ETNOEDUCACIÓN Inicial

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ETNOEDUCACIÓN:

"Etnoeducación es la que se ofrece a grupos o comunidades que integra la nacionalidad y


que posee una cultura una lengua unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos.
Educación que debe estar ligada al ambiente, al proceso productivo, al proceso social y
cultural con el debido respeto a sus creencias y tradiciones." (Ley General de Educación de
1994.)

tnoeducación una política para la diversidad

El objetivo de esta política es posicionar la educación intercultural en todas las escuelas


y colegios del sector oficial y privado del país, para que todos los niños, niñas y familias
entiendan que las culturas afrocolombiana, indígena y gitana son parte de las raíces de
nuestra nacionalidad.

Se pretende avanzar hacia la interculturalidad. Es decir, hacer que en las escuelas se


reconozcan y respeten las diferentes culturas, para de esta manera reconocer la diversidad
de nuestra nación.

Así mismo, la política busca desarrollar una educación que responda a las características,
necesidades y aspiraciones de los grupos étnicos, desarrollando la identidad cultural, la
interculturalidad y el multilinguismo.

¿QUÉ PROBLEMÁTICAS BUSCA ATENDER ESTA POLÍTICA?

La poca correspondencia del servicio educativo con la realidad de los pueblos;

la inadecuada gestión administrativa;

la deficiente infraestructura y dotación;

la no pertinencia en formación y capacitación docentes;

la baja cobertura e ineficiencia;

la poca coordinación intra e interinstitucional y

la dispersión geográfica de la población objeto.

¿QUÉ GRUPOS ESTÁN COBIJADOS CON LA POLÍTICA DE


ETNOEDUCACIÓN?

La política etnoeducativa está dirigida a los grupos indígenas, a las comunidades rom o
gitanos y a los pueblos afrocolombianos.

Los afrocolombianos son 10'562.519, y representan 26% de la población colombiana,


(DNP, 1999).

Los 92 pueblos indígenas cuentan con una población de 701.860 (DNP, 1997).

Los rom o gitanos son aproximadamente 8.000 personas en todo el país, ubicados
especialmente en Antioquia, Norte de Santander, Bogotá, Santander
y Boyacá.

LA ETNOEDUCACIÓN EN LOS CURRÍCULOS

LA ETNOEDUCACIÓN EN LOS CURRÍCULOS


Para que los colombianos conozcamos el aporte que los pueblos
indígenas, afrocolombianos y rom (gitanos) han hecho a nuestra
nacionalidad, el MEN ha diseñado la Política de Etnoeducación.

Una de las dificultades existentes es que la etnoeducación no se


expresa en los currículos. Por esa razón, en 1999 el MEN realizó una
premiación a los PEI que sobresalieran por tener en cuenta la etnoeducación, con el ánimo
de que ésta se reflejara en los contenidos, métodos y procedimientos de enseñanza.

Por ejemplo, en el Chocó, el Colegio Agroecológico de Tadó elaboró un PEI mediante el


cual los alumnos aprovechan los recursos de la región como el borojó y el chontaduro para
la fabricación de dulces, licores y conservas, en lugar de preocuparse por el estudio de la
papa criolla y de otros productos que no son propios de la región.

El proyecto "Pensamiento Educativo Indígena"-PEI de las


comunidades Yukuna, de los ríos Apaporis, Pedrera y Caquetá,
en el departamento del Amazonas, vincula lo pedagógico con lo
comunitario a través de un Calendario Ecológico, que se
fundamenta en el conocimiento profundo del territorio, los
tiempos de cosecha, caza, pesca y recolección. Durante estas
épocas, los niños y jóvenes no van a las aulas de clase
habituales, sino que el río, la selva, la tierra, los cultivos, los
animales, se convierten en medios de aprendizaje.

La política de etnoeducación seguirá impulsando este tipo de


proyectos, con el ánimo de que el tema se refleje en los
currículos.

ASPECTOS MÁS IMPORTANTES DE LA POLÍTICA DE ETNOEDUCACIÓN

Formación de los docentes tanto normalistas como en servicio;

Investigación;

Publicación de materiales etnoeducativos;


Difusión de la política;

Asesoría y el seguimiento a las Secretarías de Educación e instituciones educativas;

Fortalecimiento de procesos comunitarios;

Protección de los idiomas de los grupos étnicos y

Definición de la inversión educativa en los grupos.

¿CUÁL ES EL MARCO INTERNACIONAL DEL DESARROLLO DE ESTA


POLÍTICA?

La Declaración de la Década Mundial de los pueblos indígenas (1994-2004) de la ONU; la


Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y todas las
formas de intolerancia, y la celebración de los 150 años de la abolición de la esclavitud en
Colombia el próximo 21 de mayo.

¿QUÉ PAÍSES DE SURAMÉRICA TIENEN POLÍTICA DE ETNOEDUCACIÓN?

Perú, Ecuador, Chile, Venezuela, Brasil y Bolivia cuentan con políticas al respecto, aunque
más enfocadas hacia la educación bilingüe e intercultural. Colombia en este sentido ha
desarrollado su política con una perspectiva integral, mediante la expedición de una
legislación más novedosa y avanzada frente a la de los demás países.

En el Chocó, el Colegio Agroecológico de Tadó elaboró un PEI mediante el cual los


alumnos aprovechan los recursos de la región como el borojó y el chontaduro para la
fabricación de dulces, licores y conservas, en lugar de preocuparse por el estudio de la
papa criolla y de otros productos que no son propios de la región.

Normatividad Basica para Etnoeducación


La Constitución Política de 1991 reconoció como patrimonio de la nación la diversidad
étnica y cultural del país, abriendo las puertas para que los diversos pueblos logren una
autonomía que les permita, entre otras, proponer modelos de educación propia acordes con
su forma de vida. La Ley 115 de 1994 "señala las normas generales para regular el servicio
público de la educación que cumple una función social acorde a las necesidades e intereses
de las personas, de la familia y de la sociedad"¹.

