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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


HISTORIA DE HONDURAS HH-101

DOCENTE

LIC. ERIKA VANESSA CANALES NUÑEZ


SECCION

1101

TEMA

EL SUICIDO

GRUPO #9

• EXPOSITORES
• MILENA RACHEL RODRIGUEZ LEZAMA 20241003181

TEGUCIGALPA MDC,24 DE ABRIL DE 2024


III. OBJETIVOS
Objetivo General

• Conocer los motivos que pueden estar detrás del origen de los suicidios
y su relación con las enfermedades mentales.

Objetivos Específicos

• Saber cómo podemos prevenir los suicidios de manera eficaz.


• Identificar que enfermedades mentales pueden afectar a las personas que
padecen de las mismas y que se encuentran con pensamientos suicidas.
• Sensibilizar e informar a las personas sobre la conducta suicida y su
prevención.

IV. MARCO TEORICO


El suicidio como primer paso podemos definir el suicidio, desde un de vista puramente
etimológico, como la muerte dada así mismo, es decir, el suicidio es el acto mediante el
cual el hombre se quita voluntariamente la vida, esto es, a sabiendas que se ha matado.
Desde un concepto sociológico, nos vamos a la grandeza científica de Durkheim,
afirmo que “cada suicida da así acto un sello personal que expresa su temperamento y
las condiciones especiales en las que se encuentra y que, por consiguiente, no puede
explicarse por las consecuencias sociales y generales del fenómeno. Pero estas, a su
vez, tienen que imprimir en los suicidios que determinan una tonalidad, una marca
especial que las exprese.”
Una explicación psiquiátrica. El acto suicida representa, de este modo, un componente
de los variados síndromes que detectan las diferentes entidades nosológicas.
Un ejemplo lo brinda el estudio efectuado por E. G. STÖRRING". El suicidio, para este
autor es una manifestación de un instinto anormal y, más precisamente, una desviación
del instinto de conservación del individuo y de la especie.
Desde este punto de vista separa tres clases de suicidios
a) Suicidio por balance: el que se da en sujetos sanos o psicópatas. Es una
consecuencia de dificulta des vitales insuperables. Sin embargo, en los sujetos
sanos el instinto de conservación es tan poderoso que se requiere un motivo
extremadamente intenso para contrarrestarlo

b) Suicidio como conducta emocional: Sus autores son, generalmente,


psicópatas, inestables, hiperexitables, estimulados muchas veces por un
ejemplo previo. Su índice más demostrativo es el arrepentimiento subsiguiente
al acto fallido. Sus tentativas suelen ser poco serias y hasta simuladas,
entrando entonces en el terreno del chantaje afectivo.

c) Suicidio como acto psicótico: entre ellas hallamos, en primer lugar, la


melancolía, es decir, la depresión. Su frecuencia entre los suicidad los obliga,
ante la menor sospecha de melancolía, a adoptar medidas, porque por la
depresión tienden a suicidarse.
MÉTODOS PARA EL SUICIDIO
Los métodos empleados varían de forma importante según los países, las culturas,
características demográficas y épocas. Los mecanismos que eligen los suicidas para
suicidarse son variados y depende más de la accesibilidad que de la consideración de
si el método es letal o no. También puede reflejar la seriedad del intento, puesto que
algunos métodos, como dispararse en la sien, hacen casi imposible que se sobreviva,
mientras que otros, como la ingestión medicamentosa, puede no ser letal.
Entre los métodos utilizados, entre otros, están: la precipitación, el ahorcamiento
(utilizado con frecuencia en las cárceles entre los varones jóvenes que no han cometido
crímenes violentos), la asfixia con bolsa de plástico en la cabeza
Los métodos más violentos y activos como dispararse o colgarse, son utilizados más
por los varones, mientras que las mujeres suelen utilizar métodos menos violentos y
pasivos como el envenenamiento como la ingesta de fármacos
El establecimiento de la diferenciación entre métodos suicidas violentos y no violentos,
guardaría relación con la impulsividad del acto suicida. Algunas veces el intento de
suicidio ocurre de forma impulsiva por la crisis generada por algún acontecimiento vital
estresante.
La disponibilidad de información sobre los métodos de suicidio más frecuentes es
importante para idear estrategias y programas de prevención del mismo.

