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Trastorno Bipolar

El documento describe el trastorno bipolar, incluyendo su definición, causas, tipos y criterios de diagnóstico. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo y la actividad, y puede manifestarse como episodios de manía o depresión. Los factores genéticos y ambientales contribuyen a su desarrollo.
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Trastorno Bipolar

El documento describe el trastorno bipolar, incluyendo su definición, causas, tipos y criterios de diagnóstico. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo y la actividad, y puede manifestarse como episodios de manía o depresión. Los factores genéticos y ambientales contribuyen a su desarrollo.
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TRASTORNO BIPOLAR

INTRODUCCIÓN:
El trastorno bipolar puede manifestarse a cualquier edad, pero suele tener un
inicio más común en la etapa de la juventud o en la adultez temprana, con
una media alrededor de los 20 a 30 años. La influencia genética en el
trastorno bipolar es significativa, y se ha observado que existe un
componente hereditario en su desarrollo. Sin embargo, como se mencionó,
es un trastorno poligénico, lo que significa que está influenciado por múltiples
genes de diferentes regiones del genoma, y no se puede atribuir a un solo
gen. Además de los factores genéticos, también se ha observado que
factores ambientales y neuroquímicos desempeñan un papel importante en el
desarrollo de este trastorno. La presencia de familiares con trastornos
psiquiátricos, como usted mencionó, aumenta el riesgo de desarrollar
trastorno bipolar.

DEFINICIÓN:
El trastorno bipolar es un trastorno mental que se caracteriza por cambios
extremos en el estado de ánimo, la energía y la actividad. Estos cambios
pueden incluir episodios de manía, en los que la persona se siente
excesivamente eufórica y llena de energía, así como episodios de depresión,
en los que experimentan una profunda tristeza y falta de energía. Estos
episodios pueden ser crónicos o episódicos, y el trastorno bipolar a menudo
requiere tratamiento médico y terapia para ayudar a las personas a manejar
sus síntomas. También es importante señalar que los términos "trastorno
maníaco-depresivo" y "depresión maníaca" son denominaciones más
antiguas para el trastorno bipolar.

ETIOLOGÍA:
La causa está en su origen, esencialmente, biológica y genética. El sistema
límbico es el responsable de regular las emociones y de que el estado de
ánimo esté estable y acorde a las circunstancias, influye en que cada día nos
levantemos con un humor similar y coherente con lo que sucede en la vida.
Evidentemente, este humor será más o menos estable en función de
diferentes aspectos como la salud física, el descanso, los acontecimientos
diarios.
En el caso de las personas que tienen trastorno bipolar, el sistema límbico
funciona erróneamente, por lo que su estado de ánimo sufre bruscas
alteraciones sin que necesariamente exista un motivo personal, laboral,
familiar o social que lo justifique. Se desconoce la causa exacta del trastorno
bipolar, pero este puede implicar varios factores, entre ellos:
● Diferencias biológicas. Las personas con trastorno bipolar tienen
cambios físicos en el cerebro. La importancia de estos cambios aún es
incierta, pero con el tiempo puede ayudar a identificar las causas.
● Genética. El trastorno bipolar es más frecuente en personas que tienen
un familiar de primer grado (como hermanos o padres) con esta
enfermedad. Los investigadores están buscando genes que puedan
intervenir en el origen del trastorno bipolar.

EPIDEMIOLOGÍA
El trastorno bipolar es una enfermedad crónica que se caracteriza por
eventos que varían entre la manía y la depresión. Según Goodwin citado por
Echeverri , esta enfermedad afecta al 1,2% de la población mundial; mientras
que la OMS, citado por Echeverri (2), sostiene que la afección se da en un
2,4%. No obstante, al llevar esta realidad al grupo de personas estudiadas,
que son los habitantes de las parroquias rurales de Cuenca, se observó que
la prevalencia se da en el 3,30% de los pacientes; casi tres veces el
porcentaje establecido por Goodwin (2); y prácticamente un 50% más de lo
indicado por la OMS.
La OMS (2) sostiene que la bipolaridad tipo I se presenta en mayor cantidad
de casos que la bipolaridad tipo II. Se recuerda que la principal diferencia
entre ambas es que la bipolaridad tipo I presenta episodios maníacos
severos, mientras que la bipolaridad tipo II presenta eventos hipomaníacos;
los cuales no son tan graves como los primeros.La cantidad de personas con
bipolaridad tipo I es mayor a la de bipolaridad tipo II.
En lo referente a la distribución de casos de bipolaridad por edades, se
muestra que la enfermedad suele presentarse en la adultez; alrededor de los
21 años. En un estudio reciente efectuado en 11 países se halló que la
mediana de la edad de comienzo es a los 25 años. Particularmente en
Colombia, se establece que la edad más usual en la cual se presenta por
primera vez la enfermedad es 24 años. Sin embargo, esto no es dato estático
debido a que anterior a esta edad es complicado diagnosticar la enfermedad,
ya que los adolescentes suelen presentar episodios hipomaníacos como
consecuencia de causas diferentes a la bipolaridad

