Dimensiones de La Clase
Dimensiones de La Clase
Dimensiones de La Clase
Clase es un sustantivo colectivo que alude a un conjunto de personas, objetos, plantas, animales, etc.,
agrupadas de acuerdo con determinados criterios comunes. La clase escolar esta´ compuesta por un
conjunto de personas que tienen en común el hecho de ser alumnos de un determinado grado o curso,
en una institución educativa.
La clase, como grupo, es destinataria de las actividades de enseñanza que realizan los profesores y los
protagonistas del aprendizaje. Es el lugar de las prácticas pedagógicas institucionalizadas,
mediatizadas por el curriculum, por la comunicación, por las representaciones simbólicas de los
sujetos participantes y de la sociedad que la organiza como instrumento privilegiado para realizar los
procesos de transmisión / recreación de la cultura.
En toda clase existe una dinámica con aspectos visibles e invisibles que la configuran como un
particular escenario de intercambios socio-culturales. En este lugar tanto el docente como los
alumnos son procesadores activos de información y de comportamientos pautados y espontáneos. La
clase es un espacio de construcción y negociación de significados en los que cada uno de los
participantes actúa como miembro de una institución cuyas características definen un concreto clima
de intercambios, generan roles y patrones de conducta individual, grupal y colectiva y desarrollan, en
definitiva, una cultura particular.
El aula, así concebida, es un espacio psico-social de intercambios en el cual los comportamientos del
profesor y del alumno son una respuesta no mecánica a las demandas del medio.
La vida del aula es un sistema social abierto, de comunicación y de intercambios. Dadas estas
características, no puede explicarse el comportamiento de cada uno de sus elementos sin conocer la
estructura y funcionamiento del conjunto, así como de sus conexiones con otros sistemas externos
con los que se relaciona.
Estas características hacen que, por un lado, la clase sea un ambiente cambiante, inestable e incierto.
Pero por otra parte, las clases se parecen entre sí y los estilos docentes son estables, tanto desde la
perspectiva personal como colectiva.
Para poder entender la implicación mutua de distintos factores en una clase, es necesario analizar las
dimensiones que intervienen en ella y la configuran. En tanto categorías de análisis, pueden
construirse diferentes dimensiones. En este caso, tomamos tres: a)- dimensión temporo espacial, b).
dimensión psico social y c). dimensión didáctica. (Sastre de Cabot,1978).
Una primera aproximación al análisis del espacio es advertir que debido al sistema organizativo dentro
del cual se desarrolla la actividad educativa, los docentes no poseen un aula específica que puedan
percibir como propia y que, además, que esté dotada de los medios necesarios para desarrollar las
actividades de enseñanza( mobiliario, recursos técnicos, textos, etc.).
En general se trabaja en locales austeros, sin suficientes materiales, muy poco motivadores y en
muchos casos deteriorados. Como resultado de investigaciones realizadas sobre esta temática, cada
día aparecen más evidencias de hasta qué punto pueden afectar el contexto físico y la organización
temporal del aula al proceso de enseñanza aprendizaje. En este sentido, Spirack (cit. Por Zabalza,
1989) habla de contextos empobrecedores y enriquecedores, para referirse a las condiciones del
ambiente para apoyar o no las actividades y necesidades de quienes actúan en él.
Sin embargo, desde el punto de vista de la organización del espacio, es importante pensar cómo los
docentes pueden hacerse protagonistas cambiando aquello que es posible modificar. Es sabido que
existen relaciones mutuas entre la gente y su ambiente. El ambiente posee sus propias estructuras
(límites, atributos físicos y temporales) que condicionan y ordenan las conductas de los sujetos. Se
puede manejar la hipótesis de que distintos ambientes, a través de un juego dinámico de
facilitaciones- limitaciones, motivan distintos comportamientos de las personas. Sin caer en un
determinismo, diremos que los ambientes actúan sobre los actores a través de dos tipos de
influencias: directas y simbólicas.
Veamos un ejemplo: hay alumnos que se ubican lejos del profesor, Una influencia directa de su
posición puede ser el hecho de que tenga dificultades para escuchar lo que dice el profesor, mientras
que desde el punto de vista simbólico, el profesor puede interpretar o el alumno sentir esa lejanía
como separación, desinterés o rechazo.
En el ambiente podemos distinguir una dimensión física (el ambiente tal como se ve) y una dimensión
subjetiva, más importante si se quiere, que alude al ambiente tal como es percibido, como se
reacciona directa o simbólicamente frente a él.
