Modulo 2 Doctrinas Basicas
Modulo 2 Doctrinas Basicas
Modulo 2 Doctrinas Basicas
MÓDULO
DOCTRINA BÁSICA
CONTENIDO
1. Las Operaciones del Padre
2. Los Dones del Hijo I
3. Los Dones del Hijo II
4. Los Dones Del Espíritu Santo I
5. Los Dones Del Espíritu Santo II
6. Los Dones Del Espíritu Santo III
7. Los Dones De Ayuda
8. La Ley De Los Miembros
9. La Ministració n del Alma
10. Las Facetas Del Bautismo I
11. Las Facetas Del Bautismo II
12. Los Frutos Del Espíritu Santo I
13. Los Frutos Del Espíritu Santo II
14. Los Frutos Del Espíritu Santo III
15. El Velo
16. El Diezmo y La Ofrenda
17. El Ayuno
18. La Autoridad Espiritual
19. Predestinació n Y Preordinació n
20. El Cambio De Ley
21. Amistad, Compromiso y Matrimonio
E
n el Antiguo Testamento, se aprecia como el poder de Dios Padre actuó en sus siervos para realizar un trabajo,
sobrenatural, para dar a conocer su poder. Este actuar son “operaciones” (1 Co. 12:6) y nos dan a conocer a un Dios
poderoso que tiene control sobre todas las cosas.
L
a palabra “operaciones” se traduce del griego energema, que significa trabajando, verbo especificado en un
presente continuo, indicando que Dios Padre da los dones ahora, como los dio al principio, y que siempre tienen
vigencia (Strong 1755). La palabra “energema” se traduce del griego energeo que significa un trabajo eficaz
realizado fervientemente por una persona con poder sobrehumano (Strong 1754).
En el Antiguo Testamento, se aprecia como el poder de Dios Padre actuó en sus siervos para realizar sobrenaturalidades.
Las operaciones del Padre se manifiestan en tres facetas: maravillas, señales y prodigios (Hch. 2:22 RV 1909). Algunas
veces estos términos se utilizan como sinónimos, pero estudiando su significado vemos que tienen diferencias.
1. MARAVILLAS. (Hch. 2:22) La palabra "maravillas" se traduce del griego dunamis que significa poder y capacidad
inherente. Se usa en obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y
medios naturales, también se puede traducir como milagros (Strong 1411)
En el Nuevo Testamento encontramos que Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo (Hch. 19:10-11),
esto nos enseña que algunos casos los milagros están relacionados con una ministración al cuerpo (Mr. 6:1-5) Hay
ejemplos de milagros en el Antiguo Testamento realizados por el Padre, en el Nuevo Testamento, encontramos
milagros hechos por el Padre a través de Jesús y a través de la iglesia, veamos:
a. SANIDADES
i. NAAMÁN, (2 R. 5:14). Cuando Naamán llegó en busca de la sanidad de su cuerpo, Eliseo lo envió a
sumergirse siete veces en el río Jordán, y Dios lo sanó allí, mostrándole que Él es todopoderoso y actúa de
diferentes formas (Mt. 10:8).
ii. LA MUJER DEL FLUJO DE SANGRE, (Mr. 5:25-34). Esta mujer había gastado todo su dinero buscando por
todos los medios humanos su sanidad, pero cuando ya no tenía nada, se apareció el Señor Jesucristo y fue
Él quien la sanó (Mt. 10:8; Lc 5:17, 18:27). Esta es una operación realizada en la época del Hijo.
iii. EL COJO A LA PUERTA DEL TEMPLO, (Hch. 3:3-8). Este hombre era cojo desde su nacimiento, y lo llevaban
a la puerta del Templo llamada la Hermosa a pedir limosna, Pedro impulsado por el Espíritu Santo, lo sanó
en el nombre de Jesús. Esta es una operación realizada en la época del Espíritu Santo.
b. RESURRECCIÓN DE MUERTOS
i. EL HIJO DE LA SUNAMITA, (2 R. 4:32-35). Dios a través del profeta Eliseo revivió al hijo de la Sunamita y con
este acto, demuestra que su poder es ilimitado, y que tiene autoridad sobre la muerte.
ii. LÁZARO, (Jn. 11:41-44). Lázaro llevaba varios días de estar muerto, por lo que su cuerpo estaba en
descomposición, pero el poder de Dios Padre se hizo evidente, porque el Señor Jesucristo lo resucitó (Jn.
11:25, 12:1). Este don actuó en la época del Hijo Jesucristo.
iii. EUTICO, (Hch. 20:9-10). Eutico era un joven que escuchaba el mensaje que Pablo predicaba, se durmió, y
cayó desde un tercer piso muerto. Pablo impulsado por el Espíritu, se tendió sobre él, y lo resucitó. Este es
el don del Padre manifestándose en la época del Espíritu Santo.
2. SEÑALES. Señales se traduce del griego semeion que significa señal (Gn. 24:14), marca (Gn. 4:15), indicación (Gn.
31:44-52) y prenda (Gn. 38:17-18) (Strong 4592). Generalmente son manifestaciones sobrenaturales, con respecto a
cosas materiales y del universo.
El propósito de las señales es indicar el camino a seguir y como consecuencia saber el final, para ello hay que
observarlas para discernir si son verdaderas (Jn. 2:11, 4:43-49), porque hay imitaciones de parte del enemigo (Dt.
13:1; 2 Ts. 2:1-9).
Hay tres períodos en nuestra caminar cristiano, en los cuales las señales se manifiestan, pero con diferente propósito,
por ejemplo: señales en Egipto (mundo), señales en el desierto (prueba) y señales en Canaán (vida en abundancia).
a. SEÑALES EN EGIPTO. En lo literal Dios mostró su poder a través de las plagas con el propósito que Faraón, dejara
salir a Israel a celebrar fiesta al desierto (Sal 105). Eso representa que cuando no éramos cristianos las señales
tenían el propósito de protegernos y mostrarnos que debíamos ir a Canaán, cubiertos con la sangre del Cordero.
b. SEÑALES EN EL DESIERTO. El desierto es un período de prueba para los hijos de Dios, donde se forma el carácter,
este puede madurar o quedar postrado y nunca llegar a la meta. Estas señales deben entenderse, descubrirse y
recordarse.
i. COLUMNA DE FUEGO Y NUBE (Ex. 13:21). Estos elementos representan la protección de Dios.
ii. SE ABRE EL MAR ROJO (Ex. 14:21-24). Figura del bautismo en agua.
iii. AGUAS AMARGAS ENDULZADAS (Ex. 15:23-25). Señales de amor y de paz para nuestra vida.
iv. MANÁ Y CARNE (Nm. 11:31-33; Ex. 16:14). Señal de la provisión material de Dios.
v. VARA DE AARÓN QUE RETOÑA (Nm. 17:1-11). Significa la guianza de Dios en nuestro caminar.
c. SEÑALES EN CANAÁN. En Canaán se disfruta de la vida en abundancia, las riquezas de Dios (Dt. 8:8-10), es un
estado de madurez, de lucha y de intimidad con Dios.
i. CRUZAN EL RÍO JORDÁN (Jos. 3:14-17). Esto es figura del bautismo del Espíritu Santo.
ii. CESA EL MANÁ (Jos. 5:12). La provisión milagrosa concluye y se empieza a trabajar y a comer alimento sólido
(1 Co. 3:1-2).
3. PRODIGIOS. Prodigios se traduce del griego teras que significa un prodigio, augurio y milagro que puede ser
realizado por cualquiera (Strong 5059). Esta operación, tiene el propósito de evidenciar el poder de Dios y también
anunciar acontecimientos.
a. DETENER LA LLUVIA (1 R. 17:1,18:1). Dios deja ver nuevamente su soberanía sobre las leyes naturales (Mr. 4:41),
en este caso leyes climáticas, deteniendo la lluvia y dejándola caer nuevamente por medio de la palabra de Elías
(Job 37:6).
b. DETENER EL SOL (Jos. 10:12-13). Este es uno de los prodigios más grandes que se encuentran en la Biblia,
porque afectó totalmente la actividad del planeta tierra. Josué le ordenó al sol que se detuviera, y así Dios lo
hizo, respaldando la acción que Josué estaba teniendo en ese momento. (Job 38:33; Jer. 31:35; 33:25).
c. PRODIGIOS EN EL CIELO Y SEÑALES EN LA TIERRA ( Hch. 2:19-21). El Señor Jesús prometió a sus discípulos que
en el tiempo final derramaría de su Espíritu sobre todo su pueblo, y enseñó que antes del regreso por su amada,
habrían señales en la tierra y prodigios en el cielo, que indicarían que el tiempo estaba cercano (Mt. 24:29-30; 2
P. 3:10).
L
a era del Padre estuvo comprendida en el Antiguo Testamento, y Él operó en sus siervos manifestaciones (1 Co.
12:6), por medio de las cuales mostró su poder; estas operaciones actuaron con diferentes propósitos como
manifestar su respaldo a sus siervos, la protección y la provisión material a su pueblo, su poder sobre lo natural y
sobre la muerte, también para mostrar misericordia hacia los que se acercaban a Él reconociendo su necesidad.
E
l apóstol Pablo expresa a la Iglesia de Corinto que no quiere que estén ignorantes acerca de los dones espirituales, y
al enseñárselos hace tres clasificaciones: diversidad de dones, los cuales son dados por el Espíritu Santo; diversidad
de ministerios, que son dados por el Hijo y diversidad de operaciones, dadas por el Padre. Este estudio aborda los
ministerios, es decir, los dones dados por Cristo a su Iglesia, para el perfeccionamiento de su Cuerpo.
L
a palabra dones se traduce de griego Dóma que significa dádiva, don (Strong 1390). La palabra Dóma viene de la base
Dídomi que significa dar, conceder, confiar, constituir, dejar (lugar), echar (suertes), entregar, infundir, ofrecer,
permitir, poner, presentar, procurar, producir, repartir, tener (misericordia) (Strong 1325).
Los cinco ministerios son dones en forma humana que Jesucristo ha repartido a su Iglesia, hasta que alcance la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta llegar a la estatura del varón perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo;
para equipar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Ef. 4:12), y no ser niños
fluctuantes, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por vientos de doctrina (Ef. 4:14).
La misión de los cinco ministerios es arrancar, derribar, destruir y derrocar (Jer. 1:10) toda obra de tinieblas en nuestra
vida, para luego edificar y plantar sobre el fundamento que es Cristo. Estos cinco ministerios son: apostólico, profético,
magisterial, evangelístico y pastoral.
MINISTERIO APOSTÓLICO.
La cobertura del apóstol está representada en las alas de águila (Ex. 19: 4, Deut. 32: 11), posee visión y se mantiene
en las alturas de donde trae la doctrina revelada. Es enemigo de la serpiente, pone su nido sobre la peña y enseña a
sus aguiluchos a volar.
SEÑALES DE UN APÓSTOL. Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a un APÓSTOL son:
Fundan iglesias (Hch. 8: 14). Tienen obras poderosas (2 Co. 12: 12, Hch. 2:
Tienen revelación de la doctrina y de misterios 43; 5: 12).
(2 Co. 12: 1-7, Efe. 3: 5). Predican el evangelio de la gracia, poseen cetro
Tienen sufrimientos por la causa de Cristo (2 de autoridad y gobierno (Jer. 1: 10).
Co. 11: 23-27). La función del ministerio se mueve en el lugar
Sientan doctrina (Hch. 2: 42). Santo y Santísimo.
FUNCIONES DE UN APÓSTOL.
Ponen el fundamento de la doctrina (Ef. 2: 20).
Juzgan casos de las iglesias que cubren y aplican
Reciben mandamientos del Señor por medio
disciplina (1 Co. 5: 3-4).
del Espíritu Santo (Hch. 1: 2).
Tienen autoridad para entregar a Satanás (1 Co.
Dan mandamientos (2 P. 3: 2).
5: 5).
Tienen autoridad de parte de Dios para enviar a
Unos tienen revelación (Judas 17-18).
ministros (Hch. 6: 6).
Tienen autoridad para cambiarle nombre a una
Envían delegaciones apostólicas a las iglesias oveja (Hch 4: 36; Juan 1: 42).
(Hch. 15: 22).
Son administradores de la gracia y los misterios
Visitan, supervisan y confirman iglesias. (Hch.
de Dios. (1 Co. 4: 1; Ef. 3: 2 LBA).
15: 36; 41; 16: 5).
Son padres del alma. (1 Co. 4: 15), cuando Se dedican al ministerio de la Palabra y la
ejercen función pastoral (2 Co. 12: 14). oración así como los otros 4 ministerios (Hch.
6:4).
MINISTERIO PROFÉTICO.
La cobertura de un profeta está representada en las alas de gallina (Mt. 23: 37-39, Lc. 13: 34), pues una de sus
funciones es juntar a la iglesia. En la Biblia se afirma que sin visión, el pueblo perece (Pr. 29: 18) Al profeta se le
manifiestan primordialmente los dones del Espíritu Santo de: Inspiración y Revelación.
SEÑALES DE UN PROFETA. Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a un PROFETA son:
Tienen autoridad para perdonar (Mt. 9: 5-8). La función del ministerio se mueve en el lugar
Se sujetan a un apóstol o al pastor donde se Santo y Santísimo
congrega.
FUNCIONES DE UN PROFETA.
Reciben revelación de misterios así como los Profetizan juicios de Dios (Ap. 11: 6).
apóstoles (Ef. 3: 5).
Predicen acontecimientos futuros (Hch. 11: 27-
28).
Exhortan y consuelan a la iglesia (Hch. 15: 32).
Dios les comunica lo que va a hacer antes de
llevarlo a cabo (Ap. 10: 7).
E
n este tiempo, Dios está mostrando a su pueblo el beneficio de los dones del Hijo, dones en forma de hombres que
Él ha levantado con autoridad para la edificación del cuerpo de Cristo, al apóstol le da la autoridad para dirigir y
pone una palabra de justicia en su boca, al profeta le da palabra de ciencia y sabiduría. El apóstol Pedro exhorta a
que la Iglesia se cobije bajo la poderosa mano de Dios, ya que establece el pentágono de protección para los hijos de Dios,
figura de estar cubiertos con vestiduras dobles (Pr. 31:21).
E
l apóstol Pablo expresa a la Iglesia de Corinto que no quiere que estén ignorantes acerca de los dones espirituales, y
al enseñárselos hace tres clasificaciones: diversidad de dones, los cuales son dados por el Espíritu Santo; diversidad
de ministerios, que son dados por el Hijo y diversidad de operaciones, dadas por el Padre. Este estudio aborda los
ministerios, es decir, los dones dados por Cristo a su Iglesia, para el perfeccionamiento de su Cuerpo.
J
esucristo fue el único que desarrolló los cinco ministerios durante su vida en la tierra, y cuando él se fue, dotó a la
iglesia de los mismos, a través del Espíritu Santo, porque ella haría mayores obras que las que Él hizo (Jn. 14:12), por lo
tanto, así como Jesús evangelizó, pastoreó y enseñó al pueblo de Israel, así mismo, Dios levanta hombres para que
realicen esta tarea, en este estudio veremos los 3 siguientes ministerios:
MINISTERIO MAGISTERIAL.
La cobertura de un Maestro está tipificada en las alas del halcón (RVA Job 39:26) que era un ave que llevaba mensajes
en sus patas. El maestro lleva entendimiento al pueblo porque “el pueblo sin entendimiento perece y puede ser
llevado cautivo (Os. 4:14). Al Maestro se le manifiestan primordialmente los dones de Revelación y tienen
iluminación de la Palabra (Ef. 1:16-18).
SEÑALES DE UN MAESTRO. Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a un MAESTRO son:
FUNCIONES DE UN MAESTRO.
Son los que hacen discípulos (Mt. 28:19). Enseñan a discernir la doctrina (Mt. 16:12; Mr.
Trazan bien la doctrina (Hch. 5:28). 12:38).
Enseñan principios lo Bíblicos (1 Ti. 6:1-2). Explican la profecía escrita (Hch. 1:20-22).
Enseñan principios elementales (leche) y vianda Aprenden la doctrina que Dios envía por medio
(He. 5:12). del apóstol (2 Ti. 3:10).
Abren el oído para oír la sana doctrina (2 Ti.
4:3).
MINISTERIO PASTORAL.
La cobertura de un pastor está tipificada en las alas de cigüeña (Job 39:13), cuyo nombre significa piadosa, leal y de
bondad amorosa, lo cual describe el carácter de un pastor. Cuando no tiene comida se pica el pecho y le da su sangre
a sus pichones.
SEÑALES DE UN PASTOR. Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a un PASTOR son:
FUNCIONES DE UN PASTOR.
MINISTERIO EVANGELISTA.
La cobertura está tipificada en las alas de la paloma (Sal. 55:6, 68:11-12), que es un símbolo de reconciliación y paz.
Son pescadores de almas. Al evangelista se le manifiestan primordialmente los dones de Poder.
SEÑALES DE UN EVANGELISTA. Las señales por medio de las cuales se puede reconocer a un EVANGELISTA son:
Anuncian las Buenas Nuevas (Hch. 8:12). A donde van, predican el evangelio (Hch. 8:40).
