Udla Ec Tab 2015 68

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ECUATORIANO VIGENTE Y LA


PLANIFICACIÓN TERRITORIAL, GESTIÓN, CONTROL Y USO DE SUELO
EN LOS GOBIERNOS AUTÓNOMOS DESCENTRALIZADOS MUNICIPALES

Trabajo de Titulación presentado en conformidad a los requisitos


establecidos para optar por el título de
Abogada de los Tribunales y Juzgados de la República

Profesor Guía
Dr. Carlos Eduardo Paladines Camacho

Autora
María Soledad Rocha Díaz

Año
2015
ii

DECLARACIÓN DEL PROFESOR GUÍA

“Declaro haber dirigido este trabajo a través de reuniones periódicas con el


estudiante, orientando sus conocimientos y competencias para un eficiente
desarrollo del tema escogido y dando cumplimiento a todas las disposiciones
vigentes que regulan los Trabajos de Titulación”.

________________________________
Carlos Eduardo Paladines Camacho
Doctor en Jurisprudencia
C.I.: 170676291-9
iii

DECLARACIÓN DE AUTORÍA DEL ESTUDIANTE

“Declaro que este trabajo es original, de mi autoría, que se han citado las fuentes
correspondientes y que en su ejecución se respetaron las disposiciones legales
que protegen los derechos de autor vigentes”.

____________________________
María Soledad Rocha Díaz
C.I.: 050265585-5
iv

DEDICATORIA

Dedico este trabajo a Sonia, Ángel y en


especial a la persona que revolucionó mi
vida desde el momento que llego a ella, la
que sin duda alguna me llena de felicidad y
que día tras día colaboró con su amor y
ternura en la realización del mismo, mi
pequeña sobrina Victoria. Los Amo.

María Soledad
v

AGRADECIMIENTO

A Dios por ser el centro y guía de mi vida.

A Sonia, Ángel, Belén y Ángeles por su


amor y apoyo incondicional.

A la Facultad de Derecho de la UDLA.

A mis amigos queridos: Valeria, Sharon,


Johana, María Emilia, Carla, Giancarlo y
Alejandro por su incondicional apoyo.

A José Suing, Fernando Carrión, Arturo


Mejía, Gonzalo Muñoz Sánchez, a todos
los Asambleístas, Concejales y demás
personas que contribuyeron en la
realización de esta investigación.

María Soledad
vi

RESUMEN

La actual Constitución de la República define las competencias de ordenamiento


territorial, uso, gestión y control del suelo como exclusivas de los Gobiernos
Autónomos Descentralizados (GAD´s) municipales. Esto constituye un
significativo avance en materia de descentralización, en primer lugar porque se
elevó su jerarquía jurídica a norma constitucional; y sobre todo, porque se evita
la injerencia y la interferencia en las competencias de los GAD´s municipales por
órganos ajenos a éstos e incluso por instituciones del gobierno central y los
demás niveles de gobierno.

El ordenamiento territorial y el uso de suelo son elementos esenciales para el


desarrollo de las ciudades. Por esta razón, ante los problemas que han surgido
por la falta de articulación de los planes de ordenamiento territorial, el
consecuente crecimiento desordenado del territorio y el indebido control del uso
de suelo, es preciso realizar un análisis jurídico de la legislación actual para
determinar los parámetros normativos fundamentales requeridos para impulsar
el correcto desarrollo del ordenamiento territorial, el uso, gestión y control del uso
de suelo en los gobiernos municipales.

De ahí la importancia de establecer si, de conformidad con la realidad nacional,


latinoamericana y el ordenamiento jurídico vigente, se requiere la expedición de
una normativa legal que regule el ordenamiento territorial, la gestión, control y
uso de suelo, que fortalezca el ejercicio de las competencias municipales a
través de ordenanzas; o en su caso, continuar regulando esta materia mediante
el COOTAD y ordenanzas municipales. De ser necesaria la Ley, esta debe ser
una herramienta que responda a los requerimientos sociales, territoriales y
económicos de cada municipalidad, garantizando al mismo tiempo la autonomía
política, administrativa y financiera que la Constitución otorga a los Gobiernos
Autónomos Descentralizados Municipales.
vii

ABSTRACT

The current Constitution of the Republic of Ecuador defines the competencies in


land-use management and control of soil as exclusive of the local self-
governments (GAD’s) This constitutes a significant progress in decentralization
strategy, primarily because it raised the legal hierarchy to constitutional norm;
and especially because this prevents the interference of external executive
bodies and other levels of central government in the competencies of local self-
governments.

Land-use management and control of soils are essential elements for the
development of cities. Therefore, given the problems that have arisen from the
lack of coordination of land-use plans, the resulting sprawl and the improper land-
use control, it is necessary to carry out a legal analysis of the current legislation
to determine the key policy parameters required to drive the proper development
of land-use management and control in municipal governments.

Hence the importance of establishing, in accordance with national, Latin


American reality and the existing legal framework, if an issue of legal norms rules
the land-use management, control and use of land is required to strengthen the
exercise of municipal competencies through ordinances; or, where appropriate,
continue to regulate this matter by COOTAD and bylaws. If this law is needed,
this should be a tool to respond to social, territorial and economic requirements
of each municipality, while ensuring political, administrative and financial
autonomy that is guaranteed in the Constitution for local self-governments.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................ 1

1 ANÁLISIS CONSTITUCIONAL (1998-2008) EN


MATERIA DE PLANIFICACIÓN, ORDENAMIENTO
TERRITORIAL, GESTIÓN, CONTROL Y USO DE
SUELO EN LOS GOBIERNOS AUTÓNOMOS
DESCENTRALIZADOS ................................................ 3

1.1 Constitución Política de la República del Ecuador de


1998 ................................................................................ 20
1.2 Constitución de la República del Ecuador, 2008 ............. 23

2 ANÁLISIS LEGAL DE LAS COMPETENCIAS DE


PLANIFICACIÓN TERRITORIAL, GESTIÓN Y
CONTROL DE USO DE SUELO ................................ 34

2.1 El Catastro Inmobiliario como Herramienta de Control


Urbanístico ...................................................................... 38
2.1.1 Análisis de la Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM) ... 46
2.1.2 Análisis del Código Orgánico de Organización Territorial,
Autonomía y Descentralización .............................................. 50
2.2 Análisis de ciudades con distintas densidades
poblacionales .................................................................. 55
2.2.1 Ciudades Pequeñas ............................................................... 56
2.2.2 Ciudades Intermedias ............................................................ 61
2.2.3 Ciudades Grandes o Metropolitanas ...................................... 65
2.2.4 Diferencias y semejanzas de los contenidos de las
ordenanzas de uso de suelo de Sangolquí, Ibarra y Quito .... 71
2.3 Análisis en el Derecho Comparado ................................. 73
2.3.1 Ecuador.................................................................................. 76
2.3.2 Colombia ................................................................................ 80

3 LOS CONTROLES EXISTENTES EN LA


LEGISLACIÓN ECUATORIANA ................................. 92

3.1 Control del Gobierno Municipal ....................................... 94


3.2 La Contraloría General del Estado, la Auditoria de
Gestión............................................................................ 99
3.3 El Control de Constitucionalidad y la Protección de
Derechos....................................................................... 105
3.4 El Contencioso Administrativo y el Control de la
Legalidad ...................................................................... 110
3.5 ¿Es necesaria la creación de nuevos Organismos de
Control en materia de Ordenamiento Territorial,
Gestión, Control y Uso de Suelo? ................................. 116

4 NUEVA LEY DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL,


USO Y GESTIÓN DEL SUELO ................................. 123

4.1 La necesidad de una nueva ley que respete la


autonomía municipal ..................................................... 126
4.2 La inconstitucional intervención del Gobierno Central
en una exclusiva competencia municipal ...................... 131
4.3 Contenidos Esenciales de la Nueva Normativa ............. 134
4.4 Fortalecimiento del Control Municipal............................ 137
5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............ 140

5.1 Conclusiones................................................................. 140


5.2 Recomendaciones ........................................................ 143

REFERENCIAS ................................................................ 146


ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Organización Territorial .................................................................. 53


Tabla 2. Población de Quito ......................................................................... 67
Tabla 3. Normas que rigen el ordenamiento territorial ................................. 75
Tabla 4. Órgano rector que rigen el ordenamiento territorial ........................ 76
Tabla 5. Principales leyes colombianas con impacto en decisiones sobre
ordenamiento Territorial hasta el 2007 ........................................... 84
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Población Urbana y Rural ................................................................. 8


Figura 2. Asentamientos de Hecho ................................................................ 16
Figura 3. Información Catastral ...................................................................... 42
Figura 4. Ámbito regulatorio de la LORM ....................................................... 47
Figura 5. Instrumentos de planificación .......................................................... 48
Figura 6. Crecimiento Poblacional.................................................................. 78
1

INTRODUCCIÓN

Desde tiempos de inicio de la República, han sido los municipios los encargados
de la competencia en materia de gestión, control y uso de suelo dentro de su
territorio. Problemas como el consecuente crecimiento desordenado del territorio
y falta de articulación de los planes de ordenamiento territorial entre los distintos
Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD´s) han sido la causa fundamental
para que en el Ecuador no exista un ordenamiento territorial y urbanístico
articulado a la gestión y uso de suelo.

Constitucionalmente (1998-2008) se realizará un análisis sobre las


competencias de ordenamiento territorial, gestión, control y uso de suelo de los
gobiernos autónomos descentralizados especialmente municipales; debido a
que es fundamental establecer si, a través del tiempo han surgido avances en la
normativa constitucional y legal, que permitan un mejor ejercicio de dichas
competencias.

Además, legalmente se hará un análisis sobre las competencias de planificación


del ordenamiento territorial, gestión, control y uso de suelo; se estudiará el
catastro inmobiliario como herramienta de control urbanístico, los problemas
existentes en el ejercicio de la competencia de gestión y uso de suelo, los efectos
que han tenido normas como la derogada Ley Orgánica de Régimen Municipal,
el COOTAD, así como ordenanzas y regulaciones con respecto a la materia. De
igual forma, se tomarán ejemplos de derecho comparado para examinar cuales
han sido los resultados prácticos que han tenido normativas internacionales al
momento de regular el ordenamiento territorial, la gestión, control y uso de suelo
en otros países sudamericanos con realidades similares a las ecuatorianas.

Del mismo modo, se estudiará los controles existentes en la legislación


ecuatoriana en relación al ejercicio de las competencias de ordenamiento
territorial, gestión, control y uso de suelo como: el poder municipal; la Contraloría
General del Estado y la auditoría de gestión; el control de constitucionalidad y la
2

protección de derechos; el control de legalidad para finalmente hacer énfasis en


la necesidad o no de crear nuevos órganos de control.

Igualmente, se tratará la necesidad de implementar una ley de ordenamiento


territorial que asegure la correcta gestión, control y uso de suelo, que toque
aspectos más técnicos sobre el tema y respete la autonomía municipal
consagrada en la Constitución; se estudiará la inconstitucional intervención del
Gobierno Central en una exclusiva competencia municipal. Por esta razón, se
analizarán los contenidos del Proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento
Territorial, Gestión y Uso de Suelo discutido en la Asamblea Nacional con
aquellos que dentro de este trabajo son contenidos esenciales y deberían
incorporarse en una ley de esta naturaleza como pueden ser: la clasificación del
territorio, procesos de ocupación de territorio, creación y ampliación de zonas de
usos específicos, reestructuración de núcleos urbanos, tipos de suelo, extensión
e intensidad de ocupación de suelo, subdivisión del suelo, infraestructura de
servicios y equipamiento comunitario. Así mismo, se investigará la nueva
concepción del catastro Municipal y el fortalecimiento del Control Municipal,
como medios indispensables para mejorar el ordenamiento territorial, gestión y
uso de suelo de las ciudades.

Con miras a llegar a la ejecución de este trabajo de titulación, se deberá


determinar si, de conformidad con la realidad nacional y el ordenamiento jurídico
vigente, se requiere la expedición de una normativa legal que respete la
autonomía municipal y que regule el ordenamiento territorial, la gestión, control
y uso de suelo; o en su caso, continuar regulando estos ámbitos mediante
ordenanzas municipales.
3

1 ANÁLISIS CONSTITUCIONAL (1998-2008) EN MATERIA DE


PLANIFICACIÓN, ORDENAMIENTO TERRITORIAL, GESTIÓN, CONTROL Y
USO DE SUELO EN LOS GOBIERNOS AUTÓNOMOS
DESCENTRALIZADOS

El presente trabajo se concentrará en analizar la planificación, gestión, control y


uso de suelo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD´s) desde dos
ámbitos específicos; el primero relacionado con el enfoque con que el
ordenamiento jurídico lo ha normado; y el segundo, concentrado en los
resultados de la aplicación de la normativa vigente, con la finalidad de concluir si
en la actualidad se requiere reformar o expedir leyes que mejoren, aseguren e
impulsen el ordenamiento territorial, para generar un desarrollo integral de los
gobiernos locales, en particular los de ámbito cantonal.

La planificación territorial es una herramienta dirigida a organizar el territorio, con


el fin de establecer la ocupación racional del suelo, garantizando de esta manera
un desarrollo sostenible y sustentable de la comunidad. El ordenamiento
territorial constituye una herramienta de política pública fundamental para
asegurar el progreso de cada nivel de gobierno autónomo descentralizado (GAD)
y del país en general. “El ordenamiento del territorio debe ser entendido como
la proyección en el espacio de las políticass económicas, sociales, culturales,
ambientales de una sociedad y el sistema territorial, como el resultado de
aquellas” (Gómez Orea, 2008).

De igual manera, el uso de suelo representa un elemento fundamental para la


planificación y el desarrollo de las ciudades, ya que implica la distribución
espacial y sus especificaciones como suelo urbano o rural, comercial, industrial,
patrimonio, recreativo, de protección natural, para equipamiento, entre las
principales. Es decir, determina la estructura y funcionalidad del territorio de una
ciudad.

En el Ecuador, la planificación tiene sus inicios en los años 30, apuntando a una
visión económica; pero es, con la expedición de la Constitución Política de la
4

República de 1945 que surge la implementación de mecanismos de planificación


nacional para el desarrollo. El artículo 104 de la Constitución establecía que, el
municipio de cada cantón era el encargado de solucionar los problemas de la
vida urbana y de establecer los planes de ordenamiento urbano.

“Estas competencias se ampliaron con las siguientes normas que regularon


la competencia de control de suelo, que pasó de ser un establecimiento de
parámetros urbanísticos a regular la clasificación de uso y gestión de suelo
conforme se desprende de la atribución conferida por la Constitución de
1945 al concejo cantonal respecto del plan estable. Además la normativa
infraconstitucional si recogió dicha competencia en la Ley de Régimen
Municipal de 1949, artículo 41 que dispuso como sus atribuciones la
zonificación de la población e industrias, la distribución de servicios básicos
determinación de espacios verdes y formas de financiamiento del plan.”
(Asamblea Nacional, s.f.)

A partir de 1949, surgen procesos de planificación territorial establecidos en la


Ley de Régimen Municipal, que contenían disposiciones normativas generales
sobre la planificación del desarrollo municipal. Entre la década de los 60 y 70 se
impulsó la planificación cantonal, delimitando mediante ley las actividades del
gobierno central y gobierno local en torno al tema. Para los años 80, el Consejo
Nacional de Desarrollo determina términos de referencia, con el objetivo de
facilitar la elaboración de planes de ordenamiento urbano y catastro que
incorporen elementos técnicos, contengan aspectos económicos y permitan
determinar las necesidades de cada territorio en específico.

La Planificación Nacional del siglo XX, durante las siguientes décadas recibió
varias críticas por su prominente centralización, y carácter no participativo. Bajo
la idea de una planificación centralizada es difícil suponer consensos locales
como la base para la política pública. En la actualidad la Participación
Ciudadana, es fundamental y al menos en el ámbito jurídico, se espera la
generación de acuerdos para determinar las políticas, líneas estratégicas y
planes de desarrollo y ordenamiento territorial.
5

“La participación ciudadana, otro actor imprescindible en el ordenamiento


territorial y en la gestión del suelo ha estado ausente en la toma de la
planificación territorial como en sus procesos deliberantes, curiosamente y
pese a no ser un actor presente en la institucionalidad, la población y las
urbanizaciones legales, e ilegales son los actores preponderantes del
crecimiento de nuestras ciudades, la falta de operatividad, un casi
inexistente e modelo de control urbano, y un régimen sancionador
insuficiente agravan la problemática, y de hecho podemos observar el
ramente como el incontrolable proceso de ocupación del suelo se ha
manifestado últimamente en casi todas las ciudades del país siendo más
problemáticas en Quito y en Guayaquil por la elevada densidad
demográfica en estas ocupaciones que generalmente están en el suelo
rural de estas ciudades.” (Mejía, 2011, pág. 2)

En los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales la planificación


comprende tres tipos: planificación para el desarrollo cantonal (realidad
cantonal), territorial o urbana (diseño del territorio), e institucional (acciones a
ejecutar por el gobierno municipal).

“La delimitación de cada una de ellas es clave para su adecuada


articulación y complementariedad. Mientras la planificación para el
desarrollo local se enfoca en el análisis de la realidad cantonal y sus
requerimientos para alcanzar los objetivos para el progreso global del
cantón; la planificación urbana en cambio, se concentra en diseñar el
territorio apropiado y óptimo para el cumplimiento de dichos objetivos
cantonales; y, la planificación institucional en las acciones que debe
ejecutar el Gobierno Municipal, en todas y cada una de las dependencias
municipales, para ejercer las competencias que le corresponden para el
desarrollo local y el cumplimiento de las disposiciones del ordenamiento
jurídico vigente.” (Paladines, 2014, pág. 92)

Los procesos de planificación para el desarrollo, institucional y ordenamiento


territorial deben generarse de manera articulada a los planes del Gobierno
6

central y los gobiernos autónomos descentralizados; por eso, es de suma


importancia trabajar en la ampliación de criterios que garanticen la
complementariedad de la acción y gestión de los distintos niveles de gobierno en
el territorio.

“La interrelación entre los tres tipos de planificación es determinante para


la ejecución de las distintas actividades que se realizan en un cantón. Si la
planificación urbana, por ejemplo, no se encuentra alineada con la
planificación para el desarrollo, se encontrarán ciudades que crecen
desordenadas sin impulsar el mejoramiento de la calidad de vida de sus
ciudadanos. De igual manera, si la institución de gobierno municipal se
establece metas alejadas de los objetivos para el desarrollo cantonal, nos
encontraremos con municipalidades que no pueden responder a los reales
requerimientos de su ciudadanía. De ahí la importancia que adquiere la
planificación para el desarrollo local, por cuanto la misma se constituye en
la base y máximo referente para el ordenamiento territorial de la urbe, así
como para la determinación de los distintos planes institucionales del
Gobierno Municipal.” (Paladines, 2014, pág. 93)

“El Plan de Desarrollo Estratégico de Mejía enfoca sus esfuerzos en cumplir


una visión de desarrollo relacionada a la calidad, cobertura y dotación de
los servicios básicos. Mientras que el Plan de Ordenamiento Territorial de
la Provincia de Pichincha por su parte, esta direccionado a establecer
clusters productivos de lácteos, flores y brócolis como productos prioritarios
de exportación.” (Astudillo, 2012, pág. 116)

Dentro de la planificación territorial, el Estado es el encargado de aplicar los


planes nacionales o instrumentos que logren estructurar, desarrollar y utilizar
adecuadamente cada territorio, cumpliendo de esta manera objetivos de orden
económico, social, ambiental y cultural de la sociedad. Para que exista un
apropiado ejercicio de las competencias exclusivas de los gobiernos locales se
deberá cumplir con las atribuciones que la Constitución les otorga, sin que por
este motivo se atente a su autonomía.
7

A través del tiempo, se han desarrollado Constituciones que han abarcado


diferentes temas, que de una u otra manera son necesarios reglar en el tiempo
de emisión de las mismas, como es el caso del ordenamiento territorial, gestión,
control y uso de suelo en los Gobiernos Autónomos Descentralizados
Municipales, que para el año 2008 estos términos fueron elevados a la categoría
de constitucionales.

Históricamente, el ordenamiento territorial fue abordado a través de la


elaboración de planes reguladores establecidos en la ley (Ley de Régimen
Municipal). En 1998 entra en vigencia una nueva Constitución que no hacía
referencia específica al ordenamiento territorial, sino que mantenía la regulación
de este tema mediante ley orgánica y a su vez por ordenanzas. En el caso de la
Constitución de 2008, esta define al ordenamiento territorial y uso de suelo como
competencias municipales reguladas por ley (Código Orgánico de Organización
Territorial, Autonomía y Descentralización) para que posteriormente los
gobiernos autónomos descentralizados municipales emitan ordenanzas sobre
estos temas.

El proceso de desarrollo de ciudades ecuatorianas como Quito y Guayaquil se


produjo de manera desordenada, ya sea por falta de planificación o por la
acelerada migración del campo hacia la ciudad. Es fundamental determinar que
según datos estadísticos del último censo nacional (INEC) la población en el
Ecuador en su mayoría es urbana; por lo cual se ha visto la necesidad de trabajar
por planificar un correcto ordenamiento del espacio territorial, que no solo
beneficie a la circulación de las personas por calles y avenidas, sino también al
establecimiento de características específicas para las vías. De igual manera,
en el caso de las edificaciones, estas deben estar sujetas a normas que
promulguen el respeto a áreas públicas, seguridad y armonía con el entorno
urbano.
8

12.000.000
10.000.000
8.000.000 63,97 %
6.000.000 63.43%
62.7%
4.000.000
2.000.000
0
2010 2015 2020
Urbana 9.412.612 10.326.384 11.201.131
Rural 5.599.616 5.952.460 6.309.512

Figura 1. Población Urbana y Rural


Tomado de (INEC, 2009)

En la actualidad, el ordenamiento territorial, la gestión, control y uso de suelo,


acarrea problemas originarios por varios factores como la falta de planificación y
conocimiento de la realidad urbana y rural de los territorios, los conflictos
municipales producidos por la ausencia de liderazgo en la gestión del desarrollo
local, el desacato a la ordenación urbanística, la falta de competencias de talento
humano en esta temática, falta de recursos financieros en los Gobiernos
Autónomos Descentralizados (GAD´s) municipales, entre los principales
factores. A estos elementos se suma el relacionado con la normativa que rige al
ordenamiento territorial, materia que será analizada en el presente trabajo tanto
en el ámbito constitucional como en el legal y de normativa secundaria vigente.

Algunas ciudades ecuatorianas presentan problemas de ordenamiento territorial


que afectan el desarrollo las mismas, sin importar su tamaño y densidad
poblacional. Por ejemplo en el caso de “Machala el comercio informal ocupa
varias cuadras del centro de la ciudad, generando basura e insalubridad” (Diario
El Comercio), similar realidad se vive en “Esmeraldas donde los comerciantes
informales ocupan una gran parte del centro de la ciudad, provocando desorden
y caos vehicular” (Diario El Comercio).
9

En la sierra, igualmente existe este tipo de problemas, Ambato, “posee más de


1000 mil comerciantes que ocupan las calles de esta ciudad, lo que no ha
permitido se avance en el tema de ordenar la ciudad, especialmente en el centro
que está invadido de mercaderes” (El Comercio, 2015). En la ciudad de Loja
también se presentan problemas causados por “los vendedores informales, que
ocupan a diario calles céntricas, los alrededores del centro comercial y del
mercado mayorista, generando desorden, inseguridad y quejas ciudadanas” (El
Comercio, 2015). El comercio informal es solo uno de los ejemplos en los que
se evidencia los efectos que genera la falta de organización en una determinada
localidad.

El desacato a la ordenación urbanística limita la expansión de las ciudades de


manera organizada y afecta también al acceso a los servicios básicos para los
habitantes. Obsérvese el caso de Durán, donde “se entrega un racionamiento
de tanqueros de agua para 235.769 habitantes, lo que genera que solo el 60%
de la población tenga acceso a este servicio y solo el 8% tenga continuidad en
el servicio.” (Diario El Comercio)

La falta de planificación, conocimiento de la realidad del territorio y la


especulación del suelo, ha provocado que en ciudades como Cuenca se
produzca “un déficit de 45.000 viviendas” (Diario El Comercio) debido a los
costos elevados de terrenos y de la construcción. De la misma manera, en
Guayaquil “el crecimiento demográfico ha dado paso a decenas de asentamiento
informales” (Diario El Comercio), en Quito “la población sigue en expansión sobre
todo en Calderón y Quitumbe”. (Diario El Comercio)

Los gobiernos autónomos descentralizados municipales para tratar de solucionar


los distintos problemas sobre ordenamiento territorial y uso de suelo, tienen la
potestad de formular ordenanzas sobre el tema con el objeto de planificar
territorialmente a la ciudad de acuerdo a sus necesidades y normar el régimen
del uso y ocupación de suelo; de este modo los municipios pueden ejercer sus
facultades de regulación, control y sanción otorgadas por la Ley y la Constitución.
10

En los últimos años, varios GAD´s municipales han formulado ordenanzas de


uso y ocupación del suelo como herramientas para mejorar el ordenamiento
territorial de las ciudades y cabeceras cantonales adecuándolas a lo establecido
en la Constitución y el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía
y Descentralización (COOTAD). Para el año 2007 Portoviejo no contaba con
reglas definidas sobre uso de suelo, las edificaciones en esta ciudad eran
construidas basándose en tendencias más que en normas específicas que
planifiquen una ciudad ordenada, ya que además se abrieron varios negocios en
zonas consideradas como residenciales.

“A criterio de Édison Cevallos, abogado municipal, la falta de una


ordenanza sobre el uso de suelo propicia que se hable más de tendencias
y no de leyes. Por ejemplo, está casi definido que el nuevo hospital de
Portoviejo funcione en la zona norte, vía a Crucita. En este sector también
funciona el hospital oncológico de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer
(Solca).” (Diario El Diario)

“El caso de la vía a Manta es más complejo. Ahí bien puede funcionar una
industria o un motel. En muchos sectores empiezan a haber mecánicas y
en ciudadelas como la Bellavista hay hasta fundidoras de plomo, no se
puede hacer nada, porque lo que la ley no lo prohíbe, lo permite. La falta
de reglamentación sobre el uso del suelo empieza a dejar secuelas, sobre
todo en zonas residenciales. En estos sectores comienzan a abrirse tiendas
y cualquier tipo de negocios.” (Diario El Diario)

Las autoridades de Portoviejo en los años siguientes, aprobaron la ordenanza


de uso de suelo, la cual también declaraba como Corredor Ecológico los
márgenes de la quebrada Río de Oro, pero dicha ordenanza nunca entró en
funcionamiento ya que las autoridades no la publicaron según los requisititos que
establece la Ley para entrar en vigencia. En el 2012 se pretendió realizar un
compendio de varias ordenanzas, entre las que se incluían aquellas que regulan
el uso de suelo y la calidad ambiental, de este modo se buscaba mejorar la
11

ordenación del territorio y evitar la construcción a márgenes de las quebradas y


disminuir los asentamientos humanos irregulares.

Los problemas sobre planificación y ordenamiento territorial en esta ciudad no


han sido solucionados en su totalidad, aun cuando ya existen ordenanzas que
regulen ciertos aspectos sobre el tema; en el centro de la ciudad de Portoviejo
los comerciantes siguen ocupando veredas, parte de las calles y las mismas
instalaciones de la Institución Municipal para ejercer el comercio informal. Se
puede deducir que la ordenanza que regula los espacios de uso público no se
cumple en su totalidad, ya sea porque no existe control en el cumplimiento de la
norma existente o porque la norma no se encuentra bien redactada, impidiendo
la aplicación cabal de la misma. En este último año más de “800 notificaciones
por incumplimiento a la Ordenanza de Regulación del Espacio Público ha emitido
el GAD de Portoviejo con la finalidad de ordenar el territorio.” (Gobierno
Autónomo Descentralizado Municipal del cantón Portoviejo, s.f.)

“El Coordinador de Control Territorial del GAD Portoviejo afirmó que por
muchos años en Portoviejo imperó el desorden y la viveza criolla. Las
personas sólo se preocuparon de su bienestar y se olvidaron de las
prácticas de buena vecindad y de respeto al espacio público. La
inobservancia a las leyes, permitió que se construyeran rampas en las
aceras, constituidas hoy en trampas mortales para los peatones y
especialmente para las personas con discapacidad y de la tercera edad.
Sin ninguna contemplación se rompía calles para colocar tuberías. Las
construcciones fuera de la línea de fábrica fueron una constante, lo mismo
que la evasión de los permisos de construcción. Hoy eso ya no está
permitido, las personas y las instituciones públicas y privadas, antes de
romper espacio público (calle o acera) deben obtener un permiso y dejar
una garantía económica de reposición. La actual administración municipal
trabaja decididamente en erradicar malas prácticas y la ciudadanía está
haciendo su parte.” (Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del
cantón Portoviejo, s.f.)
12

Asimismo, Durán no posee una ordenanza específica de uso de suelo, tiene un


plan de desarrollo y ordenamiento territorial (actualizado marzo del 2015) que
dentro de sus contenidos establece ciertos parámetros para regular el uso de
suelo y que de manera dispersa constan en varias ordenanzas, como son: la No.
11 de 28 de Agosto de 2014 que habla sobre el establecimiento de parámetros
para las zonas donde no se procederá con la regularización de asentamientos
humanos por factores de riesgo, la ordenanza No. 013 del 29 de septiembre del
mismo año que se refiere a los cerramientos de los predios no edificados en
Durán, la ordenanza No. 004 del 28 de julio de 2014, que reforma a la ordenanza
de construcciones que regula las edificaciones en Durán, la ordenanza No. 025
de 15 de diciembre de 2014 que reglamenta las zonas regeneradas en el centro
de la ciudad, parques, malecón de la ciudad y la ordenanza No. 019 de 13 de
octubre de 2014 que norma zonas y parques industriales.

En Durán las ordenanzas que existen referentes al tema no se cumplen o no son


suficientes para solucionar los problemas que surgen por falta de ordenamiento
territorial; puesto que, al no haber una adecuada clasificación de suelo y de
reglas a seguir para el uso y la ocupación de suelo, se genera incumplimiento de
las ordenanzas. Como por ejemplo: el artículo 9 de la ordenanza que norma las
zonas y parques industriales no se cumple, ya que las industrias deben contar
con un plan de manejo que incluya aspectos ambientales, seguridad y de riesgos
para su funcionamiento, pero “según estudios del Municipio, 500 industrias se
asientan en este territorio, pero parte de ellas no cumplen con planes de
contingencia, ambientales, permisos de construcción y sus avalúos no eran los
correctos.” (Diario El Comercio)

Por otra parte, Zamora no tiene ordenanza que regule la ocupación y el uso de
suelo; por lo que, no ha logrado solucionar los problemas que causa la falta de
norma o de control del uso de suelo.

”Los habitantes de Zamora están preocupados por las notificaciones que


les han llegado últimamente para que cancelen una tasa por el uso de
13

suelo. También han recibido notificaciones referentes a la propaganda y


publicidad exterior de sus negocios. Dichas notificaciones las ha emitido el
Municipio de Zamora. Sin embargo, estas notificaciones traen
preocupación en varios de los comerciantes pues pretende cobrar una tasa
por el uso de suelo sin que haya una ordenanza para el efecto.” (La Voz de
Zamora, s.f.)

A partir de la vigencia de la Constitución de 2008, del COOTAD y del Código de


Finanzas Públicas en el 2010, los cantones, las ciudades deben planificar el
ordenamiento territorial y el uso de suelo que posteriormente les permita emitir
ordenanzas específicas como aquella que regula el uso y ocupación de suelo
en la zona urbana y rural de Ibarra, publicada en el Registro Oficial No. 321 del
15 de agosto de 2012. “Esta es una ordenanza de responsabilidad social, donde
todos los ciudadanos están involucrados y que cuenta con reglamentos, normas
y parámetros a seguir” (Diario La Hora); un aspecto novedoso es que la
ordenanza prohíbe el trabajo en las calles y aceras como una manera de
solucionar el tráfico, el comercio informal, el ornato y la contaminación ambiental
en la ciudad.

Sangolquí, es otro claro ejemplo de tener una ordenanza que regula el uso y
ocupación de suelo, siendo esta la No. 001 de marzo de 2014, cuyo objetivo
específico es normar el suelo urbano como rural y de esta forma cumplir con el
plan de ordenamiento territorial e impulsar el orden de la ciudad. Tanto la
ordenanza de Sangolquí como la de Ibarra tienen contenidos diferentes ya que
si bien es cierto tratan el tema de la clasificación del suelo no lo desarrollan de
la misma manera, por ejemplo: el Art. 12 de la ordenanza de Sangolquí clasifica
al suelo urbano y rural en general y específico, mientras que en Ibarra en el Art.
15 se refiere a una clasificación general de suelo urbano y rural, afirmando que
dicha clasificación se debe a la ubicación geográfica de la ciudad.

