Sã Ntesis de Las Prã Cticas en El Jardin Maternal
Sã Ntesis de Las Prã Cticas en El Jardin Maternal
Sã Ntesis de Las Prã Cticas en El Jardin Maternal
EN EL NIVEL INICIAL
EL ITINERARIO DIDÁCTICO
ENSEÑAR EN EL JARDÍN MATERNAL
FICHA DE CÁTEDRA Nº1
Un educador responsable sabe, que necesita reflexionar sobre los procesos del enseñar y aprender:
qué va a hacer, por qué, dónde y cómo lo hará, con qué se puede contar y cómo hacer para saber qué
puede pasar, tanto durante el proceso como en el logro final.
Continuemos respondiéndonos las preguntas:
“La enseñanza de contenidos en el jardín maternal es un proceso en el que participan adultos y niños
en una empresa conjunta donde los adultos ofrecen su apoyo, tienden puentes y los niños de modo
activo ajustan su propio nivel de responsabilidad participando del proceso de traspaso del control de la
situación en la medida en que van conquistando nuevos aprendizajes. Supone el conjunto de acciones
que realizan los adultos para que los niños logren establecer vínculos afectivos saludables que les
permitan construir sentimientos de confianza y apropiarse de los significados culturales del ambiente
físico, social del que forman parte”. Dice Rosa Violante en su Investigación sobre los contenidos de la
enseñanza en el Jardín Maternal.
¿Cómo realiza un docente, estas acciones?
¿Cómo se apropian los niños de los significados culturales?
¿Cómo generar vínculos afectivos saludables?
Intentaremos encontrar una respuesta, tendiendo puentes entre los marcos teóricos y la tarea áulica.
¿Cómo funcionan en el sistema áulico los aportes de las teorías del aprendizaje?
En el modelo áulico se presentan dos actores, niño y educador interactuando en una zona compartida:
El educador: Conocedor del niño, poseedor de saberes específicos (proceso intrasubjetivo) que le
permiten desarrollar su tarea pedagógica.
El niño: curioso e investigador, poseedor de saberes previos ya adquiridos en el ámbito familiar
(proceso intrasubjetivo).
Zona compartida: educador y niño se vinculan desde sus entornos personales en la zona compartida;
en un proceso de comunicación, que se desarrolla en los espacios áulicos del jardín maternal
(proceso intersubjetivo). Este es un sistema complejo y abierto donde se establecen múltiples
interacciones, como por ejemplo entre pares, educadores, directivos, familiares, objetos, entre otros.
Es en esta zona compartida, centro de atención común y simultaneo, donde las propuestas y
respuestas de ambos se interrelacionan, se entrelazan, van y vuelven desde sus propios
saberes, con logros y dificultades, creando, gestando un espacio de apropiación cultural, que
les es propio y que enriquece a ambos.
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El niño y su progreso evolutivo:
A medida que el niño alcanza progresos evolutivos, la zona de desarrollo real aumenta, se agranda, lo
que implica el ingreso de lo “nuevo” significativamente. Va conformando su propio “cuerpo” cognitivo-
emocional.
El educador y la zona compartida:
Las acciones del educador en la zona compartida, “zona de desarrollo próximo” se definen a través de
la “participación guiada” y el “andamiaje”. En este proceso la participación del maestro, (estimulación,
acompañamiento, contención, otros.) no ingresa para quedarse: cuanto mayor sea la autonomía
lograda por el niño, menor será la intervención docente (“pasaje paulatino del control”). Zona de
desarrollo real.
Tiempo:
El niño, su progreso evolutivo. Tiempo .Aprendizajes. Autonomía del Niño. Intervención docente
Evaluación diagnóstica:
Se realiza teniendo en cuenta las diferentes entrevistas con los padres, otros educadores y
observaciones de los niños, registros escritos, fotos y videos.
También deberá incluir:
Entrevistas planificadas de ingreso, proceso de adaptación y otras, solicitadas por el maestro, donde
se registrarán antecedentes familiares y del niño (parto, crianza, costumbres familiares. Datos que
permitirán ir conociendo el perfil de la familia y del niño.
