El Apogeo de Los Delirios de René Guénon en "El Rey Del Mundo"

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El Apogeo de los Delirios de René

Guénon en “El Rey del Mundo”

Octavio da Cunha Botelho

RESUMEN

Este estudio analiza parte de la obra de René Guénon


(1886-1951), esoterista francés y comparatista compulsivo,
poseedor de una considerable erudición, por lo que
impresionó a los legos y razonablemente informados
lectores con sus escritos. Sin embargo, cuando se examina
con más cuidado, su erudición se construyó sobre los
cimientos de innumerables creencias metafísicas y
religiosas, algunas bastante fantasiosas, a las que
colectivamente denominó "Ciencia Sagrada" y otros
términos exaltados, de modo que su erudición está en la
misma proporción de su credulidad, es decir, su ingenuidad
era tan grande como su vasto conocimiento metafísico,
pues para él, todo lo que metafísico es más real que lo
físico, y si es simbólico, es más significativo que lo literal,
como el siguiente estudio intentará mostrar.

Agosto/2022
2

Introducción

Muchos son los que piensan que la erudición y la


buena retórica son señales en un autor de que él está
transmitiendo un conocimiento fidedigno y seguro, porque
es un sabio, por lo que sus ideas son verdaderas por su
vasta erudición y su impresionante retórica. Sin embargo,
esta puede ser una apreciación engañosa, porque la
erudición no es sinónimo de dominio de un tema, alguien
puede conocer un tema, pero no significa automáticamente
que tenga dominio sobre él, ni la retórica es señal de
conocimiento confiable, la forma de escribir o hablar puede
ser convincente en su expresividad, pero la idea detrás de
la retórica puede ser imprecisa o inverificable en el
momento de su verificación. La erudición abundante y la
retórica influyente impresionan solo a los lectores u oyentes
desinformados, que deben confiar en la información
transmitida, ya que no tienen el conocimiento profundo para
juzgar lo que leen o escuchan.
Este es un ejemplo, entre muchos otros en el mundo
esotérico y religioso, de René Guénon (1886-1951), un
esoterista francés y comparatista compulsivo, con una
considerable erudición, por lo que impresionó a los legos y
lectores razonablemente informados con sus escritos. Sin
embargo, cuando se examina con más cuidado, su
erudición se construyó sobre los cimientos de innumerables
creencias metafísicas y religiosas, algunas bastante
fantasiosas, a las que colectivamente denominó "Ciencia
Sagrada" y otros términos exaltados, de modo que su
erudición está en la misma proporción de su credulidad, es
3

decir, su ingenuidad era tan grande como su vasto


conocimiento metafísico, pues para él, todo lo metafísico es
más real que lo físico, y si es simbólico, es más significativo
que lo literal, como el siguiente estudio intentará mostrar.
De ahí que muchos de sus seguidores se hicieran
musulmanes (Dickson, 2021: 589). Su credulidad era tal
que hace sospechar de su sanidad, pues llegó a creer que
tuvo contacto con un maestro templario que murió hace
unos 600 años. “Durante una sesión de espiritismo en
1908, Guénon creyó que Jacques de Molay (1243-1314
e.c.), el último Gran Maestre de los Caballeros Templarios,
lo contactó con instrucciones para restablecer la Orden del
Templo, proporcionándole una fuente directa de
informacióniniciática” (Dickson, 2021: 592; véase también:
Sedgwick, 2004: 49). Después de este evento, Encausse
(Papus) expulsó a Guénon de su orden masónica.
Él escribió mucho, unos 30 libros, si se incluyen los
libros publicados que recogían artículos escritos para
revistas en diferentes momentos de su vida. Él fue un autor
mucho más leído en el pasado, ahora es un autor más
olvidado, todavía tiene algunas influencias en algunos
individuos conservadores en la actualidad. La principal
prueba de que sus escritos fascinan a los legos más que
convencen a los especialistas fue la desaprobación de su
tesis doctoral en la Universidad de la Sorbona, rechazada
por el entonces importante indólogo y profesor Sylvain Lévi
(1863-1935), en 1921 (Sedgwick, 2004: 22-3 y 271). Aún
con el rechazo académico de su tesis, al poco tiempo
accedió a publicarla, a través de una editorial católica, con
el título de Introducción Générale à L'édude des Doctrines
Hindoues (Introducción General al Estudio de las Doctrinas
Hindúes), 1921, esta fue su primer libro publicado (Guénon,
1921). Debido a su erudición cuestionable y sus fantásticas
comparaciones de doctrinas y símbolos, sus teorías
metafísicas y comparativas nunca han sido aceptadas en la
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academia, por lo que no se lo cita por razones que se


aclararán más adelante.
Sylvain Lévi justificó la desaprobación de la tesis de
Guénon por tres motivos:
Primero, tomó a la ligera la historia y la crítica histórica, una
crítica de la metodología de Guénon que estaba justificada
en muchos aspectos. Guénon no pretendía seguir el patrón
de los métodos académicos de la Indología, (...) su enfoque
era más teológico que antropológico o sociológico. Para
Guénon, el hinduismo era un recipiente de verdad
espiritual, no un cuerpo de creencias y prácticas
modificadas que la investigación occidental de finales del
siglo XIX reconoció” (Sedgwick, 2004: 22-3 y 271). De
hecho, su ímpetu fue a veces tan fuerte que, en algunos de
los pasajes más exaltados del libro Introducción Générale à
L'édude des Doctrines Hindoues parecen más una prédica
religiosa que una tesis académica.
Segundo: “La ‘tesis’ de Guénon sostenía que el hinduismo
podía reducirse a Vedānta. Vedānta es solo una de las seis
Darshanas (Escuelas Filosóficas) del hinduismo, y utiliza
especialmente los Upanishads como final y resumen de los
Vedas, las escrituras hindúes más importantes, junto con el
Bhagavad Gītā y el Brahma Sūtras. Estos se encuentran
entre los primeros textos hindúes que se tradujeron al
francés y Vedānta se hizo ampliamente conocida como
resultado de la inclusión de dos capítulos del Bhagavad
Gītā en el Cours de Philosophie (Cursos de Filosofía),
1828, por el popular filósofo francés Victor Cousin. La
Vedānta fue muy apreciada en el occidente del siglo XIX,
principalmente porque no reconocía otra realidad que el
Ser Universal, único y sin calificación limitante, una
característica con evidente atractivo para aquellos
educados en una cultura monoteísta. Para Lévi y otros
indólogos, sin embargo, hay muchas variedades de
hinduismo además de la Vedānta, el hecho de que Guénon
5

decidiera ignorar estas (otras variedades) fue una


consecuencia del contexto en el que se había encontrado
por primera vez con la Vedanta” (Ibíd., 23).
Tercero: “Lévi observó que Guénon estaba muy inclinado a
creer en una transmisión mística de una verdad primordial
(une vérité première) que surgió en la humanidad al
comienzo del mundo, creencia que para Lévi era
evidentemente ridícula” (Ibíd., 23). El siguiente estudio
mostrará cómo esta creencia de Guénon, en una
transmisión inalterada de una verdad primordial hasta
nuestros días, es difícil de sostener, frente a las
conclusiones de los estudios históricos, basados en
documentos, incluso ya en la época de Guénon, cuando
más aún, en los siguientes estudios posteriores a su
muerte. Incluso en la época de Sylvain Lévi y René Guénon
ya había suficientes resultados de investigaciones
históricas y literarias, que señalaron las alteraciones en las
transmisiones orales y escritas de los textos hindúes del
pasado y, en consecuencia, probaron la infidelidad de la
tradición, razón por la cual Sylvain Lévi calificó la tesis de
Guémon de “ridícula”.
Mark Sedgwick observó que “todos los investigadores
no tradicionalistas que han analizado el Tradicionalismo,
desde que el profesor Sylvain Lévi rechazó la tesis de
Guénon en 1921, han llegado a la misma conclusión: estas
personas no son serias. Ignoran la historia e ignoran todo lo
que no se ajusta a sus teorías. En las palabras de Antoine
Faivre: El Tradicionalismo deshistoriza y desespacializa sus
predicados ontológicos. Su propensión a buscar
semejanzas en todo con la esperanza de encontrar
finalmente una hipotética unidad es evidentemente
perjudicial para la investigación histórico-crítica, es decir,
para la investigación empírica, más interesada en desvelar
el origen, el curso, los cambios y las migraciones de los
seres humanos y los fenómenos que ella estudia. Como
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reconoce Faivre: quien se propone conocer la 'verdad' es


poco probable que reconozca algo inesperado que
encuentre en el camino” (Sedgwick, 2004: 271). A su vez,
en una edición posterior, Guénon criticó el método histórico
y la crítica textual enIntroducción Générale à L'édude des
Doctrines Hindoues(Introducción al Estudio de las
Doctrinas Hindúes)(Guénon, 1945: 18-20), seguramente
motivado por las justificaciones de S. Lévi para desaprobar
su tesis.
El fracaso de su tesis fue un duro golpe para su
carrera académica. Mark Sedgwick observó lo siguiente
sobre el destino de Guénon después de esta desgracia:
"Después del rechazo de Lévi de su tesis, sin embargo,
Guénon tuvo que abandonar toda esperanza de una
carrera académica regular, el Instituto Católico fue
entonces el único foro que le quedaba. Los amigos de
Guénon lo ayudaron a conseguir un trabajo como profesor
de filosofía (...). La alianza entre el Instituto Católico y
Guénon no podía durar mucho” (Sedgwick, 2004: 30), por
diferencias ideológicas. Así que, además de haber
fracasado en su tesis, Guénon se quedó como un
desempleado, que necesitó de la ayuda de sus amigos
católicos para conseguir un trabajo, tan lejos de la brillante
carrera de los académicos exitosos que son aprobados en
los exámenes universitarios. Sus biografías no mencionan,
sin embargo, todo indica que René Guénon fue un
estudiante inflexible y terco, ya que, durante el doctorado,
las posibilidades del doctorando de alterar los argumentos
de su tesis, con la ayuda del orientador, con el fin de
obtener la aprobación son muchas. Sin embargo, él no
aceptó hacer los cambios necesarios, por lo que su tesis
fue considerada “ridícula”.
Parece que la desaprobación de su tesis marcó un
resentimiento en su vida posterior, pues, en un momento u
otro, en sus obras posteriores, siempre aprovechó para
7

criticar a los orientalistas e investigadores que no


reconocen como prioridad el Tradicionalismo.
Consideremos una de sus críticas a la mentalidad
evolutiva: “Entre los errores específicamente modernos que
a menudo hemos tenido ocasión de denunciar, uno que se
opone más directamente a toda comprensión verdadera de
las doctrinas tradicionales es lo que se puede llamar
'historicismo' que, aún más , básicamente no es más que
una simple consecuencia de la mentalidad 'evolucionista'.
Consiste, en efecto, en suponer que todas las cosas tienen
su origen de la manera más cruda y rudimentaria, para
sufrir posteriormente una elaboración progresiva” (Guénon,
2002: 72). Evidentemente, no le gustaba el 'historicismo',
ya que es capaz de señalar el alto grado de fantasías y la
enorme cantidad de anacronismos en sus especulaciones.
Pero el método histórico triunfó, pues desde la formación
inicial de los cursos de religiones en universidades de todo
el mundo, se adoptó el método histórico y se utiliza hasta el
día de hoy, se ignoró el método tradicionalista de Guénon,
con lo que hoy es considerado un paria en la academia. En
conclusión, René Guénon fue un académico frustrado, que
luego se dispuso a escribir según sus interpretaciones
personales y persuadir a los lectores desinformados. En
sus publicaciones posteriores aprovechó para criticar y
desacreditar al lector sobre los estudios académicos.

