Analisis Neruda Poema "Inclinado"
Analisis Neruda Poema "Inclinado"
Analisis Neruda Poema "Inclinado"
El poema “Inclinado” del autor Pablo Neruda1, presenta por medio del yo lírico un amor loco
y apasionado que no es correspondido por la mujer que desea conquistar; a pesar de sus
esfuerzos por llamar su atención ésta se mantiene fría y distante llevando al narrador a la
tristeza y a la soledad. Pablo Neruda posee una poderosa capacidad para plasmar
imágenes sensoriales vívidas y evocadoras, utilizando una amplia gama de metáforas y
símiles. A través de su poesía, logra despertar los sentidos del lector, transportándolo a
escenas y paisajes llenos de color y texturas. ¿Quién lo plantea? Neruda encuentra la
belleza en las cosas más simples de la vida, convirtiendo objetos y situaciones comunes en
elementos cargados de significado poético. La pasión y el amor desbordantes son
elementos fundamentales en su estilo. Sus versos están impregnados de un fervor
apasionado que transmite intensidad emocional y profundidad lírica. Otras características
dentro de repertorio literario es la naturaleza -desde la majestuosidad de los océanos
hasta la serenidad de los campos y los bosques-, Neruda retrata con maestría los detalles y
las sensaciones que le evocan. A través de metáforas y descripciones detalladas, logra
transportar al lector a esos escenarios, permitiéndole experimentar la vastedad y la poesía
que emana de la naturaleza. La relación entre el ser humano y el entorno natural es un tema
recurrente en su poesía, reflejando su profundo respeto y admiración por la vida en todas
sus formas. En los poemas de Neruda, la naturaleza adquiere un protagonismo propio,
convirtiéndose en un símbolo de libertad, inspiración y conexión espiritual.
El poema presenta una composición de siete estrofas pareadas, de rima asonante, evoca
figuras retóricas -metáforas, personificación, aliteración- para crear imágenes sensoriales y
emociones intensas que enriquecen la experiencia del lector invitado a profundizar el
significado del poema reflexionando sobre la naturaleza del amor. Desde el comienzo se
puede observar mediante la utilización de alegorías como asocia su modo de actuar a la de
un pescador al momento de atrapar su presa para sobrevivir, donde este yo2 con sus redes
pretende obtener la atención de su amada “inclinado en las tardes tiro mis tristes redes a tus
ojos oceánicos”.
Los dos primeros versos presentan personificación -tristes redes-, anáfora “inclinado en las
tardes tiro mis tristes redes/ a tus ojos oceánicos”; aliteración de las letra t y la letra s.
Plantea el yo lírico masculino mediante la condición de género en la primer palabra del
poema “Inclinado”. En este aspecto dado que el artista genera sentidos desde un
posicionamiento organizando la mimesis a la realidad en su función de autor (Talens, 1980,
p.2), nos introduce la acción del pescador al tirar sus redes para capturar su presa asociado
al enamorado para conquistar el amor de una mujer donde las redes adjetivadas como
“tristes” –hipálage3– hacen referencia a la tristeza que invade su alma por considerar a su
amada muy lejana. Luego, encontramos metonimia sobre los ojos oceánicos de la amada,
ojos que lo abarcan todo, que miran pero que no quieren ver; ojos que son infinitos,
vinculado con el océano por su color azul y la mirada profunda.
Vuelve a retomar los sentimientos de la primera estrofa. Como el pescador intenta atrapar la
atención de su amada a pesar su tristeza pero en realidad en estos dos versos hay factores
divergentes, porque ahora las “tristes redes” son arrojadas al mar “que sacude tus ojos
oceánicos”. En los primeros versos eran en ella, en sus ojos oceánicos; ahora es en el mar
que la contiene, tratando de encontrar su mirada que siguen esquivándolo de un lado a otro.
Otra vez la metonimia para expresarse de ella y comparándola con el océano por el color
azul profundo de sus ojos.
En la sexta estrofa “los pájaros nocturnos picotean las primera estrellas” nos invita a pensar
aquellas primeras estrellas del cielo dando la sensación de que está anocheciendo y él está
contemplando ese suceso; y esas primeras estrellas resplandecen con su brillo provocando
la sensación similar a la de su alma cada vez que la ve “que centellean como mi alma
cuando te amo” simbolizando un amor puro y espiritual.
Al final de la obra el yo lirico personifica a la noche quien galopa sobre animal “galopa la
noche en su yegua sombría”, conjuntamente el poeta ingresa imágenes sensoriales: el
galope de la yegua -imagen auditiva- al mismo tiempo “sombría” considera el paso de la
noche que llega con su tristeza y melancolía; la noche “desparrama espigas azules por el
campo” –imagen visual-. Pone al final de segmento la aceptación del enamorado, quien en
la noche, invadido por la melancolía recuerda a su amada mirando el mar.