El Camino Espiritual

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El camino espiritual

Emprender un camino espiritual es posible, sencillo y necesario, cuando logramos comprender que en ello
radica el propósito mismo de la existencia.

Todo ser vivo en el universo: plantas, animales, minerales y humanos; en este y en cualquier planeta con
vida, se encuentra en un momento diferente de evolución espiritual. Los humanos, un paso delante de
minerales, plantas y animales; dos pasos adelante de los seres involutivos que existen (habitan) en el
inframundo; y bastante más rezagados que los seres trascendidos espiritualmente que existen en las
dimensiones más elevadas (superiores) de la naturaleza.

Somos almas eternas que toman cuerpo físico para vivir la experiencia terrenal, para crecer y evolucionar.
Nuestra alma tiene 108 oportunidades de tomar cuerpo físico (le llamamos reencarnación), con el propósito
de experimentar y aprender, para distinguir entre el bien y el mal. Luego de muchos tropiezos en una y otra
vida, debemos aprender la valía del AMOR incondicional e inclinarnos definitivamente por el lado del bien,
encontrar el camino de la ascensión espiritual, para desarrollar las virtudes y limpiar nuestra alma de la
suciedad adquirida por caminar entre tanto lodo de maldad terrenal, y trascender espiritualmente. Luego,
podremos ascender a las dimensiones superiores de la naturaleza donde se respira verdadera paz, armonía
y libertad, y no existe la pesada carga de nacer y morir una y otra vez, cada cierto tiempo (conocido también
como rueda del Sansara).

Las almas que no aprendan la lección del AMOR incondicional, se precipitarán a la oscuridad del abismo (el
infierno) por decenas de millones de años, hasta limpiar completamente toda la maldad adquirida y recibir
otro ciclo de 108 vidas para encontrar el camino de ascensión espiritual. Es una ley universal de la Creación,
infalible. Nuestras almas lo saben, queda de nuestra parte elegir, según el libre albedrío (otra ley universal),
qué hacer y cómo llevar cada nueva oportunidad. Debemos distinguir en cada momento de nuestras vidas
entre el bien y el mal: en cada pensamiento, sentimiento, deseo, emoción y acción.

En cada instante de la vida, con nuestras actuaciones, tomamos partido entre el bien y el mal, la suma de
ello, al terminar cada vida, inclinará la balanza a favor o en contra de nuestra alma. Según el balance, así nos
irá en la siguiente oportunidad dentro de las 108, teniendo que pagar por los errores (se le llama karma),
mientras desarrollamos el nuevo recorrido para aprender y crecer. Tenemos múltiples ciclos de 108 vidas
para emprender el camino espiritual y trascender: mientras más pronto lo encontremos, más pronto
regresaremos a la paz y felicidad eterna en los mundos superiores y podremos tomar cuerpo físico a voluntad,
en uno u otro planeta habitado del universo, mientras continuamos nuestro desarrollo espiritual para
convertirnos en Seres de Luz, en Ángeles; mientras más tardemos, mayor tiempo permaneceremos en esta
realidad involutiva de permanente sufrimiento, dolor, tristeza, padecimiento y agonía, que abruma a nuestra
alma y la compromete a perderse para siempre.

Existe el mundo material, conocido ampliamente por nosotros en esta dimensión terrenal involutiva, mundo
limitado y finito, vacío de verdadero valor. Y existe el mundo espiritual, infinito, eterno y lleno de todo valor.
Debemos despertar, experimentar, comprender y crecer. Entender y aceptar que existe vida mucho más allá
de lo que nos han mostrado, atrevernos a descubrir y experimentar para crecer desde nuestra propia
experiencia. Cada alma tiene su propio camino, traza su propio recorrido. Podemos encontrar un guía, una
sugerencia, una pista, un mensaje que nos ayude (como estas palabras), pero cada cual tiene que trabajar en
su alma y recorrer su propio camino. Nadie puede hacerlo por mí, nadie puede sacrificarse por mí, nadie
puede hacer mi trabajo: cada alma debe aprender, crecer y trascender desde su propia experiencia.

La salvación del alma (la evolución espiritual), solo podremos alcanzarla con el despertar de la conciencia,
que nos permitirá conocer, comprender y aceptar estas grandes verdades universales, ocultadas a la
humanidad durante miles y miles de años, y tergiversadas a través de la historia por más de 6 mil religiones
y sectas religiosas, para adormecer y controlar a las grandes mayorías, vendiendo un mensaje fácil de
salvación, mensaje falso que no permitirá la salvación de nadie: no basta con creer y aceptar a Dios para ser
salvos, ¡NO! ¡No es así!

Se necesita despertar conciencia, encontrar la verdad de la Creación Divina, la Chispa Divina dentro de
nosotros, crecer por nuestras propias fuerzas para liberarnos de las ataduras del mundo terrenal-material y
ascender espiritualmente hasta regresar con mayor conocimiento a las dimensiones superiores desde donde
partimos miles, o millones de años atrás. Debemos hacer el trabajo de liberación de nuestra alma, día por
día, instante por instante, practicando la eliminación del ego, la transmutación de la energía y el Amor por la
humanidad, un trabajo arduo, difícil, gigante, que requiere tenacidad, sacrificio, dedicación, valentía,
decisión, coraje, convicción y que nos tomará, con toda seguridad, más de una vida.

No es fácil la salvación, requiere esfuerzo y sacrificio, día tras día. Solo eliminando el EGO podremos despertar
conciencia y trascender espiritualmente. Solo así podemos lograrlo. Es necesario, urgente e impostergable.
Queda poco tiempo, muy poco tiempo y hay mucho por hacer.

Las dimensiones de la naturaleza y las Leyes Universales.

Así como existe dentro de la naturaleza, la tercera dimensión, física, tridimensional y terrenal, en la que
desarrollamos nuestra vida física, así también existen múltiples dimensiones espirituales (o de conciencia),
tanto hacia arriba como hacia abajo, donde tiene lugar parte de nuestra vida, sin percatarnos si quiera de
ello por mantener nuestra conciencia dormida y ser ajenos a muchas realidades propias (inherentes), del SER
multidimensional que somos.

