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PRACTICA3
Todos los metales pesados no son igualmente tolerables por los organismos
vivos, y ello radica en que algunos son esenciales para la vida, porque actúan
como cofactores enzimáticos, en la acción catalítica de muchas enzimas.
Ejemplo de ello es el zinc (Zn), cuyo ion Zn2+ es un cofactor de enzimas como
la anhidrasa carbónica de los glóbulos rojos y la enzima alcohol
deshidrogenasa. Otros metales constituyen parte de la estructura de
importantes biomoléculas, tal es el caso del hierro (Fe), que forma parte del
grupo hemo, grupo prostético de la hemoglobina. Por otra parte, elementos
como el mercurio (Hg), el plomo (Pb) y el cadmio (Cd), interfieren en funciones
importantes del organismo, llegando a afectar notablemente la salud de las
personas.
Es por ello que referirse a metales pesados requiere conocer si son esenciales
o no, si el organismo presenta vías metabólicas que los involucren o si su
presencia es dañina o perjudicial en toda su extensión. En esta revisión se trata
la fisiología y la bioquímica de los metales pesados, revisando sus funciones
biológicas más marcadas y su papel en la salud
Desarrollo
Tal como el término “metales pesados” encierra ciertas dudas pues puede estar
referido a su peso atómico, su toxicidad u otros, cuando se trata de metales
esenciales y no, también se presentan disconformidades. De cualquier manera,
un elemento que a priori es beneficioso para la célula, en concentraciones
excesivas puede llegar a ser tóxico.
Por lo general, los metales pesados esenciales forman parte de las metal
enzimas, las cuales no pueden llevar a cabo su actividad catalítica si no
contienen el ion metálico, que actúa como cofactor enzimático. Todo lo cual
afectaría el metabolismo celular. Además, también se les puede encontrar
formando parte de las estructuras de muchas moléculas con función
transportadora, reguladora, catalítica.
Hierro
El plomo es un elemento flexible que se funde con suma facilidad (se funde a
los 327,4 ºC y además hierve a los 1725 ºC), cuyas valencias usuales son 2 y
4. Es resistente parcialmente al ácido sulfúrico y al ácido clorhídrico, y es capaz
de impedir el paso de las partículas subatómicas que emite el material
radiactivo, razón por la cual se lo usa para almacenar dichos materiales, así
como también para blindaje en las industrias que emplean compuestos
radiactivos.