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
Lo que el profesor puede hacer es decidir cómo organizar y utilizar el espacio. En relación con esto,
una de las primeras decisiones se refiere a resolver si se organizara el espacio en términos de
territorios personales o de funciones. Lo primero significa que cada uno tendrá su propio lugar y a
nivel de trabajo, que toda la clase realizará el mismo tipo de actividades. Lo segundo implica dividir el
espacio en virtud de diferentes áreas de trabajo, en cada una de las cuales los alumnos trabajaran
simultáneamente en distintos aspectos o tareas. Obviamente, es posible combinar ambos tipos de
organización, flexibilizando el uso de los territorios personales.
Es interesante analizar cómo se distribuyen los territorios de acuerdo con una dimensión subjetiva;
las zonas influyen en el comportamiento de los estudiantes y el profesor. Cuando alguien está
interesado generalmente tenderá a sentarse lo más adelante y al centro posible. Por el contrario, otros
motivos pueden llevar a las personas a ubicarse atrás y hacia los costados. Así, en una clase se puede
distinguir una zona de acción y otra marginal.
Observar la ubicación espacial de los estudiantes y el profesor en una clase, y su relación con otros
comportamientos, puede permitir hacer interpretaciones sobre la significación subyacente,
interpretaciones que deberán compararse con lo que los actores digan respecto a sus motivos
personales, cuando se indague sobre ello. Es interesante también establecer relaciones entre las
calificaciones obtenidas por los estudiantes y las zonas que ocupan, porque la disposición de aquellos
condiciona la conducta posible del profesor, los tipos de desplazamiento que realiza, la proximidad de
la interacción y las formas de redes comunicativas que se establecen. En todo caso, hay que tener
presente que las decisiones que toma el docente con respecto a la organización del espacio inciden
en cuanto a la implicación de los alumnos en la tarea y el flujo comunicacional que se produzca.
Cómo manejar el ambiente del aula, de qué manera distribuir los territorios y las funciones para
manejar el clima de intercambios en la clase y favorecer las experiencias de aprendizaje, se presentan
como problemas a resolver por el profesor, a quien frecuentemente se le plantean dilemas como:
Estos son algunos problemas, entre muchos otros, que el profesor debe resolver y luego analizar los
resultados para rectificar rumbos cuando sea necesario.
En cuanto al otro aspecto de la dimensión física, el tiempo, también abre variados interrogantes:
¿Cómo usar el tiempo en las clases?.
¿Cómo actuar cuando el periodo es de un módulo? ¿Debe ser más intensiva la actividad? ¿Qué
hacer cuando disponemos de dos módulos?
¿Cómo repartir el tiempo? ¿Qué periodos se aprovechan mejor?
¿Qué significa perder el tiempo en un contexto de clase?
¿Qué es lo que realmente estructura el tiempo en una clase?
En realidad, contestando la última pregunta, lo que estructura el tiempo en el aula son las tareas
académicas, aquello en lo que el profesor y alumnos ocupan el tiempo de enseñanza-aprendizaje. Las
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
tareas son, por otra parte, aquello que imprime el ritmo a una clase. Ritmo sería la relación entre las
unidades de tiempo asignadas a las distintas tareas que se desarrollan en una clase.
En una clase debe haber tiempos para distintas actividades y debe haber, en lo posible, variedad
rítmica. Es necesario que haya un tiempo para prepararse con respecto a la tarea a realizar, un tiempo
para pensar, para hacer, para compartir con otros, para escuchar, para resolver problemas, etc.
Obviamente, muchas veces se hace esto en forma simultánea, pero se lo destaca para mostrar que si
en una clase el tiempo es solo para escribir, o escuchar, o leer, no hay variación rítmica, en
consecuencia, puede perderse la oportunidad de enriquecer la productividad del trabajo intelectual
del estudiante, con el riesgo de favorecer el aburrimiento.
Con respecto a la organización general del tiempo, una clase, al igual que una unidad didáctica, debe
estructurarse a partir de tres momentos o fases diferenciados:
Una fase de iniciación, cuyos objetivos son proporcionar una comprensión global, sincrética, del tema
a abordar y vincular el nuevo aprendizaje con lo que el alumno ya conoce para favorecer su
significatividad. En este momento es conveniente que el docente explique los alcances del tema y
proponga materiales de trabajo, dé indicaciones, sugerencias, dialogue con los alumnos y los ayude a
organizarse para comenzar el trabajo.
Esta secuencia de tiempos tiene un sentido psicológico pues parte de lo sincrético y pasa por lo
analítico, hacia la síntesis. Cuando contemplamos un paisaje, dice Oliveira Lima (1986, pág.180),
ocurre lo mismo: primero, a- una visión del conjunto en la que se destaca solamente el río, la montaña,
lo verde, es lo que se denomina, en lenguaje cinematográfico, vista panorámica. Después b- los
detalles, las gradaciones, los planos de visión, los coloridos contrastantes, el marco, los reflejos, como
si el objetivo de una filmadora se aproximara a cada ángulo, a cada minucia. Finalmente c- la síntesis,
la definición, las líneas maestras que, conservadas, recuerdan el conjunto, poniendo en primer plano
lo esencial como fuente de asociación de lo accidental. Esta síntesis forma ahora parte de la persona
y proporciona elementos de composición creadora para los progresos del pensamiento. (…) La
Psicología comprobó que solo es aprendizaje permanente y funcional el que resulta de una síntesis.
