Trabajo Integrador para 2do Año

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TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR.

2° año

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE.PROF. Mujica Erica

1. Leé el texto

La Cueva
Fernando Iwasaki

Cuando era niño me encantaba jugar con mis hermanas debajo de las colchas de la cama
de mis papás. A veces jugábamos a que era una tienda de campaña y otras nos creíamos
que era un iglú en medio del polo, aunque el juego más bonito era el de la cueva. ¡Qué
grande era la cama de mis papás! Una vez tomé la linterna de la mesa de noche y le dije a
mis hermanas que me iba a explorar el fondo de la cueva. Al principio se reían, después se
pusieron nerviosas y terminaron llamándome a gritos. Pero no les hice caso y seguí
arrastrándome hasta que dejé de oír sus chillidos. La cueva era enorme y cuando se
gastaron las pilas ya fue imposible volver. No sé cuántos años han pasado desde entonces,
porque mi pijama ya no me queda y lo tengo que llevar amarrado como Tarzán. He oído que
mamá ha muerto.

2. -MARCÁ CON UNA CRUZ (X) la respuesta correcta:

El lector tiene la certeza de que los hechos narrados son paranormales o sobrenaturales

El lector tiene la certeza de que el protagonista ha sufrido algún trastorno mental

El lector no sabe si el protagonista pasó a otra dimensión de la cual no puede volver o si ha


sufrido algún tipo de demencia.

3 - MARCÁ CON UNA (X) la opción correcta. JUSTIFICÁ TU RESPUESTA, ES DECIR


EXPLICÁ POR QUÉ ELEGISTE ESA RESPUESTA CON EJEMPLOS DEL CUENTO.
El texto “La cueva” es un cuento:

realista fantástico maravilloso

4- MARCÁ CON UNA CRUZ (X) el género al que pertenece “La cueva”

narrativo dramático lírico

5- MARCÁ CON UNA (X) la opción correcta. JUSTIFICÁ TU RESPUESTA

¿En qué momento irrumpe lo fantástico?

● Cuando decide jugar en la cama de los padres

● Cuando tomó la linterna

● Cuando deja de oír los chillidos de sus hermanos

● Cuando le queda chico el pijama.

6. MARCÁ CON UNA (X)

a- En qué persona gramatical está narrado el texto? ¿Cuál es el nivel de conocimiento del
narrador?
● Tercera persona y sabe todo lo que le pasa a los personajes.

● Primera persona y cuenta lo que le sucedió a él.

● Primera persona y cuenta lo que le sucedió a otro personaje

..................................................................

7.ORTOGRAFÍA
. Colocá las tildes que faltan.

Querido diario:

Definitivamente, no se puede confiar en la “raza humana masculina”. Hoy, Dario me dio una
prueba concreta de su deslealtad y tengo el corazon destrozado. ¡Y yo que confiaba en el!
Enamorada como una boba, le conte mi secreto mas intimo… y el muy estupido se lo conto
a sus amigos. Ahora, seguramente, se estaran burlando de mi…

¡Me quiero morir!

8..Coherencia y cohesión textual

Sustituye el verbo PONER por otro de significado más preciso:

- Debes poner mucha atención a lo que te digan.

- ¿Te has puesto ya la mampara en el baño?

- Se puso de rodillas.

- En la televisión siempre ponen malos programas.

- ¿Por qué no pones otra emisora?

- No me gusta el monumento que han puesto enfrente de mi casa.

- Parece ser que el negocio que ha puesto Luis va muy bien.


9.ACTIVIDADES.
a). identificá y Sustituí las palabras repetidas por sinónimos.

-La belleza de Perséfone había cautivado a Hades. Por su belleza sería


arrastrada al inframundo.

-Los Dioses griegos vivían en el Olimpo.Los dioses griegos eran inmortales.

-El ave Fénix muere para ser reconocido con toda su gloria. El ave Fénix
muere dada 500 años.

b) Encerrá con un círculo la expresión omitida en la segunda oración.

● Poseidón era el dios griego de los mares. Poseía un tridente que provocaba
manantiales exóticos, terremotos, hundimientos y naufragios.

● María fue a la plaza. Sofía también.

● Emi fue al campo de deportes con la mamá. Agustina también.

