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    El documento evalúa la inclusión de la educación en salud mental en los programas de ingeniería. Explora los altos niveles de ansiedad y depresión entre estudiantes de ingeniería y la necesidad de abordar los desafíos de salud mental. También analiza las disparidades de género en trastornos mentales entre estudiantes y propone estudiar las causas subyacentes.

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    EVALUACIÓN DE LA INCLUSIÓN DE LA EDUCACIÓN EN LA SALUD MENTAL

    EN LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN DE INGENIERÍA

    CONTEXTO

    La inclusión de la educación en salud mental en los programas de ingeniería es un


    tema relevante debido a los altos niveles de ansiedad y depresión entre los
    estudiantes de ingeniería. Existen estudios que han explorado los factores que
    contribuyen al bienestar subjetivo de los estudiantes y la necesidad de abordar los
    desafíos de salud mental en este grupo (Tait, Alexander, Hancock, & Bisset, 2023).

    Como punto de partida, se nos habla la presión a la que está sometido el


    estudiante de ingeniería debido a las muchas competencias que se requieren
    desarrollar para “ser valioso”, como: liderazgo, trabajo en equipo y autonomía
    seguido de la importancia de la innovación y la investigación (Gormaz, Galarce, &
    Hortsch, 2021).

    PROBLEMA GENERAL

    La salud mental de los estudiantes de ingeniería es una preocupación significativa


    debido a la naturaleza exigente del campo. La carga académica y la falta de
    autocuidado contribuyen al estrés y la ansiedad entre los estudiantes. La
    depresión también es común y la falta de tratamiento adecuado puede tener
    consecuencias graves, incluida la suicidalidad. Estos problemas afectan no solo el
    bienestar individual de los estudiantes, sino también su rendimiento académico y
    su capacidad para alcanzar su máximo potencial (Asghar, Minichiello, & Iqbal,
    2022). Según Ana 40% de sus estudiantes tiene al menos un problema
    relacionado con la salud mental. Del mismo modo, el 59% de los estudiantes de
    una universidad canadiense tiene niveles de depresión de moderados a altos, y el
    56,3% informó de lo mismo en los niveles de ansiedad (Savio, Galantini, &
    Pachas, 2022).

    Los estudios muestran que los estudiantes de ingeniería se enfrentan a altos


    niveles de estrés debido a la carga académica y la falta de autocuidado. Tomando
    como ejemplo el estudio de Jensen, muchos estudiantes perciben el estrés como
    algo normal y descuidan aspectos básicos de su salud, como la alimentación en el
    67% de los encuestados y el descanso adecuado en el 89%. Además, la
    depresión es un problema común entre estos estudiantes, y la falta de tratamiento
    adecuado puede llevar a complicaciones físicas y psicológicas graves, incluida la
    suicidalidad (Jensen, Johnson, Mirabelli, & Vohra, 2022).

    Hay evidencias de mayor prevalencia de cuadros depresivos entre estudiantes


    universitarios en comparación con la población general; al igual que un aumento
    en la tasa de intentos de suicidio y de suicidio consumado en jóvenes, en especial
    en la población masculina con tasas de intento del 25,6% (M, y otros, 2014).
    Estos problemas tienen implicaciones profundas no solo en la salud individual de
    los estudiantes, sino también en su capacidad para desempeñarse
    académicamente y alcanzar su máximo potencial. La falta de intervenciones
    específicas y mejoras en las prácticas inclusivas dentro de las instituciones
    educativas puede tener consecuencias negativas en el bienestar y el éxito
    académico de los estudiantes de ingeniería (Danowitz & Beddoes, 2022).

    Las tasas de abandono escolar son significativamente mayores entre los


    estudiantes con problemas relacionados con la salud mental (Savio, Galantini, &
    Pachas, 2022). Más allá del abandono, una mala salud mental puede tener
    consecuencias trágicas para los estudiantes y las comunidades universitarias: el
    suicidio es la segunda causa de muerte entre los estudiantes universitarios, y,
    según un estudio reciente, el 13% de los estudiantes universitarios ha pensado en
    el suicidio (Danowitz & Beddoes, 2022).