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS:
Según el (DSM-5). Para el diagnóstico del trastorno bipolar se deben cumplir
los siguientes criterios:
Presencia de episodios maníacos y/o episodios depresivos mayores:
- Episodio maníaco: periodo de al menos una semana de duración en el
que se presenta un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable,
acompañado de síntomas como aumento de la energía, disminución de la
necesidad de dormir, aumento de la actividad y de la habla, aumento de la
autoestima o grandiosidad, pensamientos acelerados, distracción, agitación
psicomotora, implicación excesiva en actividades placenteras con
consecuencias negativas, etc.
- Episodio depresivo mayor: periodo de al menos dos semanas de
duración en el que se presenta un estado de ánimo depresivo persistente,
pérdida de interés o placer en actividades, cambios significativos en el peso o
apetito, alteraciones en el sueño, agitación o enlentecimiento psicomotor,
fatiga o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultad para
concentrarse o tomar decisiones, pensamientos recurrentes de muerte, etc.

Exclusión de otros trastornos:


- Los episodios maníacos/depresivos no se explican mejor por la presencia
de otro trastorno mental como esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo,
trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad, etc.

La alteración de ánimo y los cambios en la actividad diaria causan un


deterioro significativo en el funcionamiento social, laboral y/o en otras áreas
importantes de la vida.

TIPOS O CLASIFICACIÓN:
1. Trastorno bipolar tipo I: Se caracteriza por la presencia de episodios
maníacos completos que duran al menos una semana, y pueden ser
seguidos de episodios depresivos. Durante los episodios maníacos, la
persona puede experimentar un aumento excesivo de energía, euforia,
impulsividad y comportamientos arriesgados.
- Prevalencia: Afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.
- Criterios diagnósticos: Los criterios diagnósticos incluyen la
presencia de al menos un episodio maníaco o mixto, y la exclusión de
otras condiciones médicas o trastornos psiquiátricos que podrían
explicar los síntomas.
- Tratamiento: El tratamiento generalmente implica una combinación de
medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, como el litio o los
anticonvulsivos, y terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-
conductual.
- Prevención: No existe una forma de prevención específica para el
trastorno bipolar tipo I, pero un diagnóstico temprano y un manejo
adecuado pueden ayudar a reducir la gravedad y frecuencia de los
episodios.

2. Trastorno bipolar tipo II: Se caracteriza por episodios depresivos


recurrentes alternados con episodios hipomaníacos. Los episodios
hipomaníacos son menos severos que los episodios maníacos
completos.
- Prevalencia: Afecta aproximadamente al 0.5%-1.5% de la población
mundial.
- Criterios diagnósticos: Los criterios diagnósticos incluyen la
presencia de al menos un episodio depresivo y un episodio
hipomaníaco, así como la exclusión de otras condiciones médicas o
trastornos psiquiátricos.
- Tratamiento: El tratamiento implica medicamentos estabilizadores del
estado de ánimo, terapia psicoterapéutica y, en algunos casos,
antidepresivos.
- Prevención: Al igual que con el trastorno bipolar tipo I, no hay una
forma específica de prevención, pero un manejo adecuado puede
ayudar a reducir la gravedad y frecuencia de los episodios.

3. Trastorno bipolar no especificado: Engloba los síntomas bipolares


que no cumplen completamente con los criterios de los tipos I o II.
Puede incluir episodios subsindrómicos o síntomas menos graves.
- Prevalencia: No hay datos exactos sobre la prevalencia de este tipo
de trastorno bipolar, ya que es una categoría amplia y menos
específica.
- Criterios diagnósticos: Los criterios diagnósticos son menos estrictos
que para el tipo I o II, pero aún se requiere la presencia de síntomas
bipolares significativos.
- Tratamiento: El tratamiento es similar al de los otros tipos de trastorno
bipolar, adaptado a los síntomas y necesidades individuales.
- Prevención: No hay una forma específica de prevención, pero un
diagnóstico temprano y un manejo adecuado pueden ayudar a
prevenir complicaciones y a mejorar el pronóstico.