Existe la cuarta dimensión, el mundo vital o dimensión del tiempo, donde coinciden pasado, presente y futuro
en un solo punto y podríamos movernos a voluntad hacia uno u otro lado. Existe la quinta dimensión o mundo
astral, conocido también como mundo de los sueños o mundo de los vivos y muertos. Todo lo que vemos en
sueños ocurre en el plano astral y constituye solo una parte de lo que hacemos (o de lo que podríamos hacer),
en el mundo astral, que es mucho más extenso y útil. Más arriba, la sexta dimensión o mundo causal, la causa
de todo lo que existe, lugar donde se encuentran los archivos akáshicos de la naturaleza, los que recogen el
registro de todo lo sucedido en el universo desde que fuera creado, y de todo lo que existe dentro de este,
la fuente de información más valiosa a la que se pueda acceder.
Las dimensiones existen al mismo tiempo, pero independientes una de otra, cada dimensión superior,
contiene a las dimensiones inferiores, se mezclan, pero no se confunden. En dependencia de nuestra
evolución espiritual, tendremos acceso a una u otra dimensión, pudiendo manejarnos a voluntad en cada
una de ellas. A las dimensiones séptima, octava y novena (alma, budi y mana), solo podremos acceder cuando
hayamos trascendido espiritualmente y seamos seres con el nivel espiritual necesario para nacer y morir a
voluntad, en uno u otro planeta del universo, cuando no haya ni un ápice de maldad en nuestra alma y
practiquemos en todos nuestros actos el AMOR universal. A las dimensiones décima, onceava y duodécima,
solo pueden acceder los seres más elevados espiritualmente, quienes dominan las fuerzas mismas de la
Creación, pudiendo crear nuevos seres, mundos y universos, tan solo con el pensamiento.

Por debajo de nosotros, encontramos en la segunda dimensión, a plantas y animales; y en la primera


dimensión, a los minerales: la tierra y toda criatura en estado mineral, también poseedoras de alma, y por
tanto, seres vivos, en un lugar muy bajo dentro de la espiral evolutiva. Estas, también dimensiones físicas,
terrenales y tridimensionales, pero de bajo nivel evolutivo. Por debajo de estas comienza el inframundo o las
infradimensiones (los mundos infiernos), donde radican los seres más involutivos de toda la existencia. Las
dimensiones del inframundo y de la 4ta dimensión hacia arriba, son dimensiones espirituales, no podemos
percibirlas con los sentidos físicos, debemos desarrollar nuestros supra-sentidos (clarividencia,
clariaudiencia, telepatía, intuición, castidad, entre otros), evolucionando espiritualmente, para poder
distinguirlas e interactuar en ellas conscientemente.

El Limbo es el primer nivel del inframundo, antesala del infierno, donde radican muchas almas que perdieron
el cuerpo físico (muerte física), ya sea como parte del pago por sus malas obras, o ya sea esperando el juicio
que toda alma vive frente al Tribunal de la Justicia Divina, cada vez que pierde el cuerpo físico, cada vez que
morimos en este plano material. El tiempo de permanencia en el Limbo dependerá de la decisión del Tribunal,
ya sea en espera de juicio, o como pago por nuestros errores. A esta infradimensión también pueden llegar
seres oscuros (arcontes, draconianos, larvas astrales, demonios, y demás seres infradimensionales) a
molestarnos, atormentarnos, como parte del pago para nuestra alma.

Los mundos infiernos están compuestos por nueve infradimensiones, nueve círculos infernales o dantescos
(conocidos así por la obra de Dante Alighieri). Mientras más abajo, es más pesada o densa la existencia y, por
tanto, más dolorosa y sufrida. Por cada error que no hayamos pagado en vida, permaneceremos pagando en
alguno de los círculos del infierno, durante miles de años. En cada círculo podríamos permanecer varios
millones de años, siempre dependiendo de la cantidad y magnitud de nuestros errores al violar las leyes
universales. En total, se estimaría entre 30 y 90 millones de años la permanencia de cualquier alma en los
mundos infiernos.

Comenzamos a pagar por el mayor error cometido y transcurrimos uno tras otro, decreciendo según el nivel
de gravedad, hasta terminar por el menos grave, cada uno durante miles y miles de años; por tanto,
comenzaremos por el nivel más bajo dentro de los círculos infernales, de acuerdo a la magnitud de nuestro
mayor error e iremos ascendiendo, error tras error, hasta terminar en lo más alto dentro del infierno (primer
círculo). Digamos que nuestro mayor error nos conduzca al cuarto círculo, desde ahí ascenderemos, error
por error, hasta terminar con el último, el menos grave, en el primer círculo. Para las infracciones más graves
a la ley universal, está reservado el noveno círculo: negar o atentar contra la vida propia o ajena (que es negar
la Creación misma), con faltas como: asesinato, suicidio, aborto, violación, y también causar conscientemente
otro tipo de daños a la vida de otros seres vivos (minerales, plantas, animales y humanos).
Por cada error que no hayamos pagado en vida, que no hayamos enmendado, por cada lección no aprendida,
por cada actuación alejada completamente del AMOR universal, nuestra alma pagará con sufrimiento y dolor
en los mundos infiernos al terminar cada ciclo de 108 vidas. Los demonios y otros seres del inframundo se
encargarán de recordarnos lo que hicimos mal, con torturas permanentes, cada instante de tiempo, durante
miles y miles de años, por cada error, uno por uno, sin que nadie pueda evitarlo ni hacer nada por ayudarnos,
hasta que rendida de tanto sufrimiento y dolor en contra de nuestra voluntad, nuestra alma haya aprendido
la lección del AMOR universal en cada error cometido, lo que es lo mismo: que haya sido purificada de toda
maldad. Es otra ley universal, infalible.

Cada dimensión, la Creación toda, es regida por leyes universales: mientras más arriba dimensionalmente
(espiritualmente), menor cantidad de leyes y, por tanto, más ligera, sencilla y llevadera la existencia; mientras
más abajo, mayor cantidad de leyes y, por tanto, más pesada, densa y tortuosa, la existencia. En la tercera
dimensión rigen 48 leyes universales; en la quinta dimensión, 24 leyes; en la sexta, 12 leyes; en la séptima, 6
leyes; en la octava, 3 leyes; en la novena, 2 leyes; y de la décima para arriba, solo una ley. Hacia abajo se
multiplican: en el primer círculo del infierno, 96 leyes; en el segundo, 192 leyes; en el tercero, 384 leyes; y
duplicándose por cada nivel que se desciende, llegando a 24.576 leyes en el noveno círculo, carga demasiado
pesada y difícil de llevar. Si la tercera dimensión es difícil de llevar con tan solo 48 leyes universales, imagínese
dimensiones más abajo con mayor carga. Mejor será siempre esforzarse y trabajar para ascender, que
involucionar y descender.

Por ejemplo, en el plano astral (5ta dimensión), no existe la ley de gravedad, por lo tanto, podemos levitar y
volar a voluntad, a cualquier lugar, en cualquier momento. Tampoco existe el tiempo cronológico, como lo
conocemos aquí, sino que podemos movernos a voluntad, solo con pensarlo, a cualquier punto del pasado,
presente o futuro, de nuestra vida actual, de alguna vida pasada o futura, en este planeta o cualquier otro
lugar del universo. Nuestra alma, nuestro cuerpo astral, puede moverse libremente a través del tiempo y del
espacio, las limitaciones solo estarían en nuestra mente, determinadas por nuestro avance espiritual.

Para cada dimensión de la naturaleza, tenemos un cuerpo adecuado a las características de cada dimensión
que nos permite vivir nuestra experiencia particular en cada dimensión. Nuestro cuerpo físico es muy pesado,
muy denso, y no sirve para vivir la experiencia en las dimensiones superiores, de modo que fuimos creados
con copias correlativas de nuestro cuerpo físico, para cada una de las dimensiones superiores.

