Modulo 3 Las Fuentes Del Derecho Romano
Modulo 3 Las Fuentes Del Derecho Romano
Modulo 3 Las Fuentes Del Derecho Romano
1.1 El Ius
El ius
La palabra que se usaba en Roma para designar lo que hoy conocemos como Derecho
era la palabra ius, de la cual derivan las palabras españolas jurídico, jurista y otras. Ius
significa prioritariamente lo justo.
Ius es un término del derecho romano; su definición hoy en día podemos equipararla a
la del derecho objetivo: se refiere al conjunto de reglas y normas que conforman un
ordenamiento jurídico.
Juvencio Celso hijo, jurisconsulto romano que vivió entre los siglos I y II de nuestra era,
definía el ius o el derecho como “el arte de lo bueno y de lo equitativo” al afirmar, en
latín: “ius est ars boni et aequi”.
Esta afirmación es considerada como uno de los dogmas fundamentales del derecho
romano, pues en ella se encuentran condensados algunos de sus principios.
1.2 La civitas
Tipos de civitates
Los romanos distinguían entre varios tipos de ciudades: civitates de derecho romano o
de ciudadanía romana plena, ciudades latinas, pertenecientes a la Liga Latina, ciudades
sin voto (civitas sine suffragio) y ciudades confederadas no latinas, cuyos derechos se
establecían en tratados particulares. La civitas tiene su origen en la polis griega y se
desarrolla y configura durante la República Romana, pero mientras que en la polis
griega se habla del hombre como animal político, en la civitas romana, es un animal
social. La cohesión en la civitas se basa en el consenso de la ley, en el «pacto» de
sumisión de sus habitantes a la misma.
El término auctoritas procede del verbo augere, que significa autoridad, autorización,
asistencia. Por su parte, el vocablo potestas se utiliza para designar “la facultad de
disposición jurídicamente atribuida a una persona.
Empieza con la definición que Ulpiano da de la Iurispprudentia, para luego entrar a los
orígenes de la misma, en la época de la Monarquía, titulando todos estos
acontecimientos como “la primera Jurisprudencia”, donde destaca la intervención de
los Pontífices, primeros sacerdotes juristas, que a través de la interpretatio llenaban los
huecos de la ley o extendían su significado a fin de modernizar el derecho, creando con
esto, los cimientos de esta rama. Continuaron estos acontecimientos a través de la
siguiente etapa, “la República” que con sus nuevas fuentes del derecho (la ley, los
plebiscitos, los edictos de los magistrados y los senado-consultos) hacen que los juristas
sigan a través del “Dictamen” con su actividad jurisprudencial produciendo la
“Jurisprudencia Cautelar” que era más bien, una labor de dictaminar hacia un enfoque
más libre y amplio.
La primera Jurisprudencia
La Ley de las XII Tablas fue objeto de una primera interpretación jurisprudencial todavía
rudimentaria, pero no sin fuerza creadora, de la que fue surgiendo un orden jurídico
más amplio, acomodándose a las necesidades del crecimiento del pujante pueblo
romano. En los inicios del siglo II a.C. se observa una decidida tendencia a la
nacionalización secular del ius civile.
Con esta importante aseveración y peculiar ley, se da entrada a partir del 450 a.C., al
más genuino punto de partida de la Jurisprudencia Romana, cuando el Colegio de los
Pontífices (los sacerdotes), primeros juristas de Roma, a través de la interpretatio y para
resolver las controversias entre Patricios y Plebeyos, empezaron a llenar por analogía,
los huecos de la citada ley y extendían el significado de los términos, más allá de la
intención de los originales decembiri (la comisión de diez ciudadanos que le dieron
origen a la ley) o inclusive utilizaban los términos en contra de la evidente intención de
los creadores, a fin de modernizar el derecho sin tocar las palabras de la ley, de esta
manera se evidencia la intención de estos juristas, de ir adaptando el derecho al
desarrollo de la realidad social de aquella época.
Para los romanos la ley es toda manifestación del pueblo al ordenar y disponer algo, por lo
que en un sentido amplio se usó el término ley para cualquier norma con fuerza universal
dentro del cuerpo jurídico del derecho romano, así se llamó ley a algunos edictos
proclamados por los emperadores, y a algunos plebiscitos, e.g. la Lex Aquilia.
Aunque estrictamente "ley" era el nombre que recibían los actos proferidos por votación en
los comicios romanos a propuesta de un magistrado, con un procedimiento especial, y con
tiempos definidos de promulgación y discusión.
En un sentido amplio la palabra lex refería a cualquier norma, que tuviese una aplicación
obligatoria y general a todos los habitantes, independientemente del órgano colegiado o
magistrado que la promulgara.