INDICADORES DE RIESGO
Las personas con riesgo suicida realizan manifestaciones prodrómicas del suicidio,
prodrómicas referencia a los síntomas iniciales que preceden al desarrollo de una
enfermedad.
Los indicadores de riesgo pueden ser conscientes o inconscientes y, en muchas
ocasiones, es una señal de una persona que no es capaz de expresar lo mal que se
siente o una petición de ayuda, por eso es conveniente tener en cuenta los indicadores
de riesgo siguientes
Verbalizar frases que indican un acto suicida como: "prefiero estar muerto” "cuando me
muera me echaréis de menos".
Realizar conductas erráticas, sin objetivo alguno. Se refiere a cuando una actuamos de
una forma inadecuada de atender o reaccionar ante una situación
Perder el interés en las actividades habituales.
Abandonar a los amigos y a la familia.
Sufrir una pérdida importante o cambio de vida
Haber sufrido abuso sexual o maltrato físico
Tener una historia familiar de suicidio o violencia
Haber perdido el trabajo o problemas laborales.
Tener escaso o nulo apoyo de la familia y amigos
Tener sentimientos de culpabilidad.

FACTORES DE RIESGO DEL SUICIDIO


Los factores de riesgo hacen referencia a las características individuales o ambientales
que aumentan la probabilidad de que una persona pueda cometer un acto suicida. Unos
factores pueden tener más peso que otros, y sobre todo la combinación de varios
factores de riesgo.
Unos de los factores de suicidio son:
1. No tener ideales religiosos. Se han encontrada tasas menores de suicidio en
creyentes y practicantes frente a no creyentes.
2. Vivir en zonas con aislamiento social
3. Las mujeres que crecen en un entorno urbano
4. Tener padres con trastorno psicótico o afectivo es un factor de riesgo sobre todo
para las mujeres
Por orden de frecuencia tenemos:
Trastornos del humor (afectivos): El riesgo de suicidio es de un 15% a un 20%, siendo
mayor en la depresión mayor y en el trastorno bipolar
Drogodependencias: En el alcoholismo se da una la tasa de suicidios del 15 % (Francés
y otros, 1986). La incidencia es algo menor en otras drogodependencias (10 %), como
el consumo de opiáceos y cocaína. De manera que el abuso del alcohol y de sustancias
psicoactivas influyen en el 25% de los suicidios y facilitan la aparición de ideas suicidas.
Esquizofrenia: La tasa de suicidios es del 10% y el 30% de los sujetos esquizofrénicos
realizan tentativas de suicidio, la mayor parte de los suicidios consumados se dan entre
varones, con una media de 30 años, soltero y en situación de desempleo, con buena
adaptación premórbida, nivel educativo medio y mayores 42 expectativas de futuro, Se
asocia a la actividad alucinatoria y a la depresión.
Trastornos de la personalidad: Los trastornos de mayor riesgo son el tipo disocial y el
trastorno de la personalidad bordelinde o límite y aquellos trastornos que se caracterizan
por conductas impulsivas.
Síndromes mentales orgánicos: Se incluyen la demencia y la enfermedad de Parkinson,
fundamentalmente.
Tener una historia de intentos y amenazas de suicidio:
Hay una historia de intentos previos entre el 25% y el 50 % de los actos consumados.
Existe una tendencia a repetir los mismos gestos suicidas.
Tener problemas graves en el área familiar.
Padecer una enfermedad física que curse con dolor crónico o una enfermedad que
genere incapacidad o sea crónica o terminal.
Acumulación de acontecimientos vitales estresantes.
Los factores de riesgo del suicidio varían de acuerdo a la edad, el sexo y las influencias
culturales y sociales, y pueden modificarse a lo largo del tiempo. Por lo general, los
factores de riesgo de suicidio se presentan combinados.
Suicidio y trastornos mentales
La relación entre los trastornos mentales y el suicidio es un tema de suma importancia
en la salud mental. Numerosos estudios han demostrado que ciertos trastornos
psicológicos, como la depresión, el trastorno bipolar, los trastornos de ansiedad, entre
otros, pueden aumentar significativamente el riesgo de suicidio. La presencia de estos
trastornos puede llevar a sentimientos de desesperanza, desesperación y una
percepción distorsionada de la realidad que puede resultar en conductas
autodestructivas.
La depresión es uno de los factores de riesgo más relevantes para el suicidio. Las
personas que sufren depresión pueden experimentar una profunda sensación de
desesperanza y desesperación que los lleva a pensar en quitarse la vida como una
solución a su sufrimiento emocional. La depresión no tratada o mal gestionada puede
aumentar significativamente el riesgo de suicidio.
Además, otros trastornos mentales como el trastorno bipolar, los trastornos adictivos,
los trastornos psicóticos y el trastorno límite de la personalidad también están
estrechamente relacionados con un mayor riesgo de suicidio. Estos trastornos afectan
la percepción de uno mismo y del entorno, lo que puede llevar a comportamientos
autodestructivos.
Es fundamental identificar tempranamente los signos de alerta en las personas que
puedan estar lidiando con estos trastornos mentales para poder intervenir a tiempo y
proporcionarles el apoyo necesario. La prevención del suicidio implica no solo abordar
las crisis emocionales agudas, sino también trabajar en estrategias a largo plazo para
promover la salud mental y prevenir recaídas.
Es importante crear conciencia pública sobre esta relación para eliminar estigmas y
fomentar entornos comprensivos que faciliten la búsqueda de ayuda. La detección
temprana, la intervención oportuna y el apoyo continuo son herramientas fundamentales
para abordar esta compleja problemática y salvar vidas. Adoptar un enfoque integral en
la prevención del suicidio relacionado con los trastornos mentales es crucial para
promover la salud mental y prevenir tragedias innecesarias.