El cuerpo físico solo podemos utilizarlo en esta dimensión física – terrenal. El cuerpo vital actúa en el plano
vital y cumple la función de vitalizar al físico, de restaurar el cuerpo físico, reponer sus energías durante el
período de descanso mientras duerme. El cuerpo astral actúa en el plano astral, también durante las horas
del sueño: una vez comienza el sueño, se desprende del cuerpo físico y comienza su actuación, “su vida”, en
el plano astral, parte de esa actuación podemos recordarla como sueños, terminado el sueño, regresa y se
reincorpora al cuerpo físico, lo mismo que el cuerpo vital. Sucede en modo automático, sin que podamos
percatarnos de ello, constituyen funciones biológicas y naturales de nuestros cuerpos.

Extraordinario sería, y significaría un gran avance espiritual para el nivel donde nos encontramos, que
podamos vivir la experiencia astral conscientemente, que seamos conscientes del momento en que el cuerpo
astral se desprende del físico, y de ahí en adelante, toda la experiencia en el plano astral, podamos
desarrollarla conscientemente, a voluntad, moviéndonos a un lado y otro para multiplicar hasta el infinito
nuestra experiencia de aprendizaje y crecimiento. En el plano astral podemos conversar con cualquiera de
los grandes maestros de sabiduría (Jesús, Buda, Krishna, Mahoma, Quetzalcóatl, entre muchos otros), con
los grandes filósofos de la antigüedad (Sócrates, Platón, Aristóteles, entre otros), con grandes guías
espirituales, del pasado o el presente, con los Santos de las iglesias, con cualquier persona del pasado o el
presente, a quienes podemos pedir ayuda, orientación y asistencia para avanzar espiritualmente o para
solucionar cualquier problema de la vida física cotidiana. Es el mayor provecho que podemos sacar de nuestra
experiencia consciente en el plano astral.

El plano astral es una inmensa fuente de información y conocimiento, y el mejor uso que podemos hacer
conscientemente de ello, es investigar y profundizar en lo que conocemos y en lo desconocido, para avanzar
en nuestro camino espiritual. Podemos investigar quiénes fuimos en nuestras vidas pasadas, cómo vivimos,
qué errores cometimos, qué de nuevo aprendimos, qué personas se relacionaron con nosotros, y en ello
encontraremos muchas explicaciones a cuestiones de nuestra vida actual. Para lograr el dominio consciente
del plano astral, deben conocerse las técnicas para el desdoblamiento astral consciente y, sobre todo,
ponerlas en práctica todos los días, hasta lograr pleno dominio y control. Solo practicando se podrá dominar
la técnica y avanzar.

Tan solo el dominio del plano astral, la dimensión superior más cercana a nosotros y con la que nos
encontramos más familiarizados por tener vistazos de ella cada noche en nuestros sueños, requerirá de
nosotros mucho esfuerzo, sacrificio y práctica, lo cual demandará un tiempo de varios meses o años, en
dependencia de cuanto esfuerzo pongamos y cuanto avancemos en el trabajo espiritual, pero bien vale la
pena por los grandes beneficios y resultados que nos depara. Para acceder a las dimensiones sexta hacia
arriba, es imprescindible dominar el plano astral y tener un mayor avance en nuestro estado espiritual,
encontrarse realizando el trabajo del iniciado, el trabajo para el despertar de la conciencia y la realización
íntima del Ser, consistente en: eliminar el ego, transmutar las energías creadoras y brindar AMOR a la
humanidad en todos nuestros actos.

La eliminación del ego:

El factor más importante para avanzar espiritualmente es la eliminación del EGO. El ego (nuestros agregados
psicológicos o defectos de carácter), constituye el mayor tropiezo para el avance y desarrollo espiritual. Es el
factor que más nos ata a este mundo terrenal y, por consiguiente, más nos aleja de la Divinidad. Solo
eliminándolo, podremos avanzar firme y sostenidamente en la espiritualidad.

Nuestros agregados sicológicos son la causa de todos nuestros problemas, dolores, padecimientos,
sufrimientos, desgracias. Los egos controlan nuestra actuación humana y atrapan, ahogan, embotellan, las
virtudes del alma. Cada vez que actuamos, ya sea desde nuestro pensamiento, sentimiento, deseo, emoción
o acción, siguiendo la lógica de nuestro ego, encadenamos a nuestra alma a continuar padeciendo en esta
realidad terrenal involutiva. Siempre que actuemos en función de nuestro ego, las virtudes del alma
permanecerán embotelladas, ahogadas, por esos egos que se están manifestando.
Nuestra alma tiene miles de virtudes y cada una, tiene un ego que la envuelve, atrapa y ahoga, para no dejarla
expresar, por lo que debemos entablar una batalla feroz contra nosotros mismos, en todas nuestras
actuaciones como humanos (sentimientos, pensamientos, deseos, emociones, acciones), para eliminar
completamente el ego de nuestra psiquis y que no se manifieste más, permitiendo entonces que sean
nuestras virtudes las que señalen/marquen todas nuestras actuaciones. Es necesario, imprescindible,
impostergable y urgente: en ello nos va la vida misma. Solo eliminando el EGO podemos avanzar firme y
sostenidamente en el camino espiritual, para ascender y trascender esta realidad involutiva de la tercera
dimensión. A ello hemos venido, por ello estamos aquí, constituye lo más importante a realizar/lograr, en
nuestras vidas, el propósito mismo de la existencia. Créalo, así es, aunque nunca antes lo haya escuchado.

El EGO es la suma de nuestros defectos psicológicos, que hemos ido engordando, robusteciendo,
fortaleciendo, vida tras vida a lo largo de miles de años de existir como almas en este planeta; y a estas
alturas, se ha vuelto tan grande y pesado, que controla completamente todas nuestras actuaciones. En
nuestra psiquis existe solo un 3% de conciencia libre, el cual nos permite los instintos básicos de
supervivencia; el resto, el 97%, está dominada por el ego, por lo que todas nuestras actuaciones como
humanos están dominadas por el EGO: todos nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, emociones,
acciones.

El EGO es la suma de todas las expresiones de la Pereza, Orgullo, Codicia, Ira, Lujuria, Gula y Envidia, los
llamados también pecados capitales por las religiones. Cada uno de estos defectos, que podemos llamar
cabezas de legión, tienen miles y miles de formas de expresión o detalles que los alimentan y robustecen, día
tras días y permanentemente, a través de nuestras actuaciones, de toda nuestra actividad humana
(pensamientos, sentimientos, deseos, emociones, acciones). Nuestra forma equivocada de sentir, pensar y
actuar, creyéndonos buenas personas o creyendo que somos el centro y dueños del universo, creyéndonos
seres superiores, nos hace seguir el juego del ego, robusteciéndolo en cada paso que damos y convirtiéndolo
en un gigantesco monstruo de siete cabezas dentro de nosotros. Si observamos con atención a nuestro
alrededor, podremos percatarnos que todo en la sociedad está diseñado para robustecer y alimentar el EGO,
y seguimos su oscuro juego.

