Crónica de Fernando IV T. I
Crónica de Fernando IV T. I
Crónica de Fernando IV T. I
modo los hijos naturales; pero á quien del Lodo pareció mal la respuesta, fué al propio
interesado, que la t o m ó á grave insulto por estar presente el Rey y las principales d a -
mas de la corte, y dijo en alta voz: «Vos decis verdad que yo soy de g a n a n c i a ,
mas vos sois y seréis de p é r d i d a : y sino estubierades delante de s u A l t e z a , y os
pusiera las m a n o s , mas desto no tenéis vos la c u l p a , sino quien os h a criado
pues os ha e n s e ñ a d o tan m a l . » Y el Rey d i j o : «iVo fabla m a l , que a s i es costum-
bre.» « P u e s t a m b i é n es costumbre de los fijosdalgo de Castilla que quando no
son bien tratados de sus s e ñ o r e s que v a y a n á buscar fuera della quien les m a s
bien faga; yo lo h a r é a n s i , y prometo de no tornar á ella hasta que pueda v o l -
ver de m a n e r a que me llamen con v e r d a d de g a n a n c i a , y yo me despido de v a -
sallo y o torgadme el fuero de los caballeros fijosdalgo de C a s t i l l a de los treinta
d i a s , y nueve dias y tres dias en que puedan s a l i r del R e y n o . » Y el Rey, c o n -
forme al fuero de Castilla, no se lo pudo negar de derecho. Brios mostraba el mozo,
pues en edad tan j u v e n i l tenia todo el carácter y la fiera independencia de a q u e -
llos magnates antiguos, que no sufrían afrenta ni aun del mismo R e y . Apoyado en el
fuero, demandaba razón á Alfonso y contra su autoridad se rebelaba; pero á las c l a -
ras, á la luz del dia; no prometía lo que no había de cumplir; no pedia p e r d ó n para
convertir su agradecimiento en odio: no recibía merced para pagarla con desden; no
se alzaba con castillo que de mano del Rey hubiera recibido, ni con lancería que á sus
ó r d e n e s tuviese; disponía de su persona, s e g ú n la ley, según el pacto feudal, c o m -
pletamente voluntario; tal fué la conducta de D . Alonso Pérez de Guzman en aquella
crítica ocasión.
Salió de la córte D . Alonso con unos sesenta que le a c o m p a ñ a b a n entre amigos y
criados , algunos en pos de la fortuna del mozo, muchos llevados de su cariño ^ t o -
dos llenos de admiración hácia su persona. Vió al Rey de Marruecos en Algecira;
c o n c e r t á r o n s e , pactaron paz y mutua amistad; holgóse mucho el africano, por las n o -
ticias que tenía del leonés, y porque en aquella sazón ignoraban de todo punto los Reyes
de Africa el arte de guerrear, pues ni sabían ordenar las batallas ni los escuadrones,
y todo esto lo hacían por mano de cristianos, que siempre guardaban buen n ú m e r o de
ellos , y al valiente y al entendido le colmaban de mercedes. No fueron pocas las ofre-
cidas á D . Alonso, ni el recibimiento que le hicieron hubiera podido compararse á otro
que al de un monarca. Los muchos cristianos que con el moro s e r v í a n , el caudillo
Aben-comat su amigo, y en algún tiempo su prisionero , con gran copia de moros
principales, todos acudieron á rendirle parías saludándole con los títulos mas h o n o r í -
ficos. Recibióle el Rey con mucho amor y bueua gracia, le hizo guarda mayor de su
casa y capitán de los cristianos que allí había y de los que tenia en Bcnamarin á su
servicio : aposentóle bien como á su c o m p a ñ a , dióle doblas y aderezos pertenecien-
tes para su posada , y limitóse el concierto de D. Alonso con el Rey á servir el p r i -
mero al segundo contra todas las personas y naciones del mundo, salvo contra c r i s -
tianos. A tal punto llevó el guerrero castellano su amor á la patria y su profundo res-
peto á la religión de sus mayores.
Disculpa la historia á D . Alonso, por su larga permanencia en tierra de moros
por ser costumbre antigua de aquella nobleza turbulenta, ó buscar el a c r e o e n i a n S
de su fortuna entre los á r a b e s , ó la apetecida venganza do los desdenes ini, ü
de la corle de Castilla. No siempre sin embarco hlos móvil Ü C S Ü U t s > '«jubílelas
oujtuis sm unDaiDo tales movilcs ql,tí pueden ser discul-
:j78 CRÓNICA DE DON FERINA INDO EL IV.
nados, fueran la cansa de tnn repelidas y bruscas retiradas. L a mas negra traición
aconsejó muchas veces pasos tan criminales, que ni la historia puede disimular y ia
moral condena como acciones contrarias á los deberes del s u b d i t o , del noble y ^
guerrero. Es verdad que entre ambos pueblos, cristiano y m o r o , h a b í a trato y comu-
nicación frecuentes; en tiempo de paz y de treguas se festejaban, se obsequiaban , se
convidaban unos á otros los caudillos mas nombrados de ambos e j é r c i t o s : preseas de
valor se cruzaban de una á otra parle ; la hidalguía castellana , la caballeresca gente
del Andalucía hacían alarde de su amistad y de sus frecuentes y mutuas visitas. Por
eso era muy común el buscar en los tiempos de adversidad un consuelo, un alivio , un
asilo en donde vivir seguros al abrigo de una p e r s e c u c i ó n i n j u s t a , ó un campo neutral
y muchas veces enemigo , desde el cual podía el traidor meditar á mansalva sus i n i -
cuos planes de venganza y destrucción.
Siendo príncipe el Rey D . Alonso V I estuvo refugiado en l a corte de Toledo r e i -
nando Yahya A l - r n á m o n , y de ella salió á ser Rey de Castilla, de León y de Galicia
por la muerte de D . Sancho , ocasionada en Zamora por la a l e v o s í a de V e l l i d o Dolfos.
Casi por el mismo tiempo vivían con el rey moro de Granada muchos caballeros cas-
tellanos, entre otros el conde D . García O r d o ñ e z , Hurlado S á n c h e z , L o p e Sánchez,
su hermano, Diego P é r e z , y hacían guerra al Rey de Sevilla A l - m o t a m í d . D . Diego
López de H a r o , s e ñ o r de Vizcaya , vivía en Valencia , t i e r r a de moros , s e g ú n lo dice
la crónica de D . Alfonso de las Navas. En tiempos del Rey D . Alonso el Sábio fueron
vasallos del Rey de Granada el infante D. Felipe, hermano d e l R e y , y D . Ñuño Gon-
z á l e z , señor de la casa de L a r a , D . Esteban Fernandez de C a s t r o , D . F e r n á n Ruiz de
Castro , Gómez Carrillo y otros muchos. E l infante D . E n r i q u e el Viejo y el infante
D . Juan,sirvieron á les .Reyes de Marruecos y de Túnez ; muchos de estos tomaron
aquel parlido llevados de malas pasiones, con el único objeto de vengarse de supues-
tos agravios, que no eran otra cosa mas que inmoderados deseos de criminales me-
dros. La historia cuenta cómo D. Alonso Pérez de Guzman r e s p e t ó el nombre cristiano
y salvó su f é , primero en los conciertos que c e l e b r ó con e l Rey de Marruecos, se-
gundo en el largo período en que estuvo á sueldo de este m o n a r c a .
Temiendo A b u Yusuf, por conocer la mala ralea de la gente m o r a , que su larga es-
tancia en las costas de E s p a ñ a pudiera originar a l g ú n desasosiego en su no muy bien
asentado imperio ,. dió á su gente la órden de pasar al A f r i c a , y á D . Alonso de te-
nerla á punto para el día siguiente : llegaron á Fez , h o l g a r o n a l g ú n tiempo , en el
cual los cristianos, y con ellos su capitán, se dedicaban á lodos los ejercicios de la ca-
ballería, escaramuceando, bofordando, corriendo c a ñ a s y rompiendo lanzas, de loque
mucho se maravillaban los africanos viendo la destreza de D . A l o n s o , que á todos so-
brepujaba. Hasta aquí las bromas y a l e g r í a s , simulacros de la guerra con que espar-
cían el ánimo y daban vigor á las fuerzas de cuerpo; pero no t a r d ó en presentarse la
ocasión de acometer empresas famosas, en las cuales D . Alonso d e b í a ganar muclw
prez y buena cantidad de doblas, comienzo legítimo de su mucha fortuna.
Habitaban gran parle del territorio africano ciertas t r i b u s guerreras, que viviendo
independientes por muchos años hacía muy pocos que r e c o n o c í a n como Rey y señor
al de Fez y Marruecos, pagando un feudo ó t r í b u l o como de vasallaje, mas que volun-
tario forzado; y tanto era esto, que rara vez s u c e d í a , que vencido el plazo se hallasen
dispuestos á cumplir lo ofrecido, anles al c o n t r a r í o se n e g a b a n , fiando al esfuerzo de
ILUSTIlACIONIiS.
sus armas el éxito leliz de aquella periódica negativa. Eran estas tribus n ó m a d a s , y
era mas difícil combatirlas por no vivir en ciudades ni lugares ciertos, mudando a cada
paso de hogar, lo cual no conviene m u y bien con el nombre que teniau, Rehalis, esto
es, cultivadores de t i e r r a , a c o m o d á n d o s e la vida errante que las antiguas historias les
dan , mas á los pastores que a los labradores.
El plazo había vencido cuando D . Alonso llegó al A f r i c a : en vano el Rey de M a r -
ruecos a m o n e s t ó una y otra vez á los tributarios: estos se negaron á cumplir lo que de
antiguo h a b í a n pactado, p r e p a r á n d o s e al propio tiempo a una obstinada defensa. El
caudillo español recibió la órden de cobrar el tributo y de acallar injustas pretcnsiones
de aquellas tribus, domando su ingénito valor y dando á su inexperiencia una severa
lección que no olvidasen en muchos a ñ o s . A p a r e j ó s e para aquella jornada D. Alonso,
llevando en su compañía soldados fieles, cuales eran todos los cristianos que pagaba
el Rey por andar en su servicio, ademas todos los cautivos que lloraban su perdida l i -
bertad en aquellas mazmorras, á quienes se concedió tan inestimable don á ruegos de
Guzman. Dióles armas á todos y caballos á los que sabian cabalgar, con lo cual reunió
bien mil y seiscientos esforzados campeones, que de seguro se podía apostar no le de-
jarían mal parado en la empresa. Iban en la cabalgata unos cristianos que de tiempo
atrás estaban en el A f r i c a , de cuyo origen incierto hablan las historias en muchos pa-
rajes, llamados farfanes, asunto que merece ilustración por lo oscuro que hoy se e n -
cuentra, y que no es del caso aclarar ahora. Gran n ú m e r o de moros seguía también al
caudillo cristiano, los mas bizarros, nobles y valientes de aquella tierra. El ejército se
puso en marcha al son de atabales y añafiles, y dando al aire sus bandadas y c a m i -
nando por sus jornadas llegó cerca de las tiendas de los á r a b e s tributarios, los cuales
sabiendo que se hacía gente contra ellos se habían acaudillado todos los mas que p u -
dieron de pié y de á caballo, y hacían fuerza para defenderse. Veinte mil y mas esta-
ban situados en una ladera, sin guardar ó r d e n de e s c u a d r ó n porque acostumbran para
hacer su pelea entrar y salir en la batalla, caracolear alrededor del enemigo, moles-
tarle, atacarle por la parte mas flaca, diseminarle en seguida y perseguirle con la ven-
laja del n ú m e r o y el correr de sus caballos. Muchos eran para tan poca gente como lle-
vaba D . Alfonso, que mas fiaba en los suyos que en los moros que le a c o m p a ñ a b a n : así
es que exhortando á los primeros con tiernísimo acento, y haciéndoles ver el peligro
que corrían si no se ajustaban en las maniobras á l o que él mandase, dividió sus es-
cuadrones cristianos, tomando él el mando del primero y dando el segundo á Garci Mar-
tínez Gallegos, previniendo á los moros que por su lado derecho acometiesen al ene-
migo, sin formar e s c u a d r ó n , porque no lo quisieron hacer, y en balde hubiera sido el
obligarles á ello porque no conocían la táctica de los e s p a ñ o l e s . De los cristianos de á
pié hizo un e s c u a d r ó n , m a n d á n d o l e s quedar á retaguardia y que en el centro custodia-
sen el fardaje, bestias y bastimento, con órden de resistir juntos las embestidas de los
a l á r a b e s , en la inteligencia de que si se separaban serian muertos todos, y si juntos
resistían cual una cindadela inmóvil, el enemigo temería penetrar donde solo hallaría la
muerte. Táctica parecida á la antigua falange de Maccdonia ó á los cuadros quc'la mo-
derna táctica emplea con tan excelentes resultados para resistir á la caballería '
Bajaron al llano los a l á r a b e s , y aprovechando el momento oportuno cerró con ellos
Alonso apellidando Santiago; los cristianos dieron en los enemigos con tal ímoetu
que del primer encuentro muchos cayeron y otros mal lloridos huyeron - •1.Jui fué del
380 GKONICA DE DON F E D N A N D O E L IV.
pelear de D. Alonso, de discurrir por una y otra balalla animando á unos, ayudando
á otros y á todos dando ejemplo de valiente y entendido, hasta que siguiéndolos un buen
cabo logró meterlos en sus tiendas, desbaratados, confusos y vencidos. Los nuestros
en buen orden volvieron á sus estancias, y dando gracias á Dios por la victoria alcan-
zada esperaron la luz del siguiente dia para proseguirla con mas e m p e ñ o . Pero no fué
necesario: los tributarios, conociendo su inferioridad y cuan mal la h a b r í a n si empe-
ñ a b a n nuevo lance con los cristianos, muy de m a ñ a n a llegó á las estancias de Don
A l o n s o una comisión compuesta de viejos y alfaquies, y con ademan humilde suplica-
ron al vencedor aplacase su i r a , que ellos quedan pagar religiosamente el tributo que
debían al R e y , con muchas palabras m u y lisonjeras que debieron dejar mas que satis-
fecho al caudillo de aquella empresa tan felizmente terminada. Las opiniones extremas
rara vez tienen r a z ó n : levantóse sordo rumor entre los cristianos pretendiendo de una
vez acabar con los rebeldes, ya que la fortuna les brindaba con tan favorable ocasión.
Muertos muchos , huidos los mas, ¿qué resistencia pondrían los restantes ante las ar-
mas vencedoras de los cristianos? Pero D. Alonso Pérez de Guzman no quiso ni aun
oír proyectos tan contraríos á la política que debía y quería mantener en aquellas tier-
r a s , en las cuales todo comedimiento, toda circunspección era poca, atendida la des-
lealtad y suspicacia de la gente sarracena. ¿Qué sería de los cristianos cuando los de
Benamarin no necesitasen de su auxilio? ¿Qué de los cautivos sin rescate el dia en que
solo se presentasen á los ojos de los enemigos de la fé como carga inútil que debían
mantener? ¿Qué del imperio cristiano en la tierra de E s p a ñ a cuando los moros unidos,
sin rivalidades, sin odios ni rencores entre sus linajes, se aprestasen para embestir
contra sus eternos adversarios? Estas convincentes razones produjeron su natural
efecto, y r á p i d a m e n t e pareció bueno á todos el acuerdo de su caudillo.
Los a l á r a b e s se obligaron á pagar los dos años que debían del tributo, con la costa
de la cobranza y buenas sumas para los cristianos, débil compensación de los trabajos
sufridos y preciosa sangre derramada en aquella sangrienta jornada. A l cabo de tres
días cumplieron los moros lo pactado: generosamente D . Alonso repartió entre los cris-
tianos cuantiosas d á d i v a s , no olvidando tampoco á los moros que le habían acompa-
ñ a d o . Coronado de laureles entró el p e q u e ñ o ejército en Fez, donde fué muy bien re-
cibido del R e y , el cual entregó á su caudillo la mitad del impuesto cobrado, con lo
cual pudo contarse entre los ricos el que ya estaba en el catálogo de los valientes: nue-
vas y mayores muestras de generosidad para con los cristianos cimentaron el amor y
el respeto con que todos le miraban: asi acabó por entonces la guerra obstinada que
los moros r e h a l í s mantenían con el Rey de Fez y de Marruecos, y de aquí tomó Don
Alonso P é r e z de Guzman pié para nuevas y mas memorables h a z a ñ a s .
Andaba revuelta Castilla con las pretensiones encontradas de padre é hijo, y con el
disgusto general que la alteración de la moneda, la aceptación del imperio habían pro-
ducido en los vasallos de D . Alonso el Sábio. L a verdad es que este Rey, superior en
mucho á su siglo, era desamado á causa de su ciencia, no comprendida en aquel en-
tonces, y de las reformas legislativas muy contrarias á los usos y buenas prácti-
cas de la tierra. L a legislación era local; cada ciudad, cada pueblo tenia sus fueros
conquistados por él no con poco trabajo, ganados á costa de sus sudores y do su san-
gre. Los nobles tenían su Fuero Viejo, colección de fazañas y albedrios, que se pérdtt
por su a n t i g ü e d a d en la noche de los tiempos; achacaban á la nueva legislación el de-
ILUSTRACIONKS. 381
fccto de su naturaleza extranjera, y andaban en esto mas que avisados, porque &n
parte era copia de la famosa leg-islacion romana, y en parte de los Ccánones y disposi-
ciones conciliares ultramontanos, no admitidos todavía en E s p a ñ a , y aun de falsas de-
cretales, con las cuales la curia habla pretendido alterar la disciplina, introduciendo
novedades que eran mal recibidas en los pueblos de la cristiandad. A toda esta inno-
vación se oponía el pueblo castellano, y los magnates, y los obispos, de manera que
en pocas ocasiones la opinión ha sido mas u n á n i m e , y bajo cierto punto de vista mas
atinada, no siéndolo tanto en maltratar al que d e s p u é s de todo quería señalar por un
adelantamiento fabuloso por lo rápido, elevando á grande altura á los reinos de Casti-
lla y de León. Bien á las claras cundía el descontento, y como en ocasiones tales acon-
tece, procuraba avivar la llama del incendio un infante de Castilla, seguido de n u m e -
rosos parciales. Habla sido jurado príncipe heredero en las Cortes de Segovia, y vien-
do el airado padre que su hijo alborotaba el reino, volvió de su acuerdo y quiso pos-
ponerle en la sucesión de los reinos, á sus nietos, hijos del infante D. Fernando de la
Cerda. Este propósito fué la gota de agua que, rebosando el vaso, hizo derramar por
todas partes la cólera mal reprimida de los unos y de los otros, de los proceres y de
los pueblos, y juntos en Valladolid celebraron una reunión tumultuosa, en la cual q u i -
taron alevosamente la obediencia al padre para dársela al hijo. Todas las ciudades y
villas siguieron tan mal ejemplo, que siempre loes ver á un hijo rebelde y á un p a -
dre maltratado por su hijo. Solamente Sevilla g u a r d ó lealtad á su soberano, tanto
mas digna de admirar su conducta cuanto que fué la única que no t e m i ó las iras de^
nuevo sol que por el horizonte asomaba. Es condición de la desgracia el quedar sola
y aislada, volviendo la espalda con desenfado los que antes amigos eran solo a d u l a -
dores de la fortuna. El Rey de Portugal, nieto de D. Alonso, acudía al Rey D . Sancho
su tio; lo mismo hacian el Rey de A r a g ó n y el de Navarra; esto de principes cristia-
nos, pues el de Granada teníalo también en contra y dispuesto á perseguirle en el
mismo recinto de Sevilla, adonde se hallaba retirado.
Abandonado el Rey D . Alfonso de todos los que antes le rodeaban y le t r i b u t a -
ban loor y alabanza, p e n s ó llevar á cabo un pensamiento desesperado; pero ni aun
para esto hallaba recursos, fallándole por escasez de dineros hasta las cosas mas n e -
cesarias á la vida. A c o r d ó s e del Rey de Marruecos, y envióle á pedir una c a n t i -
dad razonable de doblas sobre su corona por medio de fieles mensajeros, a u n -
que con el encargo de ver primero á D. Alonso P é r e z , cuya fama extendia por
toda Castilla sus h a z a ñ a s , su valimiento y su poder como favorito del Rey Abu
Yusuf, el primero en su gracia y el primero en el imperio. La carta que el Rey le
escribió, decia asi: ePrimo D. Alfonso P é r e z de Guzman: Lo, m i coila es tan g r a n -
de, que como c a y ó en alto logar se v e r á de l u e ñ e , é como c a y ó en m i que era
arnigo del lodo m u n d o , en lodo el s a b r á n la m i desdicha, y el m i afinca-
miento, que el m i ó fijo á s i n r a z ó n me faz tener con a y u d a de los mios amigos
é los mios perlados, los quales en lugar de meter p a z , no á escuso n i á e n c u -
biertas syno claro metieron a s a z de m a l . Non fallo en la m i a tierra abrigo, n i
tallo a m p a r a d o r , n i n valedor, non me lo mereciendo ellos, syno lodo bien que
les yo h a b í a fecho, 6 pues en la m i a tierra me fallece quien me habia de s e r -
vir é de a y u d a r , forzoso me es que en la agena busque quien se duela de m i
epues los de C a s t i l l a me fallecieron, nadie me t e n d r á en m a l que yo busque
382 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
ios de B e n a m a r i n . S i los mis fijos son mis enemigos, non s e r á ende m a l que
yo tome á mis enemigos por fijos (enemigos en la ley, mas no por ende en la
v o l u n t a d ) que es el buen Rey Abu Yusuf, ca yo lo amo y precio mucho, por.
que me el non d e s p r e c i a r á n i n f a l l e c e r á , ca es m i atrezguado, y m i a p a z -
guado. Yo se quanlo sodes suyo, quanto bien vos a m a , con q u a n t a r a z ó n ,
e quanto por vuestro consejo f a r á . Non miredes á cosas p a s a d a s , sino á pre-
sentes; catad quien sodes, y del linage donde venides, e que en a l g ú n tiem-
po vos f a r é bien, e si vos lo n o n ficiere vuestro buen facer vos galardona-
r á , ca el que face bien n u n c a lo pierde. P o r tanto el m i ó p r i m o Alfonso
P é r e z de G u z m a n faced á tanto con el vuestro s e ñ o r , e m i amigo, que sobre
la m i corona mas averada que yo he, e piedras r i c a s que ende son, lo que
por el bien tobiere e s i la s u a y u d a podieredes allegar, no me l a estorbedes,
como yo cuido que n o n faredes, antes tengo que toda l a buena amistanza,
que del vuestro s e ñ o r á m i me viniere, s e r á por vuestra mano, e la de Dios
sea convusco. F e c h a en la m i sola leal cibdat de S e v i l l a á los X X X a ñ o s de mi
reinado, e el primero de las mis c o i t a s . — E l R e y . »
Acong-oja al á n i m o mortal ansia con la lectura de esta carta: no es solo que compa-
dezcamos á un Rey, que elevado á la cumbre de las grandezas humanas, cae estrepi-
tosamente de t a m a ñ a altura para sepultarse en un abismo de ingratitudes, olvidos y
desdenes; ejemplos de esta especie nos muestra á cada paso la historia en sus elo-
cuentes y d e s e n g a ñ a d o r a s páginas. Es que en el caso de D. Alonso, son los hijos c o n -
tra su padre, la mujer contra su marido, los grandes contra su s e ñ o r , las ó r d e n e s , los
prelados, las v i l l a s , las ciudades, las comarcas, todos, en fin , aspirando el ambiente
emponzoñado de las revoluciones, abandonan al virtuoso, al sabio preclaro, al escritor
elocuente, porque no le conocen; y contentos con su rústico atraso, maldicen del que
quiere regenerarlos abriendo anchas vias á su adelantamiento moral é intelectual. Dura
y severa lección á los reyes, á los caudillos, á los dominadores de las gentes. Antes
que el convencimiento en la triste humanidad, entra como palanca para removerla
hasta en sus fundamentos, el miedo. L a espada avasalla voluntades y conciencias; do-
blega y humilla caracteres fieros é independientes; arrolla en su violencia la justicia y
el derecho. M u y pocos protestan, pero el eco se pierde en el estruendo de las armas,
y la historia lo repite á los siglos venideros para que sirva á futuras generaciones de
ejemplo y escarmiento.
Mas que la desgracia, duélenos en el alma ver rebajada la dignidad de un gran Rey
ante el aventurero de Benamarin; la fortuna no enaltece tanto á los hombres como \á
desdicha, y el que sabe llevarla con decoro, con r e s i g n a c i ó n , con grandeza, ese con-
quista la admiración de los c o n t e m p o r á n e o s y se hace digno del respeto de la historia.
Pero prorumpir en amargo y desolado llanto y prosternarse ante un enemigo de su ley
y de su raza, no es disculpable ni al mas grande de los infortunios. El conquistador de
M u r c i a , el hijo d e S . Fernando, el inmortal autor de las Partidas, debió morir envuel-
to en su manto real, como César, antes que entregar su corona al agareno. Cuan fácil es
aparecer grande, gozando en paz de los dones de la fortuna; cuan difícil el serlo en la
humillación de la desdicha.
Bien hizo el Rey de Castilla de e n c o m e n d a r á D. Alonso P é r e z el é x i t o de su causa,
que por lo extrema tenia todos los visos do desesperada. El valimiento que con el de
ILUSTRACIONES. 383
Africa disfrutaba, hizo el gran milagro de que este no solo le diera sesenta mil doblas,
sino también le ofreciese i r en persona con buen golpe de los suyos á ayudar al asen-
dereado monarca y restablecer su trono, hecho trizas por la traición de sus hijos y el
abandono de sus pueblos. Loca tentativa y ademas infructuosa. E l ejército extranjero,
y ademas africano, era de todo punto insuficiente para devolver la corona al desgra-
ciado que la tenia en prendas; y Castilla y L e ó n , alzados contra un Rey por defender
sus fueros y sus antiguas costumbres, y e m p e ñ a d o s en aquella terrible contienda hasta
morir, no estaban en ánimo de ceder ante la vista de los soldados del A b u Yusuf,
débiles en tierra e x t r a ñ a , y todavía mas defendiendo causa contraria.
D. Alfonso P é r e z de Guzman, según lo convenido, p r e p a r ó s e para i r á E s p a ñ a , por-
tador de buenas nuevas, no olvidándose el dejar cerca del Rey de Fez á su íntimo ami-
go Alfonso Fernandez que cuidase de apartar del monarca los envidiosos de su prospe-
ridad, que andaban ya á las vueltas para quitarle el favor y perderlo en su gracia. H e -
cho esto, y aparejados todos sus criados y con licencia del Rey, t o m ó la vuelta de
T á n g e r , y e m b a r c á n d o s e todos en una galera española que los esperaba, alzadas las
áncoras , hicieron rumbo para E s p a ñ a .
La fama de las virtudes del caballero l e o n é s , de sus riquezas y de su valor, habia
ya pasado el Estrecho y se habia extendido de uno á otro confín del pueblo castellano.
La ciudad de Sevilla, única leal al Rey D. Alfonso, salió á recibir al que de lueñe y
extranjera tierra venia á socorrer en su amarga cuita al desvalido soberano, y fiestas,
y a l e g r í a s , y todo era poco para manifestar la que rebosaba por la llegada del que
traia la esperanza de la paz y los recursos necesarios para cambiar la fortuna de ad-
versa en favorable. El Rey le esperaba en su alcázar, y recibióle con aquel amor que
suelen mostrar los que sin esperanza de salud ven entrar por la puerta al que se la
trae; y habidas las pláticas de costumbre y dadas y tornadas las saludes, dió D. A l o n -
so cuenta de la embajada que traia, de cuyas nuevas holgóse mucho el Rey, como
aquel que creía iban á cesar todas sus desgracias y á recobrar su antiguo poderlo.
Comenzaron en el alcázar los preparativos para hospedar al huésped real que venia con
el acorro demandado, á reunir el bastimento para la gente; no era este tanto ni aque-
llos tan prolijos como la ocasión pedia; las urgencias eran muchas, el tesoro vacio,
pero la voluntad sobrada, y el contentamiento excedia todos los límites.
D. Alonso P é r e z de Guzman contaba á la sazón 27 años de edad; rico en bienes de
fortuna, querido y respetado en los reinos de Castilla, con fama de discreto y de c u m -
plido caballero, con fundadas esperanzas de alcanzar un claro renombre en la historia,
era el espejo donde se miraban los donceles y el punto ó mira adonde dirigian sus
tiros las mas preciadas damas. Y bien considerado todo, el que tenia las mas nobles
ambiciones de cobrar honra y adquirir bienes de fortuna, tenia también la de ser tron-
co ilustre de una numerosa familia, cuyos individuos, tomando ejemplo del fundador,
inmortalizaran el apellido de Guzman. hasta las mas remolas generaciones. El Rey Don
Alonso dió su voto de calidad en tan grave asunto, y manifestóle su voluntad do que
tomara estado, y ofrecióle en casamiento á una doncella que en hermosura, nobleza
y riqueza no la aventajaba ninguna otra de Sevilla: era esta Doña María Alonso Coro-
nel, hija de Alfonso Fernandez Coronel, ya difunto, y de Doña Sancha Iñiguez do A g u i -
lar, y tema la novia 15 años de edad , y no le a r r e d r ó al dar su consentimiento la obli-
gación de a c o m p a ñ a r á su marido al Africa y v i v i r lejos de los suyos y entre moros
384 CRÓNICA D E DON F E U N A N D O EL I V .
quila vida de los cristianos, que yn libres , ya canlivos , Vivían en los^ reinos del buen
Rey Abn-Yusnf. Esle monarca siempre viclorioso, que e n g r a n d e c i ó su y a opulento
patrimonio con ios reinos y estados limítrofes , consecuente en su amistad , compasivo
con los desgraciados, admirador de los cristianos, generoso, liberal y mag-nánimo,
murió de enfermedad , dejando sns reinos á su hijo Abu-Yaacob, que adoptó una po-
lítica de lodo punto opuesta; conducido en todas ocasiones por el rencor que á los
cristianos tenia , y muy particularmente á su caudillo D. Alonso Pérez de Guzman, un
favorito llamado O m i r , que ya en vida del Rey viejo había procurado ensayar sus
torpes manejos. Desde aquel momento el valiente casteliano conoció lo peligroso que
era para él y los suyos la permanencia en aquella tierra , si antes segura y hospita-
laria , ahora itigrata y p r e ñ a d a de desventuras. Difícil era también la partida á causa
de las grandes riquezas que allegadas con noble causa y de legítimo origen habían de
excitar envidia en el doloso corazón de sus enemigos. Tal vez una revuelta fraguada
por estos amenazaba intereses y vida, ¿y quién por mucho tiempo resiste á las asechan-
zas de un traidor? ¿y cómo vivir un día y otro con e! temor, la í n c e r t i d u m b r e , los con-
tinuos avisos que le llegaban de la malquerencia que abrigaban los dueños y señores
de los reinos que él había ganado á costa de su ardimiento y de su sangre ? Hechos to-
dos los preparativos muy en secreto, dispuestas con cautela gran cantidad de doblas,
esperaba ocasión propicia , cuando la fortuna le p r e s e n t ó la mas segura y la mas ade-
cuada a su genio emprendedor y á su valentía.