Lo importante de tener este tipo de ordenanzas, es que aparte de ser legalmente


válidas, deben ser técnicamente efectivas; razón por la cual, pese a que
14

ciudades como Ibarra tienen ordenanzas de uso de suelo, estas son más de
carácter administrativo que urbanístico. Por lo cual, en esta ciudad aún se puede
observar “deficiencias de ordenamiento, infraestructura, equipamiento de
servicios públicos, movilidad y transporte, vivienda, ambiente y gestión de
riesgos”. (Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de San Miguel de
Ibarra, s.f.),

Otro problema de orden territorial, son los asentamientos humanos irregulares


que surgen por la creación de mercados de suelos urbanos donde se realizan
actividades irregulares que no satisfacen la demanda de vivienda social. De
igual manera, estos asentamientos nacen por el crecimiento acelerado y
desordenado de las ciudades en zonas de sensibilidad medioambiental como
áreas protegidas, terrenos públicos o zonas de riesgo afectadas por la
construcción ilegal de viviendas, deteriorando progresivamente el medio
ambiente

“Los asentamientos humanos informales se deben a que la políticas de


exclusión que se ocultan bajo normas urbanísticas, reglamentos y créditos;
puesto que familias de escasos recursos quedan excluidas de los lotes de
terrenos que se comercializan en el mercado inmobiliario y optan por
buscar terrenos, hacinarse en las afueras de las ciudades en sitios
periféricos, lugares a los cuales ni los medios de transporte público urbano
tienen acceso” (Mullahy & Smolka, 2010, pág. 77)

“Los establecimientos informales (coloquialmente referidos como


“invasiones”) por lo general son establecimientos que abarcan a
comunidades o individuos albergados en viviendas auto-construidas bajo
deficientes condiciones de vida. Toman forma de establecimientos
espontáneos sin reconocimiento ni derechos legales, expandiendo los
bordes de las ciudades en terrenos marginados que están dentro de los
límites de las zonas urbanas.” (Fernández, 2009, pág. 6)
15

“Lamentablemente la ocupación de suelo no es el único tipo de


irregularidad que se encuentra en las ciudades. Existen también
irregularidades en las construcciones que no respetan los Códigos de
Edificaciones ni Planes Directores, muchas de las cuales se presumen
“regulares” simplemente por haber sido erguidas en parcelas registradas
en el Catastro Territorial y en el Registro de Inmuebles. A estas
irregularidades se pueden sumar aún las provenientes de los lotes
realizados en áreas inundables, de deslizamiento y tantas otras que
constan como regulares por haber sido aprobados, pero que no fueron
debidamente fiscalizadas. Es decir, aun en los registros oficiales es posible
encontrar ilegalidades y/o irregularidades, muchas de las cuales pasan
desapercibidas o son desconsideradas.” (Erba, 2007, pág. 345)

En Ecuador, el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y


Descentralización, COOTAD, no brinda una definición exacta de asentamiento
humano consolidado, son los gobiernos locales quienes tienen la tarea de definir
este concepto a través de ordenanzas que muestren la realidad en la que viven
los habitantes de los distintos cantones ecuatorianos. Según el Art. 60 de la Ley
Reformatoria del COOTAD, en su segundo inciso determina:

“…cada gobierno autónomo descentralizado municipal o metropolitano


establecerá mediante ordenanza los criterios para considerar un
asentamiento humano como consolidado o cualquier otra definición que
requiera a fin de viabilizar la legalización de los asentamientos humanos de
interés social en sus circunscripciones territoriales, en atención a sus
propias realidades…” (Ley Reformatoria del COOTAD, Art. 60)

“Los principales mecanismos que respaldan a esta estrategia de


regularización acelerada están contenidos en el Código Orgánico de
Organización Territorial Autonomía y Descentralización (COOTAD). Esta
herramienta jurídica y política que busca un nuevo ordenamiento territorial
en todo el país, dota a los gobiernos locales algunas facultades especiales
16

para que puedan llevar adelante el control y planificación del territorio.”


(Moscoso, 2014)

Según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, Santo Domingo, Portoviejo,


Montecristi, Quito, Santa Elena, La Libertad, Milagro, Guayaquil, Durán y
Machala son las diez ciudades con el 44% de los hogares en asentamientos
humanos irregulares.

Figura 2. Asentamientos de Hecho


Tomado de (Guevara, 2014)

En la ciudad de Quito, capital ecuatoriana desde hace más de cuatro décadas


existe un importante crecimiento demográfico, debido a la migración en
condiciones precarias de la provincia a la ciudad capital, pero el problema no
solo son las invasiones, sino las lotizaciones irregulares que los habitantes
compran para su vivienda, algunos con títulos de propiedad y otros no; razón por
la cual se ha iniciado un proceso de regularización intensivo para solucionar los
problemas actuales y futuros.
17

El Municipio de Quito tiene algunas herramientas jurídicas que permite


establecer un control y sanción para los lotizadores irregulares como se
establece en el Capítulo IV de la ordenanza 255, párrafo 2do. De Infracciones y
sanciones aplicables para la Habilitación Ilegal del Suelo.

“Quito registra un crecimiento urbano y demográfico más intensivo hacia el


nororiente (Administración Zonal Calderón) y hacia el sur (Administración
Zonal Quitumbe). A pesar de la existencia de proyectos de vivienda popular
del municipio y del gobierno provincial en estos dos sectores de la ciudad,
el crecimiento a través del sistema de lotización irregular ha tenido un
despunte en los últimos 20 años.” (Moscoso, 2014)

A partir del año 2011, la administración municipal se puso como meta la


legalización de más de 650 barrios registrados como irregulares, para tal efecto
se crea la Unidad Regula Tu Barrio, unidad que ha regularizado cerca de 200
barrios hasta el 2013, y desde mayo de 2014 que el Dr. Mauricio Rodas asumió
la alcaldía hasta agosto del mismo año se han regularizado cinco barrios:
Santiago Alto, Edén 3 de San Juan de Calderón, Santa Isabel etapa 2, Colinas
de Guamaní y Juan Pablo según datos de la Comisión de Ordenamiento
Territorial del Municipio.

En abril de 2015, el Municipio de Quito expide la Ordenanza No. 0055 que


establece el procedimiento para expropiación especial, regularización y
adjudicación de predios de los asentamientos humanos de hecho de interés
social en suelo urbano y de expansión urbana, cumpliendo de esta manera el
Art. 596 reformado del COOTAD que trata de desarrollar un proceso de
expropiación especial a favor de terceros; esto es, a favor de los posesionarios
que han pagado por el valor del suelo en el que habitan.

Si bien es cierto que, Quito cuenta con herramientas para combatir el problema
de los asentamientos humanos irregulares, hay factores que permiten determinar
que la solución no solo está en expedir ordenanzas sobre procesos de
18

regulación; ya que a pesar de legalizarlos, con el pasar de los años aún siguen
existiendo este tipo de asentamientos. Esta realidad constituye un indicador
importante para determinar que el problema va mucho más allá de legalizar un
lote de terreno.

En todo caso, el fomentar la creación de nuevas herramientas que permitan un


desarrollo integral del territorio es fundamental, puesto que en la práctica los
programas de regulación que consten en las distintas ordenanzas deberán lograr
la unificación urbana, social y cultural de las áreas reguladas, de no ser el caso,
las zonas se deterioran por falta de control oficial y ocasionarán que aquellos
barrios legalizados sean afectados nuevamente por prácticas informales de usos
de suelo.

“Concluidos los programas de mejoramiento y legalización, las autoridades


suelen retirarse de los asentamientos, aun cuando podrían realizar una
diversidad de funciones que van desde el monitoreo y evaluación del
mantenimiento de la infraestructura provista (por ejemplo, de los sistemas
de agua potable y drenaje), hasta el desarrollo de lineamientos y reglas
para la incorporación de población nueva.” (Fernandes & Smolka, 2004,
pág. 08)

Es trascendental que las ordenanzas municipales que tratan el tema de


ordenamiento territorial, uso y ocupación de suelo, integren contenidos mínimos
sobre herramientas de derecho urbanístico para poder ser ejecutadas de manera
adecuada, uniforme y coordinada e impulsar una verdadera planificación y
ordenamiento territorial. Además, es importante fortalecer los controles
existentes, en especial el control político de los concejos municipales para que
de este modo el ordenamiento territorial local (municipal) se articule al nacional
y se adapte a la realidad de cada territorio (crecimiento de las ciudades, el ritmo
y forma de hacerlo y el espacio por donde lo hacen).

“Un número más o menos importante de municipalidades ecuatorianas


terminó priorizando la atención de aquella responsabilidad que se mostró
19

apremiante y con el transcurrir del tiempo como “más municipal”, no


siempre por el interés en si mismo de ordenar los asentamientos urbanos
del cantón en forma integral y con visión a largo plazo, sino sobre todo
porque los planes abarcaron determinaciones que permitían a las
municipalidades cumplir con otras funciones más visibles a la ciudadanía y
a los órganos de control, tales como el cobro de tributos adoptando para el
efecto los limites urbanos previstos en dichos instrumentos, la formulación
y ejecución de planes operativos anuales incluyendo algunos de los
proyectos de equipamientos públicos y trazados viales establecidos en
ellos; y, el control urbano, en función de las normativas sobre el uso y
ocupación del suelo, más para incidir en los problemas que se fueron
generando, que para prevenirlos.” (Pauta, 2014, pág. 63)

En el Ecuador existen a nivel municipal ordenanzas que han reglado el


ordenamiento territorial y específicamente la gestión, control del uso de suelo.
En la actualidad, la competencia de uso de suelo es exclusiva de los GAD’s,
municipales por lo que es fundamental definir si las ordenanzas municipales son
suficientes para regular esta, o si es necesario la expedición de una ley que
contenga herramientas de derecho urbanístico que regule a nivel nacional.

Las ordenanzas son fundamentales para poder ejercer la competencia de


gestión y uso de suelo de manera eficiente y eficaz siempre y cuando dichas
normas no solo consten en un papel sino se puedan llevarse a la práctica, ya
que los problemas urbanos que se han desarrollado a través del tiempo
determinan la necesidad de una legislación (derecho urbano) enfocada
especialmente en ordenar la expansión de las ciudades.

“El Derecho Urbano o urbanístico precisa en brindar herramientas de


planificación y gestión de suelo a los municipios para regular el crecimiento
de las ciudades y distribuir equitativamente los recursos que en ellas se
generan, e impedir prácticas especulativas que sobre el suelo se
producen.” (Mejía, 2015)
20

En definitiva, el Ecuador constitucionalmente ha generado cambios en materia


de ordenamiento territorial, gestión y control de uso de suelo; por lo cual, es de
suma importancia realizar un análisis constitucional (1998-2008) de por qué y
para qué se produjeron estos cambios y definir qué es lo que queda por hacer
dentro de este tema. Es importante identificar si la problemática territorial que
existente en la actualidad se solucionaría con un mejor y adecuado ejercicio de
la norma existente; o si, la solución se encuentra en una ley técnica de ámbito
nacional que permita regular el ejercicio de las competencias de ordenamiento
territorial y uso de suelo, tanto a nivel local como nacional.

1.1 Constitución Política de la República del Ecuador de 1998

La Constitución Política de República del Ecuador de 1998 a partir del Título XI


trataba sobre la organización del territorio y descentralización, título que se
dividía en varios capítulos como son el de régimen administrativo y seccional,
régimen seccional dependiente, de los gobiernos seccionales autónomos y de
los regímenes especiales.

Esta Constitución trataba el proceso de descentralización, promoviendo un


desarrollo armónico que buscaba fortalecer a las entidades seccionales y les
permitía transferir competencias a los gobiernos seccionales autónomos. Sin
embargo no se determina la definición de competencia; por este motivo las leyes
o normas secundarias tenían como objeto establecer la técnica, el proceso y
manejo de las competencias a transferir.

“El andamiaje legal y normativo del modelo establecido en la Constitución


de 1998 no contaba con una descripción del concepto de competencia. Las
leyes secundarias que tenían por objeto la implementación de la
descentralización sólo llegaron a describir un trámite para solicitar
competencias, sin que den luces sobre cómo debía manejarse
técnicamente el proceso y lograr identificar los recursos necesarios a ser
transferidos.“ (Ruiz C. , 2013, pág. 100).
21

Por otro lado, la Constitución 1998 establecía que mediante ley se daría
tratamiento a detalle el tema de ordenamiento territorial. La Ley Orgánica de
Régimen Municipal (LORM) que alcanza el carácter de orgánica como
consecuencia de la aplicación de esta constitución, reguló los lineamientos
básicos para que los gobiernos locales, mediante ordenanzas, determinen y
regulen los planes ordenadores de desarrollo físico a nivel cantonal, que
contenían análisis de ocupación y utilización del suelo.

Aparte de mencionar temas sobre ocupación del suelo, dichos planes trataban
otros aspectos fundamentales para la planificación territorial como repartición de
la población, densidad poblacional y de habitación, estudio de reestructuraciones
parcelarias, reservaciones territoriales, espacios abiertos, libres y arborizados.
Los planes de desarrollo urbano estaban conformados también de partes
concretas como ocupación del suelo y repartición de la población, además de
ser planes de obligatorio cumplimiento para los municipios, respondían a la
normativa del Sistema Nacional de Planificación.

Según lo establecido en la Constitución de 1998 a través de ley (LORM) se


establecía el accionar del Concejo Municipal, el cual estaba dirigido a ejercer la
facultad legislativa cantonal a través de ordenanzas; dictar acuerdos o
resoluciones, de conformidad con sus competencias; por tal motivo, el uso de
suelo en el territorio y el régimen urbanístico se regulaba mediante ordenanzas
emitidas acordes a esta Ley.

“En esta línea de análisis resulta nuevamente lamentable constatar que


aunque las municipalidades desde de la década del sesenta del siglo
pasado contaron en la Ley de Orgánica de Régimen Municipal con normas
que pese a sus limitaciones técnicas y en alguna medida a su anacronismo
–dada su visión extremadamente funcionalista-, pudieron servir de base
para sustentar la formulación y gestión, si no rigurosa de planes de
ordenación territorial integral a nivel cantonal, al menos con una fuerte
visión de la dimensión físico espacial del territorio, como “planeamiento
22

físico”-concretamente de los llamados “Planes Reguladores de Desarrollo


Físico Cantonal”-, esto casi no ocurrió y la experiencia más significativa,
aludida en detalle más adelante, se reduce a una coyuntura en la que se
impulsó la “planificación del desarrollo urbano-rural”, y en consecuencia
fueron excepcionales y transitorios los casos en los que las municipalidades
ecuatorianas se preocuparon por planificar su territorios cantonales.”
(Pauta, 2014, pág. 60)

La Constitución de 1998, también reconocía a través de ley (LORM) el control de


la gestión municipal, específicamente del desarrollo urbano sostenible; ya que el
municipio era considerado como la sociedad política autónoma subordinada a la
Constitución Política del Ecuador, y cuya finalidad era satisfacer las necesidades
de los ciudadanos a nivel urbano como rural.

La LORM tenía aspectos técnicos, administrativos y financieros que permitieron


regular de mejor manera a los municipios. “Derecho municipal es una rama del
Derecho Público y Administrativo, y se refiere al conjunto de normas jurídicas,
técnico administrativas y financieras que regulen las municipalidades y el
desenvolvimiento del municipio.” (Mejía, 2015)

De igual modo, la LORM señalaba los parámetros para la administración del


gobierno cantonal, determinó los principales lineamientos generales para el
ordenamiento territorial, estableciendo la obligación de formular planes de
desarrollo y reguladores de desarrollo urbano por parte de las municipalidades,
conforme lo disponían sus artículos 196 - 212.

“…las normas nacionales existentes hasta antes de 2008 habían generado


en los gobiernos locales, maneras diferentes de tratamiento del suelo y
edificaciones produciendo fenómenos urbanos dispares, modalidades
diferentes de sanción de infracciones urbanísticas, lo que terminaba por
concebir en el país una heterogeneidad en la aplicación de una misma ley.”
(Mejía, 2011, pág. 2).
23

La Constitución que entra en vigencia en 1998, hablaba muy poco sobre


planificación territorial, concentraba este concepto al aspecto económico y social
en el título XII “Del Sistema Económico y el Capítulo II “De La Planificación
Económica y Social”. Sin embargo, en materia de ordenamiento territorial y uso
de suelo, era específicamente la Ley Orgánica de Régimen Municipal la que
otorgaba al Concejo Municipal la potestad de reglar estos temas mediante la
expedición de ordenanzas municipales, las cuales constituían una herramienta
importante para ejercer la planificación, ordenamiento territorial y uso de suelo
de los cantones.

1.2 Constitución de la República del Ecuador, 2008

Con la creación de la Constitución 2008 y la expedición del Código Orgánico de


Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) y el Código
Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, se deroga la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, generándose cambios en la planificación, ordenamiento
territorial y en las normas urbanísticas específicas que regulen la gestión del
suelo con el objetivo de obtener territorios equitativos, mecanismos de
recuperación de rentas del suelo generadas principalmente por los propios
GAD´s municipales, y de herramientas concretas de gestión del suelo.

“Si bien tanto el COOTAD como el Código de Planificación y Finanzas


Públicas establecen entradas interesantes para un ordenamiento territorial,
estas normas siguen teniendo un asidero del derecho administrativo que
constituyen insumos escasos e insuficientes para lograr los objetivos y
metas que se propone cada nivel de gobierno.” (Mejía, 2012, pág. 03)

La Constitución de la República del Ecuador en sus artículos 31, 282 y 321 hace
referencia a la función social y ambiental de la propiedad, en el mismo artículo
31 al derecho a la ciudad y en los artículos 30, 375 y 376 al hábitat; derechos
constitucionales especializados que marcan un inicio, pues modifican el sistema
jurídico tradicional y permiten que surja el derecho urbanístico como aquel
24

derecho que regule las conductas humanas que incurran en el funcionamiento


de las ciudades y en la adecuada organización del territorio; de este modo se
pretende mejor la calidad de vida de los habitantes. “La aparición de derechos
especializados que ha puesto entre dicho a la sistemática jurídica tradicional, da
licencia para hablar de un derecho urbanístico” (Ruiz J. , 1981, pág. 16)

“…el derecho urbanístico es el conjunto de normas jurídicas, cuyo objeto


es regular las conductas de los seres humanos que inciden con el
funcionamiento de las ciudades, para la adecuada organización de su
territorio y la correcta operación de los servicios públicos, con la finalidad
de otorgar a sus moradores el hábitat requerido por la dignidad humana.”
(Martínez J. P., 2004, pág. 35)

“De manera sucinta se puede decir que el “derecho urbano” desarrolla el


planeamiento, clasificación y calificación del suelo, los planes generales de
ordenación urbana o instrumentos equivalentes, régimen jurídico, del suelo
y del subsuelo, aprovechamientos urbanísticos, parcelaciones, obras de
urbanización sistemas de compensación, expropiaciones, espacios libres,
intervención del mercado del suelo, licencias urbanísticas, catastro,
infraestructura, entre otros, todos ligados con el entorno urbano, de las
ciudades.” (Suing, 2010, pág. 204)

En el Ecuador existe un antes y un después de la vigencia de la actual


Constitución; por tal motivo se puede afirmar que el país ha dado un gran paso
para la adopción de la institucionalización del ordenamiento territorial. La
planificación y la organización del territorio permite estudiar el uso, ocupación y
transformación del territorio (suelo) a través del tiempo, para que de este modo
se opte por el desarrollo (organización y planificación) ordenado de las cantones,
provincias, regiones y del país en general.

“En la actualidad el Ecuador está atravesando por momentos de cambios


en las políticas públicas y reorganización de la estructura del Estado; la
adopción de nuevos preceptos constitucionales, la protección de derechos
25

antes no legislados y la reforma legal constituyen sin duda una clara


manifestación de la ruptura de un modelo de acumulación neoliberal que
establecía inequidades y desequilibrios en el país. Estos cambios se
visibilizan principalmente con los enunciados que establece la Constitución
de la República del Ecuador aprobada en el 2008, en el cual el “Buen Vivir”
es sin duda el nuevo paradigma del país.” (Mejía, 2012, pág. 03)

“El Ordenamiento Territorial es el proceso mediante el cual se orienta la


ocupación y utilización del territorio y se dispone cómo mejorar la ubicación
en el espacio de los asentamientos (población y vivienda), la infraestructura
física (las vías, servicios públicos, las construcciones) y las actividades
socioeconómicas”. (Instituto Geográfico Agustin Codazzi, s.f.)

“Los planes de ordenamiento territorial se aplican a todos los niveles de los


GAD’s: regionales, provinciales, municipales y parroquiales, mediante un
conjunto de instrumentos legales que la legislación prevé para cada nivel
de GAD’s. Estos se desarrollan en cascada, de arriba hacia abajo, en el
que los niveles de gobiernos inferiores adoptan como referencia y
directrices los planes del gobierno superior” (Pinos, 2012, pág. 278).

La Nueva Constitución reconoce que la planificación será participativa,


descentralizada, desconcentrada y transparente. En el caso de planificación
participativa, en el Artículo 279 se habla de la construcción de un ambicioso
“sistema nacional descentralizado de planificación participativa para el
desarrollo”, sistema que está conformado por un consejo nacional de
planificación que integra a todos los niveles de gobiernos autónomos
descentralizados.

“Por todo ello, la unión de esfuerzos constituye el factor gravitacional de la


planificación participativa contemporánea y en este sentido el ciudadano
debe ser incorporado tanto en el diagnóstico inicial, así como en la
programación de la estratégica, determinación de proyectos y la evaluación
continua de avances y resultados: la comunidad generadora de su propio
26

desarrollo, impulsada y guiada por el apoyo técnico y decisión política de


las autoridades gubernamentales.” (Paladines, 2014, pág. 99)

“La planificación y el ordenamiento territorial participativos solo se puede


dar con el empoderamiento de la sociedad civil en todos los niveles,
decisión, ejecución y monitoreo. Sin embargo la institucionalización de
sistemas de participación ciudadana o de planificación no garantizan, per
se, la calidad de los procesos de planificación pues se requiere la formación
de capacidades locales así como mecanismos de articulación.” (Astudillo,
2012, pág. 125)

La planificación tiene como objetivo propiciar la equidad social y territorial, frenar


las enormes desigualdades sociales y los grandes desequilibrios territoriales que
hoy vive el Ecuador. Cabe recalcar, que para los gobiernos municipales es de
suma importancia la planificación participativa, ya que es necesario conocer los
requerimientos ciudadanos e incorporar cada uno de ellos en la construcción
conjunta de un objetivo común.

Para algunos gobiernos autónomos descentralizados municipales poner en


práctica la planificación participativa ha sido de gran ayuda como es el caso del
Municipio de Cotacachi, el cual institucionalizó en su administración la asamblea
cantonal, desarrollando de esta manera sus capacidades locales y mecanismos
de articulación.

“La planificación participativa se constituye en la clave para que los ciudadanos


organizados puedan articular los esfuerzos públicos y privados para la atención
de los grandes desafíos descritos de las ciudades y aquellos propios y
particulares que cada urbe enfrenta.” (Paladines, 2014, pág. 81)

“Al igual que la planificación estratégica, esta es una característica que


marca diferencias entre los procesos de planificación centralizada y la
planificación en los territorios, en procura de asegurar, en el espacio que
se desarrolla, la legitimación de las intervenciones de la institucionalidad
27

pública, mediante la movilización y participación de la ciudadanía, a través


de asambleas parroquiales, cantonales o provinciales u otros espacios
similares, que por si adquieren su propia dinamia y son propios para el uso
de nuevas herramientas como el presupuesto participativo o el control
social, que en definitiva forman parte de los procesos de planificación”
(Ávila, 2009, pág. 387)

La planificación territorial, ya sea regional, provincial, municipal o parroquial, son


competencias que deben ejercerse coordinadamente entre los citados niveles de
gobierno; es ahí donde surgen las críticas a las innovaciones de la Constitución
de 2008 en materia de organización territorial, ya que al crear estos niveles de
gobierno, como es el caso de los gobiernos regionales, se genera una mayor
complejidad en la organización territorial. Las diferentes realidades locales
demandan la necesidad de buscar equilibrios territoriales y superar problemas
técnicos de articulación entre ciudades, provincias, regiones y el ámbito nacional.

“…la introducción de las regiones en el texto constitucional se topa con dos


problemas. Uno, que precisamente la idea de generar una estructura
regional se basa en romper con la división del Estado en tres zonas
verticales. El otro, que la región requiere de dos o más provincias para
constituirse…” (Pastor, 2009, pág. 110)

“Una crítica a la nueva Constitución ha sido la que los gobiernos regionales


vienen a complicar la ya compleja organización territorial establecida en la
Constitución de 1998, que en la Carta de Montecristí se mantiene en sus
términos básicos.” (Grijalva, 2012, pág. 35)

Igualmente, la planificación territorial en el Ecuador no surge como una sola


realidad, como un todo, pues no existe una adecuada coordinación y articulación
entre el plan nacional, los planes de desarrollo y ordenamiento territorial
presentados por los distintos municipios y al ser estos instrumentos básicos para
el proceso de ordenamiento territorial, obligatoriamente deben cumplir con un
28

conjunto de objetivos, directrices, políticas, estrategias, metas, programas,


actuaciones y normas adoptadas para orientar el desarrollo físico del territorio y
la utilización del suelo del país y de cada ciudad en específico. La Constitución
de 2008 abre nuevos caminos para avanzar en el tema, a pesar que existen
falencias en cuanto a técnica legislativa dentro de la materia.

“Esta nueva Constitución reconoce y reposiciona a la planificación como un


instrumento técnico y político, y de carácter mandatorio, determinando su
rol como estratégico para orientar el presupuesto, la inversión pública y el
endeudamiento externo, considerando la coordinación entre los niveles de
los gobiernos autónomos descentralizados y con carácter participativo.”
(Pinos, 2012, pág. 278)

“En Ecuador se han producido durante la última década interesantes


experiencias de gobiernos locales, especialmente en ciudades pequeñas y
medianas. Estas experiencias de gobiernos locales en cuanto a
planificación, participación y desarrollo no se han articulado a procesos de
planificación nacionales. La Constitución 2008 pese a diversas deficiencias
en cuanta técnica legislativa en esta materia, abre oportunidades para
avanzar en este sentido.” (Grijalva, 2012, pág. 34)

La nueva Constitución a partir del Título V, Capítulo I nos habla sobre los
principios generales de la organización del territorio, detallados entre los artículos
238 al 241, en los cuales se menciona que los gobiernos autónomos
descentralizados tendrán autonomía política, administrativa y financiera, y
estarán bajo la tutela de principios como el de solidaridad, subsidiariedad,
equidad interterritorial, integración y participación ciudadana, cuyo ejercicio no
afectará la unidad territorial del país.

Los gobiernos seccionales autónomos definidos en la Constitución Política del


Ecuador de 1998, pasan a denominarse en la actual Constitución como
Gobiernos Autónomos Descentralizados; esto no solo se debe a un mero cambio
de denominación, sino que se trata de profundos cambios, que se pueden
29

evidenciar por ejemplo en la incorporación del uso y ocupación del suelo, al


ámbito Constitucional dentro de las competencias exclusivas de los gobiernos
autónomos descentralizados municipales.

“La nueva Constitución por un lado fortalece al Estado central pero por otro,
robustece también a gobiernos locales y cantonales como son las juntas
parroquiales, y los municipios, abriendo además la posibilidad de- para el
caso ecuatoriano- un nuevo nivel territorial basado en gobiernos regionales
integrados por la asociación de provincias colindantes (Art. 244).” (Grijalva,
2012, pág. 35)

“Cada uno de los Gobiernos Autónomos Descentralizados elegirá sus


autoridades en forma directa y tendrán competencias exclusivas que justifiquen
su creación y competencias concurrentes para facilitar la coordinación y
complementación entre distintos niveles de gobierno.” (Cordero, 2012, pág. 60)

“…un gobierno autónomo descentralizado debe tener al menos las


siguientes características: territorio definido, competencias exclusivas,
recursos asignados en el presupuesto del Estado que pueden ser
transferidos de manera predecible, directa, oportuna y automática, recursos
propios provenientes de los ingresos inherentes a sus competencias
autónomas; gobierno elegido en forma democrática para garantizar su
legitimidad.” (Cordero, 2012, pág. 47)

A través de las competencias de los gobiernos autónomos descentralizados se


definen políticas y mecanismos que tienen como objetivo principal mejorar la
planificación territorial. Todos estos gobiernos gozan de la potestad de ejecutar
normas dentro de su jurisdicción que puedan garantizar el ordenamiento
territorial a través de la planificación del territorio.

“Si se aborda la ordenación territorial en el marco constitucional antes


expuesto y en el que se sugirió debe desenvolverse la planificación, vale
30

destacar que la Constitución que entró en vigencia en el año 2008 la


consagra por primera vez en la historia ecuatoriana a nivel de la ley
fundamental del Estado y lo hace al fijar los principios generales de la
“Organización Territorial del Estado” en el Título V y del “Régimen de
Desarrollo” en el Título VI. Ciertamente el Constituyente usa la expresión
“ordenamiento territorial”, sin que esto altera para nada su significado, pues
“ordenación” y “ordenamiento” son sinónimos en su aceptación de “acción
y efecto de ordenar”; en tanto que, desde el lado del derecho, sus
definiciones se complementan y son plenamente aplicables al territorio, la
primera a modo de “disposición o prevención”, y la segunda a manera de
“ley, pragmática u ordenanza o breve código de leyes promulgadas al
mismo tiempo o colección de disposiciones referentes a determinada
materia”. (Pauta, 2014, pág. 67)

“Que la obligatoriedad de la ordenación territorial para los gobiernos


autónomos descentralizados, al igual que la planificación en general,
ratifica la concepción de que la primera es una función o tarea del poder
público para la realización de los propósitos del orden constitucional
material, ya señalados; pero nótese, con beneficio de inventario para
consideraciones posteriores que se formulan en este trabajo, que la norma
no alude al Estado central, y tanto por el alcance de ésta y de otras
estudiadas más adelante justamente, que asalta al menos la duda, si no la
certeza, de que el Constituyente no consideró pertinente o dicho de otra
manera le excluyó de cualquier competencia en relación a esta materia al
Estado Central.” (Pauta, 2014, pág. 67)

La Constitución de la República del 2008 como norma suprema que rige


actualmente el Ecuador, establece que los gobiernos autónomos
descentralizados municipales, al tener la competencia de uso y control del suelo,
coordinaran la elaboración y ejecución del Plan Nacional de Desarrollo y los
planes de los distintos niveles territoriales; por tal razón, se prevé que exista una
planificación participativa.
31

“El actual ordenamiento jurídico ecuatoriano establece disposiciones que


ya constituyen una base sólida para generar profundos progresos en la
implementación de la planificación participativa para el desarrollo cantonal
y la articulación de los distintos actores locales en la construcción de un
objetivo común de ciudad.” (Paladines, 2014, pág. 99)

“En tal sentido, se puede decir que el territorio es un recurso fundamental


en el proceso de construcción de un “modelo de desarrollo”, una
construcción social resultado de los procesos y las actividades de los
diversos actores. Con esta lógica la organización territorial que propenda
un Estado y la administración de los diferentes niveles de gobierno y sus
políticas -que en su mayoría inciden directamente en el territorio-, se
constituyen en los catalizadores del desarrollo, en tanto serán los
responsables de incidir negativamente o potenciar los procesos políticos y
sociales, económicos, donde los ciudadanos serán partícipes de la
construcción del desarrollo.” (Chuquiguanga, 2014, pág. 17)

En Art. 264 de la Constitución, se establece que los gobiernos municipales tienen


competencias exclusivas sobre la materia, es decir pueden formular planes de
ordenamiento territorial de manera articulada con la planificación de los distintos
niveles de gobierno y ejercer el control del uso y la ocupación del suelo urbano
y rural del cantón. Dichas competencias deberán ser ejecutadas dentro del
territorio asignado, y se ejercerán a través de ordenanzas municipales.

La regulación del uso y ocupación de suelo en la actualidad, pretende mejorar la


calidad de vida, reducción de inequidades a través del aprovechamiento óptimo
de los recursos naturales, que promuevan un correcto desarrollo de los cantones,
mediante la articulación y canales de participación que puedan concretar los
procesos de planificación y ordenamiento territorial.

Dentro de los avances constitucionales que se han producido a partir del año
2008, especialmente en materia de planificación y ordenamiento territorial, se
32

observa que aún hay trabajo por realizar, pues es preciso complementar la
estructura legal ecuatoriana con innovadoras normas que ejecuten las
decisiones que se toman sobre el territorio, ya que aún con la existencia de
ordenanzas que plasman lineamientos técnico administrativos y jurídicos, se
necesita de ordenanzas que reflejen la coherencia entre el derecho y el
urbanismo, por tal motivo se plantea la necesidad de una norma técnica para
garantizar el desarrollo territorial, mediante el establecimiento de requisitos
mínimos, para los procesos de habitación del suelo, de normas mínimas
arquitectónicas y para la construcción y en especial normas que incorporen
herramientas de gestión de suelo.

