Delincuencia Juvenil

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Delincuencia Juvenil: Un problema inquietante y creciente

Desde Perú, Cesar Ortiz Anderson nos muestra el cuadro actual del pandillaje y la
violencia juvenil en Lima

En el Perú, el fenómeno empezó como barras bravas en los diversos estadios del país;
jóvenes que realizaban violencia pintarrajeados o con las caras cubiertas dentro y fuera de
estos recintos.

A principios de los noventa el accionar del pandillaje juvenil era cada vez más notorio en los
Asentamientos Humanos y Zonas Marginales de la ciudad. Rápidamente aparecieron grupos
de pandillas en barrios populosos y otros distritos.

En la actualidad existen más de 700 pandillas juveniles en todo el país, conformadas en la


mayoría de los casos por adolescentes jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 13 y 24 años;
juntándose en grupos de 20 a más de 100 jóvenes.

Su Modus Operandi es pintarse las caras o cubrirlas con algún trapo; van premunidos de
armas punzo cortantes, palos o piedras, incluso algunas pandillas hacen uso de armas de
fuego de calibre corto.

Actúan generalmente bajo los efectos del alcohol o algún tipo de drogas y sus días preferidos
son los fines de semana donde salen a "guerrear", hacer violencia o delitos en diferentes calles
de la ciudad.

Los líderes de estas pandillas vienen de hogares con serios problemas de integración
donde la violencia familiar es algo común; además el sentimiento de exclusión en estos líderes
y en el resto de los jóvenes que integran las pandillas es común.

El pandillaje no apareció de la noche a la mañana; fue expandiéndose lentamente ante una


indiferencia de la Sociedad, indudablemente que la falta de principios, valores y ética que
caracterizo al gobierno de la corrupción dejo esparcidas estas semillas.

Será perentorio y urgente comenzar a trabajar el problema del pandillaje en el país.


El 70% de la actual delincuencia que inquieta y atemoriza a la población en la mayoría de los
distritos es delincuencia juvenil. Por ello propongo un manejo urgente e integral de este
problema para evitar la proliferación del mismo.

De esta manera se busca la participación del Gobierno Central y Local, las


Organizaciones Religiosas, las Universidades, los Centros Laborales y demás
Organizaciones Sociales.

Trabajando en coordinación se deberá hallar la justa solución que la ciudadanía ahora


reclama, recordando que lo que hagamos o dejemos de hacer en temas de prevención
preventiva dependerá la tranquilidad y seguridad de la población.

http://www.seguridad-la.com/artic/miscel/misc_6030.htm

Pandillas juveniles: definición y causas

En nuestra sociedad, los jóvenes, en su mayoría, tratan de buscar que identificarse con un
estilo de vida con el que sientan que son tomados en cuenta realmente. Es por esta razón que
cada vez más jóvenes buscan una solución en el pandillaje. Este es uno de los problemas
sociales que aqueja más a la sociedad donde actúan un grupo de adolescentes que se
enfrentan a problemas comunes y comparten los mismos intereses. En los siguientes párrafos,
mencionaremos los las principales causas del pandillaje sociales y económicas.

En este problema, las principales causas sociales que provocan el pandillaje son las siguientes:
la familia y la educación. En primer lugar, la familia juega un rol muy importante, pues los
integrantes de una pandilla suelen proceder de hogares en crisis o destruidos totalmente o
parcialmente por parte de los padres, donde sus necesidades materiales o afectivas no son
atendidas para un adecuado desarrollo personal. En segundo lugar, la educación brinda al
joven los valores necesarios para contribuir al buen camino y, así, no caer en el pandillaje.

Por otro lado, existen también causas económicas que provocan el pandillaje que son las
siguientes: la pobreza y el desempleo. En primer lugar, la pobreza causa que los jóvenes
tengan carencia de bienes es por esta razón que en las pandillas encuentran dinero fácil por
medio de robos, distribución y venta de drogas. En segundo lugar, el desempleo, complementa
la pobreza, pues al trabajar ilícitamente en las pandillas se gana mucho dinero con la venta de
drogas.

En conclusión, los integrantes de las pandillas, mayormente, son jóvenes con pocos valores y
maltratados provenientes de hogares destruidos, sin educación, etc. Las pandillas están
conformadas, generalmente, para una ayuda mutua entre miembros, defender su territorio y
otras más radicales para hacer actos delictivos. En nuestra opinión, la educación y la familia,
así seas pobre, son las que más influyen en la decisión del joven para integrarse a una pandilla
o seguir con una vida normal.