A r m á r o n l e una colada, y fué de esta manera. Cuando los moros R e h a l i s supieron
que h a b í a muerto A b u Yusuf y que D. Alonso no andaba bien parado en el ánimo de
su heredero, teniendo en poco el esfuerzo de los moros, menospreciando su valor y
queriendo medir sus armas con aquellos á quienes tantas veces habían vencido, nega-
ron do pronto los tributos, a r m á r o n s e y previniéronse para hacer efectiva la amenaza.
Omir c r e y ó que la ocasión era oportuna, y dijo al Rey que encargando á D. Alonso
como en tiempos antiguos la cobranza del tributo, y avisando á los Rehalis que lo ma-
tasen, para lo cual tendrían la ayuda de los muchos moros que por distintas vías le sal-
drían al encuentro, acabarían con aquel molesto h u é s p e d , que esta vez no podría es-
capar con vida del impensado lazo con tal maña urdido. Delató la infame trama á Don
Alonso su amigó Aben Comat, aquel moro su cautivo en la primera de sus empresas;
y ya apercibido del e n g a ñ o , disimuló cuanto pudo, p r e p a r ó s e para tomar la vuelta de
E s p a ñ a , a r m ó á los cautivos, que en n ú m e r o de mil le siguieron, avisó al general de
la mar que mandaba las galeras castellanas en aquellos parajes, para que le esperase
en lugar seguro y en día fijo, y colocando confidentes probados en todas las veredas
por donde debía pasar el emisario de Omir á los Rehalis, logró apoderarse de él y de
las traidoras comunicaciones que llevaba. En su lugar despachó otro mandadero coa
noticias harto c o n t r a r í a s , diciéndoles que D. Alonso había aparejado hueste lucida y
numerosa y que iba decidido esta vez á exterminarlos sí no le pagaban inmediata-
mente el tributo. A l segundo día de su marcha precipitada se le presentaron los an-
cianos y alfaquíos con la suma que debían, y con la justa petición do que sus tierras
quedasen libres del saco, y sus personas indemnes y su morosidad perdonada. Habló
á su gente^D. Alonso, descubrióles la traición del Rey, díjoles su intención de partir
para España, r e p a r t i ó á los soldados cuantiosas sumas, dió libertad á los cautivos;
aquí fué el gritar de los unos, el aplaudir de otros, el llorar do alegría todos al verse
ILUSTIUCIONI'S. 387
jorro aladas, y pasearlas por delante del Rey y de lodo su ejéreilo, que desde la
playa avergonzados miraban aquella desvenlura.
Las vistas del Rey D- Sancho con D . Alonso Pérez de Guzman, retardadas por la
guerra de Bejer, tuvieron ahora lugar , muy sinceras, cariñosas y de muy favorables
consecuencias para la cristiandad. La conversación entre capitanes tan esclarecidos
naturalmente rodó sobre la guerra y sus trances dudosos, y las razones de D. Alonso
sobre los moros, armas y manera de pelear, sus designios y recursos convencieron el
ánimo de D. Sancho para no descansar hasta lanzar á los enemigos de Cristo de las fér-
tiles comarcas andaluzas.
Tarifa, llave de la Andalucía y aun de la España toda, c á m a r a de la corte de los
Reyes de Africa, primer lugar hollado por la invasión á r a b e en el siglo V I I I , fué la
ciudad escogida para ensayo de la c a m p a ñ a , que debia empezar no mas larde que
cuando estuviesen prontos los mas indispensables aprestos. D . Alonso habló á sus ami-
gos y deudos, y el Rey fué á Portugal para recabar dinero de D. Dionis, diligencia
que salió vana, pero á la cual suplió la generosidad de Guzman prestando á D. Sancho
una m u y razonable cantidad de doblas. Hechos todos los preparativos, ordenadas las
c a m p a ñ a s , entraron en Sevilla el Rey y D. Alonso víspera de Pascua de Cincuesma,
y allí pasaron el dia de S. Juan esperando á la gente que faltaba y á la flota que había
mandado armar D . Sancho en Asturias y Galicia, cotilos ingenios que en ella ve-
nían .
Reunidos ya los maestres de las ó r d e n e s , los ricos hombres de Castilla y de León, par-
tió la hueste sobre Tarifa, mandada por el mismo Rey en persona y llevando en ella
un puesto de honor D. Alonso Pérez. Combatiéronla muy fuertemente por mar y tierra
muchas veces hasta que la entraron y ganaron por fuerza de a r m a s , sin conceder á
los moros ningún partido, tomándolos á todos cautivos. Tan grande fué el afán y t r a -
bajo del Rey en esta gloriosa j o r n a d a , cuidando poco ó nada de su cuerpo, que es
fama que de allí sacó la dolencia que consumió en breve su v i d a .
Mala de tomar fué la villa y peor de conservar, pues su alcaide D. Rodrigo Ordo-
ñ e z , maestre de Calatrava, puso por condición que tuviese el Rey galeras armadas en
la mar porque fuese guardada de un golpe de mano, harto fácil estando tan cerca la
costa^africana y al enemigo poderoso humillado, pero no del todo vencido. Aumentóse
en el ánimo de D. Rodrigo el miedo á la responsabilidad que c o n t r a í a , y pasado cierto
tiempo pidió al Rey que nombrase á otro mas joven y mas guerrero, dado que á él mas
le placía en su avanzada edad la tranquilidad de una vida devota y cristiana que la ba-
r a ú n d a de las funciones militares. N o m b r ó el Rey para cargo tan importante á D . Alonso
P é r e z de Guzman, honor insigne, causa de un profundísimo y eterno dolor para el pa-
dre; fin y coronamiento de una obra de muchos a ñ o s ; blasón sin mancilla que dá á la
E s p a ñ a un h é r o e y enriquece la historia de la humanidad con el mas sublime de t o -
dos los sacrificios.
Desde el momento en que la tenencia de Tarifa corrió á cargo de D . Alonso, mandó
aderezar á los criados que debían i r con él las cosas mas urgentes; y creyendo que en
la nueva estancia pudieran sus hijos embarazarle, con acuerdo de su mujer Doña Ma-
na Alonso, dejó en Sevilla en casa de su suegra. Doña Sancha Iñiguez de Aguilar, á
su hijo segundo D. Juan Alonso, que era pequeño, y á Doña Leonor y Doña Beatriz, que
eran ninas, y no llevaron los padres consigo mas que á Doña Isabel, la hija may01"'
ILUSTRACIONES. 38!)
que andaba en edad de once a ñ o s : hechos todos los preparativos tomó D. Alonso
con su mujer y su hija la vuelta de Tarifa, e n t r e g ó s e de la plaza, puso en ella el me-
jor cobro y ó r d e n , mandó reparar los portillos, abastecióla bien, y esperó con
tranquilidad la embestida de los moros, que como él pensaba no se hicieron mucho
de esperar.
El infante D . Juan habia tenido, mientras estas cosas pasaban , sérias desavenencias
con su hermano el Rey T). Sancho, y a las injustas pretensiones del infante se habia
unido también D . Juan N u ñ e z , el viejo, s e ñ o r de la casa de Lara; pero este habia acep-
tado otra vez el servicio del R e y , y D. Juan , como mas culpado, habia tomado en
abierta rebeldía el camino de Portugal. Quiso la mala suerte que pasara á Sevilla con
salvoconducto el infante para negociar cierta renta con intención de gastarla en tierra
e x t r a ñ a ; y de vuelta para el reino lusitano le suplicó D. Alonso Pérez llevar en su com-
pañía á su hijo mayor D. Pero Alfonso para entregarlo á D. Dionis, Rey de Portugal,
que como deudo de la ilustre casa de los Guzmanes deseaba conocer al mozo y criarle
en su corte. Partió para Portugal el infante y con él D. Pero Alfonso; pero el Rey Don
Sancho no toleró la estancia de su hermano en el vecino reino, pues conociendo sus
mañas temía las emplease en daño de Castilla.
D. Juan se vió obligado á salir de P o r t u g a l , llevando consigo al hijo de Guzman, á
quien debía dejar en Coimbra, donde a la sazón residía el monarca. E m b a r c á r o n s e con
deslino á Francia en una nave surta en el puerto de Lisboa, y levantándose fortuna en
el mar, el viento volvió al bajel y dió con ellos en tierra de moros en el puerto de T á n -
ger, desde donde al infante D . Juan le vino á las mientes declararse por vasallo del
Rey Abu-Yaacob, tornando á sus antiguas m a ñ a s , sin temor de Dios ni del R e y , y
a p r e s t á n d o s e para nuevas y mas sérias traiciones. F u é en el campo del de Fez recibido
como á un enviado del profeta, como un vengador de los desastres pasados. Las alegrías
colmadas, las atenciones y los festejos para con el huésped desusados. E l imperio de
A f r i c a , débil y a para medir sus fuerzas con el imperio cristiano, todo lo esperaba de
la división de sus hijos y de las fechorías de los traidores.
Quiso la mala suerte que por este tiempo despidiese el Rey las galeras genovesas de
Micer Z a c a r í a s , y a por su mucho coste, como también por creer asosegadas las cosas
de los moros, y que muriese en la frontera el viejo señor de L a r a , con lo cual se i n -
ternó en Castilla la hueste lucida y numerosa que mandaba este rico hombre. Ninguna
ocasión mas propicia se presentaba al infante D . Juan para la maldad que meditaba, y
nunca la fortuna se habia mostrado mas propicia para los designios de los enemigos.
Apenas hubo el infante llegado á Fez les manifestó cuál era el estado de la mar, libre
de las galeras de D. Sancho y limpia también la frontera de caballería cristiana. No
fué mas presto oír la celebrada nueva que proponer al infante traidor el darle cinco mil
ginetes y buen golpe de peones para ir sobre Tarifa, y que una vez tomada quedase
el castellano infiel dueño y señor de ella, bien que de secreto tenia dadas ó r d e n e s A b u -
Yaacob á su gente de alzarse con la plaza, cosa bien fácil, atendiendo á que el infante
estaba solo y tan aborrecido de los suyos; y que tanto á él como á D. Alonso Pérez se
los trajesen amarrados y con segura escolta á Fez para castigarlos, al primero por su
mala correspondencia, al segundo como hombre poco de fiar y mas perjudicial que
r i T ^ Ia dCSleaUad qUC mcditaba- Hechos' P"es, todos los pre-
Parahvos, embarcada la gente, levaron las á n c o r a s , y al amanecer de un claro y se-
300 CRONICA DK UON FEHNANDO EL I V .
reno dia dieron sobre Tarifa los moros, mandados por el iufanlc en la apariencia, y
en la realidad por Omir, primo del l l e y .
Asentados los reales enemigos en lugar conveniente, enviaron á decir á D. Alonso
P é r e z que si les entrog-aba la villa luego y sin pelea, que ellos hariau con su rey y
s e ñ o r que le diese cien mil doblas con que poder dejar ricos á sus hijos. D . Alonso
conlcstó: «que él tenia hacienda que habia ganado con bueno y justo titulo, y qUe
con ella dejarla tan reparados a sus hijos como otros sus vecinos , y que y a que no
tuviera que les dejar, que mas quería dejar á sus hijos pobreza con honra, que ri-
queza con infamia, porque, si ellos le pareciesen, sus buenas obras les baria ricos y
honrados, y si no fuesen tales, yerro seria infamarse él por dejar ricos á los des-
honrados.
Viendo los moros que con dádivas no se aplacaba el duro corazón de D . Alonso,
tomaron el opuesto camino, el de las armas, estrechando el cerco y dando á la villa
de continuo fuertes acometidas. Una entre otras tan recia, tan impetuosa y tan bien cal-
culada, que hizo vacilar á los soldados bisoñes que con el alcaide estaban. Pero aquel
famoso adalid, que con sus h a z a ñ a s empezaba á eclipsar la fama de muchos de los que
le precedieron, era el primero en correr las estancias, visitar las postas, y ejercitar las
armas; de manera, que infundiendo á n i m o en los mas débiles, y esforzando el de
los valientes, bien pronto dieron cuenta del moro, que tocó á retirada d e s p u é s de
doce horas de combate, mal parado por su p é r d i d a , y avergonzado de su derrota. El
alcaide r e p a r ó sus defensas, inventó nuevos artificios, y habló tan al alma á sus
guerreros, que los viejos cayeron á sus plantas besándole las rodillas, y los bisoñes
desearon otra prueba para darla de su valor, y hacer olvidar sus imprudentes mur-
muraciones. a Y otro d m , s e g ú n la crónica de los duques de Medina Sidonia, como
D . Alonso P é r e z de G u z m a n h h o esta habla á los soldados y defendedores que
estaban con el en T a r i f a , los moros no durmieron dende media noche arriba
a d e r e z á n d o s e p a r a el combate de otro dia de m a ñ a n a , y D . Alonso P é r e z que
los s i n t i ó , pensó lo que h a b i a de ser, mando h a z e r en las torres fuegos, y po-
ner en ellos calderas con pez y r e s i n a , y aceite p a r a echar sobre los que se
llegasen á los adarbes, y traer copos de lino p a r a que mojados en aquella
pez ardiendo, los a r r o j a s e n sobre los que quisiesen llegar á poner escalas,
y m a n d ó subir muchas piedras á las almenas, y henchir los carcajes de los
ballesteros de saetas y muchos rollos p a r a los que t i r a b a n las hondas y los
mandrones, porque en aquel tiempo no a v i a n i se u s a b a a r t i l l e r i a gruesa ni
menuda, n i quemaban saozes p a r a p ó l v o r a , n i c a v a v a n l a t i e r r a p a r a sacar el
salitre de sus veneros, n i el estruendo de los tiros atormentaba los oydos, n l
las pelotas echadas con f u e r z a de fuego d e r r i v a v a n las torres, n i Jiacian por-
tillos de muertos en los escuadrones de los ombres, sino á l a n z a y escudo
peleando, podia cada uno mostrar s u animo y esfuerzo, y s e ñ a l a r s e u n a vez
y muchas, sin quel flaco arcabuzero con la f u e r z a de s u tiro le quitase la
vida.»
Acometieron los moros esta vez con mayor pujanza desde el amanecer, y duró el
combate hasta ya puesto el sol, siendo el estrago que en ellos hicieron los cristianos,
l o r n b l e , pues apenas llegaba moro con escala para apoyarla en el muro, que á pe-
sar de venir cubierto con mantas de madera enceradas y clavadas no pagara caro
ILUSTRACIONES'. 391
atesto:
r V : ^ POr d ^ V 0nra ^ *támülil Al r
.CuUAnur, ru quando yo s e r v í a l Rey A U - Y u s u f y al Í ^ A
392 CRÓNICA DE DON FERNANDO E L I V .
y el 8'aerl'er0: hasiu á la historiaJa heroica acción para ensalzarla como olla merece.
Venciendo pues en el corazón del alcaide la fe y el amor de Dios, el servicio que d e -
bía al Rey y la obligación que le imponía su honra, la luz que iluminó al patriarca
Abraham brilló en su frente y dijo en alta voz á los moros que le escuchaban : « ^ o r -
que no p e n s é i s que os tengo de entregar l a v i l l a con amenazas de l a muerte de
m i h i j o , veis a q u í os echo u n cuchillo p a r a que le degolléis,» y echando mano
á una daga que traía en l a c i n i a , la arrojó por sobre las almenas, a p a r t á n d o s e de
aquel lugar con apresurado paso. Consumóse el sacrificio, y á los alaridos de la mo-
risca gente, que horrorizada contempló la inicua y sangrienta acción de D . Juan , la
guarnición de la plaza tomó las armas , y su alcaide creyendo peligro acudió á la m u -
ralla : atajáronle el paso sus amigos diciéndole: ^Que degollaron á vuestro h i j o . »
«O como me alterastes , contestó G u z m a n , c u i d é que se e n t r a v a l a v i l l a . » D e s -
de aquel momento la historia escribió en su imperecedero libro el nombre de Guzman,
sus c o n t e m p o r á n e o s le aclamaron h é r o e , y la posteridad refiere este acontecimiento
como el mas insigne ejemplo de virtud, y habla de D, Alonso como del mas perfecto de-
chado de lealtad y de valor. Admiremos al héroe y compadezcamos al padre.
La fama de D . Alonso corrió velozmente por todos los reinos de E s p a ñ a y llegó
hasta la c á m a r a real, cuyas puertas abiertas siempre. á la lisonja e s t á n de continuo
cerradas al m é r i t o . Hallábase la córle en Alcalá de Henares, y el Rey postrado en cama
aquejado de grave enfermedad; pero asi que supo la nueva del triunfo de Tarifa, del
levantamiento del cerco, de la huida de los moros, del inmarcesible laurel conquistado
á tanto precio por D . Alonso, se a p r e s u r ó á mandarle su mensajero con la corta c u -
ya copia es como sigue: « P r i m o D . Alfonso P é r e z de G u z m a n . S a v i d o avenios
lo que por nos servir avedes fecho en defender esa m i v i l l a de T a r i f a á los mo-
ros, aviendoos tenido cercado seis meses, y pues toas en estrecho afincamiento:
principalmente supimos, y en mucho tuhimos d a r l a vuestra sangre y ofrecer
el vuestro p r i m o g é n i t o fijo por el nuestro servicio é el de Dios delante é por l a
vuestra o n r a . E n lo uno imitastes a l P a d r e A b r a h a m , que por s e r v i r á Dios le
daba s u fijo en sacrificio, y en lo a l quisisteis semejar á la buena sangre donde
venidespor lo q u a l meresceis ser llamado «el B u e n o » é yo a n s i v o s llamo, evos
a n s i v o s llamaredes dende aqui adelante, ca justo es que el que faze la bondad
que tenga nombre de Bueno, é non finque sin g a l a r d ó n de su buen fecho: p o r -
que s i á los que mal faz en les tollen su heredad y f a z i e n d a , á vos que tan g r a n -
de enxemplo de lealtad h a b é i s mostrado y aveis dado á los nuestros vasallos é
á los de todo el mundo, r a z ó n es que con mercedes nuestras quede memoria de
las buenas obras é faz a ñ a s vuestras. E venid vos luego á verme, ca s i malo no
estubiera, y en tanto afincamiento de m i enfermedad, nadie me tollera que vos
non fuera yo á socorrer; mas vos faredes con nos lo que nos non podemos fazer
con vusco, que es venir vos luego á m i , porque quiero fazer en vos mercedes
que sean semejantes á vuestros servicios. A la vuestra buena muger nos enco-
n i e n d a m o s l a m i a ó y o , é Dios sea convusco. D e A l c a l á de l l e n a r e s á dos de
bnero era 1333 (ano del S e ñ o r 1295).-/?/ Rey a
viaje fué un verdadero triunfo; pues de muchas leguas á ta redonda sallan las gentes á
ver y ensalzar al h é r o e de Tarifa, admirando la sin'par acción y no cesando de t r i -
butarle justos loores y alabanzas, a c o m p a ñ a d a s de muy tiernas razones con que de-
partían caballeros y aldeanos sobre la grandeza de Dios, que supo inspirar en el áni-
mo de D. Alonso fuerza bastante para servirle á costa de su propio hijo. De Alcalá de
Henares salieron á recibirle por mandado del Rey todos los caballeros y cortesanos, y
le dieron el sobrenombre de Bueno, s e g ú n D . Sancho habia mandado; y el Rey acogiólo
en sus brazos con muy fino amor, diciéndose en presencia de todos tales razones, que
diera su p é r d i d a por bien pagada, visto tanto reconocimiento y mercedes tan señaladas.
Todo era júblilo y alborozo en la villa de A l c a l á ; no quedaba persona que no quisie-
ra ver y hablar al por tantos títulos esclarecido caballero, cuyas hazañas pregonaba la
fama en E s p a ñ a toda y en los reinos e x t r a ñ o s . Las doncellas encerradas, y hasta
las mas recaladas, pedían las dejasen verle, y d e c í a n por las calles donde iba los que
pasaban y cruzaban, personas de distinción, gentes de todas condiciones : «Este es el
que dio el cochillo con que degollaron á su hijo, que quiso mas que le matasen
el hijo que no d a r á los moros l a v i l l a que tenia en omenage del R e y . »
A los tres meses de esta entrevista, murió el Rey D . Sancho, dejando varios hijos
de tierna edad, la sucesión de la corona en litigio, y hasta dudosa la legitimidad de
su matrimonio. Todas las ambiciones adormidas durante su reinado, gracias á su temi-
da espada y á la firmeza de su c a r á c t e r , despertaron ahora, viendo que el grandísimo
peso de aquel cetro soberano descansaba en las manos de una débil mujer. Dieron los
magnates pruebas evidentes de la codicia que los poseía, de la deslealtad que á sus
pechos animaba , de la traición con que coronaban todas sus obras. Ni la fé religiosa,
ni la fé m o n á r q u i c a , ni la moral cristiana, ni el amor á la patria, ni la v e r g ü e n z a s i -
quiera se albergaban en el corazón de los ricos hombres, ni de los infantes, ni de la
gente de pro, acudiendo cada cual á sacarla ganancia que podia en aquel mar r e v u e l -
to de intrigas y desafueros. Solo D. Alonso Pérez de Guzman, el Bueno, se mantuvo
fiel á su palabra, dócil á las órdenes de la Reina; columna firmísima del trono del
menor D . Fernando, espejo de caballeros y ejemplo vivo de rectitud y consecuencia'
¿A qué referir las nuevas proezas con que su indomable valor, proporcionándole triun-
fos diarios, lo acrisolaba cada vez mas en la mente de sus c o n t e m p o r á n e o s y en la me-
moria d é l a posteridad? Después del acto heróico de Tarifa, todo es pálido, todo débil,
todo pequeño, considerando la gran fama adquirida por aquel caballero cristiano, honra
y prez de su linaje y gloría de la E s p a ñ a .
E l salvó de una muerte cierta á D. Enrique el tutor en las cercanías de Andújar,
cuando acometido el infante por un n ú m e r o crecido de moros, los detuvo con sus gen-
tes, dándole lugar para que huyera, poniéndose en salvo: él al lado de la Reina com-
batió en Castilla contra las huestes rebeldes del infante D. Juan y de D. Juan Nuñez:
él asistió al asedio ineficaz de las Algeciras, de donde salió para conquistar á Gíbraltar:
el tomó esta forlísima plaza, llegando b á s t a l a s postreras tierras que el sol baña en la
parte occidental de E s p a ñ a : é l , por último, deseoso de asegurar su conquista , se en-
tro por la escabrosa sierra de Ronda, en donde, persiguiendo á los enemigos de la fé
que llevaba de huida, halló gloriosa y santa muerte. Murió á la edad de cincuenta y
cuatro años menos cuatro meses. En el mes de setiembre, viernes, dia diez y nueve,
ano de nuestro redentor Jesucrislo de 1309.
ILUSTRACIÜISKS. 39tS
xm.
CASA DE LAR A.
La ilustre casa de L a r a , uno de los cinco solares de Castilla, antigua por su nobleza,
famosa por sus riquezas, emparentada con los Reyes , arbitra de la suerte de la m o -
narquia en muchas ocasiones, ocupa un lugar tan distinguido en la historia de Espa-
ñ a , que apenas hay reinado en que alguno de los hijos de tan esclarecida prog-enie
no dispule al Rey su soberano poder, ya con las armas, y a con la astucia, siendo^
pues, ó rival en el campo, ó valido en el palacio. D . Juan Nuííez de Lara ocupa la ma-
yor parte de la crónica de D . Sancho el B r a v o ; otro D . Juan la de su hijo D . F e r -
nando y nieto D. Alfonso, y no anda escasa tampoco la de su padre D . Alonso el S á -
bio. ¿Quiénes, pues, eran estos vasallos tan temidos, ante los cuales bajaban la cabeza
los reyes, y cuyos servicios reclamaban con tanta urgencia y tanta necesidad los s o -
beranos, ó las diferentes parcialidades que agitaban de vez en cuando los reinos en los
tiempos calamitosos de las minoridades?
Oriundos de los condes soberanos de Castilla, llevando en sus venas la sangre real
de los godos al decir de muchos autores, los señores de esta casa no solo conserva-
ron el grado sucesivo de ricos hombres de sangre, sino que lo extendieron á sus se-
gundas y terceras l í n e a s , de manera que cuantas familias emparentaron con la casado
L a r a , otras tantas adquirieron aquel insigne privilegio. De todo esto son claro teslimo-
nio los documentos diplomáticos del tiempo de Doña Urraca hasta los de D . Enrique I V ,
en los cuales se ven como confirmadores los L a r a s , Nuñez de L a r a , Manriques de
L a r a , González de L a r a , Fernandez de L a r a , G u t i é r r e z , G a r c í a , Fernandez y otros
varios.
Preeminencia de la casa de Lara fué el llevar en Cortes la voz por la nobleza, como
su caudillo y defensor, desde que en el año de 1177 e x c u s ó á los hidalgos de cierto
tributo que el Rey D . Alonso el V I I I les quiso echar para el sitio de Cuenca. No es otro
el motivo de confirmar D . Juan Nuñez I I I del nombre, en el de la nobleza, la concordia
que en el año de 1314 hizo la gran Reina Doña Maria con el infante D . Juan sobre la
tutoría del Rey D . Alonso el X I . Y en la historia de Enrique I I I se lee, hablando de
D . Fernando, hermano del Rey, lo siguiente: «Suplican á V . S. (los tres brazos) que
assi por quien es, como por ser Señor de la casa de L a r a , y Juez Mayor de los H i -
josdalgo destos Reynos, quiera primero en todas estas cosas responder, c o n f o r m á n -
dose con la costumbre de los Reynos, que la primera voz en Cortes sea del Señor
de L a r a » ; y por último cuando en A v i l a el Rey D, Juan 11 reunió las Cortes, los p r o -
curadores se opusieron á su celebración porque faltaban, entre otras personas indis-
pensables, «el Infante D . Juan que era Señor de L a r a , del qual Señorio es la primera
voz del Estado de los Hijosdalgo.»
Eran los s e ñ o r e s de Lara también naturales de todos los solares de Castilla, y en
cada uno se le debia yantar. Eran también diviseros de todas las behetrias de Casti-
lla, esto es, de mar ú m a r ; y entre el señor de Vizcaya y el de Lara se hallaban i v -
imidas las dos preeminencias mayores de la hueste y los puestos de mas honor y mas
m CRÓNICA DR DON FERNANDO K L I V .
peligro, como se lee en la crónica del Roy D. Enrique I I : «Olrosy el Señor de Laraes
siempre Alférez del Rey, y el Señor de Vizcaya ha siempre la delantera en las batallas
donde va nuestro Señor el R e y . » Pero lo que prueba mas que nada el lugar distinguido
que hablan sabido conquistarse entre la nobleza, es el acontecimiento que refiere la his-
toria de D. Alonso el X I . Habiendo muerto sin hijos D . Juan N u ñ e z I I l del nombre, or-
d e n ó en su testamento que se vendiesen sus bienes para salud de su alma; pero la no-
bleza de Castilla no quiso consentir en que aquella casase extinguiese: asi es que
comprando todos los bienes del difunto, y empleando el producto en lo que el testa-
mento mandaba, donaron los bienes á un sobrino d e D . Juan, su natural y legítimo he-
redero, a c l a m á n d o l e I V señor de la casa de L a r a : e x t r a ñ o y singular acontecimiento
que aprobó d e s p u é s el reino junto en Cortes y confirmó el Rey.
D . Ñuño González el Bueno alcanzó los tiempos de D . Fernando I I I y do su hijo Don
A l o n s o : de aquel fué hijo D . Juan Nuñez el I , del que descienden D . Alvaro Nuñez y
D . Juan Nuñez el I I , y fueron parte muy principal en lodos los acontecimientos del rei-
nado de D. Sancho I V . En 1276 entró D . Alvaro en posesión de sus estados, y fué uno
de los muchos ricos hombres que asistieron á D . Sancho en los primeros tiempos de su
r e b e l i ó n : a c o m p a ñ ó l e á Badajoz y a Córdoba en momentos bien azarosos; pero disgus-
tado de aquella causa volvió con otros y con los infantes D . Juan y D . Felipe á Don
Alonso, pidiendo y obteniendo p e r d ó n de las culpas pasadas. A la muerte del sábio Rey
se hallaba en Sevilla y alzó pendones por D. Sancho, impidiendo con su numerosa
clientela que el infante D . Juan cumpliese el testamento de su padre enseñoreándose de
aquel tan principal reino.
En el año de 1284 confirma D. A l v a r o el privilegio rodado, en el cual el Rey c o n -
cede los suyos á la ciudad de Sevilla, y pone su firma en lugar tan preferente, como
que es el primero entre los señores seculares, precediendo a D . Alonso, cuñado del
Rey, hijo del infante D. Alonso de Molina. A l a ñ o siguiente D . Alvaro acompañó al
Rey en su expedición á Jerez, que llevó á cabo con ánimo de obligar á Abu-Yusuf á
levantar el cerco y de dar una batalla para escarmiento de los africanos: consiguió lo
primero, pero no lo segundo, por la inopinada retirada de D . Lope y del infante Don
Juan. En el mismo año confirma D . A l v a r o todos los privilegios expedidos por el Rey,
y toma por s e ñ o r y presta homenage á D . Fernando, primogénito del R e y , que nació
en Sevilla el mismo a ñ o (1285), según las palabras de la c r ó n i c a : «El Infante D . Juan,
y D . L o p e , y D . A l v a r o y todos los otros ricos ornes, é las ordenes é todas
las ciudades é v i l l a s de los Reynos vinieron c lomaron por S e ñ o r é por herede-
ro a l Infante D . F e r n a n d o . » T o d a v í a hallamos el nombre de D . Alvaro confirman-
do los fueros de Baeza en julio de 1286, y la crónica asegura que se hallaba presente
en Sahagun cuando ocurrió aquel notable acontecimiento de la demanda de justicia,
hecha por el merino mayor de León, contra un vasallo de D . F e r n á n P é r e z Ponce; pero
D . A l v a r o no pudo ver con paciencia ni tolerar que el D. Lope Diaz de Haro, sobrepo-
n i é n d o s e á todos sus iguales, quisiera avasallar al B e y ; y cuando los validos ó conse-
jeros secretos de D . Sancho convinieron en otorgar al de Haro aquellas exorbitantes
mercedes que promovieron un alzamiento entre los grandes y la primera causa de la
muerte violenta del favorito, no quiso permanecer mas tiempo en Castilla. Incontinenti
lomó el camino de Portugal, desdo cuya frontera comenzó á hacer guerra en los cas-
tillos y fortalezas de su antiguo soberano. Las c o r r e r í a s de tan poderoso señor obliga-
1LUSTUACI0NES. 307
D. Juan Nuñez de Lara no tuvo otro remedio que el de abrazar con entera fé y en-
tusiasmo la causa de Felipe I I I de Francia, y prepararse para la famosa entrada de
este príncipe por las tierras de A r a g ó n . Pero la fortuna favorecía ostensiblemente a
D . Pedro, pues apenas aquel ejército extranjero, á tanta costa allegado, hubo rodeado
los muros de Gerona, cuando falleciendo de enfermedad el Rey, tuvo que tocar retira-
da, dejando á medio comenzar la empresa , desesperado de poderla conducir a buen
t é r m i n o ; y como una desgracia es precursora de otras muchas , D . Juan Nuñez, que
h a b í a avanzado á Castilla con á n i m o de distraer la atención de D. Sancho hacia aque-
llos puntos limítrofes con A r a g ó n , tuvo un encuentro con los aragoneses y quedo su
gente desbaratada y vencida, escapando él con harto peligro.
