Década Infame Con Guía de Estudio - 124442

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Unidad 3

De 1930 a 1943: golpe


de Estado y restauración
conservadora
Oligarquía-yrigOyenismO: de lOs
cOndiciOnamientOs al gOlpe de estadO
Durante la llamada “etapa conservadora” de la historia de nuestro país,
es decir en el período 1862-1916, la Constitución fue un instrumento pura-
mente formal. El poder político estaba en manos de un sector reducido de la
sociedad que, a la vez, tenía el poder económico y social: por eso se conoce
también a este período como “etapa de la oligarquía”. A partir de 1916, se
produjo un cambio en esta situación. En la primera elección nacional en la
que se aplicó el voto universal masculino y secreto (sancionado en 1912)
triunfó la Unión Cívica Radical, un partido que reclamaba el fin del fraude y
la democratización de las prácticas políticas vigentes. Hipólito Yrigoyen, un
caudillo popular, líder del radicalismo, llegó entonces a la Presidencia de la
Nación, con el apoyo de importantes franjas de los sectores medios y popu-
lares de la sociedad argentina.
La Unión Cívica Radical se proponía cumplir con esa Constitución du-
rante tanto tiempo avasallada. En relación con la política económica, no se
planteaba modificar el modelo agroexportador vigente ni las relaciones de
dependencia económica con los países industriales. Sin embargo, como no-
vedad en relación con los gobiernos “oligárquicos”, los radicales considera-
ban al Estado como un instrumento que podía controlar los abusos de los
más poderosos y moderar las desigualdades. En sintonía con estas ideas, el
gobierno de Yrigoyen trató de atender las necesidades de las clases medias
rurales, así como las de los trabajadores urbanos; democratizó la enseñanza
en todos sus niveles, y delineó una política exterior más independiente que la
de los gobiernos que lo precedieron, respecto de los países más poderosos
del planeta.
Muchas de estas iniciativas no lograron concretarse o bien alcanza-
ron una tímida realización, por la oposición de los grupos tradicionales que
mantenían importantes cuotas de poder y las usaban para obstaculizar las
políticas del gobierno. Desde sus bancas en el Congreso, donde tuvieron ma-
yoría durante varios años, trababan las propuestas del Poder Ejecutivo, y en
el caso del intento novedoso de Yrigoyen de proteger a importantes franjas
del proletariado urbano, utilizaron de su influencia en las fuerzas armadas;
constituyeron grupos armados ilegales para salir a reprimir trabajadores;
amenazaron al gobierno con retirar inversiones y desestabilizar la economía.
Estas y otras acciones condicionaron la acción del gobierno democrático,
poniendo límites a sus intentos más reformistas e innovadores.
Entre 1922 y 1928, el radicalismo continuó gobernando el país. Fueron los
años de la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, un discípulo de Yrigoyen
que, en estos años, se transformó en uno de sus más fervientes opositores. El
enfrentamiento entre ambos dirigentes y la división del Partido Radical, entre
yrigoyenistas y antiyrigoyenistas, no impidió que en las elecciones presidencia-
les de 1928 nuevamente se impusiera Don Hipólito Yrigoyen.

78 Historia arGENtiNa
El 12 de octubre de 1928, Hipólito Yrigoyen asumió por segunda vez la Presidencia de la Nación.

UNIDAD 3 79
El segundo mandato de Yrigoyen se inició con un apoyo electoral masivo. Sin
embargo, poco tiempo después, el 6 de septiembre de 1930, su gobierno fue inte-
rrumpido por un golpe de Estado. En ese día, sombrío para la joven democracia
argentina, el general José Félix Uriburu tomó por la fuerza el poder del Estado,
derrocó a Yrigoyen e instaló una dictadura que devolvió el poder político a los gru-
pos tradicionales o dominantes. Estos, en realidad, nunca habían perdido el poder
real, pues tenían en sus manos resortes clave de la economía, y como vimos tam-
bién representantes en el Congreso, en la Justicia y en las Fuerzas Armadas. Con
el golpe, recuperaban el control del gobierno y del Estado, e iniciaban una mo-
dalidad de llegada al gobierno que no se basaba en reunir mayorías electorales,
sino en imponerse por la fuerza de las armas. Lamentablemente, esta forma de
acceso al poder político se repitió con frecuencia en diferentes momentos del siglo
XX. El derrocamiento de los gobiernos democráticos populares y la instalación de
gobiernos de facto o dictaduras, fue desde entonces algo corriente.

gobierno de facto
Se trata de un gobierno que rompe el orden constitucional a través
de un golpe de Estado. Los ciudadanos pierden sus derechos civiles y
políticos. El poder no emana del pueblo sino de un grupo reducido de
personas que lo toman a partir del uso de la fuerza.

Crisis dE 1929 Y Cambios En


las rEglas dE jUEgo
En la Argentina de los años 30, los argentinos no sólo asistieron al pasaje
de un régimen democrático a una dictadura cívico-militar que abrió el paso a
una restauración oligárquica. Durante estos años, también asistieron a una cri-
sis del modelo agroexportador, a momentos de depresión económica y desocu-
pación, así como a una reactivación de la economía gracias a un intenso proceso
de industrialización. Además, el Estado cambió, no sólo de manos, sino también
de roles. Bajo la conducción de los sectores dominantes, vueltos al gobierno
luego del golpe de 1930, el Estado fue cambiando sus modos de intervención.
Estos y otros cambios que ocurrieron en la Argentina tienen diversas cau-
sas, pero hay una, muy profunda, de la que derivaron importantes consecuen-
cias. Se trata de la crisis financiera que estalló en Nueva York, Estados Unidos,
en octubre de 1929. La crisis de 1929 –como se la conoce– repercutió no sólo
en todas las actividades de la economía estadounidense, sembrando miedo, in-
certidumbre y desocupación, sino que tuvo proyecciones mundiales. Dadas las
relaciones fluidas entre las distintas economías, vigentes en la época, y teniendo
en cuenta el rol importantísimo que jugaba la economía estadounidense en el
plano mundial, la crisis tuvo una gran expansión, impactando en las economías,
las sociedades, la cultura, la política y los Estados de los distintos continentes.