    PROBLEMA ESPECÍFICO

    La investigación se enfoca en la salud mental de los estudiantes de ingeniería, con


    especial atención en las mujeres. A pesar de los esfuerzos por promover la
    diversidad de género en este campo, las mujeres siguen enfrentando desafíos
    únicos que pueden impactar su salud mental y bienestar. Factores como la falta de
    modelos a seguir femeninos, la percepción de la ingeniería como un campo
    masculino y la discriminación de género contribuyen al estrés y la ansiedad entre
    las mujeres en ingeniería. Además, equilibrar el trabajo y la vida personal puede
    ser difícil debido a expectativas tradicionales de roles de género, lo que puede
    afectar su salud mental (Wang, Zhou, Wu, & Chen, 2022).

    Hay una brecha de género en la incidencia de los trastornos mentales entre los
    estudiantes de ingeniería; las mujeres enfrentan más niveles de estrés y ansiedad
    que los hombres. Los hombres también luchan con su salud mental, pero, debido
    en gran medida a las exigencias que la sociedad adjudica a la masculinidad, tiene
    barreras en reconocer esta problemática y buscar ayuda. La salud mental de los
    estudiantes de ingeniería debe ser abordada equitativamente para disminuir estas
    disparidades (M, y otros, 2014).

    Los estudios han mostrado que las mujeres tienden a experimentar niveles más
    altos de estrés y ansiedad en entornos académicos de ingeniería en comparación
    con los hombres. En el estudio de Carmen, donde los porcentajes de trastornos
    alimentarios en una muestra de 804 estudiantes muestran una variación
    significativa entre hombres y mujeres. En hombres, la prevalencia es más baja,
    con un 91.4% sin trastorno, mientras que en mujeres esta cifra desciende al
    76.9%. Sin embargo, la discrepancia entre los sexos se destaca particularmente
    en trastornos específicos, como la bulimia, con un 9.9% en mujeres frente al 2.9%
    en hombres, generando una discrepancia del 7%. La discrepancia general,
    calculada como el promedio de las diferencias absolutas entre las proporciones de
    mujeres y hombres con cada trastorno, es aproximadamente del 2.43%. Esto
    sugiere una notable disparidad en la prevalencia de trastornos alimentarios entre
    hombres y mujeres en la muestra estudiada (M, y otros, 2014).

    Esta discrepancia de género puede atribuirse a diversos factores, como las


    diferencias en las expectativas sociales y culturales, así como en las estrategias
    de afrontamiento. Además, las mujeres pueden enfrentar desafíos adicionales,
    como la discriminación de género y la falta de representación en campos
    tradicionalmente dominados por hombres, lo que puede contribuir a su mayor
    vulnerabilidad a los trastornos mentales (Wang, Zhou, Wu, & Chen, 2022).

    Según Savio, las mujeres en ingeniería a menudo se enfrentan a barreras sociales


    y culturales que pueden afectar su experiencia educativa y laboral. La falta de
    modelos a seguir femeninos, la percepción de la ingeniería como un campo
    masculino y la discriminación de género son solo algunas de las dificultades que
    las mujeres pueden enfrentar en su trayectoria académica y profesional. Estos
    factores pueden contribuir al estrés, la ansiedad y otros problemas de salud
    mental entre las mujeres en ingeniería. Por último, la OMS estima que, entre los
    estudiantes de enseñanza superior, la tasa media de depresión es de 1 de cada
    20, es decir, el 5% de la población general de estudiantes universitarios y
    graduados (Savio, Galantini, & Pachas, 2022).

    ESTADO DEL ARTE CORTO

    Huang concluyó que los estudiantes están sobrecargados con una cantidad
    masiva de información, disponiendo de un tiempo limitado para memorizar toda la
    información estudiada. La sobrecarga de información crea un sentimiento de
    decepción, incapacidad para manejar los conocimientos y una mayor incidencia de
    errores que, en última instancia, rompen la estabilidad del bienestar del estudiante
    y acaban en enfermedad (Huang, y otros, 2023). La disminución de la carga
    cognitiva se asocia con una disminución de la ansiedad por el aprendizaje. La
    disminución de la ansiedad de aprendizaje se asocia con una fuerte motivación de
    aprendizaje. Las mejoras en la motivación, la carga cognitiva y la ansiedad de
    aprendizaje fueron estadísticamente significativas y pueden ser útiles para mejorar
    el curso (Tait, Alexander, Hancock, & Bisset, 2023).