ILUSTRACIONES. 399
Lns cosas en Castilla cambiaron de aspecto. E l conde D. Lope murió de mano airada
cu Alfaro ; D . A l v a r Nuñez, ya en la gracia del Rey, también habia muerto , D . Juan
Nuñez, su hermano, heredero de la casa , se hallaba en Francia, con cuyo monarca
el de Castilla estaba en tratos de paz y alianza. Pronto los hizo también con el que v a -
sallo tan aventajado en el pelear, y ademas de tan grande estado, no era para desde
fiado, aunque por lo veleidoso y poco seguro, mas de daño que de provecho podia ser-
vir al Rey. Llegó D. Juan á D. Sancho, e s t r e c h ó su amistad con é l , le dió las viUaé
de Moya y de C a ñ e t e , y él para seguranza de su lealtad puso en manos y poder d é -
la Reina a su hija mayor Doña Juana. Nombróle el Rey adelantado de las fronteras de
A r a g ó n , como enemigo de aquella casa, que le tenia usurpado el estado de A l b a r r a -
eítí. Pero h é aqui que en vez de partir para Aragón tomó el camino de Asturias, y m a -
•vengativo que leal, entró á saco las tierras de D. Pedro Diaz de C a s t a ñ e d a y Ñuño
Diaz su hermano , ricos hombres de gran calidad y vasallos de D. Sancho. M u y á mal
llevó este la corroria de D. Juan , y aunque en el momento quiso poner remedio fué ya
t a r d e , que el mal estaba hecho. Cumplió en la frontera de A r a g ó n con su deber, y
vuelto á Castilla , cada dlá gozaba mas del valimiento del Rey, cuando sus enemigos
comenzaron á perseguirle, dándole larga carrera á su c a r á c t e r desconfiado y t u r -
bulento.
Inventaron pues aquellos desleales validos del Rey que este amenazaba de muerte
á D. Juan , lo cual hizo que se retirase con todos los caballeros de su séquito á San A n -
d r é s de A r r o y o , y aunque la Reina cuando lo supo quiso desvanecer la falsa nueva,
D . Juan , de c a r á c t e r receloso, nunca confió en las muchas promesas que la córte le
d i e r a : á las noticias de antemano divulgadas con tan mala fé se añadió ahora la v e r -
dadera de nuevos pactos con D. Diego de Haro , todo lo cual estimuló mas y mas las
sospechas de D . Juan, el cual resolvió de una vez cortar el nudo , y saliéndose de V a -
lladolid sin licencia del Rey se pasó á Navarra y de aqui á A r a g ó n , dejando á D. San-
cho tan preocupado con la repentina resolución, que m a n d ó en e l acto juntar sus tro-
pas, aderezarlas para la g u e r r a , y con ellas encaminarse al obispado de Cuenca , en
donde creia que debian empezar las hostilidades.
D. Sancho no se equivocaba: D . Juan entró á correr las comarcas de Cuenca y
Alarcon con 300 caballos y alguna infantería: en ellas hizo muchos d a ñ o s y considera-
ble presa , y y a se retiraba agobiado con el peso de los despojos, cuando el ejército
del Rey le alcanzó cerca de Chinchilla. Mandaba la hueste D. Esteban Fernandez de
Castro, señor de Lemos, y en ella iban también las tropas de D . Sancho, señor de Le-
desma, D. Lope G u t i é r r e z , D . Rui Gil de Villalobos y D . Juan Fernandez, m a y o r d o -
mo mayor del Rey. Pero como el curso de las guerras habia dado á D . Juan un s i n -
gular conocimiento de lo que tal arte requiere , colocó las fuerzas que mandaba en dos
eminencias, desde las cuales no podia recibir mucho daño de sus enemigos, y bien al
contrario causarlo á mansalva. El ataque fué rudo , el desorden consiguiente , con el
que aprovechando la ocasión el D. Juan, logró cargar tan de improviso, que rotos y
dispersos los escuadrones, perdidos estandartes y banderas , muertos algunos de los
principales, puso á los restantes en precipitada fuga. El R o y e n aquel entonces estaba
tan aquejado del mal de cuartanas, que se temió mucho por su v i d a , y esto no obshn
e, con su acostumbrada actividad preparaba gente, allegaba mantenimientos y cuidaba
reunir copia de e n g e ñ o s y máquinas para sitiar y combatir á Moya , base de las opera-
m CRONICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
ciones de D . Juan. Pero conociendo al mismo tiempo lo que valia un vasallo como él,
por medio de su mujer la Reina Doña María hacia sus avances para lograr que aquel
rico hombre volviese á su servicio. No estaba tampoco muy contento con el Rey de
A r a g ó n el señor de Lara , y eslo por la cuestión de Albarracin , cuyo estado recla-
maba con perfecto derecho , y n e g á n d o l a aquel con sobra de ambición ó engañado por
falsa política. A l fin la Reina Doña María consiguió su propósito, atrayendo con ha-
bilidad , pero al mismo con grandes venlajasj, á D. Juan. Su hijo debía casar con
Doña Isabel, hija de Doña Blanca de Molina , y como tal heredera del señorío de M o -
lina y de Mesa , recibir nuevos castillos y hasta tomar posesión de ellos y rehenes
principales á su elección. M o s t r á b a s e en tan monstruoso pacto la audacia del magnate
y la imperiosa necesidad del Rey de tenerlo á su mandado, con lo cual si la casa ilustre
de aquel rico hombre se e n g r a n d e c í a sobre todas las del reino, perdía de su rico es-
malte y luciente brillo la corona de D . Sancho. Ya en amistoso trato con el Rey volvie-
ron á l a s andadas los cortesanos, haciendo creer á D . Juan que el Rey trataba de darle
muerte: los mismos que la vez pasada preparaban al Rey nuevos sinsabores y otros
penosos disgustos; pero esta vez se descubrió la trama, D . Juan no anduvo ni tan
crédulo ni tan ligero como la primera , y hostigado una y otra vez por el monarca para
que le dijese quién era el autor de la que á voz en grito llamaba calumnia, D . Juan
r e v e l ó el nombre del desleal y mal intencionado vasallo , pero á su vez pidió y obtuvo
del Rey merced para aquel desgraciado , y promesa de no tocarle á su persona ni ha-
cienda. A s i lo hizo el monarca, llamando al tal mal caballero, y falso y perjuro y des-
leal delante de toda la córte , con lo cual el delito quedó severamente castigado, y el
R e y no faltó á lo ofrecido.
N o tuvo r a z ó n alguna D . Juan en alborozarse otra vez contra s u soberano; pero
llevado de su natural inquieto, la paz se avenía mal con su índole guerrera y por de-
mas amiga de bullicios y trastornos, y otra vez bueno y por d e m á s paciente el Rey de
Castilla, á quien en esta ocasión mas debe llamarse el Manso que el Bravo, volvió á
recibirle en su gracia, llegando y a con esto á ser tan grande la autoridad de D. Juan
N u ñ e z , que según refiere Z u r i t a , no quiso D. Jaime I I de A r a g ó n confirmar con Don
Alonso de la Cerda la confederación que para la guerra de Castilla tenía ya preparada
con D . Alonso I I I su hermano, á quien sucedió en el mismo a ñ o . Otra vez desasosega-
do y alevoso, quitó el servicio del Rey y fuése para Francia; pero desvanecida la tor-
menta que amenazaba por aquella parte, merced á la actividad de D. Sancho y á las
pacíficas tendencias de Felipe I V , e n t r ó D. Juan en Castilla, deseoso de pelear con Don
Juan el infante, que á la sazón estaba en deservicio de su hermano; encontráronse las
huestes en un lugar llamado Peleas, entre Zamora y Salamanca, y con tal intrepidez
se arrojó con los suyos, que por no haber esperado un día mas la llegada del grueso
de sus tropas, r o m p i ó las suyas d e s b a r a t á n d o l a s el infante, haciéndole prisionero.
Aquí de la astucia y de la mala fé de D . Juan. Baste decir que logró su libertad á
fuerza de ofertas, que después se n e g ó á cumplir, bajo pretexto de hallarse bajo pre-
mia cuando las hizo; ardid de mala l e y , excusable entre gente ruin y de baja condición,
pero nunca entre caballeros de tan alta guisa como eran los dos contratantes. Ya en
servicio del Rey, fué á la frontera con grueso n ú m e r o de caballos en el año de 1284
para resistir las acometidas de los moros de Marruecos que se aprestaban para el sitio
üe l a n í a . Pero los muchos trabajos de su asendereada vida habían estenuado su na-
ILUSTRACIONES.
turalcza á lal puntó) quo enferman do en Córdoba, acabó allí sus d i a s e n el mes de abril
del mismo a ñ o . Como el mas cumplido elogio dice su historiador: « T a l e r a el deslmo
de los s e ñ o r e s de L a r a , que estando siempre por su poder y por s u grande auto-
ridad en d í s e o r d i a con sus soberanos, acababan finalmente sus dias en s u s e r -
vicio y en defensa de sus dominios y de l a verdadera fe.»
D. Juan Nuñez de L a r a , I I I del nombre, sucedió en la casa y estados á su padrc, y
la elevó á tan alto grado, como nunca antes ni d e s p u é s estuvo, por ser dueño y señor
de Albarracin y s e ñ o r de Molina y de Mesa; derecho que le dió su casamiento con D o -
ña Isabel, hija de Doña Blanca, y como tal heredera de tan pingüe señorío. Hasta el
•año dé 1288 á 29 de setiembre, no vemos fig-urar su nombre entre los confirmadores de
los privilegios reales , y hasta el a ñ o de 1290 la crónica de D . Sancho I V no hace men-
ción de los hijos de D . Juan Nuñez el 11, diciendo que la Reina Doña María les ayudaba
mucho. Cuando este deshizo las tropas del Rey en la batalla de Chinchilla, es mas que
probable que le a c o m p a ñ a s e n sus dos hijos, D. Juan y D. Ñuño, pues cuando unido su
padre con D. Alonso I I I de A r a g ó n contra Castilla, fueron parte en el contrato celebra-
do á 22 de a'gosto de 1290, haciendo pleito homenage de guardarle y defenderle.
Cuando D. Juan I I volvió ala gracia de su señor natural, logró casar á su hijo primo-
génito con Doña Isabel de Molina, nieta del Rey D. Alonso el X , dos veces prima h e r -
mana de los hijos del Rey y una de las mayores herederas de E s p a ñ a . En el año de 1292,
á pesar de estar á la sazón su padre en deservicio del Rey, se le v é confirmando el p r i v i -
legio que el Rey dió en Burgos aprobando las ventas que de A s t u d i l l o y rentas de B r í -
viesca, Gaton y Moliellas hizo la Reina á favor de Doña Juana Gómez de Manzanedo,
viuda del infante D . L u í s ; pero d e s p u é s de la muerte de Doña Isabel, creyendo que
estaba libre de todo compromiso de lealtad, corrió en busca de aventuras, aliándose
unas veces con su padre y otras con el infante D. Juan, siguiendo en esta carrera los
mismos pasos é idéntico camino que su padre, su abuelo y todos los Laras. En el a ñ o
de 1294, a c o m p a ñ a r o n él y su hermano D; Ñuño González á su padre, cuando por orden
de D. Sancho iba á hacer frente á las huestes africanas; asistieron á su muerte, acae-
cida en C ó r d o b a , y a c o m p a ñ a r o n con las mesnadas que llevaron su c a d á v e r hasta
Castilla.
Estando el Rey D. Sancho en Alcalá de Henares en enero de 1295, y ya p r ó x i m o el
fin de su existencia, hizo testamento dejando por tutorade su hijo el infante D. Fernan-
do á la gran Reina Doña Maria su mujer, y e n c a r g á n d o l a t a m b i é n del gobierno de los
reinos: y para mayor firmedumbre de lo asi mandado en su postrimera voluntad, obligó
á los prelados, maestres y ricos hombres lo aprobasen haciendo de ello pleito y h o -
menage. Concurrieron t a m b i é n á tan solemne acto D, Juan Nuñez y D. Ñuño G o n -
zález su hermano, pues en un privilegio que el Rey despachó en Alcalá á 20 de ene-
ro, a ñ o de 1295, para dar á la órden de Santiago la torre de Cebtim, se hallan sus
nombres en la columna de los ricos hombres castellanos: D . J o h a n N u ñ e z confirma.
D . Ñ u ñ o G o n z á l e z confirma. En el mes de febrero, y a el Rey en M a d r i d , conside-
rando los graves riesgos á que dejaba expuesto á su hijo primogénito en tan corta edad,
y en medio de pretensiones diferentes y todas contrarias á los derechos de su corona
Hamo a D. Juan Nuñez y le dijo las siguientes palabras que copia la c r ó n i c a : i § h n sa
bedes como llegasles á mimozo s i n barbas, e hice vos mucha merced, lo uno en
casamiento que vos di muy bueno, y lo otro en tierra y en q u a n l i a . Y ruegovos
402 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L I V .
1
que pues yo estoy tan m a l andante de l a dolencia, como vos vedes, que si yo
r i e r e , que n u n c a vos desamparedes el infante D . F e r n a n d o m i hijo, hasta que
h a y a barbas. E otrosy que sirvades á l a Reina en toda s u v i d a : ca mucho vos lo
merece á vos y á vuestro linage. Y s i a s i lo hicieredes Dios vos lo galardone, y s¿
no el vos lo demande en el lugar donde mas menester ovieredes. E r e s p o n d i ó el e
d i j o : S e ñ o r , yo lo conozco todo esto, que assi es, y yo vos hago pleito e homena-
ge que lo haga assy, y s i n o n D i o s me lo demande amen.y> Muerto el Rey, alzaron
por r e y á su hijo D . Fernando, y apenas pasados ocho dias, los Laras faltaron á la
solemne palabra e m p e ñ a d a con D . Sancho, Formaron estrecha alianza con D. Die-
go de Haro, y aunque por el pronto la prudencia de la Reina Doña Maria conjuró
aquella tormenta, no sin hacer un costoso sacrificio, el espíritu inquieto heredado de
los dos poderosos hermanos dio tanto que hacer en los reinos, como hablan dado
en los anteriores reinados su padre y abuelo. Juntos con el de A r a g ó n , estuvieron en
el cerco de Mayorg-a, y con el de Portugal para combatir dentro de Valladolid al Rey
y á la Reina. E n unión con D . Juan el infante en Paredes de la Nava y Fontpudia; y
por último, después de sosegada la t i e r r a , en unión con el infante, calumniaron á la
Reina, de la cual fueron sus mas constantes perseguidores. No queremos narrar los
tristes hechos de los dos hermanos. En paz y en guerra fueron dignos é m u l o s de sus
antepasados. L a Crónica que ilustramos y el discurso preliminar, suministran abundan-
tes datos para corroborar cuanto dejamos dicho, a h o r r á n d o n o s la molestia de repetirlo.
XÍV.
CASA DE HARO.
Una de las mas ilustres familias de E s p a ñ a , por remontarse á origen muy incierto,
es la de los Lopez Diaz de Haro: sin pretender llegar hasta é l , como hizo Esteban de
Garibay, nos limitaremos á hablar de los individuos que en tiempos posteriores, ó e n -
noblecieron los reinos con sus h a z a ñ a s , ó los dividieron con sus discordias. Cuenta A r -
gote, y otros escritores de no menor c r é d i t o , una larga série de señores de Vizcaya,
cuyo señorío en todo tiempo hizo tan poderosa á la casa de los L ó p e z , y de los López
de Haro cuando a ñ a d i e r o n á su primer patronímico este segundo apellido, por haber
recibido de mano del Rey la dicha v i l l a . Revueltas, encuentros, guerras civiles, for-
man la historia de esta casa, como la de todas las principales de Castilla y de León, y
mezcladas con las malas acciones las buenas, la traición con la lealtad, andan, sin que
el historiador pueda celebrar, ni mucho menos presentar como acabados modelos á tan
ínclitos campeones, ni de todo punto escarnecerlos cuando admira sus interpresas dig-
nas de eterna alabanza.
No fué escasa la que se granjeó D . Diego López de Haro, que fué el primero que en
la batallado las Navas a r r e m e t i ó con su e s c u a d r ó n á los moros, logrando romper-
les la batalla, haciendo en la a p i ñ a d a muchedumbre grandísimo estrago. Con mo-
tivo de la batalla de las Navas cuenta Garibay que D . Lope Diaz de Haro, que peleaba
con su p a d r e , le d i j o : «haced, s e ñ o r , en esta batalla, como no me llamen hijo de trai-
d o r » ; aludiendo á la de A l a r c o s , perdida según el rumor que corría por culpa de Don
Diego; á lo cual contestó este: « L l a m a r t e an hijo de puta, pero no hijo de traidor.»
Esto alude á que Doña Maria Manrique, mujer de D . Diego y madre de D . Lope, es-
posa mñel d e s a p a r e c i ó de la casa de su marido, fugándose con un hombre de baja
umcncion. Y anadea las noticias antiguas que arrepentida de su culpa m a n d ó que des-
ILUSTRACIONES. 408
XV.
rada, el infanle arzobispo, que con su ejemplo incitaba á sus tropas á vencer ó á mo -
r i r con honra, fué muerto por los moros entre Martes y Torredonximeno, en un sitio
que hoy d á indicio de tan grande desgracia, junto á una fuente que lleva por nombre la
fuente de D . Sancho.
Libre ya de los cuidados que tenia, el obispo D . Pedro, especie de auxiliar del ar-
zobispo D . Sancho, con la desgraciada muerte de este último, fijó su residencia en
J a é n , como punto mas p r ó x i m o á la ciudad, metrópoli de su diócesis; y desde allí,
cumpliendo con las obligaciones de religioso mercenario, allegaba limosnas para res-
cates , recibía las cantidades que de varios reinos cristianos le eran encomendadas,
ponía d é l o suyo hasta pedir limosna para sustentar la vida, concertaba las libertades
d é l o s cautivos y restituía por todos los medios que la caridad le Infundía á los pobres
prisioneros la luz del s o l , la patria, la libertad y la vida.
Después de un largo período en que la silla de Jaén estuvo vacante por querellas no
muy edificantes por cierto entre sus capitulares, divididos en sorianos y gienenses, fué
electo obispo de J a é n en el año de 1296. Causa admiración el ver cómo ocupó tan alta
dignidad el que no era prebendado de aquella iglesia, como entonces era la costumbre,
y ni aun natural de los reinos de Castilla. Xlmena, en sus Anales eclesiásticos del obis-
pado de J a é n ; Ambrosio de Montesinos, en su Historia manuscrita de Baeza, y otros
autores, son de opinión que habiendo visto la Santa Sede los e s c á n d a l o s que producía
entre los fieles una vacante de ocho años en aquella Iglesia, sin que pudieran acordar
elección sus capitulares, la r e s e r v ó para sí y n o m b r ó á D. F r a y Pedro Pascual por la
fama de su santidad y doctrina, á lo cual contribuyó también la Reina Doña María. Pa-
rece cierta esta opinión , pues ademas de exigir la intervención del Papa lo especial de
las circunstancias y el afirmarla varones de tanto crédito como los que hemos citado;
lo comprueba la letra de su epitafio existente en la parte superior de la puerta de la Lu-
na de la catedral de Baeza, que dice asi: S e p u l c r u m : D o m i n i : P . . . . ensis D e i : et
Apostolice: Sedis: G r a t i a : E p i s c o p i : Gie nensis. Estilo propio, cláusula y nota de
los obispos que ponían de motu propio los Sumos Pontífices en las sillas que reserva-
ron, porque en el caso de elegir el cabildo y confirmar el metropolitano, ni se acudía á
Roma, ni usaban decir ni intitularse obispos por la gracia de Dios y de la sede apostó-
lica, sino solamente obispos de... por la gracia de Dios.
Tan luego como tomó posesión del obispado D . Pedro, se dedicó al ejercicio de las
obligaciones de su oficio pastoral, visitando toda su grey, pueblo por pueblo, y llevan-
do hasta en las chozas mas humildes el consuelo á los afligidos, la salud á los dolien-
tes y la esperanza á los desamparados. Y todoestosin olvidar el deber principal quele
imponía el santo hábito de la Merced que nunca a b a n d o n ó . Entraba frecuentemente en
Granada con salvoconducto del rey moro para tratar de las redenciones, y aprovecha-
ba el tiempo no solamente en esta santa obra, sino lo que mas laudable era, y mas ex-
puesto, en convertir moros á la fé de Cristo. Averiguado el caso, ofendiéronse mucho
los alfaqulcs y morabitos, y concertáronse para prenderle y ponerle en manos del rey
á fin de que le impusiera un ejemplar castigo.
Por aquel tiempo, los moros granadinos corrían libres las tierras de las fronteras de
su reino, infestando la comarca, quemando panes y haciendo copla de cautivos. No era
e x t r a ñ o . Los reinos castellanos andaban divididos y en querella continua, armados
unos contra otros y peleando los grandes entre sí para engrandecer cada cual su seño-
ILUSTRACIOISKS. 40!)
nir. La duración de los mouumenlos depende de la idea que represenLan, y hay algu,
nos que aun d e s p u é s de destruidos por la cruel piqueta v i v e n y vivirán en la memo-
ria de las gentes, para consuelo y admiración de la mallraLada humanidad.
El cuerpo del santo mártir se conserva en una rica y preciosa urna, colocada en el
altar mayor de la caledral de Baeza.
Escribió las obras siguientes:
Impugnación de la seta de Mahoma.
Glosa del Pater noster.
Libro en que se prueba que Dios es Trinidad.
Contra los que dicen que hay fados y ventura, horas menguadas, signos y planetas.
Explicación de los diez mandamientos.
Explicación del Credo.
Biblia p e q u e ñ a .
Oración, oh principium sine principio.
La naturaleza de nuestro trabajo no nos permite analizar las obras referidas, sino
admirarlas, como admiramos toda su santa vida.
XVI.
jiirisdiccion del superior les inferia. No teuian r a z ó n , ui el Rey tampoco, cuando quiso
tomar partido cu esta contienda de freiles, los cuales se gobernaban por sí en sus ca-
pítulos, con apelación a la Santa Sede. E l Rey D. Alfonso el X I m a n d ó reunir un ca-
pítulo de pocos y bien avenidos relig-iosos, todos de su d e v o c i ó n , como afiliados en el
partido del clavero. A n t e testigos tan parciales presentaron los enemigos del maestre
los cargos de a c u s a c i ó n ; los probaron m u y fácilmente, y fué por segunda vez Don
Garci López depuesto de su altísima dignidad. Esta vez no quiso esperar en Castilla
la terminación final de tan delicado asunto, pues el Rey D . Alonso le amenazaba de
muerte por su legal resistencia; r e t i r ó s e á A r a g ó n , desde donde acudió nuevamente á
Roma. E l Papa tomó por su cuenta otra vez la restitución del maestre, la cual se v e -
rificó mediante información cometida a la orden del Cister, pero el maestre intruso no
quiso obedecer las ó r d e n e s de S. S., y amparado con el favor del Rey y de sus n u -
merosos parciales, obligó á su competidor á renunciar, quedando dueño legítimo del
maestrazgo, que ya no le fué disputado. El maestre D. Garci López volvió á su a n t i -
gua dignidad de comendador de Z u r i t a , poseedor al mismo tiempo de los bienes que
en A r a g ó n tenia la orden. Esto acaecía en el a ñ o de 1329.
En el de 1295 fué elegido maestre de la órden de A l c á n t a r a D . Gonzalo P é r e z , sobri-
no de su antecesor D. F e r n á n Pérez Gallego, é hijo de un caballero noble del reino de
Galicia llamado D . Pedro Fernandez, y de Doña Estefanía P é r e z su mujer. F u é el maes-
tre hombre valeroso, y por esto y porque su tío habia gobernado bien la ó r d e n , fué
elegido en concordia por todo el capítlilo. M u y á los principios del reinado de D. F e r -
nando I V hallábase con el Rey en Valladolid, precisamente cuando el niño Rey, acom-
p a ñ a d o de la Reina su madre, necesitaba mas que nunca del auxilio de sus leales v a -
sallos, por hallarse desafiado por el Rey de Portugal, por el de A r a g ó n , por el de
Francia, de Sicilia y de Granada, y combatido por el infante D . Juan, y p o r D . Juan
Nuñez y otros ricos hombres de menor estado. E l maestre con sus caballeros, daba
muestras de valor y de lealtad, cuando la Reina Doña M a r í a le m a n d ó fuese á cobrar
la puente de A l c á n t a r a que el infante D . Juan habia tomado á s u paso por E x t r e m a d u -
ra y de vuelta de tierra de moros, donde habia estado algún tiempo d e s p u é s de los va-
nos esfuerzos que había hecho para apoderarse de Tarifa. Obedeció el maestre, y sacan-
do gente de los concejos de Cáceres y Plasencia, puso cerco á la puente y torres por
ambas partes del r i o . U n caballero llamado García G u t i é r r e z , teníala por el infante.
Habia una torre en medio de la puente, y en ella se defendió valientemente bien tres
meses, y aun habia otra entre la puente y la villa, que era puerta para entrar en ella,
y se comunicaba con el castillo. La puente y torres cayeron en poder del maestre, que
las tomó en recio combate. L a nunca desmentida lealtad de la órden de A l c á n t a r a en
los tiempos turbulentos del reinado de D . Fernando I V , hizo que este señalase su g r a -
titud con notables privilegios de que están llenos sus archivos. Murió el maestre el
mismo a ñ o que el Rey, esto es, en el de 1312. Fueron comendadores en su tiempo
D. F r . Suer Gómez de Azevedo, comendador mayor, D. F r . Ruiz V á z q u e z , comenda-
dor de Benquerencia y d e s p u é s comendador mayor, Fr. Gonzalo Nuñez de Gampona,
comendador de la Magdalena, Fr. D. Pedro Torgazo, comendador de Sanlivañez de
Manoras, F r . Vasco Gago, comendador de las casas de Zamora, F r . Lope García do
Vülamayor, comendador de Ceclavin y alférez de la orden, F r . Ruy Gómez de V i l l a y -
zan, comendador de las casas de Badajoz, F r . Fertnn Alonso Portogales, comendador
UQ CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
XVII.
RICO HOMBRE Y AMO DEL INFANTE D. FERNANDO, DESPUES REY D. FERNANDO IV.
De la casa de los condes de Tolosa descienden los Ponces, según Arg-ote, y da nin-
dicio cierto de su existencia en los tiempos del emperador D . Alonso. Desdeentonces los
Ponces, ricos hombres por merced, confirman los privilegios de los reyes, y asisten
en la guerra y testifican de las concordias habidas entre soberanos ó magnates de po-
der y valia. E l conde D . Vela Ponce es uno de los confirmadores de los privilegios
concedidos por el Rey D . Alonso de Castilla. T a m b i é n su hij o el conde D. Ponce de Vie-
gas, y su nieto D. Pero Ponce. De este fué hijo D. Fernand Pérez Ponce, y confirma-
dor de los privilegios del Rey D. Alonso el S á b i o . Era este rico hombre célebre por
sn estado, y mas todavía por el inmediato parentesco que con el r e y tenia, pues era su
primo hermano. Su madre Doña Aldonza Alonso fleLeon, por la que los descendientes
de tan ilustre casa unieron al patronímico de Ponce el apellido de León, era hermana del
padre de S. Fernando. De esta suerte D . Alonso el X , en el L i bro de las Querellas, dá
claro indicio de su parentesco y prueba evidente de la lealtad de sus sentimientos.
Esta copla demuestra que D. F e r n á n Pérez Ponce estuvo ausente mucho tiempo de
Castilla por encargo del Rey, y pruébalo el que hombre de partes tan aventajadas, y
que debiera ocupar uno de los mas importantes empleos del palacio, ó de los puestos
mas peligrosos en la guerra, se halla oscurecido hasta el extremo de no mencionarle
las c r ó n i c a s , que toman su nombre para no dejarlo en los postreros años del Rey Pon
Alonso. N i Z ú ñ i g a , ni Mondejar ni otros escritores que so han ocupado de esta mate-
r i a , han fijado mucho su atención acerca de la seguridad con que el Rey, mostrándose
agradecido, dice en la querella citada á su cormano, que habla estado ausente por su
causa en Roma y allende, de donde puede inferirse que seria en ultramar, esto es, en
la T i e r r a Santa. Zúñiga en el párrafo quinto del a ñ o 1260, dice con este motivo: «Y de
que por este tiempo estaba en Palestina con armas suyas D. F e r n á n Pérez Ponce, yo me
ILUSTRACIONES. 417
mar y cabalgar.» Los del real obedecieron la orden y se prepararon á recibir ú los
cordobeses ; y bien se necesitaba de un ánimo esforzado por domas para pelear con
aquella muchedumbre, que según la crónica pasaba de cien mil combalienLes. D. Fer-
nand Pérez Ponce mandó ordenar y acaudillarlos h a c e s á un caballero que se llamaba
Arias Díaz, y conociendo que los enemigos fiados en el n ú m e r o veniau cu tropel, dijo
á los del Rey : ^Señores en tal tiempo se lian de parescer los caballeros : e si que-
redes vencer, faced h que vos dijere: e este nuestro tropel v a y a á ferir en aquella
su espesura de aquellos pendones , antes que se ordenen , que aunque son mu-
chas no valen u n a a r v e j a . » « E a s s i como lo el mando, a s s i lo fizieron, e bien
assi lo mostró por obra de s u p e r s o n a , como por p a l a b r a , que delante de todos
entró en l a facienda. E dixole el G r a n Comendador del temple, pues á estas
haces que nos cercan por las espaldas, que les f a r e m o s t Y dijo D . Arias Diaz:
Á la hora que aquellos pendones sean en t i e r r a , tal hora se m a t a r a n ellos unos
con otros por f u i r . » Todo aconteció como D. A r i a s lo dijo : los de la ciudad después
de haber perdido mucha gente huyeron despavoridos á encerrarse en sus muros , y
los del Rey, d e s p u é s de haberse vengado muy á su sabor, recogieron las señas de
los concejos y la cabeza de Ferrand Martínez , que llevaron como trofeo á Sevilla.