“La falta de coherencia entre el Urbanismo y el Derecho se ha manifestado


en reacciones sociales a las cuales ninguna de estas dos disciplinas ha
logrado dar respuestas inmediatas de solución tal es el caso de la gran
cantidad de informalidad en el mercado de suelo; fraccionamientos sin
permisos municipales, invasiones violentas a suelos privados o estatales,
delitos de estafa por procesos ilegales de habilitación del suelo, son entre
otras situaciones que a diario soportan los habitantes de los asentamientos
humanos informales que no encuentran respuestas por parte del Estado
para reivindicar sus derechos lesionados.” (Mejía, 2011, pág. 2)

“La gestión del suelo es la acción y efecto de administrar el suelo, con base
en un plan de ordenamiento territorial, con el fin de que permita un acceso
y aprovechamiento equitativo de sus potencialidades mediante las
herramientas, normas y procedimientos previstos en la ley.” (Mejía, 2015)

En la actualidad, tanto el ordenamiento territorial como el uso de suelo, son


competencias de los municipios reconocidas en la Constitución del 2008,
reguladas mediante ley orgánica (COOTAD) y a su vez por ordenanzas. Por otro
lado, la Constitución de 1998 no hacía referencia a estos dos temas, sino que a
través de ley (LORM) se otorgaba a los municipios la potestad de regular estos
temas por ordenanzas. Por tal razón, el segundo capítulo se concentrará en
33

analizar legalmente las competencias de los GAD’s municipales sobre


planificación territorial, gestión y control del uso de suelo, que permita definir con
mayor claridad la necesidad o no de una nueva ley orgánica con contenidos de
derecho urbanístico que funcione eficaz y eficientemente tanto a nivel nacional
como local.
34

2 ANÁLISIS LEGAL DE LAS COMPETENCIAS DE PLANIFICACIÓN


TERRITORIAL, GESTIÓN Y CONTROL DE USO DE SUELO

El presente capítulo se concentra en examinar las competencias de planificación


territorial, gestión, control y uso de suelo de los gobiernos autónomos
descentralizados (GAD’s) municipales. El capítulo inicia con un análisis histórico
orientado a verificar el medio normativo con el que se ha regulado el uso de suelo
en el Ecuador. Posteriormente, mediante un estudio comparativo, se
examinarán ordenanzas cantonales vigentes para identificar las principales
figuras jurídicas que norman el ordenamiento territorial cantonal actual.
Finalmente, se revisará la normativa internacional para observar resultados en
la gestión del suelo en aplicación de legislación de orden nacional. El capítulo
con tres enfoques: histórico, normativo nacional e internacional tiene como
objetivo principal, descifrar si la planificación territorial debe regirse mediante ley
u ordenanzas.

Actualmente, la legislación ecuatoriana define el ordenamiento territorial


mediante el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y
Descentralización (COOTAD) y el Código Orgánico de Planificación y Finanzas
Públicas (COPFP). De igualmente, la Secretaría Nacional de Planificación y
Desarrollo SENPLADES en 2011, publicó la Guía de contenidos y procesos para
la formulación de Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) de
provincias, cantones y parroquias, que contiene lineamientos para la elaboración
de los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de los Gobiernos
Autónomos Descentralizados (GAD´s)

“El COOTAD se expide en el año 2010, con dos años de posterioridad a la


promulgación de la Constitución de la República. En concordancia con la
Constitución, además de determinar las competencias de los GADs
Municipales, tiene como objetivo impulsar la planificación participativa para
el desarrollo, tal como lo establecen los literales b) y f) de su artículo
segundo y los literales g) y h) de su artículo tercero.” (Paladines, 2014, pág.
104)
35

El Art. 3 del COOTAD nos dice que:

“Los gobiernos autónomos descentralizados tienen la obligación


compartida de articular sus planes de desarrollo territorial al Plan Nacional
de Desarrollo y gestionar sus competencias de manera complementaria
para hacer efectivos los derechos de la ciudadanía y el régimen del buen
vivir y contribuir así al mejoramiento de los impactos de las políticas
públicas promovidas por el estado ecuatoriano.”

Los gobiernos autónomos descentralizados (regional, provincial, cantonal y


parroquial) tienen por ley la competencia elaborar sus respectivos Planes de
Ordenamiento Territorial (POT), pero es el gobierno municipal el que tiene la
competencia exclusiva sobre el uso y ocupación del suelo en el cantón (Art. 55
COOTAD).

De igual manera, la Constitución a través del COOTAD le otorga la facultad a los


GAD´s municipales de emitir ordenanzas sobre ordenamiento territorial y uso de
suelo, que en muchos casos recogen los lineamientos establecidos en los Planes
de ordenamiento territorial y planes de uso de suelo elaborados por los distintos
municipios. Por tal razón, se analizará el ejercicio de esta competencia en
ciudades pequeñas, medias y grandes; para así, determinar si las ordenanzas
que se han emitido en ciudades como: Sangolquí, Ibarra y Quito son eficaces y
eficientes y han permitido mejorar la planificación y solucionar la problemática
sobre ordenamiento territorial y uso de suelo o definir la necesidad de una ley
nacional, con normas de derecho urbanístico, que contengan cometidos
técnicos-mínimos para la elaboración de los distintos planes y que cuenten con
fuerza legal para su respectivo cumplimiento.

Quito es la capital ecuatoriana, su crecimiento se dio a lo largo de la ciudad, los


asentamientos humanos irregulares se han creado en las montañas que rodean
la ciudad, cuenta con ciertas industrias al sur y norte de la capital; posee una
planificación que data de 1940, que ha permitido a lo largo del tiempo la
36

elaboración de planes de ordenamiento territorial y uso de suelo, que son la base


para la emisión de ordenanzas de este tipo de temas. Por otro parte, Sangolquí
es considerada como ciudad satélite de Quito, pues mantiene vínculos
geográficos, históricos y poblacionales con la capital; asimismo, es una de las
urbes con mayor desarrollo en el país, su actividad principal es el comercio, lo
que ha provocado que la urbanización se expanda, dejando a la agricultura de
un lado; posee un plan de desarrollo y ordenamiento territorial pero no de uso de
suelo.

Ibarra es una ciudad intermedia, que igualmente regula el uso de suelo a través
de ordenanza, tiene la posibilidad de seguir expandiéndose sin necesidad de
utilizar suelo rural, posee plan de ordenamiento territorial pero no de uso de
suelo. Como se puede observar estas tres ciudades son diferentes, pero a su
vez guardan similitudes, pues vivencian los mismos problemas en materia de
ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo; es por esta razón, que al analizar
y comparar el ordenamiento jurídico local de dichas ciudades se pretende definir
si estos problemas se deben a la falta de control y gestión de los municipios, o
también a la falta de normas y de conocimiento sobre la planificación, pues
muchas veces las normas que existen no cumplen con los requisitos mínimos
para una adecuada planificación.

Además, es necesario establecer un estudio sobre la planificación territorial,


gestión y control de uso de suelo en diferentes países de Latinoamérica;
tomando como ejemplo la experiencia de Colombia, pues es un país que ya
cuenta con una Ley de Ordenamiento Territorial y otras leyes como la 338, que
le han permitido durante años obtener una mejorar planificación territorial,
brindándole herramientas de gestión y uso de suelo, que sin duda alguna marcan
una gran diferencia entre el desarrollo de la planificación territorial colombiana y
ecuatoriana.

En Colombia, el tener una ley sobre la materia ha sido de mucha ayuda para
potenciar ciudades ordenadas a nivel nacional como internacional; motivo por el
37

cual es de suma importancia establecer si en el marco legal ecuatoriano existe


la necesidad de integrar una ley de ordenamiento territorial que gestione el uso
de suelo y contenga principios básicos del derecho urbanístico, como una
medida para el mejoramiento de la planificación a nivel local como nacional, que
permita elaborar mejores normas locales (ordenanzas) que fortalezcan el control
y gestión de los municipios, sin que estos pierdan su autonomía y se logre la
articulación de los planes de ordenamiento territorial municipales con los
nacionales.

En este contexto, el presente estudio se elaborará con la finalidad de analizar


específicamente el marco legal e institucional de los Gobiernos Autónomos
Descentralizados fundamentalmente los municipales en relación a sus
competencias y atribuciones dentro e dicha materia; determinar si la expedición
de ordenanzas municipales es suficiente para seguir normando el tema o en
definitiva es necesaria una ley nacional que contenga disposiciones sobre
ordenamiento territorial y uso de suelo, que sirvan de base para la elaboración
de ordenanzas que reflejen soluciones a los problemas que han surgido durante
años por falta de control de las autoridades, por el crecimiento acelerado de las
ciudades, el desconocimiento de las distintas realidades de las ciudades
ecuatorianas, la falta de estudios de planificación o de norma. Actualmente, las
ordenanzas de uso de suelo que existen en algunas ciudades del Ecuador,
pueden ser legal y constitucionalmente válidas, pero en la práctica estas normas
pueden resultar ineficaces e ineficientes porque no cumplen con contenidos
mínimos (clasificación y calificación del suelo, régimen jurídico de suelo y
subsuelo, aprovechamientos urbanísticos, parcelaciones, obras de urbanización,
sistemas de compensación, intervención del mercado del suelo, licencias
urbanísticas, infraestructura, etc.) o simplemente sus disposiciones no permiten
una correcta planificación del territorio.
38

2.1 El Catastro Inmobiliario como Herramienta de Control Urbanístico

El Catastro es un registro público que contiene el nombre de los propietarios, la


cantidad, extensión, el valor de los bienes inmuebles urbanos y rurales de
manera organizada y sistemática.

“El término Catastro es empleado para designar una serie de registros que
muestran la extensión, el valor y la propiedad (u otro fundamento del uso o de la
ocupación) de la tierra.” (Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México,
s.f.).

“Los catastros representan una herramienta holística de planificación que


puede usarse a escala local, regional y nacional con la finalidad de abordar
problemas como el desarrollo económico, la expansión urbana, la
erradicación de la pobreza, las políticas de suelo y el desarrollo comunitario
sostenible.” (Erba, 2004, pág. 186)

“El catastro, por su carácter técnico, tiene la responsabilidad de definir en qué


forma se determinan las plusvalías establecimiento normas para que la
institución lo haga de oficio a los profesionales debidamente habilitados pueden
colaborar con el proceso” (Erba, 2007, pág. 392)

De igual manera, el catastro también es un inventario de propiedades


inmobiliarias, operación geodésica, agronómica y fiscal, que debe ser preciso y
actualizado. Garantiza la ordenación geográfica universal del espacio, que tiene
como objetivo el determinar la capacidad contributiva de cada inmueble.

En los años setenta los recursos locales perdieron importancia, pues a partir de
la exportación petrolera, el gobierno central asignó mayor presupuesto a los
gobiernos municipales, lo que generó dependencia económica y la reducción de
ingresos propios.
39

“Esta pérdida de importancia de los ingresos propios respecto al total del ingreso
municipal ha implicado desde luego también una disminución del peso del
Impuesto Predial Urbano en e ingreso municipal.” (Pallares, 1994, pág. 312)

“Se produce de esta manera una relación de intermediación del Gobierno Central
entro los Municipios y los contribuyentes, cosa que desde luego es concomitante
con el aumento de la dependencia del municipio respecto del Presupuesto
Nacional.” (Pallares, 1994, pág. 313).

A partir de la década de los noventa se produce la multiplicación de cantones


existentes en el país, por lo cual el Estado debía asignar mayores recursos
económicos a los gobiernos locales, factor que agravó más la situación del país,
pues los ingresos petroleros disminuyeron provocando una crisis fiscal; debido a
esta situación se buscó generar ingresos locales, mediante la utilización de la
información catastral actualizada y exacta de los registros de los bienes
inmuebles, con el fin de aumentar el número de predios para el pago del
impuesto predial y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

En 2005, se codifica por ultima vez la Ley Orgánica de Régimen Municipal


(LORM), la cual reconocía a la administración municipal como la encargada de
formular y mantener actualizado el sistema de catastro urbano y rural de los
predios ubicados en el cantón; de esta manera, se realizaba el cobro adecuado
de impuestos y se conseguía mayores ingresos propios. Además, la LORM
establecía que los municipios obligatoriamente debían valorar la propiedad
urbana y rural, y que el pago del impuesto se daba en base a las modificaciones
operadas en el catastro hasta el 31 de diciembre de cada año (naturaleza
tributaria).

“Muchas reformas de la Ley de Régimen Municipal y especialmente en la


normativa municipal en la última versión de la Ley Orgánica de Régimen
Municipal en materia de catastro fueron de naturaleza operativa, determinando
y reglamentando exenciones y recargos tributarios” (Neira, 2014, pág. 39)
40

“El catastro fue conceptualizado desde su inicio con fines tributarios y para su
conformación se requería de datos provenientes de levantamientos topográficos,
información cartográfica, etc.”. (Neira, 2014, pág. 41).

A pesar de las continuas reformas que se han realizado en leyes (Ley de


Régimen Municipal de 1966, LORM, COOTAD, etc.) que tratan y han tratado el
tema del catastro, es evidente la falta de conocimiento e información sobre los
beneficios que se pueden obtener del mismo. La legislación catastral rural y
urbana anterior y la actual son insuficientes y únicamente han estado orientadas
a solucionar problemas tributarios.

“En el ámbito rural el catastro ha sido responsabilidad de la Dirección


Nacional de Avalúos y Catastros-DINAC por varias décadas encontrándose
aún el país en una etapa de transición iniciada a fines del Siglo XX. El
repaso de competencias de responsabilidades relativas a la estructuración
y actualización de catastros a los gobiernos locales está causando entropía
por la falta de normas técnicas que orientan a los administradores. Los
municipios organizan sus registros territoriales dentro de sus posibilidades
técnicas y económicas, formalizando sus intenciones en Ordenanzas
Metropolitanas. La gran diversidad de realidades está causando una gran
dispersión de métodos y estructuras de datos a lo largo del país,
incrementando las diferencias.” (Erba, 2007, pág. 416)

El abogado y arquitecto José Neira1 asegura que el catastro no puede ser una
asunto delegado, sino que debe ser asumido dentro de la normativa municipal,
en donde se trate el control sobre la cartografía catastral, incluyendo la
georreferencial; además de, establecer normas para la valoración de los bienes
de uso privado, identificación administrativa de los bienes de usos privado y fijar
normas para la administración y actualización de los datos catastrales como
instrumento de planificación y ordenamiento territorial.

1 Abogado, Arquitecto y docente Universitario guayaquileño, en su obra “La ineficacia del


COOTAD y la ley derogada por aquella, en materia de regulación y control del mercado
inmobiliario, como instrumento del ordenamiento territorial y urbanístico, 2014., pág. 104.
41

“La mayoría de los sistemas catastrales de América Latina siguen


registrando tres tipos de datos según el modelo económico-físico-jurídico
tradicional: el valor económico, la ubicación y forma de la parcela y la
relación entre la propiedad y el propietario u ocupante. No obstante, existe
un mayor interés en utilizar sistemas de información multifinalitarios.” (Erba,
2004, pág. 189)

A partir del 2008, el marco jurídico del catastro se encuentra establecido en el


artículo 375, numeral 2 de la Constitución, que afirma que el gobierno deberá
mantener un catastro nacional georreferenciado, de hábitat y vivienda digna en
coordinación con los GAD´s municipales; además, con la expedición del Código
Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD)
en el año de 2010, los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales
tienen la obligación de administrar y actualizar permanentemente los catastros
inmobiliarios urbanos y rurales; asimismo, de actualizar bianualmente el valor de
las propiedades y unificarlos por ley (art. 139 COOTAD).

El concepto de catastro de acuerdo a la Constitución de 2008, establece un


catastro georreferenciado, multifinalitario que permite combinar las diferentes
bases de datos (ambiental, social, catastral, uso de nuevas tecnologías) y así
obtener una mejor planificación y ordenamiento territorial; esta nueva visión de
catastro comprende un inventario físico de predios que busca obtener gran
rentabilidad informativa.

El Decreto Ejecutivo No. 688 de 22 marzo de 2011, en su artículo primero


establece la creación del Sistema Nacional de Catastro Integrado
Georreferenciado de Hábitat y Vivienda, con el objetivo de registrar de forma
ordenada, sistemática una base de datos de catastros urbanos y rurales, que
permita el mejoramiento de políticas de desarrollo urbano.
42

Figura 3. Información Catastral


Tomado de (Guevara, 2014)

“La descripción catastral de los bienes inmuebles incluye sus características


físicas, jurídicas y económicas, entre las que se encuentran su localización,
referencia catastral, superficie, uso, cultivo, representación gráfica, valor
catastral y titular catastral. (Portal de la Dirección General del Catastro)

“El Catastro de Uso Actual es el catastro ortodoxo, aquél que se estructura


de acuerdo con el conocidísimo modelo geométrico-jurídico-económico.
Las bases de datos que lo componen normalmente registran las
características de uso de suelo en el momento en que se realizó el último
levantamiento catastral, razón por la cual no pueden ser consideradas
como estrictamente “actuales”.” (Erba, 2007, pág. 391)

Entre los objetivos fundamentales del catastro están: conservar, actualizar los
bienes inmuebles catastrados, elaborar mapas catastrales, fijar los avalúos
prediales de los inmuebles, brinda información actualizada para el ejercicio
tributario de los ciudadanos. Todos los bienes de una localidad deben estar
registrados en el catastro y contar con un avalúo.

“No existe una estructura legal sólida que defina un marco nacional para el
catastro. Diferentes actores (académicos, técnicos, políticos y la sociedad
en general) reconocen la necesidad de contar con una Ley Nacional del
Catastro que permita fortalecer los aspectos físico-geométrico, jurídico y
43

legal y dar al catastro una mayor dinámica y visión multifinalitaria.” (Erba,


2007, pág. 416)

Los gobiernos autónomos municipales apoyarán a los organismos estatales, y


otras entidades que necesiten los datos ordenados y actualizados del catastro
inmobiliario. Los municipios organizan su información territorial dentro de sus
posibilidades técnicas y económicas, y la ejecutan a través de ordenanzas; el
tener un catastro actualizado, georreferenciado y multifuncional permitiría una
mejor planificación del ordenamiento territorial y uso de suelo y el aumento de
ingresos económicos para los distintos municipios.

“Los Catastros Territoriales son buenos ejemplos de bases de datos


alfanuméricas y cartográficas que contienen datos acerca de las parcelas y
de las personas que con ellas tienen algún tipo de relación jurídica. La
estructura de esas bases para la administración del territorio acompañó la
evolución ya expresada y, actualmente, se encuentra en bases catastrales
útiles para el desarrollo de políticas urbanas.” (Ciampagna & Erba, 2007,
pág. 316)

El uso de datos catastrales tienen una clara influencia en el fortalecimiento de la


gestión municipal, pues se puede utilizar dicha información para establecer
estadísticas sobre el número de centros de educación y asistenciales de la
ciudad, la distribución de la plusvalía, el acceso al suelo urbano y los servicios
públicos, etc. Además se pueden desarrollar estudios de pobreza por sectores,
barrios y zonas, que generen investigaciones que ayuden al correcto desarrollo
urbano.

“Un catastro bien administrado puede apoyar en la planeación urbana, en


el control de los servicios públicos, en la seguridad ciudadana, en la
regulación de los usos del suelo, en el análisis del impacto ambiental,
distribución equitativa de beneficios de la plusvalía, entre otros temas de
desarrollo urbano”. (Diaz, 2006)
44

“El ordenamiento territorial requiere de información precisa, incluyendo la


oferta y demanda de transacciones inmobiliarias, el inventario de desarrollo
de precios, la dinámica de las actividades económicas locales, análisis de
tendencias y variaciones, análisis específicos por zonas o por usos.
Igualmente, se supone que la gestión eficiente del catastro hará el
seguimiento al comportamiento de las licencias de construcción, la
identificación de usos del suelo y áreas construidas, el seguimiento de
proyectos de desarrollo urbanístico, etc.” (MIDUVI, 2013, pág. 36)

Por otro lado, la información catastral permite el desarrollo de programas


ecológicos de reforestación, programas reguladores de construcción en zonas
de laderas. El catastro inmobiliario urbano al incluir en algunos casos áreas
periféricas regula la expansión de la misma y permite la formulación de planes
territoriales, que a través de las características físicas, económicas de las que
constan los catastros inmobiliarios, se logra realizar una radiografía clara y
concisa de las ciudades y las zonas rurales aledañas.

La utilidad de la información de los datos catastrales es de gran ayuda para


mejorar el desarrollo urbano de los distintos GAD´s municipales. Los datos
generados por el catastro inmobiliario son utilizados para identificar las áreas de
pobreza, zonas de focalización de la delincuencia y pandillaje, lo que beneficiaría
a las distintas municipalidades y a la Policía Nacional en la prevención de delitos;
de igual manera con dicha información se puede determinar las áreas de
concentración de las actividades económicas informales y la organización,
reordenamiento de los usos del suelo y la identificación de áreas de expansión
urbana de las ciudades sin que se especule sobre este, sino también se
garantice la reserva de áreas de protección ambiental.

Sin duda alguna, la información de datos catastrales es fundamental para una


correcta planificación y ordenamiento urbanístico; por lo que, es de suma
importancia que el ordenamiento de las ciudades se dé por áreas semejantes, la
participación ciudadana permita una mejor fiscalización de la gestión pública, e
incentive su colaboración con cada municipio.
45

“Existe la posibilidad de realizar análisis geoespaciales añadiendo o


cruzando información de otras bases de datos de organizaciones públicas,
privadas, locales, regionales o nacionales. Un catastro urbano eficaz es
una herramienta estupenda para la toma de decisiones, tanto para los
gobiernos locales y/o municipalidades como para los vecinos o usuarios
externos. El catastro puede servir de base para estudios de mercado,
ubicación de puntos de ventas, registro y control de redes de servicios
privados, rutas de reparto, entre otros”. (Diaz, 2006)

“Para la gestión del catastro, se mencionó con mucho énfasis la necesidad


de contar con sistemas inteligentes de información georreferenciada, de
modo de combinar cualquier dato con el territorio correspondiente. El
ordenamiento territorial requiere de información precisa, incluyendo la
oferta y demanda de transacciones inmobiliarias, el inventario de desarrollo
de precios, la dinámica de las actividades económicas locales, análisis de
tendencias y variaciones, análisis específicos por zonas o por usos.
Igualmente, se supone que la gestión eficiente del catastro hará el
seguimiento al comportamiento de las licencias de construcción, la
identificación de usos del suelo y áreas construidas, el seguimiento de
proyectos de desarrollo urbanístico, etc.” (MIDUVI, 2013)

Como se explica en líneas anteriores, el catastro como herramienta de control


urbanístico dentro de los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales
cumple especialmente una función de recaudación fiscal, más aún si se
involucran temas como el de las plusvalías urbanas, que ayudan a descubrir el
verdadero rol del catastro en el financiamiento urbano.

“En general, en América Latina como la gran mayoría de los países del
mundo, los catastros fueron originalmente estructurados con fines
tributarios. Se registraban datos que permitían, a través de diferentes
métodos, determinar el valor del inmueble y el monto del impuesto. La
mayoría de Catastros Territoriales aún persigue ese objetivo y sus bases
46

de datos conforman el denominado Catastro Económico (también conocido


como catastro Fiscal).” (Erba, 2007, pág. 13)

“Como productos para la gestión del suelo, el Catastro tendrá que ofrecer
información periódica y precisa sobre la disponibilidad de tierra urbanizable
según las tendencias del mercado, el ritmo de consumo del suelo urbano,
la intensificación o disminución de usos no-residenciales y su impacto en
las finanzas locales, la adherencia de las edificaciones y usos a las normas
legales, etc. Para ello, se destacó la importancia de hacer esfuerzos de todo
tipo para mantener actualizada la base de datos catastrales y su valor
imponible, así como el proceso de notificación del impuesto a la ciudadanía
y su recaudación oportuna.” (MIDUVI, 2013)

“La plusvalía urbana es el incremento del valor que el suelo experimenta a


lo largo del proceso de urbanización. La expresión “plusvalía”, según esta
definición, alude específicamente aumentos de la renta económica del
suelo y no a la valorización de la edificación” (Erba, 2007, pág. 388)

Al pasar del modelo catastral tradicional al multifinalitario, georreferenciado se


debe reforzar aspectos clásicos del Catastro como: control de los documentos
cartográficos que identifican correctamente al inmueble; perfeccionar su función
fiscal a través de la correcta valuación para que también se aumente los ingresos
económicos de la ciudad. La nueva versión del catastro te da la posibilidad de
obtener un suministro de información territorial geométrica o temática organizada
sobre base parcelaria y orientada a su uso para la elaboración de planes de
desarrollo, ordenamiento territorial, prevención de asentamientos irregulares,
recuperación de plusvalías y demás, sobre bases ciertas y no estimadas.

2.1.1 Análisis de la Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM)

La Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM) era una norma jurídica, técnico-
administrativa y financiera-tributaria que regulaba a las municipalidades, el
47

desenvolvimiento del municipio y el territorio. Después de algunas reformas y


dos codificaciones, obtiene el carácter de “ley orgánica” como consecuencia de
la aplicación Constitución de 1998.

Este cuerpo legal con carácter de Ley Orgánica se encontraba dividida en tres
aspectos fundamentales que eran: el régimen de competencias (autonomía,
estructura funcional y administrativa municipal); herramientas de planificación
(planes reguladores de desarrollo físico y urbanístico, obras públicas y
expropiaciones) el régimen tributario y financiero (bienes e ingresos municipales,
manejo financiero y tributos municipales).

Figura 4. Ámbito regulatorio de la LORM


Tomado de (Mejía, 2015)

Las herramientas de planificación que presentaba la Ley Orgánica de Régimen


Municipal consistían en artículos que hablaban sobre la elaboración y ejecución
de planes ordenadores de desarrollo físico cantonales y planes reguladores de
desarrollo urbano que analizaban la ocupación y utilización del suelo, densidad
poblacional y habitacional.
48

Figura 5. Instrumentos de planificación


Tomado de (Mejía, 2015)

“Es importante que, en esta norma, ya se fueron concentrando aspectos


importantes respecto de la competencia sobre uso y control de suelo, sin
embargo se mantuvieron ciertos vacíos en cuanto a la clasificación de suelo
y la determinación de usos, pues ambos temas se siguen confundiendo.
Además la regulación de usos quedaba limitada al ámbito exclusivamente
urbano.” (Asamblea Nacional, s.f.)

El Concejo municipal en el ejercicio de su facultad legislativa cantonal tenía la


potestad de crear ordenanzas, acuerdos y resoluciones; conocer los planes,
programas de desarrollo cantonal y urbano emitidos por el Alcalde para
posteriormente aprobarlos o reformarlos. Además, dentro de la competencia de
gestión y control de uso de suelo, el Concejo Municipal dirigía el desarrollo físico
y la ordenación urbanística; controlaba el uso de suelo en el territorio del cantón.

“En materia de ubicación territorial, el Art. 307 LORM regulaba el método


que permitía discernir la categoría entre lo urbano y lo rural. La norma
contenida en dicho artículo, se remitía a una ubicación territorial
49

diferenciada a un límite legal que era el perímetro urbano, debiéndose,


aunque en ninguna parte de la ley se prescribía relacionar dicho perímetro
a un proceso obligatorio de planificación territorial por parte del respectivo
municipio, no obstante que la LORM sí contenía normas que imponían
como obligatoria la planificación y la programación de la obra pública dentro
del Plan de Desarrollo.” (Neira, 2014, pág. 77)

A partir de octubre de 2010, entra en vigencia el Código Orgánico de


Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD), en
cumplimiento al mandato constitucional que obliga al órgano legislativo a expedir
una ley que regule a los gobiernos autónomos descentralizados, derogando el
ordenamiento jurídico que regía a consejos provinciales, municipalidades y
juntas parroquiales; es decir, Ley Orgánica de Régimen Provincial, Ley Orgánica
de Régimen Municipal, Ley Orgánica de Juntas Parroquiales Rurales y más
legislación conexa.

La Ley fue derogaba específicamente porque las herramientas que presentaba


dicha norma ya no eran suficientes para coordinar la planificación del desarrollo
y ordenamiento del territorio dentro de nueva organización territorial del Estado,
donde se asigna competencias exclusivas y concurrentes a los diferentes
gobiernos autónomos descentralizados; además de, un sistema nacional de
competencias, mecanismos de financiamiento equitativo y la entidad
responsable de administrar estos procesos a nivel nacional. El COOTAD pasa
a regular la organización político-administrativa del Estado y la articulación de la
planificación local y nacional.

“No contempla articulación entre planificación local y nacional


concentrándose principalmente en la regulación de funciones
administrativas y mecanismos financieros para la facultad tributaria; la
herramientas de planificación de esta Ley se concentran en el uso del suelo
(poco se han aplicado); la ausencia de directrices para el desarrollo práctico
de las herramientas de planificación generó discrecionalidad administrativa
50

en las metodologías para la elaboración de planes y dispersión normativa


en las regulaciones de ordenamiento del territorio = heterogeneidad de
normas, planes y sanciones municipales.” (Mejía, 2015)

Hablar sobre la Ley Orgánica de Régimen Municipal es de gran trascendencia,


pues la inclusión del tema de ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo en
esta norma, permitió a su tiempo dotarles de herramientas para ejercer la
planificación en las ciudades e incluir normas de creación de cantones;
estructura, funcionalidad y competencias del municipio; planes de desarrollo;
impuestos, tasas y contribuciones especiales. Es decir, que pese a ser una ley
que incluía normas sobre planificación, esta aún no tenía normas técnicas de
uso de suelo, que contrarresten problemas como la especulación del suelo,
depreciación de suelos y del valor productivo, inequidad territorial, crecimiento
desorganizado de las ciudades, entre otros.

2.1.2 Análisis del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía


y Descentralización

El Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización


de los Gobiernos (COOTAD) es el que regula la organización político-
administrativa del Estado ecuatoriano en el territorio, garantizando la autonomía
política, administrativa y financiera en los distintos niveles de gobierno. Además
define las políticas y mecanismos para compensar los desequilibrios en el
desarrollo territorial.

A partir de la publicación en el Registro Oficial No. 303 del 19 de Octubre de


2010, El COOTAD entra en vigencia y deja sin efecto la legislación que regulaba
a los distintos gobiernos autónomos descentralizados. El COOTAD es un cuerpo
legal codificado que complemente el ordenamiento jurídico ecuatoriano en esta
materia.

“El Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y


Descentralización (COOTAD), fue creado dentro del marco de
51

administración que pretende liberar de funciones que eran atribuciones del


Gobierno Central, para otorgarlas a las diferentes organizaciones menores
(regiones, provincias, cantones, parroquias, circunscripciones indígenas,
afro ecuatorianas y montubias, y aéreas especiales), tanto en ejecución
como en administración y financiamiento”. (Zamora A. & Andrea, 2014, pág.
27)

En las transformaciones constitucionales del 2008, se observa la necesidad de


crear un nuevo cuerpo legal, que no sólo regule sino que desarrolle
específicamente el título V de la Carta Magna, que trata sobre la Organización
Territorial del Estado. “Incorporó en su normativa el nuevo marco constitucional
con las respectivas competencias para cada nivel adecuándolas a los nuevos
principios constitucionales.” (Neira, 2014, pág. 104)

Los objetivos plasmados en el COOTAD hacen referencia a generar un


desarrollo equitativo, solidario y sustentable del territorio, participación
ciudadana y un gran desarrollo económico social de los ecuatorianos; la
autonomía política, administrativa y financiera de los GAD; el fortalecimiento del
rol del Estado y los diferentes niveles de gobierno; la organización territorial justa
e incluyente entre todas las circunscripciones territoriales existentes; la
delimitación del rol y ámbito de acción de cada nivel de gobierno, que optimice
la labor de la administración estatal; una adecuada planificación que permita
mejorar los mecanismos de articulación y coordinación de los planes de
desarrollo; y la distribución de los recursos en los distintos niveles de gobierno.

“Constan como su motivación las disposiciones constitucionales que


establecen una nueva organización territorial del Estado, competencias
exclusivas y concurrentes para los gobiernos autónomos descentralizados,
un sistema nacional de competencias, mecanismos de financiamiento
equitativo y la entidad responsable de administrar estos procesos a nivel
nacional.” (Ortiz, 2010)
52

Al hablar de autonomía política, administrativa y financiera el COOTAD señala


principios rectores como son: la unidad de todos los niveles de gobierno;
solidaridad en generar un desarrollo justo, equilibrado y equitativo de las distintas
circunscripciones territoriales; complementariedad de los gobiernos autónomos
descentralizados en la articulación de sus planes de desarrollo territorial al Plan
Nacional de Desarrollo; equidad territorial y la asignación de competencias y
recursos que garanticen la igualdad de oportunidades y el acceso a los servicios
públicos; participación que tenga como fin de garantizar la elaboración y
adopción compartida de decisiones; y finalmente la sustentabilidad del desarrollo
que permita impulsar el desarrollo territorial y mejorar el bienestar de la
población. Además, el COOTAD incluye un capítulo sobre la participación de la
ciudadanía en la elaboración de los planes de desarrollo y ordenamiento
territorial.

“La autonomía política es autogobierno, es la potestad que tienen los


propios Gobierno Autónomos Descentralizados para decidir su futuro, bajo
su absoluta responsabilidad, dentro de sus competencias exclusivas y en
sus territorios. No puede entenderse como exclusiva una competencia,
cuando el Gobierno Central puede dictar lineamientos obligatorios, cuando
no le compete. El pueblo guayaquileño es partidario de una autonomía
plena de los gobiernos locales sobre sus competencias exclusivas, dentro
de la unidad nacional.” (Roche, 2015)

“Otro adelanto que contempla el COOTAD es incorporar dentro del proceso


de planificación territorial la participación activa de la ciudadanía a través
de distintos mecanismos como las asambleas ciudadanas y el consejo de
planificación participativa, lo cual garantiza la democracia participativa que
recoge la Constitución como un principio transversal de la administración
pública.” (Asamblea Nacional, s.f.)

La Organización del territorio en el COOTAD se desarrolla de igual manera que


en la Constitución, se habla de división del territorio en regiones, provincias,
53

cantones y parroquias rurales; además, se define específicamente lo requisitos


de creación, regulación y fusión de cantones y de parroquias, la conformación
de regiones a partir de las provincias, creando un nivel intermedio de gobierno,
que viabilice el desarrollo económico local, que con adecuados niveles de
planificación y articulación permitan un mayor equilibrio territorial en el país.