Dentro de este marco, el plan sectorial 2002 - 2006 La Revolución Educativa, se propone
"adelantar proyectos que mejoren la pertinencia de la educación en beneficio de los grupos
poblacionales más vulnerables"² con el fin de corregir los factores de inequidad,
discriminación o aislamiento.

A través de la Dirección de Poblaciones y Proyectos Intersectoriales del Ministerio de


Educación Nacional, el programa de Etnoeducación apoya y promueve la educación para
grupos étnicos. Una de las funciones de dicha dirección es "velar por el cumplimiento de
las leyes decretos y reglamentos que rigen la educación educativa de las poblaciones en
condiciones de vulnerabilidad"³, para que de esta manera se reconozca la diversidad en su
condición étnica, cultural, social y personal, en un contexto de equidad y solidaridad.

Dentro de este marco legislativo, las comunidades indígenas, afrocolombianas y rom, a


través de sus diversas instancias, vienen adelantando planes de vida; esto es, proyectos a
gran escala que los hacen protagonistas de su propio desarrollo, permitiendo al Estado
entender lo que es para los grupos étnicos su propia concepción y perspectiva de futuro. El
plan de vida es una reflexión que nace de las necesidades particulares de cada una de las
comunidades, fundamentada en su territorio, identidad, cosmovisión, usos y costumbres en
un marco de interculturalidad. Dentro de este plan general a largo plazo, se inscribe
también el proyecto educativo, conocido como proyecto etnoeducativo comunitario -PEC-
que, acorde con las expectativas de cada uno de los pueblos, garantiza la pertinencia de la
educación y la permanencia cultural de los grupos étnicos en el contexto diverso de la
nación.

Esta situación hace evidente la necesidad de trabajar concensuadamente entre las


autoridades educativas del departamento, distrito o municipio y las autoridades
tradicionales de los grupos étnicos. La construcción de planes etnoeducativos comunitarios
se constituye no sólo con elementos de planificación, sino también con estrategias de
relación y aporte de estos pueblos con el Estado y particularmente con los planes sectoriales
municipales, departamentales y nacionales.

El presente documento es una compilación de las leyes, decretos y orientaciones para la


atención educativa de los grupos étnicos. Contiene el Título III, capítulo 3 de la Ley
General de Educación de 1994 y su decreto reglamentario 804 de 1995, así como el decreto
1122 de junio 18 de 1998 por el cual se expiden normas para el desarrollo de la Cátedra de
Estudios Afrocolombianos, en todos los establecimientos de educación formal del país.
También incluye la Directiva Ministerial 08 que da las orientaciones para el proceso de
reorganización de entidades territoriales que atienden población indígena y la Directiva
Ministerial 12 en la cual se encuentran las orientaciones relacionadas con la educación
misional contratada.

La divulgación de este material será un aporte para todas aquellas entidades, organizaciones
indígenas, afrocolombianas y rom, que atienden población escolar étnica y permitirá, desde
la legalidad, que los pueblos formulen, gestionen y evalúen sus proyectos etnoeducativos
comunitarios.

La etnoeducación es un camino que la memoria traza para avanzar hacia el reconocimiento y la


vinculación de un grupo humano y sus particularidades en el sistema educativo, el cual responde a
su vez a una estructura mayor, ideológica, epistemológica, económica y políticamente
direccionada por otros grupos humanos
Qué entiendo por etnoeducación

La etnoeducación comporta varios sentidos: político, cultural, territorial, intercultural e


identitario en torno a la pertenencia étnica. En la lectura de la afrodescendencia, ahondar en
las raíces de la presencia histórica y la negación estructural de la vigencia y persistencia,
dibuja con claridad la lectura del carácter crítico de la educación étnica; a la que importa
tanto la lectura del pasado en el presente como la visibilización de las correspondencias de
la geopolítica racializada.

La etnoeducación es un camino que la memoria traza para avanzar hacia el reconocimiento


y la vinculación de un grupo humano y sus particularidades en el sistema educativo, el cual
responde a su vez a una estructura mayor, ideológica, epistemológica, económica y
políticamente direccionada por otros grupos humanos hegemónicos.

La etnoeducación es un discurso tanto como una práctica identitaria, que se proyecta sobre
la espistemología del conocmiento que soporta el tratamiento racializado de las relaciones
sociales, políticas y económicas, en un contexto nacional, continental y planetario en el que
tal discurso y tales prácticas se plantean desarticular y desinstalar postulaciones
hegemónicas y racializadas para situar en un plano valorativo la pertenencia étnica, la
diferencia identitaria y el desconocimiento de cualquier valor dado a la "raza" y al racismo
en tal orden de relaciones.

La etnoeducación, por ello, no sólo es emancipatoria sino revolucionaria y liberadora; pues


su centro de combate son las ideologías y las mentalidades, con su peso histórico sobre
seres humanos y poblaciones concretas.

Leer más: http://m.afrocolombia.webnode.es/etnoeducacion/

Qué entiendo por etnoeducación

La etnoeducación comporta varios sentidos: político, cultural, territorial, intercultural e


identitario en torno a la pertenencia étnica. En la lectura de la afrodescendencia, ahondar en
las raíces de la presencia histórica y la negación estructural de la vigencia y persistencia,
dibuja con claridad la lectura del carácter crítico de la educación étnica; a la que importa
tanto la lectura del pasado en el presente como la visibilización de las correspondencias de
la geopolítica racializada.
La etnoeducación es un camino que la memoria traza para avanzar hacia el reconocimiento
y la vinculación de un grupo humano y sus particularidades en el sistema educativo, el cual
responde a su vez a una estructura mayor, ideológica, epistemológica, económica y
políticamente direccionada por otros grupos humanos hegemónicos.

La etnoeducación es un discurso tanto como una práctica identitaria, que se proyecta sobre
la espistemología del conocmiento que soporta el tratamiento racializado de las relaciones
sociales, políticas y económicas, en un contexto nacional, continental y planetario en el que
tal discurso y tales prácticas se plantean desarticular y desinstalar postulaciones
hegemónicas y racializadas para situar en un plano valorativo la pertenencia étnica, la
diferencia identitaria y el desconocimiento de cualquier valor dado a la "raza" y al racismo
en tal orden de relaciones.