D. Fernand Pérez Ponce a c o m p a ñ ó al infante D . Juan á M é r i d a , la que por suges-
tiones de un mal fraile se habla revelado contra D . Alfonso , y tomaron la villa y el
castillo, y volvieron á Sevilla muy alegres con la victoria. Siguió constantemente el
fiel vasallo á su señor hasta la hora postrimera, en que tuvo la insigne honra de ser
nombrado albacea ó cabezalero en el testamento que otorgó aquel príncipe en 22 de
enero de 1284.
No menos fiel que á su padre lo fué á su hijo el insigne español que nos ocupa : va-
rios escritores aseguran que en el a ñ o de 1285, cuando el Rey marchaba con sus
huestes persiguiendo al emperador de iMarruecos , un caballero del linaje de los Póli-
ces le denunció ciertas cosas que en el real se tramaban en su deservicio, y entre
otras, que el infante D . J u a n y el señor de Vizcaya se entendían con Abu Yusuf,
pero añaden que el tal caballero se hallaba en peligro de muerte , y como quiera que
D. Fernand Pérez Ponce vivió algunos años d e s p u é s , no puede ser este el aludido,
antes bien parece ser otro llamado D . Ponce Ruiz de Mendoza , sevillano, hijo del a l -
mirante D. Rui López de Mendoza, que murió en aquellos dias.
En este mismo a ñ o de 1285 celebraron los Reyes y la córte el nacimiento del infante
D . Fernando, del que fué nombrado ayo ó amo I ) . F e r n á n P é r e z Ponce, y llevóle á
criar á Zamora, donde tenia su casa. Ya Rey el infante llamóle su amo , como se vé
en algunos privilegios , y muy particularmente en uno que expidió en el año 1303 en
que hizo merced de la villa de Bornos á otro D . Fernand P é r e z Ponce, y entre otras
consideraciones que le motivan dice: «Por la crianza que en nos hizo D . Fernand P é -
rez Ponce, su padre.» Nada de particular ofrece la historia respecto á tan ilustre caba-
llero desde el a ñ o de 1285 hasta el de 1292. Como uno de los confirmadores aparece
su nombre en las columnas de los privilegios concedidos por el Rey en tan largo pe-
l i g r o ; y advertimos su falta en el que expidió con fecha de 21 de voviembre á favor
de la Puebla de Coria. Zúñiga dice que le parece probable haber acaecido su muerte
en el cerco de Tarifa, no siendo incompatible el que otros croan haber ocurrido en Je-
rez, ü i doliente D . Fernand Pérez Ponce pidió con encarecimiento ver al Rey en su
ILUSTRACIONES.
última hora. D. Sancho acogió benigno aquella piadosa súplica, y asistió á la muer le
de su lio y de su leal vasallo. No p a r ó en eslo la bondad del Soberano, sino que tam-
bién lloró en la tumba al magnate ; y haciéndose eco de sus virtudes pronunció en su
entierro razones sentidas que demostraron á los circunstantes cuan estimada es la leal-
tad, y cuan grande es para un rey la p é r d i d a de un vasallo fiel. F u é mujer de
D. Fernand Pérez Ponce, Doña Urraca Gutiérrez de Meneses, de cuyo matrimonio fue-
ron hijos D , F e r n á n Pérez Ponce de León y D. Pedro Ponce de León , adelantado ma-
yor. En la crianza del Rey le sucedió el maestre de Calatrava D. Rui Pérez Ponce, su
hermano, que aun no tenia el maestrazgo.
xvm.
ALFONSO EL BURGALES CONVERSO.
Nació por los años de Cristo de 1270; fué su nombre j u d á i c o R. A b n e r . Compuso
un libro sobre L a concordia de las leyes, y otro glosando el comentario de R . ABRA-
HAM ABEN HEZRA á los diez preceptos de la ley, s e g ú n D. Josef do Castro en su B i -
blioteca E s p a ñ o l a . Dice Nicolás Antonio que escribió d e s p u é s del a ñ o de 1295, época
de su c o n v e r s i ó n , una impugnación contra la obra que escribió MILCHAMOTH HASEM, t i -
tulada G u e r r a del S e ñ o r contra los cristianos. Tradújola el autor al castellano por
mandado de la infanta Doña Blanca, y se hallaba en vida de Ambrosio de Morales en
el monasterio de religiosos Benitos de Valladolid con el siguiente título: « E s l e e s libro
de las batallas de Dios, que compuso maestro Alfonso Converso, que solia haber
nombre Rabbi Abner cuando era j u d i o . Y trasladólo de hebraico en lengua castellana
por mandado de la infanta Doña Blanca, s e ñ o r a del monasterio de las Huelgas.» Dice
D.Nicolás Antonio en su Biblioteca Antigua, citando á Ambrosio de Morales en su Viaje
Santo, que este R. Abner es conocido con el nombre de Alfonso el B u r g a l é s y por el
de Alfonso de Valladolid: que su conversión fué en el año de Cristo de 1295 por el p r o -
digio que sucedió este a ñ o de haber aparecido una cruz en las capas de todos los judies
que habia en el reino de Castilla, al tiempo de estar ellos en sus sinagogas esperando
la venida del M e s í a s , que para entonces la tenían profetizada dos de sus falsos pro-
fetas .
F r . Alonso de la Espina, también judio converso, rector que fué de la universidad de
Salamanca y escritor de mucha fama en el siglo X V , habla con extensión de las obras
de R. A b n e r , de sus disputas doctas con los j u d í o s , del empleo que tuvo de sacristán
de la catedral de Valladolid, y de otras particularidades, como pueden verse en el
F o r t a l i t i u m F i d e i del P. Espina, obra muy curiosa, pero por desgracia rarísima va
en nuestros tiemnns
420 CílÓmCA DE DON PEUNAISDO IÍL I V .
XIX.
XX.
les del Rey do A r a r o n para el de Castilla, pero que en ollas no so le daba el lUulo de
R e y , autos bien lo enviaba á desaliar por si y por los Reyes de Francia, Sicilia, Por-
tugal y Granada, y por D. Alonso y D . Fernando, hijos del bfente D. Fernando, lia_
mando al primero Rey de Castilla y de León. A vista de tan grande novedad, y d é l a
inopinada despedida que hicieron del servicio del Rey D . Juan Nuñez y otros muchos
ricos hombres, y de los alborotos que causaba el infante D. Juan, que también se i n -
titulaba Rey de León , tuvo la Reina madre una entrevista con D. Diego López de Haro
y D . Ñuño González do Lara en S e p ú l v e d a , adonde llegó con su hijo el martes de Car-
nestolendas, que fué el 7 de febrero; y hallándolos ya en aquella villa acordó lo mas
conveniente para que su hijo no fuese desheredado de los reinos, según el estado de la
tierra y la inquietud de los vasallos claramente indicaban.
D e s p u é s de pasados tres dias en S e p ú l v e d a fueron el Rey y la Reina para la villa
do Pedraza, en donde también se despidieron del servicio del Rey el infante D. Juan
y otro caballero. A pesar de lo poco satisfactorias que eran las noticias que la ilustre
Reina recibía del estado de Segovia, d e t e r m i n ó pasar allá á lodo trance, aventurando
el todo por el todo; y el 17 de febrero llegó á sus puertas, sufriendo por gran rato en-
g a ñ o s , contradicciones y desacatos, tantos en n ú m e r o y todos do tan gran tamaño, que
hubieran hecho decaer el espíritu de cualquiera otra persona que no fuera aquella í n -
clita Reina.
En la toma de Segovia consistia el mantenimiento de los derechos del R e y : ganada
aquella ciudad por la Reina, fué d e s p u é s el firmísimo baluarte que mantuvo contra tan-
tas ciudades alzadas, contra la desenfrenada ambición de protervos parientes, y contra
la osadía y mala fé de príncipes e x t r a ñ o s , los derechos legítimos de D . Fernando IV
de Castilla. Desde Segovia volvió la Reina á Cuellar con su h i j o : allí abrazó á la i n -
fanta Doña Isabel, de vuelta de A r a g ó n con el infante D . Enrique: adoleció gravemente
el Rey en Cuellar, y con este motivo se detuvo la corte ocho dias en aquel punto mal
guardado, y aun todavía convaleciente se puso en marcha para Valladolid, no sin pe-
ligro de caer en manos de los revoltosos, que corrían impunemente la tierra, ha-
ciendo por toda ella continuos estragos y sangrientos rebatos. Hasta aquí la Crónica.
Pero grandemente se e n g a ñ a el cronista al decir que el caballero enviado por el ara-
g o n é s se p r e s e n t ó á los Reyes en Cuellar durante su primera estancia, esto es, antes
del 7 de febrero, por la sencilla razón de que á tal fecha el susodicho caballero no ha-
bía salido de A r a g ó n , á menos de que hubiese salido sin credenciales, pues estas es-
tan extendidas y firmadas en Cecina el día 17 de febrero, y dirigidas á Doña María y
á D. Fernando, viuda é hijo de D . Sancho, hijo del muy noble Rey D . Alfonso, de
buena memoria, sin llamar reyes ni al hijo ni á los padres: p á g . 68 de la Colección.
E l caballero a r a g o n é s debió presentarse en Cuellar á la vuelta de los Reyes de Sego-
v i a , acaso ya entrado el mes de marzo; y esto quizá por hallar reparo en hacer su
presentación y d e s e m p e ñ a r su desagradable embajada en un pueblo murado y W»
fuerte como en aquellos tiempos era Segovia.
Sin embargo, la mas grave dificultad es la manifiesta contradicción en que se hallan
los documentos de A r a g ó n que se estampan en la Colección, con la narración minu-
ciosa de todos los acontecimientos referidos por el cronista, que parecen verdaderos,
al ver la prolijidad con que están contados. De los documentos insertos en las págs. 64
y bo de la Colección, se deduce que la infanta Doña Isabel estando en Daroca á U dd
ILUSTRACIONES. 423
En la p á g . 68 de la Colección hay otra escritura aun mas inconciliable que las ante-
CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
riores, otorgada por la Reina Dona Maria en idioma latino, hallándose en Molina á 18
de enero, en la cual con las mismas idénticas palabras de que usó su hija Doña Isabel
en la del 13 de febrero, aprueba la cesión hecha por esta del castillo de Almenara y
todo lo d e m á s contenido en aquel documento. Pero como la a p r o b a c i ó n es preciso que
sea posterior al acto que se aprueba, resulta del contenido de dicho documento que ó
hay equivocaciones en la fecha, ó es apócrifo el documento. No parece probable esto
ú l t i m o , lo primero es posible ; pero entre todas las fechas que se pueden elegir, no
considerando valedera la que lleva estampada, no acertamos en buena crítica á ase-
gurar la que debe sustituirse. D . Manuel Acosta, curiosísimo investigador, y que á
nadie cede en laboriosidad y exquisito trabajo, quiso conciliar tan grandes contradic-
ciones diciendoque debía leerse: Dat Molinse, décimo quinto die. Feb. en lugar de dé-
cimo quinto die Kalendas Feb. Pero bien pronto nuestro sabio académico varió de
modo de pensar al considerar que precisamente el día 17 de febrero se hallaba la
Reina madre con su hijo á las puertas de Segovia suplicando con encarecidos ruegos
á los habitantes de aquella ciudad, que le dejasen libre y expedita la entrada, y á su
hijo D . Fernando, su Rey y señor natural. Y es preciso al aceptar esta variación, de-
clarar nula y de ningún valor histórico toda la relación de los importantes sucesos he-
cha por la Crónica con una minuciosidad que parece ser una firme garantía de
la verdad.
De los documentos ya referidos se infiere al parecer que el Rey y la Reina madre
estuvieron en Molina ó en otro pueblo de aquellas inmediaciones el 11 y el 13 de fe-
brero , días en que la infanta Doña Isabel otorgó las dos insinuadas escrituras ; y aun
el Rey D . Jaime asegura en una de ellas haberse retirado de allí la Reina Doña María
el mismo dia 17. De esta suerte lo entendió el eminente Zurita , según lo refiere en el
cap. 18 del l i b . 5.°, parte 1.a de sus Anales, añadiando que en el 13 de febrero el
Rey, la Reina madre y el tutor habían llegado á Molina para dar por libres al aragonés
y á sus ricos hombres de la obligación que tenían c o n t r a í d a , apoyando esta opinión en
el documento de la Colección que dejamos ya citado. ¿Cómo pues conciliar cosas tan
opuestas? Si la Reina madre estaba el 17 de febrero en Molina , ¿cómo pedir á los se-
govíanos que le abriesen las puertas de aquella ciudad? Si vencido aquel baluarte
de la rebelión , Segovia aclamaba por su Rey á D . Fernando el mismo dia 17 en
presencia de su madre, ¿cómo otorgaba esta escrituras en A r a g ó n , y cómo asegura el
Rey D . Jaime que en aquel mismo dia se había apartado del, quee recesit a no-
6ÍV? Confesamos francamente que no encontramos oportuna salida á esta dificultad,
pues la Crónica por un lado y los documentos de la Colección por otro, la hacen insu-
perable; preciso es lanzarnos en el campo de las conjeturas, y de esta manera
si no salimos de' todo punto airosos, al menos habremos dado margen para
que otros con mas datos ó con mas segura crítica la encuentren mas fácil y mas opor-
tuna.
Creemos desde luego, y no tenemos dato ninguno que lo contradiga, que la Reina
madre estuvo en Molina de A r a g ó n ó en los pueblos comarcanos el dia 18 de enero:
damos entera fé y crédito al documento que con esta fecha aparece firmado por ella;
pero también creemos que este documento no se dió entonces por aquella insigne ma-
trona para que fuese publicado, antes bien como confirmante de otro posterior solo por
una equivocación notoria pudo publicarse, andando el tiempo, con indebida antelación
ILUSTRACIONES. .42"y
54
420 CHONICA DE DON FERNANDO VA, I V .
XXL
XXIL
XXIII.
GOLFINES.
En mas de una ocasión la Crónica y las escrituras de aquel tiempo, y entre ellas muy
particularmente algunos de los documentos que se estampan en la Colección diplomática
hablan dolos Golfines como de gente inquieta y traviesa, avezada al mal por instinto va-
lientes por naturaleza y por desesperación. De estos dice Bernardo Dcsclol lo siguien-
428 CRÓNICA DE DON FEUNAINDO E L IV.
l e : «Los que llaman (Golfines son catalanes ó gallegos , ó de las monlañas de Caslilla,
y por la mayor parle hidalgos, que por no lencr b á s t a n l e hacienda para vivir como ta-
les, ó por haber gastado ó jugado lo que teman, ó por algún delito ausentados d e s ú s
tierras, con sus armas por no saber otro modo de v i v i r , idos á los puertos del Mura-
dal y fortificados en aquellos fragosos y desiertos montes, en frontera de los moros,
salen á cautivar y robar cuantos moros y cristianos pasan por el camino que vá de
Castilla á Córdoba y Sevilla, s u s t e n t á n d o s e de estas presas en la aspereza , y quedan-
do con este ejercicio pláticos en la guerra, fuertes y sufridores de trabajos, valien-
tes y tan atrevidos, que el Rey de Castilla no ha podido, aunque lo ha procurado,
consumirlos.» En los años de 1302, 1303, 1309 y 1312 concedió el Rey D . Fernan-
do I V á los colmeneros y ballesteros que hablan formado la hermandad de Toledo,
Talavera y Villarreal para perseguir a los golfines , un privilegio de ayuda y favor
para ello, franqueándoles cuanto necesiten por su dinero, P á g . 336 de la Colección.
Evidente testimonio de que en aquel tiempo abundaban gentes de tan mala ralea, y
que falto de fuerzas el poder del Rey, se velan los pueblos obligados á formar ligas
y hermandades para defenderse de los malhechores que infestaban sus términos.
Como quiera que sea, esta gente era buena para la guerra: no regateaban su vida ni
escaseaban la sangre; de suerte, que en toda empresa aventurera y novelesca, en la
que la ganancia fuese mucha y el peligro igualase á la ganancia, eran los primeros
en tomar parte, y nunca cejaban, aunque les costase cara la audacia. Quince mil acom-
p a ñ a r o n al Rey D . Pedro á Africa en aquella expedición que con mucha cautela y
con inteligencias en la tierra llevó á cabo, y que le hubiera salido bien de todo punto
á no ser por la traición del almoxarife de Menorca y las cosas de Sicilia, en que t a m -
bién andaba e m p e ñ a d o . Los almogarabes y golfines acometieron grandes empresas en
aquella corta c a m p a ñ a ; vencieron en cien encuentros á los moros, y es mas que pro-
bable se hubiesen apoderado de Constantina, si el Rey no hubiese desistido de la e m -
presa por llamarle los sicilianos á reinar en Palermo, d e s p u é s de la sangrienta revo-
lución conocida con el nombre de V í s p e r a s sicilianas.
XXIV.
SOBRE LOS MEDIOS QUE PONIA EN JUEGO EL REY DE ARAGON PARA HACER GUERRA
AL DE CASTILLA.
Cuenta Zuriza que estando el Rey en la ciudad de Valencia en fin del mes de abril
del a ñ o 1301 considerando cuan adelante se había puesto en la guerra contra el Rey
de Castilla lomando la voz de D . Alonso , hijo del infante D . Fernando, y que todo el
peso de ella estaba á su cargo y con su poder se había de sostener, y que habiendo
diversas veces procurado que el Rey de Francia se declarase en esla empresa, pues
tenia el mismo deudo con D . Alonso , y por la parte de Navarra se podía hacer mucho
d a ñ o a su enemigo, nunca pudo moverlo á que favoreciese esta causa , determinó de
enviarle a rogar y requerir que le favoreciese como la razón y deudo le r e q u e r í a n . Pa-
recía que habiendo él tomado este negocio de D . Alfonso y de su hermano por pro-
pio, y poniendo su persona y reinos y vasallos do la manera que se aventuraban, por
ILUSTRACIONES. 429
ja justicia que le proseguian, y pou el parentesco que habla entre ellos coucuiTian las
mismas causas para que el Rey do Francia hiciese lo mismo , diciendo que aun se de-
bía mover por otra consideración , y era que D. Sancho de Castilla nunca le fué buen
amigo , antes siempre en los tratos que con él tuvo anduvo con gran m a ñ a y astucia,
y se hubo muy dobladamente. E x h o r t á b a l e que tomase este negocio como él lo habla
emprendido , y desafiase á los que tenían usurpados los reinos de Castilla , tomando
la voz del Rey D . Alonso y de su hermano , haciendo Ja guerra con sns gentes y a y u -
dándoles con todo su estado, s e ñ a l a d a m e n t e con el reino de Navarra y con las otras
tierras que tenia vecinas á Castilla , y mandando que los navarros se juntasen con los
aragoneses para proseguir esta guerra. Decía el Rey que era cosa m u y fácil ganar con
dinero algunos de los principales ricos hombres de Castilla, por quien entonces se g o -
bernaba aquel r e i n o , y que si con el medio é intercesión del Rey de Francia les fuese
propicio el Papa y la Iglesia , el Rey D. Alonso tenia acabado su negocio, y ponía d e -
lante el provecho que de esto se podía seguir al Rey de Francia si determinase en f a -
vorecer esta causa, que era cobrar las tierras y villas que antiguamente tuvieron los
Reyes de Navarra en Castilla, que se p r e t e n d í a ser de su señorío. Fueron e n v i a -
dos por el Rey á esta embajada Jlmeno de L i e n d a , comendador de O r l a , de la
orden del Temple, y Pedro de Valsenis , arcipreste de Zaragoza, y como el Rey de
Francia estaba en esto muy t i b i o , por una nueva empresa que habla tomado de c o n -
quistar los estados de Flandes, procuraron estos embajadores que los Reyes se v i e -
sen , y el Rey de Francia respondió que esperaba embajadores de la Reina Doña María,
mujer del Rey D. Sancho , con los cuales se tratarla de alguna buena concordia entre
el hijo de D. Sancho y sus primos, y concertóse que los Reyes enviasen sus embaja-
dores á Narbona para que allí tratasen sobre esta materia y sobre las vistas de e n -
trambos Reyes. Z u r i t a . Anales. L i b . 5 . ° , cap. 50, p. 400.
XX.Y.
Por este tiempo se continuaba el tratado de la paz con el Rey de Castilla por medio
del infante D. Juan, su tío, y á nueve del mes de febrero de este a ñ o 1304 concertó el
Rey que se viesen, porque el infante lo habla mucho procurado, y por esta causa se
partió el Rey de Valencia parala villa de Calatayud, y viéronse por el mes de marzo;
y entre otras cosas que entre ellos se trataron, fué que casase la infanta Doña Isabel^
hermana del Rey de Castilla, coa el duque de Calabria; poro esto no tuvo efecto. Con-
certáronse de dejar las diferencias que el Roy tenia con el Rey de Castilla sobre el r e i -
no de Murcia á juicio de ciertas personas, y lo que tocaba á la demanda do D . Alonso
Y de D . Fernando, hijos del infante D. Fernando, por la sucesión de los reinos de
i s l i l l a , y para esto se concertó que se viesen los Reyes de Castilla y de P o r t u -
m con el rey de A r a g ó n entre Agreda y Tarazona; y el Rey se fué con grande c o m -
430 CHÓNIGA DE DON FEHNANDO E L I V .
pañia de ricos hombres y de loda su corlo en principio del mes de abril á Tarazona, y
íueron con él D . Alonso y D . Fernando. Estaba, mediado el mes de abril, el Rey Don
Fernando en Burg-os para dar él conclusión á la paz por medio de las vistas, se deter-
minó de hacer tregua entre el Rey de Castilla de una parte y el Rey de Aragón y i0s
hijos del infante de la otra, y sus valedores y aliados que la firmaron hasta el dia de
Nuestra Señora de Agosto siguiente. Antes que los Reyes se viesen á 20 de abril de es-
te a ñ o , estando el Rey en Tarazona de voluntad de D. Alonso, que se llamaba Rey en
Castilla y estaba con él en aquella ciudad, comprometió en el Rey D . Dionis de Portu-
gal y en el infante D . Joan y en D. Ximeno de L u n a , obispo de Zaragoza, asi como en
árbitros y amigables componedores, sobre todas las diferencias y guerras que tenia
con el Rey de Castilla, y prometió el Rey D. Fernando cumplir la sentencia que die-
sen ; y para mayor firmeza, que se guardarla lo que determinasen : el Rey de Aragón
por sí puso en rehenes los castillos de Hariza, Verdejo, Somet, Borja y Malón para
que se tuviesen por los jueces, con condición que si el Rey de A r a g ó n no aprobase la
sentencia que diesen en concordia, se entregasen aquellos castillos al Rey D . Fernan-
do ; y habían de dar la sentencia hasta la fiesta de Nuestra S e ñ o r a de Agosto. Alzó el
R e y el pleito homenage y vasallaje á los alcaides de aquellos castillos, y juraron de
tenerlos por los jueces, y eran estos Ximeno S á n c h e z de Cerezuela, por el castillo de
Hariza; Garci Pérez de P e ñ a g u d a , por el de Verdejo; Pero López de Moneba, por el
de Somet; Garci López de Roda, por el de B o r j a , y por el de M a l ó n , Alaman deGu-
d a r : y prometió el Rey que él no a p r e m i a r í a á los alcaides á que le entregasen aque-
llos castillos que ponía en rehenes. Por su parte otorgó el Rey de Castilla en Roa á 28
de abril otro tal compromiso, con las mismas condiciones que el Rey de A r a g ó n , y
puso en rehenes los castillos de Alfaro, Cervera, Ocon, S a n t í s t e b a n y A t í e n z a , y ve-
n í a s e para Agreda con la Reina Doña Constanza su mujer, y con él venían D. Juan,
hijo del infante D. Manuel, y D. Juan Nuñez, adelantado mayor de la frontera, y otros
ricos hombres.
Por el mismo tiempo el infante D . Enrique adoleció en F u e n t í d u e ñ a , de donde fué
llevado á Roa y allí m u r i ó ; y no fué su muerte m u y fuera de lo que convino para la
buena conclusión de la concordia de estos príncipes , porque su condición era procurar
que estuviese siempre en necesidad. D . Diego López de Haro no se h a b í a reducido aun
al servicio del Rey de Castilla, y estaba.muy desavenido con el infante D . Juan por la
diferencia que entre ellos h a b í a por el señorío de Vizcaya y de Orduña y de Valmase-
da y de los otros heredamientos que eran del conde D. L o p e ; y el Rey de Castilla ha-
bía ofrecido al infante D . Juan que si se concluyese la concordia entre el Rey de Ara-
gón , le m a n d a r í a entregar á V i z c a y a , y D. Juan Nuñez prometió que le daría á Burue-
va y Rioja,que tenia D. Diego. Vinó el Rey D . Dionis, que traía gran caballería de sus
reinos en su acompañamiento, y venia con él la Reina Doña Isabel, su mujer; aunque
escribe un autor p o r t u g u é s de aquel tiempo, que no quiso traer consigo mas de mil
caballeros de linaje, y antes que llegase á La Guardia, llegó D . Diego García de Tole-
do, que era un muy buen caballero y gran privado del Rey de Castilla, y su cance-
ller del sello de la Puridat y mayordomo de la Reina Doña Constanza, para acompañar-
le; y m a n d á b a l e entregar todos los alcázares y castillos por donde pasaba. Pero usó el
Rey de Portugal de tanta autoridad y punto, que no se quiso aposentar en ningún l u -
gar ni villa por donde pasaba, por principal que fuese, ni ninguno de su córte, sino en
ILUSTRACIONES. 431
el campo, cu tiendas que mandaba armar: y no consinlió que se tomase ninguna cosa
(le los pueblos por donde pasaba ni de los oficiales del Rey, sino por sus dineros: de
suerte que viniendo tan en son de paz y como medianero entre aquellos p r í n c i p e s , pa-
recía que venía á punto de guerra. Llegando á Roa, vióse allí con el Rey de Castilla,
su yerno, y partióse adelante para A g r e d a , y tras él el Rey de Castilla. E l Rey de
Aragón estuvo esperando al Rey de Portugal en Torrellas, lugar muy apacible, á las
faldas del Moncayo, á la raya de su reino, entre Agreda y Tarazona, y allí le recibió
con gran fiesta, y á la Reina de Portugal, su hermana. Esto fué en el principio del
mes de agosto, y en aquel lugar se declaró y dió la sentencia por el Rey de Portugal,
y por el infante D. Juan, y D. X í m e n o de L u n a , obispo do Zaragoza, que fueron los
jueces que habían de terminar la diferencia que había entre los Reyes de A r a g ó n y Cas-
tilla, por razón del reino de M u r c i a , de esta manera: que Cartagena, Guardamar,
Alicante, Elche con su puerto de mar y con todos sus t é r m i n o s , como los divide y
parte el rio de Segura hacia el reino de Valencia, hasta el mas alto lugar del término
de Villena, exceptuando la ciudad de Murcia y Molina la Seca con sus t é r m i n o s , que-
dasen al Rey de A r a g ó n , y fuesen suyos en propiedad y de sus sucesores para s i e m -
pre, como cosa suya propia, con entero derecho y s e ñ o r í o : y que V i l l e n a , cuanto á la
propiedad, fuese de D. Juan Manuel: y si algún otro rico hombre, ó iglesia, ó ó r d e n ,
ó caballero, tuviesen otros castillos dentro de aquellos t é r m i n o s , cuanto á la propiedad,
fuesen suyos, pero cuanto á la j u r i s d i c c i ó n , ellos y Villena fuesen de. la jurisdicción y
señorío del Rey de A r a g ó n . Declaróse que el Rey de Castilla, cuanto á Villena y aque-
llos castillos que estaban dentro aquellos t é r m i n o s , absolviese á los s e ñ o r e s de ella de
toda su naturaleza y fidelidad en que le fuesen obligados, porque de allí adelante h a -
bla de ser de la jurisdicción del Rey de A r a g ó n . Habia de j u r a r el Rey de Castilla de
guardar y cumplir esto, y los maestres de U c l é s , y de Calatrava, y del Temple, y
Espital, y los ricos hombres y concejos de las ciudades y villas de sus reinos. Senten-
ciaron que el Rey de A r a g ó n dejase al Rey D. Fernando la ciudad de M u r c i a , Molina
Seca, Montagudo, L o r c a y A l h a m a , y los otros lugares que tenia en el reino de M u r -
cia: y los que quisiesen morar en cualesquiera lugares, lo pudiesen hacer libre y se-
guramente con sus personas y bienes, sin que les fuese hecho ningún d a ñ o por razón
de la guerra pasada. Publicóse esta sentencia en el lugar de Torrellas á 8 del mes de
agosto, estando el Rey de A r a g ó n presente y en presencia de F e r n á n Gómez de Tole-
do, canciller y notario mayor del reino de Toledo, y de Diego Garcia de Toledo,
canciller del sello de la Puridad como procuradores del Rey de Castilla. H a l l á r o n -
se presentes D. Juan, obispo de Lisbona; D . R a m ó n , obispo de Valencia; D . Martin,
obispo de Huesca; D. Juan Osoroz, maestre d é l a caballería de Santiago; D..Garci L ó -
pez, maestre de la caballería de Calatrava; D . Jaime P é r e z , señor de Segorve, h e r -
mano del Rey de A r a g ó n ; D . R a m ó n de Cardona, Juan S i m ó n , Domingo García de
Chauri, sacristán de Tarazona, Rernaldo de Sarria, Gonzalo G a r c í a , R a m ó n de M o n -
t a ñ a n a , arcediano de Tarragona, A r t a l de Azlor, Alaman de Gudar, Pero López de
Padilla, F e r n á n Gutiérrez Quixada, Gutierre Díaz de Cevallos, Lope Garcia deFermo-
silla, Martín Fernandez Puertocarrero, Alonso Fernandez de Saavedra, Sancho Rnízde
Escalante, camarero mayor del Rey de Castilla, Blasco Pérez de Leyro, Estovan de
Ayüa, Lope Pérez Burgos y otros muchos caballeros aragoneses, castellanos y portu-
büeses, y luego íue aprobada la sentencia por las partes.
432 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O EL IV.