4. Ciclotimia: Se caracteriza por la presencia de síntomas hipomaníacos


intercalados con episodios depresivos leves.
- Prevalencia: Afecta aproximadamente al 0.4%-1% de la población
mundial.
- Criterios diagnósticos: Los criterios diagnósticos incluyen la
presencia de síntomas hipomaníacos y episodios depresivos leves
durante al menos dos años.
- Tratamiento:El tratamiento puede incluir medicamentos
estabilizadores del estado de ánimo y terapia psicoterapéutica, similar
al manejo de otros tipos de trastorno bipolar.
- Prevención: No hay una forma específica de prevención, pero un
manejo adecuado puede ayudar a minimizar los episodios y a mejorar
la calidad de vida.

CRITERIOS DIAGNÓSTICO DIFERENCIALES:

1. Trastorno bipolar tipo I:


- Se debe descartar la presencia de trastorno depresivo unipolar, es decir,
episodios recurrentes de depresión sin historia de episodios maníacos.
- Se debe diferenciar de otros trastornos del estado de ánimo inducidos por
sustancias, como el trastorno bipolar inducido por sustancias.

2. Trastorno bipolar tipo II:


- Se debe diferenciar de la depresión mayor recurrente, que es caracterizada
por episodios depresivos sin la historia de episodios maníacos o
hipomaníacos.
- Se debe descartar la presencia de trastorno ciclotímico, ya que este último
implica episodios hipomaníacos y depresivos menores menos graves.

3. Trastorno ciclotímico:
- Se debe diferenciar de otros trastornos del estado de ánimo, como el
trastorno bipolar tipo II, ya que el trastorno ciclotímico implica episodios
hipomaníacos y depresivos menores menos graves y no alcanza los criterios
para un episodio depresivo mayor o un episodio maníaco.
- Se debe descartar la presencia de trastorno de personalidad límite, ya que
el trastorno ciclotímico es un trastorno del estado de ánimo y no implica
dificultades crónicas en la regulación emocional y la identidad.

TRATAMIENTO DE TRASTORNOS BIPOLARES


Habitualmente comprende 3 fases:
Aguda: Tiene por objetivo estabilizar y controlar las manifestaciones iniciales
del trastorno.
Continuada: Para alcanzar una remisión completa.
Mantenimiento o prevención: para mantener a la persona en remisión.

Terapia farmacológica
Esta incluye administración de medicamentos de 2 tipos:
Estabilizadores del estado de ánimo: litio y algunos anticonvulsivos como
valproato, la carbamazepina y la lamotrigina.
Antipsicóticos de 2da generación: aripiprazol, lurasidona, olanzapina,
quetiapina, risperidona, ziprasidona y cariprazina.
A veces se agregan antidepresivos específicos (p. ej., inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina [ISRS]) para la depresión grave, pero su
eficacia es controversial; no se recomiendan como única terapia en los
episodios depresivos.

Psicoterapia
Puede ser muy útil la terapia cognitivo-conductual para identificar
comportamientos y creencias negativos y poco saludables, y reemplazarlos
por otros positivos y saludables.
La terapia de ritmo social es otro tipo de terapia que puede ayudar a la
persona a tener una rutina constante de vida para mantener estable y
controlado el estado de ánimo.
En condiciones de trastornos bipolares más graves, participar en un
programa de tratamiento ambulatorio puede ser muy beneficioso. Sin
embargo, el proveedor puede recomendar la hospitalización si el trastorno
bipolar afecta considerablemente el desempeño de las funciones o su
seguridad.

PREVENCIÓN
No existe una forma de prevenir los trastornos bipolares pero una detección
temprana de síntomas que dan señales de algún problema de salud mental y
su abordaje pueden ayudar a evitar que empeoren.
Además, hacer cambios en el estilo de vida ayuda a regularizar patrones de
comportamiento. Evitar las drogas y el alcohol, rodearse de personas
positivas, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente son cruciales
para mantener un buen cuidado de la salud mental, además, considerar
mantener un registro del estado de ánimo puede ser útil.

CONCLUSIONES:
1. El trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente que afecta
tanto al estado de ánimo como a la energía y la actividad de una
persona. Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios
de manía, en los que se sienten eufóricos o irritables, y episodios de
depresión, en los que se sienten tristes y sin energía.

2. El trastorno bipolar puede afectar significativamente la vida de una


persona, ya que puede interferir con sus relaciones personales, su
desempeño académico o laboral, y su capacidad para realizar tareas
diarias. También puede aumentar el riesgo de suicidio.

3. El trastorno bipolar puede tratarse con terapia y medicación. Un


tratamiento adecuado puede ayudar a las personas con trastorno
bipolar a estabilizar su estado de ánimo, prevenir recaídas y llevar una
vida plena y funcional. Sin embargo, es importante que las personas
con trastorno bipolar busquen ayuda profesional y sigan el tratamiento
adecuado para gestionar su enfermedad de manera efectiva.

