Preguntas COMPLETAS
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1. Enumere las dimensiones de la libertad de conciencia según el profesor Llamazares. (TEMA 1) 2 veces
Libertad de conciencia: Es ese derecho subjetivo de cada una de las personas a tener ideas, creencias, convicciones y
opiniones, que podrán manifestarse externamente: comportándose de acuerdo con las mismas. Incluye tres
dimensiones o niveles:
Lo que se plantea es que cada persona es libre para ir formando su propia conciencia: sus ideas, creencias y
convicciones personales, un Estado democrático no debe interferir en eso; ya que no va a intentar imponer unas
creencias determinadas. En un Estado democrático existen dos fundamentos destinados a libre formación de la
conciencia:
• El derecho a la información (en un Estado dictatorial no existirá pluralidad sino sólo un único punto de vista). Los
medios de comunicación afectan directamente a ese ámbito interno, cuanto más libre sea ese derecho a la
información tendremos más respuestas para formar o reafirmar las ideas, creencias o convicciones
• El derecho a la educación (un Estado democrático ha de procurar una formación plural, no teniendo solo una visión
educativa).
Implica el poder expresar y hacer partícipes a otros de nuestras ideas, creencias y convicciones. Dentro de esta
manifestación en un Estado democrático se incluye:
• La libertad de expresión en el ámbito informativo (en los medios de comunicación cuantas más ideas, creencias y
convicciones cada uno tendrá un ámbito de libertad mayor).
• La libertad de enseñanza en el ámbito educativo (bien creando un centro educativo, bien mediante la libertad de
cátedra).
Esa conciencia se va a manifestar también por la forma de nuestro comportamiento. Existe un derecho a no actuar
en contra. Lógicamente en este ámbito se sitúa el derecho a la objeción de conciencia. A estas tres dimensiones se
dedicará el objeto de estudio de la asignatura.
Libertad de conciencia y libertad religiosa: ¿Cuál es la relación entre ellas?
La libertad de conciencia va a afectar a todos los ciudadanos de una sociedad, independientemente de la respuesta
que tengan en su sistema de cosmovisión. Será un derecho común para todos ellos. Además, una parte de esa
libertad de conciencia afectará a los creyentes: a quienes den una respuesta positiva a la existencia de Dios. Para
algunos autores la libertad religiosa incluye todo: ya que consideran que todo tiene respuesta en lo religioso. (El
ateísmo estaría incluido en la libertad religiosa).
Tolerancia
• Ámbito vertical (el poder político frente a los ciudadanos): un Estado tolerante reconocerá que hay una verdad
pero tolerará al resto. No habrá persecución. Ej: un Estado católico que tolera a las demás confesiones religiosas.
El principio de laicidad es una consecuencia lógica de los principios de igualdad y de libertad de conciencia; es decir,
no es posible la plena libertad de conciencia en condiciones de igualdad sin laicidad. Un Estado donde se garantice
con plenitud el ejercicio de la igualdad y la libertad de conciencia; donde se hagan reales y efectivas solo puede ser
un Estado laico. Este principio de laicidad aparece consagrado en el artículo 16.3 CE: “Ninguna confesión tendrá
carácter estatal”. Incluye dos subprincipios: neutralidad del Estado y separación entre Estado y confesiones.
Por su parte, el término “laicismo” viene definido por el Diccionario de la RAE como: “Doctrina que defiende la
independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, de toda influencia eclesiástica o
religiosa”. El Estado que defiende el laicismo se denomina Estado laicista. Este tipo de Estado, a diferencia del Estado
laico, no es neutral pues tiene una valoración negativa, o parcialmente negativa, de lo religioso, de las confesiones o,
de alguna confesión en particular. Es, con otras palabras, anticlerical. Estos Estados laicistas se dan en un contexto
de pluralismo ideológico, pero al realizar una valoración sobre lo religioso se alejan del modelo neutral.
Un mayor avance se encuentra en la Constitución de 1869. Esta Constitución es reflejo de la “Revolución” de 1868 y
la plasmación normativa más clara de los postulados del liberalismo. Se reconoce, por primera vez, los derechos a la
libertad de prensa, asociación, reunión y la libertad de enseñanza; es decir, junto a las libertades individuales
tradicionales, se garantizan los derechos colectivos.
Finalmente se produce la primera declaración de libertad religiosa de nuestra historia constitucional, aunque con
una fórmula que se ha calificado como alambicada, vergonzante y simplemente, hipotética, al referirse, en primer
término, a los extranjeros. En definitiva, se admite, por primera vez, la existencia de españoles no católicos y se les
conceden y garantizan ciertos derechos, que suponen algo más que una simple postura de tolerancia, por ser
expresión clara de una cierta libertad de cultos que pueden ser ejercitados pública o privadamente.
Durante este período se elabora el proyecto constitución de la Primera República de 1873, donde se reconoce la
libertad religiosa, el principio de separación entre el Estado y las confesiones religiosas y la prohibición de
financiación de las confesiones religiosas7 . Durante este período también se elabora el proyecto de Ley de
separación Iglesia-Estado de 1 de agosto de 1873.
Según el artículo 16.1. CE el único límite que afecta tanto a la libertad ideológica como de la libertad religiosa, y sólo
en sus manifestaciones externas, es el orden público protegido por la ley. Como instrumento para concretar el
contenido del orden público como límite acudimos al artículo 3.1. L.O.L.R.. El artículo 3.1. LOLR expresamente recoge
el contenido del orden público como límite de los derechos fundamentales: protección de los derechos y libertades
fundamentales de los demás; la seguridad pública27, la salud pública y la moralidad pública (mínimo ético común).