La etnoeducación, por ello, no sólo es emancipatoria sino revolucionaria y liberadora; pues


su centro de combate son las ideologías y las mentalidades, con su peso histórico sobre
seres humanos y poblaciones concretas.

Leer más: http://m.afrocolombia.webnode.es/etnoeducacion/

¿Qué es la etnoeducación indigena?


Etnoeducación es la palabra que se usa para denotar la enseñanza para dichas comunidades
humanas. Si bien en Colombia, está dirigida a todos los grupos minoritarios, a saber,
indígenas, afrocolombianos, raizales y rom, este trabajo se quiso realizar con un enfoque
indígena.
El etnodesarrollo es entendido como la perspectiva de desarrollo según la cual partiendo de la
visión autónoma de las comunidades, de su historia, sus valores y sus metas, se potencian las
particularidades, culturales ancestrales territoriales de diferentes grupos sociales, en este caso de
las comunidades ...

presentación

En la actualidad en Colombia la Etnoeducación ha sido asumida como estrategia


gubernamental y comunitaria que permite desarrollar el derecho de las etnias
afrocolombianas e indígenas a la diferenciación positiva en la prestación del servicio
educativo, en cumplimiento de los mandatos de la Constitución Nacional, la Ley General
de la Educación, la Ley 70/93, el Plan Decenal Educativo y el Decreto 804/94.

Partiendo de su fundamentación donde se propicia el entendimiento interracial e


intercultural entre las diversas etnias y poblaciones que integran la formación étnica y
cultural de la nación, el sistema educativo Colombiano está llamado a formar una ética de
respeto a las diferencias y a la diversidad étnica y cultural, generando en la vida cotidiana
de los colombianos una pedagogía de aprecio y respeto a la diversidad y las diferencias
étnicas y culturales. La Etnoeducación debe desarrollar en la conciencia nacional un
proceso de información, respeto y valoración de los grupos étnicos colombianos.

El Politécnico de Colombia, ofrecea través del Diplomado


en ETNOEDUCACIÓN fundamentación teórica, donde se permita conocer las
características propias de cada cultura Colombiana para adquirir, desarrollar y aplicar las
competencias, estimar la multiculturalidad e interculturalidad como principio de nuestra
identidad individual, social y nacional; formando una ética de respeto a las diferencias y a
la diversidad étnica y cultural, en pro del entendimiento intercultural entre las diversas
etnias que integran la nación Colombiana.

Metodología: Educación a distancia en modalidad virtual.

Dirigido a: Normalistas, Licenciados en educación, técnicos, tecnólogos, psicólogos y


profesionales en otras áreas del conocimiento con responsabilidades laborales en docencia.

Certificado que otorga: Constancia de asistencia

Intensidad horaria: 120 horas.

Duración: 5 semanas

Contenidos temáticos:
MÓDULO 1: EDUCACIÓN MULTICULTURAL E INTERCULTURALIDAD

 Concepto de etnoeducación, características y principios


 Fines de etnoeducación
 Multiculturalidad
 Interculturalidad
 Globalización e identidad cultural

MÓDULO 2: CULTURAS COLOMBIANAS


 Identidad cultural Colombiana
 Cultura Afrocolombiana
 Cultura indígena
 Cultura Raizal
 Cultura ROOM
 Culturas urbanas

MÓDULO 3: LEGISLACIÓN PARA LA ETNOEDUCACIÓN


 Constitución Nacional de Colombia
 Ley 70 de 1993
 Ley 115 de 1994
 Decreto 804 de mayo 18 de 1995
 Decreto 1122 de 1998
 Directiva ministerial No.08: Proceso de reorganización de entidades territoriales que
atienden población indígena
 Directiva ministerial No.12: Orientaciones relacionadas con la Educación Nacional
contratada

MÓDULO 4: CURRÍCULO PARA LA DIVERSIDAD, LA INTERCULTURALIDAD Y MULTICULTURALIDAD


 Concepciones sobre el currículo
 Características, elementos y estructura del currículo
 El marco legal del diseño curricular en Colombia
 Decreto 1122 de 1998, Afrocolombianidad

MÓDULO 5: INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA


 Aproximación al concepto de etnografía educativa
 Fundamentos de la etnografía escolar
 El proceso etnográfico

 3. INTRODUCCION Los principios y fines de la etnoeducación han sido establecidos por la Ley
115 de 1994 y reglamentados por el decreto 804 de 1995, con el fin de garantizar la protección de
la diversidad étnica y cultural de la nación. Rigen u orientan los procesos educativos de los grupos
étnicos que integran la nación y permiten el desarrollo tradicional y en especial del idioma, la
participación de la comunidad y sus autoridades y la comprensión e integración de las diferentes
culturas que coexisten en el territorio nacional.

 4. PRINCIPIO DE INTEGRALIDAD La educación debe tener en cuenta al hombre, no como un ser


aislado, sino como el producto de una historia, una cultura, un entorno social.

 5. DIVERSIDAD LINGÜISTICA Las diversas lenguas que integran la nación deben ser tenidas en
cuenta como fuentes de conocimiento.

 6. AUTONOMIA Derecho a desarrollar procesos etnoeducativos propios.

 7. PARTICIPACION COMUNITARIA Partiendo de su autonomía, los grupos étnicos están en la


capacidad de orientar, desarrollar y evaluar sus procesos etnoeducativos.

 8. INTERCULTURALIDAD coexistencia en igualdad de condiciones y respeto mutuo .

 9. FLEXIBILIDAD Construcción permanente de los procesos etnoeducativos acorde a los valores


culturales, necesidades y particularidades de los grupos étnicos.

