Comunicacion 3...
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Cuando hablamos de red social, lo que viene a la mente en primer lugar son sitios como Facebook, Twitter y
LinkedIn o aplicaciones como TikTok e Instagram, típicos de la actualidad. Pero la idea, sin embargo, es mucho más
antigua: en la sociología, por ejemplo, el concepto de red social se utiliza para analizar interacciones entre
individuos, grupos, organizaciones o hasta sociedades enteras desde el final del siglo XIX.
En Internet, las redes sociales han suscitado discusiones como la de falta de privacidad, pero también han servido
como medio de convocatoria para manifestaciones públicas en protestas. Estas plataformas crearon, también, una
nueva forma de relación entre empresas y clientes, abriendo caminos tanto para la interacción, como para el
anuncio de productos o servicios.
Muchas personas creen que las redes sociales y social media son lo mismo y que los términos se pueden utilizar
como sinónimos, pero no es cierto. Social media es el uso de tecnologías para hacer interactivo el diálogo entre
personas, mientras que red social es una estructura social formada por personas que comparten intereses
similares, como ya detallamos en el ítem anterior.
El principal propósito de las redes sociales es el de conectar personas. Completas tu perfil en canales de social
media e interactúas con las personas con base en los detalles que leen sobre ti. Se puede decir que las redes
sociales son una categoría de social media.
Social media, a su vez, es un término amplio, que abarca diferentes medios, como videos, blogs y las ya
mencionadas redes sociales. Para entender el concepto, se puede mirar lo que comprendíamos como medios
antes de la existencia de Internet: radio, TV, periódicos, revistas. Cuando los medios de comunicación estuvieron
disponibles en Internet, dejaron de ser estáticos, pasando a ofrecer la posibilidad de interactuar con otras
personas.
En el corazón de social media están las relaciones, que son comunes en las redes sociales, por lo que puede
generar confusión. Social media son lugares en los que se puede transmitir información a otras personas.
El uso de redes sociales ha sido absorbido por personas en todo el mundo y hoy ya es parte de la rutina. Esto hizo
de esos espacios un lugar donde las marcas y empresas también quisieran estar para interactuar con sus
prospectos y clientes, trayendo posibilidades muy positivas, como:
• Compartir la visión de la empresa: las redes sociales son una especie de escaparate de su empresa;
en ellas podrás mostrar la visión del negocio, en lo que cree;
• La personalización del mensaje y la interacción directa con el cliente: en las redes sociales, es posible tener
una relación mucho más personalizada y directa con cada cliente o posible cliente, ya que puedes entrar
en contacto con cada uno, ya sea para resolver problemas o para descubrir nuevas informaciones;
• Posibilidad de segmentación del público: al publicar en redes sociales, es posible segmentar tus posts
de acuerdo con las características de la audiencia, dirigiendo tus esfuerzos hacia aquellos rangos del
público que poseen más afinidad con tu solución;
• Poder saber más sobre cada uno de tus clientes: las personas comparten sus gustos, deseos y otras
informaciones que pueden ser valiosas para las empresas a la hora de acercarse a su público objetivo.
Mantente atento a lo que es relevante para tu audiencia para conectarse mejor a ella;
Si bien existe una conciencia de que las redes sociales han traído a nuestras vidas diferentes maneras de
interacción y conexión con personas o mercados afines, no se puede desconocer que estas tienen retos y riesgos.
Conforme se mantiene su uso, aparecen más plataformas sociales y las decisiones de compra de productos o
servicios se intensifican, estas tienen un peso importante en la personalidad de los usuarios y en su comportamiento
cotidiano. Revisemos algunas de las desventajas de las redes sociales (que a nuestro juicio) impactan en los
públicos.
¿A quién no le pasa que está en medio de una reunión social y pierde rápido contacto con quien está
conversando? Es muy común ver que en medio de un conversación o almuerzo familiar que la cercanía y platica
es mínima.
A cambio de esto, priorizamos el tiempo de permanencia en el teléfono para recrear una percepción de nuestros
amigos o conocidos y concluir su estilo de vida, que es parcial o de banal.
Tener una relación estable se convirtió en un desafío. Muchas discusiones o rupturas se dan porque no viste “like”,
porque no bloqueaste o porque enviaste un emoji o “me encanta” a quien no debías.
Según el Observatorio de RRHH, con ubicación en Chile, se estima que el “50% de los reclutadores consulta el perfil
de Instagram de un candidato antes de contratarlo”. Además, 1 de cada 5 empresas reconoce haber
descartado alguna vez a un candidato por su actividad en las redes sociales.
Si bien las redes sociales no nacieron como una solución para tener una revisión de perfiles profesionales o
comerciales, la privacidad de comunicar lo que opinas y la toma de decisiones con base en tu comportamiento
digital, tienen una gran influencia para determinar tu participación activa en la empresa.
Esta desventaja tiene sus matices grises. Es claro que salva a la empresa de cualquier malestar corporativo, pero
también mitiga la capacidad de libertad de expresión en sus empleados.
¿Sabías que TikTok se abre ocho veces por día en promedio y los jóvenes están más de tres horas al día
conectados? Según Ismael El-Qudsi, CEO en SocialPubli.com, plataforma que conecta a las marcas con
influencers, las redes sociales estimulan en nuestro cerebro la dopamina, sustancia que nos hace ser felices, y
como consecuencia generan dependencia.
Según documentación, se ha determinado que el cerebro huye del dolor y busca el placer. Placer que encuentra
en una foto “perfecta” tras horas de retoque gracias a funcionalidades de filtros como los que hay en Instagram.
