Amboro (2) (1) .MMdocx
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CARRERA: BIOQUIMICA
PRACTICA N3
IMPACTO AMBIENTAL DE LOS INCENDIOS
SOBRE LA AREA PROTEGIDA AMBORO
GRUPO OE1
INTEGRANTES:
> Cloque Vera Shirley 223157473
> Cuentas Aquise Beimar 223157546
> Espinoza Garcia Renate Katherine 219205809
> García Villarroel Omar Said 223082600
> Copa Cruz Noemí 223157473
> Cruz Cochi Cristian Joel 223047831
2023
1 . INTRODUCCION
El Parque Nacional Amboró ha sido una de las zonas protegidas que mayor
atención han recibido durante los últimos años, ello ocurre en un contexto
nacional de extraordinario desarrollo de la temática de la conservación, sin
embargo, hay que reconocer que los logros no han tenido el mismo éxito. Hay
muchas preguntas sobre la mesa en relación con el manejo de las zonas
aledañas a las áreas protegidas, las zonas de amortiguamiento, y un conjunto
de ellas se refieren a las posibilidades y alternativas de desarrollo de dichas
zonas, de forma que no sean definidas por las restricciones que imponen las
zonas protegidas a sus entornos.
2. ANTECEDENTES
Desde 1973, año de su creación como Reserva Natural Teniente Coronel
Germán Busch (D.S. N°11.254), la superficie del PN-ANMI Amboró cambió
varias veces: En 1984, el D.S. N°20.423 convirtió a una superficie de 180.000
hectáreas en el Parque Nacional Amboró. A partir de 1989, desde Buena Vista
y con un presupuesto muy limitado, la Unidad Descentralizada del Centro de
Desarrollo Forestal de Santa Cruz (UDT-CDF-SC), emprendió las primeras
gestiones de manejo del área protegida, consistentes en relevamientos de flora
y fauna y censos de comunidades situadas dentro de los límites del parque de
aquel entonces, incluyendo campañas de información.
Se construyeron los puestos de guardaparques de Mataracú, Saguayo, la
Chonta y Macuñucú, manejados por el SPERNR1 , con oficina administrativa,
equipo técnico, 10 guardaparques, materiales y equipamiento. A través del
programa Parques en Peligro (PEP) de TNC, la ONG FAN se involucró en la
gestión de la zona sur del parque, con oficinas en Samaipata y Comarapa, con
un responsable técnico y siete guardaparques.
En 1991, con la aparición de los primeros fondos importantes, provenientes del
BID, se formó un comité de manejo con sede en Buena Vista, compuesto por la
UTD-CDF-SC, el SPERNR y FAN, quedando el CDF como responsable oficial
del manejo del Amboró. Este mismo año, sin consulta de los pobladores locales
y usurpando algunas propiedades privadas, se amplió mediante el D.S.
N°22.939 el área a 637.000 ha, lo que dio comienzo a un serio conflicto social.
Con financiamiento del Programa de Desarrollo Alternativo Regional (PDAR),
un consenso entre partes determinó dos zonas de uso mediante un límite
denominado “Línea Roja”, que se topologizó en el terreno como un sendero de
aproximadamente un metro de ancho que envuelve el parque nacional dejando
fuera a las propiedades previamente existentes.
En 1994, la FAN fue seleccionada por el recientemente creado Ministerio de
Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (MDSMA, hoy MSDP) 1 El SPERNR
(Subproyecto de Protección de Etnías y Recursos Naturales Renovables) fue el
componente de compensación ambiental de la construcción de la carretera
Santa Cruz-Cochabamba por el norte del Amboró.
La oficina de enlace de la Zona Sur, en Samaipata. Foto: SP ParksWatch •
Diagnostico del Parque Nacional y Area Natural de Manejo Integrado Amboro
para realizar el Plan de Manejo del área2.