 10. PROGRESIVIDAD Dinamismo de los procesos etnoeducativos generado por la investigación.

 11. SOLIDARIDAD Fortalecimiento como garantía de la permanencia del grupo

 12. CONCLUSION Los principios de la etnoeducación, garantizan que los procesos


etnoeducativos estén encaminados hacia la consecución de unos fines legalmente establecidos.
Permiten la participación activa de sus protagonistas, el fortalecimiento de la cultura e integración
de los diferentes grupos que integran la nación; y tienen en cuenta aquellos aspectos que los
identifican e individualizan: entorno social, historia, lengua, como fuentes de conocimiento, y, por
lo tanto como instrumentos aptos para educar a quienes se identifican con dichos valores.
SON PRINCIPIOS DE LA ETNOEDUCACION:

A) Integralidad, entendida como la concepción global que cada pueblo posee y que posibilita una
relación armónica y recíproca entre los hombres, su realidad social y la naturaleza;
Para los grupos étnicos es indispensable tener en cuenta, en su educación, las prácticas cotidianas
propias de su cultura, su unión con la tierra y el medio ambiente en general y la relación de lo
anterior con el ser humano. Es por ello que en la normatividad etnoeducativa se respeta que la
educación este ligada al ambiente, a creencias y tradiciones y a los procesos sociales y productivos.

B) Diversidad Lingüística, entendida como las formas de ver, concebir y construir el mundo que
tienen los grupos étnicos, expresados a través de las lenguas que hacen parte de la realidad
nacional e igualdad de condiciones; A la escuela se le agregan características que no tenían, de
multiculturalidad, bilingüismo y en ocasiones trilingüismo.

C) Autonomía, entendida como el derecho de los grupos étnicos para desarrollar sus procesos
etnoeducativos;
La Corte Constitucional, sobre este punto, ha expresado que la Constitución valora al individuo
como sujeto individual de derecho, y a los pueblos como sujeto colectivo de derecho. Estos
pueden definir su identidad con base en sus diferencias específicas y en los valores étnicos y
culturales concretos, y no conforme a un concepto abstracto y general de ciudadanía.
En otra ocasión, sobre el mismo punto agrega que los individuos y los pueblos son portadores de
características específicas. Son seres únicos y singulares con capacidad de hacer efectivo su propio
proyecto de vida, todo lo cual los autoriza a reivindicar para sí su propia conciencia ética.La
autonomía implica también, según lo expresa Esther Sánchez Botero “que un pueblo pueda tomar
las decisiones que son vitales para su permanencia como grupo, es decir, que deben darse las
condiciones para que estas decisiones puedan ser tomadas”. Este principio es de gran relevancia
en los pueblos indígenas, ya que estos tienen diferentes formas de gobernarse, de resolver los
asuntos y de manejar la autoridad.

D) Participación comunitaria, entendida como la capacidad de los grupos étnicos para orientar,
desarrollar y evaluar los procesos etnoeducativos, ejerciendo su autonomía;
Este principio se ve reflejado en la formulación y planeación de planes educativos, en los cuales
participan directamente los grupos étnicos. De esta manera pueden incorporar, con plena libertad,
su identidad.

E) Interculturalidad, entendida como la capacidad de conocer la cultura propia y otras culturas que
interactúan y se enriquecen de manera dinámica y recíproca, contribuyendo a plasmar en la
realidad social, una coexistencia, en igualdad de condiciones y respeto mutuo;
En principio, la escuela significaba para ellos la pérdida de identidad y desintegración cultural, pero
el contacto con otras comunidades, con culturas diferentes, con instancias del Estado les hizo
reconocer que la escuela debe tener un componente intercultural. La escuela no sólo debe
componerse de conocimientos étnicos, sino también de conocimientos tradicionales.Una
educación bien articulada, con ambos conocimientos, con misión y visión clara, prepara al
estudiante a enfrentarse a la cultura mayoritaria, y también, “como se preparó en la comunidad,
pertenecerá siempre a esta, va a ser una persona con una política cultural clara, va a gestionar por
ella tanto en lo político como en lo económico”.

F) Flexibilidad, entendida como la construcción permanente de los procesos etnoeducativos,


acordes con los valores culturales, necesidades y particularidades de los grupos étnicos.
La flexibilidad constituye uno de los elementos básicos de la etnoeducación, ya que sin esta no
sería posible la educación diferenciada. El respeto a las diferentes culturas implica que se creen
formas de educación más abiertas y no generalizadas para toda la población.
En este punto es importante el reconocimiento constitucional de diversidad étnica y cultural.
Según dice la Corte en la Sentencia “, la eficacia del derecho a la diversidad étnica y cultural y el
valor del pluralismo pueden ser logrados satisfactoriamente sólo si se permite un amplio espacio
de libertad a las comunidades indígenas”.

G) Progresividad, entendida como la dinámica de los procesos etnoeducativos generada por la


investigación, que articulados coherentemente se consolidan y contribuyen al desarrollo del
conocimiento.La Corte Constitucional, en relación con este punto, considera la educación como la
actividad “inherente y esencial al ser humano, dignificadora de la persona humana, además de
constituir el medio a través del cual se garantiza el acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y
los demás bienes y valores de la cultura”.

H) Solidaridad, entendida como la cohesión del grupo alrededor de sus vivencias que le permite
fortalecerse y mantener su existencia, en relación con los demás grupos sociales."
En opinión de Pinilla los grupos étnicos “han comprendido que la escuela es un espacio de
apropiación del medio exterior, que la escuela prepara para un contacto menos desigual con la
sociedad mayor y abre las puertas para las relaciones organizadas del Estado de una
colombianidad que se acepta”.
A pesar de que el reconocimiento de grupos culturales con tradiciones, prácticas y ordenamientos
jurídicos diversos genera tensiones, es necesario que el Estado garantice todos los derechos
derivados de dicho reconocimiento, pues de esta forma se aceptan las necesidades particulares de
los miembros de los grupos culturales diversos.
Dichos principios en general buscan evitar que se sectoricen y dividan los escenarios sociales de las
comunidades indígenas para asumir los problemas integralmente; generar autonomía para liderar
el proceso educativo y la toma de decisiones sobre el mismo; propiciar la participación
comunitaria y de interculturalidad para facilitar la relación de los miembros de estos pueblos con
el resto de la población nacional; que exista flexibilidad, progresividad y solidaridad para adecuar y
articular culturalmente los patrones educativos a los contextos culturales y ambientales en los
cuales debe prestarse el servicio

La etnoeducación: una dimensión de trabajo para la educación en


comunidades indígenas de Colombia

Luis Alberto Artunduaga (*)


(*) Luis Alberto Artunduaga Marles es licenciado en Sociales y en Educación Primaria y Promoción
de la Comunidad, así como magister en Educación con énfasis en Educación Comunitaria. En la
actualidad desempeña el cargo de Coordinador del Grupo de Formación de la Comunidad
Educativa, del Ministerio de Educación Nacional de Colombia.