10. LA ESCUELA DEL FUTURO: LEER EL CUENTO:“CÓMO SE DIVERTÍAN”

¡CÓMO SE DIVERTÍAN! ISAAC ASIMOV Margie incluso lo escribió aquella noche en su


diario, en la página encabezada con la fecha 17 de mayo de 2157. «¡Hoy, Tommy ha
encontrado un libro auténtico!» Era un libro muy antiguo. El abuelo de Margie le había dicho
una vez que, siendo pequeño, su abuelo le contó que hubo un tiempo en que todas las
historias se imprimían en papel. Volvieron las páginas, amarillas y rugosas, y se sintieron
tremendamente divertidos al leer palabras que permanecían inmóviles, en vez de moverse
como debieran, sobre una pantalla. Y cuando se volvía a la página anterior, en ella seguían
las mismas palabras que se habían leído por primera vez. ¡Será posible! comentó Tommy.
¡Vaya despilfarro! Una vez acabado el libro, sólo sirve para tirarlo, creo yo. Nuestra pantalla
de televisión habrá contenido ya un millón de libros, y todavía le queda sitio para muchos
más. Nunca se me ocurriría tirarla. Ni a mí la mía asintió Margie. Tenía once años y no
había visto tantos libros de texto como Tommy, que ya había cumplido los trece.¿Dónde lo
encontraste? preguntó la chiquilla. En mi casa respondió él sin mirarla, ocupado en leer. En
el desván. ¾¿Y de qué trata? De la escuela. Margie hizo un mohín de disgusto.¿De la
escuela? ¡Mira que escribir sobre la escuela! Odio la escuela. Margie siempre había odiado
la escuela, pero ahora más que nunca. El profesor mecánico le había señalado tema tras
tema de geografía, y ella había respondido cada vez peor, hasta que su madre, meneando
muy preocupada la cabeza, llamó al inspector. Se trataba de un hombrecillo rechoncho, con
la cara encarnada y armado con una caja de instrumental, llena de diales y alambres.
Sonrió a Margie y le dio una manzana, llevándose luego aparte al profesor. Margie había
esperado que no supiera recomponerlo. Sí que sabía. Al cabo de una hora poco más o
menos, allí estaba de nuevo, grande, negro y feo, con su enorme pantalla, en la que se
inscribían todas las lecciones y se formulaban las preguntas. Pero eso, al fin y al cabo no
era tan malo. Margie detestaba sobre todo la ranura donde tenía que depositar los deberes
y los ejercicios. Había que transcribirlos siempre al código de perforaciones que la obligaron
a aprender cuando tenía seis años. El profesor mecánico calculaba la nota en menos
tiempo que se precisa para respirar. El inspector sonrió una vez acabada su tarea y luego,
dando una palmadita en la cabeza de Margie, dijo a su madre: No es culpa de la niña,
señora Jones. Creo que el sector geografía se había programado con demasiada rapidez. A
veces ocurren estas cosas. Lo he puesto más despacio, a la medida de diez años.
Realmente, el nivel general de los progresos de la pequeña resulta satisfactorio por
completo... Y volvió a dar una palmadita en la cabeza de Margie. Ésta se sentía
desilusionada. Pensaba que se llevarían al profesor. Así lo habían hecho con el de Tommy,
por espacio de casi un mes, debido a que el sector de historia se había desajustado. ¿Por
qué iba a escribir alguien sobre la escuela? preguntó a Tommy. El chico la miró con aire de
superioridad. Porque es una clase de escuela muy distinta a la nuestra, estúpida. El tipo de
escuela que tenían hace cientos y cientos de años. Y añadió campanudamente, recalcando
las palabras: Hace siglos. Margie se ofendió. De acuerdo, no sé qué clase de escuela
tenían hace tanto tiempo. Leyó por un momento el libro por encima del hombro de Tommy y
comentó: De todos modos, había un profesor. ¡Pues claro que había un profesor! Pero no
se trataba de un maestro normal. Era un hombre. ¿Un hombre? ¿Cómo podía ser profesor
un hombre? Bueno... Les contaba cosas a los chicos y a las chicas y les daba deberes para
casa y les hacía preguntas. Un hombre no es lo bastante listo para eso. Seguro que sí. Mi
padre sabe tanto como mi maestro. No lo creo. Un hombre no puede saber tanto como un
profesor. Apuesto a que mi padre sabe casi tanto como él. Margie no estaba dispuesta a
discutir tal aserto. Así que dijo: No me gustaría tener en casa a un hombre extraño para
enseñarme. Tommy lanzó una aguda carcajada. No tienes ni idea, Margie. Los profesores
no vivían en casa de los alumnos. Trabajaban en un edificio especial, y todos los alumnos
iban allí a escucharles. ¿Y todos los alumnos aprendían lo mismo? Claro. Siempre que
tuvieran la misma edad... Pues mi madre dice que un profesor debe adaptarse a la mente
del chico o la chica a quien enseña y que a cada alumno hay que enseñarle de manera
distinta. En aquella época no lo hacían así. Pero si no te gusta, no tienes por qué leer el
libro. Yo no dije que no me gustara respondió con presteza Margie. Todo lo contrario.
Ansiaba enterarse de más cosas sobre aquellas divertidas escuelas. Apenas habían llegado
a la mitad, cuando la madre de Margie llamó: ¡Margie! ¡La hora de la escuela! Todavía no,
mamá suplicó Margie, alzando la vista. ¡Ahora mismo! ordenó la señora Jones.
Probablemente es también la hora de Tommy. ¿Me dejarás leer un poco más del libro
después de la clase? pidió Margie a Tommy. Ya veremos respondió él con displicencia. Y
se marchó acto seguido, silbando y con su polvoriento libro bajo el brazo. Margie entró en la
sala de clase, próxima al dormitorio. El profesor mecánico ya la estaba esperando. Era la
misma hora de todos los días, excepto el sábado y el domingo, pues su madre decía que
las pequeñas aprendían mejor si lo hacían a horas regulares. Se iluminó la pantalla y una
voz dijo: La lección de aritmética de hoy tratará de la suma de fracciones propias. Por favor,
coloque los deberes señalados ayer en la ranura correspondiente. Margie obedeció con un
suspiro. Pensaba en las escuelas antiguas, cuando el abuelo de su abuelo era un niño,
cuando todos los chicos de la vecindad salían riendo y gritando al patio, se sentaban juntos
en clase y regresaban en mutua compañía a casa al final de la jornada. Y como aprendían
las mismas cosas, podían ayudarse mutuamente en los deberes y comentarlos. Y los
maestros eran personas... El profesor mecánico destelló sobre la pantalla: Cuando
sumamos las fracciones una mitad y un cuarto. Margie siguió pensando en lo mucho que
tuvo que gustarles la escuela a los chicos en los tiempos antiguos. Siguió pensando en
cómo se divertían.