En consecuencia, las medidas restrictivas del ejercicio de estos derechos deberán hacerse por Ley. En todo caso, es
preciso recordar que ante la posible colisión entre derechos fundamentales se debe respetar el contenido esencial
de estos derechos a través de aquella solución que armonice mejor el ejercicio de ambos derechos y, además,
debemos tener presente el principio de proporcionalidad, exigible entre el derecho que se limita y el bien jurídico
que se protege. Y, por último, reiteramos que dicho límite sólo puede afectar a las manifestaciones externas de las
creencias y convicciones y, no a las proyecciones internas de las mismas.
las sectas destructivas, que son organizaciones en las que sus miembros manifiestan una devoción excesiva a una
persona o causa; y que manipulan y controlan a sus fieles para satisfacer los objetivos de sus líderes, sin importar el
bienestar de los demás seguidores. Estos grupos no son necesariamente de corte religioso, existiendo aquellos
Un Estado neutral religiosamente debe garantizar, lo primero de todo, el ejercicio de la libertad religiosa
independientemente del número de creyentes de los grupos religiosos y, deberá perseguir y condenar las
actividades delictivas que lleven a cabo las confesiones religiosas, sean éstas mayoritarias o minoritarias. Las “sectas
destructivas38”, con carácter general, pueden ser imputadas por las siguientes conductas delictivas:
- Utilización instrumental del pretendido carácter religioso(actividades mercantiles) delitos de estafa, apropiación
indebida, evasión de capitales, etc.
- Son delictivas algunas actividades religiosas (prostitución infantil, clonación reproductiva, etc.).
- Técnicas de despersonalización (técnicas de “lavado de cerebro”); en este último apartado téngase en cuenta el
artículo 515.2 CP.
Podemos definir la discriminación religiosa como la prohibición de cualquier acción de distinción por motivos
religiosos que supongan un menos cabo o extinción en la titularidad y en el ejercicio del único y mismo derecho de
libertad de conciencia y del resto de los derechos fundamentales.
Además, la denominada “discriminación por indiferenciación” que es aquella que se produce por un trato jurídico
idéntico de dos o más situaciones fácticas que son diferentes. No suele reconocerse ni en sede normativa ni en sede
judicial.
7. Los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de enero de 1979 son tratados de derechos
humanos y por qué. (TEMA 5)
Los Acuerdos con la Iglesia Católica son tratados internacionales firmados entre el Estado español y la Santa Sede y,
en concreto, son:
- El Acuerdo de 28 de julio de 1976 sobre la Renuncia a los Privilegios de Presentación y del Fuero, - El Acuerdo de 3
de enero de 1979 sobre Asuntos Jurídicos,
Estos Acuerdos fueron negociados por vía diplomática y, tras su ratificación por las Cortes, se firman por el Jefe del
Estado. Para que tengan eficacia jurídica deben ser publicados en el Boletín Oficial del Estado (art. 96 CE). Su
modificación o derogación debe hacerse conforme a lo previsto en el propio Tratado o a las normas generales del
Derecho internacional.
No obstante, la Iglesia católica puede firmar acuerdos de cooperación no solamente utilizando la Santa Sede como
organización con personalidad jurídica internacional, sino que se han firmado diferentes acuerdos sobre diversas
materias a través de la Conferencia Episcopal o de los Obispados, por ejemplo.
Los Acuerdos están al servicio del pleno ejercicio del derecho de libertad religiosa individual y colectiva. Este es su
objeto y también su límite si se quiere sortear los riesgos que puede entrañar para el principio de igualdad y laicidad
del Estado.
Para que las confesiones religiosas puedan acceder al Acuerdo es preciso que cumplan dos condiciones: estar
inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de la Presidencia y que hayan alcanzado notorio
arraigo.
El artículo 3 del Real Decreto 593/2015 define los requisitos que deben reunir las confesiones religiosas para obtener
la calificación de notorio arraigo:
a) Llevar inscritas en el Registro de Entidades Religiosas treinta años, salvo que la entidad acredite un
reconocimiento en el extranjero de, al menos, sesenta años de antigüedad y lleve inscrita en el citado Registro
durante un periodo de quince años.
b) Acreditar su presencia en, al menos, diez comunidades autónomas y/o ciudades de Ceuta y Melilla.
c) Tener 100 inscripciones o anotaciones en el Registro de Entidades Religiosas, entre entes inscribibles y lugares de
culto, o un número inferior cuando se trate de entidades o lugares de culto de especial relevancia por su actividad y
número de miembros.
d) Contar con una estructura y representación adecuada y suficiente para su organización a los efectos de la
declaración de notorio arraigo. e) Acreditar su presencia y participación activa en la sociedad española”.
8. La tradición religiosa es una norma jurídica. (TEMA 5)
Numerosas sentencias se han fundamentado jurídicamente en la tradición religiosa para perpetuar el principio de
confesionalidad y que esta tradición religiosa se considera que no vulnera el principio de laicidad20, lo que implica
un desconocimiento del contenido de este principio constitucional. También alguna norma jurídica como por
ejemplo la Disposición adicional cuarta del R. D. 684/2010.
El término “tradición” según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es: “la transmisión de
costumbres. Costumbre conservada por el pueblo por transmisión de padres a hijos”. Y el término “costumbre”
viene definido por: “Hábito, modo habitual de obrar o proceder establecido por la tradición o por la repetición de los
mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de precepto”.
A su vez, el término tradición es antónimo de innovación. La tradición religiosa sería en todo caso, jurídicamente,
una costumbre. Podría ser una “costumbre secundum legem”; es decir, la costumbre que opera como fuente en
virtud de una expresa remisión a la misma hecha por la norma escrita. En este supuesto, la costumbre sube de rango
normativo y ocupa el que le asigna la norma remitente. La costumbre no tiene fuerza jurídica autónoma y propia.
Sin embargo, en el caso de la tradición religiosa (basada en el principio de confesionalidad) estamos ante una
costumbre “contra legem” (contraria a la Constitución) que si se admite supondría la derogación, en este punto, de
la norma constitucional.