En 1995 se aprobó oficialmente la Línea Roja (decreto oficial 24.137) aunque
continua redefiniéndose en la actualidad a causa de conflictos de pequeña
escala. La Línea Roja dividió al área protegida en Parque Nacional Amboró
(442.500 ha) y un búfer denominado Área Natural de Manejo Integrado Amboró
(195.100 ha) (MHNNKM, 2000), ocupando básicamente la superficie en la que
se suscitó el conflicto, definida entre el antiguo límite exterior del parque nacional
Amboró y el nuevo (Moreno et al., 1989).
En 1995, la Dirección Nacional de Conservación de la Biodiversidad (DNCB),
administración a cargo de las áreas protegidas del país, decidió unificar las
administraciones del norte y del sur en una sola unidad de conservación, administrada
directamente por el gobierno. FAN había ganado una licitación para co-administrar
Amboró junto con la DNCB, pero esto nunca se concretó y desde ese entonces es
administrada directamente por el gobierno, mediante el SERNAP.
3. OBJETIVOS
1. Describir la biodiversidad del Parque Natural Amboró: Realizar un inventario
de especies de flora y fauna presentes en el área, incluyendo la identificación
de especies endémicas o en peligro de extinción.
2. Evaluar la estructura y dinámica de los ecosistemas: Analizar la composición,
la distribución y la abundancia de las comunidades vegetales y animales en el
parque, así como su evolución a lo largo del tiempo.
3. Investigar la interacción entre factores bióticos y abióticos: Estudiar cómo los
factores bióticos (organismos vivos) y abióticos (factores no vivos, como el
clima y el suelo) interactúan para mantener la diversidad y estabilidad de los
ecosistemas de Amboró.
4. Analizar la calidad del agua en los ríos y arroyos del parque: Evaluar la
contaminación del agua y su impacto en la biodiversidad acuática, así como en
la salud de los ecosistemas acuáticos.
5. Investigar la influencia de la actividad humana en el Parque Natural Amboró:
Estudiar cómo la deforestación, la caza furtiva, el turismo y otras actividades
humanas afectan los ecosistemas y la biodiversidad del parque.
6. Evaluar las estrategias de conservación y manejo del parque: Analizar la
efectividad de las políticas y medidas de conservación implementadas en
Amboró y proponer posibles mejoras.
7. Estudiar las interacciones entre las comunidades locales y el parque:
Analizar cómo las poblaciones locales dependen de los recursos naturales del
parque y cómo se puede lograr un equilibrio entre la conservación y el
bienestar de las comunidades.
8. Evaluar el potencial del Parque Natural Amboró como un laboratorio natural:
Investigar las oportunidades para la investigación científica y la educación
ambiental en el parque.
9. Medir la calidad del aire y su impacto en la salud de la biodiversidad:
Investigar la contaminación atmosférica en el parque y su influencia en la salud
de los ecosistemas y la biodiversidad.
4. DESARROLLO DE LA PRACTICA
UBICACIÓN GEOGRAFICA
El PN-ANMI Amboró está situado en el centro de Bolivia, al oeste del
departamento de Santa Cruz, entre las coordenadas 17° 43´ y 17° 55´ de
latitud sur. Está ubicado en el denominado “Codo de los Andes”, lugar en que la
cordillera occidental cambia de rumbo en dirección sur.
Su margen oeste limita con el Parque Nacional Carrasco que pertenece al
departamento de Cochabamba. Forma parte del corredor biológico
Vilcabamba-Amboró. Se encuentra entre los dos ejes principales del desarrollo
regional, las dos carreteras Cochabamba-Santa Cruz.
Art° 5.- Los principales objetivos del Area Natural del Manejo
Integrado AMBORO son:
1.- Promoción del desarrollo sostenible.
2.- Recuperación de la vegetación natural.
3.- Realización de actividades compatibles con el reconocimiento de
los derechos indígenas y campesinos, promoviendo su participación
en el manejo del ANMI a través de un Comité de Gestión.