Otro dia siguiente domingo, los Reyes se vieron en ios connnes de A r a g ó n y Cas-
lilla en el lugar que se llamaba Campillo, adonde 23 anos antes el Rey D. Alonso,
abuelo de este Rey D . Fernando, y el Rey D. Pedro, padre del Rey D . Jainio, ¿
otras vistas que allí tuvieron se confederaron en grande amistad. E l Rey D . Fernando
ratificó en presencia de todos la sentencia, é hizo pleito homenage al Rey de Aragón
de la guardar y cumplir: y lo j u r a r o n por su mandado el infante D. Pedro , su herma-
n o , y el infante D . Joan su tio , y D . Joan, hijo del infante D. Manuel, é hicieron,
homenage que lo h a r í a n guardar, y lo mismo hablan de j u r a r D. Alonso , hijo del i n -
fante D . Joan y de Doña Margarita, su primera mujer, que fué hija del m a r q u é s Gui-
llelmode Monferrat y de su primera mujer, y D . Sancho, hijo del infante D. Pedro,
hermano del Rey D. Sancho , y D . Juan Alonso de H a r o , cuando se hubiese reducido
á la, obediencia y merced del Rey de Castilla , y Fernand Ruiz de S a l d a ñ a , D. Gar-
cía , adelantado mayor de Castilla, Diego Ramírez y Rodrigo A l v a r e z , hijo de D . Pe-
dro A l v a r e z , que eran muy principales ricos hombres , y no se hallaron en estas vis-
tas. Lo mismo juraron de hacer guardar y cumplir los concejos de las ciudades de
León , Burgos, Zamora, Salamanca y Sevilla, De la misma manera ratificó el Rey de
A r a g ó n en aquel lugar de Campillo la sentencia, é hizo j u r a r á sus ricos hombres que
la h a r í a n guardar y cumplir : y fueron los Reyes á Agreda , adonde estuvieron dos
dias con el Rey de Castilla, y juntos se vinieron á Tarazona con la Reina Doña Maria,
madre del Rey de Castilla, y con las Reinas de Castilla y de Portugal, y con la infanta
Doña Isabel, que se llamaba Reina de A r a g ó n , y allí estuvieron otros dos dias y se
hicieron muy grandes fiestas. En aquella ciudad se ratificó por el Rey de Castilla la
donación ó cesión que se habia hecho al Rey de Portugal de las villas y lugares del
Algarbe y de otros que pretendían ser de su señorío. Estando en Agreda se mandaron
soltar los prisioneros de una parte y de la o t r a , porque D . Pedro Fernandez, señor
de I x a r , y D. A r t a l de A l a g o n , hijo de D. A r t a l , y D . Jimeno de Foces, D. Sancho de
Antillon , D. A r t a l Duerta, comendador de Villanova , Alberto de Medíona , Bernaldo
de Sarria y Sancho Duerta tenían los castillos de Morella, Biar, J á t í v a y la villa de
Alpuente, Penaguila, Sejona, Bocayren y U x o n , que el Rey D. Jaime habia puesto
en rehenes ofreciendo de favorecer al Rey D. Sancho, el Rey D . Fernando les mandó
que los entregasen luego al Rey de A r a g ó n y absolviólos de la fé y homenage con que
los tenían. Entonces estos principes y el infante D . Joan se confederaron en muy es-
trecha amistad de ser amigos de amigos y enemigos de enemigos, y porque el Rey de
Castilla tenia amistad con el Rey de Granada, que era su vasallo , los Reyes de Ara-
gón y Portugal prometieron de conservar con él amistad.
E l mismo dia que se dió sentencia sobre lo del reino de Murcia se declaró lo que
tocaba á la demanda y querella de D . Alonso, hijo del infante D . Fernando, sobre el
reino de Castilla, y fueron los jueces los Reyes de A r a g ó n y Portugal. Adjudicaron á
D. Alonso por razón de su derecho las villas de -Alba de T o m e s y Bejar con sus tér-
minos, y el V a l de Corneja y el de Manzanares, Gibraltar, el Algaba y los montes de
la Greda de M a g a n t a Puebla de Sarria con su Alfoz, y la tierra de Lemos y Rabaina,
que es en el Ajarafe, y la mitad de la Fonaria, la Alhadra y los molinos de Hornachuc-
los , que fueron de Ñuño Fernandez de Valdenebro, y la Ruzafa, y los molinos de Cór-
doba , y los molinos y la isla de Sevilla ¡ que fué de D. Juan Mathe. Esta fué la r e -
compensa que se dió á l ) . Alonso por talos y tan grandes reinos ; y el Rey D. Fer-
ILUSTRACIONES.
nando otro dia en Agreda á 10 de agosto promclió que si aquellas villas y hereda-
mientos que se le hablan adjudicado no valiesen de renta 400,000 m a r a v e d í s , le daria
otros lugares hasta cumplimiento de aquella suma, y se le hablan de dar libres y
exentos de toda jurisdicción y señorío de los Reyes de Castilla , y túvose mas conside-
ración á dejalle heredado en diversas villas repartidas por los reinos de Castilla y de
Leen y por el Andalucía , que con estado que estuviere unido , y quitáronle los l u -
gares que tenia en las fronteras de Castilla y A r a g ó n . Declararon que no usase de t í -
tulo de Rey ni truxese las armas reales de Castilla y León á cuarteles, sino que las d i -
ferenciase como era costumbre de distinguillas los infantes y nietos de r e y e s , aunque
fuesen legítimos, de las armas reales que pertenecían solamente á los Reyes y á sus
hijos primogénitos. Aceptóse por D. Alonso esta concordia , y el Rey de A r a g ó n se
obligó al Rey de Castilla, que si no entregase las villas de Almazan, S e r ó n , Deza y el
Alcázar, y rehusase de cumplir aquella sentencia que él y el Rey de Portugal dieron,
no le daria consejo ni favor contra él ni sus reinos. Esto hizo el Rey D. Jaime conside-
rando que D. Alonso y D. Hernando, su hermano, no tenían ayuda ni socorro del Rey
de Francia, de quien principalmente debían ser favorecidos, y que todo el peso de la
guerra cargaba sobre estos reinos , y que por causa de ella se hablan sostenido g r a n -
des fatigas y d a ñ o s , s e ñ a l a d a m e n t e entendiendo que los pueblos y los mas grandes
de Castilla estaban muy contentos y conformes en su p r o p ó s i t o , que era no recibir á
D. Alfonso por Rey. Concertóse también el Rey de A r a g ó n con el Rey D. Fernando,
que si dentro de un año le diese en su comarca otro lugar que valiese tanto en renta y
vasallos como valia Elche con sus t é r m i n o s y derechos, que se lo dejarla cuanto á la
propiedad, con condición que fuese de su señorío y jurisdicción , asi como Cartagena,
Orihuela, Alicante y los otros lugares que se le adjudicaron en aquella comarca. Des-
pués de esto los Reyes de Portugal y Castilla se fueron juntos , y el Rey de A r a g ó n
se vino á la ciudad de Zaragoza. Z ú ñ i g a , Anales, l i b . 5.°
XXVI.
lados. E l pidiéronme por merced que por ra^on de muchos agrauiainienlos que avien
recluido fasta aqui en muchas cosas, que fuese la mi mercet que daqui adelant que ies
non fuesen fechos, e que gelo mandase mejor guardar e que non consintiese que nin-
guno les pasase contra ello. E l yo entendiendo que me pidicn derecho, c que es muy
grant mi seruicio, et porque siempre siruieron muy bien e verdaderamientre á los Re-
yes donde yo vengo, et s e ñ a l a d a m i e n t r e siruieron e siruen á m i , assi como uasallos
buenos e leales deuen seruir á su S e ñ o r natural, ordenólo e librólo en la guisa que
aqui será dicho.
A lo primero que me pidieron que les otorgase sus fueros e sus buenos usos e bue-
nas costumbres que siempre ouieron, tengolo por bien e otorgogelo.
Olrossi: á lo que me pidieron que les confirmasse los previllegios e cartas de mer-
cet que ouieron de los Reyes que fueron ante que y o e que les yo confirmó, tengolo
por bien et otorgogelo.
Otrosi: á lo que me pidieron que les otorgasse los preuillegios e cartas de mercet
que les y o fice de que r e g n ó a c á , c que se los faga guardar mejor que fueron guar-
dados fasta aqui, Yo por racon que ellos se me querellaron muchas veces que avian
salido muchos preuillegios e cartas de la mi Chancilleria contra sus fueros , también
de mercet como do otras cosas, porque vinie muy grant d a ñ o á la m i t i e r r a : A esto
tengo por bien de los veer et de los librar como temiere por bien et fallare por dere-
c h o ; porque tengo por bien que lo que fuere fecho e otorgado en las otras Cortes de
que yo r e g u é a c á , sobre las peticiones que los de la tierra me ficieron generalmientre,
ó especialmentre cada Concejo en lo que era de su Concejo, tengolo por bien que
esto que les vala et que les sea guardado en aquello que non ficieren tuerto á otro
ninguno.
O t r o s í : á lo que me pidieron en racon de las cartas que salieron de la mi Chancille-
ria ó salieren de aqui adelant que fueren contra fuero o contra los preuillegios e cartas
que tengan, que yo que tenga por bien que los alcaldes e los aportellados de la tierra
non sean temidos de los complir. E á esto tengo por bien de tomar ornes buenos de
Castiella e de León e del regno de Toledo e de la Extremadura que anden comigo, e
mandarles dar buenas soldadas, porque puedan v i v i r en la mi casa onrrada mientre,
e que guarden que non passen tales cartas; et si tales cartas passaren , que las pon-
gan en recabdo e me lo fagan saber, e yo entonce librarlo he como fallare por de-
recho.
Otrosi: á lo que me pidieron que non arrendasse los mios pechos á nenguno, e que
judio nin moro non sea cogedor de ellos; á esto bien saben ellos la m i facienda y la
priesa en que estó, e las nuevas que me legan cadaldia de la frontera, e á esto yo ca-
t a r é carrera, si Dios quisiere, porque la frontera sea acorrida , e yo sea seruido, e que
sea el mayor pro e la mayor guarda que pueda ser.
Otrosi | á lo que me pidieron que cuando ouiere de facer Cortes que las faga con
todos los omes de la mi tierra en u n o ; esto me place et otorgogelo, e lo que fasta
agora fnje fícelo por partir peleas e reyertas que pudieran y acaesQer.
O t r o s í : á lo que me pidieron que los omes buenos que uengan seguros á las Cor-
tes, e que Ies den posadas en las uillas; esto me place e otorgogelo, e si algún daño
han tomado fasta a q u i , yo lo faré escarmentar.
Otrosi: á lo que me pidieron que si yo diere ó posiere los mios pechos e ios mios
ILUBT A ArütíMN ES • W¿
derechos alyuuos q u é d e l o s pongo en los uiios cogedores; ¡mm* dicen que reciuen
muchos daños : á eslo teng-o por bien que non lomen ningún pecho nin derecho ningu-
no sino por mano de los mios cogedores; E las caloñas e lo al que perlenecen á la j u s -
ticia, que lo non lomen sino por los oficiales del logar en ra^on do ta morada, yo lo
v e r é e porné y tal recabdo por que ellos sean guardados.
Olrosi: á lo que me pidieron que les quile las cuenlas e las pesquisas; á esto tengo
por bien que aquellos que cogieron los seruicios de la Sisa e otros pechos por el Rey
Don Sancho mió padre, que Dios perdone, e por m i de que él lo quitó a c á , que los
cogedores principales que los cogieron en ílaldal que me den cuenta e sobre la cuenta
que fagan pesquisa, e los que lo cogieron por renta ó por cabepa que den cuenta de
como pagaron la renta ó la cabera e que fagan otrosí la pesquisa sobre ellos en
aquellos logares do la pidieren los pecheros, e aquello que fallaren por la pesquisa que
licuaron de la t i e r r a , como non deuien, que lo tornen á aquellos de quien fue t o -
mado, saluo lo que el Rey mió padre e y o quitamos, que non den cuentas nin fagan
pesquisas sobre ello. E si algunos de los que cogieron la sisa fueren finados al tiempo
que les demandaren esta cuenta de la sisa, que sus mugeres nin sus herederos non
sean tonudos de dar esta cuenta, jurando que la non pueden dar, e esto sea do non se
pediere mostrar recabdo de escriuano publico, e de los pechos que derramaron los
Concejos e los pecheros entre si para sus cosas que ouieron mester; E que si mas c o -
gieron de lo que los Concejos ouieron mester, e los Concejos e los pecheros me lo que-
rellaren á m i , que yo pueda saber verdal de ello, e lo mande tornar á aquellos á quien
lo tomaron; E guardando aquello que dicho es en aqueste Capitulo, quitóles todas las
otras cuentas e pesquisas e demandas que contra ellos p o d r á n auer en racon de estas
cuentas e de estas pesquisas.
Otrosi: á lo que me pidieron que tome caualleros buenos de las uillas que anclen
comigo, e sean en librar los fechos asi como l o ficieron los otros Reyes donde yo
vengo, esto les gradesco mucho e tengolo por b i e n , e ante que me lo ellos pidiesen,
lo tenia ordenado de lo facer.
Otrosi: á lo que me pidieron que ponga consejo en las fronteras, e que faga m e r -
cet á los que moran y , porque se puedan mantener, tengo por bien de lo facer e fa-
cerles y bien e m e r e c í .
Olrosi: á lo que me pidieron que ficiesse m e r e c í á Galin Gilez dalma^an c á sus pa-
rientes, tengo por guisado de ge lo facer, e facerle he y mucho bien e mucha rnercet.
Otrosi: á lo que me demandaron en racon de la Sal que non se venda mas del tanto,
como fué ordenado en tiempo del Rey Don Alfonso mió auuelo, tengolo por bien e
otorgogelo.
Otrosi: á lo que me pidieron que les non mandase tomar Chancilleria por estos or-
denamienlos, tengolo por bien et otorgogelo.
Olrosi: á lo que me pidieron que non tome por Chancilleria mas de cuanto dice el
ordenamiento, tengolo por b i e n , et si mas demandaren de cuanto dice el ordenamiento
que fiQO el Rey Don Sancho rnio padre, que Dios perdone, mando que lo non consien-
tan el Chanciller ni el Notario cada uno en su n o t a r í a , e si ouierc contienda sobre ello
que lo hbre el Notario de su notarla.
Otrosi: á lo que me pidieron en ra,;on de las pendras que se facen de una villa á
oua por mis cartas el por mió mandado, por racon do los mios pechos e por otras n ,
WIOLMCA Dfi DON FIÍIINANDO E L IV.
sas; á esio tengo por bien que se non fagan pendras daqui a d c l a n l , e á lo que es pa-
sado fasta aqui yo porné consejo.
O t r o s í : á lo que me pidieron en algunos logares de la Extremadura en racon de los
fueros que alli do fueren avenidos los caualleros ó la mayor pasada de ellos, yo gei0
otorgo.
Otrosí: á lo que me pidieron en racon de los oficiales, tengo por bien que en los l o -
gares do los hay por fuero ó por previllegios de los poner, que los pongan los caua-
lleros alli do fueren auenidos los caualleros ó los mas dellos.
Otrosí: á lo que me pidieron los de Segouia que los cogedores que cogieren les pe-
chos que cojan los logares que son de Segouia, también los de alien Sierra como
aquén Sierra, eslo tengo por bien que sea assi, porque fallo que se usó asi siempre.
Sobre esto mando e defiendo firme mientre que nenguno non sea osado de les pasar
daqui adelant contra estas mercedes sobre dichas que les yo fago nin contra ninguna
deltas en ningún tiempo, por ninguna manera, ni de les i r contra ello por gelo que-
brantar nin por gelo menguar, sino cualquier que lo ficiesen aurien la y r a de Dios e
la mia e pecharme ien en pena diez m i l m a r a v e d í s de la moneda nueva, e á ellos todo
el daño doblado. E porque esto sea firme e estable para siempre, e porque es mi uo-
luntad de lo asi guardar, m a n d é de esto dar al Concejo de Segouia esta mi carta see-
llada con mió seello de cera colgado. Dado en Medina del Campo tres dias de Junio,
era de m i l e trescientos e cuarenta a ñ o s . Yo Aparicio Martínez lo fice escreuir por
mandado del Rey.
Siguen dos firmas.
Lope P é r e z .
Pedro González.
Hay un sello de cera pendiente con las armas del Rey.
E l original se conserva en el archivo de la ciudad de Segovia, del cual fué sacada
copia por el Sr. D. Pascual de Gayangos.
XXVII.
Tres dias antes , en el dia de San Juan Bautista, dió el Papa por sueltos y libres
los homenages y juramentos que el Rey y el infante D. Pedro, su hermano, y los r i -
cos hombres de A r a g ó n hablan hecho para que el matrimonio que se habla concertado
entre el Rey y la infanta Doña Isabel, hija del Rey D . Sancho de Castilla , se cum-
pliese ; y atendido que eran parientes en tercero grado, lo dió por disuclto y declaró
ser contraído contra derecho y ser inválido. Esto fué cu lo público lo que se declaró de
las condiciones de la paz; pero en lo secreto se añadió que el Roy de A r a g ó n renun-
ciase el derecho del reino de Sicilia por las islas de Cerdcña y C ó r c e g a , de las cuales
el Papa le había de hacer donación. Entre los Reyes de Francia y A r a g ó n también hubo
otra inteligencia secreta, y por ella se concordaron que no permitiesen estaren sus
ILUSTUACIONES. 437
reinos á ninguno de los varónos ó caballeros que se saliesen de sus tierras, y ofreció
el Rey de Arag-on al de Francia que para la guerra que le habia movido el Rey de I n -
glaterra le enviaría en su socorro cuarenta galeras armadas con su almirante y con
sns capitanes bien en orden, con esta condición, que el Rey do Francia pagase por el
sueldo de la tercera parte del año cuarenta mil libras de moneda de torneses , y si las
quisiese tener en su servicio por otros dos meses lo pudiese hacer pagando treinta m i l ,
y á la misma razón todo el tiempo que las tuviese. Declarábase que en cada galera fue-
sen diez marineros y otros tantos proheres, y treinta ballesteros, y de otra gente a r -
mada, de manera que en cada galera fuesen ciento y ochenta soldados, compensando
el n ú m e r o s e g ú n las galeras fuesen mayores ó menores. Las villas y castillos que se
ganasen en esta guerra por la gente de la armada hablan de ser del Rey de Francia,
y las presas y sacos de los bienes muebles que se hubiesen en la mar ó en isla se p a r -
tiesen por medio entre ambos Reyes, y exceptuóse que en caso de que el almirante
del Rey de A r a g ó n prendiese al Rey de Inglaterra en ausencia del de Francia, queda-
se prisionero del almirante del Rey de A r a g ó n . Todo lo que se ganase en tierra firme
habia de ser del Rey de F r a n c i a , y dello se habia de partir con los que anduvieren á
corso y se hubiesen hallado en la presa s e g ú n era costumbre. Quedó asentado que el
Rey de Francia hiciese saber al Rey de Castilla, como á su valedor, la conclusión de
esta paz, y le exhortase y requisiere, que él por su parte la mandase guardar, y si lo
rehusase de hacer, el Rey de Francia no fuese en su ayuda si emprendiese de mover
guerra al Rey de A r a g ó n , y que las fortalezas que se hubiesen nuevamente labrado
después que se rompió la guerra por el Rey de Francia ó los suyos, se mandasen der-
ribar. Habian los nuestros en la guerra pasada desamparado el V a l de A r a n , y h a -
bíanse apoderado de él los franceses, y tenían en guarnición los castillos, y tratando
que se restituyesen , no se concordaron los embajadores de estos p r í n c i p e s , y dióse
un medio por el Papa que se cometiese al legado para que recibiese información de
cómo se habia desamparado y ocupado aquel v a l l e , y constando por la información
que habia sido ocupado d e s p u é s del rompimiento de la g u e r r a , fuese restituido al Rey
de A r a g ó n , reservando su derecho al Rey do Francia; y en caso que la probanza
fuese dudosa y no constase haberle desamparado los nuestros, se restituyese la pose-
sión al Rey de Francia, reservando el derecho al Rey de A r a g ó n sobre la propiedad.
En esto consintieron los embajadores con tal condición que la posesión del valle se s e -
crestase y se pusiese en posesión del Papa ó del legado , ó de otra persona en nombre
de la Iglesia, y el Papa p r o c u r ó que se entregase al cardenal. Z u r i t a . Anales.
L i b . 5.°, p á g s . 357 y 58.
Concluida que fué la paz entre estos principes, como se ha referido, estando el Rey
don Jaime en Barcelona por mes de agosto deste a ñ o , envió á la Reina de Cas-
tilla á un religioso de la ó r d e n de los frailes menores llamado fray Domingo de Jaca
y á Simón de Azlor , para que le notificasen , que como quiera que en las paces que
con el rey D. Sancho su marido habia firmado, se concertó el matrimonio entre él
y la infanta Doña Isabel su hija , con esperanza que el Papa vernia en ello, y se les
concederla la dispensación, no se habia podido conseguir por él ni por el Rey de Cas-
ulla, antes el Papa Celestino, habia prohibido que se efectuase: declarando ser ningu-
nas las obligaciones que por el se habian hecho, y le amonestó sobre ¡te separación del
matrimonio. Por estas causas, y por obedecer á los mandamientos apostólicos y por
43S CRONICA DI'J DON F E R N A N D O E L IV.
procurar lo que locaba al bien y pacifico estado de sus reinos, decia el Rey, qL1e m
podía sino desatar el matrimonio. Estos embajadores, en presencia del Rey D. Fer-
nando su hijo, revocaron la concordia y condiciones de ella: y p i d i e r o n en nombre del
Rey que quedasen libres las rehenes y castillos, que se hablan entregado en Aragón,
en tercena, en nombre de la infanta Doña Isabel, con c o n d i c i ó n , que en caso qué
el matrimonio no se efectuase, fuesen suyos: y esto se pidió en nombre del Rey;
pues no quedaba por su parte que aquello no se cumpliese. Eran los castillos que se
hablan puesto en t e r c e r í a , en el reino de A r a g ó n , por esta causa, el de Borja, So-
met, Hariza, Uncastillo, Rueda, y Daroca: y h a b í a n s e entregado á D. Lope Fer-
rench de L u n a , para que los tuviese por la infanta Doña Isabel, y también el castillo
de V e r d e j o , que se e n t r e g ó con su misma condición á Diego P é r e z de Escoren. En
caso que no se diesen por libres estos castillos, pedían los embajadores, que la Reina
mandase entregar al Rey de Aragón los que en su nombre se habían puesto en terce-
ría en sus reinos debajo de homenage por c o n s e r v a c i ó n de su derecho: y los que te-
nían estos castillos, eran D . Juan Alonso de Haro, que tenía los castillos de Cervera,
Alfaro, y A g r e d a : Garci López de Saavedra, el castillo de Atienza: Tel Gutiérrez, el
castillo de A r c o s : Rodrigo Martínez de Guadalajara, el castillo de Hita: Sancho Díaz
de Bustamante, el castillo de Cartagena : Nicolás P é r e z de M u r c i a , el castillo de A l i -
cante: Pedro Ruiz de San Ciprian, Horiguela: y Juan Fernandez de B a ñ a r e s , el cas-
tillo de Montagudo. Juntamente con esto tratando el Rey de se ir á ver con el Rey
Carlos, que venia con el legado á Rossellon, para que se solemnizasen las bodas con
Doña Blanca, como estaba tratado, desde F í g u e r a s en principio del mes de octubre
deste año envió á mandar al obispo de L é r i d a , y á D . Ruy Ximenez de L u n a , y á
D . Atho de Foces, y á D. Lope Ferrench de L u n a , que desde Tortosa acompa-
ñasen á la infanta Doña Isabel hasta Daroca, para que de allí se llevase á Castilla:
pero después el Rey deliberó de sobreseer en ella hasta su venida al reino de A r a -
g ó n . I b i d . I b . P . 359 y 60.
XXV1IÍ.
Por este tiempo, estando D . Alonso, hijo del infante D. Fernando, en Almazan, sien-
do vuelto de Villafranca, adonde se vino a ver con el Rey, vino a él un caballero, ma-
yordomo del infante D. Enrique, que se llamaba Gonzalo Ruiz, y ofreció que quería ser-
virle y seguir su querella el infante, y D. Diego López de Haro, señor de Vizcaya, y
D. Juan, hijo del infante D . Manuel, y D. Lope Diaz, hijo de D. Diego López, y Don
Juan Alfonso de Haro, y D . Hernando, hijo de D. Esteban , y todos los caballeros que
eran de aquel bando : y querían luego tomar su voz y recibirle por Rey y señor na-
tural del reino de Castilla y León , siendo seguros d e l , que les a y u d a r í a e se ternia con
ellos de la manera que había ofrecido al infante D . Enrique. P r o m e t í a n que en aquella
demanda querian poner y aventurar sus personas y vasallos con las villas y castillos y
con todo cuanto t e n í a n , entendiendo que hacían en ello lo que debían con derecho y
ILUSTRACIONES. 439
lealtad; y para ello deciau que 110 q u e r í a n ni demandaban dineros ni socorro alguno.
Luego que D. Alonso tuvo esta embajada del infante D. Enrique, envió ú suplicar des-
de Almazan á 28 de marzo de este año al Rey, que se iba á Valencia, que por el deu-
do que con él tenia, se doliese do la gran laceria que sabia que él pasara y que habia
pasado hasta entonces por muchas vias, y pues conocía que Dios le quena encaminar
para que cobrase lo que le pertenecía y saliese de aquel pobre estado en que vivía»
le pedia le quisiese socorrer y ayudar; y dejados los otros neg-ocios , procurase de i r -
se luego á Calatayud, a p a r t á n d o s e de aquella frontera y con poca gente, como que
venia por otras cosas de su reino, y no dando á entender á ninguna persona que venia
á vistas con gentes de Castilla, porque no se pudiesen apercibir sus contrarios, y fi-
nalmente, concluía con estas palabras: «Por Dios e por ta gran mesura que en vos es,
que non alonguedes la vuestra venida por ninguna manera d e l m u n d o : ca gran p r ó c
grande honra tomados en este fecho, e gran seguramiento e sosegamiento de la vues -
i r a t i e r r a : ca yo cobrando el mió derecho, siempre faré conoscencia, que lo he por
Diose por vos.» T a m b i é n el infante D. Enrique, que estaba en S. Esteban de Gormaz,
escribió lo mismo al Rey, diciendo que por esta causa no se p a r t i r í a de aquella comar-
ca, y concertaron que D . Diego López de Haro viniese á A r a n d a , y D. Juan Manuel
estaba en Huele, y esperaban lo que el Rey de A r a g ó n determinarla, y si se haria lue~
go guerra contra el Rey de Castilla, y si los asegurarla para favorecerlos en la empre-
sa de D. Alonso. Luego que el Rey recibió estas cartas, envió á D. Alonso desde V a -
lencia en principio del mes de a b r i l , á D . G a r c í a , prior de Santa Cristina, y á un caba-
llero que se llamaba D. A r t a l de x\zlor, que eran de su consejo, para que en caso que
todos aquellos ricos hombres jurasen á D, Alonso por s e ñ o r y por Rey é hiciesen lo
que d e c í a , firmasen en su nombre lo que pedian, que se les guardase de parte del
Rey de A r a g ó n , y aun en caso que el infante D. Enrique, D , Juan Manuel y D. Diego
López de Haro, y D. Juan Alonso, ó los tres de estos cuatro solos cumpliesen esto,
era contento el Rey; que sus embajadores de su parte le asegurasen que cumpliria lo
que ellos le pedian, ofreciendo ellos de ayudarle. Quería el Rey que ante todas cosas
estos ricos hombres jurasen por Rey á D. Alonso, y ellos ponian otras dilaciones, d i -
ciendo que se despedirían del Rey D . Fernando, y no se q u e r í a obligar el Rey á nin
guna cosa de las que pedian, y decía que iría á verse con ellos á Calatayud, ó Ariza ó
á otro lugar conveniente dentro en su reino, con que ellos primero hiciesen homenage y
juramento á D. Alonso y á D. Artal de Azlor, en nombre del Rey de A r a g ó n , que cuan-
do él allá llegase, cumpliría lo que p r o m e t í a n ; porque el infante D. Enrique, no solo era
muy varío y mudable en sus consejos, pero muy maligno y de grandes tratos y d o -
bleces. Partiendo los embajadores de Valencia con esta orden que llevaban del Rey,
se encontraron en el camino con D. Alonso que iba al Rey, y volviéronse con él porqué
llevaba una carta del infante D. Enrique, en que escribía desdeS. Esteban de Gormaz,
que cumplía mucho que el Rey y él se viesen, y que en aquellas vistas se hallarían
con él D. Juan, su sobrino, y D. Diego López de H a r o , señor de Vizcaya, y D. Lope,
su hijo, y D. Juan Alonso de Haro, y otros ricos hombres, y que seria á mucho pro-
vecho y honor del Rey y de D. Alonso y D. Fernando, su hermano, y de todos m
amigos que el llevaría á las vistas consigo, porque lo que se hiciese y acordase fuese
mne y se llevase adelante. Entonces envió el Rey por esta causa á D. Artal y á San-
cho García de Lorn con carta de creencia para el infante, pero con tal órdon qua «o
440 CRONICA DE DON F E R N A N D O EL IV.
pasasen de Almazan hasta que supiesen que aquellos ricos hombres esLuviesen junios
en un lugar, ó á lo menos hasta que se juntasen el infante y D . Juan M a n u e l , D. Die-
go López de Haro y D . Juan Alonso, ó los tres de estos cuatro, y en caso que enten-
diesen que tenian voluntad de cumplir lo que ofrecian , de tomar por su Rey y señor
natural á D . Alonso, y jurarle por t a l , y si sobre esto quisiesen verse con el Rey de
A r a g ó n , pidiesen seguridad que si el Rey se viese con ellos, cumplirian á D. Alonso lo
que Estaba tratado, y diesen de esto sus cartas selladas con sus sellos, y el Rey les
enviaba carta de seguro para si quisiesen entrar en A r a g ó n . V i é r o n s e D . A r t a l y San-
cho García con el infante y con D, Diego López de Haro en San Esteban de Gormaz,
y concertaron en el dia en que ellos y D , Juan y los otros ricos hombres se viniesen á
ver con el Rey á A r i z a ; y entre tanto fueron al Rey á Valencia mensajeros de D . Juan
Manuel y llevaban cartas del infante D . Enrique, y de D . Diego López, y d e D . Lope,
su hijo, y de D. Juan Alonso de Haro, y suplicaban que tuviese por bien de verse con
D . J u a n Manuel sobre aquellos negocios, y D. Diego López enviaba á ofrecer por su
parte con D. Guillen de V e r g a r a , que seguirla y serviría al Rey de A r a g ó n , y el Rey
otorgó de verse con D . Juan para ocho días del mes de mayo, y fué D . Juan á Xátiva y
allí se trató entre los dos lo que convenia para dar favor y ayuda á la empresa de Don
Alonso. De aquellas vistas resultó concertarse que D . Juan, hijo del infante D . Manuel,
casase con la infanta Doña Constanza, hija del Rey de A r a g ó n ; y que dentro de ocho
años que se había de consumar el matrimonio, el Rey no le hiciese guerra en los l u -
gares que tenía en el reino de M u r c i a , y D. Juan se volvió para verse con el infante y
con D. Diego L ó p e z , y D. Lope D í a z , su hijo, y con D. Juan Alonso de Haro, y con
los otros de su bando, y quedó allí concertado que el Rey se viese con ellos, mediado
el mes de j u n i o , en Ariza. Sucedió, estando las cosas en estos t é r m i n o s , que los em-
bajadores que el Rey tenia en P o r t u g a l , que eran D, Domingo G a r c í a de Echaury, sa-
cristán de Tarazona, y R a m ó n de Monros, arcediano de la Guarda, y un caballero
que sollamaba Juan Garcés de A l a g o n , concertaron tregua entre el Rey de Aragón
y D . Alonso y D. Fernando, hijos del infante D. Fernando, de una parte, y el Rey de
Portugal de otra, desde la fiesta de S. Juan Raptísta del mes de junio hasta un año, y
d e s p u é s de haberse dado y recibido la tregua, se hizo saber al Rey, y entonces envió
á su secretario Pero Martínez al infante D. Enrique para que supiese si tenia voluntad
de proseguir aquella querella y tomar la voz de D . Alonso, y envióles á decir que por
razón de esta tregua no dudasen, porque de su parte no se pudo dar ni recibir sin volun-
tad de D. Alonso, y que se concluyese lo de las vistas como estaba acordado. Por otra
parte se envió á decir por el Rey de A r a g ó n al Rey de P o r t u g a l , que bien sabia que
tenia su amistad y confederación con el Rey D. Alonso, y que no podía haber paz ni tre-
gua sin su voluntad, y que por esta causa se iba á ver con él para persuadirle á la paz,
y que no tuviese por mal que no se publícase luego la tregua, y asi andaba el Rey en
un mismo tiempo entreteniendo a los unos y á los otros para sacar el mejor partido que
pudiere, y de Valencia se partió para Lérida á 17 de mayo por derramar algunos ayun-
tamientos de gentes que hacían los ricos hombres de A r a g ó n y C a t a l u ñ a . Iba con el
Rey D . Alonso, y de allí el 1.° de junio envió su carta de seguro en su nombre y en el
de D . Alonso, y de D. Fernando, su hermano, al infante D . Enrique, y á D- Juan M a -
nuel, y D. Diego López de Haro, y á D . Lope Díaz, su hijo, y á D. Juan Alonso, para
ellos y los que con ellos viniesen á las vistas de Arizu.