TRASTORNOS MENTALES ORGÁNICOS


INTRODUCCIÓN:
Existe una relación entre la salud mental y la salud física, y muchas veces se
observan síntomas psiquiátricos en personas que tienen enfermedades somáticas o
problemas orgánicos en el cerebro. El término "trastorno mental orgánico" se utiliza
para describir trastornos psiquiátricos que están directamente relacionados con una
enfermedad cerebral estructural demostrable, como tumores cerebrales,
traumatismos o degeneración cerebral. También se aplica a trastornos psiquiátricos
que surgen debido a disfunciones cerebrales secundarias a enfermedades
sistémicas o extracerebrales, como el síndrome de Cushing o el mixedema. Esta
conexión entre la salud física y mental destaca la importancia de una evaluación
integral de la salud de una persona, ya que los problemas médicos subyacentes
pueden contribuir a síntomas psiquiátricos. El tratamiento y la gestión de estos
trastornos a menudo requieren un enfoque multidisciplinario que involucra tanto a
profesionales de la salud mental como a médicos especializados en el tratamiento
de las condiciones físicas subyacentes.

DEFINICIÓN:

La Décima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), de 1992, de la


OMS, considera como Trastornos Mentales Orgánicos (TMO) a un amplio, variado y
complejo conjunto de desórdenes psicológicos y conductuales que se originan en
una pérdida o anormalidad de la estructura y/o función del tejido cerebral. Fueron
llamados anteriormente síndromes orgánicos cerebrales. Esta disfunción puede ser
calificada como primaria, en el caso de enfermedades, lesiones o daños que afectan
el cerebro de un modo directo y selectivo, o secundaria, cuando otras enfermedades
sistémicas o alteraciones orgánicas determinan el mal funcionamiento cerebral. Los
trastornos cerebrales secundarios al consumo de sustancias (incluyendo alcohol),
lógicamente, pertenecen a este grupo, pero por conveniencia taxonómica se les
considera en una sección aparte.

ETIOLOGÍA

Generalmente se debe a factores endocrinos o uso de sustancias psicoactivas; por


ejemplo, hipo o hipertiroidismo, hipoglucemia o hipercortisolismo, intoxicación por
drogas estimulantes, alcohol o tranquilizantes y tumores cerebrales.
Condición trastorno mental característico resultante de un deterioro difuso del tejido
cerebral debido a cualquier causa demostrable;

Es el agente que causa disfunción metabólica del c erebro, daño en su estructura o


ambos, y es condición necesaria para la aparición del síndrome. En su modo de
acción debemos tomar en cuenta:

1.1 Grado de fuerza. Se refiere a la mayor cantidad o intensidad en la acción del


agente: así, el mayor grado de hipoglucemia, hipoxia, toxina circulante, etc., o la
mayor severidad de un traumatismo encéfalo craneano, aumentarán la probabilidad
de disfunción cerebral.
1.2 Simultaneidad de varios factores patógenos. Tal como sucede en
quemaduras severas, cirugía, infecciones, etc. Así, por ejemplo, en el delirium
postquirúrgico, se aúnan los factores de estrés por la intervención, dolor
postoperatorio, insomnio, medicación antiálgica, desequilibrio electrolítico, infección,
fiebre y pérdida sanguínea. Factores de toxemia, hipoxia, alteraciones del Ph
sanguíneo potencian su efectividad y pueden causar un síndrome de delirio.

1.3 Extensión o amplitud del compromiso cerebral. El daño o disfunción cerebral


puede ser:

a). De tipo global o generalizado, tal como en la insuficiencia metabólica cerebral


por déficit en el aporte de oxígeno, glucosa, vitaminas y otros sustratos esenciales;
o en las encefalopatías metabólicas de origen hepático, renal, pulmonar, etc.; o

b). De tipo localizado o selectivo; así, la acción sobre la región reticular del tallo
cerebral causa entorpecimiento de la conciencia; algunas drogas y virus tienen
afinidad específica por el sistema límbico

1.4 Modo de acción. Si la alteración es repentina e intensa (crisis hipertensiva,


hipoglicémica, hipocalcémica) o rápidamente progresiva (invasión de una neoplasia
maligna), se puede producir grados variables de entorpecimiento de conciencia,
delirium o crisis convulsiva. Si el cambio es lento y prolongado (crecimiento de un
tumor cerebral, hematoma subdural crónico, intoxicación crónica con barbitúricos o
monóxido de carbono, hipotiroidismo crónico, anemia perniciosa, deficiencia
nutricional prolongada, procesos degenerativos del sistema nervioso central) o si los
trastornos patológicos se repiten a menudo (traumatismos cefálicos en boxeadores,
reiterados infartos cerebrales, crisis hipoglicémicas), se presentará una
psicopatología de inicio gradual y de curso subagudo o crónico, de tipo demencia, a
veces irreversible.

