Cirrosis y Ascitis
Cirrosis y Ascitis
Cirrosis y Ascitis
Al ser una etapa final de la hepatopatía crónica la cirrosis se define por 3 características
morfológicas principales:
-sindrome de budd Chiari: es una obstrucción del flujo en la vena hepática originada en
algún sitio desde las pequeñas venas hepáticas localizadas dentro del hígado hasta la
vena cava inferior y la aurícula derecha.
Los nódulos que comprimen las vénulas y la distorsión del lecho vascular son los
responsables de la hipertensión portal.
La ascitis inflamatoria:
-peritonitis TBC: antecedentes familiares de TBC en la mayoría de los casos hay
evidencia clínica de ascitis y en ocasiones el paciente presenta manifestaciones de TBC
pulmonar o pleural.
ENFERMEDAD ACIDOPEPTICA
Inflamación y ulceración de la mucosa del tubo digestivo que se encuentra en contacto
con el jugo gástrico cuando los mecanismos normales de defensa de la mucosa son
ineficientes para contrarrestar los factores agresivos. La enfermedad acidopeptica
compromete esófago, estomago, intestino.
Los síntomas de úlcera gástrica a menudo no siguen un patrón consistente (p. ej., a
veces la ingestión de comidas exacerba el dolor en lugar de aliviarlo). Esto es
especialmente válido en las úlceras del conducto pilórico, que suelen asociarse con
síntomas de obstrucción (p. ej., distensión, náuseas, vómitos) causados por edema y
cicatrización.
Las úlceras duodenales tienden a causar dolor más constante. El paciente se
despierta sin dolor, pero este aparece a media mañana, y es aliviado por alimentos,
pero recurre de 2 a 3 h después de una comida. El dolor que despierta al paciente por la
noche es común y altamente sugestivo de úlcera duodenal. En los recién nacidos, la
perforación y la hemorragia pueden ser la primera manifestación de úlcera duodenal. La
hemorragia también puede ser el primer signo reconocido en etapas tardías de la
lactancia y la primera infancia, aunque los vómitos reiterados o la evidencia de dolor
abdominal pueden ser un indicio.
DIAGNOSTICO:
Endoscopia
A veces, niveles séricos de gastrina
La anamnesis del paciente sugiere el diagnóstico de úlcera péptica, que se confirma por
endoscopia. A menudo, se inicia tratamiento empírico sin un diagnóstico definitivo. Sin
embargo, la endoscopia permite la biopsia o el cepillado para citología de lesiones
gástricas y esofágicas a fin de distinguir entre ulceración simple y cáncer gástrico
ulcerado. El cáncer gástrico puede tener manifestaciones similares y debe ser excluido,
sobre todo en pacientes > 45 años que bajaron de peso o que refieren síntomas
intensos y resistentes al tratamiento. La incidencia de úlcera duodenal maligna es
sumamente baja, de manera que en general no se justifica biopsiar lesiones
duodenales. La endoscopia también puede ser útil para el diagnóstico definitivo de
infección por H. pylori, que se debe investigar cuando se detecta una úlcera.
Tambien Debe considerarse el cáncer secretor de gastrina y el gastrinoma cuando hay
múltiples úlceras, cuando estas aparecen en localizaciones atípicas (p. ej., posbulbar),
son resistentes al tratamiento, o cuando el paciente presenta diarrea o pérdida de peso
pronunciada. En estos casos, deben determinarse los niveles séricos de gastrina.
COMPLICACIONES:
Hemorragia
Perforación libre
Las úlceras que se perforan hacia la cavidad peritoneal no contenidas por adherencias
suelen localizarse en la pared anterior del duodeno o, con menor frecuencia, en el
estómago.
