cuando lo acostó en la cama y lo cubrió. Al menos
habían conseguido algunos nutrientes en su sistema. El té debería ayudar a rejuvenecer su
cuerpo, pero tenían un largo camino por recorrer. Iba a necesitar mucha atención y si era más
humano que shifter, el embarazo le costaría mucho.
¿Qué pasaría si nos hubiéramos conocido en una situación diferente? La idea era
sobrecogedora, pero no tanto como la idea de se vieran forzados a vivir juntos por el
embarazo. Pero sabía que eso era imposible. Estaba consciente de que el macho creía que
estaba loco, estaba en su lenguaje corporal y sus ojos escépticos. Pero una vez que Peter se
diera cuenta de la verdad, llegaría a odiarlo por lo que había hecho.
Con una mano temblorosa, se pasó los dedos por el cabello del hombre. Incluso pálido y
demacrado, era encantador, sus pestañas de color claro apretadas contra sus mejillas. Ansiaba
ver el color entrar en su piel de nuevo, como lo había hecho cuando habían follado en el
callejón. Aunque su acoplamiento había sido duro y rápido, habían creado algo especial
juntos.
Dejó a Peter para descansar y cerró la puerta detrás de él. Recorriendo con los ojos el
apartamento de Peter, estaba claro que vivía solo. Lo que trabajaba a su favor. Era probable,
que cuanto más cerca estuviese Peter de parir, no podrían permanecer aquí. Pero por ahora,
quería que Peter se sintiera seguro en un entorno familiar. Pensó en ponerse en contacto con
la Asamblea de Brujas. Las brujas podrían ayudar, pero con la reciente guerra civil en sus
filas, tenía miedo de poner a Peter en mayor peligro. No, éste era su problema. Necesitaba
concentrarse en fortalecer a Peter para cuando diera a luz. Si era fuerte y saludable, tenía una
mayor posibilidad de supervivencia. Ante ese pensamiento, se estremeció.
Una vez solo, giró la cabeza, sin saber qué hacer. Prepárate. Sí, tenía una gran cantidad
de preparativos por hacer. Repentinamente revitalizado, regresó a la cocina y organizó los
contenedores. Usando las hierbas que había traído, puso un poco de agua en la estufa para
preparar más té. No estaba seguro de por qué estaba ansioso por cuidar al macho, pero
mientras trabajaba su corazón dio un vuelco de excitación. ¿Estaba mal que él estuviera
esperando al cachorro? Deseaba volver a tener una familia. Tal vez Peter se suavizaría con
él.
Era lo más que podía esperar.
22
Capítulo 05
Golpeteo. Golpeteo.
Peter se agito y se movió a su costado, el sonido de los utensilios haciendo ruido en la
cocina capturo sus oídos, junto con el silbido del aire de los conductos de calefacción y un
pájaro carpintero obstinado que golpeaba lejos en un árbol. Un rayo de luz penetró en la
ventana para calentar su rostro, haciéndole saber que era temprano por la mañana, pero
mantuvo sus párpados cerrados. El calor se sentía agradable en su piel, pero el nudo en su
estómago le recordó que no había estado soñando. Había esperado que todo hubiera sido una
extraña pesadilla... Nitro era un producto de sus deseos. No estaba embarazado. Él estaba
enfermo. No estaba en poder de una persona loca.
Golpeteo. Golpeteo
Con el ceño fruncido, recordaba estar sentado en el sofá y hablando con Nitro, mientras
el hombre trataba de justificar sus delirios y… negrura. Volteándose, abrió los ojos y
parpadeó ante el techo blanco cáscara de huevo. Su cuerpo se sentía pesado, dolorido y su
estómago rugió.
Espera... ¿Mañana? Peter estiró la cabeza y se estremeció ante el brillo del sol naciente.
¿Era el día siguiente? Santa mierda, ¿había dormido todo el día de ayer y la noche?
Su puerta se abrió repentinamente y se puso tenso, mientras Nitro entraba llevando un
vaso de té y un plato de comida no identificable. Sus labios se arquearon, en una gentil
sonrisa. —Estás despierto. Bueno. Necesitas comer.
23
Observando al hombre, mientras colocaba el vaso y el plato en la mesita de noche, Peter
se dio cuenta de que era un rehén. —¿Qué pasó?
—Te desmayaste y te metí en la cama. —Levantó su columna vertebral, su fantástico
cuerpo empujándose contra la tela apretada de su camisa. En sus fantasías, Nitro estaba aquí
por una razón completamente diferente. —El té ha devuelto un poco de color en ti, pero tienes
que mantenerte hidratado.
Nitro hizo un movimiento para tocarle la mejilla y él se apartó. La expresión más
desgarradora cruzó la cara del hombre y retiró su mano. Apartó los ojos y él frunció el ceño
mientras el cuello de su camisa se movía, revelando cicatrices descoloridas a lo largo de su
garganta. ¿Cómo había sucedido eso? ¿Tal vez el era un tipo de militar con un colapso
mental? Suspiró. Nitro podría estar perdiéndose, pero no creía que fuera una mala persona.
Estaba enfermo y necesitaba ayuda. Desafortunadamente, las personas enfermas podrían ser
peligrosas y sería bueno que recordará eso.
—Por favor, come —, dijo Nitro, con la expresión deprimida como si no estuviera de
humor para enfrentarse a su resistencia.
Se sentó en su almohada y recogió el plato en su regazo. Pasó su mirada por toda la
comida, más el pastel dulce; huevos revueltos, una variedad de nueces y frutas, algún tipo de
hierbas. Curiosamente, todo parecía delicioso.
—Come lo que puedas, pero termínate el té —, dijo el hombre. —La infusión contiene
Hamamelis4 que te ayudará con tus náuseas.
—Seguro, por qué no. No me convertirá en una rana, ¿verdad? —Dijo, muy poco de
diversión en su voz.
El hombre parpadeó un momento y se frotó la nuca. —No funciona en nosotros, pero se
sabe que se utiliza en pociones de amor.
Se quedó inmóvil, con la mandíbula abierta. —¿Estás bromeando, verdad? No importa.
No quiero saberlo.
Nitro lo observó mientras pasaba el desayuno, probando todo excepto la hierba. La fruta
y el pastel dulce bajaron bien, pero en el momento en que los huevos le golpearon el
estómago, sacudió la cabeza. —Nop.
Se levantó de la cama y se dirigió hacia el baño y devolvió su desayuno en el inodoro.
Después de un largo minuto de desocupar su estómago, se desplomó contra la pared. Era
probable que el hombre estuviera envenenándolo intencionadamente, sólo para validar sus
delirios. Necesitaba escapar antes de que Nitro atara una almohada a su estómago... o peor.
—Quitaré los huevos del menú —, dijo Nitro, parado en la puerta. —Un poco de pescado
podría ser mejor, para algunas proteínas.
—Haz eso —, dijo, poniendo una falsa sonrisa en sus labios.
Nitro sostuvo el vaso con líquido de mierda. —Pero todavía necesitas beberlo.
24
Golpeando la cabeza contra la pared, gimió. Nitro le dirigió una mirada severa. Dándose
cuenta de que no ganaría ningún punto con molestarlo, aceptó el vaso. El calor de la infusión
se hundió en su palma y se dio cuenta de que tenía frío. Pellizcando su nariz, tragó el líquido
de mierda y se atraganto con el sabor.
—Por favor, vete. Quiero tomar una ducha —, gruñó.
Los ojos de Nitro se entrecerraron y su mandíbula se marcó como si no le gustara que le
dieran órdenes. Él en realidad retrocedió, una extraña sensación corriendo a través de él.
Nitro persistió. —Puedo ayudar…
Señaló con el dedo al hombre. —Ni siquiera lo pienses.
El tipo estaba obviamente infeliz por haber sido alejado. —Bien. Pero por favor toma un
baño. No quiero que te desmayes y te golpees la cabeza. Tienes más que tu bienestar en quien
pensar ahora.
Sacudió la cabeza, incapaz de comprender cómo alguien podía perderse en una ilusión
imposible. —¿Qué tal si terminamos nuestra miseria y hacemos un aborto?
Lo había querido decir como una broma, pero Nitro se sacudió, mirándolo totalmente
devastado. Su frágil tono lo sorprendió. —Si eso es lo que quieres... hay hierbas.

4
El avellano de bruja, escoba de bruja, avellana que se rompe o Hamamelis virginiana L. es un arbusto
natural de Norteamérica en especial de Nebraska, Virginia, Minnesota, Tejas y Florida, donde crece en
bosques húmedos o empantanados de zonas templadas.
Su mandíbula cayó abierta. No tenía ni idea de cómo responder a eso. —Sólo quiero estar
limpio, ¿de acuerdo?
El hombre asintió y a regañadientes lo dejó con su desdicha.

Pocas horas después, Peter se encontró descansando en el sofá, su edredón esponjoso


envuelto alrededor de sus hombros, mientras temblaba como un muñeco de nieve.
Conseguirse limpio se había sentido encantador, pero él no parecerse capas de retener
cualquier calor en su cuerpo. Y un leve dolor se había instalado en su abdomen. ¿Tal vez su
estómago estaba dolorido por quejarse tanto? Servía el bastardo ahora. Su secuestrador estaba
ocupado haciendo algo en la cocina, el aroma de limón floto hacia él. Podía oler el aroma
terroso de los peces, la crudeza de la pimienta... ¿y las naranjas? Lo que sea. Al menos Nitro
estaba ocupado. Volvió a mirar la puerta, sabiendo perfectamente que nunca lo lograría, pero
tenía que aferrarse a la esperanza.
—Necesito que hagas algo por mí —, gritó.
Nitro apareció en un instante, su rostro contraído por la excitación. Sus ojos brillaban, y
su pecho estaba bombeando duro, como si no pudiera esperar por ser útil. Deseó no estar tan
condenadamente atraído por el hombre. ¿Mucho Estocolmo? 25
—Te estoy haciendo algo para comer ahora mismo. ¿Tienes sed? —Preguntó, con los ojos
clavados en él como si aprobara que buscara su ayuda.
—Tengo que lavar mi ropa. Pero no tengo energía. No soy de los les guste ser atendidos,
pero quiero que vacíes mi cesta en la lavadora. Me conformaré con doblar mi ropa, cuando
haya terminado. ¿De acuerdo?
Nitro lo miró por un momento, con expresión pensativa. Miró hacia la cocina y el
lavadero. —De acuerdo. Ahora la comida.
Suspirando, le hizo un gesto con la mano. Nitro se apresuró a regresar a la cocina y él
murmuró para sí. Hasta aquí todo bien. Que el hombre pensara que estaba en todo esto. Tenía
un plan de escape. Estaría fuera de esto pronto y Nitro recibiría la ayuda que necesitaba. Por
ahora, tenía que conservar su energía. Nitro regresó con un plato de pescado y más fruta junto
con un vaso de jugo de naranja recién exprimido. Con suerte, el tipo no lo envenenaría hasta
la muerte, antes de que tuviera la oportunidad de escapar.
—Prueba un poco de pescado. Si no está te agrada, encontraré algo más —, dijo.
Aceptó la comida y parpadeó. Se veía bien. Olía bien. Pero su estómago rugió. Mirando a
su captor, negó con la cabeza. Si el tipo no estuviera totalmente loco, haría de alguien un
buen compañero-err, novio. Se sentía agradable ser cuidado, aunque fuera bajo el disfraz de
una ilusión. No te apegues.
Nitro aspiró, aparentemente esperando que aprobara su arduo trabajo. Cortó un pedazo de
pescado y lo tiró en su boca. El sabor explotó en su lengua, el limón se mezclaba bien con la
pimienta y el pescado. Tragó saliva y esperó... Nada. Probó un poco de fruta y tomó algunos
sorbos de la OJ5 y todavía su estómago silencioso, hizo lo que se suponía. Cuando la
sensación de estar lleno lo golpeó, después de tanto tiempo, suspiró. Su cuerpo se calentó un
poco y sus huesos se acomodaron fácilmente contra el sofá.
—¿Te sientes mejor? —Preguntó Nitro.
Casi había olvidado que estaba allí. —Sí, hasta ahora todo bien, pero no quiero exagerar.
¿Dónde aprendiste a cocinar así?
—Muchos años de práctica. Cuando vives solo durante cien años, aprendes cosas.
Frunciendo el ceño, preguntó. —¿Cien años?
Nitro se sentó a su lado, su peso tirándolo como un imán. —Los shifters viven mucho
tiempo.
—¿Qué edad tienes? —Preguntó, mirándole con escepticismo. Jesús, pero la ilusión del
hombre era profunda.
—Ciento treinta y seis —, dijo, recogiendo el plato de comida a medio comer. —¿Estás
seguro de que no quieres más?
—No. —Observó cómo Nitro se encogía de hombros y terminaba el resto de la comida,
concediéndose a sí mismo que el chico se veía bien para su edad. ¡No es en realidad tan
26
viejo! ¡Enfócate! Bien, pero la fantasía era tentadora. La mandíbula del hombre trabajaba
maravillosamente, mientras masticaba y él quería lamer aquella seductora garganta. Apartó
su atención, odiando que su pene respondiera.
Lentamente, Nitro giro la cabeza para mirarlo, sus ojos brillaban con algo maligno
mientras sus fosas nasales se encendían. Estaba seguro de que no tenía nada que ver con la
comida.
—Dijiste que eres un shifter —, comenzó, sabiendo que no debía alentar al tipo. Pero
necesitaba saber exactamente con qué estaba lidiando. —¿En qué te conviertes?
Nitro dejó el plato en el suelo y movió su cuerpo hacia él, su rostro iluminado. —Soy un
lobo.
Asintiendo lentamente, entrecerró los ojos al hombre. —Cómo funciona. Quiero decir, ¿te
conviertes en un lobo completo o es más como una especie de hombre lobo? ¿Te crece el
pelo y algunos colmillos?
—Nos volvemos totalmente animales, aunque es posible que nos perdamos entre los dos
estados. —Nitro le recorrió rápidamente con los ojos, toda la cara. —No crees nada de lo que
te he dicho hasta ahora.
—Es descabellado. —Piensa. Necesitaba que Nitro se sintiera cómodo... lo suficiente
cómodo para bajar la guardia. —Puedes probármelo, ¿sabes? Cambia. Justo aquí.

5
Orange juice, Jugo de naranja.
Sabía que estaba jugando con fuego. No había manera de que Nitro pudiera hacer lo que
le estaba pidiendo y cuando no pudiera confirmar su ilusión, se volvería inestable, sin duda.
Pero se sentía en apuros y quería sacar todo esto del tipo.
Nitro miró tranquilamente alrededor del apartamento. —No creo que sea una buena idea.
Destruiría tu lugar y tener un lobo grande en un complejo humano llamaría la atención.
Descansa ahora. Hablaremos más pronto y comenzaré con tu ropa. Te lo prometo, todo estará
bien.
La decepción lo pincho, pero supuso que era lo mejor.

27
Capítulo 06
Peter abrió los ojos. Cada vez que descansaba el sueño se precipitaba hacia él, pero no
podía permitirse perder la oportunidad. Con las piernas temblorosas, se levantó de la cama y
de puntillas fue a la puerta de su dormitorio. Estaba entreabierta y podía ver a Nitro
acurrucado en el sofá, roncando suavemente, sus hombros subiendo y bajando
constantemente. Una sonrisa victoriosa acunó sus mejillas y volvió a su cesto de ropa. Había
esperado horas para que el hombre se durmiera, sus nervios se estremecían, mientras Nitro
miraba la T.V y terminaba el último bote de helado de Peter's Slow Churn Vanilla Bean. Sacó
una vieja bolsa de gimnasia de debajo de la cama y luego metió la ropa en el interior, sin
importarle que las estropeara. Su plan estaba cayendo en su lugar y él juró, podía probar la
libertad. Mientras había fingido hacer tareas sencillas, había buscado por todas partes sus
llaves y celular, pero concluyó que Nitro las había robado.
Cuando tenía todo lo que podía llevar, metió los pies en un par de calcetines y se echó una
vieja sudadera con capucha. Su corazón golpeó contra sus costillas, mientras caminaba sobre
el suelo tan silenciosamente como pudo. Nitro estaba roncando, su rostro relajado… Casi
podía creer que no estaba loco. Estaba tentado a cavar dentro de los bolsillos de Nitro por las
llaves del coche y el teléfono celular, pero no quería despertar al chico. Piso una tabla del
piso que chirrió y se congeló. El hombre gruñó una tos y rodó y volvió a dormir. Soltó el
aliento que estaba reteniendo y se tomó su tiempo haciendo su camino hacia la puerta
delantera, no queriendo pisar más tablas chirriantes.
La perilla de bronce resplandeció ante él y se agachó para recuperar sus zapatos. Con una 28
última mirada al hombre dormido, en negó con la cabeza, esperando seriamente que el tipo
recibiera la ayuda que necesitaba y pudiera vivir una vida plena. Su mano tembló cuando
conectó con el instrumento de su libertad. Quería tirar de la puerta de par en par y correr,
pero eso haría mucho ruido. En el momento en que tuvo suficiente espacio para atravesarla,
hizo su salida. Caminó rápidamente por el pasillo y bajó las escaleras. No podía dejar de
mirar detrás de él, seguro de que Nitro estaría pisándole los talones. Observó a sus espaldas
mientras se precipitaba hacia el vestíbulo y salía por la puerta.
—¡Aquí! —Siseó mientras lanzaba su mano en el aire, indicando que el taxi se detuviera.
Siempre había odiado la congestión de la ciudad, pero ahora estaba agradecido.
El taxista se detuvo y saltó dentro.
—¿Dónde? — preguntó el hombre con indiferencia.
—Um... Norte. Hacia Sausalito —dijo, dirigiendo su atención a la puerta principal de su
edificio de apartamentos. Sabía que sólo debía ir a la comisaría más cercana, pero quería
alejarse lo más posible de Nitro. Todavía no tenía ni idea de cómo el hombre había
descubierto dónde vivía y calculó que cuanto más distancia mejor. Una vez que estuviera a
salvo en la casa de su primo, informaría a las autoridades y podrían tratar con Nitro.
El taxista movió su cuerpo para poder mirarlo. —Eso está muy lejos de mi jurisdicción.
—Sólo llévame hasta donde puedas, por favor.
—¿Tienes dinero? —Preguntó el hombre, con el tono goteando irritación.
Sacó un calcetín y dejó sus fondos de "día lluvioso" en su regazo. Encontró un billete de
cien dólares y se lo entregó al tipo. El taxista lo miró y se encogió de hombros y luego echo
primera al coche. Apretó fuertemente su bolsa y cerró los ojos. Se centró en el ritmo del coche
mientras rodaba por las calles. Respira. La parte difícil estaba detrás de él. Se había escapado.
Lo había conseguido. Pero cada vez que el taxista se detenía en un semáforo, sus intestinos
se retorcían. Estaba seguro de que Nitro lo sacaría del taxi y lo arrastraría de regreso al
cautiverio. La congestión de los edificios y los automóviles adelgazó a medida que pasaron
por el puente Golden Gate. Las secoyas se alzaban en la distancia, la mullida manta verde
reconfortante. Cuanto más lejos de San Francisco, mejor.
El taxista se metió en un pequeño motel con un letrero apagado. —Esto es lo más lejos
que voy.
Suficientemente justo, suponía. Agradeció al hombre y salió. Miró fijamente mientras el
taxi se dirigía hacia la ciudad. Respiró profundamente, inhalando el aroma fresco de la secoya
y el débil aroma de los animales. Volviéndose hacia el pequeño motel en donde podría, pensó,
dormir un par de horas y luego telefonearía a su primo por la mañana para que lo recogiera.
Primero, necesitaba informar a la policía que un loco estaba habitando en su apartamento.
Consiguió rápidamente una habitación y cerró la puerta detrás de él. Aun así, su piel se erizo
y su corazón no se calmó. Al menos ahora estaba a salvo. Su espalda contra la puerta, cayó
contra la madera, la debilidad volvió con la fuerza de un Mack truck6 detrás de ella. Un
pequeño gemido escapó de sus labios mientras se dirigía a la cama y se derrumbaba sobre el
suave colchón. 29
Por la mañana, prometió. Llamaría a las autoridades con la primera luz. Nitro nunca lo
encontraría aquí.

Peter se despertó con un sobresalto, su corazón palpitando fuerte contra su caja torácica.
El tap-tap de la lluvia en la ventana sonó fuerte en sus oídos sensibles y pudo oír truenos
lejanos a través de las secoyas. El olor del rocío se filtró a través de la grieta debajo de la
puerta y se deslizó hasta su nariz. Era delicioso, pero sus nervios se encrisparon. Mirando
alrededor de la habitación, desconocida y oscura, no podía evitar pensar que algo andaba mal.
¿Tal vez sólo estaba traumatizado por haber sido mantenido cautivo por un lunático? Se
levantó de la cama y se dirigió al baño. Llevo sus manos bajo el agua corriente y bebió hasta
que estuvo lleno, esperando que se quedara abajo. Cuando el líquido fresco se asentó, suspiró
y se miró en el espejo. Volviendo la cara de un lado a otro, no parecía tan pálido como
recordaba. Su piel estaba ruborizada de salud, y sus ojos parecían más brillantes bajo la luz.
Golpeteo. Golpeteo.