Luego de la lectura :

a)Explicá qué tiene de divertido y qué de aburrido la escuela tal y como la conocíamos
antes de que se desate la cuarentena, según tu visión personal.

b)Realizá un cuadro comparativo entre “el maestro mecánico” y “el maestro humano”

c)Para finalizar escribí una carta como alumno virtual que sos ahora, contá cómo te sentís
con este tipo de escuelas, cuáles son tus inquietudes, qué extrañas de tus días de colegio
habitual.
Para escribir la carta recordá el formato que hay que respetar; para eso te adjunto un
ejemplo para que tengas en cuenta.

d) ¿Qué le sucedía a la protagonista del cuento con la escuela a la que asistía?

11.LOS TIEMPOS VERBALES EN LA NARRACIÓN.

ACTIVIDAD A:

RECONOCE LOS VERBOS EN EL SIGUIENTE PÁRRAFO, SUBRAYARLOS y


CLASIFICARLOS EN PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE, PRET. PLUSCUAMPERFECTO
Y PRET. IMPERFECTO.

Apenas leyó la primera línea del libro se entristeció. Estaba en la cama y sentía
nostalgia. Era la novela que su abuelo llevaba de viaje a todos lados cuando recorría
el país por su trabajo. Había crecido y el libro había perdido unas cuantas páginas.

ACTIVIDAD B:

COMPLETA CON LAS FORMAS VERBALES QUE ESTÁN ENTRE PARÉNTESIS.


Ella…………………………..(recordar) entonces su niñez. No…………(saber) bien
cuándo
……………..(crecer) tanto. “El tiempo………………(pasar) rápido”, ..................(.Pensar)
y enseguida una lágrima……………….(correr) por su mejilla.

12. EL JUICIO.

Un hombre caminaba por un monte y encontró un yaguareté, que estaba preso


en una jaula porque había atacado un rebaño. El animal le pidió que lo liberase, y
le prometió que no lo atacaría. Pero en cuanto el hombre abrió la puerta, el
yaguareté se le echó encima. El hombre, desesperado, le pidió que no lo matara y
le recordó la promesa. Entonces, la fiera le dijo que le preguntaría a los tres
primeros seres que hallaran en su marcha qué debía hacer. Si uno solo de ellos
decidía perdonarlo, podría marcharse. Pronto vieron un roble y le preguntó si era
justo que el hombre viviera. El árbol contestó que los hombres plantan árboles,
pero cuando sus troncos son fuertes los talan indiscriminadamente. Por eso
sentenció que… ¡debía ser comido! Siguieron caminando y se hallaron frente a un
cardumen, a la orilla del río. El yaguareté repitió la pregunta. El pez más anciano
dijo que, antes, los hombres cuidaban de las aguas de los ríos y mares, pero que
luego habían comenzado a contaminarlas. Por eso sentenció que… ¡debía ser
comido! Por último se encontraron con un zorro. Éste hizo como que entendía la
pregunta y les pidió que volvieran hasta el lugar en donde había comenzado la
discusión. De este modo logró que el yaguareté entrara a la jaula. Entonces cerró
la puerta y la atrancó. Así el buen hombre, agradecido, pudo seguir su marcha.
Versión libre de Sandra Di Tavi.

a) ¿Cuántos personajes hay en esta historia?


b. Nombra a los personajes protagonista, antagonista y personajes
secundarios.
c. ¿Cuál te parece que es el conflicto en esta historia?
d. ¿Cuál es el ambiente, es decir, el lugar y el tiempo donde transcurre la
historia?
e. Inventa un final diferente para este cuento.
f. ¿Por qué estaba preso el yaguareté?
g. ¿Por qué el cuento se llama “El juicio”?

h) -ORDENEN DE 1 AL 7 LA SIGUIENTE SECUENCIA NARRATIVA

-------Al regresar al lugar el hombre se salvó.

-------El roble sentenció que debía ser comido.

-------En el camino se encontraron con un zorro.

-------El pez sentenció al hombre.

-------El hombre caminaba por el monte.

-------El yaguareté estaba preso en una jaula.

-------El hombre dejó libre al yaguareté.

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