Redes Semanticas042023 536

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Redes semánticas

Nuevas perspectivas y aplicaciones


en psicología
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Iván Ulianov Jiménez Macías
Eudes Jairo Medina Mendoza
Coordinadores
Redes semánticas
Nuevas perspectivas
y aplicaciones en psicología

enfoque académico
Universidad de Colima
Dr. Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, Rector
Mtro. Joel Nino Jr., Secretario General
Mtro. Jorge Martínez Durán, Coordinador General de Comunicación Social
Mtra. Ana Karina Robles Gómez, Directora General de Publicaciones
Redes semánticas
Nuevas perspectivas
y aplicaciones en psicología

Sara Lidia Pérez Ruvalcaba


Iván Ulianov Jiménez Macías
Eudes Jairo Medina Mendoza
Coordinadores
© Universidad de Colima, 2023
Avenida Universidad 333
C.P 28040, Colima, Colima, México
Dirección General de Publicaciones
Teléfonos: 312 316 1081 y 312 316 1000, extensión: 35004
Correo electrónico: [email protected]
http://www.ucol.mx

Derechos reservados conforme a la ley


Publicado en México / Published in Mexico

ISBN eBook: 978-607-8814-57-2


DOI: https://doi.org/10.53897/LI.2023.0004.UCOL

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Proceso editorial certificado con normas ISO desde 2005


Dictaminación y edición registradas en el Sistema Editorial Electrónico PRED
Registro: LI-014-21
Recibido: Octubre de 2021
Publicado: Abril de 2023
Índice

Prólogo .................................................................................................................. 7
Serafín Joel Mercado Doménech

Introducción .......................................................................................................... 9
Eudes Jairo Medina Mendoza

Capítulo I
El significado vs. el nombre de las cosas .............................................................. 13
María Magdalena Gutiérrez González
Eudes Jairo Medina Mendoza
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

Capítulo II
Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable ................................... 27
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido
María Andrade Aréchiga
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Josué Gamaliel Pulido Partida
Jorge Ricardo Villalvazo Núñez

Capítulo III
Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de evaluación
de actitudes con redes semánticas naturales ...................................................... 43
César Augusto García Avitia
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Evelyn Irma Rodríguez Morrill
Claudia Verónica Márquez González.

Capítulo IV
Asociación libre y redes semánticas ................................................................... 61
Cristina González
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Capítulo V
Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales
como herramienta diagnóstica. Su aplicación en campañas
de salud pública .................................................................................................... 71
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Ana Lorena López González
Iván Ulianov Jiménez Macías

Capítulo VI
Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas
en la percepción de la violencia comunitaria en Ciudad Juárez ......................... 107
María Elena Vidaña Gaytán
María Nieves González Valles
Alberto Castro Valles
Jorge Ramón Lozano Martínez
Gloria Margarita Gurrola Peña
Patricia Balcázar Nava

Homenaje póstumo a tres reconocidos investigadores pioneros


de las redes semánticas en México ...................................................................... 121

José Luis Valdez Medina ............................................................................... 122


Lucina Isabel Reyes Lagunes
Serafín Joel Mercado Doménech .................................................................. 124
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Lucina Isabel Reyes Lagunes ........................................................................ 127
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

Reseñas curriculares .......................................................................................... 131


Prólogo

Serafín Joel Mercado Doménech


Profesor Emérito, Facultad de Psicología, UNAM

E ste es un libro muy importante para los psicólogos y otros cientí-


ficos sociales, pues se refiere a una técnica de evaluación de algo
muy elusivo pero fundamental: el pensamiento. Los seres humanos
somos otra especie de animal, no cabe duda, con la apabullante evi-
dencia empírica que se ha acumulado; esto hace que la teoría desa-
rrollada por Charles Darwin sobre la evolución de las especies por
selección natural sea la teoría científica mejor constatada que existe,
dejando en claro que nuestros orígenes son haber evolucionado de
un ancestro común (los chimpancés) y que lo que nos hace únicos
son nuestras diferencias cognoscitivas. Somos una especie muy cer-
cana a los monos antropoides, en especial a los chimpancés, con los
que compartimos aproximadamente el 97.4% del genoma, por lo
cual las diferencias que existen son mínimas, pero sumamente sig-
nificativas. Ese 2.6% de diferencia es en realidad abismal, y si bien
dichas diferencias son minúsculas, son muy importantes.
En primer lugar, está la postura erecta, lo cual implicó la
liberación de la mano, que se convierte en un manipulador sin
precedente. Tenemos dos manipuladores coordinados, que en rea-
lidad no se suman, sino que se multiplican al sumar además, las
manos de otros individuos. Así, la mano también se vuelve un im-
pulso para el pensamiento colectivo, ya que, aprovechando la so-
ciabilidad ya existente en los simios, la operación de la mano para
modificar la realidad a fin de adaptarla a las necesidades del hom-
bre: la tecnología, se realiza en grupo y esto hace que la empresa
se vuelva colectiva.

7
Serafín Joel Mercado Doménech

La mano requiere de un cerebro que guíe sus acciones, que a


su vez depende de tres cosas. En primer lugar, una idea compartida
de la naturaleza de las cosas, aquello que va a ser transformado. En
segundo lugar, lo que queremos que haga el objeto transformado y,
en tercer lugar, los cambios que hay que hacer en el objeto para lo-
grar la meta. Sin lugar a duda, esto forzó la co-evolución del pensa-
miento abstracto que ha permitido la representación de los objetos y
los procesos en términos conceptuales y el lenguaje, que ha hecho
posible compartir esa representación entre todos los involucrados.
Es pues, la aparición del pensamiento abstracto, la que hace
tan potente y característica la adaptación de Homo, apareciendo la
cultura, ese destilado cognoscitivo que se va acumulando genera-
ción tras generación de esa representación colectiva. Es la naturale-
za de ese proceso de abstracción, encontrar aquello que es la esencia
de lo que entendemos. Para ello se requiere identificar los atributos
que definen el proceso.
La teoría de redes semánticas está desarrollada para enten-
der la naturaleza de los conceptos y, con sus avatares ha permitido
paulatinamente esclarecer cómo logramos esa abstracción. Con las
redes semánticas naturales, Figueroa y colaboradores permitieron
pasar del nivel de una teoría del pensamiento individual a ese des-
tilado colectivo, grupal. Mercado y colaboradores (1981) pudieron
pasar de una representación lineal de la relación de las definido-
ras a una multidimensional. Es una metodología sui géneris, con la
cual pueden analizarse los ladrillos del pensamiento y los concep-
tos; además es muy poderosa para captar cómo la cultura ha genera-
do un modo de ver algo y la manera en que esa comprensión hace
posible ver la forma en que las personas abordan ese colectivo.
El presente libro nos abre acceso a esta técnica, nos permite
entender cómo se organiza el pensamiento sobre alguna cuestión.
Es un texto muy completo que aborda tópicos concretos: el estrés,
la calidad de vida y el bienestar. Asimismo, abre una avenida muy
importante a esta metodología, fundamental en estos tiempos y que
al fin inicia su uso con fines diagnósticos.

8
Introducción

E n la actualidad, dar cuenta de la vida cotidiana desde la acade-


mia exige nuevos retos y formas diferentes de aproximarnos a
las realidades de cada uno de los sujetos con los que entramos en
contacto. Esto lo podemos hacer desde diferentes lugares, uno de
los cuales tiene que ver con la construcción de los significados. Esta
exploración puede permitir comprender la relación que se entabla
con los demás y consigo mismo, a partir de una serie de operaciones
semióticas que posibilitan la flexibilidad de los propios significados
y sus modificaciones cuando entran en contacto con los significados
de los otros.
Este libro plantea en cada uno de sus capítulos una revisión
de los significados a partir de las redes semánticas, una técnica par-
ticular que permite, dada su flexibilidad en cuanto a su aplicación y
a su rigor metodológico, ser implementada, pensada y reflexionada
desde condiciones particulares que obedecen a los diferentes con-
textos y objetos-sujetos de estudio que se enuncian en este trabajo.
Se realiza una revisión sobre el significado de las cosas, la for-
ma en que son nombradas y cómo esto modifica la manera en que
nos relacionamos con ellas. Para ello, realiza una serie de planteos
teóricos, desde diferentes autores, sobre la construcción de senti-
do y la forma en la que nombramos las cosas. Esta discusión inicial
servirá de base para los capítulos siguientes, pues a partir de la re-
flexión sobre la forma en que nominamos las cosas en el mundo, es
como se construyen los significados y, de manera posterior, serán
comunicables para los otros, con los que se entablan relaciones.
Se revisan los vasos comunicantes que existen entre una de
las técnicas emblemáticas del psicoanálisis, como lo es la asociación
libre y las redes semánticas como instrumento para dar cuenta de
las estructuras de significados. Se puede identificar en este trabajo
cómo ambos abordajes pueden ayudar a explorar la construcción de

9
Eudes Jairo Medina Mendoza

los significados de las vivencias-conceptos a partir de las condicio-


nes específicas exigidas para la implementación e interpretación de
cada una de estas.
Se desarrolla una adaptación de la técnica de redes semán-
ticas para usarla con un carácter diagnóstico para implementarla
en el diseño de una campaña de salud. Dentro de los resultados
que se reportan, se pueden encontrar las diferencias existentes en
la forma en que las personas significan a partir de su grupo etario
o de su género. La aplicación de redes semánticas permite tomar
decisiones basadas en los significados de las personas, lo que ofre-
ce la ventaja de diseñar una campaña de salud que garantice un
mayor grado de éxito.
Se describen conceptos importantes relacionados con las re-
des semánticas y con reusar conocimiento: ontologías, tecnologías
semánticas y aplicaciones. Aquí se muestran los alcances de las re-
des semánticas, en cuanto técnica, y también sus limitaciones al
momento de generar conocimiento. Es decir, el texto plantea la fron-
tera ante la cual, las redes semánticas se enfrentan a un reto. Para
lograr esto, los autores hacen una revisión del conocimiento y algu-
nas formas en las que puede ser gestionado a partir de lo que deno-
minan “web semántica”. Esto permite identificar los alcances de las
redes semánticas, pero también las exigencias que tienen por delan-
te, e invita al uso de la reflexividad metodológica para pensarlas e
implementarlas de formas distintas.
Se estudian las emociones generadas por la exposición direc-
ta o indirecta a la violencia comunitaria en Ciudad Juárez. En este
trabajo, los autores exploran la relación entre las redes de significa-
do y la memoria en un contexto en particular vinculado a condicio-
nes de violencia. En este estudio participaron 120 personas entre 18
y 54 años. Dentro de los resultados más llamativos se pueden des-
tacar las emociones experimentadas por hombres y por mujeres,
cómo están determinadas por el contexto, así como por las propias
condiciones de género. A partir de lo anterior, se puede identificar
que las redes semánticas muestran su capacidad para dar cuenta de
estas condiciones situadas sobre problemáticas complejas como la
propia violencia de Ciudad Juárez.

10
Introducción

Se realiza una revisión teórico-metodológica de las redes se-


mánticas como un instrumento para evaluar las actitudes (lo que
denominan los autores como “redes semánticas actitudinales”). Esta
propuesta permite una recolección de datos que incorpora la sub-
jetividad de los participantes y, al mismo tiempo, dar cuenta de las
condiciones grupales de emergencia de dichas actitudes.
A partir de lo anterior, se puede identificar cómo la técnica
de las redes semánticas muestra una capacidad para ser adecuada
a diferentes contextos, permitiendo conocer las estructuras que dan
sentido a las prácticas de diferentes grupos insertos en diferentes
contextos.

Eudes Jairo Medina Mendoza

11
Capítulo I
El significado vs. el nombre de las cosas
María Magdalena Gutiérrez González
Eudes Jairo Medina Mendoza
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

Introducción

P ara expresarse objetivamente y compartir significados, el indi-


viduo genera códices, signos, formas y símbolos con los que se
comunica en grupo y consigo mismo. En este capítulo se presentan
postulados que permiten comprender el proceso por el cual se nom-
bran las cosas y se reflexiona sobre la importancia de conocer su sig-
nificado a través de la aplicación de la técnica de redes semánticas.
Iniciaremos con enunciados de filósofos de la talla de Pla-
tón, Crátilo, Aristóteles, los estoicos, San Agustín, Santo Tomás
de Aquino, Arnauld, Lancelot, Hobbes, Locke, Berkeley, Diderot,
Humboldt, Chomsky, Saussure, Kant; posteriormente, se retoma-
rán a Quillien, Moragas, Benveniste.
Asimismo, se consideraron los fundamentos de Valdez por
apoyar teórica y metodológicamente la creación de la investigación
“Uso de las redes semánticas como diagnóstico y como técnica para
establecer el significado de conceptos en personas de habla hispana”,
en la que colaboran investigadores de la Universidad de Colima, la
Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad de Guanajuato,
la Universidad del Estado de México, la Universidad de Hidalgo, la
Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Costa
Rica, la Universidad Hispanoamericana, la Universidad de Tarapacá
de Arica, la Universidad de San Juan, la Universidad Nacional de Cór-
doba y el Colegio Calasanz, en la ciudad de San José en Costa Rica.

13
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

Con tales antecedentes, se inicia la reflexión sobre la capa-


cidad que tiene el individuo para nombrar, designar y conocer las
cosas. Ante esto, Platón (230 a.C. citado por Calvo, 1987) en Crátilo
(s.f., citado por Calvo, 1987) deduce que la acción de nombrar está
en función de la experiencia, el nombre, forma y significados que
se ven influenciados por el entorno social.
Para nombrar o “llamar” a los objetos, Aristóteles (345 a.C.,
citado por Gottlob, 2016) planteó que son esenciales sus principios
causales y su origen, ya que las palabras varían de persona a per-
sona. A partir de lo cual, cabe establecer que el nombre refleja co-
nocimiento, experiencia, atributos, significado; elementos que fa-
cilitan la inferencia de la presencia o no de conductas.
Por otro lado, si para Santo Tomás de Aquino (1225-1274, ci-
tado por Garagalza, 2003), las palabras son un vehículo de acceso
al conocimiento de la realidad; donde el signo es palabra, sonido
y concepto. El mismo Tomás de Aquino (1225-1274), en Wimmers
(2011), dice que las palabras son vehículo de acceso al conocimien-
to de la realidad; de esta manera contempla las palabras, el sonido,
y también los conceptos.
Para su antecesor San Agustín (354-430 a.C. citado por Fi-
gueroa, 2007) la palabra es el signo de la cosa que se comprende
cuando es referido. De aquí que la relación existente entre el sig-
no-cosa, locutor-receptor, emisor-mensaje-receptor, se conjugan en
la triada comunicación-mensaje-respuesta.
En el plano de la comunicación, Arnauld y Lancelot (1660,
citado por Álvarez, 2015) definen la gramática como el “arte de ha-
blar”, el modo en que el pensamiento se transmite a través de sig-
nos (discurso), acordes al pensamiento con el conocimiento, don-
de las ideas están primero que la experiencia y los conceptos son
más importantes que las cosas referidas.
Ahora bien, considerando que la base del desarrollo de toda
ciencia es la gramática, Sánchez (1587, citado por Álvarez, 2015)
señala la importancia de obtener el conocimiento a partir del signi-
ficado de las cosas, esto es, de la atribución proporcionada a partir
de la experiencia, ya que esta impactará en su conducta, creencia
y comunicación de las personas.

14
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

De aquí la importancia de conocer el significado de las co-


sas, pues a partir de la inferencia de conducta podrán generar-
se programas de adquisición de hábitos para una mejor conviven-
cia con nuestro medio ambiente, entre los individuos, el estableci-
miento de conductas saludables, identificación de necesidades en
función a la cultura y la lengua con la que nos comunicamos, por
mencionar algunos de ellos.
Ahora bien, con base en la relación que hiciera Arnauld
(s.f.) de los conceptos-palabras, Lancelot (1660, citado por Cárde-
nas, 2008) designa a la palabra como signo y relaciona la definición
del concepto con la lengua de origen, asociando el signo con el sig-
nificante (imagen de la palabra) y con el significado (imagen de la
cosa representada); los cuales han sido creados para significar los
pensamientos a través del raciocinio.
Para complementar esta información se resume la aporta-
ción de varios autores citados por Gottlob (2016):
Como las palabras son signos de las ideas ante las cosas, nos
comunicamos en función de la experiencia con los signos de los
conceptos que le atribuimos a las cosas (Hobbes, 1588-1679), por
lo que el conocimiento proviene de experiencias y no de ideas in-
natas, ya que la mente conoce mediante las ideas que están entre
la realidad objetiva y la conciencia; siendo la idea el primer signo
que permite conocer las cosas, ya que nacen de “ideas sensibles”
que se asocian con sonidos (Locke, 1632-1704), que en conjunto
son propiedades de las cosas, por lo que estas son percepciones y
las palabras sólo las nombran (Berkeley, 1685-1753), a lo que se in-
tegran ademanes y gestos como dimensiones de realidad (Diderot,
1713-1784).
En esta tónica, donde el gesto ya sea facial, postural, gráfi-
co, puede o no encontrarse asociado con el sonido, aunque a am-
bos se le haya asignado un significado personal-grupal, y a través
del cual se transmiten conocimientos, necesidades, satisfacciones,
reforzadores, existencia, presencia e incluso vacío.
Es por ello que, con el sonido se designa de manera inme-
diata al pensamiento y de manera mediata a su escritura (Álvarez,
2015), por lo que hay que considerar al gesto, en un lugar especial
al nombrar las cosas; ya que con un solo gesto es factible integrar

15
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

palabras que no es necesario emitir, por llevar implícito un signifi-


cado semántico compartido en un contexto determinado.
Es por ello, que en el lenguaje, el sonido es fundamento y
esencia del hablar, ya que el pensamiento se integra al concepto-so-
nido, y así, cada lenguaje es un sistema único e individual donde los
signos y sonidos verbales carecen de sentido, sólo lo adquiere la es-
tructura idiomática gracias al pensamiento y a la mente humana que
construye reglas y gramáticas (Humboldt, s.f. citado en Galán, 1994).
Ahora bien, Chomsky (1978, citado por Álvarez, 2015) resalta
de la gramática general de Port-Royal, la concepción dualista del len-
guaje (dimensión corpórea y espiritual del signo lingüístico), con lo
que se identifica la apariencia física de las cosas y el modo en que la
frase expresa el pensamiento, la organización del significado puede
reducirse a la forma lógica del pensamiento.
Asimismo, como el significado y su sentido, el significante,
la idea del objeto que es el signo lingüístico, los conceptos e imáge-
nes acústicas están integradas, y, a partir de esto, es factible hablar
del objeto de la misma forma, con las mismas palabras, en diferen-
te contexto-tiempo, aunque tengan diferente significado (Saussure,
1945), porque existe en el tiempo, un orden de los nombres (Kant,
1766). Significado que puede cambiar, perderse (arcaísmos), adop-
tarse o reformularse según el contexto.
Donde el sonido de la lengua posee valor distintivo, permi-
tiéndole ser contiguo en el tiempo, oponerse a otros sonidos (Qui-
llien, 1981, citado por Galán, 1994), o mantenerse en desuso. En re-
sumen, para el individuo es necesario encontrar o designar un nom-
bre a las cosas, ya que le ayudará a expresar su pensamiento, ideas,
lo más preciso posible, de acuerdo con lo que se requiere o necesita
que el interlocutor comprenda, en el momento en que se establece
la comunicación.
De igual manera, si en el pensamiento del individuo "no exis-
tieran nombres, entonces, aunque las cosas existan sensorialmente,
no podrá transmitirlas..." (con palabra, señal, escritura, ideograma).
Esto es, ¡sin palabra que el interlocutor interprete no habrá diálogo!
(Moragas, 1981); pero en la actualidad, dicha comunicación debe ser
un aparato específico de las políticas modernas científicas para el al-
macenaje y recuperación digital de la información (Moragas, 2005).

16
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

He aquí la importancia del significado, donde la percepción


de la información sigue tres momentos: 1. El mecanismo percep-
tual de entrada-salida, 2. La memoria que almacena la informa-
ción, y 3. La unidad de procesamiento que efectúa una serie de re-
laciones específicas (Valdez, 2005); momentos que permanecen en
esta era digital pero a gran escala, ya que el uso de la web permitirá
compartir, significar y resignificar las cosas aunque las personas
se encuentren distantes pues ahora su realidad-experiencia será a
través del ciberespacio, y a través de este también podrá estudiar-
se y obtener el significado de conceptos, constructos, eventos que
comparten o discrepan sus usuarios.
La distinción entre lo que el hablante toma por significado
y el significado semántico que vendría a ser el mostrado en los dic-
cionarios de cada lengua es que en el primero el hablante quiere
expresar el significado propio, mientras en el segundo, el signifi-
cado es aceptado por el sistema-lenguaje propio de cada lengua
(Kripke, 2015).
Aunado al hecho de que con la comunicación los individuos
interactúan entre sí, transmiten su propia visión de las cosas, y
con ello las nombran y proporcionan una visión personal, Benve-
niste (1977) describe a la palabra como la unidad de la expresión
del pensamiento, que representa al objeto, suceso, emoción, sen-
sación, entre otros (Figueroa, 1981, citado por Valdez, 2005).
Complementando lo anterior, para Pellicer (2009) existen
diferentes teorías del significado del nombre propio. Una de ellas
es la “teoría descriptiva” para la que esta categoría gramatical está
dotada de sentido, ya que identifica unívocamente al referente,
pero correspondiéndose el contenido descriptivo con el concepto
de ser único.
A diferencia de ello, Fodor (1991) se resiste a creer que el
lenguaje es un fenómeno público y dice que hay necesidad de pre-
cisar un lenguaje del pensamiento más que un lenguaje privado,
con base en el significado personal o punto de vista individual,
pero en esta explicación resulta muy difícil apartarse de la percep-
ción individual del mundo.
A partir de lo anterior, nos atrevemos a reflexionar los si-
guientes puntos:

17
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

Si implícito al nombre de las cosas y a su significa-


do, se encuentra la experiencia individual-colectiva, la sa-
tisfacción-necesidad, percepción de la realidad, manifes-
taciones del lenguaje, entonces un individuo con proble-
mas de percepción o de aprendizaje, es probable que per-
ciba diferente la realidad de quien no los presenta, aun-
que comparta elementos afines (definidoras del objeto)
y actitud parecida ante el mismo objeto-situación. Por lo
cual la percepción de la realidad será diferente para todos.

Esto plantea lo siguiente ¿acaso será una realidad particular


y de aquí se pudieran comprender las diferencias de pensamiento,
conducta, actitud, etcétera, que presenta el individuo?
De aquí se desprenderían las diferentes capacidades de
adaptación y de resiliencia que generamos ante situaciones adver-
sas, así como la necesidad de integrarnos con personas que ven la
realidad parecida a la forma que la vemos nosotros, lo que lleva a
conformar grupos que tienden a ser homogéneos.
En este sentido, la percepción de la realidad podrá com-
partirse entre las personas que presentan características particu-
lares como: daltonismo (alteraciones del color verde-rojo), sineste-
sia (alteraciones de letras, notas musicales, ciertos sonidos asocia-
dos a colores, números con adjetivos calificativos, como el nueve
con gentil y generoso), hipoacusia (no entender palabras en entor-
nos ruidosos), invidencia (pérdida total o parcial del sentido de la
vista), disgrafía (trastorno neurológico de carácter funcional que
afecta la escritura, concretamente al trazado o a la grafía), dislexia
(trastorno de aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz
de problemas para identificar los sonidos del habla y para com-
prender cómo estos se relacionan con las letras y palabras, esto es,
la decodificación), discalculia (problemas para aprender matemá-
ticas, problemas en el sentido numérico, cantidades, concepto de
mayor, menor, etcétera), entre otros.
Esta diferencia de percepción influirá en el nombre de las
cosas, su significado y, por ende, impactará en la actitud-conducta
frente a personas, objetos o acontecimientos, lo que a su vez influi-
rá en la experiencia del colectivo, añadiéndose nuevas experiencias,
conceptos, vocablos, escrituras, sonidos, que irán enriqueciendo el

18
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

significado de las cosas, a través de la comprensión del contexto en


que se encuentra y la síntesis de pensamiento que se realice.
Desde otro punto de vista, ante la escasez o nula informa-
ción del objeto o acontecimiento, este carecerá de significado, ya
que el objeto o evento necesitan ser conocidos para poder ser signi-
ficativos y así poder expresarse con la representación de la palabra.
Ahora bien, en el mundo de la percepción que se vuelve
pensamiento y este palabra, nombre, es que nace el significado
producido en y gracias al aprendizaje de la lengua-sistema, como
lo menciona Saussure (1945), como una manifestación del conven-
cionalismo, y es aquí donde los significados se trasladan a otras
manifestaciones de la producción del pensamiento con base en el
hablante o el escribiente, y se enfatiza que las personas con impe-
dimento para hablar siempre pueden manifestar su pensamiento
en palabras con otros recursos de la lengua-sistema.
Asimismo, en la raíz de los nombres —por ejemplo en las
familias de palabras—, existe una parte del nombre que es común
en todas ellas (gramema) y que está ligada a un significado deter-
minado objetivamente del nombre. Así tenemos que libro, libreta,
librero, librería, librón, librillo, libretita, libretón, libros, tienen en
común el gramema libr. Pero las variaciones no las da el hablante
sino el significado específico del objeto, mismo que el hablante no
manipula ni modifica por lo que piensa, sino por lo que cada uno
de estos nombres representan.
Al respecto, es importante señalar que habrá diferencias de
percepción de cada uno de ellos en diferentes culturas aun com-
partiendo la misma lengua. Posiblemente porque el lenguaje se
adquiere, se almacena, se procesa y por supuesto se manifiesta, en
un contexto determinado y, por ende, será la base de cómo deci-
mos el nombre de las cosas y por supuesto de su significado.
De esta manera, el hablante tiene su propio significado al
expresarse refiriéndose a algo, o alguien. Por lo que existe un sig-
nificado personal y otro en la expresión que quien lo escucha, mis-
mo que lo puede inferir; es por ello que a veces la expresión del
hablante se vuelve ambigua para el oyente, quien puede tener otro
referente y así variar el significado inicial del hablante, ligado a su
representación personal del mundo.