6
Volvió el cuello hacia la habitación, el sonido de la lluvia atrajo su atención. Lo siguió y
miró por la ventana. Todavía estaba oscuro, el cielo era de color rosa pálido mientras la
tormenta flotaba sobre sus cabezas. La lluvia había desaparecido hasta llegar a una llovizna
constante, el ritmo del golpeteo calmante. A pesar de la tranquilidad no podía sacudirse la
sensación de que algo no estaba bien. Mordiéndose el labio, metió los pies en los zapatos y
salió. La propiedad del motel aún estaba, la señal estirada a lo largo como si se negara a
morir. Respiró profundamente, llevando aire fresco a sus pulmones hasta que se estiraron
agradablemente. Dándose cuenta de que estaba nervioso de su calvario, decidió dar un paseo
por la propiedad para alejarse un poco del estrés. Todavía estaba fatigado, pero todo el aire
limpio y los sonidos de la naturaleza le hacían bien.
Se detuvo en la línea de árboles y miró hacia las sombras, las hojas de arbustos rebotando
a medida que las gotas de lluvia las recorrían. Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás,
escuchando el mundo a su alrededor. Cuando era niño, le habían encantado los viajes de
campamento a los que papá le había llevado. Mientras sus amigos odiaban todo el barro y los
olores de los animales, a él le encantaban. La fuerte presión de césped llamó su atención y su
corazón dio un vuelco. Se dio cuenta de que los insectos se habían calmado y silenciado su
chirrido hipnótico. Tragó con fuerza, abrió los párpados y miró a la oscuridad, pero pudo ver
poco al lado de los troncos de canela de las secoyas. Probablemente pasaba un oso, atraído
por el olor de la comida humana…
Un gruñido bajo lo rodeó y un frío escalofrío recorrió su piel, haciendo al pelo de la parte
posterior de su cuello se pusiera de pie. Necesitaba volver a la seguridad de su habitación. 30
Giró sobre sus talones, sólo para congelarse sobre sus pies, su sangre convirtiéndose en hielo
en sus venas. Pensó que estaba alucinando al principio, soñando... o no viendo las cosas bien.
Pero el gran lobo negro que bloqueaba su camino era real. Y parecía muy hambriento.
El labio del lobo se frunció, mostrando dagas de marfil del tamaño de cuchillos de
mantequilla. Unos brillantes ojos amarillos lo siguieron, su nariz húmeda ardiendo como si
oliera su próxima comida. Se reprendió por caminar por la noche tan cerca del mundo salvaje.
Dio un paso a un lado, observando al animal cuidadosamente. Recordó lo que su padre le
había dicho si alguna vez se cruzaba caminos con un animal peligroso; No corras, no le
muestres tú espalda. Si corres, te perseguirá. Es su instinto. Dio otro paso hacia un lado.
Estaba operando bajo la suposición de que el lobo estaba buscando una comida fácil y había
sido sorprendido por su presencia.
Se movió para dar otro paso y el lobo lo siguió, girando alrededor para que la ruta de su
escape fuera cortada. El latido de su corazón resonaba en sus oídos y su estómago se retorció
en un nudo. Cambio de dirección, con cuidado de mantener su cuerpo girado hacia el animal.
La criatura dio un paso delante de él y chasqueo los dientes juntos. No pudo respirar. No tenía
dónde ir y el lobo parecía dispuesto a hacer una merienda de él. Mirando detrás de él, pensó
que era su mejor oportunidad. Tal vez podría encontrar un tronco hueco para subir, o... él no
iba a volver sobre sus pasos y huyo. No fue hasta que pasó a través de los gruesos arbustos y
en el bosque que se dio cuenta de que estaba siendo guiado. Conduciéndolo lejos del motel
y en la oscuridad donde nadie podía ver ni oír.
Y había entrado directamente en la trampa.
¡Cálmate! Necesitaba dominarse y dar una vuelta alrededor del animal. Probablemente,
había una manada esperando en el bosque. Había leído algo sobre los lobos que enviaban a
miembros para conducir su presa hacia la manada; También recordó que no había lobos en
California. El sonido del césped siendo aplastado se movió alrededor de él y se cubrió detrás
del tronco gigante de una secoya. La robustez del árbol lo niveló y él respiró profundamente
varias veces para mantenerse firme. Pensó que ahora era el momento de correr. No estaba
lejos del motel. Podía ver las luces a través del follaje. Necesitaba mover sus piernas por todo
lo que valía y arrastrar el culo.
—Puedo hacer esto —, susurró para sí. Tirando una dosis saludable de aire en sus
pulmones, se preparó para la carrera. Cuando estuvo seguro de que la ruta estaba abierta, lo
hizo.
No llegó muy lejos. Rodeó el árbol sólo para detenerse y golpearse contra la áspera corteza
cuando el lobo bloqueó su camino. Bajó la cabeza y mostró los dientes que cortaban carne,
sus ojos amarillos grandes y redondos contra la negrura como tinta. Dio un paso adelante y
otro... y deseó volver a su apartamento con Nitro. Eso era mejor que ser despedazado por un
animal hambriento. El miedo lo atrapó y se deslizó al suelo. Si sólo no estuviera tan débil,
entonces tal vez, podría hacer la carrera.
Observó cómo su muerte se acercaba, el lobo aparentemente crecía de tamaño cuando se
acercaba. Su labio se relajó y sus orejas se animaron, su nariz palpitante. La cabeza del animal
bajó para oler su abdomen y él cerró los ojos. No quería ver como el lobo hundía sus dientes
en su cuerpo y lo desgarraba. El aliento caliente del animal le hizo estremecer la piel. Una
31
presión subió contra su estómago, mientras el sólido hocico de la criatura se sumergía bajo
su camisa. Recordó que a los depredadores les gustaba comer los pedacitos jugosos primero,
hígado y similares.
Mátame primero, pedía silenciosamente.
Un trueno crujió y envió una ola de choque a través de su cuerpo. Le tomó un momento
darse cuenta de que el malvado sonido no era un trueno en absoluto. Hasta sorprendió al lobo.
Se quedó boquiabierto mientras una figura oscura salía de los arbustos, con la fuerza de un
huracán respaldándolo. Grandes hombros encerrados en tela negra... salvaje, pelo oscuro...
ojos brillantes de rabia.
¡Nitro! Al menos... la figura se parecía mucho al tipo, a excepción de los ojos encendidos
y... ¿eran esos colmillos los que sobresalían de sus labios?
El lobo se volvió a mirar a Nitro, chasqueo los dientes en un gesto amenazador. Nitro se
puso en acción y cargó contra el animal. Él gritó mientras se enfrentaban, seguro de que iba
a ser testigo de la muerte del hombre. Pero su peso lo mantuvo de pie y sus dedos se clavaron
en el grueso pelaje del lobo, cuidando con eficacia las fauces chasqueantes de su garganta.
Con un fuerte empujón, Nitro lanzó al lobo contra un árbol. El animal parecía impertérrito y
sacudió su cuerpo y luego gruñó ante ellos. Nitro se puso delante de él, con los músculos
abultados. Esto era totalmente, sin lugar a dudas una locura. ¿Estaba el tipo tan loco que
pensaba que podía luchar contra un animal salvaje con sus propias manos y sobrevivir? ¿Y
cómo demonios lo había rastreado tan rápido?
Los dedos de Nitro se curvaron en garras y su camiseta apretada se separó por la mitad de
su espalda. El pelo oscuro se extendía por su cuerpo e hizo que su corazón se detuviera. El
hombre se arqueó y su cuerpo se convulsionó. El sonido de un hueso rompiéndose hizo que
quisiera vomitar. Mientras veía a Nitro convertirse en algo más, trató de convencerse de que
todo era el resultado de estar drogado, ¿quién diablos sabía lo que Nitro había puesto en su
té? o ¿tal vez se había caído y se había golpeado la cabeza? No había manera de que esto
fuera real. Si Nitro era lo que decía, un lobo que cambiaba de forma, todo lo que le había
contado debía ser cierto.
¡De. Ninguna. Maldita. Manera! No había forma de que estuviera... ¿embarazado? ¡No!
Se negó a creerlo. Y sin embargo, cuando la última apariencia del hombre desapareció y un
lobo negro se enfrentó con el otro, su mente destrozada no pudo encontrar una explicación
plausible a lo que estaba viendo.
Los lobos se enfrentaron, la piel voló y la sangre salpicó el tranquilo bosque. Que se maten
entre sí, pensó mientras se ponía de pie. Con la cabeza dando vueltas, trastabillo dirigiéndose
a un lugar seguro y rezó para volver a la realidad.

32
Capítulo 07
Enfado. Miedo. Shock.
Las emociones corrieron a través de Nitro. Estaba enojado porque Peter había huido;
Molesto por haberse quedado dormido. Peter había sido inteligente, un hecho que tanto lo
molestaba y llenaba de orgullo. Todo el tiempo, el joven había estado esperando su tiempo,
fingiendo aceptar el mundo que había empujado sobre él cuando planeaba escapar. No fue
difícil seguir a Peter a un motel destartalado en el borde del bosque. Había catalogado el
perfume del hombre en sus pulmones. Encontraría al omega en cualquier lugar. Pero otro
olor estaba en el viento, un almizcle espeso y potente que no había olfateado por mucho
tiempo. Una vez, le había dado la bienvenida. Había llegado a temerle. Ahora lo odiaba.
El sonido de la respiración pesada y un latido del corazón frenético le atrajeron hacia la
línea de árboles donde inhaló el perfume de Peter, espeso con las feromonas del embarazo y
su miedo. Aquí, el almizcle de su enemigo era más fuerte también. ¡Brande! ¿Por qué estaba
ese monstruo aquí ahora? ¿Se había enterado de que estaba vivo y venía a terminar el trabajo
que había iniciado hace cien años? La razón no importaba en este momento. La única cosa
que existía para él era la seguridad de Peter y estaba claramente en peligro.
Proteger. Proteger. Proteger.
Irrumpiendo a través de la línea del bosque, usó su nariz para seguir el rastro de olor. Los
sonidos de una lucha llamaron su atención y una mano fría agarró su corazón. ¿Y si llego
demasiado tarde? La comprensión de que Peter podía haber encontrado una muerte 33
espantosa, enojó a la bestia dentro de él. Sus colmillos perforaron su cráneo listo para morder
y sus garras se alargaron, ansiosas de rasgar. Ya no se iba a esconder. Si su hermano había
herido a Peter, lo haría sufrir antes de matarlo. Ya no era un cachorro y no dudaba de que
pudiera ganar al macho en combate.
Emprendiendo su camino, pasó un grueso helecho, encontró a Peter contra un árbol. Sus
ojos estaban firmemente cerrados, mientras el lobo olía su vientre. ¡Él estaba vivo! Se enfocó
en Brande y su hermano se volvió para mirarlo, el labio del lobo se curvó en una sonrisa
animal. Su corazón latía con fuerza y sus tripas cayeron. Recordó lo que se sentía al tener
miedo de sus propios parientes, pero lo aparto. Peter y su cachorrito estaban en peligro.
Necesitaban que fuera fuerte. El lobo dentro suyo se abrió paso hasta la superficie, queriendo
mutilar... para matar.
Rechinando sus dientes, rugió a su hermano y cargó. Dejó que su instinto se hiciera cargo.
Los colmillos y las garras eran mucho más útiles que las manos y los dientes romos.
Rápidamente apartó a Brande de Peter y puso su cuerpo entre ellos. La ausencia de sangre
en el aire, le hizo saber que Peter estaba entero y seguro, pero si iba a mantenerlo de esa
manera, sabía que tendría que comenzar a ir más deprisa y ya. Se agarró al lobo dentro y
abrazó el cambio. Sus huesos se resquebrajaron y se reformaron, su piel se estiró. El malestar
sólo alimentó su rabia. Sacudió su nuevo cuerpo y hundió sus patas en el suelo húmedo,
familiarizándose con el mundo que lo rodeaba. Sus sentidos se sintonizaron y se concentró
en su enemigo.
Prometió que el bosque sería pintado de sangre esta noche.
—Peter.
Una voz familiar cortó la oscuridad y Peter meneó la cabeza. Alcanzó la profunda
vibración y forzó sus ojos a abrirse. Una fuerte mandíbula recortada... cabello negro salvaje...
ojos de luna brillantes. Nitro... y volvía a ser humano.
—Está bien. Estás a salvo ahora —, dijo, su expresión reflejando preocupación.
Sacudió la cabeza negándolo. Nunca volvería a estar bien. —¿Qué pusiste en mi comida?
No... Me caí y me golpeé la cabeza. Yo... esto no es real.
Una mano cálida y áspera le tocó la mejilla y jadeó ante la corriente baja que lo atravesó.
Por un instante, se sintió cómo lo había hecho ese día metido en aquel callejón: vivo,
rejuvenecido, salvaje y libre. Miró a aquellos brillantes ojos, deseando que Nitro fuera su red
de seguridad, pero temeroso de la realidad que representaba. El hombre le pasó los dedos por
la mandíbula, el tacto lo hizo temblar.
—¿Me sientes real? —Preguntó Nitro.
—Sí —, gruñó. —Pero... no entiendo nada de esto.
—Lo sé. Prometo explicarte todo, pero ahora mismo tenemos que sacarte de aquí —, dijo
34
Nitro, tomando su mano. —Esta área es peligrosa. Voy a llevarte a algún lugar seguro. Te
juro que te protegeré. Pero tienes que prometer no huir otra vez.
Se dio cuenta de que estaba de vuelta en la habitación de su motel... Hizo todo lo posible
por mantener los ojos fijos en la cara de Nitro, pero fracasó. El hombre estaba cubierto de
barro y agujas de pino y parecía nada menos que espectacular. —Estás desnudo.
Nitro miró por su cuerpo. —No tuve tiempo de desvestirme antes de cambiar. No trates
de distraerme. Prométeme que te quedarás a mi lado.
Su atención se demoró en la exquisita forma de Nitro. Su piel brillaba por el sudor, los
músculos duros se movían bajo su piel. Parecía feroz y salvaje como si hubiera nacido de la
tierra. Los rasguños menores arruinaban su cuerpo perfecto, pero parecían aumentar su
atractivo. Aquí estaba un hombre poderoso y fuerte capaz de hacer mucho daño. A juzgar por
las cicatrices en su cuello, era obvio que había estado en una batalla importante y sobrevivido.
Alma gemela.
—No me mires así, Peter. Podría tener una idea equivocada.
Sin palabras, observó en silencio cuando Nitro desapareció en el baño. El agua se encendió
y escuchó mientras el hombre se movía bajo ella. Volvió un momento después, goteando pero
limpio y notó un corte en su hombro. Nitro sacó un par de pantalones de deporte de su
mochila y obligó a sus piernas en ellos. La tela se estiró y se rasgó, el material se ajustaba a
sus gruesos muslos y su paquete perfectamente presentado.
Quería quitarlo del hombre y darle placer hasta que Nitro le rogara que se detuviera. ¿Por
qué? No tenía ni idea. Estaba alterado por lo que acababa de ocurrir, pero... quería a Nitro
con ferocidad. Necesitaba toda esa fuerza contra él, sosteniéndolo, protegiéndolo,
reclamándolo. Y quería consolar al hombre, aliviar sus heridas.
Peter negó con la cabeza y cubrió su rostro con las palmas de sus manos. Mientras Nitro
recogía sus escasas pertenencias, se enroscó en sí mismo. Estaba helado hasta los huesos y
volvió a sentir náuseas. No podía dejar de temblar, el miedo y la confusión le cabalgaban con
fuerza.
—Quédate aquí. No te muevas —, ordenó Nitro, con voz en resonante. Se hundió en él y
sintió la necesidad de obedecer.
—¿Adónde vas? —Preguntó, guardándose para sí mismo que no quería estar solo.
—A conseguir un coche. No tardaré mucho.
Cuando estuvo solo, parpadeó ante todos los objetos sin vida desconocidos y su bolsa de
viaje llena de ropa, toallas y las provisiones libres proporcionadas por el motel. ¿Cómo había
llegado hasta aquí? Todo por lo pasó en estas últimas semanas, toco una fibra sensible de su
ser, su palma se posó en su estómago. No era posible. No podía estar embarazado, era un
hombre por amor a Dios. Pero Nitro era real según sus ojos. Se había convertido en un lobo.
Estar embarazado no era tan descabellado en el gran esquema de las cosas.
Bienvenido al planeta Qué mierda pasa. 35
Golpeteo. Golpeteo.
Los minutos se extendieron y sintonizó cada pequeño sonido. Se dio cuenta de que echaba
de menos a Nitro. El hombre ofrecía protección y era claramente capaz de defenderlo. Nunca
antes se había sentido tan vulnerable y esto seriamente apestaba. No sabía nada del mundo al
que había sido arrojado, pero al menos Nitro parecía dispuesto a guiarlo. Por supuesto, era
culpa de Nitro que estuviera en este lío.
El hombre regresó rápidamente, sorprendiéndolo cuando entró por la puerta. Recogió la
bolsa de lona y luego extendió la mano. Bajó los ojos a la palma grande, recordando la forma
en que sus dedos se habían curvado en garras afiladas. Debería estar consternado, asustado,
pero un fuera de lugar sentido de aprobación lo llenó. Tentativamente, extendió la mano y la
unió con Nitro. Se puso de pie sin esfuerzo, los dedos de Nitro entrelazándose con los suyos.
—Te tengo —, murmuró Nitro.
Buscó sus hermosos ojos y se dio cuenta de lo animal que parecían. Cuando se conocieron
en el club, supuso que eran contactos. Pero había algo más detrás de la salvaje y la autoridad.
Sensibilidad. Asintió con la cabeza y Nitro lo condujo hacia el exterior, donde un Ford viejo
y destartalado estaba parado. El hombre arrojo la bolsa de lona en la puerta trasera y luego
abrió la puerta del lado del pasajero para él. Una ráfaga de viento soplo y se estremeció.
Aceptó la oferta del hombre y entro, contento de no estar de pie de nuevo.
Nitro estaba a su lado en un instante, con los ojos brillantes bajo la luz tenue.
—Solo relájate. Duerme. Nuestro destino está a pocas horas de distancia. Estás a salvo, te
lo prometo.
No pudo evitar la pequeña sonrisa que se retorcía en la comisura de sus labios. —Supongo
que cualquiera se sentiría seguro con el gran lobo feroz velando por ellos. ¿A dónde vamos?
Los ojos de Nitro se volvieron hacia él, algo oscuro y juguetón detrás. —Mi hogar.

36
Capítulo 08
Golpeteo. Golpeteo.
Peter cayó en el incluso, suave golpe. Lo había acompañado en su medio sueño junto con
el movimiento del balanceo del coche y la respiración de Nitro. Pero ahora que el automóvil
se había detenido, abrió los ojos. Miró el brillo pálido, el cielo una lavanda lechosa sobre una
fina niebla. A través de la grieta en su ventana podía oler el rocío en el aire junto con las
flores silvestres y el fuerte pino. El canto de los pájaros se movía hacia sus oídos y las copas
de los árboles se inclinaban suavemente en la brisa. Estaba rodeado de desierto, con los pinos
apiñando un pequeño camino de tierra que desaparecían en un espeso bosque.
Miró a través del parabrisas. —Casi estamos allí. Mi hogar está protegido por un hechizo
de barrera. Nada entrará allí, si no lo permito.
Lo miró con escepticismo. —¿Quieres decir como... brujería?
—Eso mismo. Los shifters no son mucho de hechizos, pero podemos hacer algunos de
baja intensidad. La barrera fue construida por un viejo amigo mío. Es poderoso.
—¿Vives aquí afuera? ¿En medio de la nada? —A juzgar por la variedad de especies
perennes, ya no estaban cerca de la costa. Miró a su alrededor por las cumbres cubiertas de
nieve de las montañas, pero los árboles eran altos y la niebla espesa.
—Sí. —Se detuvo y puso el Ford en punto muerto.
—Supongo que no debería sorprenderme —, murmuró. Después de todo, pensó que el 37
tipo necesitaba mucha privacidad si se convertía en un lobo gigante. Tocó la manija de la
puerta y tiró, su fuerza debilitada, pero necesitaba aire. Cuando salió y su peso se posó en sus
pies, cerró los ojos e inhaló hasta que le dolieron los pulmones. Aire fresco y limpio. Pero
había muchos olores en la brisa. Algo en particular llamó su atención. Era agudo,
almizclado... ¿Animal? Sintió que Nitro se acercaba a él, la presencia del hombre era enorme.
Quería apoyarse en él, necesitaba fuertes brazos a su alrededor, pero no podía involucrarse
demasiado. No se lo permitiría.
—¿Por qué puedo oler tanto? —Preguntó. —¿Y qué es eso...?
—Creo que lo que estás olfateando es Rascal. Mira abajo.
Por reflejo obedeció y chilló en estado de shock cuando un gran mapache se sentó sobre
sus patas traseras, mirándolo como si tuviera una golosina escondida en su bolsillo. —¿Eso
es Rascal? ¿Él...?
—No. Rascal es un animal —, dijo Nitro y chasqueó los dedos. El mapache emitió un
sonido similar al ronroneo y se abrió camino por la pierna del hombre, donde se acomodó en
los brazos de Nitro, para que le rascara el vientre. —Su madre y sus hermanos fueron víctimas
de la carretera y él era demasiado joven para sobrevivir por su cuenta, así que lo traje a vivir
conmigo. Puedes tocarlo. No te hará daño. Los animales responden bien a nosotros.
Nosotros. Shifters. Peter no pudo meter esa idea en su cabeza. Pero no parecía tan fuera
de lugar. Cuando era niño, su mejor amigo había sido un labrador chocolate. Realmente
quería pasar los dedos por el suave pelaje del mapache, pero se abstuvo. Nitro le ofreció una
sonrisa tentativa y soltó al pequeño.
Rascal salió corriendo hacia la línea de árboles.
—Para responder a tú pregunta, tus sentidos están aumentados. Pero siempre han estado
allí. Ven. Vamos a instalarnos y hablaremos.
Lo siguió, observando cómo la espalda desnuda del hombre se movía maravillosamente,
cada músculo trabajando en conjunto entre sí. La idea de que esta bestia sexy no estaba loca,
lo puso feliz de seguir sintiéndose atraído por él. Se estrelló contra algo invisible y jadeó. Se
sentía como caminar a través de una pared de agua, su aliento robado por un instante, pero
rápidamente se calmó. —¿Era ese el hechizo de protección del que hablabas?
—Sí. Está preparado para reconocerme o a Rascal y otros animales mundanos.
Entrecerró sus ojos hacia él. —Entonces, ¿cómo pude pasar?
—Estás marcado. Tienes un pedazo de mí... dentro —, dijo, su voz llena de duda.
Su mano instintivamente se dirigió a su estómago plano. Todavía no podía creer lo que
Nitro le había dicho. Sacudió la cabeza queriendo negarlo todo, excepto que Nitro no había
mentido sobre ser un shifter lobo. Miró a su alrededor, el ambiente tranquilo se sentía familiar
de una forma que no podía describir. Se sentía como si estuviera donde debía estar, pero su
mente no podía soportar la idea de que él no era quien pensaba que era. Todo giraba a su
alrededor en un desenfoque y se sentía como si estuviera cayendo a través del espacio y
saltando a través del tiempo, hasta que aterrizó contra algo sólido y fuerte.
—Te tengo —, dijo Nitro, su cara apacible mientras lo miraba. —Vamos, vamos a entrar. 38
No tenía fuerzas para refutar. Odiaba desmayarse como una damisela en apuros, pero las
cosas estaban demasiado tensas, como para preocuparse de parecer un idiota. Quería volver
a su aburrida y solitaria vida. De regreso a su vida, dónde la mayor crisis que tenía que
preocuparse era no estar terminando el programa a tiempo. Mientras Nitro lo conducía dentro
de una cabina de madera pintoresca, sabía que no había vuelta atrás. No podía cambiar lo que
había sucedido, no más de lo que Nitro podía. Habían cometido un error. Lo habían hecho
juntos. Mierda sucedió y tenía que lidiar con él como un adulto.
Nitro lo llevó a una silla y él aceptó, contento de descansar un poco. Su corazón latía con
fuerza y se sintió sin aliento. — ¿Por qué estoy tan débil?
Dejando caer la bolsa en el suelo, Nitro suspiró. —El embarazo es difícil para los omegas.
Pero también eres humano, así que no es solo eso. Además, estás desnutrido y probablemente
deshidratado. Ese cachorro te quitará mucho, sobre todo al principio.
—¿Cachorro? —Se quedó boquiabierto. —Por favor, dime que no voy a tener cachorros.
—Lo siento. Los shifter nacen humanos. Los alfas no experimentan el primer cambio,
hasta la adolescencia. — El hombre hizo un viejo quemador como estufa, con los pies
pegados contra la madera como bloques de cemento. Lo observó mientras sacaba una olla de
hojalata y vertía un líquido marrón dentro de una jarra.
—No vas a hacer que beba más de ese líquido de mierda, ¿verdad? — Peter eludió.
Nitro le dirigió una mirada, que le permitió saber que no era un tema de debate. —Es tu
castigo por huir de mí.
Sus mejillas se calentaron y apartó los ojos. Una extraña sensación pasó por él, sus
entrañas hormiguearon. Quería... llegar a Nitro por alguna razón y no sabía por qué. Su
cerebro se sentía como puré de patatas en su cráneo y él enterró su cara en sus palmas.
Mientras se relajaba, escuchó a Nitro moviéndose, el sonido de un tintineo de cristal y un
líquido chispeante llenaban la habitación.
—Vamos a rehidratarte. —Al oír la voz de Nitro, alzó los ojos para encontrar al hombre
de rodillas delante de él, sus manos sosteniendo una bandeja. —Primero, necesitas tomar
algo de tu té favorito. Entonces puedes tener las cosas buenas, ¿de acuerdo?
Se burló del líquido marrón. —¿Tengo que hacerlo, papá?
—Los buenos muchachos, beben su asqueroso té —, dijo Nitro, levantando la voz. —Y si
son buenos, son recompensados.
Cubrió su risa y tomó el vaso de té, el olor repugnante. Pellizcando su nariz, lo tragó y
luego se atraganto. Como antes se asentó fácilmente en su estómago. Nitro parecía
complacido consigo mismo y colocó la bandeja sobre un tronco erguido que servía de mesa.
Mientras pasaba los ojos por la selección de nueces, frutas y -¡chocolate!- su estómago resonó
por una razón completamente distinta. Seleccionó un pedazo de chocolate negro y masticó,
haciendo un sonido de placer, mientras la amarga dulzura estimulaba sus papilas gustativas.
39
—La náusea debería pasar pronto. No duran mucho tiempo. Tú metabolismo está
cambiando y eso puede alterar el equilibrio.
Aprovechó la oportunidad para poner todo en orden. Pensó que no había mejor momento.
—¿Así que también soy un shifter?
—Un híbrido probablemente. — Nitro se sentó en el suelo y dobló las piernas debajo de
su cuerpo. —Un shifter masculino no puede embarazar a una hembra humana, pero un
humano puede embarazar un omega... es muy raro y casi desconocido, pero sucede. No
sabemos por qué. —Señaló el tarro de agua. —Bébelo. Todo.
Peter le pasó un ojo sospechoso, pero tomó el frasco en sus manos y bebió, el agua de la
montaña deslizándose por su garganta para enfriar su vientre. Se limpió la boca con el dorso
de la mano y seleccionó un poco más de chocolate. —¿Puede un alfa quedar embarazado?
—No. No tenemos la anatomía para ello. Los shifter se dividen en dos categorías. Alfa.
Los líderes dominantes. Y omegas, la rama sumisa.
Dejó de masticar y se echó hacia atrás, su cerebro haciendo cortocircuito por estar
demasiado cargado. Sacudió la cabeza. —Esto no tiene sentido. No entiendo cómo he ido
todo este tiempo, sin saber que era algo más aparte de solo yo. Quiero decir... mi vida se ha
vuelto al revés y no sé cómo lidiar con eso. Ahora me estás diciendo que voy a tener un hijo...
Algo con lo que nunca pensé que tendría que lidiar. ¡Mierda!
—Lo siento, Peter. Yo…
—Deja de disculparte, no arregla nada. Me gustan los niños, pero no esperaba ser el que
los trajera al mundo, ¿sabes? —De repente animado, levanto sus manos al aire. —¿Y cómo
diablos se supone que eso suceda? No, espera. No quiero saberlo, realmente no quiero saber.
Nunca podré dormir otra vez.
Nitro estaba en silencio, mientras descargaba toda su frustración, el hombre aceptando
cada palabra dura. Cuando finalmente se calmó, Nitro dijo —No hablaremos de eso en este
momento, pero pronto tendremos que hacerlo. Peter, te prometo que voy a cuidar de ti.
Lágrimas de frustración brotaron de sus ojos y quiso golpear algo hasta que sus nudillos
sangraran. Esto era totalmente increíble. La expresión de Nitro era suave, reconfortante y
pensó que estaba en las mejores manos posibles para lidiar con esto. Sacudiendo la cabeza,
una risa sin alegría emergió. —Al menos sé que no serás un mal padre.