Observaciones realizadas por la maestra durante los momentos de juego, estilos vinculares, hábitos
de higiene, aspectos varios de crianza, edad cronológica y la madurez alcanzada en cada uno de estos
aspectos, de cada niño y del grupo en general.
Con los datos obtenidos se podrá hacer gráficos sobre la educación de los padres, profesiones, si
trabajan, que porcentaje de padres o madres desocupados hay; y otros datos de interés que nos
permitan perfilar las particularidades de las familias que componen el grupo de niños y
fundamentalmente las características del mismo.
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Diagnóstico grupal:
La organización y planificación de toda situación de aprendizaje debe estar sustentada en los
conocimientos de las construcciones emocionales y cognitivas que el niño ya posee; es por ello de vital
importancia la realización de un diagnóstico del nivel de desarrollo de nuestro grupo.
¿Cómo llevar a cabo esta tarea?
El siguiente es solo un ejemplo, una forma de organizar el mismo:
DIAGNÓSTICO EVOLUTIVO
Sala de lactantes:
Las edades van desde los 5 a los 6 meses de vida, transcurriendo todos por la misma etapa evolutiva.
Responden a estímulos verbales cara a cara, emiten gorjeos, arrullos, sonidos guturales, gritan al
descubrirse la voz. Estando boca abajo, levantan los hombros extendiendo los brazos, mueven la
cabeza hacia el lugar de donde proviene el sonido, pasan un objeto de una mano a la otra. Intentan
tomar los objetos que están a su alcance, se deslizan por la colchoneta grande, lo que da inicio al
reptado; permanecen sentados con o sin apoyo por breves momentos arqueando la espalda; intentan
levantarse si se los toma de las manos.
Se encuentran en pleno desarrollo del “juego ejercicio”: juntan y separan las manos, se tocan un pié.
Toman un objeto y con movimientos descontrolados, lo hacen sonar.
Cuando se les da la posibilidad de estar juntos dos o tres bebés en la colchoneta grande; se
descubren, se tocan, se quitan el chupete, se sonríen, se hablan.
En cuanto a la alimentación, fueron incorporando la mamadera de manera gradual, pues al ingresar
solo tomaban pecho. Esto se fue logrando en un trabajo conjunto con las familias. Además comenzaron
a comer yogur y Alejo a almorzar, y ¡lo hace muy bien!. Se duermen con la ayuda de algunas
palmaditas y otras veces, solos.
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Luego de ser alimentados y bien descansados, juegan largo rato en la colchoneta; generalmente con el
gimnasio, observando con gran atención los objetos que allí se encuentran. También toman otros
juguetes y se los llevan a la boca, así exploran el mundo que los rodea.
Les agradan enormemente los momentos de juego que compartimos. Les gusta jugar con las manos,
mirarlas, moverlas y chuparlas. Rolan de un lado a otro. Sujetan objetos y los siguen con la mirada.
Disfrutan el momento del cambiado, se sonríen cuando reciben los masajes, que les brindan sus
maestras, en sus cuerpitos desnudos. Les gusta que les hablen muy cerca y de frente. Sostienen la
cabeza y la giran. Los objetos que más les atraen son los que tienen colores llamativos y sonido. En
general son bebés que no requieren la presencia permanente del adulto. Exteriorizan rápidamente sus
necesidades básicas: sueño, alimentación e higiene, permitiendo a las docentes satisfacer las mismas.
Se alteran al escuchar el llanto fuerte de otros nenes. Es un grupo hermoso, que disfrutamos cada
mañana.
Pronóstico:
Los datos obtenidos a través de las diferentes entrevistas, las observaciones realizadas durante este
período y el diagnóstico evolutivo del grupo, nos permitirán arribar a un Pronóstico de las posibilidades
de aprendizaje del grupo. Este pronóstico permitirá seleccionar las Expectativas de Logro y los
Contenidos del Diseño Curricular correspondientes, adecuados al grupo de niños.
CONTENIDOS:
Retomando el Diagnóstico evolutivo de la sala de lactantes, podemos observar que:
Las edades van desde los 5 a los 6 meses de vida. Responden a estímulos verbales cara a cara. Se
encuentran en pleno desarrollo del “juego ejercicio”: se descubren, se tocan, se quitan el chupete
fueron incorporando la mamadera.