En definitiva, la tradición religiosa (uso o costumbre al que remite una norma jurídica) no puede entrar en
contradicción con la Constitución (ni con el principio de laicidad en la misma consagrado) y no se puede justificar su
aplicación en el principio de cooperación con las confesiones religiosas si ello implica la vulneración de la neutralidad
religiosa como principio dirigido a los poderes públicos y como deber que se exige a los empleados públicos.
La tradición católica perpetúa el principio de confesionalidad. Principio incompatible con la frase constitucional
“ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Frase que reconoce que los poderes públicos han dejado de profesar la
religión católica.
La tradición religiosa no puede constituir un límite de los derechos fundamentales porque frenaría el progreso del
Derecho y encubriría intereses no generales sino concretos de una confesión religiosa. La tradición católica como
justificación jurídica enmascara el mantenimiento del principio de confesionalidad católica frente a la aplicación del
principio de laicidad (neutralidad religiosa y separación) y, consecuentemente, se cercena los derechos y libertades
fundamentales de los ciudadanos no católicos.
Es el ideario o carácter propio de un medio de comunicación (de un periódico). Deberían saberse los principios
editoriales de los periódicos, pero nunca se han definido, al contrario que ocurre en los centros educativos, donde
hemos visto que hay un ideario establecido. Lo lógico es que los lectores conocieran los principios editoriales del
periódico que van a leer (en Francia cada seis meses los periódicos deben publicarlos), y los periodistas también
deberían conocerlos. Por ello debería existir una ley de prensa que obligara a ello.
10. Defina acomodo razonable. (TEMA 9) 2 veces
Es una obligación jurídica que deriva del derecho a la no discriminación, consistente en tomar medidas razonables
para armonizar una acción o inacción con una determinada demanda de ejercer un derecho, a menos que ello cause
una carga excesiva.
En este caso, el acomodo no está incorporado a una norma explícitamente, sino que deriva de las normas que
garantizan la no discriminación en el ejercicio de otros derechos, particularmente, la libertad de conciencia. Su
reconocimiento supone aceptar excepciones a la aplicación uniforme de la ley o, dicho de otro modo, supone
aceptar la pluralidad en la aplicación de las leyes. Es decir, la existencia de diferentes estatutos jurídicos personales.
El acomodo razonable busca otorgar un trato diferenciado a personas que resultarían perjudicadas o discriminadas
en virtud de su pertenencia a un grupo o por una condición personal, lo que abarca las creencias religiosas, sean
éstas más o menos compartidas con otros ciudadanos. El acomodo razonable así entendido es un instrumento
jurídico al servicio del multiculturalismo y que tiende a favorecer la identidad colectiva de los grupos. El acomodo
deviene no razonable cuando en vez de favorecer obstaculiza la integración normalmente bajo la forma de una
exención de la aplicación de la ley, a condición de que tal solución sea compatible con el interés público.
11. Los jueces pueden negarse a celebrar o tramitar la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo
y por qué. (TEMA 9)
Los jueces están obligados a celebrar bodas entre homosexuales, según el Tribunal Supremo (TS), que ha denegado a
un magistrado el ejercicio de la objeción de conciencia para no tramitar expedientes sobre enlaces entre personas
del mismo sexo.
El Supremo considera que los miembros de la carrera judicial están sometidos a la ley en cualquiera de sus
cometidos. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS ha rechazado así el recurso presentado por un
magistrado de Sagunto (Valencia), encargado del Registro Civil, contra el acuerdo del pleno del Consejo General del
Poder Judicial (CGPJ) que se mostró contrario a que los jueces del Registro Civil puedan negarse a tramitar estos
expedientes en aplicación de su derecho a la objeción de conciencia.
12. Los ministros de culto son trabajadores y por qué. (TEMA 10)
De acuerdo con lo establecido en el artículo 5 del Acuerdo de Cooperación incluido como anexo a la Ley 24/1992, de
10 de noviembre, quedan asimilados a trabajadores por cuenta ajena, a efectos de su inclusión en el Régimen
General de la Seguridad Social, los Ministros de Culto de las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), en los términos y condiciones establecidos en el presente Real Decreto.
13. La Iglesia Católica española paga IVA y por qué. (TEMA 11)
Se produjo un aumento para compensar a pérdida patrimonial que conlleva que la Iglesia Católica tenga que pagar el
IVA a partir del año 2007. En esta fase desaparece el complemento presupuestario.
Está regulado por la VI directiva comunitaria de 1977. La Ley 37/1992 no reconoce que las confesiones queden exentas
del pago de este impuesto. Hay una incompatibilidad entre el Acuerdo sobre Asuntos Económicos de la Iglesia católica
y el Derecho Comunitario. El Acuerdo con la Iglesia Católica en 2006 contempla la renuncia de la Iglesia Católica a este
beneficio (no sujeción de IVA a la adquisición de objetos destinados al culto) para cumplir con la normativa comunitaria
y a cambio eleva el porcentaje de a asignación tributaria.
¿La Protección penal de lo religioso vulnera el principio de neutralidad religiosa? ¿Por qué?:
Sí, porque se hace una valoración positiva de lo religiosos en algunos delitos como 524 y 525 CP, protección de los
sentimientos religiosos. No existe fundamento jurídico alguno para dotar de una protección especial al derecho de la
libertad de la conciencia, en ninguna de sus dimensiones (religiosa o no religiosa).
Lo que implica una valoración positiva de lo religioso frente a lo no religioso implicando una vulneración de la
neutralidad religiosa al poner en manos de las confesiones el régimen jurídico-penal para dispensar una mayor
protección a lo religioso.
1. Un padre denuncia que el colegio concertado Fray Luis de León rechaza ofrecer a su hija la asignatura
alternativa a religión que la ley obliga a ofertar
Vulnera el principio de laicidad del colegio concertado al ofertar la asignatura de religión
El término neutralidad se toma, por tanto, como indicativo de imparcialidad frente a la pluralidad de
manifestaciones ideológicas y religiosas; no implica indiferencia ni neutralidad frente al derecho de libertad religiosa
en cuanto tal sino frente a las ideologías (religiosas o no); lo que implica es la paridad de trato de unas ideologías y
otras, de creyentes y no creyentes y de todas las confesiones entre sí. Por lo que, al no mantener el ideario
establecido, y no manteniendo dicha neutralidad, este principio quedaría totalmente vulnerado.