ILUSTRACIONFS. 4íi
Partiéronse lue^o de L é r i d a , y al mismo tiempo que el Rey iba á las vistas, llegó
á él á Zaragoza un caballero de D. Joan Nuñez de L a r a , que se decía Fcrnand Garcia
de Hermosilla, y le dijo que D. Joan , su s e ñ o r , venia de parte del Rey D . Fernando
con embajada, que le suplicaba diese lugar que se pudiese ver con é l , y le enviase á
decir adonde queria que viniese, y el Rey respondió á aquel caballero, que por las
vistas que estaban concertadas en Ariza con el infante D. Enrique y con D. Joan M a -
nuel y con aquellos ricos hombres, no podia detenerse : que tuviese por bien D . Joan
de esperarle algunos días en la comarca de T e r u e l , porque brevemente concluirla con
el infante D. Enrique y con aquellos ricos hombres. Los que vinieron á la villa de A r i -
za á verse con el Rey solamente fueron el infante D. Enrique, D. Diego Lope de H a -
r o , señor de Vizcaya, y D . Lope su hijo, y D . Juan, hijo del infante D . Manuel: y lo
que allí se t r a t ó fué prometer al Rey que procurarían que el Rey D . Fernando, ó c u a l -
quiera que sucediese en los reinos de Castilla, diese á D. Alonso, á quien ellos l l a m a -
ban Rey, el reino de J a é n , y Val-Corneja, y Pedraza, y Almazan, y las otras villas y
castillos que tenia en Castilla por j u r o de heredad, y á D. Fernando su hermano cuanto
se acostumbraba á dar á uno de los infantes de Castilla en heredamiento y t i e r r a , y
que quedase Alarcon á D . Joan Manuel con todos sus t é r m i n o s , ora cobrase á Elche ó
no, y quedase al Rey de A r a g ó n todo el reino de Murcia enteramente, y lo que no po -
seia entonces de aquel reino que pertenecía á la corona real del tiempo que murió el
Rey D. Sancho, con Requena, se restituyese con lo d e m á s al Rey de A r a g ó n l i b r e -
mente. Ofrecieron que en caso que el Rey D. Fernando no quisiese cumplir esto de
allí á la fiesta de Navidad siguiente , que no serian con él á su servicio , ni ternian con
él paz, ni tregua, y seguirían al Rey de A r a g ó n con sus villas y vasallos , y h a r í a n
guerra al Rey de Castilla hasta que aquello se cumpliese. Hicieron de esto juramento
y pleito homenage en manos del Rey, según la costumbre de E s p a ñ a , el infante D. E n -
rique, y Gonzalo Rui su mayordomo, y Rui Pérez de Atienza, Alonso Diaz de T o l e -
d o , Gil Ruiz de Medina, Joan Ortiz Calderón, que eran vasallos del infante. D e s p u é s
del infante hizo pleito homenage D. Diego López de Haro y los caballeros que vinie-
ron con él, sus vasallos, que eran Martin Alonso de Rojas, Pero Nuñez de Montene-
gro, Diego López de Salcedo, F e r n á n Sánchez de Velasco. Lo mismo j u r a r o n D . Joan
Manuel y Joan Sánchez de A y a l a , Gómez Fernandez de Orozco, Sancho Jiménez de
Laudares, que eran vasallos de D. Joan, y D. Lope, hijo de D. Diego López de H a r o .
Prometióles el Rey que no haria paz ni tregua con el Rey D . Fernando sin que ellos
interviniesen en ella; antes si los quisiese desheredar ó hacer algún mal tratamiento,
le haria por ello guerra, y asi lo j u r ó el Rey y hicieron pleito homenage en su nombre
de cumplir esta concordia en presencia de Jiménez Pérez de Salanova, justicia de
A r a g ó n , A r t a l de Azlor, Bernaldo de Sarria y Gonzalo Garcia, que era muy gran p r i -
vado del Rey de A r a g ó n . Esto fué en jueves á veinte del mes de junio de este año (1303),
y dentro de cuatro dias se partieron el infante y aquellos grandes de A r i z a , y el Rey
se vino á Daroca, de donde envió á decir á D . Joan Nuñez que se viniese á aquella
villa porque le esperarla en e l l a , y D. Juan se e x c u s ó diciendo, que habla recibido
una carta del Rey D . Fernando , por la cual le mandaba que se fuese muy apresura-
damente para é l . De esto envió el Rey á dar aviso al Rey de Portugal con Gonzalo P é -
rez, comendador de Santaren, y con R a m ó n de Monros, que habían venido á él de su
Parte, e x c u s á n d o s e que no pudo dejar de i r á las vistas ni admitir la tregua, porque el
56
,ÉJJ cnÓNiGA Í)K nors PEHISANDO EL IV.
Rey de Portugal y el infante D. Joan, lio del Rey D. Fernando , le enviaron ú rogar
que les hiciese saber su voluntad en el hecho de la guerra, diciendo que ellos enletí-
dian de interponerse para tratar de paz, y fué sobre ello m u y tratado y discutido en
el'consejo del Rey, y decía que por su parte se había hecho cuanto pudo, procu-
rando de abajar de su pensamiento á D . Alonso en aquellas vistas de A r i z a , y en
lo que tocaba á su propio interese so excusaba el Rey que hizo lo que pudo con
honra suya. Todavía en el consejo del Rey se platicó para dar á entender que no
se apartaba de igualdad y r a z ó n , que estos hechos se comprometiesen de osla manera:
que la demanda y pretensión de los hijos del infante D. Fernando se remitiese al cono-
cimiento del Rey de A r a g ó n y del Rey de Portugal, y de otra persona tercera, reli-
giosa ó seglar, y lo que todos tres ó los dos declarasen que D . Alonso y su hermano
debían haber en Castilla, se les diese y renunciasen toda la otra demanda. Cuanto á la
pretcnsión del reino de Murcia, en el cual el Rey de A r a g ó n pensaba tener buen dere-
cho, y que lo poseía con justo título, parecía que se dejase á la determinación del Rey
de Portugal y de otras dos personas, cardenales ó arzobispos , uno de parte del Rey
de A r a g ó n y otro del Rey de Castilla, y que el tercero fuese el Rey de Portugal, y que
asegurase con rehenes de cumplir lo que declararen, y para esto el Rey de Portugal, y
el infante D . Joan pusiesen tregua por que se pudiese esto determinar. De esta manera
como el Rey de A r a g ó n se inclinó á tratar de medios de paz, cesaron los aparejos de
la guerra que se hacían de parte de D . Alonso, y el infante D . Enrique y aquellos ricos
hombres cada cual buscaba el mejor partido para reducirse al servicio del Rey de Cas-
tilla. Z u r i t a . Anales. L i b . 5.°, cap. 59, p. 411.
XIX.
XXX.
COMPUESTO
Este libro compuso don Johan, fijo del muy noble infante don Manuel, adelantado
mayor de la frontera e del reyno de Murcia; e fabla de las leyes e de los estados en
que biven los ornes, e ha nombre E l Libro del Infante o El Libro de los Estados, e es
puesto en dos libros: el primero libro fabla de los estados de los legos, e el segundo
de los estados de los c l é r i g o s ; et el primeso ha cient capítulos, et en el segundo
E t en el primer capitulo del primero libro es el prólogo de como don Johan compuso
este libro e lo enbió a don Johan arcobispo de Toledo, su c u ñ a d o , fijo del muy noble
rey don Jayme de A r a g ó n .
E l segundo capítulo fabla en commo el sobredicho don Johan compuso este libro en
manera de preguntas e de respuestas, que fazian entre sí un rey e un infante su fijo e
un cavallero que crió al infante, e un philósofo.
E l tercero capítulo fabla de commo después de la muerte de ihu x.0 fincaron los após-
toles e los discípulos muy tristes quebrantados commo aquellos que perdían todo el
bien que avian , e que desde la hora que ihu x.0 finó según omme fasta que resusQitó,
que toda la fe fincó en Sancta M a r i a , e por esto cantan el sabbado las horas de Sancta
Maria.
El quarto capítulo fabla que d e s p u é s muy grand tiempo que los apóstoles fincaron,
como andava por el mundo predicando a las gentes un omme bueno que avia nom-
bre Julio.
El quineto capítulo fabla que diferencia ha entre maneras e costumbres.
El sesto capítulo fabla de commo costumbres buenas e contrarias son cosas que gana
omme por luengo uso.
E l V I I capitulo fabla de commo el infante Johas andando por la tierra asi como el rey
ILUSTRAGIONIÍS. 44")
$u padre le mandara; acaesció que en una calle por do el pasava tenian un cuerpo de
un omme muy onrado que finara.
El V I H capítulo fabla en commo el infante fue maravillado de lo que dixo Turin su
consejero.
g| E l JX capítulo fabla de commo Turin se vió afincado del infante e non oso encubrirle
verdad de lo que el infante le avia preguntado.
E l X capítulo fabla en commo el infante oyó las razones que Turin le dixiera tovolo
por escusado de la pregunta que el le avia fecho.
El X I capítulo fabla en commo T u r i n dixo al infante que asi acaesciera el fecho que
forzadamente convino que oviesen a fablar en todas estas razones.
El X I I capítulo fabla en commo Turin dixo al infante que el le dixiera muchas r a -
zones porque entendía que el nasQer e el enbejecer e d e s p u é s la muerte que en todos
los ommes era egual.
El X I I I capítulo fabla en commo Turin dixo al infante que agora le avia dicho toda
la verdad en estos fechos, e por su pecado que avia fecho todo lo contrario de lo que
le fuera mandado.
El XI1II capítulo fabla en commo el r e y Moraban se marabilló mucho de aquellas ra-
zones que el infante Johas, su fijo, le dezia.
El X V capítulo fabla en commo el infante dixo ahrey su padre que pues esto le pro-
melia si era cierto que era el tal que non faria ninguna cosa contra lo que una vegada
permitiese, que el le contaría toda su voluntad.
El X V I capítulo fabla de comino el infante ovo respuesta del rey su padre commol
plogo mucho, e dixole luego pues vos sabedes que la cosa que vale mas debe ser mas
presciada tanto deve fazer mas por la aguardar.
El X V I I capítulo fabla en commo dixo Turin al Rey que bien cierto fuese que deso
poco quel sabia que ge lo diría bien lealmente.
El X V I I I capítulo fabla en commo Turin dixo al rey Moroban que dizia muy bien
e entindia que lo dizia a buena en t e n c i ó n , pero en fecho de los consejeros quel diría lo
que ende cuydava e aun lo que avia provado muchas vezcs.
El X I X capítulo fabla en commo Turin se partió del rey e fue buscar a Julio el omme
bueno que andava preguntando por la tierra.
El X X capítulo fabla en commo Julio dixo al rey que a el acaesciera asi que era
natural de una tierra que era muy alongada desta, e aquella tierra avie nombre Cas-
tiella.
El X X I capítulo fabla en commo el rey Moraban g r a d c s ^ i ó mucho a Julio lo que el
le dizia.
El X X I I capítulo fabla de commo el rey Moraban avia á dar respuesta al infante
Johas de las cosas quel preguntara.
El X X I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante Johas que era muy tenudo de
fazer lo quel rogava.
El X X I V capítulo fabla en commo Turin dixo al infante que nunca se acordavan los
ommes fasta aquí que oviese omme que mostrase ninguna ley pieria.
El X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que bien devia el entender
cleUas01" ^261' 0mmeS l0qL,C ^2011 a,,imal¡as' quc non avian aviritája ninguna
44G CnÓNICA D E DON F E R N A N D O UL I V .
El X X V I capítulo labia en commo Julio dixo al infante que bien dcvia ol entender,
que pues los ommes non guardavan la ley natural tan complidamente como devian'
forzadamente e de ne(?essidad convinia que oviesen ley en que se pediesen salvar.
E l X X V I I capítulo fabla commo Julio dixo al infante que esta pregunta quel le íiziera
era muy grave; pero que lo que el ende sabia e fallaren en la scripturas , que ge lo d i -
ría en manera que lo entendiesse m u y bien.
E l X X V I I I capítulo labia de commo Julio dixo al infante que d esp u és que ihu x.0 fué
puesto en la cruz por redemir los pecados de los ommes, que fincara Sant Pedro por
su vicario.
E l X X V I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante de aquel emperador que fue
en Roma que ovo nombre Costantino e del poder que dió al papa en lo temporal.
E l X X X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que d esp u és muy grand tiem-
po que ihu x.0 fuera puesto en la cruz, que viniera un falso omme que avia nombre
Mahomet e que predicara en Arabia e fiziera crer algunas gentes necias que era pro-
phecta enviado de Dios.
E l X X X I capítulo dize de commo e l infante dixo á Julio que bien avia parado mientes
en las razones quel avia dichas, e s e g ú n le p á r e s e l a quel que q u e r í a que se tornase á
la ley de los xanos-
E l X X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que bien e n t e n d í a que fabla-
va muy con r a z ó n , pero que en las leys para salvar el alma, la primera cosa que omme
avia mester era que oviese fe, que quiere dezir que crea omme lo que non puede acati-
zar por r a z ó n .
E l X X X I I I capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que bien entendía que
para tomar omme la ley commo deve que en toda guisa avia aver fe en'ella.
E l X X X I 1 I I capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que como quier que razón
le daba de crer que Dios era tal commo le dezia que mucho le plazia que el dixese es-
t a razón.
E l X X X V capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que commo quier que
fasta aquí tenia, que un movedor era que fazía todas las cosas. Esto tenia porque es
segund r a z ó n , pero quel plazia mucho que ge lo avia mostrado tan llanamente.
E l X X X V I capítulo commo fabla en commo Julio dixo al infante pues que el creya
que un Dios era criador e mantenedor de todas las cosas, con razón devia crer queste
mundo se mantiene por el su poder e por la su voluntad.
E l X X X V I I capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que tan grant era el ta-
lante que avia de oyr las razones porque la ley de los xanos era mejor que ninguna de
las otras, e dezitme la razón porque las almas se pueden salvar.
E l X X X V I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que mucho grádesela á
Dios porque todas estas cosas creyera.
E l X X X I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya le avia dicho tantos
bienes nuestro Señor Dios fiziera á Adán e a Eva su mujer.
E l X L capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya le avie respondido é la
pregunta quel podia fazer.
E l X L 1 capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya le avie dicho la razón
porque forzadamente convinia que para creer Dios que la su justicia fuese conipUda e
los ommes oviesen galardón o pena spiritual o corpora I .
ILUSTRACIONKS. 447
El X L I I capítulo fabla en commo el infanlG dixo fi Julio que nunca lauto servicio
fiziera á Dios porque el tanta mercet le quisiese fazer que por cosa quel dixiese v i -
niese tan grant onra e tan g-rant acresQenlamiento en la ley de los xauos.
El X L I I I capitulo fabla en commo Julio dixo al infante que la piadat de Dios c la su
bondat era tan grande, que tan largamente faze mesQer que por un bien que fag-a non
dexa de fazer otro.
El XLIIIÍ capitulo fabla en commo Julio dixo al infante que en los casamientos, se-
gún ley, p o d r á n casar e casavan los judies con quantas mugeres podían tener e bien asi
las podían dexar por cualquier achaque.
El X L V capítulo fabla en como Julio dixo al infante que en la penitencia se face m e -
jor en la ley de los xanos que en la ley de los judies ca los judies non se confiesan n i n -
guno nin toman penitencia de ninguno.
El X L V I capítulo fabla en commo el rey dixo al infante Jobas que el le dixo una r a -
zón tan espantada que non sabia commo tan ligeramente le pudiese responder.
El X L V I I capítulo fabla de commo d e s p u é s quel rey fue bateado que envió por todos
los mayorales de su tierra eque los dio á entender el grant peligro de las almas e la
grant escuredad que fasta estonce avian estado.
El X L V I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que. de una parte le placia de
todas estas cosas que le d e c í a , porque le da va á entender que e n t e n d í a verdaderamen-
te que deseava mucho fazer por q u é salvase el alma.
El X L V l I l l capítulo fabla en commo dixo el infante a Julio que sabia m u y bien que
los emperadores xnos. que se fazen en Roma, que se fazen por esleccion e son siempre
los e s í e c d o r e s un r e y e tres duques e tres arcobispos.
El L capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que muy bien d ecí a en esto que
quena que fablasen en el estado de los emparadores.
El L I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que á la primera dubda que to-
mava de los esleedores les respondie que los primeros que esto ordenaron lo fizieron
muy bien e muy con r a z ó n .
El L l I capítulo fabla de commo Julio dixo al infante como el rey David e los otros
Sanctos que fizieron los estrumentos para cantares, que la razón porque los fizieron
fue para dar loores a Dios, mas los que agora cantan con ellos cantan e fassen sene»
para mover los talantes de las gentes a placeres.
E l L U I capítulo fabla de commo Julio dixo al infante que y a l avie respondido a la
esleccion de los emparadores, que es una de las qualro en que dizia que dubdava.
El L I I I I capítulo fabla en commo Julio le dixo al infante que a lo que dizia que toma-
va dubda por razón de la Qerca que avia de fazer del otro lugar do estava la corona, e
que le respondió que por todas las razones que le avie dicho, que lo acordarían bien de
la ^erca del primer castíello.
El L V capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que tantas cosas podia omme
Preguntar, que el ni omme del mundo non le podían dar recabdo.
El L V I capítulo fabla de commo el infante dixo a Julio que todo era v e r d a l , asi c o -
mo le el dizia, pero que lo mejor era quel dixiese el las dubdas que tomava que le res-
pondiese a ello.
El L V I I capítulo fabla de c o m m o el infante dixo a Julio que bien sabe que otro su
esta en alguna quexa con sus enemigos, e aquel su amigo le viene ayudar, c
448 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O EL IV.
loma en esta venyda afán o trabajo o miedo por poco que esto sea, pues lo libró
de esta quexa en que eslava, que siempre aquel su amigo eslava commo en su prisión.
El LVI1I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que tantas buenas razones le
avia dicho, que g r á d e s e l a mucho a Dios la buena fe e la buena voluntad en quel veya.
El L I X capítulo dize en commo Julio dixo al infante que a lo quel dizia quel d i -
xiese commo pueden fazer los obispos los emperadores para amar e temer a Dios por
que ayan la gracia de Dios, que non cayan en su y r a , que para esto avran mester
muchas cosas.
El L X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante quel dixiera don Johan aquel su
amigo de que el le fablara, queste fue el primer consejo e castigo quel diera á
don Johan Nuñez su c u ñ a d o , saliendo un día de Peñafiel e yendo á A l v a de B r e -
tamello.
E l L X I capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que muy grand plazer avia
de commo le avia respondido á la primera dubda que toma va en el estado de los en-
paradores.
El L X l l capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que pues desta repuesta era
pagado, quel respondrie á las otras segund el su entendimiento. Et a la tercera dubda
que tomava en commo pueden errar en la guarda que deven fazer a si mesmose a su
onra e a su estado.
El L X I I I capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que esta dubda bien ge la
avia fecho perder, e quel rogava quel respondiese a cada una de las otras dubdas en
quita que las perdiese.
E l LXI11I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en esto que el dizia era
una pregunta, e para le responder a el la complidamente , que non se podía escusar
muchas razones.
E l L X V capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que y a le avia dicho muchas
vegadas que le plazia mas e tenia por mejor que la escriptura fuese mas alongada e
declarada que abreviada.
E l L X V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante quel páresela que la primera
cosa quelenperador devia fazer para guardar lo que deve á su muger, es que la ame
e la presóle mucho e le faga mucha onra e le muestre muy buen talante.
El L X V I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante quel dixiera don Johan aquel
su amigo quel dixiera la condessa su madre, que porque ella non avia otro fijo sinon
a el e por el amava mucho que por un grant tiempo non consintiera que mamase otra
leche sinon la suya.
El L X V I I I capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio quel dizia que esta dubda
que la devia perder con razon e que daquí adelante le respondía a las otras.
E l L I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que asi commo le dixiera que
los emparadores non eran tan tenudos commo a su muger e a sus fijos que bien
asi le dezia que non eran tan tenudos á los altos omines del imperio commo á sus pa -
rientes.
El L X X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que todos los sabios dizen, c
es verdal, que en la guerra ha muchos males que non tan solamente el pecho mas aun
el dicho es muy espantoso.
El L X X l capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que si omme oviere guerra
ILUSTRACIONES. W
con oü'O mas poderoso que el como quier que el aya mas poder que non dove euco-
inencar la guerra sin grant culpa o merescimlento de aquel su conlrario.
El L X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que quando alg-uno oviere
g-uerra con otro egual de si que la deve fazer, guardando asi de daño e faziendolo a su
contrario quanto p u d í .
El L X X I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que otro sy aquel que faz la
guerra viere que los otros vienen en t r o p e l , bien asi como el queda y r , pues la lit non
se puede partir, que deve fazer que los suyos vayan en punto.
El L X X I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que agora le avie dicho
las m a e s t r í a s e arterias que a de fazer el que tiene menos caballeros que el su con-
trario. . . . ••• , .
E l L X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que y a l avie dicho todo
lo que entendía que los emperadores devian fazer para se parar á la guerra que
ovieren.
E l L X X V I capítulo fabla en commo Julio dixo a l infante que quando los moros an de
combatir algún logar que lo comiencan muy fuerte e muy espantadamente.
E l L X X V I I capítulo fab!a en commo Julio dixo al infante que si ovien a depercar al-
gund logar de los moros, que conviene que segund el logar fuere de fuerte o de flaco
que asi faga en los combatientes.
El L X X V Í I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que quando los xanos van
en pos los moros non llevan priesa, que non deven los xanos travajar de y r en
pos ellos.
E l L X X I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante como los'xanos deven y r
acabdellados en pos los moros fasta el logar do andan con ellos a llegar.
E l L X X X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante commo el emparador deve
partir su a ver, e que deve catar en ello muchas cosas.
El L X X X l capítulo fabla de commo Julio dixo al infante que cosas a de facer el
señor para ser amado e rescelado de los suyos, que es facer bien por bien c mal
por mal.
E l L X X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que le dixiera don Johan
aquel su amigo, que en la su casa si fallaba aquel por cuya culpa se volvía la pelea
quefirie alguno, quel mandavaluego cortarla mano.
E l L X X X I I I capítulo fabla de commo el infante dixo a Julio que siempre tuviera
que los emparadores sé podían muy bien salvar faciendo lo que manda sancta eglesia.
E l LXXXIIÍI capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que tan con razón le veya
fablar en todas las cosas, e tan firme lo veya en lo que una vez dizia, quel p á r e s e l a que
si mal dixiese lo que e n t e n d í a , que non seria si non alongar tiempo.
L X X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en pos los infantes los mas
onrados omes e de mayor estado son los fijos legítimos.
E l L X X X V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que fasta quí le avia t a -
blado en los estados de los emparadores e de los reyes, e de aquí adelante que le darie
de los otros altos omes de la t i e r r a .
El L X X X V l l capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya de suso le avia
dicho que los vasallos son por razón del bien fecho que el señor les faze e les permUr
ue fazer. 1
57
CRONICA DR DON FERNANDO E L IV.
-ioü
E l L X X X V I 1 I capítulo fabla cu commo Julio dixo al iulaule que agora le avie dicho
algunas cosas que se deven guardar cutre los vasallos e los naturales, c quel dirie
daqui adelante lo que enteudia en el estado de los duques.
E l L X X X I X capítulo ílibla en comino el inCanle dixo a Julio quel plazia de facer el es.
lado de los vizcondes e quel rogava quel dixiese daqui adelante el estado de los otros.
1 El L X X X X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en pos el estado de los
r e v é s , omes ha en Castiella otros que llaman infancones, e en A r a g ó n llamanles mes-
nadores.
El L X X X X I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que buscase el libro de
la cavalleria que üziera don Johan, e otro que llaman el libro del cavallero e del escu-
dero, porque en estos yazen cosas muy maravillosas.
E l L X X X X I Í capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que dos cosas fallava de
que se maravillava mucho por quel semejaran la una contraria de la otra.
El L X X X X H I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que el estado de los ora-
dores era mas alto que el de los labradores.
E l L X X X X I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en quales maneras
pueden los cavalleros errar en los oficios.
E 1 L X X X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que aquellos que davan a
los fijos de los grandes s e ñ o r e s , bien asi commo podían facer bien en criarlos e cas-
ligarlos, bien asi podien menguar e errar de lo que cumplía.
E l X C V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que estado era el de los físicos
de casa de los grandes s e ñ o r e s , ca en parte era grande e en parte non.
E l X C V I l capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que oficio era el del despense-
ro en casa del s e ñ o r , e commo ha de comprar las viandas para la casa.
E l X C V I I I capítulo fabla en commo en pos de los oficiales del físico e del despen-
sero ay muchos otros oficiales en casa de los grandes s e ñ o r e s .
E l X C I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que agora le avie dicho los es-
tados en que vivien los legos e le avie dicho estas maneras en que podían salvar el
alma si quisieren.
E l centeno capítulo fabla en commo el infante plogo mucho de lo que Julio le
decía.
Este libro compuso don Johan, fijo del muy noble infante don Manuel, adelantado
mayor de la frontera e del reyno de M u r c i a , e fabla de las leyes e de los estados en
que viven los ommes, e a nombre E l Libro del In fante o el Libro de los Estados. Et
es puesto en dos libros: el primero fabla de los legos et el segundo fabla de los estados
de los clérigos. Et en el primero ha cient capítulos , et en el segundo
Et el primer capítulo del primer libro es el prologo de commo don Johan compuso este
libro e le envia a don Johan, arzobispo de Toledo, su c u ñ a d o , fijo del muy noble rey
don J a y m e de A r a g ó n .
Hermano señor don Johan, anjobispo de Toledo, yo don Johan, fijo del infante don
Manuel, adelantado mayor de la frontera e del reyno de M u r c i a , me encomiendo a la
vuestra gracia e en las vuestras s á n e l a s oraciones. Hermano s e ñ o r : vos sabejes que
los liempos e las cosas que en ellos acaes^en , mudan los fechos e lodos los philoso-
ILUSTHAGIONKS. 451
phose los propheclns, e d e s p u é s los s á n e l o s , según las eosas que les acaes(;ieron en
cada tiempo, asi decían e fa^ian sus dichos el sus fechos. K aun lodos los ommes cu
este nuestro tiempo de ag-ora asi lo fazen, ca seg-unt les acaeseje en los lechos, ansi au
de fazer c de dezir, et por esta manera ogaño íiz un libro que vos cu vio e fallaredes que
lo d e m á s es fecho segund las cosas que entonce acaescien ó que eran acaescidas. Et
acaesce que agora esto acaesciente como dixo Boesco e crueudam ec.a
El I I capítulo fabla en commo el sobredicho don Johan compuso este libro en mane-
ra de preguntas e de respuestas que fazian entre sí uu rey c un infante, su fijo, e un
cavallero que crió al infante e un philosopho.
Por ende, segund el doloroso e triste tiempo en que yo lo fiz cuydando commo podía
acertar en lo mejor e mas seguro, fiz este libro que vos envió, et porque los ommes non
pueden tanbien fazer las cosas por otra manera commo por algunas semenjaníjas, compus
este libro en manera de preguntas e respuestas que fazian entre sí un rey e un infante,
su fijo, e un cavallero que crió al infante, e un philósopho. Et pus nombre al rey M o -
raban e al infante Jobas e al caballero Turin e al philosopho Julio. Et porque entiendo
que la salvación de las almas a de ser en ley e en estado, por ende convino e non pue-
de escusar de fablar alguna cosa en las leys e en los estados. Et porque yo entiendo
que seguir la mengua del mió entendimiento e del mió saber que es grant atrevimiento
ó mengua de seso de elremeterme y o a fablar en tan altas cosas. Por ende non me
atreví yo á publicar este libro fasta que lo vos v i é s e d e s , et por esta razón vos lo envío:
ca lo cierto que tan buen entendimiento vos Dios dió e tan grant letradura avedes,
que entendredes muy bien todas las cosas aprovechosas e bien dichas e todas las men-
guas que en este libro fueren: ca por vuestras buenas obras e cuan alongado sodes de
los malos fechos en a nial e pecado vos quiere Dios alumbrar el entendimiento para el
su servicio, mas por gracia que por estudio, segund dize en la Sancta Scriptura I n m a -
lino libera a n i m a m . Et pues Dios non sin razón tanta gracia puso en vos, ruego vos
queleades y estudiedes bien este libro curosamente. Et por aventura fallaredes y al-
guna cosa que entendades que ha en ella provecho tener por cierto que Dios por la su
piadat consintió que omme tan pecador e tan sin buenas obras commo y o , le dixiese c
fazetle gracias porque quiso dar pasada á los míos yerros e quiso sofrir que fuesse d i -
cho por m í . Et muchas eosas que so cierto que fallaredes y que non son tan bien pues-
tas nin tan aprovechosas commo eran mester: tenet por bien de las emendar et non
vos maravilledes en poner yo en tan grant libro commo este mas palabras e razones,
non tan complidas commo eran mester que muy aprovechosas fuesen. Pero cred por
cierto que todo quanto yo aquí digo lo entiendo de dezir á servicio de Dios e a onra e
a ensalzamiento de la sancta f é c a t h ó l i c a , e entiendo e creyendo firmemente todo lo
que tiene c cree la sancta eglesia de Roma. Et este libro c o m e n c é luego que ove aca-
bado el otro que vos envié que llaman del Cavallero c del Escudero. E t tengo a grant
tiempo que lo oviera; mas Dios por la su piadat perdone en el otro mundo á las almas,
aquí me embargo que lo non pudiese fazer tan ayna. E l pues el plogo, es fecho: de aqu'i
adelante comenzará la razón del libro.