Su Vida

Su nombre completo era René Jean-Marie Joseph


Guénon (1886-1951), después de la década de 1939, tras
su interés por el sufismo, adoptó el nombre árabe de Abd
al-Wahid Yahya, cuando se mudó a la ciudad de El Cairo,
Egipto, en 1930, donde vivió hasta su muerte en 1951, a la
edad de 64 años. Su biografía más citada es la escrita por
Paul Chacornac, editor de la revista Le Voile d'Isis (El Velo
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de Isis), más tarde llamada Les Études Traditionnelles (Los


Estudios Tradicionales), que publicó numerosos artículos
de Guénon, bajo el título de La Vie Simple de René
Guénon (La Vida Sencilla de René Guénon), primera
edición en 1958. Sin embargo, como se verá más adelante,
su vida no fue tan sencilla.
Elle nació el 15 de noviembre de 1886 en Blois,
Francia, en el seno de una familia católica cuyos
antepasados se habían asentado en esa región durante
años. “Desde su nacimiento, René Guénon fue una
persona de salud frágil (...) su estado de salud siempre fue
delicado. Antes que él, su madre ya había perdido una hija
de tres años” (Chacornac, 1958: 18). Un problema que le
obstaculizó en sus estudios, llegando incluso a tener que
abandonar los cursos por problemas de salud. “Su infancia
causó muchas preocupaciones a sus padres, por su
delicada salud” (Ídem, 20). Su salud era tan mala que en
1906 fue liberado del servicio militar obligatorio. Durante
sus estudios en su ciudad natal de Blois, Guénon fue “un
estudiante brillante, siempre el primero de su clase” (Ídem,
24), incluso recibió un premio de la Sociedad de Ciencias y
Letras de Blois. En 1902 comenzó a estudiar retórica, al
año siguiente, 1903, completó su curso de filosofía y en
1904 estudió matemáticas en un colegio local, con
frecuentes problemas de salud.
En octubre de 1904, Guénon fue a París y se postuló
a la École Polytecnique. Si bien en Blois fue un bueno
alumno, en París, por el contrario, sus nuevos maestros, si
bien reconocieron su buena voluntad y su ardor por el
trabajo, le hicieron comprender que no debía continuar por
ese camino. (...) la lentitud de su progreso en Matemáticas
se debía principalmente a su precaria salud, que le impedía
seguir regularmente los cursos” (Chacornac, 1958: 27). Es
decir, cuando en un ambiente más intelectual, Guénon no
destacaba como un estudiante brillante, como en su
9

pequeño pueblo natal. Después de intentar otros medios,


los profesores le dijeron que todavía estaba lejos de los
niveles de examen (ídem, 27). Entonces, desanimado por
los profesores, por el momento, Guénon renunció a
continuar sus estudios académicos.
A partir de entonces, Guénon se involucró con grupos
esotéricos, tan de moda en París en ese momento. El
primer grupo en unirse fue la Orden Martinista Cristiana
Esotérica, dirigida por el Dr. Encausse, más conocido por el
seudónimo de Papus. Pero pronto se sintió decepcionado
con esta orden, alegando que “no había recibido ninguna
transmisión espiritual auténtica”. Luego se unió a la Iglesia
Gnóstica de Francia, fundada por Léonce Fabre des
Essarts (Synesius), a la que tampoco tomó en serio. Aun
así, fue el fundador y principal colaborador de la revista La
Gnose (La Gnosis), escribiendo artículos hasta el año
1922. Tras ingresar en una logia masónica, se inició en el
taoísmo y también en el sufismo. Estudió el hinduismo,
destacando la tradición Vedānta, a la que señaló como la
auténtica preservadora de la Tradición Primordial. Mark
Sedgwick conjeturó que Guénon pudo haber sido iniciado
por algunos hindúes en París. Sin embargo, dudó y
concluyó que “la comprensión del hinduismo de Guénon se
derivó exclusivamente de sus lecturas de textos y estudios
entonces disponibles en París. En ninguna parte Guénon
afirmó que este no fuera el caso, y nunca visitó la India”
(Sedgwick, 2004: 49). La iniciación de Guénon por los
hindúes sería imposible, ya que, como veremos más
adelante, el hinduismo es una religión hereditaria, por tanto
los hindúes no inician a los europeos.
Liberado del servicio militar por problemas de salud,
Guénon volvió a estudiar filosofía en la Sorbona durante la
Primera Guerra Mundial. En 1917 enseñó filosofía durante
un año en Argelia. Luego regresó a París e intentó un
doctorado en la Sorbona, pero, como ya se mencionó,
10

resultó en la desaprobación decepcionante de su tesis por


parte del profesor Sylvain Lévi en 1921. No renunció a su
teoría y publicó, a través de una revista católica en el
mismo año, 1921, su tesis titulada IntroducciónGénérale à
L'édude des Doctrines Hindoues (Introducción General al
Estudio de las Doctrinas Hindúes).
A partir de 1925, Guénon se convirtió en colaborador
de una revista editada por Paul Chacornac (autor de su
biografía) llamada Le Voile d'Isis (El Velo de Isis), y
después de 1935, bajo la influencia de Guénon, esta revista
pasó a llamarse Les Études Traditionnelles (Los Estudios
Tradicionales). Después de pasar por varias
organizaciones ocultas, Guénon se convenció de que “las
organizaciones ocultas no tenían ninguna enseñanza seria
y dirigían a sus miembros un falso espiritualismo que era
incoherente y carente de base tradicional. René Guénon
pensó entonces en agrupar los elementos más interesantes
de estas organizaciones” (Chacornac, 1958: 34). Por
ejemplo, de la Masonería dijo una vez: “La Masonería ha
sufrido una degeneración, el comienzo de esta
degeneración es la transformación de la Masonería
Operativa en Masonería Especulativa” (Chacornac, 1958:
36). Una muestra de cómo se aferró a la tradición y
rechazó la innovación. Fue a partir de entonces que
Guénon comenzó a desarrollar gradualmente su teoría de
la Tradición Primordial que, para él, era la fuente de toda la
sabiduría espiritual del mundo, algo así como una
revelación inicial, a través de un diversificado y amplio
proceso comparativo de doctrinas, prácticas, ritos y
símbolos extraídos de diferentes tradiciones, es decir, un
método comparativo creado por él, que apuntaba a una
unidad detrás de todas las doctrinas y todos los símbolos
verdaderamente tradicionales, transmisión conservada por
lo que él llamó Transmisión Tradicional, desde el comienzo
de su revelación hasta nuestros días, más comúnmente
11

encontrada en Oriente, especialmente en el hinduismo


(Dickson, 2021: 589 y 593).
En septiembre de 1920, el teólogo cristiano Père
Peillaube le pidió a Guénon que escribiera una crítica de la
Sociedad Teosófica. Aceptó y en 1921 se publicó el libro Le
Théosophisme, Histoire d'une Pseudo-religion (Teosofismo,
Historia de una Pseudo-Religión). Este libro agradó al
público católico en Francia, por lo que dos años después se
repitió la dosis, Guénon publicó otro crítico L'Erreur Spirite
(El Error Espírita), 1923. Le gustaba tanto escribir que
incluso actuaba como “escritor por encargo”. En 1927,
publicó su libro más leído y más repetidamente publicado:
La Crise du Monde Moderne (La Crisis del Mundo
Moderno), en el que profetiza el fin cercano de la cultura
moderna. No sobrevivió para presenciarlo, pero, contrario a
lo que predijo, aproximadamente cien años después de su
publicación, la cultura moderna se mantiene muy vigorosa,
a pesar de los altibajos de su trayectoria, y la desigualdad
en los diferentes pueblos, además de no mostrar signos de
pérdida de vigor.
En 1930, Guénon se fue de París a El Cairo, Egipto,
donde se sumergió en el mundo islámico. Fue iniciado en
una orden sufí, llevó a cabo la declaración de fe islámica,
tenía un oratorio en su casa, hizo votos islámicos, asistía
regularmente a una mezquita para orar y adorar a Alá, se
casó con una hija musulmana de un jeque, educó a sus
hijos según la tradición musulmana, intentó hacer una
peregrinación a La Meca, pero se le impidió no tener la
ciudadanía egipcia y fue enterrado según el rito musulmán.
Guénon siguió siendo musulmán hasta el final de su vida
en 1951. Lo curioso es que, cuando leemos las obras de
Guénon, nos llama la atención su admiración por el
Adwaita Vedānta del hinduismo, que señaló como la
tradición que más conserva la Sabiduría Primordial,
entonces, en lugar de convertirse al Vedānta, que tanto
12

elogió, se convirtió en un sufí. Algunos de sus biógrafos


argumentan que Guénon una vez afirmó que el Islam era la
forma más accesible para que un occidental se acercara a
la Tradición Primordial. Incluso después de convertirse al
Islam, continuó su interés por el hinduismo, escribiendo
varios artículos (Guénon, 2002).
Lo problema es que la Adwaita Vedānta es una de las
escuelas tradicionales del hinduismo, este último no es una
religión proselitista, sino una religión hereditaria, es decir,
no se puede convertir al hinduismo, para ser hindú se debe
ser hijo o hija de una pareja hindú perteneciente a una de
las cuatro castas. Por lo tanto, un francés como René
Guénon no podría convertirse al Vedānta hindú, ya que el
hinduismo ortodoxo no acepta conversos. Lo que podría
haber hecho, si hubiera estado interesado en unirse a la
práctica del sistema Vedānta, sería unirse a algunos de los
Nuevos Movimientos Religiosos inspirados en las ideas y
prácticas vedantinas que surgían en la época, como la
Misión Rāmakrshna, a través de la misión internacional de
Swami Vivekānanda, la Ātman Yoga de Sri Ramana
Mahārshi y la Divine Life Society de Swami Shivānanda,
como todos estos grupos practicantes de Advaita Vedānta
aceptan a los occidentales, ya que no siguen el hinduismo
ortodoxo de los Dharmashatras hindúes, por lo que no se
les llama grupos hindúes, sino de Nuevos Movimientos
Religiosos inspirados en el hinduismo. Sin embargo, como
se trata de grupos algo innovadores del hinduismo, que lo
reinterpretan, esta innovación no fue del agrado de
Guénon, quien no aceptó innovaciones que interrumpieran
la cadena de Transmisión Tradicional. Por tanto, para
Guénon estos Nuevos Movimientos Religiosos eran
degeneraciones de la Tradición Primordial, para él la
pureza estaba en el hinduismo ortodoxo, por lo que no le
interesaba la afiliación (para más detalles ver: Guénon,
13

1987b: 291-5, donde comenta los Nuevos Movimientos


Religiosos inspirados en el hinduismo).
René Guénon murió el 7 de enero de 1951 en la
ciudad de El Cairo, Egipto, a la edad de 64 años. Sus
últimos años fueron difíciles por el empeoramiento de su
salud.

Su Obra

En cierto modo, podemos dividirla en los siguientes


temas:1
1. Obras sobre principios metafísicos fundamentales:
Introducción Générale à l'étude des Doctrinas Hindues
(Introducción general a los estudios de las doctrinas
hindúes, 1921), L'Homme et son Devenir selon le Vêdânta
(El hombre y su destino según Vedānta, 1925) , Le
Symbolisme de la Croix (El simbolismo de la cruz, 1931),
Les États Multiples de l'Être (Las múltiples etapas del Ser,
1932), La Métaphysique Orientale (La metafísica oriental,
1939), Les Principes du Calcul Infinitesimal (Los principios
del cálculo infinitesimal, 1946) y Études sur l'Hindouisme
(Estudios sobre el hinduismo, 1967).
2. Obras sobre esoterismo e iniciación: L'Ésotérisme de
Dante (El esoterismo de Dante, 1925), Saint Bernard (San
Bernardo, 1929), Aperçus sur l'Initiation (Perspectivas
sobre la iniciación, 1946), Initiation et réalisation spirituelle
(Iniciación y realización espiritual, 1952), Aperçus sur
l'ésotérisme Chrétien (Perspectivas sobre el esoterismo
cristiano, 1954) y Études sur la Franc-maçonnerie et le
Compagnonnage (Volumen I 1964 y Volumen II 1965 -
Estudios sobre la masonería y el compañerismo).
3. Obras sobre simbolismo: La Grande Triade (La gran
tríada, 1946), Symboles de la Science Sacrée (Símbolos de
la ciencia sagrada, 1962), Formes Traditionnelles et Cycles
1
Algunas obras solo se publicaron después de su muerte en 1951.
14

Cosmiques (Formas tradicionales y ciclos cósmicos, 1970),


Aperçus sur l' ésotérisme Islamique et le Taoïsme
(Perspectivas sobre el esoterismo islámico y el taoísmo,
1973) y Le Roi du Monde (El rey del mundo, 1927).
4. Obras de crítica al mundo moderno y a los
neoespiritualismos: Orient et Occident (Este y Oeste,
1924), La Crise du Monde Moderne (La crisis del mundo
moderno, 1927), Autorité Spirituelle et Pouvoir Temporel
(Autoridad espiritual y poder temporal , 1929), Le
Théosophisme, Histoire d'une Pseudo-religion (El
teosofismo, la historia de una pseudo-religión, 1921),
L'Erreur Spirite (El error espirita, 1923) y Le Règne de la
Quantité et les Signes des Temps (El reino de la cantidad y
los signos de los tiempos, 1945).2