La presentación de esta exposición temática parte de las experiencias personales y


comunitarias en relación con el trabajo educativo en comunidades de grupos étnicos de
Colombia. Tiene como fundamento la reflexión permanente respecto a los fenómenos y
situaciones que se suscitan en el cotidiano accionar del trabajo educativo.

Considero necesario iniciar la reflexión con la presentación de un hecho de gran


importancia para comprender nuestra realidad, y es el «descubrimiento de América». La
importancia de iniciar el trabajo con esta apreciación radica en que dicho acto se consolidó
sobre el desconocimiento del otro, el avasallamiento material y cultural de los pueblos que
habitaban el territorio americano.

Nosotros somos el fruto de esa situación, llevamos sangre de la conformación multiétnica


de América Latina. Quizá no hemos logrado reflexionar respecto a las implicaciones que
ello tiene para nuestra realidad. La realidad que vivimos hoy día.

Es necesario, a propósito de la realidad, plantear el problema que ello origina. Cuando los
sujetos comparten una amplia serie de características y símbolos afines -la cultura- tienden
a observar la realidad, SU realidad, como un valor absoluto. Esta cuestión se podría definir
inicialmente como una cosmovisión: lo que una cultura determina como experiencia
histórica y lo que codifica simbólicamente. Por lo tanto, la realidad está condicionada por
las experiencias culturales; en sí misma, no existe una sola realidad: las concepciones de lo
real son múltiples y están supeditadas a lo étnico-cultural. Todo depende del punto de vista:
una comunidad humana ligada por un pasado común, una lengua y un acervo de creencias,
definen lo que es real de acuerdo a su conciencia cultural (la realidad en un consenso social
que otorga sentido particular a la visión del mundo de un grupo étnico o cultural)1.

Esta reflexión sobre la realidad -nuestra realidad- nos lleva a plantear que la construcción
de una verdadera democracia se inicia cuando podemos interiorizar que los sujetos objetos
de conocimiento que conforman la realidad no se perciben aisladamente: cada uno de ellos
contiene una red de relaciones con otros sujetos objetos, los cuales dependen de un
significado atribuido. La creación de la realidad está contenida en la estrecha relación entre
el sujeto objeto, su significado, y el medio en que aparece: es entonces una interpretación
establecida desde una red de relaciones con sentido, que son los símbolos2.

La situación de nuestra realidad nos lleva a plantear algunas reflexiones respecto a la


educación.
La educación es la forma privilegiada de transmitir, conservar, reproducir y construir la
cultura. Permite generar conciencia crítica capaz de transformar la sociedad.

Cada grupo humano cuenta con los mecanismos básicos para educar a sus miembros dentro
de una perspectiva que le garantice a la sociedad los elementos necesarios para construir su
devenir histórico en el contexto de su proyecto de hombre y de sociedad; es por esto que la
sociedad en su conjunto es educadora.

El ideal de todo grupo humano es formar personas para el bien, dentro de los cánones que
le permitan organizar y construir el conocimiento en virtud de la capacidad creadora del
hombre, en interacción con su medio o entorno.

La educación en los grupos étnicos corresponde a procesos endógenos de formación y


socialización, de acuerdo a las características culturales, sociopolíticas, económicas y
lingüísticas propias, de tal manera que mediante este proceso permanente se garantice la
interiorización del ascendiente cultural que ubica al individuo en el contexto de su propia
identidad.

La identidad de los grupos étnicos es una recreación de su realidad desde una estructura
particular de símbolos que les pertenecen y difieren de los símbolos de otra cultura3.

Los grupos étnicos indígenas, negros y raizales, poseen valores cuya importancia trasciende
los estrechos límites de una región o grupo tribal, y tienen un significado profundo para la
humanidad.

Los diversos medios de adaptación ambiental, los sistemas filosóficos y las instituciones
sociales creadas por ellos, forman parte de un gran acervo cultural que no podemos ignorar.

En la medida en que las poblaciones van sistematizando el conocimiento sobre su realidad,


aparecen sistemas cuya complejidad evidencia mayores grados de conciencia y
compromiso social; sistemas éstos que se convierten en mecanismos organizados para
garantizar la convivencia y la continuidad de la cultura.

Toda cultura, por el mero hecho de ser cultura, organiza su cosmos, el lugar donde vive,
determina e interpreta los fenómenos naturales, tiene un concepto de su imagen, de la de los
hombres, de sus comportamientos; tiene idea de lugar y de tiempo, lo que constituye una
manera particular de ver el universo; realmente no es sólo una manera de verlo, es también
una forma de vivirlo y de sentirlo. El significado de los símbolos está generalmente
arraigado en el mismo proceso histórico de la comunidad y pertenece por entero a su propia
ordenación del mundo: su cosmovisión.