Tabla 1. Organización Territorial


Territorio Gobiernos Regímenes Especiales
Reginones Gobierno Regional Consejo de gobierno de Galápagos Circunscripciones Indígenas, Afro ecuatorianas y Montubias
Provincias Gobierno Provincial Distritos Metropolitanos Autónomos
Cantones Gobierno Municipal
Parroquias Rurales Gobierno Parroquil Rural

Tomado de Senplades, 2010

El Código Orgánico de Organización Territorial determina las características


específicas de las funciones ejecutiva, legislativa y de participación ciudadana
que ejerce cada uno de los niveles de gobierno autónomo descentralizado;
además, detalla los mecanismos de organización los consejos provinciales
definida constitucionalmente, que asegure la articulación entre consejos
provinciales, municipales y juntas parroquiales rurales.

Un aspecto importante que surge con el COOTAD, es la consolidación del


gobierno municipal mediante el ejercicio de sus competencias en especial las
referentes a la organización y uso de suelo cantonal como elemento
determinante para la elaboración de planes de ordenamiento territorial, que en
sí, son de obligatorio cumplimiento para todos los niveles de gobierno.

“En lo que se refiere a la competencia de uso de suelo, el COOTAD trae


algunas innovaciones en relación a la Ley Orgánica de Régimen Municipal.
Uno de los principales cambios es incluir dentro del plan de ordenamiento
territorial cantonal la regulación sobre uso y control del suelo, es decir, se
eliminan los planes reguladores físicos y urbanísticos.” (Asamblea
Nacional, s.f.)
54

Este cuerpo normativo posee varios artículos 54, 55 y 57 que hablan


específicamente de la competencia de ordenamiento territorial en materia de
gestión y uso de suelo, pero no son suficientes para afirmar que el COOTAD sea
un Código de carácter técnico, pues existen aún vacios en la legislación
ecuatoriana que no permiten que los GAD se sujeten a una normativa que en
general defina aspectos básicos como por ejemplo la división, clasificación y
conceptualización del suelo. En la actualidad los artículos que hacen referencia
al tema son los siguientes:

“En lo que se refiere al ordenamiento territorial, el COOTAD señala


expresamente que dentro de las atribuciones de ordenamiento territorial,
corresponde exclusivamente a los gobiernos municipales y metropolitanos
el control sobre el uso y la ocupación del suelo. De esta forma, se logra
que los planes y políticas de ordenamiento territorial de este nivel de
gobierno racionalicen las intervenciones en el territorio de los demás GADs,
teniendo en cuenta los principios de coordinación con el fin de que se logre
coherencia entre todos los planes de ordenamiento territorial y se eviten
conflictos en la ejecución de actividades o proyectos.” (MIDUVI, 2013, pág.
08)

Con la vigencia del COOTAD, se presenta al país una nueva normativa que
concibe al suelo en sus múltiples facetas tanto en el ámbito urbana y rural, para
mejorar el desarrollo cantonal, el bienestar de los ciudadanos y la disminución
de asentamientos irregulares; pero por otro lado, el COOTAD al ser un código
de carácter administrativo más que técnico, no regula de manera general la
gestión, uso y ocupación de suelo de los GAD’s.

“Tanto el COOTAD como el Código de Planificación y Finanzas Públicas


establecen entradas interesantes para un ordenamiento territorial, estas
normas siguen teniendo un asidero del derecho administrativo que
constituyen insumos escasos e insuficientes para lograr los objetivos y
metas que se propone cada nivel de gobierno.” (Mejía, 2012, pág. 03)
55

Por esta razón, es importante formular una norma que articule los instrumentos
de planificación y promueva el eficiente, equitativo, racional y equilibrado
aprovechamiento del suelo rural como urbano, sin que se afecte el ejercicio
autónomo de dichas competencias.

2.2 Análisis de ciudades con distintas densidades poblacionales

La ciudad es un asentamiento urbano donde sus habitantes coexisten y realizan


diversas actividades económicas; posee una alta densidad poblacional (número
de habitante por km²) lo que le convierte en un espacio urbano estratégico dentro
de un país.

“Las ciudades son aglomeraciones que abarcan extensiones considerables


que sobrepasan sus límites, que fueron demarcados históricamente por
una decisión política pasada. Hoy una gran ciudad se expande más allá de
su área administrativa original, llegando a los espacios de otras ciudades,
conformando una gran área metropolitana, que escapa a la administración
de la misma, con problemas como recaudación de impuestos,
infraestructuras y mantenimiento, por lo que definir una ciudad por su
administración se hace prácticamente imposible.” (Bernardi, 2009, pág. 2)

La densidad poblacional de una ciudad permite la configuración y organización


territorial de la ciudad (expansión urbana, planificación urbana); el cálculo de la
densidad poblacional es el resultado de dividir el número de habitantes por el
aérea urbana.

“Tomando como base la cartografía municipal, es posible obtener los


límites del área urbana consolidada con la ayuda de las capas gráficas
existentes en los documentos de planificación u ordenación urbana (se
debe delimitar el área urbana desarrollada más las nuevas zonas que han
sido ya ejecutadas), junto con la comparación con ortofotografías o
imágenes aéreas.” (CAT-MED)
56

Las funciones que cumple cada ciudad son diferentes, puesto que generalmente
se especializan en una actividad en especial, pueden ser centros políticos-
administrativos, puertos nacionales, centros agrícolas o industriales, o dedicarse
al turismo y explotación de recursos naturales.

Según el tamaño y orden jerárquico dentro de un país, a la ciudad se la puede


clasificar en ciudades pequeñas, medianas o intermedias y grandes o
metropolitanas. “Esta diversidad y dinámica de ciudades vive una gran
transformación a nivel de la organización territorial y de los actores, la cual
conduce a singulares mutaciones en las formas y contenidos del gobierno de la
urbanización y de la ciudad.” (Carrión, 2014).

Una vez explicado el significado de ciudad, la clasificación de la misma de


acuerdo a la densidad poblacional en pequeñas, medianas y grandes, es
pertinente realizar un análisis de como las ciudades ecuatorianas de acuerdo a
su tamaño y número de habitantes han ejecutado las competencias de
ordenamiento territorial, uso y gestión de suelo; de esta manera se podrá
determinar si estos factores son indispensables para realizar una mejor
planificación territorial.

2.2.1 Ciudades Pequeñas

Las ciudades pequeñas son aquellas que poseen poca población, disponen de
centros de enseñanza, tienen acceso al cononocimiento y a la cultura; se
encuentran bien comunicadas con áreas dinámicas de desarrollo económico.
“Las ciudades pequeñas conforman una nueva relación con el campo,
comportándose como intermediarias de la ruralidad con la urbanidad y
viceversa.” (Carrión, 2014, pág. 8).

“El fin del centro pequeño es promover productos y servicios para sus habitantes
y los del área rural que lo rodea; así, los centros pequeños actúan como puntos
de intercambio entre la población rural y los centros mayores” (Instituto de
Investigaciones Sociales, Ciudad Universitaria "Rodrigo facio", 1976, pág. 365)
57

“Ciudades y regiones pequeñas con funciones de organización y estructuración


de las potencialidades internas de los territorios. Por lo general son ciudades
suministradoras de servicios a nivel territorial y generalmente en conexión con
zonas rurales” (Corporación Instituto de la Ciudad, 2009, pág. 17)

Un ejemplo de ciudad pequeña es Sangolquí, cabecera cantonal de Rumiñahui,


situado en la provincia de Pichincha. Al igual que otras ciudades del Ecuador, en
Sangoquí confluyen problemas como la delincuencia, pobreza, falta de ofertas
laborales, saturación y congestión en el tránsito vehicular, dificultades en la
movilidad urbana y rural, errónea planificación local (inadecuada relación entre
los espacios urbanos y rurales), deterioro del medio ambiente, ineficaces e
ineficientes políticas en el control y uso de suelo.

“Sin embargo, la ausencia de políticas de ordenamiento del suelo y de


mecanismos concretos que fortalezcan la capacidad de planificación y
control de los municipios y permitan la articulación con otras esferas de
gobierno, ha generado fenómenos urbanos dispares caracterizados por la
segregación, altos costos de los servicios urbanos, especulación con el
precio de la tierra, procesos informales de construcción y crecimientos
urbanos con escasa viabilidad ambiental, entre otros fenómenos
contraproducentes para el desarrollo de las poblaciones de las ciudades.”
(MIDUVI, 2013, pág. 07)

La cercanía de Sangolquí con la ciudad de Quito también es un motivo


importante para estudiar a esta ciudad, pues se lo ha denominado como “ciudad
dormitorio”; puesto que, la mayoría de sus habitantes se trasladan todos los días
a Quito para cumplir con sus actividades laborales, provocando que en los
últimos años la población urbana aumente y se dé un crecimiento del 25 y 40 %
de proyectos urbanísticos que han generado la disminución de áreas verdes y
de espacios para la actividad agrícola.
58

“Ciudad pequeña, con 55 km2, que se ha convertido en ciudad-dormitorio


de Quito, esto ha ocasionado una serie de problemas que estancan el
progreso y el desarrollo. Uno de estos problemas es la gran afluencia
vehicular en horas pico en el sector de El Triángulo.” (Diario La Hora)

“Sangolquí por su posición geográfica cercana al Distrito Metropolitano de


Quito, ha sido vista como un atractivo para muchos migrantes de otros
cantones que buscan estar más cerca de la capital. Paralelamente a esto,
sucede un fenómeno peculiar, y es que los ciudadanos de Quito, en vista
de los problemas sociales, ambientales y de salud conlleva vivir en una
ciudad tan grande como esta, han visto en Sangolquí una alternativa que
solucionaría sus problemas de vivienda, sin necesidad de abandonar sus
lugares de trabajo en la capital, lo que provocó una migración de
ciudadanos quiteños hacia Sangolquí, convirtiéndola en una ciudad
dormitorio, definida como un lugar lleno de viviendas sin diseño urbano,
cuyos habitantes suelen desplazarse a diario a un núcleo urbano cercano
y grande para realizar sus actividades laborales. Sumados estos dos
fenómenos migratorios, más una falta de planificación inicial, han dado
resultado que la zona urbana de Sangolquí crezca de manera muy irregular
y desorganizada” (Cañas & López, 2014, pág. 3)

“Los sitios más 'apetecidos' por los constructores están en el área urbana
y, preferentemente, en la rural. Sitios como Inchalillo, Selva Alegre,
Cashapamba, Albornoz, entre otros. Solo en el sector de Inchalillo (sector
urbano) hay alrededor de cinco conjuntos habitacionales construidos.”
(Diario El Comercio, s.f.)

“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que debe


existir 9 metros cuadros de áreas verdes por habitante. El INEC e el VII
Censo de Población y VI de Vivienda del año 2010, indica que en el
Ecuador el índice verde urbano se encuentra en 4,69 m2/hab, en la
provincia de Pichincha es de 18,84 m2/hab, mientras que Sangolquí el
59

índice verde urbano es de 3,07 m2/hab, esto evidencia que en el país tan
solo el 5% de los municipios cumple con la recomendación de la OMS.”
(Cañas & López, 2014, pág. 07)

Es lamentable, observar que la norma en este caso no es suficiente para


establecer políticas eficientes y eficaces de uso de suelo, controlar la inadecuada
relación entre los espacios urbanos y rurales y el deterioro del medio ambiente;
puesto que, ni si quiera en el plan de ordenamiento territorial se da una adecuada
importancia a actividades como la agricultura, debido a que se considera al
comercio como la principal actividad de la ciudad, lo que sin duda es un
problema, ya que existe demasiado comercio informal acaparando las calles del
centro de Sangolquí como: la Venezuela, Colombia y Riofrio, causando caos
vehicular y el uso inadecuado del espacio público.

“Este crecimiento de la construcción ha generado la disminución de áreas


verdes y de espacios para la agricultura, que era la principal actividad
productiva en la ciudad años atrás. En el Plan de Ordenamiento Territorial,
la agricultura se ubica en el puesto número 10, en primer lugar está el
comercio al por mayor y menor.” (Diario El Comercio, s.f.)

“En el centro de Sangolquí se encuentra la plaza César Chiriboga, de igual


forma en este lugar, se realizan las ferias desde el jueves hasta el domingo,
con su gran variedad de productos logra abastecer a la ciudad pero de una
manera desordenada, lo cual produce conflictos urbanos como
congestionamiento vehicular, acumulación de desechos sólidos en los
alrededores de la plaza e inseguridad.” (Cañas & López, 2014, pág. 08)

“La ampliación de la frontera agrícola, la intensificación de la producción de


las tierras actualmente dedicadas a labores agrícolas y a la promoción de
estas y otras actividades bajo esquemas de desarrollo sostenible, exigen
obtener cada vez datos más completos acerca de los recursos naturales y
determinar cuáles son los métodos más apropiados para desarrollar y
60

utilizar cada uno de los recursos. Por ello, uno de los prerrequisitos de una
planificación eficiente y de un desarrollo económico exitoso lo constituye,
entre otros, el conocimiento de los suelos, sus características, sus
limitaciones, sus potenciales y su distribución geográfica, para poder así
asignar y ordenar con base en estos atributos, los usos óptimos de cada
porción de territorio.” (Vásquez, 1996, pág. 88)

Sangolquí consta de dos parroquias urbanas (San Rafael y San Pedro de


Taboada) y dos rurales (Cotogchoa y Rumipamba), en el caso específico de
Cotogchoa, la construcción de conjuntos habitacionales, del parque industrial y
la división incorrecta del uso de suelo son factores que han contribuido a la
disminución de la producción agrícola de productos propios del lugar como: maíz
y trigo y de áreas verdes.

La Ordenanza de zonificación, uso y ocupación del suelo de Sangolquí,


determina en el capítulo XI, artículo 90 la compatibilidad de usos en el suelo del
área rural, donde el suelo agropecuario intensivo (comprende todas las áreas
donde se llevan a cabo actividades agrícolas o ganaderas, en una superficie
mínima de 20 hectáreas) es incompatible con el suelo residencial e industrial.
Los permisos municipales para construir se otorgan muchas veces por el
fraccionamiento de las 20 hectáreas en un número menor de hectáreas en donde
se construye una gran cantidad de proyectos habitacionales, que igualmente
atentan al suelo agrícola del lugar.

“…en Cotogchoa, la construcción de casas, conjuntos habitacionales, el


parque industrial y la división del suelo han afectado a la agricultura, lo que
ha causado que se pierdan los cultivos de productos característicos de la
zona rural como el maíz y el trigo; son pocos los barrios o sectores donde
lo zona agrícola es preponderante. El presidente del barrio San Juan
Obrero, en Cotogchoa recuerda que de niño junto a su padre sembraban
maíz, habas, cebada, fréjol; pero que la situación ha cambiado, pues vendió
una parte de sus tierras y el resto repartió a sus seis hijos y ninguno le
61

apostó a la agricultura. La llegada del parque industrial ha influido a la


llegada de personas foráneas, siendo esta otra de las razones por la que
los moradores le apuntan a la construcción de casas, pues el propósito es
arrendar a los trabajadores de estas empresas.” (Diario El Comercio, s.f.)

Sangolquí pese hacer una ciudad pequeña se ha convertido en una ciudad


fundamental para el desarrollo económico de la provincia y el país. Por su
ubicación privilegiada posee grandes recursos naturales, los cuales deben ser
cuidados y preservados para frenar el crecimiento del área urbana;
lamentablemente se evidenció que no existe un cumplimiento eficaz y eficiente
de la ordenanza de uso de suelo en relación a la compatibilidad de usos de suelo
y las áreas verdes necesarias para un correcto desarrollo de la ciudad. El
análisis realizado a Sangolquí muestra una vez más, que la norma existente no
es suficiente para ordenar y usar óptimamente cada porción de territorio.

2.2.2 Ciudades Intermedias

Las ciudades intermedias son aquellas que desempeñan sus roles a nivel
regional, prestan servicios a ciudades pequeñas pueblos y aldeas; representan
a nivel territorial diferentes flujos (político, económico, cultural). Las ciudades
medianas tienen menor población que las grandes, pero eso no significa que
sean menos importantes; son generalmente capitales provinciales. “Las
ciudades medias, cumplen una función de articulación de los sistemas urbanos
nacionales entre las ciudades metropolitanas y las pequeñas.” (Carrión, 2014,
pág. 8)

Estas ciudades establecen una red de relaciones entre núcleos urbanos y entre
los núcleos urbanos y rurales; de igual modo se le considera centros de
intercambio económico y de interacción social y cultural, que albergan algunos
niveles de la administración de gobierno a nivel local; por tal motivo, se la
denomina como ciudad “mediadora”.
62

“Ciudades y regiones intermedias como “ciudades captadoras de procesos”


o “ciudades corredores”, con funciones de conexión y comunicación entre
áreas metropolitanas y ciudades pequeñas, así como conexiones
transfronterizas. Son portadores de identidades y patrimonios fuertes y
constituyen además ejes “estructuradores e inductores del desarrollo” y
articulación con ciudades pequeñas, para lo cual requieren desarrollar
mecanismos de complementariedad y trabajos en redes que permitan su
operatividad.” (Corporación Instituto de la Ciudad, 2009, pág. 17)

La modernización agropecuaria ha provocado el desarrollo de las ciudades


intermedias en cuanto a su tamaño, motivo por el cual las migraciones del campo
a estas ciudades han aumentado, pues de esta manera no se rompe el vínculo
con las actividades agropecuarias. Además, cuentan con instituciones
financieras, de comercio, mejor sistema de salud, transporte (en algunos casos
aeropuertos) y educación (universidades).

Ibarra es un claro ejemplo de una ciudad intermedia en la que coexisten y habitan


una variedad de culturas, se encuentra en la región norte del Ecuador, pertenece
a la provincia de Imbabura y está constituida por cinco parroquias urbanas: San
Francisco, El Sagrario, Caranqui, Alpachaca y Priorato; y siete parroquias
rurales: San Antonio, La Esperanza, Angochagua, Ambuquí, Salinas, La Carolina
y Lita. Según el censo realizado por el INEC en el 2010, la población total de la
ciudad de Ibarra alcanza a 181.175 habitantes. La ciudad blanca es el principal
centro administrativo de la provincia de Imbabura, lo que la ciudad posee un Plan
de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT), considerado como un
instrumento de planificación que genera un desarrollo económico y social; cuyo
objetivo es garantizar el adecuado aprovechamiento de los recursos naturales,
generando un desarrollo sostenible y sustentable que contribuya a un correcto
uso del territorio y permita satisfacer equitativamente las necesidades de los
habitantes.
63

En agosto de 2012, entra en vigencia la Ordenanza que reglamenta el uso y


ocupación del suelo en la ciudad de Ibarra, normativa que cumplen dos funciones
importantes: la revisión de uso y ocupación del suelo urbano y rural; es una
ordenanza de responsabilidad social, que posee reglamentos, normas y medidas
a seguir; consta de 292 artículos, 2 disposiciones generales y 13 disposiciones
transitorias distribuidos en 10 capítulos, que norman no solo la zona urbana sino
también la rural. El objetivo principal de crear ordenanzas de este tipo, es regular
los espacios y la delimitación del territorio en conjunto con el Plan de
Ordenamiento Territorial.

En esta ciudad, según cifras del Municipio cerca del 70% de terrenos vacantes
se enmarcan dentro de la especulación del suelo por parte de sus propietarios.
Es preciso señalar que esta ordenanza a criterio del Arq. Fernando Carrión2, es
una norma avanzada en relación a otras ciudades del país, pues contiene
normas que regulan hasta el sistema vial urbano y rural, que guarda relación con
los contenidos de la planificación Nacional.

“Así también el análisis la superficie del terreno ocupado en la ciudad es


directamente proporcional al crecimiento de la población urbana, sin
embargo, en la actualidad el crecimiento del territorio ha sido en sentido
horizontal, y según datos del PDOT cantonal, esto es producto de la
especulación, una forma muy común de encarecer el suelo dentro de la
ciudad, que trae como consecuencia, una búsqueda de suelo más
accesible en las áreas periféricas de la ciudad que no tienen servicios
básicos y están ubicados en zonas de ladera y con construcciones sin las
normas emitidas por el municipio.” (Secretaria Nacional de Gestión de
Riesgos, Comisión Europea, s.f.)

“En contraposición la ciudad ha venido autogenerando su propio modelo de


ordenamiento, caracterizado por un crecimiento horizontal que ha dejado

2 Arquitecto, Sociólogo, Investigador en Flacso- Ecuador y Ex Concejal de Quito, analiza la


realidad urbana de las ciudades ecuatorianas, noviembre del 2014.
64

vacíos provocando especulación. Se ha encontrado ocupación de retiros


en contra de las formas de implantación establecidas, discontinuidad en las
líneas de cielo producto de la diversidad de alturas de edificación,
sobreposición de equipamientos que generan conflictos de accesibilidad y
movilidad, así como también la concentración de la actividad comercial en
el centro de la ciudad.” (Herrera, 2011)

El crecimiento de la motorización y el impacto de las nuevas tecnologías han


provocado el sacrificio de los espacios urbanos y residenciales, aumentando la
congestión en calles de Ibarra como la Av. Mariano Acosta, ubicada a la entrada
de la ciudad. Los nuevos planes de vivienda de Ibarra, se construyen en base a
los términos de suburbanización o ciudad difusa, es decir se construyen
urbanizaciones que se complementan con parques industriales, parques de
oficinas, centros comerciales.

La ordenanza de uso de suelo de Ibarra ha permitido que se reglamente de mejor


manera el ordenamiento territorial, pero como se observa en líneas anteriores
aún existen problemas, lo que determina la falta de control o la ineficacia de la
norma; por lo que, al analizar dicha ordenanza es preciso establecer que a pesar
que la ordenanza sea una norma completa y nos habla de temas importantes
dentro de la planificación y ordenamiento territorial como: proyectos de
urbanización, delimitación de suelo urbano con el rural, clasificación del suelo de
acuerdo a sus realidades, términos de edificabilidad. Aún así la ordenanza no
cuenta con herramientas que te permitan gestionar el uso de suelo como por
ejemplo: captar plusvalías, la venta y transferencia de edificabilidad,
compensaciones y obligaciones urbanísticas, reajuste de terrenos, etc.,
herramientas que sin duda alguna permitirán llevar a la práctica proyectos
urbanísticos de vivienda social, evitar la especulación del suelo.

“La gestión del suelo es la acción y efecto de administrar el suelo, con base
en un plan de ordenamiento territorial, con el fin de que permita un acceso
65

y aprovechamiento equitativo de sus potencialidades mediante las


herramientas, normas y procedimientos previstos en la ley.” (Mejía, 2015)

La ciudades medias o intermedias como Ibarra, son ciudades que han logrado
regular a través de sus ordenanzas el ordenamiento territorial y uso de suelo,
pues la ordenanza de uso de suelo expedida en mayo de mayo de 2012 pese a
topar términos específico y fundamentales dentro del tema como construcciones
sismoresistentes, prevención contra incendios, red viales, etc.; esta norma aún
no cuenta con normas que brinden herramientas de gestión de suelo que ayuden
mejorar la calidad de gestión urbana de la ciudad y la vida de sus habitantes, de
esta manera la ciudad no solo apuntaría aun desarrollo local sino nacional.

2.2.3 Ciudades Grandes o Metropolitanas

Las grandes ciudades son aquellas en las que existe un importante desarrollo a
nivel regional como nacional, puesto que concentran las principales actividades
del país y centros de poder administrativo; tienen especial importancia en el
campo político, ya que generalmente los gobiernos centrales toman a estas
ciudades como sedes de sus gobiernos y es ahí donde se toman las decisiones
más importantes en la vida de un país.

“Ciudades y regiones metropolitanas como ciudades puerta, con funciones


de centralidad de inversión, capitalidad, vinculación, difusión y enlace de
procesos e integración. Presentan gran concentración de actividades
económicas y características de infraestructura y servicios globales de alta
calidad que permiten relaciones escaldas a nivel regional, nacional e
internacional.” (Corporación Instituto de la Ciudad, 2009, pág. 17)

La población de una ciudad grande va más allá de un millón de habitantes,


aunque el carácter demográfico solo es un factor para establecer un criterio
sobre si es una ciudad pequeña, mediada o intermedia. Las ciudades grandes
para tener esta denominación deben contar con muchos más criterios o
66

indicadores; por lo cual, se las considera como áreas extensas que concentran
los principales centros económicos, comerciales, de salud y universidades, lo
que les permite tener un desarrollo no solo a nivel nacional sino internacional.
“Las ciudades metropolitanas asumen la condición de nodo de articulación
internacional y de ejes de integración nacional.” (Carrión, 2014, pág. 8)

“Las áreas metropolitanas cumplen un rol importante y de colaboración con


los objetivos locales, nacionales y globales. Su principal competencia es la
de gestión y entrega de servicios públicos, los cuales se convierten en
insumos fundamentales para garantizar el bienestar de la población y el
desarrollo de capacidades.” (Corporación Instituto de la Ciudad, 2009, pág.
17)

En el Ecuador, un claro ejemplo de ciudad grande es Quito, capital de la


República y sede del poder político nacional; se encuentra ubicada en la mitad
del mundo y es parte de la provincia de Pichincha. Quito es un Distrito
Metropolitano divido en nueve administraciones zonales (Calderón, Eloy Alfaro,
Eugenio Espejo, Los Chillos, La Delicia, Manuela Sáenz, Quitumbe, Tumbaco,
Turística La Mariscal). Según datos del INEC para el censo del 2010, Quito tenía
una población de 2.239.191 habitantes, la cual en su mayoría habita en la zona
urbana de la ciudad. Las proyecciones para el 2020 indican que Quito se
convertirá en la ciudad más poblada del Ecuador, ya que durante estos últimos
los años los ecuatorianos en búsqueda de un mejor nivel han migrado a esta
ciudad.
67

Tabla 2. Población de Quito

Tomado de (Secretaría Territorial de Hábitat y Vivienda, s.f.)

La ciudad de Quito junto a Guayaquil alojan los mercados laborales más


importantes del país; las políticas de desarrollo urbano de la ciudad provocan la
expansión de poblaciones y estructuras económicas, que son parte de
economías locales y regionales.

“Los entornos productivos del Distrito Metropolitano, desatan importantes


procesos de crecimiento y acumulación económica, que retroalimentan las
capacidades y posibilidades de intervención del municipio del municipio del
DMQ. Una nueva lógica de articulación que se dinamiza por su exposición
directa a mercados regionales y globales.” (Corporación Instituto de la
Ciudad, 2009, pág. 56)

Quito, al ser la capital es una ciudad que ha crecido aceleradamente, lo que ha


provocado que su planificación y ordenamiento territorial no sea del todo
ordenado y adecuado; varias alcaldías han trabajado para solucionar los
problemas que asechan a la ciudad dentro de esta materia, por tal razón han
creado varias ordenanzas, que regulen de una manera más técnica aspectos
que el COOTAD no trata.

“En lo que se refiere al ordenamiento territorial, el COOTAD señala


expresamente que dentro de las atribuciones de ordenamiento territorial,
corresponde exclusivamente a los gobiernos municipales y metropolitanos
68

el control sobre el uso y la ocupación del suelo. De esta forma, se logra


que los planes y políticas de ordenamiento territorial de este nivel de
gobierno racionalicen las intervenciones en el territorio de los demás GADs,
teniendo en cuenta los principios de coordinación con el fin de que se logre
coherencia entre todos los planes de ordenamiento territorial y se eviten
conflictos en la ejecución de actividades o proyectos.” (MIDUVI, 2013, pág.
08)

La ciudad capital cuenta con Plan Metropolitano de Ordenamiento Territorial


(PMOT) que consta en la ordenanza No. 172, en el 2011 que se produce una
modificatoria al anexo once de esta ordenanza, que habla sobre el Plan de Uso
y Ocupación del Suelo, modificatoria que se encuentra en la ordenanza No. 447
que instrumenta la planificación territorial y normas específicas para el uso,
ocupación y fraccionamiento del suelo. Además, Quito posee la ordenanza No.
172 que trata sobre el Régimen Administrativo del Suelo, que es reformada con
las ordenanzas No. 432 y 458 con el objetivo de implementar procedimientos
técnicos y administrativos (sanciones y correctivos).

El Plan de Metropolitano de Ordenamiento Territorial plasma los proyectos de


vialidad y movilidad, la profunda renovación urbanística, la creación de nuevos
parques distritales, centros de salud y educación. Crea programas y proyectos
para la protección de los recursos naturales y de desarrollo hacia el comercio
exterior.

De igual manera, se ha generado distintos Planes como es: el Plan General de


Desarrollo Territorial (PGDT), que a partir del 2001, se ha convertido en un
instrumento operativo para orientar el desarrollo de la ciudad y que ha logrado
que en Quito se produzcan importantes transformaciones sociales, económicas,
políticas que fortalezcan el modelo de una ciudad de crecimiento físico
compacto.
69

Existe también, un Plan especial del Centro Histórico de Quito que busca lograr
que esta zona, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, mantenga su
esencia, pese al crecimiento y urbanización acelerada de la ciudad; siendo su
objetivo principal el de valorar, cuidar y preservar esta legado histórico y joya
arquitectónica.

El Fortalecimiento de Centralidades Urbanas de Quito, comprende una serie de


programas y proyectos, que se presentan como parte del plan estratégico, de
gobierno y de desarrollo territorial del Distrito Metropolitano de Quito, que buscan
establecer un nuevo modelo de desarrollo urbano que frene el crecimiento
urbano, desconcentrar servicios, reducir desplazamientos y el reordene el
territorio de la ciudad.

“La estrategia urbanística de “volver al centro” es económicamente más


rentable, porque implica el aprovechamiento racional de la concentración
de equipamientos y servicios que suelen estar disponibles en esa parte del
territorio urbano, favoreciendo además la población usufructuaria con
menores desplazamientos para el disfrute de esas ventajas.” (MIDUVI,
2013, pág. 28)

Existen infinidad de proyectos (Plan Parcial de Ordenamiento Territorial de la


Zona Tumbaco, Plan el Panecillo, Plan la Alameda, etc.) que han logrado que la
ciudad capital sea un referente para el ordenamiento territorial, gestión, control y
uso de suelo a nivel nacional; es preciso señalar que para convertirse en un
referente internacional Quito aún debe trabajar para mejorar sus políticas
públicas, que beneficien un desarrollo urbano e carácter sostenible.

En Quito, como en otras ciudades del Ecuador, existen ordenanzas que regulan
y controlan el uso de suelo; razón por la cual, es preciso señalar la necesidad o
no, de una ley técnica de ámbito nacional que fortalezca el ejercicio de las
competencias exclusivas de los GAD´s municipales, mejore la planificación
participativa en las distintas esferas de gobiernos y sobre todo mejore la eficacia
70

dentro de la administración pública; pues de no ser el caso, se entenderá que


todas las ciudades en el país poseen el mismo desarrollo territorial.

Una vez analizadas varias ciudades ecuatorianas con distintas densidades


poblacionales en materia de ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo, es
de relevancia señalar que en la actualidad a nivel de Latinoamérica existe una
gran coyuntura urbana, pues la nueva funcionalidad de la ciudad exige el
fortalecimiento normativo de los municipios que le dé un mayor protagonismo
dentro de las ciudades.

El crecimiento demográfico y las dinámicas de urbanización de las ciudades no


solo en el Ecuador sino en toda Latinoamérica, han provocado que existan
diversas situaciones urbanas que imposibiliten tener un modelo único de
gobierno, marcos institucionales rígidos y peor aún que los municipios
enclaustrados sean incapaces de ejercer su autonomía.

En las ciudades, cualquiera que sea su densidad poblacional deben tener como
política pública local y nacional un eficaz ordenamiento territorial, que comprenda
un conjunto de políticas autónomas, democráticas y participativas, que genere
una adecuada planificación y gestión territorial, que beneficie también al
desarrollo de planes nacionales basados en políticas sociales, económicas y
ambientales con responsabilidad social.

Por último, al analizar este tipo de ciudades dentro del Ecuador, se observa las
dificultades y obstáculos por las que han pasado las autoridades y equipos
técnicos municipales, para tratar de resolver los problemas que ha generado el
ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo. Según lo detallado
anteriormente, en algunas ciudades de ecuador existen ordenanzas de uso de
suelo pero no son ordenanzas que puedan solucionar los problemas tanto
técnicos y jurídicos dentro de la materia.
71

2.2.4 Diferencias y semejanzas de los contenidos de las ordenanzas de uso


de suelo de Sangolquí, Ibarra y Quito

La ordenanza No. 172 del 30 de diciembre de 2011, establece el régimen


administrativo del suelo del Distrito Metropolitano de Quito y contiene artículos
innovadores referentes a proyectos de subdivisión, reestructuración parcelaria,
planificación preventiva, construcciones sismo resistente, suelo creado. Como
se mencionó con anterioridad Quito posee un plan de uso de suelo; por este
motivo, la mayoría de disposiciones de la mencionada ordenanza hacen
referencia al Plan de Uso y Ocupación de Suelo (PUOS) que se ha convertido
en un instrumento de planificación territorial, que determina parámetros sobre el
uso, ocupación y habilitación de suelo.

En Ibarra, la ordenanza que regula el uso de suelo fue expedida el 28 de mayo


de 2012 y trata temas fundamentales como: la clasificación y subclasificación del
suelo, reglamenta las actividades que se realizan alrededor del tipo del suelo
(mecánicas, hoteles, recursos naturales), uso del agua, uso patrimonial, uso
creado, ocupación de suelo de sitios arqueológicos de valor histórico cultural, de
espacios públicos, sistema vial, construcciones sismo resistentes, etc.; de igual
manera, Sangolquí posee una ordenanza que reglamenta el uso y ocupación
del suelo, pero no cuentan con artículos referentes a proyectos de subdivisión,
reestructuración parcelaria, planificación preventiva, construcciones sismo
resistentes. Esta ordenanza es de suma importancia, ya que a pesar de ser una
ciudad pequeña, las autoridades locales han visto la necesidad de reglamentar
el uso de suelo para lograr una adecuada planificación y ordenamiento territorial
y tratar de solucionar los problemas que aún existen en esta ciudad.