Nitro extendió una manta sobre Peter, mientras dormía en silencio sobre la silla, su rostro
suave como si estuviera descansando bien. Deslizando sus dedos a través del suave cabello
del macho, Nitro nunca quería dejar de tocarlo. La forma en que Peter lo había mirado en la
habitación del motel cuando había entrado lleno de barro... Había visto la necesidad y la
lujuria en los ojos del hombre, perfumando el débil almizcle de interés carnal. El que Peter 40
se sintiera físicamente atraído por él no quería decir que quisiera una vida con él. Era poco
probable que una vez que la realidad se estableciera, no llegara a sentir rencor hacia Nitro
por lo que había hecho.
Sin embargo, tenía el tiempo con Peter y estaba decidido a disfrutarlo. Aceptaría lo que
Peter estuviera dispuesto a dar. Era extraño que un pequeño híbrido pudiera hacer que se
sintiera tan solo en su soledad. No era fácil vivir solo y lejos de su gente, pero Peter le hacía
anhelar que alguien compartiera su vida con él.
Con cuidado, pasó un solo dedo por la mejilla de Peter, contando todas sus pecas mientras
él lo hizo. Se alegraba de que su omega estuviera a salvo e ileso. Había llegado a Peter justo
a tiempo, pero había estado demasiado cerca para su gusto. La batalla había sido corta y al
punto y para su sorpresa, Brande había sido el primero en retroceder. Había querido
perseguirlo y acabarlo, pero sabía que su hermano era astuto. No se permitiría separarse de
Peter. Estaba seguro de que Brande no había venido intencionalmente a buscarlo, su cabaña
estaba cerca del territorio original del Blackwood. ¿Y si Brande había traído a la manada de
vuelta a su prado de origen?
Sus ojos cayeron sobre los gruesos labios del macho. Quería probarlos de nuevo, tan mal
que pensó que el dolor en su corazón nunca se iría. Levantándose a su altura, se obligó a dejar
dormir a Peter. No podía permitirse dejarse llevar. Mantendría su promesa de cuidar al macho
y al cachorrito, si Peter decidiera tenerlo en sus vidas.
Una sacudida de dolor flotó en su cuello y se frotó las cicatrices. Sabía que era una
incomodidad fantasmal, pero la preocupación era muy real. Al menos estaban a salvo en la
burbuja protectora. Peter se movió y empezó a roncar, provocándole una sonrisa.
Probablemente Brande había olido su olor en Peter. Era lo único que tenía sentido. Hizo una
nota mental de ponerse en contacto con Seraphine más tarde y ver si había oído algún rumor
acerca de su hermano. Por ahora, Peter era su foco. La diosa lo sabía, a las brujas les gustaba
chismear.
Dejó que el omega durmiera y se dedicó a la tarea de inventario. La despensa estaba llena
de comida, y tenía todas las hierbas para preparar litros del té que alimentaría a Peter durante
el embarazo. Pensó en cómo podría hacer que el sabor mejorara ¿canela? ¿Manzanilla?
Hurgando en el armario de especias, recogió una variedad de sabores, así como componentes
para un té para reducir las náuseas. Seleccionando varias especies de flores secas, concluyó
que tenía todo lo que necesitaba para elaborar una infusión que ayudaría al cachorro a crecer
fuerte y saludable. Mirando los suministros que se extendían por el mostrador, se sorprendió
sonriendo como un tonto. Nunca se había imaginado un día con un pequeño corriendo,
llenando el lugar de risa. Tampoco se dio cuenta de lo mal que quería que se hiciera realidad.
Mirando a Peter, esperaba que el hombre llegara a aceptar su nueva vida. Tal vez se
quedaría aquí con él, sino como compañeros, sino como dos padres. Era lo máximo que podía
esperar. Fue a ver los suministros médicos y se dio cuenta de que no tenía idea de qué esperar
con respecto a Peter teniendo al cachorro. Claro, entendía la mecánica básica. Cerró los ojos
y se adentró en el latido del cachorro, el latido de los golpes cada vez más fuerte. Quería 41
quedarse dormido con la oreja contra el estómago de Peter y escuchar ese sonido encantador.
—¿Nitro? —Preguntó Peter, desde la silla.
Estaba a su lado en un instante, buscando algún indicio de angustia.
—¿Qué ocurre? ¿Tienes náuseas?
—No —, dijo Peter, dándole una mirada de disgusto. —Creo que ya sé la respuesta, pero
¿tienes un baño?
—Sí. Un retrete.
El joven gruñó y revolvió su cabello. Agitó su mano en un gesto de desprecio y se levantó,
perdió el equilibrio, pero rápidamente se corrigió. Lo siguió por la puerta donde Peter se
detuvo para respirar aire fresco.
—Es muy agradable aquí afuera —, comentó distraídamente y su corazón se elevó de tal
manera, por haber complacido al hombre de alguna manera. Su expresión se agrió
rápidamente, al ver la cabaña que servía de cuarto de baño. —Supongo que no todo puede
ser impresionante.
Peter empezó a caminar y él lo siguió, sus ojos recorriendo el cuerpo del macho. Tenía
un buen culo y su polla se sacudió como si recordara la forma en que sentía tener el culo de
Peter estrangulándolo. Rezó para que Peter estuviera abierto a la idea de ser su compañero,
pero no lo empujaría a él, aunque su naturaleza alfa exigiera que reclamara al omega.
—Um, he estado limpiando mi trasero desde que tenía cinco años, gracias —, dijo Peter,
su rostro arrugado de desdicha.
—Sólo estoy aquí para asegurarme de que no te desmayes y...
Peter hizo un sonido muy parecido a un lobo y cerró la puerta detrás de él. Se rascó la
barbilla, recordando a su instinto de que los omegas embarazados podían ser
temperamentales. Podría lidiar con eso y llevar el golpe en su orgullo.
Un momento después, la voz de Peter se deslizó por la puerta. — ¡No me digas que estas
hojas, todas bien apiladas aquí, son para limpiar!
Mordió sus labios y se alejó en silencio, haciendo todo lo posible para ocultar su sonrisa.

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Capítulo 09
Una semana después…
—Aquí, prueba esto. Es un brebaje un poco diferente —, dijo Nitro, mientras sostenía el
vaso de líquido de mierda.
Peter lo miró fijamente. —Define un poco.
—Añadí un poco de canela para el gusto.
Lanzando sus manos en derrota, aceptó y se lo tragó. Había renunciado a discutir con Nitro
acerca de beber el brebaje. Nitro preguntaba muy bien al principio, pero rápidamente se hizo
autoritario y maldita sea, algo dentro suyo le gustaba la autoridad del hombre. Al menos se
sentía mejor. Por supuesto, había vuelto a comer como un caballo estos últimos días viviendo
con Nitro en medio de la nada. Meneó la cabeza. —No. Todavía sabe cómo a pies.
El hombre parecía cabizbajo ante eso, pero empujó un plato grande delante de él. No
vaciló. Tomó la losa de madera en sus manos y tiró de una naranja en su boca. Suspiró,
mientras el fresco jugo cítrico estallaba en su boca. La comida parecía saber mucho mejor
ahora. Olía bien también.
—¿Dónde está la ciudad más cercana? —Preguntó.
—Cerca de cuarenta minutos. —Nitro se sentó a su lado, el marco de madera crujiendo
mientras sostenía su peso.
—Quiero ir. Necesito estímulo y contacto humano. No tienes televisión, mi computadora
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está en mi apartamento. Ni siquiera hay un libro. Me voy a volver loco. Y necesito que la
gente sepa que todavía estoy vivo.
Nitro suspiró. Estaba claro que a él no le gustaba esa idea, pero necesitaba salir. —Bien.
Pero tú permanecerás a mi lado en todo momento. ¿De acuerdo?
—De acuerdo. — Con esto, dejó su comida y se levantó. Su energía había regresado y ya
no se sentía mareado mientras caminaba. Sacó un par de pantalones vaqueros limpios y una
camiseta de la mochila. Se quitó la ropa hasta quedar en boxers, luego empujó su cabeza a
través del cuello de la camisa y lo alisó por su cuerpo. Sus pantalones eran lo siguiente,
deslizo la tela vaquera por sus piernas fácilmente. Tirando de las solapas juntas, se congelo.
No podía conectar los dos y respirar al mismo tiempo. Frunciendo el ceño, se dio unas
palmaditas en el estómago. Nunca había tenido abdominales, pero... la comprensión de que
se estaba haciéndose más grande en esa área, lo hacía retroceder a la realidad. Pero en lugar
de temor y conmoción, miró a Nitro con enojo.
Al parecer percibiendo sus emociones, el hombre se volvió a mirarlo. —¿Estás bien?
Soltó una carcajada. —¿Estoy bien? ¿Me estás tomando el pelo? ¡Mira! — Para demostrar
su punto, trató de tirar de las solapas juntas. — ¿Sabes lo difícil que es mantener este cuerpo
sentado en mi culo durante ocho horas al día? ¿Sabes cuántas veces tuve que pasar de ese
burrito por verduras mixtas? No, no lo haces porque no estás... — No podía decirlo. Sabía
que cada día que pasaba, se volvería más obvio y tendría menos excusa para negar la verdad.
¿Quién mierda soy? —Oh Dios mío. ¿Voy a tener estrías?
Nitro frunció los labios meditando, al parecer pensando en una manera de responder sin
agravar su estado de ánimo. —Los shifters sanan bien.
—¿Eso es? ¿Eso es todo lo que puedes decir? —Gruñó, sintiéndose peleador. Necesitaba
sacar sus frustraciones y Nitro era lo más cercano. Se frotó el vientre, sintiendo una redondez
suave que no había estado allí antes. Trató de imaginar al pequeño cómodo y confortante
dentro de sus entrañas, pero era difícil. De repente, se echó a reír hasta que las lágrimas le
llenaron los ojos e hipo. Cuando bajaron, dijo —Estoy malhumorado, ¿no? Siempre me
preguntaba por qué papá se veía azotado cuando mamá estaba embarazada de mi hermana.
Nitro se rascó la barbilla. —No tengo mucha experiencia con omegas embarazados.
Lo miró con fuerza. Su cuerpo estaba tenso, su expresión pensativa. Todavía era
demasiado malditamente hermoso para su propio bien. Por supuesto, caminando sin camisa
la mitad del tiempo no ayudaba. —¿Tienes familia?
Su pregunta pareció enojar al hombre. Nitro se movió sobre sus pies y luego buscó su
camisa. —No.
Frunciendo el ceño, pensó que había una historia detrás del obvio rechazo. Le preguntaría
más tarde. Ahora mismo sólo quería salir de esta claustrofóbica cabaña y volver al mundo
durante unas horas. Cualquier cosa por sentirse normal otra vez. Tal vez, cuando estuvieran
en la ciudad, podría convencer a Nitro de que alquilara una habitación para mirar algo de
televisión y tomar una ducha. Un tipo podía bañarse fuera con un cubo de lata, durante un
tiempo.
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Diez minutos más tarde, estaban en la vieja camioneta y se dirigían por el sendero lleno
de baches que servía de camino. Rodó la ventana hacia abajo y dejó que la luz del sol le
golpeara en la cara, la calidez bienvenida. Finalmente, se dirigieron hacia la carretera
principal y observó pasar los árboles. En la distancia podía ver las montañas raspando el
cielo, sus cimas irregulares coronadas con niebla.
—¿Dónde estamos exactamente? — Preguntó.
—Cerca de Susanville, en la frontera de Nevada.
Jesús. Estaba tan lejos de casa. Por otra parte, todo esto estaba al nivel del mar. El viaje a
la ciudad se sintió mucho más largo de lo que era y tan pronto como Nitro dirigió el automóvil
al estacionamiento de una gran cadena de almacenes, su corazón golpeó con entusiasmo.
Disfrutaba del aire libre con todos los olores y sonidos de la naturaleza, pero necesitaba ver
gente, edificios y coches.
—Recuerda —, dijo Nitro, mientras apagaba el motor. —Prometiste quedarte a mi lado
Puso los ojos en blanco. —Sí papi. Prometo no alejarme.
El hombre resopló. —Los muchachos que se portan mal, reciben unas nalgadas.
Algo perverso se abrió en su estómago y sonrió. —¿Eso es una promesa?
Los ojos de Nitro se iluminaron y vio al lobo debajo. Las fosas nasales del hombre se
dilataron y un gruñido bajo retumbó en su pecho. La emoción se apoderó de su cuerpo. Era
la misma mirada del callejón cuando Nitro lo había jodido. Se sorprendió de lo mucho que
le gustaba esa expresión feroz.
Mirando hacia otro lado, Nitro se aclaró la garganta. —No debes burlarte así, Peter. Tu
lenguaje corporal me dice que deseas aparearte conmigo, pero dices cosas contradictorias.
No sabía cómo responder, así que simplemente salió del coche. ¿Quería tener relaciones
sexuales con el hombre otra vez? Oh sí. Pero, ¿de dónde salieron? Claro, habían sido
arrojados juntos debido al embarazo, pero eso no significaba que él quería una vida con el
tipo... ¿Lo hago? Mierda. No tenía ni idea. Todavía era joven, quería experimentar el mundo
y coger con un sinnúmero de hombres antes de asentarse-Noticias de última hora, has estado
haciendo eso durante años. Su mano encontró su estómago. La idea de estar con Nitro,
mientras criaban a un niño, era atractiva. No dudaba que el hombre fuera un excelente padre.
Si la forma en que se preocupaba por él era un ejemplo, el tipo se merecía la taza de papá #1
y algo más.
Decidiendo preocuparse por la mierda pesada más tarde, comenzó a caminar. Nitro estuvo
a su lado en un instante, con los ojos lanzándose alrededor, con el cuerpo tenso. Pensó que
era muy parecido a un lobo real, alerta en un territorio desconocido y buscando el peligro por
su futuro cachorrito. Fue un poco dulce. La multitud en la tienda era sofocante y Nitro parecía
que iba a enloquecer. Su cabeza giraba alrededor por cada pequeño ruido y pensó que Nitro
podría arrancar la garganta del tipo que había chocado con él.
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—Hey —, dijo, atrapando su atención. —¿Crees que puedes hacer esto?
—Sí. — La respuesta fue cortante, confiada.
Encogiéndose de hombros, comenzó a caminar y agarró un carro de compra. Se dirigió al
pasillo de los hombres y escogió unos pares de pantalones de tamaños cada vez más grandes,
mirando a Nitro con molestia todo el tiempo. El hombre se apartó un momento de su
vigilancia para darle una sonrisa tímida. Cuando fueron a la sección de la tienda de
comestibles, su estómago retumbó y su boca comenzó a hacerse agua. Cosas que nunca antes
había tenido, cosas que realmente no le gustaban fueron directamente al carrito cuando su
estómago le señaló y gritó “¡Esto también! ¡Esto también!”
Se aseguró de llegar a la sección de libros y tomo los cursis románticos adolescentes en el
carro, junto con cualquier cosa que atrajo su interés. Hecho un vistazo a "Qué esperar cuando
estás esperando" y se mordió el labio. Discretamente, lo dejó en el carro. Volviendo a la parte
delantera de la tienda, pasaron por el pasillo de bebés y no pudo evitar mirar todas las cosas.
Cristo, los bebés necesitan tanto. Apoyándose en Nitro, que parecía indiferente a donde
estaban, preguntó en voz baja — ¿Los omegas producen leche?
Nitro se inclinó, pero mantuvo los ojos en la gente. —No.
—¿Entonces qué comerá el niño? — Peter se cubrió.
Nitro volvió su atención hacia él y se dio cuenta de dónde estaban, con los ojos lanzándose
alrededor del montón de productos. —La leche o la fórmula de vaca funcionarán, pero los
niños shifter requieren alimentos naturales, como purés de vegetales y similares.
—Así que no tengo que preocuparme por los pezones doloridos. Es bueno saberlo —, dijo
y casi se rió de lo absurdo que sonaba. Miró a su alrededor para asegurarse de que nadie
estuviera escuchando.
—Un recién nacido shifter crece notablemente rápido y estará caminando en unos meses
—, explicó Nitro, tocando un pijama con un cachorrito en el frente. —No he pensado tan
lejos como para juntar ropa y pañales, y...
Se alegró de que él no fuera el único lanzado a la deriva, con todo este asunto. Miró toda
la ropa de bebé, haciendo todo lo posible para esconder su sonrisa ante el pensamiento del
niño vestido con cosas estúpidamente adorables. Cristo, ¿qué le pasaba? Los niños eran de
cuidado, pero nunca se imaginó a sí mismo como alguien adorable, que amara los animales
de peluche y gorros. Hormonas. Tenía que ser.
Mirando el carro desbordado, dijo —Tendremos que hacer un segundo viaje, por aquí. Por
cosas.
—Sí —, dijo Nitro distraídamente, con una sonrisa en los labios mientras posaba los ojos
en un móvil.
Dejo caer sus hombros, todo lo deprimía un momento y aturdía al siguiente. Tenía 46
preguntas, cosas que necesitaba saber, pero estaba demasiado asustado para preguntar.
Estaban fuera de la tienda veinte minutos después, empujando la montaña de comestibles
hacia el automóvil. Nitro era un caballero y se puso a cargar todo en el fondo del Ford, con
los brazos abultados mientras trabajaba. Se detuvieron en una tienda móvil y compró un
celular prepago y le dijo a su familia que estaba bien. Vivían en Portland, así que no sabían
que no estaba en casa. Dejó un mensaje a su jefe, contento de que el hombre no le contestara.
Sabía que no iba a poder volver a trabajar, pero no había resuelto cómo dejarlo oficialmente...
o de dónde diablos iba a sacar dinero. Necesitaba pensar en tantas cosas, pero estaba decidido
a tomar todo un paso a la vez.
—¿Hay algo más que quieras comprar? —Preguntó Nitro, mientras entrecerraba los ojos
a una pareja ruidosa.
—¿Puedes calmarte, por favor? Me estás poniendo nervioso. ¿De qué hay de qué
preocuparse? —Se quejó, sintiéndose malhumorado.
Nitro se volvió y le dirigió una mirada incrédula. —¿Por dónde empiezo? Un conductor
adolescente inexperto podría perder el control y acabar contigo. Esa chica perdida en su
teléfono podría tropezar contigo, enviándote de un golpe contra ese cable…
Frunció el ceño, mientras miraba detrás de él y vio el cable que alimentaba el carrusel. La
chica de la que Nitro hablaba pasó de prisa a su lado, completamente ajena mientras charlaba
sobre cómo un tipo que le gustaba había hecho algo adorable. Tragó saliva y miró a Nitro.
El hombre movió su peso sobre sus pies. —No es algo que pueda evitar. Mi instinto de
protegerte a ti y al cachorro ha tomado el control. No olvidemos que tú también fuiste atacado
por un shifter.
Sintió una sonrisa tirar de sus labios y el calor se extendió a través de él. Era dulce la
forma en que el hombre lo consentía y la idea de que se encontraba en buenas manos
satisfacía algo por dentro. Este frustrante macho era material de compañero. Era fuerte,
confiado y moriría antes de que dejara que algo le hicieran daño a su cachorro y a él.
—Espera —, murmuró, mientras absorbía las palabras de Nitro. —¿Ese lobo era un
shifter? ¿Por qué me atacaría?
Nitro suspiró. —Esa es una conversación que es mejor tener en la intimidad.
Los bellos de su cuello se elevaron al ser interrumpido. Podía decir que Nitro le estaba
ocultando algo. Mejor así porque necesitaba mantenerse alejado del hombre. No podían tener
un futuro juntos. Pero no podía ver un día en donde no estuvieran involucrados. Después de
todo, el niño era tanto de Nitro como suyo. Y necesitaba a alguien que lo guiara a este nuevo
mundo.
Confundido, resoplo y comenzó a caminar de nuevo al automóvil.