El concepto de 'ley', del latín lex o legis, que podría ser traducido como ligar o escribir, es
indudablemente uno de los principales aportes de la civilización romana a la cultura
universal, y su uso es una práctica universal en el mundo moderno.
3.6 Los edictos
Edicto es el nombre que recibían los pronunciamientos oficiales que hacían los magistrados
romanos con relación a los asuntos de su competencia, permitiendo al público en general
conocer tanto las decisiones específicas de un magistrado, como las normas o las
condiciones en que debían allegarse a él los casos.
• Edictos del pretor
• Edictos del emperador
La facultad que permitía la publicación de edictos, se llamó ius edicendi, y era exclusiva de
las magistraturas. Aunque solo dos tipos de estos edictos fuero jurídicamente relevantes: (a)
los del pretor y (b) los del emperador, por ser ambos creadores de verdadero derecho.
En general, las mayores fuentes de los edictos del derecho romano provinieron de los
pretores, o al menos fue así hasta el 131 cuando Adriano ordenó compilarlos todos en un
solo texto.
Esto, debido a que cada año, el pretor debía invocar las normas que tendría como
referencia para sus juicios. Y es precisamente esta labor de publicidad del contenido de los
edictos, lo que dio como resultado el surgimiento del ius honorarium.
Ya durante la época imperial romana son famosos los edictos publicados por el emperador,
y a nivel provincial los edictos por los gobernadores ─presidentes─ que regían como los del
mismo emperador.
Para el Derecho Romano, el senadoconsulto es el acto proferido por parte del Senado
sobre cualquier materia en concreto. A lo largo de la historia romana su vinculatoriedad
jurídica varía, siendo de carácter meramente consultivo durante el periodo republicano,
especialmente luego de la Lex Hortensia y luego de un carácter obligatorio durante el
imperio.
El senado fue una institución romana presente durante casi toda la duración de Roma, tanto
en su etapa republicana, como durante la consolidación del imperio. Una de sus principales
funciones fue asesorar a los magistrados y decidir en temas que se consideraran fuera de la
competencia del magistrado. Si bien es una fuente formal del derecho romano, su
vinculatoriedad jurídica fue variable a lo largo del tiempo.
Así pues, sólo diremos, antes de iniciar con las características de la Jurisprudencia
Clásica, que en el gobierno republicano se conocieron como fuentes del derecho, las
siguientes figuras:
Octavio, sin pretender como César instaurar una Monarquía helenística (pero sin
olvidarse completamente de ella) restauró la vieja República romana, otorgando
poderes al senado y al pueblo y encubriendo su personal potestad en su auctoritas
Principis. Ésta lo consagra como guía, protector de la República y como “Augusto” que
daba plenitud al augurium augustum de la fundación de Roma.
Con la instauración del Principado, se afectó a las fuentes de producción del derecho,
pues desde Octavio, se observó la costumbre de los emperadores de otorgar el Ius
Publice Respondendi ex auctoritate Principis siempre y cuando, así les fuere concedido
y se utilizaba para formular cuestiones de carácter jurídico, pero sólo a unos cuantos
favoritos del Emperador, aunque quedaban también en funciones, los jurisconsultos
particulares, que de forma personal asesoraban a las personas y a veces a los
Magistrados, pero sus opiniones, no contaban para la Jurisprudencia oficial. Por estas
circunstancias surgieron en aquella época dos importantes corrientes jurisprudenciales
o escuelas: La Sabiniana (Capitón, alto funcionario del emperador Octavio) y la
Proculeyana (fundador Labeón, adverso a la política del emperador).
Gran parte de esta literatura nos resulta fácilmente accesible gracias al esfuerzo de Otto
Lenel por reordenar por autores en su Palingenesia Iuris Civiles, los fragmentos
jurisprudenciales que conocemos principalmente por el Digesto de Justiniano, pero
sería imposible abarcar en esta reseña aunque fuera someramente, los aspectos más
importantes de la misma, solo nos concretaremos a hacer una mención de los
principales juristas que contribuyeron a esta brillante época de Jurisprudencia Romana.
Publio Mucio Escévola, Marcos Iunius Bruto y Manilio Marcus, son los tres que se
consideran fundadores del Ius Civile de esta época; Quinto Mucio Escévola (sobrino), el
augur; Publio Lucio Craso Luciano, hermano menor de P.M.Escévola; Aquilio Galo;
Servio Sulpicio Rufo; Aulo Ofilio; Alfeno Varo.