Esta cita de Oliveira Lima es válida para realizar una reflexión final con respecto al tiempo y su uso.
¿Qué hacen los profesores al enseñar? Muchas veces todo lo contrario: comienzan por el esquema, la
definición del concepto, la síntesis final, sin posibilitar al estudiante que intente aprender por sí
mismo, ordenar mentalmente el conocimiento, comprenderlo y reconstruirlo a partir de sus propios
esquemas.
En síntesis, tanto una clase como la unidad didáctica, deben organizarse como una secuencia
ordenada en el tiempo y adecuada al tiempo disponible. El alumno en la escuela se encuentra en un
ambiente estructurado temporalmente y de la misma manera en que se siente estimulado ante un
buen aprovechamiento del tiempo, puede llegar a aburrirse o irritarse en el caso contrario.
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
Esta dimensión de la clase se refiere al espacio relacional, a los significados y modos de actuación, a
la puesta en escena de la comunicación en el aula. Comunicarse es establecer una comunidad con
otro, tener algo en común, intercambiar mensajes verbales y no verbales.
En primer lugar, se analizará aquello que es común a todo proceso de comunicación, tomando para
ello la metáfora de la orquesta y los axiomas o principios básicos que, de acuerdo con Watslawick y
colaboradores, regulan la comunicación humana.
B) Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y otro de relaciones, de tal modo que el último
condiciona al primero y es, por ende, una meta comunicación. Ya se hizo referencia anteriormente a
este aspecto. Por lo que respecta al concepto de meta comunicación se usa para hacer referencia a
aquellos procesos comunicativos en que los sujetos se comunican sobre cómo se comunican. Si
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
decimos que todo mensaje, junto a la información que traslada aporta también indicaciones sobre
como quisiera el emisor que se produjese el intercambio (en un contexto de humor, de exigencia, de
afecto), estos datos son información sobre la comunicación.
E) Los procesos humanos comunicativos son simétricos o complementarios, según que la relación
entre los participantes descanse en la igualdad o la diferencia. Hay relaciones que por su propia
naturaleza son complementarias (la relación madre-hijo, docente-alumno, médico- paciente). En ellas
las deficiencias de uno de los interlocutores son sobrecompensadas por la actuación del otro.
Hasta aquí, se han mencionado las notas generales características de todo proceso de comunicación
humana. A continuación se enuncian algunas características particulares de la comunicación en el
aula. En primer lugar, es una comunicación contextualizada en un espacio de relaciones
institucionales. En este caso se trata de una relación forzada, sometida a normas y centrada en tareas.
El conjunto de estas tres variables o dimensiones de la relación interpersonal y el cruce de
condicionamientos o interferencias entre ellas es el más frecuente origen de conflictos relacionales
en el aula. Si bien el alumno o el profesor no pueden renunciar explícitamente a las condiciones
institucionales dadas, si pueden hacerlo implícitamente a través del rechazo, desmotivación para
enseñar o aprender, ausencia psicológica, etc.
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
Cuando se observa lo que ocurre en el aula en términos de comunicación, es posible preguntarse, por
ejemplo: Las interacciones, ¿son complementarias o simétricas? En este sentido, la enseñanza, por su
misma naturaleza, es una relación complementaria aun cuando su propósito pueda ser acortar esas
diferencias, no agrandarlas, reforzarlas o basar en ellas la relación. ¿Cómo hacer más simétrica la
relación?: buscando potenciar la autonomía del alumno, favoreciendo aprendizajes participativos,
generando espacios de decisión conjunta, etc.
La mayor o menor simetría de una relación y el uso que se hace de ella afecta los resultados formativos
de los alumnos y da lugar a los llamados estilos de enseñanza y clima de clase, es decir, distintas
formas de plantearse el diseño de las relaciones dentro de la clase.
Por ejemplo, existen docentes con un estilo dominante, que basan sus actuaciones en el hecho de
que saben más, controlan las actividades a través de órdenes, imposiciones, amenazas o reproches,
les desagradan las discusiones y críticas y exigen un clima de obediencia. En cambio, los docentes que
tienen un estilo más democrático piden más que ordenar, comparten la responsabilidad y control de
las actividades con los alumnos y buscan su cooperación permanentemente. Les gusta que los
alumnos planteen sus propias ideas y presenten iniciativas. Sin embargo, podría ser que un mismo
docente, diga una cosa a través del lenguaje y se contradiga con sus propias actitudes; este es otro
aspecto interesante para observar, el relacionado con los códigos que se utilizan y la coherencia o
contradicción entre ellos.