80 Historia arGENtiNa
La crisis obligó a rediseñar las economías de los distintos países y las
relaciones económicas internacionales. A su vez, las relaciones entre mercado
y Estado planteadas por el liberalismo clásico fueron cuestionadas y se asistió
a un creciente intervencionismo de los Estados en la economía y la sociedad.
En el plano de las ideas políticas, las instituciones típicas del Estado liberal
(parlamento y partidos políticos) sufrieron un fuerte desprestigio y, como contra-
partida, cobraron fuerza teorías autoritarias y corporativistas, mientras se exa-
cerbaban los nacionalismos y los prejuicios raciales. Las crecientes tensiones
internas e internacionales que derivaron de la crisis o que la crisis intensificó,
terminaron conduciendo a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Encuentro entre mussolini (izquierda) y Hitler (centro). Tanto mussolini como Hitler, paladines
del pensamiento antiliberal, añoraban las épocas previas al capitalismo y al establecimiento
de las democracias representativas. Pretendían la restauración de una sociedad organizada
por corporaciones, clases y estamentos, con derechos y funciones diferentes. a la cabeza
del sistema debía ubicarse un poder fuerte y autoritario. mussolini quería organizar las
sociedades de un modo similar a cómo él entendía el funcionamiento biológico del cuerpo
humano: cada sector social, como cada órgano en los humanos, debía cumplir una función,
bajo el mando autoritario de la cabeza, es decir del líder.

UNIDAD 3 81
La salida de la crisis mundial se produjo a partir de un cambio de paradigma
económico dentro del capitalismo. El economista inglés John Maynard Keynes
explicó las causas de la crisis mundial como producto de la falta de inter-
vención del Estado en la economía. El liberalismo suponía que el mercado
se autorregulaba y la crisis puso de manifiesto que tal
autorregulación no funcionaba. Según Keynes, el Estado
debía pasar a regular la producción, la comercialización,
el crédito, el valor de la moneda. Pero también, debía
proporcionar condiciones legales que permitieran a los
trabajadores no sólo sobrevivir con su trabajo sino trans-
formarse en consumidores. El aumento del consumo
reactivaría así la producción industrial. De este modo,
se lograrían equilibrar las variables de la economía ca-
pitalista y al mismo tiempo, al lograr que los trabajado-
res estuvieran bien pagos y con derechos, éstos se ale-
jarían de las ideas comunistas, tema que representaba
una gran preocupación para los dirigentes de los países
occidentales debido a la expansión de estos principios
desde la Revolución Rusa de 1917.
john maynard Keynes junto a Kingsley martin.
Fotografía tomada en monk’s House.

El PrimEr golPE dE EsTado En la


argEnTina. la diCTadUra dE UribUrU
Así como los problemas económicos, los aires autoritarios también
cruzaban el mundo. Como ya se anticipó, en septiembre de 1930, en la Ar-
gentina, un sector de las Fuerzas Armadas liderado por el general José Fé-
lix Uriburu, tomó por la fuerza el poder del Estado. El primer golpe militar
contra la democracia fue motorizado por un grupo minúsculo de cadetes
militares pero contó con el apoyo de grupos civiles, como el de los pode-
rosos terratenientes pampeanos, así como con la
adhesión de algunos escritores, periodistas, empre-
sarios y políticos vinculados tradicionalmente con
la oligarquía, y el apoyo de radicales antiyrigoyenis-
tas, unidos todos en contra del gobierno y por lo que
ellos llamaban “la Revolución”.

aviones sobrevuelan buenos aires en la madrugada del 6 de


septiembre de 1930. Es el anuncio del golpe cívico-militar que
ese día derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen.

82 Historia arGENtiNa
En general, cuando se rompe el orden constitucional, hay una serie de fi-
guras visibles pero es importante reconocer que nunca actúan solas. Por ejem-
plo, es imposible pensar el desarrollo del nazismo sólo a través del accionar de
Adolfo Hitler. De igual modo, en el golpe de Estado de 1930 y en la dictadura que
lo continuó, participaron distintos grupos de civiles, además de los militares que
lo ejecutaron. Por esta razón, es que en las Ciencias Sociales se habla de golpes
de Estado cívico-militares, así como de dictaduras cívico-militares.
Para derrocar al presidente Yrigoyen, los sectores dominantes, que controla-
ban los principales diarios y revistas de la época, apelaron a una campaña de des-
prestigio que ponía en duda las capacidades del presidente, así como la moralidad
de los funcionarios gubernamentales. Hay historiadores que resaltan también la
colaboración de capitalistas extranjeros en el derrocamiento de Yrigoyen, sobre
todo la de algunos grupos de inversores, preocupados por una iniciativa del gobier-
no radical para la nacionalización definitiva de los hidrocarburos.
La dictadura encabezada por el general Uriburu inauguró técnicas que se
continuarían en dictaduras posteriores. Durante su gobierno, se intervinieron
provincias, fábricas y universidades; se iniciaron prácticas de tortura, persecu-
ción, censura y asesinato de opositores, es decir, se avanzó contra las libertades
y los derechos de la ciudadanía, mientras que se hacía pública la fuerte adhe-
sión de una parte de los golpistas a la fe católica, al orden y a las ideas de corte
fascista que triunfaban en Europa. Uriburu contó con el apoyo de la Legión Cívi-
ca, un grupo paramilitar, que se inspiraba en los fasci di combatimento italianos.
Los llamados “camisas negras criollas” garantizaban el orden a través de la
delación de opositores, de secuestros, persecuciones y amenazas.
Los gobiernos autoritarios mantienen una contradicción permanente en sus
discursos: sostienen, por ejemplo, que interrumpen el orden democrático y cons-
titucional “por el bien de la patria”. Para poder convalidar el discurso de la “ne-
cesidad de interrumpir el orden democrático, por y para la patria”, el gobierno de
Uriburu recurrió, paradójicamente, a la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
uno de los tres poderes que, en la teoría, garantizan el funcionamiento de la de-
mocracia. No olvidemos una de las enseñanzas principales de los revolucionarios
franceses de 1789: el poder debe estar dividido para que no sea monopolizado por
un tirano. El Ejecutivo, ejecuta políticas en el marco de la ley; el Legislativo hace las
normas y el Judicial garantiza su cumplimiento. En la Argentina, en contradicción
con tales principios, la Corte Suprema, encargada de garantizar el funcionamiento
del orden democrático, avaló el golpe de Estado de 1930; le dio “legitimidad”.

decreto del presidente Uriburu.

