T 2 Factores de Riesgo Clásicos en La Mujer

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Tema 2.

Factores de riesgo clásicos en la mujer


2.1. Objetivos
Conocer los factores de riesgo cardiovascular clásicos y si existen diferencias entre hombres y mujeres en cuanto
a prevalencia, impacto y tratamiento de los mismos.

2.2. Introducción
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la primera causa de muerte en adultos. La aparición de ECV está
determinada por la existencia previa de diferentes factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedad
cardíaca, por lo que tiene un origen multifactorial. A mayor cantidad de factores, mayor es el riesgo de sufrir
eventos cardiovasculares como infarto, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, entre otros.

Hoy sabemos que existen diferencias entre sexos en el proceso de salud y enfermedad. Esta disimilitud se debe a
una combinación de factores biológicos, hormonales, sociales y comportamentales.

2.2.1. ¿Qué son los factores de riesgo cardiovascular (FRCV)?


Los FRCV son características biológicas o hábitos de vida que aumentan la probabilidad de padecer o de morir a
causa de una enfermedad cardiovascular.

Existen FRCV comunes entre hombres y mujeres pero su aparición y frecuencia es diferente. Además, hay FRCV
propios de la mujer. Actualmente, el enfoque individualizado se impone, en pro de lograr equidad y calidad en la
salud cardiovascular en la mujer.

Por otro lado, podemos diferenciar los FRCV clásicos y emergentes. Los clásicos son los que, en general, la
población reconoce como factor de riesgo (falta de ejercicio, fumar, hipertensión, comer comida rica en grasas
saturadas, etc.), mientras que los factores emergentes o nuevos son aquellos que en los últimos años, gracias a la
investigación, revelaron aumentar el riesgo de enfermar, un ejemplo sería la contaminación.

2.2.2. Tipos de factores de riesgo cardiovascular clásicos


Estos factores se pueden agrupar a su vez en dos tipos:

 No modificables: edad, sexo, factores genéticos, historia familiar.

 Modificables: son muy frecuentes en la población y tienen una relación fuerte o directa con la aparición de
enfermedades cardiovasculares. Son, cómo su nombre lo indica, factores que se puede revertir o evitar
mediante cambios de estilo de vida, tratamiento médico, y/o farmacológico. Algunos ejemplos son:
- Hipertensión arterial
- Diabetes mellitus
- Hipercolesterolemia (aumento de colesterol en sangre)
- Dislipemia
- Sobrepeso y obesidad
- Mala alimentación
- Tabaquismo
- Alcohol en grandes cantidades
- Sedentarismo

En caso de tener uno o más de esos factores, conviene vigilar más de cerca nuestra salud cardiovascular y puede
consultar con su médico para obtener herramientas para modificarlos. A continuación, se pasará a describir los
factores de riesgo clásicos y sus características en la mujer.

2.2.3. FRCV no modificables


Son aquellos propios de cada persona, y no es posible revertirlos o eliminarlos como, por ejemplo, la edad, el sexo,
la genética y la historia familiar.
Antecedentes familiares
Los antecedentes familiares son un elemento de riesgo no modificable que debemos considerar. Entonces,
¿cuándo una persona tiene mayor riesgo por antecedentes familiares?

El tener parientes, especialmente de primer grado (padres, hermanos) con historia conocida de enfermedad
cardiovascular, como haber sufrido un infarto agudo de miocardio , aumenta el riesgo de padecer enfermedades
del corazón. Es importante destacar que es especialmente relevante cuando ocurre antes de los 65 años pues,
como se mencionó previamente la edad es un FRCV y la principal causa de muerte a nivel mundial.

Como la edad y los antecedentes familiares no son modificables, las personas con predisposición familiar a padecer
enfermedades cardiovasculares deben cuidar su salud evitando los FRCV modificables y controlando el estado de
su corazón mediante chequeos de salud regulares. Es importante que le mencione a su médico los antecedentes
de enfermedad del corazón de sus familiares, así como en las mujeres el tener antecedentes en la familia de
menopausia temprana, alguna enfermedad inflamatoria o reumática y de enfermedades trombóticas. Con toda la
información el médico podrá personalizar la evaluación de su salud y en caso de considerarlo pertinente, pedir
exámenes complementarios.

