VAMC (2008) Contexto Metafísica Aristóteles
VAMC (2008) Contexto Metafísica Aristóteles
VAMC (2008) Contexto Metafísica Aristóteles
Estos dos autores tratan de darnos una imagen del «σοφός» = sabio. Pero sus propuestas
en torno al modo de concebir la realidad resultan rivales, irreconciliables [¿seguro?]. Los
dos se refieren a dimensiones de la realidad que son verdaderas, pero su comprensión de
esta es excluyente en cada caso, y eventualmente dificultan llegar a una conclusión
definitiva respecto al génesis, constitución y concreción de la realidad. Esto exige una
profundización de la problemática, que será llevada por Platón.
2. La propuesta de Platón
Para solucionar esta problemática, Platón propone la teoría de las ideas. El término “idea”
es creación suya: viene de «είδος», del verbo «βλέπω» = “ver”; es un modo de ver las
cosas, una visión o imagen de ellas. Examinemos esto con detención:
b. Pero de algún modo concebimos que las cosas son, y que tienen algo que nos lleva
a concebirlas de una forma y no de otra. Por muchos organismos vegetales que
identifiquemos como árboles, hay en nosotros algo que nos dice que eso es un
árbol. Hay algo ya dado en nosotros que nos lleva a eso.
c. A eso ya dado que está en nosotros y nos lleva a identificar algo como tal, es lo que
Platón llama «ίδεα» = idea. Es algo que recordamos cuando conocemos algo, pero
que solo recordamos si al sentir esa cosa mutable ella nos remite a su fundamento,
que no puede estar en este mundo aparente, sino en otro lugar, que es el
auténtico. Es el «τόπος ουρανός» = “lugar celeste”: el mundo de las ideas, el único
real y ya no de las apariencias.
d. Las ideas vienen a ser así el correlato real de las cosas, sus fundamentos. Las ideas
son inmutables e imperecederas, y mantienen una unidad e identidad consigo
mismo. En su virtud, las ideas permanecen, y lo hacen en un mundo al que solo
puede llegar el intelecto humano, por medio de la contemplación de estas mismas
ideas que se presentan en las cosas sentidas pero que son abstraídas para
contemplarlas en su pureza.
e. Esta contemplación de las ideas las lleva a cabo el alma inmortal, que es intelectiva
(«νόησις» = intelección), al ser esta una de sus facultades más sublimes, ya que
una de las partes del alma es divina. Entre más contemplación de las ideas logre el
alma más divina se hace, lo que se traduce en llevar una mejor vida; eso nos
posibilita que en la próxima vida, cuando el alma se reencarne, sea en una mejor
condición. La mala vida da lugar a una reencarnación en algo más bajo que lo que
se era, incluyendo a los más viles animales.
Con esto podemos ver que se postulan dos mundos: el de la apariencia, que es el de los
sentidos y nuestra condición corporal, imperfecta; y el de la realidad, que es el de las
ideas, aquellas que alcanza el intelecto contemplándolas en el “lugar celeste” donde se
encuentra y, eventualmente, recordándolas al estar innatas en el alma. A eso le llama
reminiscencia o «ανάμνησις» = “recuerdo”. Del mismo modo, constatamos que el “sabio”
Contexto histórico filosófico de la metafísica Aristotélica 4
Vladimir Antonio Molina Cruz
es aquel que dedica cada momento de su vida a la contemplación de las ideas, lo que le
lleva la mejor vida, y para eso se eleva de este mundo a aquel otro mundo, donde sí
encuentra la verdadera realidad y el conocimiento seguro de las cosas.
imposibilidad, sino que el intelecto alcanza tipos de conocimiento propio a los hombres,
que van más allá de la mera experiencia, y nos diferencian de los animales más hábiles.
Tenemos así cinco modos de conocimiento:
a. Τεχνή = “técnica”, “arte”. Es aquel modo de conocer que nos brinda el por
qué (διότι) de algo: no nos dice que algo solo suceda, sino que conoce cómo
sucede, y por qué sucede así. Del mismo modo, es un saber que conoce cómo
producir tal cosa, es «ποιήσις», y no conoce lo particular, sino que se avoca a lo
universal. Este es un saber comunicable, que se puede enseñar: «μάθημα».
b. Φρόνησις = “prudencia”. Es saber hacer la vida. Es una «πράξις», un hacer
algo, dentro de esa actividad denominada «ένέργεια» que es el decurso vital del
hombre. Por competer a los actos de la vida del hombre, la «πράξις» no es una
«dποιήσις» sino actividad en acto, mera «ενέργεια». El saber de la φρόνεσις tiene
por objeto el bien y el mal, y sabe actuar en el conjunto total de la vida.
c. Επιστήμη = “ciencia”. Es de carácter demostrativa (από-δειξις), porque nos
hace ver la articulación interna de algo en su necesaria constitución,
mostrándonosla (δειξις) desde (από) aquella cosa. Es la ciencia propiamente.
d. Νους = “razón” en tanto modo de conocer. Se diferencia del νους como
facultad porque, en tal caso, es la intuición; pero en tanto modo de conocer es un
tipo de saber que comprende qué es algo (sus notas esenciales) en un primer
contacto, con antelación a la explicación de su “qué”.
e. Σοφία = “sabiduría”. Es el modo de conocer superior a los otros.
Para llegar al más alto nivel de conocimiento, la sabiduría, el poder llegar a ser un sabio,
Aristóteles proponer un tipo de ciencia, un tipo de saber apodíctico que abarque la
totalidad de las cosas desde un punto común, universal y unitario. ¿Qué es aquello que es
común a todo (ολόν)?
όν» (más conocido como “ente”, participio presente del verbo ser). Las cosas que son las
denominamos “entes”, el estar siendo de algo. ¿Qué es lo que las cosas son? ¿Qué es el
ente en cuanto ente? (τί το όν ήν το όν). Esta es la pregunta guía que orienta el pensar
metafísico de Aristóteles, el objeto de la «ζητουμένη επιστήμη» = “ciencia que se busca” o
«πρωτη φιλοσοφία» = “filosofía primera”.
Esta propuesta no es un saber parcial como el que nos puede brindar la matemática, la
física u otras ciencias, que abordan un área de la totalidad del ente, a pesar de su
profundidad; este saber de la “filosofía primera” abarca comprensivamente el ente en su
totalidad; y como función intelectual, desempeña la función de ser «σοφία», ya que es
«επιστήμη» y «νους».
4. La metafísica Aristotélica
La realidad de las cosas y aquello que las hace ser como son y aprehensibles al intelecto.
Está en las cosas mismas y puede ser demostrado desde ellas. Sabemos que las cosas
pueden ser conocidas por la ciencia, ya que esta es apodíctica, que nos de a conocer su
intrínseca consistencia y talidad.
Aristóteles nos dice que preguntar qué es el ente (τί τό όν) es preguntar por su ser (είναι),
por la substancia: «ούσια». Esto es clave. En su estudio, se avoca a estudiar la «ούσια», ya
que el ente en cuanto tal (όν ή όν) es la sustancia que sostiene los accidentes. De esto
podemos sacar diversas observaciones, que sintetizan y explican tanto el problema del
cambio de las cosas así como su intrínseca unidad y constitución.
Materia y Forma
Acto y Potencia
Las cuatro Causas