UNIDAD 3 83
“…el 6 de septiembre de 1930 un motín usurpa el poder y destituye al presi-
dente Hipólito Yrigoyen y cuatro días más tarde, el 10 de septiembre de ese
año, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dicta la conocida “Acordada”
justificando y convalidando el golpe militar. Aquellos dos hechos ocurridos con
pocas horas de diferencia, se constituyeron sin dudas en la semana más trági-
ca para las instituciones republicanas y democráticas en nuestro país”.

Oscar M. Blando, Derecho y política. De la Ley de Lemas


a la reforma política y constitucional en Santa Fe, Rosario, Juris, 2002.

El documento la “Acordada”, firmado, entre otros, por el ministro de la


Corte José Figueroa Alcorta y el procurador general de la Nación, Horacio Ro-
dríguez Larreta, pertenecientes a las familias más conservadoras del país, sos-
tenía, por ejemplo, “que este gobierno se encuentra en posesión de las fuerzas
militares y policiales necesarias para asegurar la paz y el orden de la Nación, y
por consiguiente para proteger la libertad, la vida y la propiedad de las perso-
nas…”. La historia demuestra que no fue así: muchos, en esos años, perdieron la
libertad sin juicio previo, padecieron torturas y perdieron sus bienes.

aquí puede verse al general josé F. Uriburu acompañado por militares y miembros de las
élites civiles que también formaron parte de los grupos golpistas.

84 Historia arGENtiNa
El gobiErno dE FaCTo abrE El Camino
a la rEsTaUraCión oligárqUiCa.
la “déCada inFamE”
El gobierno de facto duró apenas poco más de un año. Una de las cau-
sas de su corta vida tuvo que ver con las diferencias al interior de los grupos
que lo apoyaron. Un sector nacionalista, representado por una parte del ejér-
cito –entre otros, por quien ejercía la presidencia de la Nación, el general José
Félix Uriburu– proponía la construcción de un sistema corporativista, similar al
modelo italiano. Este grupo tenía ideas elitistas, antidemocráticas y anticomu-
nistas. Pretendía establecer un régimen autoritario a través de la reforma de
la Constitución y de la eliminación de los partidos políticos. Otro sector, el de
los conservadores más tradicionales, estaba liderado por el general Agustín P.
Justo. Heredero de los conservadores de la generación del 80, pretendía “salvar”
la economía agroexportadora y restablecer la democracia, aunque fuera de ma-
nera formal. Este grupo gozaba del apoyo de los Estados Unidos y Gran Bretaña,
es decir de los imperios “democráticos”, con lo cual la tensión dentro de la élite
militar también reflejaba una discusión de la política a nivel global; de un lado,
rodeando a Uriburu, los simpatizantes de los totalitarismos; del otro, en torno al
general Justo, los adherentes a las viejas democracias liberales imperialistas.
Los partidarios de Justo ganaron esta disputa y Uriburu se vio obligado a
llamar a elecciones en 1932. En una alianza política denominada Concordancia,
conocida popularmente como “el Contubernio”, se reunieron miembros de los
partidos conservadores tradicionales de distintas provincias y radicales antiper-
sonalistas (es decir, antiyrigoyenistas) y proclamaron la candidatura de Justo.
En las elecciones presidenciales de febrero de 1932, en las que el radicalis-
mo se abstuvo de participar, Justo se impuso. El llamado a elecciones no significa-
ba un retorno al régimen democrático sino a un régimen como el que había regido
en la Argentina entre 1880 y 1916, es decir a un régimen político conservador u
oligárquico. Se trataba de un retorno al gobierno de los sectores con mayor poder
económico a través de los medios tradicionales: el fraude, la corrupción y la repre-
sión. La Concordancia controló el Estado utilizando estas estrategias hasta 1943.
Es por esto que se conoce este período como “década infame”. La oposición al
régimen estuvo encabezada por los radicales yrigoyenistas, el Partido Demócrata
Progresista, el Partido Socialista y el Partido Comunista.

Corrupción, fraude y represión


El hecho de que se terminara el gobierno de facto y se convocara a elec-
ciones fue simplemente una puesta en escena. Las Fuerzas Armadas, prin-
cipalmente el ejército, tuvieron el poder real junto con los grandes capitales
nacionales y extranjeros. La utilización sistemática del fraude, pese a la exis-
tencia de la Ley Sáenz Peña, ya no se ocultaba. De hecho, se justificaba y se
sostenía sobre la idea de que la clase dirigente tenía la obligación de salvar a la