La Ordenanza de zonificación, uso y ocupación del suelo de Sangolquí coincide


en ciertos criterios con la ordenanza de Quito como son: la altura de edificaciones
que tanto Sangolquí (art. 38) como Quito (art. 92) establecen que la altura
asignada para los distintos tipos de edificación se determinará de acuerdo a la
zonificación establecida en las presentes ordenanzas.
72

Quito y Sangolquí en sus respectivas ordenanzas señalan una clasificación


diferente del suelo industrial, por ejemplo: en el caso de Sangolquí en el art. 17
establece que se denominará agroindustrias e industrias de bajo y mediano
iimpacto de acuerdo a los procesos e insumos que emplea la actividad productiva
de la ciudad; mientras que, en Quito el suelo industrial (art. 48) es de bajo
impacto, mediano impacto, alto impacto y de alto riesgo, al igual que la
clasificación que consta en el art. 38 de la ordenanza de reglamentación de uso
y gestión de suelo de Ibarra del 28 de mayo de 2012.

La clasificación de suelo industrial de Quito e Ibarra es diferente a la de


Sangolquí, puesto que puede deberse a la inexistencia de una norma nacional,
técnica, urbanística que fije conceptos mínimos sobre lo que es un suelo
industrial y sus subclasificaciones que posteriormente se adapte a las distintas
realidades de las ciudades; ya que si tomamos el caso de otra ciudad con
similares características a las de Sangolquí (posee ordenanza de uso de suelo,
cercanía a ciudades importantes, ciudad pequeña, con gran cantidad de suelo
rural y agrícola) como es el caso de Azogues que en su ordenanza de
reglamentación de uso de suelo urbano y rural, expedida el 03 de marzo de 2009,
indica que en el art. 16 el suelo industrial se clasificará en suelo industrial de
bajo, mediano, alto impacto e industria de alto riesgo, clasificación similar a la de
ciudades medianas y grandes como es el caso de Ibarra y Quito.

En el artículo 212 de la ordenanza de Ibarra como en el artículo 122 de la


ordenanza de Quito, se refieren a las construcciones sismoresitentes, mientras
que ese tipo de especificaciones no se tratan en la ordenanza de Sangolquí. En
el art. 71 de la ordenanza de Sangolquí no se establecen plazos para realizar las
obras en las habilitaciones de suelo, a diferencia del art. 82 de la ordenanza de
Quito, en donde se establecen los plazos para la habitación de obras de
infraestructura.

Existen contenidos similares en la ordenanza de Quito (art. 92, inciso segundo)


como en la de Sangolquí (art. 37) referentes a la altura de edificaciones y los
73

incrementos de número de pisos. Es preciso señalar que, ordenanzas como la


de Ibarra que consta de más de 250 artículos, son mucho más específicas y
detalladas que la de Sangolquí; ya que en el caso de Quito, la ordenanza No.
0172 de 2011, que ha sido mencionada a lo largo de este capítulo, establece que
las especificaciones de clases de uso de suelo, medidas de estacionamientos,
de calles y avenidas constarán en el PUOS (Plan de uso y ocupación del suelo)
que ni Ibarra ni Sangolquí tienen, pero que sin duda alguna este plan ha servido
de muestrario para ordenar otras ciudades.

Al comparar estas tres ciudades, se observa como Quito al ser la capital del
Ecuador durante años ha buscado planificar de mejor manera su territorio;
debido a que, cuenta con un serie de planes de ordenamiento territorial de las
diferentes zonas, aspecto que no todas las ciudades lo tienen presente para una
adecuada planificación, que posteriormente les permita emitir ordenanzas
especificas de uso de suelo.

Establecer ciertas semejanzas y diferencias entre estas ordenanzas es


indispensable dentro de este trabajo de investigación, puesto que al existir
distintos contenidos mínimos, se puede observar que aún existen problemas en
la elaboración de este tipo de ordenanzas; puesto que en algunos casos no se
adecuan a la realidad de la ciudad, sino son meras copias de otras ordenanzas,
o simplemente no regulan ciertos aspectos que son necesarios para lograr un
mejor ordenamiento territorial y uso de suelo.

2.3 Análisis en el Derecho Comparado

El Ordenamiento Territorial comprende un conjunto de políticas sociales,


culturales, ambientales y económicas, se encarga de gestionar a través de los
planes de ordenamiento territorial el uso óptimo los suelos urbanos y rurales.

“Es un proceso técnico, administrativo y político de toma de decisiones


concertadas con los actores sociales, económicos, políticos y técnicos para
la ocupación ordenada y uso sostenible del territorio, considerando las
74

condiciones sociales, ambientales y económicas para la ocupación del


territorio, el uso y aprovechamiento de los recursos naturales, para
garantizar un desarrollo equilibrado y en condiciones de sostenibilidad,
gestionando y minimizando los impactos negativos que podrían ocasionar
las diversas actividades y procesos de desarrollo que se desarrollan en el
territorio; garantizando el derecho a gozar de un ambiente equilibrado y
adecuado a su desarrollo de vida.” (Ministerio del Ambiente del Perú)

“En efecto, esta técnica de ordenación del espacio, según la Carta Europea
de Ordenamiento del Territorio, debe tener un conjunto de objetivos
precisos inspirados en los siguientes principios: desarrollo socioeconómico
equilibrado de las regiones; la mejora de la calidad de vida; la gestión
responsable de los recursos naturales y la protección del medio ambiente;
y finalmente la utilización racional del Territorio.” (Bermejo, 1994, pág. 455)

En América Latina coexisten diferentes políticas y planes territoriales que no


articulan políticas nacionales, lo que da como resultado una gestión territorial
contradictoria y muchas veces confusa. Se ha creado normas constitucionales,
leyes orgánicas como ordinarias que por lo general tratan la mayoría de aspectos
que comprende la organización territorial.

“En un escenario de transformaciones provocadas por los procesos de


globalización, las reformas económicas, la desregulación y la introducción
de nuevos enfoques en la gestión urbana, no sorprende que estos
programas hayan sido blanco de una gran controversia. Su escala y
complejidad suelen incitar la aparición de nuevos movimientos sociales,
redefinir oportunidades económicas, poner en duda marcos normativos de
desarrollo urbano y reglamentos del uso de suelo, exceder las arcas
municipales y ampliar escenarios políticos, todo lo cual altera la función de
los grupos de interés urbanos. A esta diversidad de factores se le agrega
la complicación del largo marco temporal que requiere la ejecución de estos
grandes proyectos urbanos, usualmente excediendo los periodos de los
75

gobiernos municipales y los límites de su autoridad territorial.” (Lungo &


Smolka, 2005)

Existen varios desequilibrios en el territorio de los países latinoamericanos como


es el deterioro ambiental en algunas áreas, crecimiento urbano acelerado y
desordenado (concentración territorial económica y poblacional) y la diferencia
en el desarrollo regional; por lo cual, las políticas en materia de territorio y uso
de suelo en estos países están enfocadas en resolver estos problemas.

“Nuestra región de América Latina y el Caribe sigue presentando los más


altos niveles de urbanización y descentralización entre las regiones en
desarrollo, pero arrastra igualmente una fuerte tradición de inequidad, con
una gran brecha socioeconómica en el Derecho a la Ciudad. Por ende,
será necesario armonizar el perfeccionamiento de los procesos de
urbanización y descentralización para que puedan apoyar con más
eficiencia la superación progresiva de esa brecha, todo ello contribuyendo
para el aumento de la sostenibilidad urbana local.” (MIDUVI, 2013, pág. 30)

Como parte de este trabajo de titulación, se realizará un análisis por medio del
derecho comparado a normas, políticas en materia de ordenamiento territorial,
gestión y control de uso de suelo entre Ecuador y Colombia, que será de gran
ayuda para determinar si, la legislación ecuatoriana vigente es suficiente para
regular el tema de ordenamiento territorial o es necesario realizar cambios en las
mismas; de esta manera, mejorare la planificación y ordenamiento territorial,
gestión y control de uso de suelo.

Tabla 3. Normas que rigen el ordenamiento territorial


País Norma de Soporte
Colombia Ley de Desarrollo Territorial (ley 388 de 1997) y LOOT (ley 1454 de 2011)
Ecuador Constitución del Ecuador 2008, COOTAD 2010
Tomado de (ILPES, s.f.)
76

Tabla 4. Órgano rector que rigen el ordenamiento territorial


País Órgano Rector Nacional
Colombia Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
Ecuador Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES)
Tomado de (ILPES, s.f.)

Es preciso señalar que Ecuador no posee una ley general con aspectos
científicos y técnicos que regule el ordenamiento territorial, gestión y uso de
suelo; sus políticas se basan en desarrollar planes nacionales que brinden
parámetros, reglas o directrices que permitan desarrollar planes sectoriales de
acuerdo la división política del país; en el caso colombiano, a partir del 2011 este
país cuenta con una Ley de Orgánica de Ordenamiento Territorial de carácter
nacional, que si bien es cierto comprende un adelanto en la legislación
colombiana, aún coexisten problemas que no han permitido un adecuado
desarrollo del territorio.

2.3.1 Ecuador

La Constitución de 2008 trae consigo un nuevo modelo político que fortalece al


Gobierno Central y a los Gobiernos Autónomos Descentralizados, diferenciando
las competencias y funciones de cada uno, este modelo hace énfasis en el
territorio (territorialización de la política pública, planificación y el ordenamiento
territorial, fortalecimiento del Estado plurinacional e intercultural, nueva
estructura administrativa que articule la gestión de las intervenciones públicas).
La articulación de modelos territoriales de desarrollo endógeno es necesaria
para el fortalecimiento de la planificación y asignación de los recursos
económicos de manera equitativa.

El ordenamiento territorial en el Ecuador comprende un instrumento de


planificación para armonizar y ordenar las decisiones trascendentales e
indispensables para solucionar los problemas causados por asentamientos
humanos, impulsar el desarrollo de las actividades económico-productivas y
aprovechamiento de los recursos naturales; permite el establecimiento de
77

lineamientos para la elaboración de un modelo territorial que persista a través de


los años en cada nivel de gobierno.

Uno de los objetivos que busca cumplir el ordenamiento territorial ecuatoriano


es: corregir los desequilibrios territoriales que existen entre el campo y la ciudad;
la Planificación Territorial en cambio, es el modelo territorial en consecución de
un objetivo y las respectivas acciones para lograr implantarlo, garantiza el
ordenamiento territorial; finalmente, la Gestión Territorial comprende el manejo
del sistema territorial para llegar hacia el modelo establecido.

Los planes de Ordenamiento Territorial se aplican a todos los niveles de


gobiernos autónomos descentralizados a nivel regional, provincial, municipal y
parroquial; estos planes son desarrollados y ejercidos por los gobiernos
inferiores a través de las pautas que generan los planes del gobierno nacional.

“La planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial a nivel regional,


provincial, cantonal y parroquial es competencia exclusiva y obligatoria de
los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Se ejercerá a través de sus
planes y demás instrumentos validados con los actores territoriales, en
articulación y coordinación entre niveles de gobierno, en atención a la
planificación nacional y en el marco del Sistema Nacional Descentralizado
de Planificación Participativa.” (SENPLADES, s.f.)

La gestión y uso de suelo como tema específico dentro del Ecuador, define al
suelo como soporte físico de las actividades que ejercen cada uno de los
habitantes del país, cuyo objetivo es el desarrollo integral, sostenible y
sustentable, que lleve a cabo correctas estrategias territoriales. Cabe recalcar,
que el COOTAD siendo la norma rectora en materia de ordenamiento territorial,
no establece artículos específicos y de carácter técnico-urbanístico que permitan
gestionar y regular el uso de suelo, no sólo a nivel nacional sino regional,
provincial, municipal; lo que ha causado que, se genere problemas en el
desarrollo urbano, gestión y uso de suelo en el país en general.
78

La problemática en el Ecuador sobre desarrollo urbano, gestión y uso de suelo


abarca aspectos como: desorden urbano (crecimiento urbano sin control, suelo
servido subutilizado, urbanización en zonas de alto riesgo y urbanización de
suelos agrícolas); mayor número de asentamientos de hecho (oferta de vivienda
insuficiente, población más pobre en asentamientos precarios y periféricos); y
manejo catastral limitado (información catastral incompleta y desactualizada,
limitaciones tecnológicas, gestión precaria e insuficiente).

Figura 6. Crecimiento Poblacional


Tomado de (MIDUVI, 2013)

El Nuevo marco constitucional y los nuevos proyectos legislativos que


actualmente se encuentran en tratamiento y aprobación en la Asamblea
Nacional, son considerados como un soporte jurídico que permitirá una mejor
gestión territorial de los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Por ello, es
fundamental identificar y fortalecer las capacidades de planificación y
coordinación entre el Gobierno central y los GAD´s; de tal modo que, se pueda
llevar a cabo un modelo de planificación que articule los Planes y Programas
Nacionales de Desarrollo con los locales, que conozca los impactos de las
intervenciones en los territorios y las experiencias positivas de gestión territorial
desarrolladas e implementadas en los últimos años por los distintos niveles
territoriales de gobierno.
79

En materia de catastro, Ecuador no posee una ley que defina y regule de manera
general el sistema de gestión catastral a nivel nacional; los gobiernos autónomos
descentralizados municipales son los encargados a través de ordenanzas de la
estructuración y actualización de su información catastral. Se busca disminuir la
gran diversidad de realidades que causa la dispersión de estructuras de datos
que existe en todo el país.

“El territorio ecuatoriano fue siendo descubierto paulatinamente y registrado


de diferentes formas a lo largo de sus historia. En esta larga evolución del
sistema de publicidad inmobiliaria puede afirmarse que los trabajos
sistemáticos de catastro en el país sólo iniciaron formalmente a partir en
1949 bajo las directrices de un decreto que organizaba la gestión municipal
en el país.” (Erba, 2007, pág. 416)

En el Ecuador a partir del 2014, la Comisión de Gobiernos Autónomos,


Descentralización, Competencias y Organización Territorial de la Asamblea
Nacional generó un anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial y
Gestión de Uso de Suelo; dicho proyecto busca coordinar la competencia de
ordenamiento territorial entre todos los niveles de gobierno, establecer
parámetros generales que permitirán a los municipios ejercer su competencia de
uso y gestión del suelo, fortaleciendo de esta manera la capacidad de los
municipios de mejorar los mecanismos de planificación y gestión del suelo,
beneficiando el desarrollo urbano de las ciudades.

“Continuando el proceso de instrumentalización de la planificación territorial


y urbana en el Ecuador, ahora se discute una propuesta de Ley de
Ordenamiento Territorial y Gestión del Suelo, que pretende fortalecer el
liderazgo municipal en la gestión y uso del suelo, mediante el
establecimiento de instrumentos más modernos y eficientes de
planificación y herramientas de gestión, así como la determinación de las
competencias de los diferentes niveles de gobierno.” (MIDUVI, 2013, pág.
28)
80

Actualmente, el país todavía no posee una norma técnica urbanística (ley


orgánica), pues históricamente el ordenamiento territorial y en especial el uso de
suelo dentro de los GAD´s municipales han sido competencias reguladas a
través de ordenanzas municipales, que según se ha ido investigando no son
suficientes para normar el tema e ir solucionando los problemas generados en
torno a esta materia. En el 2014 nace la posibilidad de crear una ley de
ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo que oriente a los administradores
a establecer procesos técnicos, que permitan la elaboración de planes de
ordenamiento territorial con contenidos mínimos (infraestructuras, urbanismo,
suelos, desarrollo rural) y sirva de guía para lograr un mejor y correcto ejercicio
de las mencionadas competencias, que fortalezca el control político de los
municipios, en especial respetando la autonomía concedida legal y
constitucionalmente.

2.3.2 Colombia

En el caso colombiano, el tema de la normativa sobre ordenamiento territorial y


uso de suelo se enmarca desde la Ley 2811 de 1974, que señala que el uso de
los suelos debe realizarse de acuerdo al potencial y clasificación de suelos, sus
escenarios y factores constitutivos. Igualmente se establece que el suelo debe
ser aprovechado de manera que mantenga su integridad física y su capacidad
de producción. En 1979 con la promulgación de ley 9 (Código Sanitario), que es
la que introduce dentro de las competencias municipales normar el uso de suelo
urbano. La Constitución Política de 1991, constaba de un ambiguo articulado
sobre la organización territorial del Estado, descentralización planificación del
uso y ocupación del territorio.

“En el Título XI de la Constitución Política Nacional de Colombia del año de


1991, en donde se abordan de forma complementaria aspectos propios de
la descentralización colombiana, así como las orientaciones del proceso de
ordenamiento territorial en el país. Entre otros aspectos tenemos:
81

a) Los municipios se convirtieron en los responsables de la ordenación del


desarrollo de su territorio.
b) Se promovieron procesos asociativos entre los entes territoriales para la
prestación de servicios.
c) Se planteó la necesidad de conformar provincias y regiones
administrativas de planificación y la importancia de fortalecer el papel de
las áreas metropolitanas existentes.
d) Se crearon las corporaciones autónomas regionales con funciones de
protección y vigilancia ambiental regional, y se dio continuidad a las áreas
metropolitanas.
e) Se planteó la constitución de nuevas figuras territoriales como las
entidades territoriales indígenas, al igual que la titulación colectiva de tierras
para comunidades afrocolombianas. (…)” (Carrión Barrero, 2008)

“Pero la Constitución de 1991 fue aún más allá: primero, no solo amplió el
principio que la propiedad es una función social que implica obligaciones
sino que estableció que además le es inherente una función ecológica y
señaló que en caso de expropiación la indemnización se fijará teniendo
consultando los intereses de la comunidad y del afectado.” (Maldonado,
2004)

“Los municipios se convirtieron en los responsables de la ordenación del


desarrollo de su territorio, se promovieron procesos asociativos entre los
entes territoriales para la prestación de servicios, se planteó la necesidad
de conformar provincias y regiones administrativas de planificación y la
importancia de fortalecer el papel de las áreas metropolitanas existentes.
Se crearon las corporaciones autónomas regionales con funciones de
protección y vigilancia ambiental regional, y se dio continuidad a las áreas
metropolitanas. Se planteó la constitución de nuevas figuras territoriales
como las entidades territoriales indígenas, al igual que la titulación colectiva
de tierras para comunidades afrocolombianas.” (Carrión Barrero, 2008)
82

En 1994, se da paso a ley orgánica de planeación (ley 152) que establece la


implementación de planes de ordenamiento territorial en los diferentes
municipios y distritos del país; a partir de1995, se presentaron más de diez
proyectos de Ley Orgánica que no tuvieron éxito. En cambio en 1997, surge la
ley 388 que no solo regula los planes de ordenamiento territorial municipales,
distritales sino también los planes metropolitanos. Igualmente esta ley establece
que el ordenamiento del territorio tiene por objeto la planificación económica,
social y ambiental, el desarrollo sostenible, que se da a través del
establecimiento de estrategias territoriales de uso, ocupación y gestión del suelo;
fortalecimiento de la planificación ambiental que incorporé al suelo desde su
oferta ambiental; en sí la ley presenta normas sobre la gestión y sostenibilidad
de suelo.

“En cuanto a la vertiente planificadora, ésta también tiene su origen en la


Constitución Política (Art. 311) y fue incorporada en la Ley Orgánica del
Plan de Desarrollo (Ley 152 de 1994) y desarrollada por la Ley 388 de 1997
(Ley de planificación territorial municipal), lo que obligó a los municipios
colombianos a realizar planes de ordenamiento territorial (POT).
Adicionalmente, en el año 2002 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial (MAVDT) introdujo el ordenamiento de cuencas
hidrográficas y la legislación indígena introdujo los planes de vida para los
resguardos y territorios de estas comunidades, lo que sumado a la
confrontación armada y a las condiciones sociopolíticas existentes en el
territorio nacional, hacen de la gestión territorial algo sumamente complejo.”
(Massiris Cabeza, 2008, pág. 9)

“1997 – Aprobación de la Ley 388/97, Ley de Desarrollo Territorial, que


define los instrumentos de ordenamiento territorial y gestión del suelo,
aunque no regule las competencias entre diferentes niveles de gobierno.
Esta Ley tiene entre sus principios la función social del urbanismo, la
función social y ambiental de la propiedad, la distribución equitativa de las
cargas y beneficios generados por la urbanización y la prevalencia del
83

interés general sobre el particular. Clasifica el suelo en urbano, de


expansión y rural, previendo la existencia de tratamientos urbanísticos en
sectores homogéneos.” (MIDUVI, 2013, pág. 24)

“Esta ley fue expedida como una reforma a la Ley 9ª de 1989, es decir, que
se pretendió dar continuidad al objetivo de una reforma urbana. En su
elaboración se afirma una preocupación clara por el tema del ordenamiento
o planeación territorial, que traduce una reivindicación del papel de la
planificación urbanística en sus distintas dimensiones, articulada la gestión
del suelo o intervención en el mercado de la tierra y al otro sistema de
planeación vigente en Colombia, el desarrollo económico y social.”
(Maldonado, 2004)

La aplicación de la ley 388 y del Decreto 3600 de 2007 han contribuido con la
formulación de Planes de Ordenamiento Territorial, los cuales restringen la
urbanización de los suelos destinados actividades agropecuarias; definición de
zonas de riesgo, y dan a conocer las capacidades de los suelos como filtro de
contaminantes. En el año 2000, la Corte Constitucional de Colombia señaló que
la Constitución Política Colombiana poseía varias deficiencias en materia de
ordenamiento territorial y uso de suelo, es por esto que en la sentencia C-795
del mismo año, afirma que: la función de ordenamiento del territorio debe definir
de manera planificada, participativa, la gestión del uso de suelo con orden
demográfico, urbanístico, rural, ecológico, económico y cultural.

“2000 – Primer Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá,


impulsado por el alcalde Enrique Peñalosa, que apuesta por la expansión
de la zona norte de la ciudad y crea varias empresas municipales
relacionadas a la gestión urbana.
2003 – Segundo POT de Bogotá y revisión del POT del año 2000,
impulsado por el alcalde Antanas Mockus.” (MIDUVI, 2013, pág. 25)
84

En la siguiente tabla, se presenta un cuadro de resumen sobre las leyes,


decretos nacionales con impacto en el ordenamiento territorial de Colombia
hasta el año 2007:

Tabla 5. Principales leyes colombianas con impacto en decisiones sobre


ordenamiento Territorial hasta el 2007
Ley sobre
Alcances
planificación
Decreto Ley Se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y
2811 de 1974 de Protección al Medio Ambiente.
Decreto Ley
Expide el Código de Régimen Municipal
1333 de 1986
Ley 9 de 1989 Normas sobre planes de desarrollo municipal, compraventa y
expropiación de bienes.
Ley 3 de 1991 Creación del Sistema Nacional de Vivienda de Interés Social, se
reforma el Instituto de Crédito territorial.
Ley 21 de 1991 Aprobación del Convenio número 169 sobre pueblos indígenas y
tribales en países independientes.
Ley 70 de 1993 Reconocimiento de las comunidades negras que han venido
ocupando tierras baldías en zonas rurales ribereñas de la Cuenca
del Pacífico.
Ley 99 de 1993 Creación del Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector
Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente
y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema
Nacional Ambiental.
Ley 128 de 1994 Expedición de la Ley Orgánica de las Áreas Metropolitanas
Ley 134 de 1994 Normas sobre mecanismos de participación ciudadana
Ley 136 de 1994 Normas tendientes a modernizar organización y funcionamiento de
los Municipios.
Ley 152 de 1994 Establecimiento de la Ley Orgánica del Plan de Desarrollo
Ley 191 de 1995 Se dictan disposiciones sobre Zonas de Frontera
Ley 388 de 1997 Se modifica la ley 9a. de 1989, y la ley 3a. de 1991
Ley 400 de 1997 Adopción de normas sobre Construcciones Sismo Resistentes
Ley 507 de 1999 Se modifica la Ley 388 de 1997
85

Ley sobre
Alcances
planificación
Ley 521 de 1999 Aprobación del "Acuerdo sobre planificación de asentamientos
humanos en los pasos de frontera entre la República de Colombia
y la República del Ecuador”.
Ley 546 de 1999 Se dictan normas en materia de vivienda que deben sujetarse al
Gobierno para regular un sistema especializado para su
financiación; creación de instrumentos de ahorro destinado a dicha
financiación; se dictan medidas relacionadas con los impuestos.
Ley 614 de 2000 Se crean los comités de integración territorial para la adopción de
los planes de ordenamiento territorial.
Ley 617 de 2000 Se reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, se dictan normas que
fortalecen a la descentralización.
Ley 675 de 2001 Se expide el régimen de propiedad horizontal
Ley 708 de 2001 Normas relacionadas con el subsidio Familiar para vivienda de
interés social.
Ley 715 de 2001 Normas orgánicas en materia de recursos y competencias de
conformidad con los artículos 151, 288, 356 y 357 de la Constitución
Política.
Ley 810 de 2002 Modificatoria a la Ley 388 de 1997 en materia de sanciones
urbanísticas y algunas actuaciones de los curadores urbanos.
Ley 902 de 2004 Se adicionan algunos artículos de la Ley 388 de 1997.
Ley 1083 de
Se integran normas sobre planeación urbana sostenible.
2004
Ley 1151 de
Plan nacional de desarrollo 2006-2010
2007
Ley 1152 de Se dicta el Estatuto de Desarrollo Rural, se reforma el Instituto
2007 Colombiano de Desarrollo Rural.
Tomado de (MINAMBIENTE, s.f.)

El Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 plantea la incorporación del territorio


en la planeación del desarrollo de acuerdo a la región para dar un tratamiento en
base a sus particularidades y diferencias, de este modo se estructura un país,
aprovechan los esfuerzos, las ventajas de cada territorio.
86

En el 2011 entra en vigencia la ley orgánica de ordenamiento territorial 1454, que


establece parámetros técnicos para la elaboración de planes de ordenamiento
territorial municipales, convirtiéndoles en instrumentos de gestión territorial que
se incorporan a los planes de desarrollo nacional, que organizan y descentralizan
el territorio.

“Sus contenidos se desprenden de las dimensiones del OT, a saber: la


diversidad que alberga el territorio, la organización institucional del Estado
y su despliegue territorial, la forma como se da el crecimiento económico a
nivel territorial, la organización social, cultural y política, los procesos de
transformación, ocupación y utilización del territorio y de los recursos que
alberga.” (Bustamante, 2014)

“En síntesis, la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial es un catálogo de


las asignaturas pendientes: no avanza un ápice en materia de autonomía
territorial (artículo 1 de la CN); no resuelve nada de fondo y ha generado
mucha insatisfacción entre los especialistas; pero, lo más grave, desconoce
el mandato constitucional: un caso de “omisión legislativa absoluta”
(Bustamante, 2014)

“Luego de más de diecinueve años de promulgada la Constitución Política


de 1991 el Estado colombiano no había podido expedir la ley orgánica de
ordenamiento territorial a través del organismo competente. El
constituyente al crear el artículo 288 manifestó que la ley orgánica definiría
la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales y la
distribución de las mismas entre la Nación y los entes territoriales conforme
a los principios de coordinación, concurrencia y subsidiariedad. Sin
embargo dicho mandato resulto infructuoso durante muchos años.”
(Mosquera, 2012)

La planeación y gestión de suelo de Colombia, ha llevado a cabo varios


proyectos en los diferentes Departamentos, como por ejemplo el Proyecto “Juan
87

Bobo-Medellín” el cual ha conseguido mejorar las condiciones de habitabilidad y


estructura; reordenación urbanística que permita el acceso a suelo para
equipamientos, zonas verdes, legalización de vivienda y el suelo, para evitar
desplazamientos, expropiaciones y facilitando la inclusión social.

“El proyecto hace parte del programa de Mejoramiento de Barrios,


estrategia de la Administración Municipal de Medellín para acompañar la
formación de barrios populares y evitar su deterioro, que se aplica en zonas
de urbanización informal según su estado de consolidación. Es una
intervención integral por microterritorios que se compone de actividades en
el espacio público y gestión en la conexión de servicios públicos, el
equipamiento comunitario y la concientización sobre el cuidado del medio
ambiente. La consolidación habitacional Nuevo Sol de Oriente (Juan
Bobo), modelo replicable internacionalmente, se vislumbró desde el 2005
como un mega proyecto en el que, sin desalojar a nadie, se ganó la
confianza de la comunidad residente en el sector y con un trabajo técnico
y social muy comprometido, donde se le dio participación permanente a los
habitantes y se ejecutó una intervención integral que les mejoró la calidad
de vida. La Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín, además de
concebir esta innovadora propuesta de gestión habitacional en la ciudad,
también fue la encargada de gestionarla y ejecutarla. Esta gestión también
fue clave en el proceso de elección, en el que no solo se evaluaron las
bondades arquitectónicas y de hábitat de Juan Bobo, sino la viabilidad de
gestionar de forma adecuada y transparente- los dineros oficiales.”
(Portafolio, s.f.)

En materia de catastro territorial, Colombia busca cumplir con su Constitución,


en lo referente a la elaboración y actualización del mapa de la República,
determinar políticas y ejecutar los planes nacionales en materia de Cartografía,
Catastro, a través de la información catastral, ambiental y georreferenciada, que
finalmente logren mejorar la planificación y ordenamiento territorial.
88

“En la capital Bogotá la entidad ejecutora del catastro es la Unidad


Administrativa Especial de Catastro Distrital. En las ciudades de Cali y
Medellín son responsables las Oficinas de Catastro Municipal y en el
Departamento de Antioquia, las Oficinas de Catastro Departamental. La
función registral en Colombia es ejercida por la Superintendencia de
Notariado y registro, entidad adscrita al Ministerio del Interior y de Justicia.”
(Erba, 2007, pág. 415)

La rectoría de la gestión territorial en el ámbito local está en los municipios, las


cuencas hidrográficas son reguladas por corporaciones autónomas regionales,
el ordenamiento ambiental de territorio está en manos del Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sostenible y la Comisión de Ordenamiento Territorial maneja el
proceso de descentralización como órgano técnico-asesor.

En la actualidad, la Ley 1454 define los conceptos generales dentro del


ordenamiento territorial y principios mínimos que permiten la ejecución de
proyectos de inversión de impacto regional; traza un modelo de integración
regional que promueve las alianzas estratégicas de entidades territoriales para
generar economías a escala, proyectos productivos y competitividad para el
desarrollo, permite la creación de formas de integración territorial, fortalece a las
áreas metropolitanas.

“La Ley 1454 de 2011, facilita el desarrollo institucional, el fortalecimiento


de la identidad cultural y el desarrollo territorial, entendido este como
desarrollo económicamente competitivo, socialmente justo, ambiental y
fiscalmente sostenible, regionalmente armónico, culturalmente pertinente,
atendiendo a la diversidad cultural y físico-geográfica de Colombia.” (Diario
La República)

Colombia está en su segunda generación de Planes de Ordenamiento Territorial


de carácter municipal, donde se han incorporado temas como ordenamiento
rural, gestión de riesgos. “Colombia es una república unitaria con autonomía de
89

las entidades territoriales y un modelo de descentralización prioritariamente


municipalista.Las administraciones municipales adoptan planes de
ordenamiento territorial con una vigencia de 12 años (tres periodos de los
alcaldes) y planes de desarrollo económico y social, que deben recoger el
programa de gobierno que sirvió de base para la elaboración del respectivo
Alcalde.” (Maldonado, 2004)

El proceso de ordenamiento territorial colombiano en relación al ecuatoriano es


mucho más desarrollado, puesto que el ordenamiento o planeación territorial
desde hace más de veinte y cinco años ha sido un tema no solo regulado a través
de leyes sino de la Constitución (1991), normas en las cuales se determina la
necesidad de articular la gestión del uso de suelo municipal con la planeación de
desarrollo económico y social del país sin afectar la autonomía municipal.
Además, se ha regulado procesos de ocupación de suelos rurales y los
mecanismos de articulación entre diferentes planes de ordenamiento territorial
de una misma región.

La legislación colombiana de igual manera, establece principios orientadores


para la conformación de un sistema urbanístico como son: la función social y
ecológica de la propiedad, prevalencia del interés público sobre el particular,
urbanismo como función pública, la distribución equitativa de las cargas y
beneficios. Actualmente es preciso resaltar que los instrumentos (reparcelación
de terreno y participación de las plusvalías derivadas de la acción urbanística del
Estado) utilizados para la conformación del sistema urbano han traído buenos
resultados como es el caso del mencionado proyecto habitacional y ambiental
Nuevo Sol de Oriente (Quebrada Juan Bobo) que ganó un Premio Mundial Dubai
en el 2009, por haber logrado hacer realidad la reparcelación de terrenos y
mejorar la condición de vida de los habitantes.

Es importante establecer que pese a que Colombia adoptó varias Leyes de


ordenamiento territorial, también existen normas sujetas a decisiones de las
administraciones municipales, por tal motivo en el Ecuador debería aplicarse por
90

ejemplo normas que directamente estarían asignadas por Ley como:


participación de cargas urbanísticas (servicios públicos y vías), asumir la
totalidad de las cargas locales, cuidado y protección del ambiente, reparcelación
a través de planes parciales, macroproyectos, formulación de planes de uso de
suelo, normas de gestión para suelo de expansión urbana. Mientras que por
ordenanzas se podrían tratar temas como: el desarrollo y construcción de obras
en el tiempo fijado por las normas establecidas en la Ley, participación en las
plusvalías derivadas de la acción urbanística propia y del Estado, reparcelación
en la que se eliminen los límites del lote individual y clasificación específica del
suelo de las distintas ciudades.