EPIDEMIOLOGÍA:

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS:
Los criterios diagnósticos para los trastornos mentales orgánicos varían según el
tipo de trastorno. En general, los criterios diagnósticos incluyen la presencia de
síntomas cognitivos, deterioro intelectual, así como alteraciones de la afectividad,
como pérdida del control afectivo y labilidad emocional
Según el (CIE-10)
Demencia (F00-F03):
- Presencia de deterioro adquirido y persistente de múltiples funciones
cognitivas (como memoria, lenguaje, orientación, capacidad de juicio) y un
deterioro en el funcionamiento social o laboral que representa un cambio con
respecto al nivel previo.
- La presencia de alteraciones de la conciencia, del estado mental o del
comportamiento no son de naturaleza psicótica.
- El deterioro cognitivo no se explica mejor por otro trastorno mental y debe
ser atribuible a una enfermedad cerebral o a un daño cerebral.
Delirium, no inducido por alcohol ni por otras sustancias psicoactivas
(F05.0):
- Presencia de alteraciones de la conciencia y de la atención, desarrolladas
en un corto período de tiempo, que fluctúan a lo largo del día.
- Presencia de alteraciones adicionales en la cognición (como desorientación,
alteraciones de la memoria, trastornos del pensamiento) o en el estado
psicoafectivo.
- El trastorno no se explica mejor que otro trastorno mental y debe ser
atribuible a una enfermedad cerebral o a un daño cerebral.

TIPOS O CLASIFICACIÓN:

1. Demencia:Es un trastorno cerebral crónico que afecta a múltiples áreas


cognitivas y se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y la
capacidad de pensar.
- Prevalencia: Afecta aproximadamente al 5-7% de las personas mayores de
60 años.
- Criterios diagnósticos: La presencia de deterioro cognitivo en al menos
dos áreas (memoria, lenguaje, atención, etc.) que interfieren
significativamente en la vida diaria.
- Tratamiento: No existe una cura para la demencia, pero se pueden utilizar
medicamentos para tratar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los
pacientes.
- Prevención: Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente,
controlar la presión arterial y el colesterol, así como evitar el tabaco y el
consumo excesivo de alcohol pueden reducir el riesgo de desarrollar
demencia.

2. Delirium: Es un estado de confusión mental agudo que se desarrolla


rápidamente debido a una enfermedad médica o al uso de ciertos
medicamentos.
- Prevalencia: Afecta aproximadamente al 10-60% de los pacientes
hospitalizados y al 80% de los pacientes en unidades de cuidados
intensivos.
- Criterios diagnósticos: Alteraciones del estado de conciencia y dificultades
en la atención y la orientación, que fluctúan a lo largo del día.
- Tratamiento: El tratamiento se centra en identificar y tratar la causa
subyacente del delirium, además de brindar apoyo y control de los síntomas.
- Prevención: Evitar el uso innecesario de medicamentos que puedan causar
delirium, controlar adecuadamente las enfermedades médicas y prevenir
infecciones pueden ayudar a prevenir el desarrollo de delirium.
3. Síndrome amnésico orgánico: Es un trastorno selectivo o circunscrito a
las funciones de la memoria reciente y remota, con un grado variable de
severidad. No hay alteración del estado de conciencia (delirium) ni deterioro
intelectual (demencia).
- Inicio, Curso y Pronóstico. Varían según la causa del trastorno; la
enfermedad puede ser transitoria, con recuperación total o parcial, o
persistente, irreversible y aún de curso progresivo.
- Etiología. Este síndrome es causado por un daño o disfunción focal del
sustrato orgánico de la memoria: sistema hipotalámico-diencefálico o la
porción medial del lóbulo temporal (cuerpos mamilares, fórnix, hipocampo).
Los agentes patógenos pueden ser: deficiencia de tiamina, frecuente en el
alcoholismo crónico (acompañado de neuropatía periférica constituye el
síndrome de Korsakov), enfermedades que comprometan bilateralmente al
hipocampo (a menudo postencefalitis, meningitis tuberculosa, trauma
cerebral, infarto de la región temporal por trombosis o embolias), anoxia
cerebral (intento de ahorcamiento, paro cardíaco, complicaciones
anestésicas, intoxicaciones por CO2, hemorragias subaracnoidas, etc.). Un
síndrome amnésico de lenta evolución puede sugerir un tumor cerebral o
enfermedad de Alzheimer.
- Diagnóstico diferencial. El síndrome amnésico debe diferenciarse de los
trastornos psicógenos de la memoria (estados disociativos de amnesia y
fuga), caracterizados por sólo amnesia retrógrada con cierta pérdida de la
identidad personal y desencadenados por conflictos emocionales