Consecuencias y posibles soluciones a la delincuencia juvenil

La delincuencia juvenil, como vimos anteriormente, tiene consecuencias perjudiciales para la


sociedad, la cual está enfocada en resolver este problema a través de apoyo psicológico a la
familia, en el ámbito social; ayuda institucional, fomentando la creación de ONG’s; y centros de
rehabilitación, que incentiven el trabajo comunitario. Asimismo, se debe promocionar la práctica
del deporte a través de semilleros que permitan el surgimiento de nuevos talentos. En el
presente texto, desarrollaremos los tremas mencionados.

En el ámbito social, una de las posibles soluciones está en asesorar psicológicamente a la


familia en relación con los cambios emocionales de los hijos y el rol que la educación tiene en
ellos. Esta es, principalmente importante en el desarrollo moral e intelectual de la juventud. La
educación está intrínsecamente ligada con el desarrollo moral, ya que esta prevé una mala
conducta que pueda estar relacionada con un infante o un adolescente.

Por otro lado, puede brindarse apoyo institucional a través de centros de rehabilitación
estatales y ONG’s que apliquen un reglamento basado normas de conducta, control de sus
actos, y motivación. De igual manera, el trabajo comunitario brindaría apoyo social y económico
a los jóvenes que más lo necesitan, ya que, muchas veces, la necesidad es un factor de la
delincuencia.

No obstante, una manera saludable de rehabilitación es el deporte, ya que brinda un desarrollo


físico y emocional. Por ejemplo, el fútbol puede brindar apoyo a través de la creación de
semillero y participación de jóvenes con problemas de conducta que puedan desarrollar una
vocación y que encuentren ,en este deporte, una manera de subsistencia, naturalmente,
fomentando un nacionalismo deportivo que ayude a prevenir situaciones conflictivas futuras.

Como grupo, opinamos que la sociedad está en la capacidad de ayudar a estos jóvenes, solo
nos falta ganas de intentarlo, si logramos formar una unicidad entre sociedad y conducta moral,
la juventud estará orientada en buen camino y deparará un buen futuro para la urbe.

http://blog.pucp.edu.pe/blog/pandillasjuveniles
DELINCUENCIA JUVENIL EN EL PERU: UNA REALIDAD PERMANENTE

Hace algunos años eran niños que jugaban con la pelota en las pistas de los barrios. Hoy, esos
muchachos, organizados en pandillas, son avezados delincuentes que han cambiado el balón
de fútbol por las armas de fuego, apoderándose de la vida y tranquilidad de sus vecinos.

Las cifras son duras y directas. La delincuencia juvenil, cuya principal expresión es la pandilla,
se ha incrementado alarmantemente en los últimos años. En muchos lugares existen
vecindarios literalmente “tomados” por estos grupos, quienes aprovechan la inacción policial
para sembrar el pánico entre los moradores. Según cifras de la Policía Nacional del Perú, son
12,128 los vándalos que integran un total de 410 pandillas. Sin embargo, de acuerdo a estudios
independientes –y a la misma realidad- el número de pandillas sería más de 500.

Estos adolescentes y jóvenes han ingresado al negocio de la venta de drogas y la extorsión,


por lo cual los enfrentamientos entre ellos son cada vez más frecuentes: cada grupo busca
imponerse en su zona. La guerra a muerte entre dos bandas chalacas, “Los Malditos de
Castilla” y “Los Noles de Loreto”, son un claro ejemplo de esto.

Lo que es más preocupante aún es que muchos de estos grupos han perfeccionando su
"modus operandi", al punto de convertirse en verdaderas bandas del crimen organizado.
Inclusive, se comenta que algunos de los cabecillas más peligrosos tendrían contacto con los
temerarios “Maras” de Centroamérica, considerados los más sanguinarios del mundo.

Con este alarmante panorama, resulta lógico cuestionar la actuación de las autoridades
competentes. Hasta el momento, las políticas represivas –que, para colmo, no se cumplen-
solo han complicado este problema social.

¿Existen soluciones viables al problema? Es probable que sí, pero se requiere de un plan
integral y multisectorial que hasta el momento no existe. Los especialistas recomiendan
fomentar oportunidades laborales, intelectuales y recreativas, sobre todo en los lugares con
mayor número de pandillas. En esa línea, un claro ejemplo es Surquillo, donde desde el 2004
se ha implementado un modelo de readaptación de los pandilleros, el cual les brinda trabajo
como vigilantes o en el cuidado de parques y jardines. Los resultados son alentadores.

Por lo pronto, veamos extractos de algunos reportajes sobre pandillas juveniles y algunos de
sus principales exponentes.

Escribe: Erwin Valenzuela

(Fuentes: *Reporte Semanal *Prensa Libre * Detrás del Crimen * Día D)

http://eltemadelacalle.blogspot.com/2009/04/delincuencia-juvenil-en-el-peru-una.html

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