El Tradicionalismo

No hay un solo Tradicionalismo, sino varios, el de


René Guénon es solo uno entre muchos. El significado
puede ser bastante amplio, yendo desde alguien con ideas
y costumbres nostálgicas, que puede haber asimilado en su
juventud, hasta un movimiento ideológico, en un sentido
más restringido, que da preferencia a ciertas ideas y
prácticas antiguas sobre otras específicas que
reemplazaron a ellas. En resumen, es una forma de
conservadurismo, es decir, preferir la estagnación a la
innovación.
Mark Sedgwick dividió la historia del tradicionalismo
del siglo XX en tres etapas. La primera etapa fue hasta la
década de 1930, cuando R. Guénon desarrolló la filosofía
tradicionalista, escribió varios artículos y libros, y reunió a
un pequeño grupo de seguidores. En la segunda etapa, se
intentó poner en práctica la filosofía tradicionalista en dos
contextos diferentes: el sufismo islámico, como ejemplo de
2
Para un breve análisis de su obra, ver: Chacornac, 1958: 59-80.
15

metafísica oriental, y el fascismo europeo, como ejemplo de


revuelta. En la tercera etapa, después de la década de
1960, las ideas tradicionalistas comenzaron a fusionarse
con la cultura general de Occidente y pasaron de Occidente
al mundo islámico y Rusia (Sedgwick, 2004: 22). El
Tradicionalismo de R. Guénon no es, y nunca fue, una
organización institucionalizada, solo un movimiento
ideológico, que en un momento trató de poner en práctica
algunas ideas, pero sobrevivió más como un movimiento,
en cual cada conservador tomaba lo que le interesaba, con
el fin de incorporarse a otras ideologías.
La palabra tradición deriva del verbo latino “trādēre”,
que significa “transmitir” (a la posteridad), “entregar”,
“encomendar”. El significado más común es “una
afirmación, una creencia o una práctica transmitida
(especialmente oralmente) de generación en generación”.
Específicamente, el Tradicionalismo de R. Guénon
considera la tradición en el sentido de “una creencia y
práctica transmitida desde tiempos inmemoriales, o más
bien, creencias y prácticas que deben haber sido
transmitidas, pero que se perdieron en Occidente durante
la segunda mitad del segundo milenio e.c. Según el
Tradicionalismo de Guénon, el Occidente moderno está en
crisis como consecuencia de esta pérdida de la transmisión
de la Tradición” (Sedgwick, 2004: 21). Estrictamente
hablando, la contestación de Guénon no es con Occidente
en el sentido geográfico, sino con la cultura moderna, por lo
tanto evolutiva, que predomina en él. Para él, la solución
estaba en el ejemplo tradicional de Oriente (Dickson, 2021:
595), pero Occidente no debe orientalizarse, es decir,
absorber ideas y costumbres orientales, sino rescatar su
propia tradición, que se perdió con la final de la Edad Media
y el surgimiento de la Edad Moderna. Para Guénon, la
Edad Media fue una época dorada y no oscura. Su
pensamiento, por supuesto, es casi completamente
16

opuesto al de los evolucionistas. Por ejemplo, para él la


Astronomía no es un perfeccionamiento científico de la
Astrología, sino que, contrariamente a lo que muchos
historiadores y científicos consideran, su degeneración, así
como la Química no es un desarrollo de la Alquimia, sino
también su empeoramiento, y tantas otras evaluaciones
anti-progresivas. En resumen, para él el progreso es un
horror cultural.
La teoría del Tradicionalismo de que la sabiduría
superior fue revelada en un pasado muy distante y
preservada por unas pocas tradiciones sobrevivientes, por
lo tanto, es un conocimiento tradicional, en el sentido de
que el progreso cultural es enemigo de la sabiduría antigua,
está en contra de la explicación de los historiadores, que la
evolución de la cultura religiosa siguió la evolución de la
cultura humana durante muchos siglos (para más
información, ver: Bellah, 2011). La teoría tradicionalista de
René Guénon representa un desafío a la teoría de la
evolución de la cultura religiosa expuesta por Robert N.
Bellah en su libro de referenciaReligion in Human
Evolution: from the Paleolithic to the Axial Age. (La Religión
en la Evolución Humana: del Paleolítico a la Edad Axial),
2011. René Guénon dijo lo siguiente sobre el
evolucionismo: “El evolucionismo, a pesar de múltiples
divergencias más o menos importantes, se ha convertido
en un verdadero dogma oficial; se enseña como una ley,
que es prohibido discutir, que en realidad no es más que la
más gratuita y la menos fundada de todas las hipótesis”
(Guénon, 1987a: 29). Él admiraba la siguiente frase: “La
ciencia occidental es un saber ignorante” (ídem: 37).
Los elementos esenciales de la filosofía tradicionalista
de Guénon se encuentran en cuatro de sus libros
publicados entre 1921 y 1927. El primero fue L'introduction
Générale à L'etude des Doctrines Hindoues (Introducción
General al Estudio de las Doctrinas Hindúes) publicado en
17

1921. Este fue el libro basado en la tesis doctoral de


Guénon, que Sylvain Lévi fallo en 1921. Por tanto, fue en
este primer libro que Guénon acuñó la expresión Filosofía
Perenne, como sinónimo de una tradición que atravesó
toda la historia para finalmente sobrevivir sin cambios en
unas pocas corrientes tradiciones, especialmente en la
tradición Vedānta de la India (Dickson, 2021: 589), más
exactamente, en la corriente Advaita Vedānta de Adi
Shankarāchārya (788-820 e.c.). Esta tesis que Sylvain Lévi
entendió como históricamente absurda. En las palabras de
Mark Sedgwick: “Luego, en el siglo XIX, el Perennialismo
fue revivido en una forma ligeramente modificada, y los
Vedas recién descubiertos se consideraron como su
expresión textual sobreviviente. Fue de esta forma, (...),
que Guénon encontró el Perennialismo, y es esta forma de
Perennialismo la que se presenta en el libro Introducción
General, que fue rechazado por Lévi, y es central en la
Filosofía Tradicionalista” (Sedgwick, 2004) : 24).
En este libro, en la edición posterior revisada y
ampliada, entre las muchas teorías de Guénon que nunca
fueron confirmadas, se encuentra su crítica al
gregocentrismo, a través de su afirmación de que los
antiguos griegos absorbieron ideas de los pueblos
orientales, especialmente de los indios, incluso antes de la
ocupación griega de la región de Bactria (actual Afganistán)
por las tropas de Alejandro Magno, donde prosperó una
fértil cultura griega. Su convicción era tal que llegaba a
decir que: “Después de Aristóteles, los signos de influencia
hindú en la filosofía griega se hicieron cada vez más raros,
hasta el punto de desaparecer, porque esa filosofía (la
griega) se encerraba en una esfera ... cada vez más
limitada y contingente, cada vez más distante de cualquier
verdadera intelectualidad. (...) Fue sólo entre los
neoplatónicos que las influencias orientales volvieron a
aparecer y es allí, de hecho, donde ciertas ideas
18

metafísicas, como la del Infinito, se encuentran por primera


vez entre los griegos (Guénon, 1945: 51).
Otro libro importante de Guénon sobre el
Tradicionalismo es Orient et Occident (Este y Oeste), de
1924, una advertencia para salvar a Occidente del colapso
a través de la tradición oriental. En la primera mitad del
libro, Guénon atacó sistemáticamente la ilusión del
materialismo y las supersticiones del progreso, la razón, el
cambio y la moralización sentimental. En las palabras de R.
Guénon en Orient et Occident (p. 19): “La civilización
occidental moderna aparece en la historia como una
verdadera anomalía, entre todas las que conocemos más o
menos completamente, esta civilización es la única que ha
desarrollado un aspecto puramente material, y este
monstruoso desarrollo, cuyo comienzo coincide con lo que
convencionalmente se llama el Renacimiento, ha ido
acompañado, como debe ser inevitable, de una
correspondiente regresión intelectual (...). Esta regresión ha
llegado a tal punto que los occidentales de hoy ya no saben
lo que puede ser la pura intelectualidad, y ya ni siquiera
sospechan que tal cosa pueda existir, de ahí su desprecio,
no sólo por las civilizaciones orientales, sino incluso por la
Edad Media europea...” (Guénon, 1987a: 19). Para él, la
perfección estaba en el principio, la evolución era la
decadencia: “Es en el principio que todo lo que aparece en
los reinos espiritual e intelectual se encuentra en su estado
de perfección, del cual solo ha caído posteriormente a
través de ese 'oscurecimiento' que acompaña
necesariamente a cada proceso cíclico de manifestación”
(Guénon, 2002: 72).
Por “intelectualidad pura”, Guénon entendía algo
cercano a la inteligencia metafísica, que fue sustituida por
un culto supersticioso a la razón, que valora lo que no vale
nada. En rigor, Guénon no atacaba a la civilización
occidental, en el sentido geográfico, sino a la civilización
19

moderna, por lo que el título del libro, en lugar de “Oriente y


Occidente”, debería ser Tradición y Modernidad. Pues, “a lo
que Guénon se opone no es a Occidente, sino al mundo
moderno, y lo que espera no es el triunfo de Oriente, sino la
restauración de su propia civilización tradicional en
Occidente” (Sedgwick, 2004: 25). Para Guénon, la
“civilización tradicional propiamente dicha” de Occidente
tuvo lugar durante los años de la Edad Media europea. Y
profetizó el fin inmediato de la civilización moderna:
“Occidente está en grave peligro, porque no se basa en
nada más sustancial que la superioridad industrial, sin un
fundamento espiritual. La civilización occidental está en
peligro inmediato de colapso catastrófico hacia la barbarie y
la consiguiente extinción a través de la asimilación por
parte de civilizaciones más sólidamente fundadas” (Idem,
25-6 y Dickson, 2021: 595). R. Guénon, quien murió en
1951, no sobrevivió para testificar que su profecía no se
cumplió, ya que el triunfo de la civilización moderna en
Occidente fue aún mayor en la segunda mitad del siglo XX
y principios del siglo XXI, a pesar de algunos
contratiempos. Ninguna nación moderna ha sido asimilada
por otra “civilización más sólidamente fundada”, es decir,
por una civilización tradicional. El intento expansionista del
Estado Islámico de fundar un imperio islámico global fue
solo un sueño. Lo más parecido a esto que sucedió fue que
en algunos países, que ya eran musulmanes, fueron
absorbidos por un islam más radical, mientras que otros
países conservaron un islam moderado. Diferentemente, en
países que alguna vez fueron tradicionales, el
tradicionalismo dio paso al laicismo, y se convirtieron en los
países con los más altos grados de civismo, desarrollo
humano, escolaridad, calidad de vida e igualdad social
(Noruega, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Dinamarca,
Suiza, Japón, Corea, Singapur y otros).
20

La segunda parte del libro está dedicada a explicar


cómo se podría evitar este colapso, a través de una
solución oligárquica. Para él, lo que se necesitaba era la
formación de una “élite intelectual”, para recibir la
enseñanza tradicional, a través de una asimilación de las
doctrinas orientales, en caso de que no se pudieran
encontrar las formas occidentales, para empujar a
Occidente hacia la restauración de una civilización
tradicional.
Otro libro aún más importante para entender el
Tradicionalismo de Guénon es La Crise du Monde Moderne
(La Crisis del Mundo Moderno), de 1927. Este es su libro
más conocido y leído, ha sido reimpreso en varias
ocasiones desde su publicación inicial y es posible de ser
encontrado aún hoy. Mark Sedgwick lo consideró como la
obra maestra de Guénon. El libro es una mejora de Orient
et Occident con algunos cambios en terminología, estilo y
claridad.3Por ejemplo, en este libro se ha sustituido la
expresión “intelectualidad pura”, utilizada en Oriente y
Occidente, por “Ciencia Sagrada” (Sedgwick, 2004: 28).
En este libro, Guénon refuerza y profundiza su tesis
de un inminente colapso del mundo moderno: “... en otras
palabras, que es inminente una transformación más o
menos profunda, que inevitablemente debe producirse
pronto un cambio de orientación. (...) porque, para mí,
poniéndome en un punto de vista más general, es toda la
era moderna, en su conjunto, la que representa un período
de crisis para el mundo” (Guénon, 1927: 10). Luego dijo:
“Este fin ciertamente no es el fin del mundo, en el sentido
pleno en que algunos quisieran entenderlo, pero es por lo
menos el fin de un mundo; y lo que debe terminar es la
civilización occidental en su forma actual” (Guénon, 1927:
16). Han pasado cerca de cien años desde que Guénon
3
Cuando comparamos ambos libros, notamos que Orient et Occident presenta una redacción mucho más
confusa y con extensos párrafos de hasta tres páginas, lo que impide que el lector descanse con mayor
frecuencia.
21

predijo el final o la “transformación más o menos profunda y


un cambio de orientación” en el Mundo Moderno, pero
estos hechos no han ocurrido. Lo que sucedió fue todo lo
contrario, el Mundo Moderno se fortaleció desde entonces,
que soportó heroicamente oleadas de fuertes influencias
orientales y místicas, como el Movimiento de la
Contracultura y el Movimiento de la Nueva Era, en las
décadas de 1960, 1970 y 1980, y no se derrumbó. 4 Si el
Mundo Moderno estuviera realmente tan cerca de un
colapso civilizatorio, como insistía Guénon, no habría
resistido los movimientos anteriores, que proponían la
transformación hacia una mayor espiritualidad de
Occidente, con muchos elementos de la cultura y prácticas
tradicionales de Oriente, especialmente de India y China.
Este fue el momento en que se produjo la mayor
inmigración de gurús a Occidente.
Un rasgo presente con frecuencia en sus obras, tanto
en libros como en artículos, es la precariedad de la
documentación histórica, que, en ocasiones, se omite por
completo y, cuando se utiliza, se selecciona con aquellas
citas que solo sustentan sus teorías metafísicas. Por lo
tanto, sus libros y artículos contienen muy pocas citas de
trabajos de otros investigadores e historiadores, a veces
ninguna, por lo que nunca incluyen una bibliografía al final.
Nunca se citan los resultados de las exploraciones
arqueológicas, ya florecientes en su época, así como los
estudios históricos y lingüísticos, y cuando se citan es para
criticar su validez o señalar su inferioridad frente a las
enseñanzas de la Cultura Tradicional. Todo ello basado en
su idea de que el conocimiento material está por debajo y,
por tanto, subordinado al conocimiento metafísico. En fin,

4
La influencia oriental fue tan fuerte que incluso la banda de rock más popular de la época, los Beatles,
se involucró con el misticismo indio, cuando sus integrantes se convirtieron en discípulos del entonces
desconocido gurú Maharishi Mahesh Yogi, instructor de Meditación Trascendental, quien, tras
conocerse en India, se hizo mundialmente conocido y con un gran número de seguidores, lo que lo llevó
a mudarse a los EE. UU.
22

sus obras se dirigen a un público crédulo, que cree en la


primacía de la metafísica y acepta automáticamente la
subordinación de la ciencia. Con ello, conservadores de
distintas corrientes absorbieron sus ideas, en todo o en
parte, que, a su vez, naturalmente, estaban destinadas a
ser ignoradas por el mundo académico y, entre los más
depravados, fueran ridiculizadas por los escépticos.