Son los centros privados que reciben financiación pública y, consecuentemente, contribuyen junto con los centros
públicos a la prestación del servicio público de educación. Estos centros están regulados en los artículos 116
LOE (modificado por la LOMCE) y 117 LOE. Para acceder a la financiación pública es necesario la firma de un
concierto (contrato administrativo) entre el centro privado y la Administración educativa. El Estado es
responsable de la educación por lo que se condiciona la financiación a que se garantice el cumplimiento de
los fines que la Constitución indica.
1. Actos inscribible R.Civil Matrimonio
Tienen acceso al Registro Civil los hechos y actos que se refieren a la identidad, estado civil y demás circunstancias de
la persona. Son, por tanto, actos inscribibles de manera obligatoria:
1. El nacimiento.
2. La filiación.
3. El nombre y los apellidos y sus cambios.
4. El sexo y el cambio de sexo.
5. La nacionalidad y la vecindad civil.
6. La emancipación y el beneficio de la mayor edad.
7. El matrimonio. La separación, nulidad y divorcio.
8. El régimen económico matrimonial legal o pactado.
9. Las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones.
10. La modificación judicial de la capacidad de las personas, así como la que derive.
11. La declaración de concurso de las personas físicas.
12. La tutela, la curatela y demás representaciones legales y sus modificaciones.
13. Los actos relativos a la constitución y régimen del patrimonio protegido de las personas con discapacidad.
14. La autotutela y los apoderamientos preventivos.
15. Las declaraciones de ausencia y fallecimiento.
16. La defunción.
El registro civil se articula mediante derechos y deberes de la población. Como derechos, tenemos el derecho de
inscripción con nombre y apellidos, filiación y todos aquellos actos que son inscribibles y como deberes, en simultáneo
estamos obligados a practicar las inscripciones correspondientes que hemos enumerado como obligatorias.
Para inscribir un acto, recurriremos a actas, certificados, testimonios o cualquier otro documento válido para el acto
inscribible, como puede ser un certificado matrimonial extranjero o un certificado médico de nacimiento.
3. Sentimientos Religiosos
El sentimiento religioso es una cuestión puramente personal, surge de una realidad que nos trasciende como seres
existentes (el nacimiento, el miedo, la muerte), que cada uno siente de una manera distinta, nos afecta de
un modo distinto, externamente se expresa con manifestaciones dispares, .... y por tanto tiene una difícil
definición.
DERECHO
ECLESIASTICO
Trabajo Primero
8 DE MARZO DE 2021
M.ª DEL PILAR ALOSNOS SORIA
Grado en Derecho
Nota del profesor: En relación al modelo alemán, algunas confesiones religiosas son
separación es un elemento del principio de laicidad. Por lo tanto, el modelo alemán estaría
Nota: 7,5
PRÁCTICA 1
No obstante, esto no implica que el cristianismo sea la única religión que se pueda
profesar, pues la misma Constitución establece en su artículo 11.1 y 11.2 la libertad
religiosa. Por lo tanto, pese a que la religión cristiana tiene un mayor peso por tradición,
las demás religiones no se encuentran limitadas a su ejercicio y está prohibido
discriminarlas, como se muestra en el artículo 6.1.
1
islámicos”. También se clarifica que el mandato tiene una prioridad por encima de la
Constitución o demás leyes.
Por otro lado, se dedican una serie de artículos (136-139 y 141) a clarificar la
separación absoluta entre Iglesia y Estado, aclarando su desconexión y nula relevancia de
la religión en el desarrollo legislativo y de los servicios públicos. Estos artículos ya venían
de la Constitución Alemana de 1919.
2
En el caso de la educación, y a diferencia de lo que sucede con la República
Federal de Alemania, no se habla de la impartición de la asignatura de religión en las
aulas bajo la libertad religiosa. En este sentido, se puede averiguar que no se podrá incluir
a ninguna religión en el ámbito educativo. Como se dice en el preámbulo de la
Constitución de 1946, “constituirá un deber del Estado la organización de la enseñanza
pública gratuita y laica a todos los niveles”.
3
DERECHO
ECLESIASTICO
Trabajo segundo
2 DE ABRIL DE 2021
M.ª DEL PILAR ALOSNOS SORIA
Grado en Derecho
Nota del profesor: No la Constitución no da a entender que existe una valoración positiva
de las religiones sino de la libertad religiosa que no es lo mismo. Recuerda que el principio
Nota: 8
Para ello, en primer lugar hay que tener claro cuál es la función de estos cuatro
principios informadores, los principios informadores son pautas generales de carácter
jurídico que manifiestan las constantes que cumplen las reglas referidas al factor religioso
en el ordenamiento jurídico. Además de su definición, también hay que distinguir entre
valores y principios, pues en ocasiones se tiende a confundir ambos conceptos. La
diferencia se encuentra en que los valores no tienen carga normativa, mientras que los
principios sí. Por lo tanto, los principios informadores serían unos valores superiores con
fuerza normativa.
• Libertad de conciencia
1
Constitución Española, BOE núm. 311, de 29/12/1978. Disponible en
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1978-31229 (Último acceso 24/03/2021).
1/4
En este sentido, el acuerdo plenario del Ayuntamiento de “Santo Cristo” vulnera
el principio de libertad de conciencia. En varios puntos del acuerdo se puede apreciar la
prohibición de la manifestación de otras religiones que no sean la católica. Alegando la
mayoría de las personas católicas en “Santo Cristo”, se niega la existencia y los derechos
de la minoría, limitando también sus libertades y no dando importancia a sus creencias y
religiones. Ni el Estado ni, en este caso, el Ayuntamiento, pueden concurrir en el acto de
fe de cada individuo manifestado en el ámbito de su libertad.