Por otra parte, Ecuador es un país que a partir de la vigencia de la Constitución


de 2008 constitucionaliza el ordenamiento territorial como competencia de todos
los niveles de gobiernos autónomos descentralizados y como competencia
exclusiva de los gobiernos municipales, menciona temas fundamentales para
mejorar la planeación territorial como la función social y ambiental de la
propiedad privada, el derecho al hábitat y a la vivienda, derecho a la ciudad, para
la consecución del plan del buen vivir; estos avances han generado leyes
orgánicas como el COOTAD y el Código Orgánico de Planificación y Finanzas
Públicas, que dan la potestad a los municipios de emitir normas reglamentarias
(ordenanzas municipales) para regular técnica y específicamente el
ordenamiento territorial y uso de suelo; pero al observar que pese a la existencia
de este tipo de normas aún se observa problemas jurídicos y sociales dentro de
la materia; razón por la cual se dio paso a la elaboración del proyecto de Ley
Orgánica de Ordenamiento Territorial, uso y gestión del suelo, cuyo contenido
brinda instrumentos de ordenamiento territorial tanto a nivel nacional, GAD´S y
regímenes especiales y herramientas de planificación urbanística y de gestión
del suelo, contenidos con los que las leyes colombianas ya cuentan desde hace
muchos años atrás.

Una vez terminado el análisis de la competencia de ordenamiento territorial,


gestión y uso de suelo de estos dos países, se determina que el panorama legal
91

actual ecuatoriano contiene ciertos puntos críticos, que aún están pendientes
tanto en términos legislativos como institucionales; pues la normativa legal
ecuatoriana debe complementarse con normas urbanísticas innovadoras, que
desarrollen herramientas en especial a nivel municipal suficientes para una
acertada planificación y gestión del uso de suelo, que beneficien a la articulación
de los planes de desarrollo y ordenamiento territorial nacionales con los planes
de los distintos niveles de gobierno sin afectar la autonomía municipal y se
establezcan mecanismos concretos para la participación social en la elaboración
de dichos planes.

Para continuar con este trabajo de titulación, se deberá abordar en el siguiente


capítulo el tema de los controles existentes en la legislación ecuatoriana en el
ejercicio de la competencia exclusiva de gestión, uso y ocupación de suelo de
los GAD´s municipales dentro del marco legal actual; de esta manera, se podrá
definir si es necesaria la expedición de una ley que regule y controle el correcto
ejercicio de esta competencia a través de nuevos órganos estales de control.
92

3 LOS CONTROLES EXISTENTES EN LA LEGISLACIÓN ECUATORIANA

En el presente capítulo se realizará un análisis sobre los métodos, características


y mecanismos de acción de los controles vigentes en la legislación ecuatoriana,
cuya finalidad es regular el ejercicio de la competencia de ordenamiento territorial
y uso de suelo que ejercen los gobiernos autónomos descentralizados
municipales en sus respectivos territorios. El objetivo principal del mencionado
análisis es determinar la necesaria o innecesaria creación de nuevos órganos de
control, ya que se ha podido evidenciar en el primer y segundo capítulo, que los
problemas que surgen dentro de esta materia no sólo se deben al incumplimiento
de la norma (falta de control), sino también a la inexistencia o inaplicabilidad de
la misma; por ello, es preciso estudiar detalladamente las funcionalidad del
control que ejecuta el gobierno municipal, la Contraloría General del Estado y
aquellos controles a los cuales puede acceder el ciudadano como son el de
legalidad y constitucionalidad que declaran la nulidad o inconstitucionalidad de
la norma respectivamente.

El control del gobierno municipal lo ejerce el Concejo Municipal, conformado por


los Concejales y el Alcalde, quienes entre sus facultades tienen la de crear,
modificar o derogar normas reglamentarias (ordenanzas, resoluciones) en
atención a las necesidades de la ciudad, tanto en el área urbana como en la
rural. En este sentido, el planificar e impulsar el desarrollo físico de la ciudad,
constituye uno de los ejes centrales de las administraciones municipales, en
tanto son los llamados a controlar el uso y ocupación del suelo (control de
construcciones; autorización para el funcionamiento de todo tipo de locales;
reglamentar la ocupación de los distintos tipos de suelos, etc.)

Como parte de este control, los municipios cuentan con secretarias territoriales,
direcciones de planificación u ordenamiento territorial, administraciones zonales
y comisarias, cuya denominación depende exclusivamente de la estructura
orgánica funcional de cada uno de los cabildos, sin que aquello, modifique su
esencia de ser entes reguladores del ordenamiento territorial y uso de suelo de
las ciudades.
93

Dentro del proceso de regulación de los territorios, los ciudadanos tienen sitios
para expresar sus opiniones e inquietudes, como es el caso de las sesiones de
Concejo, las audiencias públicas y las comisiones especializadas que son
espacios en los que los ciudadanos se transforman en “colegisladores” de los
proyectos normativos y fiscalizadores de la aplicación de la norma.

Sin embargo, existen controles externos como el que ejerce la Contraloría


General del Estado, ejecutado a través de auditorías que permiten examinar,
calcular y evaluar el control interno y la gestión municipal con el objetivo de
determinar si el desempeño o ejecución de las competencias de uso y gestión
del suelo es el adecuado. De igual manera, esta institución autónoma estatal
tiene la facultad de realizar exámenes especiales que formulen
recomendaciones para mejorar el ejercicio de las competencias municipales
relativas al tema.

Por otra parte, los ciudadanos en uso de sus derechos pueden optar por el
control de la legalidad y de constitucionalidad, si a criterio de ellos los actos
administrativos normativos de carácter general como son las ordenanzas y
reglamentos han incumplido lo establecido en la Ley y la Constitución, con lo
cual se solicita la nulidad o inconstitucionalidad de la norma, a fin de proteger
derechos constitucionales y evitar la arbitrariedad e irregularidad en las
decisiones municipales referente a la gestión y uso de suelo.

Actualmente, la Asamblea Nacional dentro de su agenda legislativa contempla


el tratamiento del proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso y
Gestión del Suelo, en el cual se plantea la creación de dos nuevos organismos
de control que se encarguen específicamente de regular la materia y sancionar
a los municipios que no cumplan con las disposiciones que constan en la Ley;
razón por la cual, es preciso examinar detalladamente la funcionalidad de los
controles existentes y determinar si es necesario crear más órganos de control
o simplemente fortalecer los ya existentes sin que esto signifique violentar la
autonomía municipal.
94

3.1 Control del Gobierno Municipal

Dentro del Estado ecuatoriano, el municipio es el encargado de velar el


cumplimiento del ordenamiento jurídico exigible para las instituciones públicas
municipales; por ende, el Municipio a través del Concejo Municipal, tiene la
potestad constitucional y legal para dictar, modificar y derogar ordenanzas, las
cuales son normas jurídicas con vigencia dentro de un cantón en específico, que
buscan el bien común, y se encuentran subordinadas a la ley y a la Constitución.
Los municipios, deben cumplir y hacer cumplir las ordenanzas; de esta manera,
ejercen su facultad legislativa.

“Las ordenanzas municipales interpretan la herencia monárquica española de


emitir mandatos obligatorios que validaba el propio Virrey en el ejercicio de la
Real Facultad Reglamentaria y que estaban orientados a regular la actividad
cotidiana de sus jurisdicciones.” (Martínez A. P., 2000, pág. 123).

El Concejo Municipal es el encargado de ejercer el poder legislativo y el control


político sobre el poder ejecutivo municipal de la ciudad; conformado por el
Alcalde y concejales. “Se encuentra estructurado como un cuerpo colegiado, lo
que va en consonancia con la función deliberante, puesto que sus actos están
enmarcados dentro de la participación, parlamentarismo, consulta, entre otros
elementos.” (Lara, 2013).

La Constitución como norma suprema reconoce que el poder político se


encuentra subordinado al derecho;por lo cual, las funciones que ejerce el
Concejo Municipal están dentro de la norma que los rige (COOTAD), su
actuación no puede ir más allá de la misma, pues su fundamento y propia
legitimidad quedaría quebrantada. La función primordial del poder político del
Concejo Municipal es crear derecho, que comprenda un orden jurídico justo, no
arbitrario a la norma constitucional y legal; el poder político se manifiesta a través
de las funciones legislativas y fiscalizadoras que están a su cargo.
95

“(…) a) Con el Derecho Constitucional.- Con respecto a esta rama del


derecho y a la Ley Suprema, guarda no sólo una íntima relación, sino,
además un vínculo de subordinación institucional, pues la Constitución
define al Municipio, lo determina y le da vigencia; presuponiéndole un lugar
específico en la organización política, administrativa y social del Estado.
(…)” (Quintana, 2005, pág. 134)

“El derecho del Municipio para que, dentro de su esfera de competencias,


elija libremente a sus gobernantes, se otorgue sus propias normas de
convivencia social; resuelva sin intervención de otro poderes los asuntos
propios peculiares de la comunidad; cuente, además, con reglones propios
de tributación y disposición libre de hacienda; y, finalmente, que estas
prerrogativas estén definidas y garantizadas en el ordenamiento supremo
del Estado.” (Quintana, 2005, pág. 195)

“Que la autonomía municipal se caracteriza por el reconocimiento en la


Constitución Nacional: a) de la autonomía política, fundada en los principios
democráticos; b) de la capacidad económica, con recursos adecuados para
el cumplimiento de sus fines; y c) de la administración propia de los
servicios públicos locales”. También se declaró “que el derecho y la
competencia de los gobiernos locales deben emanar del poder
constituyente municipal, reconocido en la carta fundamental del Estado. La
Constitución nacional debe establecer la atribución de los municipios para
dictar su propia ley fundamental.” (Quintana, 2005)

En la misma línea, se establece que para que exista un control político adecuado
del Concejo Muncipal, es de vital importancia que la Constitución por medio de
las leyes establezca herramientas suficientes, claras y precisas para fortalecer
las ordenanzas municipales que versen sobre el uso, gestión y control del suelo,
ya que son indispensables para la correcta planificación del ordenamiento
territorial de las ciudades.
96

Dentro de la competencia exclusiva de ordenamiento territorial y gestión de uso


de suelo, el Concejo Municipal tiene la potestad de emitir normas locales
específicas con el objeto de cumplir con las funciones que la Constitución y el
COOTAD les otorga para cumplir con el desarrollo armónico de las ciudades.

“Históricamente en el Ecuador, la competencia de uso, ocupación y control


del suelo fue entregada a los gobiernos municipales, incluso antes de su
inclusión a nivel constitucional. Recién en la Codificación de la Constitución
Política de la República del Ecuador de 1996, en su artículo 159, se
mencionó expresamente que le corresponde al concejo municipal, en forma
exclusiva, al uso de los espacios y el uso y ocupación de las áreas de
asentamientos poblacionales y organizar su administración.” (Asamblea
Nacional, s.f.)

El Concejo Municipal expide ordenanzas y normativa específica con el objeto de


planificar el desarrollo cantonal y formular de manera articulada los planes de
ordenamiento territorial con la planificación de los distintos niveles de gobiernos
autónomos descentralizados, con el fin de regular y controlar el uso y ocupación
del suelo urbano y rural del cantón.

“Que, a su vez, entre otras medidas establecidas para evitar conductas


evasivas del cumplimiento de regulaciones y normas técnicas, la ordenanza
metropolitana No. 0432, reformatoria de la ordenanza metropolitana No.
0172, incorporó dentro del Libro innumerado “Del Régimen de Suelo para
el Distrito Metropolitano de Quito” del Código Municipal, el Capítulo VIII que
determina el régimen de infracciones sanciones y correctivos a aplicarse
en esta materia.” (Municipio de Quito, s.f.)

De igual manera, el Concejo Municipal implementa políticas de construcción de


equidad e inclusión en su territorio, establece el régimen de uso de suelo y
urbanístico (urbanización, parcelación, lotización de conformidad con la
planificación cantonal, debe ejecutar las competencias exclusivas y concurrentes
97

de manera eficaz y eficiente observando los principios de universalidad,


accesibilidad, regularidad, continuidad, solidaridad, interculturalidad,
subsidiariedad, participación y equidad).

Por otra parte, las secretarias o direcciones de planificación o territorio y


comisarias son entidades municipales cuya función es controlar de manera
específica el cumplimiento de la norma en materia de ocupación y uso de suelo
dentro de las ciudades. Por ejemplo, la estructura orgánica funcional de Quito,
tiene diversas entidades municipales que ejercen funciones de control en materia
de ordenamiento territorial y uso de suelo de la ciudad, como son:

Secretaria General de Coordinación territorial y Participación Ciudadana, que


tiene como función planificar el ordenamiento territorial de las Zonas
Administrativas del Distrito garantizando el crecimiento y desarrollo ordenado de
la ciudad (sistema de planificación territorial de obras, servicios públicos y
equipamiento urbano a escala zonal, sectorial y barrial); además, tiene a su
cargo la Dirección Metropolitana de Coordinación de Gestión en el Territorio, de
parroquias rurales, de catastro, e entidades adscritas como las administraciones
zonales: Eugenio Espejo, Equinoccio, Quitumbe, Valle de Tumbaco Valle de los
Chillos, Calderón y Manuela Sáenz.

Secretaria de Territorio Hábitat y Vivienda busca formular políticas públicas


territoriales, de usos del suelo, de hábitat y vivienda, se encuentra conformada
por la Dirección Metropolitana de Políticas y Planeamiento del Suelo, de gestión
territorial, de desarrollo urbanístico, Empresa Metropolitana de Desarrollo
Urbano y Empresa Pública Metropolitana de Hábitat y Vivienda.

Secretaria de Ambiente cuyo objetivo es promover una cultura de buenas


prácticas ambientales con la participación activa de toda la comunidad, controla
la Dirección de Políticas y Planeamiento Ambiental; la secretaria de movilidad es
otra entidad municipal que maneja la Dirección Metropolitana de Políticas y
Planeamiento del Sistema de Movilidad.
98

La Secretaria de Planificación contribuye a mejorar los niveles de vida de la


población del Distrito a través de la planificación estratégica del territorio forjando
espacios, servicios y equipamientos públicos de calidad.

La Agencia Metropolitana de Control, es otra entidad municipal, cuya misión es


cumplir con la normativa metropolitana que se refiera a las actuaciones sobre el
espacio público, a las actividades económicas en establecimientos; el uso y
ocupación del suelo; y, medio ambiente; está facultada para realizar
inspecciones generales, sancionar, garantizando el cumplimiento de la ley en
materia, el ordenamiento territorial y el buen vivir. Además, tiene como objetivo
prevenir y controlar los comportamientos ilegales que se produzcan en la ciudad,
con la colaboración de otras entidades municipales y de participación ciudadana.

“La Agencia Metropolitana de Control realizó 771 operativos de control a


través de las doce Unidades Desconcentradas de Control en materia de
construcciones y licenciamiento y la Unidad de Control de Laderas del
Pichincha, para verificar el cumplimiento de las Ordenanzas
Metropolitanas 172, 308 (Licencia Única de Actividades Económicas,
LUAE) y el respectivo control de incumplimiento a resoluciones
administrativas sobre LUAE, según lo dispuesta en la Ordenanza
Metropolitana 321.” (Agencia Metropolitana de Control, s.f.)

“Con el propósito de verificar que los establecimientos comerciales de la


ciudad, cumplan con las funciones para las cuales están autorizadas, la
mañana de este sábado 21 de febrero, la Agencia Metropolitana de Control
(AMC), realizó una inspección por las calles del Centro Histórico.
Esta inspección se desarrolló con el propósito de verificar que los
propietarios de los diferentes negocios cumplan con el uso del suelo que
señala el Informe de Regulación Metropolitana (IRM).
La inspección se realizó especialmente en el área hotelera del Centro
Histórico, considerando que esta es una zona turística de la ciudad y del
país.
99

El Municipio de Quito, promociona este sector que debe mantenerse en las


mejores condiciones para beneficio tanto de los residentes como de los
visitantes tanto nacionales como extranjeros.” (Agencia Pública de Noticias,
s.f.)

La Alcaldía de Quito, es un ejemplo de cómo a nivel nacional los distintos


gobiernos municipales pueden ejercer control en materia de ordenamiento
territorial y uso de suelo; sin embargo, el problema que se presenta no es la falta
de control, sino la forma en la que se ejerce por parte de los funcionarios; así
mismo, los ciudadanos no respetan sus obligaciones provocando que la
convivencia no sea armónica, ya que se sanciona más y se cumple menos.

En este sentido, es indispensable e importante que a nivel país, los gobiernos


seccionales fortalezcan el control del gobierno municipal, ejerciendo su
autonomía basada en principios de democracia y descentralización del poder,
con lo cual se garantiza la competencia exclusiva de ordenamiento territorial y
uso de suelo para el correcto desarrollo de las ciudades.

3.2 La Contraloría General del Estado, la Auditoria de Gestión

La Contraloría General del Estado es un organismo técnico que controla la


utilización de los recursos estatales y el cumplimiento de los objetivos y/o metas
de las instituciones estatales y de aquellas instituciones de derecho privado que
manejan recursos públicos; además, efectúa control constitucional, ya que sus
actividades recaen sobre el accionar de la Corte Constitucional. “Tanto la
Constitución como la ley confieren a la Contraloría potestades suficientes para
investigar, determinar responsabilidades y sancionar las actuaciones irregulares
relacionadas con el manejo de los recursos públicos.” (Aguilar, 2007, pág. 106)

Este organismo es el ejecutor del sistema de control administrativo encargado


de la auditoría interna, externa y del control interno de las entidades del sector
público y privado que cuenten con recursos públicos; de la misma manera,
100

establece responsabilidades administrativas civiles culposas e indicios de


responsabilidad penal, de acuerdo a los aspectos y gestiones sujetas a su
control. Es una institución que expide su propia normativa, en la cual se instituye
sus funciones y brinda asesoramiento a los órganos y entidades estatales
cuando estas lo requieran.

“Es en este contexto que la Contraloría General del Estado, como


organismo técnico de control, cumple con las funciones a ella
encomendadas ya sea efectuando auditorías de gestión, financieras, de
carácter técnico o bien exámenes especiales de los recursos financieros,
materiales y humanos, en base a un plan anual de actividades”.
(Contraloría General del Estado, s.f.)

“El control interno corresponde a la propia entidad. Es previo o concurrente,


cuando está a cargo de los propios servidores que, al momento de realizar
sus gestiones, aplicarán sistemas que aseguran la legalidad y corrección
de las operaciones; es posterior, cuando lo realiza la unidad de auditoría
interna.” (Pérez, 2014, pág. 436)

“El control externo se asigna a la Contraloría General del Estado y es,


fundamentalmente, control posterior. Este control se realiza por medio de la
auditoría gubernamental y el examen especial.” (Pérez, 2014, pág. 437)

“Además, la Ley de Presupuestos del Sector Público, en su artículo 46


manifiesta que el control externo de los recursos de los presupuestos del
Sector Público, es competencia de la Contraloría General del Estadcorreo,
que lo realizará obligatoriamente de manera previa, durante y posterior al
proceso de ejecución de los presupuestos.” (Contraloría General del
Estado, s.f.)

La regulación que la Contraloría General del Estado realiza sobre los gobiernos
autónomos descentralizados municipales, consta de dos etapas: el control previo
101

y concurrente que efectúan las unidades administrativas y financieras de los


GAD´s; y el control posterior que lo realiza en sí la Contraloría a través de las
unidades de auditoría interna y externa, encargadas de verificar y evaluar el uso
efectivo de los recursos públicos, la administración y custodia de los bienes
públicos que buscan beneficiar a la población y al cumplimiento de los objetivos
institucionales.

“El Plan de Control de las Unidades de Auditoría Interna incluyó en el 2010


exámenes especiales al sistema de control interno de todas las entidades
y se prevé ejecutar acciones para evaluar el cumplimiento de las
recomendaciones de los informes de auditoría interna y externa.
Estas estrategias se complementaron con la publicación de todas las
consultas jurídicas relevantes en la página web de la Contraloría y en
nuestros boletines jurídicos, para que estén a disposición de los
funcionarios públicos y la ciudadanía en general, como referencia y apoyo
para evitar que se cometan errores por desconocimiento.
Con la finalidad de fortalecer el control externo y atender las denuncias
presentadas por la ciudadanía, se diseñaron instrumentos técnicos para la
ejecución de verificaciones preliminares por parte de los auditores. En el
año 2010, recibimos 1.191 pedidos y denuncias a nivel nacional, que
generaron 982 acciones de control.” (Contraloría General del Estado, s.f.)

“Hay tres tipos de control, el control previo, es decir cuando el ente de


control interviene antes de que se produzca un acto, un contrato un
desembolso: el control concurrente el que se da en el mismo momento en
el que se realiza el acto, operación financiera; y el control posterior cuando
el organismo ejerce control en el momento en que ya se generó el acto, el
hecho; ya se firmó el contrato, se realizó el desembolso, y se hizo la obra.”
(Muñoz, 2015)

La importancia de la auditoría de gestión en los gobiernos autónomos


descentralizados municipales, radica en buscar el mejoramiento de la eficacia y
102

eficiencia en la utilización de los recursos asignados que se pueda dar un


adecuado ordenamiento territorial y uso de suelo. “El objetivo de la auditoría de
gestión es determinar si el desempeño de una institución, ente contable o la
ejecución de programas y proyectos se ha realizado de acuerdo a principios y
criterios de economía, efectividad y eficiencia.” (Bermeo & Loja, 2012, pág. 30)

“La auditoría de gestión no analiza los ingresos y egresos, sino controla la


eficiencia del funcionario en el ejercicio de su cargo, eso significa,
establecer responsabilidades respecto a esa funciones, por ejemplo si el
plan de contratación anual significaba que debía ejecutarse el 100 por
ciento del presupuesto en obra pública, ese funcionario encargado de una
determinada institución, no ha gastado más de 30 por ciento, obviamente
es una gerencia ineficiente y la Contraloría definirá las respectivas
responsabilidades.” (Muñoz, 2015)

La auditoría de gestión permite establecer el grado de cumplimiento del Plan


Nacional de Desarrollo, los planes de desarrollo y ordenamiento territorial
regional, provincial, cantonal y parroquial rural; además, de las disposiciones
legales y reglamentarias, las políticas, planes y programas sobre ordenamiento
territorial y uso de suelo de los municipios. Para citar un ejemplo del control que
lleva a cabo la Contraloría General del Estado, se tomará el caso del Examen
Especial al Plan de Ordenamiento Territorial 2020 del Gobierno Autónomo
Descentralizado Provincial del Napo, dentro del periodo del 1ero. de enero al 31
de diciembre de 2012, en el que consta lo siguiente:

“El Examen Especial dio como resultado que el Plan de Ordenamiento


Territorial no observa que no se aprobó el Plan anual institucional de
políticas públicas del año 2012, además que no se elaboró la planificación
estratégica institucional, el plan de desarrollo provincial no cuentan con
contenidos mínimos de formulación, aparte de no guardar concordancia
con el presupuesto institucional. Específicamente el plan de ordenamiento
territorial no coordina políticas de desarrollo ni directrices del ordenamiento
103

del territorio con los diferentes niveles de gobierno cantonal y parroquial,


omitiendo la priorización de necesidades territoriales, lo que no permitió
ordenar, compatibilizar y armonizar las decisiones estratégicas de
desarrollo, respecto de los asentamiento humanos, las actividades
económico productivas y el manejo de los recursos naturales en función de
las cualidades territoriales, a través de la definición de lineamientos para la
materialización del modelo territorial de largo plazo en el cual se emiten
recomendaciones como: elaborar el plan de desarrollo provincial con
contenidos mínimos de diagnóstico, propuesta y modelo de gestión,
coordinar con los gobiernos autónomos descentralizados de la provincia la
priorización de las necesidades territoriales e implementar dentro del plan
de desarrollo provincial y de ordenamiento territorial, con la finalidad de
medir y comparar lo ejecutado con lo planificado, en términos de eficacia y
eficiencia.” (Contraloría General del Estado, s.f.)

En la actualidad, la Asamblea Nacional a través de la Comisión Especializada


Ocasional para el tratamiento de la Solicitud de Enmienda Constitucional, ha
discutido en primer debate la reforma constitucional de los artículos 211 y 212,
correspondientes a las competencias de la Contraloría General del Estado;
reformas que buscan suprimir funciones como verificar la consecución de los
objetivos de las Instituciones del Estado (municipios) y la de determinar
responsabilidades civiles, administrativas y penales relacionadas con gestión
que deben realizar las instituciones estatales y las personas jurídicas de derecho
privado con recursos públicos. De llegarse aprobar estas enmiendas
constitucionales, el poder de control de la Contraloría se debilitaría y perdería
especialmente la potestad de realizar auditoría de gestión a los GAD´s
municipales, aunque para algunos expertos estas reformas solo comprenden
una redistribución de competencias, ya que la Contraloría no tiene especialidad
para realizar este tipo de control.

“En algunos países de la región como Perú, Panamá y Chile, la Contraloría


es un ente auditor y contable supervisor del manejo de los recursos y bienes
104

públicos. Es un supervisor de la legalidad de la ejecución del recurso


público.
La contraloría al ser un ente auditor de los recursos públicos no tiene la
especialidad para realizar el control de los objetivos institucionales de cada
cartera de Estado poniendo en riesgo la imparcialidad y los resultados de
la auditoria.” (Comisión Especializada Ocasional para el tratamiento de la
Solicitud de Enmienda Constitucional, 2014)

“Ahora como nueva modalidad constante en la ley Orgánica de la


Contraloría General del Estado, se establece la auditoría de gestión, es
decir la Contraloría ya no es un Tribunal de Cuentas, como anteriormente
se lo denominaba; por ejemplo en países como: Brasil y España se la sigue
denominando como Tribunales de Cuentas, nombre dado por la teoría
española con la que vinieron en la época de la conquista, pero en el caso
ecuatoriano fue evolucionando y creando una Contraloría administrativa y
financieramente eficiente, independiente y totalmente apolítica, que hoy es
solo una Contraloría totalmente política.” (Muñoz, 2015)

“Con la entrada en vigencia de una nueva ley orgánica de ordenamiento


territorial, gestión y uso de suelo se pretende quitarle una nueva atribución
a la Contraloría General del Estado, que tiene que ver con la auditoría de
gestión y crea una Superintendencia.” (Muñoz, 2015)

“El tema de la Contraloría es importante, el impedir control de gestión es


botar lo que es la Contraloría actualmente, no solo en el Ecuador, sino en
el derecho comparado, es decir la CC dice que la Contraloría es un tribunal
de cuentas. Están diciendo que tenemos que volver al principio del siglo
XX, esto es gravísimo, pero la sociedad tiene la facultad de hacer o no la
modificación.” (Oyarte, 2014)

La Contraloría General del Estado a través de la auditoría interna y externa, está


orientada a cumplir con el ordenamiento jurídico, técnico y administrativo de la
105

institución pública y todas sus dependencias, promoviendo la eficiencia y eficacia


de su gestión; por ende, la Contraloría debe desempeñar sus funciones con
independencia, objetividad, y especialmente debe velar por el cumplimiento del
ordenamiento jurídico que tutela la gestión de los gobiernos autónomos
descentralizados municipales, en el caso específico el desempeño sobre la
competencia de ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo; es fundamental
que, para realizar sus funciones dentro de los GAD´s municipales, se fortalezca
al órgano de control, no se le reste atribuciones ni se cree nuevas instituciones
de control y sanción, sino que lo establecido en la Ley y Constitución se lleve a
la práctica para lograr un mejor ejercicio de la competencia municipal de
ordenamiento territorial y uso de suelo.

3.3 El Control de Constitucionalidad y la Protección de Derechos

El control de constitucionalidad instituye un juicio sobre la validez constitucional


de las normas con fuerza de ley. La aparición de la justicia constitucional en el
Ecuador garantiza la superioridad y supremacía de la norma constitucional en
relación a la ley; este control permite que los ciudadanos y poderes públicos
estén sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.

“El Estado constitucional de los derechos, constituye efectivamente el


perfeccionamiento del Estado de legalidad, en el que se redimensiona en
primer lugar, el carácter de la ley, como fuente principal material del
ordenamiento jurídico, en el que se consagra sin embargo una supremacía
constitucional meramente formal; en el nuevo paradigma, la primacía de la
Constitución es real e implica que todas las fuentes del derecho, incluida la
ley tienen la posición subordinada que la Constitución les asigna.”
(Espinosa, 2010)

Existe el control formal de constitucionalidad, que es el que se da al momento de


formación de la norma y el control material de constitucionalidad, que es el
encargado de verificar los contenidos de la ley o cualquier otra norma jurídica,
sea de la parte dogmática u orgánica.
106

“El control de leyes posteriores a la Constitución debe salvar a la ley, para


que no se la declare inconstitucional (sentencias aditivas); en el caso de la
existencia de alguna ley anterior a la Carta Fundamental que no vaya
acorde con la misma, esta deberá ser derogada.” (Escudero, 2015).

El estudio del Estado constitucional de derechos, implica la adopción de nuevas


metodologías e instrumentos de interpretación y compresión de la realidad
jurídica, pues va más allá de la separación de poderes y la consagración formal
de los derechos de las personas; actualmente, el Estado ecuatoriano es un
Estado jurídicamente comprometido con el cumplimiento efectivo y eficaz de los
derechos, que son instrumentos para la consecución del buen vivir.

“En este sentido del adjetivo <<constitucional>>, un Estado puede llamarse


constitucional, o provisto de Constitución, si, sólo si, satisface dos
condiciones (disyuntivamente necesarias y conjuntamente suficientes): a
)por un lado, que estén garantizados los derechos de los ciudadanos en
relaciones con el Estado, b) por otro que los poderes del Estado (el poder
legislativo, el poder ejecutivo o de gobierno, el poder jurisdiccional)estén
divididos y separados (o sea, que se ejerzan por órganos diversos).”
(Guastini, 2007, pág. 16)

“En el estado constitucional las máximas autoridades están definidas en la


Constitución, tanto su nominación, su forma de designación como sus
competencias. En esta caracterización no hay mayor diferencia entre el
Estado legal y constitucional de derecho. Es más, se podría afirmar que el
sometimiento de la autoridad a la ley, en el modelo legislativo, es semejante
en el modelo constitucional.” (Ávila, 2009, pág. 406)

La Constitución al ser la norma suprema dentro del control constitucional, se


distingue de las demás leyes, ya que su función característica es limitar el poder
político, en este caso en especial el poder del Concejo Municipal; igualmente, el
contenido de la misma la hace diferente, pues en la Constitución se dividen los
107

poderes, que permiten disciplinar las relaciones entre Estado y los ciudadanos,
mediante un conjunto de normas fundamentales.

El modelo de un Estado Constitucional en Ecuador generó la creación de una


Corte Constitucional en el 2008, que se convirtió en un órgano autónomo que
garantiza la vigilancia y supremacía de la Constitución y el ejercicio de los
derechos constitucionales y garantías jurisdiccionales, a los que tienen acceso
todos los ecuatorianos.

Existe el control de constitucionalidad de los actos normativos con efectos


generales y a posteriori (ordenanzas de uso de suelo y zonificación), que
consiste en adecuar estas normas a los derechos previstos en la Constitución.
Los jueces ordinarios tienen la facultad de suspender un procedimiento, ya sea
por duda razonable o motivada sobre una norma, para que posteriormente la
Corte Constitucional, después del respectivo análisis pueda declarar la
inconstitucionalidad del acto normativo (ordenanza) contrario a la Constitución.

“Los derechos constitucionales aparecen como una categoría especial de


los derechos subjetivos. Quiere ello decir que, al igual que estos últimos,
son expectativas de acción jurídica que la norma (constitucional) otorga a
un sujeto individual o colectivo para que pueda disponer de un bien
determinado frente a otros sujetos que tienen la obligación de comportarse
de acuerdo con las exigencias que requiere el disfrute de ese bien por parte
de su titular.” (Aparicio & Serramalera, 2012, págs. 599, 600).

La Constitución de 2008 establece garantías que permiten que las personas o


colectivos tengan los medios para hacer efectivos sus derechos constitucionales
y permitan el control de las leyes. Se observa que esta Constitución enumera
una larga lista de derechos, esencialmente de tipo social, lo que genera que las
garantías constitucionales a fin de hacer cumplir los derechos, relativice la
división de los poderes y abra la posibilidad de judicializar las políticas públicas
municipales que no respondan o transgredan los derechos de los ciudadanos.
108

“(…) los <<derechos fundamentales>> es desde mi punto de vista la que


los identifica con los derechos que están adscritos universalmente a todos
en cuanto personas, o en cuanto ciudadanos o personas con capacidad de
obrar, y que son por tanto indisponibles e inalienables.” (Ferrajoli, 2007,
pág. 73)

“Las Garantías Constitucionales son mecanismos técnicos de defensa,


protección de los derechos; existen garantías primarias que son aquellas
que protegen derechos a través del Estado y la Asamblea; y la garantías
secundarias que tratan sobre la acción de inconstitucionalidad y de
protección.” (Escudero, 2015)

Los derechos constitucionales son normas insertas en la Constitución con fuerza


normativa, que obligan a los distintos municipios y a los todos los ciudadanos en
general; dichos derechos son también denominados como derechos
fundamentales, pues se consagran dentro de la Constitución, pero no sólo en
cuanto a una declaración democrática de intenciones del Estado, sino al
contenido de los derechos que tengan en la Constitución.