Tienen autoridad para echar fuera demonios y La función del ministerio se mueve en el atrio.
sanar enfermos (Mt. 10:1).
Recorrer aldeas y ciudades predicando (Hch.
8:40; 15:36; 16:4-5)
FUNCIONES DE UN EVANGELISTA.
L
os cinco ministerios estarán vigentes hasta que todos alcancemos la estatura del Varón Perfecto y la medida de la
plenitud de Cristo. Juntos constituyen la mano poderosa de Dios, bajo la cual debemos humillarnos para ser
exaltados a su debido tiempo (1 P. 5:6). Recordemos que cuando veamos la mano de Dios junta en un puño (aunque
sea pequeño) como la vio el profeta Elías, es señal de que viene lluvia abundante de Dios.
C
uando somos bautizados con el Espíritu Santo, recibimos el beneficio de los dones del Espíritu (1 Co 12:4). El
Espíritu Santo morando en nosotros y con nosotros hace una obra de edificación en nuestra vida a través de
diferentes medios. En el día del Pentecostés, cuando los 120 estaban reunidos en el aposento alto, recibieron este
maravilloso regalo (Hch. 2:1-4), que se manifestó por medio de lenguas “como de fuego”, promesa hecha por Jesús a sus
discípulos cuando dijo que a través de este bautismo recibirían poder (gr. Dunamis) “fuerza de lo alto”, no solo física sino
espiritual.
E
sto es tan solo uno de los dones (regalos inmerecidos) que nosotros recibimos de parte de Dios, por medio del
Espíritu Santo, y son dados a la Iglesia para su crecimiento y edificación, con el objetivo de llegar a ser hijos maduros
(huíos) (Ef. 4:12-13; a 1 Co. 12:4; He. 5:14; 1 Co. 14:20; 1 P. 4:10). Según 1 Co 12:8-10 los dones del Espíritu son
nueve (9), que para estudiarlos, se dividen en tres grupos: de revelación, de inspiración y de poder.
L
a palabra “don” viene de la palabra griega, Charisma que, en su acepción más general quiere decir regalo, pero
también indica un favor que se recibe sin tener mérito para ello (Strong 5486), es decir, un regalo de gracia divina,
éstos son sobrenaturalidades que confirman la Palabra.
La palabra carisma, tiene relación con la palabra griega Charis que quiere decir gracia ó favor (Strong 5485). Esta gracia
permite accionar los dones con alegría, con gratitud por la bondad y misericordia que Dios ha mostrado hacia el ser
humano y eso fortalece la fe cristiana. Los dones del Espíritu Santo deben ser anhelados por la iglesia, ya que con ellos se
adornará a la que será esposa del Cordero. Veremos ahora los dones de inspiración (1 Co 12:10).
En este grupo están los dones de Diversos géneros de lenguas, Interpretación de Lenguas y Profecía. Inspiración quiere
decir: aquel “efecto de sentir una singular y eficaz iluminación de Dios al entendimiento que le hace decir algo de
manera espontánea y sin esfuerzo” (Diccionario Encarta), pero también se deriva de la raíz griega fero que significa llevar,
traer (Strong 5342). Este verbo se utiliza en personas que actúan por el poder del Espíritu Santo, no actuando en
conformidad con sus propias voluntades, ni expresando sus pensamientos, sino siguiendo la mente de Dios en palabras
dadas y ministradas por Él (Diccionario Vine).
DIVERSOS GÉNEROS DE LENGUAS. La palabra género deriva de la palabra griega genos que tiene acepciones
tales como: familias, tipos, linajes o clases (en un aspecto racial) (Strong 1085), y la palabra “lengua” deriva del
griego glossa que indica idioma o lengua (Strong 1100), lo cual indica que este don se mueve en aquellos
hermanos, bautizados con el Espíritu Santo, que son utilizados por Él, como vasos con el propósito de dar un
mensaje de parte de Dios para edificación de la Iglesia, por medio de diferentes tipos de idiomas o lenguas. Este
don se debe diferenciar del hablar en lenguas como señal del bautismo con el Espíritu en la Iglesia.
Características de estos géneros de Lenguas:
Este don puede manifestarse en medio de la congregación y/o también ante el impacto de una unción especial y específica
en el momento de la manifestación de los dones.
DON DE INTERPRETACIÓN DE LENGUAS. (1 Co. 12:10) La palabra interpretación se deriva del griego hermenia y
hermeneuo que significa explicar, interpretar, explicar el significado de las palabras en un lenguaje diferente
(Strong 2058 y 2059), esto nos indica que quien tiene este don puede explicar el significado de un mensaje dado en
lenguas, al idioma que nosotros hablamos, para que sea comprensible en toda la congregación el mensaje de Dios.
La mayoría de veces, la persona que tiene el don de diversos géneros de lenguas, tiene también el don de
interpretación de lenguas.
DON DE PROFECÍA. (1 Co. 12:10) La palabra “profecía” viene de la palabra griega propheteia que significa profecía,
un discurso de inspiración divina para reprobar algo malo, para consolar en la aflicción, para revelar cosas ocultas
o predecir el futuro (Strong 4394). El don de profecía permite que las congregaciones puedan recibir edificación (2
Ti. 2:20) o reprobar algo que se esté haciendo incorrectamente o consolar a aquellos que están pasando pruebas.
Nos limpia al revelar cosas ocultas y nos da esperanza acerca de nuestro futuro. Este don debe practicarse dentro de
los siguiente parámetros:
Ejercitarse conforme a la medida de fe (Ro. 12:6). Dios puede utilizarnos en cualquier momento, por lo
cual debemos estar dispuestos a dejarnos usar por el Espíritu Santo para comunicar el mensaje que Dios
quiere para su pueblo.
Debe ser para edificación, exhortación y consolación (1 Co. 14:3). El don no debe ser utilizado para
atemorizar a las personas o congregaciones, sino para su edificación.
Debe tener un parámetro bíblico (2 P. 1:19-21). La profecía no debe emitir conceptos que contradigan
lo que está escrito en La Palabra y debe ser respaldada por ella misma.
Debe ser por turnos (1 Co. 14:27-29). Dios habla de un tiempo y en un orden para profetizar, indicando
con ello que los vasos pueden en algún momento sujetar la profecía hasta que se les conceda el turno
para profetizar, ya que ”el espíritu del profeta está sujeto al profeta”( 1 Co. 14:32).
Tendrán un final (1 Co. 13:8). Llegará el momento glorioso en que todos volvamos a Dios de donde
salimos y entonces ya no habrá más necesidad de las profecías.
No menospreciarlas (1 Ts. 5:20). No debemos juzgar al vaso en el que Dios ha depositado su profecía,
sino más bien la profecía misma que esté siendo dada por ese vaso.
L
os dones del Espíritu Santo son un regalo inmerecido de Dios, por lo cual debemos apreciarlos y sobre todo
anhelarlos, ya que sirven para la edificación de la Iglesia y para alcanzar madurez. El Apóstol Pablo nos exhorta a que
deseemos ardientemente los mejores dones.
C
uando somos bautizados con el Espíritu Santo, recibimos el beneficio de los dones del Espíritu (1 Co. 12:4). El único
que hace una obra de edificación en nuestra vida es El Espíritu Santo morando en nosotros y con nosotros. Este
maravilloso regalo (Hch. 2:1-4), fue recibido en el día del Pentecostés, promesa hecha por Jesús a sus discípulos. Los
dones son dados a la Iglesia para su crecimiento y edificación (Ef. 4:12-13; P. 4:10).
L
os dones del Espíritu Santo deben ser anhelados por la iglesia, ya que con ellos se adornará a la que será esposa del
Cordero. Según 1 Corintios 12:8-10 los dones del Espíritu son nueve (9), que para estudiarlos, se dividen en tres
grupos:, de inspiración, de revelación y de poder, ahora estudiaremos los dones de revelación (1 Co. 12:8).
En este grupo están los dones de: Palabra de Sabiduría, Palabra de Conocimiento y Discernimiento de espíritus. La
palabra “revelación”, viene del griego apokalupsis que significa desvelamiento, la comunicación del conocimiento de
Dios (Ef. 1:17), una expresión de Dios para la instrucción de la Iglesia (1 Co. 14:6,26) (Strong 602). También tiene relación
con la palabra griega apokalupto que quiere decir pensamientos antes ocultos en el corazón (Lc. 2:35), referente al
pasado o al futuro (Strong 601) De estas definiciones se infiere que se les llama dones de “revelación”, porque a través de
ellos y de forma sobrenatural, es manifiesto un hecho que ocurrirá en el futuro o algún hecho pasado que se descubre,
una verdad oculta.
“Palabra” viene de la palabra griega logos que significa expresión del pensamiento (Strong 3056), y “sabiduría” del
griego sophia que quiere decir lo profundo de la inteligencia, conocimiento de diversas materias o cosas humanas y
divinas, adquirida por la observación y experiencia. (Strong 4678), indicando que el don de Palabra de Sabiduría es
la expresión del pensamiento de los más profundo de la inteligencia, inspirado por Dios.
Esta es una palabra que es dada por la sabiduría de Dios y que el espíritu Santo nos da como un regalo y que se aplica
tanto en lo espiritual como en lo secular, Por ejemplo
Sabiduría para predicar (1 Co. 1:17-27) El apóstol Pablo no predicaba un evangelio según sabiduría de palabras o de
lenguaje (1 Co. 1:17 BNC), como lo hubieran hecho los oradores profesionales, quienes tienen la capacidad de
persuadir a las multitudes con argumentos seleccionados. Por el contrario Pablo predicaba según la sabiduría de Dios
dada por el Espíritu Santo y como consecuencia podía conmover, motivar, hacer recapacitar, aconsejar, y conducir a
personas hacia el arrepentimiento.
Es por esa razón que en una oportunidad le dieron el nombre del dios griego Hermes, quien según ellos era el padre
de la retórica (Hch 14:12 RVA). Esta sabiduría también nos sirve para comprender la revelación de Dios (Ap. 13:18) y
es una sabiduría para hacer la paz con nuestros semejantes, para ser misericordioso, amable, imparcial, ser fructifero
y sin hipocresía (Stg. 3:17).
“Ciencia” se deriva del griego gnosis que significa búsqueda, investigación, conocimiento de la verdad espiritual
con precisión (Strong 1097), esto indica una relación entre la persona que conoce y el objeto conocido. Las personas
que poseen este don, obtienen el conocimiento de la palabra de Dios por medio de la revelación (1 Co.1:5). Tienen la
capacidad de advertir para que algo sea evitado, tienen la facultad de aconsejar, y amonestar (Ro. 15:14) Obtienen el
conocimiento de Dios y de su palabra que los guía a obtener el pleno conocimiento (Ro.11:33,15:14).
Discernir viene de la palabra griega diakrisis que quiere decir distinción, discriminación clara, discernimiento y juicio
(Strong 1253), pero también “discernir” significa distinguir o conocer entre una cosa y otra por un acto especial de
los sentidos o de la inteligencia (Diccionario Encarta), por otro lado “espíritu” viene del griego pneuma que significa
el espíritu que es invisible, inmaterial y poderoso (Strong 4151), esto nos indica que el creyente al cual se le
manifiesta este don, puede distinguir claramente de donde proviene algo que es invisible, inmaterial y poderoso, si
es de Dios o del enemigo, algo que otras personas no lo distinguen, pueda ser un espíritu o un ambiente espiritual
determinado, por eso es que este don nos guía hacia el orden de Dios (1 Co. 14:29-33) en medio del mover del
Espíritu Santo y de los otros espíritus ministradores (Is. 11). Este don nos sirve para:
VER MAS ALLÁ DE LO QUE MUCHOS VEN (Mr. 9:25). En el caso del hombre poseído por un espíritu, al cual Jesús
sana, discerniendo el espíritu que lo había atormentado, lo reprendió e inmediatamente el espíritu huyó.
DISTINGUIR (Lc. 4:38-39). Cuando Jesús sana a la suegra de Pedro, Él toma autoridad sobre la fiebre, la reprende
y ésta tuvo que abandonar el cuerpo de la mujer. Esta es una característica muy importante del don de
discernimiento de espíritus, ya que al discernir el espíritu (bueno o malo), habrá que tomar autoridad, si es
necesario sobre este espíritu y desalojarlo directamente.
VER LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN (Hch. 16:16). Cuando Pablo y Timoteo estaban en la ciudad de Filipos
predicando, una mujer esclava que tenía un espíritu de adivinación, les gritaba que eran siervos del Dios Altísimo,
Pablo tuvo el don de discernir que, aunque se trataba de una verdad provenía de una fuente mala y perversa, que
lo que quería era distraer la atención del ministro, por lo que se dirige enérgicamente contra el espíritu inmundo
(no contra la muchacha) y lo reprende mandando que se callase.
El don de Discernimiento de espíritus se puede activar cuando se ministra a una persona; cuando se practica una
liberación, pues sirve para conocer cuál espíritu o demonio es el que ha tomado lugar en un cuerpo y desalojarlo por
medio de la guianza que Dios dé por medio de su Espíritu Santo y en el culto a Dios al momento de ministrar los dones.
L
a Palabra de Sabiduría, declara un hecho futuro que afecta a la Iglesia, la Palabra de Conocimiento declara un hecho
pasado o presente y el Discernimiento de espíritus permite conocer que espíritu es el que se está manifestando. Los
dones del Espíritu Santo son un regalo inmerecido de Dios por lo cual debemos apreciarlos y sobre todo anhelarlos, ya
que sirven para la edificación de la Iglesia para alcanzar madurez. El mismo apóstol Pablo nos exhorta a que deseemos
ardientemente los mejores dones, sin perder de vista que éstos se manifiestan para nuestro provecho y que es el Espíritu
Santo el encargado de repartirlos como Él quiere.
A
sí como en los tiempos de Moisés, Dios les dió bendiciones a su pueblo en Canaán, ahora en nuestros tiempos Dios
nos sigue ofreciendo una tierra de bendición que es literal y espiritual, pero al igual que la Canaán terrenal hoy Dios envía
a su Espíritu Santo para que reparta dones (regalos) entre su Iglesia conforme.
L
a palabra griega que se utiliza para traducir don es Charisma, que quiere decir regalo, pero también indica un favor
que se recibe sin tener mérito para ello (Strong), un don involucrando gracia de parte de Dios como el dador por las
operaciones del Espíritu Santo en la Iglesia.
Estos dones son dados por Dios a través de su Espíritu Santo y no son para uso particular o personal. Se manifiestan por la
operación del Espíritu Santo y la unción que Dios hace descender en un momento determinado.
Según 1 Co. 12:8-10 los dones del Espíritu se dividen en tres grupos: de revelación, de inspiración y de poder, ahora en
este estudio veremos los dones de poder.
La palabra “poder” se traduce del griego dunamis que significa capacidad de llevar a cabo cualquier cosa (Strong 1411), y
el único que puede llevar a cabo cosa poderosas es Dios, (Lc. 1:37) Se les llama de “poder” porque se relacionan con
aspectos sobrenaturales que son evidentes para todas las personas, en este grupo están los dones de Fe, de Sanidades y
de Milagros.
Fe se deriva del griego pistis que significa firme persuasión, convicción basada en lo oído (Strong 4102), esto indica
que este tipo de don produce en el creyente una firme convicción, y un pleno reconocimiento de la verdad de Dios (1
Ti. 2:4; 2 Tes. 2:11-12).
Lo conduce a una rendición personal a Él (Jn. 1:12) y a tener una conducta inspirada por esta rendición (2 Co. 5:7)
(Diccionario Vine), por esa razón es que en el libro de Hebreos se dice que la fe es la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve (He. 11:1).
La fe tiene diversas facetas, pero también como don tiene distintas funciones:
Traer arrepentimiento, como en el caso de Pedro cuando Jesús le dice que ha sido pedido para ser zarandeado,
pero que Él mismo le ha rogado al Padre para que su fe no falte (Lc. 22:31-32; 22:62). .
.
2. DON DE SANIDADES (1 Co. 12:9).
Sanidad viene de la palabra griega iama significa una sanidad (el resultado del acto) (Strong 2386), indicando que el
resultado de este don es sanidad, una manifestación maravillosa para bendición de la Iglesia.
La unción para sanar es una porción del poder de Dios que juntamente con el don nos capacita para llevar a cabo la
sanidad, es como una parte del poder de Dios usándonos como un instrumento en sus manos para glorificar el
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Nombre de Dios. Las características de este don son:
Un día Jesucristo se encuentra enseñando y la Biblia menciona que con Él estaba el don de sanar (Lc. 5:17), con esto se
observa que Jesús actuaba según la unción que se movía en un momento determinado, lo que nos lleva a pensar que
cuando Dios envíe su unción para sanidad muchos van a ser sanados, por lo que debemos estar pendientes de ese
momento.
El don no es inherente a la persona, cuando Jesús sanaba era porque salía poder de Él (Lc. 6:17-19). Aunque Cristo
fue investido de poder de lo alto, no actuaba por sí mismo, sino que se movía dentro de la voluntad del Padre.
El término “milagro” en este versículo se traduce de la palabra griega dunamis que quiere decir poder, capacidad
inherente. Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios
naturales (Strong 1411).