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Nitro miró a Peter quien se encontraba junto a él. Se había quedado en silencio desde que
habían salido de la tienda y quería saber lo que estaba pensando. Estar en el camino y lejos
de toda la congestión lo alivió, pero ahora en sintonía con las emociones de su hombre. Tenía
una gran dosis de confusión. Sabía que esto era difícil para Peter y deseaba que hubiera
alguna manera de hacerlo más fácil.
Ocultarle secretos probablemente no sea una buena idea. Peter merecía saber quién lo
había atacado y por qué... bueno, tampoco estaba seguro de la razón. Mordiéndose el labio,
trató de alinear frases en su mente. —Si hay algo específico que quieras, házmelo saber y lo
conseguiré.
—¿Un trasplante de vida? —Preguntó Peter, concentrado en la ventana.
El arrepentimiento se filtró a través suyo. Estaba enojado consigo mismo, por ser tan
descuidado y voltear la vida de Peter al revés. No era así como imaginaba traer a un cachorro
al mundo. Quería que su hijo estuviera rodeado de amor, no de animosidad.
—Lo siento —, murmuró Peter. —Estoy de un humor extraño.
Suspirando, quería llegar y tocar al hombre. Su instinto rugía con la necesidad de cuidar
a Peter en todos los sentidos. —No tienes nada por qué disculparte.
Cuando llegaron a su cabaña, Peter saltó y un dolor lo atravesó. Peter era alguien que
podía amar y aparearse, pero era obvio que el hombre lo veía de otra manera y eso dolía como
no lo haría nada más.
Era peor que su propio hermano se volteara hacia él y tratara de asesinarlo. Salió del coche
y se movió para descargar los víveres, cuando Peter apareció ante él. Sus pestañas estaban
bajas y sus húmedos labios se separaban como si estuviera olfateando algo delicioso. El
hombre se movió con reflejos de relámpagos, tomándolo desprevenido. Los cálidos y suaves
labios se deslizaron contra él y su instinto aulló de victoria. Cavando sus dedos en el pelo de
Peter, lo abrazo, saqueando su boca hasta que no pudieron respirar.
Retrocedió lo suficiente como para tomar aire, obteniendo una dosis saludable del olor
cargado de lujuria de Peter. —No quiero que te arrepientas de esto. — Se dio cuenta de que
estaba hablando de algo más que tener sexo.
—Nunca —, gruñó, sus dedos le enrollaban los lazos del cinturón de sus pantalones
vaqueros. —No te odio. No te culpo. Un accidente ocurrió, pero no me arrepiento. No sé si
es un instinto omega profundamente arraigado o las hormonas o lo que sea, te quiero. Quiero
que esto funcione.
Su corazón tembló ante la declaración de Peter.
—Sólo estoy asustado. Aterrado. — Un escalofrío pasó por Peter y lo sostuvo cerca, la
cabeza del macho descansando contra su pecho. —No puedo hacer esto sin ti. No creo que
quiera hacerlo.
Sosteniendo firmemente a Peter, pasó sus dedos por el cabello del hombre y por su
espalda. Sintió que la tensión abandonaba el cuerpo de este, los músculos aflojándose,
suspirando a la noche. El fuerte latido del corazón del cachorro se precipitó hacia adelante y
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él apreció el momento. El macho estiró el cuello hacia arriba y hermosos ojos azules, el color
de los cielos de verano lo traspasaron. Esta vez, tomó la boca de Peter suavemente,
saboreando el sabor de sus labios. Peter respondió entusiasmado, abriéndose para él y
encontrándose con cada lánguida lamida. El resto de su cuerpo respondió también, la polla
del hombre presionando contra su muslo. Entrelazo sus dedos con los de Peter y lo llevó a la
cabaña y a su cama.
Una sonrisa maliciosa arrugó el rostro de Peter, mientras se sacaba la camisa por encima
de la cabeza, con sus mechones arenosos rebotando. Su piel brillaba saludablemente, con un
rubor rosado que le coloreaba las mejillas. Lo guió hacia otro beso. Nunca se cansaría de
besar a Peter, el pequeño sonido que el omega hacía, encendía el fuego de su cuerpo.
Corriendo una palma fuerte por la espalda de Peter, siguió la curva de su espina dorsal y
sumergió sus dedos bajo los pantalones de este. Ahuecó el culo del hombre, y Peter jadeó
cuando lo agarró bruscamente.
—No seas suave conmigo —dijo Peter. —No voy a romperme. Necesito... necesito... solo
a ti.
Un gruñido se arrastró por su garganta, ante la admisión de su macho. Su necesidad de
dominar a Peter corrió fuerte, pero este admitiendo que él quería lo mismo lo envió a un nivel
totalmente diferente, en algún lugar cercano al espacio. Se puso en acción, girando a Peter
alrededor. El hombre jadeó, cuando arrastro una palma debajo de sus pantalones y se aferró
a su dura polla.
Con la mano libre, guio la cabeza de Peter hacia un lado para que tuviera acceso sin
restricciones al cuello del omega. Mordió y succionó, lamió y marcó, mientras acariciaba la
polla de Peter largo y lento. Un chorro caliente de pre-semen cubrió sus dedos, mientras
trabajaba a su macho. El sonido que hizo atrajo aún más al lobo a salir y jugar. Quería ser
todo animal en este momento y estaba seguro de que Peter quería lo mismo.
Presionó un beso en el lóbulo de Peter. —¿Quieres que te folle?
— Sí —, dijo con voz ronca.
Ronroneó en su oído, gustándole la desesperación en la voz de Peter. Encontró un pezón
y se burló sin piedad, mientras su pulgar rodaba alrededor de la cabeza de Peter. El macho se
estremeció en sus brazos, su cuerpo ondulándose maravillosamente. Guio a Peter a su cama,
donde él arqueó a su amante sobre el colchón y quitó los pantalones nada más que
gentilmente. Peter empujó su culo regordete en su palma, como un gatito que necesitaba una
caricia. Le dio una palmada a su amante, observando cómo los globos rebotaron y saborearon
el hormigueo en su palma.
—¿Me vas a dar esas nalgadas que me prometiste?
No respondió, sólo repitió el movimiento en la otra mejilla de Peter. El hombre jadeó, pero
no se movió y le dio unos cuantos azotes más castigándolo, por si acaso. Cuando terminó, el
culo de Peter se sonrojaba maravillosamente, su piel caliente. Estaba claramente disfrutando,
su pene duro y pesado entre sus piernas, la habitación inundada de feromonas. Estaría feliz
tomando a Peter sobre su rodilla para unas nalgadas completas, pero él necesitaba entrar
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dentro de su macho, necesitaba reclamar y poseer. Encontró la entrada de Peter con los dedos
y rodeó el músculo arrugado. Empujó el torso de Peter sobre la cama, para que quedara
completamente expuesto, revelando su culo.
Deslizó los pantalones de sus piernas y acarició su polla goteante. Aún no. Quería perforar
a Peter tan fuerte que el hombre nunca olvidaría a quién pertenecía. Pero quería que lo
disfrutara. Colocando un beso en la base de la columna vertebral de Peter, se movió hacia el
sur, mordisqueando y besando la piel de su amante. Extendió el culo de Peter con las manos,
luego se movió y aplastó su lengua contra el perineo de su amante. Peter se estremeció y
gimió, el sonido retumbo a través de la habitación. Lentamente, arrastró su lengua hacia
arriba, amando la manera en que Peter se retorcía contra él. Tomando un buen agarre en Peter,
jugo a fondo, lamiendo y provocando el anillo caliente de músculo hasta que Peter se retorció
contra él. En el momento en que terminó, Peter era masilla en el colchón, su cuerpo
abandonado y relajado, exactamente lo que había estado buscando.
Se alejó y tomó su tirante polla en su mano. Se acarició unas cuantas veces antes de frotar
el goteo del glande contra el agujero de Peter, escurriendo dentro.
—Por favor —, murmuró Peter. —Me estás matando.
—Bien. —La absoluta sumisión de Peter y su total satisfacción eran su objetivo y sabiendo
que estaba a mitad de camino, acelero a la bestia en su interior. Marcar. Reclamar. Envolvió
su brazo alrededor de la cintura de su amante y tiró el culo de Peter contra sus caderas sin
ninguna suavidad.
Peter arqueó su cuerpo contra el suyo, la cálida piel de su trasero acariciándolo la polla.
El instinto aumentó, pero quería tomarse su tiempo. Inserto su polla entre las mejillas de
Peter y se balanceó en él, hipnotizado por la forma en que la cabeza de su polla oscura
desaparecía y reaparecía en la grieta de Peter.
Peter respondió con ansiedad, y le apretó el culo. —Eres un provocador.
Lo enjauló con su cuerpo y lo atrajo hacia sí, con la mano apretada alrededor de la garganta
de Peter. Le dio un suave beso en el hombro. —Eres mío. Puedo hacer lo que quiera contigo
y eso incluye follar tu agujero. Esperarás hasta que esté listo, para reclamar tu culo.
El hombre hizo un sonido de desesperación, pero asintió. —Dilo —, dijo, necesitando oír
las palabras.
—Soy tuyo.
—Así es. —Repuso contra su oído. —Voy a mostrarte cómo es ser mío.
Más allá de excitarse, estaba goteando como un grifo y usó su lubricación natural para
facilitar su entrada en su macho. Peter estaba preparado y listo, su cuerpo se abría para él
mientras le empujaba suavemente los músculos tiernos. Sus cuerpos se cerraron en un
apretado abrazo, sus sentidos estaban sintonizados con su compañero, leyéndolo todo. Peter
estaba en el borde del éxtasis, pero esto era diferente que antes. De vuelta en ese callejón, se
habían molido con el único propósito del orgasmo. Quería llevar a Peter a otro lugar,
profundizar más. Quería que esto fuera más sobre el amor que el placer físico. 50
Jesús, estoy perdido. No fue una sorpresa. Este era su compañero. Peter era el hombre
destinado para él. No fue una coincidencia que experimentaron sus calores al mismo tiempo,
o encajaran tan bien juntos. Estaba dispuesto a apostar su bola izquierda a que Peter era lobo
también. Ya sea por línea perfecta de la biología y la química o la intervención divina, estaban
hechos el uno para el otro. E iba a asegurarse de que Peter lo viera.
Se retiró y luego avanzo en un trazo largo y suave que provocó el más hermoso sonido de
Peter. No lo golpeó. No necesitaba hacerlo. Quería que Peter sintiera cada centímetro de él,
absorbiera la forma en que se sentía estar lleno tan completamente. Mientras repetía los
movimientos, se acercó y agarró la polla de Peter. Se movió lentamente, en sintonía con sus
empujes, la cabeza húmeda ardiendo con su excitación.
—¿Es esto lo que necesitas? —Susurró.
Peter asintió y jadeó. —Mierda, sí.
—Puedes tener esto, todos los días —, dijo, tratando de retroceder el orgasmo que
rápidamente se precipitaba a la superficie. —No habrá un día en el que no estés
agradablemente agotado, cuando me sientas dentro de ti, incluso después de que me haya
ido.
—Por favor.
Aceleró un poco sus empujes y guió a Peter para que pudiera besar el cuello de su macho.
—¿Quieres eso?
—¡Sí!
Se estrelló contra él, midiendo la reacción de su amante. Alcanzó un buen ritmo, mientras
bombeaba el culo de Peter y acarició su verga hasta que su cuerpo se tensó y su respiración
se interrumpió. Retrocedió rápidamente. El cuerpo de Peter estaba listo para explotar, pero
no estaba en el punto de inflexión. Rápidamente lo llevó al borde del orgasmo de nuevo,
luego se retiró.
—Maldición... ¡Por favor! Tengo que venirme. —Peter dijo con voz ronca.
—Te vendrás, cuando yo quiera —, le respondió con sencillez y chupó el lóbulo del macho
en su boca. Sólo tomó unos cuantos golpes para conseguir a Peter de nuevo, pero él retrocedió
antes de que su liberación escapara. —Tu culo apretándose a mí alrededor se siente tan
malditamente bien. No creo que quiera parar.
—Estás jugando conmigo —, acusó.
—¿Qué? ¿No te dije que los lobos amamos los juegos malvados? —No le dio a Peter la
oportunidad de responder. Le golpeó el culo. Peter trató de alcanzar bajo su cuerpo y agarrar
su propia polla, pero él le aseguró las manos. —Tienes que someterme a mí, Peter. Alcanza
ese instinto omega dentro de ti. ¿Qué te está diciendo?
Peter agachó la cabeza y él le apretó las muñecas del hombre. —Te necesito.
51
—¿Qué necesitas de mí? —Tenía que estar seguro de que esto era lo que Peter quería.
Necesitaba entender cuál era su papel como omega, y lo que podía esperar de él como un
alfa. Tanto como quería una vida con este hombre, no quería que Peter se sintiera en conflicto
con su crianza humana y su instinto omega. Merecía saber por adelantado en qué se estaba
metiendo. Le susurró al oído. —Dime lo que necesitas, compañero mío.
El cuerpo de Peter se aflojó como si las cosas hubieran caído de repente en su sitio y la
tensión se hubiera liberado. —Necesito que me... me... poseas.
Su corazón se disparó y recompensó a Peter con un empuje, provocando un jadeo ahogado.
Sus cuerpos estaban resbaladizos de sudor y estaba listo para reventar sus bolas, pero había
necesitado que Peter indicara con sus propias palabras lo que quería. —Está bien. Los alfas
necesitan poseer a sus omegas. Pero, Peter... Te voy a contar un secreto. Podría reclamar la
propiedad de tu cuerpo, pero un omega tiene el poder de poseer los corazones de sus Alfa.
Con eso, se estrelló contra su amante, una y otra vez. Los jadeos y los gemidos de Peter
llenaron su cabaña, dándole vida por primera vez. Sus propios gruñidos brotaron, mientras
su cuerpo se tensaba. Encontró la polla hinchada de Peter y comenzó a acariciarlo,
sincronizando cuidadosamente su placer. Gritó su placer contra la piel de Peter, cuando entró
en erupción dentro de su compañero, llenando su agujero apretado con su semen. Peter le
siguió rápidamente, cubriendo la mano y sus sábanas, su cuerpo temblaba.
La debilidad se apoderó de él y le sonrió como un idiota cuando se derrumbó contra Peter.
Mantuvo a su amante cerca, con sus cuerpos pegajosos, pero no los quería de otra manera.
Respiró el olor de Peter y cerró los ojos, mientras bajaban lentamente. —Te voy a tener
agotado y dolorido todos los días. Entonces te mimaré hasta que vomites de la sobrecarga de
azúcar. ¿Cómo suena eso?
Peter se echó a reír. —Sin quejas.