Clima
Parece conveniente por su actualidad y la calidad aparente de las fuentes empleadas, la
utilización del diagnóstico climático llevado a cabo por FAN y CARE-Bolivia (1999)
como base para el estudio del clima del Área de Manejo Amboró. Éste considera
únicamente los valores de precipitación pluvial y temperaturas medias, recopilados a
partir de 27 estaciones de base y otras 40 complementarias y de referencia para la
pluviometría, y únicamente 13 termométricas, con un período de análisis de 25 años
(1972-1996). Resulta posible así la comparación entre diferentes sectores del Área, a
través del análisis del régimen y distribución espacial de precipitaciones y temperaturas:
El régimen pluviométrico es muy similar a lo largo de toda el Área de Manejo, con una
estación lluviosa (3/4 de las lluvias anuales) que se concentra entre los meses de octubre
a abril (máxima en enero), y una estación seca entre los meses de mayo y agosto
(mínima en julio), siendo el resto del año transiciones entre ambas estaciones más
claramente definidas Tal como se había expresado, existen diferencias significativas
entre los sectores norte y sur del Área. Puede observarse en la existencia de un acusado
gradiente respecto a los valores de precipitación media anual expresado por líneas
isoyetas, que va disminuyendo en el sentido NO-SE sobre el límite norte del Parque,
quedando así los valores superiores en el sector norte respecto al sur: mientras en el
norte del Área sobrepasa los 4.000 mm a 2.000 mm, en el sur transcurre entre 2.000 mm
y únicamente 600 mm.
La precipitación en el norte es más uniforme que en el sur debido a la fisiografía del
Área. Como veremos más adelante, mientras el relieve en el norte es mínimo, en el sur
es bastante accidentado con la presencia de algunos montes por encima de los 2.000 e
incluso 3.000 msnm, parte de la Cordillera Oriental, que intercepta los vientos que traen
nubes de áreas más húmedas, llegando las masas de aire más secas.
La distribución anual de las temperaturas medias mantiene igualmente de forma muy
similar en toda el Área de Manejo, estando las temperaturas medias más cálidas entre
los meses de noviembre y marzo (máximas en diciembre y enero, aunque la máxima
absoluta generalmente se da en octubre o noviembre), y las más frías entre junio y
agosto (mínimas en julio, mes en que también ocurren las mínimas absolutas),
hablándose así de verano e invierno respectivamente.
En el sector sur o de los Valles aparecen las mayores amplitudes térmicas diarias, siendo
general para ambos las amplitudes más significativas durante los meses de invierno.
Existe el riesgo de ocurrencia de heladas principalmente en el mes de julio en
diferentes zonas bien, con valores medios inferiores a los 10º C, bien incluso aun
siendo éstos superiores pero debido a la mayor altitud.
Existe también una gradación espacial de las temperaturas medias anuales expresado
por líneas isotermas, disminuyendo casi perpendicularmente al de isoyetas, en sentido
NE-SO, quedando así también los valores superiores en el sector norte respecto al sur:
desde algo más de 24º C hasta los 13º C en las medias anuales.
Al igual que en el caso de las lluvias, las temperaturas también se ven afectadas por la
fisiografía del área, ocurriendo, además, variaciones locales significativas entre valles y
en laderas de sotavento y barlovento, solanas y umbrías.
CARE-Bolivia (1998) clasifica el clima del Área por su parte también de forma
diferenciada entre el sector norte y sur, siendo el primero de tipo subtropical subhúmedo
a húmedo, mesotérmico con invierno frío e índice de humedad entre 0 y 40; y el
segundo, subtropical subhúmedo, mesotérmico.
Administración y personal
El personal del PN-ANMI Amboró está compuesto por un director, un
administrador, un jefe de protección, un asesor legal, un técnico de turismo, un
técnico de manejo de recursos naturales, un técnico en monitoreo, 24
guardaparques, un chofer y un cuidador-mensajero.