Herencia Genética

Actualmente, existen investigaciones científicas en cardiología que indican que algunos genes pueden ser
responsables de la aparición de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio.

Se han encontrado variantes en genes relacionados con el metabolismo del colesterol, la coagulación sanguínea y
la propia función del corazón que favorecen la enfermedad cardiovascular.

En caso de antecedentes familiares, como se mencionó en el punto anterior, debe consultarlo con su médico que
determinará si es necesario un asesoramiento genético. El identificar estas variantes de forma temprana ayuda a
gestionar mejor el riesgo, prevenir e instaurar un tratamiento si fuera necesario.

Por último, cabe destacar que hay ciertos FRCV que no son genéticos pero se comparten por el estilo de vida como
los hábitos alimentarios o el hacer ejercicio y fumar, los mismos son modificables y conllevan un gran impacto
positivo en la salud de su familia.

Origen étnico

La etnia determina en mayor o menor medida la aparición de enfermedad cardiovascular . Disponemos de estudios
que postulan que existe más tendencia a la aparición de ciertos FRCV en algunas etnias. Por ejemplo, las
poblaciones afroamericanas tienen mayor tendencia a sufrir enfermedad coronaria por alteraciones en el
metabolismo de los lípidos y ciertas proteínas alteradas o aumentadas como la lipoproteína A. En contrapartida, el
caso de los asiáticos su clásica dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados ω-3 (PUFA ω-3) les confiere protección
cardiovascular. De igual forma, se conocen diferencias respecto a otros FRCV como la hipertensión y diabetes. Lo
adecuado es consultar con su médico para que adecue los chequeos médicos en base a sus necesidades.

Edad

El envejecimiento provoca cambios en todo el organismo. Se trata de cambios fisiológicos, pero vienen
condicionados por el estilo de vida que llevamos y por las secuelas de enfermedades ya padecidas. Por lo tanto,
una persona tendrá mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares sólo por tener edad avanzada. En
este sentido, una estrategia para cuidar la salud es la prevención precoz llevando un estilo de vida saludable y
yendo a chequeos médicos con regularidad
Respecto a las diferencias entre hombres y mujeres, hay que destacar que las mujeres tienen una protección
hormonal añadida respecto a los hombres. Los niveles elevados de estrógenos (principal hormona femenina)
generan protección por sus efectos en el metabolismo de las grasas, su efecto vasodilatador, antiinflamatorio y
antitrombótico. No obstante, hay dos datos a destacar:

En primer lugar, la mujer premenopáusica no está exenta de sufrir enfermedad cardiovascular pues, si bien los
estrógenos confieren mayor protección respecto a los hombres, en caso de tener otros FRCV (antecedentes
familiares, fumar, sedentarismo, etc.) la mujer puede tener un elevado riesgo independientemente de su estado
hormonal.

En segundo lugar, luego de la menopausia, caen los niveles de estrógeno y aumentan los de estradiol. Este cambio
junto con otros como cambios en la tendencia de redistribución de la grasa corporal y del metabolismo, incrementa
el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

Sexo biológico

El ser hombre o mujer tiene relevancia a la hora de evaluar el riesgo global del corazón. A continuación se
comentarán algunas diferencias:

Como se mencionó previamente las hormonas sexuales determinan un mayor o menor riesgo cardiovascular. En
este sentido, es importante conocer que el uso de hormonas en forma extrínseca también pueden aumentar el
riesgo por lo que en caso de utilizarlas debe ser bajo seguimiento médico.

Riesgo asociado a enfermedades en la mujer, este punto se desarrollará en una clase en este curso, el sufrir
diabetes gestacional, preclampsia, ovario poliquístico, menopausia temprana, entre otros cuadros clínicos
aumentará el riesgo cardíaco y puede determinar un seguimiento más estrecho de su salud.

Respuesta al tratamiento: el sexo puede tener diferente eficacia entre hombres y mujeres, los profesionales de la
salud consideraran estas diferencias para optimizarlo.