52
Capítulo 10
Peter sintió que el aliento caliente resbalaba por su mejilla y el olor fuerte de macho
invadía su nariz. Cuando los suaves labios succionaron su piel, sonrió. Estaba dolorido, pero
en buen sentido y esperaba que Nitro pudiera estar interesado en la tercera ronda. Hasta el
momento, el tipo había cumplido su promesa.
—Tengo una sorpresa para ti —, le susurró el hombre contra la mandíbula.
Se estiró y gruñó, sintiéndose como un millón de dólares. Sonrió. —¿Qué clase de
sorpresa?
Nitro arrastraba besos leves a lo largo de la mandíbula y bajaba por su cuello, enviando
escalofríos por su cuerpo. —Tienes que levantarte de la cama para verlo.
Dedos encontraron los suyos y abrió sus ojos azules, mientras Nitro lo empujaba a pararse.
Se desvaneció y se echó a reír, el cuerpo de Nitro lo sostenía. Una suave sonrisa se curvó
sobre el hermoso rostro de Nitro, con los ojos llenos de alegría. No dijo nada, mientras
conducía a Peter afuera con el culo desnudo, con el fresco aire de la mañana mordisqueando
su piel. Se dirigieron a la parte trasera de la casa donde se habían sacado cajas y cajones de
un cobertizo. Nitro lo guió dentro y cuando vio lo que el hombre había preparado para él, una
sonrisa dividió su cara. En el centro del cobertizo, se había instalado una vieja bañera con
patas de garra y el vapor se extendía hacia afuera desde el agua.
Nitro se quitó los vaqueros y los tiró lejos, con su sonrisa radiante. Él se metió y cuando
ya se había acomodado, sostuvo sus brazos hacia fuera. No dudo. Siseó mientras metía un
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pie, el calor del agua reconfortante y asombrosa. Se acomodó contra su hombre, los estrechos
confines de la bañera requerían que se acercaran, pero no se quejaba. Con su espalda contra
Nitro, suspiró como un cachorro contento en el regazo de su amo, los brazos del hombre lo
rodeaban. Cerró los ojos y se concentró en la sensación de pequeñas burbujas haciendo
cosquillas en su piel.
—¿Cómo lograste que estuviera tan caliente? —Preguntó.
—Quizá los shifter son mejores moviendo los dedos de lo que dije.
—Estás lleno de sorpresas, ¿no? —Dijo y se acurrucó más cerca, dándose cuenta de que
le gustaba que Nitro fuera más fuerte que él. No le hacía sentirse débil, o menos hombre.
Todo lo contrario, de hecho. La idea de que este hombre poderoso lo había elegido... sí. No
podía empezar a describir ese sentimiento. Realmente no entendía mucho de lo que estaba
experimentando, pero se sentía bien.
El hombre hizo un sonido de aprobación y goteó agua sobre su hombro, con las yemas de
sus dedos deslizándose suavemente sobre su piel. —¿Cómo te sientes?
—Bien, a pesar de haberme dado una paliza anoche —, lo reprendió con buen humor.
Sintió que Nitro se tensaba bajo él. —¿No fui demasiado duro?
Sonriendo, estiró el cuello para poder ver a Nitro, la cara del hombre distorsionado por la
preocupación. Era dulce que se preocupara tanto por su bienestar. Nunca tuvo a alguien
preocupado por su comodidad, como Nitro lo hacía.
Trazó el labio inferior de su amante con un dedo, recordando como su lengua se había
sentido lamiendo y chupando sus áreas más sensibles. Las pestañas de Nitro cayeron y sus
ojos se oscurecieron, sí, él también recordaba.
Meneó la cabeza. —Me gustó cada momento. ¿Eso me hace raro?
—No. Tú naturaleza omega está saliendo. Al igual que un alfa necesita un compañero
sumiso, un omega anhela un compañero dominante. No hay nada de malo en eso y me alegro
de que llegáramos a un entendimiento anoche. —La excitación de Nitro rápidamente flotó
lejos, reemplazada por una expresión seria. —Necesitamos hablar.
Conocía ese tono y asintió. —Lo sé. Hay cosas que quiero preguntar, pero supongo que
estoy demasiado asustado.
Los brazos del alfa se tensaron alrededor suyo y se sumergieron con fuerza. La palma de
su mano encontró su estómago y estaba seguro de que noto un poco de redondez. —¿Estás
seguro? Es posible que hayas cometido un error. ¿Funcionaria un test de embarazo? ¿Sólo
para estar seguros?
La gran mano de Nitro, cayó sobre la suya. —Cierra tus ojos. Escucha.
Hizo lo que le dijeron, suspirando mientras se relajaba. Se concentró en el flujo del aire
que se movía a través de sus pulmones; El ligero goteo de las burbujas al romper la superficie;
El viento silbando a través de los árboles y... Golpeteo. Golpeteo. Se enfocó en el rítmico
latido, el golpeteo más fuerte que antes… ¿podría ser? 54
—¿Puedes oírlo? —Susurró Nitro, contra su oído. —¿Cómo de fuerte es?
Se dio cuenta de que el suave golpeteo que había estado escuchando durante las últimas
semanas, era el latido del corazón del bebé. Había estado con él todo el tiempo, el chiquillo
era real y crecía... Ambas eran su base y tocaron algo en lo más profundo que no sabía que
existía. Ya no podía negarlo. No había contraído un virus, o estaba ganando peso debido a la
sobre-alimentación. Estaba embarazado. Por algún milagro había concebido un bebé con
Nitro.
—Pensé, que tal vez, este era un extraño sueño —, admitió. —Pero supongo que ya no
puedo negarlo.
—Lamento que te hayas metido tan bruscamente en este mundo —, dijo Nitro, con el
pulgar acariciándole el ombligo. —Pero no cambiaría nada. Me alegro de haberte encontrado
a ti y a nadie más.
El temblor en la voz del hombre hizo que frunciera el ceño. —¿Qué quieres decir?
—Los omegas son criaturas raras. Dado que no podemos reproducirnos con seres
humanos, son altamente valorados, codiciados. Desafortunadamente, hay shifters que buscan
omegas para producir ejércitos. A los omegas con mala suerte, no les dan una opción y
últimamente, los Highbornhan estado recorriendo el mundo por ellos. Los secuestros van en
aumento y, aunque me guardas rencor por embarazarte, me alegro de que fuese yo quien te
encontró a ti y no uno de ellos.
—Eso es horrible. —No podía imaginar ser tomado de todo lo que había conocido, violado
y forzado a tener hijos que serían criados para asesinar. Los brazos de su amante se tensaron
alrededor de él dolorosamente, le dio una palmadita en la mano del hombre tranquilizándolo.
—Bueno, estoy aquí. Físicamente, estoy bien. Mentalmente es otra historia. Así que
dímelo sin rodeos. Dime todo lo que necesito saber.
El pecho de Nitro se elevó, mientras él respiraba profundamente. —Los embarazos de
shifter suelen durar de tres a cuatro meses, pero tú tiene sangre humana por lo que tú
embarazo puede extenderse más allá de eso. Tendremos que esperar y ver.
A través de la puerta del cobertizo, observó cómo los árboles se balanceaban en la brisa
de la mañana, mientras Nitro hablaba. ¿Tan pronto? Pensó que tendría más tiempo para
aceptar su situación, pero cuatro meses no eran nada y ya tenía un mes de embarazo.
— ¿Estoy suponiendo, que el niño saldrá de la misma manera que todo entró?
Allí, lo había dicho.
—Sí. —La respuesta contundente de Nitro hizo que supiera que era tan nuevo en esto
como él lo era.
Se rió entre dientes. —Bueno, supongo que da un nuevo significado al término, dando a
luz a una caca.
El hombre no respondió, sólo lo mantuvo cerca, sus dedos acariciando la piel de su
estómago, como si estuviera tratando de tocar al bebé. Ellos se bañaron por un buen rato más,
55
y pensó que la charla había terminado. Unpaso a la vez. Necesitaba un momento para aceptar
los hechos del embarazo shifter. Siempre había fantaseado acerca de un día encontrar un
material de marido y adoptar un niño o dos. Nunca esperó traer uno al mundo. Sabía muy
poco acerca de criar a un niño, ¿Sería un buen papá? ¿Qué pasaría si fracasaba
miserablemente y lo asustaba de por vida?
No soy del todo humano. Tenía que recordar eso. Sus planes para su vida se basaban en
ideologías humanas: conseguir un buen trabajo, joder de vez en cuando, establecer un plan
de jubilación, pero ahora que conocía la verdad de su herencia, no parecía tan fuera de lugar
el nacimiento del bebé. La fantasía de que juntos, criaban a su hijo nunca antes se había visto
tan bien.
—Necesito que sepas que estoy aquí. —Dijo Nitro como si le leyera la mente. —Estaré a
tu lado hasta el final. No voy a ninguna parte. Estamos en esto juntos.
Suspirando, soltó sus músculos y cerró los ojos. Aclaro su mente de pensamientos pesados
y se centró en este momento que compartían. Si descansar en una tina caliente demasiado
pequeña con un semental como Nitro estaba en su futuro, entonces sí. Tomaría eso de su
aburrida y solitaria vida en San Francisco. Las visiones de un pequeñín corriendo alrededor
y llenando la cabaña de risitas, trajeron una sonrisa a sus labios. No le importaría eso.
Sintiéndose ligero, dijo —Vamos a convertirnos en ciruelas pasas.
Nitro retumbó en risas. Se levantó, tomándolo con él, jadeó cuando el hombre fácilmente
lo sacó de la bañera. Una toalla fue lanzada a sus hombros, el suave tejido agradable contra
su piel. El cuerpo de Nitro vino contra el suyo, la calidez de su amante hundiéndose
profundamente. Dándole un beso en el cuello.
—¿Me convertiré en un lobo como tú? —Preguntó.
Nitro se quedó tieso por un momento, aparentemente desprevenido por la pregunta. —No
estoy seguro. Es posible que ese lado no funcione en nada. Si lo hace, tú forma será
determinada por el cuerpo animal de tú padre. Personalmente, creo que eres una especie de
perro.
Girando en los brazos de Nitro, deslizó sus ojos por toda su cara desde su fuerte mandíbula
afeitada hasta su salvaje pelo. Trató de imaginar su cuerpo cambiando, los huesos siendo
remodelados, el pelo creciendo. Cuando Nitro había cambiado por primera vez delante de él,
había ocurrido tan rápido. Una profunda curiosidad subió a la vanguardia. ¿Dolía? ¿Cómo
era mirar a través de los ojos de un animal? ¿Y si su padre hubiera sido una rata o algo así...?
—¿Puedo verlo? —Preguntó, con su voz estrangulada.
Nitro frunció el entrecejo y se aclaró la garganta. —¿Estás seguro? No quiero asustarte.
Bufó. —Estoy embarazado. Créeme, como hombre no hay nada más aterrador que eso.
Una sonrisa le marco los labios. —Punto a favor.
Observó cómo Nitro salía a campo abierto, moviendo su trasero maravillosamente, su piel
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escurriendo humedad. Los músculos de su espalda eran igual de tentadores y recordó la forma
en que se movían bajo sus palmas, mientras Nitro entraba en él una y otra vez. A pesar del
orgasmo visual, la sensación cómoda de estar seguro anuló todo lo demás. Era un macho
poderoso, capaz de proteger a su compañero y a su cachorro. Sacudió la cabeza para aclarar
los extraños pensamientos. Tal vez no sontanextraños, después de todo. Había aceptado que
estaba embarazado, pero ¿qué hay de esa otra parte de sí mismo? El que estaba justo debajo
de su piel, arañando como un perro que quiere volver a casa. Supuso que siempre había estado
allí, desatándose una vez al año. Mientras observaba a Nitro, se dio cuenta de que quería
explorar esa parte de sí mismo. Perder su identidad nunca fue fácil, pero Nitro ofreció una
palma fuerte y constante en el mundo de shifters que quería aceptar. Dijo muchas cosas
anoche, cosas que pensaba que nunca pensaría o sentiría, pero estaban allí, persuadidos por
Nitro. No estaba seguro si era la niebla del éxtasis lo que le había hecho decir... o algo más
profundo. No importa la causa, se había sentido en ese momento. Se sentía como propiedad
de este macho alfa ahora mismo.
Nitro le devolvió la mirada, con el rostro retorcido por la incertidumbre, pero su cuerpo
se estremeció, como si un viento frío hubiera soplado de repente. Sus ojos se iluminaron
hasta que brillaron como la luna y el pelo oscuro comenzó a cubrir su cuerpo. Se estremeció
y se inclinó y se preguntó si le dolería. El cuerpo del shifter se movía como si estuviera
siendo remodelado por una mano invisible, hasta que la forma de un lobo reemplazó a la de
un hombre humano. El lobo sacudió su cuerpo, completamente del color de la medianoche
ondulándose como una ola. Sus orejas se agacharon, los ojos brillantes siguiéndolo.
Nitro. Él era hermoso. Al ver su forma animal encendió algo dentro de él, confirmando
además, que había elegido correctamente al escoger a este macho como compañero. Excepto
que él no lo había... aun… ¿Había? Todo lo que sabía era... ¡sí! Compañero.
Mordiéndose el labio, dio un paso adelante y Nitro levantó la cabeza, el interés brillando
en sus inteligentes ojos. Estiró el brazo hacia adelante y Nitro trotó hasta él, su nariz húmeda
haciendo contacto con su palma. Una cálida y suave lengua lamió su piel, y rió. Empujó su
mano en el grueso pelaje de Nitro, sus dedos deslizándose a través de sedosa suavidad. Nitro
apoyó su gran cuerpo contra el suyo, casi lo dejó sin equilibrio.
—Esto es increíble —, dijo, maravillado por las laderas y crestas de la nueva forma de
Nitro. Trazó las duras colinas de sus omóplatos y la suave curva de su columna vertebral
hasta llegar a su… yup, ¡una cola! —Sé que te vi cambiar, pero... es totalmente irreal.
Nitro gimió y le empujó de nuevo la mano. Acarició al lobo y miró a sus ojos amarillos,
los portales parecían tan profundos y vastos. Nitro estaba allí, ¿no? Conocía esa mirada, sabía
cómo se dilataban esas pupilas para tragárselo. Podía verse corriendo al lado de su compañero
como lobos, sus patas levantando escombros mientras corrían. Era una imagen encantadora
y la comprensión de que él podría no tener eso dolía. Nitro percibió claramente su estado de
ánimo y le lamió los dedos.
Suspirando, cayó al suelo, con la cabeza alineada con Nitro. El lobo inclinó la cabeza,
como si tuviera curiosidad por su repentino cambio de humor. Le ofreció una pequeña sonrisa
y Nitro dejó caer su pesada figura en el suelo y luego dejó caer su enorme cabeza en su 57
regazo. El calor lo penetró y se dio cuenta de que todavía estaba desnudo con nada más que
una toalla alrededor de sus hombros. Extraño, pero se sentía natural estar sin ropa en su
cuerpo, y... Absorbió la visión de toda esa piel negra contra su piel, imaginándose que era
suya.
Jesús, me estoy perdiendo. ¿Realmente estaba pensando en convertirse en un lobo? Cuanto
más lo pensaba, menos parecía fuera de lugar. Y siendo algo más, aceptar que era un shifter
hacia que todo el embarazo se sienta bien. Como si sintiera sus pensamientos, Nitro le empujó
su hocico contra el estómago y olisqueó, la almohadilla gruesa de su lengua lamió
suavemente su la piel expuesta.
Con su cuerpo relajándose, pasó sus dedos por el pelo de Nitro, sintiéndose más contento
que nunca de lo que había tenido en su vida como un simple hombre humano.
Capítulo 11
Un mes después…
Nitro sonrió, mientras Peter roncaba suavemente, su rostro se relajaba, mientras dormía.
Pasando la mano por el hombro de su hombre, pensó que podría estar soñando. Peter había
estado en su cama todas las noches y aunque se ponía de mal humor y sarcástico de vez en
cuando, parecía demasiado feliz. Sólo con ver a Peter sonreír su corazón se agitaba. Era un
sentimiento al que no estaba acostumbrado, un sentimiento que anhelaba. Deslizó la palma y
encontró la hinchazón de Peter. Cada semana se hacía un poco más grande, y el latido del
corazón del cachorro se hacía más fuerte. Acunando a su hijo no nacido, Nitro cerró los ojos
y apretó los labios contra el hombro de Peter. El suave golpeteo de la lluvia cayéndole ayudo
a relajarse hasta que estuvo en el borde del sueño. Era tarde, y habiendo pasado la noche
follando como conejitos, les había llevado a dormir la mayor parte del día. Nitro se dio cuenta
de lo solitario que se había vuelto. Y lo mucho que quería una familia, una manada propia.
Un ronroneo suave llamó su atención y Rascal se subió en silencio a la cama. Se instaló
contra Peter y se durmió. Los dos se habían convertido rápidamente en buenos amigos, Peter
divertido por las travesuras del mapache. No pudo evitar sentirse como si su familia
finalmente estuviera uniéndose. Tenía a su hombre en sus brazos y el cachorro cómodo y
seguro en su vientre. Pronto su cabaña silenciosa y estéril se llenaría de risitas y desorden.
No podía esperar.
El sonido del crujido del pasto lo puso en alerta. Con pasos silenciosos, se acercó a la
ventana y se agachó. Tomando una gran dosis de aire, olía a algo almizclado, pero era difícil
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saber a qué tipo de animal pertenecía. La lectura de los olores era difícil bajo la lluvia, pero...
se relajó mientras un oso negro vagaba por su camioneta, olisqueando el aire. Después de
una rápida investigación del vehículo, el oso corrió hacia el bosque. Sabía que necesitaba
hablar con Peter acerca de su hermano, pero había estado viviendo en un estado de felicidad
en las últimas semanas y no quería quebrar la tranquilidad. Y si iba a mantener a su familia a
salvo, tendría que hacer algo con Brande. No podían vivir en su burbuja para siempre. No
era justo para Peter o el cachorro.
—¿Está todo bien?
La voz de Peter lo aparto de la ventana y ofreció a su hombre una sonrisa tranquilizadora.
El cabello de Peter se erguía sobre su cabeza en un adorable enredo. Se limpió sus nublados
ojos. Fue a reunirse con él en la cama y acercó a Peter. El hombre hizo un sonido como un
ronroneo y se acurrucó contra él, su barriga golpeando su estómago.
—Sólo quiero estar aquí, todo el día —, murmuró Peter.
Tan agradable como sonaba, su instinto se puso en marcha. —¿Te sientes débil otra vez?
Tal vez no has estado recibiendo suficientes nutrientes.
—Nu-huh. No arruines el estado de ánimo, con el líquido de mierda, ¿de acuerdo? — Dijo
Peter, levantándose para que sus ojos estuvieran a su altura. —Quiero decir, que estoy muy
cómodo y me gusta. Es agradable no tener que preocuparse por terminar el trabajo y pagar
las facturas y todo ese estrés, que induce la mierda del mundo real.
—Eso es bueno. —Deslizó el dorso de sus dedos, por la mejilla de su compañero,
saboreando el calor y el color. —Quiero que estés cómodo y feliz.
—Bueno, estás haciendo un buen trabajo hasta ahora. —Dijo, bostezando.
La valoración de Peter fue directamente a su centro, acariciando al lobo dentro. Se puso
duro al instante. Los alfas eran más sensibles de lo que la gente pensaría, necesitaban un
elogio constante y acariciar su ego, algo en lo que Peter superaba sin intentarlo. Nunca antes
se había sentido más masculino, más que un shifter desde que vivía con Peter. El hombre rió
entre dientes y le agarró la polla, haciéndole aspirar.
—No te burles de la bestia —, gruñó, sabiendo cuánto le gustaba Peter ponerlo a prueba.
—¿Quién dice que estoy bromeando? —Peter apretó fuertemente su grueso eje y rodeó su
pulgar sobre el glande.
El placer estallo a través de él. Le gustaba que Peter fuera tan descarado en el
apareamiento. La mano del macho era increíble en su eje, y su pulgar enloquecedor mientras
extendía la humedad alrededor. Quería estar dentro de su pareja otra vez, pero sabía que Peter
necesitaba un descanso. Buscó la polla de Peter y encontró a su amante tan duro y necesitado
como él. Aplanando su lengua contra la garganta de Peter, lentamente lamió su camino hasta
la mandíbula del hombre, saboreando el sabor de su piel. Los sonidos Peter encendieron su
sangre. Rechazó el impulso de marcar a Peter, que lo reclamaría como compañero. Su amante
no le había dicho explícitamente que quería unirse a él, infiernos, no había preguntado
exactamente. Sólo otra cosa de la que hablar, supongo.
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—¡Oh... Oh mierda! —Peter jadeó y luego se rió para jadear de nuevo. —¡Eso se siente
tan extraño!
Peter le quito la mano de su polla y luego la presionó contra su estómago. Confundido,
abrió la boca para preguntar si todo estaba bien, cuando lo sintió. La presión era débil, suave
pero Peter parecía haberla sentido agudamente. ¡El bebé! Una sonrisa dividió su cara cuando
el cachorro volvió a patear. La expresión de Peter era una máscara de sorpresa y diversión,
sus ojos estaban brillantes.
—Tranquilízate —, susurró Peter. —Mi estómago no es un balón de fútbol.
El cachorro pateó unas cuantas veces más y luego se relajó. Peter estaba sonriendo
mientras él chocaba su cabeza contra su amante. Enredó sus piernas con Peter y suspiró,
mientras esperaban a que el cachorro se moviera de nuevo, pero parecía haberse vuelto a
dormir.
—¿Qué te parece Alexander? ¿O Alexis si es una niña? —Preguntó Peter.
—Creo que son buenos nombres, pero va ser un niño —, dijo, frotando tiernamente el
vientre de su compañero.
—¿Tan seguro estas?
—Todos los shifters son masculinos. El factor decisivo es alfa u omega. Pero una chica es
posible, supongo, teniendo en cuenta que eres mitad humano.
Peter frunció el ceño. —¿Por qué no hay mujeres shifters?
—Es una larga historia. La bruja que nos creó, nos hizo fuertes y leales. Durante años
servimos como familiares a las brujas más poderosas. Ella llegó a amar a sus creaciones tanto,
que creó omegas para que pudiéramos reproducirnos y no estar solos. — Pasó una mirada
tímida a Peter. —También, a veces somos del tipo impulsivo. Los omegas nos equilibran.
—Brujas, ¿eh? Bueno, supongo que eso no es tan increíble. —Peter frunció el rostro ante
la idea.
—Eso fue hace mucho tiempo. Después de una rebelión, las brujas nos liberaron del
servicio. Algunos shifters todavía sirven como familiares, pero vivimos separados de ellos,
la mayor parte del tiempo y rara vez interactuamos. Menos ahora que su clan se encuentra en
guerra civil.
El hombre asintió, sus dedos encontraron su mandíbula. Lentamente, su toque se desplazó
hacia el sur, hasta su cuello, donde trazó las cicatrices. Sabía que Peter tenía curiosidad sobre
ellas. Muchas veces sus labios se separaban como si estuviera al borde de preguntar, pero
nunca lo hizo. Era sólo cuestión de tiempo y al ver la curiosidad que chispeaba en los ojos
de Peter, sabía que no podía evitar ese tema mucho más.
Peter tragó un nudo. —¿Qué pasó?
Su corazón palpitaba dolorosamente. Le gustaba que Peter estuviera interesado en su vida,
pero tenía miedo de que su pareja lo viera como una debilidad, una señal de que no era lo 60
suficientemente fuerte como para protegerlo y al cachorro. Para cualquier otra persona, las
cicatrices serían vistas como algo positivo, un testamento a su experiencia, pero Peter había
sido criado como humano. Respiró profundamente y luego lo soltó lentamente.
—¿Cuento corto? Disputa familiar.
La broma no fue bien y Peter lo miró con escepticismo.
—Mis padres... eran fuertes, los líderes que cuidaban de nuestra manada. Pero fueron
asesinados por el Highbornpor negarse a aparear a mi hermano menor -un omega- a uno de
sus alfas. Murieron tratando de protegerlo, pero los Highborn eran demasiados y lo
secuestraron, después de matar a mis padres.
—Lo siento mucho —, susurró Peter, su voz se quebró cuando le envolvió su brazo
alrededor de su cintura.
—Fue una tragedia, pero nada comparado con lo que... mi hermano hizo. Como el más
viejo, fui el primero en la línea para asumir el liderazgo de la manada. De luto, era ajeno a
todo lo demás. Al día siguiente de la muerte de mi padre, él me atacó cuando estaba solo y
ajeno a cualquier cosa menos al dolor. Casi me mató. Debe haber pensado que estaba muerto,
porque asumió el control de la manada y los llevó al norte. No sé cómo sobreviví, pero lo
hice. Una bruja me ayudó a localizar un lugar remoto para vivir y establecer la barrera. Con
el paso de los años, oí rumores de que había ido a Canadá. Me prometí a mí mismo que lo
casaría, pero... —Negó con la cabeza, sin querer hablar de todo el asunto.
—¿No hay sistema de justicia? — Preguntó Peter.
Pestañeó a Peter con las cejas fruncidas. Sus dedos retrocedieron hasta las cicatrices, su
toque reconfortante. —No del tipo humano. Además, eso fue hace mucho tiempo y
probablemente inventó una historia sobre mi muerte. La manada no lo habría aceptado
simplemente por asesinarme habrían siguiendo su ejemplo. Es la manera de que los Highborn
tomen lo que quieren y la mayoría de los shifter desprecian el orden.
—Espera, ¿qué es el Highborn?
Se alegró de que la conversación hubiera cambiado a un tema más seguro. —Una orden
de shifters, que comenzó como una resistencia al control de las brujas sobre nosotros. Al
principio, lucharon por nuestra liberación, pero a medida que los ancianos murieron y fuimos
libres de elegir nuestros propios caminos, sus intenciones se hicieron más oscuras. Siempre
han sido una molestia, pero últimamente han llevado su ideología a un nuevo nivel.
—¿Secuestrando omegas?
Asintiendo con la cabeza, deslizó sus dedos por la mejilla de Peter. No podía soportar
pensar en que este maravilloso joven fuera tomado por el Highborn y sometido a tanta
crueldad. Podía ver que Peter quería preguntar más, pero él colocó su mano sobre su
estómago y apoyó su cabeza contra él.
Los minutos pasaron, el sonido de la lluvia que caía relajando sus cuerpos, pero podía
decir que algo estaba en la mente de Peter. —Háblame.
—Sólo estoy pensando, sobre lo bien que se siente todo esto. Vivir contigo aquí y... el 61
niño. Me temo que voy a despertar para encontrar que todo fue un sueño —murmuró.
Apretó los labios contra la frente de Peter. —¿Hay alguna manera de convencerte de que
es real?
Las mejillas de Peter se alzaron en una sonrisa y rió entre dientes. —Estoy seguro de que
puedo pensar en algo.
Gruñendo, cubrió a Peter con su cuerpo, las piernas del macho rodeando sus caderas.
Tomó posesión de la boca de Peter, besándolo a fondo hasta que estaban duros y doloridos
de nuevo. Se apoyó contra Peter, acariciando su erección contra la suave piel de su amante.
Este le clavó sus dedos en el culo, silenciosamente exigiendo movimiento. Hicieron el amor
con el sonido de la lluvia y los truenos, el mundo exterior lentamente desapareciendo hasta
que no había nada más que ellos.
Capítulo 12
—Jesús —, murmuró Peter, mientras pasaba las manos por su vientre redondeado. Se giró
ante el espejo antiguo, su barriga parecía que pertenecía a otra persona. —Supongo que
podría decirle a la gente, que me he convertido en alcohólico, quiero decir que se ve como
un maldito vientre de cerveza. —Mientras lloraba por su figura, se lamentaba no haber
derrochando en comida chatarra cuando había tenido la oportunidad. Todas esas ensaladas y
batidos de nutrición, parecían desperdiciados ahora. No tenía nueve grandes meses, pero no
había manera de ocultar el bulto bajo una camiseta.
Nitro se le acercó por detrás y lo envolvió en sus brazos, sus grandes palmas cubriéndole
las manos. Le dio un beso en el cuello, su calor y estructura física lo estabilizaba. —No
tendrás que decirle nada a nadie. Creo que deberías quedarte aquí.
—¿Qué?—Se alejó del hombre. —De ninguna manera. Sólo puedo leer demasiada
angustia con vampiros adolescente y ver películas de terror cursi. Necesito salir y hacer algo.
El hombre le dio una expresión de disculpa. Nitro había traído un generador y había
comprado un reproductor de DVD y televisión. Habían pasado las semanas viendo todas las
películas conocidas por el hombre... y algo de porno por joder y reírse, pero se sentía inquieto
últimamente. No le había dicho a Nitro, pero estaba aterrorizado. Todos los días se acercaba
a la fecha límite y todo lo que podía pensar era morir de hemorragia interna. Necesitaba la
normalidad, una distracción.
—Lo sé. Pero vas a estar de cuatro meses y no quiero que te entres en trabajo tan lejos de 62
casa —, dijo, volviéndose para recoger su chaqueta a cuadros. —Más vale prevenir que
lamentar. No podemos llevarte a un hospital humano.
Gruñó, sabiendo que probablemente tenía razón. Demonios, se sentía como un pingüino
la mayoría de los días, dando vueltas por el peso de su vientre. Y el pequeño se había llegado
a patear mucho. Estaba seguro de que sus órganos habían sido golpeados. Frustrado y
asustado, susurró maldiciones en voz baja y dejó caer su culo gordo en el sofá. Él sabía que
estaba teniendo un humor de perros y tomó una respiración profunda, para intentar y
retroceder.
—Te traeré algo de esa gelatina que te gusta —, dijo Nitro con cuidado, mientras
abotonaba el abrigo. El tipo era alfa y le gustaba mandarlo, sobre todo en la cama, pero nunca
antes lo había visto tan abatido cuando Peter se puso violento debido a las hormonas. Pronto
se había dado cuenta de que Nitro se enorgullecía de cuidarlo y, si él era infeliz, también lo
era Nitro.
Se animó. —¿Con crema batida? ¡Oh, y pepinillos!
El hombre hizo una mueca. —Esperemos que no todo junto.
—Algunos pretzels también. Para una crisis. —Continuó, sacudiendo su lista de la tienda
de comestibles. —No te olvides de los Cheetos. Oh, y algunos de esos donuts que trajiste la
última vez.
—Cheetos, donuts, anotado —dijo, con las mejillas coloradas. Era probable que recordara
el berrinche en el que Peter había volado cuando se había olvidado de sus patatas fritas la
última vez. Los antojos eran ridículos, pero si no los satisfacía, era miserable. Y si él era
miserable Nitro parecía meterlo en su cabeza como un fracaso en el cuidado de "su omega".
No le importó que lo reclamara, de hecho, le gustaba cuando el hombre se refería a él como
suyo. Y había llegado a pensar en sí mismo como propiedad del alfa. Era algo que hacía que
sus partes más profunda, se relajaran en placer.
Nitro lo tiró en sus brazos y lo besó a profundamente hasta que pensó que se arrugaría en
el suelo. Podía sentir la orden de Nitro a través del beso, su lengua tomando la iniciativa. Sus
bolas se tensaron ante esa comprensión.
Al alejarse, Nitro dijo —Sólo me iré unas horas. Relájate. Descansa. Si das un paseo,
quédate dentro de la barrera.
Asintió, su cuerpo se encogió ante la autoridad en la voz de Nitro. El hombre salió por la
puerta en un instante. Odiaba estar solo, pero necesitaba algo de tiempo para sí mismo. Le
gustaba que su hombre fuera tan afectuoso y atento, pero a veces se sentía asfixiado. No era
culpa de Nitro. Sabía que adaptarse a su nueva vida, como un shifter embarazado, tomaría
un tiempo. Cuando el bebé pateó, hizo una mueca y acunó su estómago hinchado. No estaba
listo. El niño era tanto una fuente de confusión como de alegría. Podría decir que amaba al
niño, pero también había resentimiento. Estaba trabajando para pasar eso, pero como todo lo
demás llevaría tiempo. Sin embargo, estaba ansioso por conocer al pequeño. No podía evitar
imaginarse que hacían un juego de computadora un día y forzaban a Nitro a probarlo.
63
A medida que pasaba el tiempo, se encontró pensando en dónde estaría si Nitro no lo
hubiera encontrado esa noche. Estaría golpeando el teclado, deseando que alguien le trajera
una taza de café de vez en cuando o acurrucado junto a una noche fría. No había manera de
evitarlo... antes de que Nitro y el bebé hubieran entrado en su vida, se había sentido aburrido
y solo. Podía aceptar que el factor de novedad del embarazo le había arrojado a un bucle.
Acariciándose el estómago con el pulgar, suspiró. O podría estar preso, violado y estar aún
embarazado.
Su atención se dirigió a la ventana, donde una nueva capa de nieve había caído durante la
noche, trayendo consigo toda una serie de nuevos olores. No habían hablado de ello, parecía
que no habían hablado de muchas cosas, pero no estaba completamente seguro de que Nitro
lo quisiera como compañero. Él nunca salió y lo dijo. Claro, él era inflexible acerca de ser
un padre presente y habló de ser su dueño durante el sexo, pero... Un compañero. ¿Un…
compañero enlazado? Enlace. Enlace. ¡Enlace! Las palabras habían flotado alrededor en su
cerebro antes, pero nunca había considerado lo que podría significar. Supuso que tenía algo
que ver con su naturaleza shifter. Sólo otra cosa de que hablar.
Al darse cuenta de que sentarse sobre su trasero y pensar lo haría miserable, se levantó y
se puso varias capas de ropa. Salió y tomó una bocanada de aire fresco, el olor a nieve penetró
en sus pulmones. La explosión de aire fresco, al instante aligeró su estado de ánimo. Vio en
su mente que Nitro y él construían un muñeco de nieve con su hijo o hija, el niño sonriendo
más brillante que el sol. Era una escena tan encantadora, se encontró sonriendo hasta que le
dolieron las mejillas.
Hablaré con él cuando regrese. Lo había decidido saldría y preguntaría, ¿Qué quería
realmente Nitro? Jugar a la casita era excelente... por un tiempo, pero él necesitaba saberlo
con seguridad.
Rodeó la cabaña, escuchando los sonidos de la naturaleza. Todo estaba tan hermoso
cubierto de una mullida manta de blanco. No era nada como la nieve gris y sucia de las
ciudades. Por primera vez, se podía ver viviendo aquí. Tal vez, una vez que el bebé naciera
y resolviera su vida, podía mudarse. Además, no quería mantener al niño alejado de Nitro.
Sabía que el hombre lo seguiría a dondequiera que fuese, pero como un shifter, Nitro
necesitaba más que rascacielos y coches para mantenerlo feliz. Suponía que su anhelo de
civilización, pasaría si cambiaba. No le había dicho nada a Nitro, pero realmente quería que
el cambio se iniciara. A veces, cuando cerraba los ojos y aclaraba su mente, podía sentir al
animal dentro, pateando y lloriqueando por salir.
Alzando la mano, agarró un poco de nieve y lo puso en su boca, saboreando el sabor del
agua limpia. Mientras miraba a todos los árboles de hoja perenne, cubiertos de blanco y el
cielo azul pálido y la tranquila y acogedora cabaña, se sentía como si esto fuera donde se
suponía que debía estar.
El bebé dio una patada y se rió entre dientes. —Creo que lo entiendo ahora. Quieres salir.
Ese pensamiento lo emocionó y lo asustó. Pero no podía esperar a conocer al cachorro que
había vuelto su vida al revés, y para bien. Nada como estar embarazado para cambiar la
perspectiva de uno. 64
Rodeó la cabaña, maravillado por lo claro que parecía todo. Podía distinguir el látex de
cristal de los copos de nieve y los colores de los árboles parecían más vivos. Golpeando su
espalda contra la pared, cerró los ojos y suspiró. No podía esperar a que el pequeño
experimentara lo mismo. Un susurro en el bosque llamó su atención y pensó que podría ser
Rascal o un animal salvaje. Todavía no estaba acostumbrado a que los osos y los coyotes se
pasearan por el claro, como si fueran dueños del lugar. Siguió con facilidad el crujido
mientras se movía hacia un lado hasta llegar a la barrera, el escudo emitía una suave corriente
que le erizaba el pelo en los brazos. Extendió la mano para tocarla,
Una voz se le acercó, llevada por el viento y amortiguada por los árboles. Provocó una
sensación de familiaridad y emoción en sus entrañas. —¿Nitro?
Tal vez el hombre había olvidado algo y volvió. ¿Tal vez se sentía juguetón y quería
sorprenderlo con un juego? Sonrió, cuando captó el destello de piel bronceada que pasaba
entre los árboles. Llamó de nuevo a su amante y sonrió. Con el corazón latiendo, atravesó la
barrera y penetró en la línea de árboles. Escaneo el blanco del bosque en busca de Nitro.
Dejando caer los ojos al suelo, vio las huellas de los pies descalzos del tamaño de bloques de
cemento.
—Peter.
Se dio la vuelta para mirar a su compañero, pero no encontró nada más que los árboles
silenciosos y el aire frío. —¿Nitro?
Ninguna respuesta. Miró a su alrededor, notando que se había vuelto extrañamente
silencioso y un sentimiento que no quería experimentar lo invadió. Una sensación de ser
acorralado... cazado. Se volvió hacia la cabaña, pero se detuvo en seco, con el corazón
encogido. Nitro se encontraba al borde de la línea de árboles, completamente desnudo, su
rostro arrugado con una sonrisa perversa. Sus ojos subieron y bajaron por su cuerpo y esa
mirada lo inquietó en lugar de excitarlo.
Sintiéndose fuera de lugar, preguntó —¿Ocurrió algo?
El hombre inclinó su cabeza hacia un lado, esa sonrisa que alcanzaba sus orejas. Algo
oscuro y siniestro ardía en sus ojos amarillos y dio un paso atrás.
Él rió. —Lo siento. No quería asustarte.
Justo así, su cara se suavizó, pero no pudo quitarse la sensación de que algo no estaba
bien. —¿Has olvidado algo?
Nitro simplemente asintió y se le acercó. Su piel picándole, acunó su vientre y retrocedió
hasta que se encontró con un árbol. No. Algo estaba mal. Su expresión era incorrecta, y... no
tenía cicatrices. Miró hacia a un lado, donde la cabaña se sentaba como un faro de esperanza.
—Ni siquiera te molestes —dijo el tipo. —Nunca lo lograrás. Nadie te oirá.
—No entiendo…
El varón lo callo y apretó contra él, su cuerpo desconocido, levantando la mano para
acariciarle la mejilla. Incluso su tacto estaba mal. —Puedo ver por qué te eligió a ti. Hermoso.
65
Pero apuesto a que tienes un poco de fuego en ti, ¿no? ¿Te gusta desafiar tal vez?
Tembló, la confusión girando alrededor de él. Necesitaba escapar. El impostor bajó la
mano hasta que encontró su estómago extendido y una expresión de desprecio apareció en el
rostro del hombre
—Si no pensara que esto te mataría, arrancaría al cachorro —, dijo, con los labios
retorcidos de diversión. —Y supongo que tendré que esperar diez años antes de que estés
listo para reproducirte de nuevo. Pero ello valdrá la pena. Puedo darle al perro a Highborn,
si es un omega, pero tú serás mío.
El terror lo llenó, su corazón dolía cuando el hombre que amaba hablaba de asesinar a su
bebé. ¡No! Nitro nunca haría eso. Este hombre se parecía Nitro pero no era él. Hermanos.
Por supuesto. Gemelos. ¿Por qué Nitro no le había dicho?
—Tu expresión me dice, que sabes quién soy —, dijo, arrastrando las yemas de los dedos
por su chaqueta. Incluso a través de la tela, podía sentir su helado toque. —Sin embargo, tú
caminaste derecho a la guarida del lobo. A menos... ¿que mi querido hermano no te dijera lo
cerca que estábamos?
—¿Qué quieres? — Se las arregló para decir.
El hombre se encogió de hombros. —Fue casualidad que atrapara el olor de mi hermano
hace meses. Pero me sorprendió encontrarte. Pensé que había que matarte y seguir mi camino,
excepto que, bueno... —Su tacto se arrastró más bajo hasta que le rozo el estómago y él sin
pensarlo acunó su vientre.
—Necesito un heredero. Un omega que puede llevar mis cachorros. Como su gemelo,
ambos experimentamos nuestros calores al mismo tiempo y los omegas son tan difíciles de
encontrar. Si su semilla se pegó a ti, entonces la mía igual.
Jadeó cuando el hombre le agarró la nuca y lo obligó a alejarse de la cabaña y de la burbuja
protectora. La cólera surgió, la ira contra sí mismo por ser tan crédulo, contra Nitro por no
decirle que eran gemelos. —¡No! ¡Quítame las patas de encima!
Las uñas se clavaron en su piel y siseo.
—Ahórrate la lucha para el apareamiento —respondió el hombre, con su diversión
haciendo que su estómago se revolviera. —Me gustaría mucho disfrutar de eso.
¡Piensa! ¡Piensa! Apretó su estómago y se desplomó en el suelo, gimiendo de fingido
dolor. El hombre gruñó como el lobo que era y tiró de su cabeza hacia atrás. Fríos ojos
amarillos lo quemaron y reconoció al lobo que lo había atacado. Murmuró débilmente
—¿Qué está pasando?
El hombre lo soltó y suspiró. —Bueno, mejor deshazte de él ahora. Esperemos que no
sangre, antes de que pueda volver a mi casa.
Antes de que pudiera responder, fue empujado a la nieve y sus pantalones se empujaron
por sus piernas, la tela se rasgó. Con el culo expuesto al hombre, buscó frenéticamente en su
bolsillo la pequeña cuchilla de piedra que Nitro le había dado, mientras le mostraba cómo
limpiar el pescado. Sus dedos entraron en contacto con la piedra fría y la apretó con fuerza. 66
—Estás seco —gruñó el hombre.
Apretó la daga y la hundió en el muslo del impostor, provocando un gemido de dolor.
Aprovechó su oportunidad y recogió sus pantalones desgarrados. Movió sus piernas por todo
lo que tenía... si podía llegar dentro de la burbuja, estaría a salvo hasta que Nitro regresara a
casa. La nieve le hacía difícil correr, pero puso todo lo que tenía en ello. Los árboles se
diluyeron y pudieron ver el tramo de terreno desnudo que rodeaba la cabaña y oler el humo
de la chimenea. Cruzó el claro, con el corazón acelerado, cuando la cabaña apareció a la vista.
Fuertes y dolorosos brazos lo rodearon, levantándolo de sus pies. Gruñó y pateó y cuando no
pudo liberarse, golpeó su cabeza hacia atrás. Su cráneo conectó con algo sólido y todo giró
alrededor de él por un instante. Las duras maldiciones llenaron sus oídos y el olor de la sangre
estalló alrededor de él. Un fuego abrasador estalló sobre su hombro cuando el impostor lo
mordió, con los colmillos cortando profundamente. Gritó en agonía y negación. Caería
peleando, se prometió a sí mismo. No sería llevado vivo.
Cuando el malvado gemelo de Nitro intentó arrastrarlo de vuelta a los bosques y alejarse
de la seguridad de la barrera, un rugido llenó el área como un trueno. Un estallido de
esperanza golpeó contra su corazón cuando Nitro salió disparado del bosque, sus ojos
brillando de rabia y una boca llena de colmillos que prometían desgarrar la carne.
Se rió y se burló, —Vas a acabar muy jodido.
Oscuridad.
La preocupación de Nitro rápidamente se convirtió en ira, cuando un grito de dolor
recorrió el bosque. Peter. ¡Su compañero estaba en problemas!
Una extraña sensación lo había seguido, en el momento en que había dejado su casa, pero
siguió adelante, decidido a aligerar el estado de ánimo de Peter con algunos bocadillos
azucarados. A pocos kilómetros por la carretera principal, había visto neumáticos en la nieve
que cortaban directamente en el bosque. Al principio había pensado que un conductor había
perdido el control. Al inspeccionar el sitio, descubrió que las huellas se hundían más
profundamente, cortando un camino de ramas rotas y arbustos aplanados. Estaba claro que
no era un sitio de accidente. Una buena media milla de seguir el rastro, había encontrado el
vehículo. Era un viejo modelo Cherokee y después de un poco de excavación en la guantera,
descubrió que pertenecía a una mujer adolescente. Pero era improbable que una niña de cien
libras7 dejara catorce pulgadas8, de huellas en la nieve.
Algo no estaba bien. Y cuando encontró las características de un campamento
rudimentario, no muy lejos del Cherokee, su corazón cayó. No había olor. No sólo del
campamento, sino toda la zona estaba desprovisto de olor, lo que implicaba brujería. Podía
pensar en una de las razones por las que alguien pasaría por el problema de enmascarar su
olor.
67
Con el corazón martilleando, había corrido a su camioneta y golpeado el acelerador tan
fuerte como pudo para volver a la cabaña. Había sabido que algo andaba mal en cuanto salto
fuera. Estaba demasiado tranquilo. El miedo impregnaba el aire como humo espeso. Y
luego... El grito de Peter. Hizo que su sangre se congelara y despertara al lobo dentro. Sabía
que Brande volvería. Probablemente el hombre los había estado observando durante
semanas, usando el hechizo de enmascaramiento para ocultar su presencia. Corrió hacia la
cabaña para encontrar a Peter parado en el borde del bosque, con los pantalones en pedazos
y cayendo por sus piernas, su cuerpo tan pequeño luchaba contra los brazos que lo ataban.
La sangre corría por su abrigo, proveniente de una herida en su cuello.
Brande lo vio, sus ojos se iluminaron con una diversión oscura, mientras quitaba los
colmillos del cuello de Peter. Este realmente se rió y se burló del hombre. El imbécil lo arrojo
contra un árbol y noqueándolo. Descubrió sus colmillos. Peter estaba herido, pero no
gravemente y él se aseguraría de que se quedara así.
—No te preocupes. No pienso matarlo. Necesito procrear unas cuantas veces primero —,
dijo Brande, con una sonrisa en la cara. —Cuando haya terminado, tal vez te lo devolveré.
Aunque, dudo que quisiera tener algo que ver contigo, considerando que nos parecemos
tanto. Ya sabes... un trauma emocional y todo eso.