La Infidelidad de la Tradición Hindú

La tradición depende necesariamente de la


transmisión, es decir, no hay tradición alguna sin
transmisión de una generación a otra, de ésta a la
siguiente, y así sucesivamente, hasta que una tradición
desaparece. En el pasado la transmisión de conocimientos
se hacía de forma oral, luego la forma escrita, hoy tenemos
la forma electrónica. Antes de los inventos electrónicos de
grabación de voz e imagen, la fidelidad de la transmisión
oral era casi imposible de verificar, ya que el evento no se
grababa, a diferencia de hoy, cuando tenemos
instrumentos para grabar la voz humana y la imagen. En el
caso de la cultura hindú, cuya primordialidad se destaca en
los libros de René Guénon, los primeros textos fueron
compuestos y transmitidos solo de forma oral en la
Antigüedad, solo después de algunos siglos estos textos
pasaron a forma escrita. Una indicación de que estos textos
antiguos fueron extraídos y memorizados de exposiciones
orales es la cantidad de pronombres que indican el uso de
signos por parte del hablante durante los diálogos,
especialmente en los Upanishads, como "esto", "eso",
"esta", “esa”, “aquellos”, “aquellas” etc., lo que se traduce
en falta de definición para los traductores actuales y en
discusiones entre intérpretes.
Por lo tanto, no es posible conocer con precisión el
grado de fidelidad o alteración en la transmisión oral de
23

este período. Lo que es posible conocer son sólo las


huellas sobrevivientes en las diferentes versiones escritas,
cuando del paso de estos textos a forma escrita. Es decir,
la cantidad de diferencias textuales y redaccionales, al
comparar las recensiones de un mismo texto, indica que, al
momento de la transcripción escrita, los textos ya diferían
por cambios u omisiones que ocurrieron durante el largo
período de transmisión oral, especialmente cuando
comparamos un mismo texto transmitido en diferentes
regiones y en diferentes momentos. Las diferencias pueden
estar en la extensión del texto, en la disposición de los
capítulos, en el orden de los párrafos o versos, en la
redacción, en la eufonía, en la métrica, en la mayor o
menor presencia de arcaísmos y en el estilo lingüístico.
Estas grandes cantidades de diferencias textuales
requieren la comparación previa de muchos manuscritos de
una misma obra, para encontrar el texto más cercano al
original, obviamente cuando no disponemos del manuscrito
autógrafo, para llegar a la edición crítica. Este trabajo se
conoce como Crítica Textual. Sin embargo, pocas obras del
hinduismo se han publicado a través de este proceso
previo de preparación crítica, comparando tantos
manuscritos como sea posible antes de editarlos. La
mayoría de las veces, la obra se publica utilizando un solo
manuscrito o unos pocos manuscritos. Entonces, cuando
se hace este extenso trabajo de comparación de muchos
manuscritos, antes de la publicación de la edición crítica,
surgen muchas sorpresas, pues se descubre que muchas
ediciones anteriores no corresponden a la versión más
cercana al probable texto original, o que esta versión es el
más alterada entre los manuscritos comparados (ver:
Olivelle, 1998b: xv-xix y Witzel, 2014: 56-62).
Para evitar que este estudio se haga demasiado
extenso, lo limitaremos a algunos puntos de la tradición
hindú, tan admirada por René Guénon. En la Antigüedad
24

Védica de la India, las diferentes revisiones de los textos


védicos llevaron a la formación de varias escuelas védicas
(shākhās). Así, en el Mahābhāshya de Patanjali se
menciona la existencia de 1.131 shākhās (escuelas
védicas) en el pasado, siendo 21 del Rig Veda, 101 del
Yajur Veda, 1000 del Sāma Veda y 9 del Atharva Veda.
Mientras que el Muktika Upanishad (I. 01.07-14) menciona
1.180 escuelas (shākhās) de la siguiente manera: “Los
Vedas se mencionan como cuatro en número, sus escuelas
(shākhās) son muchas. Así también los Upanishads. El Rig-
veda tiene 21 shākhās, el Yajur-veda 109 shākhās, el
Sāma Veda 1.000 y el Atharva Veda 50. En cada shākhā
hay un Upanishad” (Aiyar, 2003: 01 y 209). “El
Caranavyūha, un Parishita5 del Yajurveda, enumera cinco
escuelas (shākhās) del Rig Veda: Shākala, Bāskala,
Āshwalayana, Shankhāyana y Māndūkāyana. Otras fuentes
proporcionan un mayor número de escuelas rgvedicas. Son
siete según el Atharvaveda Parishita (Brereton, 2014: vol. I,
16).6
Sin embargo, de estas escuelas (shākhās), solo 13
Samhitās (colecciones de himnos) han sobrevivido hasta
nuestros días: 03 del Rig Veda (Shākala, Āshwalāyana y
Shānkhāyana, este último también llamado Kaushītaki), 705
del Yajur Veda (04 del el Yajur Veda Negro: Kathaka,
Kapisthala, Mantrāyaniya y Taittiriya y 01 del Yajur Veda
Blanco: Vājasaneyi), 03 del Sāma Veda (Ranayaniya,
Kauthuma y Jaiminiya) y 02 del Atharva Veda (Shaunaka y

5
Texto complementario al Samhitā (Colección de Himnos). Cada Veda tiene sus Parishitas, la cantidad
siempre está cambiando a medida que se descubren nuevos textos, la colección más numerosa de
Parishitas es el Atharvaveda con más de 70 Parishitas.
6
Véanse los esquemas con los nombres de los achāryas (maestros) de estas escuelas (shākhās)
mencionados en los Purānas en Chaubey, 2009: vol. I, 04-6.
7
B. B. Chaubey nos informó que “la tradición de recitar el Āshwalayana Samhitā se ha perdido por
completo y solo hay un pandit, en este momento, en la India, que puede recitarlo de la forma en que
podría haber sido recitado en el pasado. Sin embargo, con Kaushītaki (Shankhāyana) estamos en una
situación más afortunada ya que tenemos al menos tres pandits (...). Conocen bien la técnica tradicional
de la recitación y se saben de memoria un puñado de Sūktas y Mantras, aunque no todo el Samhitā de
memoria, sólo de lectura” (Chaubey, 2009: vol. I, VII).
25

Paippalada)8 (ver: Botelho : 2018: 02-3 ). El Āshwalayana


Samhitā del Rig Veda tiene 209 versos más que la
recensión Shākala Samhitā del Rig Veda (Chaubey, 2009:
vol. I, xi). S. W. Jamison y J. Brereton entendieron que las
pérdidas de algunas recensiones del Samhitā (colección de
himnos) del Rig Veda no representan tanto daño, debido a
las similitudes textuales entre ellas, por lo que “no hay
necesidad de lamentar la pérdida de estas recensiones.”
(Brereton, 2014: vol. I, 16).9
Sobre la propuesta de Guénon de que el Veda
encarna una sabiduría perpetua y se transmitió a través de
la Tradición Vedānta, preservando así la Tradición
Primordial, a continuación se encuentran las conclusiones
de algunos de los principales eruditos védicos del presente
y del pasado reciente sobre la transmisión del Veda hasta
nuestros días. Por ejemplo, Jan Gonda, en su obra de
referenciaChange and Continuity in Indian Religion,
concluyó exactamente lo contrario; “...a pesar del hecho de
que el estudio del Veda era un deber para todos los
hombres pertenecientes a las tres clases altas de la
sociedad, una comprensión adecuada de ese cuerpo de
literatura se perdió en un tiempo aún muy lejano, un estudio
filológico de la misma..., atrofiado en el transcurso del
tiempo, y las obras de los comentaristas medievales son,
en su esfuerzo por interpretar los textos antiguos formal y
materialmente, amplia evidencia de ignorancia y falsas
nociones, malinterpretando el significado de los textos y las
intenciones de sus autores, y dar explicaciones
anacrónicas, subjetivas o simbolizantes. Hay muchas
razones para argumentar que India tenía un conocimiento
muy incompleto e inadecuado del Veda antes de que fuera
8
Estos números eventualmente se modifican debido a nuevos descubrimientos de textos
supuestamente perdidos.
9
Para un estudio en profundidad de las seis Rgvedic Shākhās Samhitās (Colecciones de himnos de las
escuelas Rgvedic: Āśvalāyana Samhitā, Shākala Samhitā, Bahvrcha Samhitā, Māndūkeya Samhitā,
Bāshkara Samhitā y Shānkhāyana Samhitā), de los datos supervivientes, consulte: Chaubey, 2009: vol. 1,
01-146.
26

descubierto por la investigación europea” (Gonda, 1997:


09). Luego, a continuación, este autor pasó a señalar y
analizar decenas de cambios que tuvieron lugar desde el
período védico hasta el hinduismo tardío. Sobre todo,
comentarios críticos sobre las teorías planteadas para
explicar los numerosos cambios entre la antigua cultura
védica y el hinduismo, ya que los problemas a los que se
enfrenta el estudio de la historia de la India son mucho más
complicados de lo que suponen ciertos arqueólogos,
lingüistas e historiadores de las religiones,10 y que muchas
hipótesis basadas en una influencia predominante de un
sustrato permanente son simplistas y mal fundamentadas,
debido a las numerosas innovaciones.11
En cuanto a la costumbre de interpretar los
Upanishads sobre la base de los comentaristas medievales
(Shankarāchārya, Rāmanuja, Madhwāchārya, etc.), Michael
Witzel y Stephanie W. Jamison señalaron el siguiente
problema: “...el estudio de estos textos se ha basado en
gran medida en los comentarios muy tardíos de Shankara
(siglo VII e.c.) y otros. La época, el lugar y los antecedentes
culturales y religiosos de los comentaristas están tan
alejados de los autores de los Upanishads (c. 500 a.e.c.)
como lo están los lectores occidentales actuales de los
comentaristas de los Upanishads. Además, Shankara y los
otros escritores medievales de la Advaita tomaron los
antiguos Upanishads como un todo y los usaron como
soportes para la filosofía monista de su época” (Witzel,
1992: 26). Véanse las observaciones de Erich Frauwallner:
“Para comprender la filosofía de los Upanishads, no es
necesario, sobre todo, introducir en ellos cosas tardías.
10
Y más aún para especuladores delirantes como René Guénon y otros.
11
Dioses que han sobrevivido en la tradición hindú durante muchos siglos han sufrido tantos
sincretismos y tantas alteraciones que sus características iniciales a veces son casi irreconocibles. Este es
el caso del dios Shiva. Por lo tanto, para el desarrollo del concepto del dios hindú Shiva, desde lo Rudra
védico hasta conceptos más recientes, ver: The Concept of Rudra-Śiva Troungh the Ages (El Concepto de
Rudra-Śiva a través de las Tiempos) por Mahadev Chakravarti. Asimismo, para el desarrollo del concepto
de Īshwara (Dios Director) en el hinduismo, desde las primeras menciones en el Atharva Veda Samhitā,
ver: Gonda, 1997: 131-63.
27

Especialmente, no es necesario interpretarlos a través del


idealismo monista de Shankara, como ha hecho Deussen.
La doctrina de Shankara está separada de los antiguos
Upanishads por un período de más de mil años y se basa
completamente en otras presuposiciones y opiniones que
se crearon solo en el período de transición. Además, no
hay una filosofía uniforme y armoniosa en los Upanishads.
Sólo el último sistema Vedanta creó una unidad artificial.
Los Upanishads antiguos presentan solo una cantidad de
textos aislados, que fueron recitados individualmente como
textos independientes. Fueron transmitidos repetidamente
en diferentes contextos y esto demuestra su
independencia. La tarea que ahora enfrenta la ciencia es
comprender estas diferentes doctrinas en su originalidad,
ordenarlas y organizarlas, así como explicar sus orígenes y
desarrollo” (Frauwallner, 1997, vol. I: 358-9).
Además, no es exacto considerar que todo en el Veda
es una revelación primordial, como imaginó Guénon, ya
que actualmente estudios arqueológicos, lingüísticos e
históricos apuntan a que el Veda, de hecho, es un vástago
de la cultura y la religión indo-iraní, siendo esta última
también una rama de la cultura indoeuropea. S. W.
Jamison y J. Brereton han resumido claramente las
conclusiones actuales de los investigadores de que el
Rgveda "se encuentra al final de una larga tradición de
poesía de alabanza indo-iraní e indoeuropea, la mayor
parte de la cual se refleja en el Antiguo Avestian Gāthās
atribuido a Zaratustra". Y más adelante, “El Rgveda es
parte de una larga tradición de poesía de alabanza
indoeuropea, que se remonta al período indoiranio con
raíces en el período indoeuropeo. El Rgveda es solo la
superficie de una tradición muy profunda” (Brereton, 2014:
04-5). Abundantes estudios lingüísticos e históricos han
demostrado que la cultura védica fue traída al continente
indio por los arios, un pueblo derivado del pueblo
28

indoeuropeo, que se trasladó hacia Asia Central, y algunos


grupos emigraron posteriormente a Irán y a la India. El
Rgveda narra las batallas entre estos invasores arios,
representados principalmente por el dios ario Indra, con los
nativos Dasas y Dayus (para más detalles ver: Keith, 1989:
parte I, 32-6; Erdosy, 1997; Brereton, 2014: Introducción y
Witzel, 2001 y 2014). Ahora bien, en cambio, si todo lo que
es innovación es degeneración, como enseñó Guénon que
la innovación o el progreso es una degeneración de una
tradición, entonces el Veda fue ciertamente una innovación
en relación con la religión indo-iraní, por lo tanto una
degeneración; del mismo modo, la religión indo-iraní fue
una innovación en relación a la religión indoeuropea, por lo
tanto también una degeneración de la misma y, también, la
religión indoeuropea pudo ser una innovación en relación a
la religión de algunos pueblos ante ella, por tanto también
una degeneración, así como la religión de este pueblo
anterior podría ser una innovación de la religión de un
pueblo de la humanidad primitiva, por tanto también una
degeneración y así ad infinitum, en fin, nunca sabremos
cual es la tradición primordial.

