Politicas Cambio Climatico Argentina
Politicas Cambio Climatico Argentina
Politicas Cambio Climatico Argentina
(FLACSO/Argentina)
TESIS DE MAESTRÍA
Índice de figuras 7
Índice de tablas 8
INTRODUCCIÓN 9
CAPÍTULO I 13
1. Estado del arte sobre el abordaje de la adaptación a nivel internacional y
subnacional 13
2. Marco teórico - conceptual 15
3. Marco metodológico 23
3.1 Diseño, técnicas y fuentes 23
3.2 Especificidad del caso 25
CAPÍTULO II 28
CAPÍTULO III 64
2
2.2. Gobernanza 69
2.3. Instrumentos normativos 73
3. Conclusiones preliminares 76
CAPÍTULO IV 77
CAPÍTULOV 102
CONCLUSIONES 129
Bibliografía 133
Anexos 147
3
Índice de siglas y acrónimos
ANA: Autoridad Nacional de Aplicación
4
OAMDL:Oficina Argentina del Mecanismo para un Desarrollo Limpio
SINAGIR: Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil
5
SPC: Secretaría de Protección Civil
SREX: Special Report on Managing the Risks of Extreme Events and Disasters to
Advance Climate Change Adaptation
6
Índice de figuras
Figura 1: Continuum de las políticas de adaptación: desde el desarrollo al cambio
climático....……………...………..…………………………...………..………………………...21
Figura 13: Historia institucional del cambio climático en Argentina, 1990 - 2019...……..141
7
Índice de tablas
Tabla 1: Principales enfoques de vulnerabilidad: sistematización….…….........................19
Tabla 7: Comparativa del IVSD con valores “muy altos” (5) y “altos” (4) y de los valores
absolutos para las dimensiones social, habitacional y económica de los departamentos
seleccionados………………...…………………………...………..………………..…………..85
Tabla 11: Instrumentos de políticas de adaptación y de gestión del riesgo de Santa Fe.104
8
INTRODUCCIÓN
La CMNUCC brinda claridad respecto a lo que los países entienden por cambio climático,
y sirve de espacio político para la búsqueda continua de consensos sobre el tema. En
este sentido, el objetivo principal que plantea la Convención en su artículo N° 2 presenta
dos elementos. Por un lado, uno de mitigación que refiere a la estabilización de las
concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI), de manera que impida
interferencias humanas peligrosas en el sistema climático. Por otra parte, hace referencia
a la adaptación natural de los sistemas, el asegurar que la producción de alimentos y
posibilitar un desarrollo económico sostenible”. (CMNUCC, 1992, artículo n°2)
Para lograr dicho objetivo, la Convención crea diversos órganos que en la actualidad le
permiten llegar a consensos entre las Partes y avanzar en la acción climática, siendo la
Conferencia de las Partes (COP2) su máximo órgano encargado de velar por su
aplicación y de reunirse de manera anual desde el año ‘95, con la excepción de 2020 en
el contexto de la pandemia de Covid-19.
1
Intergovernmental Panel on Climate Change, por las siglas en inglés.
2
Conference of Parties, por las siglas en inglés.
9
En estos espacios de negociación internacional se han dado avances y retrocesos a lo
largo de los últimos años, pero siempre entendiendo que el abordaje del cambio climático
requiere que todos los Estados se comprometan con ello. Originariamente, el foco de
acción estatal estuvo puesto en la mitigación, cuyas medidas están orientadas a gestionar
aquellas fuentes que liberan emisiones, fundamentalmente asociadas al uso de
combustibles fósiles (gas, petróleo y carbón), para no incrementar sus concentraciones
en la atmósfera y así limitar el aumento de la temperatura promedio de la tierra. Pero con
el correr del tiempo y el avance de la ciencia, se dio cuenta de que algunos efectos del
cambio climático son irreversibles, por lo que algunos Estados ya tendrían que comenzar
a tomar medidas de adaptación.
Esto se puso en evidencia en la Cumbre de Río del ‘92, que marcó el comienzo de la
apertura del ámbito de negociación internacional, históricamente reservado de manera
exclusiva a los Estados Nación, hacia otros actores como empresas, gobiernos locales y
organizaciones no gubernamentales (ONGs). Y ello adquiere gran relevancia, no sólo por
el hecho de que en el plano internacional se establecen los principales lineamientos en
materia de cambio climático que luego son aterrizados en el plano nacional, sino también
porque comienza a gestarse una nueva visión de la gobernanza del cambio climático y, al
mismo tiempo, espacios de organización y apoyo para gobiernos locales. En esta línea, la
acción climática subnacional comenzó a entenderse como una cuestión imprescindible y
complementaria de los esfuerzos nacionales e internacionales, con el fin de lograr la
implementación de medidas concretas de mitigación y adaptación, pensadas desde la
realidad territorial y acorde a sus propias necesidades.
En esta línea, se plantea como hipótesis de investigación que, a pesar del creciente rol
catalizador que tienen los actores subnacionales en la acción climática, la política de
adaptación de la provincia de Santa Fe se ha caracterizado por ser reactiva, atomizada,
desvinculada del plano nacional y de la GIR como resultado de: la mayor relevancia
política relativa de la mitigación; la centralidad de la política climática nacional; y la falta
de diálogo entre la adaptación y la gestión de riesgos pese al incremento de los impactos
y vulnerabilidades frente a la variabilidad natural y el cambio climático. A partir de esta
hipótesis, se identifican tres variables independientes: 1) mayor relevancia política relativa
de la mitigación sobre la adaptación en todos los niveles de gobierno, 2) centralidad de la
política climática nacional y 3) falta de diálogo entre la adaptación y la gestión de riesgos
pese al incremento de los impactos y vulnerabilidades frente a la variabilidad climática.
Por su parte, la política de adaptación de la provincia de Santa Fe reactiva, atomizada,
desvinculada del plano nacional y de la GIR, se asume como variable dependiente.
11
Considerando lo expuesto, el trabajo de investigación está organizado en tres secciones,
una primera introductoria al trabajo de investigación; una segunda sección compuesta por
cinco capítulos y, finalmente, la tercera sección con las conclusiones del trabajo en
cuestión.
Respecto a los capítulos, el primero presenta el estado del arte sobre la adaptación en
su abordaje internacional y subnacional, presenta el caso y desarrolla el marco
conceptual y la metodología. El segundo, se enfoca en abordar la primera y segunda
variable independiente, es decir, la mayor relevancia de la mitigación respecto a la
adaptación y la centralidad de la política climática nacional. Para ello, se introduce el
tratamiento de la adaptación al cambio climático, luego se abordan el inicio de la agenda
en el país, el marco normativo, institucional, el desarrollo de la gobernanza climática
policéntrica con un foco particular en los gobiernos subnacionales y, finalmente, se
estudian los de instrumentos de política pública vinculados a la adaptación y la gestión
del riesgo del nivel nacional. Haciendo referencia al tercer capítulo, este presenta
brevemente la vinculación de la gestión integral del riesgo con la adaptación al cambio
climático, en esa línea se expone el marco internacional, la recepción a nivel nacional y
se analiza la relación con la adaptación a nivel país. En cuanto al cuarto capítulo, se
introduce el caso seleccionado abordando el perfil geográfico, climático, socioeconómico,
productivo, normativo e institucional de la provincia de Santa Fe. Esto permite realizar
una descripción de las vulnerabilidades, riesgos e impactos del cambio climático en la
provincia. Finalmente, en el quinto capítulo se estudia la vinculación entre las políticas de
adaptación y la gestión integral del riesgo de desastres en Santa Fe desde el enfoque de
la gobernanza policéntrica. De esta manera, se trabajan la variable dependiente y la
tercera variable independiente, a través de un relevamiento de medidas para identificar a
los actores y sectores involucrados de manera directa e indirecta en las políticas de
adaptación de Santa Fe.
12
CAPÍTULO I
Aproximación teórico-metodológica de la tesis
Por su parte, Bueno (2012) también introduce ciertos factores que han influido en la
consolidación del cambio climático como tema prioritario en la agenda de los Estados a
nivel internacional. A los fines de esta investigación resulta un antecedente valioso, al
abordar la diplomacia climática argentina y analizar los primeros pasos del país en la
materia. Sobre este mismo tema, Bueno y Yamin Vázquez (2017) analizan desde dos
teorías de las Relaciones Internacionales el poder climático de Argentina, lo cual permite
comprender su actuación en el espacio multilateral de la CMNUCC. En esta línea también
sirve el aporte de Bueno (2018) que permite comprender elementos importantes de la
política exterior en cambio climático del país durante el periodo 2015 - 2017, respecto a
su identidad vinculada a grupos de negociación específicos de la CMNUCC, como de los
intereses que se resguardaron durante el proceso negociador.
13
Al mismo tiempo, otras investigaciones analizan distintos desafíos que se presentan en el
diseño de las políticas de adaptación y los factores que influyen en diversos niveles de
gobernanza para llevarlas adelante. Es el caso de la investigación de Dolsak y Prakash
(2018), quienes analizan también aquellos elementos que inciden a la hora de escoger
políticas de adaptación blanda versus otras duras, y las tensiones entre las escalas de
implementación nacional y local.
Más allá de estos valiosos antecedentes, no se han encontrado trabajos que vinculen los
dos ejes mencionados en los párrafos anteriores -estos son, la adaptación al cambio
climático en la arena internacional y la performance climática de la diplomacia argentina-
con el desarrollo político e institucional del tema a nivel nacional, particularmente en lo
que refiere a adaptación.
Por otra parte, si se tiene en cuenta el contexto de globalización, en el cual los límites del
ámbito internacional y nacional son cada vez más difusos, y en el que los Estados Nación
hace tiempo dejaron de ser los únicos protagonistas de la acción climática global, es
menester tener en consideración el rol de otros actores. En esa línea, Fröhlich y Knieling
(2013) dan cuenta de que frente a los múltiples impactos que genera el cambio climático,
una multiplicidad de partes cuyas actividades e intereses han sido o serán afectados, se
ven involucrados. La complejidad de estas relaciones se ve reflejada en el concepto de
gobernanza que, según consideran los autores, no es nuevo ya que se nutre de enfoques
existentes en otros campos pero que sí tiene ciertos rasgos específicos, entre ellas su
carácter transfronterizo, multinivel, multisectorial y multi actor.
Por otro lado, muchos escritos reconocen la importancia de las unidades subnacionales y
su rol en lo que respecta a la mitigación y adaptación al cambio climático, a nivel global y
regional. Trabajos de investigación como el de Margulis (2017), dan cuenta de algunas
variables que caracterizan a las ciudades como grandes centros generadores de
emisiones por la cantidad de población mundial que residirá en ellas. Pero también el
reporte de ICLEI (2012) da cuenta, mediante una encuesta realizada a 468 ciudades
miembro de dicha red, que el 68% ya persiguen planes de adaptación y que las ciudades
latinoamericanas muestran una alta tasa de compromiso para con ello (95%).
15
gestión integral del riesgo son claves para identificar y describir los distintos elementos
y dinámicas que interactúan con el primer término presentado.
Esta visión permite abordar la interacción entre el marco global y el nacional, como
espacios complejos en los que los intereses de distintos Estados han logrado consensos
que se ven reflejados en nuevos marcos de acción; en ellos han tenido lugar dinámicas
de relacionamiento de las que han sido y son parte los gobiernos subnacionales. En este
sentido, el presente trabajo hace foco en las unidades o gobiernos subnacionales o
subestatales, como jurisdicciones o unidades político-administrativas provinciales que se
caracterizan por cumplir con tres requisitos según García Segura (1996): tener una base
física o territorial, ser gubernamental y ser parte de un Estado compuesto (confederación,
federación o Estados unitarios, pero con diversificación territorial a nivel administrativo).
Por ello, para dar cuenta de la política pública en adaptación del caso seleccionado, se
descartan las iniciativas originadas por otros actores ya que la unidad de análisis es
subnacional. Se entiende por política pública a aquellos “proyectos y actividades que un
Estado diseña y gestiona a través de un gobierno y una administración pública a los fines
de satisfacer necesidades de una sociedad” (Graglia, 2012, p. 19). Tomando esta
definición como referencia, se entiende que los decisores públicos utilizan diferentes
instrumentos de política pública para llevar adelante dichos proyectos y actividades.
16
Estos instrumentos son entendidos como las “categorías ideales que agrupan iniciativas
desiguales que son utilizadas de manera combinada por los responsables de las políticas.
Cada instrumento responde a una naturaleza, objetivos y carácter propio, y es su uso
alternativo o simultáneo el que permitiría conocer estrategias concretas de las políticas”
(Velasco, 2007, p. 1). A los fines de delimitar estas categorías de instrumentos se toma la
propuesta realizada por Velazco (2007), en la cual especifica 6 tipos, a saber: i)
instrumentos organizativos, en el presente trabajo referidos como institucionalidad
climática; ii) instrumentos programáticos; iii) instrumentos normativos o de ordenación; iv)
instrumentos financieros; v) instrumentos de mejora del conocimiento; y vi) instrumentos
de comunicación.
Por su parte, los instrumentos programáticos refieren a los planes, programas y proyectos
impulsados por el Estado subnacional seleccionado. Siguiendo lo expresado por Graglia
(2012), los planes son iniciativas más genéricas y a largo plazo, que puede incluir a
programas y proyectos, un poco más específicos y a mediano y corto plazo
respectivamente; aunque también se relevan y analizan las actividades entendidas “como
sinónimo de acciones o tareas” (Graglia, 2012, p. 25). Estas últimas pueden estar o no
enmarcadas en planes, programas o proyectos, pero que permitirán caracterizar la acción
pública subnacional en materia de adaptación.
17
leyes de presupuestos mínimos, otras leyes ambientales y climáticas, decretos
reglamentarios y resoluciones del plano nacional y subnacional.
En base a esto último, es menester resaltar la naturaleza del vínculo entre la adaptación
al cambio climático y la gestión del riesgo de desastres. Esto se debe a que, si bien son
dos agendas que hoy se ven íntimamente relacionadas, cuestión que queda plasmada en
la conceptualización del riesgo realizada por el IPCC, esto no siempre fue así. El hecho
de que estas comunidades académicas trabajaran en caminos independientes
claramente implicó el uso de enfoques metodológicos diferentes y, como consecuencia,
derivó en una forma de entender la realidad y de construir políticas públicas diversas.
Lampis (2013b) expresa que ello se relaciona con la forma de conceptualizar la
vulnerabilidad y los enfoques que adoptaron para su abordaje. El autor indica que pueden
encontrarse dos conceptualizaciones, “la vulnerabilidad puede ser percibida como
resultado de un proceso y, por ende, como un elemento externo al sistema; o como una
18
característica interna del sistema, que, a la vez, lo expone a la amenaza y lo hace
susceptible al daño” (Lampis, 2013b, p. 20). En este marco, Lampis (2013b) describe tres
enfoques que denomina como Riesgo-Amenaza (RA), Construcción social del riesgo
(CSR) y enfoque integrado (EI).
Fuente: elaboración propia a partir de Lampis (2013) en base a Brooks (2003) y Füssel (2005).
Con el correr de los años, ambas comunidades epistemológicas han logrado una mejor
articulación, y aquí es importante resaltar el rol del Reporte especial del IPCC sobre
riesgos de eventos extremos y desastres para avanzar la adaptación al cambio climático
(SREX3) del año 2012. Dicho Reporte logra integrar ambas comunidades de
conocimiento, y realizar aportes sustantivos al debate sobre cómo reducir el riesgo
asociado a fenómenos extremos y desastres en un contexto de cambio climático.
En este sentido, Cardona (2012) resalta algunos de los aportes del SREX como el
visibilizar la influencia de la exposición y la vulnerabilidad en la determinación del riesgo;
el hecho de que la perspectiva sobre los eventos extremos -muy presente en los informes
anteriores del IPCC- empezara a menguar, y que los impactos o desastres son la
materialización del riesgo latente, dado justamente por las condiciones subyacentes de
exposición y vulnerabilidad de los sistemas. Cardona (2012) destaca que el informe no
3
Special Report on Managing the Risks of Extreme Events and Disasters to Advance Climate
Change Adaptation, por las siglas en inglés.
19
sólo da importancia a los “fenómenos extremos”, en los que tradicionalmente se había
enfocado la comunidad del cambio climático, sino también a los eventos menores. Estos
si bien no son tan visibles se presentan de manera frecuente, pudiendo tener efectos
acumulativos importantes como resultado de la alta vulnerabilidad de los elementos
expuestos (Cardona, 2012). Por su parte, Lampis (2013b) destaca que el SREX precisó
“que el riesgo de desastres no es algo dado, sino que se acumula en el tiempo, a menudo
en relación con los procesos inacabados de desarrollo” (Lampis, 2013b, p. 28).
En función de esto, otro concepto que se utiliza en la tesis es el de gestión del riesgo de
desastre, definida como “la aplicación de políticas y estrategias de reducción de riesgos
de desastres para prevenir nuevos riesgos de desastres, reducir el riesgo de desastres
existente, gestionar el riesgo residual, contribuir al fortalecimiento de la resiliencia y
reducir las pérdidas por desastre” (ONURRD, 2019, p.85). Asimismo, el Marco de Sendai
reconoce que muchos de los desastres se ven exacerbados por el cambio climático y
están aumentando en frecuencia e intensidad, ya que las amenazas de origen climático
incrementan su probabilidad de ocurrencia. Estas pueden manifestarse en eventos
extremos, que ocurren en un determinado momento y lugar, se los considera inusuales
por ubicarse fuera (hacia arriba o abajo) de un valor de referencia. Además, cuando el
“evento extremo persiste en el tiempo (una estación o un período más prolongado) puede
ser considerado un evento climático extremo, por ejemplo, sequías o inundaciones.”
(Cervacam, 2019, p. 5)
20
recurrente y con una frecuencia o intensidad incrementada4. (Siegele, 2012 en CMNUCC,
2012, p. 7)
Este marco permite dar cuenta de que muchas de las políticas generadas desde el sector
público en nombre del desarrollo sostenible, tienden a abordar la vulnerabilidad social y,
por ende, contribuyen a la adaptación. Dichas políticas caen en la primera esfera y
apuntan a reducir la pobreza y a abordar diversas carencias, por ello se enfocan en
mejorar medios de vida, la salud, extender la alfabetización y ampliar los derechos de la
mujer, etc. La segunda esfera abarca iniciativas que buscan mejorar la estructura social,
productiva y ecosistémica para responder a los impactos climáticos. Esta gama de
actividades sienta las bases para acciones más específicas, algunos ejemplos incluyen
4
Traducción del inglés por la autora.
21
“el desarrollo de sistemas de comunicación y planificación sólidos, y la mejora de las
prácticas de mapeo, monitoreo del clima y gestión de recursos naturales” (McGray,
Hammill y Bradley, 2007, p. 2). La tercera esfera, refiere a actividades que incorporan
información climática en el proceso de toma de decisiones para reducir impactos,
considerando que muchas veces es difícil distinguir variabilidad climática de cambio
climático. “Los ejemplos incluyen actividades de planificación de respuesta a desastres,
cultivos resistentes a la sequía y esfuerzos para una infraestructura física “a prueba de
clima”” (McGray, Hammill y Bradley, 2007, p. 2). Finalmente, según estos autores, la
última esfera contempla acciones centradas en abordar los riesgos climáticos por fuera
de la variabilidad climática histórica y que responde directamente al cambio climático.
Otra forma de analizar el enfoque planteado para la selección de políticas se vincula con
el enfoque de riesgo de impactos climáticos del IPCC (2014) tomado en este trabajo.
Como se puede observar en la figura 2, las políticas de desarrollo y creación de
capacidades se diseñan para disminuir la vulnerabilidad social, productiva o ecosistémica.
Luego se encuentran los instrumentos que abordan los riesgos climáticos buscando
reducir la probabilidad de su ocurrencia; aquí podría incluirse, también, aquellas políticas
que tienden a modificar la presencia de grupos sociales u otros activos a zonas de menor
riesgo, es decir, trabajar sobre la exposición. Finalmente, las políticas específicas de
adaptación trabajan para prevenir o minimizar los impactos climáticos o bien, aprovechar
las oportunidades beneficiosas que de ellos se deriven.
22
Figura 2: Interrelación entre tipos de políticas, riesgos e impactos.
Fuente:elaboración propia.
3. Marco metodológico
El diseño del trabajo responde a uno de tipo descriptivo, ya que “buscará especificar
propiedades, características y rasgos importantes” (Hernández Sampieri, 2010, p. 80),
particularmente de los aspectos institucionales, normativos, de los actores y sectores
involucrados, como también de aquellos factores que han influido en la política de
adaptación de Santa Fe. Además, tendrá un alcance analítico, con el fin de trascender
dicha descripción para intentar explicar y comprender el conjunto de hechos y
dimensiones complejas que hacen a la política objeto de estudio.
23
En cuanto a las técnicas de recolección de información se hace uso de la triangulación de
métodos, definida como la “utilización de diferentes fuentes y métodos de recolección”
(Hernández Sampieri, 2010, p.439). Respecto a los métodos se utilizan las entrevistas
semiestructuradas y el fichaje y análisis de documentos.
En esta línea, entre las fuentes primarias, las entrevistas semiestructuradas “se basan en
una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene la libertad de introducir
preguntas adicionales para precisar conceptos u obtener mayor información sobre los
temas deseados” (Hernández Sampieri, 2010, p. 418). Éstas serán realizadas tanto de
manera directa como virtual a especialistas en la temática y a funcionarios públicos con
roles claves en el periodo analizado. Para ello se realizó un listado de referentes de la
administración nacional y provincial que, a través de una serie de preguntas específicas y
generales, permite conocer prioridades políticas y factores de gran incidencia en la
política climática en general, y de adaptación en particular.
24
3.2 Especificidad del caso
26
Tabla 2: Objetivos, variables e indicadores del trabajo de investigación
27
CAPÍTULO II
El reporte del Comité de Adaptación de la CMNUCC (2019) señala que los temas de
adaptación habían tenido una aproximación embrionaria a través de las Comunicaciones
Nacionales hacia fines de la década de los ‘90, con la observación de impactos y el
análisis de riesgos y vulnerabilidades. Asimismo, indica que la publicación del tercer
informe de evaluación del IPCC en el año 2001 dio cuenta de la insuficiencia de las
políticas de mitigación (CMNUCC-Comité de Adaptación, 2019). En este contexto, en el
año 2001 en la COP7 que tuvo sede en Marrakech, mientras se adoptaba el libro de
reglas para la implementación del Protocolo de Kyoto y los PD insistían en la necesidad
de que los PED abordaran también la reducción de emisiones (Bodansky, Brunnée &
Rajamani, 2017, p.109), la adaptación dio sus primeros pasos sólidos en el marco de la
CMNUCC.
29
tecnología y el financiamiento. Este plan estuvo a cargo de un Grupo Ad Hoc para la
Cooperación a Largo Plazo en el marco de la Convención, y tuvo como objetivo guiar el
proceso para acordar un nuevo instrumento / “resultado consensuado” bajo la CMNUCC
en la COP15, sin éxito.
Como se puede observar, la CMNUCC sienta los precedentes que dieron pie al desarrollo
de instrumentos y marcos de trabajo sobre la adaptación a nivel internacional que han ido
progresando, logrando que de manera paulatina esta línea de trabajo adquiera una
agenda propia pero que aún no logra el equilibrio necesario respecto a la de mitigación.
Cabe resaltar que la búsqueda constante del balance entre mitigación y adaptación
representa una puja histórica entre países en desarrollo y países desarrollados. Podría
decirse que esto se debe a la diferencia en el uso de recursos naturales y de la
atmósfera, entendida como un bien público global, que ha llevado a un nivel de desarrollo
desigual y que continúa generando controversias en la búsqueda de consensos hacia
una acción climática mundial. Inclusive, esto se ve plasmado en al menos dos principios
de gran importancia que tiñen las negociaciones internacionales sobre el tema: el de
responsabilidades comunes pero diferenciadas y el de responsabilidad histórica, a partir
de éstos los PED buscan anclar sus compromisos sobre una noción de justicia climática.
En este aspecto cabe resaltar el rol de G77+China5 que, tal como apunta Bulmer, Doelle y
5
El Grupo de los 77 + China fue creado en 1964, es la mayor organización intergubernamental de
países en desarrollo de las Naciones Unidas, que proporciona los medios para que los países del
30
Klein (2017), más allá de las tensiones creadas por los cambios políticos y
socioeconómicos de algunos países del grupo (principalmente China, India y Brasil) este
grupo se mantuvo unido. Además, el G77+China conservó su fuerza en temas clave
como los medios de implementación (apoyo financiero, tecnológico y de desarrollo de
capacidades) para los PED, la paridad de la adaptación con la mitigación y la importancia
de considerar las circunstancias nacionales.
Asimismo, los autores mencionan que el incremento del número de grupos dentro de los
bloques tradicionales con sus respectivos intereses y reivindicaciones si bien hicieron
más complejas y difíciles las negociaciones, también posibilitaron la adopción de un
resultado unificador y universal. Y, en se sentido, Bulmer, Doelle y Klein (2017) señalan
por ejemplo la inclusión de REDD+6 elemento de vital importancia para la Coalición de
Naciones de la Selva Tropical; el objetivo relativo a 1.5 °C y las pérdidas y daños para la
Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés) y los PMAs.
Otros elementos que se incorporaron gracias a esta diversidad fueron el enfoque de
derechos humanos, la transición justa, los pueblos indígenas y el género (Bulmer, Doelle
y Klein, 2017).
En esta línea, las Partes firmaron el Acuerdo de París (COP21, 2015) en el que la
adaptación se incluyó en su artículo 2 que, en su párrafo b), enuncia “Aumentar la
capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la
resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero,
de un modo que no comprometa la producción de alimentos” (Acuerdo de París, 2015, p.
2).
Es menester hacer mención a otros elementos del artículo 7, como el 7.10, en cual se
establece que cada Parte debería presentar y actualizar una Comunicación de la
Adaptación (CA), la cual podrá incluir prioridades, necesidades de implementación y
apoyo, planes y medidas vinculadas al tema. También especifica en el artículo 7.11 que
dicha comunicación puede ser presentada a través de diversos vehículos, ya sea de
manera independiente o bien como parte de otros documentos tales como las
comunicaciones nacionales (CN), los planes nacionales de adaptación (PNA) o las
contribuciones nacionalmente determinadas (CND).
Como se puede observar, luego de casi treinta años de la firma de la CMNUCC, los
avances han sido notorios, sin embargo, cabe hacer mención a los desafíos que se
plantean actualmente en la comunidad climática internacional. En primera instancia y, en
términos generales, sigue siendo evidente la necesidad de asegurar que, la narrativa en
torno a la ambición climática, incluya tanto la adaptación como la mitigación, y al mismo
tiempo, elevar el perfil político de la primera.
En una segunda instancia, el OGA se entiende como una piedra angular del trabajo en
materia de adaptación bajo el AP, por lo cual su conceptualización reviste de gran
importancia en la medida que “influirá en gran medida sobre el tipo de acción de
adaptación al que se dará prioridad, es decir, qué acción percibirá la comunidad
32
internacional como la más necesaria” (Beauchamp, da Silva Bernardo y Bueno, 2021, p.
1). Sin embargo, esta tarea reviste de gran complejidad tanto técnica (desde un punto de
vista conceptual y metodológico) como política, en esta línea el Comité de Adaptación
(2021) apunta cuatro tipos de desafíos, a saber: i) desafíos metodológicos, con ello se
refiere la dificultad de agregar datos provenientes de diversas escalas y contextos, los
cambios constantes que son propios de los sistemas sociales, económicos, productivos y
ecosistémicos y que se entrelazan con un clima cambiante, etc.; ii) desafíos empíricos, en
el sentido de que la disponibilidad y calidad de la información no es homogénea entre las
Partes; iii) desafíos conceptuales, esto es, consenso respecto a lo que se considera
adaptación; y iv) desafíos políticos, en torno a los puntos de encuentro y desencuentro
sobre la medición en el marco de la CMNUCC.
En esta línea, Beauchamp et al. (2021) resaltan tres prioridades claves para poder
avanzar el trabajo en el OGA. Por un lado, contar con una definición conceptual de lo que
significa “adaptación colectiva”, ya que no hay un entendimiento universal respecto al
entendimiento conceptual de la adaptación, ni sobre lo que debe medirse ni la escala
para evaluar dicho progreso. Por otra parte, avanzar hacia marcos y metodologías
flexibles, contextuales, comparables y justos, aquí hay visiones encontradas respecto a
cómo realizar estas mediciones, considerando que ningún proceso de adaptación es
estándar entre y dentro de un mismo país, y que existen distintas capacidades para poder
abordarlo y reportar sus avances. En esa misma línea, algunos Estados abogan por el
desarrollo de métricas e indicadores que faciliten la evaluación del proceso, mientras que
otros expresan que dicho enfoque no podrá capturar de forma adecuada la variedad y
amplitud de la adaptación en los países. En tercer lugar, financiar capacidades e
incrementar los esfuerzos en la escala en la que se desarrolla el proceso de adaptación,
evitando generar brechas entre el nivel local, nacional e internacional y promoviendo la
acción colectiva.
33
registro, si puede designarse uno preexistente, si las CAs y las CND deben mantenerse
en registros separados, si se puede establecer un sitio web con varios hipervínculos entre
los cuales se pueden encontrar las CAs, o bien que no haya un registro designado y que
cada Parte pueda elegir algún sitio mantenido por la Secretaría y publicar su CA. Cada
una de estas opciones tiene implicancias en la división/disputa entre mitigación y
adaptación como componentes de las CND, lo que genera preocupaciones de distinta
índole política y como dilemas del polizón: ¿qué sucede con aquellos países cuyo
componente de mitigación es en gran parte adaptación con co-beneficios de mitigación?
¿Qué se busca visibilizar con las CAs? ¿es la adaptación? ¿Son las necesidades y
prioridades de los PED?, etc. El desafío se encuentra en lograr un consenso respecto a
una modalidad que asegure la independencia y visibilidad de las CAs, de manera tal que
aporte a su fortalecimiento en tanto herramienta valiosa y de referencia, para darle a la
agenda de adaptación la visibilidad que requiere, como así también a los esfuerzos,
necesidades y prioridades que identificaron los Estados en dicho instrumento.
34
emisiones o precios al carbono, etc. (Kizzier, Levin & Rambharos, 2019; Kosolapova,
2021).
35
1.1 Argentina en el contexto de la CMNUCC
Resulta interesante destacar la decisión que tomó el país en esa época, la de presentar
compromisos voluntarios de reducción de emisiones para el período 2008–20127. Esto
debe ser interpretado a la luz de los acontecimientos del contexto internacional: por un
lado, el precedente que sentó la CMNUCC al establecer dos tipos de anexos, A y B,
ambos agrupando a países desarrollados con la obligación de adoptar medidas y políticas
de mitigación, a lo cual se le sumó la obligación de proveer financiamiento de las Partes
del anexo B. Por otra parte, la firma del PK en el año 1997 estableció un compromiso de
reducción de emisiones, únicamente para los PD listados en el Anexo I de dicho
instrumento.
7
Mismo periodo para los países del Anexo B.
36
marcada por la lógica de la política exterior argentina en esta época, es decir, el
alineamiento con la potencia hegemónica, los Estados Unidos” (Bueno, 2012, p. 143).
Por otra parte, en la COP 10 del año 2004, en el discurso del entonces presidente de la
Nación, Néstor Kirchner, puede observarse una moderación del compromiso de
mitigación que caracterizó al país hasta el momento. Aquí pueden subrayarse dos
factores que podrían explicar dicha posición, uno internacional y otro de índole doméstica.
Como factor internacional la COP7 de 2001 en Marrakech sentó bases importantes que
comenzaron a posicionar a los temas de adaptación en la arena internacional, con el
paquete de acciones bajo Programa de Trabajo para los PMA desarrollado anteriormente.
Y, desde el punto de vista doméstico, destacan los coletazos de la crisis política, social,
económica e institucional del año 2001, en gran parte vinculada al declive de la Ley de
Convertibilidad la cual fue sostenida hacia su final con endeudamiento externo. En este
marco, el ex presidente mencionó de forma reiterada la necesidad de incorporar
mecanismos que permitieran compartir de manera equitativa las cargas resultantes de los
esfuerzos de mitigación y de adaptación. Además, realizó una fuerte vinculación y énfasis
en la presión generada en los PED por la deuda externa y los acreedores financieros; en
ese sentido, reclamó el cumplimiento de los compromisos de los PD para con el PK.
8
Abordan los compromisos de los PD hacia los PED y los PMA a la hora de atender las
necesidades y preocupaciones de éstos últimos respecto a los efectos del cambio climático,
incluyendo medidas de financiación, los seguros y transferencia de tecnología.
9
Relativa a la implementación de medidas y cumplimiento de compromisos por las Partes del
Anexo I, de manera tal que reduzcan al mínimo los efectos adversos al cambio climático, comercio
internacional, repercusiones sociales, ambientales y económicas, para otras Partes,
especialmente las Partes que son países en desarrollo y en particular las mencionadas en los
párrafos 8 y 9 del artículo 4 de la Convención.
37
Esto también es ilustrado por Bueno y Vázquez (2017), al referirse al cambio en la forma
de entender la dinámica del sistema internacional y su reflejo en la política exterior en el
periodo que analizan en su trabajo (2003 - 2015): “Dicha política asumió un tono
crecientemente contestatario con relación a Estados Unidos y a Europa, y cada vez más
cercana a otros actores como China o India, en una mirada benévola de la cooperación
Sur-Sur” (Bueno y Vázquez, 2017, p. 80).
38
2.1 Instrumentos de políticas públicas y gobernanza: adaptación al
cambio climático
En base a lo expuesto hasta el momento, queda claro que la agenda climática argentina
estuvo históricamente enfocada en acciones de mitigación lo cual es, en parte, reflejo del
tratamiento del tema a nivel internacional. Sin embargo, aún con la progresiva madurez y
paulatina permeabilidad del tema en el ámbito político, la adaptación sigue siendo una
línea de trabajo subdesarrollada, en comparación con la línea de mitigación. Incluso, si se
considera que el país representa sólo el 0,7% del total de las emisiones globales (UNEP,
2016 en CND, 2016, p.4) y que Argentina es un país en desarrollo con importantes
desafíos para abordar sus vulnerabilidades, que siguen incrementándose en un contexto
de cambio climático.
10
Traducido del inglés por la autora.
11
En el anexo se podrá encontrar una línea de tiempo que resume el desarrollo institucional sobre
cambio climático, junto a los principales hitos para el país en la materia.
39
fundamentalmente como producto de la Cumbre de la Tierra y en las vísperas de su
celebración” (Bueno, 2012, p. 142).
También cabe hacer mención a lo señalado por Bueno (2012) acerca del nombramiento
del embajador Raúl Estrada Oyuela como Subdirector General de Organismos
Internacionales de la Cancillería, ya que será quien guíe el desarrollo del tema en el país,
abordando las cuestiones ambientales en diversos espacios multilaterales a nivel
internacional. En ese sentido, durante la década de los ‘90 Argentina tuvo un rol
destacado en las negociaciones internacionales, lideradas por el embajador Estrada
Oyuela que “en 1995 fue presidente del Grupo Especial del Mandato de Berlín, lo que
implicó que se volviera uno de los principales negociadores del Protocolo de Kyoto
(Bueno, 2012, p. 143). El rol del embajador Estrada Oyuela también es destacado por
Nazareno Castillo, quien fue director de Cambio Climático en la entonces Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS) durante el periodo 2007 - 2014: “me parece
que la política dependía más de personas que de instituciones, siempre fue así. Antes,
cuando estaba el embajador Estrada Oyuela, la posición argentina era la del embajador.
No era producto de una posición consensuada con todos los ministerios, tenía un poder y
fuerza como política que imponía” (N. Castillo, comunicación personal, 17 de marzo de
2020).
Por otra parte, en este periodo puede observarse que la Secretaría a cargo de esta
política climática incipiente cambió de denominación y de ubicación en variadas
ocasiones en los primeros años del 2000. La SAyDS fue renombrada como Secretaría de
Desarrollo Sustentable y Política Ambiental, situándose bajo el Ministerio de Desarrollo
Social y Medio Ambiente. Resulta interesante mencionar lo expresado por H. Carlino en
una entrevista personal, al referirse a una Secretaría debilitada por la mala calidad de la
gestión y uso cuestionable de los recursos por parte de la ministra María Julia Alzogaray;
a lo cual se le sumó el contexto de crisis de la época:
[..]En ese contexto cambiaron muchas veces los secretarios y subsecretarios que
tenían responsabilidad sobre cambio climático, y había más preocupación por cuál iba a
ser la situación del día siguiente, finalmente la cuestión terminó en default [..] entonces
era muy difícil hablar de cambio climático. Me acuerdo de haber tenido alguna entrevista
con el secretario o subsecretarios y yo les hablaba del 2020, un proceso de décadas, y
me miraban como si estuvieran ligeramente demente. Fue una experiencia enriquecedora
y muy valiosa en el plano de la comprensión de las dificultades para hacer política
climática en Argentina, pero en el plano de los resultados, bastante infructuosa. (H.
Carlino, comunicación personal, 27 de marzo de 2020)
Posteriormente, esta Unidad fue reemplazada por una Dirección de Cambio Climático13
que estuvo ubicada bajo la Dirección Nacional de Gestión del Desarrollo Sustentable, la
cual a su vez se encontraba dentro de una Subsecretaría de Promoción del Desarrollo
Sustentable de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS). Las
actividades de esta institución eran las de asesorar al Director Nacional de Gestión del
Desarrollo Sustentable en todos aquellos aspectos relacionados con la implementación
de la Ley Nº 24.295. Nuevamente, el instrumento deja ver que las funciones de esta
Dirección estuvieron principalmente enfocadas en el eje de mitigación y en dar
cumplimiento a la ley que recepta la CMNUCC.
2.1.2 Gobernanza
Tal como menciona Cole (2011), la gobernanza no está limitada al Estado, sino que es un
continuum de soluciones que provienen de él como de otras que no lo involucran. En este
sentido, resulta fundamental mencionar que en la década del ‘90 las unidades
subnacionales del país comenzaron a pensar de qué manera abordar las cuestiones
ambientales de forma coordinada. Esto, en palabras de Rodríguez Salas (2010), las llevó
a plantear un “federalismo de concertación” que quedó plasmado en la creación del
13
Año 2007 mediante la resolución Nº 58/2007.
42
Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), con la firma del Acta Constitutiva y
luego del Pacto Federal, en 1990.
De esta manera, la reforma constitucional del año ‘94 formalizó un proceso que se venía
gestado en torno a las competencias de los gobiernos subnacionales respecto al tema
ambiental. Así, se afirma que dichas competencias siguen siendo convergentes con las
nacionales, aunque cambia su contenido: las provincias complementan los presupuestos
mínimos establecidos por la Nación, manteniéndose el dominio originario sobre los
recursos naturales presentes en sus territorios (acorde a los artículos N° 121 y 124 de la
Constitución Nacional). Cabe resaltar que, luego de casi 8 años, la sanción de la Ley
General del Ambiente 25.675 ratifica el Sistema Federal Ambiental en sus artículos N° 23
y 25.
Ahora bien, más allá de la pertinencia de la institucionalidad creada por la normativa para
el tratamiento local de la adaptación, es menester hacer un análisis crítico de las
características de la gobernanza, no sólo respecto a la inclusión de los gobiernos
subnacionales en estos espacios “participativos”sino también al rol asignado. Retomando
a Cole (2011), cuando se hace mención a la gobernanza climática no se hace referencia
únicamente a niveles de participación múltiples, sino también a que éstos tengan ciertos
niveles de independencia e interdependencia entre sí, resultando clave determinar grados
43
de responsabilidad y autoridad apropiados entre ellas. En este aspecto, la investigación
arroja que, desde los inicios del tratamiento del tema, la independencia e
interdependencia entre el nivel nacional y subnacional ha estado en constante tensión.
Cabe hacer mención, también, a la firma del Acuerdo Federal de Cambio Climático en
noviembre del 2016, como un antecedente de vinculación más que de participación en sí.
A través de este Acuerdo, los ministros y secretarios de ambiente de las provincias
brindaron su apoyo al trabajo realizado por el gobierno nacional. Seguidamente, en el
2017 la resolución N° 342 creó distintas comisiones, entre ellas la Comisión de Cambio
Climático, que contaría con un coordinador, un secretario, representantes de las
provincias que desearan participar y un representante del gobierno nacional, con el fin de
articular desde lo local la política de cambio climático.
Desde los años ‘90 hasta este periodo, se puede señalar que no hubo continuidad en los
espacios de articulación entre el gobierno nacional y subnacional para la discusión de la
política climática, lo cual en parte intenta ser subsanado con el decreto 891/16, que en
2016 crea el Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC). El GNCC estableció una
dinámica de trabajo con diversos niveles de gobierno, actores y sectores, que fue
superadora si se lo compara con los antecedentes mencionados. Además, institucionaliza
y distingue el rol y la participación de los gobiernos subnacionales en lo que respecta al
cambio climático, a través de la mesa de articulación provincial.
45
Sin embargo, surge nuevamente la cuestión de la efectividad del involucramiento de los
gobiernos subnacionales en la política climática del país y de la articulación dinámica con
el plano nacional. Retomando lo mencionado por Cole (2011) en relación al concepto de
gobernanza climática, se puede observar que la creación de niveles de participación
múltiples no garantiza una buena gobernanza. El autor menciona a los niveles de
independencia e interdependencia y a los grados de responsabilidad y autoridad
apropiados entre los niveles, como elementos de importancia para la operacionalización
efectiva de dicha gobernanza. La ausencia o el mal funcionamiento de estos elementos
genera fallas en la articulación y el abordaje múltiple del asunto que se desea gestionar,
en este caso, el cambio climático.
En este marco, más allá de la formalización de la gobernanza a través del GNCC, esto no
aseguró la participación virtuosa de las unidades subnacionales, cuestión que se refleja
en la resolución N° 9/2017 del COFEMA, la cual dio cuenta de ciertas diferencias con el
gobierno nacional y que sacó a la luz uno de los desafíos que se presentan en la
gobernanza climática policéntrica y en la articulación de la política climática subnacional y
nacional en Argentina. Mediante este documento, los representantes provinciales
manifestaron su preocupación por la aplicación de programas, proyectos o planes sobre
cambio climático en sus territorios sin información o comunicación previa a las
autoridades ambientales locales. Además, mencionaron su inquietud respecto a la fuente
y validación de los datos que los sustentan, corriendo el riesgo de que estos
contrapongan o no representen las prioridades estratégicas subnacionales o las medidas
del Acuerdo Federal de Cambio Climático firmado en 2016. (COFEMA, 2017)
Por otra parte, en relación a la participación de otro tipo de actores y sectores, se destaca
la creación de la “mesa ampliada” en el marco del GNCC. Entrevistas a referentes que
participaron de esta instancia desde su creación, dan cuenta de que las diferentes mesas
del Gabinete tuvieron distinto grado de éxito en su cometido, que podría decirse fue
mayor en la instancia técnica, y menor en su instancia ampliada. En esta línea, se hace
referencia a la falta de continuidad del proceso participativo y de un espacio para la
construcción conjunta entre diversos actores, en su lugar, el GNCC estuvo más orientado
hacia la legitimación y validación de documentos generados por el gobierno (E. Maurtua
Konstantinidis15, comunicación personal, 17 de agosto de 2019). Por su parte, L. di Pietro
15
Realizadas en el marco del Proyecto de Investigación “Diseño jurídico-institucional para la Gobernanza
Provincial del Cambio Climático” - Universidad Nacional del Litoral y Universidad Nacional de Rosario, de la
cual la autora forma parte.
46
Paolo, coordinador de las políticas de adaptación al cambio climático a nivel nacional,
mencionó que el Gabinete funcionó muy bien en el aspecto de la articulación entre los
distintos ministerios y secretarías, aunque con gran potencial de mejorar la relación con la
sociedad civil y la academia, a través de metodologías que hagan más participativo el
GNCC (comunicación personal, 16 de agosto de 2019).
47
firma del Acuerdo de París, lo cual implicó trabajar para el cumplimiento de los nuevos
compromisos asumidos con la ley 27.270 que ratifica el AP.
Ahora bien, luego de casi 25 años de sancionada la 24.295 como primer instrumento
normativo vinculado al tema y a tan sólo tres años de la ratificación del AP con la 27.270,
en 2019 se adopta la ley 27.520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al
Cambio Climático Global. Esta normativa establece numerosos instrumentos para el
abordaje del cambio climático en Argentina, sin embargo, se considera importante
profundizar sólo en algunos componentes de adaptación. Por un lado, en el artículo N°2
del capítulo I se establecen tres objetivos, dos de los cuales se vinculan con la
adaptación: el inciso a referido a “Establecer las estrategias, medidas, políticas e
instrumentos relativos al estudio del impacto, la vulnerabilidad y las actividades de
adaptación al Cambio Climático que puedan garantizar el desarrollo humano y de los
ecosistemas”; y el inciso c “Reducir la vulnerabilidad humana y de los sistemas naturales
ante el Cambio Climático, protegerlos de sus efectos adversos y aprovechar sus
beneficios”.
Ahora bien, la Ley N°27.520 también reconoce la importancia de la acción climática del
nivel subnacional. En el artículo N° 20 se establecen los “Planes de Respuesta” (PR), que
deben ser desarrollados a través de un proceso participativo establecido por cada
jurisdicción. Los PR deben contener componentes mínimos tanto de mitigación como de
adaptación y, en relación a este último, se mencionan particularmente: el diagnóstico y
48
análisis de impactos, vulnerabilidad y capacidad de adaptación considerando los
escenarios actuales y futuros del cambio climático; una meta cualitativa y/o cuantitativa
vinculada a los esfuerzos necesarios en materia de adaptación, y medidas de adaptación
necesarias para lograr el cumplimiento de dicha meta, junto a una hoja de ruta en la cual
se analicen barreras y necesidades, avances en el diseño de instrumentos para la
implementación, financiamiento e indicadores de progreso y monitoreo.
De esta manera, la Ley 27.520 establece los presupuestos mínimos para el gobierno
nacional y los subnacionales en materia de cambio climático. Aquí resulta interesante
resaltar lo planteado por Dolsak y Prakash (2018) respecto a que la planificación de la
adaptación también puede sufrir tensiones locales-nacionales por diversas razones, las
cuales aplican al caso argentino, como se pudo observar en la sección anterior. Una de
ellas es que, si bien la adaptación sucede en el plano local, pareciera que la planificación
en sí sucede a nivel nacional. Incluso, que dicha planificación no tiene en cuenta la
realidad subnacional y no comprende los desafíos múltiples que enfrentan las
comunidades. Esto también es apuntado por Dekker (2019), sobre la brecha entre las
políticas a nivel nacional y las realidades de la vida diaria, que ha sido una barrera para la
implementación de políticas nacionales sobre cambio climático.
En este punto cabe destacar el rol clarificador del Decreto 1030/20 en relación a los
procesos de planificación y de interacción entre ambos niveles. Por un lado, en cuanto a
la reglamentación del artículo n°20 se establece lo siguiente: la información mínima de los
PR puede ser ampliada mediante la Mesa de Articulación Provincial que crea la Ley, en
conjunto con la Autoridad Nacional de Aplicación (ANA); que cada jurisdicción debe
realizar y aprobar su PR en un plazo no mayor a tres años desde la aprobación del
decreto; y que la actualización de los PR debe hacerse con una periodicidad no mayor a
cinco años. Por otra parte, aborda el rol que se le asigna a la ANA en el artículo n° 6:
acompañar a los gobiernos subnacionales en el proceso de elaboración de los PR;
convalidarlos en caso de que corresponda; brindar asistencia técnica para elaborar,
monitorear y actualizar los PRs a solicitud de las unidades subnacionales y, según el
artículo n° 9, puede analizar los PR a fin de garantizar la coherencia de las metodologías
y herramientas utilizadas, y realizar aportes/observaciones técnico-legales.
16
Se identificaron 33 instrumentos: 5 programas; 12 planes; 6 proyectos; 3 manuales con
lineamientos metodológicos para el abordaje de la gestión de riesgos de desastres, la
vulnerabilidad y adaptación al cambio climático a escala subnacional y las inundaciones urbanas;
1 instrumento económico (la creación de una tasa y un fideicomiso); 1 herramienta para la
elaboración de políticas públicas (gestión de riesgos de desastres), 1 sistema de coordinación
interinstitucional (para el manejo del fuego), 1 sistema para generar mapas de riesgos frente al
cambio climático, 1 sistema para la gestión de las emergencias o desastres, 1 sistema para la
gestión integral del riesgo y una última iniciativa de la cual no pudo encontrarse mayor
información, pero que fue citada en la 2° Comunicación Nacional como política de adaptación
(Mejora del Sistema de Alerta Hidrológico - Instituto Nacional del Agua).
17
Para la recopilación se tomó como fuente la página web de la entonces Secretaría de Ambiente
y Desarrollo Sostenible de la Nación, la actual página web del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, la 2da Comunicación Nacional y documentos oficiales de los organismos involucrados,
alojados en internet.
50
al cambio climático como asunto central en las agendas políticas y académicas es, por lo
tanto, un tema relativamente reciente [...]” (Lampis, 2013a).
De forma sintética, la 2CN realizó varios estudios para caracterizar los impactos de la
variabilidad del clima actual y de los cambios que podrían ocurrir en un horizonte de 10 a
40 años. Esto se hizo teniendo en consideración que el perfil productivo del país está
compuesto por un porcentaje alto de exportaciones agrícolas y de manufacturas de
origen agropecuario, sumado a la alta dependencia de la generación hídrica para la
producción de electricidad (Segunda Comunicación Nacional, 2008). En función de las
vulnerabilidades identificadas en su capítulo quinto, en el sexto se mencionan algunas
medidas que deberían tomarse.
En 2015, se presentó la tercera y última Comunicación Nacional (3CN) con la que cuenta
el país, la 3CN siguió con el precedente de la 2CN incorporando un capítulo sobre
vulnerabilidad e impactos observados y otro sobre respuestas y necesidades de
adaptación. Esta última publicación realiza un análisis más detallado por regiones,
brindando información sobre el contexto, tendencias del clima, proyecciones para el siglo
XXI e impactos. Luego complementa el abordaje regional con uno sectorial, analizando
los efectos del cambio climático sobre las áreas costeras y el mar argentino; la agricultura
y ganadería; la energía; la salud, el turismo, los extremos climáticos e impactos sociales y
en el trabajo.
En esta línea y según el relevamiento realizado, durante la década ‘90 predominó un tipo
de adaptación más bien reactiva, con medidas destinadas a dar respuesta una vez
producidos los impactos. Algunas palabras que destacan de los títulos de los primeros
programas lo señalan: “Rehabilitación por la Emergencia por las inundaciones”,
“Protección contra las inundaciones”, “Control de Inundaciones”, “Sistema Federal de
Emergencias”. Además, el tipo de solución estuvo enfocada en acciones duras, de
construcción de infraestructura frente a los impactos, tal como muestra de forma
resumida la tabla 3: suministro de maquinaria pesada para la autoconstrucción de 5.100
viviendas; infraestructura urbana; mitigar efectos en zona agrícola-ganaderas; adaptación
pasiva a las crecientes (creación de centros de evacuación, medios de traslados de las
personas y la producción); gerenciamiento de las emergencias o desastres, en particular
en la etapa de respuesta a las crisis; infraestructura para asentamientos urbanos,
caminos y rutas rurales; mecanismo de mercado para obtener financiamiento para la
construcción de obras hídricas, de recuperación de tierras productivas, mitigación de
inundaciones en zonas rurales y protección de infraestructura vial y ferroviaria en zonas
rurales y periurbanas.
Asimismo, el análisis de las políticas públicas de los primeros años también permite
realizar algunas consideraciones respecto a la gobernanza, esto es, los actores
involucrados en su diseño y, por ende, al plano de la gestión de dichas políticas. En
términos generales se puede decir que, de los 33 instrumentos menos de la mitad -estos
son al menos 11- involucraron al nivel subnacional, sólo 1 de ellos tuvo al sector privado
como actor con cierto protagonismo en el proyecto (Proyecto “Fortaleciendo la capacidad
adaptativa e incrementando la resiliencia de pequeños agricultores en el Noreste de la
Argentina” que involucró a cámaras de empresas de seguros y empresas aseguradoras)
y, respecto al tipo de participación de actores de la sociedad civil, en general no pudo
encontrarse información para generar conclusiones más contundentes y sustantivas, más
allá de la mención de su incorporación.
52
Como se puede observar en la tabla 3, al entender la vulnerabilidad como un componente
externo al sistema y con un enfoque situado en la respuesta a las amenazas climáticas,
inicialmente las soluciones se gestaron en aquellos ministerios que tradicionalmente
poseen este tipo de competencias. Entre ellos se destacan, con distintas
denominaciones, al Ministerio del Interior, el Ministerio de Planificación Federal, el
Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Obras y Servicios Públicos. De esta manera, en
los primeros años del tercer milenio, las políticas de adaptación en realidad estuvieron
más asociadas a la gestión del riesgo del riesgo de desastres encabezadas por este tipo
de actores, y se identificaron sólo algunas políticas vinculadas a los incendios y los
procesos de desertificación bajo la autoridad ambiental.
Por otra parte, se coincide con lo señalado por McGray, Hammill & Bradleyrs (2007)
respecto a que una mejor comprensión de los riesgos climáticos ha incrementado las
experiencias en materia de adaptación; e incluso el hecho de que los impactos se sientan
con mayor fuerza ha devenido en enfoques más orientados a la gestión de los impactos y
de riesgos climáticos. La mejora en estos procesos de entendimiento del riesgo de
desastres a mediados de la primera década del 2000, comienzan a reflejarse también en
un cambio de enfoque en el país que, podría decirse, da lugar a una nueva etapa de
políticas públicas en la materia.
53
Tabla 3: Políticas nacionales de adaptación al cambio climático, 1993 - 2020.
54
Fuente: elaboración propia. Referencia: S/d: sin datos.
55
Respecto a las amenazas climáticas e impactos abordados por los instrumentos
relevados, se puede decir que, en lo que hace a eventos climáticos extremos, se
enfocaron en incendios e inundaciones y, en alusión a los eventos climáticos de inicio
lento, se enfocaron en procesos de desertificación y degradación de los suelos. Se puede
destacar, también, que en el capítulo sexto de la 2CN del 2008 se enumeran una serie de
políticas públicas en materia de adaptación que fueron ejecutadas e impulsadas por el
Estado nacional hasta el momento de su presentación. De su análisis se observa que la
mayoría de ellas están enfocadas en las inundaciones y en la zona del litoral y centro del
país, estas fueron relevadas en la tabla 3.
Por otro lado, se puede resaltar la primera versión de la Estrategia Nacional en Cambio
Climático del año 2010, la cual definió una estructura, antecedentes, objetivos generales
y los medios. Dentro sus dos objetivos generales uno de ellos refirió a la adaptación,
además, se establecieron 13 ejes de acción de los que por lo menos 5 se relacionaron de
manera directa con este tema. Otros podrían enmarcarse en lo que se conoce como
co-beneficios de la mitigación mientras que el resto refirieron exclusivamente a este
último tema. Entre los ejes de acción se mencionan la gestión integral del riesgo de
desastres, el fortalecimiento de los sistemas agrícola ganadero y la seguridad alimentaria,
la salud, la gestión de los recursos naturales, la incorporación de la adaptación en lo que
respecta a sistemas productivos y la planificación de la infraestructura, entre otros. Para
cada uno de ellos se plantearon acciones específicas, muchas vinculadas a los
resultados presentados en la 2CN. En la segunda versión de la Estrategia, se esperaba
avanzar en la definición de indicadores y metas para las acciones propuestas, incluyendo,
entre otras cosas, actores involucrados, recursos y tiempos necesarios para llevarlas
adelante; aunque no fue posible encontrar resultados sobre esta segunda etapa.
56
sino que parten de un enfoque de arriba hacia abajo. Asimismo, en la sección del
diagnóstico de dichos planes se mencionan algunos los impactos del cambio climático
sin tanta profundidad en la mayoría de ellos; cuatro desarrollan medidas generales
respecto al tema y, finalmente, se puede decir que sólo uno de ellos realiza un análisis
más detallado para su implementación (Plan de Acción de Salud y Cambio Climático).
Con el cambio de gestión gubernamental del año 2015, la política de cambio climático
tomó otro impulso. Por un lado, podría decirse que esto fue en parte promovido por los
progresos que se han ido construyendo a nivel internacional, con los cuales Argentina se
ha comprometido y que requirieron darle cumplimiento. Pero por otro, también, se debió a
un cambio de voluntad política que posicionó al tema en la agenda nacional (M. del Valle
Peralta, comunicación personal, 7 febrero de 2020), que le dio mayor madurez a la
política doméstica sobre el tema.
58
reflejar mayores esfuerzos en miras a la reducción de emisiones, considerando sus
respectivas capacidades y circunstancias nacionales.
18
Luego de la entrada en vigor del Acuerdo de París estas presentaciones realizadas por las
Partes pasaron a denominarse CND.
59
manejo sostenible de los bosques nativos; la ampliación de la superficie agrícola bajo
irrigación; las mejoras en la eficiencia de la gestión del recurso hídrico y la mejora en el
proceso de toma de decisiones en manejo de cultivos.
Como se mencionó, luego del cambio de gobierno se presentó la primera CND revisada
en la COP22 en Marrakech. Esta versión contiene tres secciones: la primera presenta los
antecedentes en la materia, una segunda expresa la revisión de la meta del instrumento y
una tercera brinda más detalles sobre la CND. En la segunda sección se enuncia la
presentación de la primera Comunicación de Adaptación, según lo establecido en los
artículos anteriormente citados. No obstante, la CA propiamente dicha es presentada en
términos de “Información adicional”, e incluye las circunstancias nacionales,
vulnerabilidad e impacto del cambio climático, los esfuerzos realizados y en proceso, así
como necesidades concretas para la adaptación en Argentina.
Dicha sección de adaptación, especifica cuatro grandes áreas sobre las cuales sería
necesario trabajar. En lo que respecta a investigación y desarrollo, refiere a la ampliación
de las redes de monitoreo; el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y los
servicios climáticos para la salud, seguridad alimentaria, el agua, la energía y la reducción
de riesgos de desastres. También se menciona el impulso a proyectos de investigación y
desarrollo (I+D), de tecnologías y de buenas prácticas productivas; el mapeo de
vulnerabilidades y riesgos climáticos, la cuantificación económica de los impactos y la
implementación de medidas de adaptación. Otras de las áreas especificadas es la de
fortalecimiento institucional, refiriendo a la creación de capacidades en recursos
humanos, la mejora en la coordinación interinstitucional para la planificación y gestión, y
la creación de equipos multidisciplinarios con el objetivo de fortalecer los procesos de
ordenamiento territorial. Seguidamente, otra área mencionada es la reducción de la
vulnerabilidad, especificando el uso de instrumentos financieros para la transferencia de
riesgos de mercado y de producción para el sector agropecuario; el desarrollo de obras
estructurales y no estructurales de prevención frente a inundaciones, sequías y olas de
calor; y el apoyo a procesos de recuperación y rehabilitación de tierras. Finalmente, se
hace alusión al eje de concientización y educación, con el fin de generar conciencia
ciudadana y avances en la estrategia de comunicación, como también en el desarrollo de
programas de educación formal y no formal.
60
Resulta interesante hacer una breve mención a las diferencias entre las CNDs de 2015 y
2016, no sólo en términos de presentación de la meta de mitigación -cuyo análisis queda
fuera de este trabajo enfocado en la adaptación-, o de la inclusión del componente de
adaptación en términos del artículo 7.10 del Acuerdo de París en la versión revisada, sino
también de la posición país reflejada en cada una de ellas.
Se podría decir que en la primera se muestra una postura más defensiva, recordando que
hasta ese momento Argentina formaba parte del grupo de negociación Like Minded
Developing Countries (LMDC)19. Al mismo tiempo, se deja entrever una postura más
fuerte al resaltar los límites de los compromisos de países como Argentina, en desarrollo
y de menor responsabilidad en emisiones de GEI. Esa postura, que podría caracterizarse
como de corte más contestatario, se puede identificar a lo largo de todo el documento,
como cuando se hace mención explícita a “evitar medidas unilaterales que constituyan
discriminaciones arbitrarias en materia de comercio internacional”, o en el descargo final,
referido a que todo lo establecido no debe ser entendido por fuera de lo mencionado
respecto a su seguridad alimentaria y al principio de RCPD.
4. Conclusiones preliminares
A lo largo de este capítulo se pudo observar de qué manera se fue posicionando el tema
de la adaptación en la agenda climática internacional y nacional, cómo ésta quedó
plasmada en artículos de acuerdos internacionales importantes como la CMNUCC y el
Acuerdo de París. También se evidenció la evolución de su abordaje en algunos
instrumentos desarrollados a nivel nacional como Estrategias Nacionales,
Comunicaciones Nacionales, Planes Nacionales, CND, etc. Sin embargo, aún presenta el
desafío de transformar lo enunciado en acciones concretas visibles en el territorio.
20
La autora fue parte del proceso de elaboración de la Segunda Comunicación de Adaptación de
Argentina.
62
Para países en desarrollo y de una vulnerabilidad considerable, como Argentina, la
consolidación de políticas de adaptación se convierte en una prioridad. Los antecedentes
esbozados dan cuenta de los avances realizados en la materia, pero sin lugar a dudas la
sanción de una ley nacional sobre cambio climático sienta un precedente sólido, que de
alguna manera logra formalizar un proceso de desarrollo institucional y político que se fue
gestando durante las últimas dos décadas. El hecho de que la ley haga mención
específica a la adaptación, y establezca el mandato para generar Planes de Respuesta a
nivel subnacional, constituyen avances importantes en el tema. Asimismo, este mandato
representa una oportunidad para el fortalecimiento de la gobernanza policéntrica en el
país que aún encuentra grandes desafíos en el proceso de elaboración de una política
pública efectiva.
63
CAPÍTULO III
Así, tal como da cuenta la ONURDD (s/f) desde los años ‘60 el foco estuvo puesto en la
respuesta a los desastres, cuyas causas eran consideradas meramente de origen natural,
con un dominio positivista de las ciencias exactas sobre el tema. En esa línea, lo que se
pretendió fue conocer el fenómeno, medirlo y controlarlo, dejando de lado los marcos
políticos, sociales e históricos fuera de estos análisis. Durante por lo menos veinte años
64
esta fue la tendencia, hasta que en 1988 la Asamblea General de la ONU, reconoce la
necesidad de reducir el impacto de los desastres naturales, especialmente en los PED
mediante la resolución 43/202 (ONURDD, s/f). Con este cambio de perspectiva, se
inauguró en 1990 el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales
(DIRDN, 1990‐1999), a lo largo de este periodo se celebró la primera Primera
Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres que aprobó la Estrategia y Plan de
Acción de Yokohama para un Mundo más Seguro (1994); se realizaron avances en el
desarrollo de sistemas de alerta temprana y, uno de lo principales aprendizajes de la
época dio cuenta de que el mayor desafío del Decenio, radicó en la creación de una
cultura mundial de prevención (ONURDD, s/f).
De lo mencionado hasta el momento se puede observar que, hacia inicios de los 2000,
emergen los elementos de la vulnerabilidad y el desarrollo en la comunidad GIR,
65
cuestiones que abonan el terreno para la vinculación con la comunidad de la adaptación
al cambio climático, y que quedó claramente evidenciada en el SREX de 2012.
Además, el nuevo instrumento internacional para la GIR deja en claro que los riesgos son
exacerbados por el cambio climático, los cuales están aumentando en frecuencia e
intensidad, ya que las amenazas de origen climático incrementan su probabilidad de
ocurrencia. En este sentido, refuerza y formaliza una vez más la relación entre GIR y el
cambio climático, al plantear la necesidad de implementar medidas más específicas que
aborden los factores subyacentes -como ya adelantaba Hyogo- que aumentan el riesgo
de desastres, y la necesidad de prestar una “atención más explícita en las personas y su
salud y medios de subsistencia” (Marco de Acción de Sendai, 2015, p. 12).
66
2.1 Institucionalidad
“Un Sistema sin estructura, que cambió de lugar más de diez veces en el
organigrama del Ejecutivo nacional y que según su decreto de origen compromete a
aproximadamente 50 áreas del Estado, la mayoría de las cuales ya dejaron de existir o
cambiaron de nombre y objetivo [...] [20 de enero de 2016, Página 12].
67
El camino hacia el establecimiento de un nuevo marco institucional comienza en 2015,
cuando se jerarquiza el área abocada a la protección civil, y se crea la Secretaria de
Protección Civil (SPC) (PNRRD, 2018). Actualmente se denomina Subsecretaría de
Gestión del Riesgo y Protección Civil la cual cuenta, además, con una Dirección
Nacional de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres. Esta Dirección tiene,
entre sus funciones, la formulación e implementación del Plan Nacional de Reducción del
Riesgo de Desastres (PNRRD), la coordinación de la Plataforma Nacional para la
Reducción del Riesgo de Desastres y el seguimiento de las acciones para implementar
los Convenios Internacionales suscritos en materia de la reducción del riesgo de
desastres.
2.2. Gobernanza
68
El SIFEM fue un espacio vigente entre 1999 y 2016 que, tal como da cuenta el PNRRD
(2018), tuvo una implementación parcial enfocada más en la gestión de las emergencias
o desastres, que impidió el desarrollo de acciones relacionadas con las etapas de
mitigación y de recuperación (PNRRD, 2018, p. 9). Además, otra de las falencias que se
reconoce, es que el SIFEM fue una herramienta abocada a dar eventuales respuestas a
provincias y municipios en caso de emergencia y que, además, “careció de los
organismos necesarios para llevar adelante planes de acción con una visión integral de la
gestión del riesgo de desastres” (PNRRD, 2018, p. 9).
Por otra parte, cabe destacar la creación de la Plataforma Nacional para la Reducción del
Riesgo de Desastres en el año 2007, en consonancia con los lineamientos de la
Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) de la Asamblea General
de la ONU. La Plataforma es coordinada por la Comisión de Cascos Blancos en la órbita
de la Cancillería, conjuntamente con la entonces Dirección Nacional de Protección Civil
bajo el Ministerio del Interior (Abreu, s/f). Dicha Plataforma está integrada por organismos
públicos nacionales, provinciales, municipales; instituciones académicas, el sector
privado, la sociedad civil y medios de comunicación .
El SINAGIR está integrado por el Consejo Nacional para la Gestión Integral del
Riesgo y la Protección Civil y el Consejo Federal para la Gestión Integral del Riesgo
y la Protección Civil. De forma sucinta, el primero es la instancia suprema de decisión,
articulación y coordinación a nivel nacional, a los fines de diseñar, proponer e
implementar las políticas públicas para la GIR; es presidido por la Jefatura de Gabinete
de Ministros y su Secretaría Ejecutiva es la SPC. Por su parte, el Consejo Federal está
integrado por un representante del PEN y uno por cada provincia y la Ciudad Autónoma
69
de Buenos Aires (todos con rango no inferior a Subsecretario o equivalente), además de
los responsables de los organismos de Protección Civil o Defensa Civil de los tres niveles
del Estado. Este Consejo Federal tiene entre sus funciones, la elaboración y articulación
de las políticas públicas regionales y provinciales de GIR; la promoción de la integración
regional para la implementación de políticas públicas en el tema, y el desarrollo y
actualización de un mapa federal de GIR.
Por otra parte, es importante mencionar a la resolución 29/2019 que aprueba el estatuto
de funcionamiento del Consejo Nacional, ya que habilita la creación de comisiones
técnicas. Estas comisiones son pensadas como espacios de diálogo y coordinación entre
organismos implicados en la GIR, para la actualización del PNRRD y la elaboración e
implementación de sus respectivos programas operativos anuales para la gestión integral
del riesgo (POAGIR). Una de estas comisiones técnicas es la N° 8 de Riesgos
Subyacentes, dedicada a temas de cambio climático, la cual es coordinada por la
Dirección Nacional de Cambio Climático.
Cabe hacer mención, además, a otras instancias de articulación creadas por la ley 27.287
a través de sus artículos n° 14 y 15. En primer lugar, el Registro de Asociaciones
Civiles, Voluntarias y organizaciones no gubernamentales para la Gestión Integral
70
del Riesgo en el ámbito de la Secretaría Ejecutiva (en este caso, la SPC), creado como
un espacio para intercambiar experiencias, mecanismos de articulación y coordinación, y
la presentación de programas, planes y proyectos.
Por otro lado, se encuentra el Centro Nacional para la Reducción del Riesgo de
Desastres (CENARRID), bajo el ámbito de la Secretaría Ejecutiva (SPC) del Consejo
Nacional. Este centro, es la institución que rige la capacitación e investigación del Estado
Nacional respecto a GIR. Si bien ley N° 27.287 y su decreto reglamentario N° 383 lo
crearon con el nombre Centro Nacional de Información en Gestión Integral del Riesgo,
por decisión de la SPC el centro pasó a denominarse CENARRID. Este Centro se erige
como el instituto rector especializado en GIR, al que se le han asignado funciones de
certificación y validación de las iniciativas relevadas en el tema, el impulso o canalización
de la investigación a través de la Red GIRCYT y el asegurar la calidad académica tanto
en la formación en carreras de grado y posgrado, como en la capacitación de técnicos y
profesionales, en los ámbitos público y privado.
71
gobernanza dan cuenta de la desvinculación política y conceptual, que arrastran desde
hace décadas, tanto la adaptación con la GIR en todos los niveles.
Los principales instrumentos normativos para la gestión integral del riesgo fueron
mencionados en los dos apartados precedentes y. tal como apunta Abreu (s/f), antes de
la Ley 27.287 del 2016, Argentina carecía de una normativa integral que abordara la
temática de gestión de riesgo de desastres de manera específica. De hecho, como se
observó, el país contaba con “leyes y decretos vinculados a situaciones particulares de
emergencias y desastres, luego de acaecido el evento, como normativa de carácter
reactivo y sin un enfoque integral que pueda ser compartido por todos los actores
72
involucrados” (Abreu, s/f, p. 4). En esta línea, se identifican los decretos presidenciales
que crearon el Consejo Nacional de Recuperación de Zonas afectadas por emergencias
climáticas (CONAREC) y el Sistema Federal de Emergencias (SIFEM), N°496 y N°1250
respectivamente. Con la sanción de la Ley 27.287 en el año 2016, de alguna manera esto
viene a ser subsanado, al establecer el SINAGIR, con los Consejos que lo conforman, la
Red GIRCYT y el resto de los elementos mencionados.
Resulta interesante destacar la Ley N° 26.509 del año 2009, mediante la cual se crea el
Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres
Agropecuarios, dada la importancia de la gestión de riesgos para uno de los sectores
más importantes de la estructura productiva argentina. Este mecanismo, está fuera de la
órbita del Ministerio de Seguridad (organismo que detenta tradicionalmente la
competencia en materia de GIR) y funciona de manera independiente del SINAGIR. Este
Sistema se creó bajo el ámbito de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentos del Ministerio de Producción para “prevenir y/o mitigar los daños
causados por factores climáticos, meteorológicos, telúricos, biológicos o físicos, que
afecten significativamente la producción y/o la capacidad de producción agropecuaria,
poniendo en riesgo de continuidad a las explotaciones familiares o empresariales,
afectando directa o indirectamente a las comunidades rurales” (Ley 26.509, Art. n° 1).
Nuevamente, se observa la necesidad de coordinar los esfuerzos realizados en el marco
de este mecanismo, puntualmente en lo que atañe a los riesgos del sector agropecuario.
73
asesoramiento Mitigación al Cambio Climático
y vinculación
científica
Además, se evidenció que desde un principio, no hubo un trabajo articulado entre las
instituciones y mecanismos creados para la adaptación y la GIR, probablemente
asociados a la falta de acuerdos políticos y/o conceptuales sobre un abordaje integral del
riesgo climático. No obstante, se observa una tendencia de confluencia embrionaria en
los instrumentos y espacios de trabajo, que presenta el desafío de evitar la duplicación de
esfuerzos en los mecanismos de gobernanza creados para ambas temáticas y el uso
ineficiente de los recursos técnicos y económicos.
75
CAPÍTULO IV
A nivel internacional, este tema fue plasmado por primera vez en uno de los resultados de
la Cumbre de Río del año ‘92: la Agenda 21. En la sección III de dicha agenda, llamada
“Fortalecimiento del papel de los grupos principales”, el capítulo 28 aborda las “Iniciativas
de las autoridades locales en apoyo del Programa 21”. Allí en foco estuvo puesto en
76
algunos elementos tales como: el establecimiento de procesos de consulta de
autoridades locales con sus respectivas poblaciones y diversos grupos de interés; un
mayor involucramiento de las autoridades locales por parte de la comunidad internacional
para incrementar la cooperación entre ellas, y la necesidad de movilizar una mayor
financiación internacional para los programas de dichas autoridades locales.
Ahora bien, coincidiendo con Lampis (2013a), se puede decir que abordar los desafíos
del cambio climático desde una perspectiva subnacional, de alguna manera, implica
retomar el debate respecto al modelo de desarrollo subnacional. Esto se debe a que
“existe una relación directa entre estos retos inacabados del desarrollo y la vulnerabilidad
de las poblaciones frente a eventos de vida críticos en el ámbito socioeconómico y
ambiental” (Lampis, 2013a, p.37-38). En esta línea, los Planes de Respuesta presentan el
desafío y la oportunidad para abordar aquellos puntos pendientes del proceso de
desarrollo, que hoy forman parte de una vulnerabilidad social, cultural, económica y
políticamente construida. Además, tal como lo plantea la Ley 27.520 a través de varios de
sus artículos, supone hacerlo considerando el enfoque de la gobernanza policéntrica, que
incluye distintos niveles de actuación y grados de participación de las diversas voces que
se presentan en los territorios.
En este apartado se abordan distintos aspectos que permiten caracterizar el caso objeto
de estudio, los cuales se agrupan en las siguientes dimensiones: geográfica y climática,
socioeconómica y productiva, y normativa e institucional. Estas, en cierta forma y en
distinta medida, ponen al descubierto los múltiples centros de acción que conforman la
gobernanza del cambio climático en la provincia.
78
sur y sudeste (Plan de Gestión Integrada de Riesgos en el Sector Agropecuario de la
Provincia de Santa Fe, 2019).
Para dar cuenta de los cambios observados en la provincia, se cita el trabajo de Lovino,
Müller y Sgroi (2019) quienes afirman que “se produjo un importante cambio climático a
partir de mediados del siglo XX (Lovino et al.,2014; Lovino et al., 2018a). Estas
21
La variabilidad climática es el apartamiento de las variables climáticas (temperatura,
precipitación, etc.) respecto del estado medio que caracteriza el clima de una región. (Lovino,
Müller y Sgroi, 2019, p.3) En el caso de Santa Fe, con la presencia de El Niño, las lluvias anuales
y, en particular, los eventos de lluvias intensas pueden aumentar, como también inducir el aumento
de los caudales de los ríos (Berri et al., 2000; Camilloni y Barros, 2003 en Lovino, Müller y Sgroi,
2019). De manera inversa, ante la presencia de las condiciones de La Niña, se pueden favorecer
las sequías en el nordeste de Argentina (Berri et al., 2002; Penalba y Rivera, 2016). (Lovino,
Müller y Sgroi, 2019, p.4). Haciendo referencia a la variable de temperatura, El Niño intensifica los
períodos cálidos y reduce el número de días de heladas, mientras que las condiciones de La Niña
incrementan los días con heladas y su severidad, principalmente durante el invierno (Müller et al.
2000; Rusticucci et al., 2017 en Lovino, Müller y Sgroi, 2019). Particularmente en la zona de la
Pampa Húmeda donde se ubica Santa Fe, el número anual de heladas es generalmente menor
que el promedio durante los años El Niño y mayor que el promedio durante los años de La Niña
(Müller, 2006 en Lovino, Müller y Sgroi, 2019).
80
evidencias surgen del estudio de diferentes variables hidroclimáticas en la región para el
periodo 1901-2016.” (Lovino, Müller y Sgroi, 2019, p. 5)
81
respecta a exportaciones del total nacional (20,5%), altamente vinculadas al sector
primario.
82
2.2 Perfil socioeconómico y productivo
El índice si bien utiliza los últimos datos disponibles del Censo Nacional (2010) sirve de
referencia para realizar un diagnóstico de la vulnerabilidad social, al analizar las
condiciones socioeconómicas de la población bajo estudio, previas a la ocurrencia de un
desastre. De esta manera, el IVSD “evalúa los recursos materiales y no materiales con
que cuentan las personas para enfrentar los desafíos que imponen los riesgos de
desastre climático eventualmente más severos.”(Natenzon, 2015,p. 3) Este índice
considera tres dimensiones diferentes de la vulnerabilidad social (condiciones sociales,
habitacionales y económicas) que son evaluadas a través de distintas variables
(educación, salud, demografía, vivienda, servicios básicos, trabajo, constitución familiar),
las cuales son determinadas a partir de diez indicadores (sociales: analfabetismo,
mortalidad infantil23, población de 0 a 14 años, población de 65 años y más;
habitacionales: hacinamiento crítico, falta de acceso a red pública de agua potable, falta
de acceso a desagües cloacales; económicas: desocupados, nivel educativo de los jefes
de hogar, hogares sin cónyuge).
22
El cálculo del IVSD se realiza en valores relativos y absolutos, estableciendo cinco categorías
para cada uno (1: Muy Baja, 2: Baja; 3: Media, 4: Alta, 5: Muy Alta). Se obtiene un subíndice
absoluto y uno relativo por cada aspecto de la vulnerabilidad y, considerando todos los
indicadores, se realiza el cálculo el IVSD relativo y absoluto total, a partir de ellos se obtiene el
IVSD síntesis.
23
No se lo consideró por no disponer de dicha base de datos a nivel de radio censal.
83
Figura 6: Índice de Vulnerabilidad Social frente a Desastres sintético de la provincia de
Santa Fe
Fuente: elaborado por el Observatorio Ambiental del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático
de la provincia de Santa Fe, con datos del INDEC, SIMARCC y Servicio de Catastro e Información
Territorial de Santa Fe.
Si se desagrega el IVSD a nivel departamental para cada una de las tres dimensiones,
social, habitacional y económica, se puede analizar el peso relativo que tienen dichas
dimensiones en la conformación de la vulnerabilidad y, en consecuencia, diseñar políticas
que atiendan estas necesidades para incrementar la resiliencia y disminuir el riesgo de la
84
población. En esta línea, en la tabla 7 se observan los valores absolutos para los
departamentos de “La Capital”, con un valor 5 o “muy alto” en todas las dimensiones, lo
sigue “Rosario” hacia sudeste, el departamento de “General Obligado” hacia el noreste y
“General López” en el sur. De manera resumida, lo que indican estos valores son altas
tasas de analfabetismo y de población de 0 - 14 y de 65 años o más, que vive en
condiciones de precariedad ya sea por hacinamiento, falta de agua potable y/o cloacas y
que está sin trabajo. Esto ubica a la población en peores condiciones para enfrentar
impactos climáticos que, como se resumió en la tabla 6, se caracterizan por una mayor
frecuencia de olas de calor, una mayor cantidad de días con temperaturas máximas muy
altas, una mayor cantidad de días seguidos sin lluvia (principalmente en el norte) y
precipitaciones muy intensas y más frecuentes.
Tabla 7: Comparativa del IVSD con valores “muy altos” (5) y “altos” (4) y de los valores
absolutos para las dimensiones social, habitacional y económica de los departamentos
seleccionados
Fuente: elaboración propia en base al mapa del Observatorio Ambiental del Ministerio de
Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Santa Fe, elaborado con datos del INDEC,
SIMARCC y Servicio de Catastro e Información Territorial de Santa Fe.
85
mayores24. Esto es importante tenerlo en consideración a la hora de diseñar políticas
públicas de adaptación que atiendan a grupos que, por lo general son (niños y
ancianos/as) o están situación de mayor vulnerabilidad (mujeres, diversidades).
En cuanto a los valores de empleo y desocupación, según la EPH (2021b) para el cuarto
trimestre del 2020, la tasa de actividad27 fue en promedio del 44,2%; la tasa de empleo
fue de 39,6% y la de desocupación de 10,3%. Respecto a los valores regionales y
nacionales, se puede decir que se mantuvo por debajo de ambos, con excepción de la
tasa de desocupación del Gran Rosario (13,6%) y la de actividad (46,7%) que fue mayor
a los porcentajes regionales y nacionales.
24
De 0 a 19 años, 29,4%; de 20 a 44 años, 37,2%; de 45 a 64 años, 20,4% y de 65 en adelante,
13%).
25
En el caso de la LP hacen a 2.756.613 hogares y a 11.587.206 de santafesinos/as; y de la LI a
564.273 de hogares y 2.340.273 santafesinos/as.
26
En el caso de la LP, refiere a la Canasta Básica Total (CBT) que incluye la Canasta Básica de
Alimentos (CBA) ampliada a bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte,
educación, salud, etc. En el caso de la LI, refiere a la proporción cuyo ingreso no supera la CBA.
27
Calculada como porcentaje entre la población económicamente activa y la población total de
referencia (EPH, 2021b, p.21).
86
Figura 7: Indicadores socioeconómicos 2020, Santa Fe
Tal como apuntan Lovino, Müller y Sgroi (2019), la provincia de Santa Fe tiene un rol
estratégico a nivel nacional al concentrar gran parte de la producción agroindustrial del
país. En este contexto, el clima es una variable fundamental a considerar, por su impacto
directo en la producción (Lovino, Müller y Sgroi, 2019). En esta línea, resulta interesante
dimensionar la participación del PGB en el Producto Interno Bruto (PIB) que, valuado a
precios constantes, fue del 10,3% en el año 2019 (IPEC, 2021) siendo la de segundo
mayor aporte luego de la Provincia de Buenos Aires.
87
Figura 8: Desagregación PGB 2019, a precios corrientes
Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Provincial de Estadística y Censos. Provincia de
Santa Fe.
Según el informe del INDEC (2020a) la provincia exportó por un total de 11.239 millones
de dólares en el año 2020, con una participación porcentual del 20,5% respecto al total
del país, situándose luego de la Provincia de Buenos Aires (35,4%). Como se observa en
el siguiente gráfico, el principal rubro exportador (39,5% del total provincial) es el de
residuos y desperdicios de la industria alimenticia, principalmente harinas y pellets de
soja; le siguen las exportaciones de grasas y aceites (aceite de soja, en su mayoría) y
cereales (maíz y trigo), que representaron 20,4% y 11,3% respectivamente y, finalmente,
las exportaciones de carnes y sus preparados (principalmente carne bovina)
representaron 7,1% del total provincial.
88
Figura 9: Rubros exportadores de Santa Fe, año 2020
En base a este panorama, podría decirse que cualquier impacto negativo de origen
climático en las actividades productivas de base agropecuaria de Santa Fe, suponen un
riesgo que impacta en el desarrollo de todo el país, por lo que fortalecer su resiliencia y
capacidad de adaptación tendría un efecto derrame hacia otros niveles y escalas, incluso
del plano externo. Esto contribuye a dimensionar, también, que trabajar en el
fortalecimiento de la gobernanza policéntrica en todos los niveles de gobierno y junto a
otros actores, del sector privado en este caso, es fundamental para responder de manera
efectiva a los impactos climáticos. Asimismo, pone de manifiesto la inexistencia de límites
político-administrativos y sectoriales del cambio climático, lo cual refuerza las dos caras
de la gobernanza policéntrica: la interdependencia e independencia.
A los fines de realizar una caracterización acotada y sintética del riesgo de origen
climático de la provincia de Santa Fe, se seleccionaron únicamente dos variables
-precipitaciones y temperatura-, al ser las más representativas de los eventos extremos
89
que ocurren en la provincia como se puede observar en la tabla 6 (pág.80). Éstas, en
términos de amenazas, se manifiestan en días con precipitaciones mayores a 50 mm y
del incremento de la temperatura media. Asimismo, para ambos casos se seleccionaron
los mapas que reflejan un escenario de concentración de emisiones medio (de 4.5 °C), en
un horizonte temporal al 2050 y con una proyección pesimista, la cual indica que frente a
la incertidumbre de los modelos, se toman los valores absolutos más altos, tanto de
temperatura como precipitación. Esta selección de variables en el Sistema de Mapas de
Riesgo del Cambio Climático (SIMARCC), para generar las proyecciones climáticas,
busca dar lugar a escenarios del tipo “término medio”, ya que no considera el año del
corto (2030) ni del largo plazo (2100); además si bien no selecciona un escenario con alta
concentración de emisiones (8.5 °C) sino el de 4.5 °C, incorpora la incertidumbre a partir
de los valores más altos de la proyección pesimista.
Fuente: elaborado por el Observatorio Ambiental del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático
de la provincia de Santa Fe, con datos del INDEC, SIMARCC y Servicio de Catastro e Información
Territorial de Santa Fe.
90
Como se puede observar en el mapa de temperatura media de la figura 10, desde el
centro de la provincia hacia arriba, la amenaza adquiere valores medios, altos y muy
altos. Al cruzar dicho mapa con el de IVSD, se obtienen los valores de riesgos para el
territorio santafecino, dando como resultado que los departamentos de “La Capital”,
“Vera” y “General Obligado” sean los que mayor riesgo tendrán frente al incremento de
temperatura promedio, en un horizonte temporal de 29 años y con un escenario de
emisiones moderado.
Figura 11: Mapa de riesgo climático frente a precipitaciones mayores a 50 mm, escenario
de emisiones medias (RCP. 4.5 °C) al año 2050, proyección pesimista.
Fuente: elaborado por el Observatorio Ambiental del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático
de la provincia de Santa Fe, con datos del INDEC, SIMARCC y Servicio de Catastro e Información
Territorial de Santa Fe.
Ahora bien, considerando el aporte importante del PGB al PIB (10,3% en el año 2019
según datos del IPEC 2021) y la participación porcentual en el total de las exportaciones
nacionales de la provincia de Santa Fe (20,5% respecto al total del país), resulta
interesante realizar un análisis cualitativo de estas proyecciones y los niveles de riesgo
por incremento de temperatura promedio y de precipitaciones de más de 50 mm, con las
actividades productivas que se desarrollan en estas zonas y los tipos de eventos ya
registrados.
28
La categorización realizada refiere a 6 tipos de eventos, excesos hídricos; sequía; heladas;
granizo; vientos huracanados y tornados. Aquí se seleccionan únicamente los primeros dos.
92
En base a la información de la tabla 8, se observa que los departamentos que reportan
mayor cantidad de eventos durante la serie abarcada son San Cristóbal 34 en 20 años,
Castellanos 31 en 19 años, San Justo 28 en 17 años, Las Colonias 27 en 18 años e
Iriondo con 25 eventos en 11 años.
Fuente: elaboración propia en base a datos del Plan de Gestión Integrada de Riesgos en el Sector
Agropecuario, 2019.
Seguidamente, resulta interesante comparar los niveles de riesgo “muy alto-5” y “alto-4”
que se identificaron anteriormente mediante los mapas de SIMARCC, la cantidad de años
y el porcentaje de eventos por sequía o exceso hídrico por precipitaciones. Como se
puede observar, en prácticamente todos los departamentos (a excepción de La Capital)
que presentan un riesgo de nivel 4 o 5 por incremento de la temperatura media al 2050
en un escenario de 4.5 °C, han estado por lo menos la mitad del periodo analizado (10
años o más) con declaraciones de emergencia agropecuaria por sequía y la participación
porcentual de este evento en el total oscila entre 29% y 54%.
Esto, por un lado, pone de manifiesto la gran relevancia que han tenido las sequías en el
sector agropecuario, con afectaciones para actividades productivas tales como la cría
intensiva de ganado bovino; el cultivo de algodón, girasol, sorgo, soja y el frutihortícola.
Por otra parte, permite identificar la importancia relativa entre subsectores de la actividad
agrícola ganadera, considerando diversos niveles de criticidad dentro de los múltiples
93
centros de gobernanza de la provincia. Así, se pone en evidencia la necesidad de diseñar
políticas para y junto a los sectores, de manera tal de hacerlos más resilientes frente a las
tendencias proyectadas. Lo mismo aplica para aquellos departamentos afectados por
eventos de exceso hídrico por precipitaciones, ya que en casi todos los que presentan un
riesgo nivel 4 y 5 han estado 9 años o más (a excepción de San Lorenzo y General
Obligado) con declaraciones de emergencia agropecuaria, donde la participación
porcentual de este evento en el total oscila entre 25% y 59%. Algunas de las actividades
que se desempeñan en los departamentos con estas tendencias son el cultivo de maíz29,
la producción de lácteos30, la actividad ganadera, la industria aceitera y molinos harineros.
Fuente: elaboración propia en base a datos del Plan de Gestión Integrada de Riesgos en el Sector
Agropecuario (2019) y los mapas elaborados por Observatorio Ambiental del Ministerio de
Ambiente y Cambio Climático.
29
Es relevante indicar que las pérdidas sufridas en el cultivo de maíz generan importantes efectos
en la economía nacional, primero porque es el segundo cultivo en importancia, el cereal más
exportado en volumen y un insumo fundamental en la producción de carnes (bovinos, porcino y
avicultura principalmente), como así también en la producción de leche (Plan de Gestión Integrada
de Riesgos en el Sector Agropecuario, 2019, p.82).
30
Se puede inferir que los eventos de excesos hídricos poseen un impacto negativo superior que
los de sequía en la actividad láctea (Plan de Gestión Integrada de Riesgos en el Sector
Agropecuario, 2019, p.86).
94
2.3 Perfil normativo, institucional y de gobernanza
Por otra parte, en relación a los principios, se puede resaltar el de resiliencia, que
determina que las autoridades deben disponer de las medidas que sean necesarias para
fortalecer la capacidad de los ecosistemas y la sociedad para resistir, absorber, adaptarse
y recuperarse de los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la preservación y
la restauración de sus estructuras y funciones básicas. Además, resulta interesante
destacar el principio de progresividad que se menciona de manera específica el artículo
21 y que regirá al plan provincial de adaptación. En dicho artículo se lo vincula de manera
explícita con los esfuerzos establecidos en el marco internacional, pero también puede
ser interpretado en relación al proceso iterativo mismo de la adaptación.
95
Tabla 10: Elementos de adaptación en la Ley Marco de Acción Climática Provincial
14.019
12 Contenido del Plan de a) Análisis de los cambios observados en las principales variables
Respuesta climáticas y elaboración de un mapa de escenarios y riesgos
climáticos presentes y futuros;
96
21 Medidas y acciones a) Mejoramiento de los sistemas de observación y monitoreo
de adaptación hidrometeorológico;
97
coordinación interministerial, donde se identificaron áreas específicas como las de gestión
de aguas, suelos, alimentación, consumo, género, protección civil, ambiente, en
particular, biodiversidad y áreas naturales protegidas, salud, gestión de residuos, energía,
entre otras. Además, respecto a otros tipos de actores, se puede destacar la mención al
sector privado de la provincia que, progresivamente, deberá incorporar la perspectiva
climática en sus acciones.
Asimismo, resulta importante mencionar las tres entidades que creó la normativa para el
fortalecimiento de la gobernanza climática policéntrica. Por un lado, el Consejo Asesor
de Expertos establecido en el artículo 26, que deberá ser integrado por personas con
conocimiento y trayectoria en el tema cuya función será la de asesorar y colaborar con la
autoridad de aplicación en el desarrollo de acciones y medidas. Por otro lado, el artículo
28 creó un Comité Permanente de Cambio Climático, como un órgano permanente de
participación pública para el control y la aplicación de todos los objetivos de la normativa.
Además, es destacable la composición de este comité, que incorporará a 11 miembros
representantes de la legislatura, el sector agrícola e industrial, universidades públicas, el
poder judicial y organizaciones ambientales. Finalmente, el Gabinete Provincial de
Cambio Climático creado por el artículo 31, con objetivo de articular y cooperar entre las
diferentes áreas de gobierno y actores relevantes para la implementación de la ley
14.019. Dicho gabinete estará compuesto por un representante de todos los Ministerios
provinciales y, entre sus funciones, se destacan la promoción y monitoreo del
cumplimiento del Plan Provincial.
La sanción de la ley 14.019 supone un gran avance para la política climática subnacional,
y de adaptación en particular. No obstante, cabe resaltar una serie de desafíos vinculados
a su reglamentación, y que son apuntados por Bueno, Falivene Fernández y González
(2021), a saber: i) la coordinación territorial con municipios y comunas; ii) la publicación
de los miembros de los tres ámbitos participativos en virtud de la transparencia; iii) la
generación de espacios para la difusión de información sobre el funcionamiento de la
gobernanza; iv) el establecimiento de un proceso de selección transparente de los
miembros del Comité Permanente; v) la incorporación en el Comité de aquellos actores
mencionados en el capítulo VIII de la normativa, como las comunidades nativas y las
juventudes; vi) la planificación, implementación y monitoreo del Plan; vii) la convocatoria
transparente y pública del Consejo Asesor; y viii) la garantía de un balance de género en
los órganos de la gobernanza.
98
Cabe resaltar, también, que el desarrollo del Plan de Respuesta debe asegurar un
proceso participativo; la transversalización de la perspectiva de género; el fortalecimiento
del diagnóstico para la elaboración de medidas cualitativas y cuantitativas de adaptación
consonantes con la realidad santafesina, explicitando los aportes éstas harán para el
cumplimiento de la Meta Nacional y Global de Adaptación; como así también el diseño de
un sistema de monitoreo iterativo que favorezca la progresividad de la adaptación a nivel
subnacional (Bueno et al., 2021).
3. Conclusiones preliminares
Por otra parte, la sanción por parte de la legislatura santafesina de la primera normativa
climática a nivel subnacional en Argentina, visibiliza el reconocimiento de la importancia
del tema en la agenda política, y el entendimiento de que el establecimiento de
99
instrumentos concretos para su abordaje es determinante para el proceso de desarrollo
subnacional.
100
CAPÍTULOV
Para realizar el análisis, es menester considerar lo que expresa Gallert de Pinto (2012)
sobre el cambio en la percepción y el abordaje de los desastres que se gestó desde 1990
en y desde América Latina. Ese cambio supuso poner la atención en la identificación de
los elementos o procesos que generan el riesgo, y correrse de la atención prestada a las
emergencias y/o desastres, visibilizando el vínculo estrecho que existe entre desarrollo y
riesgo de desastres: [...] Los problemas de deficiencias en el desarrollo que enfrenta la
mayoría de los países en América Latina son los mismos que contribuyen a la
permanente construcción de riesgos de desastres. (Gallert de Pinto, 2012,p. 13)
31
Esto es confirmado por F. Mitchell, Directora Provincial de Cambio Climático de Santa Fe,
durante el 2020 y actual Directora Nacional de Cambio Climático, mediante comunicación personal
del 14 de junio de 2021.
102
Entonces, se puede decir que hasta la primera década del 2000 el anclaje conceptual
para diseñar políticas públicas en Santa Fe parte de una concepción obsoleta de la
gestión del riesgo, generando una bifurcación entre las políticas de GIR y adaptación.
Esto queda más claro si se considera que, trabajar para la reducción del riesgo, es el
punto de encuentro entre estas dos comunidades epistemológicas, y que en la realidad lo
que se ha implementado son políticas de gestión del desastre. Los ejemplos más
dramáticos de este planteo se evidencian en las inundaciones históricas que vivieron dos
de las principales ciudades de la provincia, Santa Fe (2003 y 2007) y Rosario (2007).
No obstante, se podría decir que los acontecimientos del año 2007 marcaron un punto de
inflexión en las respuestas generadas. Esto es así ya que se observa una reorientación
del enfoque hacia la creación de capacidades y la gestión del riesgo, de acuerdo a la
categorización de McGray, Hammill y Bradley (2007). Incluso, se puede decir que muchas
iniciativas se orientan a la adaptación, en tanto buscan generar los ajustes necesarios en
los sistemas sociales, productivos o ecológicos para reducir o atenuar los impactos
climáticos. Como políticas de creación de capacidades, es decir aquellas que buscan
mejorar cuestiones estructurales para sentar las bases para acciones más específicas, se
identificaron el desarrollo de la Infraestructura de Datos Espaciales y la implementación
de redes de monitoreo en la provincia.
104
estadística producida en el ámbito de la
administración pública provincial para apoyar el
desarrollo económico y social y la toma de
decisiones en la provincia.
Impulsado por el Ministerio de Asuntos Hídricos de
la Provincia de Santa Fe y financiado por la
Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación,
el INA está desarrollando el ‘Plan Director de los
Planificaci Recursos Hídricos de la Provincia de Santa Fe’.
Plan Director de los ón Debe orientarse a preservar, regular y controlar los
GIR Recursos Hídricos de la 2006 Provincia Inundacion recursos hídricos en cantidad y calidad, y a
Provincia de Santa Fe es y contribuir mediante el aprovechamiento de los
sequías recursos hídricos superficiales y subterráneos al
desarrollo socio-económico del territorio provincial,
el plan propone mitigar los daños por inundaciones
y sequías y contempla la revisión periódica de los
escenarios climáticos futuros.
Realiza mediciones automáticas, transmisión en
Sistema tiempo real, registro y análisis de los niveles del
Implementación de la red de alerta
agua, son indispensables para efectuar un
Crear telemétrica: Red de temprana
2006 Provincia adecuado monitoreo de los eventos hidrológicos
capacidad Alerta Hidrológica del río Inundacion
es que pueden traer aparejadas situaciones de riesgo
Salado
Sequías hídrico a las poblaciones urbanas (principalmente)
por exceso o por déficit del recurso.
Obra: Ampliación,
operación y Infraestruc
tura El objetivo es continuar con la obtención de datos
mantenimiento de la red
Sistema de distintas variables hidrometeorológicas (niveles
telemétrica del sistema
Crear de alerta de ríos, canales, embalses, precipitaciones, etc.)
de predicción hidrológica 2007 Provincia
capacidad temprana en las cuencas mencionadas. Implica la operación
de la provincia de Santa Inundacion y mantenimiento de las redes actuales, y la
Fe (Cuencas del río es - déficit ejecución de dos nuevas.
Salado y de los Arroyos hídrico
Saladillo y Ludueña)
Realiza mediciones automáticas, transmisión en
Sistema tiempo real, registro y análisis de los niveles del
de alerta
Estaciones de monitoreo agua, son indispensables para efectuar un
Crear temprana
del arroyo 2007 Provincia adecuado monitoreo de los eventos hidrológicos
capacidad Inundacion
Saladillo-Ludueña es que pueden traer aparejadas situaciones de riesgo
Sequías hídrico a las poblaciones urbanas (principalmente)
por exceso o por déficit del recurso.
El objetivo es realizar acciones, construir redes de
drenajes y retenciones en cuencas hidrológicas,
sobre la base del concepto de equilibrio ecológico.
GIR Programa de drenajes y Infraestruc
2011 Provincia De esta manera, se apunta a lograr un mejor
Adaptación retenciones tura
aprovechamiento del agua en las distintas
geografías del territorio provincial estimulando el
desarrollo de la producción, tanto agrícola como
105
industrial. Las acciones comprendidas en el
proyecto refieren al estudio y proyecto de las
retenciones, con el objeto de verificar cuáles
pueden rehabilitarse y cuáles deben construirse; a
la ejecución de obras; y al control y mantenimiento
de las redes de drenajes y retenciones. [Fuente:
Plan Estratégico Provincial, 2011)
Este proyecto tiene como objetivo el diseño,
ejecución y control de las medidas de mitigación,
estructurales o no estructurales, de los impactos
sociales y económicos que provocan las
inundaciones en áreas urbanas. Algunas acciones
implican: ejecución de obras, revisión de los
niveles de protección de obras de defensa urbana
Infraestruc
Programa de Evaluación existentes, gestión de los pronósticos
GIR tura
y Control del Riesgo 2011 Provincia meteorológicos junto a la coordinación e
Adaptación Inundacion
Hídrico es implementación de los sistemas de alerta
hidrológicos urbanos y redes de medición;
implementación de estaciones pluviométricas y
freatimétricas en áreas urbanas con riesgo hídrico;
coordinación interinstitucional e interjurisdiccional
de planes de contingencia por inundaciones
urbanas y asesoramiento técnico a los gobiernos
locales. [Fuente: Plan Estratégico Provincial, 2011)
El objetivo del proyecto es desarrollar obras de
infraestructuras reguladoras en los cauces de la
red natural y artificial, cuya ejecución permitirá
Infraestruc abastecer de agua al ganado en forma directa, a
tura partir de los sistemas de reserva o previa
Déficit extracción, y transportar el agua a los predios
Sistema de hídrico donde se la requiera en períodos de sequía. Estas
Inundacion
abastecimiento de agua estructuras garantizan el pasaje de caudales
Adaptación 2011 Provincia es
para ganado del norte mínimos y son compatibles con la funcionalidad de
Fortalecimi
santafesino ento los canales en períodos de inundaciones. En
de cuanto a las componentes no estructurales, se
capacidad apunta al fortalecimiento institucional de las
es organizaciones de usuarios del área, denominadas
Comités de Cuenca, y a la capacitación de los
beneficiarios del proyecto.[Fuente: Plan
Estratégico Provincial, 2011)
Espacio amplio y participativo, consultivo y no
vinculante, su objetivo es contribuir a la
planificación de la política hídrica. Acciones:
Observatorio Regional Inundacion
Adaptación 2012 Provincia generar indicadores que contribuyan al análisis,
del Agua es
seguimiento y evaluación de los recursos hídricos,
y en base a ello, generar propuestas de políticas
públicas; capacitar y promover la formación de
106
actores sociales vinculados a la temática; así
como también la elaboración de documentos de
investigación e informes de gestión.
Proyecto de prevención Inversión de 120 millones de pesos que protege
de inundaciones y Infraestruc las Ruinas de Santa Fe la Vieja, a Cayastá y su
tura
drenaje urbano: Provincia casco urbano; obras de protección contra
GIR Forestació
Protección costera en el 2012 - Nación - inundaciones que el gobierno provincial lleva
Adaptación n
Parque Arqueológico Ciudad Inundacion adelante con financiamiento del Banco Mundial.
“Santa Fe La Vieja”– es Implica acciones estructurales y forestación con
Cayastá especies autóctonas, resistentes a inundaciones.
Obra ubicada en el norte de la ciudad de Rosario,
Infraestruc destinada al control de crecidas del Sistema
Ciudad tura
GIR Aliviador III - Cuenca Hídrico Arroyo Ludueña. En su cuenca existen un
2012 Rosario y Inundacion
Adaptación Ludueña total de 9 poblaciones y varios sectores rurales
Provincia es
urbanas pertenecientes a otros distritos, que en conjunto
superan al millón de habitantes.
La ciudad de Tostado, cabecera del departamento
9 de julio presenta graves problemas de
abastecimiento de agua potable, no disponiendo la
cantidad necesaria para satisfacer las
necesidades de la población. Es decir, no dispone
de una cantidad suficiente de agua para su
tratamiento y su posterior distribución a los
Azud nivelador Río Ciudad Infraestruc
GIR tura habitantes.
Salado - Tostado - 9 de 2013 Tostado y
Adaptación Déficit Con el objeto de hacer frente a este problema, el
Julio Provincia hídrico
azud en construcción sobre el río Salado tiene
como fin elevar el pelo de agua y almacenar un
volumen suficiente para cubrir la necesidad de la
población aún en épocas de déficit hídricos, con el
menor impacto posible sobre el ambiente. Se
prevé la construcción de un terraplén de cierre del
río Salado y la ejecución de obras civiles.
Creado por el gobierno provincial por medio del
Decreto Nº 638/14 con el fin de sistematizar los
Ordenami procesos de ordenamiento territorial con acciones
ento que permitan la articulación entre diferentes áreas
Comité Interministerial de Territorial
y optimizar el potencial productivo conservando el
Adaptación Ordenamiento 2014 Provincia Planificaci
entorno en procesos territoriales para un
Territorial(CIOT) ón -
articulació desarrollo sustentable. Funciones: coordinar
n acciones entre provincias, municipios y comunas;
articulación público privada; promover la
planificación como herramienta de gestión
Salud Establece recomendaciones para la prevención de
Vacunación frente a las
Adaptación 2015 Provincia Inundacion Tétanos y Hepatitis A frente a episodios de
inundaciones
es inundaciones.
107
Gestión de Línea de reactivación productiva con el Consejo
Riesgos Federal de Inversiones (CFI), que consiste en una
Créditos a productores
en sector línea de créditos a tasa subsidiada a productores
GIR en emergencia 2016 Provincia
agropecua en Emergencia Agropecuaria. (Tasa 0% y hasta 36
agropecuaria rio meses de amortización por un monto máximo de
Créditos $100.000.)
El proyecto de lagunas de retardo, consiste en la
construcción de reservorios y terraplenes con sus
respectivas obras de descarga, lo cual permitirá
almacenar los volúmenes de aguas precipitadas
en los reservorios, evitando los anegamientos de
Infraestruc
Ciudad los barrios, localizados aguas abajo, mediante una
GIR Lagunas de retardo tura
2016 Rafaela y descarga regulada.
Adaptación Rafaela - Castellanos Inundacion
Provincia es Esta obra se localiza al oeste de la planta urbana
de la zona sur de la ciudad de Rafaela,
concretamente en el Barrio Amancay, donde las
crecidas de origen pluvial generan desbordes del
canal sur ocasionando anegamientos en dicha
zona.
Órgano científico-tecnológico de consulta para la
creación de un Programa Santafesino de Gestión
Sostenible de Suelos, coordinado por el Ministerio
Conservac de la Producción. Cuenta con la activa
Observatorio Provincial
Adaptación 2017 Provincia ión de participación de 12 Instituciones del sector
de Suelos
suelos gubernamental, productivo y científico. Su objetivo
es asistir y facilitar el desarrollo de un Programa
de Gestión Sostenible basado en la Ley de
Conservación y Manejo de Suelos.
Convenio entre la Universidad Nacional del Litoral
y el Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia
de Santa Fe, la FICH, a través del Centro de
Convenio curvas Estudio Estudios de Variabilidad y Cambio Climático
Planificaci (CEVARCAM), desarrollará un estudio de
relaciones intensidad de
Adaptación 2018 Provincia ón de actualización de relaciones intensidad de lluvia -
lluvia - duración -
infraestruc duración - frecuencia (IDF) para distintas regiones
frecuencia tura de la provincia, contemplando los efectos de la
variabilidad y el cambio. El objetivo es utilizarlas
para promover el diseño de infraestructura más
resiliente.
Obra integral de reacondicionamiento de la
Infraestruc
macrocuenca Vila-Cululú permitirá amortiguar
GIR Obras en la cuenca Vila - Provincia tura
2018 anegamientos e inundaciones en la región,
Adaptación Cululú y Nación Inundacion
es beneficiará a 45 mil ciudadanos en más de 300 mil
hectáreas.
108
Apunta a mejorar la calidad de vida de la
población local a través de un plan de desarrollo
regional que permita revertir la tendencia de
décadas de degradación socio-ambiental en la
zona. Sigue las líneas estratégicas del Plan del
Norte: integración territorial (conectividad física, de
transporte, comunicacional; descentralización,
acceso al agua y la energía); arraigo regional
(educación y capacitación, acceso a servicios de
salud, acceso seguro al suelo, etc.) y economía
para el desarrollo (impulsar y fortalecer las
economías regionales, la agroindustria y el
agregado de valor, fomentar el asociativismo, el
empredurismo local, etc.)
Entre las actividades, aquellas vinculadas con la
Inundacion adaptación, son:
es,
sequías, -Establecer estrategias de manejo del agua que
fortalecimi mitiguen inundaciones y sequías, mediante
Plan de manejo Integral ento de
intervenciones tanto estructurales como no
de los Bajos capacidad
Adaptación 2018 Provincia estructurales. Por ejemplo, recuperación de
Submeridionales es,
infraestruc ecosistemas de bosque en áreas de captación
Santafesinos
tura, como herramienta de regulación del escurrimiento
ordenamie e infiltración del agua; actividades de difusión y
nto capacitación; articulación de estrategias de
territorial producción y conservación.
-Sistematizar actividades a promover y actividades
a desalentar, adaptadas al proceso de
recuperación de la dinámica de los Bajos
Submeridionales
-Cuenca algodonera: Plan de fortalecimiento del
cultivo articulado con la aplicación de Ley
Provincial de Bosques y protección de bosque
nativo con fines de manejo del agua.
-Caracterización de la población en base a los
datos institucionales disponibles (INDEC, IPEC,
Censo Agropecuario, etc.) para la identificación y
distribución territorial de los sectores más
vulnerables, y la valoración cuali-cuantitativa de
las necesidades a fin de promover el desarrollo de
la cadena de valor.
Gestión de Identificar las diferentes estrategias a implementar
Plan de Gestión Riesgos
en la Provincia de Santa Fe para llevar adelante
en el
Integrada de Riesgos en una gestión integral de riesgos del sector
sector
GIR el Sector Agropecuario 2019 Provincia agropecuario. El mismo incluye un diagnóstico de
agropecua
de la Provincia de Santa rio las diferentes cadenas de valor; la identificación y
Fe Planificaci priorización de los riesgos productivos, de
ón mercado, de contexto e institucionales que
109
generan pérdidas significativas a nivel de la
cadena, y un plan de gestión integral de los
riesgos.
Estrategia impulsada por la Dirección Provincial de
Cambio Climático, es el primer documento
específico sobre el tema a nivel provincial. Se
destaca la identificación de un objetivo de
Diagnóstic
mitigación que acompaña los compromisos
Estrategia Provincial de oy
2019 Provincia nacionales y algunos lineamientos de acción
Adaptación Cambio Climático planificaci
ón general para mitigación y adaptación. La ejecución
de estas propuestas correspondería a los
organismos provinciales competentes (energía,
infraestructura, producción, transporte, protección
civil y salud).
Por otra parte, resulta necesario hacer un análisis desde lo planteado por Cole (2011),
sobre la gobernanza climática policéntrica, la cual se vincula con múltiples centros de
acción y toma de decisiones, que operan en distintos niveles y con diverso grado de
independencia e interdependencia. Se puede decir que, durante todo el periodo analizado
se observan múltiples centros que actúan de forma independiente y desarticulada, dando
110
lugar a políticas públicas atomizadas y, por lo tanto, menos efectivas de lo que podrían
ser. Esto se debe a múltiples razones, entre ellas se identifican las siguientes, vale aclarar
que el orden en el que son expuestas no suponen ningún cambio en este resultado ni
suponen mayor o menor peso entre sí.
Por un lado, la centralización de la agenda climática a nivel nacional, que en ciertos casos
excluyó a los gobiernos subnacionales del diseño de los instrumentos, y en otros los
involucró de manera superficial o con el fin de validar acciones ya formuladas (como se
analizó en el capítulo 1). Esto no sólo minó la gobernanza climática sino que, además,
quitó la posibilidad de fortalecer las capacidades subnacionales, que el Estado nacional
aprendiera de procesos de gestión a escala local y la construcción de soluciones en
conjunto. Esto es mencionado como un problema de desajuste de escala por Dolsak y
Prakash (2018), de la planificación y la disponibilidad de recursos concentrados en el
nivel nacional. Respecto a esto, algunos testimonios dan cuenta de ello, como el de M.
Gallini, quien refiere a la relación con Nación como verticalista [comunicación personal,
15 de junio de 2021]. Ello evidencia el funcionamiento trunco de la gobernanza climática
policéntrica, entre el nivel internacional, nacional y subnacional, ya que el Estado
Nacional es el que participa de las reuniones en las plataformas internacionales, sin
transmitir lineamientos, conocimientos y/o recursos al resto de los niveles
subnacionales32.
Respecto a estos puntos, se espera que las estructuras de gobernanza creadas bajo la
ley nacional 27.520 y la provincial 14.019 -particularmente a través de los Gabinete
Nacional y Provincial de Cambio Climático respectivamente- logren la articulación que se
requiere para avanzar sustantivamente en la agenda nacional y local.
Por otro lado, se suma un elemento nodal para el análisis, tanto de las políticas que se
han dado como de aquellas que han de emerger, que está relacionado con distintas
32
Cuestión confirmada por E. Madariaga, que estuvo a cargo de la Dirección de Riesgos de
Desastres durante 2007-2016,mediante comunicación personal del 25 de junio de 2021.
111
formas de conceptualizar el riesgo, o la vulnerabilidad según Lampis (2013b). Esta falta
de diálogo conceptual entre las comunidades de GIR y de adaptación, no sólo ha
contribuido a la desarticulación de la gobernanza policéntrica sino que también le ha dado
una impronta reactiva, ya que se ha enfocado más en la variabilidad climática natural del
corto plazo y atomizada, al separar las competencias entre diferentes las áreas sin una
articulación sinérgica.
Para lograr una articulación entre las políticas de GIR y las de adaptación, la gestión del
riesgo debiera entenderse como un proceso abarcativo y transversal, cuestión no se
observa y que es develado por el relevamiento de instrumentos. Estas diferencias en las
conceptualizaciones lleva a la falta de integralidad y fragmentación de las políticas, ya
que muchas áreas del Estado subnacional implementan acciones desde hace tiempo, sin
circunscribirlas bajo el paraguas de cambio climático. Esto es confirmado por F. Mitchell33,
sobre el desconocimiento por parte de la propia política de Santa Fe de que está
haciendo una política de cambio climático [comunicación personal, 14 de junio de 2021].
33
Directora Provincial de Cambio Climático de Santa Fe, durante el 2020, actual Directora Nacional
de Cambio Climático.
34
Estuvo a cargo de la Dirección de Riesgos de Desastres durante 2007-2016.
112
2.3 Tipo de instrumentos
Como se observa en la figura 12, del relevamiento surgen una multiplicidad de tipos de
instrumentos que se vinculan directa o indirectamente con la adaptación al cambio
climático. Se utiliza la conceptualización de Velazco (2007) para su agrupamiento, en
base a ello se identifican 26 instrumentos normativos, 13 instrumentos programáticos, 5
asociados a la mejora del conocimiento e igual cantidad (3) de instrumentos de
sensibilización, organizativos y económicos-financieros.
Se encontró solo una norma que menciona explícitamente y regula cuestiones vinculadas
al cambio climático, la ley 14.019 que fue analizada en detalle en el capítulo anterior.
Pero, además, se identificaron otros 26 instrumentos normativos que, si bien no
mencionan explícitamente al cambio climático, pueden vincularse con la adaptación.
113
agruparse, a grandes rasgos, en cinco ejes temáticos. El primero refiere al recurso
arbóreo, que en la provincia han sido regulados fundamentalmente en tres sentidos:
arbolado urbano, ordenamiento territorial y protección de los bosques nativos y promoción
de la actividad forestal; el segundo refiere a los humedales, para intentar abordar la zona
de los Bajos Submeridionales de Santa Fe; un tercero al recurso hídrico, con la ley de
aguas, de bienes en zonas inundables y la creación de comité de cuencas; el cuarto hace
alusión a la gestión de emergencias y riesgo de desastres, con la ley provincial de
emergencia agropecuaria, las adhesiones al SINAGIR, el Sistema de Prevención y
Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios, el Sistema Nacional de Manejo
del Fuego y una ley propia como herramienta para declarar el estado de emergencia y
zona de desastres; finalmente, el quinto destaca la herramienta de educación ambiental
para funcionarios, su presencia en la currícula escolar y para la conservación de suelos.
La siguiente tabla presenta un análisis detallado para cada uno de los instrumentos
normativos relevados en vinculación con la adaptación. De este trabajo de análisis, se
puede decir que muchas de estas normas, correctamente operacionalizadas, pueden
incrementar la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad de los sistemas sociales,
económico-productivos y ecosistémicos. Ejemplo de ello son las normas relacionadas a la
114
gestión del recurso hídrico, el recurso forestal y los bosques, los humedales, los suelos, la
herramienta del ordenamiento territorial y la promoción de la educación y el conocimiento
de diferentes actores (ciudadanía y funcionarios).
Por otra parte, se encuentran normas que apuntan directamente a reducir la exposición
de las personas y sus bienes, en otras palabras, a reducir el riesgo frente a desastres,
como por ejemplo la ley de bienes inundables y su decreto reglamentario. También se
observan instrumentos que establecen mecanismos para la gestión de dichos riesgos una
vez materializados, como la Ley provincial de Emergencia Agropecuaria y la herramienta
normativa para declarar el Estado de Emergencia Hídrica y zona de desastre. Asimismo,
se identifican instrumentos que receptan normas nacionales y sus mecanismos de
gestión, a los fines de hacerlos operativos a nivel subnacional, como el Sistema Nacional
de Manejo del Fuego, el Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de
Emergencias y Desastres Agropecuarios y el SINAGIR.
TÍTULO
LEY N° BREVE DESCRIPCIÓN VÍNCULO CON ADAPTACIÓN
/TEMA
Dispone la constitución de Comités de
Cuenca cuya finalidad será la de coadyuvar, Son actores importantes que hacen parte
Comités de
9.830/1986 con las reparticiones competentes de la de la gobernanza policéntrica en la gestión
Cuencas.
provincia, al manejo y aprovechamiento del del recurso hídrico.
recurso hídrico.
Los procesos de educación contribuyen
con la sensibilización sobre el cambio
climático en la comunidad. Se considera
Establece la inclusión del tema en las
Educación pertinente evaluar la inclusión de aquellos
10.759/1991 currículas de los niveles inicial, primario,
ambiental. componentes vinculados a la adaptación,
medio y técnico.
ahondando en el entendimiento de riesgos
e impactos del cambio climático en Santa
Fe.
El manejo sostenible de estos recursos
Instituye el Plan Forestal Santafesino, que fortalece la política de adaptación,
tendrá una duración de cincuenta (50) años, poniendo en valor el rol que desempeñan
y que tiene como objetivos asegurar la al enfrentar impactos de origen climático
Plan Forestal
11.111/1993 conservación y fomentar el aprovechamiento (como los mencionados en el caso de la
Santafesino
sostenible de las masas forestales nativas; Ley del Árbol). Asimismo, una mirada
restaurar los ecosistemas forestales integral sobre su uso incrementa la
degradados, entre otros. resiliencia y disminuye la vulnerabilidad de
las comunidades cuyos medios de
115
subsistencia se relacionan de manera
directa con ellos.
El manejo sostenible de estos recursos
Crea el Plan de Conservación del Patrimonio fortalece la política de adaptación,
Forestal Provincial, con el objeto de proteger poniendo en valor el rol que desempeñan
Plan de
las áreas de bosques naturales, mantener los al enfrentar impactos de origen climático
conservación
bosques modificados y utilizarlos en forma (como los mencionados en el caso de la
del
11.121/1993 sostenible. Prevé la participación de las Ley del Árbol). Asimismo, una mirada
patrimonio
comunidades locales en su gestión; la integral sobre su uso incrementa la
forestal
creación de Parques Botánicos,la resiliencia y disminuye la vulnerabilidad de
provincial.
implantación de bosques protectores de las comunidades cuyos medios de
suelos, caminos, etc. subsistencia se relacionan de manera
directa con ellos.
Regula el control y prevención de los
procesos de degradación de los suelos, la
La regulación del manejo es fundamental
Conservación recuperación, habilitación y mejoramiento de
para incrementar la resiliencia de los
10.552/1994 y manejo de las tierras para la producción, y promueve la
mismos ecosistemas y de las comunidades
suelos. educación conservacionista. Crea un Fondo
frente a los impactos climáticos.
Provincial de Conservación y Manejo de
Suelos.
Todos los productores agropecuarios que se
encuentren en los departamentos y/ o
distritos declarados en emergencia y/o Se vincula con la gestión de riesgos para el
Ley provincial desastre agropecuario a través de un Decreto sector agropecuario, al brindar
de Provincial y que obtengan su certificado herramientas impositivas para poder
11.297 /1995
Emergencia tienen derecho a los siguientes beneficios gestionar el riesgo de eventos vinculados a
Agropecuaria impositivos (prórrogas o condonación en el la variabilidad natural y/o cambio
pago del impuesto inmobiliario rural, climático.
condonación de deudas, deducción de
ganancias, etc.)
Establece los principios rectores de la política
ambiental. Crea un Consejo Provincial de Establece lineamientos básicos y
Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable; condiciones habilitantes para el
mecanismos de participación ciudadana fortalecimiento de cualquier medida de
Ley de Medio
(audiencias públicas); la educación adaptación, por ejemplo, a través del
11.717/1999 Ambiente y
ambiental; establece que deberá un Sistema ordenamiento territorial, la educación, la
(Actualizada año 2009) Desarrollo
de Áreas Naturales Protegidas; instrumentos protección, preservación y gestión de los
Sustentable.
para medir impactos ambientales (EIA, EsIA); recursos hídricos y la
regula las conductas dañosas contra el medio prevención y control de inundaciones y
ambiente y prevé la regulación de los anegamientos, etc.
residuos peligrosos en la reglamentación.
Establece 3 tipos de áreas (I: cauces naturales
Vinculación directa y fundamental para la
Bienes en y artificiales y cuerpos de agua
adaptación, en tanto reduce el riesgo
11.730/2000 zonas permanente;II:vías de evacuación de crecidas
frente a impactos al regular la exposición
inundables y área de almacenamiento y III: áreas con
de personas o activos en zonas inundables.
riesgo de inundación no incluídas en las
116
Áreas I y II); los Municipios y Comunas
podrán elaborar su propia zonificación a ser
aprobada por la autoridad de aplicación; se
Decreto
prevé la elaboración de cartografías, la
reglamentari
notificación a aquellos que tengan bienes en
o Ley 11.730
3695/2003 esas zonas; se prohíbe cualquier tipo de uso
sobre bienes
en área II; se establecen restricciones en área
en zonas
III; establece ciertas acciones para áreas II y
inundables
III; define zonas protegidas contra
inundaciones y prevé el desarrollo de un plan
de emergencia, entre otras cosas.
La existencia de áreas protegidas y su
correcta gestión, permite fortalecer estos
ecosistemas en sí mismos frente a los
Sistema
Regulación de las Áreas Naturales Protegidas impactos climáticos (incremento de
Provincial de
sujetas a jurisdicción de la Provincia, temperaturas, procesos de degradación y
12.175/2003 Áreas
planificadas y creadas sobre bases desertificación de los suelos, etc.) y,
Naturales
científico-técnicas. además, preserva los servicios ambientales
Protegidas.
en beneficio de las comunidades que se
benefician directa o indirectamente de
ellos.
El manejo sostenible de estos recursos
fortalece la política de adaptación,
poniendo en valor el rol que desempeñan
al enfrentar impactos de origen climático
Modifica Ley
(como los mencionados en el caso de la
11.111 del Modifica los artículos 2º, 3º, 10º Y, 21º de la
12.207/2004 Ley del Árbol). Asimismo, una mirada
Plan Forestal ley Nº 11.111-Plan Forestal Santafesino
integral sobre su uso incrementa la
Santafesino
resiliencia y disminuye la vulnerabilidad de
las comunidades cuyos medios de
subsistencia se relacionan de manera
directa con ellos.
Concientizar sobre el manejo sostenible de
los bosques y pastizales fortalece la
Programa de política de adaptación, poniendo en valor
Manejo el rol de estos recursos para enfrentar
Sustentable El programa tiene como objetivo el impactos de origen climático (como los
de Recursos conservar, recuperar y aprovechar en forma mencionados en el caso de la Ley del
12.363/2004
Naturales sustentable los recursos naturales renovables Árbol). Asimismo, una mirada integral
"Bosques de los bosques y pastizales de la provincia. sobre su uso incrementa la resiliencia y
para disminuye la vulnerabilidad de las
siempre". comunidades cuyos medios de
subsistencia se relacionan de manera
directa con ellos.
117
El manejo sostenible de los bosques
nativos fortalece la política de adaptación,
poniendo en valor el rol que desempeñan
al enfrentar impactos de origen climático
Ordenamient Declara y dispone la prohibición absoluta de
(como los mencionados en el caso de la
o Territorial desmonte, tala, deforestación, quema o
12.366/2004 Ley del Árbol). Asimismo, una mirada
de Bosques destrucción de montes y bosques nativos o
integral sobre su uso incrementa la
Nativos. de especies exóticas.
resiliencia y disminuye la vulnerabilidad de
las comunidades cuyos medios de
subsistencia se relacionan de manera
directa con ellos.
Si bien el cambio climático no genera
incendios, sí intensifica las variables que
Convenio
los determinan, por lo tanto es una
para Aprueba el convenio de implementación en
herramienta para gestión policéntrica de
implementar la provincia de Santa Fe del Plan Nacional
estos eventos extremos. Contar un un
12.719/2007 el Sistema Manejo del Fuego, elaborado y dirigido por la
sistema de este tipo constituye una
Nacional de Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo
herramienta de adaptación en sí, para
Manejo del Sustentable de la Nación.
eventos que podrían incrementarse en
Fuego
frecuencia, dado el incremento de la
temperatura promedio global.
Creación del El cambio climático puede potenciar
"Programa procesos de desertificación y degradación
Provincial de Creado bajo los ámbitos de los Ministerios de de los suelos, que combinados con malas
Difusión del Educación y Producción, su objetivo es la prácticas en su uso, pueden incrementar el
Conocimient realización de distintas actividades de riesgo de los ecosistemas y comunidades
12.825/2007 oy educación y capacitación dirigidas a las asociados, frente a los impactos del
Conservación escuelas y la comunidad para concientizar cambio climático (inundaciones,
de los Suelos sobre la importancia del recurso natural no sequías,etc.). Como herramienta de
de la renovable: el suelo. educación y sensibilización, si incluye al
Provincia de cambio climático, también favorece un
Santa Fe". proceso de adaptación integral.
Convenio
Aprueba el convenio de cooperación mutua
interprovinci
con el objeto de manejar conjuntamente las Herramienta de la gobernanza policéntrica
al para el
cuencas interprovinciales, bajos entre Chaco y Santa Fe, para fortalecer el
13.058/2009 manejo de
submeridionales y Tapenagá, generando diseño e implementación de las iniciativas
los Bajos
políticas públicas y privadas del uso del suelo de adaptación que puedan llegar a surgir.
Submeridion
y del agua.
ales
Adhesión al La norma nacional y sus disposiciones
Sistema tendientes a analizar la vulnerabilidad de
Adhesión de la Provincia de Santa Fe a la Ley
Sistema los afectados (en este caso aplica a
Nacional N° 26509 "Sistema Nacional para la
13.147/2010 Nacional para eventos de origen climático), establece
Prevención y Mitigación de Emergencias y
la Prevención instrumentos para su disminución y para
Desastres Agropecuarios".
y Mitigación incrementar su capacidad de respuesta y
de recuperación. Para ello debe considerarse
118
Emergencias la perspectiva del cambio climático.
y Desastres
Agropecuario
s
Equipo
interdisciplin
ario para
implementar El fortalecimiento y el correcto manejo de
normas y los humedales disminuyen la
medidas de vulnerabilidad, la sensibilidad e
Introduce normas y medidas de control para
control que incrementa la resiliencia de las
la utilización racional y sustentable de los
contribuyan a comunidades frente a los impactos
recursos naturales en el ámbito de los Bajos
la utilización climáticos. Esto es así ya que, entre los
13.225/2011 Submeridionales, protegiendo los humedales
racional y servicios ambientales de estos
naturales y ecosistemas existentes, conforme
sustentable ecosistemas, se encuentran la provisión de
a los principios rectores de la política hídrica
de los agua y alimentos; la amortiguación de
nacional y provincial.
recursos crecientes; la disminución del poder
naturales en erosivo de los flujos de agua; el control de
el ámbito de la erosión costera, entre otros.
los Bajos
Submeridion
ales.
Contar con un Mapa de ordenamiento de
Aprueba el Mapa de Ordenamiento de los Bosques Nativos permite generar políticas
Mapa de Bosques Nativos de la provincia de Santa Fe, tendientes a fortalecer e incrementar la
ordenamient que da cumplimento a las disposiciones de la resiliencia de los ecosistemas y las
13.372/2013
o de Bosques Ley Nº 12366 y Ley Nacional Nº 26331 (Ley comunidades vinculados a ellos frente a
Nativos. de Presupuestos Mínimos de Protección los impactos del cambio climático
Ambiental de los Bosques Nativos). (similares a los citados en el caso de la Ley
del Árbol).
Declaración El objetivo es agilizar y facilitar la concreción
de Estado de de obras, construcciones, utilización de Al conferir ciertos beneficios impositivos
Emergencia predios particulares, y todo tipo de trabajos frente a eventos extremos
Hídrica y públicos que tengan como fin aliviar y mitigar hidrometeorológicos, aumenta la
zona de los efectos y daños provocados por los capacidad de adaptación, definida por el
desastre a excesos hídricos en todo el territorio de las IPCC como la "capacidad de los sistemas,
diversas cuencas que se detallan. La declaración es las instituciones, los humanos y otros
superficies de por el plazo de dieciocho (18) meses organismos para adaptarse ante posibles
13.680/2017
cuencas contados a partir del 30/11/2017, a las daños, aprovechar las oportunidades o
hidrográficas distintas superficies comprendidas en las afrontar las consecuencias". En esta línea,
provinciales. siguientes cuencas hidrográficas: Laguna La la capacidad de adaptación como uno de
(Modifica el Picasa, Laguna Melincué, Carcarañá, Arroyo los componentes de la vulnerabilidad y
artículo 3 la Saladillo, Arroyo Pavón, Arroyo del Medio, que conforma el riesgo de tipo climático
ley N° Río Arrecifes, Río Salado y Lagunas (según la definición del IPCC, 2014), se
13.778/2018) Encadenadas, ubicadas en el departamento disminuye consecuentemente el riesgo.
. General López, incluyendo las áreas
119
territoriales de descargas en otros
departamentos de la Provincia.
Sistema
Nacional para
Adhesión de la provincia de Santa Fe a la Ley
la Gestión Articulación de actividades para la gestión
Nacional Nº 27.287, mediante la cual se crea
13.747/2017 Integral del del riesgo de desastres, particularmente
el Sistema Nacional para la Gestión Integral
Riesgo y la los de origen climático.
del Riesgo y la Protección Civil.
Protección
Civil.
No menciona explícitamente el cambio
climático, sí a la variabilidad climática, por
lo que se recomienda la inclusión de la
perspectiva climática en el proceso de
reglamentación e implementación. La ley
sienta lineamientos de la política hídrica,
algunos de los cuales se vinculan
estrechamente con la adaptación frente al
cambio climático:
- Art.9 (e): ejecutar acciones dirigidas a
aumentar la resiliencia frente al riesgo de
desastres naturales como erosión, sequía e
inundaciones a través de acciones
estructurales y medidas no estructurales,
preservando la integridad de las personas
Regula la gestión integrada de los recursos
y sus bienes.
hídricos de la provincia de Santa Fe, con el fin
- Art. : establece un Plan Hídrico Provincial,
de promover los distintos usos de manera
que alude explícitamente a la variabilidad
sustentable a favor de las generaciones
13.740/2018 Ley de Aguas climática pero no a un escenario de
presentes y futuras, garantizando el derecho
cambio climático.
humano fundamental de acceso al agua
- Art. 90: regula la construcción de obras
potable. La gestión integrada de los recursos
hídricas, tanto en caso de sequía como
hídricos involucra el ordenamiento territorial.
inundación, aunque exceptúa las obras
meramente defensivas en situación de
urgencia, previa intervención de la
Autoridad de Aplicación.
-Arts. 115-121: cuenta con un capítulo
específico para la gestión de las
inundaciones y sequías, de interés especial
para la adaptación resultan el Equipo de
profesionales para eventos extremos
(Art.120) y el Plan de Contingencia (Art.
121) para municipios y comunas, cuya
elaboración será clave coordinar con la
elaboración de los Planes de Respuesta
Municipales establecidos en el Art. 7 de la
Ley 14.019, en tanto ambos abordan la
120
reducción del riesgo frente a impactos de
origen climático.
-Art. 170: crea un Programa Provincial
para atender eventos extraordinarios de
exceso y déficit hídrico, el cual resulta
fundamental desarrollar con una
perspectiva climática o vincularlo
directamente con el Plan de Respuesta
Provincial.
El fomento de la forestación con especies
Su objetivo es promover y conservar el nativas no sólo es positivo en términos de
arbolado en todo el territorio provincial. mitigación, gracias a la captación de
Dentro de las disposiciones se encuentran la dióxido de carbono; sino que también
obligación de generar un Plan municipal y incrementa la resiliencia de las
comunal de arbolado público, un censo comunidades frente a impactos climáticos
provincial del arbolado, una red provincial de como inundaciones, al favorecer la
13.836/2018 Ley del árbol
viveros forestales, un registro de árboles absorción e infiltración o al frenar el
distinguidos, un fondo santafesino de escurrimiento superficial frente a lluvias
arbolado, dos programas específicos y regula intensas, o ante al incremento de la
el arbolado privado (establece ciertas temperatura y la recurrencia de olas de
bonificaciones y subvenciones), entre otras calor, disminuyendo la sensación térmica
cosas. (en los núcleos urbanos contrarresta el
efecto "isla de calor").
Adhesión de la Provincia de Santa Fe a la Ley
Adhesión a la
Nacional 27270, la cual Aprueba el Acuerdo Vínculo con componente de adaptación
Ley Nacional
de París, Convención Marco de las Naciones del objetivo del Acuerdo de París (Art. 2.b)
13.715/2018 que recepta
Unidas sobre el Cambio Climático, hecho en y el objetivo global de adaptación y otras
el Acuerdo de
la ciudad de París el 12 de diciembre de disposiciones del artículo 7 del Acuerdo.
París
2015.
Los procesos de educación y
Educación sensibilización contribuyen a la
Ambiental transversalización del cambio climático en
Establece la implementación de políticas
para los la planificación pública. No obstante, los
públicas de educación ambiental para los
Agentes y elementos de la ley se enfocan en
agentes y funcionarios en todos los
13.924/2019 Funcionarios mitigación, y se considera pertinente
estamentos del Estado santafesino; y sobre el
en todos los evaluar la inclusión de aquellos
uso eficiente y racional de la energía; y,
estamentos componentes vinculados a la adaptación,
consumo sostenible y consciente de recursos.
de la ahondando en el entendimiento de riesgos
Provincia. e impactos del cambio climático en Santa
Fe
121
El fortalecimiento y el correcto manejo de
los humedales disminuyen la
vulnerabilidad, la sensibilidad e
incrementa la resiliencia de las
Preservación,
comunidades frente a los impactos
conservación, Conceptualiza lo que se entiende por
climáticos. Esto es así ya que, entre los
defensa y humedales, las funciones y servicios
13.932/2019 servicios ambientales (Art. 5 de la ley) de
mejoramient ambientales que provee, estableciendo
estos ecosistemas, se encuentran la
o de los obligaciones para su gestión.
provisión de agua y alimentos; la
humedales
amortiguación de crecientes; la
disminución del poder erosivo de los flujos
de agua; el control de la erosión costera,
entre otros.
Establece los lineamientos para la política
Ley Marco de pública en materia de cambio climático, en Establece la elaboración de mapas de
Acción concordancia con las disposiciones de la Ley riesgos y un Plan Provincial de Adaptación
14.019/2020
Climática Nacional de Presupuestos Mínimos de con una meta cuali -cuantitativa y medidas
Provincial Adaptación y Mitigación al Cambio Climático de adaptación.
Global N° 27.520
[...] las obras hoy son necesarias porque algo hicimos mal, las obras son una
parte muy chiquita e ínfima de la solución final del problema. Y también hay otra cosa que
es importante, que las obras siempre generan más obras, es decir, que hacer una
defensa es lo más barato y lo más fácil, total se endeuda una, dos o tres generaciones y
ya está, se hizo el murallón de defensa.. pero mantener eso, es de acá al infinito y es
muchísimo más caro que hacerlo. Entonces hay que tener cuidado con soluciones
simplistas o facilitas a los problemas que tenemos. [comunicación personal, 25 de junio
de 2021]
122
Lo anterior da cuenta de la necesaria complementariedad de las medidas estructurales y
no estructurales aunque, como se observa en la tabla 11, hay un predominio de las
primeras, lo cual responde a la tendencia de una época, de pensar soluciones duras.
Pero por otra parte, esto también se complementa con la visión política que brindan
Dolsak y Prakash (2018), respecto a que la adaptación blanda enfrenta problemas
políticos, porque los tomadores de decisión tienen incentivos electorales para favorecer la
adaptación dura, la cual es más visible que la blanda. Además, aluden a que existen
desafíos de implementación, porque el concepto de adaptación blanda es abierto y sus
dimensiones pueden entrar en conflicto entre sí (Dolsak y Prakash, 2018).
Si bien probablemente siga existiendo este tipo de incentivo, para “mostrar gestión”
visible de la GIR y la adaptación, ante el cambio en la forma de abordar el riesgo -como
da cuenta Gallert de Pinto (2012)-, las políticas lentamente empezaron a complementarse
con otro tipo de iniciativas. Estas, incorporan a otros actores y otros elementos que
forman parte de la construcción social del riesgo, y que atienden a la reducción de la
vulnerabilidad frente a impactos climáticos. Esto se observa desde la segunda década
analizada, cuando se introducen e implementan medidas sobre uso del suelo, de
ordenamiento territorial, del fortalecimiento del componente tecnológico para mejorar la
información cartográfica y estadística, entre otras. Lo anterior, también es confirmado por
G. Ferreira35, quien apunta que se estuvieron haciendo obras desde hace unos 80 años,
mientras que medidas no estructurales desde hace 10/15 años [comunicación personal,
19 de junio de 2021].
35
Técnico del Área de Prevención de la Dirección General de Servicios Técnicos Específicos, bajo
la Secretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe.
123
complementariedad de las medidas físicas o estructurales, con las no estructurales o
blandas que apuntan al desarrollo de capacidades, la difusión, el ordenamiento del
territorio y, el fortalecimiento del monitoreo de variables meteorológicas, entre otras”
(Bueno et al, 2021, p. 7).
124
3. Conclusiones preliminares
De lo analizado en este capítulo, se alude a una diversidad de instrumentos políticos que
pueden entenderse como acciones de adaptación en la provincia de Santa Fe. El hecho
de que se puedan seguir creando sinergias entre la Dirección Provincial de Cambio
Climático y otras carteras de gobierno, depende en gran medida de una comprensión
consensuada tanto de la noción de riesgo climático como de la importancia de su
transversalidad.
Por otra parte, se encontraron evidencias contundentes, tanto por las entrevistas
realizadas a profesionales del Estado que trabajan en el tema desde hace décadas, como
producto del relevamiento realizado, sobre la preponderancia del componente estructural,
la cual data de la década del 80. En esta línea, se pone de manifiesto la necesidad de
fortalecer el diseño e implementación de medidas no estructurales sectoriales y
transversales.
Finalmente, como también se dio cuenta en el primer capítulo, la dinámica centralista que
ha operado desde el Estado Nacional en temas climáticos, ha sido un factor de influencia
125
negativa en el proceso de consolidación de la agenda climática en el nivel subnacional.
Se espera que los mandatos de la nueva ley 27.520 puedan, de alguna manera, acercar
el trabajo técnico e, incluso, brindar los recursos necesarios para que la provincia luego
continúe con la articulación a nivel municipal.
126
CONCLUSIONES
El presente trabajo de investigación se propuso analizar la política de adaptación de la
provincia de Santa Fe, durante el periodo 2001 al 2020, considerando la relevancia de
impulsar procesos de adaptación efectivos a escala subnacional, en el marco de una
acción climática mundial acuciante. La hipótesis planteada sostuvo que, a pesar del
creciente rol catalizador que tienen los actores subnacionales en la acción climática, la
política de adaptación de la provincia de Santa Fe se ha caracterizado por ser reactiva,
atomizada, desvinculada del plano nacional y de la GIR como resultado de: la mayor
relevancia política relativa de la mitigación sobre la adaptación; la centralidad de la
política climática nacional; y la falta de diálogo entre la adaptación y la gestión de riesgos
pese al incremento de los impactos y vulnerabilidades frente a la variabilidad natural y el
cambio climático.
127
contar con una ley nacional sobre cambio climático sienta un precedente sólido, que de
alguna manera logra formalizar un proceso de desarrollo institucional y político que se fue
gestando durante las últimas dos décadas. El hecho de que la normativa haga mención
específica a la adaptación, y establezca el mandato para generar Planes de Respuesta a
nivel subnacional, constituyen avances importantes en el tema.
Por otra parte, la reciente sanción de la Ley N° 14.019 en Santa Fe pone de relieve la
importancia que reviste el tema en la agenda política. Dicha normativa, presenta
elementos interesantes, que abonan el terreno para una acción climática subnacional
128
integral y participativa, que ello sea así dependerá de sortear los desafíos que se
presentan para su reglamentación. Para resaltar sólo algunos de los que se mencionaron,
se encuentra el establecimiento de una línea de base para el componente de adaptación
del Plan de Respuesta, el funcionamiento transparente y fluido de los mecanismos de
gobernanza creados, la participación activa y el compromiso de actores claves, y el
diseño de un sistema de monitoreo flexible que haga posible un seguimiento que
garantice la progresividad de los esfuerzos de adaptación.
En esta línea, se destaca una vez más el divoricio político-conceptual entre las carteras
con competencia en materia de GIR y de adaptación, lo cual contribuye a la atomización
del abordaje. De manera análoga a lo que sucede en el nivel nacional, para poder
sobrepasar esta cuestión también presente en el plano subnacional, se considera
necesario trabajar en el fortalecimiento de una comprensión consensuada de los factores
subyacentes que construyen el riesgo climático. A la hora de llevar adelante esta tarea,
no debe perderse de vista uno de los elementos centrales de este concepto, que refiere al
abordaje integral de las vulnerabilidades, no sólo de los sistemas sociales, sino también
de los ecológicos y productivos. Asimismo, se debe desestimar la competencia y egos
académicos, que generan esta atomización y separan estas comunidades de
conocimiento y a las y los encargados de diseñar estas políticas. Se debe aceptar y
utilizar al propio favor, que la información generada y las metodologías desarrolladas y
129
aplicadas, pueden servir para apoyar mutuamente las agendas de trabajo, logrando
capitalizar recursos económicos y técnicos por lo general escasos.
130
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Anexos
Figura 13: Historia institucional del cambio climático en Argentina, 1990 - 2019
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