4. Alucinosis orgánica: Trastorno con sintomatología única y fundamental de


alucinaciones, ya sea auditivas, visuales, táctiles u olfatorias, causado por
un factor orgánico específico. Su evolución es recurrente o persistente. No
se diagnosticará alucinosis orgánica cuando haya un estado de delirium,
demencia, esquizofrenia o trastorno afectivo mayor. El síndrome se
considera psicótico cuando hay convicción de que las alucinaciones son
reales e influyen en el comportamiento del sujeto; y, no psicótico, cuando
hay conciencia de que son causadas por un mal funcionamiento cerebral.
Puede haber fluctuaciones entre ambas situaciones.
- curso y pronóstico depende de la patología cerebral subyacente; puede
durar días o semanas o tener un curso crónico.
- El diagnóstico diferencial se hará con el delirium, la demencia, el síndrome
delusional orgánico, la esquizofrenia, los trastornos disociativos, los
síndromes afectivos en los cuales con frecuencia hay síntomas
alucinatorios. Hay que tener en cuenta las características específicas de
estos cuadros, y que en la alucinosis orgánica siempre debe encontrarse
datos clínicos o auxiliares de daño orgánico cerebral

5. Trastorno catatonico orgánico : Presenta leves alteraciones en el área


cognitiva, siendo lo más característico la presencia de síndromes
catatoniformes (estupor, agitación, estereotipias, negativismo). Las
encefalitis y las intoxicaciones con monóxido de carbono son los factores
etiológicos más frecuentes en este trastorno.
- El diagnóstico diferencial debe hacerse con la esquizofrenia catatónica en la
que no suelen encontrarse trastornos cognitivos ni enfermedades orgánicas
concomitantes.

6. Trastorno delusivo orgánico (esquizofreniforme): Se caracteriza por el


predominio de delusiones, generalmente de contenido paranoide, sin
compromiso de conciencia y con evidencia de factores orgánicos. Como
síntomas secundarios puede observarse (no siempre) moderada alteración
de la cognición, manifestaciones esquizofreniformes como perplejidad,
excentricidad en el vestir y lenguaje incoherente; además, anormalidades
psicomotoras como hiperactividad o apatía, conducta ritualista o
estereotipada. Si el síndrome es causado por el uso de sustancias químicas
como las anfetaminas, las delusiones pueden ser sistematizadas. Se
observa también en enfermedades generales que afectan el SNC, tales
como en la epilepsia del lóbulo temporal, Corea de Huntington y lesiones del
hemisferio no dominante. La aparición de un cuadro delusivo que por
primera vez debuta en la edad media de la vida, impone descartar
casualidad orgánica cerebral. El diagnóstico diferencial se hará con la
esquizofrenia paranoide y con los estados paranoides no orgánicos, en base
a la historia clínica, las pruebas psicológicas, y otros exámenes auxiliares
que puedan evidenciar un factor orgánico específico.

7. Trastorno afectivo orgánico: Trastorno caracterizado por variaciones del


estado de ánimo, ya sea depresión o manía, motivado por factores
orgánicos cerebrales. No hay demencia, delirio, alucinosis ni delusiones. De
intensidad variable, puede llegar a tener manifestaciones psicóticas
moderadas o severas. A veces, es difícil diferenciarlo de un episodio
afectivo mayor. Pueden asociarse, ocasionalmente, alucinaciones y
delusiones.
- Se suele presentar: En un número apreciable de enfermedades generales
que actúan como agentes etiológicos de cuadros depresivos o maníacos:
hipotiroidismo, Síndrome de Cushing, Síndrome de Addison, hepatitis,
anemia, desnutrición, carcinoma, procesos infecciosos generales como
tifoidea o tuberculosis; también en trastornos cerebrovasculares.
- Por uso de medicamentos: reserpina, clonidina, metildopa, cortisona,
anfetamínicos, antidepresivos tricíclicos, IMAOS, ansiolíticos, fenotiazinas y
otros antipsicóticos.
- Por uso de sustancias psicoactivas. En nuestro medio: pasta básica de
cocaína, cannabis, clorhidrato de cocaína, inhalantes, alcohol, y
alucinógenos.
- Los síntomas afectivos se explican como una respuesta psicopatológica
producida por la interferencia directa de los procesos bioquímicos y
neurofisiológicos que regulan el estado de ánimo.
- El diagnóstico diferencial se hace con los otros trastornos afectivos, en base
a la historia clínica y a la evidencia del factor orgánico específico.
8. Trastorno de ansiedad: El cuadro es similar al de Trastorno de Pánico o
de Angustia Generalizada pero en este caso la sintomatología es causada
por un factor orgánico específico que debe determinarse. El diagnóstico no
se hará en estado de Delirium. Generalmente se debe a factores endocrinos
o uso de sustancias psicoactivas; por ejemplo, hipo o hipertiroidismo,
feocromocitoma, hipoglucemia o hipercortisolismo, intoxicación por drogas
estimulantes, alcohol o tranquilizantes; tumores cerebrales localizados en la
zona del tercer ventrículo o cercanos a él y en epilepsia de origen
diencefálico. Otras causas pueden deberse a embolia pulmonar,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica, intolerancia a la aspirina,
enfermedad del colágeno y brucelosis. Deficiencia de B12, enfermedad
desmielinizante e intoxicación por metales pesados, son causas menos
probables de cursar con angustia como único síntoma, pero tal eventualidad
puede ocurrir.
- El diagnóstico diferencial se hará con los Trastornos de Angustia o de
Pánico verdaderos, tan frecuentes en psiquiatría pero que no reconocen una
etiología orgánica.