    En la enseñanza superior, no es fácil que los estudiantes logren un aprendizaje


    motivado en todas las etapas de su formación profesional y, por desgracia,
    muchos abandonan los estudios. La motivación se refiere a la energía, la
    dirección, la persistencia y el propósito de los comportamientos, incluidas las
    intenciones y las acciones resultantes (Bustamante-Mora, Diéguez-Rebolledo,
    Hormazábal, Valdés, & Cadena, 2023). Sin embargo, las correlaciones entre los
    estudiantes de ingeniería tampoco se exploraron bien las identidades sociales o
    de rol y sus condiciones de salud mental (Wang, Zhou, Wu, & Chen, 2022).

    La salud mental de los estudiantes universitarios, en particular de los de


    ingeniería, es un problema creciente que las instituciones educativas deben
    abordar. La depresión y el estrés afectan significativamente a estos estudiantes, lo
    que puede llevar a problemas físicos y psicológicos más graves, incluida la
    suicidalidad (Deziel, Olawo, Truchon, & Golab, 2014).

    ALTERNATIVA

    Una alternativa es realizar un estudio detallado de las razones subyacentes de la


    discrepancia de género en la prevalencia de trastornos mentales entre estudiantes
    de ingeniería. Este estudio abordará aspectos biológicos, sociales y ambientales
    que pueden contribuir a esta disparidad. Se analizarán factores como las
    diferencias en la respuesta al estrés, las presiones sociales y culturales, y la
    influencia del entorno académico y laboral en la salud mental de las mujeres en
    ingeniería. El objetivo es identificar las causas fundamentales de esta discrepancia
    y proponer estrategias efectivas para abordarla y promover un entorno más
    inclusivo y equitativo para todos los estudiantes.

    IMPACTOS

    El costo directo o indirecto de la salud mental puede exceder el 4% del GDP


    (OECD Health Policy Studies, 2014). Muchos estudiantes perciben el estrés como
    algo normal y descuidan aspectos básicos de su salud, como la alimentación en el
    67% de los encuestados y el descanso adecuado en el 89% (Jensen, Johnson,
    Mirabelli, & Vohra, 2022).

    Un estudio demuestra que hay 1 psiquiatra por cada 2,000,000 de habitantes. La


    mayoría de los fondos que ponen a disposición los gobiernos se destinan
    específicamente a los costes operativos de hospitales psiquiátricos especializados
    pero cada vez más anticuados (que suelen asociarse al aislamiento, las
    violaciones de los derechos humanos y los malos resultados). Esto frena
    inevitablemente el desarrollo de servicios comunitarios más equitativos y rentables
    (Chisholm & Dan, 2013).

    Los resultados de este estudio podrían contribuir al conocimiento de la


    investigación sobre la enseñanza de la ingeniería, así como a la investigación
    sobre la identidad. Además, también podrían diseñarse y desarrollarse
    intervenciones proactivas para los trastornos mentales de las estudiantes de
    ingeniería basándose en nuestros hallazgos (Wang, Zhou, Wu, & Chen, 2022).
    Bibliography

    Asghar, M., Minichiello, A., & Iqbal, A. (2022). Perceived Factors Contributing to the
    SubjectiveWellbeing of Undergraduate Engineering Students: An
    Exploratory Study. Environmental Research and Public Health.
    Bustamante-Mora, A., Diéguez-Rebolledo, M., Hormazábal, Y., Valdés, Y., &
    Cadena, R. (2023). Learning Models for Higher Education in Engineering:
    Motivation, Self-Determination, and the Role of Information and
    Communication Technologies. Sustainability.
    Chisholm, D. (2013). Investing in Mental Health: Evidence for Action. World Health
    Organization.
    Danowitz, A., & Beddoes, K. (2022). Mental Health in Engineering Education:
    Identifying Population and Intersectional Variation. Faculty Research,
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    Deziel, M., Olawo, D., Truchon, L., & Golab, L. (2014). Analyzing the Mental Health
    of Engineering Students using Classification and Regression. University of
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    Gormaz, D. L., Galarce, C. M., & Hortsch, H. (2021). Evaluation of Teacher
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    Huang, Y., Wongpakaran, T., Wongpakaran, N., Bhatarasakoon, P., Pichayapan, P.,
    & Worland, S. (2023). Depression and Its Associated Factors among
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