Para brindar una imagen gráfica, que permita una mejor comprensión, podríamos ver cada ego cabeza de
legión (cada pecado capital), como un frondoso árbol: todo el follaje del árbol representaría el cabeza de
legión (digamos, la Pereza), para alcanzar ese gran follaje tiene miles y miles de raíces, que lo alimentan y
robustecen, esos son los detalles del ego, miles y miles de detalles que lo alimentan constantemente, con
cada manifestación, en cada actuación nuestra. Solo en la medida que cortemos esas raíces, que eliminemos
cada detalle, cada vez que se manifieste alguno, podremos restar fuerzas al frondoso árbol de la Pereza,
hasta derribarlo completamente. Lo mismo para los demás: Orgullo, Codicia, Ira, Lujuria, Gula y Envidia.
Todos funcionan con la misma lógica: se alimentan y robustecen con los detalles que se manifiestan y
debemos cortar las raíces, los pequeños detalles, para librarnos del gran cabeza de legión. Solo así podemos
lograrlo. No es con magia, no con milagros, es con nuestro trabajo íntimo, particular, con firmeza, fuerza,
convicción y determinación, entregados de lleno a esta importante labor de limpieza dentro de nosotros y
que nadie puede hacer por nosotros.

Siempre que se manifieste un ego y no lo eliminemos, se fortalecerá, se hará más grande y será más difícil
de eliminar; siempre que eliminemos el detalle del ego en el momento en que se manifieste, liberaremos la
virtud que tenía embotellada y restaremos fuerza al ego cabeza de legión que lo cobijaba. Así, instante por
instante, vez por vez, a la par que eliminamos cada detalle del EGO en su manifestación (restando fuerza a la
cabeza de legión), liberaremos alguna virtud y podrá entonces manifestarse en nuestras actuaciones.
Manteniendo este trabajo de limpieza, de purificación de nuestras actuaciones (de nuestros pensamientos,
sentimientos, deseos, emociones, acciones), estaremos purificando también nuestra alma de la pesada carga
del EGO, que nos convierte en seres imperfectos e indeseables, cargados de defectos y de mal
comportamiento.

El odio, encadena, embotella, atrapa, ahoga al AMOR; la Pereza a la diligencia; el Orgullo a la humildad; la
Codicia a la austeridad; la Lujuria a la castidad; la Ira a la paciencia; la Gula (glotonería) al ayuno; la Envidia a
la felicidad; la mentira a la verdad; la violencia a la paz; el robo (fraude) a la honradez; y así continúa, nuestros
miles y miles de defectos, atrapando, ahogando, embotellando a nuestras miles y miles de virtudes, las que
solo pueden manifestarse, al liberarlas del EGO o defecto que las atrapa.

Veamos algún ejemplo, cotidiano y sencillo de la manifestación del ego. La preocupación por lo que otros
piensan o dicen sobre mí, es un detalle o manifestación del Orgullo. ¿Por qué me preocupa lo que piensen o
digan sobre mí? Porque es importante para mí tener buena imagen, buena reputación, buen criterio ante los
demás, tener aceptación, reconocimiento, apoyo. Es vanidad, Orgullo. ¿Y por qué me preocupan estas cosas?
Porque creo, equivocadamente, que de ello depende mi estatus, mi posición, mi evolución y desarrollo, y
porque en realidad no soy tan bueno, he cometido errores y de saberse, caería mi reputación, mi imagen y
estaría en peligro mi reputación y estatus; de haber sido íntegra mi actuación, verdaderamente buena, de
haber actuado sin manchas, no tendría de qué preocuparme. Y como me preocupan estas cosas, vivo
pendiente de ello, esclavizado por ello, atento a qué dicen, qué piensan, que comentan sobre mí,
colocándome en primer lugar, en el centro y por encima de todo, círculo vicioso que me atrapa y solo me
conduce a la involución, alimentando y robusteciendo mi Orgullo y vanidad.

Otro ejemplo. Vengo llegando a casa y al pasar frente al vecino, observo que se ha comprado un nuevo
televisor pantalla plana, más grande. Enseguida mi pensamiento comienza a volar: “¡Wow! ¡qué bonito se
ve! ¡todo un espectáculo! ¡como en el cine! ¡qué linda debe verse la novela (o el fútbol) en una pantalla tan
grande! Yo también compraré uno así”. Envidia y vanidad. La envidia desencadenada, en plena acción, que
nos hace padecer, muchas veces, indecible y calladamente. Veo el éxito del vecino, su avance material y
también lo deseo, para no ser menos, para no estar atrás, para que estemos al mismo nivel. Comienzo a
crearme una película, una novela en mi vida y me genero un problema para satisfacer un deseo que no tenía,
teniendo un gasto que tampoco tenía planificado y que, en realidad, ni siquiera necesito, todo empujado por
el chisme, porque si no me interesa la vida de otros, ¿para que mirar adentro de sus casas?

Toda nuestra vida está marcada por este tipo de actuaciones. Cotidiana y permanentemente. Vamos por la
vida poniendo atención y ocupándonos de cuestiones mundanas, de cosas perecederas y nos olvidamos de
nuestras almas, de la inmortalidad del alma, de acrecentar y enriquecer nuestras virtudes evitando lo
superfluo. Nos condenamos nosotros mismos a padecer por nuestra forma equivocada de vivir, por nuestra
forma equivocada de entender la vida, por creer que el éxito en la vida es acumular títulos, distinciones,
nombramientos, comodidades y bienes materiales.

Debemos hacer un alto y reflexionar, cambiar esta forma tan irracional de comportarnos, nuestra forma
equivocada de vivir, entender que hay vida mucho más allá de esta que tenemos hoy, que somos almas
eternas viviendo una corta y finita experiencia terrenal, y comenzar entonces a trabajar para nuestra alma,
por nuestra alma, a cuidarla, cultivarla, engrandecerla, practicando y cultivando sus virtudes, los mejores
valores que como civilización hemos alcanzado, eliminando completamente de nuestras actuaciones todo lo
que empaña y condena nuestra alma, todo el EGO, toda actuación que nos conduzca a permanecer en la
involución a la que nos condenan nuestras actuaciones egoicas.

El mundo espiritual es infinito y eterno, verdaderamente hermoso y plácido, gratificante, ahí pertenecemos,
de ahí hemos venido y ahí debemos volver, desprendiéndonos de toda mundanidad, de toda materialidad,
de toda expresión involutiva que nos atrapa y esclaviza, decidiendo de una vez y por todas a crecer y
evolucionar. Se puede y es necesario, urgente e inaplazable. Queda muy poco tiempo y mucho por hacer,
mucha suciedad por limpiar en nuestra atormentada alma y mucho por aprender y crecer. Se puede hacer,
se puede lograr, con decisión, tenacidad y perseverancia, con esfuerzo, dedicación y sacrificio. Bien vale la
pena y nuestra alma lo agradecerá infinitamente.

