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Ap6980 2016 (48115)

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FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

Magistrado Ponente

AP6980-2016
Radicación No. 48115
Aprobado acta No. 317

Bogotá, D.C., doce (12) de octubre de dos mil dieciséis


(2016).

VISTOS

La Corte se pronuncia sobre el recurso de apelación


interpuesto por la defensa del procesado RICARDO EMIRO
GALVIS MANOSALVA en contra de la decisión adoptada el
26 de abril de 2016, por el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cúcuta en el curso del juicio oral, mediante la
cual negó la incorporación de prueba documental al
proceso.

HECHOS

Señala la acusación que el 2 de diciembre de 2011,


RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA, en su condición de
Fiscal Décimo Penal de Circuito Especializado de Cúcuta, a
solicitud de la defensa revocó la medida de aseguramiento
consistente en detención preventiva en establecimiento

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SEGUNDA INSTANCIA 48115
RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

carcelario, que el 26 de septiembre impuso a Wuilman


Tarazona Pacheco como presunto determinador de los
delitos de concierto para delinquir, tortura y homicidio
agravado en concurso, sin contar con elementos probatorios
que sustentaran la decisión.

El 20 de marzo de 2013 la Fiscalía 4 Delegada ante el


Tribunal Superior de esa ciudad revocó dicha providencia
por estimar que el funcionario desconoció los artículos 328
y 277 de la Ley 600 de 2000, al tiempo que ordenó
compulsar copias para la investigación penal y disciplinaria
del mismo.

En la indagación adelantada, la Fiscalía 3 Delegada


ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta
evidenció que las declaraciones de 30 de noviembre de
2011, sustento de la decisión cuestionada, son copias
idénticas de entrevistas realizadas el 16 y 18 de noviembre
anterior por un funcionario de policía judicial, con
excepción de las últimas preguntas.

Por estos hechos la Fiscalía formuló acusación contra


GALVIS MANOSALVA como autor de prevaricato por acción
y falsedad ideológica en documento público, en concurso
material heterogéneo.

ANTECEDENTES RELEVANTES

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SEGUNDA INSTANCIA 48115
RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

1. El 22 de enero de 2015 el Fiscal Delegado presentó


escrito de acusación1 y el 23 de junio siguiente2, luego del
aplazamiento de la sesión programada3, ante el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cúcuta, se cumplió la
audiencia de formulación de acusación por tales conductas,
en la cual la Fiscalía hizo descubrimiento probatorio.

2. El 28 de julio posterior 4 se celebró la audiencia


preparatoria, en la que se decidió sobre las solicitudes
probatorias elevadas por las partes, admitiendo el Tribunal
la totalidad de las pruebas solicitadas por la Fiscalía y la
defensa, advirtiendo que nada dijeron las partes frente al
imperativo de incorporar la prueba documental anunciada
por la última con un testigo de acreditación que no refirió.

3. En el curso del juicio oral celebrado el 26 de abril


del presente año5, luego de agotada la práctica de las
pruebas decretadas a la fiscalía, la defensa tras presentar
documentos públicos –sentencia de 18 de noviembre de 2015
proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta mediante
la cual se absolvió a Wuilmer Tarazona confirmando el fallo de primera
instancia que también allegó; sentencia de 14 de enero de 2013 proferida
por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado Adjunto de
Descongestión de Cúcuta en proceso adelantado contra Raimor Eder
Hernández Vargas por los delitos de concierto para delinquir agravado y
financiación del concierto para delinquir; certificaciones del Fiscal Tercero
Delegado ante los Jueces Especializados Grupo de Trabajo para la
investigación del delito de Falsos testigos, del Juzgado 1º Penal del circuito

1
Fl. 13.
2
Fl. 81.
3
Fl. 44. La diligencia programada para el 12 de marzo de 2015 se suspendió en razón de la
recusación del Fiscal Delegado para la causa por parte de la defensa.
4
Fl. 87.
5
Fl. 129, para la celebración de la audiencia programó el Tribunal el 4 de noviembre de 20l5.
El 19 de noviembre siguiente la Sala se declaró impedida para conocer del proceso.

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

con Funciones de Conocimiento y del Grupo de Justicia Transicional-

solicitó su introducción directa al juicio, sin acudir al


testigo de acreditación.
4. A esta pretensión se opuso el Fiscal, por cuanto
desconoce lo previsto en el artículo 429 de la Ley Procesal
Penal, además de que el defensor omitió referenciar su
procedencia y autenticidad como lo establece el artículo 277
del mismo Estatuto. De manera subsidiaria solicitó, en el
caso de ser admitidos los documentos referidos, no
asignarles mérito probatorio acorde con lo dicho por la
Corte Suprema de Justicia en sentencia de 21 de febrero de
2007, dentro del radicado 25.920.