El suicidio como un tema tabú desde hace muchos años


Nuestra sociedad ha cambiado su posición respecto del suicidio. Antes se consideraba
como una manifestación de egoísmo, que dañaba no solo al interesado, sino también a
su familia, a sus amigos y a la comunidad. Por eso era tabú hablar de él.
La principal razón de que se considerara así es la religión, es bien sabido que la religión
muchas veces nos impone ideas y nos genera una presión a tener los mismos ideales
que la misma iglesia, años atrás la iglesia tenía mucho poder en nuestras creencias ya
que el catolicismo en ese entonces se practicaba demasiado.
Para ellos el suicidio antes era signo de renunciar a la salvación de Jesús, es decir, se
negaba a recibir ese regalo que nos había dado Dios que es la vida y en muchos lugares,
las personas que morían de esta forma "no pasaban por la Iglesia, no había responso,
exequias o una oración en el velorio" esto debido a que se violaba el sexto mandamiento
escrito en la misma biblia donde dice "No matarás". Desde hace algunos años, los
sacerdotes cuando se enteran de que alguien se quitó la vida, se van y se reza por el
eterno descanso del fallecido y por el consuelo de la familia.
Basta decir que la Iglesia Católica no enseña que los que se suicidan siempre van al
infierno. Más bien, se confía a la Divina Misericordia de Dios, con la esperanza y la
creencia de que la misericordia de Dios es mayor que una decisión debilitada,
defectuosa o impedida de una víctima de suicidio.