Se consideran los rescriptos imperiales como fuente de derecho y, por tanto, con fuerza
de ley. La doctrina romanística (no unánimemente), sin embargo, no comparte el
criterio de la jurisprudencia clásica y critica que se atribuya fuerza de ley a las
constituciones imperiales. Aunque los rescriptos tuvieran en principio eficacia normativa
directa únicamente sobre el concreto asunto del que habían emanado, fuera de ese
caso los rescriptos tuvieron la eficacia de un precedente: "criterios decisionales
precedentes".
La última etapa de la jurisprudencia clásica (año 130 al 230 d.C.) se caracteriza por la
progresiva centralización del derecho en la cancillería imperial formada por los
jurisconsultos y la transformación de éstos en burócratas. El periodo de transición lo
marca la época del emperador Adriano y el jurista Salvio Juliano. Con la codificación
del edicto que éste realiza se detiene la gran obra de creación de nuevas acciones y
medios procesales. El nuevo procedimiento cognitorio, con su tramitación ante un juez
único y la jerarquizada apelación, supone un nuevo modo de actuar de la
jurisprudencia.
Por otra parte, el derecho estudiado por los juristas, tradicionalmente centrado en el
pasado, se extiende a todas las cuestiones relacionadas con la administración en
general y con otras ramas como el derecho de los funcionarios públicos y el derecho
penal y fiscal. Se establece una distinción entre el derecho privado y el derecho
público.
El más famoso y desconocido jurista de la época es Gayo, maestro del derecho que
nació y vivió en una provincia oriental. Su obra más importante son las famosas
Instituciones, manual didáctico que ha tenido la mayor influencia en la compilación
justinianea y en la sistemática del derecho. Gracias a ese libro podemos conocer las
más antiguas instituciones y el procedimiento de las acciones de la ley y el formulario.
Sus instituciones nos han llegado completas de ahí su importancia.
Cuando hablamos de fuentes del derecho hay que tener en cuenta la siguiente
aclaración:
- Fuentes de conocimiento: Son los elementos que nos permiten reconstruir el proceso
de formación del Derecho romano a través de sus épocas históricas. En este punto
entrarían principalmente las fuentes literarias, epigráficas etc. Dentro de las fuentes de
conocimiento, a su vez se dividen en jurídicas (aquellas que se refieren al Derecho,
como la Ley de las XII Tablas o las instituciones de Gayo) y extrajurídicas (aquellas que
nos traen el Derecho por referencia, toda aquella obra literaria que nos permita
reconstruir el Derecho romano)
Ley y plebiscito
La ley es una declaración de potestad autorizada por el pueblo, que vincula a todos los
ciudadanos.
Los juristas se reunían para aprobar la ley propuesta o dictada por el magistrado.
• Perfectas: son las que declaran la ineficacia de los actos realizados en contra por
efecto del mismo derecho.
• Menos perfectas: son las que no declaran la ineficacia o nulidad del acto, sino
que imponen una sanción o pena por la infracción.
• Imperfecta: son las que no disponen nada, pero pueden servir de base a
recursos de la jurisdicción pretoria.
Los plebiscitos son las propuestas de los tribunos, aprobadas por la plebe reunida en
asambleas o concilia.
Senadoconsultos
Constituciones imperiales
Constitución del príncipe es lo que el emperador establece por decreto, por edicto o
por epístola jamás se ha dudado que tenga fuerza de ley, ya que el mismo emperador
recibe el poder en virtud de una ley. Los emperadores dictaban epístolas: que servían
de forma ordinaria para comunicar las decisiones imperiales de todo tipo. Estas podían
ser:
La actividad legislativa más importante del príncipe son los rescriptos: son respuestas
sobre cuestiones jurídicas de la cancillería imperial, de la que forman parte los más
destacados juristas solicitados por las partes en un proceso o por los magistrados y
jueces. El rescripto se escribía al final de la misma instancia o en una epístola separada.
Los verdaderos rescriptos aparecen con Adriano que tecnifica el consejo del
emperador integrando en él a los juristas y a los nuevos funcionarios.
Edictos
BIBLIOGRAFIA Y CIBERGRAFIA
Derecho Privado Romano, Antonio Ortega Carrillo de Albornoz.
https://luihernandezc.files.wordpress.com/2020/03/romano-ii-mtra-luisa-hernc381ndez-
cabrera.pdf
http://ual.dyndns.org/biblioteca/Derecho_Romano_2017/pdf/DeRom09-27p.pdf
https://www.unilibre.edu.co/cartagena/pdf/investigacion/libros/derecho/DERECHO%2
0ROMANO.pd
https://www.significados.com/derechoromano/#:~:text=El%20derecho%20romano%20
son%20las,jur%C3%ADdico%20llamado%20Corpus%20Iuris%20Civilis.
VIDEOS DE APOYO
https://www.youtube.com/watch?v=AA4JfcYh4Ig
https://www.youtube.com/watch?v=rJwxTOLhz-k