• Igualdad
No existe una igualdad, pues si lo hiciera todas las personas tendrían libertad
religiosa independientemente de la religión y haciendo valer el principio de igualdad. Sin
embargo, al no existir una libertad religiosa, tampoco existe una igualdad3.
2
Constitución Española, BOE núm. 311, de 29/12/1978. Disponible en
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1978-31229 (Último acceso 24/03/2021).
3
Rodríguez García, J.A. (2021). Derecho Eclesiástico del Estado en 125 tuits. Madrid: Omm Press, pág.22.
2/4
• Laicidad
Por otro lado, la laicidad también se compone por la separación entre Estado y
religión/es, desde un punto de vista institucional, puesto que la moral y ética en estos
casos no tienen lugar, sino que solo se responde a preceptos jurídicos.
• Cooperación
4
Sentencia 177/1996, de 11 de noviembre de 1996. Disponible en: http://hj.tribunalconstitucional.es/es-
ES/Resolucion/Show/3229 (Último acceso 24/03/2021).
3/4
la cooperación con las confesiones religiosas valora de manera positiva la libertad
religiosa (incluida en el artículo 16 de la Constitución española), encontrando el límite en
la igualdad y la laicidad del Estado5.
5
Rodríguez García, J.A. (2021). Derecho Eclesiástico del Estado en 125 tuits. Madrid: Omm Press, pág.26.
6
Lección 5 Las fuentes del derecho eclesiástico del estado español de Jose Antonio Rodríguez García pág.7
4/4
5/4
ROMÁN RUIZ-CONSTANTINO FERNÁNDEZ
GRADO DERECHO SEMIPRESENCIAL
DERECHO ECLESIÁSTICO DEL ESTADO
PRÁCTICA III
El ordenamiento jurídico ampara a este creyente en su decisión de no someterse a ninguna
intervención jurídica. Razone jurídicamente su respuesta.
Tanto el libre desarrollo de la personalidad (Art. 10.1 CE1), como la libertad de conciencia (Art.
16.1 CE2), el derecho a la propia intimidad (Art. 18.1 CE3) y la dignidad de la persona, suponen,
para cada ciudadano, una serie de derechos personalísimos, naturales y subjetivos,
configuradores de la libertad física e individual, que deben reconocerse en todo sistema jurídico
democrático. El Derecho, por tanto, en un sistema democrático, debe abrir camino a la libertad
y al eficaz ejercicio de la libertad de conciencia. Así las cosas, tal y como indica la STC 24/1982,
en el caso del Estado español, prima el Principio de laicidad por el cual los valores e intereses
religiosos no pueden erigirse en parámetros que midan la legitimidad o justicia de las normas y
actos de los poderes públicos; la laicidad del Estado garantiza el respeto de la libertad de
conciencia en relación a las decisiones que afectan a los individuos, y más en concreto, a
decisiones que le afectan a su cuerpo, con la limitación necesario del mantenimiento del orden
público protegido por la Ley (en sentido amplio del concepto).
1
“La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la
paz social”
2
“Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más
limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido
por la ley”
3
“Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”
1
exigencias derivadas de derecho de igualdad. Por tanto, el acomodo razonable busca otorgar un
trato diferenciado a personas que resultarían perjudicadas o discriminadas en virtud de su
pertenencia a un grupo o por una condición personal. Así, el acomodo devendría en no
razonable cuando en lugar de favorecer, obstaculiza la integración normalmente recogida en la
ley mediante la figura de la exención, a condición de que tal solución sea compatible con el
interés público4.
El Art. 18.1 CE reconoce el derecho a la propia imagen que comprende la libertad de la persona
para elegir los elementos integrantes de su imagen externa. En su libertad religiosa, cada
individuo puede ejercer su forma de expresión en los límites mencionados del orden público. En
nuestra opinión, el ordenamiento jurídico sí ampara a este creyente a ejercer su derecho, ya que
no colisiona con ningún otro. Es una decisión individual ejercida con conocimiento y causa de
sus actos. No dice el enunciado que estemos ante un supuesto de enajenación mental o
trastorno psíquico que impida ejercer su libertad en plenitud de sus facultades. Otro tema sería
el beneficio a la integridad física que su decisión le reporte. Pero eso, junto que también el
ordenamiento ampararía la cobertura asistencial sanitaria que requiriese, serían otros temas
distintos de los debatidos…
4
La religión se elige y no se impone. En consecuencia, los creyentes deben ser conscientes de las
limitaciones que asumen al elegir una religión que entra en contradicción con las normas legales, laicas y
neutrales en la práctica de su religión.
2
conciencia5. Otro requisito fundamental para que se pueda dar la objeción de conciencia es que
es imprescindible la existencia de una norma legal que regule, taxativamente, dicha objeción de
conciencia.
Existen creyentes que se declaran objetores de conciencia a los tratamientos médicos. Hay
incluso algunos casos en los que, siguiendo con la doctrina del TEDH, como en el caso de los
Testigos de Jehová de Moscú y otros contra Rusia, de 10 de junio de 2010 se expone que: “un
paciente adulto competente es libre de decidir, por ejemplo, si debe o no someterse a una cirugía
o a un tratamiento o, por la misma razón, para someterse o no a una transfusión de sangre … el
Estado debe abstenerse de intervenir en la libertad individual en la esfera de la atención de la
salud”. Esto podría encajar en la denominada liberta de conciencia o en la objeción de
conciencia. Pero otro tema es lo reflejado en el Art. 9.2 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre,
básica reguladora de la autonomía del paciente y derechos y obligaciones en materia de
información y documentación clínica6. Bajo la premisa de nuestro supuesto, no sabemos si ese
melanoma es mortal de necesidad. Es decir, no sabemos si es tan grave e inminente que la no
amputación supondría la muerte inminente (o muy próxima) del rastafari: si el médico cumple
con su obligación, se vulneraría la conciencia del paciente (habría un delito de coacción). Pero si
el médico no cumple con su obligación de sanar y respeta la conciencia del paciente, lo coloca
5
Sentencia del TEDH, de 15 de enero de 2013, caso Eweida: “El deber del Estado de neutralidad e
imparcialidad, será incompatible con cualquier tipo e iniciativa por parte del Estado para evaluar la
legitimidad de las creencias religiosas o la forma en que esas creencias se expresan”. Es decir, los
parámetros de coherencia, seriedad, cohesión e importancia serán los requisitos clave para que una
determinada creencia o convicción fuese considerada bajo el amparo de la libertad de conciencia.
