Jabalina
Jabalina
Jabalina
El campeón olímpico Erik Lemming, en la prueba de jabalina-estilo libre de los Juegos Olímpicos de
1908.
Reglamento[editar]
Características de la jabalina[editar]
La jabalina es un venablo muy alargado con la punta metálica. La longitud de la jabalina es
de 260-270 cm en categoría masculina y 220-230 cm en categoría femenina, y, para
categorías a partir de los 18 años, un peso mínimo de 800 g para los hombres y 600 g
para las mujeres. Tiene un asidero, fabricado con cordel, de unos 15 cm de largo, que se
encuentra aproximadamente en el centro de gravedad de la jabalina (entre los 90 cm y
110 cm). A lo largo de la historia se ha venido acercando a la punta el centro de gravedad
de las jabalinas, para hacer que caigan antes, ya que se comenzaban a realizar marcas
que excedían el largo de los campos de caída.
Técnicas de lanzamiento[editar]
El objetivo de efectuar un buen lanzamiento técnico es el de que la jabalina tenga la mayor
velocidad posible en el momento de ser lanzada, aunque también influyen otros aspectos
que pueden ser controlados, como el ángulo de salida o el alineamiento de la jabalina con
los hombros a la hora de la carrera y del momento de ser lanzada.
Desde el inicio de los lanzamientos en la era moderna han existido varias técnicas de
lanzamiento, existiendo incluso durante algún tiempo una técnica rotatoria, adaptada al
lanzamiento de jabalina por Félix Erausquin, derivada del lanzamiento de barra que se
practica en el País Vasco. Con esta nueva técnica, Miguel de la Quadra-Salcedo batió
holgadamente la plusmarca mundial de jabalina.2 Ante la peligrosidad que ofrecía esta
técnica para lanzadores inexpertos, la IAAF se vio en la obligación de modificar el
reglamento por dos veces, incluyendo en el reglamento que ni el lanzador ni la jabalina
podían estar orientados en ningún momento del lanzamiento de espaldas a la zona de
lanzamiento.2 Esta marca no se homologó pese a ser la modificación del reglamento
posterior al lanzamiento. Esta técnica era muy peligrosa si no se dominaba perfectamente,
puesto que existía la posibilidad de que la jabalina saliera hacia otro lugar que no fuera la
zona de la caída, con el consiguiente peligro para espectadores y atletas que competían
en otras pruebas.
Actualmente se utiliza la técnica denominada clásica, que se adapta, con pequeñas
variantes, a las características del atleta. En esta técnica se utiliza una serie de pasos
previos al lanzamiento. Normalmente se utiliza una carrera normal, para, después, al
armar el brazo manteniendo la jabalina a la altura de los ojos y alineada con los hombros
en la dirección del lanzamiento, hacer una serie de pasos cruzados y por último efectuar
un apoyo con el pie izquierdo (paso de acomodo), bloqueando la parte izquierda del
cuerpo, para después con el pie derecho y la cadera efectuar una ligera rotación hacia
dentro (paso suave), y seguidamente soltar el brazo, ejecutando el lanzamiento. La mano
izquierda, desde el paso cruzado, se ha de llevar alta para en el momento de lanzar
llevarla hacia el lado izquierdo. Después se debe continuar la inercia del lanzamiento, no
bloqueándose completamente. Es importante que el lanzador en todo momento esté
relajado, pues los músculos se estiran más si están relajados que en tensión, permitiendo
una mayor elasticidad en el lanzamiento. Podemos resumir esta técnica diciendo que tiene
cuatro partes: carrera, paso cruzado, lanzamiento y recuperación.