Notas Fisio
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Uno de los problemas más graves para comprender la enfermedad del oído interno es la
inaccesibilidad
La persona que padece esta enfermedad nace con cierto grado de pérdida de audición que
puede variar de una persona a otra.
En la actualidad se cree que existen tres formas principales del síndrome de Usher.
Tipo II moderado deterioro del oído al nacimiento, pero no tienen problemas de equilibrio.
Los síntomas de RP se desarrollan luego en la adolescencia, los audífonos pueden ser de
gran valor.
Los investigadores creen que la pérdida del oído en el síndrome de Usher se debe a un
problema en el nervio sensitivo de las células en la coclea.
Algunos pacientes con deterioro severo del oído han sido beneficiados con injertos de
cóclea.
Debido a que el neuroma acústico puede, con el tiempo representar una amenaza para la
vida debido a la presión ejercida en el cerebro, usualmente la mejor solución es extirpar el
tumor.
Los síntomas típicos incluyen ruido (tinnitus) y/o alteraciones en la audición y el equilibrio.
Si el tumor aumenta de tamaño, el cerebro podría estar expuesto a presión, lo que puede
provocar pérdida de coordinación.
Para comprobar la existencia del neuroma acústico, la solución son las pruebas de
audición y equilibrio, así como la toma de imágenes por resonancia magnética (RM).
El hueso temporal puede fracturarse a causa de un golpe en el cráneo.
Si sale un líquido claro del oído, es posible que esté brotando líquido cefalorraquídeo, lo
que indica que el cerebro puede infectarse.
Las fracturas del hueso temporal rompen frecuentemente el tímpano, causando parálisis
facial y una profunda pérdida de audición neurosensorial.
Las trasformaciones físicas del oído interno ocurren en un 85% de los casos.
Si existe desarrollo del bocio, éste suele producirse poco después del comienzo de la
pérdida de audición.
Es una infección del nervio auditivo, que causa dolor agudo de oído, pérdida de audición y
vértigo.
Dichas ampollas también pueden formarse en la piel de la cara o del cuello cuyos nervios
están infectados.
La pérdida auditiva puede ser permanente, aunque en algunos casos la audición puede
volver de forma parcial o total.
Es una grave pérdida auditiva, por lo general en un solo oído, que se presenta en pocas
horas.
Por lo general se debe a una enfermedad vírica como la parotiditis, el sarampión, la gripe,
la varicela o la mononucleosis infecciosa.
En el oído afectado puede oírse un sonido explosivo cuando el daño se produce por
primera vez. A veces, no se identifica ninguna causa.
Por lo general, la pérdida auditiva es grave.
El tinnitus y el vértigo pueden acompañar la sordera repentina. El vértigo suele remitir tras
algunos días, pero el tinnitus persiste en la mayoría de los casos.
Otras causas frecuentes son el uso de cascos para escuchar música a gran volumen y el
hecho de estar cerca de altavoces en bailes y conciertos.
A pesar de que la sensibilidad al ruido varía considerablemente de una persona a otra, casi
todas pierden algo de audición si se exponen a un ruido intenso durante un tiempo
prolongado.
Las lesiones por expansión sonora debido a explosiones (trauma acústico) causan el
mismo tipo de pérdida auditiva.
Esta clase de pérdida auditiva comienza después de los 20 años y primero afecta a las
frecuencias más altas y gradualmente llega a las más bajas.
El grado de pérdida auditiva varía considerablemente.
Algunas personas están casi completamente sordas a los 60 años, mientras que otras
tienen una capacidad auditiva excelente a los 90.
Los varones resultan afectados con más frecuencia y con más gravedad.
Ningún tratamiento puede evitar o revertir la pérdida de audición relacionada con la edad.
Esta pérdida puede ser compensada por la lectura de los labios, el hecho de aprender a
reconocer signos no auditivos como el lenguaje corporal, y la amplificación de los sonidos
gracias a un dispositivo de audición.
Para una persona con trastorno central de la percepción auditiva, los sonidos del habla se
entremezclan, debido a que los centros del cerebro que procesan el habla son incapaces
de distinguir un sonido del habla de otro.
El cerebro tiene dificultades para discernir y procesar los sonidos. En otras palabras, el
cerebro no puede oír aunque los oídos sean completamente funcionales.
Las personas con esta afección no experimentan una mejora inmediata con el uso de
audífonos.
La causa de esta enfermedad puede ser genética, pero también se asocia a un trauma de
nacimiento y a infecciones de oído que resultan en pérdida de audición temporal.
Esto puede hacer que sea peligroso cruzar una calle o conducir.
Otras personas pueden ser incapaces de oír los sonidos que vienen de una dirección en
particular.
El síntoma más común es la incapacidad para separar el ruido de fondo de los sonidos que
se quieren oír.
Para aquellos que no padecen sordera unilateral es difícil apreciar las dificultades que se
presentan, y los cambios que se producen en el estilo de vida de los que la padecen.
Otras personas tienen que realizar grandes cambios en su vida, ya que les es muy molesto
y no pueden enfrentarse a los ambientes cotidianos, como reuniones de negocios,
restaurantes atestados de gente o reuniones familiares.
No existen cifras fiables acerca del número de personas afectadas por la sordera
unilateral.