“Ésta es la causa por la que, en estas líneas, los derechos reconocidos en


la Constitución, independientemente de su régimen jurídico particular, son
designados como derechos constitucionales para hacer referencia aquellos
ámbitos de poder jurídico que la Constitución otorga a las personas bien
mediante normas completas y directamente exigibles o bien mediante
normas incompletas cuya exigibilidad vendrá mediada por el desarrollo
legislativo correspondiente. Y, con esa perspectiva, derechos
constitucionales son todos aquellos que la Constitución reconoce tanto
dentro de título I como en las demás partes de su texto”. (Aparicio &
Serramalera, 2012, pág. 600)

En los gobiernos autónomos descentralizados Municipales, el control de


constitucionalidad se basa en que todas las normas emitidas por el Concejo
Municipal deben ir de acorde a lo establecido en la Constitución, ninguna
109

ordenanza, resolución puede afectar derechos constitucionales; de igual


manera, ninguna ley que incluya alguna competencia municipal, como es la de
uso de suelo, debe irrespetar lo establecido en la carta constitucional y atentar
contra el ejercicio exclusivo de ciertas competencias municipales.

“En el 2010 se solicita al alcalde del Gobierno Municipal de Isabela,


provincia de Galápagos se le confiera la autorización para la modificación
de los planos y la construcción de una segunda planta en el predio de su
propiedad, según lo establecido en el artículo 8 de la Ordenanza que regula
las actividades productivas de inversión de infraestructura turística y
ambiental en el cantón Isabela publicada en el Registro Oficial N. 0 346 del
27 de mayo de 2008, que establece que no se podrá construir en el área
considerada como franja de playa más de un piso, tanto de construcción de
vivienda como de infraestructura turística, por obstaculizar la visibilidad de
las personas que viven en la parte posterior de los mismos; excepto los
residentes permanentes de Isabela que podrán construir de dos plantas.
Posteriormente se indica que no se puede conceder dicha autorización,
pues el demandante no es residente permanente de Isabela, por lo que se
entiende que la decisión municipal implícitamente hace una diferenciación
con los residentes permanentes de Galápagos afirmando que no son
considerados como residentes de Isabela, por lo que se alega que la citada
ordenanza vulnera los preceptos constitucionales garantizados en los
artículos 84, 424, 425, 66 numeral 4, 11 numerales 2, 3, 4 y 8 de la
Constitución de la República. Por lo que en sentencia No. 012-13-SIN-CC
del 11 de diciembre de 2013, se declara aceptar parcialmente la acción
pública de inconstitucionalidad planteada por la legitimada activa por
razones de fondo e invalidar la frase "de Isabela" contenida en la parte final
del primer inciso del artículo 8 de la mencionada ordenanza.” (Corte
Constitucional, s.f.)

Es importante tener claro que las personas pueden utilizar el control de


constitucionalidad para garantizar la inviolabilidad de los derechos y marcar un
110

límite al poder público; ya que, de no existir un adecuado control no se podría


asegurar el cumplimiento de las obligaciones legales y la tutela de derechos, por
ende, ningún otro control sería válido y ni efectivo.

3.4 El Contencioso Administrativo y el Control de la Legalidad

La Jurisdicción Contencioso Administrativa es un medio, mediante la cual los


particulares administrados afectados por la falta o la indebida aplicación de una
ley administrativa, emitida por las autoridades de la administración pública, que
haya vulnerado sus derechos, puedan asistir al Tribunal Distrital Contencioso
Administrativo, para que sean los titulares de estos órganos los que determinen
si en efecto estos órganos violentaron o no la ley; de ser verdadera la acusación,
se declarará la procedencia del procedimiento de lo contencioso-administrativo,
declarando la nulidad o revocación del acto impugnado.

“Orden constitucional que se encarga de controlar la actuación de la


administración; así como de la resolución de conflictos entre la
Administración Pública y los ciudadanos, a través de recursos interpuestos
por cualquier persona a la cual se haya lesionado derechos por la actuación
o inacción de la Administración.” (Zambrano, 2014)

“Lo fundamental de la jurisdicción contencioso administrativa es el


conocimiento de las impugnaciones de todos los actos administrativos y
normativos administrativos, hechos y contratos de todas las instituciones
públicas, con las excepciones de otras jurisdicciones, principalmente la
constitucional, la tributaria y la electoral.” (Pérez, 2014, pág. 462)

Dentro de un Estado Constitucional de Derecho, la jurisdicción contencioso


administrativa establece que las autoridades, servidores y funcionarios públicos
se encuentran subordinados hacer lo que establece la ley, siempre y cuando se
respeten los preceptos constitucionales.
111

“En el Ecuador el juzgamiento de las disputas de los ciudadanos con el Estado


se ventilan en la Jurisdicción Contencioso Administrativa y los diferentes temas
sometidos a esta jurisdicción se encuentran enumerados en el Código Orgánico
de la Función Judicial.” (Pérez, 2014, pág. 469)

“La jurisdicción contencioso administrativa va encaminada a precautelar, a


realizar un control de legalidad respecto de los actos administrativos, más no a
un control de constitucionalidad, pues eso le corresponde de acuerdo a la
constitución a otro ente como la Corte Constitucional.” (Muñoz, 2015)

Dicha jurisdicción conoce y resuelve las controversias que suscitaren entre el


municipio y los particulares por causa de violación a la norma legal o de un
derecho individual establecidos en actos o hechos administrativos; las
impugnaciones en contra de reglamentos, resoluciones y demás actos
normativos (ordenanzas) inferiores a la ley emitidos por la institución; las
impugnaciones efectuadas por los titulares de la administración municipal en
relación a los actos lesivos; y las impugnaciones a las sanciones administrativas
firmes en contra de los servidores y servidoras públicos municipales.

“Por todo lo anterior, expido este voto salvado, y considero que se debería
aceptar el recurso de casación interpuesto por la Municipalidad del cantón
Yantzaza, y por tanto se debería casar la sentencia impugnada de 29 de
abril de 2009, 10h30, dictada por el Tribunal Distrital de lo Contencioso
Administrativo No. 5, y se debería declarar la legalidad de la Resolución
No. 39 de 8 de marzo del 2007 dictada por el Alcalde de la Municipalidad
de Yantzaza, en la cual se resolvió la suspensión de sus funciones por
treinta días sin remuneración del señor Efrén Francisco Salinas Soto.-
Notifíquese, devuélvase y publíquese.- Ff) Dr. José Suing Nagua.- Juez
Nacional.- Dra. Maritza Tatiana Pérez Valencia.- Jueza Nacional.- Dr.
Álvaro Ojeda Hidalgo.- Juez Nacional.- Certifico.- Dra. Yashira Naranjo
Sánchez, Secretaria Relatora.” (Corte Nacional de Justicia del Ecuador,
s.f.)
112

Los actos administrativos, normativos, hechos y contratos de los GAD´s


municipales son impugnables vía jurisdicción contencioso administrativa. Las
ordenanzas al ser actos normativas de carácter general son actos impugnables
frente a esta vía. Por tal razón, los administrados pueden optar por esta vía legal
para interponer un recurso objeto para anular los actos normativos
administrativos emitidos por el municipio, etc. según lo establece la Ley y la
Constitución. “El Municipio es, por lo mismo, sujeto activo del acto administrativo.
En el cumplimiento de sus atribuciones legales la municipalidad emite
cotidianamente una multiplicidad de determinaciones, acuerdos, etc., que en sí
constituyen actos administrativos.” (Quintana, 2005, pág. 290)

“(…) se concluye que es acto administrativo municipal: toda manifestación


unilateral y externa de la voluntad del Municipio, emitida por conducto de
sus órganos representativos, tendiente a crear, reconocer, modificar,
transmitir, declarar, o extinguir derechos u obligaciones, de acuerdo a las
atribuciones y competencias de orden público que las leyes le otorgan.”
(Quintana, 2005, pág. 290)

El mencionado procedimiento, al ser un instrumento que manifiesta seguridad


jurídica al administrado evita la arbitrariedad, irregularidad en las decisiones
municipales; “el contencioso administrativo es una manifestación de un
fenómeno procesal.” (Benalcázar, 2007, pág. 79)

“Desde un punto de vista más profundo y con raíces constitucionales, el proceso


contencioso es el lado instrumental del postulado sustancial del control judicial
de las conductas estatales y el respecto, reconocimiento y exigüidad de los
derechos de las personas.” (Balbin, 2011, pág. 3)

“En conclusión, el proceso contencioso administrativo y su carácter revisor deben


plantearse y construirse desde las perspectivas de las pretensiones de las
personas y sus derechos y no simplemente desde el objeto impugnado, esto es,
las conductas estatales” (Balbin, 2011, pág. 11)
113

La Jurisdicción Contencioso Administrativa es la que se encarga del control de


legalidad de los actos administrativos y normativos, en sí, del control sometido a
la ley, el derecho y reconocido expresamente por la Constitución. El principio de
legalidad implica la supremacía de la Constitución y de la ley frente a todos los
poderes públicos; además, este principio implica la subordinación de la
Administración a sus propias normas y reglamentos.

“El principio de legalidad necesariamente comporta un aspecto político.


Conforme a su origen histórico, se combina particularmente con los
sistemas democrático: sumisión esencial a la ley como expresión de la
voluntad popular, por cuando la Administración Pública no aparece como
un poder aristocrático, sino como un poder democrático al servicio de la
sociedad civil”. (Rojas, 2007, pág. 53)

“Gracias a la rigidez de las constituciones la legalidad ha cambiado su


naturaleza: no es más sólo condicionante y reguladora, sino que está ella
misma condicionada y regulada por vínculos jurídicos no solamente
formales sino también sustanciales; no es más simplemente un producto
del legislador, sino que es también proyección jurídica de la legislación
misma, y por tanto límite y vínculo al legislador y por ello a las mayorías
contingentes de las que es expresión.” (Ferrajoli, 2007, pág. 71)

El Ecuador en la actualidad al ser un Estado Constitucional, se basa en el


principio de constitucionalidad y de legalidad, ya que todo acto de poder se lo
realiza mediante disposiciones expresamente señaladas en la ley en
concordancia con la Constitución; además, todo acto privado es legítimo en
cuanto no esté prohibido en las mismas.

“El Estado de Derecho en su versión francesa, conocido también como


Estado de legalidad o Estado legicéntrico, se identifica por ser un Estado
legislativo, lo que implica la supremacía del Parlamento sobre los otros
poderes del Estado; la reducción de todo el Derecho a la ley; la supremacía
114

de la ley sobre el resto de los actos normativos del Estado (principio de


legalidad); la subordinación a la ley, de los derechos de los ciudadanos; la
limitación del poder judicial a la aplicación subsuntiva de la ley; y a la
conversión de la Constitución en una simple ley de organización del poder,
que puede ser modificada por el procedimiento ordinario de expedición de
las leyes. En definitiva, en el modelo de Estado de Derecho francés, la
Constitución queda reducida a una declaración política de principios y se
asiste a la formación de una cultura jurídica basada en la supremacía de la
ley.” (Corte Constitucional, s.f.)

“En el principio de legalidad, el funcionario público debe actuar sometido a


la ley, ahora en el actual Ecuador se discute la existencia del principio de
legalidad por efectos de la adopción del neoconstitucionalismo, donde la
constitución prima bajo cualquier otra norma jurídica; pero para algunos
autores sigue existiendo este principio, solo que ahora se le da una
denominación con mayor rango y es principio de constitucionalidad, donde
el funcionario público está sometido a lo expresamente establecido en la
Constitución y la ley.” (Muñoz, 2015)

“El imperio de la ley significa, desde luego, que la voluntad de los


Parlamentos democráticos producida en el ámbito del bloque de
constitucionalidad y debidamente formalizada se impone a todos los
operadores jurídicos. Pero para asegurarlos basta establecer la reserva de
ley…superior nivel jerárquico que corresponde a las normas, sin necesidad
de configurar un monopolio de creación de potestades.” (Cuétara, 1986,
pág. 75)

Dentro de la Administración Pública el principio de legalidad se muestra como un


mecanismo técnico exacto, puesto que le atribuye potestades y/o facultades para
actuar, las cuales defiendan sus límites, y le concede poderes jurídicos; es por
esta razón, que en el caso de los Municipios este principio se ejerce como un
poder atribuido conferido, delimitado y construido por la Ley.
115

“El principio de legalidad impone a la Administración Pública respetar las


disposiciones que regulan su actividad normativa (creación de reglamentos
y actos individuales), así como reparar los daños y perjuicios que produce
su actividad material (daños ocasionados por sus bienes o por el personal
que genera los servicios públicos).” (Rojas, 2007, pág. 60)

“La legalidad otorga facultades de actuación, definiendo cuidadosamente


sus límites, apodera, y habilita a la Administración para su acción
confiriéndole al efecto poderes jurídicos. Toda acción administrativa se nos
presenta así como ejercicio de un poder atribuido previamente por la ley y
por ella delimitado y construido.” (García & Fernández, 1991, págs. 442,
443)

“Todos estamos de acuerdo en darle a la Constitución y a la Ley la calidad


de títulos habilitantes de las potestades administrativas, pero no su
monopolio como también las doctrinas lo admiten, pues, en esa habilitación
juegan un rol trascendentes los principios generales del Derecho, ante el
silencio de la Ley o frente a su obscuridad o también su frecuente
imprecisión.” (Zavala, 2005, pág. 83)

Existen varios casos en los cuales los ciudadanos individual o colectivamente


pueden exigir el cumplimiento del principio de legalidad para asegurar que las
actuaciones municipales vayan acorde a la Ley, por ejemplo:

“La Municipalidad de Azogues en septiembre de 2013, ilegalmente iba a


desalojar y ocupar suelo en Charasol sin que exista sentencia de juez y sin
haber pagado las indemnizaciones a los afectados. Personal y equipo de
los departamentos de obras públicas, planificación, avalúos y catastros,
asesoría jurídica e higiene de la Municipalidad de Azogues, realizaron
tareas de movimiento de tierras en Charasol, con el fin de construir la calle
16 de Abril, pero se abandonó la obra puesto que no había orden del juez
para el desalojo y uso del suelo.” (Diario El Mercurio, s.f.)
116

En fin, el principio de legalidad es de suma importancia para la eficacia del


contenido de las leyes y de la Constitución, pues es un principio positivista, al
cual se le atribuye la actuación de la Administración Pública (Gobiernos
Autónomos Descentralizados Municipales) conforme a la norma jurídica
establecida en la Constitución, que le autoriza expresa o implícitamente su
conducta formal o material; es decir, los Municipios pueden emitir su propias
normas (ordenanzas, resoluciones, acuerdos) con respecto a sus competencias
(uso de suelo) siempre y cuando estas vayan de acuerdo a los preceptos
constitucionales, y no transgreda los derechos de los administrados, sino sea de
beneficio para toda la ciudadanía.

3.5 ¿Es necesaria la creación de nuevos Organismos de Control en


materia de Ordenamiento Territorial, Gestión, Control y Uso de Suelo?

El control es una de las funciones propias del Estado y lo ejercen todas las
instituciones que lo conforman; la importancia de ejercer funciones de control
está en asegurar el efectivo cumplimiento de las normas que regulan la actividad
pública y privada.

“Es por esto que en cualquier estado democrático debe existir una división
de poderes, en la cual radica el equilibrio de pesos y contrapesos entre una
función y otra, por lo que la fiscalización de los actos del gobierno existe
para el bien de los gobernantes y de los mandantes, constituyendo la
oposición en una memoria técnica de los gobernantes para recordarle lo
que se está haciendo bien, lo que se está haciendo mal e incluso lo que se
está dejando de hacer.” (Roche, 2015)

“En el lenguaje común existe, sin embargo, cierto acuerdo en considerar


que la referencia a control, o a organismos de control, tiene que ver con la
corrección en el manejo de los recursos públicos o con lo que se podría
denominar fiscalización administrativa, entendida en el viejo sentido de
actividad de promoción de los intereses del fisco o, ya que se recurre a la
terminología clásica del tesoro público.” (Pérez, 2014, pág. 462)
117

El Ecuador al ser un Estado constitucionalmente reconocido como democrático,


de derechos y justicia social, posee organismos de control y vigilancia, que
aseguran que los fondos públicos sean utilizados de manera transparente y justa;
que la contratación de obras y servicios se haga sin ningún favoritismo; y que la
administración de los juezas, jueces, notarias, notarios y otros funcionarios de
justicia se ejerza sin temor.

La Constitución de la República del Ecuador creada en el año 2008, reconoce a


los órganos de control dentro del Capítulo V, relativo a la Función de
Transparencia y Control Social, y los define como aquellos que en sentido
estricto ejercen funciones de control gubernamental o hacendario, dirigidos a
velar por una correcta utilización de los recursos públicos. “Se trata, entonces,
de un sentido implícito que lleva a usar término genérico (organismos de control),
cuando se hace referencia a una clase específica del control: el que se puede
llamar control gubernamental o control hacendario (…)” (Pérez, 2014, pág. 421)

“En la legislación ecuatoriana ya existen los mecanismos de control tanto


de carácter constitucional como de carácter legal; están las cortes para el
control jurídico, la Contraloría General del Estado para la gestión, el control
político por parte del órgano legislativo fiscalizador de la autoridad
municipal o ejecutivo cantonal; y también el control popular que tiene la
ciudadanía.” (Cucalón, 2015)

En el caso de los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales, se debe


fortalecer específicamente el control político de los Concejos Municipales, pues
es de suma importancia para desarrollar herramientas a nivel municipal
suficientes para mejor la gestión de sus competencias; por lo que, no sería
necesario crear un nuevo órgano de control que pueda violentar la autonomía
municipal, al interferir en el ejercicio de sus competencias (uso y ocupación de
suelo); en todo caso, es la ciudadanía de manera individual o colectiva, la que a
través de los distintos mecanismos e instrumentos contenidos en la Constitución
y la Ley, puedan ser parte de las decisiones que toman los municipios,
118

fiscalización, control y ejecución de la gestión de las competencias de


ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo.

“La capacidad de acción de los diferentes niveles de gobierno se encuentra


definida en la constitución y la ley. La planificación y el ordenamiento
territorial es una competencia que corresponde a un solo nivel de gobierno
cuya gestión puede realizarse de manera concurrente con diferentes
niveles de gobierno, pero la rectoría la ejerce el GAD municipal, al crearse
otras instituciones burocráticas como la Junta Reguladora y la
Superintendencia del Territorio, se elimina la facultad administrativa, de
rectoría, regulación, planificación, control y de decisión que
constitucionalmente el gobierno municipal tiene sobre esta materia.” (Pilay,
2014)

En la actualidad, la Asamblea Nacional se encuentra discutiendo un proyecto de


Ley, que abarca herramientas que benefician a la gestión de los municipios en
materia de ordenamiento territorial, gestión y uso de suelo, y la creación de
nuevos órganos de control (Superintendencia y Consejo Técnico) cuyas
funciones específicamente son la rectoría de la competencia de uso de suelo y
la de establecer sanciones a la gestión municipal. Crear una norma en esta
materia, es dar un nuevo marco normativo al Ecuador que permita un correcto
ejercicio de las competencias de los GAD´s; pero esta, no es razón suficiente
para crear más órganos de control y peor aún, si estos controles vulneran
derechos reconocidos en la Constitución, el COOTAD y demás leyes, como es
la autonomía municipal.

“Articulo 89. Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo.- El Consejo


Técnico de Uso y Gestión del Suelo tendrá la facultad para emitir las
regulaciones nacionales sobre el uso y la gestión del suelo que realizan los
niveles de gobierno descentralizados municipales. Tendrá las siguientes
atribuciones: 1. Emitir regulaciones nacionales sobre parámetros
generales que deberán ser aplicados por los gobiernos autónomos
119

descentralizados municipales y metropolitanos en el ejercicio de sus


competencias de uso y gestión de suelo. Se aprobaran regulaciones
nacionales para: a) La clasificación y subclasificación del suelo urbano y
rural, la asignación de tratamientos, usos, edificabilidades, cargas y formas
de ocupación del suelo. b) El desarrollo e implementación del planeamiento
del suelo y su gestión, c) Estándares urbanísticos generales aplicables a
los procesos de planeamiento, gestión y habilitación del suelo. d) La
construcción y edificación. e) La aplicación de los mecanismos que
permitan evitar las prácticas especulativas sobre los bienes inmuebles, sin
perjuicio de lo que establece Ia ley. f) Parámetros para la captura de
plusvalías. 2. Emitir la normativa necesaria para su funcionamiento. 3.
Las demás que establezca el ordenamiento jurídico vigente.” (Asamblea
Nacional, s.f.)

“Artículo 93. Funciones de la Superintendencia. Son funciones de la


Superintendencia de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del Suelo: 1. Vigilar
y controlar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias
relativas a los procesos e instrumentos de ordenamiento territorial en todos los
niveles de gobierno y la aplicación de los planes de desarrollo y ordenamiento
territorial en su componente de ordenamiento territorial. 2. Vigilar y controlar el
cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias relativas al
planeamiento urbanístico, el uso y Ia gestión del suelo urbano y rural. 3.
Controlar la aplicación de la planificación nacional, sectorial y local, en
concordancia con los instrumentos de uso y gestión del suelo, definidos en esta
Ley. 4. Vigilar que los instrumentos de uso y gestión del suelo se articulen con
la planificación nacional y sectorial. 5. Controlar que los gobiernos autónomos
descentralizados municipales y metropolitanos, impongan las sanciones
administrativas previstas en esta Ley, 6. Imponer las sanciones que
correspondan por incumplimiento de las disposiciones contenidas en la presente
Ley, su Reglamento y demás normativa nacional y local que regule el
ordenamiento territorial, el uso y la gestión del suelo, el hábitat y la vivienda. 7.
Dirimir controversias que surjan entre los distintos niveles de gobierno en la
120

aplicación inadecuada o indebida de los planes de ordenamiento territorial o de


sus instrumentos complementarios. 8. Definir las medidas, los mecanismos y los
plazos para remediar el incumplimiento de las disposiciones contenidas en la ley,
de conformidad con lo establecido en el Reglamento. 9. Llevar un registro de los
planes de desarrollo y ordenamiento territorial formulados por los gobiernos
autónomos descentralizados- 10. Requerir a los gobiernos autónomos
descentralizados, demás instituciones relacionadas al ordenamiento territorial y
el uso y Gestión del suelo, y la ciudadanía en general, información que fuere
necesaria para el cumplimiento de sus atribuciones; 11. Evaluar el cumplimiento
y la aplicación de las regulaciones nacionales y locales, con el objeto de exigir
su acatamiento. 12. Las demás que establezca la ley.” (Asamblea Nacional, s.f.)

Los nuevos controles que se pretenden crear dentro de este proyecto de Ley,
tienen funciones que los controles existentes en la legislación ecuatoriana ya las
tienen, por ejemplo: la Superintendencia de Ordenamiento Territorial, Uso y
Gestión del Suelo al crearse como entidad técnica de vigilancia y control, con
capacidad sancionatoria, con autonomía cumpliría con funciones que la
Contraloría general del Estado ya las desempeña, como es la vigilar y controlar
la consecución de las disposiciones legales y reglamentarias que versan sobre
ordenamiento territorial, especialmente las que constan dentro de los planes de
desarrollo, ordenamiento territorial y uso de suelo de los distintos gobiernos
autónomos descentralizados. Por otra parte, el control de legalidad y
constitucionalidad se presentan como herramientas para que los ciudadanos
puedan solicitar que los gobiernos autónomos descentralizados municipales y
metropolitanos, impongan sanciones administrativas previstas en cualquier ley
que regule el ordenamiento territorial y uso de suelo.

En el caso específico del Concejo Técnico, se puede afirmar que sus funciones
serían innecesarias; puesto que, al crearse una Ley de Orgánica de
Ordenamiento Territorial, Gestión y Uso de Suelo, esta sería la encargada de
emitir regulaciones nacionales que puedan ser aplicadas por los gobiernos
autónomos descentralizados municipales y metropolitanos en el ejercicio de sus
121

competencias de uso y gestión de suelo. Además, definiría regulaciones


nacionales de clasificación y subclasificación del suelo urbano, de estándares
urbanísticos generales aplicables al planeamiento, gestión y habilitación del
suelo, etc. Tanto la Superintendencia como el Concejo Técnico cumplirían
funciones que ya existen; por lo cual, su creación sería innecesaria y se
consideraría inconstitucional, debido a que la Superintendencia se convertiría en
un órgano con capacidad sancionatoria, lo cual atenta a la autonomía de los
gobiernos locales.

Las deficiencias del sistema de control en el Ecuador, va más allá de la


necesidad de crear nuevos órganos de control; puesto que la norma ya reconoce
varios controles que deberían ser fortalecidos, el problema muchas veces no
está en la estructura institucional de estos órganos, sino en la forma en que las
instituciones encaran su trabajo. Las instituciones deben aplicar y reforzar sus
funciones de control en materia de ordenamiento territorial, gestión y uso de
suelo con la ayuda de nuevas herramientas jurídicas, que les permita mejorar su
eficacia y eficiencia en su trabajo.

“Pero también es bueno tomar en cuenta que los resultados del trabajo de
la Contraloría muestran que dentro de ella no ha llegado a comprenderse a
cabalidad el sistema de control que está en sus manos. Un buen ejemplo
de ello es un tema que ha sido ya estudiado en detalle por personas más
capacitadas: la determinación de responsabilidades.” (Aguilar, 2007, pág.
107)

“Una Contraloría verdaderamente eficiente, es aquella que al auditar o


realizar un examen especial, encuentra todo en perfectas condiciones, ahí
es la verdadera realidad misión de la Contraloría General del Estado, y no
ser una entidad punitiva sino una entidad asesora y evite los casos de
corrupción.” (Muñoz, 2015)
122

La Constitución y la ley establecen un sistema de control de manejo de recursos


públicos y las debidas sanciones causadas por los actos ilícitos cometidos en
relación a la administración de los mismos; por lo cual, se entiende que los
órganos de control existentes son suficientes para ejercer esta función; por tal
motivo, no se justificaría la creación de nuevos organismos de control, ya que
esto podría generar problemas como dispersar esfuerzos, multiplicación del
gasto, generar desconfianza y reproducir la ineficiencia; y de ser así, lo indicado
sería consolidar y fortalecer los controles existentes.

Es fundamental establecer que tanto la Contraloría General como el control de


constitucionalidad (Corte Constitucional), el control de legalidad (Contencioso
Administrativo) y el control de los Gobiernos Municipales tienen la potestad de
regular el ejercicio de las competencias de ordenamiento territorial, uso y gestión
de suelo mediante lo establecido en la Ley y la Constitución; por tal razón, es
importante que estos controles se han llevados a la práctica para ser eficientes
y eficaces.

Una vez explicadas las principales características y mecanismos de acción de


los métodos y órganos de control vigentes en materia de uso de suelo y
ordenamiento territorial, se procederá en el siguiente capítulo a tratar la
necesidad de crear una Ley de Ordenamiento Territorial, Gestión y Control de
Uso de Suelo, que poseea normas urbanísticas, respete la autonomía municipal,
rechace la intervención inconstitucional del Gobierno Central en una
competencia exclusiva municipal y fortalezca el control político muncipal.
123

4 NUEVA LEY DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL, USO Y GESTIÓN DEL


SUELO

A lo largo de este trabajo de titulación se hablado del marco legal existente en


materia de ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo, la gestión municipal,
la problemática sobre la planificación y ordenamiento territorial en todos los
niveles de gobierno; la importancia del catastro dentro del ordenamiento
territorial, la eficacia o ineficacia de los controles existentes en la legislación
ecuatoriana que regulan el correcto ejercicio de las competencias exclusivas de
los gobiernos autónomos descentralizados municipales sobre la materia. Por
esta razón, los mencionados temas, han sido trascendentales para finalmente
analizar la creación de una Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso y
Gestión del suelo que modifique el marco legal ecuatoriano dentro de este
ámbito.

Históricamente el Ecuador, ha pasado por graves problemas sociales,


ocasionados por desorganización, anarquía y la ocupación ilegal del suelo; lo
que ha provocado que el número de asentamientos humanos irregulares
aumente y se ubiquen en zonas de riesgo, muchas veces ocasionados por la
actividad de los traficantes de tierras; motivo por la cual, a través de una Ley de
Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del suelo, se pretende generar
herramientas técnicas que solucionen en gran medida estos problemas.

A partir de la vigencia de la Constitución de 2008, el órgano legislativo ha


desarrollo lineamientos sobre el ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo,
en el 2010 al derogarse la Ley Orgánica de Régimen Municipal, entre en vigencia
el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización
(COOTAD), el cual regula el ordenamiento territorial en los gobiernos autónomos
descentralizados, pero no contiene capítulos extensos sobre uso, clasificación y
utilidad del suelo.
124

Actualmente, en la Asamblea Nacional se debate el proyecto de Ley Orgánica


de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del suelo, en el cual se fijan los
principios y reglas que regularán el ejercicio de la competencia de ordenamiento
territorial, uso y gestión del suelo; lo que sin duda alguna, fomentará un
desarrollo equitativo y equilibrado del territorio en su ámbito urbano y rural.

“El anteproyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial y Gestión de


Suelo constituye un reto importante para Ecuador, no sólo porque
demuestra un renovado interés hacia la planificación y el ordenamiento
territorial por parte de las instituciones, sino también porqué hace posible
el diálogo entre administración pública y ciudadanía, canal privilegiado para
la formación y la participación de los ciudadanos. Es por esto que el
proyecto de ley va más allá de su importancia legislativa en materia de
planificación y gestión de suelo, porque abre el camino al debate sobre las
decisiones territoriales y el significado de la planificación. Si bien se hace
necesaria una fase de formación y transferencia del contenido de la ley
hacia los técnicos de los gobiernos locales, paralelamente se manifiesta la
necesidad de un proceso de formación ciudadana, a diferentes escalas:
“conocer para poder participar” en las decisiones que sobre el territorio se
tomen, para poder llevar a la práctica el derecho a la ciudad introducido por
la Constitución de la República de 2008.” (Mejía, 2012, pág. 05)

Mediante la aprobación de este proyecto de Ley se implementarán políticas, que


pretendan establecer soluciones comunes para reducir el número de
asentamientos humanos irregulares; además, generar mecanismos que
permitan elaborar de manera conjunta planes de desarrollo, ordenamiento
territorial y uso de suelo; de este modo, se podrá dar una correcta articulación
de dichos planes en los diferentes niveles de gobierno y fomentar la unidad
territorial.

Por otra parte, el proyecto de Ley también establece una clasificación y


calificación del suelo, aspectos importantes e innovadores, ya que el COOTAD
125

solo hace referencia a la existencia del suelo rural, urbano y no determina las
condiciones que deben tener estos tipos de suelo; por lo que, en esta nueva Ley
se define claramente el régimen jurídico del suelo.

Otro aspecto fundamental que consta dentro de este proyecto son los
contenidos de los planes de uso y gestión del suelo; puesto que, en cada cantón
deberá existir un documento, que regule parámetros básicos del suelo, su
clasificación, los distintos tipos de uso, normas urbanísticas y mecanismos de
gestión que permitan concretar la planificación territorial.

Sin duda alguna, el contenido del proyecto de Ley debe ir acorde a lo establecido
en la Constitución, pues esta reconoce una diversidad de derechos
fundamentales sobre la materia, que no pueden ser violentados. El artículo
constitucional 133 numeral 3, le concede el carácter de orgánica a este proyecto
de Ley, puesto que su función será la de regular las competencias, facultades y
actividad de los gobiernos autónomos descentralizados.

La Constitución de 2008, contiene una gran variedad de retos en materia de


ordenamiento territorial y uso de suelo; por lo que, el Ecuador a través del tiempo
ha visto la necesidad de actualizar y mejorar la normativa existente, para así con
la vigencia de esta Ley, se garantice el derecho a la ciudad, a una vivienda digna,
a la propiedad, a la seguridad alimentaria y en especial a la participación
ciudadana a nivel local.

“Desde la aprobación de la Constitución de 2008, el órgano legislativo ha


ido avanzando progresivamente en el desarrollo de lineamientos sobre el
ordenamiento territorial, el uso del suelo y los principios y derechos
mencionados. Los dos mayores hitos de este avance han sido hasta ahora
los Códigos Orgánicos de Organización Territorial, Autonomía y
Descentralización, y el de Planificación y Finanzas Públicas. Gracias a
ellos, se ha empezado a desarrollar en los gobiernos autónomos
descentralizados una cultura del ordenamiento territorial estrechamente
126

coordinada con la planificación del desarrollo. Sin embargo, también es


cierto que han sido avances parciales, fragmentarios, dispersos y no
siempre bien articulados entre sí, por lo que conviene consolidarlos en un
cuerpo legal único y sistemático como esta Ley, de forma similar a como se
han aprobado leyes en la materia los países más dinámicos y desarrollados
de la región, pero siempre considerando la realidad ecuatoriana.”
(Asamblea Nacional, s.f.)

En definitiva, la importancia de dicha Ley va más allá de ser una simple


codificación de normas relativas al ordenamiento territorial, gestión y uso de
suelo, sino radica en su carácter técnico, y en el cambio de concepción de las
potestades administrativas de los diferentes GAD´s; ya que, antes estas solo
limitaban el ejercicio de estas competencias, causando ineficacia en la gestión
territorial de los gobiernos locales.