La Infidelidad de la Transmisión Textual y Redaccional

Este es un hecho frecuente en los textos antiguos de


casi todas las tradiciones. Sin embargo, aquí nos
limitaremos a algunos ejemplos de diferencias textuales y
redaccionales en la transmisión de textos de la tradición
hindú, por la que Guénon cultivó una gran admiración y la
señaló como conservadora de la Tradición Primordial.
Porque, a medida que surgen diferencias en la transmisión,
aparecen diferentes recensiones o versiones del mismo
texto. En ocasiones, dos recensiones de un mismo texto
son tan diferentes que incluso parecen dos composiciones
29

diferentes, que los investigadores prefieren en ocasiones


denominar versiones de una misma obra.
Además, a veces se cita el mismo versículo en
diferentes textos, pero con diferencias en la redacción. Dr.
S. R. Sehgal señaló, en la introducción a la traducción al
inglés de Ralph T. H. Griffith del Atharvaveda, edición de
1985, la falibilidad de la tradición védica de la siguiente
manera: "Estudios críticos han confirmado la opinión de
que la tradición védica no es infalible, aunque está
protegida por las ayudas tales como swara, 12 padapātha,13
kramapātha,14 etc. Ella (la tradición védica) ha sido
afectada y todavía ha sido comentada perversamente por
los comentaristas. La recitación de Padapātha, que tiene un
doble propósito, a saber, pureza y exposición, ha sufrido
(alteraciones) hasta cierto punto en el curso de la tradición
oral. Las fallas de memoria han causado variaciones”
(Griffith, 1985: vol. I, xxviii-xxix). Luego mostró algunos
ejemplos de diferencias en la redacción del mismo verso en
diferentes obras védicas. Mencionaremos aquí solo un
ejemplo de S. R. Sehgal: el verso I.115.01 del Rg Veda se
repite en las dos recensiones del Atharva Veda (Shaunaka
y Paippalāda), mientras que en la recensión Shaunaka
XII.02.35 hay una diferencia redaccional en la primera
palabra del tercer pāda. La repetición del mismo verso en
diferentes obras es un hecho común en la literatura védica,
así como en la literatura hindú en general, y el verso a
veces se reproduce con cambios textuales o redacciónales,
así como con omisiones y adiciones.
Estas diferencias pueden haber surgido durante el
período de transmisión oral, cuando ocurrían errores en la
recitación, debido a fallas de memoria, y luego estas
diferencias textuales y redacciónales se registraban por
12
Acentuación.
13
Recitación sin el uso de reglas eufónicas de enlace entre palabras (reglas de sandhi).
14
Recitación de versos védicos a través de pares de palabras en el orden en que están en el verso, con el
objetivo de aumentar la memorización.
30

escrito. Además, puede haber habido cambios voluntarios


debido a preferencias ideológicas. S. R. Sehgal también
proporcionó una tabla completa que compara los diferentes
órdenes de capítulos, himnos y versos en las recensiones
Shaunaka y Paippalāda del Atharva Veda (Griffith, 1985:
vol. I, 408-24). En cuanto a las modificaciones de un texto a
otro, J. Brereton y S. W. Jamison observaron: “En los
himnos rgvédicos, que también aparecen en el Atharva
Veda, este último muestra con frecuencia un orden
diferente en los versos, y tanto en las versiones
samavédica como en la atharvavédica puede haber
diferencias en la redacción y en las formas gramaticales.
En estos casos, con pocas o ninguna excepción, la versión
Rgvédica del himno es la más antigua y las versiones de
los demás Vedas son modificaciones” (Brereton, 2014:
18).15
Asimismo, no menos divergentes en textos, redacción,
gramática, métrica e interpretaciones son los Upanishads,
textos que son fuentes del sistema Vedānta. Las variantes
han aumentado con el tiempo que incluso un Upanishad
muy corto, como el Īshāvasya Upanishad, con solo 18
versos, según las recensiones Kānva16 y Mādhyandina,
muestra diferencias en la disposición del orden de los
versos, la redacción y el número de versos (la recensión de
Madhwāchārya tiene 20 versos en lugar de 18 de las
recensiones de Kānva y Mādhyandina), al comparar una
recensión con la otra. Hasta el momento ha sido posible
encontrar cuatro revisiones: Kānva, Mādhyandina, la de
Madhwāchārya y la de Suddha Dharma Mandalam. Las
recensiones de Kānva y Mādhyandina coinciden en orden
de verso solo hasta el verso 08, la de Madhwāchārya
coincide con Kānva hasta el verso 16 y la de Suddha
15
Para conocer las diferencias textuales entre las recensiones de Shānaka y Āshwalayana del Rg Veda,
véase Chaubey, 2009: vol. I, XI-XVI y para los nombres de los achāryas (maestros) de los Rgvedic shākhās
mencionados en los Purānas, véanse los esquemas en las páginas 04-06 de este mismo libro.
16
Esta fue la recensión comentada por Adi Shankaracharya.
31

Dharma Mandalam coincide solo con Kānva en los versos


01, 02, 15, 16, 17 y 18.17 Además, las recensiones Kānva y
Mādhyandina presentan diferencias redaccionales
considerables, así como algunos problemas de métrica y
errores gramaticales (para conocer estas diferencias
textuales y estos errores redaccionales, ver: Vadekar,
1958: Vol. I, 01-5; Olivelle, 1998b: 611 -3 y Botelho: 2022:
51s).
Cuando nos dirigimos a los textos más largos de los
Upanishads, obviamente, las diferencias textuales entre las
recensiones aumentan. Un Upanishad largo, como el
Brhadāranyaka Upanishad, también preservado en las
recensiones de Kānva y Mādhyandina, tiene muchas
variaciones en el orden de las secciones, capítulos y
párrafos. Patrick Olivelle preparó y publicó una tabla
comparativa completa de los arreglos en el orden de las
secciones, capítulos y párrafos entre las recensiones de
Kānva, Mādhyandina y Shatapatha Brāhmana, de lo cual el
Brihadāranyaka Upanishad es la parte final, así como una
larga sección de notas, con 45 páginas, sobre las
diferencias textuales, redaccionales, gramaticales,
eufónicas y métricas entre las dos recensiones (Olivelle,
1998b: 33-5 y 487-532). La sección de notas sobre los 12
Upanishads editados y traducidos por él suma 167 páginas,
lo que demuestra la gran cantidad de variantes textuales,
redaccionales, gramaticales, eufónicas y métricas que se
acontecen en los Upanishads Mayores, lo que demuestra
que la transmisión tradicional no es tan fiel como muchos
acreditan. En las notas, él señaló y comentó, entre muchas
otras observaciones, las enmiendas redaccionales
realizadas por editores occidentales en un intento de
corregir los pasajes redactados incorrectamente en los
Upanishads. Afirmó que no le parece correcto corregir
17
Consultar el cuadro comparativo del orden de los versos entre estas cuatro recensiones en: Botelho,
2022: 38-9.
32

estas irregularidades en la edición del texto, como hicieron


algunos editores occidentales, especialmente Otto
Böhthingk, sino solo mantener la redacción tradicional y
señalar los defectos en las notas al pie (para más detalles,
ver : Olivelle, 1998a), confirmando así, una vez más, que
los cambios existen y abundan. Estos son algunos
ejemplos de infidelidad textual y redaccional en la
transmisión de textos védicos, lejos de ser todos los casos,
aquí solo se mencionan algunos ejemplos.

Las Diferencias en la Exégesis

Más problemáticas que las variantes en la transmisión


textual y redaccional son las divergencias en las
interpretaciones, ya que cada corriente pretende ser
heredera de la tradición original, lo que nos imposibilita
identificar cuál es la verdadera. Señalar todas las
diferencias interpretativas en el hinduismo sería un trabajo
monstruoso, por lo que aquí se mostrará solo un ejemplo
de una tradición a la que Guénon era tan aficionado,
Vedānta, con su texto fuente, los Brahma Sūtras.
Debido a su admiración, Guénon valorizó la tradición
monista de Vedānta (Adwaita Vedānta) como la corriente
principal entre todas las tradiciones vedantinas, para él
Adwaita Vedānta era la Vedānta por excelencia (Guénon,
1945 y 2001). En términos más generales, la corriente
Adwaita es solo una entre muchas otras tradiciones
vedantinas, cuya fuente textual también se encuentra en
los Brahma Sūtras (también conocidos como Vedānta
Sūtras) escritos por Bādarāyana (fechas en disputa). Vea a
continuación la lista de los principales comentaristas
clásicos del Brahma Sūtras y fundadores de corrientes
interpretativas dela Vedānta con los nombres de sus
respectivas interpretaciones teológicas:
1.Shankarācharya (788-820 e.c.) Nirvisheshādwaita
33

2.Bhāskara (1000 e.c.) Bhedābheda


3.Yādavaprakasha (1000 e.c.) Bhedābheda
4.Rāmanuja (1140 d.C.) Vishishtādwaita
5.Madhwācharya (1238 e.c.) Dwaita
6.Nimbārka (1250 e.c.) Dwaitādwaita
7.Shrikantha (1270 e.c.) Shaivavishistādwaita
8.Shrīpati (1400 e.c.) Bhedābhedātmakavishistādwaita
9.Vallabha (1479-1544 e.c.) Shuddhādwaita
10.Shuka (1550 e.c.) Bhedavāda
11.Vijnānabhikshu (1600 e.c.) Ātmabrahmaikyabhedavāda
12.Baladeva (1725 e.c.) Chintyabhedābheda.18
Por lo tanto, la corriente Adwaita de Adi
Shankaracharya es solo una entre otras corrientes
vedantinas.

Coincidencias y Divergencias en las Traducciones

De la misma manera, todo traductor religioso piensa


que su traducción es la más cercana al original. A veces, la
traducción del mismo versículo o del mismo párrafo de la
misma obra es tan diferente de la traducción de otro
traductor que parece como si se hubieran traducido de
versículos diferentes. Los textos hindúes con las
traducciones más divergentes son los Vedas. Es muy difícil
encontrar una traducción de un verso del Rg Veda, para
lenguas contemporáneas, que coincida entre sí, por lo que
algunos investigadores afirman que los Vedas son
intraducibles, ya que no es posible identificar el significado
que aquellos antiguos compositores poetas tenían en
mente en el momento de la composición. Vea a
continuación las traducciones de los tres versos, elegidos al

18
Para estudios sobre cada uno de estos comentarios clásicos y cada una de estas interpretaciones
teológicas de los Brahma Sūtras, consulte los estudios de Ghate, 1926; Radhakrishnan, 1960; Sharma,
1971, 1974; 1978 y Hirst, 2006. Además de estos se pueden incluir los numerosos comentarios recientes
en inglés de autores contemporáneos.
34

azar, del himno X.12 del Rg Veda, y compare las


coincidencias y divergencias:
Texto Devanāgarī:
ऋतंचसत्यंचाभीद्धॎत्तपसोऽध्यजायत्।
ततोरात्र्यजायतततःसमुद्रोअर्णवः॥१॥
समुद्रादर्णवादधिसंवत्सरोअजायत।
अहोरात्राणिविदधद्विश्वस्यमिषतोवशी॥२॥
सूर्यचन्द्रमसौधातायथापूर्वमकल्पयत्।
दिवंचपृथिवींचान्तरिक्षमथोस्वः॥३॥

Transcripción:
1.Rtam cha satyam chābhīddhātat tapasoadhyajāyat
Tato rātryajāyata tatah samudroarnavah
2. Samudrādarnavādadhi samvatsaro ajāyata
Ahorātrāni vidadhadwishwasya mishato vashī
3. Sūryachandramasau dhātā yathāpūrvamakalpayat
Divam cha prthivīm chāntarikshamatho swah

La traducción de H. H. Wilson (1850):


1. La verdad (del pensamiento) y la veracidad (de la
palabra) nacieron de ardua penitencia, de ahí se engendró
la noche, de ahí también el océano de aguas.
2. Del océano de aguas se produjo entonces el año,
ordenando las noches y los días, el regente de cada
momento.
3.Dhatri al principio creó el sol y la luna, el cielo, la tierra, el
firmamento y el feliz (cielo) (Wilson, 1990: vol. VI, 518-9). .

Traducción de Ralph TH Griffith (1896):


1. Del fervor elevado a su altura, nacieron la Ley Eterna y la
Verdad. De ahí se produjo la noche, y de ahí surgió el
furioso diluvio del mar.
2. A partir del mismo diluvio del mar revuelto, se produjo a
continuación el Año. Ordenador de los días y de las
noches, Señor de todos los que cierran los ojos.
35

3. Dhātar, el gran Creador, formó entonces el Sol y la Luna


en el debido orden. Formó en orden el Cielo y la Tierra, las
regiones del aire y de la luz. (Griffith, 2018: 984).