El cristiano que tiene el don de milagros, tiene la capacidad de hacer obras sobrenaturales por medio del poder del
Espíritu Santo. Los milagros que Dios hace por medio de sus vasos, son realizados con propósitos específicos, los
cuales pueden ser:
Confirmar la Palabra que ha sido predicada por los ministros, a fin de que nuestra confianza no esté puesta en
la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios (1 Co. 2:4-5). En cuanto a esto es muy importante notar el
orden que Dios mismo ha establecido: Primero la Palabra y luego los milagros.
A lo largo del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra podemos notar muchos milagros que Él hacía, los
cuales confirmaban la Palabra que enseñaba y también lo confirmaban a Él como el Hijo de Dios, sin embargo también
podemos notar que en algunos casos no pudo hacer muchos milagros a causa de la incredulidad de la gente (Mr 6:5-
6), lo cual significa que la operación de milagros puede ser una consecuencia de la fe que nosotros tengamos.
E
l don de Fe se manifiesta para hacer la obra del Señor, el de Sanidades opera salud física sobre los hombres en
momento de unción y el de Milagros se manifiesta en un momento específico y es contra la ley natural. Los dones
del Espíritu Santo son un regalo inmerecido de Dios por lo cual debemos apreciarlos y sobre todo anhelarlos, ya que
sirven para la edificación de la Iglesia.
L
os dones son regalos de Dios a los creyentes para ejercer una función específica dentro del cuerpo de Cristo. Todos
somos miembros de un mismo cuerpo, pero cada quien debe ejercer una función en particular según el Espíritu
Santo lo designe. Regularmente nuestra atención se fija en los dones más visibles, pero hay otros no menos
importantes con cualidades y características específicas.
La Biblia nos enseña que debemos abundar en los dones (1 Co.14:12), que son repartidos por la gracia de Dios y no por
meritos humanos, debemos anhelarlos buscando de continuo al Señor (1 Co.12:31), poniéndonos a su disposición
(Is.8:8) para que por su don depositado en nosotros, nos edifiquemos unos a otros.
E
n la primera epístola del apóstol Pablo a los corintios, hay una lista de dones dados por él Espíritu Santo, llamados
“dones Espirituales” porque su actividad o manifestación es en actividades espirituales (1 Co.12:7-10,11 LBLA); En
la epístola a los romanos capitulo 12, leemos otra lista de dones que también son dados por él Espíritu Santo, pero
son llamados “dones de ayuda”, porque su actividad o manifestación es en actividades practicas (Ro.12:6-8 LBLA),
veámoslos:
1. EL DON DE SERVIR: Servir es una palabra que proviene del vocablo griego diakonia que significa: asistir, correr
con un encargo, ayudar, aligeramiento, (Strong G1248). Este don se caracteriza por la
facilidad, disposición, utilidad y la excelencia para realizar la obra de Dios, en el servicio de las mesas y de los
santos (2 Ti. 4:11; 1 Co. 16:15).
Los que poseen este don sirven de alivio en las diversas tareas de la obra de Dios y suavizan el trabajo del
ministro. Todos podemos participar de este don incluso los hermanos de edad avanzada ya que la Biblia nos da un
ejemplo de una mujer viuda y de ochenta y cuatro años que servía de día y de noche con ayunos y oraciones
2. EL DON DE ENSEÑAR: La palabra “Enseñanza”se traduce del vocablo griego Didaskalia que significa,
instrucción, doctrina, conocimiento. enseñar, dar instrucción didácticamente, (Strong G1321),
La función de este don es enseñar: explicar y transmitir correctamente la sana doctrina (Hch.15:35), del Señor
Jesucristo (Hch.28:31), con la finalidad que los oyentes sean edificados a la vez que entienden y aprenden la
enseñanza recibida, para ponerla por obra (Mt.13:23). Quien posee este don, enseña por intermedio del Espíritu
Santo al espíritu de los oyentes, porque de lo contrario será solamente traslado de conocimiento de mente a
mente.
3. EL DON DE EXHORTAR: esta palabra se traduce del idioma griego parakaleo que significa llamar cerca de,
motivar, invitar, suplicar (Strong G3870).
De acuerdo al significado de las palabras anteriores, entendemos que este don es, animar, llamar cerca y
confortar por medio de la Palabra de Dios (Hch.15:33) a aquellos que están pasando por situaciones difíciles,
para que su corazón sea fortalecido para seguir al Señor, de tal manera que comprendan que no están solos, sino
que hay personas cercanas dispuestas a bendecirlos. Un ejemplo de esto es Bernabé, quien animaba a todos para
que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; porque se dice que él era un hombre bueno, y lleno del
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Espíritu Santo y de fe”, (Hch. 11:24)
4. EL DON DE DAR: La palabra dar proviene del vocablo griego Metadídomi , que significa dar, compartir,
impartir, comunicar, entregar, repartir. (Strong G3330) La palabra liberalidad, proviene del vocablo griego
Haplotes que significa simplicidad, de un solo aspecto, sinceridad (sin disimulo, sin buscar solo lo de uno),
generosidad, abundantemente, sencillez, fidelidad. (Strong G572).
El propósito de este don es compartir a otros que están necesitados de lo que Dios da (Mr.14:7; Hch.3:6), tanto
espiritual como material (Stg.2:15-16), haciéndolo: Con simplicidad de corazón, sin esperar nada a cambio, ni
comprometiendo a quien recibió el favor a devolverlo (Dt.15:8 -9), ni con el propósito de obtener algún
provecho. Si es posible se debe compartir abundantemente y sin mezquindad (Dt.15:10), ya que Dios nos enseñó
cuando dio lo que más amaba: su Hijo Unigénito (Jn.3:16).
5. EL DON DE DIRIGIR: La palabra Dirigir viene del término griego Proístemi y significa estar adelante, gobernar,
presidir. (Strong G4291). La palabra Diligencia se traduce del griego SPOUDES, Y significa
prisa, prontamente, solicitud, cuidado, acometividad, fervor cuidadoso. (Strong G4710).
Este don tiene la gracia y la capacidad de parte de Dios de ayudar a administrar la Iglesia, de forma cuidadosa sin
lastimar a las ovejas (1P. 5:3), y con excelencia para ser presentados aprobados ante el Señor (2 Ti. 2:15) como
fieles mayordomos.
6. DON DE MOSTRAR MISERICORDIA: La palabra Misericordia proviene del griego Eleeo que significa tener
misericordia, hacer misericordia, tener compasión, tener piedad. (Strong G1653). Por este don se obtienen
entrañas de misericordia (Lc. 10:29-37) para llorar con los que lloran (Ro. 12:15) y amor para consolar a los
desechados (Hch. 9:26-27). El que fluye en este don no habla mal del que ha caído ya que conoce al Padre de
misericordias (2 Co.1:3) ya que él mismo recibió misericordia primero (1 Ti. 1:13; Tit. 3:5).
D
ios suple con su Espíritu Santo, a través de la diversidad de dones todas las necesidades de su pueblo por lo que
debemos sentirnos muy agradecidos de ser usados por Dios en cualesquiera de las áreas de servicio las cuales
llevarán bendición a su iglesia.
E
n cada época Dios ha dejado leyes para gobernar a su pueblo, por ejemplo: la ley dada a Moisés en el Sinaí (Ex.
24:12; Lc. 24:44), la del Hijo (Gá. 6:1-2), la del Espíritu (Ro. 8:2), de la libertad (Stg. 1:25; 2:12), etc.; sin embargo, el
enemigo establece leyes para gobernar al mundo y los que moran en él, con el propósito de esclavizarlos al pecado
y llevarlos a la muerte.
E
n la epístola a los romanos leemos como el apóstol Pablo describe la guerra que se libra internamente en la vida del
cristiano, entre la ley de la mente, en donde ha empezado a ser escrita la ley de Dios, y la ley de los miembros, la
cual lleva cautiva a la ley del pecado (Ro. 7:23). Es la ley de los miembros la que en ocasiones hace que el cristiano
actúe de una forma involuntaria, por lo que es necesario que en nuestro ser integral sea sustituida toda ley que no es de
Dios.
Así pues, lo anterior nos describe que la ley de los miembros consiste en el uso de los miembros del cuerpo, conforme al
deseo de la carne, el cual se ejercita de una manera tal que se convierte en una costumbre y/o en una regla de acción, de
manera que una persona puede llegar a hacer cosas que no quiere hacer, y dejar de hacer otras cosas que si quiere hacer
(Ro. 7:15-17).
Ley, esta palabra tiene diferentes significados, entre ellos podemos mencionar; El precepto o norma para mandar o
prohibir algo. Esta ley tiene por objeto distintas acciones, entre ellas 1. Servir de modelo y 2. Obligar a alguien a hacer lo
que otro quiere. Existen leyes justas e injustas que han afectado nuestra vida, veamos:
A. LEYES EN EL REINO DE LUZ (Col. 1:13) Cuando Dios nos rescató, nos trasladó al reino de su hijo Jesucristo y ocurrió un
cambio de leyes con las que debemos ser gobernados (He. 7:12)
B. LEYES EN EL REINO DE LAS TINIEBLAS (Jn. 14:30) La Biblia nos enseña que mientras estuvimos apartados de Dios,
vivíamos regidos por el príncipe de este mundo, por lo tanto vivíamos sujetos a sus leyes; de manera que algunas
fueron escritas en el cuerpo (ojos, lengua, manos, corazón y pies) (ver Pr. 6:16-19 comparar con Stg. 3:6 y Mt. 6:22-
23) y/o alma, llevándonos hacía el pecado y haciéndonos esclavos de él. Veamos cómo se establece la guerra entre las
leyes de Dios y las que no provienen de Él:
La ley de la mente (Ro 7:23) Cuando el Señor nos permite experimentar el arrepentimiento, en el nuevo
nacimiento, realiza un cambio en nuestro ser y empieza a escribir su ley en nuestra mente y corazón (He. 8:10),
por lo que ya podemos diferenciar lo bueno y lo malo. Es por esa razón que la ley de los miembros encuentra
oposición en nuestro ser.
La ley del pecado (Ro. 7:23) El propósito de la lucha de la ley de los miembros contra la ley de la mente, es
llevarnos cautivos a la ley del pecado. El objetivo es que el pecado (Ro. 7:9) se mantenga en nuestra vida y
seamos esclavos (Ro. 6:12) para provocar en nosotros muerte (Ro. 5:21; 6:6) y enemistad con Dios.
La ley de los miembros (Ro. 7:23) Esta ley fue escrita en nuestro ser, específicamente en nuestro cuerpo, como
consecuencia de la práctica del pecado. Cuando estábamos en el reino de las tinieblas esta ley influía en nuestra
vida, llevándonos a pecar sin que hubiera oposición; pero cuando llegamos a los pies del Señor y nos
consagramos nuestro ser entra en conflicto. Veamos algunos ejemplos de la ley de los miembros:
a. En los ojos (Mt. 5:29) Haber llenado los ojos con escenas “desagradables” como la pornografía; provocó que
en ellos se escribieran leyes de esclavitud hacia este pecado, por lo que ahora existe una lucha; por eso
leemos en (2 P 2:14) que existen personas que tienen sus ojos llenos de adulterio e insaciables para el
pecado. Un personaje que ilustra este caso es Job, de quien el mismo Señor dijo que era un varón perfecto,
b. En las manos (Mt. 5:30) Bíblicamente las manos representan las obras, por lo tanto, la ley en las manos
significa la práctica de obras muertas, desagradables a Dios como por ejemplo: robar, golpear, masturbar etc.
veamos unos ejemplos:
Violencia (Gn 4:11) Existen personas que tienen esta ley en sus miembros, por ello son agresivos y a
veces incontrolables, por lo que golpean salvajemente a otras personas, incluyendo a su esposa e hijos
(Pr 6:17).
El Hurto (Ef. 4:28) Existen personas que se han acostumbrado a hurtar, quitándole sus pertenencias a
otras personas, existe también lo que se le conoce en Psicología como cleptomanía, que es llevarse
objetos varios sin estar conscientes de ello.
c. En los pies (Mt. 18:8) El pie o los pies en la Biblia representan el caminar del cristiano, el cual se contamina
y debe ser limpio, veamos algunos ejemplos de las leyes que pueden haber en los pies:
🗸 Los pies que corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente, estas son personas que se
complacen en hacer daño a sus semejantes. (Pr. 1:16, Is. 59:7).
🗸 Los pies que no pueden estar en casa; (Pr. 7:11), existen personas que antes de convertirse al Señor
fueron infieles a su cónyuge, lo que hizo que en su cuerpo se escribieran leyes de adulterio, y luego al
convertirse al Señor, algunos son fuertemente inclinados nuevamente hacia ese pecado y están
inclinados a abandonar a su hogar.
d. En lo sexual (Jue. 16:1) Otro ejemplo de la ley en los miembros sexuales, lo encontramos en Sansón, quien
estaba esclavizado para allegarse sexualmente a rameras, quienes provocaron que los filisteos le sacaran los
ojos, con los cuales también se deleitaba en ver lo prohibido, por lo que lo llevaron cautivo y al final perdió
la vista y la vida.
e. En la lengua (Stg. 1:26) Otra de las consecuencias de la ley de los miembros en la lengua es que hay
cristianos que no pueden dejar de ser chismosos, escarnecedores, murmuradores, maldicientes, etc.
Mentira (Sal. 144:8;11; Ef. 4:25) Esta ley existe en personas que sin conocer al Señor tenían como forma
de vida la mentira y el engaño, que utilizaban para aparentar algo que no eran o inventar algo que no
tenían o para no reconocer errores, ocasionando que ahora, tengan el mismo problema.
Solución: Para batallar en contra de esta ley que quiere llevarnos al pecado y como consecuencia a la muerte, debemos
conocer la verdad que nos liberta a través de lo siguiente:
Llenura del Espíritu Santo, para andar en la Ley del Espíritu (Ro. 8:2) Cuando estuvimos muertos en nuestros
delitos y pecados, el enemigo escribió en nuestros miembros, pero, el Señor ha establecido que es por medio de
la ley del Espíritu. Que la ley de los miembros será derogada.
Esto se llevará a cabo en un proceso constante de limpiaezaque debemos vivir, para no ser esclavos del pecado.
La ley del Espíritu empieza a ser establecida en nuestra vida conforme somos llenos del Espíritu Santo (Gá. 5:22-
23).
La sangre de Cristo, al ser rociada, limpia y perdona el pecado cometido por causa de la ley de los miembros,
pero puede ser que la ley permanezca y por consiguiente permanece el pecado, hasta que dicha ley sea cambiada
La ley del pecado ya fue cambiada, pero es necesario notificarle a cada uno de nuestros miembros,
advirtiéndoles que ya no deben estar sujetos a esclavitud, y que ahora debemos presentarlos como instrumentos
para el servicio de la justicia. (Ro. 6:13).
E
n la epístola a los Romanos leemos como el Apóstol Pablo describe la lucha interna que el constantemente tenía
contra la ley del los miembros; sin embargo, el peleaba para no ser vencido por ella, sino para agradar al Señor.
L
os hombres somos seres tripartitos formados por espíritu, alma y cuerpo (1 Ts. 5:23). Ahora que somos salvos del
pecado, debemos limpiar nuestra alma de la influencia del pecado y de la mala manera de vivir que heredamos de
nuestros padres. Solo así disfrutaremos la vida abundante y tendremos paz (1 P. 1:18; Mr. 10:30)
Ministrar es una palabra que se traduce del vocablo griego Diakoneo y significa asistir, servir a uno, ayuda, socorro,
servicio, ministrar.
A
lma se traduce del idioma griego Psuche y significa; ser, persona, vida, alma, corazón. La condición de nuestra
alma es reflejada con el ejemplo de Lázaro, quien fue llamado de la tumba para que tuviera vida, pero cuando salió
iba con ataduras en sus manos y en los pies, además tenía un sudario en el rostro que le impedía ver (Jn 11:43-
44). Él Señor ordenó a los discípulos que lo desataran.
A nosotros nos dieron nueva vida, pero al igual que Lázaro aun tenemos ataduras que nos impiden caminar con libertad.
Entonces llega la orden de Cristo para que los ministros nos desaten, ellos fueron designados para ayudarnos a ser libres
por medio de la ministracion.
Cuando Jesús lavó los pies a los discípulos, les dijo que el que estaba bañado (Gr. Louo Bañarse la persona entera) no
necesitaba más que lavarse los pies (Gr.Nipto, lavar especialmente pies, manos y rostro) enseñándonos que después de
bautizarnos tenemos que seguir un proceso de limpieza por las contaminaciones que adquirimos en nuestro caminar.
Veamos algunos aspectos de la ministracíon:
El consejero debe de ser una persona que ha sido enseñada y delegada para eso. Un cristiano maduro aconseja basado en
la palabra de Dios, porque sabe que un mal consejo puede traer consecuencias graves en la vida de quien lo recibe. Por lo
tanto, quien pide consejo debe de buscar a las personas reconocidas como idóneas para ese fin. Veamos otro aspecto:
El pan de la liberación es para los hijos, como hijos de Dios tenemos derecho a ser liberados de ataduras que podríamos
tener en nuestra alma; el proceso de liberación comienza con el bautismo en agua. Es necesario mencionar que ninguna
persona debe de ser ministrada para liberación de demonios si no quiere bautizarse.