Número y tipo de FRCV: Diversos estudios muestran que aunque los FRCV son los mismos para ambos sexos la
frecuencia varía, por ejemplo, el sedentarismo se asocia más al sexo femenino mientras que, la obesidad abdominal
al hombre. Además, la influencia de los FRCV puede ser distinta, por ejemplo, en las mujeres el tabaquismo tiene
mayor asociación al riesgo cardiovascular que en hombres.

2.2.4. FRCV Modificables


Son los más importantes porque existe la posibilidad de reducirlos, tratarlos o evitarlos y así, bajar el riesgo. A
continuación hablaremos sobre los distintos factores de riesgo modificables: alimentación, sobrepeso/obesidad,
sedentarismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemia y tabaquismo.

2.2.4.1. Alimentación
Debemos considerar la dieta como una herramienta de prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular.
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), la dieta de elección para un correcto funcionamiento del
organismo es la dieta mediterránea. Dentro de este tipo de dieta se incluyen el aceite de oliva, verduras, hortalizas,
frutas, legumbres y frutos secos, cereales, lácteos, carne, pescado y huevos.
Respecto a las diferencias entre sexos, hay que considerar que los requerimientos calóricos no son los mismos
incluso, varían en función de la edad y la etapa de la vida y estilo de vida (embarazo, deportista, anciano, etc).
Además, los requerimientos pueden variar por ejemplo, necesidad de suplementar hierro por pérdidas menstruales
o de calcio postmenopausia. A parte de los requerimientos, hay patrones alimentarios que deben ser considerados
en forma individual más alla del sexo. Se describe más sobre una alimentación saludable en un tema específico del
curso.

2.2.4.2. Sobrepeso/Obesidad
Según la OMS, el sobrepeso y la obesidad vienen definidos por una acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede perjudicar y dañar la salud de la persona.
La aparición de sobrepeso u obesidad se produce por el desequilibrio entre la ingesta y la actividad física que
realiza una persona, pero también por la calidad de los nutrientes que incluimos en nuestra dieta.

En cuanto a las diferencias entre sexos, hay diferencias en cuanto a la distribución de la grasa.

El patrón androide es el que se relaciona con la enfermedad cardiovascular.

Los hombres tienden a tener una obesidad denominada androide (con más grasa abdominal) mientras que las
mujeres tienden a un patrón ginecoide (con forma de pera). Como se mencionó previamente, en la mujer su patrón
suele variar al entrar en la menopausia, tendiendo a un patrón androide como el hombre y aumentando, de igual
forma, su riesgo cardiovascular.

El diagnóstico es sencillo, requiere conocer su peso y talla para obtener su índice de masa corporal, el contorno de
su cintura y el índice cadera/cintura para determinar qué patrón tiene.

Es recomendable ingerir una dieta equilibrada y practicar ejercicio físico regular para mantener un peso saludable.

2.2.4.3. Sedentarismo
El sedentarismo, se define por la falta de ejercicio o la inactividad física y es considerado uno de los mayores FRCV
y tiene relación directa con la mortalidad de causa cardiovascular. Se relaciona con mayor aparición de
arteriosclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.

En España, las mujeres son más sedentarias que los hombres esto puede deberse a muchos factores sociales,
culturales. Es importante cuidar su salud y la práctica de ejercicio físico regular.

2.2.4.4. Hipertensión Arterial


La presión o tensión arterial, es el resultado de la acción que realiza el corazón al ejercer presión sobre las arterias
para que éstas conduzcan la sangre hacia todos los órganos del cuerpo. La presión máxima y mínima son
resultantes de cada contracción y relajación cardíaca, respectivamente.

La hipertensión arterial, aparece cuando existe mayor resistencia en las arterias para que el corazón pueda
bombear la sangre, provocando el aumento de su masa muscular debido a ese sobreesfuerzo. Esto da lugar a que
el corazón pueda volverse más irritable dando lugar, incluso, a arritmias (ritmos anormales del corazón).