9. Trastorno disociativo orgánico: Presenta diversas disfunciones


cognoscitivas, entre las cuales destaca la pérdida parcial o completa de la
integración normal entre ciertos recuerdos del pasado y la conciencia de la
propia identidad, de manera que la información que se recibe no se integra
al resto de la experiencia. Suele presentarse en conexión etiológica con los
más diversos trastornos médicos (intoxicaciones, traumas, tumores, etc.).
- Se debe hacer el diagnóstico diferencial con el trastorno disociativo, siendo
un dato importante la personalidad premórbida y la presencia o ausencia de
enfermedad orgánica.

10. Trastorno de labilidad emocional orgánico: Se trata de un estado


caracterizado por labilidad emocional persistente y fatigabilidad; se presenta
con mayor frecuencia en la enfermedad vásculo cerebral.

11. Trastorno cognoscitivo leve: Se caracteriza por una disminución del


rendimiento cognoscitivo que puede incluir deterioro de la memoria,
dificultad de aprendizaje y de concentración; este trastorno puede preceder,
acompañar o suceder a infecciones o trastornos somáticos cerebrales o
sistémicos muy diversos
12. Trastorno orgánico de la personalidad y del comportamiento: Es el
conjunto de alteraciones o cambios de los rasgos de la personalidad que
pueden seguir o acompañar a una enfermedad, daño, o disfunción cerebral,
a menudo focal. No diagnosticar este síndrome es uno de los errores más
serios cometidos por un psiquiatra.
- Los cambios observables son:Alteración en la expresión de emociones
(deficiente o excesiva). Se presenta labilidad emocional, estados de euforia
y jocosidad que pueden pasar bruscamente a la apatía y crisis de llanto o
irritabilidad y, aun, explosiones de cólera y agresión; éstos suelen ser
motivados por estímulos mínimos. Hay cierto grado de desinhibición de
impulsos y satisfacción de necesidades sin importar las normas sociales
establecidas (robos, requerimientos sexuales inapropiados, voracidad al
comer, descuido de la presencia e higiene personal, etc.). Algunos suelen
tener poca motivación e iniciativa para comenzar y completar acciones. Los
defectos cognitivos son casi exclusivos en el área de la planificación de las
propias acciones con incapacidad de valorar sus probables consecuencias
personales y sociales. Las diferentes alteraciones de personalidad están en
relación con la localización y tipo de patología cerebral.
- En relación con factores etiológicos se ha descrito los dos siguientes
síndromes:
- Síndrome postencefalítico. Después de una encefalitis de origen vírico o
bacteriano, puede quedar una sintomatología residual de trastornos del
comportamiento, muy variables y en relación con la edad del sujeto al
momento de la infección. A menudo es reversible.
- Síndrome postconmocional. Se presenta después de un traumatismo
encéfalo-craneano que generalmente ha producido pérdida de conciencia.
La sintomatología, muy variada, incluye cefalea, mareo (sin vértigo),
irritabilidad, cansancio, baja del rendimiento intelectual, deterioro de
memoria, poca tolerancia al estrés emocional. Los factores psicológicos son
muy importantes para determinar estados de ansiedad, depresión e
hipocondría.
- El curso y pronóstico de los trastornos orgánicos de personalidad depende
de la etiología; si es transitoria (drogas u otras sustancias) o si es
persistente, secundaría a daño estructural del cerebro.
- El diagnóstico diferencial se hace con los desórdenes primarios de la
personalidad, el síndrome delusional orgánico y los desórdenes afectivos,
en base a la historia clínica, las características del cuadro y,
específicamente, por la evidencia de organicidad.