En 1993 el Estado inició el Programa General de Capacitación en Recursos
Humanos para la Gestión de las Áreas Protegidas de Bolivia. En el tiempo de 3
años, mediante 4 módulos con sus fases de aula y campo, se logró formar la
primera promoción de Peritos Guardaparques, de los cuales 11 ejercen
funciones en el PNA, mientras que el resto continúa el proceso en el segundo
ciclo. Habiendo transcurrido el tiempo, la capacitación, las experiencias del
trabajo y todas las adecuaciones jurídicas, a la fecha el PN-ANMI Amboró
cuenta con uno de los cuerpos de protección más antiguos y mejor capacitados
del Sistema Nacional, con funcionarios que durante 14 años han prestado
servicios en estas labores.
Los guardaparques entrevistados por ParksWatch coinciden en que el número
actual de funcionarios y guardaparques para la administración y manejo de un
área protegida tan extensa es insuficiente, estimando que haría falta un total de
30 guardaparques un manejo efectivo.
Infraestructura
Actualmente, el área posee 9 campamentos situados estratégicamente, tanto
en la zona Norte como en el Sur: el área cuenta con una oficina central en la
ciudad de Santa Cruz (compartida con el ANMI San Matías y el PN-ANMI
Otuquis), dos oficinas de enlace (en Buena Vista y Samaipata), nueve
campamentos secundarios (Moilé, Mataracú, Saguayo, La Chonta, Macuñacú,
en la zona norte; Comarapa, Santa Rosa, La Yunga y Tigre, en la zona Sur),
dos refugios (en San Juan e Ichilo), tres vehículos y doce motocicletas.
Los campamentos necesitan sustanciales mejoras en infraestructura y servicios
para ofrecer comodidad a los guardaparques tanto en trabajo como en sus
horas de descanso. Muchos campamentos se hallan en franco deterioro por
falta de mantenimiento.
Tenencia de la tierra
Antes de la creación del área protegida la única tierra de dominio nacional eran
unas 100.000 ha pertenecientes a las Fuerzas Armadas, incluidas dentro de lo
que hoy es el Parque Nacional Amboró, en las partes inaccesibles a la
colonización. Estas tierras estaban rodeadas de extensas estancias privadas y
pequeñas a medianas parcelas de agricultores. Antes de 1950 y hasta entrada
la década del 70, las planicies continuaban poco transformadas por el uso
agropecuario, sobre todo en el sector norte, ya que en el sur las poblaciones
son de larga data. Luego de la Reforma Agraria e impulsado por el Instituto de
Colonización, el avance de la frontera agropecuaria alcanzó buena parte del
sector norte, ocupando primero las tierras planas pero extendiéndose cada vez
más hacia tierras de mayor pendiente, ocupadas tanto por colonizadores
inducidos por la Reforma Agraria (1953) como por invasores sin título. Estos
últimos ocuparon territorios del gobierno o partes de las estancias más
grandes. En total, se estima que se establecieron unas 3.000 familias en el
área protegida o en tierras inmediatamente circundantes.
La mayor parte de la superficie comprendida al interior de la Línea Roja, en el
parque nacional, es tierra fiscal de propiedad estatal. En el ANMI, la tierra es
mayormente de propiedad individual de campesinos asentados antes de la
creación del área protegida. De acuerdo al Plan de Manejo del área, en 1997
un 50% de las comunidades poseía título de propiedad.
En el área norte, el tamaño de las parcelas de los agricultores tiende a ser
mayor que en el sur. Los pobladores son inmigrantes recientes, provenientes
de valles altos de Cochabamba o Potosí, es decir, sin experiencia ni tradición
cultural en tierras bajas selváticas.