Eliminar el ego no es fácil, se convierte en una batalla permanente contra nosotros mismos, de nuestra
conciencia libre contra nuestra forma equivocada de sentir, pensar y actuar, contra nuestra forma
equivocada de vivir. El ego nos controla y esclaviza, nos hace pensar, hacer, decir, cosas que no deseamos y
no nos gustarían, nos hace caer una y otra vez en errores que manchan nuestra hoja de vida, nuestro libro
de la vida, nuestro paso por esta realidad terrenal. Tener siempre presente la máxima de: “no hacer a los
demás, lo que no te gustaría que te hagan” ayudará mucho en este camino.

También ayudará mucho, recordar el Tribunal Divino que juzga nuestra alma por nuestras buenas y malas
obras, cada vez que muere el cuerpo físico; o pensar en eso que llamamos y reconocemos como Dios y decir
cada día antes de dormir: “¿Cómo seré juzgado por mis actuaciones de hoy?”, una sencilla reflexión que nos
ayudará a encontrar el buen camino.

La lucha contra el ego debe ser permanente, en cada momento de nuestras vidas, en cada instante, en cada
actuación. Para ello debemos poner en funcionamiento la autobservación: observar en cada instante
nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, acciones, emociones; haciéndonos conscientes de cada
actuación en cada momento del día, siguiendo la regla del recto sentir, recto pensar y recto actuar;
alejándonos, distanciándonos, dejando de lado toda actuación (pensamiento, sentimiento, deseo, emoción,
acción) que no contribuya a nuestro avance espiritual, que no refleje la bondad, el amor, compasión y
sacrificio por los demás, dejando de lado toda actuación generada por malos sentimientos o deseos, toda
actuación que pueda perjudicar a cualquier ser dentro de los cuatro reinos con los que convivimos en este
planeta (mineral, vegetal, animal y humano). Debemos recordar siempre y tener muy presente, que todos
somos UNO dentro de la Creación universal y debemos cuidar y respetar a todos por igual, sin distinciones y
sin excepciones.

Debemos recordar siempre y tener muy presente, que la vida, la existencia terrenal, se trata de una batalla
permanente entre nuestra alma y nuestros egos: en cada actuación nuestra tomamos partido por aliviar a
nuestra alma o por robustecer el EGO que la atormenta, nuestros agregados sicológicos, nuestros defectos.
En ningún momento escapamos de ello, es una batalla entre el bien y el mal dentro de nosotros, en nuestra
conciencia, cada instante de nuestras vidas, la eterna y universal batalla entre el bien y el mal, dentro de
nosotros, teniendo como escenario nuestra conciencia, permanentemente. Es nuestra decisión, cada vez,
según nuestro libre albedrío, tomar partido por uno u otro lado, ayudarnos o embarrancarnos más. Es
infalible e inevitable. Debemos ser conscientes de nuestras actuaciones en cada instante de la vida y estar
dispuestos a pagar por ello.

El EGO es insaciable, nunca quedará satisfecho, nos atrapa y hace de nosotros todo lo que se le antoja,
esclavizándonos y atrapándonos en su espiral devoradora, desafiante y sin límites, por eso no debemos seguir
su juego: nos consume el alma. Otras características hacen más compleja su eliminación, como la sutileza: es
muy sutil, se manifiesta la mayoría de las veces muy sutilmente, para que no nos percatemos de ello y
hacernos caer. Por otro lado, nunca aparece una manifestación del EGO solitaria, siempre viene acompañada
por lo menos, de otras 3 o 4 manifestaciones, del mismo tipo de EGO o de egos de otra naturaleza, por lo
que la colaboración entre egos diferentes es también muy común. Debemos ser muy agudos, constantes y
persistentes en la autobservación y eliminación del EGO para percatarnos y librarnos de ello. Será lo mejor
para nuestras almas y nuestras vidas: la mejor forma de vivir.

No necesitamos un juez ni un policía encima de nosotros para que actuemos correctamente, para purificar
nuestras actuaciones, basta nuestra propia conciencia, nuestro propio juicio, nuestra decisión de ser mejores
personas cada día, de hacer el bien sin mirar a quien, de entender que todos somos iguales ante el Creador,
que todos merecemos respeto y consideración, todos merecemos ser comprendidos y valorados, todos
somos UNO en la Creación universal, dentro de la naturaleza. Solo debemos compararnos con nosotros
mismos y procurar ser mejores de quien fuimos ayer, avanzando cada día en la limpieza de nuestra alma.
Desarrollaremos con mayor facilidad este trabajo de purificación en nosotros mismos, al comprender que
somos almas eternas que llegamos a este planeta a vivir una corta experiencia terrenal para aprender y
crecer, que un universo mucho más grande, bonito e interesante nos espera más allá de esta vida y que no
somos más que una minúscula pieza dentro de la gran verdad de la Creación universal.

Analicemos otro ejemplo donde se manifiesta claramente la colaboración entre egos: vamos caminado por
una acera y nos tropezamos levemente con alguien. Pensamos: “¿y qué le pasa a este que se ha tropezado
conmigo? ¿qué se piensa? ¿tiene fiebre o qué?”. Entra en acción el orgullo en nuestro pensamiento, partiendo
del supuesto equivocado, de la creencia errónea que: “soy importante”, “nadie puede tropezarse conmigo”,
“nadie me puede rozar en la calle”, “yo soy el más”. Se siente herido nuestro orgullo, se calienta la sangre y
deseamos gritar, volteamos y comenzamos a proferir insultos a la persona (entra en acción la ira), insultos
que comenzaron en nuestro pensamiento, luego pasaron al deseo hasta convertirse en acción (hechos): “¿Y
qué haces? ¿No ves por dónde caminas? ¿Quién te piensas que eres?”, y etc., etc., etc., quizás una larga
cadena de insultos que puede terminar en una pelea y hasta en un problema judicial, dependiendo de la
reacción de la otra persona, y quizás incluso, siendo nosotros los responsables del tropezón por andar
pensando en otras cosas y no estar atendiendo por dónde vamos.

En una actuación así, centramos nuestra atención en nosotros mismos, poniéndonos en primer lugar, como
el ser más importante y elevado de la existencia, olvidando por completo que somos parte de un
conglomerado, parte de un todo y debemos respeto a todos por igual. Muy diferente habría sido haber
pensado: “¡Oh, he tropezado con alguien! Debo disculparme”, voltearse y decir: “Perdone, me he tropezado
con usted. ¿Le he causado algún daño?” (poniendo de manifiesto nuestra humildad, compasión y
solidaridad), seguramente encontraremos también una respuesta amable, y si no fuera amable la respuesta,
quedará en paz nuestra alma, tranquila, por haber obrado del lado del bien.
El EGO actúa moviendo los centros energéticos de nuestra esencia humana: primero el pensamiento, luego
el sentimiento, después el deseo y por último la acción. En la medida que permanezcamos atentos a nuestras
actuaciones con la autobservación, podremos parar la acción del ego en el pensamiento o el sentimiento,
antes que se materialice en deseos o acciones. Será el modo más efectivo de ganarle la partida. Una vez que
se materializa en acciones, nos ha ganado y se robustece.