6
Art. 9.2 (Límites del consentimiento informado y consentimiento por representación): “Los facultativos
podrán llevar a cabo las intervenciones clínicas indispensables en favor de la salud del paciente, sin
necesidad de contar con su consentimiento, en los siguientes casos:
Cuando existe riesgo para la salud pública a causa de razones sanitarias establecidas por la Ley. En
todo caso, una vez adoptadas las medidas pertinentes, de conformidad con lo establecido en la Ley
Orgánica 3/1986, se comunicarán a la autoridad judicial en el plazo máximo de 24 horas siempre que
dispongan el internamiento obligatorio de personas.
Cuando existe riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del enfermo y no es posible
conseguir su autorización, consultando, cuando las circunstancias lo permitan, a sus familiares o a
las personas vinculadas de hecho a él”
3
en una situación grave de riesgo, pero no sabemos si de muerte o no. Es evidente que no
estamos ante un caso de salud pública como justificativa de la actuación del médico. Y tampoco
es claro que el riesgo sea de tal magnitud que la extensión del melanoma suponga la muerte del
paciente. No lo indica así el supuesto. Tampoco hay una norma que obligue a los pacientes a
someterse obligatoriamente a tratamientos médicos en el caso de un problema de salud. Es un
poder facultativo de los asistidos, un derecho, pero no una obligación. ¿Qué queremos decir con
esto? Como hemos señalado al comienzo de la cuestión, la objeción de conciencia supone un
derecho a oponer excepciones al cumplimiento de deberes jurídicos cuando su cumplimiento
implique una contravención de las convicciones personales, ya sean religiosas, morales o
filosóficas. Pero, en nuestra opinión, no hay ningún deber jurídico por parte del paciente a
someterse a ningún tratamiento. Si el paciente, dadas sus creencias religiosas, no considera que
la forma clínica de tratar su problema sea compatible con las premisas de sus afinidades morales
o religiosas, ello no implica que estén en contra de una norma ni que contravenga el orden
público o, en este caso, la salud pública. Será una decisión de índole personal pero que nosotros
no consideramos que se ajuste a la figura de la objeción de conciencia.
4
CASO PRÁCTICO 4 INSCRIPCIÓN DE CONFESIONES RELIGIOSAS URJC 2020/21
Los Caballeros del Ku Klux Klan (Knights of the Ku Klux Klan, KKKK), se fundaron en 1915, en los Estados Unidos. Su
declaración de principios señala que "se debe creer en los mandamientos de la religión cristiana y en la mantención de
la supremacía blanca que tiene un fundamento bíblico”. Estas creencias dan nacimiento definitivo a lo que se llama
"Christian Identity" o "identidad cristiana", siendo ellos los verdaderos hijos de Dios. Este grupo solicita su inscripción en
el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Presidencia
FUENTES Y JURISPRUDENCIA.
Fuentes:
• La base jurídica respecto a la inscripción de las confesiones religiosas parte del Derecho Común de Asociaciones
basado en primer lugar por el art 22 CE1.
• Seguidamente la LO 1/20022 (Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación) por
la que se indica que la Entidades religiosas estarán reguladas por una legislación específica, sirviendo en todo
caso la primera como Derecho supletorio.
• Esta legislación específica, es la LOLR (Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de libertad religiosa) y su desarrollo.
• En concreto, será el Real Decreto 142/1981, de 9 de enero, sobre organización y funcionamiento del Registro de
Entidades Religiosas, norma derogada y siendo actualmente RD 594/2015, de 3 de julio, sobre Organización y
Funcionamiento del Registro de Entidades Religiosas (RER) quien tiene por objeto regular el Registro de
Entidades Religiosas, creado de conformidad con lo establecido en el artículo 5 de la Ley Orgánica 7/1980, de 5
de julio, de Libertad Religiosa, las entidades y actos susceptibles de inscripción, los procedimientos de inscripción
y los efectos jurídicos derivados de la misma. El Registro de Entidades Religiosas radicará en el Ministerio de
Justicia con carácter de registro general y público (art 1 RER)
• Doctrina de la STC 46/2001, de 15 de febrero
• Real Decreto 373/2020, de 18 de febrero, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio
de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, de quien depende actualmente el Registro
de Entidades Religiosas
• Instrumento de Ratificación del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos, firmado
el 3 de enero de 1979 en la Ciudad del Vaticano
• 1.3 Acuerdos de 1992 con las minorías religiosas
La inscripción de las confesiones religiosas viene reflejado en el art 5 LOLR3; asimismo el artículo 3 RD 142/1981, de 9
de enero, de organización y funciones del Registro de Entidades Religiosas, derogado y actualmente RD 594/2015, de 3
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Art 22 CE: “1. Se reconoce el derecho de asociación.2. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.3. Las
asociaciones constituidas al amparo de este artículo deberán inscribirse en un registro a los solos efectos de publicidad.4. Las asociaciones sólo podrán
ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de resolución judicial motivada.5. Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter
paramilitar.”
