Las 5 Solas de La Reforma 4 - Solus Cristus
Las 5 Solas de La Reforma 4 - Solus Cristus
Las 5 Solas de La Reforma 4 - Solus Cristus
Cualquier reformista tenía que enfrentarse a cada uno de estos ocho aspectos y restaurar a la
Iglesia a la verdad bíblica en cada área de corrupción.
1
El monaquismo, los sacerdotes
La iglesia imperialista
Por último, pero no para ser pasado por
alto, estaba la posición económica y
social de la Iglesia en la sociedad
medieval: la Iglesia era dueña de más
de un tercio de todos los bienes raíces
en Europa, recaudaba un tributo anual
obligatorio de cada persona, ya fuese
una persona de rango o no, y
encauzaba hacia Roma enormes sumas
de dinero desde todos los países.
Los homenajes políticos y los impuestos eran exigidos a los reyes y a los príncipes bajo la
amenaza de la excomunión y la revolución, y la Iglesia mantenía las fuerzas militares bien
armadas e incluso contrataba ejércitos para hacer cumplir sus decisiones. La Iglesia dirigía
“cruzadas” contra los gobernantes desobedientes, “los herejes” y los países paganos que
parecían maduros para la conquista y el saqueo.
La Iglesia era un súper estado que tenía en su poder tanto a los grandes como a los
insignificantes gobernantes de Europa.”
(William R. McGrath, Los anabaptistas, Publicadora Lámpara y Luz)
2
Las cinco solas
Deo Gloria
Scriptura
Christus
La Iglesia
Gratia
Fide
5. Soli Deo gloria Una Casa
“la gloria sólo para Dios” Espiritual
1ª Pedro
2.4-10 Jesucristo:
la principal
piedra del ángulo
Sola gratia y sola fide: Su evangelio es el verdadero mensaje de la iglesia: somos salvos por
gracia mediante la fe.
Solus Christus
Solus Christus, sólo Cristo, solamente la persona y obra de Cristo, es la base de toda la
doctrina evangélica.
Pero tenemos un problema, porque todas las Escrituras hablan de Jesucristo, sobre
quién es – su persona, y lo que ha hecho – su obra:
Lucas 24.27: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas,
les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.”
Juan 5.39: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí…”
3
1. Supremacía de Cristo – Cristo es la cabeza de la iglesia, no el Papa.
Efesios 4.15-16: “15 …sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y
unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Juan 14.6: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí.”
Hechos 4.12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
1ª Timoteo 2.5-6: “5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual
se dio testimonio a su debido tiempo.”
Lucas 11.27-28: “27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la
voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. 28 Y él dijo:
Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.”
3. Ministerio sacerdotal de Cristo – Cristo es el Sumo Sacerdote y el único intercesor, y
los creyentes somos los sacerdotes, no los curas de la jerarquía de la Iglesia Romana.
Hebreos 3.1: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús…”
1ª Pedro 2.5: “…vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
medio de Jesucristo…”
1ª Pedro 2.9: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable”
4. Suficiencia de la persona y obra de Cristo – Cristo es el único fundamento para
nuestra justificación - somos salvos, no por algo que nosotros podamos hacer, sino
sólo por la persona y la obra de Cristo en la cruz.
1ª Pedro 2.21-24: “21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció
por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo
pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con
maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados.”
4
La Obra de Cristo en la Cruz
Colosenses 1.15-20
“15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas
las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por
medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las
que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
LA PREEMINENCIA DE JESUCRISTO
5. Él es el Reconciliador (20)
A. DIOS ES INVISIBLE
Juan 1.18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.”
Juan 4.24: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren.”
1ª Timoteo 6.13-16: “13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de
Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que
guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor
Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de
reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz
inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra
y el imperio sempiterno. Amén.”
Génesis 1.26-27: “26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.”
Esta imagen fue muy dañada como consecuencia de la Caída, pero todavía existe:
5
Santiago 3.9: “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los
hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.”
GRIEGO “imagen” eikon: imagen, estatua, representación; una herramienta de imprenta que
hizo reproducciones exactas.
2ª Corintios 4.3-6: “3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se
pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de
los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el
cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque
Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.”
Juan 1.18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.”
A. ÉL ES EL PRIMOGÉNITO (15b)
Miqueas 5.2: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti
me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los
días de la eternidad.”
Juan 8.58: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo
soy.”
1ª Juan 4.9: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”
B. ÉL ES EL CREADOR (16)
Juan 1.3: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.”
Juan 1.10: “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció.”
Hebreos 1.2: “…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo…”
6
1ª Corintios 8.6: “…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por
medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”
“…las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; …”
Efesios 1.20-21: “20 …la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en
este siglo, sino también en el venidero…”
Efesios 6.12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Romanos 11.36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea
la gloria por los siglos. Amén.”
Apocalipsis 14.7: “…diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar
y las fuentes de las aguas.”
Juan 1.1-2: “1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2
Este era en el principio con Dios.”
Juan 17.5: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve
contigo antes que el mundo fuese.”
Apocalipsis 1.17: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre
mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último…”
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Apocalipsis 2.8: “Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el
que estuvo muerto y vivió, dice esto…”
Efesios 1.22-23: “22 …y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo.”
El fundador de la iglesia
Mateo 16.18: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
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Es preeminente entre todos los resucitados:
Juan 11.25-26: “25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente. ¿Crees esto?”
Él es el primero.
Filipenses 2.6-11: “6 …el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre.”
Colosenses 2.3: “…en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento.”
1ª Juan 5.20: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.”
5. Él es el Reconciliador (20)
“ 20
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra
como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Efesios 1.10: “…de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento
de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”
Romanos 5.1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo…”
Colosenses 1.21-22: “21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y
enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su
cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de él...”
9
Conclusión
¡Ah, pensamiento espantoso! Si alguna vez eres arrojado al infierno, aunque edad
tras edad pueden caducar, y la ira de Dios sea derramada sobre ti hasta lo más
completo, nunca habrá la destrucción de un solo pecado o partícula de un pecado por
todo ello. El pecado no puede ser apartado hasta que el castigo sea llevado hasta el
final, y eso nunca puede ser por medio del hombre finito.
¿Qué obra había aquí, entonces, para que lo hiciera el Hijo unigénito de Dios? ¡En la
cruz, Jesús soportó el castigo debido por todo el pecado de Su pueblo! Él dejó a un
lado nuestros pecados, toda la masa, toda la masa montañosa del pecado de todos
aquellos por quienes Él era sustituto, y por quienes sufrió el castigo. ¡Nuestros
pecados fueron completamente apartados, eternamente escondidos!”
Pensad en ello. Sólo Jesucristo logró lo que incluso el infierno no podía lograr.
Sólo él podía apaciguar la ira de Dios y satisfacer la justicia de Dios, nadie más.
La buena noticia del Evangelio, es que la salvación se ofrece a todos aquellos que abrazan al
Señor Jesucristo en la fe salvadora.
Gálatas 6.14: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.”
La pregunta: “Si murieras hoy, ¿qué le dirías a Dios para entrar en su cielo?”
¡Solus Christus!
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