REENTRENAR EL ALMA
El alma responde según la información que tiene almacenada, sea buena o mala y que le ha sido proporcionada a través
del tiempo. Esa información condiciona nuestra conducta llevándonos a vivir, en la mayoría de las veces; deprimidos,
tristes, con miedos, violentos, etc., y por ello algunos creyentes se refugian en costumbres insanas, tales como
tabaquismo, alcohol, drogas, sexo ilícito, pornografía. Debido a nuestra vida anterior, aun tenemos actitudes que se
formaron en nuestra alma y que nos hacen reaccionar de manera equivocada. Pero es necesario saber que Dios tiene
cuidado de nosotros, es por eso que debemos buscar ayuda con un ministro para que nuestra alma sea reprogramada y
reentrenada.
El reentrenamiento es un proceso que debemos de llevar para que la imagen de Cristo sea formada en nosotros y seamos
esculpidos en la palma de la mano de Dios (Is. 49:16), un ejemplo del reentrenamiento es este; quien había sido
entrenado para robar, ahora debe de usar sus manos para trabajar y para bendición de otros, etc. (Ef. 4:28). El Cristiano
que está verdaderamente arrepentido debe hacer procurar hacer obras dignas de arrepentimiento (Jer 31:19-20; Mt 3:8 )
Jesús primero le perdonó los pecados a un paralítico, luego le restauró la salud en su cuerpo para que pudiera caminar y
valerse por sí mismo (Mt. 9: 2-6). Dios trabaja primero el alma del hombre y luego atiende el cuerpo. Por esa razón
debemos desear ser limpios de ataduras y sanos de nuestra alma, para obtener una prosperidad integral. Veamos qué
beneficios se obtienen a través de la ministración:
Restauración del alma (Sal 19:7) restaurar; es retornar, refrescar, reparar. Debemos prepararnos para ganar la batalla
interna entre la antigua y la nueva naturaleza. La victoria la obtenemos a medida que el alma va evolucionando, a través
de tener una nueva programación, por medio del proceso de ministrcíon.
Prosperidad en nuestra alma (Pr 13:4) prosperar es guiar por un camino directo y fácil. Para empezar a tener prosperidad
en el alma lo primero que debemos hacer es arrepentirnos de nuestra vida pasada (Hch. 26:20) y perdonar a quienes nos
causaron daños (Mt. 6:15). Quien está seguro que recibió el perdón de Dios puede perdonase él mismo y a los que lo
dañaron.
Consagración y santificación (1 Ts. 5:23) Cuando el señor Jesucristo venga por su iglesia, vendrá por una virgen pura sin
mancha y sin arruga (2 Co. 11:2) la Amada debe de estar preparada para el encuentro con su Señor y debe reflejar la
pureza de su interior con su aspecto exterior (Ap. 19:8), el proceso de ministración le permitirá a la iglesia alcanzar la
estatura que Dios espera de ella.
PARTICIPANDO DE LA MINISTRACION
En el Antiguo Testamento, la casa contaminada con lepra era examinada por un sacerdote, quien quitaba la parte
inmunda y la sustituía con piedras y barro nuevo para descontaminarla (Lv. 14:34-44) También la persona que le salía una
mancha lustrosa y blanca en la piel, tenía la necesidad de recurrir al sacerdote para que le dictaminara si podía convertirse
en lepra (figura de pecado, Lv. 13:1-6)
Debemos buscar a ministros delegados para que nos auxilien cuando tengamos problemas en nuestro ser integral.
Algunos cristianos creen que después de ser perdonados ya no necesitan nada mas, pero olvidan que El Señor le ordenó a
un leproso después de sanarlo que se presentara al sacerdote para que lo declarara limpio (Mt. 8:1-4). La Biblia dice que
debemos de despojarnos de todo peso y de pecado que tan fácilmente nos envuelven (He. 12:1)
(Jos. 1:2); en este tiempo, ha preparado ministros llenos del Espíritu Santo que puedan atender a las ovejas que están
débiles, enfermas, perniquebradas etc.
C
uando nos sentimos limpios podemos entrar confiadamente a la casa del Señor y adorar con libertad. La
ministracion es un proceso para que en todo tiempo seamos encontrados con vestiduras limpias, gozando de
libertad, restauración y vida abundante.
L
a Biblia nos enseña que hay un solo bautismo (Ef. 4:5) y también en Hebreos 6:2 menciona la doctrina de los
bautismos; esto nos muestra que hay un solo bautismo pero con diferentes facetas; así mismo uno de los significados
de bautismo es sumergir repetidamente, indicando que seremos bautizados en diversas formas; y en cada faceta se
hace una obra de regeneración y limpieza en nuestra vida hasta que se forme la imagen de Cristo en nosotros (Ro. 8:29; 2
Co. 3:18).
L
a palabra bautismo se traduce del griego baptizo, que significa: sumergir repetidas veces, ser inmerso, purificar por
inmersión o sumergirse, ser hecho limpio con agua y sumergirse uno mismo (Strong 907), esto nos indica que el
bautismo purifica a través de sumergirse en el agua, como un acto de obediencia.
También se deriva de bapto que significa: mojar o empapar, tomar el color de (Strong 911), era usada del teñido de
vestidos, de sacar agua introduciendo una vasija en otra más grande, etc. Por otro lado, se deriva de baptista que es el
proceso de sumersión e inmersión (Strong 910) Esto nos ejemplifica que ser bautizado es ser metidos dentro de algo, ser
bañados en algo y ser teñidos del color de Cristo. En este estudio se verán las facetas de:
NOS AYUDA A RECONOCER NUESTRA CONDICIÓN PECAMINOSA. (Mr. 1:4) Es el primer bautismo que todos los
creyentes pasan al llegar al Señor, porque nos muestra nuestra condición pecaminosa y perdida, que siendo sus
enemigos, envió a su hijo Jesús para que se entregara como Cordero por nuestros pecados (Lc. 3:3; 5:32; Hch. 13:24;
19:4; Mt. 3:11) Este bautismo también es para el cristiano cuando el pecado lo ha alcanzado, ya que es un proceso
constante, los pasos son:
a. ARREPENTIRSE (Hch 3:19, 26:20). Cuando llegamos al Señor hay cosas de las que debemos arrepentirnos, por
ejemplo: de actos de impureza (2 Co. 12:21), inmoralidad sexual (2 Co. 12:21; Ap. 9:21), libertinaje (2 Co.
12:21), malas obras (Ap. 16:9-11), homicidios (Ap. 9:21), hechicerías (Ap. 9:21), robos (Ap. 9:21), etc.
b. CONVERTIRSE. (Hch 3:19, 26:20). Después de arrepentirse es necesaria la conversión, cambiar de actitudes,
por eso cuando Juan el Bautista veía que los fariseos se bautizaban, les confrontaba y les indicaba que debían
producir frutos dignos de arrepentimiento (Mt. 3:8).
SIN ARREPENTIMIENTO HAY CONDENACIÓN (Lc. 13:3,5). Es necesario tomar en cuenta que no para todos es la
salvación (2 Ts. 3:2) porque sin arrepentimiento, por muy “buena” que sea la persona, le espera la condenación
eterna.
PERDÓN DE PECADOS (Hch. 2:38). La Biblia enseña que por medio del arrepentimiento y del bautismo en agua, Dios
perdona nuestros pecados, es decir, nos purifica, nos limpia. Perdón se traduce del griego aphesise y significa
liberar, poner en libertad y soltar de la cárcel de pecado (Strong 859), indicando que en el bautismo hay libertad.
“Libertad” se traduce del griego eleutheria, y significa: ser libre de vivir conforme a nuestros placeres (Strong 1657),
dando a entender que el bautismo nos libera de vivir esclavizado al pecado, idolatría, hechicería, brujería, para
obedecer a Cristo.
SEPULTADOS Y RESUCITADOS CON CRISTO (Ro. 6:2-4; Col. 2:12). En Génesis 3:19 el Señor le dijo a Adán: “con el
sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque del polvo eres y al
polvo volverás”, enseñándonos que Dios estableció que el hombre debe morir para regresar a la tierra, pero para el
cristiano, Dios ha dejado el bautismo, porque en él nos hacemos uno con el Señor en su muerte, cumpliendo lo que
dice Génesis 3:19, porque el Señor nos sustituyó en la muerte.
a. SEPULTURA viene de la palabra griega sunthapto que significa sepultar con o juntamente (Strong 4916); se
utiliza en sentido metafórico, de la identificación del creyente con Cristo en su sepultura (Diccionario Vine).
Cuando somos sumergidos en las aguas, somos sepultados al pecado juntamente con Jesucristo.
b. RESUCITAMOS PARA ANDAR EN NOVEDAD DE VIDA, La palabra resucitar viene de la palabra griega
sunegeiro que significa: levantar juntamente con (Strong 4891) y se utiliza de la resurrección espiritual del
creyente con Cristo (Ef. 2:6). Así como el Señor Jesucristo resucitó, y su cuerpo fue transformado, cuando
somos levantados, resucitamos juntamente con Él para caminar en novedad de vida.
BUENA CONCIENCIA (1 P. 3:21). Antes de llegar al Señor, nuestra conciencia estaba contaminada y llena de pecado,
de tal manera que ya no nos redargüía cuando pecábamos, pero al entregarle nuestra vida el Señor, obtenemos una
conciencia neutra y en el bautismo obtenemos una buena conciencia.
CONVERTIRSE EN DISCÍPULOS (Mt. 28:19). El Señor Jesucristo dijo que quien creyera en Él y fuera bautizado, sería
constituido en su discípulo, por lo tanto, el bautizarnos nos habilita para ser discípulos, y dejar de ser creyentes.
PARTICIPAR DE LA RESURRECCIÓN (Ro. 6:5). En este pasaje, la palabra resurrección viene de la palabra griega
anastasis que significa un levantamiento (ana: arriba y jistemi: poner en pie) (Strong 386), por lo que todo el que se
bautiza resucitará, más los que escucharon del bautismo y teniendo la oportunidad de bautizarse no lo hicieron, y
murieron sin esa condición, no podrán participar.
DONES (1 Co. 12:4; Hch. 10:45; He. 2:4; 1 Co. 12:4,7-11). La palabra don viene de Charisma que significa don de
gracia y don que involucra gracia de parte de Dios como el dador (Strong 5486), son regalos dados por gracia para la
edificación del cuerpo de Cristo (Ro. 12:4-6).
GUIANZA (Jn. 16:13). Guianza se deriva del griego jodegeo que significa ir adelante en el camino y guiar,
literalmente: de guiar a los ciegos (Strong 3594). En esta faceta el Espíritu Santo va delante del creyente
aconsejando, dirigiendo a toda verdad, porque Él no habla por su propia cuenta, sino por la de Dios (Hch. 13:2).
ENSEÑANZA (Jn. 14:26). La palabra enseñanza utilizada en este versículo se traduce de didásko que quiere decir dar
instrucción (Strong 1321). El Espíritu Santo es un maestro en nosotros, dándonos instrucciones, revelación (Lc.
12:12), a la manera como Esdras le enseñaba la ley al pueblo de Israel (Neh. 8:8).
LLENURA (Hch. 2:4). El Espíritu Santo nos llena, la Biblia destaca que debemos mantener o permanecer llenos de Él,
siempre (Ef. 5:18), para no satisfacer los deseos de la carne (Gá. 5:16).
SABER QUE HAY EN NUESTRO CORAZÓN (Dt. 8:2). Probar viene de la raíz hebrea nacah que quiere decir pasar un
examen (Strong 5254), esto nos indica que el fuego en nuestra vida nos examina si guardaremos sus mandamientos
o no. Esta palabra se aplica en Daniel, cuando pidió que lo dejaran comer solo legumbres para luego probar o
examinar, en relación con los otros que comían los manjares de la mesa del rey (Dn. 1:12).
APRENDER OBEDIENCIA (He. 5:8). Aprender se traduce de la palabra griega manthano que quiere decir aprender,
aumentar el conocimiento o crecer en conocimiento y frecuentemente aprender por investigación u
observación (Strong 3129), esto implica aprender y conocer al Señor Jesucristo y no solamente su doctrina; a fin de
caminar de manera diferente al resto de los gentiles (Diccionario Vine). Obediencia viene de la palabra griega
hupakoe que significa obediencia rendida a los mandamientos de Cristo (Strong 5218).
APRENDER PACIENCIA (Stg 1:3,12). La prueba de nuestra fe produce paciencia, la cual debe ser perfeccionada en
nosotros, porque así recibiremos la corona de la vida. Paciencia traducido del griego hupomone: permanecer bajo y
sobrellevar algo (Strong 5281); la paciencia crece bajo las pruebas, que pueden ser: generales (Lc. 21:19), del servicio
del evangelio (2 Co. 6:4), por disciplina (He. 12:7).
E
s únicamente por medio del bautismo en arrepentimiento que entramos al reino de Dios y son perdonados y
borrados los pecados que nos acusaban. Cuando somos bautizados en agua, mostramos obediencia y amor al Señor,
porque estamos cumpliendo una ordenanza que Él ha dejado y empezamos a ser libertados de la esclavitud del
pecado; sin embargo, es necesario buscar insistentemente el ser bautizados por el Espíritu Santo, y buscar
constantemente su llenura, la cual nos capacitará para ejercitar los dones para la edificación del cuerpo de Cristo,
disfrutando de su guianza y enseñanza, además, esta llenura nos prepara para el bautismo en fuego, es decir, cuando
vengan las pruebas duras y difíciles, Su presencia hará que salgamos victoriosos. Debemos pedirle al Señor ser bautizados
en estas facetas, porque ello nos preparará para las siguientes.
E
n He.6:2, se nos exhorta a que avancemos hacia la madurez, indicando que ya se deben conocer los rudimentos de
la doctrina, y uno de esos rudimentos es la doctrina de los bautismos, que contempla siete facetas que todo
cristiano debe conocer para un crecimiento firme y seguro, que lo preparará para la restauración total. En el tema
anterior se estudiaron cuatro facetas (arrepentimiento, agua, Espíritu Santo y Fuego), por lo que es necesario conocerlos
totalmente.
L
as facetas del bautismo constituyen un proceso donde Dios trata específicamente a cada cristiano, para tallar en él la
imagen de Cristo, y devolverlo a su forma original. En este tema se desarrollan las tres facetas restantes, son ellas:
bautismo en el Cuerpo, bautismo en Cristo o en el Cordero y el bautismo en el Padre.
5. BAUTISMO EN EL CUERPO, 1 Corintios 12:13
La iglesia es el cuerpo místico del Señor Jesús (Co. 1:18). El bautismo en el Cuerpo se refiere a comprometerse e
identificarse con la iglesia a la que asistimos, tener unidad, permanecer en armonía, etc. En Pentecostés, todos estaban
unánimes juntos, en un mismo sentir (Hch. 2:1), este bautismo puede venir como consecuencia de tribulación,
persecución, pobreza, etc. en donde no se piensa en una solución personal solamente, sino en el bien común (Hch. 2:44-
46). Algunas de las características de los que viven este bautismo son:
REALIZA SU FUNCIÓN EN EL CUERPO DE CRISTO (1 Co. 12:14-20). Aquel que ha sido bautizado en el cuerpo sabe
y comprende que no sólo él puede hacer todo, sino que cada uno tiene funciones diferentes, por eso no es
sectarista, porque se estaría separando del cuerpo; esto nos enseña que cada uno tiene una función y debemos
aprovechar cada don que tienen los demás miembros del cuerpo.
NO PERJUDICA AL CUERPO DE CRISTO (1 Co. 12:26). Cuando la persona vive esta faceta del bautismo no es
indiferente a lo que le está sucediendo a los demás; así como en lo físico cuando nos lastimamos un dedo, todo el
cuerpo se duele (Mt. 25:36).
RECONOCE A LOS CINCO MINISTERIOS (Ef. 4:1-12). Reconoce que los ministerios son las coyunturas del Cuerpo,
por medio de las cuales se mantiene unido, convirtiéndose en el único medio por el cual vamos a crecer de
acuerdo a la voluntad de Dios, ya que hay anti-ministerios que buscan la unidad, pero para hacer lo que es
contrario a la voluntad de Dios como sucedió en la torre de Babel (Ge. 11:4).
NO PUEDE DEJAR DE AMAR A SUS HERMANOS (Jn. 13:34-35). Una característica de este bautismo es que la
persona no puede dejar de amar a sus hermanos, no solamente como una expresión verbal o momentánea, sino
con el amor verdadero que permanece aún en los momentos difíciles (Pr. 17:17).
Un paso necesario para que sea tallada la imagen de Cristo en nuestra vida, es ser bautizados en la Palabra (Ef. 5:26), pues
ella nos hace verdaderamente libres (Jn. 8:32,36), produce la fe necesaria para obrar (Ro. 10:17) y para recibir lo que Dios
tiene para nosotros (Gá. 3:2). Al sumergirnos en la Palabra, recibimos: amor por la verdad (Ef 4:15), limpieza (Jn.15:3),
El bautismo en el Padre se cumplirá después que todos los enemigos del Señor sean vencidos, es decir, después
del Juicio del Trono Blanco (1 Co. 15:26-28; Ap. 21:14).