Igg CRÓNICA DIí DON PERK'ANDO E L IV.
El Isñffe capítulo tabla de commo d e s p u é s de la muerte de ihu x . " fincaron los apos-
tóles c los disQÍpulos muy tristes e quebrantados commo aquellos que perdían todo el
bien que avian, e que desdo la ora que ihu x.0 linó segund omme fasta que resus^itó,
que toda la fe fmeó en Sancta Maria, e por esto cantan el sabbado las horas de S a n c t á
María.
El quarto capitulo Tabla que después muy grand tiempo que los apóstoles fincaron
I ILUSTHACIONES.
de commo andavan por el mundo predicando por el mundo a las ^cnlcs un omine bue-
453
A s i acacsció que mucho d e s p u é s que los apóstoles fincaron e en osle nuestro tiempo
andava por el mundo predicando a las gentes un buen ommc e muy letrado que avia
nombre Julio, c llegó a la tierra de un rey pagano que avia nombre Moraban, e por-
que los paganos non han todos una secta, sinon cada uno toma la que quiere, por ende
consienten e plaze de oyr predicar manifiestamente qualquier ley o qualquier secta. E l
esto fazen porque pues ellos non han ley nin regla cierta pueden tomar de las que oye-
ren aquella que mas se pagaren. Et esto tan acostumbrado en el pueblo de los paga-
nos, que ningund omme non osa defender la predicación públicamente a ningund omme
de ninguna ley o de ninguna secta que quiera predicar. Et este rey avia un fijo que
devia regnar d e s p u é s dél e avia nombre Jobas, e non avia otro fijo sinon a é l , et lo
uno porque era su fijo heredero e lo al porque non avia otro amavalo mucho, tanto que
era maravillosa cosa de dezir; ca la cosa muy presciada quanto omme á menos della
tanto es mas cara e mas amada. Et sin dubda si pudiese ser siempre devie omme mas
guardar de poner mucho su amor en ninguna cosa, ca pocos o ningunos fueron que
se non partieron con grand pesar de las cosas con que ovieron grand amor. Este rey
Moraban por el grand amor que avia Johas su fijo el infante, resceló que si supiese
que cosa era la muerte o que cosa era pesar, que por fuerza avria á tomar cuydado e
despagamiento del mundo, e que esto serie razón porque non viviese tanto ni tan sano.
Et por ende fabló con un cavallero que el criara que avia nombre T u r i n , que el ama va
mucho, et por el gran entendimiento que avia et por la crianza que en el fizierafiava
mucho del. E l por estas cosas que en él avia acomendol que criase al infante Johas
su fijo, e rogol e inandol quel mostrase las maneras e costumbres quel pudiesse.
Et devedes saber que la diferencia que ha entre maneras e costumbres es esta: las
maneras son toda cosa que ayuda al omme porque pueda fazer por manera lo que non
pedia fazer tan luengamente por fuerza, non las puede aver omme si de otre non las
aprende: et estas maneras son asi commo cavalgar e bofordar e fazer de cavallo e
con las armas todas las cosas que pertenescen a la cavalleria. Et otro si son maneras
nadare esgremir e j u g a r los juegos apuestos e buenos sin tafureria que pertenesce
a los cavalleros, e cazar e correr monte en la manera que les pertenesce, e andar
todo lo mas apostadamente que pudieren en sus guisamientos e en sus vestiduras, e
algunas tienen por maneras el cantar e el luchar e el laucar a tablado: mas la verdal
es esta, que estas cosas e otras qualesquier en que haya mester fuerca o valenlia non
las pueden tener del todo por maneras nin del todo por cosas naturales ca en quanto
les fa(je omme mejor a p r e n d i é n d o l a s son maneras. Et en quanto la fuerza e la valentía
grande mester son naturales, ca por muy grande fuerza que el ommc aya , si non la
aprendiere non l a n z a r á bien nin fará las otras cosas que so non pueden saber sin las
aprender, nin otro sí por mucho que aprenda si en las cosas que ha mester grand
luerza non la oviere, non la podra fazer tan complidamcnte comino era mester. Otro
&1 el cantar por mucho que aprenda, si buena bos non oviere nunca c a n t a r á t a n l ) ¡ e n .
45I CUÜIN1CA U E DUN F E H N A N D O E L IV.
e por buena bos que aya si non aprendiere canlar non le p o d r á fa^er comino deve.
asi todas las maneras quicr que sean en algunas cosas nalurales o quier que lo sean
del todo non las puede ningtmo aver sin las aprender, et por ende las buenas mane-
ras son cosas muy buenas e muy aprovechosas que se ganan aprendiéndolas e non las
puede omme aver si otre non ge las muestra.
El V I capítulo fabla de commo costumbres buenas e contrarias son cosas que gana
omme por luengo uso.
Las costumbres buenas o contrarias son cosas que gana omme por luengo uso, ca
usando omme la cosa luengo tiempo tórnase en costumbre: et desque el omme ha la
cosa acostumbrada mucho fazesemuy grave de se partir della: et por ende a muy mes-
ter omme que sea muy bien acostumbrado en comer e en bever e en fablar e en fa^er
todas sus cosas segund conviene para guardar lo que deve a Dios e al mundo; ca tanto
quanto empece, si a por costumbre de fazer sus fechos en guisa que sean en deservi-
cio de Dios e a mala fama del mundo, tanto aprovecha si las a costumbre a fazer en
guisa que sea a servicio de Dios e a buena fama del mundo, todo esto le mandó que
mostrase al infante lo mejor que pudiese: et entre todas las cosas le m a n d ó que guar-
dase que por ninguna manera que el infante non tomase pesar nin sopiese que cosa era
muerte. T u r i n crió al infante muy bien, asi que en poco tiempo fué á tan grande e a
tan puesto e a tan complido de todas vondades, quel rey Moraban su padre tovo por
bien quel infante anduviese por la tierra porquel conosciese las gentes e porque fuese
aprendiendo el en aquella manera mantoviese el reyno d esp u és de los dias de su pa-
dre : ca las cosas que se aprenden en mocedat mejor las save e retiene omme después
en toda su vida ; asi que si en mocedat comienza omme en bondades e después que
llega a m a n c e b í a por malos consejeros o por alguna ocasión o desaventura se parte
del bien que solía faíjer por muchos yerros que faga, si después le fa^e Dios tanta mer-
ced que torne a las bondades, por mas mucho las m a n t e r n á mejor e se guardará de
los yerros que fizo, que sí en su mocedat non fuera criado en buena vida e en buenas
costumbres, et aun en el tiempo que non fiziere tan buenos fechos commo le convenía,
non los fará tan malos nin tan desvergo^ados commo si en tiempo de la su mocedat
fuere criado e acostumbrado de fa^er siempre mal e desaguisado.
El V I I capítulo fabla de commo el infante Jobas, andando por la tierra asi commo el
rey su padre le mandara, acaesció que en una calle por do el pasava tenían un cuerpo
de un omme m u y onrado que finara.
Et andando el infante Jobas por la tierra asi commo el r e y su padre mandara, acaes-
ció que en una calle por do el pasava tenían un cuerpo de un omme muy onrado quo
finara un día ante, e sus parientes e sus amigos e muchas gentes que estavan y ayun-
tados fazian muy grand duelo por é l . Quando Turin el cavallero que criava al infante
oyó de luengo las vozes e entendió que fazian duelo, a c o r d ó s e de lo quel rey Moraban
su padre del infante le mandara, por ende quisiera muy de grado desviar al infante
por otra calle do non oyese aquel llanto, porque ovíese a saber que lo fazian por aquel
omme quel muriera. Mas porquel lugar porquel infante querie y r ora mas derecho el
ILUSTRACIOINIÍS. i'ó'ó
camino por aquella calle non le quiso dexar, e fue yendo fasta que llego al logar do
fazian el duelo e vió el cuerpo del omme finado que eslava en la calle. E l quando le
vió asi yazer e bió que avia faciones e figura de omme e enlendió que se non movia
nin fazia ninguna cosa de lo que fazen los ommes buenos maravillóse ende mucho:
ca Qierto^es que por m u y entendido que omme sea que la cosa que nunca ha visto nin
oydo non puede saber tanto della commo los otros que lo saben aunque non ayan
tan grand entendimiento commo él. Et porque el infante nunca viera tal cosa nin la
oyera, quiso luego preguntar a los que y esta van que cosa era. Mas el grand enten-
dimiento que avia le retovo que lo non fizlese, ca entendió que era mejor de lo p r e -
guntar mas en poridat a Turin el ca vallero que lo criara, ca las preguntas que omme
faze se muestra por de buen entendimiento o non tanto. Et por ende quando fue t o r -
nado a su posada llamó a Turin e preguntol que q u é maravilla fuera aquella que viera
aquel d i a , ca viera aquel dia un cuerpo que avia faciones e figura de omme, e que
era de carne e avia todas las cosas asi commo omme, e que non fablaba nin se m o -
via nin fazia ninguna cosa que omme pudiese fazer. Otro sí que viera que todos los que
esta van enderredor del llora van e fazian muy grandes señales que avian grand pesar.
Otro sí que en veyendolo el que todo el talante se le mudara e oviera ende commo ma-
nera de espanto; a T u r i n pesó mucho de aquellas cosas que el infante viera e aun mas
de lo que el le preguntara, e hizo todo su poder por le meter en otras razones e le sa-
car de aquella entincion; pero al cabo tanto le afincó el infante que non pudo escusar
del dezir alguna cosa ende. Et por ende le d i x o : s e ñ o r , aquel cuerpo que vos allí vies-
tes era Omme muerto, e aquellos que estavan en derredor del que lloravan eran gen-
tes quel ama van en quanto era vivo, e avian grant pesar porque era ya partido dellos
e de allí adelante non se aprovechar d e l , et la r a z ó n porque vos tomastes enojo e
commo espanto ende fue porque naturalmente toda cosa viva loma enojo o espanto de la
muerte porque es su contrario, e otro sí de la muerte porque es contrario de la vida.
Quando el infante estas razones oyó fue mas maravillado desto quel dixo que de lo
que ante viera : et por ende dixo T u r i n : pues si aquel es cuerpo de omme c non fazo
ninguna cosa que omme deve fazer que mengua a en si porque lo non puede fazer. Se-
ñor, dijo Turin, mucho q u e r r í a que dexasedes de fablarenesta razón, ca esto non vos
tiene pro nin vos cumple de cuydar en ello. Turin, dixo el infante, mucho me maravillo
dosto quedizedes, ca pues me criastes me mostrastes quanto yo se , et en las cosas
que yo de vos a p r e n d í ay muchas que non son maravillosas nin tan e s t r a ñ a s commo
esta, e pues los otros me mostrastes e non me querer mostrar esta que lo es tanto: por
ende vos ruego que me digades toda la verdad desto. Et bien creed que si me dizides
otras palabras o razones encubiertas que vos las e n t e n d r é e a v r é de vos querella, ca si
el amo servidor ó el consegero del s e ñ o r entendido e dize palabras encubiertas ó 'niacs-
iradas por encobrir la verdat, razón es que larde o ayna non falle ende bien
El I X capítulo fabla de commo Turin se vió afincado del infante, e non encubr !<• la
veidat de lo que el infante le habia preguntado.
íuá CRONICA DE DON FERNANDO E L IV.
45o
Quando Turin se vió afincado del infanlc non oso encubrirle la v e r d a l , ct por ende
le d l x o : S e ñ o r , y a vos dixe que aquel que era cuerpo de omme muerlo, e la razón por.
que non puede fazer loque los otros íazen, el porque se parlió del alma quel fazia m o -
ver e fazer ledas las oirás cosas que los ommes vivos fazen: T u r i n , dixo el infanle
pues dizides quel alma se partió del e non puede fazer lo que los otros fazen, quieró
que me digades pues tan ^rand d a ñ o e tan ^rand mengua le vino en partirse el alma
del porque la dexo partir de s í , mas esto non pueden ser ca los mas que ella puede
fincar en el cuerpo es en quanlo en el dura la calentura e la humidad natural: el esta
calentura el humidal natural del dia que nasce el omme fasla que muere, cada dia
meng-ua e non ha cosa en el mundo que la pueda crescentar, ca el comer nin el vever
non acrescientaen la calentura nin en la humidat natural, mas emiendal e mantienello
que se desfaze del cuerpo por los travajos e por los vaziamienlos quel acaesce: mas ay
otras razones porque esta calentura e humidat natural se desfaze mas ayna, así commo
por dolencias o por feridas o por vaziamienlos que desfazen mas de la calentura e de
la humidad natural de quanto es lo que se mantiene por el comer y vever: et aun ay
otra cosa porquelalma non puede fincar en el cuerpo para siempre, ca el alma es criatura
de Dios espiritual e por voluntat de Dios a y u n t ó s e al cuerpo e fazel vivir porque! cuerpo
es compuesto de los elementos e de los unieres, conviene que se desfaga. Et otro sí por-
que es puesto el omme del alma e del cuerpo conviene que se desfaga quando es vo-
luntat de Dios, ca el alma el la puso en el cuerpo, e desque la parte del finca en el
cuerpo muerto e desfazele porque es corporal e enpuesto e fincara a s í fasta la Resur-
rección que s e r á n ayuntados el alma e el cuerpo, el el alma que es spiritual simple dura
siempre que non se puede desfazer. T u r i n , dixo el infante, mucho me maravillo porque
desla razón nunca vos oy fablar fasta agora, é tengo que me fiziestes muy grand tuer-
to , e pues vos me mostrastes otras cosas que non eran tan aprovechosas nin tan ma-
ravillosas, nin tan e s t r a ñ a s , bien me devierades mostrar esto; por ende vos mando que
me digades verdaderamente que fue la razón porque nunca me mostrastes esto fasta
agora. Quando Turin se vió tan afincado del infante, non pudo escusar del dezir la
razón porque fasta entonce non le fablara deste fecho. E t por ende le dixo: Señor, yo
cscusara de muy buena voluntad esta razón si pudiera c a , S e ñ o r , vos devedes saber
que el pesar es una de las cosas del mundo que mas danno trae al cuerpo: otro sí la
muerte es tan ^espantosa cosa quel omme que cuydare en ella desfazeria todos los pla-
zeres. Et por ende quando el rey vuestro padre tovo por bien que vos yo criase, man-
d ó m e que vos guardase en tal manera porque non t o m á s e d e s pesar, et otro sí que
non fablasen ante vos ninguna cosa porque non oviésedes á saber que cosa es la muer-
te, E t esto fizo el r e y por grand amor que vos ha.
El capítulo deceno fabla en commo el infante quando o y ó las razones que Tarín 1c
dixiera lo voló por escusado de la pregunta que el le avia fecha.
Quando el infante oyó aquellas razones que Turin le dixiera bien lo tovo por escu -
sado : et otro sí tovo que aquello fiziera su padre por amor quel a v i a ; pero entendió
que convenia a el de saber mas destas razones que pasaran con T u r i n de quanto se-
piera fasta estonce: por ende dixo el infante, bien vos digo que yo he entendido estas
razones que vos me dezides que son verdades, c dias ha que por algunas cosas que y0
ILUSTHACIONES. 4t)7
veya de que me maravillaba, vos qucrria prcgunlar porque se SÍgUQü a s í , mas pasan-
do el tiempo de dia en dia non se me acaesció de vos lo pregunlar: mas pues en esla
razón somos entrados, quiero vos lo preguntar agora: yo vos veo que quando me co-
mencastes á criar, que era yo muy p e q u e ñ u e l o , asi que non podia andar nin tablar.
Et d e s p u é s so criado así que so tan grande e tan rezio commo otro omme qualquier, e
ncuérdorae de quando vos conoscí primero, que pareQiésedes tan mancebo poco me -
nos que yo so agora, et agora veo que vos sodes mudado mucho de aquella manera
de quando vos yo conoscí primero. Et otro sí veo que el r e y mío padre que parescia
entonce de la edat que vos sodes agora, que es ya demudado en tal manera , que sus
cabellóse sus barvas, que eran entonce prietas, que son mudadas agora blancas c tan
bien los ojos commo los dyentes son demudados e non parescen tales commo solien:
et seméjanse que cada dia va íalliciendo en el toda la su fuerza et el poder e las obras de
sus miembros e eso mesmo veo que fazen todos los otros que yo conoscí de l a mi hedat
de mi padre el rey, Et otro si entendía que asi commo el rey mío padre e yo su fijo
et oyó vos dezir que vos que oviestes padre, e veo agora que d e s p u é s que me vos
comencastes á criar, que veo unos mocuellos a q u í en mí casa que dezides que son
vuestros fijos: e veyendo todas estas cosas la razón me da que commo quier quel rey
mío padre e yo ayamos mayor poder, e nos fagan las gentes mayor onra que á los
otros que quanto en el nascer e crecer e embeie^er que eguales somos de los otros
ommes, e que bien así conosce a nos commo á ellos, e aun tengo que eso mismo es en
la muerte, que pues el rey mío padre e g e n d r ó a m í , cierto es que otro e g e n d r ó á él;
e pues aquel que e g e n d r ó a él es muerto, cierto es que mi padre asi abra de morir, et
que la mí muerte non se puede escussar. Et por ende vos ruego que estas preguntas
que vos yo quisiera fazer tiempo ha e vos fago agora que me dígades verdaderamente
si son así como las yo entiendo e que es la razón porque se faze asi.
El onceno capítulo fabla en commo Turín dixo al infante que a s í acaesciera el fecho
que forzadamente convino que oviesen a fablar en todas estas razones.
Señor, dixo T u r i n , asi acaesció el fecho que forcadamente convino que oviésemos a
fablar en todas estas razones que el rey vuestro padre me avia mandado que g u í s a s e
que vos non s o p i é s e d e s : et seed cierto que me tengo ende por muy ocasionado ca mí
ventura e míos pecados me an aguisado que yo mismo vos aya a mostrar todo a q u e -
llo quel rey me a mandado que guisase que vos non sopiésedes por ninguno, et pues
yo e fecho todo lo contrarío de lo que me el m a n d ó , muy grand derecho es que
pierda la su merced e me faga mal en el cuerpo. E en lo que h e , T u r i n , dixo el i n -
fante, desto non ayades cuydado, ca segund derecho e razón non caye el omme en
culpa porque deva aver pena si el de su grado non faze cosa que naturalmente sea
mala, ca aunque omme faga mal e aun podia ser que tan forzadamente faría ommr,
algund mal e tan grand pesar tomaría en lo fazer, que non merezca por ende rc^ebir
ningund d a ñ o , e todas estas razones non dovedes aver rebelo de todas estas cosas
que son pasadas entre mí e vos porque vos rebelados que lomara pesar el rey mío p a -
dre; ca todas estas cosas que me vos avedes dicho non son malas, ante son rnuy b u e -
nas. Et pues ellas buenas son non fiziestes vos mal en me las mostrar, e do mas que
vos non moviestes de vuestro grado sinon por acaescimiento a fablar en estas cosas,
58
CRÓNICA DK PON F K R N A N D O E L ÍV.
El deceno capítulo fabla en commo Turin dixo al infante que el le dixiera muchas ra-
zones porque entendía que el nasQer el cres<jer c el embege^er e d e s p u é s la muerte que
en todos los ommes era egual.
El XÍII capítulo fabla en commo Turin dixo al infante que agora le avia dicho toda
la verdal en estos fechos, e por su pecado que avia fecho lodo lo contrario de lo que le
fuera mandado.
S e ñ o r , agora vos he dicho toda la verdal en estos fechos, e por mi pecado he fecho
todo lo contrario de lo que rae fué mandado: mas non fue por m i culpa; pido vos por
merced que non olvidedes de me guardar de d a ñ o . Turin , dixo el infante, mucho vos
gradesco todo esto que me avedes dicho, et otro si me plaze mucho porque es verdal
lo que yo cuydava, e del rescelo que vos avedes non ayades ningund cuydado, ca yo
me y r e luego para el rey, mió padre, e faré en mi guisa porque vos seades guarda-
do, e yo faré por su mandado lo que me fuere mas a p r o v e c h ó s e para el alma e para el
cuerpo, si Dios por la su merged lo quisiere enderesQar: luego queslas razones fue-
ron pasadas entre el infante Jobas e T u r i n , fuese el infante paral rey, su padre, e
m a n d ó á Turin que fuese con él. Quando el infante llegó al rey, besol la mano con
muy grand reverencia e h u n ñ l d a l asi commo devia fazer á padre e á señor, e el rey
rescibiol muy bien e mostrol muy buen talante commo á fijo que amava mas que a to-
das las cosas del mundo: el dixol estando los inojos fincados a n i e l : Señor, si la vues-
l4*SfU AGIOS ES.. m
ira merced fuese, yo quería l'ablar con busco e pido vos por merced que vos plega e
que paredes vos mientes eu lo que vos d i r é , e que querades que asi commo vos fizo
Dios muy buen rey e muy ourado e reynasles muy bien e vos apoderasles de todas
g-entes de la vuestra tierra, que querades agora reynar e apoderar vos de vos mismo
e de vuestra voluntat, e que non querades que la voluntad reyne e se apodere de vos
nin de la.razón que es en vos, e por la voluntad que es cosa e n g a ñ o s a que non dexe-
des la razón que es cosa derechera.
S e ñ o r , dixo el infante: pues esto me prometedes e so Qierlo que vos sodes tal que
non faredes ninguna cosa contra lo que una vegada prometedes, agora vos c o n t a r é to-
da mí voluntad e todo lo que me a c a e s c i ó : entonce lo contó todo lo quel acaesció con
Turin quando falló el cuerpo del omme finado en la calle e pregunlol quel dixíese sy
era verdat aquello asi commo Turin ge lo avia dicho e commo lo el entendia. E l rey
se maravilló mucho de aquellas razones tan buenas e tan sotíles que dixiera el infan-
te á T u r i n : de otra parte resceló que era caydo en aquello quel quisyera guardar quel
infante non sopiese, et por ende le d i x o : fijo infante, vos sodes aun muy mancebo, et
estas cosas que son razón para omme en grand cuydado, non q u e r r í a que cuydascdes
en ellas que vos podrían enpes9er á la salud del cuerpo; mas pensat e fablat en las c o -
sas que son de cavallería en que podredes tomar placer con vuestros grandes ommes,
que avedes loado á Dios asaz dellos por vasallos, asi commo cavalgar e cacar e trebe-
jar con ellos, c seredes por ende mas amado dellos. Señor, dixo el infantc/todas estas
cosas que me dizides que yo faga bien, entiendo que son buenas o que cumple mucho
para el estado, c fio por Dios que yo t r a b a j a r é quanto pudiere por complir lo que vos
me mandades; pero pido vos por merced que respondades a lo que yo vos dixo. Pues
d rey vió quel infante le demandava respuesta tan con razón , non le quiso c n c o b r í r la
ÁQ0 CRONICA DE DON FEHNANOO EL I V .
verdat, el por ende le dixoque todo lo que Turin le dixlera, que todo era verdal e eso
mismo lo quel pensara.
El X V I capítulo fabla de comino el infante ovo respuesta dej rey, su padre, comniol
plCgO mucho, e dixole lucg-o, pues vos sabedes que la cosa que vale mas deve ser mas
presciada , e quanto es mas prestada deve fazer mas por la guardar.
Guando el infante esta respuesta ovo del rey, su padre, plogol ende mucho e dixole
luego: vos sabedes que la cosa que vale mas deve ser mas presciada, e quanto es mas
presciada tanto deve omme fazer mas por la guardar: por ende tengo que pues el al-
ma es cosa que da la vida e el entendimiento e el movimiento e el sentimiento e da ra-
zón al cuerpo, e que es cosa que nunca se puede desfazer e cosa spirilual por todas razo-
nes teng-o que vale mas quel cuerpo, e pues vale mas deve ser mas presciada e mas guar-
dada. E l pues asi es, pido vos por merced que pues vos tanto fazedes por g u a r d á r o s t e mi
cuerpo que es cosa failecedera que fagades vos e querades que yo que faga quanto pudie-
re por guardar el alma que ha tantas avan lajas del cuerpo quantas vos sabedes e quera-
des, que sepa yo tantas maneras, que pudiere e en qual guisa lo podré mejor guardar, e
que medigades de quien podré mejor saber todas estas cosas. E l non cuydedes que vos
digo yo esto porque aya talante de dexar el mupdo nin mudar el estado en que me Dios
puso; mas querría catar manera commo en este estado pudiesse fazer en guisa porque
mi alma fuese guardada, ca cierto es que pues Dios tovo por bien que o viese enparado-
res e reyes en la tierra, que non q u e r r í a el non oviese manera para poder guardar sus
almas, de mas que de muchos enparadores e reyes dizen que fueron sánelos. Quando
el rey vió tantas buenas razones que el infante le dízia, commo quier que oviese ende
algund rescelo, ovo muy grand plazer porque veya el su buen entendimiento e la su
buena voluntad. E l dixo: fijo infante, a mí plaze mucho con todas estas cosas que ave-
des dicho: mas porque vos pueda responder commo devo quiero que me dedes tres
dias de plazo, et estonce con la merced de Dios yo vos r e s p o n d r é complidamente en
guisa que cumpla vuestra voluntad et se faga commo cumple a mí e a vos. Desto fue
el infante muy placentero, e luego que se partió del rey a p a r t ó s e el r e y con Turin pa-
r a acordar con él en qual manera respondrie al infante. T u r i n , dixo el r e y , ya oyestes
las razones que me el infante dixo, e otrosí que lo dixo a vos e pues todo lo sabedes,
ruego vos e mando vos que me consejedes sobre ello lo mejor e lo mas lealmenle que
pudieredes; et tengo que ay muchas razones porque lo de vedes fazer: lo uno porque
sabedes que vos crié e fiz mucho bien, e de muy grand tiempo a c á sabedes toda mi
fazienda, lo al porque avedes muy buen entendimiento e sodes de muy buena poridat,
lo al porque avedes m u y grant parte en este fecho si yo e el infante, mío fijo, que vos
criastes acertaremos en este fecho en lo mejor, e en contrario ca en lodo consejo gra-
nado que el señor demanda, el vasallo a mesler y seys cosas: la una es quel conseje-
ro que aya rescebido tantos bienes del señor porque sea tonudo del amar e de aver grand
cuydado de los sus fechos. La segunda, que sepa mucho de su fazienda. La terce-
ra que sea de muy entendimiento. La quarla, que sea de m u y grand poridat; et la quin-
t a , que sepa todo aquel fecho e non le encubra ende nada. La sesla, que siga al con-
sejero mesmo pro o danno si el consejo se errare o se acertare. E l porquel rey enten-
dió que todas estas cosas avia en T u r i n , por ende se consejó con é l , e le rogó, e le
mando que le consejase lo mejor que entendiese cu aquel fecho por todas estas razo-
ILUSTUACIüNIiS. 461
nos, porque es leallad o derecho o grand mengua dello si el consejero, por ninguiia
voluntad nin por su pro que por su d a ñ o nin por otra razón ning-una dexa de consejar
a su señor lo mejor que entendiese.
El X V I I capitulo fabla en commo dixo Turin al rey que bien Qierto fuese que de eso
poco quel sabia que ge lo diria bien e lealmente.
Por ende dixo Turin al r e y : S e ñ o r , bien cierto sed que aquello poco que yo enten-
diere, que vos lo diré lo mas lealmente que pudiere; pero si la vuestra merped fuese
parescerme ya que seria bien que Uamásedes aquellos en que vos fiades porque fue-
sen mas e mejores e de mejor entendimiento en este consejo; ca s e ñ o r , commo quier
que vos avedes tan buen entendimiento que vos non faze mengua consejo de ninguno,
e yo de lo poco que sé vos aconsejarla lo mejor que entendiese; con todo esto, a l g u -
nas razones ay porque vos e yo nos podriemos e n g a ñ a r : lo uno es que este fecho del
infante, vuestro fijo, que es mió señor e mió criado a t a ñ e mucho a vos e a m í , et en
las cosas tjííe mucho t a ñ e n , tanto porque la voluntad enbarga mucho en los fechos e
mucho tañe al omme, et por ende non lo puedo tan bien entender; lo al es porque
quando muchos ommes de buen entendimiento fablan en un fecho mejor e mas ayna
fablan e acuerdan en lo que conviene en aquel pleyto. Et aun acaes^e que fablando
sobre un fecho dirá alguno dellos alguna palabra que a c o r d a r á á los entendimientos de
aquellos que están en aquel consejo a otra cosa en que non cuydavan fablar, de que
se puede seguir m u y g r a n d aprovechamiento; e por estas razones tengo señor que si
la vuestra merced fuere, que es vuestro servicio e cumple que para esto que sean en
este consejo aquellos en que vos fiados.
El X V I I I capitulo fabla en commo Turin dixo al rey Moraban que dizia muy bien e
cnlendia que lo dizia a buena entencion , pero en fecho de los consejeros quel diria lo
que ende cuydava e aun lo que avia probado muchas vezes.
desque comigo fuere fablaremos entre mi e vos con el en tal manera que enformará al
¡ufante en aquello que cumple a mi e a el.
E l XV1ÍII capítulo fabla en commo T u r i n se partió del rey Moraban e fué buscar a
Julio el omme bueno que anda va predicando por la t i e r r a .
Turin se partió del r e y e fué buscar a Julio el omme bueno que andava predicando
por la t i e r r a , ca commo quier que avia con el grand afa^imiento non s a b r é (jierto do
lo podie fallar, porque Julio non estava siempre en un lugar, ante andava por las
tierras do entendía que podia fazer mas servicio a Dios e por levar las gentes a la su
ley e a la crencia. Tanto andudo Turin buscando a Julio fasta que lo falló, e desque
fue con é l , d i x o l , en commo el rey le enviara a él a le rogar e mandar que fuese a el
por cosas que tenien de fablar con él. Quando Julio oyó el mandado del rey e lo que
su amigo le dezia, non tovo por razón de se detener mas, ante se fué luego con Turin
para el r e y , ca tovo que commo quiera quel rey non era xiano e con todo eso pues
Dios en estado de r e y le pusiera, que tenido era del fazer onra e reverencia en tanto
que non fuese contra la ley e la crencia de los xianos que el tenia. Quando fue antel
rey d i x o l : S e ñ o r rey Moraban , Turin me dixo de vuestra parte que me rogavades e
me mandavades que viniese a v o s , et por el vuestro ruego, me es a m i mandamiento:
yo complí vuestro mandado; ca ihu. x.0 que es verdadero Dios e verdadero omme fue
nuestro maestro, et nos dió enseñamiento en commo v i s q u i é s e m o s ; el nos m a n d ó que
por todas las tierras do f u é s e m o s , enrasemos, obedesciessemos a los reys e grandes
señores e que p r e d i c á s e m o s ante ellos sin myedo la palabra de Dios e sin verguenca el
su evangelio que es palabra e consejo verdadero para salvamiento de las almas; et
mandó en su ley que ningund omme de otra ley non fuese e n g a ñ a d o nin apremiado
por fuerca para lo crer, ca los servicios apremiados ó forcados non plaze a Dios, e
nos los xianos somos tenidos de morir por la fe e por la crencia de la ley que i h u . x.0
nos d i ó ; et los que son letrados devenía predicar e fazer quanto pudieren por la acres-
dentar, diziendo verdat sin premia e sin e n g a ñ o : et por esta razón ando yo predicando
por la tierra. Et pues se aqui ante vos, non puedo escusar de vos dezir algo de m i fa-
zienda.