El paciente presenta un abdomen agudo. Hay dolor epigástrico súbito, intenso, continuo,
que se propaga con rapidez por todo el abdomen, y a menudo predomina en el
cuadrante superior derecho y se irradia, a veces, a uno o a ambos hombros. Por lo
general, el paciente está acostado inmóvil, porque incluso la respiración profunda
exacerba el dolor. Hay dolor a la palpación abdominal, con notorio dolor a la
descompresión, los músculos abdominales están rígidos (como una tabla) y se observa
disminución o ausencia de ruidos hidroaéreos. Puede producirse shock, anunciado por
aumento del pulso y disminución de la tensión arterial y la diuresis. Los síntomas
pueden ser menos llamativos en ancianos o pacientes moribundos y en aquellos que
reciben corticoides o inmunosupresores.
Los síntomas son vómitos recurrentes de gran volumen, que se producen más a
menudo al final del día y, con frecuencia, hasta 6 h después de la última comida. La
anorexia con distensión o plenitud posprandial persistentes también sugiere una
obstrucción del tracto de salida gástrico. Los vómitos de larga evolución pueden causar
pérdida de peso, deshidratación y alcalosis.
Recidiva
Los factores que inciden en la recidiva de la úlcera son la falta de erradicación del H.
pylori, el uso continuado de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y el
tabaquismo. Con menor frecuencia, un gastrinoma puede ser la causa. La tasa de
recidivas a 3 años de las úlceras gástricas y duodenales es < 10% cuando la
erradicación del H. pylori es exitosa, pero es > 50% cuando no lo es. Por lo tanto, un
paciente con enfermedad recurrente debe ser evaluado para detectar H. pylori y debe
tratarse de nuevo si las pruebas son positivas.
Aunque el tratamiento a largo plazo con bloqueantes H2, inhibidores de la bomba de
protones o misoprostol reduce el riesgo de recidiva, no se recomienda su utilización
sistemática con este fin. Sin embargo, los pacientes que requieren medicamentos
antiinflamatorios no esteroideos después de haber tenido una úlcera péptica son
candidatos a tratamiento prolongado, así como aquellos con una úlcera marginal o
perforación o hemorragia previa.
Cáncer de estómago
Los pacientes con úlceras asociadas con H. pylori tienen un riesgo de 3 a 6 veces más
alto de cáncer gástrico en etapas ulteriores de la vida. Las úlceras de otra etiología no
aumentan el riesgo.
TRATAMIENTO:
La HD se divide en aguda y crónica, cuando la HDAguda afecta los signos vitales del
paciente como el pulso y la tensión arterial se le conoce como HDMasiva, la mayoría de
hemorragias digestivas agudas son ocasionadas por una hemorragia digestiva crónica
que es muy discreta ósea una hemorragia oculta.
Hay entidades que pueden ocasionar una hemorragia crónica pero es difícil de tectar para
ellos se necesita indagar mas y utilizar exámenes diagnósticos mas específicos como la
anemia ferropénica que para detectarla hay que realizar un estudio de sangre oculta en
heces fecales, debido a que esta entidad no tiene manifestación especial.
ESOFAGO:
-Varices esofágicas
-tumores esofágicos
-esofagitis
-sindrome de Mallory Weiss (laceración no penetrante del segmento distal del esófago y la
región proximal del estomago, causada por vómitos, arcadas o hipo)
-Hernia hiatal
ESTOMAGO Y DUODENO:
-Ulcera péptica
-Ulcera agudas
-Gastritis
-Carcinoma gástrico
-Tumores benignos
INTESTINO DELGADO:
INTESTINO GRUESO:
RECTO Y ANO:
-Hemorroides
-proctitis: inflamación del revestimiento interno de la pared del recto (mucosa rectal)
-Fistulas y fisuras anales
-Carcinoma rectal
-Colangenosis
-Discrasias sanguíneas y transtornos de coagulación
-Telangiactasia hemorrágica hereditaria
-Uremia
-Periarteritis nudosa
-Purpura alérgica
-policitemia vera
Ante un paciente con hemorragia de vías digestivas deberá recorrerse los siguientes
pasos:
1.Calcular la magnitud de la hemorragia
2.Establecer la velocidad de la perdida activa
3.instaurar la terapia de reposición de la volemia
4.determinar la localización del sitio de la hemorragia
5.establecer el diagnostico etiologico
6.instaurar la terapéutica etiológica
Y ya en caso de melena las deposiciones pueden permanecer negras por varios días
aunque no se hayan producido hemorragias adicionales.