7
45 kilos
8
36 centímetros
Mientras miraba fijamente a su hermano, no podía creer que éste era el hombre que alguna
vez había amado, e cachorro con el que había jugado cuando era pequeño. Sacudió la cabeza
con lástima. —Qué cruel has llegado a ser.
El hombre se encogió de hombros. —Supervivencia. Tú no llegaste muy lejos siendo
suave. En todo caso, hermano.
Empezó a caminar, cerrando rápidamente la distancia entre ellos. —Tú no entiendes. Hoy
es el día en que esto termina. Estás rabioso, salvaje y necesita ser acabado.
Su hermano sonrió, exponiendo sus afilados dientes, mientras aceleraba. Parecía que
Brande había estado esperando este día también. Dejó que sus instintos lo guiaran. Sabía que
no saldría de esta ileso, pero iba a hacer mucho daño antes de que terminara el día.
Se enfrentaron, sus grandes cuerpos estrellándose uno contra el otro. Brande lo agarró
alrededor de su garganta y él le clavó sus garras en la mandíbula del hombre para evitar que
lo golpeara. Aprendió bien la última vez a no dejar su garganta sin vigilancia. A través de los
dientes apretados, gruñó, —No soy el cachorro que solía ser.
Brande le arañó los ojos, pero él lo empujó y lo golpeó con la cabeza. La sangre salpicaba
por todas partes y Brande tropezó hacia atrás. Se secó la nariz y se echó a reír. —Parece que
matarte de nuevo, no será tan aburrido como antes.
—¡Tú apareciste de repente! —Gruñó, la ira y el dolor lo detuvieron. —¡Cuando estaba
de luto por nuestros padres muertos! ¿Qué le dijiste a la manada, hermano? Sé que mentiste. 68
Si supieran la verdad de lo que habías hecho, nunca te hubieran seguido. Eres un cobarde.
Se burló y se encogió de hombros. —Me imagino que ellos se sintieron - ¿cuál es la
palabra? - traicionados. Sospecharon, así que tuve que eliminarlos primero. Todavía recuerdo
la forma en que Marcus me miró mientras se desangraba. Me recordó a ti.
Rugió y cargó, arrojando todo lo que tenía dentro. El ímpetu los envió a chocar el uno al
otro, sus respiraciones golpeando fuera de sus pulmones en un chorro. Brande trató de ir a
buscar sus ojos de nuevo, pero le hundió sus colmillos en la muñeca del hombre, hasta que
sintió el hueso. Rasga. Arranca. Desgarra. Estaba funcionando puramente en modo de
protección. Mientras viviera no habría manera de que Brande volviera a tocar a Peter. Estaría
muerto antes de que eso sucediera y juró que haría suficiente daño a su hermano, para que el
hombre muriera poco después. Lo único que existía para él era que Peter y el cachorro estaban
a salvo.
Lucharon, rodando por el suelo, buscando una ventaja. Brande lo había atacado, cuando
era emocionalmente vulnerable y demasiado afectado para darse cuenta del peligro. Lo que
no te mata sólo te hace más fuerte, pensó con ironía, mientras esquivaba el intento de Brande
de encajarse en su garganta. Intercambiaron golpes y recibió muchos cortes hasta que ambos
estaban respirando fuerte y manchando la nieve fresca de rojo.
Con el pecho agitado, Brande se rio entre dientes. —¿Recuerdas la diversión que tuvimos
cuando éramos jóvenes? Me alegro de poder compartir estos momentos juntos.
Estaba convencido de que su hermano se había vuelto loco. No había ninguna explicación
para que se convirtiera en un monstruo. Sin embargo, no cambiaba nada. Brande había
amenazado a Peter y eso no lo permitiría. Limpió la sangre de su cara y respiró
profundamente, luego acortó la distancia entre ellos. Brande retrocedió y él sintonizó su
lenguaje corporal. Estaba conservando su fuerza para cuando el hombre se moviera, pero
mientras luchaban de nuevo, se dio cuenta de que su hermano había cometido un error crítico.
Probablemente los había espiado en forma de lobo y usar su otro cuerpo con tanta frecuencia
lo dejó debilitado para este momento. Brande había esperado tomar a Peter sin interferencias.
Era débil en este momento. Al darse cuenta de que tenía la ventaja, dejó pasar un poco
más al lobo. Sus garras se curvaron y afilaron y sus colmillos se alargaron. La fuerza se
apoderó de él. Se acercó lo que más pudo, sin cambiar. Sabía que debía dejarlo ir, pero tenía
miedo de perderse ante el instinto. Esta vez estaba decidido a enfrentar a su hermano en
igualdad de condiciones. Donde Brande luchó por el poder y mató por placer, él tenía amor
respaldando su rabia. Tenía todo que perder y haría cualquier cosa para conservarlo.
Eso lo convirtió en un peligroso animal.

69
Capítulo 13
De repente, el mundo de Peter se enfocó. Sus huesos se sentían como hierro y estaba frío
por el shock, pero un fuego feroz le ardía dentro. Levantó el labio y mostró sus dientes romos,
deseando morder y herir al monstruo que había amenazado con matar a su cachorro. Pero
todo giraba a su alrededor y un lado de su rostro resonaba en sintonía con el latido de su
corazón.
Nitro... ¡su compañero! El hombre estaba valientemente luchando con su gemelo malvado.
Ambos estaban cubiertos de heridas y moretones, su camisa colgando de su cuerpo en
pedazos. Todos los golpes conectados hicieron que se estremeciera. Nitro parecía perdido
entre un medio cambio, el pelo oscuro brotaba a lo largo de su mandíbula y brazos, sus ojos
brillaban con ferocidad salvaje. Estaba luchando duro y el orgullo momentáneamente subió
a través de él.
El atacante recibió una dura golpiza, pero tuvo un golpe de suerte. Algo se encendió en su
palma y se dio cuenta de que seguía agarrando la daga de piedra. Apretando los dientes, se
obligó a ponerse de pie y saltó sobre la espalda del hombre más grande. Apuñaló el cuello
del intruso, le cortó la garganta en un esfuerzo por causar el mismo dolor que sentía Nitro. El
hombre giró, golpeándolo y se volvió contra él, sus ojos reflejando sus intenciones. Ya había
tenido suficiente. Por reflejo, acunó su estómago, mientras trataba de arrastrarse de cangrejo
lo más lejos posible del hombre, pero cualquier oleada de fuerza que había encontrado salió
tan rápidamente como había soplado adentro.
La sangre goteaba de las heridas que él le había hecho, el hombre cojeaba hacia él, sus
70
garras parecidas a las guadañas en miniatura de Grim Reaper9.
Esto es todo, pensó. Iba a morir y... Nitro se acercó detrás del hombre en un instante, con los
brazos enganchados alrededor del cuello en una solides inigualable. El impostor gruñó y
luchó, su rostro se puso rojo, las venas en sus ojos se hincharon. De repente, un crujido cortó
el claro y sus brazos cayeron fríamente hacia un lado. Nitro soltó su agarre y el imbécil cayó
sobre el suelo ensangrentado como un saco de ladrillos. Nitro se dirigió a la derecha hacia él
y recuperó la daga.
—Mira hacia otro lado —, gruñó él a través de los colmillos, las palabras apenas legibles.
Adivinó que no era fácil hablar con una boca llena de puñales.
A pesar de la orden, no pudo evitar mirar a Nitro mientras hundía la daga en la garganta
de su gemelo. Al oír el sonido de la carne desgarrando y la sangre chorreando, apartó su
atención. Hizo una mueca de dolor, cuando el hueso hizo el crujido-partir-reventar mientras
Nitro decapitaba al hombre. Mejor prevenir que curar, suponía. Pero nunca pensó que este
tipo de hombre amoroso fuera capaz de semejante acto.

9
Ciertamente no había pensado que era capaz de conducir una daga de piedra cruda en la
garganta de alguien, repetidamente. Tomó varias respiraciones profundas para intentar
recobrarse, pero temblaba muchísimo, su corazón saltaba como un frijol saltarín mexicano10.
—Peter. —La voz de Nitro era una cálida manta para él y cayó en esos ojos dorados como
el sol que ahora brillaban con amor. —Está bien. Ahora estás a salvo.
Se dio cuenta de que había hecho un sonido poco digno. Nitro lo acunó en sus brazos y
era incapaz de resistirse a la necesidad de buscar protección de su alfa.
—Mi valiente y pequeño omega —, Nitro rugió suavemente. —Capturo al gran lobo malo.
—Qué raro... ¿es que estoy... vestido de rojo? —Murmuró entre dientes. Se sintió
levantado del frío suelo. Clavo los dedos en los hombros de Nitro y enterró la cara en el
cuello del hombre. Inhaló el olor de la sangre, tanto de Nitro como de su hermano bastardo,
y casi se atraganta. Sabía que su alfa debía estar agotado y necesitaba atención médica, pero
Nitro lo llevó a la cabaña como si no fuera un gran problema. Lo dejó en el sofá y se arrodilló
entre sus piernas. Le apretó un paño contra el cuello y entonces él hizo una mueca.
—Tengo que detener el sangrado —, dijo Nitro, con el rostro tierno, a pesar de estar
cubierto de sangre.
—Lo siento —, murmuró, sintiéndose completamente agotado. —Pensé que era tú y dejé
la burbuja.
Nitro asintió con la cabeza y le palpó el golpe en la frente. —Encontré su campamento 71
unos cuantos kilómetros por el camino. Usó un hechizo para ocultar su olor. Probablemente,
ha estado observándonos durante semanas, quizás meses.
—¿Estás bien? —Preguntó.
—Parece peor de lo que es. Los shifters se curan bien. Sólo estoy preocupado por ti. —
Su mano cayó sobre su estómago. —¿Cómo está nuestro cachorro?
—Está bien, pero creo que quería participar en la acción. Pateando mi hígado.
Definitivamente alfa. Quiero decir, ¿estás de acuerdo en matar a tu propio hermano?
El rostro de Nitro se endureció. —Él amenazó a mi compañero. Mi cachorro Matarlo era
la única solución. No tengo remordimiento.
Tragando con fuerza, pensó que era un tema para otro día. Se alegró de que todo el mundo
estuviera a salvo, solo un poco golpeado. Nitro le atendió la herida, y él apretó los dientes
mientras era cosido. Todavía no eres unshifter, murmuró para sí. Ninguna curación notable.
Nitro lo lavó y lo ayudó a ponerse un nuevo par de ropas, luego comenzó a trabajar en sí
mismo. Tomó el paño de su mano y lo pasó suavemente por las heridas de Nitro.

10
pequeña semilla que se asemeja a un común frijol. Cuando se calientan por el calor ya sea del sol o cuando se mantiene
en la palma de la mano, se mueven con violencia y, a veces salta en el aire. Una hembra adulta de polilla o mariposa, crea
un agujero en la delicada piel de las jóvenes semillas e implanta un pequeña embrión dentro. Sin embargo, por alguna
razón desconocida, a veces sella la semilla con una cinta especial que no permite a la oruga romperla una vez que se ha
desarrollado completamente. El esfuerzo por liberarse causan que la semilla no pare de moverse y saltar
El macho no silbaba ni hacía una mueca de dolor, simplemente lo observaba con ternura,
como si estuviera tratando de guardar todos los detalles en su memoria.
Una sonrisa torció sus labios. —¿Es incorrecto decir que llevarme cargado alrededor es
caliente?
Los ojos de Nitro se redujeron y una explosión de lujuria lo golpeó, casi inclinándolo.
—Tendremos que tener cuidado. Estás herido —, dijo, meneando las cejas.
Un gruñido vibró en la garganta de Nitro y se movió para reclamarle los labios. Quería
expresar cuánto había aprobado de Nitro luchando valientemente para protegerlos, pero algo
explotó profundamente en su tripa y se agachó, agarrándose el estómago. Oyó a Nitro gritar
su nombre, pero no pudo responder.
—¿Qué fu...? —Murmuró, mientras sentía algo caliente y húmedo deslizarse por sus
piernas para empapar el suelo. —¿Me orine encima?
Nitro contuvo el aliento y luego lo levantó del suelo y hacia el dormitorio antes de que
pudiera registrar que ya no estaba de pie. El hombre lo acomodó en el colchón, luego apretó
la cálida palma de su mano contra su vientre.
—Oh Dios —, gruñó, cuando la comprensión lo golpeó. Negó con la cabeza, mientras sus
entrañas vibraban dolorosamente. —No estoy listo. No estoy…
—Está bien. Todo va a estar bien —, dijo Nitro y se arrodilló para que sus rostros
estuvieran nivelados. —Solo respira. Puedes hacerlo.
72
Quería refutar, pero no podía hacer nada mientras la agonía lo atravesaba. Se dejó
desnudar, Nitro dando vueltas y mirándolo.
No estoy listo.

Nitro pasó los dedos por el cabello de Peter, la frente humedecida por el sudor. Sus ojos
estaban cerrados con fuerza, su rostro retorcido por el malestar. Sus párpados se abrieron y
él gruñó una maldición, mientras otra ola lo atravesaba. A pesar de que su compañero estaba
sufriendo, la emoción lo recorrió. ¡El pequeño estaba en camino!
—Respira…
—¡Tratas de respirar cuando tus tripas están siendo retorcidas! —Exclamó Peter,
mirándolo como si quisiera asesinarlo.
Apretó los labios, su instinto retrocedió por el miedo. Si algo podía poner a un alfa a sus
pies, era un omega embarazado. Peter gimió y se movió de lado y luego se encogió en una
bola. Aprovechó la oportunidad para recoger algunos suministros: agua limpia, toallas y
mantas. Volvió al lado de Peter y le pasó un paño fresco por la frente.
—Puedes hacer esto —, lo tranquilizó. —Si puedes enfrentar a mi maldito hermano, esto
es pan comido.
Murmurando algo incoherente, Peter se estremeció y se arrastró en la cama con él. Susurró
alabanzas y lo sostuvo cuando otra ondulación sacudió su cuerpo. Pasaron los minutos y Peter
se calmó. Aprovechó la oportunidad para preparar un poco de té, que ayudaría con la
incomodidad de su hombre y facilitaría el proceso de parto. Volvió al lado de Peter y lo ayudó
a beber.
—Sabe aún peor, que tu líquido de mierda —murmuró Peter, estremeciéndose. —Será
mejor ayude, maldita sea.
—Funcionara, lo prometo. —Deseó que hubiera algo más que pudiera hacer. Su lobo tenía
dificultades para aceptar que su pareja estuviera sufriendo, pero eso era todo una parte del
proceso.
Se reunió con Peter en la cama y lo acunó mientras otro temblor lo atravesaba. Fue así
durante varias horas, Peter se quedó callado y tranquilo sólo para aprovechar durante unos
minutos. Todo el tiempo comprobaba si el cachorro estaba moviendo hacia abajo, pero el
pequeño no parecía moverse. Seis horas de trabajo de parto y comenzó a entrar en pánico. El
parto no tardaba mucho y, aparte de que se ruptura de agua de Peter, no había señales de que
el cachorro viniera.
Apretó la palma de su mano contra el vientre de Peter, sintiendo las patadas. Todavía podía
oír el latido del corazón del bebé, pero no parecía tan vibrante como antes. Se levantó de la
73
cama y se pasó los dedos por el pelo. ¿Tal vez Peter siendo humano había alterado el proceso?
Quedándose sin aliento, se dio cuenta de que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Había
visto a los cachorros que habían nacido en su manada antes, pero Peter no era completamente
shifter. Necesitaba ayuda... más de la que él podría darle. Presionando sus labios contra la
fría frente de su compañero, susurró una promesa de amor y devoción.
Corrió hacia el interior del cobertizo y lanzó cosas hasta que encontró un viejo cuenco de
madera. De regreso en la cabaña, la llenó de agua corriente, roció una ramita de romero,
luego araño un corte en su mano, lo que provocó el flujo de sangre.
Teniendo todos los componentes para el hechizo, cerró los ojos y conjuró la imagen de
Seraphine, recordando la forma en que sus ojos plateados se movían como metal líquido y
recordaba el tono de su acento. Los minutos pasaban, pero mantenía su concentración. ¿Y si
no estaba de humor para hablar con él? Seraphine podría ser temperamental.
Su cerebro le hizo cosquillas y abrió los ojos. El agua del recipiente giró y luego se elevó,
formando el líquido en arcilla con la forma de la cara de Seraphine. Su expresión le dijo que
no estaba feliz.
—Chico, te dije que no me molestaras cuando veo mis programas, ¿eh? — Dijo con un
acento haitiano.
—Necesito de tu ayuda —, gruñó, su voz era aguda. —Esto es una emergencia.
La aparición acuosa frunció las cejas. Podía estar de mal humor, pero el elemento agua
corría profundamente en sus venas y la empatía no le permitiría alejarse. Ella suspiró.
—¿Qué hiciste ahora?

74
Capítulo 14
Peter estaba moviéndose por el espacio. Sí. Había descubierto que era una especie de
shifter pájaro y volaba... al menos hasta que el dolor explotó en su interior y le recordó dónde
estaba. En la cabaña de Nitro. En cama. En proceso de parto de un maldito bebé.
Hospital, pensó. Pero no podía tropezar en un centro médico para dar a luz a un bebé.
Sería llevado a ser estudiado por alguna organización sombría. Pero algo no se sentía bien.
Su hijo estaba tranquilo, inmóvil... y su instinto le gritaba. Intentó separar sus labios para
hablar, pero todo lo que salió fue un gemido dolido. Ojos. Verdad. Recordó que tenía ojos.
Obligó a sus párpados a abrirse, el interior de la habitación borrosa. Una figura femenina
oscura apareció de repente, cuerdas que rodeaban su cara de ébano... Ojos que parecían bailar
como la luz de la luna lo miraron.
—Sh, bebe —dijo, presionando una palma en su mejilla. —Estás bien. Ahora me ocupo
de esto.
Ella siseo algunas palabras duras a alguien y el sonido de pies revoloteando flotó a sus
oídos. Nitro. ¿Dónde estaba su pareja? Peter se acordó de morder al chico, pero ahora
necesitaba a su alfa.
—¿Qué pensabas encerrando al chico aquí solo? —Gruñó ella.
—Pensé que podría manejarlo —, dijo Nitro, el sonido de su voz lo calmo. —Obviamente
estaba equivocado. Por favor, ¿puedes ayudarlo?
75
La mujer volvió su atención a él, su expresión se suavizó. Sus ojos líquidos le recorrían
por todas partes, acariciándolo como agua tibia. Las manos tibias y suaves rozaron su vientre
hinchado. —El canal no está abierto. Tiene sangre humana, ¿verdad?
—¿Me estoy muriendo? —Interrumpió. Sabía que era una pregunta tonta, pero seguro que
se sentía como si lo estuviera.
—No, bebe. No te preocupes. Seraphine va a arreglarlo. —Con eso, ella ladró más órdenes
a Nitro y recito una lista de cosas que incluía cuchillos.
Su corazón martilleó y acunó su vientre. Nunca imaginó que el cachorro podría estar en
peligro... ¿y si el pequeño no lo lograba? No sabía cómo manejaría eso. Quería a este niño.
Quería que el bebé estuviera sano y completo, quería ver como la vida que él y Nitro había
creado diera sus primeros pasos y pronunció su primera maldición. No era justo obtener una
muestra de una vida tan increíble, para entonces quitárselas.
—Tienes que relajarte ahora, ¿de acuerdo? —Dijo la mujer, su tacto suave. —Nitro, ven
a consolar a tu pareja.
Nitro estuvo a su lado en un instante, su expresión reflejaba preocupación y miedo. Él
esbozó una sonrisa débil y le sostuvo la cabeza para que pudiera beber de un tazón.
—¿Qué es? —Preguntó. —En realidad sabe bien.
—Un sedante —dijo Nitro, y luego dirigió una mirada a Seraphine. —Así no sentirás
nada.
Tragó saliva, mientras la mujer empezaba a colocar objetos afilados. —¿Una cesárea?
Nitro asintió con la cabeza.
Dejó caer su cabeza contra la almohada, sus ojos queriendo cerrarse. —¿Y yo estaba
preocupado por las estrías?
Nitro en realidad escupió una risa y se acurruco cerca de él, dándole un beso contra su
mejilla. —Descansa ahora, compañero mío. Todo estará bien, cuando te despiertes.
Choco su cabeza contra Nitro. El hombre lo sostuvo cerca, su pulgar le acarició la mejilla
suavemente. Sus párpados se pusieron rápidamente pesados y el dolor de las contracciones
se apagó. Intentó mantenerse despierto, temiendo que nunca volviera a despertar, pero el tirón
del sueño era demasiado fuerte.
Por favor, que Alexander esté bien.