No todos los cristianos serán bautizados en el Padre, únicamente aquellos que previamente fueron hallados
dignos y fueron llevados en la Parusía o experimentaron la ex-anastásis.
La Biblia nos presenta figuras del bautismo en el Padre, algunas de ellas son:
EL TABERNÁCULO (Ex. 40:17-38; Nm. 9:15-17). En el tabernáculo, los sacerdotes representan a todos aquellos
cristianos que fueron bautizados en el Cordero, el tabernáculo representa a Jesucristo, quien es el tabernáculo
de Dios (Jn. 1:14) y la nube representa al Padre, porque de ella Dios descendió cuando se inauguró el
tabernáculo, cuando se manifestaba sobre el Arca del Pacto (Lv. 16:2) Siempre que la nube se movía, el pueblo
la seguía, figura de que luego de este bautismo, estaremos siempre con Él.
EL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN (Lc. 9:28-36). En el monte de la transfiguración, Moisés representa a los
cristianos que murieron y que en la Parusía resucitarán y serán bautizados en el Cordero (1 Ts. 4:15-
17), los discípulos representan a los cristianos que pasaron por todo el proceso del bautismo y finalmente
fueron bautizados en el Cordero en la Parusía (1 Co. 15:52), Elías representa a aquellos que fueron llevados sin
ver muerte, como Enoc (Gn. 5:24) y el mismo Elías (2 R. 2:11) y la nube que desciende y los envuelve,
representa al Padre. Esto nos enseña cómo Jesucristo es sumergido en Dios Padre y nosotros juntamente con
Él, cumpliéndose el verso que indica que Dios sería todo en todos (1 Co. 15:28).
EL TEMPLO DE LA NUEVA JERUSALEM (Ap. 21:22). Jesucristo dijo que a los vencedores los haría columna del
Templo de su Dios y que nunca más saldrían de allí (Ap. 3:12), dando la promesa de que quienes culminen el
proceso del bautismo, regresarán al Padre, de donde salieron, y nunca más saldrán de allí, porque vivirán
eternamente con Él, cumpliéndose “y a la casa de Jehová volveré por largos días” (Sal. 23:6 LBA).
D
ebemos pedirle al Señor que todas las facetas del Bautismo sean una realidad en nuestra vida. Nuestro anhelo ser
participar en la faceta del Bautismo en el Cordero, por lo que debemos ser bautizados en arrepentimiento, agua,
Espíritu Santo, fuego, y en el cuerpo. La faceta del bautismo en el Cordero, nos abre la puerta para participar en el
Bautismo en el Padre, es decir, regresar nuevamente al Dios Altísimo. Por eso vemos que el Arca del Pacto estaba
compuesta por 3 objetos (He. 9:4), el maná que representa a Jesucristo (Jn. 6:49-51); las Tablas de la ley representan al
Padre, porque Él las escribió y las puso en las manos de Moisés (Ex. 31:18); y la vara de Aarón, representa al Espíritu Santo,
y estaban colocados dentro del Arca del Pacto, que representa al Altísimo quien envuelve todas las cosas.
L
a Biblia se refiere al fruto siendo un nombre colectivo y no una serie de frutos. No podemos escoger o notar
diferencias de calidad entre los diferentes aspectos del fruto, porque constituyen un todo único y se deben
contemplar como el resultado normal de un creyente que camina en el Espíritu. Es como una naranja con diferentes
gajos, los cuales son todo parte de un solo fruto.
El Señor Jesucristo indicó que las personas son un tipo de árboles y que por medio de los frutos, se conocería la integridad
de cada cual; porque un árbol bueno, da buenos frutos y un árbol malo produce malos frutos (Mt. 7:16, 20). Los cristianos
son transformados en árboles de justicia por medio de Jesucristo; por lo tanto, tienen la capacidad de producir frutos
agradables a Dios. La Biblia enseña que el fruto del espíritu es producto de crucificar la carne con sus pasiones y deseos,
vivir en el espíritu (Gá. 5:25) y deleitarse en la Palabra de Dios (Sal. 1:2-3).
T
odo fruto es producto de una siembra, en donde se trabajó la tierra, arándola con bueyes, limpiándola y abonándola,
luego se alimentó, abonó, regó y cuidó para que produjera fruto agradable (Is. 5:1-2). De esta misma forma, se debe
dejar que Dios trabaje la tierra, es decir el alma, por medio de los ministros, para ser limpiada de toda suciedad,
alimentada, que pueda beber del agua de la Palabra (Ef. 5:26) y viva en el fluir del Espíritu Santo (Jn. 7:38). Este fruto, es
para que Dios lo coma, por eso se lee en el libro del Cantar de los Cantares, "venga mi amado a su huerto y coma de su
dulce fruto" (Cnt. 4:6).
Si los practicamos heredaremos la vida eterna (Lc. 10:25-29), por lo que la voluntad de Dios para nosotros es que
desarrollemos ese fruto en nuestra vida. Por eso es que en 1ª. Corintios 13, se nos dice que las características del amor
son: sufrido, benigno, no tiene envidia, no guarda rencor, no se envanece, no es injurioso, no busca lo propio, no se irrita,
no piensa mal, no se goza de la injusticia, se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo
soporta. Cuando en nuestra vida se manifiestan estas virtudes, es evidencia de que el fruto del Espíritu se está
produciendo en el cristiano. Es interesante hacer notar que el amor es la mayor de todas las virtudes (1 Co. 13:13) y que
se nos manda que aunque deseemos los dones espirituales, sobre eso debemos procurar alcanzar esta clase de amor (1
Co. 14:1), antes que todas las cosas. Este amor debe manifestarse en:
AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS (Lc. 10:27). Es uno de los mandamientos que Dios dejó escrito en la ley mosaíca
y fue repetido por Jesús, debemos amarle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas y
con toda nuestra mente, lo cual involucra nuestro ser integral, ese es el anhelo del Señor, que nos enamoremos
perdidamente de Él, para que sea más fácil llevar su yugo, porque su yugo es fácil y su carga es ligera (Mt. 11:30).
AMARNOS OS UNOS A LOS OTROS (Jn. 15:17). El Señor Jesús nos insta a que nos amemos los unos a los otros, es decir
entre las familias y entre hermanos (Ro. 12:10). Ello conllevará a buscar el bien común, por eso en el Salmo 133:1 se nos
dice que cuán bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía.
AMAR A NUESTROS ENEMIGOS (Mt. 5:44). La ley mosaica mandaba que se odiaran a los enemigos, pero el Señor Jesús
nos pide ahora que los amemos y que oremos por ellos, porque ese es el ejemplo de Dios, nuestro Padre, que cuando
éramos sus enemigos, por medio de la muerte de su hijo fuimos reconciliados con Él (Ro. 5:10).
El gozo, más que una alegría pasajera por las "buenas" circunstancias del momento, es una felicidad permanente, que no
depende de las circunstancias externas, sino de la fe y comunión con Dios (1 Ts. 1:6; Neh. 8:10); porque puede existir
adversidad, pero el gozo no cambia porque se espera en el Señor. (He. 12:2) Este ejemplo se observa en el apóstol Pablo,
quien a pesar de sus prisiones, estaba gozoso e invitaba a los hermanos a que se gozaran. (Fil 1:25-26, 2:8, 4:4)
Algunos ejemplos del efecto de este gozo son: estar gozosos pesar de los enemigos (2 Cr. 20:27), en lugar de estar tristes
(Jn 16:20), en lugar de llanto (Jer 31:13), en lugar de luto (Is. 61:3), en las tribulaciones (2 Co 7:4), en pruebas (2 Co. 8:2),
en el padecimiento ministerial (Col. 1: 24) en el padecimiento por el evangelio (Hch 5:40-42).
La paz de Dios permitirá que los temores de este mundo no contaminen el corazón, ya sean económicos, políticos,
sociales, etc. (Job 18:11; Cnt. 3:8; Jer. 6:25). Sí tenemos el efecto de la paz en nuestro corazón viviremos en reposo, a
pesar de: problemas a nivel mundial (Jn 14:27), guerras (Sal 55:18), persecuciones (1 S.20:42), enemigos (Est 9:16-22)
etc.
La concordancia Strong indica que la paciencia es la auto abnegación y limitación, por medio de la paciencia alguien no
toma venganza precipitadamente de un agravio. La paciencia es lo opuesto a cobardía y desaliento, es la fortaleza de
ánimo para seguir al señor en las dificultades (Job), para tener perseverancia y constancia en su búsqueda (Abraham),
para correr la carrera (He. 12:1), para esperar la venida del Señor (Stg. 5:7); ya que por medio de ella se alcanza las
promesas que Dios ha dado (He. 6:12) y de igual forma es por medio de ella que se obtendrá un carácter sólido (Ro. 5:4).
C
osechar el fruto del Espíritu es un proceso continuo en donde los cristianos deben ser trabajados por el Viñador, Dios
Padre, haciendo morir las obras de la carne por medio del Espíritu Santo, para producir un fruto agradable al paladar
del Señor Jesucristo (Cnt. 4:16)
U
n fruto es producido por la energía inherente de un organismo vivo (Mt. 7:17; Stg. 5:7), y que el labrador espera
cosechar después de haber sembrado; al igual que este labrador, nuestro Padre Celestial espera que nuestra vida
fructifique. Por eso Dios envía la lluvia temprana y la tardía, para crecer como árboles robustos, que siempre dan
fruto (Sal. 1).
L
a palabra “fruto” se traduce del griego karpos (Strong G2590) que quiere decir fruto; y es la expresión visible de la
vida en el Espíritu. El Fruto del Espíritu en nosotros, es una señal de madurez, la cual saldrá a luz y será evidente
para todos, veamos:
BENIGNIDAD (Gálatas 5:22). La palabra benignidad es traducida del griego Chrestotes que significa excelencia moral en
el sentido de conducta, amabilidad, gentileza, gallardía e integridad (Strong G5544), pero también de la palabra Chrestos
que quiere decir mejorar, perfeccionar, amable, con sencillez y se utiliza para indicar docilidad (Strong 5543).
La benignidad no es solamente una cualidad, sino que expresa la acción. Esta faceta del Fruto se manifiesta en la vida de
un creyente, cuando demuestra excelencia en su conducta, exteriorizando amabilidad, gentileza e integridad, con
sencillez de corazón hacia el pueblo de Dios (Ef. 4:32), y aún para con los no creyentes (2 Ti. 2:24)
El que posee esta virtud no actúa con agresividad (Tit. 3:2). La benignidad denota docilidad para ser moldeado por el
Señor, como el barro en las manos del alfarero (Jer. 18:1-6). Esta faceta sólo puede ser dada a través del Espíritu Santo, el
Señor nos da su máximo ejemplo porque es benigno aun con los ingratos y malos (Lc. 6:35, Ro. 2:4), por ello mandó a su
Hijo a morir en la cruz en nuestro lugar. La benignidad se expresa en términos de gracia, ternura y compasión. Veamos
algunos ejemplo de benignidad:
EL APÓSTOL PABLO EN TESALÓNICA (1 Ts. 2:7-8). Pablo les dice a los tesalonicenses que había sido tierno con ellos,
comparándose a una nodriza que con ternura cuida a sus hijos, para que nada les pase, y que a través de esa benignidad
les enseñó a comportarse como dignos hijos de Dios.
BONDAD (Gálatas 5:22). La palabra bondad se traduce de la palabra griega agathosune que significa útil, excelencia y se
utiliza para indicar rectitud de corazón y una actitud de beneficencia (Strong G19), la que se deriva de agathos que quiere
decir ayuda y buenas cosas (Strong G18) La bondad es una actitud de ayuda hacia otras personas, con rectitud de
corazón, sin hipocresía, ni vanagloria y ningún interés; esta ayuda puede ser por medio de la oración, como lo pedía el
apóstol Pablo (Ro. 15:30).
Denota una actitud de beneficencia hacia los necesitados (Hch. 20:35), brindándoles cosas, para su provisión (He. 13:10).
La bondad debe ser característica de las personas regeneradas, Pablo le escribía a los hermanos de Roma que ellos
estaban llenos de bondad y que eran capaces de amonestarse unos a otros (Ro. 15:14), indicándonos que la bondad es
una cualidad firme, es hacer el bien a otros no necesariamente por medios suaves, sino también advirtiendo a otros que
han hecho algo reprensible
PABLO CON LOS DE CORINTO (1 Co. 5; 2 Co. 2:1-8). Pablo amonesta de manera fuerte a los hermanos de Corinto por un
caso de inmoralidad en la congregación, pero en la segunda carta, les hace saber que lo hizo con tristeza, con dolor,
esperando recibir de ellos una respuesta favorable. Esta actitud del apóstol Pablo se caracteriza como bondad.
PABLO REPRENDE A PEDRO (Gá. 2:11). En la iglesia de Antioquía, Pedro se apartó de los gentiles para no comer con
ellos, porque le tenía temor a las críticas de los judíos y con su actitud arrastró a Bernabé, por lo cual Pablo, haciendo uso
de la bondad, reprendió a Pedro, sabiendo que judíos y gentiles fueron justificados por Dios, y que ya no había diferencia
(Ro. 10:12).
Debemos notar la diferencia entre benignidad y bondad. La benignidad es una disposición hacia otros que se traduce en
acciones suaves y la bondad es una actividad bondadosa a favor de ellos, que de acuerdo al caso pueden ser acciones
drásticas.
FE (Gálatas 5:22). La palabra fe se traduce del griego pistis que quiere decir firme persuasión, convicción basada en lo oído,
confianza, seguridad, fe y fidelidad (Strong G4102). Uno de los aspectos de la fe es la confianza al conocer a Dios, ser fiel a
Dios y a los hombres. En términos sencillos la fe es creerle a Dios. Es actuar con la convicción de que lo que Dios ha
prometido nos lo va a dar.
MANSEDUMBRE (Gálatas 5:23). La palabra mansedumbre se traduce del griego praotes que significa mansedumbre y
humildad (Strong G4236). La mansedumbre es una obra efectuada en el alma, ya que la mansedumbre dispone al espíritu
humano a aceptar los tratos de Dios, por eso el mayor ejemplo de mansedumbre es nuestro Señor Jesucristo (Mt. 11:29).
Algunas personas creen que mansedumbre es un sinónimo de debilidad, pero al contrario, la mansedumbre manifestada
por Cristo ante los sufrimientos del Calvario, fue el resultado del Poder de Dios actuando en su vida.
Pablo instruyó a los cristianos a que muestren mansedumbre para con todos los hombres (Tit. 3:2), porque así conviene a
“los escogidos de Dios” (Col. 3:12) La Biblia nos demanda a dar frutos de mansedumbre con todos, veamos un ejemplo:
CON LOS QUE SE OPONEN AL EVANGELIO (2 Ti. 2:25). Es difícil mostrar mansedumbre con los que contienden en contra
de Dios, sin embargo debemos pedirle al Señor que llene nuestro corazón de esta virtud para que podamos con amor,
atraer a las almas perdidas hacia Cristo.
L
os árboles muertos no producen fruto y los árboles enfermos no dan buenos frutos. Por esa razón debemos dejarnos
moldear por el Espíritu Santo para dar fruto al ciento por uno.
E
l poder de Dios obra interna e invisiblemente por medio del Espíritu Santo en aquellos que son traídos a una unión
con Cristo (Jn. 15:2-8,16), Debemos producir estos frutos estando unidos a Cristo, preparando nuestra tierra, para
que la semilla que Él ha sembrado fructifique y de fruto al 100, al 60 o al 30 por uno.
E
n Ef. 5:9 se nos menciona de un fruto del Espíritu Santo que es bondad, justicia y verdad, estos representan la
expresión de la unión del cristiano con Dios. Al aceptar a Cristo, el Padre está con nosotros, el Hijo y el Espíritu Santo
moran dentro de nosotros, por lo tanto, la vida de ellos en nosotros nos capacitan para mostrar los frutos, para que
el Padre descienda al huerto y pruebe de ellos.
TEMPLANZA (Gá. 5:23). La palabra “templanza” se deriva del griego enkrateia (Strong G1466) y de kratos que significa
fuerza y se traduce templanza (Strong G2904). La Biblia de las Américas lo traduce de mejor manera como dominio
propio. El término templanza se refiere específicamente a la abstinencia de consumir bebidas alcohólicas y
emborracharse,, sin embargo el término dominio propio, es más amplio, pues se aplica a varias formas de dominio.
Todo lo que recibimos de parte del Señor puede ser susceptible de ser abusado, y la utilización correcta demanda el poder
controlador de la voluntad bajo las operaciones del Espíritu de Dios. Por ejemplo algunas bebidas, comidas, algunos
placeres no son malos en sí, el problema esta cuando el hombre se descontrola y no puede ejercer gobierno sobre ellos.
La comida es buena, pero puede convertirse en mala cuando se consume en exceso, porque a algunos les puede ocasionar
problemas de salud.
La palabra Dominio” se traduce del idioma griego enkrateia que significa dominio propio, templanza (Strong G1461) y
propio” del griego emautou que quiere decir por mi propia cuenta, de mí mismo, mi propio beneficio, lo que me
conviene, lo que a mí mismo útil es (Strong G1683),
El dominio propio es abstenerse de hacer o no hacer ciertas cosas, que resultarán en un beneficio propio. Por eso es que
Pablo decía que todo nos era lícito hacer, pero no todo era provechoso y no todo edificaba (1 Co. 10:23), además,
recomendaba que fuéramos templados, como convenía y dejáramos de pecar (1 Co. 15:34),
El apóstol Pablo dice; que todo el que compite, se abstiene (templanza, dominio propio) de todo, para recibir una corona
corruptible, sin embargo, nosotros debemos manifestar dominio propio, pues recibiremos una corona incorruptible que
Dios nos ha reservado. La templanza es el control de sí mismo al ser equilibrado, cuando un cristiano no tiene dominio
propio su testimonio lo va a evidenciar.
JUSTICIA (Ef. 5:9 Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad). La palabra “justicia” se deriva de la raíz
griega dikaiosune que significa carácter o cualidad de ser recto o justo (Strong G1343). “Esta palabra se utiliza para
denotar un atributo de Dios (Ro. 3:5 Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto
el Dios que expresa su ira? (Hablo en términos humanos), cuyo contexto muestra que la justicia de Dios significa
esencialmente lo mismo que su fidelidad, o veracidad, aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas”
(Diccionario Vine).
Tener esa justicia es hacer todo aquello que es recto o justo en sí mismo (justicia de Dios), es practicar todo lo que se
conforma a la voluntad revelada de Dios (Mt. 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos
serán saciados., 10,20 Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino
de los cielos.). Es tomar en cuenta lo que Dios que señalado para que sea reconocido y obedecido por el hombre (Mt. 3:15
Y respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora; porque es conveniente que cumplamos así toda justicia. Entonces Juan se
lo permitió*.). El fruto de la justicia se siembra en paz (Stg. 3:18), es decir, la semilla produce aquel fruto y aquellos que
hacen la paz producen una cosecha de justicia.
VERDAD (Ef. 5:9). Verdad se deriva del griego aletheia que se traduce verdad, sinceridad, integridad de carácter (Strong
G225). También se deriva de aletheuo que quiere decir tratar con fidelidad o con verdad con cualquiera Strong G226). Una
evidencia de esta faceta del fruto del Espíritu en una persona es que es sincera, íntegra en su carácter, sin ningún doblez
(Mt. 5:37 Antes bien, sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal.), es fiel y habla con
la verdad, no le importan las consecuencias. La Biblia dice que el que habla verdad declara justicia (Pr. 12:17 El que habla
verdad declara lo que es justo, pero el testigo falso, falsedad.).
Uno de los beneficios de las personas que hablan la verdad es que permanecerán para siempre, porque la verdad es Cristo
(Pr. 12:19 Los labios veraces permanecerán para siempre, pero la lengua mentirosa, sólo por un momento.; Jn. 14:6 Jesús
le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.). Todo aquel que testifica de Cristo,
comunica la verdad del evangelio y tendrá vida eterna (Gá. 2:5 a los cuales ni por un momento cedimos, para no
someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con vosotros.), pero quien se aparta de la verdad, corre el
riesgo de creer mitos (2 Ti. 4:4 y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. ) y extraviarse del camino.
FRUTO DE LABIOS QUE CONFIESAN SU NOMBRE (He. 13:15 Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio
de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre.). La palabra “labios” se deriva del término griego
queilos, el que se utiliza para referir al órgano del habla (Mt. 15:8 "ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU
CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.; Mr. 7:6 Y El les dijo: Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
"ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI) y específicamente en el acto de
honrar a Dios (Strong G5491).
El diccionario Vine anota que el “honrar de labios” tiene un significado más profundo que el de palabras vacías. Los judíos
tenían una costumbre de llevarse a la boca la borla del taled, que consiste en una pieza de lana usad para cubrirse la
cabeza y cuello durante la oración. Ellos hacían ese ritual como una aceptación de la ley en el corazón. Realmente ellos lo
practicaban como una costumbre pero no lo hacían en el corazón, pues el Señor Jesús los tildó de sepulcros blanqueados
(Mt. 23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera
lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.) Debemos cuidar que todo lo
que salga de nuestra boca honre al Señor y no solamente para ser vistos (Lc. 18:11 El fariseo puesto en pie, oraba para sí
de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun
como este recaudador de impuestos.: 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el
que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.).
Fruto de labios puede ser aplicable a se aplica a utilizar nuestros labios para hacerle fiesta, con alabanza al Señor, como un
reconocimiento de su autoridad, majestad, poder, excelencia, etc, Yodo lo que salga de nuestra boca en nuestro diario
hablar nuestro diario hablar sea esta clase de fruto que el Señor anda buscando en nosotros.
D
ebemos pedirle al Señor que nuestro corazón sea una buena tierra, para que la semilla que Él plante fructifique y
podamos dar el fruto precioso, el Señor es paciente con nosotros hasta que vuelva otra vez y nos levante, por eso
nos envía su lluvia temprana y tardía (Stg. 5:7 Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad
cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la
tardía), porque quiere comer de su fruto (1 Co. 9:7 ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas?
¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño? )..
15 EL VELO
Mó dulo II Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?
Doctrina (1 Co. 11:13)
Básica
L
a Biblia contiene enseñanzas que no influyen en la salvación, pero sí con la sujeción y la ministración de la bendición
de Dios. En Mateo 7:28, la palabra "doctrina" se traduce del griego Didache, que significa instrucción (Strong 1322),
es decir, una enseñanza que se lleva a la práctica, como una forma de vida. Dios ha delegado su autoridad con el
propósito de normar, sujetar, gobernar y ordenar todas las cosas, porque Él es un Dios de orden (1 Co. 14:33). El Señor ha
establecido un principio de autoridad con el fin de que sea reconocido y sea evidenciado el fruto de la sujeción. La
Escritura dice: Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza (autoridad) de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
(1 Co. 11:3), por tanto la Iglesia tiene la responsabilidad de aprender los principios básicos de sujeción.
E
l velo en la mujer es señal o evidencia de sujeción a la autoridad del varón sobre ella, y por ende, se convierte en
señal de autoridad ante los ángeles, en los cultos a Dios, públicos o privados. La concordancia Strong explica "debe
tener poder sobre su cabeza", ahora bien, la palabra "poder" se traduce del griego Exousia, que significa autoridad,
jurisdicción, derecho de actuar, libertad de acción y poder (Strong 1849), indicando que, literalmente, "poder es una
cubierta, en señal de que ella está bajo el poder del varón." Dios no hace acepción de personas (Ro. 2:11), no es machista
ni feminista (1 Co. 11:11), por lo que la sujeción en la mujer es para bendición y para su protección. El Señor muestra en el
nuevo Testamento, que la autoridad debe ser en amor:
De la Iglesia a Cristo (Ef. 5:24-25);
De los hijos a los padres (Col. 3:20; Ef. 6:4);
De la esposa al esposo (Ef. 5:22; Col. 3:18), y
A las autoridades gubernamentales (Ro. 13:1).
En el Antiguo Testamento hay un ejemplo (1 Co. 10:6) de lo que representa la sujeción: Rut (Rut 3:7) se cubre
voluntariamente con el manto (autoridad) de Booz para recibir ayuda, redención, techo, alimento, vestidura, etc., en una
palabra: Bendición. Dios utiliza ejemplos para enseñarnos lo que debemos aprender (Lc. 21:29; 8:10). El principio del
orden en los cultos se encuentra descrito en la primera carta a los Corintios. En (1 Co.11) primera parte, se indica cuál
debe ser la actitud y conducta personal de los hermanos y hermanas que participan del culto al Señor, por lo que debemos
estar atentos para ponerlas en práctica (1 Co. 11:2).
A. EL ORDEN DIVINO.
En el orden de Dios hay bendición y prosperidad. Así como en un matrimonio, que no está en el orden de Dios, las
personas continúan casadas, pero sin prosperidad real, así también la Iglesia que no cree, y no obedece a Dios, puede
existir bendición, pero no en la dimensión que Dios desea (Mr. 6:5,6). Cuando la Biblia se refiere a cabeza, esta
palabra se traduce del griego kefalé, que significa: cabeza, idea de fuente, origen, comienzo, dependencia (Strong
2776). El ejemplo que da el Señor es que, Él es la cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo (Ef. 5:23), lo que nos
enseña que, así como el cuerpo no puede dirigirse sin la cabeza, las líneas de autoridad deben tener su
correspondiente sujeción. La sujeción (del griego = hupotage: subordinación (Strong 5292) 1 Ti. 2:11) es pareja de la
autoridad. En este mismo pasaje, Dios delega en el varón la autoridad sobre la mujer, así como lo hace con los
ministros que cubren a su Iglesia (Ef. 4:11).
El cubrirse es una instrucción de obediencia, porque al no cubrirse, espiritualmente, se está afrentando la autoridad
de Dios. Es importante notar, que es la misma Palabra de Dios la que da estas instrucciones al respecto (autoridad) y
que los cristianos deben seguirlas para practicarlas (sujeción). La Biblia dice "honrad al rey" (autoridad) (1 P. 2:17 en
su segunda parte), si esto lo dice de un hombre mortal, cuanto mas será del rey (cabeza, autoridad) espiritual puesto
por Dios.
Por eso claramente dice: "debe tener señal de autoridad sobre su cabeza cuando ora o profetiza por causa de los
ángeles". En otras palabras debe indicar que reconoce una autoridad sobre ella que la cubre y protege, por lo que
los ángeles de Dios ministrarán todo lo que Dios quiere, mientras que los otros no podrán actuar.
La raíz griega de la palabra "señal" es Semeion, que significa símbolo, prenda, recuerdo, prueba, muestra (Strong
G4592). De aquí se deduce que el velo no es la autoridad en sí misma, sino un testimonio de la autoridad a la que la
mujer se sujeta, por lo que el uso del velo debe empezar en el corazón (He. 8:10; Mt.15:8). La persona que no usa el
velo para orar o profetizar, conociendo esta verdad, tiene símbolo de que no hay sujeción a la Palabra de Dios y a la
autoridad.
E
n 1 Corintios 11:1-2, el Apóstol Pablo exhorta a ser imitadores de él, como él de Cristo. Luego alaba al pueblo por su
obediencia firme (sin doble ánimo) a las instrucciones (versión 1909) apostólicas impartidas, inmediatamente
después pasa a dar la enseñanza respecto al uso del velo (v.3-15).
También dice que los apóstoles y las Iglesias de Dios no deben dedicarse a la contienda ( filoneikos: filos = amigo,
aficionado, amante) (Strong G5384), y (neikos = refriega, contienda, pleito, disputa, riña), con lo que establece que no es
optativa la obediencia a tales instrucciones (v.16). Sin embargo, la persona debe ser llevada a confirmar en las Escrituras
lo que se enseña (Hch. 17:10-15) con el propósito de comprender y llevar a la práctica la Palabra (Sal. 119:105) y para que
el Señor se manifieste más y más en su vida (Jn. 14:21).
16 EL DIEZMO Y LA OFRENDA
Mó dulo II Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de
Doctrina los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta
Básica que
sobreabunde. Mal. 3:10
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre. 2 Co. 9:7
E
l diezmo y la ofrenda son mandamientos que están vigentes hasta el presente, por lo que debemos cumplirlos por
amor, gratitud y obediencia a Dios, teniendo presente en todo momento que únicamente damos de lo que recibimos
de su mano (1 Cr. 29:1-14). Además, es un privilegio el poder dar un poco de lo mucho que Dios nos da para el
engrandecimiento de su obra por toda la tierra.
1. EL DIEZMO: La palabra “diezmo” se traduce del vocablo hebreo maaser que significa décima parte (de asar = un
décimo) (Strong H4643): también del vocablo hebreo ’asar que significa tomar la décima parte de (Strong H6237), y
del vocablo griego dekáte que significa décima parte (de dekatos = un décimo) (Strong G1181).
El diezmo es entonces, tomar la décima parte de determinada cosa, específicamente se refiere al aporte de bienes
materiales y económicos, por lo que debemos considerar la fidelidad y obediencia en la entrega de los diezmos de lo
que el Señor nos provee. Este mandamiento ha estado vigente desde antes de la ley (Abram a Melquisedec, Gn
14:17,20); en el tiempo de la ley (Israel a los levitas) y en este tiempo (cristiano a su ministro), que como hijos de
Abraham debemos hacer las obras de Abraham. Veamos algunos aspectos del diezmo:
DEBE TRAERSE. En Malaquías se nos indica que debemos traer el diezmo, este verbo está en modo imperativo, es
decir, indica una orden o mandamiento, el cual no debemos tardar en obedecer. La palabra traer viene del hebreo
bow’ y significa venir con, traer, entrar en, ir, llevar algo, pasar, cruzar y fuera (Strong H935), con la connotación que
se debe hacer, una vez más, indicando una práctica continua, ya sea en tiempo de bonanza o de prueba.
El diezmo es un mandamiento que debemos dar u ofrecer, como una práctica continua, en comunión con el Señor y
de manera voluntaria, aunque estemos pasando momentos de escases.
DEBE SER LLEVADO AL ALFOLÍ. Alfolí se deriva del hebreo ‘otsar que se traduce como tesoro, provisión, reserva de la
casa y suministro (Strong H214) indicando que puede tratarse de comida y bebida, pero también de oro y plata. El
diezmo debía ser llevado al alfolí para que hubiera alimento en la casa de Dios, para que los sacerdotes que
ministraban delante de Él, lo recibieran y dispusieran de él (Nm. 18:21,24).
Esto nos indica que los diezmos deben ser traídos o entregados en el lugar donde nos alimentamos espiritualmente y
congregarnos (Nm 18:26) y son para que el ministro los administre adecuadamente. La entrega del diezmo es
reconocimiento de autoridad del ministro (He. 7:2,7) que le está dando alimento (Palabra). Por otro lado, también se
menciona que del diezmo que el ministro recibe, debe reservar el diezmo para el Señor (Nm. 18:26).
DEBE SER SIN DEFECTO (Dt. 14:22). El diezmo que se entregue debe ser sin defecto, producto en buen estado, y si es
dinero, debe ser ganado honestamente, por trabajo y no deshonestamente.
DEBE SER DADO CON FIDELIDAD. El diezmo es una de las pocas áreas en las que el Señor nos permite probarlo, es
decir, tener toda nuestra confianza que Él cumplirá lo que prometió y reprender al devorador por nosotros. La
palabra probar se deriva del hebreo B’ bachan que significa probar, demostrar algo, revisar, examinar y llevarse algo
a prueba (Strong H974), solo quien sabe que va a cumplir se compromete a ser probado, algo que sólo Dios puede
hacer, puesto que Él es fiel y nunca deja de cumplir sus promesas. Esto significa que si somos fieles en llevar nuestros
2. LA OFRENDA: Ofrenda se traduce del hebreo ruwmah que significa ofrenda alzada, contribución dada en especie o
en dinero (Strong H8641). Este término desciende de la raíz ruwm que significa exaltar o elevar; denotando que las
ofrendas o contribuciones son elevadas en alto al colocarlas sobre el altar. Ofrenda también se traduce del griego
eulogia que significa buena habla y alabanza (Strong G2129), y del griego eulogeo que quiere decir hablar bien de,
alabar, celebrar con alabanzas, de aquello que se dirige a Dios, reconociendo su bondad y con deseo de darle gloria
a Él (Strong 2127), denota dinero enviado a creyentes necesitados (Diccionario Vine). Esto nos indica, que cuando
damos nuestra ofrenda para cubrir alguna necesidad, estamos alabando a nuestro Dios, reconociendo la obra que Él
ha hecho en nosotros, y le honramos. Algunos aspectos de ella son:
ES VOLUNTARIA (2 Co. 9:7; Ex. 36:3). La Biblia declara que cada quien debe dar su ofrenda como propuso en su
corazón; “propuso” se deriva del griego proaireo que significa traer afuera o adelante, tomar por elección, preferir y
proponerse Strong 4255), lo que nos indica que la ofrenda debe ser traída a la iglesia de manera voluntaria, el
cristiano debe proponerse a ofrendar de corazón, ya que Dios escribió su ley en él. Mientras más cercana sea nuestra
relación con el Señor, nuestro corazón será motivado a dar, considerando que a Dios no le interesa la cantidad sino la
disposición del corazón al dar (Lc. 21:1,4). Otro de los aspectos importantes, es que para entregarla, debemos estar a
cuentas con nuestros hermanos (Mt. 5:23, 24).
CON ACTITUD SANA (2 Co. 9:7). La ofrenda debe ser dada con alegría, y no esperando una recompensa por ello,
porque dar trae la gran bendición de recibir el amor de Dios en nuestro corazón. Por otro lado, se dice que no debe
darse con dolor, ni con aflicción, ni murmurando, ni por mezquindad de querer recibir retribución por ello, porque eso
le desagrada al Señor.
DEBE SER GENEROSA (Ex. 35:21; 2 Co. 9:7). La ofrenda debe ser entregada con generosidad, no escasamente, ya que
este es un principio establecido por Dios de la siembra y la cosecha, pues quien siembre escasamente, segará
escasamente, pero quien siembra generosamente, generosamente segará.
E
l creyente es exhortado a dar, no por una norma impuesta sino presentándole el ejemplo de gracia del mismo Señor
Jesucristo, que por amor a nosotros se hizo pobre siendo rico (2 Co. 8:9). Es de resaltar que aunque el diezmo y la
ofrenda le pertenecen al Señor, todo el ser integral debe ser ofrendado hacia él, así como él se ofreció en holocausto
por el pecado. Recordemos que Dios es el dueño del oro y la plata (Hag. 2:8), sin embargo, pide obediencia para entregar
fielmente el diezmo de lo que Él mismo provee, de igual forma nos da el privilegio de aportar por medio de la ofrenda para
el desarrollo de su obra y la predicación del evangelio en el mundo, para que nuestro corazón no tenga problemas de
avaricia y que nuestra economía sea sana.
17 EL VERDADERO AYUNO
Mó dulo II ¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las
Doctrina ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo? ¿No consiste en compartir tu
Básica pan con el hambriento y en llevar a tu casa a los pobres sin hogar? ¿No consiste en cubrir a tu prójimo
cuando lo veas
desnudo, y en no esconderte de quien es tu propia carne? Isaías 58:6-7
L
a Biblia nos enseña que el pueblo de Israel ayunaba por diversas razones, por ejemplo: para prepararse antes de
recibir un mensaje de Dios ó antes de ir a cumplir una misión especial de Dios, también con motivo de la muerte de
un ser querido o para conmemorar catástrofes nacionales (Jue. 20:26) y para implorar la ayuda de Dios,
discernimiento o perdón (1S. 7:6).
Sin embargo, Dios les habla a través del profeta Isaías, que esos ayunos no eran los que Él recibía, porque eran para buscar
su propia conveniencia (Is. 58:3). Dios escudriña lo más profundo del corazón de los hombres para conocer la intención
con la cual se realiza el ayuno (Pr. 20:27), por tal razón, Isaías explica cuál es el verdadero ayuno que agrada a Dios, y lo
importante de conocer cuáles son sus características para agradar a Dios al practicarlo.
E
l ayuno es una herramienta que Dios ha dejado para que su Iglesia busque su rostro; sin embargo se ha enseñado
que "ayuno" únicamente es abstenerse de alimentos; pero la Biblia enseña que eso es solamente una parte del
ayuno que Dios ha establecido.
La palabra "ayuno" se traduce del griego Nesteia que significa: abstinencia, escasez, falta, necesitado, carencia de
alimento, de sustento, de comida, sea voluntaria o involuntariamente (Strong 3521). Nesteia se compone de dos
palabras griegas: Ne, que significa negativo, y Esthio, que significa comer, devorar; también tiene relación con la palabra
griega Nestis, que quiere decir: no comer, abstenerse. Primariamente significa abstenerse de comer voluntariamente con
el propósito de buscar al Señor.
En segundo lugar, también significa "abstinencia" sin especificar de qué; esto nos enseña que el ayuno también es negarse
a más que solamente comida, es negarse a cualquier cosa que satisfaga al ser humano, con el propósito de ofrendarlo a
Dios, puede ser determinada dieta (carne), televisión, recreación o cualquier deleite. Veamos:
A. Desatar las ligaduras de impiedad: Cuando se habla de desatar, se refiere a la palabra hebrea: pattach , que quiere
decir abrir, completamente abierto, abrir de par en par, soltar, liberar y poner fuera (Strong 6605). Ligaduras se
traduce de la palabra hebrea chartsubbah, que significa: lazos, vínculos, compromisos, ataduras, grilletes y
punzadas (Strong 2784), y la palabra impiedad se traduce del hebreo Rasha que significa agravio, condena,
problema (Strong 7562); es decir, que el ayuno es liberar, soltar todo compromiso, lazo o vínculo que se tenga con
personas impías; dejando de hacer mal, ofender, condenar, acusar y de provocar problemas, de manera que cuando
sea necesario, perdonar y/o pedir perdón (Gn. 50:17).
Para realizarlo es necesario que la persona tenga corazón humilde para reconocer que está obrando mal y corregirlo,
por lo que, mientras más cercana sea la comunión con el Señor, más humildad habrá para cambiar aquellas actitudes
que conducen a atar a las personas, ya que Dios no habita donde hay impiedad (Job 34:10).
B. Soltar las coyundas del yugo La palabra "coyundas" es traducida de la palabra hebrea águddah , que quiere decir:
peso, carga y gran responsabilidad (Strong 92), lo que significa que el verdadero ayuno es soltar toda carga y peso,
propias y de otras personas, para agradar al Señor. En Hebreos 12:1 se insta a despojarse de todo peso para correr
con paciencia la carrera para llegar a la meta, es decir, a alcanzar la estatura de Cristo. ¿Cuál es ese peso o carga de
la cual se debe despojar? La versión KJV, traduce esta parte del versículo como: Deshacer la pesada carga, y la
Biblia enseña que carga pesada es:
Idolatría (Is. 46:1): La idolatría es una pesada carga, de la cual hay que despojarse y despojar a otras personas,
porque a Dios no le agrada que en nuestra vida, otra cosa o persona, ocupe su lugar; por eso se nos insta a huir
de la idolatría. (1Co. 10:14).
Iniquidad (Sal. 38:4): Tiene que ver con la injusticia, la condición de no ser recto, tanto ante Dios como ante las
personas y con todo aquello que alguien pide que otros hagan, pero que él no es está dispuesto a hacerlo, por
ejemplo: el legalismo (Mt. 23:2-4).
La vanidad y el afán (Ecl. 2:22-23): El libro de Eclesiastés indica que las personas nada obtienen de trabajar
mucho y de preocuparse, es más, el afán y la vanidad se convierte en una carga pesada, que no permite realizar el
verdadero ayuno, por lo cual Jesús dijo que no nos afanáramos por nuestra vida, ni por la comida ni por el
vestido, porque nuestro Padre celestial nunca nos abandonará ni nos desamparará (Mt. 6:25-34).
Autosuficiencia (Nm.11:14; Dt.1:12): Moisés llegó al punto donde se dio cuenta que no podía gobernar solo a un
pueblo tan grande, y su suegro Jetro le aconsejó buscar otras personas para que le ayudarán. La autosuficiencia
se convierte en una carga pesada, cuando no se reconoce que se necesita de la ayuda de otros hermanos y la
ayuda de Dios en nuestra vida.
Dios es poderoso para romper, soltar las coyundas de cualquier yugo que haya sido colocado sobre nosotros. (Is.
10:27).
C. Dejar libres a los quebrantados: El término "quebrantado" viene de la palabra griega ratsas, que significa: oprimido,
amoratado, desanimado, quebrado, acabado por una situación, aplastado, arrugado, apretado (Strong 7533). La
Biblia dice que las personas son quebrantadas a causa de:
La desobediencia (Dt. 28:33): Dios les dio a conocer al pueblo de Israel, que gozarían de bendición mientras
permanecieran obedientes a sus mandatos, pero si desobedecían, entonces serían oprimidos y quebrantados, por lo
tanto, es necesario ser obedientes para salir del quebrantamiento y así practicar el ayuno, ya que Jesús fue el
mayor ejemplo, que por medio del sufrimiento por amor a nosotros, aprendió obediencia (He. 5:8). En el Antiguo
Testamento se habla de un profeta que desobedeció las instrucciones que Dios le había dado, por lo que fue
quebrantado, y encontró la muerte (1 R. 13:26).
Seguir mandatos de hombres Oseas 5:11 (LBLA): El hombre puede llegar a ser quebrantado al seguir
mandamientos de hombres. En el Nuevo Testamento se nos manda a no seguir preceptos de hombres (Col. 2:20-
22), los cuales se destruyen con el uso.
El hombre malo (Job 20:19; Jue. 10:7-8): La Biblia describe que el hombre malo quebranta y desampara a los
pobres y les roba sus casas.
D. Romper todo yugo: La palabra romper se traduce de la palabra hebrea nathaq, que significa partir, quebrar y
fracturar (Strong 5423). Yugo, se traduce del hebreo mowtah, y significa yunta (Strong 4133). El yugo bíblicamente
representa servidumbre y esclavitud, pero también puede referirse a todas las formas de injusticia, por lo que
romper todo yugo se refiere a dejar de esclavizar (Gá. 5:1; Tit. 3:3; 2 P. 2:19) con:
La Ley (Hch. 15:1-11; Gá 5:1).
Rebelión (Lm. 1:14).
El mundo (2 Co. 6:14).
E. Compartir el pan con el hambriento: La palabra "compartir" se traduce de la palabra hebrea Parac, que significa,
partir, repartir equitativamente (Strong 6536) y la palabra "pan" se traduce del hebreo lechem, que significa pan,
alimento y comida en general (Strong 3899). De tal manera que, debemos compartir nuestra provisión de alimentos
con aquellos que tienen necesidad.
Ahora bien, sabemos que Jesús es el Pan que bajó del cielo (Juan 6:35), y que en sentido espiritual, las personas están
esperando que ese Pan llene su necesidad espiritual, a través de los cristianos. Por otro lado, la Biblia enseña que la
Palabra es el alimento (Jer. 15:16; Dt. 8:3), y con comida sólida (He. 5:12). El ayuno es entonces:
Atender las necesidades de los demás, es decir, dar de comer literalmente a quien no tiene, de manera que se
cubra su necesidad física (Stg. 2:14-17), como si fuera al Señor Jesucristo a quien se da de comer (Mt. 25:35-40).
Cumplir el mandato de ir y hacer discípulos, por medio de la enseñanza de la Palabra (Mt. 28:19-20), a todo el
mundo. Para cumplir este mandato, se necesita de una iglesia apostólica, que envíe evangelistas, pastores, apóstoles,
profetas y maestros, a edificar el cuerpo de Cristo (Ef. 4:11-12).
F. Llevar a casa a los pobres sin hogar: El término "llevar", se traduce de la palabra hebrea bow', que significa llevar,
acercarse, estar dispuesto voluntariamente, ser causa de, llevar en brazos (Strong 935). Cuando esta porción se
refiere a los pobres, en hebreo es 'aniy que quiere decir una persona que es: pobre, deficiente, débil, endeble,
desnutrido , modesto, afligido (Strong 6041), y cuando habla acerca de "sin hogar", es maruwd , que significa:
desdichado, desgraciado, refugiado (Strong 4788).
Por lo tanto, el que quiera ayunar para el Señor, debe estar dispuesto voluntariamente a llevar, y si en caso lo
requiriera, a aquellos que son débiles, afligidos, que son desdichados o refugiados, a casa, en aspectos como los
siguientes:
Protección literal a los necesitados, practicando la hospitalidad (Ro. 2:13; Mt. 25:35-40), sin murmurar (1P. 4:9),
evaluando a quien se hospeda, pero teniendo presente que algunos sin saberlo han hospedado ángeles (He.
13:2).
Afirmar las rodillas endebles (Is. 35:3). Significa dar fortaleza a aquel que se siente desdichado, que
perdió su confianza en Dios, para que pueda caminar de nuevo en su Camino.
Para accionar en este sentido, se necesita ser sensible ante las necesidades de las personas que están alrededor de
nosotros, ya que Dios nos va a pedir cuentas de ello (Ez. 3:20-21).
G. Cuando veas desnudo a tu prójimo lo cubras: Cuando se habla de "veas" se refiere a la palabra hebrea a'ah, que
significa ver, prestar atención, observar, fijarse, tener visión, prestar atención a, discernir, materializarse, hacer
visible (Strong 7200); la palabra desnudo se traduce del hebreo 'arowm que quiere decir: desnudo, al descubierto,
obvio, agresivo, descarado, cabeza descubierta (Strong 6174), y cuando se refiere de cubrir, la palabra hebrea es:
kacah que es cubrir, tapar, cubrir la información sobre, proteger, escoltar, cubierta, esconder, ocultar, disimular,
cubrir (Strong 3680).
Esto indica que el cristiano debe prestar atención, observar y discernir cuando su prójimo está descubierto, o se ha
vuelto agresivo o cuando tiene su cabeza descubierta, para cubrirlo, brindándole protección. Por supuesto, la
característica principal que debe tener el cristiano debe ser el amor, puesto que el amor cubre multitud de faltas (Pr.
10:12; 1ª. P. 4:8; Stg. 5:20). La acción de cubrir se puede ver en dos sentidos:
En lo literal, es dar ropa a aquellos que la necesiten, como si fuera para el Señor Jesucristo (Mt. 25:35-40),
porque Él lo recompensará.
En lo espiritual, tener la visión de cuando el prójimo no tiene una cabeza espiritual que lo cubra, entonces se
hace necesario extender la cobertura de los cinco ministerios (Rut 3:9; 2 Co. 5:3).
H. No esconderse de quien es su propia carne: Esconderse se traduce de la palabra hebrea: 'alam que quiere decir:
ciego, invidente, esconder, disimular, ocultar (Strong 5956), y carne del hebreo: basar que significa: carne y hueso,
cuerpo (Strong 1320). Esto nos habla acerca que no es apropiado hacernos los ciegos, los disimulados ante la
necesidad de nuestra familia literal y espiritual, ante una necesidad urgente, sino al contrario, el verdadero ayuno nos
exhorta a ayudarlos, confortarlos, exhortarlos, proveerles, etc. (Mt. 7:10-13)
D
ios ha dejado el ayuno como un medio para que el cristiano se acerque a Él, de manera que pueda tener comunión
constante, conocerle más, encontrar consuelo, fortaleza y sabiduría, para que viva agradando su corazón siempre,
y con una actitud de perdón procurando la bendición de los hermanos, y que el Señor pueda expresar la frase que
dijo de Cristo Jesús "este es mi hijo amado, en el cual me deleito" (Mt. 17:5).
18 LA AUTORIDAD ESPIRITUAL
Mó dulo II Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las
Doctrina que hay, por Dios han sido establecidas. De modo, que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por
Básica Dios
resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Ro. 13:1-2
L
a Biblia menciona que desde tiempos antiguos, Dios delegó de su autoridad a diferentes personajes, con la intención
de que pudieran ejercer gobierno sobre pueblos; pero debido al mal uso que le dieron algunos de ellos, Dios les quitó
esta autoridad, desechándolos de su presencia.
D
ios siempre ha delegado de su autoridad, de muchas formas en otros tiempos (He. 1:1-2), pero ahora ha delegado
toda autoridad a su Hijo Jesucristo, quien es el heredero de todo. El Señor Jesucristo triunfó con poder sobre las
potestades y antes de ascender a la diestra del Padre, delegó esta misma autoridad a su Iglesia (Mt. 28:18-20). Es
entonces tarea de los hijos de Dios, hacer buen uso de la misma, para cumplir el propósito divino y beneficiarse de este
don inmerecido.
La palabra autoridad se deriva de la raíz griega exousía, que significa poder de decisión, libertad de hacer continuamente
un favor, la facultad de dar permiso para hacer algo, influencia y poder para reglamentar y gobernar (Strong G1849), es
decir, que la autoridad es la potestad que tiene alguien para gobernar, reglamentar, dirigir u ordenar, y la facultad de
delegarla (autoridad) en otra persona. Las personas que ejercen autoridad no deben abusar de ella, para cometer actos
injustos. En la Biblia encontramos malos y buenos ejemplos de personas a quienes Dios les delegó autoridad para realizar
trabajos específicos y los resultados que tuvieron.
SAÚL, 1 S. 9
Usos de la autoridad Resultado
Características
Le cambian el corazón. Convertido, usurpa autoridades (1 S. 13:9). Un espíritu inmundo lo atormenta.
Era un ungido de Dios. Tenía evangelio legalista ( 1 S. 14:26). Apostata irreversiblemente de la fe.
Tenía dones de Dios (profetizaba). Era rebelde a sus coberturas. Muere.
3. ALGUNOS PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA HACER BUEN USO DE LA AUTORIDAD QUE CRISTO NOS DELEGO:
No podemos tener ninguna autoridad espiritual, sino nos la delegan (Jn. 19:11).
La autoridad de Dios sobre potestades espirituales la ejercen los que tienen fe para creer (Mt. 28:18-19).
No se puede hacer uso de esta autoridad cuando se tiene miedo por haber desobedecido a Dios (Gn. 3:10;
Ro. 13:3-4).
Los que reconocen autoridad, pueden ejercer autoridad sobre otros (Mt. 8:9).
Nuestro Señor Jesucristo nos libró del pecado, la ley y la muerte (Ro. 8:1,2), y quitó los decretos que nos eran
contrarios, despojando a las potestades y exhibiéndolas públicamente (Col. 2:14).
C
omo cristianos, Dios nos ha delegado autoridad, la cual debemos ejercer conforme a su Palabra y no abusar de ella
con propósitos mezquinos e intereses propios; la autoridad es un camino de doble vía, puesto que en algún
momento determinado ejerceremos autoridad, pero también debemos reconocerla en aquellos ministros que Dios
ha puesto al frente de su pueblo, pues así agradaremos al Señor y nos edificaremos mutuamente.
19 PREDESTINACIÓ N Y PREORDINACIÓ N
Mó dulo II “ Porque a los que de antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
Doctrina imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos
Básica también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
(Ro. 8:29-30)
L
a Biblia enseña que Dios es el Padre de los espíritus (He. 12:9). Antes de crear la tierra, Dios había creado espíritus. A
éstos los haría ángeles o seres humanos (He. 1:7, Gn. 2:1), a quienes iba a dar cuerpos para efectuar trabajos específicos.