4.1 La necesidad de una nueva ley que respete la autonomía municipal

La autonomía municipal es la potestad que dentro del Estado ecuatoriano tienen


los municipios para regirse a través de normas y órganos administrativos propios;
es decir, tienen el poder de dictar su propia norma (ordenanzas) siempre y
cuando no se incumpla con la norma constitucional.

“[…] desde el punto de vista etimológico, se llama autonomía la sociedad o


entidad que se rige por su propia ley, es decir, que no depende de una
norma que no sea la suya. La autonomía, sin embargo no es soberanía.
Los entes autónomos gozan de la facultad de decidir sobre sus asuntos
pero están sometidos a la soberanía estatal.” (Borja, 1997, págs. 54, 55)

“(…)tanto desde la perspectiva gramatical como desde la constitucional, la


consagración de la autonomía implica, en primer lugar, el reconocimiento
de un ámbito de intereses propios y, en segundo lugar, el reconocimiento
de que esos intereses propios han de ser normados y regidos por entes
específicos y autónomos. Autonomía significa, pues, consagración de un
127

ámbito de actuación y libre disposición propio, en el que se incluye al menos


un mínimo ámbito de discrecionalidad y, consecuentemente, una cierta
capacidad de resistencia frente a las órdenes o instrucciones que
pretenden invadir dicho campo.” (García J. , 1998, pág. 21)

El artículo primero de la Constitución señala al Ecuador como un “Estado


constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”; por lo cual se busca
que los GAD´s asuman de manera autónoma la mayoría de las facultades de
decisión y gestión.

Efectivamente, como ya se mencionó en líneas anteriores, una de las potestades


que tienen los GAD´s municipales, es la de poder dictar leyes que deberán ser
aprobadas por el Concejo Municipal, pero sin sujeción o condicionamiento de
algún órgano o autoridad nacional. El respeto a la autonomía municipal es
fundamental dentro de un estado que promulga la descentralización, pues caso
contrario, el Ecuador se convertiría en país donde el gobierno central tendría
poder absoluto en la elaboración de normas y en la gestión de los servicios,
desconociendo una vez más lo establecido en la Constitución.

“… la centralización es la fuerza propia del gobierno del Estado y la


descentralización es la fuerza por la cual la nación reacciona contra el
gobierno del Estado. La primera tiende a establecer la unidad del
derecho… y la unidad es la ejecución de las leyes y también en la gestión
de los servicios; la segunda busca llevar a la periferia la mayor suma posible
de las facultades de decisión y de gestión”. (Hernández, 1997, págs. 348,
349)

Según el artículo 238 de la Constitución y el 5 del COOTAD, los Gobiernos


Autónomos Descentralizados entre esos los Municipales, gozarán de autonomía
política, administrativa y financiera prevista en la Constitución, lo que significa
que tienen el derecho y la capacidad para regirse mediante normas y órganos
128

de gobierno propios dentro de su territorio, sin la intervención de otro nivel de


gobierno y en búsqueda del bienestar común de todos sus habitantes. El
ejercicio de la autonomía de los gobiernos locales de ninguna manera puede
afectar el carácter unitario del Estado Ecuatoriano.

Los GAD´s municipales tienen plenas facultades normativas y ejecutivas sobre


las competencias de su responsabilidad y de aquellas que vaya asumiendo
durante el tiempo; además, poseen la capacidad de formular políticas públicas
territoriales, de elegir directamente a sus autoridades mediante el sufragio de
todos sus habitantes y el fortalecimiento de la participación ciudadana.

De igual manera, al poseer autonomía administrativa y financiera, los municipios


tienen la potestad de organizar y gestionar sus competencias y cumplimiento de
sus atribuciones, y de recibir los recursos que les corresponde de su
participación en el Presupuesto General de Estado, así como, de la generación
y administración de sus propios recursos, conforme lo establece la Constitución
y la ley.

La autonomía municipal en el Ecuador se desarrolla como una autonomía


semiplena o relativa; que sin bien es cierto, concede el carácter de autónomo al
Municipio, esta no le da la potestad de dictar su propia Constitución. Es por esta
razón que, no se necesita de la interferencia del gobierno central dentro de la
administración municipal para que el cumplimiento de leyes locales sea efectivo
y obedezca a la norma constitucional.

Una vez explicada la definición y marco legal de la autonomía municipal en el


Ecuador, es preciso exponer la necesidad de una nueva ley que regule eficaz y
eficientemente el ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo, y que a su vez,
respete la autonomía municipal dentro del ejercicio de sus competencias
exclusivas otorgadas por la ley y la Constitución; de no ser el caso, la ley que
entraría en vigencia sería inconstitucional.
129

En el primer debate del proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial, Uso y


Gestión del suelo realizado en la Asamblea Nacional, surge una discusión entre
el oficialismo y la oposición por la posibilidad de aprobar una Ley que atente
contra la autonomía municipal, ya que dentro del contenido de esta, se habla de
la creación de una nueva Superintendencia y un Consejo Técnico con funciones
de control y sanción, que recae específicamente sobre la gestión del
ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo de los GAD´s municipales.

Dentro del art. 5 del Proyecto, numeral 3, se consagran los principios rectores de
la nueva Ley, donde se determina que la autonomía constitucional de un nivel de
gobierno, va a depender de las resoluciones que dicten funcionarios del
centralismo.

“La autonomía.- Los gobiernos autónomos descentralizados ejercerán sus


competencias de ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo dentro del
marco constitucional, legal vigente y de las regulaciones nacionales que se
emitan para el efecto,” (Asamblea Nacional, s.f.)

De igual forma, según asambleístas del oficialismo, la Ley no interfiere en la


autonomía municipal, pues sus argumentos se basan especialmente en el art.
415 de la Constitución, el cual establece que:

“El Estado central y los gobiernos autónomos descentralizados adoptarán


políticas integrales y participativas de ordenamiento territorial urbano y de
uso del suelo, que permitan regular el crecimiento urbano, el manejo de la
fauna urbana e incentiven el establecimiento de zonas verdes.”

Es claro que, el adoptar políticas integrales no implica entorpecer el ejercicio de


una competencia ni imponerse sobre un determinado nivel de gobierno, más aun
si este artículo guarda relación con la sección séptima de la Constitución, que
hace referencia a la Biosfera, ecología urbana y energías alternativas.
130

Debido al debate que existe en el órgano legislativo ecuatoriano sobre la


aprobación de dicha Ley, es preciso hacer énfasis que según lo expresamente
señalado en la Constitución y en el COOTAD, ninguna función del Estado ni
autoridad alguna, podrán interferir en la autonomía política, administrativa y
financiera exclusivas de los gobiernos autónomos descentralizados, y peor aún,
entrometerse en el ejercicio de las competencias exclusivas asignadas dentro
del proceso de descentralización.

En el artículo 264 de la Constitución y los artículos 54 y 55 del COOTAD, se


define que es competencia de exclusiva de los GAD´s municipales formular los
correspondientes planes de ordenamiento territorial de manera articulada con la
planificación de los distintos niveles de gobierno y ejercer el control sobre el uso
y ocupación del suelo en el cantón. Debido al contenido de estos artículos, es
evidente que la Ley no puede violentar la autonomía municipal, sería sin duda
un atropello a lo que siete años atrás el pueblo aprobó en una nueva
Constitución.

El artículo 424 de la Constitución, reafirma que la Ley por aprobarse no puede


transgredir la norma constitucional, ya que, la Constitución es la norma suprema,
que predomina sobre cualquier otra; por lo que, cualquier norma y/o actos del
poder público deberán ir acorde con las disposiciones constitucionales, de no ser
así, carecerán de eficacia jurídica. De la misma manera, el artículo 425
establece que: “la jerarquía normativa considerará, en lo que corresponda, el
principio de competencia, en especial la titularidad de las competencias
exclusivas de los gobiernos autónomos descentralizados.”

En fin, es importante el establecimiento de un marco legal general que instaure


medidas técnicas que orienten el accionar de las entidades subnacionales, de
esta manera, se determinarán herramientas jurídicas para que el órgano
ejecutivo municipal pueda establecer políticas públicas eficaces, que mejoren su
gestión, sin que se afecte su autonomía y sin la necesidad de crear más órganos
de control y vigilancia, sino con el objetivo de fortalecer los existentes.
131

4.2 La inconstitucional intervención del Gobierno Central en una


exclusiva competencia municipal

Las competencias exclusivas según el artículo 114 del COOTAD, son aquellas
cuya titularidad corresponde a un solo nivel de gobierno, según lo establecido en
la Constitución y la ley; además, pueden ser gestionadas de manera concurrente
entre los diferentes niveles de gobierno.

La Constitución de la República del Ecuador establece como competencias


exclusivas de los GAD´s municipales, la planificación del desarrollo cantonal y la
formulación de planes de ordenamiento territorial, con el objetivo de regular y
ejercer el control sobre el uso y la ocupación del suelo urbano y rural dentro del
cantón. Del mismo modo el COOTAD, determina y ratifica como competencia
exclusiva municipal y metropolitana el control sobre el uso y ocupación del suelo.

Según lo antes expuesto, constitucional y legalmente no habría razón alguna


para que el gobierno central interfiera en las competencias exclusivas
municipales; pero es a raíz de la creación del Proyecto de Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión de Suelo, que se inicia una discusión
sobre los contenidos de la misma, en donde se establece la creación de dos
órganos de control supeditados al gobierno central, que para la oposición al
régimen, pretenderían intervenir en el ejercicio de las competencias exclusivas
de uso, control y gestión del suelo de los GAD´s municipales.

“Este es un Proyecto de Ley eminentemente centralista, en donde se busca


conculcar la competencia EXCLUSIVA de gestión y control de uso de suelo
de los municipios reconocida expresamente en el art. 264 numeral 2 de
nuestra Carta Magna, para someterlos a la rectoría gubernamental,
menoscabando su autonomía y con el objetivo de fortalecer el estatismo
concentrador de poder.” (Cucalón, 2015)

De ser aprobada la nueva Ley en estas condiciones sin duda alguna los
municipios, perderían la potestad autónoma de planificar, ordenar, regular y
132

controlar el territorio y el uso de suelo dentro del cantón, ya que al crear un


Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo, este tendría la facultad emitir
regulaciones sobre el uso y la gestión del suelo de los gobiernos autónomos
descentralizados municipales; y una Superintendencia de Ordenamiento
Territorial, Uso y Gestión del Suelo sería la encargada de vigilar y controlar las
actividades sobre el territorio y el uso de suelo.

“Artículo 88. Rectoría del uso y la gestión del suelo.- La facultad en la


definición y emisión de las políticas nacionales de hábitat, la vivienda, los
asentamientos humanos y el desarrollo urbano, le corresponde al gobierno
central, que la ejercerá a través del ente rector de hábitat y vivienda, en
calidad de autoridad nacional.
Las políticas de hábitat incluirán lo relativo a los lineamientos nacionales
para el desarrollo urbano, y el uso y la gestión del suelo.
Los gobiernos autónomos descentralizados municipales y metropolitanos
en sus respectivas jurisdicciones definirán y emitirán las políticas locales en
lo relativo al ordenamiento territorial, y al uso y gestión del suelo, de
conformidad con los lineamientos nacionales.” (Asamblea Nacional, s.f.)

Al asumir dichos órganos estas funciones, sin duda alguna se perdería la esencia
misma y razón de ser de un gobierno autónomo descentralizado municipal;
puesto que los municipios perderían su autonomía para ordenar su territorio,
regular y controlar el uso y ocupación del suelo, convirtiéndose en simples y
meras oficinas cantonales, cuya funcionalidad radicaría en la aplicación de las
políticas y decisiones de emitidas por estos órganos estatales.

“La creación del Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo y de la


Superintendencia de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del suelo es
inconstitucional, para establecer otro nivel de control habría que hacer
cambios a través de la Constitución y no solo de la Ley; sin duda alguna el
trasfondo de esto es controlar a los municipios en la parte esencial de su
competencia: el ordenamiento territorial y uso de suelo.” (Cucalón, 2015)
133

En el caso específico de la Superintendencia, esta se convertiría en la práctica


en una entidad más del Gobierno Central, que tendría facultades como ordenar,
supervisar y sancionar a los funcionarios y autoridades de los Gobiernos
Autónomos Descentralizados, enterrando de esta manera la autonomía
administrativa consagrada en la Constitución para estos niveles de gobierno.

Por otro lado, al crearse un Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo
conformado en su gran mayoría por representantes del Gobierno Central, se
entiende que serán estas autoridades las facultadas para establecer
regulaciones nacionales, a las que los Gobiernos Autónomos Descentralizados
entre esos los municipales deberán someterse. El proyecto de Ley, en su
artículo 5 numeral 3, limita a la autonomía de los GAD´s al ejercicio de las
competencias de ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo dentro del
marco constitucional, legal vigente y de las regulaciones nacionales que se
emitan para el efecto, es decir, la autonomía constitucional de un nivel de
gobierno autónomo descentralizado como es el municipal, va a depender
netamente de las resoluciones que dicten funcionarios designados por el
gobierno central.

El mencionado artículo, pone en duda la capacidad del control municipal con


respecto a la competencia de gestión y control de uso de suelo; ya que será un
funcionario ajeno al gobierno local el que interfiera y debilite el control municipal,
al momento en que los GAD´s municipales incumplan con ciertos parámetros o
no se ajusten a ciertos requisitos establecidos por los nuevos órganos de control;
lo cual es inconstitucional.

Mejorar la eficiencia y eficacia de la gestión de los GAD´s municipales, no


depende de una nueva ley que cree órganos de control que interfieran en el
ejercicio de sus competencias exclusivas, si no de aplicar correctamente la
normativa existente, pues ya se cuenta con mecanismos suficientes de control
de los actos de los GAD´s, tanto en la esfera de lo constitucional, legal, o el
mismo control político de los concejos municipales. Crear más órganos de
134

control es volver acaparar el poder ya descentralizado, agrandar aún más el


aparataje estatal conformado por burocracia centralista.

En definitiva, es claro que se necesita una Ley que propenda la articulación y


coordinación entre los distintos niveles de gobierno, que además incorpore
preceptos técnicos y jurídicos que permitan regular y controlar de mejor manera
el uso de suelo por parte de los municipios, sin interferencias del gobierno central
y respetando lo establecido en la Constitución.

4.3 Contenidos Esenciales de la Nueva Normativa

Al ser necesaria una nueva normativa sobre Ordenamiento Territorial, Uso y


Gestión del suelo, esta deberá establecer mayores instrumentos para que los
gobiernos autónomos descentralizados y en especial los municipales puedan
desarrollar de mejor manera sus competencias.

Dentro de sus contenidos esenciales, se debe contemplar principios y reglas


generales que orienten el ejercicio de las competencias de ordenamiento
territorial, uso y gestión de suelo; establecer normas que permitan la correcta y
adecuada coordinación de los planes de ordenación territorial de los GAD´s y del
gobierno central; y desarrollar la planificación del uso y la gestión de suelo como
competencia exclusiva de los GAD´s municipales.

Entre las funciones de esta normativa, estará hacer uso y aprovechamiento


eficiente y equitativo del suelo urbano y rural; articulación de los instrumentos de
planificación; implantar mecanismos e instrumentos técnicos que permitan el
ejercicio de las competencias de uso y gestión de suelo de los GAD´s
municipales y metropolitanos. El derecho a la ciudad, es un principio rector que
deberá ser desarrollado dentro de esta nueva Ley, ya que comprende elementos
importantes para el ordenamiento territorial y uso de suelo, como son: la gestión
democrática de las ciudades; los mecanismos de información pública,
transparencia y rendición de cuentas; el aseguramiento de la dignidad y el
135

bienestar colectivo de los habitantes de la ciudad en condiciones de igualdad y


justicia; y el establecimiento de la función social y ambiental de la propiedad
privada, siempre y cuando se determine las condiciones o requisitos que debe
reunir la propiedad para cumplir con esta función.

Con la finalidad de cumplir con el marco legal vigente, la nueva norma tiene como
objetivo profundizar la coordinación y vinculación entre la planificación del
desarrollo y el ordenamiento territorial; ahondar en el contenido material de los
planes de ordenamiento territorial de acuerdo a las competencias de cada
GAD´s, de esta manera no existiría duplicidad en las acciones. Otra innovación
sobre el contenido de la Ley, podría ser la modificación del proceso de
aprobación de los planes de ordenamiento territorial, pues se busca la
participación no solo del GAD´s con jurisdicción sino de aquellos que se vieran
afectados con la aprobación de este, sus observaciones podrán ser acogidas o
no, sin condición alguna.

En esta nueva Ley, también se tratará la clasificación del suelo, en el cual se


determina su definición y subclasificación, puesto que normas anteriores, no
fijaban las condiciones para determinar si un suelo era urbano o rural, lo cual
significaba que cada gobierno autónomo descentralizado interpretaba de distinta
forma las condiciones de estos suelos. Precisar las clases y subclases del suelo
provocaría una reclasificación del suelo y por ende, un crecimiento ordenado de
las ciudades y la protección del suelo destinado a la producción agrícola.

Sin duda alguna, el objetivo principal de la nueva norma radica en el


establecimiento de mecanismos que permitan que la planificación no solo
reglamente lo que actualmente es el suelo, sino la proyección y configuración de
la ciudad en un futuro; para que esto se materialice se necesitará introducir
mecanismos como: la regulación del mercado que evite la especulación del
suelo; la regularización de asentamientos de hecho, que evite que las personas
que viven en ellos sigan sujetas a peligros por estar ubicados en zonas de
precariedad y de riego.
136

Otro contenido importante es la captura y recuperación de la plusvalía,


mecanismo utilizado por los GAD´s municipales para obtener mayores recursos
económicos; por ejemplo: al establecer un plan de uso y gestión de suelo se
determina el paso de un suelo rural a urbano, lo que produce que los predios
situados en esta zona aumenten su valor, sin que su propietario haya realizado
alguna obra que justifique el aumento de la plusvalía del bien; razones que
permiten el fortalecimiento del gobierno municipal, puesto que genera nuevas
fuentes de ingreso, provocando descentralización y autonomía fiscal,
negociación en la aplicación de normas de planeamiento y gestión urbana, mayor
equidad en la provisión de servicios y obra pública, de este modo se colabora
con el cumplimiento de normas constitucionales como la función social de la
propiedad, derecho a la ciudad, demás. Es preciso señalar que el aumento de
la plusvalía del bien constará en el impuesto predial, más no en ningún otro
impuesto.

El régimen sancionatorio al que hace hincapié el Proyecto de Ley discutido en


primer debate en la Asamblea Nacional, no es parte del contenido esencial que
dentro de este trabajo se menciona; debido a que, se crea dos órganos de control
y vigilancia que podrán interponer sanciones a la gestión de los GAD´s, lo cual
transgrede a la norma constitucional, en lo referente a la autonomía en el
ejercicio de las competencias de los distintos niveles de gobierno.

Los Gobiernos Autónomos Descentralizados municipales y metropolitanos


requieren de nuevas herramientas, que den soluciones concretas para mejorar
su gestión en lo referente a calidad de vida de sus habitantes, disminuir el
crecimiento desordenado de las ciudades y los asentamientos humanos
irregulares. El contenido esencial de esta nueva norma, comprende
instrumentos innovadores dentro del marco legal ecuatoriano, lo que sin duda
alguna beneficiará al desarrollo territorial de los distintos GAD´s y en general del
país.
137

4.4 Fortalecimiento del Control Municipal

El fortalecer el rol que desempeña un municipio, es fundamental dentro de la


estructura política, social y económica del país; pues su función principal es la
de relacionar directamente al administrado con la administración municipal; de
esta manera, se logra la participación ciudadana en la toma de decisiones, y se
consolida al ente administrativo local.

Un requisito importante para que el control de los municipios se fortalezca, es


profundizar el proceso de descentralización, pues se construye un Estado más
eficiente y democrático, que legitima el ejercicio del poder de los distintos niveles
de gobierno. Ahora bien, este proceso descentralizador debe contar con
lineamientos que se adecuen a las necesidades de los entes estatales y locales,
que eviten el traspaso innecesario de problemas de ámbito nacional, que puedan
alterar la estructura organizativa de los municipios.

El proceso de fortalecimiento del control municipal debe iniciar a través de un


estudio político-administrativo y económico-social; además de una evaluación
integral de la Institución Pública. En el ámbito social, el principal factor que
contribuye al fortalecimiento del control municipal, es la consolidación de la
participación ciudadana dentro del órgano municipal. Para lograr una mayor
participación ciudadana, el municipio tiene que contar con una estructura que
permita la institucionalización de sus relaciones con la sociedad, y también
genere planes y proyectos, que inciten la participación activa de los ciudadanos
y acoja de manera adecuada sus iniciativas.

Por otra parte, este fortalecimiento exige fijar elementos suficientes que permitan
unificar y coordinar políticas dentro de la esfera de competencias que la ley y la
Constitución otorga al Municipio como parte del proceso de descentralización.
Es necesario que se produzcan instrumentos legales adecuados a las nuevas
realidades sociales, para que mejore cuantitativa y cualitativamente la actividad
legislativa de los concejos Municipales.
138

Otra razón, para que los municipios ecuatorianos puedan cumplir a cabalidad
con lo establecido en la ley y la norma constitucional, es que estos deben contar
con los recursos económicos necesarios; generalmente este aspecto es
considerado un problema, pues no todos los municipios cuentan con recursos
suficientes para cumplir con sus competencias; por esta razón, se busca que
más allá de crear indiscriminadamente altos y nuevos impuestos, se debería
aprovechar los existentes, promoviendo la inversión en actividades que puedan
pagar los tributos municipales con que se cuenta.

Los municipios dentro de su labor deberán mejorar la productividad de la gestión


municipal con personal técnico especializado, calidad de los servicios públicos y
cumplimiento de los planes; esta labor es necesaria para el fortalecimiento de la
autonomía que la Constitución y las leyes le conceden. Del mismo modo, la
entidad municipal está obligada a fortalecer su potestad sancionadora para el
cumplimiento adecuado de las ordenanzas, y el control a los ciudadanos que
infrinjan la norma municipal.

En la actualidad, gracias al proceso de descentralización los gobiernos


autónomos municipales pueden ejercer sus competencias exclusivas de manera
autónoma, claro que no todas las municipalidades han cumplido a cabalidad con
su labor, pero no es por falta de control, muchas veces el problema no radica en
la norma sino en su aplicación, puesto que, ya existen mecanismos de control
de los actos administrativos de los GAD´s, como el mismo control político del
Concejo Municipal, que deben ser fortalecidos y no debilitados tras la creación
de más órganos de control que afecten a la autonomía municipal. La Ley
Orgánica que regule el ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo deberá
fortalecer el control municipal, dotándole de herramientas técnicas que no
atenten contra su autonomía, pero si mejoren el ejercicio de sus competencias y
logren un desarrollo eficiente de las gestión municipal.

Al terminar con el trabajo de titulación, se observa la necesidad de una norma


que regule, articule y coordine el ordenamiento territorial, uso y gestión de suelo
139

entre los distintos niveles de gobierno, que incorpore preceptos técnicos y


jurídicos que permitan mejorar la gestión de los municipios. Sin embargo, se
reconoce que ninguna ley deberá establecer cualquier tipo de imposición,
sumisión por parte del gobierno central hacia los gobiernos autónomos
descentralizados municipales, por el contrario debe ser una norma que fortalezca
el poder municipal.
140

5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Conclusiones

1. La planificación territorial es un proceso por el cual los municipios organizan


su territorio a través de una adecuada distribución de la población, de
actividades económicas, del uso y ocupación del suelo y edificabilidad; de la
planificación vial y del espacio público, de equipamientos y servicios, con el
objetivo de lograr un desarrollo armónico, eficiente, eficaz, humano y
sustentable en sus jurisdicciones. Este concepto es fundamental pues la
planificación del territorio se basa exclusivamente en las necesidades de la
sociedad; por ende, responde estratégicamente al origen del modelo de
desarrollo escogido dentro de la sociedad.

2. El uso de suelo abarca la gestión y modificación del medio ambiente natural,


logrando así construir un ambiente en donde puedan existir cultivos y
asentamientos humanos; este término hace referencia a las diferentes formas
de uso de la tierra en zonificaciones. Se entiende por uso de suelo el destino
que se les asigna a los predios en relación a las actividades que se
desarrollaran en los mismos.

3. El ordenamiento territorial y el uso de suelo, son elementos esenciales para


el desarrollo de las ciudades. Una eficiente gestión y un correcto control de
los mismos nos dan como resultado ciudades ordenadas en las cuales las
personas puedan convivir de manera armónica. Por el contrario, una
deficiente gestión en las mismas, puede tener caóticas consecuencias, como
por ejemplo: que no exista en las ciudades una zonificación que delimite lo
rural, lo residencial, lo urbano o lo industrial, etc. El no llevar un correcto
control, provoca construcciones sin los debidos permisos y lo más grave, es
que muchas veces las personas se asientan en zonas de riesgo o en sitios
ilegales, causando enormes perjuicios para la ciudad en sí y lógicamente para
sus propios ciudadanos, a los cuales en muchos casos los gobiernos locales
no pueden dotarlos de servicios básicos.
141

4. La derogada Ley Orgánica de Régimen Municipal contenía normas que


articulaban la planificación local y nacional, regulaban funciones
administrativas y la facultad tributaria municipal. No contaba con herramientas
técnicas de uso y ocupación de suelo, lo que provocó en su momento que
este tipo de ordenanzas se elaboren mediante discrecionalidad
administrativa; generando de esta manera, variedad de normas, planes de
ordenamiento territorial y sanciones municipales.

5. El COOTAD recoge normas de la ley Orgánica de Régimen Municipal; de


Régimen Provincial y de Juntas Parroquiales y establece una nueva
normativa sobre ordenamiento territorial bajo parámetros del derecho
administrativo, que son insuficientes para establecer ordenanzas que logren
reflejar los objetivos constitucionales y las metas que se propone cada nivel
de gobierno.

6. Es fundamental establecer que tanto la Contraloría General como el control


de constitucionalidad (Corte Constitucional), el control de legalidad
(Contencioso Administrativo) y el control de los Gobiernos Municipales tienen
la potestad de regular el ejercicio de las competencia de ordenamiento
territorial, uso y gestión de suelo mediante normas establecidas en la Ley y
la Constitución; por tal razón, no es necesaria la creación de más controles,
pues se ha demostrado dentro de este trabajo que los existentes son
suficientes.

7. Los avances constitucionales que se han producido a partir del año 2008,
especialmente en materia de planificación y ordenamiento territorial, han
generado la necesidad de complementar la estructura legal ecuatoriana con
innovadoras normas, que ejecuten las decisiones que se toman sobre el
territorio; ya que, aún con la existencia de ordenanzas que plasman
lineamientos técnicos, administrativos y jurídicos, se necesita de ordenanzas
que reflejen la coherencia entre el derecho y el urbanismo; por tal motivo, se
plantea la necesidad de una ley de carácter técnico que garantice el
142

desarrollo territorial, mediante el establecimiento de requisitos mínimos para


los procesos de habitación del suelo, que contenga normas arquitectónicas y
para la construcción y en especial incorpore herramientas de gestión de
suelo.

8. Como parte del derecho municipal muchas de las ordenanzas se crearon sin
fuerza necesaria para lograr una gestión efectiva y eficaz de la ciudad; lo que
ha provocado que con el cambio de paradigma constitucional se busque
incluir normas de derecho urbanístico en la legislación ecuatoriana, con el fin
de brindar herramientas de planificación y gestión de suelo a los municipios,
para que estos puedan regular de mejor manera el crecimiento de las
ciudades, distribuyan equitativamente los recursos y frenen prácticas
especulativas sobre el suelo.

9. El objetivo de implementar una nueva Ley Orgánica de Ordenamiento


Territorial, Uso y Gestión de Suelo en la legislación ecuatoriana, se enfoca en
desarrollar y gestionar dinámicas territoriales en los distintos niveles de
gobierno, desde el nacional hasta el parroquial, sin afectar la autonomía
municipal, sino implementando la colaboración y complementariedad de los
planes de ordenamiento territorial de todos los niveles de gobierno.

10.Una nueva Ley de Ordenamiento Territorial, Gestión y Uso de Suelo debe


tener contenidos mínimos que sirvan de herramientas para gestionar el uso
de suelo como son: la venta o transferencia de edificabilidad, las unidades de
actuación (áreas de planificación y gestión conformadas por inmuebles, que
deben ser construidas bajo un único proceso de habilitación); el reajuste de
terrenos o reestructuración parcelaria, que consiste en reunir varios predios
en uno sólo con el fin de reestructurarlos y subdividirlos; el redesarrollo que
busca establecer una nueva configuración física espacial de un área
específica de suelo urbano; el derecho de preferencia, que permite al Estado
convertirse en primera opción de compra de un predio cuyo objetivo sea la
construcción de un proyecto de interés social o público; el anuncio del
143

proyecto, consiste en la publicación de toda iniciativa de planificación y de


obras públicas emanadas del plan de ordenamiento territorial de los distintos
gobiernos autónomos descentralizados y de otras herramientas de
planificación local o nacional, siendo su finalidad evitar la especulación del
precio de suelo que será expropiado o comprado.

5.2 Recomendaciones

Una vez finalizado el presente trabajo de titulación creemos que es pertinente


realizar las siguientes recomendaciones:

1. Es necesario implementar una nueva Ley Orgánica de Ordenamiento


Territorial, Gestión y Uso de Suelo que contenga normas urbanísticas de
carácter general, que sean aplicadas a los gobiernos autónomos
descentralizados mediante ordenanzas, que fije instrumentos principales de
Ordenamiento Territorial a nivel nacional; GAD´s y Regímenes Especiales
(determinantes para los planes de ordenamiento territorial y uso de suelo);
clasificación general del suelo, herramientas de planificación urbanística y de
gestión de suelo como: captación de plusvalías, venta y transferencia de
edificabilidad, compensaciones y obligaciones urbanísticas, reajuste de
terrenos, redesarrollo y declaración de desarrollo prioritario, derecho de
preferencia. Todos estos aspectos que incluye la nueva norma son
fundamentales para tratar de solucionar los problemas urbanos que a lo largo
del tiempo han surgido y cumplir con el nuevo paradigma constitucional
ecuatoriano referente al ordenamiento territorial equilibrado y equitativo, la
función social y ambiental de la propiedad, el Derecho a la Ciudad, el Derecho
a la hábitat y vivienda, aspectos que promueven el bien común, anteponiendo
el interés general al interés particular, conforme al Buen Vivir; ya que, en la
actualidad la mayoría de ordenanzas de uso de suelo del país no contienen
aspectos generales sobre derecho urbanístico, sino son simplemente actos
normativos de carácter administrativo.
144

2. El crear una nueva ley que regule el ordenamiento territorial, gestión y uso de
suelo, no es razón suficiente para determinar la necesidad de crear nuevos
controles que sancionen el incumplimiento de la gestión municipal en relación
a dicha materia, debido a que, constitucionalmente los gobiernos autónomos
descentralizados municipales y metropolitanos poseen autonomía para
regular el uso de suelo, sin necesidad de un nuevo control que vulnere la
autonomía municipal; del mismo modo, la Superintendencia del Suelo a la que
hace referencia el proyecto de Ley debatido en la Asamblea tendría funciones
que la Contraloría General del Estado como el mismo gobierno municipal ya
las desempeñan. Por otra parte, los ciudadanos o autoridades tienen el
derecho de solicitar la inconstitucionalidad de la norma o la ilegalidad del acto
normativo municipal; de esta manera, se observa que estos controles tienen
poder de regular el ejercicio de la competencia de ordenamiento territorial, uso
y gestión de suelo según lo establecido en la Ley y la Constitución.

3. Los controles existentes en la legislación ecuatoriana deben ser fortalecidos


en especial el de los gobiernos municipales y metropolitanos; por ende, la
nueva Ley se convertirá en una verdadera herramienta que mejore la emisión
y aplicación de las normas locales (ordenanzas), sin que en esta ley se
incluyan órganos de control estatal que realicen algún tipo de imposición,
sumisión en las decisiones de los gobiernos autónomos descentralizados
municipales y metropolitanos.

4. Debido a la importancia del catastro dentro de la planificación del


ordenamiento territorial, uso y gestión del suelo es imprescindible que en la
nueva Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Gestión y Uso de Suelo se
trate de manera más extensa el catastro; puesto que, dos artículos no son
suficientes, se necesita una estructura legal sólida que puntualice un marco
nacional para el catastro. La falta de normas técnicas sobre el tema ha
provocado que los administradores en algunos casos no logren estructurar y
actualizar sus catastros; los municipios mediante ordenanzas regulan el
catastro y lo organizan de acuerdo a sus posibilidades técnicas y económicas;
145

por esta razón, existe una gran multiplicidad de realidades que ha provocado
dispersión de métodos y estructuras de datos alrededor de todo el Ecuador.
El tener una adecuada norma que regule el catastro de manera sólida, es
fundamental para fortalecer aspectos como: el control de los documentos
cartográficos que identifican de manera correcta al inmueble; perfeccionar la
función fiscal del catastro a través de una adecuada valoración del bien, que
genere el aumento de ingresos propios de las ciudades; establecer
mecanismos que permitan la obtención de suministros de información
territorial geométrica o temática organizada sobre base parcelaria y orientada
a su uso que beneficie a la adecuada elaboración de planes de desarrollo,
ordenamiento territorial y uso de suelo, que prevengan asentamientos
irregulares, permitan la recuperación y captación de plusvalías y demás, sobre
bases seguras y no estimadas.
146

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