En gran parte de la zona sur, la tierra pertenecía a haciendas grandes que se
parcelaron formando un mosaico de pequeños parches con motivo de la
Reforma Agraria, excepción hecha de áreas extensas destinadas al pastoreo
comunal, que son las que mayores conflicto de superposición tienen con los
límites del parque nacional. El sector sur tiene tierras de moderada capacidad
para el uso agropecuario, la agricultura es practicada en terrazas en orillas de
ríos, con un clima más frío y seco que en el norte. Los pobladores de este
sector están completamente integrados en sus tradiciones y costumbres de uso
a sobrevivir en este tipo de paisajes.
Biodiversidad
El PN-ANMI Amboró está entre las áreas protegidas de mayor biodiversidad del
planeta. Según Gentry (1982), en el neotrópico, la diversidad de especies de
plantas está correlacionada con la precipitación anual absoluta y la
temperatura, representando cerca de 50 especies de árboles por cada 1.000
mm de precipitación. Los fuertes gradientes de precipitación y temperatura del
PN-ANMI Amboró, en combinación con una escarpada fisiografía y compleja
hidrografia, conforman las bases abióticas de la excepcional biodiversidad del
área.
Las zonas ecológicas predominantes en el área son las formaciones montano-
húmedas del
subandino y los Yungas. En base a algunas descripciones del Plan de Manejo
del Parque (FANTNC 1997), se llegan a describir las siguientes zonas:
A) Flora
En el PN-ANMI Amboró se encuentran registradas 2.659 especies
de plantas superiores; sin embargo se estima la existencia de más de 3.500
especies. Entre las especies de flora que se hallan en el área se pueden
mencionar: el limachu (Myrsine coriacea), el khellu kheluu (Bocona frutescens),
el cebillo (Myrica pubescens), el bibosi (Ficus sp.), la amabaiba uva (Pourouma
sp.), el pacay (Inga velutina), el guitarrero (Didymopanax morototoni),
el clavo rojo (Palicourea bryophila), la mara (Swietenia macrophylla), los pinos
de monte (Podocarpus sp.), el nogal (Juglans boliviana), el canelón (Aniba
coto). Es de enorme relevancia la presencia de extensas manchas de helechos
arbóreos gigantes (Cyathea sp., Alsiphila sp.) en los bosques nublados.
Además se hallan la pachiuva (Scotia exorrhiza), el asaí (Euterpe precatoria)
y varias especies de orquídeas endémicas.
La enorme variedad de pisos ecológicos determina una exuberante diversidad,
pero tambíen son de destacarse los endemismos. La unidad de vegetación del
bosque semiárido chaqueño interandino aporta numerosos endemismos, sobre
todo en Cactaceae. La vegetación saxícola y rupestre, que ocupa farallones
rocosos, está dominada por grandes bromeliáceas, con endemismos como
Cleistocactus samaipatus y C. aurespinus. La selva amazónica húmedo-
hiperhúmeda pluvial aporta endemismos notables, tal como
Talauma boliviana (CEBEM, 2003).
Imágenes pertenecientes algunas especies de flora en el PN-ANMI Amboro:
B) Fauna
de En cuanto a la fauna, se encuentran registradas más de 1.200 especies
para el PN-ANMI Amboró, en un relevamiento preliminar que no incluyó al área
del parque nacional. Existe una gran diversidad de especies de mamíferos (15
marsupiales, 7 primates, 19 carnívoros, 44 quirópteros, 7 edentados, 1
perisodáctilo, 4 artiodáctilos, 1 lagomorfo y 9 roedores).
Varias especies se destacan por presentar algún grado de categoría de
conservación el jucumari u oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el jaguar
(Panthera onca), el puma (Felis concolor), el ocelote (Felis pardalis), otros
felinos (Felis yagoaroundi, Felis wiedii, Felis geoffroyi, Felis tigrina), el oso
bandera (Myrmecophaga tridáctila), el
armadillo gigante (Priodontes maximus),
el mono araña (Ateles paniscus), otros
primates (Alouatta seniculus, Alouatta
caraya, Aoutus sp., Cebus apella,
Calicebus moloch, Saimiri sciureus), el
bush dog.