Cuando Dios crea algo, lo hace con un propósito definido y no hace cosas o seres malos (Ez. 28:15). Todo lo que El hace es
bueno y perfecto, pero pone en sus criaturas el libre albedrío que es la capacidad de elegir si le obedecemos o
desobedecemos (Gn. 4:7). Dios prueba a sus criaturas, así como lo hizo con Adán y Eva en el Huerto del Edén y con sus
ángeles en el cielo (Ap.
12:8-9).
En Ro. 8:29 vemos que antes de predestinar, Dios conoció. Esto quiere decir que después de haber conocido, El
predeterminó, de acuerdo a lo que cada uno escogió, quiénes iban a ser vasos de honra y quiénes vasos de deshonra (Ro.
9:21). Así mismo preordinó (Ef. 2:10) funciones, trabajos y obras que los seres que había creado debían realizar de
acuerdo a lo que cada uno eligió. Esto no iba a ser algo impuesto sino que estos seres debían aceptar o negarse a realizar
dichas obras. Un ejemplo de esto podemos verlo cuando el Padre, para realizar el plan de salvación, preguntó: “¿A quién
enviaré y quién irá por nosotros?”; y el Verbo contestó: “Heme aquí, envíame a mi...” (Is. 6:8). David expresa en el Salmo
139:16 que todas las cosas escritas en el libro de Dios, Jesús las cumpliría a cabalidad, tal como estaban preordinadas.
De acuerdo a la elección que estos seres hicieron en la preexistencia, unos optaron por aceptar a Cristo como su salvador,
otros optaron por rechazarlo y otros no optaron arriba, sino vienen a optar a la tierra. De estos tres grupos, Dios
predestinó a los primeros para ser adoptados como hijos de Dios ( Ef. 1:3-6), a los que lo rechazaron los predestinó para
perdición (Jn. 13:18, Ro. 9:13-24) y a los optativos les da la oportunidad de salvarse mientras estén en el cuerpo.
D
ios ha preparado planes para cada uno de nosotros; es decir que nos ha predestinado para realizar funciones
específicas en el Cuerpo de Cristo mientras vivamos en la tierra; así mismo, ha preordinado obras para que
realicemos (Fil. 3:12), por lo que debemos buscar al Señor para que nos indique cuál es nuestra función en su
Cuerpo (predestinación) y cuál es la forma cómo vamos a alcanzar lo que El ha propuesto que realicemos en la vida
(preordinación).
PREDESTINACION, (Ro. 8:29): Predestinar se traduce de la palabra griega proorizo que significa determinar antes,
ordenar (Strong G4309); esta a su vez se deriva de las palabras pro que significa antes, citado anteriormente, atrás,
siempre; y de horizo que significa declarar, determinar, limite y ordenar.
Dios ha predestinado algunas cosas para que se cumplan en la tierra, entre ellas mencionaremos las siguientes:
Predestinado para ser el Salvador del Mundo, Jesucristo (He. 10:7, Lc. 22:37): El ejemplo máximo del
cumplimiento de la voluntad de Dios, es el Señor Jesucristo, quien vino a la tierra a cumplir el plan que Dios había
preparado para Él (Mt. 3:15) y que estaba escrito a lo largo de la ley y los profetas (Jn. 15:25; 19:28); ofreciendo
su vida como sacrificio de holocausto para expiación de nuestros pecados.
Predestinación para el ministerio, (Jer. 1:4-10): Leemos en estos pasajes cómo Dios llamó a Jeremías para ser
profeta, antes de salir de la matriz; este es un ejemplo del llamamiento que Dios realiza a sus ministros en la
preexistencia; otro ejemplo es el apóstol Pablo quien fue separado desde el vientre de su madre para recibir la
revelación de Cristo para predicarlo a los gentiles (Gá.1:15, Ro. 1:1, 1 Co. 1:1). Así Dios predestina para realizar la
obra del ministerio en le tierra (Ef. 4:11-13).
Para vasos de deshonra (Ro. 9:17-24): Faraón fue levantado como un vaso de deshonra que Dios soportó con
Para ser salvos, (Ro. 8:29-30): Este grupo representa a las personas que fuimos conocidos por Dios en la
preexistencia, que escuchamos su enseñanza y aprendimos del Padre (Jn. 6:45), y luego en vida sobre la tierra,
escuchamos y reconocemos la voz de nuestro pastor Jesucristo y lo seguimos (Jn. 10:27-29) para ser adoptados
como hijos de Dios (Ef. 1:3-6, Ro. 8:15,23). Así mismo, hemos sido predestinados para alcanzar la imagen de
Jesucristo, la que se manifestará cuando le veamos como Él es (1 Jn. 3:2).
Para perdición (Jn. 13:18, Hch. 1:20,25): Judas representa al grupo de personas que como consecuencia de que
en la preexistencia rechazaron el mensaje de Dios, son predestinados para perderse (Ro. 9:17-18), es decir que en
la tierra no reconocerán a Jesucristo como su Salvador (Jn. 17:12, 2 P. 2:3). Desde antes de nacer, David profetizó
que Judas sería hijo de perdición (Sal. 109:6-19).
PREORDINACION: Preordinar se traduce del griego proginosko que significa saber de antemano, preordinar, saber
antes (Strong G4267); ésta se compone a su vez de pro que significa antes, citado anteriormente, atrás, siempre; y
ginosko que significa conocer, percibir, entender.
El diccionario enciclopédico Sopena define la palabra preordinar como que Dios determina las cosas desde la
eternidad. Preordinación, se refiere a los medios por los que cada persona cumplirá el plan que Dios determinó, es
decir su predestinación; a diferencia de la predestinación, la preordinación sí puede ser alterada, veamos algunos
ejemplos:
Para ser nazareo, (Jue. 13:5, Nm. 6:4-12): Dios predestinó a Sansón desde el vientre de su madre como libertador
de Israel y para ello lo preordinó como nazareo; es decir que por medio del nazareo debía cumplir su llamado a
ser libertador. El nazareo tenía requisitos como: no comer nada proveniente de la vid, no pasar navaja sobre la
cabeza, pero sobre todo debía ser santo. A causa de vivir en pecado, Sansón no cumplió a cabalidad con su
preordinación porque los filisteos pasaron navaja sobre su cabeza y murió de una manera que no estaba
determinada para él y antes de tiempo, aunque sí cumplió con su predestinación.
Para el sacerdocio (1S. 2:27-34): Elí era descendiente de la tribu de Leví, a quienes Dios había predestinado para
que le sirvieran (Dt. 10:8-9, 21:5; He. 7:9), pero estaba preordinado que el servicio lo realizarían de los treinta a
los cincuenta años (Nm. 4:3-23). Elí tenía dos hijos sacerdotes, Ofni y Finees (1 S. 1:3), pero eran impíos (1 S. 2:12-
22) (la LBA tiene una llamada que dice que éstos eran hijos de Belial), que no tenían conocimiento de Dios, su
padre Elí no les corregía sus pecados en contra de Jehová, por lo que cambiaron su preordinación y la de sus
descendientes, porque Ofni y Finees fueron cortados y sus descendientes morirían en la edad viril (1 S. 2:33).
Para ser gobernador de Egipto, (Gn. 37:18-28): José fue predestinado para preservar la vida de su pueblo. Su vida
iba a ser una figura de Cristo, pero para ello se preordinaron acontecimientos que nos hablarían de lo que le
pasaría a Cristo. Entre ellos estaba que fuera vendido por sus hermanos, que fuera enviado a Egipto, que se
casara con una gentil, etc., pero el principal de ellos era que llegara a ser el segundo en el reino de Egipto para
poder cumplir con su predestinación. A diferencia de los dos ejemplos anteriores, José sí cumplió a cabalidad con
su preordinación y por ello Dios lo premió pues sus dos hijos fueron contados con las tribus de Israel.
A
l igual que cada ejemplo indicado, Dios tiene propósitos para cada uno de nosotros, por lo que debemos descubrir
dicho propósito para alcanzar aquello por lo cual el Señor nos envió a la tierra (Fil. 3:12, Ro. 12:2); así mismo
debemos procurar ser del grupo que da fruto al 100%.
20 EL CAMBIO DE LEY
Mó dulo II “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”.
Doctrina Hebreos 7:12
Básica
D
ios siempre ha querido que sus hijos se conduzcan en orden, para ello ha establecido leyes para sus creaciones, en
diferentes épocas con el propósito de que no se desvíen y puedan conducirse agradablemente delante de Él, esto
sucedió hasta que apareció nuestro Señor Jesucristo (Gá. 3:19). Desde Génesis hasta Apocalipsis vemos plasmadas
estas leyes en diferentes tiempos y para diferentes grupos de personas. Leemos en la epístola a los hebreos que cuando
el Señor Jesucristo resucitó, fue constituido como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec, cambiando el
sacerdocio levítico al de Melquisedec, con lo que ocurrió también un cambio de ley, específicamente la ley Mosaica,
porque leemos “cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre un cambio de la ley”.
U
na ley es un precepto o norma que proviene de la autoridad suprema; estas leyes varían según el tiempo. Leemos
en la Biblia que el Padre escribió en tablas de piedra (Ex. 31:18), el Hijo en la tierra (Jn. 8:6), el Espíritu Santo está
escribiendo en nuestro corazón (2 Co. 3:3) y el Altísimo escribió en los cielos (Sal. 19:1-4); también vemos que el
Padre escribió sus leyes a lo largo del A.T., el Hijo en los evangelios, el Espíritu Santo en las epístolas y el Altísimo en
Apocalipsis; esto es lo que parte del pueblo de Dios no ha entendido, porque cada época se ha regido por sus propias
leyes, quedando algunas vigentes hasta nuestros días. Dios ha tratado a la humanidad en diferentes edades, primero el
Padre, luego el Hijo, el Espíritu Santo y el Altísimo.
1. LEY DEL PADRE: La época del Padre la vemos a lo largo de todo el Antiguo Testamento, en este tiempo se
constituyeron dos tipos de ley:
Para toda la humanidad: Es la que Dios estableció antes de tratar específicamente con el pueblo de Israel, esta
ley la puso en la conciencia de las personas (Ro. 2:12,14-15).
Para el pueblo de Israel: Es la ley que fue escrita en tablas de piedra (Ex. 31:18), específicamente para el pueblo
de Israel, y eran leyes externas, por ejemplo: Seis días trabajaras toda tu obra, mas el séptimo día es día de
reposo para el Señor tu Dios, no mataras, no sembrar dos clases de semilla en el mismo campo, etc. (Ex. 20:9-17).
Algunas leyes que no pasaron hasta nuestros días fueron por ejemplo: la mezcla de hilos en la ropa, guardar el
sábado literal, la mujer no vestirá ropa de hombre, el hombre no vestirá ropa de mujer (Dt. 22:5), los sacrificios
literales, las leyes acerca de los leprosos, muertos, etc. (Lv. 1,2).
2. LEY DEL HIJO: Esta es una nueva época, donde finaliza el tiempo de la ley Mosaica y de los profetas (Lc. 16:16), porque
Jesucristo mismo la abolió con su muerte (Ef. 2:15). El tiempo que el Señor Jesús estuvo sobre la tierra fue la frontera
entre la ley Mosaica y la ley del Espíritu, dando lugar a una nueva ley. En ese tiempo el Señor cumplió totalmente la
ley Mosaica (Mt. 5:17), anuló muchas de estas leyes, otras las dejó pasar hasta nuestros días, otras las aumentó y
también instituyó otras. Vemos en el Evangelio de Mateo como el Señor modifica varias leyes, por ejemplo:
Mateo 5:21-22: Oísteis que fue dicho a los antiguos “No mataras”; y “Cualquiera que matare será culpable de juicio”.
”Pero yo os digo”, que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga:
“Necio”, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: “Fatuo”, quedara expuesto al infierno
de fuego. En ese momento el Señor estaba modificando parte de la ley Mosaica para aplicarla en la nueva época.
Mateo. 5:27-28; 33-34; 38:39; 43-44, donde se ve claramente que cuando Jesús dijo “pero yo os digo”, establecía
nuevas leyes.
La Santa Cena: Es un mandamiento que fue instituido en el Nuevo Testamento (Mt. 26:26-28; 1 Co. 11:20-34),
anulando la ley que decía que se debía comer el cordero de la pascua (Ex. 12:1-10), porque el Señor dijo que debían
comer su carne y beber su sangre, pero cuando les dijo esto muchos se alejaron de Él porque no entendieron.
En el libro de los Hechos vemos que tiempo después del cambio de ley los hermanos no lo habían entendido y querían
que los recién convertidos se circuncidaran, esta ley fue anulada porque ahora somos salvos por gracia (Hch. 15:1-11).
Ministerios Ebenezer Escuela de Doctrina
55
Otras de las leyes establecidas en la época del Padre que aún están vigentes, las leemos en (Lv. 18:1-30), donde se
escriben leyes relacionadas con el sexo, no tener relaciones sexuales con animales, entre hermanos, con los padres,
entre personas del mismo sexo (hombres con hombres, mujeres con mujeres), entre otras.
3. LEY DEL ESPÍRITU SANTO: Respecto a la época del Espíritu Santo, la cual estamos viviendo, el Señor Jesucristo antes
de ascender, empezó a dar instrucciones por medio del Espíritu Santo (Hch. 1:1-2); enseñándonos que ahora, los que
son guiados por el Espíritu Santo no están bajo la ley Mosaica (Gá. 5:18), porque ahora las leyes las escriben en
nuestro corazón (He. 8:10), primero las pone en nuestra mente, el logos, es decir conocer la letra y después las
escribe en nuestro corazón, el Rhema, porque se ha hecho vida en nosotros, ahora bien por el cambio de ley debemos
practicar las leyes del Espíritu las cuales son:
LA LEY DE LA FE, Ro. 3:27: Esta ley cierra la arrogancia o altivez de espíritu, el humano por naturaleza es altivo,
por ejemplo en (Stg 4:13-16) se menciona que hay personas que tienen proyectos o metas para determinado
tiempo y no dicen “Sí el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” sino solamente lo hacen, o muchas
veces nos jactamos de lo que tenemos como sí lo tuviéramos por méritos propios o esfuerzos humanos, 1 Co. 4:7
dice, que tenemos lo que hemos recibido, porque ha venido de El.
LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA, Ro. 8:2 Esta ley es para anular las leyes que hay aún en nuestros miembros, el apóstol
Pablo dijo: “quien me librará de este cuerpo de muerte ?...”(Ro. 7:24), o sea que las leyes en nuestros miembros
pueden matarnos por segunda vez y aún más nos privan de la vida abundante en Cristo, pero la ley del Espíritu de
vida nos libra de la ley, del pecado y de la muerte.
LEY DE JUSTICIA, Ro. 9:31: Esta ley produce paz, porque el efecto de la justicia es paz para con Dios, es la justicia
que obtenemos por medio de Jesucristo (2 P. 1:1), porque toda justicia humana es como trapo de inmundicia
delante de Dios (Is.64:6), esta ley también nos ayuda para que seamos justos por el Espíritu con nuestros
hermanos y prójimos.
LEY DE LA LIBERTAD, Stg. 1:25: El apóstol Pablo dijo: “todo me es licito, pero no todo me conviene, todo me es
licito pero no todo me edifica, todo me es licito pero yo no me dejaré esclavizar de nada” (1 Co. 6:12; 10:23), con
esto entendemos que El Señor no prohíbe nada, esta ley es bien compleja humanamente hablando porque nos
podemos ir a los extremos, el libertinaje o legalismo, pero sí nos dejamos guiar por El Espíritu Santo no nos
condenaremos con lo que escojamos (Ro. 14:22).
Otra ley que encontramos es la Ley de la Necesidad, la que se escribe en Pr. 6:30-31, es la que está por encima de
la ley ceremonial, el ejemplo lo vemos cuando el Señor les dijo a los fariseos que David se comió los panes de la
proposición no teniendo el derecho legalmente, pero había una necesidad que cubrir
(1 S. 21:2-6; Mt. 12:3-4).
4. LEY DEL ALTÍSIMO : El Altísimo escribió en el cielo, el Salmo 19:1-4 dice: ”Los cielos cuentan la gloria de Dios y el
firmamento anuncia la obra de sus manos”, esto sí lo tomamos para este tiempo conduce a algo que es abominación
a Jehová, como es la astrología, consultar el horóscopo (2 Cr. 33:1-10); otra ley que el Dios Altísimo dejó hasta
nuestros días es el Amor, esta traspasó todos los tiempos porque Dios es amor, en Lucas 6:35 dice que sí amamos a
nuestros enemigos seremos hijos del Altísimo.
M
ucho pueblo se ha desanimado por no dar frutos para el Señor, pero lo que sucede es que aún están viviendo
bajo legalismos, aún viven en la ley Mosaica y no se han dado cuenta que esa ley fue cambiada (Gá 5:4), por lo
tanto es necesario que vivamos en la nueva ley, la del Espíritu de vida en Cristo Jesús, para que podamos tener
una vida agradable delante de Dios.