Enemigos Del Alma Avaricia
Enemigos Del Alma Avaricia
Enemigos Del Alma Avaricia
Introducción
La avaricia la podemos definir como el afán desmedido de acumular riquezas. Es un deseo
inmoderado de tener más; un hambre excesivo de poseer y que no se satisface. No
necesariamente alguien debe ser rico para ser avaro; hay personas que tienen poco, pero su
corazón está lleno de avaricia y codicia.
Veamos cuál es la voluntad de Dios y algunos textos que nos hablan de la incompatibilidad
de la avaricia con las cosas de Dios.
“Mas buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas serán
añadidas” Mt 6:33
“Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro; o
estimará a uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” Mateo
6:24
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra, pero el afán de este
siglo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra y se hace infructuosa” Mt 13:22
“¡Cuán difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que confían en las riquezas!” Marcos
10:23
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones
minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y
donde ladrones no minan, ni hurtan” Mateo 6:19-20
4. Nuestra posición como mayordomos de los bienes del Señor:
Cuando le entregamos nuestra vida a Jesús, todo lo que somos y tenemos, pasa a ser de Él.
Ya nada es nuestro. Vivimos tan solo para Él. Esta entrega debe incluir nuestro dinero y
posesiones. Ahora el Señor es el dueño de todo y nosotros simples administradores de sus
bienes. Es por ello que debemos utilizarlos de acuerdo a su voluntad: siendo generosos
siempre, ocupándonos de la necesidad de quienes nos rodean, apoyando de todas las
formas posibles la obra de Dios, y cumpliendo con nuestros diezmos y ofrendas.
La gente que es avara, no puede comprender este principio y se burla de quienes ponemos
nuestros bienes al total servicio de Dios, para la extensión de su Reino. Ellos no pueden
entender como nuestro corazón no está puesto en las riquezas, porque para ellos eso es
todo, más para nosotros las verdadera riquezas están en la Gloria de Dios.
¡Qué importante es vivir agradecido a Dios por lo que tenemos! Cuantas deudas
hubiéramos evitado. El avaro no conoce esta paz, siempre está buscando más y más
riquezas. Los cristianos vivimos en reposo, contentos con lo que tenemos “…porque nada
hemos traído a este mundo y nada nos llevaremos” 1 Timoteo 6:7
Conclusión
Desechemos la avaricia “porque raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Timoteo
6:10), seamos sabios administradores del Señor, usando sus bienes generosamente para su
obra, y haciendo tesoros en el cielo, donde está nuestra esperanza.
Año 2015
Iglesia “Rey de Reyes”
Pastores Claudio y Betty Freidzon