El representante de la víctima coadyuvó estas


peticiones (record 039, disco III).

LA PROVIDENCIA RECURRIDA

Con providencia del 26 de abril del año en curso el


Tribunal accedió a la pretensión de la Fiscalía por cuanto,
indicó, la aducción de documentos públicos al juicio debe
realizarse a través de un testigo de acreditación a fin de
demostrar su autenticidad, origen, procedencia y permitir a
la contraparte su cuestionamiento, sumado a que el
defensor relacionó un número mayor de pruebas de las
autorizadas en la audiencia preparatoria (record 0.53 disco
III)

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

Esta decisión fue objeto de los recursos de ley por


parte de la defensa del procesado.

LA IMPUGNACIÓN

Adujo el recurrente que la Corte Suprema de Justicia


en la interpretación del artículo 433 de la Ley 906 de 2004,
ha especificado que los documentos públicos gozan de
presunción de autenticidad que solo se puede desvirtuar
mediante la tacha, lo cual permite su ingreso directo al
juicio.

Alegó, que la regla de la mejor evidencia no es absoluta


y en el Código de Procedimiento Penal las excepciones están
contenidas en el artículo 434, que aplican a los documentos
públicos, tal como lo señaló la Corte en sentencia 25920 de
2007. También importa considerar, agregó el recurrente, la
teoría de presunción de autenticidad del documento público
que únicamente se elimina con la certificación del
funcionario o su testimonio.

Asegura en su motivación el defensor, que tratándose


de prevaricato, el testigo de acreditación no resulta
necesario para presentar los documentos públicos por los
cuales se investiga a los servidores del Estado, pues «la
presunción de legalidad se hace sobre la autenticidad» de los
mismos.

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

Para finalizar aclaró, en cuanto al número de


documentos presentados, que los primeros relacionados
son dos sentencias que forman parte de un mismo proceso,
el radicado 48383, y de las certificaciones de exclusión se
hizo mención como una sola, porque derivan de iguales
peticiones.

En el traslado a los no recurrentes, el Fiscal Delegado


solicitó al Tribunal mantener la decisión y adicionó su
argumentación con cita de pronunciamiento de 11 de
agosto de 2007, resaltando en relación con el testigo de
acreditación que, según lo tiene dicho la Corte, el trato de
los documentos oficiales no puede ser diferente, pues
aunque gozan de presunción de autenticidad, no están
librados de la posibilidad de ser falsificados.

El Tribunal al resolver el recurso de reposición


mantuvo la decisión sobre el entendido que el debate
presentado refiere a las reglas de incorporación de pruebas
en el juicio dentro del contexto del debido proceso, y no a la
autenticidad de los documentos públicos, concluyendo que
fue incorrecto el procedimiento de incorporación de los
escritos aplicado por la defensa en la medida que afecta las
garantías fundamentales de la parte acusadora.

El recurrente en la oportunidad que la Sala le concedió


para ampliar la sustentación del recurso de alzada, pide a
la Corte «evalué el defecto procedimental por exceso ritual

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

manifiesto en violación del principio de legalidad y


constitucional», analizado en sentencia C-144 de 2010,
expediente 7832, donde adicionalmente se señala el valor
que debe atribuirse a los documentos públicos dentro de los
principios de la buena fe, presunción de legalidad y
autenticidad.

CONSIDERACIONES DE LA SALA

La Sala es competente para resolver el recurso de


apelación interpuesto por la defensa de RICARDO EMIRO
GALVIS MANOSALVA contra la decisión proferida por el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta del
pasado 26 de abril, de conformidad con lo previsto en el
artículo 32 numeral 3º de la Ley 906 de 2004, por medio de
la cual negó incorporar al juicio documentos públicos
presentados directamente por la defensa sin testigo de
acreditación.

El artículo 337.5.d. de la Ley 906 de 2004 al señalar


los requisitos que debe cumplir un escrito de acusación,
exige indicar los testigos de acreditación con los cuales se
incorporarán los documentos que se pretendan introducir
al juicio.

«5. El descubrimiento de pruebas


d)Los documentos, objetos u otros elementos que quieran
aducirse, junto con los respectivos testigos de acreditación.»

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

Así mismo, el artículo 429 del mismo Estatuto,


modificado por la Ley 1453 de 2011 artículo 63, que regula
la presentación en juicio de los documentos dispone:

«Presentación de documentos. El documento podrá


presentarse en original, o en copia autenticada, cuando lo
primero no fuese posible o causare grave perjuicio a su poseedor.