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Art 3.1 LO 1/2002: Objeto y ámbito de aplicación :1. La presente Ley Orgánica tiene por objeto desarrollar el derecho de asociación reconocido en
el artículo 22 CE y establecer aquellas normas de régimen jurídico de las asociaciones que corresponde dictar al Estado.2. El derecho de asociación se
regirá con carácter general por lo dispuesto en la presente Ley Orgánica, dentro de cuyo ámbito de aplicación se incluyen todas las asociaciones que
no tengan fin de lucro y que no estén sometidas a un régimen asociativo específico.3. Se regirán por su legislación específica los partidos políticos; los
sindicatos y las organizaciones empresariales; las iglesias, confesiones y comunidades religiosas; las federaciones deportivas; las asociaciones de
consumidores y usuarios; así como cualesquiera otras reguladas por leyes especiales. Las asociaciones constituidas para fines exclusivamente religiosos
por las iglesias, confesiones y comunidades religiosas se regirán por lo dispuesto en los tratados internacionales y en las leyes específicas, sin perjuicio
de la aplicación supletoria de las disposiciones de la presente Ley Orgánica.4. Quedan excluidas del ámbito de aplicación de la presente Ley las
comunidades de bienes y propietarios y las entidades que se rijan por las disposiciones relativas al contrato de sociedad, cooperativas y mutualidades,
así como las uniones temporales de empresas y las agrupaciones de interés económico.
3
Art 5 LOLR: “1. Las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas y sus Federaciones gozarán de personalidad jurídica una vez inscritas en el
correspondiente Registro público, que se crea, a tal efecto, en el Ministerio de Justicia.2. La inscripción se practicará en virtud de solicitud, acompañada
de documento fehaciente en el que consten su fundación o establecimiento en España, expresión de sus fines religiosos, denominación y demás datos
de identificación, régimen de funcionamiento y órganos representativos, con expresión de sus facultades y de los requisitos para su válida
designación.3. La cancelación de los asientos relativos a una determinada Entidad religiosa sólo podrá llevarse a cabo a petición de sus órganos
representativos o en cumplimiento de sentencia judicial firme.
de julio, sobre Organización y Funcionamiento del Registro de Entidades Religiosas; Esta actualización jurídica se basa
en la doctrina derivada de la STC 46/2001, de 15 de febrero (se entrará en detalle más adelante) y su interpretación
sobre la función del Registro de Entidades Religiosas como de “ mera constatación, que no de calificación” y de
comprobación de que la Entidad no es alguna de las excluidas por el art 3.2 LOLR4 y que no excede los límites de lo
previsto en el artículo 3.15 de la misma Ley, sin realizar con ello ningún control de legitimidad (el Estado Español es
neutral). Asimismo, indica que “una comunidad de creyentes, Iglesia o confesión no precisa formalizar su existencia como
asociación para que se le reconozca la titularidad de su derecho fundamental”. Es por ello, que, si bien la calificación es
una actividad reglada, no puede juzgar el componente religioso (Sala Tercera del Tribunal Supremo en sentencia de 21 de
mayo de 20046)
Igualmente, el art 6.2 LOLR7 y arts. I.4 AAJ8( Instrumento de Ratificación del Acuerdo entre el Estado español y la Santa
Sede sobre asuntos jurídicos, firmado el 3 de enero de 1979 en la Ciudad del Vaticano) y 1.3 Acuerdos de 1992 con las
minorías religiosas, contemplan la inscripción de las entidades creadas por las confesiones religiosas
Asimismo, es de aplicación, el art 1.3 párrafo 2º de la LO 1/20029 por el que se someten a una legislación especial solo
las asociaciones constituidas por las confesiones religiosas para fines exclusivamente religiosos.
• Respecto a qué se considera grupo u organización religiosa: lo menciona en su punto 3 párrafo 110 , dato que
en nuestro caso se cumple por la creencia en Dios, reglas doctrinales basadas en la biblia y morales respecto a
su supremacía blanca como verdaderos hijos de Dios, y acciones individuales o colectivas a través de “identidad
cristiana”.
En su punto 4 párrafo 3 : “pues cabe apreciar una dimensión externa de la libertad religiosa que se traduce en
la posibilidad de ejercicio, inmune a toda coacción de los poderes públicos, de aquellas actividades que
constituyen manifestaciones o expresiones del fenómeno religioso, asumido en este caso por el sujeto colectivo
o comunidades, tales como las que enuncia el art. 2 LOLR y respecto de las que se exige a los poderes públicos
una actitud positiva, desde una perspectiva que pudiéramos llamar asistencial o prestacional, conforme a lo que
dispone el apartado 3 del mencionado art. 2 LOLR”(…) “introduciendo de este modo una idea de
aconfesionalidad o laicidad positiva que "veda cualquier tipo de confusión entre fines religiosos y estatales"
(STC 177/1996).” (…) Y “resulta de interés recordar la interpretación del art. 18.1 de la Declaración Universal que
4
Art 3.2 LOLR:” Quedan fuera del ámbito de protección de la presente Ley las actividades, finalidades y Entidades relacionadas con el estudio y
experimentación de los fenómenos psíquicos o parapsicológicos o la difusión de valores humanísticos o espiritualistas u otros fines análogos ajenos a
los religiosos”
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Art 3.1 LOLR: “El ejercicio de los derechos dimanantes de la libertad religiosa y de culto tiene como único límite la protección del derecho de los demás
al ejercicio de sus libertades públicas y derechos fundamentales, así como la salvaguardia de la seguridad, de la salud y de la moralidad pública,
elementos constitutivos del orden público protegido por la Ley en el ámbito de una sociedad democrática
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Sentencia 21 de mayo de 2004 de la Sala Tercera del Tribunal Supremo: “así viene a corroborarlo el art 4.2 del Reglamento que regula la organización
y funcionamiento del Registro al disponer que “la inscripción solo podrá denegarse cuando no se acrediten debidamente los requisitos a que se refiere
el artículo 3º”, tales como denominación, domicilio, régimen de funcionamiento y organismos representativos, así como fines religiosos”).