UNIDAD 3 85
patria del peligro comunista, de la ineficacia del yrigoyenismo y de
la incapacidad de la democracia para sostener al país en tiempos
de crisis. Es por eso que los representantes de la oligarquía habla-
ban de fraude “patriótico”, porque según su particular modo de ver
las cosas el fraude era el único modo en que la patria podía salvar-
se de la incapacidad del pueblo para elegir correctamente a sus
representantes. Mientras tanto, para apuntalar la gobernabilidad,
seguía funcionando la Legión Cívica, persiguiendo y amenazando
opositores, reprimiendo huelgas y protestas sociales.
El período es testigo de uno de los fraudes económico-polí-
ticos más importantes que ha sufrido nuestro país, el pacto Roca-
Runciman (1933), por el cual la Argentina accedía a un intercambio
comercial en materia de carnes con Gran Bretaña que garantizaba
enormes beneficios en materia arancelaria e impositiva a la nación
imperialista. El pacto implicó también la concesión de una serie
de negocios en áreas estratégicas de la economía argentina que
reforzaba la dependencia. La Argentina pasaba así a convertirse
formalmente en una suerte de neocolonia inglesa; para muchos,
era considerada como el sexto dominio británico.
Un ejemplo más de los actos de corrupción llevados a
cabo por los gobiernos de la Concordancia fueron los negocia-
lisandro de la Torre dos que se hicieron desde el Estado para conservar la relación comercial
denuncia el tratado con con Gran Bretaña. En 1935, el senador santafesino por el Partido Demócrata
gran bretaña por la
compra de carnes en el
Progresista, Lisandro de la Torre, denunció en el Congreso, luego de una
senado de la nación. exhaustiva investigación y provisto de valiosas pruebas, que los frigoríficos
británicos llevaban una doble contabilidad. Para evadir impuestos, mostra-
ban escasas ganancias o aun pérdidas. De la Torre descubrió que había
una contabilidad paralela en donde los datos eran extraordinariamente fa-
vorables a las empresas frigoríficas británicas. Las denuncias acusaban de
encubrimiento al ministro de Agricultura Luis Duhau y al ministro de Ha-
cienda, Federico Pinedo. En plena sesión del Senado de la Nación, mientras
De la Torre llevaba a cabo su denuncia y mostraba las pruebas, fue asesina-
do Enzo Bordabehere, compañero del orador. El disparo estaba destinado a
De la Torre. En cualquier caso, fue una demostración de la falta de límites
de los sectores más encumbrados de la Argentina para acallar las críticas
y sostenerse en el poder.
En 1937 asumió la presidencia Roberto M. Ortiz, nuevamente a través
del fraude electoral. Su vicepresidente, Ramón Castillo, representaba a los
sectores conservadores tradicionales. Ambos, miembros de la Concordan-
cia, tenían visiones diferentes. Si bien Ortiz había llegado al poder gracias a
la utilización del fraude, buscaba dar legitimidad al gobierno y terminar con
tal práctica. Pero en 1940, Ortiz enfermó y asumió la presidencia Castillo
quien permaneció en el cargo hasta 1943, año en que fue depuesto por un
nuevo golpe de Estado.

86 Historia arGENtiNa
la sEgUnda gUErra mUndial
Y El naCionalismo argEnTino
Durante la década del 30, el régimen nazi comenzó una política de
avance imperialista por el continente europeo. En 1939 se desató la Segun-
da Guerra Mundial, en la que se enfrentaron los países nucleados en el Eje
con otro grupo de naciones, conocido como el de los Aliados. El “Eje” estaba
liderado por la Alemania Nazi, por Italia, bajo el mando de Mussolini, y por
Japón. Por otra parte, Francia, la Unión Soviética e Inglaterra encabezaban
al grupo de “los Aliados”.
En la Argentina, el enfrentamiento bélico generó una serie de debates.
En términos generales, se enfrentaron posturas contradictorias en torno a
si nuestro país debía involucrarse o no en la contienda desatada en 1939.
Los conservadores liberales argentinos opinaban que el apoyo a los aliados
era fundamental para mantener las relaciones comerciales con el princi-
pal comprador de nuestras materias primas, Inglaterra. Asimismo, muchos
conservadores nacionalistas y gran parte del Ejército, simpatizaban –como
vimos en el caso de Uriburu– con los sistemas totalitarios europeos.
Los conservadores nacionalistas tenían representantes en el gobier-
no, en el ejército, en el empresariado y contaban con el apoyo de algunos
escritores como Leopoldo Lugones y Carlos Ibarguren. Sostenían que debía
implementarse un sistema dividido en dos clases: los que producen (léase
“trabajan”) y los que dirigen. Este sistema se alejaba de la democracia, con-
siderada como un sistema inútil dado que –según esta perspectiva– quienes
están destinados a “producir” no pueden “dirigir”. En este sistema ideal, el
Ejército tendría el poder de controlar y la Iglesia, el de conducir espiritual-
mente a la Nación. El orden sustentado por estas dos instituciones garan-
tizaría la paz y la eliminación del peligro comunista, de los conflictos entre
clases sociales y las luchas obreras y populares.

“Denunciamos el sistema democrático como un régimen absurdo, porque


abandona la suerte del país a las fluctuaciones sentimentales de la multitud”.

En Irazusta, Julio, El pensamiento político nacionalista.


De Alvear a Yrigoyen, Buenos Aires, Obligado Editora, 1975.

Asimismo, dentro de la juventud, hacia mediados de la década de 1930,


nacía otro tipo de nacionalismo. Algunos seguidores del depuesto presidente
Yrigoyen formaron un grupo denominado Fuerza de Orientación Radical de la
Joven Argentina (FORJA). Escritores como Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini
Ortiz sostenían que la Nación se defendía principalmente con democracia y
con justicia social para el soberano, es decir, para el pueblo. A diferencia de
los nacionalistas de tendencia conservadora, como aquellos que apoyaron el
Golpe del 30, que defendían los valores de la nacionalidad a partir del orden

UNIDAD 3 87
jerárquico, las costumbres y la propiedad privada, los forjistas consideraban
que el concepto de “Nación” estaba inherentemente ligado al de “pueblo”. La
dependencia económica y cultural, el endeudamiento, el subdesarrollo eco-
nómico al que nos sometía el capital extranjero en alianza con un sector del
ejército y la élite argentina, y también los objetivos del imperialismo inglés,
eran los verdaderos enemigos de la patria. La solución para derrocar al ré-
gimen conservador vigente en la Argentina era, según FORJA, la abstención
electoral de los partidos democráticos y la revolución social.
En relación con la participación argentina en la guerra mundial, los
forjistas defendían la neutralidad. Había que mantener, según ellos, a la Ar-
gentina al margen de un enfrentamiento que no le concernía, ya que se tra-
taba de un conflicto entre imperios que luchaban una vez más por repartirse
el mundo.
La importancia de este grupo de yrigoyenistas radica en la trascenden-
cia histórica de sus aportes, como en el caso de Raúl Scalabrini Ortiz, quien
a través de investigaciones históricas señala a Gran Bretaña como principal
promotor de la dependencia argentina. Estos jóvenes serán recordados ade-
más por su vínculo con el coronel Juan Domingo Perón, figura central en
la vida política argentina a partir de los años 40. De allí que el movimiento
arturo jauretche FORJA pueda definirse como un eslabón entre el yrigoyenismo y el futuro
pronuncia un discurso. movimiento nacional, el peronismo.