En cada situación de la vida recibimos, a través de nuestros sentidos (vista, oído, olfato, gusto o tacto),
impresiones del momento que estamos viviendo, del medio circundante y reaccionamos a esas impresiones.
Esto es lo que debemos observar permanentemente: las impresiones que recibimos, por cualquiera de los
sentidos, y nuestras reacciones a esas impresiones, procurando que nuestras reacciones siempre se
enmarquen en el sentido del bien, del AMOR, compasión y comprensión de los demás, incluso cuando sea
todo lo contrario lo que recibamos de los demás.

Ello enaltecerá nuestro espíritu, acrecentará nuestra alma. En la medida que avancemos en la eliminación
del EGO, en la eliminación de nuestros defectos de carácter, avanzaremos más en responder en las
vibraciones del AMOR ante cada impresión recibida. Es una labor de cada día, de instante en instante, de
regular nuestro comportamiento, de ser conscientes en cada momento de nuestros pensamientos,
sentimientos, deseos, emociones y acciones. Al principio solo alcanzaremos a estar atentos en algunos
momentos del día, en la medida que avancemos en el trabajo de autobservarnos, en varios momentos del
día, hasta que logremos permanecer la mayor parte del día o durante todo el día, autobservándonos.

Existen diferentes formas de eliminar el EGO, diferentes escuelas. Particularmente recomiendo el método
del Sr. Teodocio Paz, hombre muy sencillo y humilde, de conciencia despierta, un ser de gran sabiduría, la
que brinda libremente para todos, sin más interés que el de ayudar a la humanidad a despertar y trascender
espiritualmente. Es quien con más claridad y sentido práctico ha explicado sobre tan importante aspecto de
la vida. Se le puede encontrar por su nombre en las redes sociales (al final del texto aparecen los enlaces). En
sus conferencias enseña cómo apelar a las fuerzas Divinas dentro de nosotros, especialmente a la Madre
Divina, para eliminar el EGO, con diferentes técnicas y herramientas, sencillas, muy prácticas y efectivas.

Muchas personas acuden a prácticas de meditación, reiki, yoga, entre muchas otras prácticas espirituales,
entendiendo que es el mejor camino para lograr la iluminación espiritual, la realización íntima del Ser. Y sí,
son muy buenas prácticas, ayudan mucho al ser humano, pero no conducen a la realización íntima del Ser, o
al menos tomaría cientos de años llegar por esos caminos. Estas buenas prácticas, le permitirán avanzar hasta
10-12 por ciento de todo el trabajo que se necesita realizar para trascender espiritualmente. En cambio, la
eliminación del ego le permitirá avanzar hasta un 40 por ciento del camino; practicar la transmutación de la
energía, otro 40 por ciento, y a partir de aquí, el resto será mucho más fácil. Excelente por quienes utilizan
las prácticas enunciadas al inicio del párrafo, pero deben saber que solo constituye una pequeña parte del
camino, lo decisivo y verdaderamente trascendente estará en la eliminación del ego y la transmutación de la
energía.

Existen muchas escuelas y corrientes espirituales, tantas que en muchas ocasiones uno se pregunta: “¿cuál
es mejor? ¿en cuál podré avanzar más?” Lo importante será siempre avanzar, día por día, aunque solo sean
pequeños pasos, entender que lo más importante en la vida es el espíritu, cultivar los valores, fortalecer el
alma, transitar un camino espiritual. Es lo que en realidad marcará nuestra evolución y avance como seres
vivos dentro de la Creación universal y se puede desarrollar, trabajar, en todas nuestras actividades o
actuaciones como humanos, a la par que desarrollamos las actividades cotidianas para la subsistencia.

No necesitamos esperar un retiro espiritual para practicar, avanzar o desarrollar el espíritu, ¡NO!, día con día,
actuación por actuación, pensamiento por pensamiento, sentimiento por sentimiento, podemos avanzar en
este camino y realizar nuestro trabajo de regeneración y evolución. Nada de la vida material resulta ajeno a
la vida espiritual: todo, cada una de nuestras actuaciones como humanos, nos fortalece o perjudica, solo
depende de nosotros, de nuestra decisión y nuestra determinación para hacer el bien, obrar en pos del bien,
en todo momento y en todo lugar. Dar este paso, ponernos en marcha en este camino, será la decisión más
trascendental de nuestras vidas.

Todo lo que hemos explicado hasta acá, podríamos analizarlo también en términos de energía, frecuencia y
vibración. Todo en el universo es energía, frecuencia y vibración. Así lo explicó Nicolas Tesla, conocedor de
estas grandes enseñanzas, en una sencilla frase: “Si quieres descubrir los secretos del universo, piensa en
términos de energía, frecuencia y vibración”.

También nosotros, como parte del todo, somos energía, frecuencia y vibración. En toda nuestra actividad
humana (pensamientos, sentimientos, deseos, emociones, acciones), emitimos energía y vibración, en
determinada frecuencia, hacia el universo y del universo recibimos en correspondencia. El AMOR tiene la
vibración más elevada, la frecuencia y energía más elevada. Es la fuerza más poderosa del universo, la fuerza
misma de la Creación. Su contrario, el odio, la vibración, energía y frecuencia más baja. En ese abanico, entre
el AMOR y su contrario, el odio, se encuentran todos nuestros sentimientos, pensamientos, deseos,
emociones y acciones. Cada uno suma, cada uno cuenta, de instante en instante, acción por acción, decisión
por decisión.

Siempre que actuemos en función del amor y sus derivados o conexos: compasión, comprensión, bondad,
gratitud, empatía, solidaridad, estaremos emitiendo y manteniendo una elevada energía y elevada vibración;
siempre que actuemos en función de su contrario, el odio y sus derivados: rencor, desprecio, rechazo, burla,
indiferencia, discriminación, estaremos emitiendo baja energía y baja vibración.

Actuar siguiendo la baja energía, genera acidez en nuestras células, y por tanto, en nuestro cuerpo,
convirtiéndose en un medio ideal para desarrollar la mayoría de las enfermedades. La acumulación de baja
energía y baja vibración, nos enferma, irremediablemente; por el contario, mantener y acumular alta energía
y alta vibración, nos mantiene sanos y saludables, con fuerza y energía.

De acuerdo a las leyes universales, recibiremos del universo lo mismo que brindemos, de modo que, si nos
mantenemos en la alta energía y alta vibración, recibiremos igual energía y vibración desde el universo
(recordemos que todo lo que nos rodea forma parte del universo y que no estamos solos en este mundo ni
en el universo). Si, por el contrario, nuestras actuaciones se mantienen en la baja energía y baja vibración, lo
mismo recibiremos a cambio y nuestra vida se convertirá en un sinfín de conflictos, sufrimientos, dolores,
padecimientos y problemas, que nos conducirán, en una espiral descendente, a más conflictos, problemas,
dolores, padecimientos y sufrimientos.
La frecuencia vibratoria del universo es de 432 Hz, por eso, al afinar los instrumentos musicales con esta
frecuencia, alcanzan su mayor y mejor sonoridad, porque entran en resonancia con la frecuencia del
universo, armonizan con la frecuencia del universo y se multiplica su vibración.