(Speothos venaticus), nutrias (Lutra
longicaudis), el anta (Tapirus terrestris),
pecaries (Tayassu pecari, Tayassu ta
jacu), ciervos (Mazama americana,
Mazama gouazoubira), roedores (Agouti paca, Dinomys branickii).
Nutrias (Lutra longicaudis)
Es de esperarse que un futuro relevamiento que incluya el interior del parque
con trampas de captura viva puestas en altura aumente la lista de mamíferos
sobre todo en marsupiales, roedores y quirópteros. La riqueza de especies
disminuye a medida que se asciende a los bosques nublados.
La riqueza de especies de aves descritas para Amboró supera los 840, más del
60% del total para Bolivia. Este número es superior al de la riqueza de aves de
buena parte de los países del globo. Junto a los parques nacionales Manu
(Perú) y el Madidi (Bolivia), es una las áreas de mayor biodiversidad de aves
del mundo. Las aves que presentan algun tipo de categoría de protección
ascienden a 209: 9 endémicas de Bolivia, 7 en peligro de extinción, 43
vulnerables o en declinación numérica, 33 raras, 33 de distribución restringida,
13 están en el Anexo I de CITES y 147 en el Anexo II de CITES (CEBEM,
2003).
Se destacan la pava copete de piedra
(Pauxi unicornis), la paraba militar (Ara
militaris), la paraba de frente roja (Ara
rubrogenys) y varias especies de aves
endémicas (Simoxenops striatus,
Myrmotherula grisea, Aglaeactis
pamela. Schizoeaca harterti, Grallaria
erythrotis, Hemitriccus spodiops y
Poospiza garleppi). También se
encuentran especies de aves
relevantes para la conservación como
Rupícola peruviana, Myiopsitta
monachus, Ciccaba albitarsus,
Coeligena coeligena, Andigena
cucullata, y Thamnophilus ruficapilus Cormorano (Phalacrocorax)
(Moreno et al., 1989).
La riqueza de reptiles, representada por 105 especies, hace de Amboró el sitio
más diverso del mundo. En base al grado de endemismo y de estar
categorizados en algún listado de especies con status de conservación, se
destacan entre otros Prionodactylus eigenmanni, Bothrops jonathani, B.
sanctaecrucis, Micrurus frontifasciatus, Caiman yacaré, Boa constrictor y
Tupinambis teguixin. En cuanto a anfibios, a pesar de solo haberse muestreado
en los márgenes del parque nacional, se han identificado 76 especies y 50
morfotipos pertenecientes a especies nuevas en Bolivia. Ya con estas 76,
Amboró está entre los tres sitios con mayor diversidad de anfibios del planeta
(junto con Manu, con 82 y Santa Cecilia, de Ecuador, con 93) (SERNAP, 2002;
Ergueta y Gomez, 1997). Solamente en el ANMI se han registrado 109
especies de peces, reduciéndose con el incremento altitudinal. En las planicies
aluviales se encuentran especies de tamaño mediano y grande que forman
parte de la pesca comercial y de subsistencia como el sábalo (Prochilodus
labeo), el surubí (Pseudoplatistoma fasciatum), el pacú (Piaractus
brachypomus), junto a variedades no comestibles o no tan apetecibles de
characidos y siluriformes. Aproximadamente los 700 metros constituyen el
límite altitudinal para el surubí, el pacú y el sábalo. Ya por encima de los 1000
metros la ictiofauna disminuye notablemente (CEBEM, 2003).
Hidrografía
Los principales ríos corren de Sur a Norte (hacia el río Mamoré), excepto los
dos tributarios del río Grande que corren de Norte a Sur y de dos pequeños
ríos de la cuenca Yapacani (Mogrovejo, 1996). El sistema hidrográfico puede
dividirse en tres cuencas principales (FAN-TNC, 1997):
-Cuenca del río Ichilo, el principal colector de los ríos que nacen al oeste del
área. Afluente del Mamoré.