Nitro estaba al borde de tener un ataque de pánico. Apenas podía respirar y se sentía
tembloroso, desequilibrado. Su instinto no podía soportar que Peter estuviera sufriendo, pero
el cachorro en peligro lo asustó. Odiaba haberlo aislado, pensando que podía manejar esto.
Pero estaba acostumbrado a confiar en sí mismo. Al menos Seraphine había llegado. Ella 76
cuidaría de Peter. Como una bruja bajo la influencia del agua, era una profesional en la
curación.
Mientras Seraphine trabajaba en preparar todo, volvió su atención a Peter, quien estaba
luchando por permanecer despierto. Tenía el rostro tenso y la herida de su cuello se veía
llamativa e inflamada. Quería matar a su hermano de nuevo. Recordó que tenía un cuerpo
del cual deshacerse. Pasó los dedos por el suave cabello de su hombre. —No pelees. Está
bien. Solo duerme. No sentirás nada.
—No estoy preocupado por eso —, murmuró Peter mientras sus pestañas se cerraban. No
dijo nada más, mientras su respiración se calmaba y su corazón se apaciguaba.
—Mantén un ojo en sus signos vitales —, le ordenó Seraphine y pasó un paño esterilizante
sobre el vientre de Peter. —Y si me atacas, te convertiré en un sapo.
Se centró en el latido del corazón de Peter y el sonido del aire que se movía a través de
sus pulmones. Estaba fuera, el té había hecho su trabajo. Cuando la bruja seleccionó un bisturí
como utensilio, resistió el impulso de proteger a Peter. No quería ser un sapo. Le lanzó una
mansa mirada: las brujas podían ser peligrosas si querían. Además, si pasaba el tiempo dando
vueltas, no podía atender a Peter. El impulso de estrangular a Seraphine pasó y él la dejó
hacer lo suyo.
—Imagínate —, le susurró a Peter. —Cuando te despiertes, verás nuestro hijo.
Siguió hablando, mientras el olor de la sangre llenaba la habitación y el sonido de carne
que se cortaba llegaba a sus oídos. Tragó saliva, con la garganta seca, mientras detallaba todas
las cosas que verían cuando su cachorro creciera. Sabía que Peter no podía entenderlo, pero
esperaba que el sonido de su voz lo tranquilizara de alguna manera. Y él necesitaba distraer
su instinto del objetivo de defender a su compañero. El corazón de Peter se aceleró, pero su
respiración se mantuvo igual. El proceso parecía alargarse durante horas, aunque sabía que
había sido sólo un corto tiempo. Todo valdrá la pena, se dijo a sí mismo.
Un gemido apacible calmó su corazón y contuvo el aliento. Seraphine se echó a reír y él
se atrevió a mirar, consiguiendo un rápido destello de piel rosada, antes de que una manta
estuviera envuelta alrededor del cachorro. Mientras aseguraba al bebé en la manta, sus gritos
se hicieron más fuertes y el corazón de Nitro se voló. La bruja cortó rápidamente el cordón
umbilical y luego se trasladó entregándole el paqueteo. ¡Mierda, esto es real! Todo parecía
un sueño, una fantasía que lo mantenía caliente en las noches frías. Cuando el peso de su hijo
se posó en sus brazos, la realidad se estrelló contra él. El pequeño burbujeó y una sonrisa
dividió su rostro. Tomando su lugar al lado de Peter, inclinó el cachorro para poder ver a
Peter. El cachorro se calmó instantáneamente.
—Ese es tu otro papá —, murmuró. —Sólo necesitamos darle un poco de tiempo para que
despierte, ¿de acuerdo?
Seraphine empezó a coser a Peter, canturreando una melodía mientras trabajaba. Pasó un
suave pulgar sobre la mejilla del bebé, necesitando saber que era real. 77
—Ahora no te pongas todo blandengue, alfa —, bromeó Seraphine.
—Cierra la boca. — Retrocedió mientras trataba de no llorar, pero su visión se volvió
borrosa. Nunca imaginó que encontraría a su compañero, él solo omega significaba para él
igual que sostener a su hijo en sus brazos. Antes de que Peter y el cachorro hubieran entrado
en su vida, no había sido más que una concha vacía. Ahora estaba lleno de una forma que
nunca había conocido, las costuras de su alma se extendían.
Peter gimió y meneó la cabeza.
—¿Está perdiendo efecto? —Preguntó, conteniendo el aliento. La idea de Peter con dolor
era insoportable.
—Era suficiente para golpear a un dragón —, dijo, sus ojos se entrecerrados en Peter. Ella
se acercó y le tendió las manos. —Dame al bebe, tú ocúpate del cuidado de tu compañero.
Sabía que su petición era razonable, pero no quería dejarlo ir. Quería mantener a su hijo...
para siempre. El labio de Peter se frunció como si estuviera en medio de un mal sueño y su
columna vertebral se inclinó sobre la cama. Empezó a respirar con rapidez y palabras duras
y guturales vibraron en su garganta. Su instinto se mantuvo alerta. Entregó a su hijo a la bruja.
—Enciérrate en mi habitación.
—Esto no es bueno —dijo, mientras acariciaba al bebé. —Su carne no ha tenido tiempo
de unirse.
—Trata de decirle eso a su instinto —, dijo entre dientes, luego empujó a Peter hacia la
cama.
La bruja desapareció en el dormitorio. Volviendo su atención a Peter, trató de hablar con
el hombre, asegurándose de mantener la voz suave y baja. Peter estaba inconsciente, pero su
animal estaba despertando. Coloco a Peter en sus brazos en un intento de evitar que se
moviera.
—Tranquilo —susurró suavemente. —Alexander está bien. Esta sano y completo. Estoy
bien, estás bien.
Peter gruñó y la sangre goteó por su barbilla, mientras los colmillos perforaban sus encías
por primera vez, golpeando los dientes humanos. Se dio cuenta de que el animal estaba
viniendo, no importaba qué. Se levantó de la cama y llevó a Peter fuera lo más lejos posible
del bebé y Seraphine. El cambio de Peter no podía llegar en peor momento. Estaba irritado
por el ataque y por el dolor desde el nacimiento. El animal que despertaba estaba en un estado
de confusión y los animales confundidos y heridos eran peligrosos. Fue más allá de la línea
del árbol y caminó hasta que Peter comenzó a sacudirse en sus brazos. Al encontrar un lugar
tranquilo, se sentó contra un árbol y mantuvo a su compañero cerca.
—Está bien. Sé que estás confundido. No pelees. Déjalo salir.
Peter pareció calmarse por un momento, su cuerpo se aflojó como si reconociera la orden
de su alfa. Sin embargo, era la calma antes de la tormenta. Peter le agarró el muslo, garras
nuevas cavando profundamente en su carne. Gruñó y volteó a Peter a cuatro patas.
Cuidadosamente retrocedió, mientras Peter sostenía su peso, sus hombros se alzaban con su
trabajosa respiración. La saliva y la sangre se le escapaban de la boca y el pelaje pálido 78
empezó a brotar de su cuerpo. Guió a Peter con palabras tranquilizadoras, sabiendo lo
asustado que estaba. Su primer cambio había sido sobrecogedor, su cuerpo destrozado por el
dolor. Había pensado que se estaba muriendo. Peter volteo su atención en él, con los ojos
brillando como cielos despejados de verano. Su labio estaba enroscado en un gruñido
silencioso, sus colmillos brillantes. Oh sí. Ahí estaba el animal. El orgullo lo cubrió, por un
momento. Peter gimió y se dobló cuando sus huesos comenzaron a resquebrajarse. Quería ir
a él, para consolar a su pareja, pero sabía que Peter tenía que hacer esto solo. Los agitados
gruñidos y bramidos de Peter se convirtieron en gemidos y gritos cuando su cuerpo se
reformó. Sus huesos cambiaron y su piel se estiró cuando el animal se liberó. Cuando la otra
mitad de Peter se hizo cargo, sonrió con ternura. Peter era un lobo, ninguna sorpresa. Los
gritos del macho se apagaron y él sacudió su nuevo cuerpo, el pelo cubierto de nieve se movía
como las olas.
—Eres precioso —, susurró.
Los ojos iluminados se giraron hacia él y una nariz húmeda quemó fuerte. Ese labio se
levantó de nuevo y Peter mordió el aire en señal de advertencia. Dejó caer su atención al
vientre de Peter, el pelaje manchado de rojo. Una imagen del cuerpo de su hermano
estropeando la nieve fresca con sangre brilló frente a él. Era el turno de Peter, había roto los
puntos de satura. Tan emocionante como era el ver el primer cambio de su compañero, sabía
que Peter necesitaba atención médica. Dio un paso adelante, sus manos en el aire en señal de
paz, pero Peter se lanzó en una carga falsa, chasqueando sus colmillos.
Lo calló. —Está bien, Peter. Relajarse.
El lobo gruñó, sus pelos erizados. Volvió a la carga, deteniéndose justo fuera de su alcance.
El instinto de Nitro se desenrolló y supo lo que tenía que hacer. Desnudó sus colmillos y
emitió un gruñido intimidante que rodó por toda la zona. Peter se sacudió, sus orejas subiendo
con interés.
—¡Suficiente! Ven acá. Ahora. —Exploto.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Peter y sus caderas bajaron. Odiaba asustar a su
compañero, mientras este sentía dolor, pero entendió que necesitaba alcanzar la naturaleza
omega de Peter. El lobo podría confundirse y defenderse, pero como sumiso, no podía ignorar
la autoridad de su compañero dominante.
—Ven aquí. —Dijo, nivelando la voz.
Peter gimió y obedeció tentativamente, con la cabeza baja. Rodó sobre su espalda a sus
pies, con la cola entre las piernas. Se agachó y pasó su mano sobre el pecho de Peter
suavemente. Miró la herida, viendo que Peter no la había roto por completo. Sin embargo,
necesitaba atención.
—Allá vamos —, murmuró, mientras acariciaba a su omega. —Relájate.

79
Dolor como el que nunca había conocido antes. Confusión. Miedo.
Peter bajó la cabeza, pero no pudo ver nada excepto oscuridad. Aquella indefensa y
aterradora sensación flotaba lentamente y, aunque estaba herido, una ola de pura libertad lo
rodeaba. Pensó que podía ver algo que lentamente se enfocaba... una tenue luz verde. La
alcanzó y se hizo más brillante. Un estrecho túnel de hojas apareció junto con gruesos troncos
y nieve fresca y esponjosa. Concentrándose en la escena, se dio cuenta de que podía sentir la
nieve bajo sus manos y pies. El sonido de la mismas crujiendo bajo su peso era encantador y
el aroma de pino, polen y una serie de otras cosas giraron alrededor de él. Arriba, las hojas
en forma de agujas se balanceaban suavemente en la brisa del invierno. Libertad. Se sentía
como si hubiera escapado de una jaula y se hubiera deshecho de los lazos mortales. De
repente, su cuerpo se llenó de fuerza. Sabía que si lo intentaba, podía correr kilómetros y
kilómetros sin cansarse. Lo suficientemente rápido para perseguir a un alce, lo
suficientemente fuerte como para derribarlo.
Una presencia imponente. Miró la oscura figura que se alzaba sobre él y levantó su labio
en señal de advertencia, mostrando colmillos capaces de matar. Herido, era débil y necesitaba
protegerse. La figura avanzó y él chasqueo sus mandíbulas y la falsamente cargó contra la
figura para ahuyentarlo. El hombre le rugió y algo dentro de él se despertó de golpe. No era
un hombre común. Era un shifter. Era un alfa. Conocía la voz del hombre, pero todo giraba
en torno a la confusión. Sin embargo, se sintió obligado a obedecer.
El hombre gruñó de nuevo y se estremeció. Un cálido sentido de confianza se derramó en
él como agua calmante y obedeció. Era un hombre en quien confiaba, un hombre al que
amaba. Nitro. Compañero. Con patas temblorosas, se acercó a él, metiendo la cola entre las
piernas en una muestra de sumisión. No quería que su compañero se enojara con él. Dejando
caer su cuerpo a los pies de Nitro, expuso su vientre, poniendo su vida en las manos del
hombre. Nitro se agachó y le pasó su cálida palma por el cuerpo, hundiendo los dedos en su
piel. Gimió, su corazón se hincho mientras se llenaba de felicidad. La aprobación de su alfa
era todo lo que necesitaba. Su cuerpo se relajó bajo la caricia de Nitro y el dolor en su vientre
se alivió. Cerró los ojos, el tirón de sueño lo envió a la oscuridad, pero no tenía frío ni miedo.
Tenía a su alfa y se sentía seguro.
Se sintió flotando en el aire, fuerza rodeándolo. Una voz familiar le habló, diciéndole que
todo iba a estar bien. Se centró en ese sonido y en la forma en que le vibraba en los oídos.
¡Su compañero! Quería abrir los ojos y mirar la cara de su amante, pero estaba débil. Muchos
sonidos... el roce de las sábanas... el goteo de agua... el latido del corazón de Nitro, y... un
lloriqueo suave.
—Tranquilo —susurró Nitro y algo caliente y húmedo le rozó la frente. —Eso es. Relájate.
Estás bien.
Quiso responder, pero tenía la garganta seca. Volvió a intentar con sus ojos, pero su visión
era borrosa. Fría madera se presionó contra sus labios y el aroma de hierbas le hizo cosquillas
en la nariz. Odiaba el té, pero aceptó, el líquido deslizándose fácilmente por su garganta. El
malestar se apagó y se relajó bajo el cuidado de su alfa. Sabía que debía alejarse, pero otro
80
lloriqueo llamó su atención. Pensó que debía saber que era ese sonido... pero su cabeza estaba
revuelta. Se alejó de nuevo, recuperando la conciencia como una ola... dentro y fuera.
Con la cabeza colgando, obligó a sus párpados a abrirse, la habitación lentamente
enfocándose. Una figura apareció sobre él... cabello oscuro, enmarañado... ojos encantadores,
brillantes como la luna... una barba incipiente, mandíbula fuerte. ¡Su alfa! Sus labios subieron
en una sonrisa y Nitro suspiró. La alegría fue corta, cuando el fuego sacudió su vientre. ¿Le
había hecho el hermano de Nitro más daño de lo que había pensado? El pánico le inundo y
él buscó su estómago, sorprendido al encontrar la ausencia de un bulto.
—Está bien, no pelees —, dijo Nitro, con un tono severo.
A pesar de la confusión y el miedo, se relajó y se concentró en la cara de su amante. Estaba
magullado y arañado y... — ¡Alexander! ¿Qué... dónde...? ¡Por favor, dímelo!
—No, no. Él está bien. —Nitro hizo un gesto a un lado y una mujer salió de las sombras,
sus brazos acunando un bulto de mantas. —Estabas sedado y estás confundido, pero todo es
como debería ser. Conoce a tu hijo, Peter.
Su aliento quedo atrapado cuando la bruja, Seraphine, puso el bulto en sus brazos. Apartó
la manta para encontrar al niño dormido, con el rostro tenso en concentración. Esto era un
sueño. Tenía que serlo. Aunque había llevado al cachorro en su vientre durante cuatro meses,
se maravilló de la sensación de él pateándolo y quedarse dormido con el latido de su corazón,
nunca se imaginó que realmente sostendría a Alexander en sus brazos.
Pero estaba aquí, y muy, muy real. Y hermoso. Pasó la yema de su dedo por la mejilla de
Alexander y el muchacho se agitó, gimiendo.
—Es tan pequeño —, dijo, incapaz de quitarle los ojos al bebé.
—Pero él crecerá como una maleza, ¿eh? — Seraphine dijo, riendo.
Nitro olisqueó y él pudo ver una lágrima alojada en el rabillo de sus ojos. Sonrió hasta que
le dolieron las mejillas.
—Aquí hay un secreto acerca de alfas que no quieren que se sepas. Son muy
sentimentales.—Bromeó Seraphine.
Sonriendo, asintió. —Lo sé.
Nitro negó con la cabeza, pero no refutó, su felicidad resplandeciendo. Él colocó la manta
alrededor de la cara de Alexander para que pudiera ver al cachorro mejor, luego le apoyó la
cabeza en el hombro. —No se siente real ¿verdad? Tengo a mi compañero y a mi cachorro,
pero...
—Todavía se siente como un sueño —, terminó por él, mientras se concentraba en el peso
y el calor en sus brazos. Cuando todo vino hacia él, ligar con Nitro en el callejón; Siendo
llevado a una ubicación remota; Viviendo felizmente con Nitro, y... perdió su sonrisa. — ¡Tú
hermano! Él…
—Todo está bien. ¿Recuerdas? Puse fin a la amenaza —Nitro dijo, sus ojos brillando
intensamente en victoria.
81
Negó con la cabeza. —Todo es un borrón.
Los ojos del hombre se dirigieron a Seraphine, por un momento. —¿No recuerdas haber
cambiado?
Tragando, miró a su hombre con escepticismo. —¿Por cambiar, supongo que no hablas de
perder mi barriga cervecera?
—Eres un lobo, Peter.
Frunció el ceño y dejó caer su atención en su hijo. No recordaba haber cambiado. Una
sensación de decepción le robó el momento de felicidad. Pero por lo menos todo el mundo
estaba a salvo, y Alexander estaba aquí.
—Oye —susurró Nitro pasándole el pulgar por la mejilla. —Está bien. El cambio
comenzó en un momento inoportuno. No me acuerdo mucho de mi primer cambio, tampoco.
Pero tendrás toda la vida para explorar esa parte de ti, ¿de acuerdo?
Nitro tenía razón. No debía desanimarse. Encontrando una posición cómoda al lado de su
alfa, observó a Alexander poco a poco, lo parpados del cachorro se levantaron para exhibir
hermosos ojos amarillos como los de su papá alfa. El bebé gimoteo y sonrió como si estuviera
feliz de conocer a sus padres. Alexander lo golpeo en la nariz con su puño y se volvió con
una mirada irónica hacía Nitro.
—Definitivamente alfa —bromeó. Nitro se rió entre dientes y le ofreció un encogimiento
de hombros.
Capítulo 15
Varias semanas después...
Peter hizo una cara tonta a Alexander y el chico rió incontrolablemente. Se sorprendió de
lo fácil que era divertir a un bebé. A veces llegaba al punto en que Nitro y él se reían hasta
que pensaron que morirían por una sobrecarga de ternura. Alexander golpeó sus puños en el
aire mientras su alegría llenaba la cabaña. Cuando el cachorro se tiró un pedo, volvió su
atención a Nitro. —Uh oh. Huele como si alguien se hubiera hecho popo.
Nitro ofreció una sonrisa dócil y se puso de pie. Había puesto a su alfa al deber de cambiar
pañales permanentemente y el hombre levantó a Alexander de sus manos. Riendo entre
dientes, observó cómo Nitro hacía su tarea sin quejarse. Las cosas se habían calmado cuando
se curó y el cachorro creció. Olvídense de las malas hierbas. Alexander estaba creciendo
como una secoya. A las tres semanas de edad, parecía tener más de tres meses de edad y cada
día crecía cada vez más, no era nada menos que notable. Cuando Nitro aseguró el mameluco,
su alma se llenó de calor. Ver a su pareja cuidar a su hijo... era el mejor sentimiento del
mundo.
—Ahí está —dijo Nitro y le hizo cosquillas al vientre de Alexander. —Todo limpio.
Sosteniendo a Alexander contra su pecho, Nitro se froto su espalda, y le sonrió. — ¿Y tú?
¿Por qué no vas a lavarte y se ponen ropa limpia?
Arqueó una ceja. —¿Por qué? Sólo nos vomitará de nuevo.
82
—¿Oyes eso? —Le preguntó Nitro a Alexander, que estaba ocupado quedándose dormido.
—¿Me pregunto quién podría ser?
—¿Qué? —Preguntó, mientras concentraba su oído en la puerta. Aún no estaba
acostumbrado a sus nuevos sentidos, ¿había pensado que eran buenos antes? Se dio cuenta
de la agitación de tela, el tum-tum de un corazón y el tintineo de adornos de metal. Sonrió
mientras Seraphine entraba.
Ella le sonrió, sus ojos plateados arrugando en las esquinas. —Te ves cada vez mejor.
¿Cómo te sientes bebe?
—In-creíble —le dijo sinceramente, deseando haber tomado el consejo de Nitro y haberse
limpiado. —La cicatriz no es tan mala.
Ella asintió. —Tengo dedos mágicos, ¿sabes? —Sus entrañas rebotaron. —Así que he
aprendido.
—Tu curación shifter te ayudo también —, intervino Nitro y salió a saludar a Seraphine.
Le entregó el bebé y ella lo abrazó. —Bueno, vamos. Prepárate.
Lo miró con curiosidad.
—Estoy aquí, para hacer de niñera. —Dijo Seraphine y echo a Alexander sobre su hombro.
Él manoseo su cara, sus mejillas elevándose en una sonrisa. Cuando la golpeó en la nariz,
ella fingió sorpresa. —Vas a ser un poco luchador, estoy apostando.
Sonrió. Alexander era alfa y sabía que iban a tener las manos llenas. Al darse cuenta de
ello, suspiró aliviado. Era triste que estuviera agradecido de que su hijo hubiera nacido alfa
y no tuviera que preocuparse de ser secuestrado y obligado a criar. No tendrían que lidiar con
eso, pero su corazón fue hacia los shifter padres de omegas. Mientras las palabras de Nitro
lo empapaban, preguntó —¿Dónde me llevas?
—Es una sorpresa. —Dijo Nitro y metió los pies en las botas. —¿A menos que prefieras
quedarte encerrado aquí?
—No —admitió mirando a Alexander con nostalgia. Estaba casi tentado de quedarse y no
soltar a su hijo. —Necesito un poco de aire.
Un cambio de ropa rápido y estaba del otro lado de la puerta con su compañero. El día de
mediados de invierno era cómodo. Mientras Nitro lo conducía hacia la línea de árboles, su
atención se dirigía constantemente hacia la cabaña.
—Seraphine cuidará bien de él —, dijo Nitro, poniéndole un brazo alrededor de sus
hombros y acercándolo. —Junto a ti, confío en ella por encima de todos los demás.
—Lo sé, yo solo... lo extraño ya.
Nitro sonrió y movió su bolsa de lona sobre su hombro. —Conozco el sentimiento. No
quiero dejar de mirarlo o dejarlo por un minuto.
Regreso la felicidad a su compañero y se apoyó en su alfa. Mientras caminaban
profundamente en el bosque, preguntó — ¿Estás bien? 83
—Perfecto. Mi fuerza ha regresado y me siento bien. Debes saber que los alfas valoran
las cicatrices. Muchas cicatrices, muchas batallas. Estoy orgulloso de llevarlas sabiendo que
protegí a mi familia.
—No, no es eso lo que quería decir. —Se detuvo y miró a Nitro. —No puedo imaginar
que matar a tu propio hermano fuera muy fácil, incluso si estás actuando así.
El hombre suspiró y apartó la mirada. El asintió. —No puedo dejar de pensar en Brande
y yo jugando como cachorros. No sé qué lo hizo volverse ávido. Me duele, pero no me
arrepiento. Te amenazó a ti y a Alexander. Hermano o no, lo mataría de nuevo. Además, lo
que le hizo a la manada, asesinarlos, es imperdonable. Solo desearía... haber podido hacer
algo para salvarlos.
—No fue culpa tuya. Nada de eso —dijo con firmeza.
—Lo sé, pero no duele menos —se lamentó Nitro.
Abrazó a su alfa y Nitro se relajó contra él. Fiel a las palabras de Seraphine, Nitro podría
ser dominante, pero él era un blandengue con sentimientos tan profundos como el océano.
Nitro le dio un beso en la cima de la cabeza.
—Había planeado esta excursión, por varias razones —, dijo Nitro, entrelazando los dedos
con su mano y tirando de él. —Necesitabas salir, pero tenemos algunas cosas de las que
hablar. Cosas que no deben ser postergadas.
—Lo sé. Tengo que averiguar qué voy a hacer con mi vida, ahora que tenemos un niño.
Quiero decir, estoy seguro de que mi casero me desalojó hace mucho tiempo y tiró mis
cosas...
—Yo me encargué de eso —intervino Nitro. —He estado haciendo tus pagos mensuales.
—¿En serio? —Preguntó dudoso. Se había olvidado de su apartamento solitario, pero
Nitro no. Era sólo otro recordatorio de que había elegido correctamente.
—Sé que he vuelto tu vida al revés.
—Para mejor.
El hombre sonrió, con los ojos brillando.
—Vamos a tener que averiguar cómo presentarte a mis padres y explicarles sobre
Alexander. A menos que... Dijiste que tengo sangre shifter en mi familia. ¿Crees que es
posible que mi madre o mi padre sepan algo de eso?
—No estoy seguro. Lo dudo, pero es una posibilidad. Tenemos que elaborar un plan. No
quiero que estés aislado de tu familia y quiero que Alex conozca a sus abuelos. —Nitro le
llevó la mano a sus labios y besó sus nudillos. —Me gustaría conocerlos también.
—Quiero que los conozcas. —Miró hacia abajo, mirando como sus pies calzados crujían
a través de la nieve. —¿Crees que sería posible decirles la verdad?
Nitro se rascó la barbilla, su expresión pensativa. —Es posible. Pero será un largo camino. 84
Una cosa a la vez.
Se desplomó, sabiendo que Nitro tenía razón. Acababa de aceptar que había tenido un hijo
y era un ser paranormal. Necesitaba situar su vida con Nitro y Alexander antes de abordar
esa montaña. Caminaron un largo rato, hablando de todo y nada. No pudo evitar arrojar
algunas ideas sobre cómo explicar a Nitro y Alexander a sus padres, pero era algo que
requería muchas ideas.
—He tomado una decisión —, comenzó Nitro. —Cuando Alexander tenga edad
suficiente, me gustaría mudarme.
—¿Estás seguro? —Preguntó.
—Sí. He venido aquí a esconderme. No quiero ocultar nada más. Tú y el cachorro merecen
algo mejor que vivir en una burbuja. Podemos tener un lugar más cercano a San Francisco,
o donde sea que quieras vivir. Pero tiene que estar cerca de la naturaleza por razones obvias.
—Sin quejas. Estaba pensando en acercarme a mis padres. Están a la altura de Portland.
Hay una gran reserva forestal a veinte minutos de distancia. Papá solía llevarme a acampar
allí.
—Suena como un plan. —Nitro sonrió y lo tiró a un beso y se acurruco en los brazos de
su alfa. —Sólo quiero que tú y Alexander sean felices.
—Estás haciendo un buen trabajo, hasta ahora.
La sonrisa de Nitro era radiante. Había aprendido rápidamente la mejor manera de
acariciar el ego de su alfa, dándole una ducha de elogios. Y... Mordiéndose el labio, se acercó
a su hombre y rodeó la cintura de Nitro con sus brazos. Dejó caer las pestañas y sonrió
seductoramente. Habían pasado semanas desde que habían tenido relaciones sexuales y
quería estar más cerca de Nitro.
El hombre se rió entre dientes. —Mantén ese pensamiento.
Nitro volvió a tomarle de la mano y lo condujo a través de unos espesos árboles. Cuando
salieron al otro extremo, vio lo que parecía un pequeño campamento, una morada construida
de ramas y pieles, ocupando el pequeño claro. Nitro lo guió dentro y encontró que era lo
suficientemente grande como para que dos personas se pusieran de pie. Las provisiones
estaban en una esquina y el suelo estaba cubierto de suave cuero y pieles.
Dirigiendo una mirada acusadora hacia Nitro, dijo, —Así que esto es lo que has estado
haciendo cuando desapareces durante horas. Crees que estoy dormido, pero poco es lo que
sabes.
Una pizca de color entró en las mejillas de Nitro y le pasó sus dedos por los cabellos, sus
ojos siguiendo sus movimientos como si estuviera asombrado por la forma en que su pelo se
movía. —Estoy contento con la vida que construimos. Verte con nuestro hijo... No sé cómo
describirlo. Y ver como tú has conseguido cambiar... Necesitaras un tiempo para explorar esa
otra parte de ti.
Mordiéndose el labio, asintió. —Voy a admitir que estoy decepcionado por no recordar
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haber cambiado. Y... quiero que vuelva a suceder, pero supongo que temo que no pase o que
no recuerde.
Dejando caer su mano, Nitro se movió para desabotonarle la chaqueta. Cuando él hundió
las manos en su interior y la deslizó de sus hombros, dijo —Estoy aquí para ayudarte con
eso.
Presionó sus labios en una línea delgada, inseguro de cómo responder. Su respiración se
detuvo cuando Nitro ayudó a su camisa a salir por encima de su cabeza hasta que su torso
fue descubierto. Nitro presionó sus labios contra la piel de su hombro y suspiró, dando la
bienvenida al toque de su alfa. Palmas calientes se deslizaron por su espalda y sintió que sus
vaqueros eran tirados. Antes de que lo supiera, estaba desnudo y completamente cómodo.
—Es agradable y calentito aquí. ¿Tiene eso algo que ver con la magia? —Preguntó,
mientras deslizaba sus ojos por todo el refugio.
—Te enseñaré a lanzar hechizos también. —Nitro le apretó el culo suavemente, tirando
de él y cayó contra su compañero. —Entre bajo el elemento fuego, por lo que la creación de
un poco de calefacción artificial no es problema. Tendremos que esperar y ver qué elemento
te influye. Estoy dispuesto a apostar que eres natural con el hechizo que me echas encima.
—Oh, eso fue cursi —, lo provocó, su cuerpo se relajándose.
Nitro se echó a reír. —Lo sé.
El hombre rápidamente se quitó la ropa y su polla se agitó, mientras corría los ojos por
todo el cuerpo musculoso de su alfa. Las cicatrices se destacaban en marcado contraste, pero
un sentimiento de orgullo lo llenó. Nitro lo había defendido a él y Alexander y la prueba
estaba en su cuerpo. Se rió de los sentimientos que corrían a través de él y por primera vez,
no parecían tan fuera de lugar. Volviéndose hacia él, Nitro sonrió ampliamente y lo llevo
hacia fuera. La nieve bajo sus pies descalzos era impactante y el frío en su piel hacía que sus
dientes castañearan. Nitro parecía completamente indemne.
Presionando su cuerpo contra él, Nitro reclamó sus labios, besándolo lenta y
profundamente hasta que gimió y el calor lo llenó completamente, él podría estar en medio
del Ártico y no darse cuenta. Nitro se separó demasiado pronto. —Cierra los ojos y centra tú
atención en mi voz.
Obedeció y se concentró en el cálido y suave cuerpo contra el suyo y la vibración de las
palabras de su compañero. Mientras Nitro hablaba de los árboles, la nieve y todos los olores
y sonidos del mundo, se relajó aún más, sintiendo como si estuviera flotando.
—Imagínate la nieve crujiendo debajo de tus patas, mullido bajo tu peso. El viento
deslizándose a través de tu piel, mientras corres. Los olores llenando tú nariz. La forma en
que tus músculos se estiran al correr, tu cuerpo llevándote lejos y rápido. Estás corriendo tan
rápido como la brisa, tal vez incluso lo suficientemente rápido para llegar al cielo. Libertad.
¿Puedes sentir eso?
¡Sí! Estaba seguro de que podía sentir la ligera quemadura en sus músculos, mientras se 86
empujaba hacia adelante, empujando con fuerza para correr más rápido. Sus pulmones se
estiraron agradablemente, mientras el aire frío los golpeaba, sus alrededores los pasaban en
un borrón verde y blanco. La libertad, como Nitro había dicho. Recordaba este sentimiento,
lo había experimentado antes por un fugaz momento, pero no podía identificar la fuente.
Mientras corría, su cuerpo empezó a doler, sus músculos estirándose, sus huesos...
¿resquebrajándose? Se dobló, acunándose, el dolor estallando por todas partes.
—Rompe los lazos, Peter —, la voz de Nitro vino a través de la oscuridad. —No te
contengas. Déjalo libre.
Extendió una mano para apoyarse y tocó algo suave como la piel, los mechones sedosos
acariciando la piel de su palma. Se esparció para cubrir su muñeca y luego se arrastró por su
brazo, como si fuera una cosa viva, que respiraba. Lo abarcaba, la vaina de piel se sentía bien
contra su cuerpo. Poco a poco, el dolor se alivió a un malestar hasta que desapareció por
completo. Su vista estaba borrosa, pero una calma reconfortante lo rodeaba. Sacudió su
cuerpo, con los músculos listos para trabajar duro. Olfateando el aire, siguió un rastro de olor
familiar para encontrar un lobo tan negro como la medianoche que se eleva sobre él. ¡Nitro!
Sus ojos dorados resplandecían y sus orejas se agitaban como si le gustara lo que veía.
Bajó la cabeza y trotó hasta su alfa. Meneó la cola y lamió el hocico de Nitro en un gesto
de sumisión y afecto. Nitro respondió bajando su extremo delantero y lanzando su cola en el
aire. ¡Jugar! Bailó a su alrededor, lanzándose y mordisqueando, hasta que Nitro estalló en
una carrera. Peter movió sus piernas con fuerza mientras su alfa le daba persecución, sus
largas zancadas comiendo el suelo.
La emoción lo llenó tan completamente, que pensó que estallaría. Se precipitaron a través
de los árboles a altas velocidades, todo ampliándose. No podía pensar en nada tan bueno
como correr junto a su alfa... ¡Alexander! Él quería que su hijo un día corriera con ellos
también.
Su ritmo se redujo y Nitro invirtió la dirección, llevándolo hacia el refugio en el que había
trabajado tan duro. Mientras caminaban, apretó su cuerpo contra su hombre, necesitando su
aprobación. Nitro lo lamió, y su excitación sacó lo mejor de él. No quería que este momento
terminara. Asumiendo la posición de juego, meneó la cola y lloriqueó, pero Nitro
simplemente dejó caer sus patas en el suelo. Ambos estaban jadeando, pero estaba demasiado
animado para dejar que una pequeña cosa como la falta de aire arruinara el momento.
Cuando Nitro no respondió, saltó a su alrededor y mordió su pelo en un esfuerzo por
conseguir que él lo persiguiera. Nitro emitió un gruñido suave, dejándole saber que había
terminado. Rebotó alrededor, simulo atacar intentando convencer a su alfa de que jugara un
poco más en la oscuridad.