Todo en nosotros es vibración al estar formados por átomos y moléculas que tienen su propia frecuencia y
vibración; lo cual se cumple para todos los seres vivos y todo lo que existe dentro de la Creación universal.
Entre más alta es la frecuencia, más rápido vibra la onda, creando vida; cuando la frecuencia es baja, la
vibración es más lenta y entorpece la vida. Diversos estudios han corroborado la importancia e incidencia de
la frecuencia vibratoria en nuestras vidas, como los del biólogo Bruce Tainio, en 1992, sobre la frecuencia
vibratoria del cuerpo humano; y los del Dr. Royal Rife, en los años 30, sobre la frecuencia vibratoria de las
enfermedades, los que concluyeron que un cuerpo con alta frecuencia vibratoria, no genera enfermedades.

Todo lo que comemos, ingerimos, inhalamos y nos untamos en la piel tiene una frecuencia vibratoria que
afecta a nuestro cuerpo físico y energético. Los vegetales frescos y hortalizas tienen alta frecuencia,
alimentos como el cacao, el limón y el alga espirulina alcanzan niveles muy elevados de frecuencia vibratoria.
En cambio, los productos procesados, con químicos tóxicos y de origen animal, tienen una frecuencia muy
baja que afecta nuestra vibración física y energética. Mientras más natural y fresco sea el alimento, mejor
será su frecuencia vibratoria; mientras más procesado y almacenado esté el alimento, menor será su
frecuencia vibratoria, lo cual incide directamente en nuestras células y en todo nuestro cuerpo.

Adicionalmente debemos considerar los métodos de cultivo y de crianza de animales. Plantas y animales son
seres vivos, tienen alma, por tanto, sufren por los maltratos a que son sometidos en métodos intensivos de
crianza y cultivo, y por métodos salvajes de sacrificio para abastecer el mercado, tras la sed insaciable de
ganancia (codicia). Toda la mala energía y baja vibración que generan los métodos intensivos de crianza y
cultivo, es impregnada en las células de plantas y animales, y al ingerirlos, terminan perjudicándonos en lugar
de alimentarnos. Ingerimos alimentos para obtener energía, para alimentar, nutrir nuestras células. Si lo que
ingerimos tiene una baja frecuencia vibratoria, en lugar de nutrir y energizar, enfermará nuestras células, y
por consiguiente, nuestro cuerpo. Es el caldo de cultivo ideal para la mayoría de las enfermedades: así nos
enferman, mediante lo que comemos, mediante una sociedad llena de estrés y tensiones de todo tipo, y
luego nos suministran medicamentos que alivian, pero no sanan, para convertirnos en dependientes y
consumidores, lo cual sostiene el mismo sistema que nos ha enfermado: trampa mortal para el alma.

Así como “vibran” los alimentos, también lo hacen nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, emociones,
acciones e intenciones. La relación mente, emociones y cuerpo está debidamente comprobada por diversos
estudios. Resultará determinante en nuestras vidas, mantener una frecuencia vibratoria alta en nuestras
emociones. Se plantea existen dos emociones básicas: miedo y amor; el resto, son derivadas directa o
indirectamente de estas dos. El miedo tiene una larga y lenta frecuencia vibratoria, mientras que el amor
tiene una rápida y alta frecuencia. Veamos ejemplos de la frecuencia vibratoria de algunas emociones:

Frecuencias de emociones negativas: Frecuencias de emociones positivas:


Dolor ----------------- 0,1 a 2 hz. Gratitud --------------- 45 hz
Miedo ---------------- 0,2 a 2,2 hz. Generosidad ---------- 95hz
Resentimiento ----- 0.6 a 3.3 hz Agradecimiento ----- 150 hz
Irritación ------------ 0,9 a 6,8 hz. Compasión ----------- 150 hz o más.
Ruido -------------- 0,6 a 2,2 hz. Amor al prójimo y a todos los seres vivos ----- 150 hz
Orgullo ------------ 0,8 hz. y más.
Abandono -------- 1,5 hz. Amor incondicional y universal a partir de ---- 205 hz
Superioridad ----- 1,9 hz. La vibración de la oración va de 120 a 350hz.

Factores como las enfermedades, especialmente las crónicas, la tensión nerviosa, el agotamiento emocional,
cansancio, miedo, rabia, odio, rencor, causan muy fuertes bajadas en nuestra frecuencia vibratoria y
debemos evitarlos. Por otro lado, hay lugares que vibran muy bajo y debemos evitarlos, como: hospitales,
centros comerciales, bares, cárceles, subterráneos. Si por alguna razón debemos asistir a alguno de estos
lugares o nos atrapan sentimientos de baja vibración, debemos procurar, lo antes posible, limpiar nuestra
energía y realizar algunas actividades que nos permitan elevar la frecuencia vibratoria. Para ello, algunas
recomendaciones a continuación:

¿Cómo subir la frecuencia vibratoria?:

1. Se consciente de tus pensamientos, dominan tus actuaciones, toda tu actividad humana.

2. Se consciente de los alimentos que comes; Algunos alimentos vibran a altas frecuencias y otros a más
baja vibración, por ejemplo, los vegetales y frutas tienen una alta vibración.

3. Bebe suficiente agua; asegúrate de beber mucha agua, ayuda a tu cuerpo a eliminar la toxicidad.

4. Encuentra algo hermoso y aprécialo; La belleza está a nuestro alrededor, pero a menudo caminamos
con anteojeras puestas. Deja el apuro por un momento, tómate el tiempo de pararte bajo el sol y apreciar
su calor.

5. Medita, La meditación ayuda a calmar tu espíritu y a ponerte en un estado mental. Sólo 10 minutos de
meditación al día puede cambiar tu vida para siempre.

6. Se agradecido; Hacer una lista de gratitud cambia tus vibraciones y te ayuda a enfocarte en lo que
tienes y que ya es abundante en tu vida. Hay más por lo que estar agradecido de lo que puedas imaginar.

7. Practica actos de bondad; Dar a otra persona sin esperar nada a cambio, modifica el pensamiento de
no tengo lo suficiente, la abundancia es una vibración alta.

8. Haz que circule la sangre; (hacer ejercicios) La vibración requiere movimiento, cuanto más te muevas,
mejor se moverán tus células y mejor sus vibraciones.

Es una fórmula sencilla, fácil de comprender y de aplicar: solo debemos dejar a un lado todo pensamiento,
sentimiento, deseo, emoción y acción motivada desde el mal, desde cualquier posición de maldad y encausar
nuestra vida, toda actuación en nuestra vida, motivada por el bien, desde el AMOR universal, el respeto,
reconocimiento y comprensión a los demás.