Sin embargo, se estima que 60.000 personas al año se ven afectadas por esta condición
sólo en los Estados Unidos, la estimación en el Reino Unido es de más de 9.000 nuevos
casos diagnosticados al año.
En el primer caso, cuando afecta al órgano de Corti de la cóclea o al VIII par craneal en
su porción coclear, se puede producir sordera o hipoacusia neurosensorial y acúfenos;
Aminoglucósidos: antibióticos
Efectos irreversibles.
Cuándo esto ocurre alrededor de los estereocilios permite que las membranas se fusionen
y que se unan entonces los estereocilios. (se pegan)
Una vez dentro de la célula los aminoglucósidos pueden perturbar una variedad de
reacciones intracelulares , como se sabe por análisis bioquímicos de otros sistemas , tales
como metabolismo del RNA , síntesis de proteínas y metabolismo de los hidratos de
carbono.
Debemos tener en cuenta la audición previa del paciente antes de administrar fármacos y
agentes ototóxicos tópicos.
• Los tres conductos junto con el sáculo y el utrículo participan en el equilibrio dinámico.
• Tanto las paredes del sáculo como el utrículo contienen una pequeña región engrosada, la
mácula (son dos), que constituyen los receptores del equilibrio.
• Estas máculas tienen dos tipos de células: las pilosas, y las de sostén (secreta una capa
gelatinosa que detecta los cambios de movimiento).
• Las personas que sufren laberintitis experimentan vértigo, pérdida del equilibrio, pérdida
de audición, tinnitus y/o movimientos oculares involuntarios. Nistagmus
• Se cree que este trastorno se produce por una infección bacteriana o viral, ya que suele
presentarse después de padecer otitis media o infección de las vías respiratorias
superiores.
• Otros factores de riesgo para padecer laberintitis son el uso de Medicamentos y Otras
Substancias - tales como:
– Aspirina
– Estreptomicina
– Gentamicina
– Cafeína
– Alcohol y tabaco
– Anticonvulsivos
– Antihipertensivos
– Tranquilizantes
• Estrés, fatiga
• Puede estar causado por condiciones que dañan los canales semicirculares, por ejemplo,
por una lesión en el oído interno, otitis media, cirugía de oído o por un bloqueo de la
arteria que llega al oído interno.
• El vértigo aparece cuando la persona se apoya sobre un oído o bien inclina la cabeza hacia
atrás para mirar hacia arriba.
• Por lo general, remite tras algunas semanas o meses, pero puede reaparecer meses o años
después.
• Es un trastorno del oído interno que se caracteriza por vértigo, pérdida de audición,
tinnitus, presión y plenitud en los oídos.
• El paciente sufre ataques graves y muy molestos que son impredecibles y pueden durar de
una a seis o hasta 24 horas.
• la perilinfa es un líquido que proviene de un filtrado del líquido cefalorraquídeo (LCR),
• al estar de forma global el volumen de LCR disminuído, se compensa dentro del estuche
óseo del oído interno con la expansión del espacio endolinfático,
• Enfermedad crónica, con frecuencia relacionada con un trastorno del sistema vestibular,
denominado hidrops endolinfático.
• Puede producirse por un golpe en la cabeza, deterioro del oído interno, infecciones,
alergias o por causas desconocidas.
• No existen dos casos de enfermedad de Ménière iguales. Sin embargo, existen algunos
síntomas específicos relacionados con esta enfermedad:
• Existen periodos de tranquilidad, los pacientes se sienten bastante bien, pueden durar
algunos días.
• Muerte de las células ciliadas: Es ampliamente conocido que los recurrentes ataques de
Meniere llevan a la destrucción de las células ciliadas del oído interno, esto es un proceso
gradual que puede llevar años, pero que frecuentemente resulta en una sordera unilateral
funcional.
• Cambios mecánicos del oído: como la dilatación del utrículo y del sáculo. Esta distorsión
mecánica puede resultar en una progresiva y crónica pérdida de la estabilidad, aún
cuando el paciente no esté teniendo ataques.
• Historia clínica
• Maniobras vestibulares
• Test de sudoración
• El vértigo provocado por laberintitis o neuritis vestibular puede curarse por sí mismo,
usualmente a menos de seis meses de iniciado (aunque algunas veces toma más tiempo).
– Diuréticos
– Sedativos
– Antihistamínicos
• Lesión en la cabeza
• Infección viral
• Laberintitis (Neuritis Vestibular) - inflamación del oído interno. Esto casi siempre viene
después de una infección respiratoria.
• Maniobra de Epley - ejercicios de la cabeza para mover las partículas sueltas a un lugar del
oído en donde no causen mareos (también llamado maniobra liberadora modificada)
• Si usted continúa experimentando vértigo, las maniobras pueden ser repetidas o pueden
hacerse maniobras más difíciles tales como la maniobra de Brandt-Daroff.
• Si los síntomas persisten por un año o más, y no pueden ser controlados con las
maniobras, un procedimiento quirúrgico llamado "bloqueado de canal" es lo
recomendable.
• El bloqueado de canal detiene completamente las funciones del canal semicircular sin
afectar las funciones de los demás canales o partes del oído interno.
• Otros procedimientos quirúrgicos incluyen remover partes del nervio vestibular o canales
semicirculares en el oído interno.