Es una enfermedad que suele pasar inadvertida, sin dar síntomas. Suele ser más frecuente a partir de los 40 años,
aunque existen casos de aparición en edades más tempranas donde la herencia genética juega un papel
importante.

2.2.4.5. Diabetes Mellitus


La diabetes es una patología que se produce cuando el páncreas no fabrica suficiente insulina (La insulina es la
hormona encargada de meter el azúcar en las células), o, si la produce, ésta no actúa en el organismo porque las
células no responden a su estímulo. Esto conduce a un aumento del azúcar en sangre (hiperglucemia) y se produce
daño en todo el organismo, principalmente en los riñones, ojos y corazón.

Se diferencian dos tipos de diabetes mellitus:

 Diabetes Mellitus de Tipo 1: Diagnosticada generalmente en la infancia o juventud. Las células del páncreas
que producen insulina se destruyen y no pueden generarla. Su aparición es brusca.
 Diabetes Mellitus de Tipo 2: Su diagnóstico suele aparecer por encima de los 40 años y se produce porque
las células se hacen resistentes a la acción de la insulina.

Además, existen situaciones en las que la diabetes aparece de manera aguda como es durante el embarazo,o
también puede ser inducida por fármacos.
El riesgo cardiovascular de una persona diabética de padecer un evento cardiovascular es mucho mayor que el de
una persona no diabética, por lo que cumplir con el tratamiento y el seguimiento son claves.

2.2.4.6. Dislipemia
Cuando hablamos de dislipemia, nos referimos a factores relacionados con los lípidos orgánicos, colesterol y
triglicéridos.

El colesterol es una sustancia grasa que está presente en las células de nuestro organismo y que se produce en el
hígado, aunque también podemos ingerirla con los alimentos. El colesterol se desplaza con la sangre, unida a unas
partículas que se llaman lipoproteínas. Según el tipo de lipoproteína a la que se unan, se diferencian dos tipos:

 LDL: Transportan el colesterol del hígado al resto de células y pueden depositarse en la pared de las
arterias formando las placas de ateroma. Es conocido como “colesterol malo”.
 HDL: Recogen el colesterol que no se ha utilizado y lo devuelven al hígado para su reutilización o
excreción. Es conocido como “colesterol bueno”.

El aumento del colesterol en sangre es conocido como hipercolesterolemia, y es un factor de riesgo que no
presenta síntomas ni signos físicos y su diagnóstico se realiza mediante una analítica de sangre. La prevención de
la hipercolesterolemia se basa en una alimentación equilibrada y la realización de ejercicio físico aeróbico. La
dislipemia sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada y, sobre todo, infratratada, porque es generalmente
asintomática pero puede dar lugar a enfermedad

2.2.4.7. Tabaquismo
El tabaquismo es la adicción al tabaco, un trastorno crónico provocado por la dependencia física a la nicotina,
principal componente del mismo, al que se le relacionan más de 25 patologías. En estos últimos años, ha aparecido
una alternativa al tabaco tradicional, los cigarrillos electrónicos que, a pesar de no contener nicotina, suponen
también un riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

No hay un nivel seguro de tabaquismo o consumo de tabaco que deje libre de enfermedad cardiovascular por lo
que es recomendable eliminar el consumo de tabaco y no sólo reducirlo. El tabaco es la primera causa evitable de
enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. Además, no sólo afecta al que lo consume, sino
que también aumenta el riesgo de enfermedades en los fumadores pasivos y produce contaminación
ambiental que influye en la salud de la población general.

2.3. Conclusiones
Las diferencias encontradas en los FRCV hacen replantearse el paradigma actual en cuanto a la evaluación del
riesgo cardiovascular global en la mujer.

Clásicamente, la ECV, se ha centrado en el hombre lo que ha llevado a subestimar las diferencias sexuales en lo que
respecta a laetiología, diagnóstico, pronóstico y tratamiento En los últimos años, el aumento de concienciación
sobre la ECV como la principal causa de muerte en mujeres, está llevando a un aumento de la información
disponible que repercute en la optimización del seguimiento de los FRCV en ambos sexos, incluyendo el
tratamiento de los mismos.

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