Las culturas se desarrollan en diferentes momentos, en distintos lugares y tiempos y se


relacionan unas con otras también de maneras distintas, pero todas son importantes en la
medida que tienen su propia organización, su propia manera de reconocerse, de relacionarse
con su entorno, con su medio ambiente y hábitat, y de construir conocimiento, lo que las
hace automáticamente interesantes por la riqueza que encierran.
Esta diversidad plantea la posibilidad de que cada cultura establezca sus propias formas de
clasificar y organizar el saber de las cosas que la rodean. Por ejemplo: clasificar a los
hombres de acuerdo al sexo, a la edad, a la estatura, a su oficio, etc.; igual las demás cosas
que le rodean, pero también pueden existir otras formas igualmente válidas de clasificación
y organización de su medio o entorno, de acuerdo a la propia concepción y sabiduría del
mundo. Por ejemplo: el olor, el color, el ruido, etc.

La Constitución Política de Colombia reconoce la diversidad étnica y cultural de la nación,


lo cual conlleva una implicación pedagógica que se concreta en la necesidad de una
educación intercultural. Intercultural no solamente para los pueblos culturalmente
diferenciados, sino también para la sociedad nacional colombiana, que tiene el deber y el
derecho de conocer, valorar y enriquecer nuestra cultura con los aportes de otras, en una
dimensión de alteridad cultural a partir de un diálogo respetuoso de saberes y
conocimientos que se articulen y complementen mutuamente.

La humanidad tiene tendencia a no reconocer ni respetar los límites; siempre desea ampliar
su conocimiento, ampliar sus horizontes, etc. Por eso busca e investiga. De ahí la
importancia de reconocernos como tal, para afianzar nuestra identidad y evitar, en esta
dimensión de exploradores, invadir o dejarnos invadir por otras cultural, sin mediar una
reflexión crítica; de no ser así, se dará un avasallamiento e imposición de criterios y formas
particulares de conocer y clasificar el mundo que nos rodea, considerándolo como la única
forma válida. Aquí radica la trascendencia de la interculturalidad.

La interculturalidad como proceso, y como principio de la etnoeducación y de la


democracia, implica tener en cuenta elementos de trascendental importancia:

 El respeto cultural. No se puede considerar la posibilidad de que exista


interculturalidad si no se da en el marco del respeto cultural.
 La tolerancia cultural. Se da a partir del reconocimiento del otro como parte
importante en la construcción del conocimiento, valorando su propia forma de
pensar y organizar su mundo.
 El diálogo cultural. A partir de un diálogo de saberes y conocimientos que
permitan armonizar los principios fundamentales de cada cultura.
 El enriquecimiento mutuo. La interculturalidad implica un enriquecimiento
mutuo de las culturas que entran en articulación; este enriquecimiento sólo se
da si existe una apertura biunívoca de alteridad.

La interacción se da únicamente en un acto de afecto, de amor, de ternura y de apertura


humana.

Igualmente, en la Constitución se determina que el castellano es la lengua nacional y se


oficializan las lenguas y dialectos indígenas en sus territorios, lo cual implica el desarrollo
de una educación bilingüe o multilingüe para los pueblos con tradiciones lingüísticas
propias, en tanto que ésta responda a las características y necesidades de comunicación
interna y externa de las comunidades. La comunicación se realiza en medio de la diversidad
cultural, lo que implica que dicha comunicación no presenta un solo código, sino que
presenta la participación de muchos códigos.

En esta medida la etnoeducación, como sistema, constituye un proceso a través del cual los
miembros de un pueblo internalizan y construyen conocimientos y valores, y desarrollan
habilidades y destrezas de acuerdo con sus características, necesidades, aspiraciones e
intereses culturales, que les permiten desempeñarse adecuadamente en su medio y
proyectarse con identidad hacia otros grupos humanos.

Así pues, la etnoeducación es un proceso de recuperación, valoración, generación y


apropiación de medios de vida que responde a las necesidades y características que le
plantea al hombre su condición de persona.

De esta manera, la educación (formal, no formal e informal) constituye un proceso inmerso


en la cultura, construido desde una perspectiva étnico-cultural o cosmovisión cuya
fundamentación se consolida en la visión de hombre y de sociedad que cada pueblo desea
construir a partir de su propio proyecto étnico o de vida, partiendo de un planteamiento de
respuesta a sus necesidades, intereses y aspiraciones.

Los procesos etnoeducativos deben hundir sus raíces en la cultura de cada pueblo, de
acuerdo a los patrones y mecanismos de socialización de cada uno en particular,
propiciando una articulación a través de una relación armónica entre lo propio y lo ajeno en
la dimensión de interculturalidad.

La educación debe ser un encuentro con nuestra propia historia, que permita definir el
conflicto establecido por la cultura dominante, que parte del supuesto de la superioridad de
su realidad y que intenta aplicarla como sistema de control a las minorías. Debe socializar
en la diversidad para fundamentar la interculturalidad y la democracia.

Una cultura con lo que tiene puede y debe sentirse soberana, y no importa donde esté:
puede estar ubicada en la selva, en el llano, en una meseta de los Andes, o en el centro de
una metrópolis.

Generalmente las culturas, cuando son soberanas, se sienten en el centro del mundo. Por
ejemplo: para los incas, el centro era Cuzco; para los uitotos, el centro o la cuna es la
Chorrera, etc.; otras culturas no se sienten el centro, se ubican como girando en torno a, o
alrededor de... ¿Se siente nuestra cultura el centro?

Igualmente una cultura, cuando es soberana, se siente en el presente. Normalmente


nosotros nos sentimos como en el pasado; de ahí la concepción de atrasados porque no
hemos llegado donde otros ya llegaron, es decir, otros están en el presente y muchas
culturas siguen o seguimos en el pasado.

Otro aspecto de la soberanía de las culturas es valorar lo bello de la cultura, la belleza


particular de cada una, su importancia en el hoy por lo que es, por lo que vale, sin depender
de los conceptos o preceptos de otras culturas. ¿Qué es lo bello, cuál es el modelo de
belleza (femenina, masculina, estética, etc.)? ¿Cuántas veces nos valoramos según los
conceptos externos de belleza?

Una cultura es soberana cuando puede complacerse en encontrar la riqueza y la belleza en


lo propio, cuando siente placer en el sentido propio de decorar su realidad, creando su
propio modelo. Esto le permite afianzar su identidad y proyectarse como tal hacia otras
culturas.