Volantes de Forja.

88 Historia arGENtiNa
Crisis EConómiCa. migraCionEs
inTErnas E indUsTrializaCión
La crisis del capitalismo desatada en Estados Unidos en 1929 se di-
seminó a nivel internacional por los lazos de dependencia que imponía la
División internacional del trabajo. Sus efectos no tardaron en llegar enton-
ces a nuestra economía, traduciéndose en caída de las actividades y rece-
sión. Desde la economía, la crisis derramó sobre la sociedad y la política. La
desocupación, la falta de atinadas respuestas del gobierno de Yrigoyen, crea-
ron una situación de malestar social que brindó el clima propicio para el
golpe de Estado que, como vimos, derrocó al presidente radical en 1930.
Pero la crisis económico-social no se detuvo con el retorno de la oligar-
quía al gobierno. La caída de la demanda externa de productos exportables
se combinó con una disminución de sus precios, el aumento de los precios
de las importaciones y el cese de inversiones y préstamos externos. Los go-
biernos argentinos, el de Uriburu primero y luego el de Justo, se enfrentaron
a una situación compleja, en la que faltaban las divisas para importar y en
la que, además, se debía pagar la cuantiosa deuda externa de la Argentina
sin poder recurrir –como era corriente– a nuevos préstamos. Además, para
complicar aún más las cosas, Inglaterra firmó en 1932 un tratado comercial
con sus ex colonias, Nueva Zelanda y Canadá, a través del cual se compro-
metía a comprar a dichos países las materias primas necesarias para su
economía, relegando a un segundo lugar las compras de productos agrope-
cuarios en la Argentina.
Ahora bien, las decisiones que tomarían los gobiernos conservadores
frente a la crisis implicaban ciertas contradicciones con el modelo liberal que
hasta entonces se había sostenido. Aunque autoritaria y antidemocrática, la
oligarquía argentina era de ideas liberales en lo que refiere al funcionamien-
to de la economía; recordemos que estaba conformada por terratenientes
y comerciantes portuarios que se habían hasta entonces beneficiado de la
relación especial establecida con el imperialismo británico a través de la Di-
visión internacional del trabajo. Por lo tanto, el grupo dominante no acordaba
con la intervención estatal como vía para salir de la crisis. No obstante ello,
ese mismo grupo dominante aplicó desde el golpe de Estado de 1930 una
serie de medidas de mayor intervención estatal en la economía que puso el
énfasis en salvar los intereses de los sectores terratenientes.
Por un lado, aumentó los impuestos aduaneros y estableció un control
sobre el uso de las divisas, para limitar las importaciones y aumentar la re-
caudación del Estado. Con los recursos así obtenidos, creó la Junta Nacional
de Granos y la Junta Nacional de Carnes, así como otras juntas reguladoras
de la producción, para garantizar a los productores la venta de los bienes que
ya no podían exportar. El Estado compraba a precios altos para mantener las
ganancias sobre todo de los terratenientes, tendencia que también puede
observarse en el Pacto Roca-Runciman (ver recuadro a continuación).

UNIDAD 3 89
el pacto roca-runciman
En 1933, para que la Argentina asegurara las ventas de productos
agropecuarios en Inglaterra (puestas en peligro por los acuerdos
recientemente firmados entre Inglaterra, Canadá y Nueva Zelanda),
el gobierno del general Justo envió a su vicepresidente, Julio
Argentino Roca (hijo), a negociar con el representante del gobierno
inglés en asuntos comerciales, Walter Runciman. Ambos delegados
firmaron un acuerdo, conocido como el Pacto Roca-Runciman. Por
este, se establecía que Inglaterra volvería a comprar a la Argentina
la misma cantidad de carne enfriada que en 1932. Se beneficiaban
así, además de los productores ganaderos, los frigoríficos que en la
Argentina eran de propiedad inglesa y estadounidense. A cambio,
los compromisos del Estado argentino fueron mucho mayores: todo
el dinero obtenido por las exportaciones debía ser gastado en la
compra de productos manufacturados ingleses y no se podía reducir
las tarifas de los transportes que eran de propiedad británica. El
tratado establecía también que los productos, como el carbón que las
empresas británicas de ferrocarriles y las nuevas industrias debían
importar, no pagarían impuestos aduaneros. El Estado argentino,
además, se comprometía a proteger los intereses de los frigoríficos
británicos limitando el avance de los capitales estadounidenses así
como los privilegios de las compañías inglesas de tranvías frente a las
empresas nacionales de colectivos.
Por el modo servil en que la delegación argentina se presentó al
acuerdo y por el tipo de decisiones que allí se tomaron, tan favorables
a los intereses extranjeros, este pacto fue considerado por los
nacionalistas como la expresión mayor de la entrega de la oligarquía
argentina a los intereses británicos.

