Tema 24 - en La Santa Misa, Celebramos La Última Cena de Je
Tema 24 - en La Santa Misa, Celebramos La Última Cena de Je
Tema 24 - en La Santa Misa, Celebramos La Última Cena de Je
CENA DE JESÚS
OBJETIVO
Reconocer que en la Última Cena cumplió su promesa de entregarse Él mismo
como pan de vida
Materiales:
papelógrafos, plumones, cinta masking tape, Biblia.
1. AMBIENTACIÓN
Laminas de la última cena, cáliz, patena, misal, casulla, uva, vino, pan, bocaditos, un
papelógrafo con una comparación entre fiesta y Misa Dominical.
2. MOTIVACIÓN
Canción: “Fiesta del Banquete” “Eucaristía”
Fiesta
Se realiza una pequeña fiesta en donde descubren que es comer juntos, y la
necesidad del alimento, luego se inicia el dialogo ¿Les gusto?, ¿Se sintieron bien?,
¿Qué hubiera pasado si uno se hubiera comido todo?, ¿Es necesario alimentarnos?
¿Por qué?.
Nuestro cuerpo necesita alimentarnos para poder crecer y estar sanos y ¿nuestro
espíritu que clase de alimento necesita? ¿Quién es nuestro alimento espiritual?.
3. ILUMINACIÓN
Jn. 6, 48-57; Mt. 26, 26-29.
Jesús promete darnos de comer su cuerpo y de beber su sangre, lo prometió en
La Última Cena al convertir el pan en su cuerpo y el vino en su sangre.
La fe nos dice que la Santa Misa es un verdadero sacrificio . Aunque nuestro Señor
se había de ofrecer a Dios Padre solamente una vez inmolándose en la Cruz para
obrar la Redención, quiso dejar a su amada Iglesia un sacrificio visible que
representa y renovara el cruento de la Cruz, que lo hiciese permanente hasta el fin
del mundo, y aplicase su virtud salvadora para remisión de nuestros pecados.
Así mismo se ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de
pan y vino, lo dio a los Apóstoles para que lo comieran, y a ellos y a sus
sucesores en el sacerdocio les mando que lo ofrecieran.
Es una y la misma Víctima, es el mismo que ahora se ofrece por ministerio de
los sacerdotes que el que se ofreció en la Cruz, siendo distinta solo la manera de
ofrecerse. En la Cruz, cruentamente; en la Misa, de modo incruento. En la
Cruz, ganó la redención; en la misa se nos aplica, se nos otorga, se nos da.
Lo mismo nos enseña el Concilio Vaticano II: “Nuestro Salvador en la última
cena, la noche que le traicionaban, instituyó el sacrificio eucarístico de su
cuerpo y sangre, con el cual iba a perpetuar por lo siglos, hasta su vuelta, el
sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su
muerte y resurrección” (SC 47).
Jesús celebra la primera misa con sus Apóstoles el Jueves Santo; se ofrece como
alimento y lo dejo par siempre en la EUCARISTIA.
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Así como el pan es necesario para la vida del cuerpo del mismo modo el pan de
la Eucaristía es necesaria para la vida del alma. Además es garantía de nuestra
futura resurrección.
Después que Jesús sustituyo la Eucaristía nos dio su gran mandamiento del Amor.
En la Santa Misa lo recordamos sobre todo en la Paz y en el Padre Nuestro.
En los sagrarios de los templos Católicos se guardan las hostias consagradas de
la misa. Cuando Cristo se hace presente en el altar, después de la comunión, si
ha quedado Hostias Consagradas se reservan en el Sagrario, allí está Jesús y
podemos visitarlos en cualquier momento para hablar con Él.
Ni Pablo ni los Corintios estuvieron presentes en la última cena de Jesús sin
embargo ellos se reúnen para recordar la muerte y Resurrección de Jesús.
Jesús mando: “Hagan esto en Conmemoración Mía”. También nosotros
celebramos con alegría en la misa la presencia de Cristo resucitado.
Un momento importante y esencial en la Misa es la Consagración donde se
realiza la TRANSUBSTANCIACIÓN(cambio sustancia, pero no de forma: el
pan sigue gustando como pan y el vino como vino, es decir, que el vino deja de ser
vino y el pan deje de ser pan) del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo.
4. INTERIORIZACIÓN
Se forman grupos y se les entrega las partes de la misa para que analicen los
momentos más importantes de la misa y cuál debe ser la actitud del cristiano para
una participación consiente y activa.
I. LA MISA: Es la celebración de la cena del señor.
II. EN LA MISA:
Escuchamos la palabra de Dios.
Recordamos la muerte y resurrección de Cristo.
Recibimos su cuerpo y su sangre.
III.LA MISA: Nos compromete a vivir como Cristianos.
IV. VIVIR COMO CRISTIANOS: Es amar a Dios por encima de todo y a los otros
como a uno mismo.
5. COMPROMISO
Comprometerse en participar en la misa todos los Domingos demostrando su
alegría.
Rezar todos los días para los cristianos seamos signo de unidad y de paz en el
mundo.
6. ORACIÓN
Yo quisiera Señor, recibirte
Con aquella pureza, humildad y devoción
Como te recibió nuestra Santísima Madre
Con el espíritu y fervor de los santos