Muchas veces, desgraciadamente la mayoría, las culturas no se dan cuenta del incalculable
valor que poseen, de las innumerables posibilidades que tienen; normalmente supeditan su
capacidad de accionar conceptual y de ordenamiento del mundo al concepto de otras
culturas porque ellas ostentan el poder, descuidando su autonomía. No existe la posibilidad
real de considerar culturas superiores ni inferiores unas respecto a otras.

La propuesta curricular constituye un instrumento mediador entre el saber cultural y la


cotidianidad, entre el conocimiento comunitario y la práctica, entre la ciencia y la filosofía
y entre el conocimiento y el pensamiento étnico.

La acción pedagógica debe ser fundamentalmente una acción comunicativa, de diálogo


permanente y argumentación rigurosa, de tal manera que primen los conocimientos y
saberes que tengan los mejores argumentos y no simplemente los de la sociedad dominante.
Esta acción pedagógica debe facilitar que los conocimientos y saberes de otros grupos
humanos se articulen armónicamente con la cultura del estudiante.

Igualmente, la acción pedagógica es también democratización del conocimiento. Sólo


puede entenderse como una acción que desarrolla la capacidad del estudiante y del docente
para participar en la interpretación y producción de saberes. La escuela, en este sentido, es
un espacio público donde se produce opinión pública acerca de los planteamientos,
problemas y aspiraciones de la comunidad, de los adultos, de los jóvenes, de los niños, etc.
El currículo, por consiguiente, se debe encaminar a buscar respuestas pedagógicas a los
problemas y expectativas de la comunidad y del grupo étnico, y es alrededor de ellos donde
se ordenan y articulan los conocimientos y saberes. En esta perspectiva, el currículo
constituye un proceso intencional de selección y organización de cultura, que se
fundamenta en la visión o perfil del hombre y de la sociedad que el pueblo desea construir.
Este proceso se objetiviza o materializa en planes y programas educativos, en funciones
curriculares, en las relaciones maestro-alumno-comunidad, en las acciones administrativas
y operativas escolares y, sobre todo, en una cultura escolar.

Desde el punto de vista pedagógico, ha de evitarse el planteamiento dicotómico entre lo


propio y lo ajeno, que puede llevar a una visión maniquea de la realidad, como si todo lo
propio (sólo por ser propio) fuera bueno y todo lo ajeno (sólo por ser ajeno) fuera malo.

La educación ha de ser participativa en el sentido de que los fundamentos, objetivos,


elementos y funciones sean diseñados por las mismas comunidades, plasmando en ello el
proyecto de vida que articula el sentir del devenir histórico de ese pueblo. Estas decisiones
corresponden al pueblo como tal, son decisiones de tipo colectivo que interesan e
involucran a todos, y en las cuales es preciso evitar las equivocaciones.
Es necesario analizar profundamente el papel del maestro o del agente educativo dentro de
los procesos etnoeducativos, su capacitación y formación, su perfil, sus relaciones y
compromisos con la comunidad, con sus autoridades y organizaciones, con las
instituciones, con el desarrollo local, regional y nacional... y, por supuesto, con los
alumnos.

En este contexto la escuela se convierte en un mecanismo propio de socialización y


creación de procesos, en un foro de negociación y construcción de sentido, de vida, y en un
espacio de sistematización, construcción, formalización, ampliación, valoración,
recuperación y producción de conocimientos y saberes.

Las comunidades educativas que busquen formar miembros cada vez más autónomos y
auténticos requieren que en la comunidad educativa se discutan nociones y conceptos como
los de «educación», «hombre», «sociedad», «escuela», «sujeto», «democracia», «cultura»,
etc., puesto que la misión de la institución escolar se define, precisamente, en la relación
entre estos elementos y conceptos.

La etnoeducación es monolingüe, bilingüe o multilingüe, ubicando la lengua materna, como


elemento de identidad y estructuración del pensamiento, en el primer lugar de los procesos
etnoeducativos.

La etnoeducación es intercultural. Debe partir del conocimiento, análisis, valoración y


afirmación de la identidad étnica propia, y proyectarse hacia el abordamiento de
conocimientos y tecnologías producidos por otros grupos humanos, desde la perspectiva de
articulación cultural comunitaria.

La etnoeducación se ubica dentro de los esfuerzos de los grupos étnicos por definir y
construir un proyecto de sociedad y de vida acorde con sus criterios y aspiraciones.

La etnoeducación exige un replanteamiento de los fundamentos, los elementos y las


funciones curriculares en su conjunto, a partir del pensamiento, cosmovisión y situación
histórica de cada pueblo.

La etnoeducación plantea la necesidad de una coordinación interinstitucional clara, estrecha


y decidida, para que las respuestas pedagógicas y administrativas sean coherentes y
adecuadas, propendiendo a una relación de respeto y de diálogo entre los organismos
gubernamentales, no gubernamentales, comunidades étnicas, sus autoridades y
organizaciones.

Si partimos de estos principios, podemos aplicar y estructurar una educación a partir de


unas realidades claras y concretas respecto a la situación específica de cada pueblo:

Realidad económica: caracterizada por las relaciones hombre-naturaleza, la


concepción del pueblo respecto a la territorialidad, los recursos naturales, la
producción y la salud.
Realidad sociopolítica: caracterizada por el tipo de organización y de
autoridades que se registran en las comunidades y grupos étnicos, y por el tipo de
relaciones que se establecen entre éstas y el Estado y sus instituciones.

Realidad comunicativa: caracterizada por los niveles y códigos de comunicación


que satisfagan las características y necesidades de interacción comunicativa al
interior y al exterior de las comunidades: lengua materna, español, arte, danza,
música, etc.

Realidad cultural: la cual interactúa y traspasa toda la vida del individuo, la


comunidad y su grupo étnico, dándole sentido a su entorno. Esta realidad está
caracterizada por el pensamiento, la historia y la cosmovisión de cada pueblo en
particular.