El Estado, dirigido por los conservadores, también alentó un vasto plan de


obras públicas que derivó en la construcción de una extensísima red caminera
que copió el diseño de la red ferroviaria. Asimismo, creó el Banco Central de la
República Argentina para fijar la cantidad de dinero que podía circular, respaldar
a los bancos privados en caso de crisis financiera y regular el valor del peso. La
creación del principal banco argentino era de inspiración británica, y tuvo como
protagonista al ministro de Economía de Justo, Federico Pinedo, quien sostenía
que la Argentina era un país satélite y debía mantenerse en la órbita de las gran-
des naciones mundiales. El directorio del Banco Central estaba conformado por
ingleses y además por representantes argentinos como Raúl Presbich, primer
gerente general en la entidad designado desde la misma Inglaterra.
Las medidas intervencionistas del Estado argentino tuvieron diversas
consecuencias. Aunque dirigidas a salvaguardar los intereses de los sec-
tores dominantes, como puede verse por ejemplo en la creación del Banco

90 Historia arGENtiNa
Central, de las Juntas reguladoras de la producción o en la firma del tratado
Roca-Runciman, también crearon condiciones para una profundización del
desarrollo industrial, y la consecuente diversificación de la economía.
Las dificultades para comprar productos industrializados en Europa
y Estados Unidos crearon una demanda que no podía ser satisfecha como
hasta entonces por la vía de la importación. Esta situación y la existencia de
una gran oferta de mano de obra barata, hicieron que distintos empresarios
vieran en la industria el negocio más rentable para invertir sus capitales. Fue
el caso de algunos grandes terratenientes afectados por el descenso de sus
exportaciones agrarias. O el de muchos capitalistas extranjeros, sobre todo
estadounidenses, que decidieron invertir en la Argentina para disputarle el
mercado a los productos ingleses (que la Argentina se obligaba a comprar en
virtud de lo firmado en el pacto Roca-Runciman).
La fuerza de trabajo para estas nuevas industrias fueron los trabajado-
res urbanos y también los peones rurales que, desocupados por la crisis del
modelo agroexportador, migraban a las ciudades cercanas y en especial a
desocupados en las
Buenos Aires, para conseguir empleo en las incipientes industrias. Esta gran
cercanías del puerto de cantidad de personas de origen provinciano, fue fuertemente discriminada.
buenos aires. Pronto apareció el mote “cabecita negra” para denominarlos.

UNIDAD 3 91
Villa desocupación Estos nuevos migrantes no fueron protegidos por el Estado; si conse-
hacia 1930. En la guían trabajo en algún taller o fábrica, las jornadas eran interminables y re-
ciudad de buenos
aires, una de las
cibían salarios que apenas les permitían asegurar su subsistencia. Tampoco
primeras villas miseria el Estado se preocupó por sus necesidades de vivienda y, como consecuen-
que se formó fue la de cia, los migrantes se establecieron en asentamientos precarios, cercanos a
retiro, conocida en ese las fábricas, construidos sobre terrenos inundables y sin infraestructura de
entonces como Villa
desocupación. Pronto
servicios sanitarios básicos: las “villas miseria”.
surgieron muchas más, El proceso de industrialización, conocido como Industrialización por
en las cercanías del Sustitución de Importaciones (ISI), adquirió en estos años una notable fuer-
riachuelo, en otros za. Ya hacia fines de la década de 1930, la industria producía más riqueza y
lugares de la ciudad y
en el primer cordón del
ocupaba más cantidad de mano de obra que las tradicionales actividades
gran buenos aires. agrarias. Sin embargo, aunque ello implicaba indudablemente una com-
plejización de la economía argentina, la industria tenía sus límites. Princi-
palmente se desarrolló la industria liviana, con fuerte presencia del capital
extranjero, en los sectores textil, de bienes de consumo, alimentos, produc-
tos químicos y electrodomésticos. La industria, muy extranjerizada, producía
bienes de consumo no durables, y para sostener su crecimiento, debía im-
portar maquinarias, herramientas, energía y otros insumos que no se fabri-
caban en el país. Es decir, era una industria dependiente y no integrada.

92 Historia arGENtiNa
En los años 30, los capitales extranjeros incursionaron en
diversas producciones: por ejemplo, en neumáticos (Good
Year y Pirelli, Firestone, Michelín y Dunlop), en artefactos
eléctricos (Philips, Osram, Eveready); en textiles (Sudamtex,
Rhodiaseta y Ducilo).

Fábrica Argentina de Alpargatas (1932), Buenos Aires. Esta industria textil fundada
en 1883 tuvo una fuerte expansión en la década de 1930.

UNIDAD 3 93
las organizaciones obreras y los límites de la lucha
A inicios de la década del 30, la crisis económica impactó profunda-
mente a nivel social. Durante los primeros años, la desocupación aumentó
tanto en la Capital Federal como en el resto del país. Además de las villas de
emergencia en la ciudad de Buenos Aires, en diversas zonas se instalaron
ollas populares. Ambos fenómenos eran manifestaciones notorias de las di-
ficultades que vivían los sectores trabajadores.
En 1930 se había creado la Confederación General del Trabajo (CGT)
pero a pesar de la unión de los diferentes sectores obreros, los dos primeros
años de la dictadura fueron difíciles. Los líderes anarquistas y comunistas
fueron encarcelados, torturados y obligados a exilarse. En el contexto de la
ley marcial y el estado de sitio, una Sección Especial de la Policía se creó
para perseguir a los obreros.
Hacia 1934 la economía argentina comenzó a mostrar indicios de recupe-
ración gracias al proceso de sustitución de importaciones que hemos descripto.
La situación de los obreros y de las organizaciones sindicales reflejaron estos
cambios. Por un lado, la represión se aplacó, y por otro, el número de afiliados a
los sindicatos comenzó a crecer. Hubo también un incremento de la acción sin-
dical y de las huelgas y algunos de los resultados fueron favorables a los traba-
jadores. Sin embargo, durante los años de la década infame, el reconocimiento
roberto arlt. novelista,
cuentista, dramaturgo,
de los derechos de los trabajadores y el cumplimiento de las leyes existentes
periodista argentino. parecían un sueño. En 1941, la llegada de Ramón Castillo a la Presidencia de la
retrató la vida cotidiana Nación representó un retroceso: nuevamente se recortaron libertades civiles,
de los sectores se declaró el estado de sitio y se inició una feroz persecución a los obreros, en
populares porteños en
artículos periodísticos,
particular a los de ideas comunistas.
luego reunidos en las La crisis y las malas condiciones de vida de los sectores populares
aguafuertes porteñas. se reflejaron en la escritura, en la pintura y en el arte. Roberto Arlt, Raúl y
Enrique González Tuñón y Raúl
Scalabrini Ortiz reflejaron la si-
tuación social con su escritura.
Antonio Berni representó en sus
pinturas la pobreza y la margi-
nalidad de los trabajadores así
como desde la música lo hicieron
autores de tango como Enrique
Santos Discépolo.
Al tiempo que la situación
de conflicto social se incrementaba,
dentro del Ejército y de los secto-
res dirigentes, se produjeron
fracturas y se develaron fuertes
di- ferencias. En 1943, la década in-
f a me llegaba a su fin con un nuevo
golpe de Estado que destituyó al
presidente Ramón Castillo.