Todos somos UNO en el universo, UNO con el Creador. Lo que afecta a uno, afecta a todos. El daño o bien
que hagamos a otro ser, sea desde nuestro pensamiento, sentimiento, deseo o acción; a cualquier ser vivo,
sea vegetal, animal, mineral o humano, lo estaremos haciendo a nosotros mismos, porque regresará a
nosotros de alguna forma, en cualquier momento. Todo dependerá de nuestra elección: si vivimos deseando
y haciendo mal a otros seres, actuando con maldad, nuestra vida se convertirá en dolor y sufrimiento; si
deseamos vivir en paz y armonía, nuestra actuación, con todo ser, sin distinciones, debe guiarse por el AMOR,
el respeto y la comprensión. Son leyes universales y se cumplen irremediablemente, nadie puede escapar de
ellas.

Debemos entender que perderemos el cuerpo físico en cualquier momento y que lo más importante es
mantener el alma limpia, para que continúe del mejor modo posible su infinito viaje a través del universo;
que cada una de nuestras actuaciones como seres pensantes, nos brinde la tranquilidad de haber actuado
en función del bien, del AMOR, del respeto y reconocimiento hacia el otro. Que siempre pongamos la cabeza
en la almohada dando gracias a la vida por darnos la oportunidad de tratar bien y hacer bien a los demás.
Que cada día despidamos la jornada con la satisfacción de haber brindado AMOR a la humanidad desde el
pequeño espacio donde desarrollamos esta vida. Será lo mejor para nuestra alma y trabajar por el bien de
nuestra alma, será lo mejor que podamos hacer en la vida, la mejor decisión de la vida.

Este mensaje será de gran ayuda para quienes lo reciban. Compártalo con la mayor cantidad de personas
posibles: es un mensaje a la conciencia, un mensaje para el alma. Queda muy poco tiempo y mucho por
hacer. Solo depende de nosotros.

Enlaces de interés:

Llamado urgente de un científico: el planeta está al borde de la autodestrucción –

https://www.youtube.com/watch?v=t6590iLP3zQ

El peligro de las armas nucleares para la destrucción de la Humanidad - https://youtu.be/uJ_sLJOOFcU

Grupo de Facebook para ampliar la información –

https://www.facebook.com/groups/terceraguerrayeventosfinales

Redes de Teodocio Paz:

https://www.youtube.com/@NaturopataTeodocioPaz

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mail: [email protected]

wsapp: (+504) 9970 – 9624


Enlaces a conferencias de Teodocio Paz:

Orden del mundo y el universo:

¿Quiénes somos? ¿De dónde hemos venido? ¿Hacia dónde vamos? ¿Por qué y para qué estamos aquí?
- https://youtu.be/xkexXmwpb6M

¿Quién es Dios? ¿Cómo está estructurada la Creación Divina? - Despertar espiritual -


https://youtu.be/SJ8fNDhsGtw

Las dimensiones superiores e inferiores - Entrevista con Thomas Klauss, abril 14, 2023 -
https://youtu.be/cQuJYcTHeLA

La Logia Blanca y la Logia Negra, Características, estructura y funciones -


https://youtu.be/MIFZqZowo1w

El proceso de la evolución humana, Orígenes de las 5 humanidades que han poblado La Tierra -
https://youtu.be/D_3EGKZyTQ8

Evolución de la Humanidad: el mal llega a La Tierra: Arcontes, Reptilianos Draconianos y otros seres -
https://youtu.be/W_nwxySkS2c

Vida, Muerte y Reencarnación - Alma, Cuerpo y Espíritu - Entrevista con Thomas Klauss, nov. 7, 2022 -
https://youtu.be/1oajHbmnmzU

Los Mundos infiernos - Parte 1 - https://youtu.be/mtcHkAKnUDY

Los mundos Infiernos (2da parte) - Vida después de la muerte. El Limbo y la puerta de los infiernos -
https://youtu.be/jrVK2GydqyA

Eventos finales para la humanidad:

¿Cómo prepararnos para enfrentar los desastres naturales y catástrofes que vienen? -
https://youtu.be/gqsPuxODspY

¿Cómo será el rescate de la Humanidad por los hermanos extraterrestres? -


https://youtu.be/QlSI1NsISm8

La Gran Tribulación - Cataclismo, Hambruna, Desastres, Guerra - entrevista, marzo 14, 2023 -
https://youtu.be/Y7UwXdu3Xdo

El Planeta X, sus efectos sobre nuestro planeta - Entrevista con Thomas Klaus octubre 4, 2022 -
https://youtu.be/q67VZTHPT0c

Influencia del Planeta X sobre la humanidad actual - Entrevista con Thomas Klauss, febrero 9, 2023 -
https://youtu.be/JzpCKqXWNnc

Vida extraterrestre y planetas habitados:

Razas y humanidades extraterrestres - Entrevista con Thomas Klauss, abril 25, 2022 -
https://youtu.be/QY09gfNCMUE

Extraterrestres del lado del bien (Seres de Luz) y del lado del mal (oscuros) ¿Cómo diferenciarlos? -
https://youtu.be/E97Aq5snf7g
Los Extraterrestres de Luz son Dioses - ¿Cómo está estructurada la Divinidad? ¿Cómo relacionarnos? -
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La vida en Venus y otros planetas habitados. Vida extraterrestre, Espiritualidad -


https://youtu.be/uBMD1C0zMSY

El Reino de los Cielos está en Venus, y todos podemos llegar - Debemos eliminar el ego y trascender -
https://youtu.be/wv5nt9X-fvo

El despertar de la conciencia – el trabajo interior:

El despertar de la conciencia ¿Cómo lograrlo? - 3 pasos para Despertar Conciencia -


https://youtu.be/GYbElUY83sM

Mística, Religión y Ateísmo: solo con la mística podemos ascender en el camino espiritual -
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Las virtudes están atrapadas por nuestros defectos - Eliminar ego, despertar conciencia, salvar alma -
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Los 3 traidores de Jesús: la mala voluntad, la justificación, el que vende al Cristo -


https://youtu.be/FpmQvDzsTeU

Eliminar el ego y la salvación del Alma (Parte 1) - El propósito de nuestras vidas - Despertar Espiritual -
https://youtu.be/UEzcTfoYXyc

Eliminar el ego y salvar el Alma (Parte 2) - Ejemplos para eliminar el ego - Despertar Espiritual -
https://youtu.be/zBcSfvGRT10

¿Qué son los chacras? ¿Cómo desarrollarlos? - Despertar espiritual, salvar el alma -
https://youtu.be/HItUkvEkk3Y

El Desdoblamiento Astral consciente - Técnicas para lograrlo - Plano astral y mundo astral. -
https://youtu.be/PbiqoFKqJQM

El Plano Astral. Importancia y Características/Desdoblamiento astral consciente-Despertar espiritual -


https://youtu.be/i0n5QOk4CHA

Plano Astral. Características (2da Parte) - Desdoblamiento astral consciente - Despertar espiritual -
https://youtu.be/jFi9zIu2xzk

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