Les agradan enormemente los momentos de juego que compartimos.
Les gusta jugar con las manos: mirarlas, moverlas y chuparlas.
Rolan de un lado a otro.
Sujetan objetos y los siguen con la mirada.
Disfrutan el momento del cambiado, se sonríen cuando reciben los masajes
Sostienen la cabeza y la giran
Exteriorizan rápidamente sus necesidades básicas
A simple vista, este “recorte” nos permite rápidamente ir seleccionando los contenidos del Diseño
Curricular, en este caso de la provincia de Buenos Aires, que formarán parte del Proyecto Curricular de
nuestra sala.
Nuestros particulares modos de acción y vinculación con el grupo, los datos familiares recogidos en la
primera etapa diagnóstica, que formarán parte del Diagnóstico Institucional también estarán
determinado la selección de contenidos.
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El Proyecto es toda unidad de trabajo de duración variable, que organiza un conjunto de actividades
de enseñanza y aprendizaje y que responde, en su máximo nivel de concreción, a todos los elementos
del Diseño Curricular: qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar.
El Proyecto, es un centro. Alrededor de él, podemos organizar el proceso de enseñanza-aprendizaje
con un determinado grupo de niños. Un proyecto sobre una temática que despierte e interese a los
niños, puede involucrarlos en una gran variedad de actividades.
El trabajo en un proyecto:
ofrece a los niños oportunidades para utilizar sus habilidades;
enfoca las potencialidades de los niños;
anima a los niños a determinar en qué trabajar y los acepta como expertos con respecto a sus
necesidades.
El tema de un proyecto es un fenómeno real que los niños conocen, están interesados y pueden
investigar. Para los niños menores, el proyecto normalmente requiere la dirección y las consultas del
maestro, el proyecto ofrece un contexto para comenzar a tomar la iniciativa y asumir
responsabilidades, hacer elecciones, y enfocar intereses personales. Lilian G. Katz
En un proyecto es necesario:
El carácter dinámico que debe poseer La planificación del Proyecto, implica que todos sus
componentes estén interrelacionados y se condicionen mutuamente.
Los momentos de crianza, (sueño, higiene y alimentación), son parte indisoluble de todos los
proyectos y deben ser incluidos en ellos, cualesquiera sean los contenidos seleccionados y a las áreas
a que pertenezcan.
En ellos desarrollo y aprendizaje, se transforman en conceptos inseparables. Los momentos de
crianza, construyen diálogos íntimos, privilegiados, que permiten al niño y al maestro, el cara a cara, el
cuerpo a cuerpo.
Durante los mismos, podemos medir las posibilidades y capacidades del niño, evaluar sus
potencialidades, descubrir sus dificultades.
Andamiar su desarrollo promueve todos los aprendizajes vinculados a la autonomía e independencia
permitiéndole al niño, apropiarse de las conductas socialmente aceptadas por el mundo de la cultura.
(Comer solo, beber de un vaso, lavarse las manos, dormir en una cuna).
Los momentos de crianza, son reflejo, suma y síntesis de todos los aprendizajes; y por sí solos
justifican la tarea de enseñar en el jardín maternal.
Las necesidades educativas especiales deberán siempre ser consideradas e incluidas en los proyectos
áulicos; sin embargo su trascendencia amerita, la búsqueda de un ámbito más general, dentro del
Proyecto Curricular Institucional.
PROYECTO
Indicar el tema central. Seleccionar Contenidos que permitan establecer qué es lo que se pretende
que adquiera el niño, durante el desarrollo del mismo.
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Organizar una secuencia de aprendizaje, en donde las actividades estén íntimamente relacionadas.
Los aprendizajes abordados, no deberán ser la mera suma de ellas. Ajustar las mismas a las diferentes
necesidades y momentos emocionales del grupo
Señalar los aspectos específicos en tomo a la organización del espacio y del tiempo que requiera.
Seleccionar las estrategias metodológicas y recursos necesarios para su desarrollo.
El desarrollo de las actividades permitirá la valoración de los aprendizajes de los niños y de la práctica
docente. Los criterios de evaluación, deberán ser situados en el contexto general del proyecto.,
señalando cuál va a ser la selección de los mismos. Diseñar, los formatos de participación guiada y
andamiaje necesarios.
Los proyectos áulicos desde el jardín maternal, deberán proporcionar contenidos que
promuevan la formación de normas y valores éticos, de patrones y formas socializadas de
conducta, de formación de hábitos, de nociones y sentimientos morales, de goce interno ante las
manifestaciones artísticas, de la naturaleza y la vida social, y de todos aquellos comportamientos y
vivencias relacionados con el área afectiva que en su conjunto van a incidir, tanto en lo que llamamos
inteligencia emocional, como impregnar cada una de las inteligencias múltiples.
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Actividades
Diseñar las actividades exige tener presentes los criterios metodológicos, las características del grupo
(maestros y niños) y los medios de que se dispone. No cabe duda de que la importancia de estos tres
factores variará de un proyecto a otro.
Diseñar las actividades con coherencia respecto a los contenidos seleccionados; determinando lo que
van a hacer los niños, individualmente o en grupo y también lo que va a realizar el educador en cada
momento
Definido este marco para las actividades se decide la secuencia en la que, salvo posteriores
modificaciones, se van a desarrollar y se prevé el tiempo de duración de las mismas.
Estas actividades se podrán modificar, cambiar, enriquecer y recrear.
Sea cual sea la selección de actividades es importante que todas ellas estén organizadas de acuerdo
con una secuencia de aprendizaje en la que se den relaciones claras y pertinentes. Esta consideración
es importante pues una mera suma de actividades no debe entenderse como un Proyecto áulico.
Las actividades deberán ser:
SISTEMÁTICAS: Una actividad por sí sola, no tiene mayor significado que una recreación pasajera.
Las actividades (variadas y entrelazadas) forman parte de un sistema que en su conjunto, promueven
los procesos de enseñanza-aprendizaje.
CONTINUAS: La actividad no se agota en un solo día. Ella es una herramienta para la concreción de
los contenidos. Por lo tanto es necesario recrearla para ofrecerla al niño en distintos escenarios y
momentos, prolongándola renovadamente en el tiempo, tantas veces como sea necesario.
SECUENCIALES Y PROGRESIVAS: Una actividad se propone del modo más simple al más
complejo. Esta espiral está determinada por cada paso que los niños dan hacia su concreción. Esta
secuencia implica también, saber reconocer la diversidad de graduación de las actividades: los
momentos de avance, retroceso y estabilidad. Así mismo se deberá establecer niveles progresivos de
profundidad o de ampliación que complejicen las secuencias.
INTEGRADAS: Una actividad sirve a muchos propósitos, muchas actividades sirven a un propósito.
En los dos casos son integradoras de los aprendizajes.
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Los recursos y la autonomía del niño:
La organización de los mismos está determinada en cada uno de los proyectos planificados por el
educador, de manera tal que su distribución en el espacio áulico, genera mayor o menor autonomía en
su uso, según sea la intencionalidad del docente.
Encontrar el momento justo para trabajar un contenido, no es tarea fácil, pues el grupo y cada niño
actúan y se vinculan cada día desde sus emociones y disponibilidad. La espera paciente y la escucha
activa son las herramientas que nos permitirán seleccionar, adecuadamente las estrategias
metodológicas más apropiadas, para cada momento y actividad.
Hacia la planificación de un proyecto:
¿Cómo planificar un proyecto?
Al respecto se analizan las ventajas y desventajas de “los ejemplos”. No nos cabe la menor duda que
suelen ayudar, que es más difícil comenzar desde la nada; sin embargo suelen ser una trampa en la
que quedamos atrapados y que finalmente limitan nuestra capacidad de crear.
Hemos decidido ir al encuentro de una solución intermedia, que no sea una receta, pero que te permita
comenzar a recorrer el camino hacia su construcción.
¿Te preguntaste que abanico de posibilidades abre una nueva adquisición en el niño?
Intentaremos responder a esta pregunta analizando el siguiente cuadro que ejemplifica la adquisición
de la marcha.
Este tipo de cuadro, mapa, o red, posibilita la concreción de los proyectos áulicos.
ADQUISICIÓN DE LA MARCHA
INDEPENDENCIA
Creciente seguridad y confianza en sí mismo.
NUEVA VISIÓN DEL ESPACIO
Nuevos interrogantes intelectuales, más espacios para explorar
OTRA POSTURA CORPORAL
Fuerza en las piernas, nuevo equilibrio
GOBIERNO, PODER Y QUERER.
Dónde ir, con quién ir, hacia dónde ir
Consigo mismo
(Mi cuerpo, mi identidad)
Con los otros (pares, docentes) Con lo otro (los objetos)
Desplazamientos de su cuerpo y el de los otros. Nuevas manipulaciones y exploraciones.
Consecuencias y posibilidades de sus nuevos movimientos. Consecuencias de sus acciones sobre los
objetos. Propiedades: brillo, color, textura, altura tamaño. Encuentros y desencuentros. Intercambios entre pares y
con los docentes. Adónde voy, con quien voy. De quien me acerco, de quien me alejo. Lo permitido, lo prohibido.
Con el espacio significativo.
(Ambiente que va conociendo)
Posiciones de su cuerpo en relación a los nuevos espacios
Me alejo, me acerco
Voy, vengo
Antes, después
Tiempo de espera
Algunas posiciones espaciales: arriba-abajo, cerca-lejos.
Propiedades físicas: grande-chico, alto-bajo
A partir de haber elegido, como tema del proyecto “La adquisición de la marcha”, hemos determinado,
según nuestro criterio, las significaciones más amplias de la misma. Así hablamos de independencia,
nueva adquisición del espacio, etc. Posteriormente hemos elegido cuatro ejes organizadores que
definen los ámbitos de actuación del niño (que creemos son comunes a la mayoría de los proyectos):
Consigo mismo, con el otro, con lo otro y con el espacio significativo. Y sobre esos ejes hemos
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detallado las nuevas adquisiciones (contenidos) a alcanzar a partir de la adquisición de la marcha
(¿Recordás el abanico de posibilidades?). Si las observas, rápidamente podrás darte cuenta que se
vinculan con todas las áreas curriculares. Por ejemplo: en este caso la adquisición de la marcha (área
psicomotora) se vincula con “encuentro y desencuentros” (área socioafectiva) y “acciones sobre los
objetos” (área cognitiva).
El siguiente modelo, que nos permite ver a la evaluación como instancia presente en la concreción de
todos los momentos del P.E.
Hemos establecido este modelo en tres dimensiones:
La primera conformada por tres elementos: Planificación, implementación y evaluación en sentido
estricto.
La segunda o intermedia conformada por dos elementos: evaluación permanente y metaevaluación.
La tercera o externa conformada por la autoevaluación.
Consideramos que ellas se atraviesan permanentemente, aunque estemos trabajando en una u otra.
Metaevaluación – Evaluación - Planificación – Implementación - Evaluación permanente -
Autoevaluación
Por ejemplo: cuando planifico (primera dimensión) estoy inmersa en una estructura más abarcativa que
tiene en cuenta la implementación y la evaluación. Así mismo, si estoy implementando el proyecto, no
puedo dejar de lado la evaluación y la futura planificación. Los otros dos elementos, siempre estas
presentes de modo subyacente. A partir del modelo presentado se hace necesario definir cuatro
nuevas categorías:
Evaluación en el sentido estricto: es el acto, la acción concreta de evaluar. Ejemplo: ¿Qué estás
haciendo? Estoy evaluando
Evaluación permanente, ocurre más allá de que el docente la haga consciente y la sistematice.
Solemos descubrir informalmente nuevas adquisiciones de los niños, pero depende de nosotros que
esta nueva información pueda tomarse en cuenta o desvanecerse. Si se recupere conscientemente, se
traslada al momento de evaluación en sentido estricto. (Anotaciones en el diario del docente).
Metaevaluación: implica el logro de un diseño adecuado y la revisión de los propósitos e instrumentos
de evaluación. ¿Qué evalúo cuando evalúo?
Autoevaluación: En el análisis crítico de la propia tarea, se produce un movimiento espiralado del cual
siempre resulta el crecimiento personal-profesional. Para ello el maestro debe comprometerse,
involucrarse, ser sujeto y objeto a la vez. Los actores institucionales, en su conjunto deberán
determinar los niveles de análisis de la misma; de esta manera se garantiza la articulación y
armonización, entre la dimensión individual y la institucional. ¿Qué miro: mi disponibilidad emocional,
mi capacitación, mi cumplimiento formal?
Evaluar también implica dar respuesta a las siguiente preguntas, responderlas significa asumir
y acordar metodológicamente su abordaje:
QUÉ: El proceso de enseñanza-aprendizaje
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POR QUÉ: Porque necesito conocer el estado del proceso
PARA QUÉ: Para ajustar, cambiar, profundizar.
CÓMO: Generando momentos de observación explícitos y usando instrumentos.
CUÉNDO: Permanentemente. La evaluación ocurre, más allá de que el docente la haga consciente y la
sistematice.
CON QUÉ: Con diversos instrumentos de evaluación.
QUIÉNES: Participan todos los actores institucionales
DÓNDE: En todos los espacios institucionales.
La propia institución deberá promover espacios para que las respuestas a estas preguntas, sean el fiel
reflejo de las decisiones y deseos de todos sus integrantes, garantizando la coherencia entre los
criterios individuales y grupales. . Solo de esta manera se evaluará consecuentemente con ellas.
Considerada de esta manera, la evaluación deja de ser una labor meramente técnica, que solo se lleva
a cabo en “determinados momentos del año”, para transformarse en una herramienta-acción, que
transita en forma permanente como lo mostramos en el modelo presentado.
Las funciones de la evaluación serán fundamentalmente
Incidir en el aprendizaje para favorecerlo.
Incidir en la enseñanza para contribuir a su mejora.
Para que la evaluación constituya un instrumento del aprendizaje debe además, reunir las
siguientes características:
Que sea percibida por el docente como ayuda real, generadora de cambios positivos.
Que tenga en cuenta, todos las manifestaciones del niño; ya que solo aquello que es evaluado, es
percibido por el niño y su familia como realmente importante.
Que no sea una norma basada en el establecimiento de comparaciones: mejores, peores, normales.
Que esté presente a lo largo de todo el proceso educativo. Es decir no apunta a una valoración
terminal de lo que “alcanzó o no alcanzó” el niño.
Que brinde a los niños y al educador, la posibilidad de reconocer, valorar, rectificar sus propios
procesos de aprendizaje.
Que no se confunda el proceso de la evaluación con los instrumentos de que se sirve.
La evaluación no es una mera cuestión técnica. Prioritariamente la evaluación debe ser guiada
por principios éticos y valorativos, ya que se refiere a sujetos concretos y no solo a su supuesto
rendimiento. Para evaluar los proyectos áulicos deberemos considerar:
Si los mismos recogen las capacidades que se ha decidido desarrollar en el ciclo, es decir, si guardan
coherencia con los contenidos.
Si en los proyectos se establece una secuencia de aprendizaje adecuada.
Si las actividades permiten distintos ritmos en su ejecución y por tanto grados diferentes de desarrollo
de capacidades.
Si los recursos didácticos y las situaciones de aprendizaje programadas guardan coherencia con los
acuerdos de orden metodológico por los que se ha optado.
Si el proyecto prevé instrumentos de evaluación que permitan al educador, obtener información sobre
el proceso de los niños y sobre el proceso de enseñanza.
Evaluar al niño en el jardín maternal, es una tarea que implica comprometerse con todas los
aprendizajes de vida que ha construido y está construyendo. Es tan importante saber cuánto y a qué
hora come, como que objetos puede manipular o como se comporta en los íntimos vínculos familiares.
Por lo tanto una guía que nos muestre al niño en todas sus manifestaciones, no puede estar solamente
orientada a evaluar los contenidos curriculares.
A continuación te presentamos a modo de sugerencia una guía orientadora de los aspectos a tener en
cuenta. Solo son un disparador que esperamos te permita, conjuntamente con los demás actores de tu
institución, desechar y/o agregar otros.
BIBLIOGRAFÍA
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