94 Historia arGENtiNa
Raúl Scalabrini Ortiz. Pensador, historiador, periodista. Cercano a los hombres de FORJA,
publicó numerosos estudios y dio conferencias sobre temas como la dependencia económica
de la Argentina y acerca de los ferrocarriles ingleses en nuestro país.

Guía de lectura de la unidad 3


Las siguientes preguntas recuperan los ejes centrales de la unidad. Le propone-
mos responderlas recuperando la información que se brinda en el texto, como un
ejercicio para facilitar su análisis.
1. En el apartado Oligarquía-Yrigoyenismo: de los condicionamientos al golpe
de Estado se describen las novedades que intentó impulsar desde 1916
el radicalismo triunfante. También se explican las dificultades que se le
presentaron para concretarlas. Relea el apartado y resuelva las siguientes
consignas:
a. Haga un listado con las innovaciones que expresaba el radicalismo; y otro
listado con lo que no pretendía cambiar.
b. Una vez en el gobierno, ¿Yrigoyen pudo concretar esas iniciativas innovadoras?
Fundamente su respuesta, explicando quiénes se le opusieron y qué
obstáculos le presentaron.
c. Finalmente, relea el título de este apartado y explíquelo. Escriba su
explicación, de una extensión no mayor a una carilla, para presentarla a su
tutor/a o para discutirla en el grupo de estudio.

2. Los años de 1930 se inician con un conjunto de importantes transformaciones


que afectan a distintas sociedades del mundo entero. Identifíquelas y
reconozca cuál es la causa más profunda –según los autores de la unidad– de
tales transformaciones. Si quiere profundizar o aclarar más el tema, puede
consultar otros libros de Historia o Internet.

UNIDAD 3 95
3. Una de las transformaciones de la década de 1930 que se señala en la unidad
es que las ideas económicas liberales entran en crisis.
a. Relea la información sobre el liberalismo en el apartado ¿Qué es el Estado?
de la unidad 2. También puede revisar sus respuestas y reflexiones sobre
el tema en las actividades de la unidad 2 (consigna 2 de la guía de lectura y
actividad 2 de las propuestas para el debate).
b. ¿Qué críticas recibe tal teoría de parte del economista John M. Keynes? ¿Qué
propone Keynes como ideas superadoras al liberalismo en crisis?

4. El 6 de septiembre de 1930 un golpe de Estado interrumpió el gobierno


constitucional del radical Hipólito Yrigoyen, estableciendo una dictadura
o gobierno de facto. Relea el apartado El primer golpe de Estado en la
Argentina. La dictadura de Uriburu y resuelva:
a. En principio, en un diccionario político, en libros de texto o en internet,
averigüe qué son los derechos civiles y qué son los derechos políticos. Luego,
explique qué es un gobierno de facto.
b. ¿Usted o sus familiares vivieron alguna vez bajo un gobierno de facto?
Comparta con sus compañeros/as experiencias y sentimientos, suyas o de sus
familiares, vividas durante gobiernos de este tipo.

5. Continuando con el tema del golpe de 1930 y la dictadura que a partir de allí se
estableció y reflexionando acerca de sus protagonistas, responda:
a. ¿Quiénes protagonizaron el golpe? Identifique grupos e individuos que
participaron del derrocamiento del gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen.
b. Analice el papel desempeñado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación
al brindar su aprobación al golpe de Estado. Explique por qué los autores de
la unidad consideran paradójico, por un lado, que el líder del golpe, el general
Uriburu, haya recurrido a ella; y por otro lado, que la Corte haya avalado la
destitución del presidente constitucional Yrigoyen.
c. Teniendo en cuenta sus anteriores respuestas y reflexiones, explique por qué a
este tipo de golpes de Estado se los denomina “cívico-militares”.

6. A poco de iniciada la dictadura del general Uriburu, dentro de los sectores que
habían apoyado el golpe de Estado contra el presidente Yrigoyen surgieron
diferencias en torno a la organización política del país, formándose dos grupos
enfrentados.
a. ¿Qué discutían, qué modelos políticos proponían y quiénes lideraban cada grupo?
b. A partir de la información que se brinda en esta unidad, más la que pueda
encontrar en distintos libros de Historia y/o en Internet sobre la ideología
fascista, analice las ideas políticas del general Uriburu y de sus seguidores
y explique qué relaciones encuentra entre ellas y las del fascismo italiano
liderado por Benito Mussolini.

7. En el presente texto se afirma que, durante los años 30, “los argentinos
asistieron al pasaje de un régimen democrático a una dictadura cívico-militar
que abrió el paso a una restauración oligárquica.” Le proponemos trabajar

96 Historia ARGENTINA
sobre este último concepto, el de “restauración oligárquica”. Para ello le
proponemos:
a. Relea a qué se llama régimen oligárquico en la unidad 2. Señale sus
características principales.
b. Explique por qué se habla de una restauración o restablecimiento del régimen
oligárquico en los años de 1930 en la Argentina. Para ello tenga en cuenta,
¿quiénes ejercen el poder político? ¿Cómo se mantienen en el poder? ¿Con
qué métodos? ¿Cómo justifican esos métodos?

8. Esta etapa de la historia argentina se reconoce por el nombre que le puso un


periodista de esa época. Se llamaba José Luis Torres y fue el que la denominó
“Década Infame”. La infamia residía en haber eliminado a la democracia, en
utilizar la represión y las persecuciones contra los opositores y también en los
tratados y negociados que abundaron en la década, como los negociados de las
carnes o el Pacto Roca Runciman. Lisandro de la Torre fue uno de los críticos
más severos a la corrupción de los gobiernos oligárquicos de la Concordancia.
En libros de texto, internet, enciclopedias o revistas especializadas, averigüe
sobre la vida y las ideas políticas de Lisandro de la Torre. Puede encontrar
información sobre sus denuncias y lucha contra la corrupción en los años de
1930, consultando el documental La década de los 30 de Canal Encuentro, en
el buscador del sitio www.conectate.gob.ar.
También en una película argentina de 1984, dirigida por Juan José Jusid,
Asesinato en el Senado de la Nación, usted puede encontrar información
para esta indagación, así como para recrear el clima de la época que estamos
estudiando.

9. En nuestro país, durante la Segunda Guerra Mundial, surgieron intensos debates


acerca de cuál debía ser la posición de la Argentina en el conflicto bélico.
a. Identifique las distintas posturas y los grupos que las sostenían.
b. Relea las concepciones de Mussolini respecto a la organización y gobierno de
las sociedades y compárelas con las de los conservadores nacionalistas de la
Argentina. ¿Encuentra similitudes? ¿Cuáles?
c. ¿Cuáles son las principales diferencias entre las concepciones políticas de los
nacionalistas conservadores y las de FORJA?

10. La crisis mundial que se desató a partir de 1929 afectó profundamente a la


economía argentina provocando respuestas novedosas de la oligarquía que
había retornado al gobierno después del golpe de Estado de 1930.
a. Identifique algunos de los problemas económicos que vivió la Argentina a
principios de la década.
b. ¿Qué medidas aplicaron los gobiernos oligárquicos o conservadores para
hacer frente a la crisis económica y social?
c. Relea sus respuestas a la consigna 3. Luego, explique por qué se afirma en
el texto que las medidas aplicadas por los gobiernos conservadores de los
años 30 “implicaban ciertas contradicciones con el modelo liberal que hasta
entonces estos sectores habían defendido”.

UNIDAD 3 97
d. Finalmente, analice a qué sectores beneficiaban las medidas intervencionistas
aplicadas por estos gobiernos. Compare la atención brindada por el Estado a
los distintos sectores sociales de la Argentina de la época.

11. Una de las consecuencias de estas medidas intervencionistas del Estado fue la
industrialización. Los historiadores discuten acerca de si fue algo buscado por
los dirigentes políticos de la época o si fue un resultado inesperado. Más allá
de tal debate, lo concreto es que la industria tuvo a partir de la segunda mitad
de la década de 1930 un importante desarrollo. En relación con este proceso
de industrialización:
a. Analice los factores que favorecieron el crecimiento industrial, es decir la
existencia de una demanda insatisfecha, de capitales nacionales y extranjeros,
así como una importante oferta de mano de obra barata.
b. ¿Cuáles fueron algunas de las limitaciones de la ISI (Industrialización por
Sustitución de Importaciones)?
Para tener más información sobre este tema, usted puede consultar los
documentales de Canal Encuentro, Industria Nacional, particularmente para
este período consultar: El modelo de industrialización por sustitución de
importaciones. Primera etapa, en el sitio www.conectate.gob.ar.

12. Analice la política de los gobiernos conservadores de esta etapa hacia los
sectores trabajadores. Explique el surgimiento de las “Villa Miseria” y describa
en un texto breve las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores
migrantes. Reflexione una vez más sobre el intervencionismo del Estado en
estos años. ¿A quiénes buscó beneficiar con sus intervenciones, a quiénes no
tuvo en cuenta?

13. En el texto se afirma que la crisis y las malas condiciones de vida de los
sectores populares durante la década de 1930 fueron reflejadas por la
literatura, la pintura y en general por el arte. Busque información sobre obras
de los artistas y escritores que se citan en esta unidad y escriba un pequeño
informe para compartir con sus compañeros/as.

Actividades de síntesis
1. A partir de la información brindada en la lámina La década infame y en la
presente unidad, escriba un breve texto donde explique qué significa para usted
el dibujo existente en la citada lámina sobre la emisión del voto.
2. Analice, en esa misma lámina, el dibujo sobre el ferrocarril. Lea luego el
recuadro sobre los acuerdos entre la Argentina e Inglaterra, conocidos como
Pacto Roca-Runciman, y explique qué habrá querido significar el dibujante al
realizar esa composición.
3. Señale los cambios más importantes que se produjeron en la Argentina durante
los años de 1930, en la política, en el rol del Estado, en la economía y en la
sociedad.

98 Historia ARGENTINA
propuestas para el debate
Las siguientes actividades proponen temas para la reflexión, vinculados al
período histórico que se aborda en esta unidad. Le proponemos realizar estas
reflexiones colectivamente, junto a sus compañeros y el profesor tutor, en el
encuentro de tutoría.

1. Una letra de tango se transformó en el “himno” de la época, es decir una


canción representativa de ese particular momento histórico. La canción todavía
se canta y, además, es recreada por otros artistas, adaptada a otros géneros.
Estamos hablando de “Cambalache”, escrita por Enrique Santos Discépolo en
1935. Busquen la letra y escuchen la canción. ¿Qué sentimientos, sensaciones,
tiene el autor sobre esta época? De acuerdo a lo estudiado, discutan entre
ustedes si la letra de la canción refleja fielmente la época.

Para más información sobre Enrique Santos Discépolo y su época, ustedes


pueden ver el documental producido por Canal Encuentro, en la serie Soy del
pueblo, Enrique Santos Discépolo, buscándolo en el sitio www.conectate.gob.ar.

También en la película Asesinato en el Senado de la Nación (1984),


anteriormente citada, pueden encontrar información valiosa para recrear el
clima de la época.

UNIDAD 3 99

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