A partir de estos principios y fundamentos, los procesos de etnoeducación se abordan y


desarrollan de acuerdo con los siguientes componentes:

Capacitación: procesos dirigidos a docentes de los grupos étnicos (indígenas y


no indígenas), agentes educativos institucionales y miembros de las comunidades.
Se desarrollan a través de las modalidades de nivelación, profesionalización,
actualización y formación profesional.

Investigación: desarrollo de procesos de investigación-acción-participación,


orientados a fortalecer y desarrollar los procesos etnoeducativos y la organización
de las comunidades.
Se desarrolla en campos como la lingüística, la antropología, la pedagogía y otros
campos afines aplicados a la educación.

Adecuación y diseño curricular: estructuración de propuestas curriculares y


pedagógicas de acuerdo con los fundamentos, elementos y funciones establecidos
a través del proyecto global de vida de cada pueblo.
Estas propuestas se hacen a partir de los procesos de capacitación e investigación,
y se concretan en los proyectos etnoeducativos institucionales, los cuales, a su
vez, se formulan en planes de estudios, propuestas metodológicas, criterios
técnicos, etc.

Diseño, elaboración y producción de materiales educativos: el desarrollo de


los procesos etnoeducativos requiere de materiales acordes con las propuestas
educativas propias de las comunidades, lo cual lleva al diseño, elaboración y
producción de los mismos.
Este material es fruto del trabajo de las comunidades y de los docentes, diseñados
por ellos mismos. Constituyen un apoyo directo como recurso didáctico para el
desarrollo curricular.
Igualmente, este material se diseña y produce en lengua materna y/o castellano.
Asesoría, seguimiento y evaluación: desarrollo de procesos que permitan
garantizar óptimos resultados en los programas y proyectos que se adelantan en
los departamentos y con los grupos étnicos.
Con el desarrollo de estos componentes, se vienen realizando acciones
etnoeducativas en el 80% de los grupos étnicos de Colombia, es decir, en 67 de
los 84 pueblos indígenas, negros y raizales.

Estructura administrativa del Programa de


Etnoeducación
El Programa de Etnoeducación está estructurado en un sistema articulado en los niveles
nacional, departamental y local.

Nivel nacional: existe una División de Etnoeducación, con una jefatura y diez
profesionales encargados de dinamizar con asesoría todos los procesos del Programa en el
nivel regional o departamental, asumiendo la División el encargo de la coordinación
nacional por zonas de responsabilidad a cargo de cada uno de los profesionales.

Nivel regional o departamental: existe en cada una de las entidades territoriales en donde
se desarrolla el Programa un coordinador regional, generalmente ubicado en el centro
experimental piloto, quien orienta y dinamiza todos los procesos etnoeducativos en cada
uno de los grupos étnicos y comunidades pertenecientes a estos.

Tanto en el nivel nacional como en el nivel regional, se encuentran organizaciones


representativas de los grupos étnicos, que coordinan y concertan con las instancias estatales
antes mencionadas la planeación, programación, ejecución y evaluación de los procesos
etnoeducativos.

Nivel local: en el nivel local se encuentran las comunidades con sus maestros, autoridades
y sabedores tradicionales, quienes se constituyen en el grupo de base y referencia obligada
para el desarrollo de todas las actividades de diseño curricular y de medios educativos, de
formación, de investigación y de evaluación, propias de los procesos de etnoeducación.

Igualmente, se establecen formas de coordinación y apoyo técnico y financiero a los


procesos de etnoeducación, mediante la vinculación del sistema educativo municipal a la
dinamización de las acciones realizadas por la coordinación regional de etnoeducación en
combinación con la Secretaría Departamental.
FINES DE LA ETNOEDUCACION

Tomado del documento: Realidad y esperanza de los pueblos indígenas y afrocolombianas

Además de los 13 fines de la educación contemplados en el artículo 5º de la ley general de


educación, los programas educativos deben propender por los siguientes fines de la Ineducación:

FINES GENERALES

•a) La formación de personas y pueblos autónomos.

•b). La construcción y desarrollo del proyecto global de vida conforme a la realidad cultural de
cada pueblo o grupo étnico.

FINES ESPECIFICOS

•Reafirmar la identidad individual y colectiva, posibilitando el respeto y reconocimiento de la


diversidad cultural.

•Dominio de los saberes propios así como el conocimiento de otras creencias, tecnologías y
culturas(implica afianzar los diversos procesos, conocimientos, saberes y prácticas de socialización
que han sido legadas por la herencia cultural y proyectarlos a las decisiones del grupo social.)

•Fortalecer las prácticas de protección y uso adecuado de la naturaleza y sus recursos,


manteniendo la integridad entre cultura y territorialidad.

•Fortalecer los sistemas y prácticas comunitarias de organización y control social y revertir


procesos de aculturación*

•Recuperar y fortalecer el uso de las lenguas vernáculas y las formas dialectales de tradición oral,
literatura, etc., en todos los campos de la ciencia y la cultura.

•Afianzar los procesos de investigación en todos los ámbitos de la cultura, que orienten su
desarrollo y generen una actitud crítica.

•Reconstruir la historia a partir de las raíces, hasta el presente, y reconceptualizarla bajo nuevos
parámetros.

•Potenciar el desarrollo integral de la persona en lo intelectual, ético, socioafectivo, emotivo,


estético y físico.

•Desarrollar procesos formativos integrales que fortalezcan el ejercicio docente desde una visión
autónoma y crítica de la interculturalidad, promoviendo el conocimiento y comprensión de todas
las culturas.

•Fortalecer los vínculos de educación formal, no formal e informal.

•Generar compromiso social en el docente, directivo docente, estudiantes y comunidad en


general frente a las necesidades, intereses y problemas de los grupos étnicos.

•Implementar programas educativos que sean producto de la investigación y reafirmación de la


comunidad a partir de la construcción y recuperación de la historia y la mentalidad colectiva.

•Propiciar el conocimiento objetivo y subjetivo de los alumnos y la comunidad donde labora

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