Resumen

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La misión Apolo 13 partió en abril de 1970 con la intención de explorar el espacio y

llevar a cabo investigaciones científicas. Sin embargo, una explosión en el módulo


de servicio Aquarius causó daños significativos a la nave espacial, lo que cambió su
destino de manera inesperada. Los astronautas Jim Lovell, Fred Haise y John
Swigert estaban en peligro debido a las complicaciones que surgieron como
resultado de este incidente.

La explosión redujo significativamente las reservas de oxígeno y energía eléctrica,


que son recursos críticos para la supervivencia del equipo. El equipo de la NASA en
tierra, liderado por el incansable Gene Kranz, se enfrentó al desafío de encontrar
una manera de traer a los astronautas de vuelta a la Tierra, con el tiempo corriendo
y las probabilidades en contra.

La situación era extremadamente crítica: las reservas de oxígeno de la nave


espacial solo durarían unos pocos días y no estaba en condiciones de realizar un
alunizaje seguro. El equipo de la NASA se dedicó a analizar la situación y buscar
soluciones, con la esperanza menguando.

Los ingenieros de la NASA idearon un plan arriesgado: utilizar el módulo lunar, que
estaba diseñado para dos personas, como un bote salvavidas para cada uno de los
tres astronautas, en un esfuerzo por sobrevivir. Esta acción nunca antes vista
requería la ingeniosa adaptación del módulo lunar y su conexión con los sistemas
de soporte cruciales del módulo de comando.

Los astronautas se transfirieron con éxito al módulo lunar, apodado "Aquarius", e


iniciaron un viaje de regreso plagado de incertidumbre. Enfrentaron problemas de
navegación, escasez de energía y un aterrizaje rebotando en el Océano Pacífico.

A pesar de las dificultades, la misión Apolo 13 culminó con éxito el 17 de abril de


1970, cuando los astronautas fueron rescatados del mar. Esta odisea espacial se
convirtió en un testimonio de la capacidad humana para superar lo imposible gracias
al trabajo en equipo, la innovación y la perseverancia.
Problema:

Un cortocircuito en un tanque de oxígeno provocó una explosión inesperada en el


módulo de servicio Aquarius, que disminuyó significativamente las reservas de
oxígeno y energía eléctrica, poniendo en peligro la vida de los astronautas.

Objetivo:

Garantizar el regreso seguro de los astronautas a la Tierra se convirtió en el objetivo


principal. Esto requería superar una serie de obstáculos técnicos y logísticos sin
precedentes mientras se optimizaban los recursos críticos y se enfrentaba al tiempo.

Planteamiento del problema:

En el Centro de Control de Misión de la NASA, un equipo de expertos liderados por


Gene Kranz se abocó a analizar la situación y desarrollar un plan de acción. La
principal dificultad radicaba en la falta de oxígeno, ya que las reservas restantes
solo durarían unos pocos días.

Solución:

Con ingenio y trabajo en equipo, los ingenieros de la NASA idearon una solución
audaz: utilizar el módulo lunar como un bote salvavidas. Adaptaron este módulo,
diseñado para dos personas, para albergar a los tres astronautas y lo conectaron al
módulo de comando para aprovechar sus sistemas de soporte vital.

Gonzalez Roldan Anakin

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