Parece ser que en las redes sociales lo que menos importa es la verdad y se prevalece la apariencia. En la rama
de la psicología se determina como “deseabilidad social”, es decir, la tendencia a comportarnos de acuerdo con
determinados patrones sociales que creemos son los correctos.
4. Inseguridad y ciberdelincuencia
Entre tanta información que consumimos, perdemos de vista lo real, activamos nuestra versión emocional y
terminamos siendo ingenuos ante cientos de publicaciones que solo buscan sacar provecho o crear “fake news”.
Desde sabotaje o piratería informática, pasando por robo de identidad y aumento del ciberacoso a jóvenes o
niños, las redes sociales son plaza pública de fragilidad y carta abierta para hacer crímenes tan delicados como
grooming o sexting.
• Crear un entorno controlado por la marca: independientemente de quién es tu público, este va a estar
en alguna red social.
• Posibilidad de divulgación para empresas con bajo presupuesto: a diferencia de los medios
tradicionales, anunciar en las redes sociales tiene un costo más bajo, además de la ventaja de que en
la web es mucho más fácil medir los resultados;
• Información al instante: las redes sociales permiten comunicar mensajes urgentes de la marca en un
canal oficial. Esto es muy importante en el caso de la gestión de una crisis, por ejemplo, en el que es
necesario que la marca se posicione rápidamente, evitando así que tome mayores proporciones.
Las redes sociales son servicios prestados a través de Internet que te permiten generar un perfil público, en el
que puedes plasmar datos personales e información de ti mismo, orientándote a través de herramientas que
te permiten interactuar con otros internautas.
Estos nuevos servicios se configuran como poderosos canales de comunicación e interacción, que te
permiten crear grupos de seguidores: pasatiempos, comunicación, empleo, etc.
Sin embargo, esa misma información que se publica sobre sí mismo, puede ser aprovechada por delincuentes
para robarla y enviarla a bases de datos para publicidad ya que públicas dónde y cómo vives y los sitios que
frecuentas.
Por no hablar de la información que publican los menores de edad, que pueden terminar en manos de redes
delincuenciales que se especializan en tráfico de personas, prostitución, etc.
El otro gran peligro que proviene de que los niños se comuniquen más de forma indirecta es que se ha vuelto
más fácil ser cruel. “Los niños envían todo tipo de mensajes que ni de broma pensarían en decirle a nadie en
la cara”, dice Donna Wick, EdD, psicóloga clínica y del desarrollo. Ella señala que esto parece ser
especialmente cierto en el caso de las niñas, a quienes generalmente no les gusta estar en desacuerdo con
sus amigas en la “vida real”.
“Uno espera enseñarles que pueden estar en desacuerdo sin poner en peligro la relación, pero lo que las
redes sociales les están enseñando a hacer es estar en desacuerdo de maneras más extremas y que sí ponen
en peligro la relación. Es exactamente lo que uno no quiere que suceda”, dice ella.
La Dra. Steiner-Adair concuerda con que las niñas corren un riesgo particular. “Las niñas socializan más para
compararse con otras personas, en particular con otras niñas, para desarrollar sus identidades, lo que las hace
más vulnerables a las desventajas de todo esto”. Ella advierte que a menudo la falta de una autoestima
sólida es la culpable. “Olvidamos que la agresión relacional proviene de la inseguridad y de sentirse mal
consigo mismo, y de querer menospreciar a otras personas para sentirse mejor”.
La aceptación entre sus iguales es importante para los adolescentes, y muchos de ellos se preocupan por su
imagen tanto como un político que se postula para un cargo, y para ellos puede sentirse así de serio.
Agregue a eso el hecho de que los niños de hoy obtienen datos reales de encuestas sobre cuánto les gustan
a las personas o sobre su apariencia, a través de cosas como los “me gusta”. Es suficiente para hacer voltear
la cabeza a cualquiera. ¿Quién no querría verse “mejor” si puede? Entonces los niños pueden pasar horas
recortando sus identidades en línea, tratando de proyectar una imagen idealizada. Las adolescentes
clasifican centenares de fotos, con una tremenda angustia sobre cuáles publicar en línea. Los adolescentes
varones compiten por la atención tratando de superar a los demás, traspasando los límites tanto como
pueden en la ya desinhibida atmósfera en línea. Hacen pandillas unos contra otros.
Los adolescentes siempre han estado haciendo esto, pero con el advenimiento de las redes sociales se
enfrentan a más oportunidades y más trampas que nunca. Cuando los niños revisan las publicaciones en las
redes sociales y ven qué bien lucen todos, solo aumenta la presión. Estamos acostumbrados a preocuparnos
por los ideales poco prácticos que los modelos de revistas retocados digitalmente le dan a nuestros hijos, pero
¿qué sucede cuando el niño de la casa de junto también está retocado? Aún más confuso, ¿qué pasa
cuando nuestro propio perfil no representa realmente a la persona que sentimos que somos en nuestro
interior?
“La adolescencia, y en particular al inicio de los veinte, son los años en los que eres muy consciente de los
contrastes entre quién pareces ser y quién crees que eres”, dice la Dra. Wick. “Es similar al ‘síndrome del
impostor’ en psicología. A medida que crecemos y adquirimos mayor dominio, empezamos a darnos cuenta
de que en realidad somos buenos en algunas cosas, y luego sentimos que esa brecha, con suerte, se
estrecha. ¡Pero imagine que su miedo más profundo y oscuro es que usted no sea tan bueno como parece, y
luego imagine que necesita verse perfectamente bien todo el tiempo! Es agotador”.
Como explica la Dra. Steiner-Adair, “la autoestima proviene de la consolidación de lo que somos”. Cuantas
más identidades tengamos, y cuanto más tiempo nos hagamos pasar por alguien que no somos, más difícil
será sentirse bien acerca de nosotros mismos.