Traducción de Wendy Doniger (1981):


1. El Orden y la Verdad nacieron del calor cuando él se
levantó. De él nació la noche, de este calor nació el océano
revuelto.
2. Del océano revuelto nació el año, que dispuso los días y
las noches, gobernando todo lo que pestañea.
3. El Organizador colocó en su debido lugar el sol y la luna,
el cielo y la tierra, el reino medio del espacio y finalmente la
luz del sol (Doniger, 1981: 34).

Traducción de Stephanie W. Jamison y Joel P. Brereton


(2014):
1. Tanto la verdad como la realidad nacieron del calor
cuando se encendió. De esto nació la noche, y de esto, el
mar ondulante.
2. Del mar ondulante nació el año, que reparte los días y
las noches y ejerce su voluntad sobre todo lo que parpadea
(mortales).
3. El Ordenador dispuso, según sus propias órdenes, el sol
y la luna, el cielo y la tierra, el espacio medio y la luz del sol
(Brereton, 2014: 1660).
A continuación se encuentran las traducciones de
algunas palabras importantes, es decir, cómo cada
traductor tradujo el mismo término o la misma expresión:

ऋत – Rta
H. H. Wilson: “La verdad del pensamiento”
Ralph T. H. Griffith: “Ley eterna”
Wendy Doniger: “Orden”
S. Jamison y Joel Brereton: “verdad”
36

सत्य – Satya
H.H. Wilson: “veracidad del discurso”
RTH Griffith: “verdad”
W. Doniger: “verdad”
S. Jamison y J. Brereton: “realidad”

तपस् - Tapas
H. H. Wilson: “Dura penitencia”
R. T. H. Griffith: “Fervor”
W. Doniger: “calor”
S. Jamison y J. Brereton: “calor”

समुद्रोअर्णवः – samudro arnavah


H. H. Wilson: “océano de aguas”
R. T. H. Griffith: "Inundación de mar revuelto"
W. Doniger: “océano revuelto”
S. Jamison y J. Brereton: “mar ondulante”

मिषतोवशी – mishato vashi


H.H. Wilson: “gobernante de cada momento”
R. T. H. Griffith; “Señor de todo lo que cierra sus ojos”
W. Doniger; “gobernando sobre todo lo que pestañea”
S. Jamison y J. Brereton: “voluntad sobre todo lo que
parpadea”

धाता – Dhatā
H. H. Wilson: “Dhatri”
R. T. H. Griffith: “el gran Creador”
W. Doniger: “Organizador”
S. Jamison y J. Brereton: “Ordenador”

अन्तरिक्ष – antariksha
H. H. Wilson: “firmamento”
R.T. H. Griffith: “regiones aéreas”
W. Doniger: “reino medio del espacio”
37

S. Jamison y J. Brereton” “espacio medio”

Vea también a continuación cómo las 13 traducciones


del primer verso del Īshāvasya Upanishad pueden coincidir
o diferir de un traductor a otro:

Texto Devanāgarī:
ईशावास्यमिदंसर्वंयत्किंचजगत्यांजगत्।
तेनत्यक्ते नभुञ्जीथामागृधःकस्यस्विद्धनम्॥१॥

Transcripción:
Îshāvāsyamidam sarvam / yatkincha jagatyām jagat /
tena tyaktena bhunjīthā / mā grdhah kasya swiddhanam //
01 //

Traducciones:
“Todo este mundo debe ser envuelto por el Señor,
cualquiera que sea el ser viviente que haya en el mundo.
Así que debes comer lo que ha sido abandonado; y no
codicies la riqueza de nadie.” (Patricio Olivelle)
“Todo esto, todo lo que se mueve sobre la tierra, debe estar
ocultado en el Señor. Cuando hayas renunciado a todo
esto, entonces podrás disfrutar. No codicies las riquezas de
nadie.” (F. Max Müller)
“Todo este universo está impregnado por el Señor Hari. Él
(el universo) también depende de la naturaleza primordial
que, a su vez, también está impregnada por Él (Hari). Sólo
Él (Hari) es independiente. Por eso, disfruta de todo lo que
Él te ha dado y no busques riquezas de ninguna otra
fuente”. (Shrisha Rao)
“Absorbed este universo en Dios y en todo lo que vive en la
tierra. El que renuncia, disfruta de verdad. No desees los
bienes de los demás.” (Paul Deussen)
“Todo esto, todo lo que existe en este universo, debe ser
cubierto por el Señor. Protéjase el Sí mismo mediante la
38

renuncia. No desees el bien a ningún hombre. (Swami


Nikhilananda)
“Todo esto es para la morada del Señor, todo lo que es
universo individual de movimiento en movimiento universal.
Con esta renuncia debes gozar, no desees la posesión de
ningún hombre.” (Sri Aurobindo)
“Todo lo que es cambiante en este mundo efímero, todo
esto debe ser envuelto por el Señor. Con esta renuncia (al
mundo), sosténganse. No codicies la riqueza de nadie".
(Swami Sarvananda A).
“Todo lo que es cambiante en este mundo efímero, todo
esto debe verse como impregnado por el Señor. Así que
disfruta del mundo después de renunciar al deseo de estas
cosas efímeras. No codicies las posesiones.” (Swami
Sarvananda B)
“He aquí el universo en la gloria de Dios, y todo lo que vive
y se mueve sobre la tierra. Abandonando lo transitorio,
encuentra la alegría en el Eterno, no pongas tu corazón en
las posesiones del otro”. (Juan Mascaró)
“Todo esto debe ser envuelto por el Señor (Īshā). Todo lo
que se mueve en el mundo móvil. Con esta renuncia,
debes disfrutar. No codicies la riqueza de nadie en
absoluto.” (R. E. Hume)
“Todo este mundo, y lo que es lo más pequeño de este
mundo, lo que lo sostiene y sostiene, es decir, el Atman;
son Brahman en asociación con su Shakti (manifestado) o
Brahma Shakti misma. Ignorando esta verdad, no os
comprometáis en acciones por placeres mundanos; busca
sinceramente las bienaventuranzas brahmánicas, rechaza
la riqueza obtenida con el sudor”. (Sri Janardana)
“Todo esto está impregnado por el Señor, todo lo que es
móvil e inmóvil en este mundo. Con tal renuncia disfruta (o
protege). No codicies la riqueza de nadie". (Swami
Krishnananda)
39

“El Señor está situado en el corazón de todos. El Señor es


la realidad última. Siente alegría en él a través de la
renuncia. No codicies. Todo pertenece al Señor”. (Eknath
Easwaran)
“Todo esto está habitado por Dios, todo lo que se mueve
aquí en este universo en movimiento. Por lo tanto, sólo a
través de la renuncia disfruta de todas las cosas. No
codicies lo que es de los demás.” (V. Jayaram)
“Todo esto, todo lo que se mueve en la tierra, debe estar
involucrado por el Señor. Con esta renuncia, diviértete. No
codicies la riqueza de nadie". (Ralph T. H. Griffith).19
La razón de estas diferencias en las traducciones
radica en la atribución de diferentes significados por parte
de los traductores, ya que el significado original en el
momento de la composición de la obra ya no es posible
identificarlo, ni señalarlo en medio de tantos significados en
traducciones diferentes. Todo traductor y todo intérprete
confesional afirman que su traducción o interpretación es la
original. El propio Guénon escogió sus significados y luego
interpretó los textos sagrados de acuerdo con la
interpretación que encajaba con sus ideas metafísicas o
sus teorías comparativas. Esta dispersión interpretativa es
un ejemplo más de cómo la tradición no es capaz de
conservar fielmente la originalidad.
Los pocos ejemplos anteriores se limitaron a mostrar
la infidelidad tradicional en las transmisiones textuales,
redaccionales, exegéticas y en las traducciones, hay
cientos de otros casos. Hubo una falta de tratamiento sobre
las evoluciones en los conceptos religiosos entre las
diferentes corrientes del hinduismo, ocurridas a lo largo de
los siglos. Son tantos que Jan Gonda necesitó un libro de
480 páginas, Change and Continuity in Indian Religion
(Cambio y Continuidad en la Religión India), para cubrir
19
Para un estudio comparativo completo de las traducciones contemporáneas del texto completo del
Īshāvasya Upanishad, ver: Botelho, 2022: 51-67.
40

solo algunos de forma breve. Por lo tanto, recomiendo leer


este libro como un comienzo de investigación.
Cuando ahondamos más y, por tanto, encontramos la
enorme cantidad de ejemplos de corrupción en la
transmisión tradicional, ocurridos en la religión hindú, que
pueden haber ocurrido con muchas otras tradiciones, se
hace difícil creer en la teoría, sin sustento documental y sin
prueba concreta, de la transmisión inmutable de una
Tradición Primordial, durante tantos siglos hasta hoy,
predicada por René Guénon. Por eso le disgustaba el
método histórico. Lo que sucedió después de la muerte de
Guénon fue que, cada vez más, en los años siguientes, los
estudios de historia, lingüística, evolución iconográfica, así
como la crítica textual, la arqueología, la filología y otras
disciplinas históricas, pudieron demostrar,
independientemente de la prédica de los adeptos, la
infidelidad de la transmisión tradicional, a través de
investigaciones bien documentadas, mientras que la
documentación de Guénon sobre este tema es muy pobre
y, en muchos casos, ni siquiera existe (para más detalles,
véase Witzel, 2014): 56-69).

El Desarrollo de un Mito a partir de una Narrativa


Seminal

Los mitos son como las criaturas: se generan, nacen,


crecen, llegan a la edad adulta y mueren, es decir, se
transforman durante su vida. Más aún, cuando se
desarrollan en diferentes ambientes, asumen
características diferentes, por lo que las criaturas no son
exactamente iguales. Asimismo, el mismo mito conservado
en una tradición no es estrictamente el mismo mito, cuando
se conserva en otra tradición, se producen cambios y
omisiones. Por regla general, los mitos y leyendas se
desarrollan a medida que se transmiten oralmente y, aun
41

después de ser registrados en manuscritos, continúan


sufriendo ligeras alteraciones. Y los mitos hindúes no son
una excepción. La principal evidencia de que ocurrieron
cambios en la transmisión de los mitos antiguos es la
diferencia en los relatos, cuando estos pasaron a forma
escrita. Al compararlos, los mitos registrados por escrito
muestran importantes divergencias al comparar diferentes
manuscritos o textos impresos. No es posible tratar aquí
todos estos casos, nos ocuparemos de un solo ejemplo, el
mito del Diluvio en el hinduismo.
Al igual que otros pueblos antiguos, los hindúes
también tienen un mito del Diluvio (जलप्लावन -
jalaplāvana).20Esto surgió de una breve narración seminal,
luego fue aumentada y embellecida por otras narraciones
registradas en el Mahābhārata y los Purānas. De todas las
narraciones, ninguna es más significativa que aquella en la
que el dios Vishnu se encarna en forma de pez
Matsyāvatāra (मत्स्यावतार) para salvar al rey Manu (मनु), los
Vedas21 y los Siete Sabios (सप्तर्षिस्). Los textos que narran
este mito son: el Shatapatha Brāhmana I.08.01, el
Mahābhārata III.185 (Edición Crítica), Bhāgavata Purāna
VIII.24, Agni Purāna cap. 02, Matsya Purana cap. 01 y el
tardío y sospechoso Bhavisya Purāna III.01.04.47-57.
Cronológicamente, la narración más antigua y fundamental
es la registrada en Shatapatha Brāhmana I.08.01, cuyo
mito central existía antes de su desarrollo y
embellecimiento por parte de otras tradiciones.
La semilla central del mito es la siguiente:
“Por la mañana, trajeron agua para que Manu se lavara,
como acostumbran a traer agua para lavarse las manos.
Cuando se estaba lavando, apareció un pez en sus manos”
(verso 01).
20
Palabra compuesta que combina los términos जल (jala - agua) y प्लावन - (plāvana - inundación), por
lo tanto literalmente: inundación de agua.
21
Robados por el demonio Hayagrīva, de la boca del dios Brahmā, mientras este último dormía
(Bhāgavata Purāna VIII.24.08).
42

“Él (el pez) le dijo estas palabras: ‘Cuídame, yo te salvaré.


‘¿De qué me salvarás?’ (preguntó Manu).22'Un diluvio
destruirá a todas estas criaturas, de las cuales te salvaré'
(dijo el pez). ‘¿Cómo debo cuidarte?’ (le preguntó Manu)”
(verso 02).
“El pez dijo: ‘Mientras somos pequeños, hay una gran
destrucción para nosotros (el pez pequeño): el pez devora
al pez. Primero me guardarás en un frasco. Cuando crezca,
cavarás un pozo y me mantendrás en él. Cuando crezca,
me llevarás al mar, porque entonces estaré más allá de la
destrucción (de ser devorado)" (verso 03).
“Él (el pez) pronto se convirtió en un gran pez, el más
grande de todos los peces. Luego dijo: 'En tal o cual año,
vendrá un diluvio. Debes escucharme (a mi consejo)
preparando un barco; y cuando venga el Diluvio, debéis
entrar en lo barco y yo lo salvaré de él” (verso 04).
“Después que él (Manu) hubo cuidado de él (el pez) de esa
manera, él (Manu) lo llevó al mar. Y en el mismo año que el
pez le había designado, escuchó el consejo del pez
preparando un barco, y cuando vino el diluvio, entró en lo
barco. Entonces el pez nadó hacia él y en su cuerno 23 ató
la cuerda de lo barco, y así llegó rápidamente a la
maravillosa montaña del norte” (versículo 05).
“Él (el pez) entonces dijo: ‘Yo te salvé. Amarra el barco al
árbol, pero no dejes que la agua lo suelte, mientras estés
en la montaña. Cuando la agua baja, debes ir bajando poco
a poco. En consecuencia, descendió gradualmente y, por lo
tanto, esa ladera norte de la montaña se llama 'descenso
de Manu'. Entonces la inundación arrasó con todas estas
criaturas, y sólo quedó allí Manu” (verso 06 – Eggeling,
1993: parte I, 216-7 y Dikshitar, 1935: 01-3).
22
Los paréntesis no están en la traducción al inglés de Julius Eggeling, se introdujeron aquí para la mejor
comprensión del lector.
23
En este caso, el pez tenía cuerno. El Agni Purana II.15 informa que el cuerno del pez tenía un millón de
yojanas de largo, es decir, el equivalente a 12 millones de km. Este tamaño de cuerno corresponde a 31
veces la distancia de la Tierra a la Luna (384.000 km), o aproximadamente 1/5 de la distancia al planeta
Marte, dependiendo de sus órbitas más cercanas (aproximadamente 63 millones de km).
43

La secuencia trata sobre los descendientes de Manu.


