Schutz
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Los músculos voluntarios son los más conocidos por nosotros mismos, y por
tanto, supuestamente los que mejor controlamos. El mundo actual somete al
hombre a situaciones difíciles que, en la mayoría de casos, conllevan tensiones
musculares asociadas a una cierta angustia vital. Ambos elementos proporcionan
un círculo vicioso, que no es fácil romper. Precisamente este ejercicio, puede
conseguirlo.
Es posible que, tras la primera semana, comience a notar peso en otras zonas
de su cuerpo. Se trata del fenómeno de "generalización". No se alarme; es
frecuente y normal que suceda, y significa que otros grupos musculares de su
cuerpo participan de la relajación. Excelente.
¿Cómo se hace el ejercicio? Una vez aprendidos los ejercicios anteriores, seguir
la siguiente secuencia:
En este caso se pretende que la persona sienta en toda la región abdominal una
sensación de calor agradable, similar al que se siente en el ejercicio número dos
sobre la mano. Para conseguirlo, es preciso concentrarse a unos 5-7 centímetros
por encima del ombligo.
¿Cómo se hace el ejercicio? Una vez aprendidos los ejercicios anteriores, seguir
la siguiente secuencia:
¿Cómo se hace el ejercicio? Una vez aprendidos los ejercicios anteriores, seguir
la siguiente secuencia:
Una vez dominado todos los ejercicios, no dude en ampliar el tiempo de relajación
si así lo desea hasta llegar a los 20-30 minutos.
Una vez entrenado el paciente en relajación, elaborado la jerarquía de ansiedad y
evaluado la capacidad imaginativa del paciente, se comienza con las sesiones de
desensibilización (Ángeles et al., 2012).
Se comienza por acordar una señal que el paciente realizará para indicar que está
relajado o por lo contrario si se siente con ansiedad. La sesión de
desensibilización comienza con el paciente sentado en un lugar cómodo y
desarrollando la respuesta de relajación para el la cual ya fue previamente
entrenado, una vez indicada su señal se presenta el primer ítem de la jerarquía y
se le pide que lo imagine con el mayor realismo posible. Si ante la presentación
del ítem el paciente indicase ansiedad considerando el límite de USAs que indican
ansiedad, se le da la indicación de dejar de imaginar y volver a centrarse en la
relajación. En caso de que no se produzca ansiedad el ítem se mantiene en la
imaginación durante unos 15 o 20 segundos, después de este tiempo se le pide al
paciente centrarse nuevamente en la relajación (40 o 50 segundos) y se y se
volverá a presentar el mismo ítem siguiendo las mismas pautas, si nuevamente no
se produce ansiedad se realizará una nueva pausa para centrarse nuevamente en
la relajación y después volver a presentar el ítem una tercera vez. Si no hay
ninguna señal de la presencia de ansiedad durante la exposición, el tiempo de
exposición del ítem se va haciendo un poco más largo en cada presentación
(1ª:15-20 s / 2ª: 25-30 s / 3ª: 35-50 s). Si hay problemas de ansiedad el tiempo de
presentación no se alargará hasta que la exposición no se haya dado libre de
ansiedad (Ángeles et al., 2012). Es importante mantener siempre un tiempo de
atención en la relajación no inferior a 40 segundos entre las exposiciones,
pudiendo alargarse si aparecen señales de ansiedad. La presentación consecutiva
de un ítem tres veces sin que se produzca ansiedad, o que la que se produzca no
supere los 25 USAs es el criterio de desensibilización de él, en este momento es
posible ya pasar al siguiente en la jerarquía. En general, en una sesión de
desensibilización suele dar tiempo a desensibilizar 3 o 4 ítems. Si durante la
exposición de un ítem se producen respuestas de ansiedad persistentes (se ha
presentado ya cuatro veces y no hay reducción de la ansiedad), se retrocede al
ítem desensibilizado anterior