Eutanasia
La Asociación Médica Mundial menciona que: "Eutanasia es el acto deliberado, y
contrario a la ética, de dar fin a la vida de un paciente, ya sea por su propio requerimiento
o a petición de sus familiares".
Otro significado podría ser: el acto de dar muerte sin dolor o sufrimiento a una persona
que padece una enfermedad o condición incurable y dolorosa; es matar por compasión
y se usa como sinónimo de muerte misericordiosa.
Todo esto surge en el renacimiento, cuando aparecieron descubrimientos de nuevos
métodos para tratar las enfermedades que empezaron a prolongar la vida de algunos
pacientes y esos esfuerzos eran causa frecuente de sufrimientos que disminuían la
calidad de vida o el valor de la vida. Además se afirmaba que el progreso de la medicina
era una hoja de doble filo que algunas veces hacía del paciente una víctima.
La dignidad en la muerte es propia que la dignidad de la vida, de modo que si hay un
derecho a una vida digna también lo ha de haber a la libertad de elegir la muerte que
consideramos acorde con nuestra dignidad. Tal afirmación, que tenemos por obvia
respecto a la atención médica y sanitaria de la gran mayoría de las personas en la
enfermedad y el morir, no lo es si por las prohibiciones legales se impide a otras
personas poder decidir el modo de afrontar su enfermedad y su muerte.
Con demasiada frecuencia se olvida o se ignora que la expresión derecho de todos a la
vida significa inexcusablemente el derecho de cada persona a su propia vida (desde el
principio hasta el fin) y a administrarla y desarrollarla por sí misma como persona
autónoma, no el de los demás a decidir sobre ella. En suma, a protegerla, sí, pero en
ningún caso hasta el punto que otros (La Sociedad, el Estado) se crean sus dueños o
propietarios.
La mayoría de personas que debaten sobre la eutanasia no tienen ni idea de cómo es
la vida de un enfermo terminal, ellos consideran la opción de la eutanasia porque su
cuerpo verdaderamente ya no sirve como debería, su vida en ese momento se basa en
ser dependiente de otras personas como ser familiares, doctores, amigos, cuidadores,
etc. Su vida como la conocían ya no está y ya no la volverán a tenerla, para las personas
pasando por ese proceso se empiezan a sentir una carga ya que la gran mayoría no
puede tener una autonomía sobre su propio cuerpo, necesitan atención constante.
Todos estos temas se mezclan con la impactante noticia de que van a morir, muchas
veces la muerte se ve como algo lejano pero en el momento que uno se hace consciente
de que está muriendo, esa sensación de emoción por la vida se va y viene la nostalgia
y melancolía de todo lo que vivieron.
Los partidarios de la eutanasia suelen caricaturizar la posición de los que defienden la
vida hasta el final como la de fanáticos que hacen lo posible y lo imposible para alargar
la vida innecesariamente, aunque sea a un costo humano y económico
desproporcionado. Incluso han acuñado un término bien elocuente: «ensañamiento
terapéutico». Ni el enfermo, ni su familia, ni su médico tienen deber alguno de prolongar
la vida innecesariamente. Al contrario, no es correcto esforzarse con tratamientos
desproporcionadamente agresivos para prolongar una vida si lo único que consiguen es
marginar aún más la vida de esa persona.

Conclusiones

• Las enfermedades mentales son un problema que están impactando a las


nuevas generaciones principalmente.
• los métodos que se usan para el suicidio deducimos que hay muchos, pero
todos terminan siendo la misma labor la cual hay que prevenir viendo algunos
de los indicadores o señales de riesgos y los factores de riesgos sobre el suicidio
podemos precaver esto y ayudando ya sea moral mente a la otra persona o
hablando y escuchando a la otra persona.
• La concienciación y educación sobre los trastornos mentales y el suicidio son
vitales para poder identificar los signos de alerta a tiempo y brindar el apoyo
necesario. Promover la comprensión y la empatía en torno a estos temas puede
marcar la diferencia entre salvar una vida o no.
• 2. La prevención del suicidio relacionado con los trastornos mentales requiere
un enfoque integral que incluya la detección temprana, la intervención oportuna
y el apoyo continuo. Es esencial combatir los estigmas, promover entornos
comprensivos y fomentar una cultura de bienestar mental para prevenir tragedias
evitables.
ROJO = AYSLY

AZUL= KRISS

VERDE= DARWIN

MORADO= MILENA

NARANJA= VALE

AMARILLO= MARIA
VI. Bibliografía

Hamilton, M. (1960). A rating scale for depression. Journal of Neurology, Neurosurgery


and Psychiatry, 23, 56-62.
Sáiz, P.A., Rodríguez-Revuelta, J., González-Blanco, L., Burón, P., Al-Halabi, S.,
Garrido, M., García-Álvarez, L., García-Portilla, P y Bobes, J. (2014). Protocolo de
estudio de un programa para la prevención de la recurrencia del comportamiento suicida
basado en el manejo de casos (PSyMAC). Revista de Psiquiatría y Salud Mental, 7, 131-
138.
Bobes, J., Giner, J. y Saiz, J. (Eds.) (2011). Suicidio y psiquiatría. Recomendaciones
preventivas y de manejo del comportamiento suicida. Madrid: Triacastela.
https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/conducta-
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[6:55 p. m., 25/4/2024] Valeria Ordoñez: Humphry, D., Wickett, A. (2005). El Derecho A
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[6:55 p. m., 25/4/2024] Valeria Ordoñez: Behar, D. (2008). Cuando la Vida Ya No Es
Vida: ¿Eutanasia?. México: Editorial Pax.
[7:05 p. m., 25/4/2024] Valeria Ordoñez: Palacios, M. (2009). Soy Mi Dignidad.
Eutanasia y Suicidio Asistido. Reino Unido: Editorial Libros en Red.
V. ANEXOS

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