19
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

Al respecto, Miller y Johnson-Laird (1976) explican que de-


pendiendo de la persona es el significado que le otorga a la palabra,
influyendo en la situación y valorización que le dé. El sistema-lengua-
je tiene una amplia gama de funciones de la expresión con base en
tiempos y modos que la gramática de la lengua estudia, así como de
funciones de las palabras que la sintaxis explica; la palabra, es decir,
el nombre se genera dentro de una categoría de palabras —como los
nombres o sustantivos se refieren a personas o cosas y dan referen-
cia—, los verbos describen las acciones, los adjetivos a los atributos.
Ahora veremos la mirada desde el pragmatismo para el signi-
ficado, el cual se afecta por el contexto, tanto el lingüístico (persona,
género, modo, tiempo, número, función sintáctica) como el situacio-
nal; ya que dependiendo del contexto en que vivimos o actuamos,
es como vamos a ligar el nombre a una referencia. Por ejemplo la
palabra partido implicará diferencia si se ve desde la política, el de-
porte, las relaciones personales, la acción, el objeto, entre numerosas
opciones más.
Al continuar en la misma línea de reflexión, la asociación que
hacemos dentro del abanico de posibilidades que en cada sistema-
lenguaje se tiene claro que lo elige el hablante; como cuando una
palabra cuenta con varios sinónimos y entonces la utilización de una
determinada palabra, de un determinado nombre y no otro es pre-
rrogativa exclusiva del hablante, lo que el oyente interprete de lo que
oye también es prerrogativa exclusiva de él. Desde su marco de refe-
rencia, esto es desde la forma en que ve la realidad y trata de inter-
pretar lo que dice el otro.
En este punto, nos permitimos volver al punto de la adquisi-
ción de la lengua, misma que ya existía en toda su dimensión y com-
plejidad, previo a nuestro nacimiento, la aprendimos, heredamos su
uso, le dimos significado con la proyección que recibimos de la fami-
lia, compañeros de escuela, lecturas, experiencias de vida, medios de
comunicación, etcétera.
Entonces ¿es el pensamiento lo único que es nuestro y el sig-
nificado lo acomodamos haciéndole caber en este aprendizaje?, ¿de-
cimos palabras pensando una cosa y diciendo otra? y luego ¿escu-
chamos a nuestro interlocutor e interpretamos otra, de acuerdo con
nuestro pensamiento?

20
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

Seguimos pensando hasta este momento que el nombre es


uno, con o sin significado, y que ambos en el sistema-lenguaje se
entrelazan: el nombre contiene al significado, y el significado tie-
ne que elegir al nombre de entre todas las posibilidades. Yendo
un poco más allá ¿qué podemos decir con el sistema-lenguaje de
que disponemos o simplemente no decimos lo que pensamos?,
¿requeriremos de fortalecer la información y el sistema-lenguaje
para que la precisión de nuestra expresión mejore? o ¿seguiremos
conformándonos con expresar lo que culturalmente heredamos,
aceptando el convencionalismo? Quizá seguiremos diciendo las
expresiones de cortesía de siempre, lo adecuado, lo socialmente
correcto, guardando en nuestra mente lo que en realidad nos gus-
taría expresar. Es por eso que “nombre versus significado”.

Discusión
La mente es un sistema de manipulación simbólica que tiene su
base en la adquisición, manejo y procesamiento de información
(Goñi y Ramírez, 1992; citados por Valdez, 2005), hay una conjun-
ción entre codificación de estímulos, cognición y comportamiento
(Valdez, 2005). Después de la pandemia por Covid-19, la comuni-
cación digital (telemática) ha permitido generar y compartir de
manera digital el significado de las cosas en torno a esta problemá-
tica, e investigar su existencia en muchas personas, diferencias y
similitudes en función a su cultura, lugar de residencia y lengua.
En este sentido, si las redes semánticas son un excelente
predictor conductual, entonces la técnica de redes semánticas po-
drá utilizarse para conocer el significado de las cosas que tengan
miles de personas que comparten una misma lengua, en lugares
distantes u oriundos de un mismo lugar o en diferentes lugares y
que se expresan en varios idiomas. Para ello, la Facultad de Psico-
logía y la Facultad de Telemática de la Universidad de Colima, han
sumado esfuerzos y a través del trabajo colaborativo entre pares
académicos generaron el Sistema Automatizador de Redes Semán-
ticas (JSARS).
En el contexto “digital”, donde el emisor-receptor ya no sólo
son personas ahora son instituciones, es un reto integrar los cam-
bios tecnológicos que permiten la interactividad, ya que la dirección

21
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

de la comunicación cambió de emisor-receptor a emisor-almacén


digital y aparece la figura del “mediador” y la memoria digital de la
información (Moragas, 2005); si bien esto fue escrito en el 2005, en
el 2021 es de total congruencia post pandemia Covid -19.
No hay nada prelingüístico (ningún pensamiento antes del
lenguaje, ninguna verdad ya descubierta que los signos materiales
no hayan descubierto) las lenguas son órganos del descubrimiento
de la verdad, donde el sentido del lenguaje es también sentido cog-
nitivo (Galán, 1994); en este sentido, se justifica el uso de las redes
semánticas como técnica para la obtención del significado atribui-
do a los conceptos, constructos, situaciones, fenómenos, etcétera,
es decir, todo aquello que represente una verdad para el individuo.
Ahora bien, en la Universidad de Colima, desde el 2010 con
la creación de la Red RVyE3 “Manejo del estrés con realidad virtual
en el ámbito educativo”, se utiliza la red semántica como herramien-
ta diagnóstica, sus alentadores resultados pre-post intervención en
manejo del estrés en México, Costa Rica y Chile, previa aplicación
de talleres de manejo del estrés académico y en la Ciudad de Coli-
ma, México en pre-campañas de salud, motivaron la realización de
esta obra. Ahora es el momento de traspasar nuestra propia fronte-
ra obteniendo el significado atribuido a sonidos, ya que —por ejem-
plo— el “chasquido de dedos” podrá significar “ponerse en marcha”,
“apresurar el paso”, el sonido de un silbato podrá interpretarse como
“pararse en seco”, “terminar una acción”.
Por lo tanto, esta es una investigación de frontera que se
fundamenta en la información de este capítulo y en los siguientes
enunciados de Álvarez (2015).
Los signos que son la expresión del pensamiento constan de
dos elementos:
1. Su naturaleza material (sonido, carácter escrito).
2. La expresión del pensamiento (articulación de palabras en
un discurso acorde con el pensamiento).
Los sonidos designan de manera inmediata el pensamiento,
y la escritura lo hace de manera mediata, pero el individuo puede
pensar de manera directa (sin traducir sonidos) en un objeto por
medio de la escritura.

22
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

Asimismo, este trabajo retoma parte de su fundamentación


en el hecho de que el lenguaje es oral, donde los sonidos son sus
primeros signos con los que se construye un discurso a partir de pa-
labras; signos que, por desaparecer con el tiempo, necesitan otros
símbolos para visibilizarse y permanecer, donde los ruidos y gestos
no participan del discurso (Port-Royal, s.f., citado por Álvarez, 2015).

Conclusiones
No existe lo percibido si no se nombra. Entendemos lo percibido
como una representación de la idea, del significado que está ligado
al sonido, objeto, signo, gesto, representación gráfica, que contiene
el nombre, que representa la cosa. El nombre de las cosas en su di-
cotomía objeto-pensamiento limita su interiorización mientras que
el individuo no experimente o vivencie algo con relación al mis-
mo. El individuo puede conocer el objeto sin conocer el nombre,
pero ¿si no se conoce el nombre cómo se interpreta? Se necesita el
nombre para transmitir ese pensamiento, esa idea, esa sensación.
Esto es, requiere ser puesta en palabra, necesita nombrarse.
El individuo percibe un estímulo a través de los órganos
sensoriales y construye el significado por el pensamiento indivi-
dual, que se activa en el proceso mental del reconocimiento del
estímulo como la idea que genera el pensamiento y este se vuel-
ve significado ampliándose por la asociación de las ideas, y si es
personal es exclusivo de quien lo percibe y lo piensa, y los demás
sabremos de él por su expresión en la manifestación del lenguaje.
Con ello nos damos cuenta que el contexto situacional afec-
ta al significado no por influencia lingüística sino por la propia na-
turaleza del sistema-lenguaje, de la expresión dada en un contexto
específico. El ser humano generó una forma de nombrar a los ob-
jetos y acontecimientos a través de signos conformados por el sig-
nificado y significante, en función a su experiencia; con lo que se
asumen sus características, utilidad, origen, y es donde convergen
los procesos lingüísticos y la semiótica de los signos.
Hoy en día, bajo la influencia de la comunicación digital, la
Facultad de Psicología y la Facultad de Telemática de la Universi-
dad de Colima, generaron el software Sistema Administrador de Re-

23
María Gutiérrez González |‌ Eudes Medina Mendoza | Sara Pérez Ruvalcaba

des Semánticas (JSARS), con el fin de generar conocimiento al esta-


blecer la relación del significado de las cosas en función al contex-
to sociocultural del participante. Información que permitirá dictar
directrices sobre comportamiento social (mercadotécnico, político,
cultural, económico); lo que generó una línea de investigación con
el nombre de “Aplicabilidad de la red semántica, una implicación
multidisciplinaria e interinstitucional”.
Al nombrar a las cosas en un contexto-tiempo determina-
do, el sonido emitido se encuentra asociado a las dicotomías: “pa-
labra-pensamiento”, “gesto-pensamiento”, “sonido-pensamiento”,
por lo que en la semántica puede haber uno o varios significados
ante un sola cosa (evento, situación, constructo, palabra estímulo,
concepto), donde el acto de nombrar las cosas se realiza al asociar
“experiencia-cosa-grafo-sonido-pensamiento”; para transmitir cono-
cimiento, significados, reconocimiento, interpretación, percepción
personal/colectiva de la realidad.
En el último cuarto del siglo XIX con el descubrimiento del
teléfono, la comunicación a distancia evolucionó la manera de con-
tactarse de persona a persona, 150 años después esta evolución ha
impactado la comunicación en la relación del individuo con su en-
torno, en el significado que tiene de él, por lo cual debe adaptarse el
procedimiento por el cual se obtenga el significado de las cosas. Aho-
ra proponemos conocer el significado psicológico de constructos, la
realidad cotidiana presente —como el estrés—, o por experimentar
(desastres), esto es, con el uso de software como el JSARS y, por qué
no, en un futuro con aplicaciones desde el celular inteligente.
Si el individuo atribuye significados tanto a los ruidos como a
los gestos; por tanto, será interesante investigar el impacto que estos
tienen en la conducta del individuo, por ejemplo el sonido del clic al
teclear o cliquear con el mouse.
El ejemplo anterior, se encuentra plagado de significados de
los autores de esta obra y muchos con seguridad lo comparten. El
oyente tiene sus propias expectativas de lo que va a escuchar, adivi-
na el sentido con base en el referente que da el aprendizaje o per-
cepción del estímulo que le genera la idea en función de su vivencia
personal, con la que interpreta y retroalimenta al oyente.

24
Capítulo i. El significado vs. el nombre de las cosas

Referencias
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26
Capítulo II
Más allá de las redes semánticas:
conocimiento reusable

Jorge Rafael Gutiérrez Pulido


María Andrade Aréchiga
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Josué Gamaliel Pulido Partida
Jorge Ricardo Villalvazo Núñez

Introducción

E n este capítulo se describen los conceptos importantes relacio-


nados con las redes semánticas y con reusar conocimiento: on-
tologías, tecnologías semánticas y aplicaciones. Las redes semán-
ticas son una herramienta muy útil de representación de conoci-
miento; sin embargo, muy limitadas cuando se trata de entregar
este conocimiento a un agente —de software o ser humano— para
procesar ese conocimiento y derivar nuevo conocimiento a través
de mecanismos de razonamiento e inferencia.
Las ontologías permiten crear una comprensión comparti-
da y consensuada del conocimiento de un dominio determinado.
Es un vocabulario compartido para describir un determinado do-
minio. El uso de un lenguaje formal permite que sea manipulable
por agentes de software.
Para representar el mundo real, o una parte de él, es impor-
tante tener presente que debe limitarse el número de conceptos
necesarios, pero suficientes, para poder crear una abstracción ge-
nerosa del fenómeno. De esta manera el aspecto central de cual-
quier actividad de modelado se determina en la realización de una
conceptualización, e identificando los conceptos y relaciones que
se asume existen en el dominio de interés.

27
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

En la literatura pueden encontrarse muchas definiciones de


conocimiento, sin embargo, desde la perspectiva de gestión del cono-
cimiento de acuerdo con Gruber (1995), puede decirse que “el conoci-
miento es información organizada y analizada para hacerla compren-
sible y aplicable a la resolución de problemas y toma de decisiones”.

Tipos de conocimiento
Las características de los medios donde se almacenan son impor-
tantes, por ejemplo de ello es el conocimiento guardado en la men-
te humana, en documentos o el que se obtiene a través de disposi-
tivos electrónicos mediante sistemas de representación del cono-
cimiento. De la misma manera, debe considerarse la accesibilidad
del conocimiento. Esta puede ser clasificada en tres categorías se-
gún Nonaka (1995) y Liebowitz (1998):
Conocimiento implícito al que puede accederse
mediante consulta y discusión. Para ello es necesaria la
localización y comunicación previa de conocimiento in-
formal. Puede obtenerse de forma indirecta a través de
procesos de extracción de conocimiento y observación de
comportamientos.
Conocimiento explícito al que se accede de forma rá-
pida y documentada en fuentes formales de conocimiento.
Existe en bases de conocimiento, expresado a través de ase-
veraciones. En un ámbito de agentes inteligentes de soft-
ware, este es usado para realizar tareas de razonamiento e
inferencia. A esto podemos denominar conocimiento reu-
sable. Dicha representación suele requerir de actividades
muy concretas (Gutiérrez, 2003): acopio, extracción, orga-
nización, fusión, refinamiento y recuperación.

Para representar conocimiento es necesario estructurarlo.


Hay varias formas de hacerlo, por ejemplo, puede hacerse median-
te redes semánticas. Pero si lo que se quiere es conocimiento reu-
sable, se necesitan ontologías. Una ontología es la base de la con-
ceptualización para poder referirse de manera adecuada a las enti-
dades de un dominio en particular. Existen en la actualidad varios
lenguajes que ayudan a definir ontologías, los cuales pueden ser
de notación gráfica como las redes semánticas, mapas tópicos, y

28
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

diagramas UML; los basados en lógica (Patel-Schneider, 2004) son


considerados lenguajes ontológicos y se usan para aplicaciones de
web semántica como se describirá más adelante.

Formas de representar conocimiento


El conocimiento es organizado por los usuarios con el fin de que
los agentes de software puedan interpretar el significado. De este
modo, dichos agentes podrán realizar búsquedas e integrar datos
de manera más eficiente, así como para la toma de decisiones y la
negociación con otros usuarios o agentes de software. En la actua-
lidad existen varios lenguajes para la creación de ontologías. Las
ontologías se utilizan para especificar y comunicar el conocimien-
to del dominio de una manera genérica y son sumamente útiles al
momento de estructurar y definir el significado de ciertos térmi-
nos. Existen diversas maneras de representar este conocimiento
mediante una ontología (Liebowitz, 1999).
Lenguaje natural. Cualquier lenguaje natural hu-
mano –español, náhuatl, ruso, etcétera– puede utilizarse
para crear una ontología. Sin embargo, debido a factores
de ambigüedad y su falta de precisión no es entendible
para un agente de software.
Lenguaje semiformal. Se utiliza para la especifica-
ción de procesos, en el desarrollo del sistema, puede utili-
zarse para especificar un algoritmo, evitando ambigüeda-
des, permitiendo tener una mejor precisión y claridad en
la representación.
Lenguaje formal. Modo de expresión preciso utili-
zado para la definición exacta y correcta en matemáticas,
química y otras ciencias.
Lenguaje computacional. Expresivo y adecuado
para crear conocimiento reusable que puede ser usado
por agentes de software y humanos. Algunos ejemplos de
los lenguajes de programación de computadora son el Ex-
tensible Markup Language (XML) y JavaScript Object Nota-
tion (JSON), entre otros.

29
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

Tipos de ontologías
En la literatura pueden encontrarse diferentes tipos de ontologías.
Se usan dos criterios principalmente para tales clasificaciones: por el
tipo de conocimiento contenido y por la motivación de la ontología.
Por el conocimiento contenido. Este es el criterio donde
existe mayor diversidad, la cual puede ser ilustrada por las dos si-
guientes clasificaciones de ontologías. La primera de ellas fue pro-
puesta en Van Heijst, Schreiber y Wielinga (1997). Se distinguen
tres tipos de ontologías:
Lingüísticas: especifican los términos usados para
representar conocimiento en el dominio. Un ejemplo de
este tipo de ontologías es UMLS1 (Lindberg, Humphrey, y
McCray, 1993) en el dominio médico.
De información: especifican la estructura de los re-
gistros de una base de datos. Los esquemas de bases de da-
tos serían un ejemplo de este tipo. Por ejemplo, podemos
definir un esquema para una base de datos de control es-
colar que puede ser usado para crear dicha base de datos
en MySQL o en alguna otra base de datos.
Modelado: especifican conceptualizaciones de co-
nocimiento. Estas ontologías tienen una estructura inter-
na mucho más rica que los anteriores tipos de ontologías,
y estas son las ontologías que interesan a los desarrollado-
res de sistemas basados en conocimiento.

Por motivación. Existen dos clasificaciones atendiendo al


criterio de motivación. En la primera de ellas, se distinguen cuatro
tipos de ontologías (Davis, Sorbe y Szolovits, 1993):
Representación de conocimiento: permiten expli-
car las conceptualizaciones que subyacen de los formalis-
mos de representación de conocimiento.
Genéricas: definen conceptos considerados genéri-
cos en diferentes áreas. Ejemplos de tales conceptos se-
rían componente, subclase, proceso, estado, etcétera. Es-
tas ontologías son reutilizables en diferentes dominios. Se
llaman también ontologías abstractas o superteorías por-

1
https://www.nlm.nih.gov/research/umls/faq_main.html

30
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

que permiten definir conceptos abstractos, y dichas onto-


logías pueden ser usadas para definir conceptos de forma
más específica en diferentes dominios. Como ejemplos
podemos ver la taxonomía, la meteorología, la topología y
la teoría general de sistemas.
De dominio: definen conceptualizaciones especí-
ficas del dominio. Las metodologías actuales de adquisi-
ción de conocimiento distinguen entre ontologías y cono-
cimiento del dominio, porque el último describe aseve-
raciones acerca del dominio, mientras que las ontologías
imponen descripciones sobre la estructura y contenido
del conocimiento del dominio.
De aplicación: están ligadas al desarrollo de una
aplicación concreta. Tales ontologías cubren los aspectos
relacionados con aplicaciones particulares. Típicamente,
estas ontologías toman conceptos de ontologías del domi-
nio y genéricas, así como métodos específicos para rea-
lizar la tarea, por lo que no son muy adecuadas para ser
reutilizadas.

Componentes de una ontología


Una ontología tiene los siguientes componentes para representar
el conocimiento de un dominio específico (Gutiérrez, 2003):

Conceptos: ideas básicas que se intentan formali-


zar. Los conceptos pueden ser clases de objetos, métodos,
planes, estrategias, procesos de razonamiento, entre mu-
chos más.
Relaciones: se encargan de representar la interac-
ción y el enlace entre los conceptos del dominio y por lo
general forman la taxonomía de este, por ejemplo, subcla-
se-de, parte-de, conectado-a.
Funciones: relación donde se identifica un elemen-
to mediante el cálculo de una función que considera va-
rios elementos de la ontología, por ejemplo, asignar-fe-
cha, categorizar-clase.
Instancias: se utilizan para representar ocurrencias
de un concepto determinado. Por ejemplo, Colima, Mi-
choacán, Jalisco, con ocurrencias del concepto estado, en

31
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

este caso son estados de México. México, de hecho, pode-


mos definirlo de manera similar, junto con USA y Canadá
son ocurrencias de País.
Axiomas: estos son teoremas que se declaran sobre
las relaciones que deben cumplir los elementos de la on-
tología, por ejemplo, “Si A es madre de B y B es hermano
de C, entonces A es madre de C”.

De esta manera, los axiomas y algunas relaciones permiten


realizar tareas de razonamiento e inferencia sobre el conocimiento
reusable de dominio específico.

La web semántica
El término web semántica apareció citado por primera vez en el año
2001. Tim Berners-Lee creador de la web y del término que aparece
en la citada publicación, afirma que es necesario hacer que la in-
formación en internet no sólo sea interpretada por computadoras,
sino también entendible en algún sentido por ellas, para que la ad-
quisición de conocimiento no siempre sea un proceso que deba ser
guiado por un ser humano (Berners-Lee et al, 2001). En dicho docu-
mento describe también las principales características que tendrá
la futura web y afirma que, en un futuro, se producirán desarrollos
importantes que introducirán prestaciones nuevas, al lograr que las
máquinas multipliquen su capacidad de procesar y comprender los
datos dispersos en la web y que hoy solamente se exhiben en la pan-
talla. Hasta ahora, la web se ha desarrollado con suma rapidez, pero
concebida mucho más como medio de proporcionar documentos
a las personas, que para la manipulación de datos e informaciones
procesables de forma automática.
Para dar solución a los problemas de la web como buscar in-
formación fuera de contexto, la obtención de resultados inexactos,
así como la imposibilidad de que un agente de software comprenda
dicha información, se plantea la web semántica. Esta sugiere agre-
gar a la web toda la semántica necesaria para acceder a la informa-
ción de manera exacta y completa. El primer paso es estructurar los
datos de manera que las computadoras sean capaces de comprender
naturalmente el significado de acuerdo con el contexto. Esto puede

32
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

verse como una extensión de lo que hoy en día es la web. En la figu-


ra 1 se muestra la web actual en comparación con la web semántica.
Figura 1
Web actual vs. web semántica

Fuente: Retomado de https://lawebsemantica.weebly.com/conclusioacuten-sobre-la-web-


semaacutentica.html

En la imagen se observa cómo en la web semántica los con-


ceptos no sólo están referenciados unos con otros, sino que contie-
nen relaciones que permiten entender el contexto de la informa-
ción que se está mostrando. Por ejemplo, un software requiere de
una entidad biblioteca, tiene una entidad documento, el documen-
to se basa en otro documento, este tiene un autor, a diferencia de
la web actual en la que un recurso hace referencia a otro recurso y
ese recurso a otro sin conocer qué relación los une.
En la actualidad ya están disponibles tres importantes tec-
nologías para el desarrollo de la web semántica:
XML, lenguaje de marcado extensible. Es la capa más baja
para la representación de conocimiento. Sienta las bases para las
capas superiores.
RDF, marco de descripción de recursos. Es una capa inter-
media para el diseño de conocimiento. Permite agregar informa-
ción legible para las máquinas. Está basado en XML. RDF permite

33
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

realizar sentencias sobre los recursos. Una sentencia de este tipo


siempre cuenta con la misma estructura: <subject> <predicate>
<object>. Esta sentencia representa una relación entre dos recur-
sos la cual es llamada tripleta.
OWL lenguaje de ontologías en la web. Es la capa más alta
para la representación del conocimiento, permite granular el co-
nocimiento a los agentes de software y realizar operaciones elabo-
radas de razonamiento e inferencia.
Existen tres versiones disponibles de OWL cuya diferencia
principal es el nivel de expresión con el que puede representarse
conocimiento (Bizer et al., 2009).
OWL Lite es la versión más limitada de OWL, ya
que sólo permite el uso de ciertas características, por
ejemplo, sólo permite jerarquías, restricciones y cardina-
lidades simples.
OWL DL permite mayor expresividad garantizando
computabilidad y decibilidad, por ello permite generar ra-
zonamiento automático y buscar inconsistencias en una
ontología. OWL Lite y OWL DL fueron diseñados para re-
solver sentencias en tiempo finito.
OWL Full es la versión más expresiva. Fue diseñado
para situaciones donde es más importante la alta expresivi-
dad que la garantía computacional. A diferencia de los an-
teriores, puede contener bucles infinitos.

Editores de ontologías
Los editores de ontologías son aplicaciones que permiten crear y
editar ontologías, facilitando la creación de bases de conocimiento.
La mayoría de ellas incluyen razonadores, y pueden incluir de-
mostradores de teoremas para probar la consistencia de las onto-
logías creadas. Existen varios editores de ontologías disponibles,
y aunque la mayoría ofrecen las herramientas básicas para editar
una ontología, debe tenerse cierto cuidado al momento de elegir el
editor apropiado, dependiendo de la ontología que se vaya a mode-
lar, los lenguajes que se vayan a utilizar para importar y exportar
información, entre otras cosas.