Si Manu hubiera residido en cuevas en las entrañas de la
Tierra, como la identificación de Manu con el Rey del
Mundo, sugerida por Guénon, no habría sobrevivido a la
inundación, ya que las cuevas se habrían inundado.
En orden cronológico, el primer texto que elabora una
narrativa ampliada a partir del relato seminal de la tradición
Shatapatha Brāhmana es el capítulo 185 de Vana Parva
del Mahābhārata (Edición Crítica). En este texto se alaba a
Manu como rey, el tigre entre los hombres, un gran vidente
de gran fuerza (III.185.01-5). Nótese lo que practicó para
llegar a esta etapa: “Este señor de los hombres (Manu)
practicó severas y grandes mortificaciones en el bosque de
Vishālā, mientras permanecía erguido, sobre un pie, con
los brazos levantados. Con la cabeza inclinada y los ojos
sin pestañear, practicó austeridades impresionantes
durante diez mil años”24 (Mahābhārata, III.185.01-5 – van
Buitenen, 1975: 583). Así pues, estas fueron las prácticas
de preparación del legislador del hinduismo, tan venerado
por los hindúes y alabado por Guénon como el Legislador
Primordial y Universal, el Principio, la Inteligencia Cósmica
y la Luz Espiritual. Si fuera un hecho y no un mito, una
preparación tan irracional, como estas austeridades físicas,
solo podrían resultar en esa legislación tan discriminatoria,
xenófoba y prejuiciosa del Manusmrti (Código de Manu).
Esto hace que para muchos sea imposible creer en la
existencia de una “Inteligencia Cósmica”, y si existe, ¿cómo
podría ser tan pequeña como para producir una legislación
tan étnica y provinciana?
A diferencia del relato del Shatapatha, en esta versión
del mito el pez (matsya) apareció nadando hasta la orilla
del río Vīrini para encontrarse con el rey Manu, quien en
ese momento practicaba austeridades. Esta narración del
24
Y para agregar a la severidad, el Bhāgavata Purāna VIII.24.10 informa que durante las austeridades
sobrevivió solo con el consumo de agua.
44

Diluvio en la epopeya amplía ligeramente la narración de


Shatapatha. Los fragmentos comunes varían en algunos
pequeños detalles. Por ejemplo, en Shatapatha, lo barco es
atado a un árbol en la montaña del norte, mientras que en
Mahābhārata, lo barco es atado a la cima del Himalaya. Por
lo tanto, la ladera de la montaña del norte, donde ancló la
embarcación, pasó a llamarse el Descenso del Manu
(Shatapatha Brāhmana, I.08.01.06 – Eggeling, 1993, parte
I, 218); mientras que, en el relato del Mahābhārata, el pico
más alto del Himalaya se denomina “el Amarradero”
(Mahābhārata, III.185.45-50 – Van Buitenen, 1975: 585).
También es muy significativo para las tradiciones religiosas
el hecho de que en el Shatapatha no se menciona de qué
dios era la encarnación el pez, mientras que en el
Mahābhārata (III.185.45-50) el pez afirma que es el dios
Brahmā (Señor de las Criaturas), mientras que en los
Purānas se señala al pez (Matsya) como la encarnación del
dios Vishnu (Matsyāvatāra).
Existen las siguientes divergencias geográficas en los
relatos. En las narraciones anteriores de Shatapatha y
Mahābhārata, el rey Manu y los eventos de la inundación
tienen lugar en la región del Himalaya en el norte de la
India; en el Bhāgavata Purāna (VIII.24.13) y en el Agni
Purāna (II.4-5), los hechos tienen lugar a orillas del río
Krtamālā25en el estado de Tamil Nadu en el sur de la India;
mientras que en Matsya Purana (I.10) los hechos tienen
lugar alrededor de la montaña Malaya en el estado de
Kerala, al sur de la India.
El relato del diluvio en el fraudulento Bhavishya 26
Purana es una adaptación hindú del Diluvio Bíblico. La
adaptación comienza incluso en el período de la creación
25
G. V. Tagare informó en una nota que el río Krtamālā actualmente corresponde al río Vaigai, en el
estado de Tamil Nadu, al sur de la India (Tagare, 1987: part III, 1118n), tiene 258 km de largo, nace en la
montaña Malaya y atraviesa la sagrada ciudad de Madurai.
26
भविष्य - Bhavishya significa futuro, por lo tanto: Purāna del Futuro, aunque los Purānas son
narraciones de mitos y eventos del pasado. Algunos autores la tradujeron paradójicamente como
“Historia del Futuro”.
45

de la humanidad con la pareja Adán y Eva. El primero se


llama Adama y el segundo Havyavati. La pareja es
engañada por la serpiente demoníaca Kalipurusha y come
el fruto del árbol pecaminoso. Adama (Adán) vivió 930
años, su hijo se llamó Shwetamana. En lugar de Elohim y
Jehová en la primera y segunda narración de la creación en
Génesis respectivamente, el dios de la creación es Vishnu.
Noé es conocido como Nyūha (नयूह) en el Bhavishya
Purāna y gobernó durante 500 años. Tuvo tres hijos: Sima,
Sama y Bhava. El dios Vishnu se le apareció en un sueño y
le informó de un diluvio inminente, pidiéndole que
construyera un gran barco. La lluvia de la inundación fue
enviada por Indra (dios védico) a través de su devastadora
nube Sambartaka. Solo las regiones de Vishālā (región
mítica de Jambūdwīpa) y Badarikashrama (en el Himalaya)
no se inundaron. El rey Nyūha (Noé) y su familia se
salvaron y todo lo demás fue destruido. Finalmente, en
lugar de desarrollar la narrativa seminal hindú del diluvio ya
existente, como hicieron los otros Puranas, el Bhavishya
Purana prefirió adaptar la narrativa bíblica del Diluvio a un
contexto hindú, lo que la convirtió en una narrativa aún más
alejada de la narrativa seminal de lo Shatapatha Brahmana.
De todas las narraciones hindús del diluvio, la más
extensa es la del Bhāgavata Purāna. Agrega algunos
detalles con respecto a las narraciones anteriores. Agrega,
por ejemplo, el episodio del demonio Hayagrīva, que robó
los Vedas, que inconscientemente habían escapado de la
boca del dios Brahmā, mientras éste dormía bajo la
influencia del Tiempo y deseaba acostarse (VIII.24.08 –
Tagare , 1987: parte III, 1117). En Shatapatha Brāhmana
I.08.01.05 y Mahābhārata III.185.30-35, es Manu quien
construye el gran barco para sobrevivir a la inundación,
mientras que en Bhāgavata VIII.24.33 el gran barco lo
proporciona el Pez (Matsyāvatāra) ya construido. Además,
en los dos primeros textos, lo barco es atado con una
46

cuerda a la montaña del Himalaya, mientras que en el


Bhāgavata VIII.24.36 y en el Agni Purāna II.13, l barco es
atado con la gran serpiente Vāsuki, como una cuerda. De
todos modos, sería demasiado extenso mencionar aquí
todos los detalles que diferencian las narrativas.

El Mayor de los Delirios

De todas las ideas delirantes de René Guénon,


ninguna fue más fantasiosa, para algunos incluso cómica,
que su creencia en una región subterránea, conocida como
Agartha, habitada por criaturas altamente espirituales,
dirigidas por un gobernante subterráneo conocido como el
Rey del Mundo (Guénon, 1958).
Parece que el primer trabajo que trata sobre criaturas
espirituales que residen en regiones subterráneas fue la
novela de ficción científica Vril: The Power of the Coming
Race de Sir Edward Bulwer-Lytton (1803-1873),
exsecretario de Estado para las Colonias Británicas (1858-
1859), publicado inicialmente de forma anónima en mayo
de 1871, bajo el título The Coming Race. Sin embargo, a
fines de 1871 se descubrió que Bulwer-Lytton era el autor,
por lo que las publicaciones posteriores incluyeron su
nombre. En esta ficción, Vril es el nombre de una energía
que dotó a las criaturas que la despertaron de poderes
excepcionales, para que pudieran sobrevivir bajo tierra. Se
trata de la aventura de un joven que, durante una
exploración, en compañía de un amigo ingeniero de minas,
cae a un abismo, debido a un accidente con la cuerda que
lo sostenía. Abismo que terminó en un mundo subterráneo
habitado por criaturas parecidas a ángeles, es decir, una
civilización subterránea avanzada. Así que el joven se hizo
amigo y convivió con estas criaturas excepcionales, e
incluso se enamoró de la hija de su anfitrión.
47

A pesar de ser una novela de ficción científica,


muchos esoteristas creían en la existencia de una región
subterránea habitada por criaturas altamente espirituales,
afirmando que Bulwer-Lytton se inspiró en la realidad para
crear una ficción. René Guénon fue uno de ellos, pero no
fue el primero en escribir sobre esta región subterránea,
creyendo en su existencia. Antes que él, el esoterista
francés Alexandre Saint-Yves d'Alveydre (1842-1909),
escribió un libro en 1886, basado en sus experiencias en
contacto con adeptos orientales, llamado Mission de L'Inde
en Europe (Misión de la India en Europa), cuya publicación
sólo se produjo en 1910, por otro esoterista francés, Gérard
Encausse, más conocido por el seudónimo de Papus. En
este libro, Saint-Yves d'Alveydre revela la existencia de un
misterioso centro iniciático llamado Agarttha, ubicado en las
regiones subterráneas de la Tierra. El libro está lleno de
transliteraciones sánscritas ortográficamente incorrectas.
Unas décadas más tarde, el explorador y escritor ruso
Ferdinand Ossendowsky (1876-1945), un autor que ha
escrito extensamente sobre sus muchos viajes, publicó en
1922, en su libro Bestias, Hombres y Dioses, también lleno
de transliteraciones incorrectas en sánscrito, el relatos del
Rey del Mundo y del Reino Subterráneo (parte V, p. 299s),
que escuchó de los monjes budistas durante su visita a
Mongolia. Los relatos de Ossendowsky concuerdan o
difieren de los de Saint-Yves d'Alveydre, ya que se derivan
de diferentes fuentes. Poco después, René Guénon tomó
estas dos obras y las comentó en su delirante libro Le Roi
du Monde (El Rey del Mundo), y a través de una fantasiosa
comparación con innumerables tradiciones, buscó justificar
la existencia del Rey del Mundo que reside en Agarttha, es
decir, “el mundo subterráneo que extiende sus
ramificaciones por doquier, bajo los continentes e incluso
bajo los océanos, a través del cual se establecen
comunicaciones invisibles entre todas las regiones de la
48

Tierra” (Guénon, 1958: 08). Pero esto no siempre fue así y


no será para siempre, pues, según Guénon, “Agarttha no
ha estado siempre bajo tierra y no permanecerá para
siempre, llegará un momento en que, según las palabras
relatadas por Ossendowsky, 'los pueblos de Agarttha
saltará de sus cuevas y aparecerá en la superficie de la
Tierra'” (Guénon, 1958: 67). Confieso que cuando leí este
libro por primera vez en la década de 1980, me costó
mucho contener la risa en algunas partes, ahora imagina
cuánto más cómico encontrará un espeleólogo27 o un
geólogo mientras lee.
Guénon menciono, en el primer capítulo de Le Roi du
Monde (El Rey del Mundo), el libro Mission de L'Inde en
Europe (Misión de la India en Europa), de Alexandre Saint-
Yves d'Alveydre (Guénon, 1958: 08), que Saint-Yves había
obtenido la información sobre Agartha “de una fuente
hindú” (ídem: 10). Bueno, la población de la India es 90%
hindú, el hinduismo no es una religión proselitista, sino una
religión hereditaria. Para ser hindú hay que ser hijo o hija
de una pareja hindú que pertenezca a una de las castas del
hinduismo, por tanto, el hinduismo no es una religión
misionera, no hace conversos, por lo que no tiene misión
que cumplir en Europa. Por lo tanto, una Mission de L'Inde
en Europe (Misión de la India en Europa) no procede, ya
que los hindúes ortodoxos no son misioneros. Ahora, la
innovación está en los Nuevos Movimientos Religiosos
inspirados en el hinduismo, que sí aceptan conversos: el
Movimiento Hare Krshna, la Misión Rāmakrshna, la
Sociedad de Vida Divina de Swami Shivānanda, el Centro
Isha Yoga festivo de Sadhguru, así como los grupos de
seguidores de Ramana Mahārshi, de Swami Yogananda,
de Satya Sai Baba, de Sri Aurobindo, etc. Estas Nuevas
Religiones no siguen el sistema de castas requerido en los
27
Especialista en el estudio de la Espeleología, la ciencia que estudia las cavernas, del griego σπήλαιον -
spelaion y del latín spēlaeum, cueva (Sullivan, 1997 y Faulkner, 2008).
49

estrictos Dharmashastras hindúes, por lo que cualquiera


puede practicarlas.
En cuanto al “mundo subterráneo que extiende sus
ramificaciones por doquier, bajo los continentes e incluso
bajo los océanos, a través del cual se establecen
comunicaciones invisibles entre todas las regiones de la
Tierra”, citado por Guénon, hoy sabemos que, a pesar de
los avances de la Espeleología en las últimas décadas,
todavía estamos lejos de confirmar esta posibilidad, ya que
el sistema de cuevas más largo del mundo es el sistema
Mammoth Cave, en el estado de Kentucky, EE. UU. La
extensión de las cuevas y pasajes mapeados hasta ahora
es de aproximadamente 500 km. Hay más de 200 cuevas
en el sistema de cuevas, con alrededor de 250 entradas a
las cuevas. Pero esto no es todo, ya que la exploración
continúa y los espeleólogos afirman que aún quedan
muchas áreas por explorar y cartografiar (Faulkner, 2008:
10). Lo intrigante de un “Rey del Mundo” subterráneo es la
excepcionalidad en relación con otros relatos de regiones
paradisíacas en otros mitos alrededor del mundo. Mientras
que la preferencia de los dioses siempre fue por la
superficie o por las alturas (Himalayas, Shambala, Monte
Olimpo, Monte Kailasa y Monte Meru), el Rey del Mundo,
muy al contrario, prefirió residir bajo tierra.