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Art 6.2 LOLR:” Las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas podrán crear y fomentar, para la realización de su fines, Asociaciones, Fundaciones
e Instituciones con arreglo a las disposiciones del ordenamiento jurídico general”
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Art I.4 AAJ: “El Estado reconoce la personalidad jurídica civil y la plena capacidad de obrar de las Órdenes, Congregaciones religiosas y otros Institutos
de vida consagrada y sus provincias y sus casas, y de las asociaciones y otras entidades y fundaciones religiosas que gocen de ella en la fecha de entrada
en vigor del presente Acuerdo”
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Art 1.3 párrafo 2 LO 1/2002 reguladora del derecho de asociación: “Las asociaciones constituidas para fines exclusivamente religiosos por las iglesias,
confesiones y comunidades religiosas se regirán por lo dispuesto en los tratados internacionales y en las leyes específicas, sin perjuicio de la aplicación
supletoria de las disposiciones de la presente Ley Orgánica.”
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punto 3 párrafo 1:” En conclusión, para que un grupo u organización merezca el calificativo de religioso, es preciso que se den en él los siguientes
elementos esenciales: 1) Creencia en la existencia de un Ser superior, trascendente o no, con el que es posible la comunicación; 2) Creencia en un
conjunto de verdades doctrinales (dogmas) y reglas de conducta (normas morales), de un modo u otro derivadas de ese Ser superior; 3) Una suerte de
acciones rituales, individuales o colectivas (culto), que constituyen el cauce a través del cual se institucionaliza la comunicación de los fieles con el Ser
superior”
• Respecto a la liberta de creencias y culto : En su Punto 7 párrafo 1º : “Así las cosas, el Registro de Entidades
Religiosas, como Registro público especial, lejos de la finalidad perseguida por su antecedente inmediato, el
creado por la Ley de 28 de junio de 1967, se inserta en un ordenamiento en el que cobran especial vigor los
derechos y libertades públicas, y de modo singular, la libertad más íntima y personal, como la libertad religiosa
y de culto, cuya garantía proclama el art. 16.1 de la Constitución.”
• Respecto a la actuación del Registro en su punto 8 párrafo 2: “la Administración responsable de dicho
instrumento no se mueve en un ámbito de discrecionalidad que le apodere con un cierto margen de apreciación
para acordar o no la inscripción solicitada, sino que su actuación en este extremo no puede sino calificarse como
reglada, y así viene a corroborarlo el art. 4.2 del Reglamento que regula la organización y funcionamiento del
Registro (Real Decreto 142/1981, de 9 de enero), al disponer que "la inscripción sólo podrá denegarse cuando
no se acrediten debidamente los requisitos a que se refiere el artículo 3", tales como denominación, domicilio,
régimen de funcionamiento y organismos representativos, así como fines religiosos.”
Si partimos de la idea de que el “Ku Klux Klan” da nacimiento a las creencias de “Identidad Cristiana” promoviendo la
supremacía de la raza blanca, el racismo, la xenofobia, la homofobia, el anticatolicismo y el anticomunismo, se podría
argumentar la denegación del registro, pero estaríamos a una inadecuada aplicación del límite del “orden público” y de
un juicio sin sentencia firme por un Tribunal Español.
Por tanto, sería ilícito según nos dice el punto 9 párrafo 1º interpretar los fines y actividades de Identidad Cristiana tan
solo por conjeturas, sospechas o hechos históricos que les precedan. Así nos dice la sentencia: “la ilicitud constitucional
que comporta interpretar el límite del orden público del art. 16.1 CE, como una cláusula abierta y de posible utilización
cautelar o preventiva, de manera tal que permita restringir o eliminar el ejercicio del derecho de libertad religiosa con el
solo apoyo de meras conjeturas o sospechas sobre los fines y actividades de la entidad religiosa solicitante de la
inscripción” convirtiéndose dice: “en el mayor peligro cierto para el ejercicio de ese derecho de libertad”.
Por ello y porque “como regla general, sólo cuando se ha acreditado en sede judicial la existencia de un peligro cierto
para "la seguridad, la salud y la moralidad pública", tal como han de ser entendidos en una sociedad democrática, es
pertinente invocar el orden público como límite al ejercicio del derecho a la libertad religiosa y de culto”. Puede
entenderse de manera excepcional, la utilización preventiva del orden público cuando “queden debidamente acreditados
los elementos de riesgo y que, además, la medida adoptada sea proporcionada y adecuada a los fines perseguidos
(SSTC 120/1990, de 27 de junio, 137/1998, de 29 de junio, y 141/2000, de 29 de mayo”. Incide la Sentencia en que “sólo
mediante Sentencia firme, y por referencia a las prácticas o actividades del grupo, podrá estimarse acreditada la
existencia de conductas contrarias al orden público que faculten para limitar lícitamente el ejercicio de la libertad religiosa
Por lo tanto, utilizando la regla general de interpretación por el Tribunal Constitucional del orden público y no existiendo
Sentencia firme por un Tribunal Español sobre prácticas contrarias al orden público ,no teniendo por tanto constancia de
que hayan vulnerado derechos fundamentales sino solo conjeturas, hechos históricos que les preceden y presunciones ,
y basándome en que el Registro de Entidades Religiosas no se mueve en un ámbito de discrecionalidad, que le apodere
con un cierto margen de apreciación para acordar o no la inscripción solicitada sino que es una actuación reglada, mi
propuesta es que CORRESPONDE LA INSCRIPCIÓN DE IDENTIDAD CRISTIANA en el Registro, para salvaguardar la libertad
religiosa y de culto como ejercicio de libertades.
BIBLIOGRAFÍA
1. José Antonio Rodríguez García, Derecho eclesiástico del Estado, segunda edición, Tecnos, 2015, reimpresión
2017
2. Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación
3. Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de libertad religiosa
4. RD 594/2015, de 3 de julio, sobre Organización y Funcionamiento del Registro de Entidades Religiosas
5. STC 46/2001, de 15 de febrero
6. Instrumento de Ratificación del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos