2o. ESPAÑOL A DISTANCIA
2o. ESPAÑOL A DISTANCIA
2o. ESPAÑOL A DISTANCIA
Competencia # 3: Redacta textos en forma clara, concisa, sencilla, organizada y adecuada al contexto y
a la intencionalidad.
TEMA: Principios de la conversación
El principio de cooperación: Existe un principio de buena conducta comunicativa que nos dice: cuando
estés en un intercambio conversacional, coopera con tu interlocutor.
Este principio se desglosa en cuatro máximas:
-de cantidad: decir en cada momento todo 'y solo lo que se debe decir;
-de cualidad: decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad;
-de relevancia: al hablar hay que ir al grano, ser pertinente, decir cosas que vengan a cuento;
-de modo: ser claro, breve, ordenado y evitar la ambigüedad.
Y deducimos que por algo lo hará, suponemos otros sentidos en las oraciones, hacemos inferencias.
El principio de cortesía: Al hablar, existen situaciones que ponen en peligro el equilibrio social. A veces
tenemos que decir algo que no es agradable para otra persona, que puede dañar su imagen pública o
invadir su territorio (por ejemplo, de intimidad), algo que le supone un esfuerzo, etc.
Acciones corteses: son las que proporcionan un beneficio al interlocutor (invitar, ofrecer, saludar,
felicitar...).
Para mitigar el efecto negativo de las acciones descorteses, debemos usar palabras corteses. Existen
expresiones (por favor, te estaría muy agradecido; ¿sería tan amable?.... si te soy sincero) que dulcifican
la carga negativa del acto que se solicita (petición, ruego...) o se expresa (respuesta negativa,
información desagradable, etc.).
-Vocalización: Con frecuencia solemos pronunciar lo que leemos, este vicio hace más lenta la lectura y
obtendremos una pobre concentración.
-Subvocalización: Aunque no pronunciemos oralmente lo que estamos leyendo, sí lo hacemos
mentalmente, este vicio también retrasa la lectura, pues seguimos haciendo una lectura palabra por
palabra captando términos aislados; y no por frases o líneas, captando conceptos o ideas que es nuestro
propósito.
-Lectura regresiva: el hábito de retroceder para volver a leer una palabra o una frase. Se trata de un hábito
inconsciente y que no tiene relación con la mayor o menor dificultad de lo leído. No debe por tanto,
confundirse la lectura regresiva con la decisión que el lector puede tomar de vez en cuando de releer algo
difícil o de especial interés.
Desde luego que resultarla imposible que podamos leer la línea número 10 de una sola mirada, ello tal vez
sea posible en la línea número 5, 6; pero lo que se debe procurar en líneas extensas es hacer el menor
número de pausas posibles.
Así lograremos una lectura conceptual, considerada como un verdadero trabajo mental de exploración.
Nos dice que, durante ella, la mente debe estar de continuo en una situación de alerta para registrar lo
novedoso, para interpretar los significados y así establecer las relaciones necesarias entre las ideas.
Averigüemos cuantas palabras leemos al comienzo y cronometremos las lecturas diariamente para
comprobar el progreso, recordando lo que se debe hacer:
• Menos paradas de la vista de cada línea.
•Abarcar más palabras en cada parada.
•Concentrarse en palabras claves.
•Concentrarse en grupos de pensamiento.
La pausa es hacer interrupciones de duración variable en puntos convenientes del discurso. A veces
consiste tan solo en suspender momentáneamente la voz. Las pausas son adecuadas si cumplen una
función útil. El uso acertado de las pausas es fundamental para la buena comprensión del lenguaje
hablado. Además, sirve para resaltar los puntos principales.
¿CÓMO LOGRARLO?
-Al leer en voz alta, fíjese bien en la puntuación.
-Escuche con atención a los buenos oradores y observe dónde sitúan las pausas y cuánto duran estas.
-Cuando diga algo que desee que se recuerde, haga una pausa
para que cale hondo en su auditorio.
-Al conversar con otra persona, pídale su opinión y
escuche su respuesta. Déjela terminar. No la interrumpa.
TAREA # 2
Lee Marcos 9:1-13 en voz alta haciendo las pausas que exijan
los signos de puntuación, pero sin prolongarlas demasiado.
Cuando hayas practicado, pide a alguien que te escuche y te
diga si haces uso de las pausas. Debes cronometrar el tiempo.
La lectura dramatizada es aquella en la que se reproduce con la voz y con el lenguaje corporal que suele
acompañarla– toda la expresividad de un texto: las emociones, la textura de las palabras, la cadencia con
que se cuenta una historia o las variaciones de intensidad con que se expone una reflexión, entre otros. En
un sentido amplio, incluye, además de la lectura enfática de textos literarios, la lectura en voz alta de
cualquier tipo de texto, con arreglo a unos parámetros de expresividad determinados por el contenido, la
forma y el género del propio discurso.
Características
La lectura dramatizada es una actividad colectiva. (principal característica)
Se representan los personajes por medio de la voz.
Identificación del lector con el personaje que interpreta.
Naturalidad en la expresión.
Acoplamiento y armonía de conjunto.
No se precisa de la actuación ni de la memorización del texto, sino que solo exige la correcta
expresión mediante la voz
Se expresan los sentimientos y las actitudes de los personajes.
Requisitos
-Los lectores deben estar colocados en un lugar visible para el resto del grupo, y pueden permanecer de
pie o sentados en forma semicircular, manteniendo en sus manos el texto, del que cada uno debe poseer
un ejemplar.
-Mantener el contacto visual con los oyentes para facilitar la comprensión del texto.
-Mostrar interés por lo que se lee y proyectar la voz hacia el auditorio, no hacia el suelo o hacia el papel.
-Leer a una velocidad adecuada. No se trata de leer siempre rápido, sino de saber ajustar la velocidad al
tipo de texto y al objetivo de la lectura controlando la respiración.
-Regular el volumen ajustándolo al tipo de texto.
-Leer con seguridad, sin vacilaciones, evitando volver atrás.
-Entonar adecuadamente las palabras, marcando las sílabas tónicas. Previamente deben haberse trazado
las marcas entonacionales en el texto.
-Respetar la mayor o menor duración de las pausas indicada por los signos de puntuación.
-Poner énfasis en los momentos o palabras claves evitando la monotonía en el tono.
-Evitar los cambios de ritmo en la lectura si no están justificados y, por el contrario, utilizarlos
intencionadamente para llamar la atención del público.
Conocimiento acerca del personaje: Cada lector debe estar familiarizado con el personaje que interpreta y
sus relaciones con el resto de los personajes. Debe conocer sus características generales: edad, posición
social, nivel cultural, estado de salud, características psicológicas y todos los datos que tiendan a ofrecer
una visión clara de su personalidad, para reflejar en los diálogos el estado de ánimo del personaje en cada
momento.
Dominio de la voz: La modulación de la voz es muy importante para facilitar al oyente la comprensión del
texto.
Lectura coral: Tiene objetivos comunes a los de la lectura dramatizada, pero es fundamental lograr el ritmo
adecuado y una armonía vocal parecida a la de los coros cantados, por lo que el papel de la dirección coral
es determinante, pues de la adecuada selección y colocación de los integrantes del coro, y el texto que se
escoja, dependerá el éxito de esta actividad.
Requisitos del texto: Para el montaje de un coro hablado no se presta cualquier texto. En primer lugar,
debe tener fuerza dramática. Puede escogerse en verso o en prosa; pero debe presentar posibilidades de
ser seccionado en partes corales y solos.
Coro: El coro debe tener aproximadamente, como mínimo, de 10 a 15 integrantes y debe estar formado
por igual número de hombres y mujeres, o con un mayor número de unos u otras según el texto. En
dependencia del tono de la obra seleccionada, deben escogerse voces agudas y graves, aunque siempre
claras, bien timbradas y potentes.
Lo fundamental en la lectura coral es el logro de la unanimidad, las voces, y la entrada rítmica de los
solistas, primero, y del coro posteriormente.