Combates Con Animales en La Antigua Roma
Combates Con Animales en La Antigua Roma
Combates Con Animales en La Antigua Roma
COMBATES DE ANIMALES EN LA
ANTIGUA ROMA
VENATIO
3ºA ADAAEE
Curso 2022/2023
Historia del Espectáculo
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INTRODUCCIÓN
Los primeros animales en aparecer en las fuentes, solo para ser exhibidos fueron los
elefantes que en 275 a.C. trajo M.C. Dentatus procedentes del derrotado ejército de Pirro en
Beneventum. La primera caza de animales salvajes, concretamente panteras y leones, fue en
el 186 a. C patrocinada por Marco Fulvio Nobilior. Ya a finales del siglo II a.C. las
venationes de animales exóticos eran costumbre para el pueblo romano. Estos espectáculos
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desagradaban a muchos de entre las clases más cultivadas. Hubo varios intentos de prohibir la
importación de animales desde África a Italia, pero en el 114 a. C. Cneo Aufidio, logró que el
pueblo revocara estas medidas y se reanudó el comercio de animales.
Los uenatores no eran tan apreciados como los gladiadores; de hecho, apenas se
conservan epitafios que se refieran a ellos. En Hispania sólo están documentados unos
harenarii que trabajarían en el anfiteatro de Itálica, los cuales aparecen como oferentes de la
lápida sepulcral de un insignarius que, en este caso, se refiere al responsable de cuidar o
proveer las armas a estos uenatores del anfiteatro más que al soldado que portaba las
insignias.
EMPIEZA EL ESPECTÁCULO
Nada más comenzar las jornadas festivas los coliseos se llenaban con 50.000
espectadores que acudían a ver exhibiciones de animales exóticos nunca antes vistos en
Roma. La diversión estaba asegurada en estas cacerías cuyo propósito era demostrar el poder
de Roma y del emperador sobre la tierra conocida. La entrada era gratuita. El aforo original
del Coliseo aumentó de 50.000 personas a 65.00 gracias a las reformas del emperador
Domiciano. El público se distribuía en las caveas o gradas según su clase social:
● Maeniaum Primun: ubicada detrás del podium. Lo ocupaban los patricios y los
plebeyos más adinerados.
Las fieras subían a la arena gracias al montacargas o a las trampillas del suelo.
Debajo, una red de pasillos, celdas y mazmorras llamada hipogeo bullía con gladiadores,
cazadores, condenados y bestias. Para la rápida evacuación de los espectadores, se usaban los
vomitorios que eran grandes pasillos por los que cabía gran cantidad de gente. Por último
para soportar el sol y el calor de las largas jornadas de los ludi, el coliseo contaba con el
velarium; un toldo desplegable de gran envergadura que contaba con 250 mástiles de madera
y se abría desde el cuarto nivel de la fachada. Este último se agregó también en la reforma de
Domiciano.
Con la llegada del cristianismo el Coliseo perdió varias de sus funciones originales
como la del ocio y los combates de gladiadores pero las venationes seguían vigentes.
PIRUETAS Y EJECUCIONES
saltando con pértiga sobre ellas o tirándose desde un caballo a galope sobre el lomo de un
toro bravo.
En la Antigua Roma las formas de ejecución eran muy variadas; eran muy creativos
en este tema. Los animales eran utilizados para matar a los esclavos, enemigos extranjeros y
hombres libres culpables de delitos como el sacrilegio o el asesinato. Siempre eran asesinados
de manera pública.
Además de leones, se utilizaban otros animales como osos, tigres, leopardos, panteras
negras y toros.
La matanza de estos animales al ser a una gran escala, supuso casi el exterminio de
algunas especies. Por ejemplo, en el siglo IV d. C ya no quedaban leones en Mesopotamia,
tigres en Hircania o elefantes en África del Norte.
Los animales muertos se utilizaban para alimentar a las fieras que esperaban su turno
en el vivarium para aparecer en la arena. También su carne era directamente repartida entre
los asistentes.
En cuanto al legado que estas batallas y encuentros nos dejan tras el paso de los
siglos, podemos considerar en la actualidad que lo más parecido a estas prácticas bárbaras y
que aún en España en algunas comunidades incluso se consideran legales son las batallas de
gallos y perros. En Andalucía y Canarias, aunque con estrictas condiciones, se siguen
realizando estas practicas y aunque que no se puede apostar, tampoco se cataloga como una
tortura, ni menores 16 años pueden ver los combates, entre otras. En otras ocasiones, donde
las batallas son ilegales a estas aves se les prepara cortándoles las crestas y los espolones, ya
que así hacen más daño cuando pelean y aguantan más tiempo en el ring, donde incluso a
veces, se equipa a los gallos con espolones metálicos o se les suministran drogas para
incrementar su agresividad y resistencia. En una veintena de países hispanohablantes tienen
aún vigencia este tipo de “espectáculos”, y se considera incluso un deporte, aunque en España
está registrado en la actualidad por el Código Penal para peleas ilegales con penas de hasta
20.000 euros e incluso penas de prisión. En cuanto a las peleas de perros la situación es
similar, en España y países Latino Americanos hay criaderos clandestinos en los que
continuamente se ven obligados a intervenir la policía en los que se disputan este tipo de
peleas. Otros ejemplos son las exhibiciones de animales que se siguen realizando por todo el
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mundo, en este caso no solo de mascotas, si no que hay todo tipo de concursos en los que los
animales compiten por su belleza. De otra manera nos han dejado otro legado en circos en los
que de alguna manera se simulan los espectáculos romanos en los que los animales son
igualmente amaestrados, en este caso por los domadores igual que en el imperio romano los
eran por los venatores para hacer exhibiciones de acrobacias y espectáculos varios. En cuanto
a otra parte del legado que nos han dejado, en algunos zoológicos, apreciamos un vestigio de
lo que esto podía suponer para algunos animales salvajes traídos de todas partes del mundo,
bestias encerradas durante días en jaulas, para posteriormente ser exhibidos a un público
impasible, intrigado, violento o fascinado por su belleza, ferocidad y fragilidad, ya que no
podian sentir mas que miedo. Sea como sea, no cabe duda de que el imperio romano y su
cultura tras siglos nos ha dejado una huella imborrable en todos los aspectos, y el cultural ha
sido sin duda en uno de los que más ha calado.
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BIBLIOGRAFÍA
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