Por otra parte, podemos analizar qué mensajes se dan a través de lo referencial y lo relacional, cuáles
son los mensajes que los alumnos y docentes dan desde lo no verbal, que atención se les presta y que
comunican los que parecen no comunicarse.
Del mismo modo, podemos interpretar qué comunican los objetos, el espacio y la organización
temporal. ¿Qué mensajes quedan incluidos y cuáles excluidos desde el docente?, ¿qué información
queda afuera del aula; qué lugar tiene la comunicación espontánea? ; ¿qué aparece la comunicación
acerca del conocimiento objeto de la clase: es una comunicación esperada, deseada por los alumnos
o simplemente impuesta?; ¿tiene una presencia obligada, formal, como para cumplir con algo
impuesto o resuena entre los interlocutores en el aula?
La clase, según lo estudiado, puede entenderse como un escenario de interacción humana orientada
hacia fines específicos: enseñar y aprender en marcos institucionalizados. (…) Abordaremos la
dimensión didáctica de la clase que es, precisamente, aquella estructurada por los componentes
esenciales de la enseñanza y el aprendizaje institucionalizados, a saber:
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
Cabe señalar que estos componentes son los mismos que, con mayor o menor grado de especificación,
estructuran el curriculum en sus diferentes niveles de diseño: jurisdiccional, institucional, de aula. El
curriculum y la didáctica se articulan en el aula, que es el lugar de las prácticas de enseñanza y
aprendizaje escolar donde el curriculum prescripto se transforma en curriculum en la acción o
curriculum realizado.
Tanto el curriculum como los procesos de enseñanza aprendizaje son el resultado de procesos de toma
de decisiones: constituyen una opción entre otras posibles. En la base de la toma de decisiones existen
criterios implícitos o explícitos que se desprenden de enfoques epistemológicos (concepciones sobre
el conocimiento), psicológicos (concepciones respecto al sujeto y a cómo aprende); didácticos
(concepciones relativas a lo qué es enseñar y aprender); socioculturales (funciones simbólicas y
operativas asignadas a la educación en un contexto histórico determinado)
Es necesario remarcar la idea de que cada decisión que se toma supone una elección entre otras
posibles, que condiciona las prácticas de enseñar y aprender modelándolas de diversas formas. Por
esta razón, el docente debe conocer los fundamentos y posibles consecuencias prácticas de las
decisiones didácticas que toma. (…) Los significados implícitos en la dimensión didáctica de la clase, es
decir, los supuestos e intencionalidades invisibles a primera vista, son susceptibles de ser develados a
partir de la observación. Un observador informado, capacitado para utilizar categorías teóricas como
herramientas de análisis de la práctica, podrá interpretar significados e inferir supuestos teóricos
subyacentes en:
-Lo que se dice y se calla,
- lo que el docente hace y hace hacer a los alumnos,
-lo que se comunica a través de los intercambios,
- los materiales y bibliografía que se utilizan y cómo se los utiliza,
- el modo en que se realiza el control y la evaluación en el aula,
- la forma en que se utiliza el tiempo y el espacio con fines didácticos.
Uno de los analizadores privilegiados para aproximarse al estudio de la clase son las tareas
académicas, es decir las actividades de enseñanza y aprendizaje diseñadas por el docente, que
estructuran el tiempo escolar. Si se las registra durante un tiempo prolongado y se las analiza
buscando sus significados latentes es posible construir conocimientos que permitan comprender la
clase desde enfoques interpretativos. Esta línea de trabajo sería un modo, entre otros posibles, de
realizar investigación sobre la práctica didáctica.
Las tareas, en tanto prácticas didácticas que posibilitan la realización del curriculum, son portadoras
de los cuatro componentes esenciales de la dimensión didáctica:
-Objetivos: componente que traduce el carácter intencional del proceso didáctico.
-Contenidos curriculares: objetos de conocimiento procesados didácticamente para ser enseñados y
aprendidos.
IVALDI DE FLORES, M. (Comp.) (2002). El aula un lugar de trabajo. Instituto de Investigación en Ciencias de la
Educación. Fac. De Filosofía y Letras. UNT.
-Metodología didáctica: técnicas y estrategias que utiliza el docente para facilitar la enseñanza y el
aprendizaje.
-Evaluación: valoración de los procesos y resultados de la actividad didáctica.
A continuación dan a conocer los conceptos de clase y de aula extraídos del Diccionario Enciclopédico
Peuser:
Bibliografía