Una hemorragia aguda también puedes verse discimulada por la ingesta de algunos
fármacos que colorean la heces de color negro como el hierro, el bismuto, y carbon, a
su vez la ingesta de algunos alimentos como la remolacha, etc.
DISFAGIA
(DIFICULTAD PARA DEGLUTIR LIQUIDOS O SOLIDOS)
*Pirosis: agrieras
*Odinofagia: dolor agudo retroesternal alto en el momento de deglutir ( dolor al deglutir)
*Regurgitacion: devolución del contenido gastroesofágico hasta la boca, el paciente lo
percibe como un sabor amargo o acido.
*Globo faríngeo: la sensación de tener una masa o bola atravesada en la garganta pero
no dificulta la deglución.
DISFAGIA ESOFAGICA: esta puede ser debida a lesiones mecánicas que obstruyen el
esófago o transtornos de la motilidad esofágica.
Entonces desde el punto de vista de su patogenia la disfagia puede ser ocasionada por
dos mecanismos principales : OBSTRUCCION MECANICA Y LA DISFUNSION
MOTORA.
NAUSEAS Y EMESIS
NAUSEAS:
Las náuseas son la sensación consciente e involuntaria del deseo inminente de vomitar.
Se las describe como una sensación desagradable de desazón e inquietud, referida a la
garganta y al epigastrio, con sudoración, sialorrea y modificación del ritmo respiratorio,
que se presenta sola o seguida de arcadas, y que puede culminar en el vómito.
La patogenia es la misma que la del vómito, pero con reflejos menos intensos. Se observa
una disminución de la actividad funcional del estómago con alteraciones de la motilidad
del duodeno y el resto del intestino delgado. Las náuseas pueden responder a causas
funcionales, que generalmente aparecen en personas hipersensibles, frente a estímulos
desagradables de tipo visual, olfatorio o gustativos, o a alteraciones emocionales, así
como a causas orgánicas, que habitualmente son de origen gastroduodenal aunque
también pueden originarse en cambios de la presión intracraneal o en patologías del resto
del abdomen y del tórax. Asimismo, las náuseas pueden ser provocadas por fármacos y
por estimulación del aparato vestibular.
Cuando se presentan de manera permanente se habla de estado nauseoso, pudiendo
originarse en afecciones abdominales, pelvianas o del sistema nervioso central
La metodología de estudio del paciente nauseoso está basada en la impresión clínica
inicial, debiéndose definir si se trata de náuseas de origen funcional u orgánico. Para ello
el interrogatorio y el examen físico orientarán hacia una patología determinada. Los
estudios de laboratorio, radiológicos y endoscópicos, permitirán establecer la etiología.
El diagnóstico de náuseas funcionales o psíquicas se efectúa por exclusión.
VOMITO:
a. Vómito central. Sin náuseas ni arcadas que lo precedan; se presenta con los
cambios de posición. Es el vómito en chorro de canilla de la hipertensión
endocraneana.
b. Vómito periférico. Es aquel a punto de partida gastroduodenal, acompañado de
náuseas y arcadas. Puede calmar o no las molestias y se lo observa en las
gastritis, la úlcera gástrica o duodenal, el cáncer gástrico.
c. Vómito reflejo. El punto de partida es extra gastroduodenal; está acompañado por
otros síntomas de la enfermedad de base. No calma las molestias. Se lo observa
en las apendicitis, anexitis, peritonitis.
INTERROGATORIO
Y METODOLOGÍA
DE ESTUDIO
Ante un paciente
vomitador es
importante un buen
interrogatorio, que
permita definir el
momento de
-iniciación
-la frecuencia
-el tiempo desde el comienzo
-la composición
-ingesta de alcohol
-y si el paciente es fumador
-pérdida de peso
- anorexia
así como evaluar el estado psicológico y la historia social del enfermo. El examen físico
debe ser completo, poniendo especial énfasis en la presencia de fiebre, ictericia,
anomalías neurológicas, y en el examen abdominal y cardiovascular.