-Cuenca del río Grande, situada al sudoeste del área. Afluente del Mamoré.
-Cuenca del río Yapacaní, que ocupa más del 60% de la superficie del ANMI,
comprendiendo la mayor parte de los sectores sur, centro, este y la mitad norte,
entre las los carreteras Santa Cruz-Cochabamba, con nueve subcuencas.
Las llanuras aluviales recientes del río Yapacaní se desarrollan al norte exterior
del ANMI norte, alternando con las llanuras aluviales antiguas del rió Yapacaní-
Ichilo.
La dinámica hidrográfica contribuye, subordinada a la fisiografía, a la formación
de un mosaico heterogéneo de condiciones microambientales de distinta
predictibilidad: desde llanuras imperfectamente drenadas a completamente
inundables, diques naturales de cauces recientes, depresiones mal drenadas,
formas elevadas, cauces, depresiones, llanos y pendientes abruptas.
“Mapa de relieves y ríos dentro del PN-ANMI Amboro”
b) Caza y pesca
Esta actividad es y ha sido tradicionalmente importante como complemento
proteico de los pobladores. Por las características poblacionales y climáticas
del área, esta actividad es mas intensa en el sector norte que en el sur. Los
pobladores mas antiguos usan una mayor diversidad de especies de
mamíferos, aves, reptiles y peces y poseen un conocimiento muy grande de las
artes de caza y pesca, si se los compara con los colonos recientes. Estos
recursos se utilizan para subsistencia cotidianamente, pero cerca de los
mercados y en sectores donde hay abundancia, se comercian, como es el caso
en los alrededores de Yapacaní y otros centros urbanos de las carreteras
Cochabamba-Santa Cruz. Debido al paulatina agotamiento de las poblaciones
faunísticas, existe un desplazamiento gradual de las actividades de caza y
pesca hacia zonas menos intervenidas, entre ellos la zona intangible del área
(parque nacional).
d) Apicultura
La cría de abejas para la producción de miel, cera, polen y otras sustancias es
una actividad complementaria muy importante en el área, aparte del servicio de
polinización de cultivos. La totalidad del ANMI tiene producción apícola
(ADAPICRUZ, 1999). Más de la mitad de la población de Buena Vista
aprovecha las colmenas naturales que tiene en su propiedad. Esta actividad ha
sido fuertemente impulsada por ONGs y proyectos de desarrollo rural, tales
como CARE, CARITAS y CEDICA en comunidades del municipio de El Torno,
con parcelas demostrativas de producción integrada con asistencia técnica y
créditos blandos. El CEBEM constató la buena acogida por parte de la
población ante los buenos resultados obtenidos con este sistema productivo.
CARE y CIAT también trabajaron en comunidades del municipio de Comarapa
apoyando la producción apícola mediante cursos de capacitación.
e) Generación de agua
Esta área protegida no sólo alberga una rica biodiversidad, sino que es
altamente importante para la generación de agua para los nueves municipios
que forman parte de esta área protegida, como son los municipios Buenavista,
San Carlos, Yapacaní, Comarapa, Samaipata, Mariana, Pampa Grande, El
Torno y Porongo. También, el Parque Amboró está en la cuenca media-alta del
río Piraí, que abastece de agua a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
La importancia hidrológica del Parque Amboró, radica en su ubicación
geográfica en la cordillera de los Andes, su
confluencia con la región de la Amazonia y su
extensa cobertura de bosques húmedos de
montaña, que actúan como un gran receptor y
generador de humedad, que dentro del ciclo
hidrológico se traduce en disponibilidad de
agua superficial (en quebradas, arroyos y ríos)
e infiltración del agua para los acuíferos que
abastecen de agua a la ciudad de Santa Cruz y
los diferentes centros poblados aledaños.
