Enfermedades de Transmisión Sexual

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ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL

Panorama general

Según la información de la que se dispone actualmente, más de 30 bacterias, virus y


parásitos diferentes se transmiten por contacto sexual, incluido el coito vaginal, anal
o bucal. Algunas ITS también pueden transmitirse de la madre al hijo durante el
embarazo, el parto y la lactancia. Ocho son los agentes patógenos vinculados a la
máxima incidencia de ITS. Cuatro de esas infecciones se pueden curar actualmente:
la sífilis, la gonorrea, la clamidiosis y la tricomoniasis. Las otras cuatro son
infecciones víricas incurables: la hepatitis B, la infección por el virus del herpes
simple (VHS), la infección por el VIH y la infección por el virus de los papilomas
humanos (VPH).

A ellas se suman los brotes emergentes de nuevas infecciones que pueden contraerse
por contacto sexual, como la viruela símica, las infecciones por los virus Shigella
sonnei o Neisseria meningitis, o el ébola y el zika, así como la reaparición de ITS
desatendidas como el linfogranuloma venéreo. Todas ellas presagian retos crecientes
en la prestación de servicios adecuados para la prevención y el control de las ITS.

Las ITS tienen efectos profundos en la salud sexual y reproductiva en todo el mundo.

Cada día, más de un millón de personas contraen una ITS. La OMS estima que, en
2020, hubo 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas cuatro ITS:
clamidiosis (129 millones), gonorrea (82 millones), sífilis (7,1 millones) y
tricomoniasis (156 millones). Se calcula que el número de personas con herpes
genital superaba los 490 millones en 2016, y que hay 300 millones de mujeres con
infección por el VPH, la principal causa de cáncer de cuello uterino y de cáncer anal
entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Cerca de 296
millones de personas padecen hepatitis B crónica en todo el mundo.

Hay vacunas seguras y muy eficaces para dos ITS víricas: la hepatitis B y la infección
por el VPH. Estas vacunas han supuesto importantes avances profilácticos contra
estas infecciones. A finales de 2020, la vacuna contra el VPH se había introducido en
los programas de vacunación sistemática en 111 países, principalmente de ingresos
altos y medianos. Para eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud
pública a escala mundial, de aquí a 2030 deben alcanzarse los objetivos de alta
cobertura en la vacunación contra el VPH, la detección y el tratamiento de las
lesiones precancerosas y el tratamiento del cáncer, y mantenerse en ese alto nivel
durante decenios.

Fuente consultada: Organización mundial de la salud.


Las infecciones de trasmisión sexual causan las enfermedades de trasmisión sexual.
Se contagian principalmente por contacto sexual. Las infecciones de trasmisión
sexual son causadas por bacterias, virus o parásitos. Una infección de trasmisión
sexual puede pasar de una persona a otra a través de la sangre, el semen o los líquidos
vaginales y otros líquidos corporales.

A veces, las infecciones de trasmisión sexual se contagian por vías distintas del
contacto sexual. Por ejemplo, las infecciones de trasmisión sexual pueden
contagiarse a los bebés durante el embarazo o el parto. Las infecciones de trasmisión
sexual pueden contagiarse por transfusiones de sangre o agujas compartidas.

Las infecciones de trasmisión sexual no siempre causan síntomas. Una persona


puede contraer infecciones de trasmisión sexual de otra persona que parece sana y
que ni siquiera sabe que tiene una infección.

Toda persona sexualmente activa corre el riesgo de contraer o contagiar


una enfermedad de transmisión sexual.

Existen factores que pueden aumentar el riesgo de contraer una infección de


trasmisión sexual, por ejemplo:

Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o anal de


una pareja infectada que no usa preservativo (de látex o poliuretano) aumenta
considerablemente el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión
sexual. Tener contacto sexual con varias parejas. Cuanto mayor sea la
cantidad de personas con las que tienes relaciones sexuales, mayor será el riesgo. Los
síntomas de la infección de trasmisión sexual pueden aparecer unos días después de
la exposición. Pero pueden pasar años antes de que tengas problemas perceptibles,
en función de lo que cause la infección de trasmisión sexual.