El Rey del Mundo

En el primer párrafo del segundo capítulo, basándose


en su precipitada teoría comparativa y siempre insertando
su propia interpretación, Guénon identificó enfáticamente al
Rey del Mundo con el mítico progenitor y legislador Manu
(मनु), el del mito hindú del diluvio, de la siguiente manera:
“el título de 'Rey del Mundo' tomado en el sentido más
elevado y completo, ya la vez en el más riguroso, se aplica
propiamente a Manu, el Legislador primordial y universal.
50

(...) Manu nunca designa un personaje histórico o más o


menos legendario, sino un principio, la Inteligencia
Cósmica, que refleja la Luz Espiritual pura y formula la Ley
(Dharma) que regula las condiciones de nuestro mundo y
de nuestro ciclo de existencia” (p. 13). Pues bien, no se
menciona en ninguno de los textos hindúes que Manu
Vaivaswata (मनुवैवस्वत)28(también conocido como Manu
Satyavrata) residía en un reino subterráneo, todo lo
contrario, según los relatos puránicos, vivía muy satisfecho
con sus pies en la superficie de la tierra, porque él era un
rey. Guénon creía que Manu era el “Legislador Primordial y
Universal”, era, según la tradición hindú, el revelador de
Manusmrti (Código de Manu). A diferencia de lo que
pensaba Guénon, sí era un personaje mitológico y su
legislación no es universal, pues sólo los hindúes seguían
las reglas prescritas en este libro que, para la sensata
cultura contemporánea, es un monstruoso monumento a la
discriminación, al prejuicio, al sometimiento, a la
desigualdad, a la xenofobia, a la misoginia, a la
servidumbre, al proteccionismo, a los privilegios para las
castas superiores, a la privación de libertades y a la
endogamia. Casi todo en el Manusmrti va en contra de la
Declaración Universal de Derechos Humanos actual y
universalmente aceptada y la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra
la Mujer de 1979, firmada por casi todos los estados
miembros de la ONU. Guénon también defendió el sistema
de castas (Guénon, 1945: 216-24 y 2002: 62-7). Además,
Guénon identificó al Rey del Mundo y al Manu con un
principio, la “Inteligencia Cósmica” (p. 13). Por lo tanto, este
último solo puede ser algo incorpóreo, entonces, ¿cuál es
la viabilidad de una "Inteligencia Cósmica" que resida en
una región subterránea confinada de la Tierra?
28
Ya han surgido siete Manus (progenitores de la raza humana), uno para cada época (Kalpa). Manu
Vaivaswata es el Manu de la era actual, el séptimo, siete más por venir, según la mitología hindú.
51

También, llevado por una compulsión comparatista,


además de la comparación con Manu, en los primeros
capítulos de El Rey del Mundo (Le Roi du Monde), comparó
al Rey del Mundo con otros personajes de mitos religiosos,
o con personajes históricos que tuvieron sus vidas y sus
dichos mitificados, sin embargo, sobre estos muchos
personajes religiosos que comparó, no encontramos
referencias, ni en la mitología ni mucho menos en la
historia, de que alguno de ellos residiera en una región
subterránea, como el Rey del Mundo.
Luego, a través de su práctica compulsiva de
comparar por apariencias entre ideas y entre símbolos,
porque todo lo que aparecía él lo asociaba, sin una
documentación verdaderamente histórica profunda y sólida
que lo sustentara, ya que sus teorías casi siempre no son
documentadas a través de fuentes ciertamente históricas,
pues prefería fuentes mitológicas y religiosas, desencadena
una serie de comparaciones, con el fin de justificar la
asociación entre rey y sacerdote, propia del Rey del
Mundo. Entre tantas comparaciones apresuradas,
mencionó a los “Reis Magos” (Roi-Mages – p.17). Sin
embargo, en rigor, estos personajes se mencionan sólo en
el Evangelio de Mateo 2.01, a través de la palabra griega
μάγοι (magoi, plural de μάγος - magos; latín: magi, plural
de magus), y no se incluye la palabra “Rey”. No se
menciona su número, ni sus nombres, como informa la
tradición. Por lo tanto, el atributo de "Rey" a los Magos de
Oriente es una adición posterior de traductores e
intérpretes, de modo que no se menciona, en esta sola cita
en este evangelio, que estos Magos fueran reyes.
Según una nota de Guénon, el Rey del Mundo hizo acto de
presencia en el monasterio de Narabanchi,29 en 1890
(Guénon, 1958: 67n), en cuya ocasión hizo la profecía de
que “los pueblos de Aggarti saldrán de sus cuevas a la faz
29
Un monasterio budista en Mongolia visitado por Ferdinand Ossendowski.
52

de la Tierra.” (Ibid: 67). Y continúa: “antes de su ocultación


al mundo visible, Agarttha tenía otro nombre, ya que este
nombre de Agarttha, que significa “inalcanzable”, o
“inaccesible” (e “inviolable”, porque es la morada de la Paz,
Salem), entonces no era apropiado para él. Ossendowski
explica que Agarttha descendió bajo tierra hace más de
seis mil años, lo que corresponde muy aproximadamente al
comienzo del Kali Yuga, o la “edad oscura”, la “edad de
hierro” de los antiguos occidentales...” (Ídem: 67). Pues
bien, si estos hechos son ciertos y se cumple esta profecía,
será interesante observar cómo estas criaturas, residentes
durante milenios bajo la tierra, se adaptan a la vida en la
superficie con la presencia del sol, la lluvia, la luz, los
relámpagos, el viento, de nieve, vegetación, oxígeno
abundante, etc. Si creemos en el mito de las edades
(yugas) de los hindúes, la fecha de la inmersión de
Agarttha que coincide con el comienzo del Kali Yuga es
infundada, ya que las tradiciones hindúes, registradas en
los Puranas, no son unánimes en cuanto a la fecha del
comienzo del Kali Yuga, así como su duración.
Por otro lado, si entendemos esta fantasiosa
predicción desde un punto de vista científico, según
espeleólogos y biólogos, criaturas que son capaces de
sobrevivir en cuevas oscuras (ejemplo: el murciélago, la
serpiente blanca, el pez ciego de las cavernas y otros
insectos) no desarrollan la vista, por innecesaria, por la
oscuridad (ver: Sullivan, 1997: 79-132 y Faulkner, 2008: 30-
3). Entonces, si sucede el surgimiento de los pueblos de
Agarttha, nos encontraremos con que sus habitantes no
tienen vista, por lo que tendrán que caminar por la
superficie de la Tierra con bastón y un perro guía, así como
mucha protección de la luz y calordel sol. Eso sí, tendrán
que usar bloqueador solar, gorra, sombrilla y buscar
siempre la sombra, probablemente hasta el Rey del Mundo,
53

lo que podría ser una escena cómica, más que un


surgimiento glorioso.
Más adelante informó que el antiguo nombre de
Agarttha, antes de su ocultación, era Paradesha, término
sánscrito que tradujo como “país supremo”, que se aplica al
centro espiritual por excelencia. Invariablemente, a través
de otro ataque de compulsión comparatista, pues, para él,
todo lo que aparecía podía compararse, comparó la
evolución de la palabra Paradesha, afirmando que de esta
palabra surgió la palabra Pardes de los caldeos y la palabra
Paraíso de los occidentales (pág. 72-3). Sin embargo, es
necesario aclarar que el sánscrito antipositivo para (पर) no
siempre significa “supremo”. La palabra compuesta
Paradesha (परदेश) se forma a partir de las palabras पर
(para), que significa "más allá", "después", "extranjero",
"hostil" y "supremo"; y देश (desha) "región", "país" y "tierra",
por lo que el significado más común de Paradesha es
"región extranjera", "país hostil" y "tierra extranjera", por lo
tanto, no siempre la palabra "Para" significa " supremo", por
lo que no se usa en la literatura sánscrita en el sentido de
"país supremo", solo en la interpretación de Guénon. De
ahí el nombre compuesto परदेशसेविन् (paradeshasevin) que
significa "extranjero" o "viajero". Por lo tanto, la derivación
de la palabra “Paraíso” de la palabra “Paradesha” es
cuestionable.
A través de otro ataque de compulsión comparatista,
esta vez a través de una comparación aún más improbable,
llegó a comparar la energía latente de kundalinī, ubicada en
la parte más baja de la columna vertebral del cuerpo
humano, según los libros de yoga, con el "centro supremo
espiritual" en el inframundo” (Guénon, 1958: 66). En rigor,
sus fuentes de comparación son siempre mitológicas,
legendarias, simbólicas o especulativas, y nunca fuentes
históricas con certeza documentadas y comprobadas, ya
que repudió el “historicismo”. Así, su soporte de historicidad
54

para mitos y especulaciones, que creía ser personajes


reales, durante sus comparaciones fantásticas, es siempre
otro mito, otro personaje mitológico u otra especulación.
Algo así como un mito que sustenta la historicidad de otro
mito, o una especulación sustentada por otra especulación.
Por así decirlo, en cierto modo, es posible reconocer que la
erudición de Guénon es diversificada y, a veces, incluso
profunda, sin embargo, su historicidad es infundada, ya que
se basa en mitos, símbolos y creencias religiosas. En un
cierto sentido, su obra en general es un inmenso intento de
transformar los mitos en hechos, los personajes mitológicos
en personajes reales y las creencias religiosas en ciencia,
lo que él llamó “Ciencia Sagrada”, en fin: la fantasía en la
realidad.
En rigor, no existe una “Ciencia Sagrada”, según el
método de la Ciencia Contemporánea, porque para la
Ciencia lo único que intenta es alejarse de la sacralidad,
esta hace emocional la investigación, y lo que la Ciencia
necesita es ser fría e imparcial. La sacralidad es la
sobrevaloración de algo o de una idea, lo que representa
una interferencia y contaminación durante la frialdad del
método científico. La metodología científica no se
corresponde con la emoción. Por lo tanto, la denominación
más adecuada para lo que Guénon trató de comunicar es
“Conocimiento Sagrado” o, para ser aún más preciso con
su idea: “Creencia Sagrada”, más que “Ciencia Sagrada”.
De la misma manera que admitió que la ciencia
occidental es un “saber ignorante”, un lector científico,
después de leer los libros de Guénon, aceptará fácilmente
que el conjunto de sus ideas comparativas es algo así
como un “saber delirante”, cuya imaginación anula la
certeza. Pues, nunca cruzó por su mente la sospecha de
que el conocimiento metafísico no podía ser más que un
conocimiento especulativo e hipotético, conjeturado para
suplir la falta de recursos y la inexistencia de instrumentos
55

de investigación de los antiguos especuladores. Una de sus


afirmaciones sobre la superioridad del conocimiento
metafísico sobre el conocimiento científico es que el
primero se basa en "principios", que son las causas de
todas las cosas y todos los fenómenos del universo,
mientras que el segundo (el conocimiento científico) se
basa en la concreción de la materialidad, por tanto, el
efecto de estos “principios”; sin tener en cuenta que, con el
avance de la investigación científica, lo que en el pasado se
consideró un “principio”, con los posteriores
descubrimientos y el desarrollo del conocimiento, se
confirmó posteriormente que estos “principios” son, en
realidad, efectos de causas más profundas, que no se
conocían previamente.
Bueno, vale la pena detenerse aquí, ya que el resto
del libro Le Roi du Monde es una continuación de las
mismas ideas y las mismas comparaciones delirantes,
como las ya mencionadas y comentadas, que no cambia el
grado de ficcionalidad de las comparaciones y argumentos
de René Guénon ya mencionados, pues hay tantos delirios
que comentar, lo que convertiría este estudio en un texto
extenso.

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