La ciudad de Santa Cruz de la Sierra con una
población de 1.967.943 habitantes (INE 2012),
tiene una demanda anual de agua de 107,74
millones de m3, considerando un consumo
promedio de 150 litros/habitante/día. La
provisión de agua potable para la ciudad depende del aprovechamiento de
acuíferos profundos a través de pozos subterráneos que son alimentados por la
recarga hídrica que se origina principalmente en la cuenca alta y media del Río
Piraí. La cuenca media del Río Piraí es la zona más importante para gran parte
de la recarga de los acuíferos de la ciudad. El piedemonte y las serranías de la
cuenca media presentan una cobertura boscosa considerable, incluyendo
zonas del área protegida Amboró, las subcuencas de esta zona aportan con
189 Mm3 al acuífero profundo de la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra volumen que
corresponde al 74% del total la recarga de este
acuífero.
Presiones y Amenazas
El drama de la caoba
La extracción ilegal de mara o caoba es
uno de los grandes problemas del área.
Los guardas parques poco pueden
hacer ante los numerosos y armados grupos de madereros.
La madera se vende por pies cúbicos. Cada uno cuesta US$ 1,4.
De un árbol de se pueden obtener ganancias por hasta US$ 2900,
dice el responsable de la Dirección de Desarrollo Productivo y
Medioambiente del municipio de San Carlos, Román Vitrón.
En Mataracú operan cazadores, pescadores y madereros. Mientras
camina por el bosque, Vitrón señala los árboles de mara (Swietenia
macrophylla), conocida también como caoba. Hay ejemplares que
llegan a los 30 o 40 metros de altura. Uno de ellos está junto a la
senda. “Está marcado. Vendrán a buscarlo en la época de lluvias”,
se lamenta. La madera de caoba se vende por pies cúbicos. Cada
pie cuesta US$ 1,4. De un árbol de mara se pueden obtener hasta
2000 pies cúbicos, es decir, unos US$ 2900, según Vitrón. “Ahora
alguien me habrá visto
entrar y ya ha debido
avisar. Hoy no entrarán
los madereros”,
asegura. Los madereros
tienen contactos entre la
gente que vive en el
bosque. Hasta que
lleguen las lluvias, están
acumulando troncos en
los ríos Yapacaní y
Colorao, cuyos cauces pasan por dentro del parque, afirma Huanca.
A través del esquema ARA cerca de 40.000 hectáreas de bosque están siendo
conservadas en el Amboró y más de 1000 familias se han beneficiado por
incentivos que les ayudan a conservar el bosque y mejorar sus prácticas
productivas y acceso al agua.
«Yo creo que se debe a la deficiencia, a pesar de la información que se les da.
No quieren reconocer que hay un abandono», aseguró Tolavi, quien reiteró que
si las autoridades no hacen nada, el caso del Choré se repetirá en el parque
Amboró. Según la denuncia de la exfuncionaria, en el Parque Nacional
Amboró, los cultivos de coca se dispararon a 30 hectáreas, algunos son
cocales nuevos y otros antiguos. Las plantaciones más recientes datan de
cuatro a siete meses.
Esta situación tiene relación con el incendio que se registró en las últimas
semanas en el parque Amboró. Según la exdirectora, aquello está relacionado
con la preparación de la tierra para la hoja de coca.
Laboratorio de cocaína
El laboratorio tenía una inversión de entre $us 200 a 250 mil y, según Saúl
Espinoza, comandante de Umopar Chapare, se trataba de un laboratorio boliviano
que llevaba un año operando.
5. Conclusiones
1) Importancia de la biodiversidad: El Parque Natural Amboró alberga una
riqueza excepcional de flora y fauna, incluyendo muchas especies
endémicas y en peligro de extinción. Esto subraya la importancia crítica
de la conservación de este ecosistema único.