Durante el embarazo o el parto, algunas infecciones de trasmisión sexual pueden


trasmitirse de la persona embarazada al bebé. Algunos ejemplos son la gonorrea, la
clamidia, el virus de la inmunodeficiencia humana y la sífilis. Las infecciones de
trasmisión sexual en los bebés pueden causar problemas graves o incluso la muerte.
Todas las personas embarazadas deben someterse a exámenes para detectar si tienen
una infección de trasmisión sexual y recibir el tratamiento necesario.

Complicaciones

Muchas personas no tienen síntomas durante las primeras etapas de


una enfermedad de trasmisión sexual. Por este motivo, es importante realizar
exámenes de detección para evitar complicaciones.

Fuente consultada: Mayo clinic.


Las ETS son enfermedades que se transmiten de una persona a otra a través del
contacto sexual. Estas incluyen la infección por clamidia, la gonorrea, el herpes
genital, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), la sífilis y la infección
por el VIH. Muchas de estas enfermedades no tienen síntomas por un largo tiempo.
Incluso sin síntomas, aún pueden hacer daño y transmitirse al tener sexo.
Puedes contraer una ETS al tener sexo vaginal, anal u oral con alguien que tenga
alguna de ellas. Cualquier persona sexualmente activa puede contraer una ETS. Ni
siquiera es necesario hacer el acto sexual completo (tener sexo anal o vaginal) para
contraer una ETS. Esto se debe a que algunas de estas enfermedades, como el herpes
y la infección por el VPH, se propagan por el contacto de piel a piel.

Las ETS son comunes, especialmente en las personas jóvenes. En el 2018, hubo 26
millones de nuevas infecciones de transmisión sexual en los Estados Unidos. Cerca
de la mitad de estas infecciones se dan en personas de 15 a 24 años. Las personas
jóvenes tienen un mayor riesgo de contraer ETS por varias razones:

• El cuerpo de las mujeres jóvenes es biológicamente más propenso a las ETS.


• Algunas personas jóvenes no se hacen las pruebas de ETS recomendadas.
• Muchas personas jóvenes son reacias a hablar abierta y francamente sobre su
vida sexual con un médico o un enfermero.
• No tener seguro o transporte puede dificultar el acceso de las personas
jóvenes a las pruebas de ETS.
• Algunas personas jóvenes tienen más de una pareja sexual.
Muchas ETS no causan ningún síntoma que puedas notar. La única manera de
saber con certeza si tienes una ETS es hacerte una prueba. Puedes contraer una
ETS al tener sexo con una persona que no tenga síntomas. Al igual que tú, esa
persona quizás ni siquiera sepa que tiene una ETS.

Hay lugares que ofrecen pruebas de ETS gratuitas, confidenciales y dirigidas a


los adolescentes. Esto significa que nadie tiene que saber que te has hecho la
prueba.

Tu médico te puede recetar un medicamento para curar algunas de las ETS, como la
infección por clamidia y la gonorrea. Otras ETS, como los herpes, no se pueden curar,
pero puedes tomar medicamentos para ayudar a manejar los síntomas.

Si alguna vez recibes un tratamiento para una ETS, asegúrate de terminar todo el
medicamento, incluso si te sientes mejor antes de haberlo usado por completo.
Pregúntale al médico o al enfermero sobre pruebas y tratamiento para tu pareja
también. Tú y tu pareja deberían evitar tener sexo hasta que ambos hayan sido
tratados. De lo contrario, podrían continuar pasándose la ETS de uno al otro. Es
posible contraer de nuevo una ETS (después de haber recibido tratamiento) si tienes
sexo con una persona que tenga una de estas enfermedades.

Fuente consultada: CDC (Centros para el control y la Prevención de enfermedades).

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