34
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

Entre los editores de ontologías más populares están:


COE2 es un editor de ontologías colaborativo. Ofre-
ce herramientas para la creación, edición, distribución y
reutilización de ontologías. Ofrece una interfaz visual que
permite manipular taxonomías ya sea gráfica o textual-
mente. Una de las ventajas que ofrece es que permite ver,
editar y componer ontologías sin necesidad de ser un ex-
perto en ellas.
Altova3 es un editor de ontologías que se basa en
XML para modelar, editar, transformar y realizar pruebas.
Es una de las herramientas más vendidas dado que permi-
te crear aplicaciones avanzadas XML y web, y ofrece fle-
xibilidad para trabajar gráficamente o editando el código
directamente.
Protégé4 es uno de los editores de ontologías más
populares y completos en el mercado, su licencia es de
uso libre. Otra de sus ventajas es que permite exportar on-
tologías en formatos RDF(s), OWL y XML. Detrás de esta
herramienta hay una gran comunidad que la respalda, la
cual va desde desarrolladores hasta corporaciones y go-
biernos, quienes hacen uso de ella.
TopBraid Composer5 es un editor de ontologías con-
siderado un ambiente visual de modelado que permite
la creación, gestión y edición de modelos de dominio y
ontologías basándose en las tecnologías estándar RDF(s),
OWL y SPARQL. Es un editor muy completo que ofrece,
además, un razonador y la posibilidad de comprobar la
consistencia de las ontologías. Existen diferentes versio-
nes de este software donde, dependiendo las necesidades
del usuario, puede elegirse entre versiones de uso libre o
versiones de pago.

2
https://cmap.ihmc.us
3
https://www.altova.com/es/download
4
https://protege.stanford.edu
5
https://www.topquadrant.com/topbraid-composer-install

35
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

Producción de conocimiento
Debido al auge actual de la web semántica están desarrollándose
numerosos proyectos y herramientas que facilitan el tratamiento y
desarrollo de todo el ciclo de vida de ontologías. Este ciclo de vida
del conocimiento puede dividirse, según las comunidades web, en
las siguientes etapas, figura 2 (Gutiérrez, 2003):
Extracción: Dada la gran cantidad de información
no estructurada y semiestructurada existente, se hace ne-
cesaria una extracción de conocimiento para datos no es-
tructurados y semiestructurados situados en repositorios
externos de datos.
Adquisición: Se hace necesaria la adquisición de
conocimiento humano. El ingeniero de conocimiento
necesita un soporte proporcionado por herramientas de
edición de ontologías que facilitan su creación, manteni-
miento y publicación.
Acceso: Una vez que el conocimiento ha sido ad-
quirido mediante fuentes humanas o extraído automáti-
camente, se requiere representar dicho conocimiento en
un lenguaje de ontologías y proporcionar un lenguaje de
consultas que proporcione acceso al conocimiento alma-
cenado.
Administración: Es necesario un software interme-
dio de ontologías para mantener y administrar el conoci-
miento, así como utilizar bases de conocimiento.
Recuperación: Finalmente deben existir herra-
mientas de acceso a la información que permitan al usua-
rio explotar el conocimiento representado en un sistema,
de forma que pueda encontrar, compartir, visualizar y or-
ganizar el conocimiento.

36
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

Figura 2
Etapas del ciclo de creación de conocimiento

Fuente: Retomado de Gutiérrez (2003).

Base de conocimientos: Las bases de conocimiento sobre las


cuales se trata de estructurar la web semántica están formadas por
las ontologías creadas con OWL, las tripletas RDF, y son la razón por
la que fueron creadas. Su propósito es ser las tecnologías que se uti-
licen para representar formalmente conocimiento, conceptos den-
tro de un dominio definido y las relaciones entre esos conceptos,
de tal manera que se tengan bases de conocimiento estructuradas
para, posteriormente, hacer uso de ese conocimiento de una forma
más eficaz.
Tras varios años de trabajo en el campo de las tecnologías
semánticas se ha alcanzado un grado de madurez tal, que son con-
sideradas como verdaderas bases de conocimiento de las cuales se
puede hacer uso en aplicaciones más avanzadas y de mayor confia-
bilidad. Se han creado nuevas formas de almacenar conocimiento,

37
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

por ejemplo, las denominadas bases de datos semánticas, también


conocidas como bases de datos grafo (Pulido, Aréchiga et al, 2016).
Linked Data: La manera en que la web semántica vincula
los distintos datos que están distribuidos en la web es mediante el
enlazamiento de estos mismos permitiendo que se referencien en-
tre ellos de la misma manera en la que las páginas web lo hacen.
No sólo se trata de subir información a la web, sino de vincu-
lar la ya existente de forma que tanto las personas como las máqui-
nas puedan aprovechar todo el potencial de ésta gracias a la relación
o significado que podrá obtenerse a partir de los datos iniciales.
A diferencia de la manera tradicional o como actualmente
se hace referencia de un dato a otro, con linked data, los datos se
vinculan y se exploran de manera similar a la utilizada para vincu-
lar los documentos HTML haciendo uso de RDF proporcionando
una mayor cantidad de información sobre los datos obtenidos (Bi-
zer, 2009; Hart et al., 2014 y Hart y Dolbear, 2013).
Para que la web semántica funcione en forma eficiente,
debe brindarse acceso a repositorios de información debidamente
estructurados y a conjuntos de reglas de inferencia que se puedan
utilizar para efectuar razonamiento automático. Este tipo de siste-
mas se han venido estudiando en inteligencia artificial desde mu-
cho antes de la creación de la web.
Linked data permite crear una base de datos interconecta-
dos y distribuidos por la web, la cual fomenta el crecimiento de la
web, tanto a nivel de documentos HTML como a nivel de RDF.
Buscadores semánticos: Tal vez el área en el que menor pro-
greso se ha conseguido y mayor expectativa se tiene es la de los
buscadores semánticos. Un buscador semántico es un buscador
“inteligente” dado que busca información basándose en el signifi-
cado de lo que se busca y no por palabras clave, como lo hace Goo-
gle. Los buscadores semánticos han sido tendencia en los últimos
años (Brath y Jonker, 2015).
Dbpedia: La representación semántica de Wikipedia6 con-
tiene más de 4.58 millones de instancias de las cuales 1,450,000
son personas, 735,000 son lugares, y 241,000 son organizaciones.

6
https://www.dbpedia.org

38
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

Es una base semántica de conocimientos con conocimiento reusa-


ble listo para poder ser procesado por agentes de software y seres
humanos. Es un esfuerzo comunitario mundial que se encarga de
realizar las tareas de administración de conocimiento desde la ex-
tracción hasta la puesta a punto para su utilización.
Figura 3
Extracto de la nube de datos enlazados

Fuente: Retomado de http://lod-cloud.net

Existe para 125 idiomas que en conjunto suman más de 38.3


millones de instancias, incluido el idioma español. Es el reposito-
rio más grande de datos enlazados (linked data) que existe. Pero
existen una infinidad de repositorios que incluyen infinidad de
áreas de las ciencias (ver figura 3) con conocimiento reusable listo
para ser usado por agentes de software en nuestras aplicaciones y
realizar actividades de razonamiento e inferencia.

Conclusiones
Hoy en día, puede construirse conocimiento a partir de una red
semántica y haciendo uso de las tecnologías presentadas en el ca-
pítulo, de una forma en la que puedan realizarse inferencias entre
los datos que componen dicho conocimiento.
El desarrollo de arquitecturas de sistemas basados en agen-
tes utilizando las tecnologías de la web semántica, pueden abrir
camino en la investigación que pueda conducir a la creación de
herramientas que ayuden a los usuarios en la búsqueda, recupera-
ción, actualización y almacenamiento de información.

39
Jorge Rafael Gutiérrez Pulido |‌ María Andrade Aréchiga | Et. al

Con la estandarización de la creación de bases de conoci-


mientos, ontologías y la estructuración de los datos, podrá obtenerse
información adecuada al contexto requerido incluyendo un mejor
acceso y manejo de la información, permitiendo crear una base de
conocimientos universal en la que toda información esté enlazada
con otras fuentes de información mediante relaciones. Creando una
abstracción de todo lo conocido que a su vez permite la inferencia
y el entendimiento del contexto de la información estructurada y
convertida en ontología, permitiendo transformar la web en una red
semántica con lo cual, haciendo uso de todas las tecnologías y len-
guajes mencionados en este capítulo, será posible ir más allá de las
redes semánticas, dando un nuevo paso en cuanto a la representa-
ción de la información. Actualmente las tecnologías semánticas son
la mejor opción para representar conocimiento y, sobre todo, rea-
lizar tareas de razonamiento e inferencia por medio de agentes de
software, haciendo uso de ontologías, permitiendo que las computa-
doras puedan comprender la información que buscan, que gestio-
nan, que almacenan, mediante inferencia. Aunque se tiene un largo
camino recorrido, aún falta mucho por avanzar.

Referencias
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40
Capítulo ii. Más allá de las redes semánticas: conocimiento reusable

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Manager Should Know. St. Lucie Press.
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41
Capítulo III
Las redes semánticas actitudinales
Una propuesta de evaluación de actitudes
con redes semánticas naturales

César Augusto García Avitia


Sara Lidia Pérez Ruvalcaba
Evelyn Irma Rodríguez Morrill
Claudia Verónica Márquez González

Introducción

D urante milenios se han realizado grandes esfuerzos para dilu-


cidar qué es lo que provoca el comportamiento humano. Mu-
chas respuestas a esa cuestión han llegado desde el conocimiento
del sentido común, otras han sido de orden teológico y otras más
se constituyeron como teorías surgidas de la filosofía. Sin embar-
go, era necesario dar un sustento sólido al entendimiento del com-
portamiento. Por ello, la psicología ha propuesto teorías sobre la
conducta y los procesos mentales a través de la investigación cien-
tífica desde finales del siglo XIX, tratando de hacer a un lado los
múltiples mitos alrededor del tema. En estas circunstancias han
surgido conceptos como el de actitud y el de significado psicológico
con la finalidad de brindar explicaciones más certeras. Este capítu-
lo define, describe y muestra la interrelación de estos constructos
e incluye una nueva propuesta nombrada redes semánticas actitu-
dinales para el estudio de actitudes en conjunto con el significado
psicológico, utilizando como base la técnica de redes semánticas
naturales (Valdez Medina, 2004).

43
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

Las actitudes
La importancia de explorar las actitudes se fundamenta en que
los individuos pueden presentar posturas o perspectivas a través
de las cuales evalúan las cosas, personas o situaciones que les ro-
dean en la vida cotidiana, llevándolos a estar a favor o en contra de
aquello que perciben. Además, tales posiciones también pueden
ser compartidas por un grupo (De Montmollin, 1988). Las actitu-
des se definen contemplando dos características: a) son una pre-
disposición aprendida a la acción; y b) son un conjunto estable de
creencias y cogniciones con un peso afectivo, favorable o no, de un
objeto, situación o persona. Como suele suceder con los construc-
tos psicológicos, la definición no es unívoca; sin embargo, existe
consenso en considerar que las actitudes corresponden a ciertas
regularidades de los sentimientos y pensamientos que predispo-
nen a una persona a actuar de cierta manera hacia algún aspecto
del entorno (Secord y Backman, 2005; Morales Vallejo, 2006).
Myers (2005), por ejemplo, menciona que una actitud es
una reacción evaluadora, favorable o desfavorable hacia algo o ha-
cia alguien, que expresamos mediante creencias, sentimientos o
conductas que estimamos adecuadas. Sarabia (1992; citado por Ro-
mán, Carbonero y Martín, 2002), refiere a las actitudes como dis-
posiciones o tendencias adquiridas y relativamente duraderas a
evaluar de cierto modo un objeto, persona, suceso o situación, y a
actuar en congruencia con tal evaluación.
Para hablar de la existencia de actitudes se requieren cier-
tos requisitos. En primer lugar, un sujeto como objeto de la actitud,
es decir, debe haber alguien que presenta la actitud hacia algo en
particular (objeto, persona, situación). Así, las actitudes dependen
de la existencia de tal relación entre un sujeto y un objeto. En se-
gundo lugar, no es suficiente la relación sujeto-objeto en un senti-
do cognoscitivo, sino que requiere incluir emociones, lo cual im-
plica que el sujeto conoce, evalúa y se involucra afectivamente con
el objeto.
Rosenberg y Hovland (1960), propusieron la existencia de
tres componentes de las actitudes, incluidas muchas de sus defini-
ciones que pueden diferenciarse teóricamente, aunque están en-
trelazadas:

44
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

El componente cognoscitivo, es lo que una persona


conoce y cree acerca del objeto de la actitud.
El componente afectivo, es lo que una persona sien-
te acerca del objeto de la actitud, es decir, las emociones
que surgen ante él. Ello implica qué tan favorable o desfa-
vorable lo evalúa.
El componente conductual, es la forma en que ac-
túa una persona ante el objeto de la actitud con base en
los componentes cognoscitivos y afectivos.

Una definición clásica es la acuñada por Rokeach (1968),


quien menciona que la actitud es una orientación o disposición
aprendida hacia algún objeto o situación que proporciona una ten-
dencia a responder de manera favorable o desfavorable hacia tal
objeto. De tal forma que las actitudes influyen la conducta, pero
hay que dejar claro que son sólo uno de los elementos que la de-
terminan, teniendo efecto en ciertas circunstancias. Las actitudes
pueden no manifestarse en ciertas ocasiones o incluso puede ha-
ber contradicción entre la acción y la actitud. Un ejemplo es aquel
individuo que tiene actitud negativa hacia algún superior en el tra-
bajo, pero que no la manifiesta en su conducta ante su presencia
por las consecuencias negativas que cree recibir al ser subordina-
do; cada mañana podría saludarle con una sonrisa, aunque sub-
jetivamente pueda estar experimentando un profundo desagrado.
Queda claro que las actitudes son predisposiciones para
comportarse de cierta manera hacia aspectos del ambiente o las
personas; sin embargo, son sólo uno de los posibles factores que
influyen a la motivación para actuar. La forma en que se actúa
dentro de una situación en particular dependerá de aspectos como
la evaluación de las posibles consecuencias inmediatas de la con-
ducta, de cómo se piense que los otros (estando o no presentes)
evaluarán tales acciones, de los hábitos comportamentales y del
significado particular que adquiera cierto estímulo en circunstan-
cias particulares.
Una actitud se conforma en la experiencia de los indivi-
duos, teniendo origen en alguno de tres componentes o en la com-
binación de estos. Desde el componente cognoscitivo, una actitud
puede surgir a partir de las representaciones que se tienen sobre

45
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

un objeto, como el conocimiento, las creencias, las ideas, los pen-


samientos y las opiniones sobre algo. Por tanto, el aprendizaje que
desemboque en la formación de alguna representación mental so-
bre algún objeto es la base de la actitud, aunque no la actitud mis-
ma. Siguiendo con el ejemplo de aquel sujeto con actitud negativa
hacia su jefe del trabajo, cierta información que conozca del mis-
mo podría ser la base de tal actitud. Enterarse de que el jefe es el
único que recibirá un gran bono extra a su sueldo al finalizar el año
es sólo información, pero al integrar al componente afectivo se po-
dría conformar una actitud.
El componente afectivo también puede ser el primer pre-
cursor de una actitud. Lo que alguien siente o las emociones que
se experimentan ante algo también pueden dar pie a una actitud
a largo plazo. Un individuo puede experimentar cierta sensación
o emoción ante algo, que puede ser placentero o doloroso, desea-
ble o indeseable. Si algún objeto, persona o situación se convierte
en un estímulo que provoca alguna reacción afectiva en un indi-
viduo, puede provocar la conformación de una actitud al asociar
sentimientos con ciertas creencias sobre ello. Continuando con el
ejemplo, la información sobre el jugoso bono que sí recibirá el jefe,
a diferencia del resto de los trabajadores, podría provocar un sen-
timiento de enojo al interpretar que eso es injusto, pues el trabajo
en realidad lo hacen los empleados y el jefe sólo se atribuye el éxi-
to. La información ya no es neutral al ser evaluada afectivamente
y puede provocar todo tipo de consecuencias.
La combinación del componente cognitivo y el afectivo
ante una circunstancia particular, y su posible inclusión en el sis-
tema de creencias de un individuo, componen el significado psi-
cológico, que está íntimamente ligado con las actitudes e influye
nuestra percepción. La información sobre los estímulos a nuestro
alrededor es evaluada como parte de la percepción, esto significa
que entra en juego un proceso valorativo que utiliza criterios de
deseabilidad-indeseabilidad que llamamos valores. En el ejemplo
del jefe que recibirá un bono, el valor subjetivo de justicia es evo-
cado por el empleado al interpretar la situación y utilizarlo para
evaluarla, pudiendo calificar el hecho como injusto.

46
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

Finalmente, las acciones también pueden ser el origen de una


actitud. Al igual que los componentes cognoscitivos y afectivos pre-
disponen a realizar ciertas acciones, el comportamiento influye en
las creencias y emociones hacia los objetos, personas o situaciones.
Realizar acciones también conforma y cambia actitudes. Por ejem-
plo, consumir repetidas veces una comida por necesidad que al prin-
cipio es desagradable, eventualmente podría comenzar a disfrutarse.

Actitudes, creencias y valores


Actitudes, creencias y valores son constructos relacionados que in-
cluso podrían confundirse, por lo que se distinguirán a continua-
ción. Partiendo de una perspectiva cognoscitiva, se considera que
las creencias son el conocimiento o información que se tiene acerca
de objetos, sujetos o fenómenos con los cuales entramos en relación.
Las creencias pueden ser precisas o imprecisas, completas o incom-
pletas, verdaderas o falsas, etcétera. Las creencias no brindan una
evaluación por sí mismas, pues consisten en información neutral so-
bre lo que nos rodea.
Una creencia, neutra en su origen, puede convertirse en una
actitud en función de un proceso evaluativo ya sea implícito (incons-
ciente) o explícito (consciente) por parte del sujeto. Para tales eva-
luaciones se requieren criterios o estándares de deseabilidad con los
cuales se comparan los hechos juzgados, llamados valores. De acuer-
do con Rokeach (1968) un valor es una creencia duradera que con-
sidera que un modo particular de conducta o un estado-fin de exis-
tencia es preferible, social o personalmente, a un modo contrario o
inverso de conducta o estado-fin de la existencia. Entonces, los valo-
res son utilizados como criterios a través de los cuales se evalúa una
situación, objeto o persona, e incluye diversos procesos cognitivo-
afectivos que pueden ser intuitivos o racionales (Kahneman, 2004).
La manera en que se conforman las creencias, valores, signi-
ficados psicológicos y actitudes en el individuo es a partir de un pro-
ceso de aprendizaje (Goñi y cols., 1996; citado por Román Sánchez y
cols, 2002; Rokeach, 1968). También por el aprendizaje pueden cam-
biar todos ellos. El aprendizaje no sólo crea contenidos que se guar-
dan en la memoria sino que va desarrollando distintas formas de
acercarse a la realidad, como son los significados psicológicos.

47
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

El significado psicológico
A principios del siglo XX, el reconocido lingüista Ferdinand de
Saussure (1916; citado por Valdez, 2004) mencionaba que el signi-
ficado era únicamente un componente del signo lingüístico. Otras
posturas han reconocido y comprobado que el significado es un
elemento particular, producto del conocimiento y la experiencia
anterior, con efectos sobre el comportamiento de los individuos
(Giraud, 1960; citado por Valdez, 2004). Por eso se ha complemen-
tado, creando el concepto de significado psicológico.
Para la Real Academia Española (s.f.) la palabra significado
incluye las siguientes cuatro acepciones:
1. Conocido, importante, reputado;
2. Sentido de una palabra o de una frase;
3. Cosa que se significa de algún modo; y
4. Concepto (representación mental).
En la cuarta acepción se observa que el significado es una
representación mental, por lo que no está en las palabras o los obje-
tos, sino en su interpretación. Más allá de una perspectiva exclusi-
vamente lingüística, estudiar el lenguaje representa una posibilidad
para explorar los diversos procesos mentales involucrados en el sig-
nificado.
Dentro de la psicología, el significado se enmarca en el estu-
dio de la cognición humana, que implica todos los procesos psicoló-
gicos que se utilizan en la obtención, uso, almacenamiento y modi-
ficación del conocimiento sobre el mundo, las personas o cualquier
clase de objeto o fenómeno (Vera-Noriega, Pimentel y Batista de Al-
buquerque, 2005). Reyes Lagunes (1993) describe que el significado
ha sido definido y explicado de diferentes maneras, ya sea como fac-
tor representativo, disposición, expectativa, reacción de mediación,
significado subjetivo psicológico, etcétera.
Osgood (1952, 1971, 1973, citado por Valdez, 2004) menciona
que, desde la visión conductista, el significado se alcanza por que-
dar condicionado a las mismas reacciones que originalmente se tu-
vieron frente a cierto objeto. Esta idea conductista es criticada por
el propio Osgood, quien la considera una explicación simplista y no
siempre cierta. Muestra como ejemplo la palabra “fuego” que tiene

48
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

distintos significados de acuerdo al contexto y no provocará por sí


sola que las personas comiencen a correr tras haberla leído.
La postura conductista sobre el significado fue superada gra-
cias a la postulación de la hipótesis mediacional, de la cual se extrae
la idea de que el significado sirve como mediador entre el objeto y las
conductas (Osgood, Suci y Tanenbaum, 1957; citados por Reyes-Lagu-
nes, 1993). Morris (1962, citado por Valdez, 2004) plantea que cual-
quier estructura de estímulos que no es el objeto, se convierte en algo
con significado si produce en un mismo organismo una disposición
para llevar a cabo alguna de las respuestas provocadas por el objeto.
El significado psicológico tiene un papel activo en la percep-
ción, es decir, en la interpretación que el ser humano realiza de aque-
llo con lo que entra en contacto a través de los sentidos. Los esque-
mas, categorías, hipótesis o teorías en general que cada individuo ha
desarrollado sobre la realidad mediante su experiencia constituyen
un filtro con el que da sentido a lo que le rodea (Vera-Noriega, Pi-
mentel y Batista, 2005). Esas interpretaciones son las que pueden
provocar la realización de una conducta. Los significados psicológicos
fundamentan los motivos y la conducta no es una reacción a la mera
captación sensorial de los estímulos.
La psicología social ha propuesto alternativas al concepto de
significado, indicando que es un productor de conductas por sí mis-
mo y no sólo un elemento mediatizador. Por ello, el significado es en
sí, un significado psicológico (Szalay y Bryson, 1973, 1974, citados por
Valdez, 2004), que no puede existir aislado del sujeto que lo produce
en determinadas circunstancias, puesto que está completamente de-
terminado por un contexto específico, dependiendo en gran medida
de las variables sociales, psicológicas, económicas, históricas y cultu-
rales involucradas.
Desde tal perspectiva, el significado psicológico es entendido
como la unidad fundamental de la organización cognoscitiva que está
compuesta de elementos afectivos y conocimientos que producen un
código subjetivo de reacción, mismo que refleja la imagen de la rea-
lidad que tiene una persona y su cultura subjetiva (Szalay y Bryson,
1973, 1974; Valdez, 2004). Por ende, el significado psicológico es en
sí mismo una unidad natural de estimulación en la producción de las
conductas en individuos y grupos.

49
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

Actitud y significado psicológico


Si el significado psicológico es entendido como la unidad funda-
mental de la organización cognoscitiva que está compuesta de ele-
mentos afectivos y conocimientos que producen un código subje-
tivo de reacción y las actitudes corresponden a ciertas regularida-
des de los sentimientos, pensamientos y predisposiciones de una
persona a actuar de cierta manera hacia algún aspecto del entorno
(Secord y Backman, 2005), entonces queda claro que son dos cons-
tructos íntimamente ligados. Su relación radica en que la actitud
está conformada de un patrón de significados psicológicos, es de-
cir, de la tendencia a interpretar a un objeto, persona o fenómeno
de una forma relativamente duradera, siendo una fuente de prefe-
rencias y motivos para la realización de conductas y un predictor
de la misma. Los significados psicológicos pueden variar depen-
diendo de la situación; las actitudes son cierto patrón de reacción
que se mantiene a pesar de que las interpretaciones específicas
sean distintas en cada circunstancia.
El significado psicológico y las actitudes pueden construir-
se convencionalmente, es decir, por un consenso grupal o social,
incluso aunque éste no sea consciente. Dentro del significado psi-
cológico y las actitudes se pueden encontrar inmersas normas mo-
rales o sociales, creencias, conceptos, mitos o ritos que conforman
toda una cultura. Entonces, el significado psicológico y las actitu-
des constituyen una perspectiva relativa a cierto objeto, persona o
situación, ante el cual se presenta un comportamiento específico.
Por ello, se puede decir que los grupos o sociedades pueden ser es-
tudiadas a través de la relación establecida entre sus miembros y
los significados psicológicos prevalecientes en la cultura de dichos
miembros (Valdez, 2004), a lo cual se pueden sumar las actitudes
que de ellos surjan. Cabe resaltar que los significados psicológicos
y las actitudes son dinámicos, por lo que pueden modificarse a tra-
vés del tiempo tanto en los individuos como en las sociedades. Pro-
cesos de enculturación, aculturación o simplemente experiencias
nuevas pueden modificarlos.

50
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

Evaluación del significado psicológico con redes


semánticas naturales
Para acercarnos al entendimiento del comportamiento humano,
es posible investigar los significados encontrados en el lenguaje
cotidiano, usado por la gente dentro de un contexto sociocultural e
histórico específico, y no sólo aquellos contenidos en los dicciona-
rios. Existen notorias diferencias entre la semántica establecida en
un diccionario de una lengua y el uso común de las palabras, así
como el uso de las palabras entre diversas culturas o en momentos
históricos, por lo que asumir que todos otorgan el mismo significa-
do a las palabras es erróneo. Esto implica una importante conside-
ración al desarrollar instrumentos y técnicas para recolectar infor-
mación al realizar evaluación o investigación en disciplinas como
la psicología. Por ejemplo, un reactivo de un cuestionario puede
ser interpretado diferente por dos personas en contextos distintos,
desdibujando la intención original del mismo con consecuencias
en su validez. Esta brecha entre los significados psicológicos y se-
mánticos debe ser considerada al estudiar los procesos humanos
y sociales, razón por la que surgió la técnica de redes semánticas
naturales que se abordará más adelante.
Reyes Lagunes (1993) considera que la tarea de estudiar el
significado como fenómeno psicológico ha sido compleja para los
psicólogos. Describe que han existido aproximaciones de tipo fisio-
lógico, experimentaciones de generalización semántica, técnicas
de asociaciones libres y de diferencial semántico. Sin embargo, de
los métodos mencionados para medir el significado psicológico,
surgidos a mediados del siglo XX, ninguno había tenido la fuerza
de explicar completamente el significado psicológico. Tampoco los
modelos asociativos de redes semánticas desarrollados en los años
60 y 70 por medio de equipos de cómputo lograban superar las li-
mitantes de su artificialidad.
En respuesta a tal problema, Figueroa, González y Solís
(1981, citados por Reyes Lagunes, 1993), propusieron en México
que el estudio de las redes semánticas debería ser natural, lo que
significa que hay que trabajar con las estructuras generadas por los
sujetos y no con las redes elaboradas con computadoras, siguien-
do lineamientos de los experimentadores. El estudio de las redes

51
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

semánticas hace énfasis en la importancia de la estructuración de


los conocimientos y el efecto de tales estructuras en la conducta.
Se considera que la información almacenada por los individuos
está organizada en forma de redes y que las palabras, eventos y re-
presentaciones forman relaciones que producen significados psi-
cológicos en su conjunto (Figueroa, 1976, citado por Vera-Noriega,
Pimentel y Batista, 2005).
La técnica de redes semánticas naturales requiere que las
personas partan de un concepto central llamado “nodo” y que a
partir de éste produzcan una lista de palabras que lo definan. Pos-
teriormente, a cada una de las palabras definidoras se le asigna un
“valor” o “peso semántico”, de acuerdo con su importancia como
definidoras del concepto, el resultado es una lista de definidoras
con valores asignados de manera de jerarquía, con la que se logra
tener un mapeo de la organización de la información en la memo-
ria. Uno de los postulados básicos de las redes semánticas es que
debe haber una organización interna en forma de red de la infor-
mación contenida en la memoria a largo plazo, en donde las pala-
bras o eventos forman relaciones, las cuales como conjunto dan el
significado psicológico (Valdez, 2004).
Desde esta perspectiva, el significado psicológico es el re-
sultante de un proceso reconstructivo de información en la me-
moria del sujeto, el cual manifiesta el conocimiento de un concep-
to (Reyes Lagunes, 1993). La red total generada para un concepto
en específico indica su significado psicológico. Otra característi-
ca importante de la técnica de las redes semánticas naturales es
el concepto de distancia semántica. No todos los conceptos dados
como definidores son igual de importantes para definir al concep-
to central, pues se encuentran jerarquizadas. El hecho de que los
elementos se encuentren separados permite a los psicólogos hacer
predicciones.
Así, la red semántica de un concepto central es un conjunto
de otros conceptos elegidos por la memoria a través de un proce-
so reconstructivo. Tal estructura y organización deben permitir la
evaluación subjetiva de los eventos, acciones u objetos, y también
un plan de acción que puede motivar al comportamiento (Mora,
Palafox, Valdez y León, 1984, citados por Reyes Lagunes, 1993).

52
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

Las redes semánticas actitudinales


La técnica de redes semánticas naturales está dirigida al estudio
del significado psicológico, pero es posible utilizar una variación
de la técnica para incluir también la evaluación de actitudes. En
la literatura existen antecedentes del uso de las redes semánticas
naturales para identificar actitudes, como es el caso de las redes se-
mánticas naturales modificadas (Reyes Lagunes, 1993). En esa téc-
nica se sugiere identificar la carga afectiva de cada palabra inclui-
da en el núcleo de la red, que representa las palabras definidoras
con mayor peso semántico. La carga afectiva puede ser positiva,
neutral o negativa, pero esta es otorgada por el investigador y no
por los participantes que respondieron la Red Semántica Natural.
Entonces, la carga semántica es una interpretación de cada pala-
bra del núcleo para identificar si tiene una connotación favorable,
neutra o desfavorable. En cambio, en la propuesta de este capítulo,
llamada redes semánticas actitudinales, la carga semántica es otor-
gada por los propios participantes al responderla, permitiendo que
sea tomada en cuenta su propia perspectiva. De esta forma se pue-
den evaluar las actitudes de los participantes con mayor validez
y manteniendo la lógica original de eliminar la artificialidad. Un
primer estudio empírico realizado con parte de la propuesta de re-
des semánticas Actitudinales fue realizado por García Avitia y Te-
llo Miranda (2022), llamado “Significados psicológicos y actitudes
en relación con la inclusión que presentan las y los miembros de
los Servicios de Asistencia Técnica Escolar de Educación Especial”.
En esta sección se detallará el procedimiento propuesto completo.
La aplicación de una Red Semántica Actitudinal parte de
las mismas consideraciones básicas de la aplicación de la técnica
original de las redes semánticas naturales, en la cual se pide a los
participantes que definan con 10 palabras (o algún otro número
preestablecido) a la palabra estímulo o nodo. En la técnica original
se pide que, tras completar el número de palabras definidoras que
se solicitó a los participantes, se enumeren de forma jerárquica
para identificar el peso semántico. En esta propuesta se añade un
tercer paso para la evaluación de actitudes, que requiere obtener
el Peso Afectivo (PA). Los participantes deben colocar o marcar el
signo que represente la evaluación que realizan tanto a la palabra

53
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

estímulo como a cada palabra definidora que escribieron. Esto se


representa de la siguiente forma:
• Un signo de “+” (más) si evalúan tal atributo como positivo
o deseable para ellos.
• Un signo de “-” (menos) si evalúan tal atributo como negati-
vo o indeseable para ellos.
• Un signo de “=” (igual) si evalúan tal atributo como neutral
o indiferente.
El procedimiento para obtener el significado puede ser el mis-
mo descrito por Reyes Lagunes (1993) o por Valdez Medina (2004).
Para el análisis de las actitudes se puede hacer tanto un análisis indi-
vidual de cada participante o grupal (de la muestra en su conjunto).
A continuación, se enlistan los procedimientos sugeridos:
Obtención de la Carga Afectiva de la Palabra Estímu-
lo (CAPE): Identificar si el participante seleccionó el signo
de “+”, “-” o “=” para la palabra estímulo, lo que permite
identificar si la califica de forma favorable, desfavorable o
neutral.
Obtención del Valor Actitudinal por Frecuencia
(VAF): donde se suman cuantos signos de “+”, “-” o “=” pre-
senta cada participante en su lista de palabras definidoras.
Se otorga un valor de +1 a cada signo de “+”, -1 a cada signo
de “-” y de cero cada signo de “=”, lo cual permitirá identifi-
car si la actitud de tal participante hacia el grupo de palabras
definidoras es positiva, negativa o neutra y en qué medida.
En un extremo se encuentra el valor mínimo de -10, que
representaría una actitud totalmente negativa hacia el es-
tímulo, y en el otro extremo estaría el valor máximo de 10,
que representaría una actitud totalmente positiva hacia el
estímulo. Esto permite analizar, con un mayor detalle de lo
que permite el CAPE, las actitudes que se muestran ante la
palabra estímulo.
Obtención del Valor Actitudinal por Jerarquía (VAJ):
siguiendo el procedimiento de obtención del Valor M o peso
semántico en la técnica original, si las listas de palabras de-
finidoras están ordenadas del 1 al 10, se considera que el nú-
mero 1 es la jerarquía más importante, y así sucesivamente.
Para poder analizar de forma lógica la información obteni-

54
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

da, se hace una conversión de las jerarquías que fueron asig-


nadas por los sujetos, al valor semántico que les correspon-
de, tomando como base que la jerarquía 1 vale 10 puntos,
la 2 vale 9 puntos, la 3 vale 8 puntos, y así sucesivamente.
Para obtener el VAJ se realiza la conversión del puntaje de
acuerdo con la jerarquía asignada; si el PA de la palabra es
positivo, se multiplica por +1, si el PA de la palabra es nega-
tivo, se multiplica por -1 y si el PA de la palabra es neutral,
se multiplica por 0. Este valor puede dar mayor precisión a
la medición de actitudes, pues el rango es de -55, que repre-
sentaría una actitud totalmente negativa, hasta el +55, que
representaría una actitud totalmente positiva.

En la figura 1 se presenta un ejemplo para la palabra estí-


mulo “escuela”. La primera columna representa la jerarquización
que se realiza, la segunda son las palabras definidoras en el orden
original en el que el sujeto las escribió, la tercera corresponde al
Peso Afectivo, la cuarta al Valor Actitudinal por Frecuencia (VAF)
y la quinta al Valor Actitudinal por Jerarquía (VAJ).
Figura 1
Ejemplo de obtención del VAF y el VAJ
Palabra estímulo: Escuela
Jerarquía Definidoras PA VAF VAJ
2 Tareas - -1 -9
4 Compañeros = 0 0
5 Amistades + +1 +6
7 Trabajo - -1 -4
10 Salones = 0 0
6 Maestros = 0 0
1 Aprendizaje + +1 +10
3 Exámenes - -1 -8
8 Obligaciones - -1 -3
9 Reglas = 0 0
VAF -2
VAJ -8
Fuente: Elaboración propia.

55
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

Para el estudio de las actitudes de un grupo o muestra es reco-


mendable realizar un análisis de frecuencias de la CAPE y del Peso
Afectivo del total de palabras definidoras presentadas en la muestra.
En la figura 2 se muestra un ejemplo de gráfica donde se presentan
los resultados del análisis de frecuencia de la CAPE de una mues-
tra ficticia de 100 personas. En la figura 3 se muestra un ejemplo de
gráfica donde se presentan los resultados del análisis del total de las
palabras definidoras con respecto a su Peso Afectivo, presentadas en
una muestra ficticia de 100 personas y 1,000 palabras definidoras.
Figura 2
Ejemplo de gráfica para presentar
el análisis de frecuencia de la CAPE

Fuente: Elaboración propia.

56
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

Figura 3
Ejemplo de gráfica para presentar
el análisis de frecuencia de la CAPE

Fuente: Elaboración propia.

También es posible realizar la identificación de las medidas


de tendencia central de los valores, VAF y VAJ. De tal forma se po-
dría contar con tendencias actitudinales grupales. También se pue-
den identificar las palabras definidoras con mayor VAJ, de forma si-
milar a lo realizado en la técnica original de redes semánticas natura-
les para la obtención del Conjunto SAM o el núcleo de la red semán-
tica. En la figura 2 se ejemplifica la representación de los promedios.
Finalmente, no hay que perder de vista que al utilizar cuan-
tificaciones como el Valor M o peso semántico de la técnica original
o el VAJ de la técnica propuesta para un análisis grupal, no se puede
suponer que se trata de un nivel de medición de intervalos, pues no
hay una unidad de medida precisa y equiparable entre sujetos, sien-
do recomendable una interpretación como variable de nivel ordinal.

57
César García Avitia |‌ Sara Pérez Ruvalcaba | Evelyn Rodríguez Morril

Conclusión
Los beneficios documentados de la técnica de redes semánticas
naturales pueden aprovecharse en la evaluación de actitudes, dada
la relación entre actitudes y significado psicológico, utilizando las
redes semánticas actitudinales. En la vida diaria, las personas in-
terpretan lo que les rodea e interactúan con el medio gracias a los
significados psicológicos y las actitudes, por lo que un acercamien-
to a ambos constructos en una misma técnica resulta muy útil para
el entendimiento del comportamiento y su predicción.
Las redes semánticas actitudinales se proponen como una
técnica de recolección de información que da cabida a la subjetivi-
dad individual y a su vez permite el entendimiento de perspectivas
de grupos específicos hacia cualquier objeto, fenómeno, persona
o situación que desee investigarse o evaluarse. Esta técnica puede
ser útil tanto para evaluación como para investigación en diversas
áreas de aplicación de la psicología, como las de la salud, clíni-
ca, organizacional, educativa, ambiental y social. Incluso también
pueden utilizarse en otras ciencias sociales interesadas en conocer
el significado y las actitudes de individuos y grupos. Sin duda algu-
na, tomar en cuenta la perspectiva particular de los individuos o
los grupos con los cuales se trabaja o se investiga, es una prioridad
para elevar la eficacia de los procesos de intervención y la validez
de los resultados en las investigaciones científicas.

58
Capítulo iii. Las redes semánticas actitudinales. Una propuesta de ...

Referencias
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59
Capítulo IV
Asociación libre y redes semánticas
Cristina González
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

Introducción

L a comunicación entre el analista y el paciente juega un papel


protagónico en la relación psicoanalítica, ya sea que esta se
utilice para la interpretación, la cual permite generar nuevos acce-
sos a la conciencia, o para los efectos positivos que el vínculo en sí
mismo puede producir. De hecho, la operatividad de su accionar
descansa sobre una base semántica, a partir de la atribución de los
significados que se obtienen de la verbalización.
Un aspecto importante de los beneficios de la terapia psi-
coanalítica es la comprensión de que el paciente va construyendo
nuevas formas de ver el pasado en la medida que cuenta y recuen-
ta su historia, a lo que se le podría llamar como la “re-significación
de sus vivencias”, la cual implica necesariamente que el paciente
introyecta nuevos significados psicológicos a las mismas.
En este sentido, la capacidad de los pacientes para contar
sus historias y apropiarse de ellas es crucial para que ellos mismos
desarrollen un sentimiento de bienestar a partir del análisis. Es
la base para una liberación estimulante de las historias impues-
tas neuróticamente por fuentes internas y externas (Busch, 2003);
donde las palabras referidas tendrán un valor para el paciente y
que es compartido por otros, en función al contexto, idiosincrasia,
ambiente y experiencias particulares, entre otros factores.

61
Cristina González ‌| Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

La escucha del analista es fundamental para que esos rela-


tos sean integrados por los pacientes. Relatos que pueden haber
sido contados como una mera repetición de la historia armada des-
de la defensa, a modo de evadir lo que se percibe como doloroso.
Dicha percepción es atribuible al significado otorgado por el sujeto
acorde con su historia personal. La atribución que el paciente ge-
nera del significado de su relato está impregnada de su percepción
individual del evento en general; desde la cual seleccionará los ele-
mentos a exponer al terapeuta.
En este sentido, dos aspectos permiten que el encuadre clí-
nico se facilite en el paciente, al recuperar una palabra significati-
va a diferencia del diálogo social; el primero es el genuino interés
en la escucha, donde el relator es el único protagonista de la esce-
na —con frecuencia se puede observar en el diálogo social que el
que escucha sólo está a la espera de contar su propia historia—, y
el segundo es la técnica de la asociación libre, la cual permite rear-
mar en sus nuevas conexiones impensadas conscientemente en el
relato, nuevas significaciones sobre lo historiado. A lo que es facti-
ble asociar al nuevo significado psicológico que se genera a través
de la palabra escuchada.
Es importante reconocer que la asociación libre coloca al
sujeto ante sus recursos internos y profundos, donde completa y
organiza con formas y contenidos la secuencia narrativa o las aso-
ciaciones (Sneiderman, 2006).
Aunque en este escrito se focalizará sobre la técnica de aso-
ciación libre, sólo se intenta evidenciar que dicha asociación es in-
dispensable en la resignificación de las vivencias. El objetivo del
presente escrito es presentar una técnica que puede tener ciertas
semejanzas con las redes semánticas. Ambas consisten en verter
libremente una serie de palabras que se asocian, a partir de las
cuales se analiza su significado psicológico.
El término asociación designa toda liga entre dos o más ele-
mentos psíquicos, cuya serie constituye una cadena asociativa (La-
planche y Pontalis, 2004). En este sentido, es claro identificar que
a través de la asociación de las palabras se genera el significado psi-
cológico de los conceptos, realizándose su descripción por asocia-
ción libre de las palabras encadenadas. Las redes semánticas son

62
Capítulo iv. Asociación libre y redes semánticas

también una asociación de palabras encadenadas en función de la


atribución individuo-sociedad que se adquieren con la experiencia
de los eventos vividos. A partir de estas ideas, es posible ligar la
asociación libre con las atribuciones que el usuario proporciona a
un hecho determinado y del que a partir de ello puede identificar-
se el significado otorgado.
Ahora bien, no es posible comprender el sentido y el alcan-
ce del concepto de asociación en el psicoanálisis, sin referirnos a
la experiencia clínica, en la cual se elaboró el método de la asocia-
ción libre; sin embargo, relacionándolo con la atribución del signi-
ficado de las palabras a través de la Técnica de Redes semánticas,
es posible realizar los siguientes planteamientos:
1) Ante una “idea que se le ocurre” al individuo,
al parecer en forma aislada y que constituye siempre un
elemento que remite, consciente o inconscientemente, a
otros elementos, se descubren así series asociativas que
Freud designa con distintos términos figurados: línea,
hilo, encadenamiento, entre otros. Estas líneas se entrela-
zan formando verdaderas redes, en las que se encuentran
“puntos nodales” donde se juntan varias de ellas.
2) Corresponden a una organización compleja de la
memoria, que ha sido comparada con una especie de ar-
chivos ordenados según distintos criterios de clasificación
y que podrían ser consultados por diferentes vías (orden
cronológico, orden por materias, entre otros). Tal organi-
zación implica que la representación, o la huella mnémica
de un mismo acontecimiento, puedan encontrarse en el
interior de varios conjuntos o sistemas mnémicos.
3) Un complejo asociativo, donde la “fuerza” de un
elemento no permanece siempre unida al mismo en for-
ma inmutable. El juego de las asociaciones depende de
factores económicos.
4) Con lo “económico” refiere Freud a la hipótesis
de que los procesos psíquicos consisten en la circulación y
la distribución de energía psíquica (energía pulsional) sus-
ceptible de aumento, disminución y equivalencias. Esta
está ligada a representaciones desplazables en su carga
afectiva y puede ser descubierta en las cadenas asociati-
vas. En este sentido, implica la comprensión de un apara-

63
Cristina González ‌| Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

to psíquico cuya función consistiría en mantener la ener-


gía que se encuentra circulado, al nivel más bajo posible
(seguramente para economizarla).

Esta organización en sistemas se ve confirmada por la expe-


riencia clínica: ya que existen verdaderos «grupos psíquicos separa-
dos» es decir, complejos de representaciones escindidas del curso
asociativo; por en los cuales las representaciones aisladas conteni-
das en estos complejos ideativos, pueden conscientemente volver al
pensamiento; donde su combinación en una forma bien determina-
da permanece alejada de la conciencia, y el grupo de asociaciones se
encuentra en el origen de la noción de inconsciente.
Para mejor comprensión de dicha noción (conocida como la
primera tópica en la comprensión metapsicológica del aparato psí-
quico) pueden tomarse las expresiones de Laznik, Lubian y Klig-
mann (2011) quienes plantean cómo la construcción del corpus teó-
rico psicoanalítico experimenta sucesivas reformulaciones teóricas,
ya que guarda una estrecha solidaridad con los fenómenos clínicos
y los obstáculos que Freud fue reportando al encontrarlos en sus
prácticas.
Lo anterior surge a partir del interrogante por el mecanis-
mo de formación de síntomas, las teorizaciones que conducen a la
primera tópica se centran en fundamentar cómo está constituido y
cómo funciona un aparato que produce los fenómenos que Freud
considera posibles de ser abordados por el método psicoanalítico.
Discernir y formalizar la lógica que comanda las formaciones
del inconsciente es, a su vez, condición necesaria para fundamentar
la eficacia del dispositivo; donde la experiencia de satisfacción sos-
tiene un campo que se ordena en relación con la producción del de-
seo inconsciente, solidario de la postulación del principio de placer
que es acorde tanto a la noción de la energía libremente móvil como
del desplazamiento de cargas, propios del proceso primario.
La experiencia del análisis es solidaria con el mecanismo psí-
quico propio de las psiconeurosis de defensa en tanto este se revela
como subsidiario del conflicto psíquico y antecesor de la teorización
del proceso primario. El dispositivo analítico se fundamenta en la
misma lógica que subyace a la producción del síntoma: el desplaza-
miento de las investiduras en la cadena asociativa.

64
Capítulo iv. Asociación libre y redes semánticas

En función del contenido ideativo, es importante resaltar


que se esperaría que el paciente hablase fácilmente de su historia
al darle espacio libre para hacerlo, sin embargo; la experiencia dic-
ta lo contrario.
Después del historial clínico se exhorta al paciente
a decir todo cuanto se le ocurra, uno espera que sus comu-
nicaciones fluyan en torrente, pero experimenta al princi-
pio que no sabe decir palabra (Freud, 1911-1913, pp. 152).

En definitiva, el discurso asociativo no se halla regido pa-


sivamente por leyes generales como las que se establecieron en
el asociacionismo. La agrupación de las asociaciones, su eventual
aislamiento, sus "falsas conexiones", su posibilidad de acceso a la
conciencia, forman parte de la dinámica del conflicto defensivo
propio de cada sujeto.
Como se mencionó, dichos desvíos tienen la intencionali-
dad de mantener en el desconocimiento a aquellos eventos repre-
sentados como dolorosos. Es por ello que, los evadimos resistién-
donos a recordarlos, para lo que se tejen enlaces distractores de la
asociación original.
En este sentido el término “libre”, planteado en la “asocia-
ción libre” por el psicoanálisis entre los años 1892 y 1898, que im-
plica expresar sin discriminación todos los pensamientos que vie-
nen a la mente a partir de un elemento dado (palabra, número,
imagen de un sueño), reclama las siguientes observaciones:
• Incluso en el caso en que el punto de partida lo proporcio-
ne una palabra inductora (test de asociación libre utilizado
en Psicología analítica por Carl Jung en Zurich en 1913) o
un elemento del sueño acorde con lo propuesto por Freud
(1900), en la interpretación de los sueños, el desarrollo de la
asociación puede considerarse "libre" en la medida en que
no está orientado y controlado por una intención selectiva.
• Esta "libertad" se acentúa cuando no se proporciona ningún
punto de partida.
• De hecho, la palabra "libertad" no debe tomarse en el sentido
de una indeterminación: la regla de la asociación libre tien-
de ante todo a suprimir la selección voluntaria de los pen-

65
Cristina González ‌| Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

samientos, es decir, en la terminología de la primera tópica


freudiana, a eliminar la intervención de la segunda censu-
ra (situada entre el consciente y el preconsciente). De este
modo se ponen de manifiesto las defensas inconscientes, es
decir, la acción de la primera censura (situada entre el pre-
consciente y el inconsciente).
Finalmente, como el método de la asociación libre tiene por
objeto poner en evidencia un determinado orden del inconscien-
te: “Cuando se abandonan las representaciones-fin conscientes, el
curso de las representaciones pasan a ser gobernado por represen-
taciones-fin ocultas”; en este sentido, existe una estrecha relación
con la técnica con la que se obtiene el significado psicológico de
los constructos, hechos o palabras, esto es la técnica de las redes
semánticas; en la cual se le pide al participante que ante el cons-
tructo por estudiar (palabra, estímulo), emita palabras que lo de-
finan (definidoras) y posteriormente las jerarquice en función de
la estrecha relación que cree que guarden con la palabra estímulo,
esto es, en función de su significación.
Ahora bien, retomando a Busch (2003) en el uso que los pa-
cientes hacen del método de asociación libre, podemos ver histo-
rias desconocidas que los guían, los inhiben, los destruyen. Tam-
bién podemos llegar a entender el proceso por el cual los pacientes
guían, inhiben y destruyen historias.
En este sentido, la asociación libre es fundamental para la
narración de historias en el psicoanálisis. La genialidad de Freud
fue captar las posibilidades de un proceso que tenía lugar de for-
ma natural. Ofreciendo en el tratamiento un encuadre que facilita
pasar de lo sólo pensado a palabras habladas y una escucha que
integra la comprensión de la significación inconsciente de esa ca-
dena asociativa del lenguaje. Significación que, en el terreno de las
redes semánticas, están involucradas las palabras proporcionadas
libremente por el usuario y las relaciones que se realicen con otras
palabras asignadas por el mismo a conceptos que guardan cierta
relación entre sí.
La utilidad de la significación ha trascendido a contextos no
terapéuticos o extrapsicoanalíticos: es fundamento de tests proyec-
tivos de diagnóstico como el Rorscharch, el test de apercepción te-

66
Capítulo iv. Asociación libre y redes semánticas

mática, también en derivados de la técnica en test de selección de


personal, estudios de mercado, técnicas de publicidad, en la técni-
ca de “lluvia de ideas”, entre otros.
También Chomsky (1985) en su estudio del lenguaje plantea
cómo este puede ofrecer una “perspectiva notablemente favorable”
en el auxilio a los estudios de los procesos mentales, pues el autor
defiende la relación íntima del lenguaje, no sólo con el pensamien-
to, también con la percepción y el aprendizaje (Vera-Noriega, Pi-
mentel y Batista, 2005), donde el estudio del lenguaje se ha concebi-
do frecuentemente como una investigación sobre la naturaleza del
entendimiento y el pensamiento bajo el supuesto de que las lenguas
son el mejor espejo de la mente; donde la noción común del lengua-
je tiene una dimensión sociopolítica (Chomsky, 1985).
También Andino (2011), consideró que el estatuto de la pa-
labra y su función en la cura surgen a partir de un primer y crucial
texto freudiano de 1890, denominado Tratamiento psíquico, en don-
de Freud postula que la palabra es recurso primario e inmediato
que influye en el estado anímico y que “son, en efecto, el instru-
mento esencial del tratamiento anímico”. A su vez, más avanzado
el texto, lo expresa de la siguiente manera:
Las palabras son buenos medios para provocar al-
teraciones anímicas en aquel a quien van dirigidas y por
eso ya no suena enigmático aseverar que el ensalmo de la
palabra puede eliminar fenómenos patológicos, tanto más
aquellos que, a su vez, tienen su raíz en estados anímicos.
(Andino, 2011, p. 3)

A partir de lo anterior, y dentro del marco psicoanalítico, el


mismo autor, se pregunta: ¿Qué implicaría una acción curativa? Se
trataría de cualquier palabra o de alguna en especial. Es decir, si
la acción curativa basada en el valor de las palabras es a todas por
igual o a algunas de ellas. Respuesta que deriva a otras ramificacio-
nes del concepto.
Retomando el concepto de asociación libre, en el fluir del
pensamiento hablado se ofrece a la escucha psicoanalítica, un en-
cadenamiento de palabras que permiten descubrir nuevos signifi-
cados a viejas historias.

67
Cristina González ‌| Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

Conclusiones
A partir de lo anterior se puede decir que las redes semánticas,
como menciona Figueroa (1981), permiten establecer el significa-
do psicológico de cualquier objeto de su entorno, ya que mediante
el conocimiento de ellas es factible conocer la gama de significa-
dos, expresados a través del lenguaje cotidiano que tiene todo ob-
jeto social conocido.
Para Cole y Scribner (1977, citado por Vera-Noriega, Pi-
mentel, Batista, 2005), el lenguaje constituye una herramienta
crucial para la construcción de las relaciones sociales y de la ex-
presión propia de la individualidad. La búsqueda del significado
asociativo de las palabras puede entonces encontrarse tanto en la
técnica original de Freud, como en los posteriores usos de análisis,
como es la técnica de las redes semánticas. Sin embargo, la aplica-
ción en la primera es el acceso a lo inconsciente, planteado como
requisito para entender el padecimiento emocional; y en la segun-
da tiene aplicaciones varias, como el campo educativo, comercial
y social en general, lo que permitirá generar conocimiento a partir
del consenso de atribuciones generadas por los participantes.
Tanto en la asociación libre como en las redes semánticas
podrá generarse una re-significación de las vivencias-conceptos,
sólo que en las redes semánticas habrá de analizarse con esa inten-
ción y, con la asociación libre, el propio discurso e intervención del
analista lo van permitiendo.

Referencias
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68
Capítulo iv. Asociación libre y redes semánticas

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69
Capítulo V
Adaptación de la técnica de redes
semánticas naturales como herramienta
diagnóstica. Su aplicación
en campañas de salud pública

Sara Lidia Pérez Ruvalcaba


Ana Lorena López González
Iván Ulianov Jiménez Macías

L as campañas mundiales de salud pública son una oportunidad


para aumentar los conocimientos y la toma de conciencia ante
los problemas de salud, para movilizar apoyos locales e internacio-
nales (OMS, 2021), siendo factible desarrollarlas de manera multi-
disciplinaria e interinstitucional en la República Mexicana, con el
fin de fomentar estilos de vida saludables que permitan prevenir
problemáticas de salud.
En México, con los datos actualizados a 2018, las enferme-
dades ocupan el primer lugar en defunciones; a estas, le siguen el
COVID-19, la diabetes mellitus y los tumores malignos como prin-
cipales causas de muerte (Sistema de Información de la Secretaría
de Salud, 2021; INEGI, 2021; OMS, 2020a). El sector salud, desplie-
ga recursos económicos y de personal capacitado para implementar
campañas de salud; sin embargo, la población no extrema acciones
preventivas, posiblemente por la forma en que valoran o atribuyen
sus causas, consecuencias, acciones preventivas y de autocuidado
que especialistas en el área de la salud recomiendan seguir.
Las campañas de salud implementan esquemas proactivos
que han contribuido a disminuir la incidencia de los problemas
de salud, uno de los casos tiene que ver con enfermedades trans-
misibles por vector, que provocan más de 700 000 muertes a nivel

71
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

mundial. Ante esto, más de 129 países, incluido México, corren el


riesgo potencial de contraer alguna de estas enfermedades, como
dengue, y se calcula que por año se pueden registrar 96 millones de
casos sintomáticos y 40 000 muertes. En respuesta a esto, se brindan
orientaciones estratégicas para fortalecer el control de los vectores y
prevenir brotes (Organización Mundial de la Salud, 2020b).
En este sentido, se hace referencia a la disminución de ca-
sos probables y defunciones, de 249 293 a 69 910, por dengue del
2009 al 2011 (Torres, Cortés, y Becker 2014; Fajardo et al., 2012); por
lo que hay que mantener acciones preventivas a nivel internacio-
nal, nacional, estatal, municipal, comunitario y personal, ya que,
según datos de la OMS (2020b) desde el 2014 se reportan grandes
brotes de dengue, paludismo, chikungunya, fiebre amarilla y en-
fermedad por el virus de Zika.
En la última década, en el área de salud se implementan
campañas de corte multidisciplinario bajo el modelo llamado Co-
municación para Impactar la Conducta (COMBI), donde intervie-
nen instituciones gubernamentales y educativas con el fin de ge-
nerar mayor impacto en la población. El modelo COMBI, se aplicó
por primera vez en 2004 en el sur de Sudán para combatir la fiebre
hemorrágica por Ébola, sus resultados permitieron que el Depar-
tamento Mundial de Alerta y Respuesta de la OMS (2012) lo reco-
mendara como marco de planificación sistemática.
Este modelo es la unión de mercadeo, educación, comuni-
cación, promoción y enfoques de movilización que ayudan a ge-
nerar impacto sobre las conductas y promover asociaciones comu-
nitarias (Parks y Lloyd, 2004). Su metodología consta de 15 pasos:

72
Tabla 1
Pasos del modelo “Comunicación para impactar en la conducta (COMBI)”
Pasos del modelo Descripción
Paso 1 El equipo de planificación incluirá, dependiendo del tipo de campaña y de su objetivo
Equipo de planificación preliminar, el conocimiento y disciplinas pertinentes, representantes de otros programas
multidisciplinario (por ejemplo de salud, educación, vivienda, publicidad, diversos profesionales y miembros
de organizaciones).
Paso 2 El resultado de la campaña dependerá de los objetivos conductuales, por lo que materiales
Objetivos conductuales y estrategias serán congruentes con estos. El equipo de planificación establecerá lo que
preliminares se espera que hagan los destinatarios, aunque no sepan por qué lo hacen.
Paso 3 Con la investigación formativa se evaluará: ambiente conductual, programa, el desarrollo
Planear y realizar la o perfeccionamiento de estrategias de movilización y comunicación social. Por ello habrá
investigación formativa de iniciarse y hacerse hasta analizar la situación y determinar si el objetivo conductual

73
es factible.
Paso 4 Tomar decisiones a través de la investigación formativa, permitiéndose completar
Retroalimentar la el programa, ya que los planificadores y encargados de las decisiones, formularán
investigación formativa recomendaciones claras y justificadas en la investigación, mismas que se incluirán en
el documento final.
Paso 5 Identificar los objetivos conductuales (80% del tiempo de la planificación), con base en
Analizar, priorizar y el análisis profundo de datos, realizándose cambios pertinentes durante la investigación
especificar los objetivos formativa inicial. Los objetivos no conductuales, como “aumentar la conciencia” o “mejorar
conductuales el conocimiento”, serán importantes sólo si conducen hacia resultados conductuales.
¡Un objetivo vago llevará a acciones sin rumbo y rara vez logra resultados conductuales!

Continúa en la página 74
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...
Viene de la página 73

Pasos del modelo Descripción


Paso 6 Evitar dirigir mensajes generales a diferentes sectores por medios de comunicación masiva,
Segmentar los grupos por tener poco efecto en la persona promedio, quien puede no hacerle caso y considerarlo
destinatarios como problema del otro. ¡Al dirigirse a un grupo, se tomará como suyo y no de otros!
Paso 7 El equipo planificador elaborará estrategias para lograr objetivos y mantener resultados
Elaborar la estrategia e incluirá de manera creativa actividades de movilización y comunicación social, ya que
facilitará el cambio en forma sistemática.
Paso 8 Evaluar y adaptar mensajes y materiales para evitar actitudes negativas y que se permita
Probar las conductas, una actitud de control; el organizador pensará que las personas desean el cambio y
mensajes y materiales aceptarán su ofrecimiento.
Paso 9 Monitorear y evaluar periódicamente, permite corregir elementos ineficaces y adaptar

74
Establecer un sistema cambios en el ambiente, facilita la identificación del avance de estrategias y la eficacia
de monitoreo del programa.
Paso 10 Capacitar al personal de servicio, voluntarios y colaboradores en el desarrollo y ejecución
Fortalecer las aptitudes de estrategias adecuadas de movilización, comunicación, escucha y trabajo comunal,
del personal vinculación de planes, actividades, condiciones y recursos locales.
Paso 11 Prevenir, controlar problemáticas y dirigir cambios requiere de capacidad de aprender.
Establecer sistemas Las campañas deben ser sistemas de gestión de información hacia la comprensión rápida
para administrar y de tendencias y desarrollo conductual basadas en: investigación formativa, prueba previa,
compartir información monitoreo y negociaciones con los socios del programa: “Perfiles de la Comunidad”,
“Sistema de Información para Consumidores”, “Banco de Datos de Investigación Formativa”.
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Continúa en la página 75
Viene de la página 74

Pasos del modelo Descripción


Paso 12 Las estructuras orgánicas permiten practicar estrategias de movilización y comunicación
Estructurar el programa social por lo que pueden ser un obstáculo para el programa, ya que estas estrategias son
prioridad poco importante en la mayoría de los programas y a menudo se desarrollan
y ejecutan por el personal que puede no tener la formación adecuada. Las estructuras
orgánicas básicas son: organización funcional, organización centrada en el programa,
organización centrada en la comunidad y organización de alianzas estratégicas.
Paso 13 El fin de la planificación estratégica para movilizar y comunicar es elaborar un plan
Redactar el plan apropiado al problema de salud y grupo destinatario, considerar los recursos disponibles,
estratégico de ejecución y con la mejor perspectiva de impacto conductual duradero. El plan debe especificar clara
y exhaustivamente: los pasos para la práctica de estrategias para el logro de objetivos,
incluir actividades preparatorias, e indicar lo sucedido después de la estrategia aplicada.

75
Paso 14 Planear el presupuesto ad hoc para ejecutar las actividades sin malgastar recursos ni reducir
Determinar su la calidad, tomando en cuenta gastos económicos, de personal y de tiempo. Todos desean
presupuesto saber cómo lograr y mantener los resultados conductuales de la manera más económica
posible, pero en general, se paga por la calidad.
Paso 15 La prueba piloto representa el paso pre-ejecución del plan de movilización y comunicación
Realizar prueba piloto y social, donde se reinvestiga y se obtiene retroalimentación de participantes implicados
ajuste del plan estratégico en la práctica del plan y del personal, sobre la calidad de las actividades, materiales y
conveniencia del personal. La prueba piloto permite: 1. Asegurarse que las estrategias
no tengan deficiencias evidentes, 2. Dirigirse de manera eficaz al grupo destinatario, y
3. Convencer a personal y socios.
Fuente: Elaboración propia a partir del modelo COMBI de Parks y Lloyd (2004).
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

El modelo COMBI emplea el 80% del tiempo en organizar la


campaña, diseñar y adaptar los objetivos conductuales para garan-
tizan resultados favorables (Parks y Lloyd, 2004), lo cual es facti-
ble optimizar si previamente se conoce la atribución que del tema
tienen los destinatarios de la campaña; para lo cual se propone el
uso de la técnica de redes semánticas naturales como herramienta
diagnóstica, por permitir el conocimiento de la atribución y con-
ductas generadas sobre: síntomas, causas, consecuencias, preven-
ción, autocuidado, adherencia terapéutica, de la o las palabras estí-
mulo (PE) a estudiar, por ejemplo ante “problemas de salud”.
Si bien, la técnica de redes semánticas naturales no tiene
como objetivo diagnosticar, en este trabajo se presenta la adap-
tación generada para ese propósito tal y como se realiza desde el
2010 en la Universidad de Colima, en población mexicana, costa-
rricense y chilena, previa intervención bajo el enfoque cognitivo
conductual en la evaluación y manejo del estrés, percepción de
violencia y microviolencia, feminidad y masculinidad, calidad de
vida, bienestar, aprendizaje, dengue, zika y chikungunya, así como
prevención primaria de problemas de salud a través de la realiza-
ción de campañas de salud con el modelo COMBI.
A continuación, se presenta la experiencia generada en el
proceso de planeación y desarrollo de la Campaña de Salud que se
realizó para público en general, en habitantes de la Ciudad de Co-
lima, México.

Uso de las redes semánticas como herramienta


diagnóstica en la planeación de campañas de salud
Primera fase: Definir el contexto en el que se desarrollará la cam-
paña y la población destinataria a la que se quiere atender.
Identificar las características del escenario donde se realiza-
rá la campaña de salud, el tipo de población destinataria y a partir
de ello, la muestra idónea para la aplicación del diagnóstico que
permita identificar el tema, objetivos, conductas salutogénicas a
implementar y acciones para el seguimiento de resultados.

76
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Segunda fase: Implementar el uso de la técnica de redes


semánticas ya sea en formato “papel-lápiz” o software como herra-
mienta diagnóstica pre-campaña de salud.
Tras elegir la PE (palabra estímulo), que permita establecer
el panorama general de la problemática de estudio acorde con los
objetivos institucionales y particulares, la población destinataria
y el escenario de aplicación del instrumento de redes semánticas,
se solicita el consentimiento informado de autoridades correspon-
dientes y de posibles usuarios.
Aplicar la red semántica en formato tamaño esquela, o a
través del software JSARS, al sector de la población blanco, invitán-
doles como participantes de la campaña de salud, por lo que se les
informará la fecha y lugar de realización.

Uso de definidoras obtenidas con mayor y menor


peso semántico para identificar el tema principal
de la campaña
Utilizar la metodología propuesta por Valdez (2005), integrándose
los resultados por grupos de edad, género, residencia, por conve-
niencia, y organizar las definidoras por jerarquía (1= más cerca-
na/importante para definir la PE y 10= más lejana), identificar
palabras plurales, singulares y sinónimos e integrarlas por repeti-
ción y después por categorías, en función del objetivo de estudio.
De manera posterior, graficar las 10 definidoras con mayor peso
semántico (p.s.) generándose así la red semántica de la PE estu-
diada, de la cual se desprende la primera propuesta del tema de la
campaña al integrarse las variables de las definidoras con menor
peso semántico. En este momento es factible generar el título que
llevará la compaña, el cual debe ser claro, delimitante del tema a
tratar e incluyente para la población destinataria.

77
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Análisis de las definidoras obtenidas


para el planteamiento de objetivos conductuales
Analizar las categorías generadas bajo un enfoque de atención y
prevención de la salud, considerándose que:
Dentro del nivel de atención que es una forma orde-
nada y estratificada de organizar recursos para satisfacer
necesidades poblacionales (García, 2008, citado por Vig-
nolo, Vacarezza, Álvarez y Sosa, 2011); el nivel primario es
el primer contacto que se proporciona en consecuencia a
la organización de recursos que permitan resolver necesi-
dades de atención básica a través de la promoción de sa-
lud, prevención de enfermedad y procedimientos de recu-
peración y rehabilitación (Magnífico, Noceti y Rodríguez,
2002; Etchebame, 2001).
La prevención son las medidas destinadas a preve-
nir la aparición de enfermedad, detener su avance y ate-
nuar sus consecuencias, y las actividades preventivas se
clasifican en tres niveles de complejidad; el presente tra-
bajo centra su atención en la prevención primaria deno-
minada por la OMS como aquellas medidas encaminadas
a evitar la aparición de la enfermedad o problema de sa-
lud con el control de factores causales, predisponentes o
condicionantes, de tal forma que se limite, disminuya o
contrarreste la exposición de los individuos a los factores
nocivos para la disminución de su incidencia. Reciente-
mente se ha definido como atención primaria a aquellas
acciones que busquen garantizar el mayor nivel posible
de salud y bienestar, en un proceso que va de la promo-
ción de la salud y la prevención hasta el tratamiento, la re-
habilitación y los cuidados paliativos (OMS y el Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia, 2018).

En este sentido, identificar las definidoras que indican co-


nocimiento, desconocimiento, mitos, síntomas, causas, consecuen-
cias, acciones preventivas, ganancias secundarias, de autocuidado,
de adherencia terapéutica y atención, prevención de la enferme-
dad y mantenimiento de la salud, permitirá generan los objetivos
conductuales de la campaña, ex profeso de la población blanco.

78
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Realizar el análisis semántico en función de las categorías


de síntomas, causas, consecuencias y acciones preventivas facilita-
rá las acciones de adaptación de los objetivos conductuales en fun-
ción a los 15 pasos del Modelo COMBI descritos con anterioridad.
Tercera fase: ejecutar los 15 pasos del Modelo COMBI. Rea-
lizar cada uno de los 15 pasos (tabla 1).
Cuarta fase: realizar seguimiento a largo plazo con la pobla-
ción destinataria.
Generar las medidas necesarias para identificar los partici-
pantes del diagnóstico y asistentes a la campaña, para aplicarles
una entrevista de seguimiento a largo plazo post-campaña, con el
fin ejercer las acciones necesarias para mejorar el impacto de cam-
pañas posteriores.
A continuación, se presentan los resultados obtenidos en
estas cuatro fases en que se combina la obtención de redes semán-
ticas y el modelo COMBI, en la planeación y desarrollo de una
campaña de salud en habitantes de la ciudad de Colima.

Puesta en marcha de las redes semánticas como


diagnóstico y el modelo COMBI, previa campaña de
salud en habitantes de la ciudad de Colima, México
Primera fase: contexto en el que se desarrollará la campaña y la
población destinataria a la que se quiere atender.
Se identificaron las características del Parque de “La Piedra
Lisa” del municipio de Colima, capital del estado del mismo nom-
bre, como escenario de la campaña de salud. Este se seleccionó por
ser un espacio abierto que permite realizar circuitos de actividades
para niños, adolescentes y adultos, incluyendo personas con capa-
cidades diferentes. Además, en este lugar se pueden consumir ali-
mentos que están a la venta ahí mismo. Este parque permite que
se ejecuten actividades de recreación y esparcimiento, además de
ser de fácil acceso con vehículo, autobús y a pie, y donde concu-
rren personas foráneas y habitantes de la ciudad de Colima.
Por ser esta última la población destinataria de la campa-
ña de salud, se eligió aplicar el diagnóstico bajo la metodología de
redes semánticas, ante las palabras estímulo (PE): “problemas de

79
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

salud”, en niños, adolescentes y adultos, habitantes del municipio


de Colima.
Segunda fase: Uso de la técnica de redes semánticas ya sea
en formato “papel-lápiz” o software, como herramienta diagnóstica
pre-campaña de salud.
Como el objetivo general de la campaña fue fomentar el de-
sarrollo de conductas pro-salud (salutogénicas), en habitantes de la
ciudad de Colima, se eligió la PE “problemas de salud”, por propor-
cionar un panorama general sobre la percepción que tiene la pobla-
ción destinataria en relación con las problemáticas relacionadas con
la salud, a partir de la cual se eligió el tema central a tratar.
Previo consentimiento informado de autoridades del Ayun-
tamiento del municipio de Colima y visitantes del parque de “La
Piedra Lisa”, se aplicó el instrumento de redes semánticas como
medida diagnóstica, lo que permitió planear la campaña de salud.
En función de las características de los participantes se eli-
gió aplicar tanto el formato del instrumento tamaño esquela, como
el formato electrónico (software: Sistema Automatizador de redes
semánticas JSAR), invitando a participar en la campaña que se rea-
lizaría en dicho parque 15 días después.

Formatos tamaño esquela y electrónico (JSARS):


Ambas versiones contienen en la portada los datos sociodemográfi-
cos e instrucciones para enlistar 10 definidoras ante la PE elegida,
que en la siguiente hoja se localiza de manera centrada sobre dos
columnas con 10 renglones, una para escribir 10 frases/palabras
relacionadas con la PE y la otra para jerarquizarlas de 1 a 10, donde
el 1 refleja mayor cercanía-importancia ante la PE y el 10 menor
cercanía-importancia (según procedimiento de Valdez, 2005), fina-
lizando con un gracias por su participación.
En apego a la metodología de Valdez (2005), se integraron
los resultados por grupos de edad, identificaron palabras plurales,
singulares y sinónimos que se categorizaron y analizaron por tipo
de enfermedad, síntoma y acciones preventivas, graficándose las
10 definidoras con mayor peso semántico (p.s.), para dimensionar
la red semántica ante la PE “problemas de salud”, lo cual corres-

80
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

ponde al conocimiento con que cuenta la población destinataria


del concepto estudiado.
Después de obtener la red semántica se acordó como tema
central de la campaña a la diabetes mellitus tipo II, al analizar los
p.s. bajos y su relación con los niveles de atención y prevención
de salud, se le dio el nombre de “Evitemos la diabetes en nuestra
familia, juego, aprendo y me cuido”, mismo que estaría a disposi-
ción del equipo de planeación al pasar por la fase de los 15 pasos
del modelo COMBI.
Se analizaron las definidoras en función al conocimiento/
desconocimiento (p.s. alto/bajo) del tema, síntomas, causas, con-
secuencias y acciones preventivas, por edad del participante, esta-
bleciéndose los siguientes objetivos conductuales en función de la
prevención de la diabetes mellitus tipo II, y el hecho de que la pro-
blemática de salud se abordaría a través del nivel primario:
Proporcionar a los participantes información sobre
causas, síntomas, consecuencias, creencias, riesgos de la
diabetes mellitus tipo II, acciones preventivas personales
y familiares recomendadas por especialistas en salud.
Demostrar rutinas de actividad física de diferentes
niveles de dificultad, factibles de realizarse por niños, ado-
lescentes y adultos como medida de prevención de la obe-
sidad y por ende de la diabetes mellitus tipo II.
Fomentar conductas salutogénicas hacia la promo-
ción de estilos de vida saludables personales y familiares
al practicar juegos educativos y de esparcimiento.
Reflexionar sobre la importancia de mantener una
actitud positiva hacia el autocuidado hacia la prevención
de la diabetes mellitus tipo II.

Tercera fase: integrar los 15 pasos del modelo COMBI.


Se conformó un equipo multidisciplinario (paso 1) con psi-
cólogos, antropóloga, telemáticos e instructores de artes marciales,
quienes trabajaron semanalmente. Se les expuso el objetivo gene-
ral de realizar una campaña de salud, hacia la prevención de la dia-
betes en habitantes de la ciudad de Colima que asisten al parque
de la "Piedra Lisa" (paso 2), obtenido a partir de la aplicación de la
técnica de redes semánticas como herramienta diagnóstica para el

81
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

diseño de una campaña de salud para público en general, retroa-


limentándose el tema, alcances y ambiente (paso 3), se analiza-
ron los antecedentes del tema central de la campaña (paso 4), se
construyó el objetivo conductual general de modelar conductas de
prevención como hacer ejercicio-activación, ingerir agua y comer,
reducir ingesta de azúcar y bebidas alcohólicas, a través de ejerci-
cios didácticos y lúdicos, así como de psicoeducación para niños,
adolescentes y adultos visitantes del parque de “La Piedra Lisa”,
sobre causas, consecuencias y acciones preventivas individuales y
familiares de la Diabetes Mellitus Tipo II (paso 5).
Asimismo, se les proporcionó información sobre la inciden-
cia de esta problemática en el estado de Colima, así como los au-
tocuidados que se deben llevar a cabo en caso de adquirirla (paso
6), con juegos, psicoeducación y demostración de rutinas de kung
fu se facilitó el cumplimiento del objetivo y resultados esperados
(paso 7). También se diseñó, practicó, evaluó y ajustó la rutina
de ejercicios, mensajes y materiales necesarios para la campaña
(paso 8) y se adaptaron las estrategias, técnicas y actividades en
función a la población destinataria (paso 9).
Se proporcionó capacitación sobre el modelo COMBI y de
la ejecución de campañas (paso 10), y se analizó la congruencia
entre: temas, incidencia, objetivos, diagnóstico, estrategias, resul-
tados esperados, edad de los participantes y las condiciones del es-
cenario donde se llevaría a cabo la campaña (paso 11).
Para estimar el cumplimiento de objetivos, se ajustaron las
actividades/materiales, en función del posible impacto y léxico de
los destinatarios. Se diseñó el programa con responsables y contin-
gencias (paso 12), así como también la carta descriptiva que con-
templó la descripción de: objetivos, actividades, población y tiem-
po de ejecución (ver anexo 1), lo que corresponde en el modelo
COMBI al plan de ejecución estratégica (paso 13).
Se determinó el presupuesto para la aplicación de la campa-
ña (paso 14), se realizó la prueba piloto en un salón de clases de la
Facultad de Psicología con el fin de ajustar objetivos y actividades en
función de los resultados obtenidos (paso 15), se presentaron los re-
sultados y el plan de intervención final de la campaña a la directora
en turno de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, y

82
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

al director de la Escuela Remis Shaolin Kung Fu sede Colima, Iván


González de la Rosa, discípulo de la 33a generación de shaolin.
La evaluación de la campaña se estimó en función de los
objetivos cubiertos, las entrevistas de opinión realizadas post-cam-
paña y el número de participantes.
Cuarta fase: realizar un seguimiento a largo plazo con la po-
blación blanco.
Se realizó un seguimiento con el director de la Escuela Re-
mis Shaolin Kung Fu y, en función de su retroalimentación, se con-
templó la posibilidad de continuar trabajando en colaboración en
futuras campañas de salud.
A continuación, se presentan los resultados globales de las
fases implementadas, primero en el diagnóstico y después del im-
pacto de la campaña.

Diagnóstico de la palabra estímulo “problemas de


salud” en habitantes de la ciudad de Colima, pre-diseño
de campaña de salud
Participantes en el diagnóstico
Grupo multidisciplinario responsable de dirección,
planeación y control previa aplicación de la campaña: tres
profesores e investigadores de la Facultad de Psicología,
(1H: 2M), un ingeniero en sistemas, una antropóloga y una
psicóloga, con un rango de edad de 55 a 59 años de edad.
Grupo de aplicación, captura y análisis del diagnós-
tico: 35 estudiantes de la licenciatura en psicología, de 17 a
25 años (5:H; 30:M).
Grupo destinatario para el diagnóstico: 117 habitantes
de la ciudad de Colima, 35 de 8 a 13 años (17:H; 18:M); 43 de
14 a 19 años (16:H; 27:M); 39 de 20 a 59 años (19:H, 20:M).
Instrumentos: cuadernillo de redes semánticas y soft-
ware JSARS.
Procedimiento: el grupo de participantes de aplica-
ción captura y análisis del diagnóstico, aplicó individual-
mente el instrumento de las redes semánticas al grupo des-
tinatario para el diagnóstico (117 habitantes de la ciudad de
Colima), explicándoles el objetivo del proyecto, la confiden-

83
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

cialidad de sus datos y de aceptar su participación contesta-


ron el instrumento (ver tercera fase). Se calculó el valor J
(tamaño de la red), el valor M (peso semántico obtenido de
multiplicar cada palaba por su frecuencia, cuidando el or-
den jerárquico reportado), el conjunto Sam (las 10 palabras
con mayor peso semántico), el valor G (la densidad semán-
tica que es la cercanía entre las palabras), y el valor FMG (el
porcentaje refiriéndose a la distancia semántica entre cada
palabra del conjunto SAM) para obtener redes semánticas
naturales bajo la metodología de Valdez (2005). Con las 10
definidoras con mayor peso semántico, mismas que se gra-
ficaron, se estableció el tema de la campaña.

Como las redes semánticas fueron utilizadas como herra-


mienta de diagnóstico, también se consideró el valor J; por eviden-
ciar el área de menor conocimiento y por ende el área de oportu-
nidad para el desarrollo de la campaña, se realizaron las definido-
ras en función a problemáticas de salud, síntomas, consecuencias
y acciones preventivas considerándose tanto los pesos semánticos
altos como bajos, para plantearse los objetivos conductuales y las
actividades que por edad se aplicarían en la campaña.

Resultados
Para 17 hombres de 8 a 13 años, el significado psicológico de
“problemas de salud” (figura 1), quedó comprendido por: gripe
(FMG=100% y p.s.=35), dengue (FMG=85.71% y p.s.=30), zika
(FMG=54.29% y p.s.=19), tos (FMG=51.43% y p.s.=18), cáncer
(FMG=45.71% y p.s.=16), diabetes (FMG=37.14% y p.s.=13),
enfermedades gastrointestinales (FMG=34.29% y p.s.=12), dolor
(FMG=31.43% y p.s.=11), calentura (FMG=28.57% y p.s.=10),
obesidad (FMG=28.57% y p.s.=10), enfermedades en las vías respi-
ratorias (FMG=28.75% y p.s.=10) y diarrea (FMG=20% y p.s.=7).

84
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Figura 1
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas de
salud”, aplicada en el parque “La Piedra Lisa”, del municipio de
Colima, a 17 niños de 8 a 13 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

El área de menor peso semántico y, por ende, menor co-


nocimiento y por lo tanto el área de oportunidad para el desa-
rrollo de la campaña, comprendió las siguientes definidoras: sa-
rampión (FMG=14.28% y p.s.=5), infección en las vías urina-
rias (FMG=14.28% y p.s.=5), asma (FMG=14.28% y p.s.=5),
caries (FMG=11.42% y p.s.=4), trastornos de la alimentación
(FMG=11.42% y p.s.=4), piojos (FMG=11.42% y p.s.=4), em-
barazo precoz (FMG=11.42% y p.s.=4), varicela (FMG=8.57% y
p.s.=3), infección en el oído (FMG=8.57% y p.s.=3), desnutrición
(FMG=5.71% y p.s.=2), chikungunya (FMG=5.71% y p.s.=2), con-
juntivitis (FMG=5.71% y p.s.=2), deshidratación (FMG=5.71% y
p.s.=2), infecciones de transmisión sexual (FMG=2.85% y p.s.=1) y
mocos (FMG=2.85% y p.s.=1).

85
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Para 18 mujeres de 8 a 13 años el significado psicológico


de “problemas de salud” (figura 2) quedó comprendido por: gri-
pe (FMG=100% y p.s.=30), tos (FMG=80% y p.s.=24), cáncer
(FMG=76.67% y p.s.=23), dengue (FMG=70% y p.s.=21), diabe-
tes (FMG=66.67% y p.s.=20), calentura (FMG=63.33% y p.s.=19),
zika (FMG=56.67% y p.s.=17), obesidad (FMG=56.67% y p.s.=17),
enfermedad en vías respiratorias (FMG=36.67% y p.s.=11), enferme-
dades gastrointestinales (FMG=30% y p.s.=9), asma (FMG=26.67%
y p.s.=8) e influenza (FMG=26.67% y p.s.=8).
Figura 2
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas
de salud”, aplicada en el parque “La Piedra Lisa”, del municipio
de Colima, a 17 niñas de 8 a 13 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

86
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Además, se identificaron las definidoras chikungun-


ya (FMG=17.07% y p.s.=7), infecciones de transmisión sexual
(FMG=17.07% y p.s.=7), alergia (FMG=12.19% y p.s.=5), mocos
(FMG=12.19% y p.s.=5), dolor (FMG=12.19% y p.s.=5), infec-
ción de oído (FMG=12.19% y p.s.=5), trastornos de la alimentación
(FMG=12.19% y p.s.=5), diarrea (FMG=12.19% y p.s.=5), vari-
cela (FMG=9.75% y p.s.=4), caries (FMG=7.31% y p.s.=3), piojos
(FMG=7.31% y p.s.=3), alimentación (FMG=7.31% y p.s.=3), uso
de drogas (FMG=7.31% y p.s.=3), basura en las calles (FMG=4.87%
y p.s.=2), viruela (FMG=4.87% y p.s.=2), hábitos saludables
(FMG=2.43% y p.s.=1) y mal de orina (FMG=2.43% y p.s.=1).
Para 16 hombres de 14 a 19 años el significado psicológico
de “problemas de salud” (figura 3) quedó comprendido por: cán-
cer (FMG=100% y p.s.=35), diabetes (FMG=88.57% y p.s.=31),
uso de drogas (FMG=88.57% y p.s.=31), obesidad (FMG=85.71%
y p.s.=30), infecciones de transmisión sexual (FMG=85.71% y
p.s.=30), embarazos no planeados (FMG=68.57% y p.s.=24),
trastornos de la alimentación (FMG=54.29% y p.s.=19), dengue
(FMG=34.29% y p.s.=12), hipertensión (FMG=25.71% y p.s.=9),
hepatitis (FMG=11.42% y p.s.=4), enfermedades respiratorias
(FMG=11.42% y p.s.=4), ansiedad (FMG=8.57% y p.s.=3), salud
mental (FMG=5.71% y p.s.=2) y gripe (FMG=5.71% y p.s.=2).
Con las siguientes definidoras se concluye el valor J: zika
(FMG=2.85% y p.s.=1) y alzheimer (FMG=2.85% y p.s.=1).

87
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Figura 3
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas de
salud”, aplicada en el parque “La Piedra Lisa”, del municipio de
Colima, a 16 hombres de 14 a 19 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

Para las 27 mujeres de 14 a 19 años el significado psicológico


de “problemas de salud” (figura 4) quedó comprendido por: diabe-
tes (FMG=100% y p.s.=56), cáncer (FMG=98.21% y p.s.=55), obe-
sidad (FMG=87.50% y p.s.=49), dengue (FMG=80.36% y p.s.=45),
uso de drogas (FMG=48.21% y p.s.=27), infecciones de transmisión
sexual (FMG=44.64% y p.s.=25), zika (FMG=35.71% y p.s.=20),
trastornos de la alimentación (FMG=23.21% y p.s.=13), suicidio
(FMG=17.85% y p.s.=10) e hipertensión (FMG=16.07% y p.s.=9).

88
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Figura 4
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas de
salud”, aplicada en el parque de “La Piedra Lisa”, del municipio
de Colima, a 27 mujeres de 14 a 19 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

Como parte del valor J, también estuvieron: embarazos


no planeados (FMG=14.28% y p.s.=8), epilepsia (FMG=10.71% y
p.s.=6), mosquitos (FMG=8.92% y p.s.=5), asma (FMG=8.92%
y p.s.=5), accidentes de tránsito (FMG=8.92% y p.s.=5), enferme-
dades cardiovasculares (FMG=8.92% y p.s.=5), enfermedades res-
piratorias (FMG=7.14% y p.s.=4), chikungunya (FMG=7.14% y
p.s.=4), enfermedades bucales (FMG=5.35% y p.s.=3), infeccio-
nes virales (FMG=3.57% y p.s.=2), lupus (FMG=3.57% y p.s.=2),
sarampión (FMG=3.57% y p.s.=2), esquizofrenia (FMG=1.78% y
p.s.=1) y artritis (FMG=1.78% y p.s.=1).
Para los 19 hombres de 20 a 59 años el significado psicológi-
co de “problemas de salud” (figura 5) quedó comprendido: diabetes
(FMG=100% y p.s.=62), obesidad (FMG=87.10% y p.s.=54), uso de

89
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

drogas (FMG=72.58% y p.s.=45), zika (FMG=33.87% y p.s.=21),


hipertensión (FMG=33.87% y p.s.=21), cáncer (FMG=29.03%
y p.s.=18), infecciones de transmisión sexual (FMG=20.97% y
p.s.=13), embarazos no planeados (FMG=19.35% y p.s.=12), co-
lesterol (FMG=14.52% y p.s.=9) y trastornos de la alimentación
(FMG=14.52% y p.s.=9).
Figura 5
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas de
salud”, aplicada en el parque de “La Piedra Lisa”, del municipio
de Colima, a 19 hombres de 20 a 59 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

Como parte del valor J además se presentaron: dengue


(FMG=11.29% y p.s.=7), chikungunya (FMG=8.06% y p.s.=5), fal-
ta de higiene (FMG=6.45% y p.s.=4), esquizofrenia (FMG=6.45%
y p.s.=4), influenza (FMG=6.45% y p.s.=4), falta de presupuesto
(FMG=4.83% y p.s.=3), paros cardiacos (FMG=3.22% y p.s.=2),
problemas renales (FMG=3.22% y p.s.=2), accidentes de auto

90
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

(FMG=1.61% y p.s.=1), hepatitis (FMG=1.61% y p.s.=1), enferme-


dad pulmonar obstructiva crónica (FMG=1.61% y p.s.=1) y estrés
(FMG=1.61% y p.s.=1).
Para las 20 mujeres de 20 a 59 años el significado psicológico
de “problemas de salud” (figura 6) quedó comprendido por: diabetes
(FMG=100% y p.s.=63), obesidad (FMG=90.48% y p.s.=57), cáncer
(FMG=44.44% p.s.=28), uso de drogas (FMG=30.16% p.s.=19), in-
fecciones de transmisión sexual (FMG=22.22% p.s.=14), trastornos de
la alimentación (FMG=20.63% p.s.=13), hipertensión (FMG=20.63%
p.s.=13), estrés (FMG=19.05% p.s.=12), embarazos no planeados
(FMG=17.46% p.s.=11) y dengue (FMG=15.87% p.s.=10).
Las siguientes definidoras también conformaron el valor
J: enfermedades cardiovasculares (FMG=14.28% y p.s.=9), enfer-
medades respiratorias (FMG=11.11% y p.s.=7), zika (FMG=9.52%
y p.s.=6), esclerosis (FMG=6.34% y p.s.=4), esquizofrenia
(FMG=6.34% y p.s.=4), derrame cerebral (FMG=6.34% y p.s.=4),
problemas dentales (FMG=6.34% y p.s.=4), ansiedad (FMG=4.76%
y p.s.=3), problemas visuales (FMG=3.17% y p.s.=2), depresión
(FMG=3.17% y p.s.=2), alzheimer (FMG=3.17% y p.s.=2), parkin-
son (FMG=3.17% y p.s.=2), retraso mental (FMG=3.17% y p.s.=2),
enfermedades gastrointestinales (FMG=3.17% y p.s.=2), deformacio-
nes (FMG=1.58% y p.s.=1), suicidio (FMG=1.58% y p.s.=1), ane-
mia (FMG=1.58% y p.s.=1), presión (FMG=1.58% y p.s.=1) y ac-
cidentes (FMG=1.58% y p.s.=1).

91
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Figura 6
Red semántica conformada por el valor FMG de “problemas de
salud”, aplicada en el parque “La Piedra Lisa”, del municipio de
Colima, a 20 mujeres de 20 a 59 años

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de los datos de las redes semánticas aplicadas.

Es importante señalar que, si bien en las gráficas de la redes


semánticas anteriores se encuentran las 10 principales definidoras
del concepto “problemas de salud” para los participantes, para fi-
nes de diagnóstico fue necesario considerar todas las definidoras
al diseñar la campaña de salud, por lo que se propuso el tema, sus
actividades y la edad de los usuarios que participaron en ella; asi-
mismo, las definidoras indicaron la necesidad de proporcionar in-
formación relacionada con causas, consecuencias, síntomas y há-
bitos de prevención para la Diabetes mellitus tipo II.
En congruencia con el diagnóstico, el tema de la campaña
fue diabetes, ya que esta definidora obtuvo un p.s. 13 (FMG=37.14%)
en niños de 8 a 13 años y p.s. 20 (FMG=66.67%) en niñas de 8 a
13 años, así como p.s. 31 (FMG=88.57%) en adolescentes hombres

92
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

de 14 a 19 años y p.s. 56 (FMG=100%), mientras que en mujeres


de 14 a 19 años, p.s. 62 (FMG=100%), en hombres de 20 a 59 años
y p.s. 63 (FMG=100%) en mujeres de 20 a 59 años; por lo que
se proporcionó psicoeducación sobre causas, consecuencias, cui-
dados, mitos y prevención de la diabetes a través de juegos como
Jenga y Plinko; todo ello considerando los objetivos desarrollados
en la segunda fase.
Asimismo, se asignaron actividades lúdicas relacionadas
con conductas saludables (serpientes-escaleras), y demostración
de rutinas de kung fu en función al peso semántico de las defini-
doras obesidad y trastornos de alimentación, por ser factores de ries-
go para el desarrollo de la diabetes (ver tabla 3); los cuales se pre-
sentan a continuación:
Obesidad, con un p.s. de 10 (FMG=28.57%) en ni-
ños de 8 a 13, p.s. de 17 (FMG=56.67%) y en niñas, p.s.
de 30 (FMG=85.71%) en adolescentes hombres de 14 a 19
años, p.s. de 49 (FMG=87.50%) y mujeres de 14 a 19 años,
p.s. de 54 (FMG=87.100%) en hombres de 20 a 59 y p.s. de
57 (FMG=90.48%) en mujeres de la misma edad.
Trastornos de la alimentación, obtuvo un p.s. de 4
(FMG=11.42%), en niños de 8 a 13, y en niñas el p.s. de
5 (FMG=12.19%), p.s. de 19 (FMG=54.29%), en ado-
lescentes hombres de 14 a 19, y mujeres el p.s. de 13
(FMG=28.21%), con un p.s. de 9 (FMG=14.52%), en hom-
bres de 20 a 59, y en mujeres el p.s. de 13 (FMG=20.63%).

Para diseñar la campaña se consideró que ante la palabra


estímulo Problemas de salud, el número de síntomas está relaciona-
do con la edad de los participantes (X2=91.415 Gl=2, Sig.=.000) y
el número de enfermedades (X2=7.458 Gl=2, Sig.=.024). Siendo
el grupo de 8 a 13 años los que relacionaron en mayor medida pro-
blemas de salud con síntomas; así se comprobó la hipótesis:
H1 = A menor edad de los participantes, mayor nú-
mero de síntomas identificados como definidoras para la
palabra estímulo Problemas de salud.
H2 = A mayor edad de los participantes, mayor nú-
mero de enfermedades identificadas como definidoras
para la palabra estímulo Problemas de salud.

93
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Los participantes de 8 a 13 años (35 personas) señalan 58 sín-


tomas y 85 enfermedades; de 14 a 19 años (43 personas) 4 síntomas y
124 enfermedades; y de 20 a 59 años (39 personas), 3 síntomas y 112
enfermedades (ver tabla 1).
Se demostró que los participantes con menor edad (35 perso-
nas de 8-13 años), reportan más definidoras relacionadas con síntomas.
Siendo esta relación estadísticamente significativa, con X2=91.415 y
una significancia asintótica de .000; y a mayor edad (39 personas de
20-59 años), más definidoras relacionadas con enfermedad, con una
X2=7.458 y una significancia asintótica de .024 (ver tabla 2).
Tabla 2
Número de definidoras relacionadas con síntomas
y enfermedades en función al rango de edad
de los participantes de la campaña de salud
Grupo de edad Número de síntomas Número de enfermedades
8-13 58 85
14-19 4 124
20-59 3 112
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la campaña de salud implementada.

Tabla 3
Valor de chi cuadrado de número de síntomas
y enfermedades relacionados con el grupo de edad
Categoría X2 Gl Sig. asintótica
Síntomas 91.415 2 .000
Enfermedades 7.458 2 .024
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la campaña de salud implementada.

En función al diagnóstico obtenido, se decidió reforzar la


participación de los asistentes con recompensas sociales tales
como: “lo hiciste muy bien”, “mejorarse el tiempo de respuesta
correcta”, y obsequios de materiales relacionadas con el tema de
la campaña, como botellas de agua con el eslogan de la campaña
“Juego aprendo y me cuido”, solicitándoles adherirlo a una super-
ficie donde lo vieran todos los días (refrigerador, cuaderno, mochi-

94
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

la), con el fin de reforzar el mantenimiento de las conductas de


prevención aplicadas en la campaña.

Campaña de salud “Evitemos la diabetes


en nuestra familia, juego, aprendo y me cuido”
Participantes
Grupo multidisciplinario de aplicación de la campa-
ña: 8 estudiantes de octavo semestre de la licenciatura en
psicología, de 17 a 25 años (2:H; 6:M).
Grupo multidisciplinario de supervisión de la apli-
cación, responsables del reporte técnico y seguimiento de
la campaña: 2 profesoras de tiempo completo del Cuerpo
Académico 69 “Bienestar Humano y socio-ambiental” de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima.
Grupo destinatario: 150 habitantes de la Ciudad de
Colima con un rango de edad de 7 a 39 años, quienes asis-
tieron a la campaña de salud, visitantes del parque “La
Piedra Lisa”, padres, directivos, profesores y alumnos de
la escuela Remis Shaolin Kung Fu Sede Colima, padres,
abuelos, tíos y hermanos de éstos, así como también fami-
liares y amigos de los estudiantes de psicología que reali-
zaron la campaña.

Instrumentos
Cuestionario “Mitos y realidades de la Diabetes mellitus tipo II”, rea-
lizado ex profeso para la campaña, cuyas preguntas se enfocaron a las
causas, síntomas, consecuencias, creencias, acciones preventivas y
riesgos de la Diabetes mellitus tipo II (versiones papel y software).

Entrevista de evaluación de la Campaña


Procedimiento
Se conformaron estaciones de atención para niños, adolescentes
y adultos, donde las actividades teórico-prácticas se ajustaron en
lenguaje, materiales y reforzadores en función de su edad, dando
la oportunidad de participar a la familia completa con el fin de fo-
mentar la generalización de los conocimientos adquiridos.

95
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Antes de iniciar las actividades prácticas, en cada estación


se expuso información teórico-técnica relacionada con el tema a la
que se le llamó “Mitos y realidades sobre…” con el objetivo de pro-
porcionar información sobre incidencia, causas, consecuencias,
síntomas, creencias y riesgos de la Diabetes mellitus tipo II.
Las actividades prácticas consistieron en: 1. Participar del
jugo de serpientes y escaleras saludable alusivo a hábitos de ali-
mentación; 2. Jugar jenga saludable, donde los usuarios que per-
dían su turno respondieron preguntas sobre los mitos y realida-
des proporcionados previa actividad; 3. Memorama de la salud, por
contener figuras relacionadas con hábitos saludables hacia la ali-
mentación, el ejercicio, el sueño, la adquisición de redes de apoyo
social; 4. Plinko saludable, con el que respondieron sobre los mitos
y realidades antes citadas.
Al finalizar cada actividad, se proporcionaron botones y bo-
tellas de agua con el logotipo de la campaña, logotipos con adhesi-
vo, solicitándo a los participantes su colocación en lugares visibles
en su vida cotidiana como refrigerador, mochila, cuadernos, con el
fin de recordar lo aprendido. Asimismo, a los padres se les pidió
reforzar al interior de la familia, las actividades relacionadas con la
experiencia obtenida en la campaña.
Después de cubrirse los circuitos, se inició la demostración
de rutinas de kung fu dirigidas tanto para niños, adolescentes y adul-
tos. Al finalizar se aplicó la entrevista de evaluación final, con aque-
llas personas que proporcionaron su consentimiento. Estas activida-
des se vaciaron en un formato de carta descriptiva donde se especi-
ficó el objetivo de cada actividad, las acciones a realizar, el tiempo,
materiales y responsable, misma que portaban los aplicadores de la
campaña con el fin de tener control interno de su ejecución.
Pasado un mes de la campaña, el equipo multidisciplinario
realizó un seguimiento con el director de la escuela Remis Shaolin
Kung Fu Sede Colima, con el fin de retroalimentar y evaluar el pro-
ceso generado de manera multidisciplinario e interinstitucional.

96
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Resultados
Se cumplió en un 100% el objetivo de proporcionar a los partici-
pantes información sobre causas, síntomas, consecuencias, creen-
cias, riesgos de la Diabetes mellitus tipo II, acciones preventivas
personales y familiares recomendadas por especialistas en salud,
al presentar esta información antes de cada actividad práctica: ser-
pientes y escaleras saludable (ver figura 7), memorama saludable
(ver figura 8), plinko saludable (ver figura 9).
Con respecto a este objetivo, algunas de las respuestas emiti-
das por los participantes en la entrevista de evaluación final fueron:
“Es muy útil lo que acabamos de conocer”. “Si es po-
sible que se le informe a mi familia lo que aprendí”. “Iden-
tifiqué que la diabetes sí se puede prevenir”. “Le diré a mi
mamá que me dé más frutas, no me gustan las verduras,
pero intentaré comérmelas”.

Se cubrió en un 100% el objetivo de demostrar rutinas de


actividad física de diferentes niveles de dificultad, factibles de rea-
lizarse por niños, adolescentes y adultos como medida de preven-
ción de la obesidad y, por ende, de la Diabetes mellitus tipo II (ver
figura 10). Algunos de los observadores de las rutinas de kung fu,
señalaron en la evaluación final:
“Estamos orgullosos de que nuestros hijos estén en
esta escuela”. “Es fácil identificar cuándo un niño hace ejer-
cicio”. “Admiro la labor de difundir que los niños, adolescen-
tes y viejitos, realicen ejercicio ya que es muy bueno para
la salud”. “A mí me hubiera gustado traer a mis hijos para
que vieran las demostraciones”. “Inscribiré a mi hijo en la
escuela de kung fu pues permanece por las tardes mucho
tiempo dormido”. “Me gustaría que haya bebederos en los
parques para poder hacer ejercicio. “Me inscribiré en la es-
cuela de kung fu y algún día seré como ellos”.

Se cubrió en un 100% el objetivo de fomentar conductas sa-


lutogénicas hacia la promoción de estilos de vida saludables perso-
nales y familiares al practicar juegos educativos y de esparcimien-
to, ya que las actividades prácticas así lo permitieron; sin embargo,

97
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

su impacto no puede observarse a corto plazo. Mientras tanto, a


continuación, se presentan algunas ideas que los participantes se-
ñalan en la evaluación final.
“Al jugar serpientes y escaleras recordaba lo que me
decía mi mamá”. “Haré un memorama como el suyo para
jugar con mis hijos”. “Me da gusto que nos regalen agua sin
azúcar”. “Ha sido muy divertido, lo que más me gustó es el
juego de serpientes y escaleras porque yo gané”.

Se cubrió en un 60% el objetivo de reflexionar sobre la im-


portancia de mantener una actitud positiva hacia el autocuidado en
la prevención de la Diabetes mellitus tipo II, ya que, si bien los par-
ticipantes identificaron su responsabilidad en el autocuidado de su
salud, las respuestas de los participantes durante las actividades no
tendieron a generar reflexiones sobre mantener una actitud positi-
va al respecto. Asimismo, y durante el tiempo para realizar las re-
flexiones, los participantes se retiraron del escenario de la campaña,
al darse cuenta de que se solicitaba su opinión sobre lo aprendido;
ante lo cual se recomienda que se realicen preguntas de reflexión y
se pregunten durante las actividades y no dejarlas al final.
En el estudio de seguimiento realizado al C. Iván Gonzá-
lez de la Rosa, único colimense discípulo de la 33ª Generación de
Shaolin y director de la Escuela Remis Shaolin Kung Fu Sede Coli-
ma, reportó total aprobación de la campaña y deseo de seguir cola-
borando para las siguientes.

98
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Figura 7
Serpientes y escaleras saludables

Fuente: Fotografía tomada durante el desarrollo de las actividades de la campaña de salud.

Figura 8
Memorama de la salud

Fuente: Fotografía tomada durante el desarrollo de las actividades de la campaña de salud.

99
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

Figura 9
Plinko saludable

Fuente: Fotografía tomada durante el desarrollo de las actividades de la campaña de salud.

Figura 10
Demostració de Kung-Fu

Fuente: Fotografía tomada durante el desarrollo de las actividades de la campaña de salud.

100
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Discusión
La experiencia integral de esta intervención permite estar de acuer-
do con Parks y Lloyd (2004) respecto de la importancia de movilizar
todos los niveles de la sociedad, desde los encargados de tomar las
decisiones hasta las comunidades y familias; por tanto, que se reco-
mienda realizar seguimiento a mediano y largo plazo con la pobla-
ción destinataria y para ello es necesario programarse antes de rea-
lizarse la campaña, y de esta manera asegurar su factibilidad.
La cultura, ideología, valores y costumbres no son fijos a
lo largo del tiempo, los significados atribuidos tampoco son está-
ticos, varían al cambiar de referentes y mantienen una continui-
dad que permite la comunicación, influyéndose en la conducta del
individuo (Mead, 1993, citado por Zermeño, Arellano y Ramírez,
2005). Información que justifica la utilización de las redes semánti-
cas para identificar las atribuciones que se desean cambiar dentro
de las campañas de salud y una medida de diagnóstico pre y post
intervención ya que permitirá identificar las conductas salutogéni-
cas incorporadas.
Si las redes semánticas permiten establecer los significados
otorgados a palabras-conceptos o frases, entonces es factible utili-
zarlas como un método de evaluación para determinar las nece-
sidades, las expectativas, conductas y actitudes de la población; y
ajustar la intervención en función de los objetivos conductuales
establecidos, que se promueven en el modelo COMBI.
Al considerar que el 57% de los participantes en el diag-
nóstico atribuyeron la diabetes como definidora en los primeros
cinco lugares, el hecho de que, en México, desde el 2000 esta en-
fermedad es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda
en hombres y actualmente 10 de cada 100 individuos la padecen
(Rodríguez, 2018); cabe confiar en que las redes semánticas que
se apliquen a los participantes destinatarios proporcionen conoci-
miento sobre los temas abordados en la campaña de salud.
La experiencia cotidiana sugiere que algunos conceptos se
hallan “más próximos” unos de otros, donde la proximidad semán-
tica puede estar dada porque ambos conceptos presentan una re-
lación inferencial entre sí, de modo que evocar uno supone la pro-
pagación de la activación hacia otro con el que se haya vinculado

101
Sara Pérez Ruvalcaba ‌| Ana López González | Iván Jiménez Macías

lógicamente (Vivas, Comesaña y Vivas, 2007), hecho que se obser-


vó en los participantes en las definidoras de “diabetes” y “obesidad”
(con los pesos semánticos más altos), sugiriéndose una relación
entre ambos conceptos con “problemas de salud”; con lo cual se in-
dicó el tema de la campaña y la necesidad de realizar seguimientos
sobre el control de la obesidad como medida de prevención de la
Diabetes mellitus tipo II.
Hacer estudios de diagnóstico con redes semánticas sobre
problemas de salud, permitirá coadyuvar a dar atención a una de
las mayores preocupaciones que enfrenta el sistema de salud ac-
tual que es la tasa de prevalencia de población con Enfermedades
Crónicas no Trasmisibles (ECNT), ya que estas afectan a cualquier
sector de la población sin distinguir entre sexo, nivel socioeconó-
mico ni edad, pues hasta el 2020, las enfermedades del corazón,
COVID-19, la Diabetes mellitus y los tumores malignos eran las
cuatro principales causas de mortalidad en México (Sistema de In-
formación de la Secretaría de Salud, 2021).
La población diagnosticada reconoce que la obesidad es una
problemática de salud, y que realizar campañas de salud para la
prevención de la diabetes, considerando conductas salutogénicas y
de activación, como seguir una dieta y hacer ejercicio, disminuyen
el riesgo de desarrollar diabetes como lo menciona la Federación
Mexicana de Diabetes (2014).

Conclusiones
Las redes semánticas como herramienta de diagnóstico precampa-
ñas de salud, permiten identificar las asociaciones, intereses, pre-
ferencias y necesidades sentidas de la población destinataria y, por
tanto, una alternativa para reducir el tiempo de aplicación del Mo-
delo COMBI, por tanto, se sugiere realizar estudios comparativos
donde se registre el tiempo de ejecución con y sin el uso de dicha
herramienta diagnóstica.
El uso de las redes semánticas como herramienta diagnós-
tica en el área de la salud, permitirá identificar no sólo el signifi-
cado atribuido a la problemática de salud de interés, sino también
las actitudes que tienen los destinatarios en cuanto a prevención,
atención y adherencia terapéutica.

102
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Referencias
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104
Capítulo v. Adaptación de la técnica de redes semánticas naturales ...

Se agradece la colaboración a Buenrostro Alemán Norma Angélica,


González Vargas Fabiola, Gutiérrez Fierros Guadalupe Monserrat, He-
rrera Puente Alexis Rafael, Jiménez Gómez Montserrat Sarahi, Lemus
Chávez Nora Patricia, Martínez Salinas Jessica, Morales Torres Diego,
Ochoa Padilla Fabiola, Ponce Santana José Juan, Sánchez García Na-
dia Marlen, Teodoro Mariscal Norma Yoleny, que como estudiantes
participaron en las diferentes fases de esta investigación.

105
Capítulo VI
Uso de redes semánticas
para identificar emociones implicadas
en la percepción de la violencia
comunitaria en Ciudad Juárez

María Elena Vidaña Gaytán


María Nieves González Valles
Alberto Castro Valles
Jorge Ramón Lozano Martínez
Gloria Margarita Gurrola Peña
Patricia Balcázar Nava

E l interés por estudiar las emociones generadas por la exposi-


ción directa o indirecta a la violencia comunitaria reside en
que es uno de los problemas de mayor relevancia en Ciudad Juá-
rez. Al revisar la literatura científica relativa al conocimiento ge-
nerado, se encontró que ha sido a partir de mediciones psicométri-
cas; de ahí la inquietud de usar la técnica de las redes semánticas
para aproximarnos al fenómeno de manera natural, en un contex-
to de frontera. Las redes semánticas constituyen un procedimiento
de representación de las unidades cognitivas almacenadas en la
memoria que conforman el conjunto de conocimientos declarati-
vos. Las raíces de este método se encuentran en estudios realiza-
dos respecto a la memoria (Valdez, 2000). Es una técnica para co-
nocer el significado de cualquier concepto y sirve para saber cómo
se representa e integra en la persona.
La psicología cognoscitivista, cuyo objeto de estudio es cómo
la mente interpreta, procesa y almacena la información en la memo-
ria. Dicho de otro modo, se interesa en la manera en que la mente
humana piensa, aprende e interpreta la información de su mundo.
1: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. 2: Universidad
Autónoma del Estado de México.

107
María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

La memoria es uno de los procesos que mayor interés ha


causado dentro de la psicología cognitiva y que ha sido fuente de
numerosas investigaciones y estudios. Bourne, Dominowsky, Lof-
tus y Healy (1987) plantean que el foco de interés consiste en de-
terminar cómo la gente depende principalmente de la informa-
ción que tiene disponible, y que proviene de tres fuentes: a) las
circunstancias (estímulos), b) la memoria (experiencias pasadas) y
c) la retroalimentación recibida como consecuencia de una acción
(determinada por cuestiones sociales o no sociales).
Autores como Figueroa, González y Solís (1981), y Valdez
(2000), coinciden en que esta técnica permite explorar la percep-
ción, la idea o el imaginario de los sujetos respecto a “algo” a través
de procedimientos no simulados. Permite la exploración en la es-
tructura del significado psicológico, unidad fundamental en la or-
ganización cognoscitiva, compuesta por elementos afectivos y cog-
nitivos que crea un código subjetivo de reacción, el cual refleja la
imagen del universo que tiene la persona de su cultura subjetiva.
Tomás de Aquino (1225-1274, citado en Wimmers, 2011), dice
que las palabras son vehículo de acceso al conocimiento de la reali-
dad. Para él los signos son las palabras, el sonido y también los con-
ceptos: “Lo hablado es un signo audible de un concepto interior”.
El estudio de las redes semánticas hace énfasis en la impor-
tancia de la estructuración de los conocimientos y el efecto de tales
estructuras en la conducta.
Se asume que la información almacenada por los indivi-
duos está organizada en forma de redes, y que las palabras, eventos
o representaciones forman relaciones que producen significados
en su conjunto (Figueroa, 1976, citado por Vera-Noriega, Pimentel
y Batista, 2005).
Uno de los postulados básicos de las redes semánticas es
que debe haber una organización interna en forma de red de la
información contenida en la memoria a largo plazo, en donde las
palabras o eventos forman relaciones, las cuales como conjunto
dan el significado. La teoría de redes semánticas es una teoría de-
sarrollada para entender la naturaleza de los conceptos y, con sus
avatares, ha permitido paulatinamente esclarecer el modo como
logramos la abstracción.

108
Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

Con las redes semánticas naturales, Figueroa et al. (1981)


permitieron pasar del nivel de una teoría del pensamiento indi-
vidual a ese destilado colectivo, grupal. En este estudio partimos
del supuesto de una relación directa entre la experiencia direc-
ta e indirecta y el nivel de conocimientos (Álvarez Gayou, 2006)
para aproximarse al significado de manera natural, es decir, direc-
tamente con los individuos evitando la utilización de taxonomías
artificiales creadas por los investigadores (Valdez, 2000).
Los modelos de redes semánticas se han clasificado en tres
tipos, que son descritos como el modelo de redes jerárquicas Collins
y Quillan (1969), el modelo de atributos de Rips y Shoben (1973), y
los modelos de simulación de conocimiento en computadoras Bra-
chman (1977). Independiente del modelo que se utilice, la forma
clásica en que se trabajan las redes es por medio de clasificaciones o
taxonomías al presuponer que forman una red semántica.
Ciudad Juárez, como representativo del contexto de fronte-
ra, ha vivido la ola de violencia y sus consecuencias a partir de 2007
y su repercusión en la coexistencia social, como secuela con gran
impacto directo o indirecto en niños, adolescentes, universitarios y
familias completas; forma parte de la vida cotidiana con crecientes
niveles de violencia y crímenes variados en el espacio público.
En términos del espectro que abarca la violencia comunita-
ria, precisa señalar algunos, como la física, psicológica, económi-
ca, sexual, doméstica, medios de comunicación social, entre otros;
sin embargo, en este trabajo se centra en el significado psicológico
de la violencia en la comunidad y en las emociones que se generan
ante los hechos violentos vividos de manera directa o indirecta.
De aquí que sea conveniente abordar el tema de las emocio-
nes, de acuerdo con lo expresado en el diccionario conciso de psico-
logía APA (2010, p.165), donde se define emoción como un “patrón
complejo de reacción que incluye elementos experienciales, con-
ductuales y fisiológicos, por medio de los cuales el individuo intenta
lidiar con una cuestión o suceso personalmente significativo”.
Así, la emoción puede ser explicada desde diversos paradig-
mas psicológicos entre los que destacan la orientación biológica, la
orientación conductual y la orientación cognitiva. Reeve (1994) de-
finió tres funciones que todas las emociones deben cumplir: la fun-

109
María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

ción adaptativa, que prepara al organismo para la acción: la función


social, que permite la comunicación del estado de ánimo; y la fun-
ción motivacional, que facilita y dirige la conducta motivada.
Partiendo de la clasificación anterior se destacará el plan-
teamiento de Plutchik (1980), en donde el autor muestra la con-
ducta emocional con ocho propósitos diferentes que surgen como
reacción adaptativa a las diversas situaciones ambientales, cum-
pliendo diversas funciones y atribuyendo términos lingüísticos es-
pecíficos para cada emoción (ver tabla 1).
Tabla 1
Visión funcional de las emociones según Plutchik
Situación Conducta Función Lenguaje
del estímulo emocional de la conducta subjetivo
emocional

Amenaza Correr, volar Protección Miedo, terror


Obstáculo Morder, pegar Destrucción rabia, furia
Pareja posible Hacer la corte, Reproducción alegría, éxtasis
Pérdida de un copular Reintegración Tristeza, aflicción
ser querido Pedir auxilio Afiliación Aceptación,
Miembro del grupo Acicalarse,compartir Rechazo confianza
Objeto desagradable Vomitar, apartar Exploración Asco, odio
Territorio nuevo Examinar Orientación Anticipación
Objeto nuevo Parar, alertar Sorpresa
y repentino
Fuente: Retomado de Plutchik (1980).

Por su parte, Levy (1999) considera a las emociones como se-


ñales que alertan sobre la existencia de problemas o situaciones que
hay que resolver y pueden aprovecharse para comprender la situa-
ción conflictiva, así como para buscar soluciones creativas que pue-
dan transformar la experiencia desagradable en satisfactoria.
Además de ser una respuesta natural cuya función es pro-
mover tanto la supervivencia como el crecimiento, las emociones
regulan nuestra manera de relacionarnos con los demás, son una
co-creación entre el ser humano y su ambiente, en donde ambos
se influencian mutuamente y son co-responsables de su vivencia
(Perls, 1973; Muñoz Polit, 2012).

110
Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

Por lo tanto, hay diversos autores que muestran criterios


para definir las emociones básicas (ver tabla 2).
Tabla 2
Criterios y repertorio de emociones discretas
Criterio Autor Emociones “básicas”
Afrontamiento Arnold (1960) Amor, aversión, desaliento,
deseo, desesperación,
esperanza, ira, miedo,
odio, tristeza y valor.

Expresión facial Ekman, Friesen y Ira, alegría, miedo, asco,


Ellsworth (1982) sorpresa y tristeza.

Procesamiento Izard (1991) Alegría, ansiedad,


culpa, desprecio, asco,
excitación, ira, miedo,
sorpresa y vergüenza.

Relación con instintos McDougall (1929) Asombro, euforia, ira, miedo,


asco, sentimiento y ternura.

Innatos Mowrer (1960) Dolor y placer.

Sin contenido Oatley y Johnson- Felicidad, ira, miedo,


proposicional Laird (1987) asco y tristeza.

Aceptación, alegría,
Adaptación biológica Plutchick (1980) expectación, ira, miedo,
asco, sorpresa y tristeza.

Ansiedad, desprecio, interés,


Descarga nerviosa Tomkins (1984) ira, alegría, miedo, asco,
sorpresa y vergüenza.

Independencia Weiner (1986) Culpa, desesperanza,


atribucional felicidad, ira, sorpresa
y tristeza.

Fuente: Retomado de Fernández-Abascal, Martín y Jiménez, 2007.

111
María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

Escenario del estudio


Ciudad Juárez es una ciudad situada en el norte del país, en el estado
de Chihuahua, a orillas del Río Bravo, que colinda con El Paso, Texas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
la población total es de aproximadamente 1,407,924 habitantes.
Hoy por hoy sigue siendo una de las fronteras con mayor
posibilidad laboral dado, al número de industrias maquiladoras
que se encuentran instauradas en la ciudad y que a finales de oc-
tubre del 2016 - agosto del 2017 nuevamente han tenido un repunte
en la apertura de nuevas plantas.

Participantes
Se realizaron 120 aplicaciones, 60 a mujeres y 60 a hombres em-
pleados adscritos a la industria maquiladora. Con edad mínima de
18 años y máxima de 54 años. En el paradigma cualitativo, el nú-
mero de sujetos no es lo más importante, sino el potencial infor-
mativo que cada caso brinda pues no se gana más poder al incre-
mentar el tamaño de la muestra; lo que se busca es alcanzar la
“saturación”. Esto implica llegar a un punto en donde más personas
ya no brindan información (Rodríguez, Gil-Flores y García, 1999).

Instrumento
Se empleó el siguiente formato de aplicación. De acuerdo con (Ál-
varez-Gayou, 2006), conviene contar con un instrumento específi-
co para que los participantes contesten.

112
Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

Palabra o concepto estímulo


Palabras definidoras Jerarquías
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Fuente: Elaboración propia.

Procedimiento
En primer lugar, se pidió a los participantes que definieran con
un mínimo de diez palabras individuales como palabra estímulo
—de las cuales podían ser verbos, adverbios, sustantivos o adje-
tivos, pero no preposiciones ni artículos—, y escribir cada una
en renglón por separado. Después, se solicitó jerarquizar cada
una de las palabras que dieron como definidoras, asignándole el
número 1 a la palabra más importante por estar más cerca, más
relacionada o que mejor definiera al estímulo; el número 2 a la
que le sigue y así sucesivamente hasta terminar con toda la lista.

Sistematización
Se capturaron todas las palabras definidoras expresadas por los parti-
cipantes, en una base de datos, literalmente como lo expresó el sujeto.
En virtud del tamaño de la red para definir una palabra estí-
mulo, se “normalizó”, al integrar bajo un mismo término los plurales,
las palabras iguales con género diferente derivadas de una misma raíz
y se eliminaron las celdas “no contestadas”.

113
María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

Procedió luego asignarle un valor a cada palabra definidora


acorde al lugar que le otorgó el sujeto: establecer una escala cuyo
máximo valor fuera para las palabras que el sujeto identificó como
más importantes (primera columna de la base de datos); se orde-
naron de manera descendente (los menos importantes en la últi-
ma columna).
Al integrar estos términos se sumaron los valores de cada
palabra definidora integrando así los valores en una sola.

Análisis
Los indicadores fundamentales propuestos por Reyes-Lagunes
(1993), básicos para el análisis de la información y brevemente
mencionados en el capítulo IV, son:
Valor “J” o tamaño de la red, se asigna mediante el
total de palabras definidoras generadas por los sujetos.
Valor “M” o peso semántico resulta de la importan-
cia jerárquica que los sujetos dieron a las palabras.
Conjunto “SAM” o distancia semántica; de 5 a 15
palabras definidoras con el mayor valor “M”. Característi-
ca importante es el concepto de distancia semántica. Los
conceptos dados como definidores son de importancia di-
versa para definir el concepto central, pues se encuentran
jerarquizadas. El hecho de que los elementos se encuen-
tren separados permite hacer predicciones.
Conjunto SAM o Valor “G” es el grado de cercanía o
dispersión entre las palabras analizadas.
Conjunto SAM o Valor “FMG” es la distancia con-
ceptual o porcentaje semántico, indicadora, en términos
de porcentaje, de la distancia semántica que hay entre las
palabras definidoras que conforman el conjunto SAM.

114
Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

Resultados
Para conocer los resultados del significado violencia comunitaria, así
como identificar las emociones implicadas en la percepción de la
violencia comunitaria, se analizó a partir de la técnica original de
redes semánticas, obteniéndose el valor “J” (total de palabras defini-
doras generadas por los participantes), el valor “M” (peso semántico
obtenido por cada palabra definidora) y el conjunto “SAM” (palabras
definidoras con el mayor valor “M”).
Los resultados obtenidos a partir del conjunto SAM del estí-
mulo “emociones” que entre los hombres y las mujeres señalan una
identificación clara de tres emociones básicas (ver la siguiente tabla).
Tabla 3
Conjunto SAM del estímulo “emociones”
en hombres y mujeres. Definidoras
Hombres VM Mujeres VM
1 Miedo 222 Tristeza 286
2 Ira 193 Miedo 222
3 Coraje 153 Vergüenza 157
4 Impotencia 142 Inseguridad 120
5 Inseguridad 139 Ansiedad 94
6 Ansiedad 100 Coraje 90
7 Temor 74 Preocupación 75
8 Intranquilidad 57 Frustración 65
9 Pena 50 Nervios 51
10 Dolor 46 Humillación 48
11 Desagrado 45 Sorpresa 40
12 Nostalgia 44 Fastidio 42
13 Vergüenza 34 Lástima 34
14 Decepción 30 Peligro 34
15 Asustado 28 Odio 33
Valor J 180 200
Fuente: Elaboración propia.

115
María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

Valor FMG en mujeres. En el caso de las mujeres, las emocio-


nes que predominan ante la violencia comunitaria de Ciudad Juárez
son la tristeza, la cual obtiene un porcentaje del 100% seguida por el
miedo y la vergüenza que tienen un porcentaje bastante elevado, lo
cual refleja que a las mujeres que trabajan en la industria maquilado-
ra las llevaría a conductas de evitación.
Valor FMG en hombres. Las emociones básicas son miedo,
tristeza y enojo. Cada una de estas es una respuesta genérica natural
para sobrevivir o crecer. Se comentan en especial las tres últimas, por
estar relacionadas en mayor grado con las secuelas de la ola violenta
vivida en esta urbe.
El miedo se experimenta como inseguridad, preocupación,
desesperación o inquietud y es una respuesta ante una amenaza —
real o imaginaria—, que nos prepara para enfrentarla o huir de ella;
para el caso de Ciudad Juárez es real, ya que cada día los noticieros
dan a conocer la serie de delitos cometidos en el diario vivir como
parte de los acontecimientos de la ciudad o, por otra parte, si algún
ciudadano ha vivido de forma directa la violencia comunitaria. La
tristeza se vivencia como un sentimiento de anhelo, de nostalgia o
de pesar y es una respuesta que surge cuando la persona se siente
desilusionada o no suceden las cosas como desea. Aunque la pala-
bra definidora impotencia expresada por los hombres predispone a
retraerse o de cierta forma minimizar o invisibilizar que la ciudad ha
cambiado la forma habitual de vivir y que se viven una serie de efec-
tos adversos. El enojo, también sentido como impotencia, frustración,
desprecio, coraje, ira u odio es una respuesta de defensa ante lo que
consideramos una invasión a la inmersión del narcotráfico y la lucha
de los carteles por posesionarse en la frontera de Ciudad Juárez.

Conclusiones
Las redes semánticas permitieron identificar representaciones
cognitivas a partir del procesamiento de información con base en
la experiencia memorizada. De acuerdo con Valdez (2000), la téc-
nica fue consistente para analizar cómo las circunstancias de vio-
lencia contextual directa o indirecta en los pobladores de Ciudad
Juárez generaron representaciones cognitivas al procesar la infor-
mación disponible considerando la fuerte actividad de los medios

116
Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

de información noticiosa relacionada con experiencias particula-


res que se incorporan en la memoria de corto plazo de acuerdo con
Bourne, Dominowsky, Loftus y Healy (1987). Al explorar la estruc-
tura del significado psicológico del término violencia contextual,
fue relevante la asociación que expresaron los participantes de sus
conceptualizaciones declarativas con elementos afectivos creando
códigos subjetivos de reacción, pues denominaron con palabras
interpretadas a la emociones básicas y compuestas como miedo,
tristeza, enojo, ira, vergüenza, etcétera (Figueroa, González y Solís,
1981); reconociendo la relación entre la experiencia directa e indi-
recta y el nivel de conocimientos para aproximarse al significado
de manera natural (Álvarez Gayou, 2006).
Se observó que la conducta emocional de las mujeres jua-
renses ante la violencia contextual se identificó como una reacción
adaptativa ambiental de acuerdo con Plutchik (1980) y con Reeve
(1994), principalmente con una función motivacional anímica con
dirección hacia el interior, atribuyendo términos lingüísticos es-
pecíficos de tristeza, miedo, vergüenza, inseguridad y ansiedad.
Mientras que los hombres atribuyeron conceptos de miedo, ira,
coraje, inseguridad, importancia principalmente con una función
social con dirección hacia el exterior. De acuerdo con Levy (1999)
las circunstancias ambientales propician la conducta emocional
de acuerdo con las experiencias particulares que activa acciones
de enfrentamiento y resolución creativa. Los hombres tienden a
la transformación de la experiencia desagradable a través de las
relaciones interpersonales y la manipulación del ambiente, aun-
que con poca reflexividad reaccionando con ira o coraje; mientras
que las mujeres intentan reconstruir sus propias experiencias con
procesamientos cognitivos que permiten mayor comprensión y re-
flexión de las condiciones ambientales, aunque mantienen el mie-
do, la vergüenza y la tristeza. Ambos siempre buscando la adapta-
ción y supervivencia para encontrar equilibrios manejables entre
la persona y el ambiente que posibilite su funcionalidad social, la-
boral y personal (Perls, 1973; Muñoz Polit, 2012).

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María Elena Vidaña Gaytán ‌| María Nieves González Valles | Et. al

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Capítulo vi. Uso de redes semánticas para identificar emociones implicadas ...

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119
Homenaje póstumo a tres reconocidos
investigadores pioneros de las redes
semánticas en México

E xisten numerosos investigadores que han tomado las redes se-


mánticas como método de estudio, tres de ellos trabajaron de
manera cercana a la Facultad de Psicología de la Universidad de Co-
lima (UdeC), proporcionando capacitación y guía en la investigación
con redes semánticas, derivado de lo cual nace este libro.
La obra de José Luis Valdez Medina llamada Las redes se-
mánticas naturales, usos y aplicaciones en psicología social, así
como los múltiples artículos de Lucina Isabel Reyes Lagunes y de
Serafín Joel Mercado Doménech han sido referente para miles de
estudiantes de nivel superior, académicos e investigadores de la
Universidad de Colima, México y el mundo.
A partir de la estancia de investigación que realicé en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el Dr.
Mercado, es que nace el interés de generar esta obra. El Dr. Serafín
me alentó para coordinar la integración de trabajos sobre el uso de
las redes semánticas que en hispanohablantes se hayan realizado,
en especial su aplicación como método de evaluación con la que
he trabajado desde el 2003, con respecto a lo cual agradezco el re-
conocimiento como pionera en su uso otorgada por la Dra. Lidia
Ferreira de la UNAM.
Asimismo, tras la visita del Dr. Mercado a la Facultad de Psi-
cología de la Universidad de Colima con motivos de capacitación
en el uso de las redes semánticas, alienta la integración a esta obra
de las adaptaciones a la metodología de las Redes Semánticas Na-
turales, que se habían realizado en nuestra Institución.
Como homenaje póstumo, a continuación, se presentan unas
breves semblanzas del enorme legado de estos investigadores a la
psicología.
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

121
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

José Luis Valdez Medina

El Dr. José Luis Valdez Medina nació en la Ciudad de México en


1962. Desde muy joven mostró interés en el comportamiento huma-
no, por lo que inicia la carrera de psicología en 1981, siete años des-
pués realiza una maestría y, posteriormente, culmina su formación
como psicólogo con un doctorado en 1991, todo en la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II, cate-
drático e investigador de la Facultad de Ciencias de la Conducta (Fa-
CiCo) de la referida universidad.
Durante su trayectoria como psicólogo, fue docente en licen-
ciatura, maestría y doctorado, director y jurado de tesis en los tres ni-
veles en la universidad de adscripción; también participó en la Uni-
versidad Iberoamericana. Además, se desempeñó como conferencis-
ta y ponente en diversos congresos de psicología.
Contribuyó a esta disciplina social con artículos como: La
construcción de instrumentos de medición a partir de las catego-
rías semánticas; Medición del fenómeno de la somatización con una
escala desarrollada en México; El autoconcepto del mexicano; Los
hombres y las mujeres en México: dos mundos distantes y comple-
mentarios; Medición de la resiliencia; Emociones negativas no re-
sueltas y su asociación con la presencia de ansiedad y depresión; La
personalidad en caos o entrópica y su impacto en la presencia de
los síntomas somáticos; Frustración, odio y somatización: un análisis
por sexo; Significado psicológico de celos en hombres y mujeres jó-
venes, y Las causas que llevan a la infidelidad: un análisis por sexo,
por mencionar algunos.
Los libros de su autoría de mayor reconocimiento son: Las re-
des semánticas naturales, usos y aplicaciones a la psicología social y
Teoría de la paz o equilibrio. También colaboró en revisiones, evalua-
ciones y reestructuraciones de programas de estudio, comités edito-
riales y actividades académico-administrativas.
Fue galardonado con la medalla “Gabino Barreda” por la
UNAM, así como Investigador Nacional nivel II (SNI), Premio Estatal
de Ciencia y Tecnología 2006, por el Gobierno del Estado de México.

122
Homenaje póstumo a tres reconocidos investigadores pioneros de las redes semánticas

Su mayor aportación fue el desarrollo de las Redes Semán-


ticas Naturales, técnica que ha permitido acceder a redes de in-
formación y desarrollo de instrumentos psicológicos. Con el paso
del tiempo, perfeccionó dicha técnica proponiendo contextualizar
el estímulo para ampliar la información y entender los mecanis-
mos sociales involucrados en los estudios, misma que sigue vigen-
te hasta nuestros días.
De igual manera, expuso la Teoría de la paz o equilibrio,
propuesta de análisis, comprensión y explicación de la conducta
que integra aspectos biológicos y psico-socioculturales. Es una te-
mática que se ha relacionado con variables como el amor, frustra-
ción, miedo, egoísmo, etcétera.
Hacia finales de su vida, se enfocó en la divulgación del
trabajo científico de los investigadores de nuestro país, median-
te un proyecto desarrollado por el Cuerpo Académico de Cultura
y Personalidad de la FaCiCo, mismo que aún continúa en activi-
dad. Otra de sus inquietudes fue conocer y diferenciar el compor-
tamiento de hombres y mujeres a partir de los aspectos biológicos,
psicológicos, históricos y socioculturales, aspectos que dan inicio a
los estudios de pareja.
Además de excelente catedrático, siempre fue reconocido
por su calidad humana, empático, sociable, buen amigo y con apo-
yo constante para sus alumnos y compañeros, por lo que sigue
vivo en nosotros.

Dra. Lucina Isabel Reyes Lagunes Ϯ


Quien fuera Profesora Emérita, Facultad de Psicología, UNAM

123
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

Serafín Joel Mercado Doménech

Nació en 1939 en la Ciudad de México (entonces Distrito Federal),


estudió la licenciatura en psicología en la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
graduándose con mención honorífica en 1965, y el doctorado en
psicología educativa en la Universidad de Texas en Austin, finali-
zado en 1971.
Fue director del Departamento de Psicología de la Univer-
sidad Veracruzana (UV) de enero de 1964 a diciembre de 1965. Di-
rector de la Escuela de Ciencias de la UV de enero a septiembre de
1965. Profesor en el Colegio de Psicología de la Facultad de Filo-
sofía y Letras, y en la Facultad de Psicología de la UNAM de 1969
hasta su fallecimiento el 2 de diciembre de 2017.
En 1981 crea un seminario permanente sobre el tema de la
psicología ambiental, impulsando la creación de la maestría con el
mismo nombre (1988) en la UNAM, siendo la primera en su tipo
en América Latina. Fue nombrado como "Padre de la psicología
ambiental en México" por la Environmental Design Research As-
sociation (EDRA), debido a su labor pionera en esa disciplina, y
nombrado Profesor Emérito por la UNAM.
Escribió numerosos libros, relacionados con la habitabili-
dad en ambientes construidos (escuelas, hoteles, cárceles, hospita-
les y, sobre todo, ambientes residenciales), el último relacionado
con la teoría de la valoración en colaboración con el Dr. Giuseppe
Carrus y su equipo de trabajo, siendo responsable del prólogo de
esta obra que, desafortunadamente, no pudo ver publicada. Por lo
anterior, a manera de homenaje personal, generé las gestiones ne-
cesarias para su publicación.
Destaca igualmente su pluma en numerosos capítulos de
antologías y artículos sobre metodología de la investigación en psi-
cología, y en revistas especializadas de psicología ambiental.
Fue pionero en el estudio de la perspectiva cognoscitiva en
México, organizador del 1er. Congreso de Psicología en Jalapa. Re-
cibió varios premios y reconocimientos, entre ellos de la Sociedad
Interamericana de Psicología y de la International Association for

124
Homenaje póstumo a tres reconocidos investigadores pioneros de las redes semánticas

Person-Environment Studies (IAPS) por su labor en la psicología


ambiental.
Desarrolló un modelo de habitabilidad, con el que explicó
la manera en que el diseño arquitectónico afecta la vida de las
personas en ambientes construidos. Investigó sobre el ruido y la
complejidad perceptual. En el último año de su vida, estuvo seis
meses en la Università Roma Tre, llevando a cabo un estudio de
campo sobre la percepción y cognición de universitarios sobre de-
sechos sólidos, cuidado del ambiente, contaminación del agua, aire
y suelo.
Fue siempre un hombre de fuertes principios éticos, solida-
rio y convencido de la importancia de ayudar a los jóvenes a lograr
sus objetivos; le apasionó la fotografía y la poesía.
A título personal, modeló en mí los beneficios de ser tenaz
en el cumplimiento de los ideales, el gusto por la investigación, la
fotografía, la poesía, el dibujo y la colección de búhos. Fue un pa-
dre académico para muchos estudiantes, entre ellos me incluyo;
nos enseñó que se pueden cubrir los objetivos, aun cuando se nade
contra marea, alcanzarlos con rigor científico, de una manera ob-
sesiva, cuidando todos los detalles.
En la entrevista que le hizo César Carrascoza (publicada en
el 2005, volumen 7, número 1-2 de la Revista Psicología y Ciencia
Social), señaló: “Yo soy pitagórico en la concepción ontológica del
mundo…, la esencia de los fenómenos es cuantitativa”. Sobre este
tema, desarrolló una ponencia para el Congreso Mexicano de Psi-
cología, aun estando hospitalizado en Europa.
Lo conocí en la UNAM al iniciar mis estudios de licenciatu-
ra (agosto de 1981). Recuerdo su caminar pausado, disfruté minuto
a minuto del ambiente en interacción con los otros, y la peculiar
sonrisa que lo caracterizó. Conté con el honor de recibirlo en mi
cubículo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima
(2014), al realizar una estancia de investigación que permitió la
capacitación al Cuerpo Académico al que pertenezco, UCOL CA-
69 “Psicología de la salud” ahora “Bienestar humano socio-
ambiental” para la obtención y análisis de redes semánticas, con-
cretándose una estancia de investigación en octubre de 2016, de
quien suscribe, en el laboratorio del Dr. Mercado; allí nace la idea

125
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

de esta obra con el fin de divulgar los resultados e innovaciones en


el uso y análisis de las Redes Semánticas Naturales, que se realizan
al interior de dicho Cuerpo Académico y en conjunto con colabora-
dores latinoamericanos (Argentina, Costa Rica y México).
Gracias Dra. Alejandra Terán por la información proporcio-
nada para esta reseña.

Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

126
Homenaje póstumo a tres reconocidos investigadores pioneros de las redes semánticas

Lucina Isabel Reyes Lagunes

Nació el 8 de julio de 1942 en Tampico, Tamaulipas, México. Inicia


su formación universitaria en 1961 en el Colegio de Psicología de
la Facultad de Filosofía y Letras, como parte de la segunda gene-
ración de la carrera en México, y en 1982 cursa el doctorado en
psicología social, ambos en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), con la obtención de menciones honoríficas.
Desde sus años en la licenciatura, colaboró como invitada
en las materias de algunos profesores. Combinó excelentemente
su pasión por la docencia y la investigación.
Fue influenciada por los doctores Rogelio Díaz-Guerrero,
Santiago Ramírez y Arturo Fernández Guardiola, los tres profe-
sores e investigadores eméritos de la UNAM, y por el Dr. Wayne
Holtzman de la Universidad de Texas en Austin, entre otros.
Fue miembro del Comité de los Posgrados de Ciencias Mé-
dicas, Odontológicas y de la Salud, y de maestría y doctorado en
psicología. Consejera técnica del área de psicología social y am-
biental de la División de Investigación de Posgrado.
El Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en
Psicología le otorgó el reconocimiento al “Mérito CNEIP”. La Uni-
versidad Veracruzana, campus Xalapa la distinguió por sus aporta-
ciones al Cuerpo Académico “Investigación y Desarrollo Tecnoló-
gico de psicología”. La UNAM le otorgó un reconocimiento por sus
45 años de servicios académicos en la Facultad de Psicología. La
Sociedad Mexicana de Psicología le dio el premio “Docencia”. Fue
la segunda profesora nombrada como Emérita por la UNAM.
Reconocida como la primera mujer en presidir la Sociedad
Interamericana de Psicología. Miembro por elección del Comité
técnico del área IV del Sistema Nacional de Investigadores (Presi-
denta de la Comisión en 2008). Presidenta tanto de la Asociación
Iberoamericana de Evaluación y Diagnóstico Psicológico como del
Colegio Nacional de Psicólogos.
Directora del Comité de Acreditación del Consejo Nacional
para la Enseñanza e Investigación en Psicología. Directora de la Fa-
cultad de Psicología de la UNAM.

127
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

Miembro del Consejo directivo del Centro Nacional de Eva-


luación para la Educación Superior (CENEVAL). Miembro evalua-
dor del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior
de San José de Costa Rica. Miembro del grupo de Expertos de la
Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Huma-
nos para la Salud (CIFRHS) de la Secretaría de Salud.
Desde 1969 participó en distintos comités editoriales nacio-
nales e internacionales.
Generó invaluable conocimiento en el campo de la psico-
metría y desarrolló la etnopsicometría. Contribuyó con aportes
científicos en los campos de la piscología transcultural, la psicolo-
gía social, la psicología de la personalidad, la psicología educativa
y la psicología política.
En palabras del PhD. Rolando Díaz-Loving, la Dra. Reyes
se caracterizó por el cariño, compromiso y dedicación con la que
formó a sus estudiantes. Luego de 52 años de trayectoria, impartió
más de 35 asignaturas a nivel curricular en licenciatura, maestría
y doctorado, dirigió más de 100 tesis en los tres niveles. Sus inves-
tigaciones se centraron en dos grandes rubros: por un lado, sobre
el impacto de la cultura en los individuos y la sociedad, por otro,
en la metodología y la psicometría, que la llevaron a innovar mé-
todos para la construcción de pruebas psicológicas culturalmente
sensibles y relevantes.
Si bien fue responsable de proyectos de investigación en
torno al estrés en académicos universitarios, las líneas con las que
se distinguió fueron la cultura y la responsabilidad, a partir de las
cuales generó innovaciones metodológicas para la construcción de
pruebas psicológicas culturalmente relevantes, denominando el
nuevo campo de la etnopsicometría.
Entre sus publicaciones y colaboraciones más relevantes se
encuentran: El desarrollo de la personalidad en dos culturas: Mé-
xico y Estados Unidos; El impacto de la televisión educativa en el
desarrollo infantil; Evaluación de “Plaza Sésamo” en México; La
personalidad del mexicano; El otro yo del mexicano, y La medición
de la personalidad en México.
Disfrutó con entusiasmo de la docencia, la asesoría, la capa-
citación y la investigación. Resalta su habilidad conceptual y meto-

128
Homenaje póstumo a tres reconocidos investigadores pioneros de las redes semánticas

dológica del uso de la Técnica de Redes Semánticas para construir


instrumentos de medición, lo que me inspiró a utilizar dicha téc-
nica para evaluar el estrés pre y post intervención desde una pers-
pectiva transcultural, así como a construir el instrumento “Estreso-
res, síntomas y estrategias de afrontamiento” FUSIES (Pérez, 2010).
En el marco de la red de colaboración “Realidad virtual y
manejo del estrés en el ámbito educativo” (RVyE3), en la Facultad
de Psicología de la Universidad de Colima, desde el 2010 se evalúa
la percepción del estrés en universitarios de Argentina, Costa Rica,
Chile y México, generándose nuevas líneas de investigación en la
aplicación de Redes Semánticas.

Sara Lidia Pérez Ruvalcaba

129
Reseñas curriculares

María Andrade Aréchiga


Universidad de Colima
Doctora en Ciencias de la Computación. Profesora de tiempo com-
pleto de la Facultad de Telemática e integrante del Cuerpo Académi-
co CA-90 "Inteligencia computacional aplicada" de la Universidad de
Colima. Línea de investigación: ambientes inteligentes.

Patricia Balcázar Nava


Universidad Autónoma del Estado de México
Doctora en Investigación Psicológica por la Universidad Iberoameri-
cana. Profesora-investigadora de tiempo completo de la Universidad
Autónoma del Estado de México, docente de la Licenciatura en psi-
cología y en diferentes programas de posgrado. Miembro del Cuerpo
Académico SEP-079 "Clínica y familia". Profesora con perfil deseable
(PRODEP-SEP) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores,
nivel I. Línea de investigación: psicología de la salud.

Alberto Castro Valles


Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Doctor en Ciencias Sociales. Área: políticas de educación superior
por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). Profesor-
investigador de tiempo completo de la UACJ. Coordinador del doc-
torado en Psicología PNPC (2020-actual). Coordinador de la maestría
en Psicoterapia y E.P. PNPC (2018-2020). Investigador Nacional SNI-
1/Conacyt/CVU 91724 (2014-2024). Reconocimiento perfil deseable
PRODEP (2003-2024). Certificación en el Modelo Educativo Peda-
gógico UACJ (2018-2024). Línea de investigación: psicología social.

131
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

César Augusto García Avitia


Universidad de Colima
Doctor en psicología. Profesor por horas en la Facultad de Psicología
de la Universidad de Colima. Colaborador en el Cuerpo Académi-
co CA-UCOL 96 “Bienestar humano socioambiental”. Candidato a in-
vestigador nacional. Líneas de investigación: comportamiento ético
profesional y redes semánticas.

Cristina González
Universidad Nacional de Córdoba
Doctora en psicología. Exprofesora de tiempo completo, y antiguo
miembro del Cuerpo Académico de psicología clínica de la Facul-
tad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
Directora de la carrera de posgrado de la especialidad en Psicología
Clínica. Coordinadora del Departamento de Acompañamiento tera-
péutico. Línea de investigación: psicología clínica.

María Nieves González Valles


Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Ciu-
dad Juárez (UACJ). Profesora-investigadora, fue coordinadora de la
maestría en Psicología. Miembro del Cuerpo Académico consolida-
do UACJ-CA35 “Psicología, educación y salud”, líder (2019-actual).
Perfil deseable PRODEP (2020-2023). Certificación en el Modelo
Educativo Pedagógico UACJ (2018-2024).

Gloria Margarita Gurrola Peña


Universidad Autónoma del Estado de México
Doctora en Investigación Psicológica por la Universidad Iberoame-
ricana. Profesora de tiempo completo en la Universidad Autónoma
del Estado de México. Ha sido docente de pregrado y posgrado en
universidades mexicanas y extranjeras. Profesora con perfil desea-
ble (SEP, PRODEP) miembro del Sistema Nacional de Investigado-
res, nivel 1. Líder del cuerpo académico “Clínica y familia” (CAC-
SEP-079). Líder de la “Red Nacional de Estudios en Violencia y Sa-

132
Reseñas curriculares

lud”. Líneas de investigación: familia y sociedad con enfoque de la


violencia intrafamiliar, la violencia comunitaria y su impacto en la
salud mental.

María Magdalena Gutiérrez González


Universidad de Colima
Doctora en Desarrollo Humano por la Universidad IEXPro, Chiapas.
Maestra en Ciencias área psicología aplicada y profesora por horas
de las facultades de Medicina y de Letras y Comunicación de la Uni-
versidad de Colima. Asesora independiente en el tema de procura-
ción de fondos para la ONG. Línea de investigación: lingüística.

Jorge Rafael Gutiérrez Pulido


Universidad de Colima
Doctor en Ciencias Computacionales. Profesor de tiempo completo
de la Facultad de Telemática. Integrante del cuerpo académico CA-
90 “Inteligencia Computacional Aplicada” de la Universidad de Co-
lima. Líneas de investigación: aprendizaje artificial, semántica com-
putacional, educación, tecnologías semánticas, minería de datos y
cómputo numérico.

Iván Ulianov Jiménez Macías


Universidad de Colima
Doctor en Socioformación y Sociedad del Conocimiento. Profesor
por horas de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Colima.
Candidato a investigador nacional (2023), árbitro de revistas nacio-
nales e internacionales. Líneas de investigación: estrés académico,
formación docente, habilidades socioemocionales y salud mental.

Ana Lorena López González


Universidad de Costa Rica
Maestra en Ciencias Sociales en Gestión del desarrollo de las colecti-
vidades y cooperativas. Profesora de tiempo completo en la Escuela
de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica. Líneas
de investigación: socioeconomía social, cooperativismo.

133
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

Jorge Ramón Lozano Martínez


Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Doctor en Psicoterapia Humanista por la Universidad Nexum de
México AC. Profesor-investigador de tiempo completo PTC-UACJ
con perfil SEP-PRODEP. Perteneció al comité académico de la
maestría en Psicoterapia Humanista y Educación para la Paz (2014-
2018). Colaborador en las asociaciones civiles Centro familiar para
la integración y el crecimiento (CFIC) (2008-2010), y Ciudadanos
comprometidos con la Paz (CCOMPAZ) (2015). Colaborador en la
Comisión Estatal de Atención a las Adicciones del Estado de Chi-
huahua (2014-2016) y colaborador en el Departamento de Desarro-
llo Social del Gobierno Municipal de Ciudad Juárez (2017).

Claudia Verónica Márquez González


Universidad de Colima
Doctora en Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Chi-
le. Profesora investigadora titular A, adscrita a la Facultad de Psico-
logía en la Universidad de Colima. Integrante del Cuerpo Académi-
co UCOL-CA-69: “Bienestar humano socioambiental”. Pertenece al
grupo de trabajo “Violencia, prevención y resiliencia” de la Socie-
dad Interamericana de Psicología. Líneas de investigación: violen-
cia escolar, bienestar psicológico y resiliencia.

Eudes Jairo Medina Mendoza


Universidad de Colima
Doctor en Ciencias Sociales. Colaborador en la Clínica Universita-
ria de Atención Psicológica y profesor por horas en la Universidad
de Colima en las siguientes facultades: Trabajo Social, Letras y Co-
municación, Enfermería y en la Escuela de Mercadotecnia. Líneas
de investigación: estudios de género de los hombres y las masculi-
nidades y estrés académico.

134
Reseñas curriculares

Serafín Joel Mercado Doménech †


Universidad Nacional Autónoma de México
Doctor en Psicología, profesor emérito de la Facultad de Psicolo-
gía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Reconocido
como el “Padre de la psicología ambiental en México”. Líneas de
investigación: psicología ambiental, redes semánticas.

Sara Lidia Pérez Ruvalcaba


Universidad de Colima
Maestra en Psicología General Experimental por la Universidad Na-
cional Autónoma de México. Profesora e investigadora de tiempo
completo y miembro del Cuerpo Académico UCOL-CA 69 “Bienestar
humano socioambiental” de la Facultad de Psicología de la Univer-
sidad de Colima. Coordinadora de la Red RVyE3 “Realidad virtual y
estrés en el ámbito educativo”. Líneas de investigación: evaluación y
manejo del estrés con biofeedback, realidad virtual, uso de las redes
semánticas como técnica de evaluación.

Josué Gamaliel Pulido Partida


Universidad de Colima
Ingeniero de Software, egresado de la Facultad de Telemática de la
Universidad de Colima, ha trabajado para TATA y, actualmente, para
CitiBanamex como líder analista de desarrollo de apps.

Lucina Isabel Reyes Lagunes †


Doctora en Psicología Social. Profesora Emérita de la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Cultivó
las siguientes líneas de investigación: cultura y personalidad, etnosi-
cometría, redes semánticas, estrés, violencia, entre otras.

Evelyn Irma Rodríguez Morrill


Doctora en Psicoterapias Existenciales. Profesora e investigadora de
tiempo completo, líder del Cuerpo Académico UCOL-CA 69 “Bienes-
tar humano socioambiental” de la Facultad de Psicología de la Uni-

135
Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología

versidad de Colima. Líneas de investigación: antropología social,


paisajismo y ambientes culturales.

María Elena Vidaña Gaytán


Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Doctora en Psicoterapia Humanista por el Instituto Humanista de
Sinaloa. Profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de
Ciudad Juárez, fue coordinadora de la maestría en Psicoterapia y
E.P. Reconocimiento por perfil deseable PRODEP. Pertenece al Cuer-
po Académico UACJ-CA 35 “Psicología, salud y educación”. Línea de
investigación: psicología del adulto mayor.

Jorge Ricardo Villalvazo Núñez


Profesional independiente
Ingeniero de Software, egresado de la Facultad de Telemática de la
Universidad de Colima. Ha trabajado para KaraOkulta Game Stu-
dios, IBM y, actualmente, para Bosch como desarrollador SAP ABAP.

136
Eudes Jairo Medina Mendoza

Psicólogo. Doctor en ciencias sociales. Líneas


de investigación: estudios de género de los
hombres y las masculinidades, estrés aca-
démico. Colaborador en la Clínica Universi-
taria de Atención Psicológica y profesor por
horas en la Universidad de Colima en las
facultades de Trabajo Social, Letras y Comu-
nicación, Enfermería y en la Escuela de
Mercadotecnia.

Redes semánticas. Nuevas perspectivas y aplicaciones en psicología, coordinado


por Sara Lidia Pérez Ruvalcaba, Iván Ulianov Jiménez Macías y Eudes Jairo
Medina Mendoza. Fue editado en la Dirección General de Publicaciones
de la Universidad de Colima, avenida Universidad 333, Colima, Colima,
México, http://www.ucol.mx. La edición digital se terminó en abril de
2023. En la composición tipográfica se utilizó la familia ITC Veljovic Book.
Programa Editorial: Eréndira Cortés Ventura. Gestión Administrativa: Inés
Sandoval Venegas. Diseño de portada: Lizeth Maricruz Vázquez Viera.
Diseño de interiores: José Luis Ramírez Moreno. Cuidado de la edición:
Eréndira Cortés.
A través de la historia del estudio del significado de los conceptos, se
ha recomendado el uso de la técnica de Redes Semánticas para generar
conocimiento. Esta técnica es utilizable por seres humanos y agentes de
software para generar razonamientos e inferencias; esto es, deducir,
conductas, pensamientos, sentimientos, reacciones, significaciones, a
partir del significado psicológico de la población estudio, de una situación
o constructo; en función del significado otorgado atribuido al evento y
que es compartido por la mayoría de los participantes.

En esta obra se expone un nuevo enfoque teórico, técnico y metodológico,


para fundamentar la aplicación e interpretación de las Redes Semánticas
que podrás utilizar en el área de psicología y en cualquier ámbito del
desarrollo del individuo, lo cual te permitirá inferir futuros comportamientos,
útiles en el estudio de las relaciones interpersonales e interculturales.

ISBN 978-607-8814-57-2

814572
9 786078

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