El documento podrá ser ingresado por uno de los


investigadores que participaron en el caso o por el
investigador que recolectó o recibió el elemento material
probatorio o evidencia física. (resaltado y subrayado fuera de
texto. )

De igual manera, en relación con los documentos


públicos, la Corte ha sido reiterativa en señalar la
obligación de introducirlos en juicio a través del testigo de
acreditación6, a pesar de encontrarse dentro de las
previsiones del artículo 425 de la Ley 906 de 2004, a efecto
de que certifique particularidades relativas a su origen,
procedencia y autenticidad.

Así lo recordó en auto AP1644 de 2 de abril de 2014,


radicado 43162 en el que expresó:

de tiempo atrás las decisiones de esta Corporación sobre el


«..,
tema reconocían la necesidad de que el documento que se
pretendiera aducir en juicio, lo fuera a través de un testigo de
acreditación que debía declarar sobre dónde y cómo lo obtuvo,
quién lo suscribe, si es original o copia y los datos generales
relativos a su contenido, a fin de acreditar aspectos que permitan
determinar su autenticidad y pertinencia.»
(…)

Al testigo de acreditación, se le ha definido como


fuente indirecta del conocimiento de los hechos 7 y como la
6
CSJ SP de 21 de febr. de 2007, rad. 25920; SP de 21 de octubre de 2009, rad. 31001.
7
Csj sentencia de 9 de mayo de 2009 casación 35595.

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

persona que recopila, asegura y custodia la evidencia y


documentos, que por cuyo medio se pretende ingresar al
juicio, en orden a establecer la confiabilidad y validez del
documento ingresado a través de su testimonio.

Es claro, entonces, que los documentos por sí solos no


pueden ingresar al juicio, en tanto en el sistema penal
acusatorio se impone que sean acopiados al conjunto
probatorio a través de un testigo de acreditación, sujeto a
confrontación y contradicción.

La actuación probatoria en el sistema penal acusatorio


está regida por reglas precisas que imponen a las partes
ineludibles deberes sin los cuales no es posible acreditar los
hechos y circunstancias de su interés.

Es así, se debe descubrir conjuntamente todo


elemento probatorio previamente a solicitar su aducción o
práctica y, frente a esto último, también se tiene que
satisfacer los precisos requerimientos señalados en la ley

Entratándose de documentos, su incorporación debe


efectuarse mediante un testigo de acreditación según lo
dispone inequívocamente la normatividad procesal en cita,
como parte del debido proceso. La Ley es explícita al
respecto y la jurisprudencia de esta Sala corrobora este
mandato, en los siguientes términos (única instancia
36748, 17 de septiembre de 2012):

En ese propósito, lo primero que debe advertirse es que en la


sistemática de la Ley 906 de 2004, la prueba documental está

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

necesariamente ligada al testigo de acreditación, pues a través


de éste es que aquella se incorpora al juicio, “…quien se
encargará de afirmar en la audiencia pública que un documento
es lo que la parte dice que es. En ese entendimiento, el testigo de
acreditación tendrá que ser interrogado por la parte que pretende
introducir la prueba documental, respecto de la información
mínima que permita concluir que se trata de un medio de
convicción admisible en el juicio, esto es, dónde y cómo se
obtuvo, quién lo suscribe, a efectos de establecer su autenticidad
o si la misma debe presumirse por tratarse de uno de aquellos
documentos relacionados en el artículo 425 del C.P.P
(informaciones de prensa, documentos notariales, títulos valores,
etc), si es el original o una copia y la presentación general sobre
los datos contenidos en el documento, esto último, con miras a
establecer si el juicio de pertinencia realizado al momento de
autorizar el medio de convicción, corresponde efectivamente con
el tema de la prueba (hecho que es necesario acreditar) y si éste
a su vez guarda relación con el contenido del documento, pues de
lo contrario no podrá admitirse su incorporación al debate
público.

En ese orden, aunque es cierto que la ley presume la


autenticidad de los documentos públicos siempre que
concurran los supuestos previstos en el artículo 425 en
mención, para ser admitidos como elemento material
probatorio además de acreditarse la pertinencia y
conducencia de los mismos, deben incorporarse por
intermedio de un testigo de acreditación a fin de que se
posibilite su controversia, tal como lo señaló la Corte en
auto AP 5233 de 3 de septiembre de 2014, radicado 41908.

En suma, la aducción al juicio de documentos,


cualquiera sea su naturaleza, está condicionada a que su
incorporación sea realizada con estricto apego a las reglas y
procedimientos previstos en la ley, esto es, a través de un
testigo de acreditación.