Nitro pasó el pulgar por la desnuda mejilla de Peter, haciendo una mueca ante el moretón.
Su omega había estado tan emocionado que había corrido hacia un árbol joven y se había 87
desmayado. El calor se derramó en él, mientras acurrucaba a Peter cerca de él, sus cuerpos
humanos desnudos enredándose. Después de su accidente, Peter había cambiado y él lo llevó
al refugió. Peter se agitó, su rostro se apretó y Nitro tiro una piel sobre el cuerpo de su hombre.
Habló suavemente, convenciendo a Peter para que se despertara. Todo le decía que su omega
estaba en un estado de relajación, su cuerpo libre de tensión. Pasando sus dedos a través del
cabello de arena de Peter, sonrió, recordando lo que se sentía al mirar a su compañero en
forma de lobo. Había sido nada menos que hermoso. Una maravillosa sensación de orgullo
lo envolvía, ¡Este era su magnífico, compañero perfecto!
—¿Nitro? —Susurró Peter, con las cejas fruncidas.
—Estoy aquí. Abre los ojos, compañero mío.
Las pestañas de Peter se abrieron y se ahogó en aquellos deslumbrantes orbes azules que
brillaban aún más con el cambio. Sus labios trabajaron por un momento y sus cejas bajaron
más. Se tocó la mejilla y se estremeció. —¿Qué pasó?
—Dime lo que recuerdas.
Boquiabierto, Peter le recorrió el cuerpo con sus ojos. Finalmente, los instalo en su rostro,
sus ojos se ensancharon ante el recuerdo. —¡Estábamos corriendo! Tú, yo... Recuerdo la
nieve bajo mi... mierda santa, ¡patas! Pero es borroso, como si mi visión estuviera rodeada
de niebla.
—Así es —le dijo, sonriendo. —Cuanto más cambies, más claro se convertirá. Tus dos
cuerpos solo necesitan sincronizarse. ¿Recuerdas algo más?
Peter bajó la cabeza y miró el techo de la guarida. Jadeó y lo miró, su cuerpo se tensó.
— ¡Algo me atacó!
—No. Estabas tan feliz que corriste hacia un árbol —dijo, tratando de no sonreír.
—Estabas lleno de tanta alegría, que era difícil contenerte.
Peter parpadeó y luego tocó su dolorida mejilla. El color le subía por el cuello. —Oh.
Rió y acarició a su compañero acercándolo., le beso el moretón. Peter apoyó la cabeza en
su hombro y le clavó los dedos en la espalda. Sus hombros se alzaron en una respiración
profunda, pero él estaba relajado. Guió a Peter a sus labios y lo besó profundamente,
saboreando cada lánguido barrido de su lengua. Una oleada de feromonas lo golpeó y gimió.
—Hay algo más, de lo que necesito hablarte —, dijo. Respiró profundamente, para
mantenerse firme. Se dio cuenta de que estaba nervioso por sacar el tema.
—Te amo —dijo Peter bruscamente. —Acabo de darme cuenta que nunca lo dije, pero
sí... te amo.
Su corazón se elevó a niveles atmosféricos. Deslizó sus dedos por la mejilla de Peter,
seguro de que el macho desaparecería como el hilo de un sueño. —Los shifter muestran su
amor a través de la acción, pero es agradable escuchar las palabras. Peter... Quiero preguntarte
algo.
Peter esperó, su atención únicamente en él. Después de un momento dejó escapar un 88
suspiro. —Muy bien, esto es importante. ¿Debería preocuparme?
—¡No! —Gritó, luego se rió. —Sólo estoy... un poco nervioso.
El hombre se quedó boquiabierto, por un momento, luego sonrió. —¿Me estás pidiendo
que me case contigo?
Se aclaró la garganta. —Te estoy pidiendo que te unas a mí. En cierto sentido, es un
matrimonio, pero el vínculo es mucho más profundo. Una vez unidos, nunca habrá nadie más
para ninguno de los dos. Y estarás protegido para siempre. Lamento que esto suene crudo,
pero como un omega unido, sólo puedes reproducirse con su alfa, el Highborn no tendrá
ningún uso para ti.
El labio de Peter se interpuso entre sus dientes y sus ojos se oscurecieron en un profundo
pensamiento. Su corazón golpeó contra su caja torácica. Sabía que estaba pidiendo mucho de
su amante. Peter subió lentamente para que estuvieran nivelados, su expresión seria. Una
punzada de dolor lo atravesó, Peter iba a negarse, simplemente lo sabía. Esperaba que Peter
enlistara todas las razones por las que debían esperar un poco más, ver cómo iba esto...
céntrate en Alexander.
—Jesús —, bromeó Peter. —Dominado con una sola mirada.
Gruñó y tiró a Peter sobre su espalda. Su instinto rugió ante el desafío. Separó las piernas
de Peter y lo enjauló, recordando a su hombre quien el alfa. Peter rió entre dientes.
Presionando sus labios en el oído de Peter, rugió —Me necesitas para dominarte.
—Tal vez lo haga —, susurró Peter, con la mano en su cabello.
Pasó la nariz por la piel de Peter, inhalando profundamente. Debería haber sabido que
Peter estaba tratando de atraparlo. Por otra parte, la idea de que Peter anhelaba su autoridad
encendió su sangre. —Te lo dije. Un omega tiene el poder de poseer el corazón de un alfa.
—Uh huh. Me gusta el sonido de eso. —Su otra mano viajó por su espalda y se acomodó
en su culo, empujándolo más cerca.
Su polla respondió, y presionó su erección en la cadera de Peter. El hombre soltó un
gruñido parecido a un lobo y envolvió sus piernas alrededor de sus caderas. Mordió el cuello
de Peter, le chupó la garganta y luego le besó la barbilla. Cuando reclamo los labios de Peter,
tomó el control, Peter siguiéndolo hasta que no pudieron respirar. Alcanzó entre sus cuerpos
y envolvió sus dedos alrededor del duro pene de este, usando su pulgar para hacer círculos
alrededor del glande hasta que Peter se retorció debajo de él. Nada como una pequeña
venganza, reflexionó.
—¿Cómo funciona? —Preguntó Peter, con un escalofrío de incertidumbre.
Y justo así, su instinto retrocedió. Quería dominar a Peter, pero su hombre necesitaba
orientación y consuelo en este momento. Presionó un suave beso en la mejilla de Peter. —
Nos apareamos. Entonces te marco. Una mordida.
Peter volvió a hacer esa reflexión, bajando las cejas. Después de un momento le preguntó
—Así que me muerdes. ¿Tu hermano trataba de unirse a mi cuando me mordió? 89
La mención de Brande envió una vibración enojada por su espina dorsal, pero la apartó.
—No lo sé. Poco probable. El enlace no puede ser forzado. Creo que estaba tratando de
hacerte daño.
Peter asintió lentamente. —Está bien... tú... me muerdes. ¿Y eso es todo?
—Hay un poco de magia involucrada. No puedo decir con certeza lo que sentirás. Soy tan
nuevo en esto como tú, pero necesito que estés seguro de que esto es lo que quieres.
Estaremos unidos de por vida. Eso lo cambia todo.
—Lo sé —murmuró, jugando con sus dedos en su nuca. —Te amo. Tenemos un niño
juntos. Estoy seguro.
Una sonrisa tierna se arqueó sobre sus labios y besó a Peter a fondo, dedicándose a
memorizar cada toque. Besó su camino hacia el pecho de Peter, asegurándose de probar cada
pezón a fondo antes de continuar. Mordisqueó suavemente su estómago y luego besó la
cicatriz bajo su ombligo.
—Sabes, parece una cara sonriente gigante—Peter bromeó, pero su voz vaciló.
—Pezones, ojos. Ombligo, nariz y...
Lo calló. —Eres hermoso.
Las mejillas del hombre se colorearon. —Te refieres a lindo como el hombre de
malvavisco, ¿verdad? Porque esta bolsa...
Subió por el cuerpo de Peter y cortó sus palabras con un beso. Peter gimió contra su boca
y no se detuvo hasta que estuvo sin aliento otra vez. Sabía que su hombre estaba consciente
de su cuerpo. —Cualquier alfa se sentiría más allá de la bendición, de haber sido elegido por
un omega como tú.
Peter sonrió tímidamente y regresó a las caderas de este. Le acarició la polla de su
compañero, observando la reacción del hombre. Peter siseó y cerró los ojos, mientras lo hacía
bueno y duro. Aplastó la lengua contra la parte inferior de la polla de Peter y luego la arrastró
hacia arriba, observando la forma en que este reaccionaba. Cuando llegó a la cabeza, su
amante tembló.
—No eres el único que sabe cómo burlarse —, replicó, con buen humor.
Peter sonrió con suavidad y él volvió a sus labios. No quería acercar a Peter demasiado
rápido. Al llegar a un lado, localizó un tubo de lubricante que había escondido en una mochila
y deshizo la tapa.
—Oh, tenías todo planeado para este gran momento. —Lo acusó Peter.
No dijo nada. Se movió con reflejos ágiles y volteó a Peter sobre sus manos y rodillas. Él
instó al torso de Peter hacia abajo en las pieles y Peter pegó su culo hacia fuera. Su omega
ofreciéndose tan libremente lo revitalizó y lo tomó. Unto la grieta del culo de Peter con
lubricante, asegurándose de molestar a Peter llevándolo a una pulgada de la locura. Rodeando
el anillo de músculos, amenazó con penetrar pero retrocedió rápidamente.
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—Por favor —, gimió Peter.
Presionando un beso contra su columna vertebral, lo penetró. El jadeo de Peter era
hermoso y lo jodió profunda y lentamente. Peter empujó contra él en busca de más, sus dedos
cerrándose alrededor de las pieles. El fuego se precipitó dentro suyo y se retiró. Reemplazó
sus dedos con su polla, observando la forma en que el culo de Peter se separaba por su
circunferencia. Fue cuidadoso mientras empujaba hacia adelante, buscando en su compañero
cualquier indicio de incomodidad. Cuando Peter le agarró el muslo, lo tomó como una luz
verde. Quería clavarse en su omega, dominarlo, pero se abstuvo. Peter todavía estaba sanando
y quería que esto fuera para los dos.
Tomando largos, profundos golpes, envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Peter,
su pequeña figura encajaba perfectamente contra su gran cuerpo. Peter pidió más, sus suplicas
dejaron sus labios en susurros desesperados. Lo rechazó y se hundió profundamente hasta
que no pudo ir más allá, sus pelotas se encontraron. Mantuvo su posición y expuso la curva
entre el cuello y el hombro de Peter. Con su aguda visión, vio el suave golpe de la arteria
llamándole como agua a un hombre sediento.
—Te amo—Dijo roncamente, antes de cubrir la cicatriz de la mordedura de Brande con
su boca. Sus colmillos se hundieron profundamente en el cuello de Peter y el vino caliente y
dulce explotó en su lengua.
Peter tembló y gimoteó, sus músculos tensándose. Sosteniéndolo firmemente, empezó a
joder a su omega de nuevo, decidido a mantener la atención de Peter en el placer en lugar del
dolor.
Bebió, tirando de la esencia de Peter en él, mientras recitaba mentalmente palabras de
devoción. Un hormigueo comenzó en su lengua y lentamente se extendió hacia fuera hasta
que abarcó su cuerpo.
¿Amarlo? ¿Protegerlo? ¿Quererlo? Las palabras pasaron por su mente y asintió contra el
cuello de su compañero. Una mano invisible alcanzó profundamente en él y buscó en su
corazón y en su alma, el hurgueteo fue doloroso.
—¡Sí! — Exclamó Peter. —¡Acepto!
No podía responder si quería. Cuando el hormigueo se transformó en una quemadura que
tocó algo profundo dentro de él, lograron el orgasmo simultáneamente. Mientras llenaba a su
hombre con su semen, Peter marcó su cama de apareamiento, su garganta vibrando con gritos
guturales. Las olas eran tan intensas que se cerraron el uno contra el otro. Su pene todavía
enterrado profundamente dentro del culo de Peter, él suavemente retiró sus colmillos del
cuello de Peter. Con los ojos entornados, miró con asombro mientras la carne se tejía
inmediatamente hasta que quedaba una cicatriz rosa brillante que declaraba que Peter ahora
le pertenecía. Este se estremeció en sus brazos, su respiración lentamente cayendo.
—Nitro... —Murmuró Peter, sobrellevando su incertidumbre.
Empujándose, o se movió a su lado y recogió a su omega en sus brazos. Peter envolvió a
su cuerpo alrededor, claramente buscando el apoyo de su alfa. Pasó los dedos por el pelo de
su amante, mientras Peter se aferraba a la piel de su espalda. Saboreó los pequeños puntos de
dolor que Peter tenía aferrados a él.
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—¿Todavía estoy vivo? —Peter gruñó, sus pestañas apretadas fuertemente a sus mejillas
enrojecidas.
Rugiendo risas. —Yo sé lo que quieres decir. Pensé que iba a quemarme.
—Peor que el calor, pero... acepto. —Peter respiró profundamente y lo acarició. —Podía
oír tu voz en mi cabeza... era raro.
—Ahora estamos unidos —, murmuró, pasando las manos por el cuerpo de su omega.
Nunca quería dejar de tocar a Peter; Nunca quería estar lejos de él. Tenía una familia de
nuevo, el principio de una manada y moriría protegiéndolos, Peter lo hacía sentir fuerte y
poderoso, un macho alfa capaz de dirigir y proteger a su familia. Sentimientos un poco
confusos lo envolvían. —Estás atrapado conmigo, por el resto de tu vida.
Una sonrisa se torció los labios de Peter. —Me gusta cómo suena eso.

Fin
Sobre el autor
Eola Eden ama escribir sobre magníficos hombres dominantes, así como dulces, tímidos
sumisos. Viven en Chicago y pasa sus días con hombres en su cabeza y su horda de mascotas.

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Créditos
AISA
VERO
CLAU
DARK FAE
MORGANA CELTIC

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