CRITERIOS DIAGNOSTICOS DIFERENCIALES:

1. Demencia:
- Los criterios diagnósticos diferenciales incluyen trastornos depresivos, como
la depresión mayor, que pueden presentar síntomas similares a la
demencia, pero que responden a tratamientos antidepresivos.
- Otro criterio diferencial es el deterioro cognitivo leve, que implica un
deterioro cognitivo más leve que la demencia, pero que no cumple con los
criterios para su diagnóstico. El deterioro cognitivo leve no afecta
significativamente la vida diaria y no cumple con los criterios de demencia.

2. Delirium:
- Los criterios diagnósticos diferenciales incluyen trastornos psiquiátricos
como la esquizofrenia, que puede presentar síntomas similares al delirium,
pero con una duración más prolongada y sin una causa médica subyacente.
- Otro criterio diferencial es el síndrome confusional agudo, que también es
un estado de confusión mental agudo, pero que puede tener una duración
más corta y una causa específica conocida, como una infección o un
traumatismo

TRATAMIENTO:
Está estrechamente relacionado con el conocimiento de los factores etiológicos. Un
enfoque total del problema supone considerar lo siguiente:

1. Prevención primaria: Impedir la acción de agentes causales sobre el


SNC.Evitar la intoxicación, infección, traumatismo, desnutrición, etc. Por
ejemplo, la demencia por múltiples infartos se puede evitar con el control y
tratamiento y tratamiento de la hipertensión arterial.

2. Prevención secundaria: Diagnóstico precoz.

2.1. Tratamiento etiológico o específico: Tratar los procesos patológicos


primarios causales. Ejemplo, en demencia, hay un 10 a 15 % de casos
tratables reversibles (meningiomas, tumores, hematoma subdural, etc). Sobre
el delirium, es básico tratar la causa subyacente (enfermedades,
intoxicaciones, etc).

2.2. Tratamiento inespecífico: Otros factores de comportamiento y


ambientales. Ejemplo, en demencia, enseñar la comprensión de la
enfermedad y definir los cuidados del paciente. En delirium, cuidar un buen
balance de líquidos, nutrición, tratar los estados de agitación, desilusiones,
alucinaciones, etc.

3. Prevención terciaria: Programa de rehabilitación psiquiátrica. Evaluar la


personalidad premórbida y el grado en que los trastornos han determinado la
pérdida de capacidades. Fijar una estrategia que use los recursos personales
y sociales para evitar la invalidez, hospitalizaciones y lograr en lo posible una
readaptación a la vida familiar, ocupacional y social.

PREVENCIÓN:
● Cuidar tu cuerpo haciendo ejercicios de relajación.
● Comer saludable.
● Practicar ejercicio físico.
● Dormir bien y evitar el consumo excesivo de alcohol, cigarrillo, drogas y por
supuesto buscar apoyo médico.

CONCLUSIONES

1. Los trastornos mentales orgánicos son aquellos que están


directamente relacionados con un daño o disfunción en el cerebro,
como consecuencia de una enfermedad, lesión o deterioro del tejido
cerebral. Esto significa que los síntomas y las características de estos
trastornos están influenciados por factores biológicos, a diferencia de
otros trastornos mentales que pueden estar más relacionados con
factores psicológicos o ambientales.

2. Los trastornos mentales orgánicos pueden presentarse de diferentes


formas y con distintos grados de gravedad. Algunos ejemplos
comunes de estos trastornos incluyen la demencia, el trastorno
neurocognitivo, la encefalopatía traumática crónica y el trastorno por
déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Cada uno de estos
trastornos tiene sus propias características y sintomatología, pero
todos ellos están relacionados con un problema en el funcionamiento
del cerebro.

3. La prevalencia de los trastornos mentales orgánicos es muy variable,


dependiendo de la causa específica y de la población estudiada.
Algunos de estos trastornos, como la demencia, son más comunes en
personas mayores, mientras que otros, como el TDAH, suelen
diagnosticarse en la infancia o adolescencia. Es importante destacar
que el diagnóstico y tratamiento adecuados de estos trastornos son
fundamentales para ayudar a las personas a manejar y minimizar los
síntomas, mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones
adicionales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- https://www.nimh.nih.gov/sites/default/files/health/publications/espanol/
trastorno-bipolar/trastorno-bipolar.pdf
- https://psiquiatria.com/tratado/cap_10.pdf

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