Del caso concreto

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En el presente evento, de conformidad con los


registros correspondientes a la audiencia preparatoria, la
defensa al hacer el descubrimiento probatorio y las
solicitudes en ese sentido anunció la pretensión de
introducir al juicio diferentes documentos sin acudir a
ningún testigo, petición que fue aceptada por el Tribunal al
decretar la prueba, en razón de que la Fiscalía no se
contrapuso a esa demanda probatoria.

Fue así como en la audiencia de juicio oral el defensor


presentó los documentos de manera directa, a cuya
incorporación ahí si se opuso el representante de la Fiscalía
por no realizarse a través del testigo de acreditación,
opugnación que acogió ese Cuerpo Colegiado en decisión
que fue impugnada por la defensa y que ahora se resuelve
en esta Corte.

Para abordar el estudio resulta oportuno recordar, que


el ejercicio del derecho a controvertir las pretensiones
probatorias de la contraparte se hace eficaz en la audiencia
preparatoria cuando el funcionario judicial determina de
manera precisa aquello que va a ser objeto de conocimiento
en el juicio oral, mediante el proferimiento de un auto de
decreto de pruebas, en el que determine cuáles de los
medios que pretenden introducir las partes e intervinientes
procesales al debate oral son admitidos, cuáles rechazados
y excluidos y los fundamentos de su decisión.

Lo anterior con el propósito que el debate acerca de


las pruebas que serán incorporadas quede zanjado en la

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audiencia preparatoria y, en la audiencia de juicio oral


simplemente se lleve a cabo su práctica, tal como lo tiene
dicho esta Corporación:

«Así, la concentración supone la continuidad y fluidez de la


audiencia, y esto a su vez implica que las pruebas se practiquen
en bloque, para lo cual es imprescindible que se excluya de la
audiencia pública cualquier controversia que interfiera con tales
propósitos. Por tanto, al inicio del debate probatorio ya debe estar
superada cualquier discusión en torno de su práctica,
precisamente para ello se diseñó la audiencia preparatoria,
escenario en que se resuelven todos los debates vinculados con
dicha temática, a través de un auto que habrá de contener la
clase de prueba a practicarse en el juicio, la forma de su
incorporación, el orden de su presentación, aquello que se excluye
del debate, etcétera; proveído susceptible de los recursos
correspondientes, pero una vez en firme, deja zanjada toda la
discusión al respecto»8.

De la reseña efectuada con antelación se evidencia que


el Tribunal decretó en favor de la defensa, mediante un
pronunciamiento preciso y expreso, la introducción de
documentos en la forma como aquella lo postuló, pese a
advertir del imperativo legal de hacerlo a través de un
testigo de acreditación, decisión ésta que quedó en firme sin
ser objeto de oposición por alguno de los intervinientes.

De manera que tal determinación no era pasible de


cuestionamiento o de modificación en la audiencia de juicio
oral, puesto que esa situación fue tema de análisis y
definición en la vista preparatoria, en la cual el Tribunal de
forma clara, precisa e inequívoca determinó aquello que iba
a ser de conocimiento en el juicio oral, mediante el
proferimiento de un auto interlocutorio de decreto de
8
CSJ, AP 2421-2014, radicado 43481.

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pruebas, que posibilitaba su contradicción; y, por tanto,


obligaban al juez colegiado, las partes y los demás
intervinientes.

Y si bien es cierto por regla general los documentos


deben aducirse al juicio a través de testigo de acreditación,
la petición de la defensa que implicaba introducción de
documentos directamente, no fue objeto de oposición ni
rechazo por los demás intervinientes, de suerte que al ser
decretada en esas condiciones, sin que la Fiscalía o algún
otro interviniente hiciera reparo alguno, debe entenderse
su conformidad, razón por la cual la objeción que presenta
la Fiscalía al momento de su práctica deviene
extemporánea, pues culminada la audiencia preparatoria
precluyó la oportunidad para impugnar tal determinación.

Por tanto, llegada la audiencia de juicio oral el


Tribunal no podía negarse a practicar la prueba documental
en la forma como fue autorizada en tal decreto probatorio.

En ese orden la Sala revocará la decisión de juez de


primera instancia mediante la cual negó la incorporación en
el juicio de los documentos aducidos por la defensa, puesto
que la orden y decreto de pruebas efectuado en la audiencia
preparatoria no es susceptible de recursos, ni de
modificación.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de


la Corte Suprema de Justicia,

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RESUELVE

REVOCAR la decisión impugnada. En consecuencia


ordenar que se incorporen los documentos en cuestión
conforme se autorizó en la audiencia preparatoria.

Contra esta decisión no procede recurso alguno.

Notifíquese y cúmplase.

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

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RICARDO EMIRO GALVIS MANOSALVA

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


SECRETARIA

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