E l X X capítulo fabla en commo Julio dixo al rey que a el acaesciera asi que era na-
tural de una tierra que era muy alongada desta, e aquella tierra avia nombre Cas-
tiella.
con el rey de A r a g ó n , e a vezes con el rey de Granada e a vezes con amos, et agora
quando de allá partí estava en muy grand guerra con el rey de Castiella, que solia ser
su s e ñ o r : et por las grandes guerras quel acaescieron e por muchas cosas que vio e
que p a s ó , despartiendo entre el e m y , sope yo por el muchas cosas que pertenescen a
la cavalleria, de que yo non sabia tanto por que so clérigo c el mió OÍÍQÍO es mas de
predicar que usar de cavalleria. Et agora, S e ñ o r , queso en vuestra t i e r r a , si vos
veedes que puedo fazer alguna cosa que sea vuestro servicio guardando m i l e y , apa-
rejado so para fazer muy de buen talante.
E l rey le gradesció mucho lo quel dizia: dixol asi Julio todas las razones que yo
cuidava dezir, me avedes vos dicho porque vos tenido de me fazer servicio por ende
non cumple que vos diga ende al sinon que fable conbusco la razón p o r q u é por vos
e n v i é ; vos sabedes quel infante Jobas que es mió fijo heredero e non he otro fijo si-
non a é l ; et por algunas cosas quel acaescieron, esle venido a voluntad de saber en
qual manera o en qual estado podie salvar el a l m a , e afincóme quel dixiese commo
podia el saber esto mejor, e quel mostrase el omme de toda la tierra que mejor recab-
do le podie dar en ello; et porque yo se que en todos los mis regnos non ha omme de
mejor entendimiento nin mas letrado que v o s , a c o r d é defablar conbusco, e vos ruego
quel mostredes esto quel q u e r r í a saber, e s e ñ a l a d a m e n t e quel dedes a entender que
en ningund estado non puede mejor servir a Dios, nin mas salvar el alma, que en es-
lado de anparador e de rey en que Dios le puso. Et tengo que non he porque vos de-
zir en quantas maneras pueden servir a Dios los enparadores e los r e y s , ca so cierto
que vos lo sabedes mejor que y o . Señor, dixo Julio, ¿por aventura vos cuydades que
ha mi mayor entendimiento e mayor letradura de quanta es la verdat, e para tal fe-
cho commo este devedes catar otro que lo pudiese mejor fazer? Pero pues mandades
que vos sirva en ello, y o farey todo mío poder e Dios lo enderece a lo que fuere mas
su servicio. E el r e y e Turin fueron muy pagados de las razones que Julio dixiera, c
levólo el rey consigo e fizol mucha onra e mucho bien, e mucho mas le fiziera si lo
quisiera t o m a r ; mas segund la manera que Julio avia tomado a servicio de Dios, non
fazia mengua lo que el r e y le prometiera dar. E t por ende non le quiso tomar ninguna
cosa de lo suyo sinon la vianda que avia de comer segund los ayunos e las abstinen-
cias que fazia.
E l quando el tercer día quel r e y Moraban avia á dar respuesta al infante su fijo de
las cosas quel preguntara fue llegado vivo el infante al rey e pidiol merced quel com-
pliese lo quel prometiera- Fixo Infante, dixo el rey: vos me pediestes dos cosas, la ona
que quisiese catar vos un órame que vos pudiesse dar mejor consejo comino pudiese-
des guardar el alma: la otra que fiziese merced á Turin por la crianza que fizo en vos,
e por laceria que levó cu vuestro sorvio.io. Para vos responder retove acuerdo fasta
ILUSTRACIONES. 46o
tercer dia; el agQtü. estas cosas vos respondo que por cumplir vuestra voluntad a v e -
nios trabajado asaz yo que so vuestro padre, e Turin que os crió , et fallamos un omme
bueno muy entendido, que es cierto que vos d a r á recabdo á l o q u e vos quisicredes
saber, et rueg-o vos et consejo vos, quel creados de lo que vos dixierc et a lo que p i -
diestes en razón de T u r i n , vos digo que lo uno por las muchas razones que yo he del
fazer bien e lo al por el vuestro ruego e porque vos lo p r o m e t í , quiero que seades bien
cierto que yo le faré tanto bien, que él e los que bien le quieren lomen ende plazer e
los que non le amaren tomen ende envidia, e pues esto finca commo cumple, libremos
lo al que avemos á fazer: entonce fizo venir á Julio e mostrolcl infante e dixol asi: fljo
infante, este es el omme b u n i o de que vos yo fablé, é el es xano e muy letrado e de
muy buen entendimiento e el vos d a r á recabdo á todo lo que queredes saber mejor
que ningund otro omme de quantos son en la t i e r r a ; et ruego vos e mando vos quel
creades: et catad un lugar do estedes en uno qual quisieredes, fasta que vos aya dado
el recabdo de lo que queredes saber. Señor, dixo el infante, yo gradesco mucho a
Dios e a vos esto que por mi avedes fecho, e abría muy grand plazer si pudieredes es-
lar vos do nos estaremos, fasta que yo aya sabido desle omme bueno lo que yo quiero
saber: mas porque he róscelo que seria muy grand mengua para el reyno, si vos c yo e
Turin esludiesemos apartados en guisa que non pudiesen aver recabdo e consejo las
gentes de las cosas que acaesciesan de cadal dia por el reyno. E l por ende si vuestra
mercet fuere, mandal a T u r i n , que tengo yo por padre en lugar da v o s , que se non
parta de m i , ca muy mejor departiremos lodos tres en uno e fallaremos toda la verdal
e mandat que nos den una posada muy buena en el vuestro alcázar do non nos fagan
ningund embargo en quanto y ovieremos a morar. A l rey plogo mucho de qaanto el
infante lo dizia et mandólo fazer lodo asi commo el infante q u e r í a . D e s p u é s quel i n -
fante e Julio e Turin fueron en uno apartados, comenzó el infante su razón en esta g u i -
sa: Julio e T u r i n , vos sodes dos ommes en que yo devo mucho fiar, ca vos T u r i n me
criastes, a vos Julio me a c o m e n d ó el rey mió padre: por ende vos ruego que cada uno
de vos en loque vos perlenesce, me consegedes lo mejor que enlendedes, e cada uno
dellos le dixieron que farian todo su poder muy de grado: mas Turin le dixo que esto
que quería saber, que a Julio devia preguntar. Después que estas razones fueron pasa-
das c o m e n t ó el infante a fablar con Julio en esta guisa: Julio, bien sabedes que una
de las cosas que omme puede llamar padre a otro que non lo e n g e n d r ó , es aquel de
quien a de aprender; et por en quanto aqui estudieremos tengo que con razón vos pue-
do preguntar commo a padre: por ende vos ruego que pues vos sabedes que la mas
cara cosa que en el omme a en sí es el alma que me mostrades en qual estado o en
qual manera yo pueda salvar mejor e l alma.
El XXIIÍ capítulo fabla en commo Julio dixo al infante Johas que era muy tonudo
de facer lo quel rogava.
E Julio dixo'al infante: yo soy muy lenudo de fazer esto que me vos rogados: lo p r i -
mero que segund la nuestra ley de los xanos, la cosa de que nos mayor cuydado deve-
mos aver es de las almas; el por esto vos devo consejar lo mejor que yo entendiere:
otro sí lo devo fazer porque el rey vuestro padre me lo e n c o m e n d ó muy caramente; et
señaladamente lo devo fazer p o r e n q u a n buena manera vos me lo rogados: et por elide
59
466 C[IONICA DE DON FERNANDO EL I V .
vos dig-oque la primera cosa que yo eiiüendo que vos devcdes íazer para salvar el a l -
ma e ponerla en buen estado, es que ayades ley en que creados, ca assi commo nía-
guna buena obra non se puede fazer sin ser el cimiento bien firme , asi ninguna alma
non se puede salvar si non fuere en ley de salvación. Padre e maestro, dixo el i n ,
fante, bien me pares^e quel omme que vive sin ley que tanbicn el alma como el cuer-
po trae muy errado, e yo tengo quel rey mió padre e yo que en ley esta vamos e ley
avenios e yo non se que otra ley ay en el mundo : pero si vos savedes que otras leys
ay entre las gentes, m o s t r á d m e l a s e cataremos qual es la ley en que mejor puedo
salvar el alma e tomarla e muy de grado. S e ñ o r infante, dijo Julio, vos non sodes
aun m u y culpado en esto que dizides, por razón de la vuestra m a n c e b í a ; mas el rey
vuestro padre e Turin que vos c r i ó , que esta aqui delante, non se podian salvar de
culpa por no dar a vos a entender c ó m m o non venidos en ley, et aun son muy mas
culpados porque ellos, non viven en l e y , ca Turin que esta aqui sabe muy bien quel rey
e el e todos los que esta tierra viven non an ninguna ley nin cren^ia Qierta, ante tienen
e crent en un tiempo e en una, e en otro tiempo en o t r a : et aun el padre e la madre
e los fijos que viven todos en una cosa, en muchos acaesce que non an todos una ley,
ante eren los unos en una, e los otros en otra: et asi todas las gentes desta tierra non
venidos en estado de s a l v a c i ó n : et pues non avedes ley nin crencia cierta, e por ende
ando yo en esta tierra muy grand tiempo ha predicando á las gentes la fé e la crencia
de ihu x.0 que fué verdadero Dios e verdadero omme, e loado sea el por ello que son
muchos convertidos á la su sancta F é e crencia, e placem e mucho porque esta aqui
T u r i n delante que vos puede dezir si es verdal todo esto que vos digo. Quando el i n -
fante estas razones o y ó , fue muy maravillado e coinenQÓ a fablar en esta manera:
T u r i n , vos me criastes fasta agora e sabedes muy bien que destas razones nunca me
dixiestes cosa del mundo; por ende vos mando que me digades si es v e r d a d que e]
r e y mió padre e yo e vos e los otros que viven en esta tierra, vevimos sin ley cierta e
cada uno toma qualquier ley que quiere, et otro s í , si es verdat que este omme bue-
no Julio predica aquella ley quel dize a convertido algunas gentes a ella.
El X X I M I capitulo fabla en commo Turin dixo al infante que nunca se acordavan los
ommes fasta aqui que oviese ommes que mostrasen una ley (jierta.
S e ñ o r , dixo T u r i n , nunca fasta aqui se acuerdan los ommes que en esta tierra ovie-
se omme que mostrase ninguna ley c i e r t a , et por ende non be vimos en otra ley si non
en j u s t i c i a ; asi que al que fazo mal o d a ñ o o aventura a otro, el rey o sus oficiales fa-
zenlo por el escarmiento segund el yerro en que c a y ó , e el que fue bien e anda e
vive derechamente, dale g a l a r d ó n segund su merescimiento, et guardando el re y su
señorío e sus derechos e sus mandamientos e non faziendo tuerto ninguno, á ninguno
tenemos que non ha menester otra l e y . Otro sí esto que vos dize este omme bueno Ju-
lio quel predica a las gentes e que ha convertido grand pieza dellos a la su ley, dize
vos verdat ca nos non fazemos fuerza que tome cada uno qual ley quisiese, solamente
guarden al rey e a los señores e a las otras gentes lo que deven commo dicho es. Et
desque el infante oyó estas razones que Turin dixo, p r e g u n t ó á Julio que por qual razón
dizie el, que tan bien el rey como todos los otros que en aquella tierra vivían, que non
avian ley que le páresela á e l , que pues guardavan lo que devian a los señores e a
ILUSTRACIONES, 407
las oirás genles c non fazian luerlo nin mal a ninguno, que asaz avian buena ley. Se-
ñor infante, dixo Julio, lodas las leyes del mundo son en dos maneras: la una es ley
de natura, la otra ley es dada por alg-uno: la ley de natura es non fazer tuerto nin
mal a ninguno, et esta ley también la han las animalias commo los ommes, e aun mejor
las animalias ca nunca fazen mal las unas a las otras que son de su linage, nin á otras
sino con grave mester: et porque lo entendades mejor, mostrar vos lo he declarada-
mente: el león es señor de todas las animalias; por fambre, nin por cuyta que aya,
niñea m a t a r á nin c o m e r á otro león, nin el oso a otro oso, ni el lobo a otro lobo, e asi
todas las otras animalias; mas quando han fambre, e non lo pueden escusar, comme
de las otras bestias que non son de su linage solamente aquello que han mester para su
mantenimiento, el quando no lo an mester e lo pueden escusar, non matan nin fazen mal
a ninguna otra animalia; e los marfdes, e los cavallos, e los camellos, e las otras anima-
lias que non comen carne e se mantienen de las yerbas, d e s p u é s que han comido quan-
to les ahonda, por buena yerba que fallen, non c o m e r á n mas nin b e b e r á n desque ovie-
ren comido e bebido lo que les cumple, nin llegan los maslos a las fembras sinon en
tiempo que han de engendrar segund su naturaleza, e eso mesmo fazen las aves t a m -
bién las que ca^an como las otras.
El X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que bien debia el enten-
der que por fazer los ommes lo que fazen las animalias que non avian avantaja ningu-
na dellas.
Et así, s e ñ o r infante, bien debedes vos entender que por fazer los ommes lo que fa -
zen, las animalias que non avian avantaja: que aun fallaredes vos que las cosas naturales
non las guardan tan bien los ommes commo las animalias, ca las animalias commo es d i -
cho, nunca matan nin fazen mal ninguna a otra de su linage, e veemos que los ommes lo
non fazen asi, ca veemos que de cadal dia que unos ommes matan e fazen mal a otros que
son ommes asi commo ellos e aun a los que son de su linage mismo. O t r o s í , las animalias
quando comen a otras que non son de su linage non matan sinon lo que han mester. Et
eso mismo las que comen yerbas: mas los ommes non son asi, nin fazen asi, ca non tan
solamente se tienen por pagados de lo que an mester, ante toman e fazen mucho daño
en cosas que p o d í a n escusar m u y bien sí quisiesen, e eso mismo en comer e en bever e
enl engendrar d e s p u é s que han ende tomado quanto les cumple non se tienen por p a -
gados e guardanse muy peor que las animalias de usar dello quanto les era mesler e
non mas: et así pues es (jierlo que de la ley de natura muy mejor usan dello las a n i -
mabas que los ommes de valde ovieron los ommes el entendimiento e razón, lo que non
han las animalias; d e m á s los ommes que han a l m a , que es cosa spiritual que nunca ha
de fallesQer, e que an galardón e pena desque se partiere del cuerpo segund las obras
que o v í e r e fecho en quanto fueron en u n o : et esta alma non se puede salvar sinon
guardando la ley quel fuere acomendada.
E l por ende, señor infante, devedes enlender, que d esp u és los ommes non guardan
la ley natural tan eomplidamento commo deven, c esto es por el entendimiento e por
el albidrio que han domas que las animalias, e forcadamente e de necesidad conviene
que ayan ley en que puedan salvar las almas, e que sea fundada sobre razón e sobre
entendimiento porque salven las almas que son cosas spriluales que han razón e enten-
dimiento. Cuando el infante oyó las razones que Julio dixo en razón de la ley, bien en-
t e n d i ó que non so podia el alma salvar solamente por la ley n a t u r a l , ante convinia que
se salvase por la ley quel fuese d a d a , et eso mismo entendió T u r i n , et por ende rogó
el infante a Julio e Turin eso mismo que les mostrasen la ley en que las almas se p u -
diesen salvar. Señor, dixo Julio, en n m g u n á ley que sea dada nin sea natural non se
pueden salvar las almas al tiempo de agora sinon en la ley de los xpianos , ca commo
quier que los patria relias e los prophectas que fueron ante que ihu x.0 viniese en
Sancta ra.a e tomase muerte en la cruz por salvar los pecadores, todos merescicran
ser salvos; pero que la ley que los j u d í o s avian era figura desla que han agora los xia-
nos, e non era del lodo complida, por ende nunca ellos pudieron y r a paraíso fasta que
ihu x.0 dió esta ley: et después que m u r i ó , segund omme, descendió a los infiernos e
los sacó del peligro en que estavan sperando a su venida: et porque estos guardaron
la ley natural e la que les fue dada por Moysen de parle de Dios, merescieron non ser
perdidos; mas por la ley de natura non pudieran ser salvos, ni lo fizieron fasta que
hu x.0 vino y dió esta ley de gracia. Et luego que esta ley dió fue la otra complida, ca
ihu x.0 non bino en el mundo por menguar, nin por desfazer la ley que Moysen diera,
mas bino por coniplirla. E l luego que la ovo complido por las cosas que a el fueron fe-
chas e en el fueron acavadas, cumplióse la ley e fueron a parayso los que finaron
guardando la ley de natura e la ley de Moysen: et pues todos los que morian guar-
dando esta ley como ihu x.0 m a n d ó son salvos las almas dellos e van a parayso, e los
que mueren non seyendo en esta ley en ninguna manera non pueden ser salvos. Et
non cuydedes que vos digo y o esto porque so xiano, e tengo esta ley; mas digo vos lo
porque creados sin dubda ninguna que es asi verdal. Julio, dixo el infante, segund es-
tas razones que vos decides paresce que sin la ley que vos los xianos dezides que vos
es dada, e sin la que nos tenemos que es commo naturaleza, que otras leys ay que
fueron dadas. Por ende vos ruego que me digades e me moslredes las leys que fue-
ron dadas e las de natura, c que tales son en si, e commo e por qual razón fue-
ron dadas.
El X X V I I capitulo fabla en commo Julio dixo al infante que esta pregunta que el le
fazia era muy grande; pero que lo que el ende sabia e fallase en las escripturas, que ge
lo diria en manera que lo contendiese m u y bien.
Señor, dixo Julio, esta pregunta que me vos fazedes es muy g r a v e ; pero aquello
que yo se ende e lo fallé por las escripturas de^ir vos lo he. S e ñ o r , quando Dios crió
el mundo, fizólo todo en seys dias e en aquel poco tiempo crió los cielos e la tierra e la
mar, e en estas tres criaturas crió todas las otras cosas, ca en el ciclo puso el sol e la
luna e las planetas e las otras estrellas, et a estas dió tan grand virtud por la su tm
(?ed, que por ellas se fazen muchas cosas , c s e ñ a l a d a m e n t e por ellas se fazen el dia
o l a noche, ca el dia non es al sinon la claridal del sol que anda sobre la tierra;
ILUSTRACIONES. 409
c la noche non es al sinon escuridat quel dura en quahto el sol pasa de yuso de la t i e r -
ra, et porque esta escuridat non fuese tan grande, paresce de noche la luna e las es-
trellas e íazen la ya quanto que non sea tan escura. Otro sí por el movimiento de las
planetas se salen los tiempos, ca el a ñ o non es sino quanto anda el sol desque sale de
.«I un lugar fasta que torna a aquel lugar mismo : et el mes non es otra cosa sinon de que
^ Í5,le la luna de un lugar e torna a aquel lugar mismo : et las oras non son al sinon lo que
^ i>, fanda el sol en un dia e en una noche que son veynte e quatro oras. Et todas estas
v / f £ cosas commo son complidamente fasta que descenden a grados e a puntos e átomos,
I £ / e amenudo es e commo cada una de las planetas cumple los meses e cada uno en
. > . quanto tiempo, porque tañen á la sciencia de la estroligia, e seria luenga cosa de lo
r vos dezir todo, non vos quiero mas de partir en ello. Mas t o r n a r é a la pregunta que
me fiziestes: ya vos dixe que en los cielos pusiera Dios todas estas cosas e otras
muchas en muchas maneras, e non faze ninguna de vos lo dezir para esto que a v e -
rnos de fablar: pero dezir vos he también de la mar commo de la tierra lo que non pue-
de escusar para esto que queredes de mi saber. Bien asi como Dios crió estas dichas
cosas en el cielo, asi quiso que se ayuntasen las aguas en un lugar; et aquel ayunta-
miento de las aguas llamó mares, lo que fincó seco llamó la t i e r r a ; et de las mares
sallen todas las aguas e a ella se tornan, et en las mares e aguas todas las cosas v i -
vas que en ellas viven e guarescen nadando llaman los pescados: et en la tierra crió
todas las yervas e las piedras e los árboles e los metales e las animalias tanbien, las
que son limpias e andan, a que llaman animalias, commo las que andan rastrando,
a que llaman reptiles, commo las aves que guarescen en la tierra e en el aire; et en-
tre todas las otras cosas crió Dios el homme sobre la tierra e este fizo á su ymagen e
a su semejanza. Et en quanto lo fizo a su ymagen siempre crea en el firmemente que
Dios, que es cosa spritual que d a r á a ser corporal, e asi lo fue quando ihu x.0 fue con-
cebido por el Spiritu Sancto en el cuerpo de la vien aventurada virgen Sancta M a -
na e ante que fuese concebido e d e s p u é s que nasció e quando visco en el mundo ago-
ra que está e e s t a r á para siempre sin fin en cuerpo e en alma en parayso, siempre fue
Dios e siempre fue homme en el ordenamiento de Dios; mas non fué homme que pares-
ciese a los hommes en cuerpo fasta que nasció de Sancta Maria commo dicho es. Et ansí
non puede ninguno contradezir, que pues dixo que faria el homme a su ymagen que
forzadamente non conviniese que Dios obiese aver cuerpo que ymagen non es a l , sinon
un cuerpo que semeja a otro. Otro si fizo el homme a su semejanza, e esta semejan-
za que el homme ha con Dios es en el alma; que asi commo Dios es cosa spritual e
dura para siempre, asi el alma es cosa spritual e dura para siempre; pero entre Dios
e el alma ha dos departimientos; el uno que Dios es criador e el alma criatura, e el otro
que Dios nunca tovo comienzo mas siempre fue, e el fue comiendo e criador de todas
las cosas, e el alma, ha comiendo quando Dios la cria e la pone en el cuerpo del h o m -
me desque es vivo e formado en el cuerpo de su madre, e que una vez es criada,
nunca des pués puede aver fin e a comiendo mas non fin : et asi a este segundo depar-
timiento entre Dios o el alma e semeja el homme en la razón á Dios é en el enten-
dimiento e en el libre albjdrio, por estas cosas que puso Dios en el homme dixo quel
quene fazer á su ymagen e a su semejanza por estos cumplimientos e mejorias quel dió
mas que á todas las otras cosas: por ende quiso que so apoderase e se sirviese c se
aprovechase de todas criaturas que son cu el ^iclo e en la mar e en la tierra Et todas
470 CUÓNICA D E DON F E R N A N D O EL IV.
estas cosas crió Dios en los seys dias dichos. E l el seteno folgo, e quando crió el h o m -
me, criólo solo e pusol nombre A d a m , que quiere depir hommc eterrenal, buscador de
tierras. Et desque Adam fué criado, vcycndo nuestro Señor Dios que era mester porque
oviesen que pudiesen engendrar, fizo! adormecer e sacó del una cosliella, e sobre aque-
lla costiella puso carne de todas las cosas que compilan fasta que fizo muger complida,
e diog-ela por mug-er en que pudiese aver fijos sin pecado: et bien la pudiera Dios criar
e si quisiera asi commo A d a m ; mas quísola criar de una partida de la carne e de los
usos del homme por dar a entender que la mug'er que es parte del cuerpo del homme,
et que asi la deve homme tener e amar a su mug'er como a su cuerpo mismo, et desque
los ovo criado bendixolos e mandóles que eng-endrasen e cres^iesen e amucheg-uasen
e finchiesen la tierra e pusol nombre A d a m e a la mug-er E v a , que quiere dc^ir vida
o escuredumbre o madre de los vivos, e Adam conosció a su muger e eg-cndró á Cayn
e Abel e en cada uno dellos nasció una muger. Et tienen los sabios que naturalmente
siempre las mugeres devian encaescer un fijo e una fija ; et por ende señaladamente
han las mug-ercs dos tetas por dar a entender que deben criar un fijo e una fija, c
cada uno de los fijos de A d a m ovo por muger a su hermana: asi fueron cresciendo los
hommes en el mundo tan lleno dellos, que olvidaron las mercedes que Dios les fiziera,
e comenzaron a fazer tantas malas obras fasta que Dios se enojó deltas e enbió el de-
lluvio sobre la tierra e murieron todas las gentes e e s t r u y ó todo el mundo; asi que
non fincaron sinon solamente Noé e su muger e tres sus fijos o las mugeres de sus fi-
jos e de todas las naturas de las animalías e de las aves que tovo consigo Noé por
mandado de Dios, et estas escaparon e guarescieron en un arca que Dios mandó fazer
a Noé ante que el diluvio viniese: et d e s p u és quel diluvio fue pasado, m a n d ó Dios a
Noé e a sus fijos e a sus mugeres que engendrasen e poblasen el m u n d o : et tienen
que fasta que los ommes e las mugeres fueron muchos que non guardavan a otras
mugeres sinon á sus madres e sus fijas, e todos estos vivían en ley de natura. Asi se
mantuvieron fasta el tiempo de A b r a a m que fue patriarcha, et a este dió Dios la ley
cierta asi commo la (¿ircunsision e otras cosas que le m a n d ó guardar, e en esta ley que
Dios les dió se mantovieron fasta el tiempo de Moysen, e a este Moysen dió Dios la ley
scripta en que son los diez mandamientos e en que mandan commo se deven fazer sa-
crificios e commo se deven usarlos sacerdotes, e commo se deven alinpiar las gentes de
los pecados, e commo deven bevir e mantenerse las gentes unos con otros, e otras co-
sas muchas que serian muy buenas de poner en este libro. Pero en cada ley nunca les
prometió sinon buenos temporales tan bien de galardón de los bienes si los fiziesen,
commo de pena si fiziesen el contrario. Et en esta ley se mantovieron fasta el tiempo
de ihu x p o que fué concebido por Spiritu Sancto en el vientre de la virgen Sancta Ma-
r í a , et fue, e es, e s e r á verdadero omme e verdadero Dios. Et la ley que ihu xpo dió
commo quier que en algunas pocas cosas fablaen los bienes temporales, asi commo en
los sacramentos e en algunos algunas pocas otras; pero en todo lo mas que el dixo fue
para salvamento de las almas, e d i ó maneras ciertas en la ley que dió en que se pu-
diesen salvar.
E l X X V I I I capítulo fabla de commo Julio dixo al infante que d e s p u é s que ihu xpo
fue puesto en la cruz por redeinir los pecados de los ommes que fincara Sant Pedro por
su vicario.
ILUSTRACIONES. 471
Después que ihu xpo fué puesto en la c r u z , loin5 y muerte por nos los pecadores, c
fincó Sant Pedro por su vicario en Roma, e a este Saut Pedro e a los que vinieren
después del que tovieron aquel lugar, dió Dios tamaño poder que pueden absolver los
hommes de los pecados: et los que ellos asuelven en las tierras son asueltos en los
cielos. Et este ordenamiento fizo ihu xpo el jueves de lacena, sabiendo la pasión quo
avia de sofrir otro dia el viernes. Et por ende antes que la sofriese o r d e n ó el sacra-
mento de la Misa e puso a Sant Pedro por su vicario commo dicho es. Et d e s p u é s de
Sant Pedro fue puesto en ese lugar mismo, e ovo ese mismo poder Sant Silvestre por
papa en su lug-ar: et d e s p u é s hasta el dia de oy siempre asi se fizo que cada que mue-
re el papa, los cardenales que en lug-ar de los apóstoles esleen uno por papa. Et aquel
es cabeza dellos et deila eg-lesia, asi commo Sant Pedro fué cabeza de los a p ó s t o l e s e
de la ley que es la eglesia, e este ha poder en todo lo spiritual asi commo ihu xpo lo
acomendó á Sant Pedro e a los que toviesen su lugar d e s p u é s del.
El X X I X capitulo íabla en commo Julio dixo al infante de aquel emparador que fué
en Roma que ovo nombre Constantino, e del poder que dió al papa en lo temporal.
Et después un emparador que fué en Roma que ovo nombre Constantino, dió grant
poder al papa en lo temporal, et todos los emparadores que fueron d e s p u é s guarda-
rongelos siempre: et asi que los papas que an poder complido en lo spiritual e en lo
temporal anlo m u y grande. Et porque el mundo es m u y grande e cumple que aya y
quien muestre e quien guarde la ley por poder e por actoridad del papa, son los car-
denales e las patriarchas e los arzobispos e los obispos e dende ayuso toda la clerezia
también religiosos commo seglares para predicar e mantener la ley e para absolver los
ommes de los pecados que fazen para que puedan salvar las almas. E t commo quier
que la ley de los xianos ha muchas cosas en especial quanto en general esto que vos
he dixo es lo mas de la l e y .
Otro si ha m u y grant tiempo d e s p u é s que ihu xpo fue puesto en la cruz vino un falso
omme que avia nombre Mahomad e p r e d i c ó en Arabia e fizo crer algunas gentes líes-
elas que era prophecta enviado de Dios , e dió en manera de ley muy grant soltura a
las gentes para complir su voluntad muy luxosamente e m u y sin r a z ó n : et por ende
las gentes mosquinas cuydando que cumpliendo su voluntad podian salvar las almas
c r e y é n d o l e , tomaron por ley aquellas vanidades que les él d i x o : et tantas fueron las
gentes quel creyeron, que se apoderaron de muchas tierras e aun tomaron muchas, e
tímenlas oy en dia de las que eran de los xianos que fueron convertidos por los após-
toles a la fé de ihu xpo. Et por esto a guerra entre los xianos e los moros, e a b r á
fasta que ayan cobrado los xianos las tierras que los moros les tienen forzadas, ca
q j f c n i e por la ley nin por la secta que ellos tienen non a b r í a n guerra cntrellos,' ca
m xpo nu,icn m a n d ó ^ matasen nin apremiasen a ninguno porque tomase la su l e y ,
J
CRÓNICA DIí DON FERNANDO E L IV.
4/2 • •
ca él non quiere servicio forcado, filloa el que faze de buen lalanlc e de grado e licne
los buenos xianos, que la razón porque Dios consintió que los xiauos oviesen resabido
de los moros tatito mal es porque ayan razou de aver con ellos guerra derechera-
mente , porque los que en ella m u r i e r e n , habiendo cumplido los mandamientos de
Sancta Eglesia sean m á r t i r e s e sean las sus almas por el martirio quitas del pecado
que fizieren. Et la secta de los moros en tantas cosas e en tantas maneras es desva-
riada e sin r a z ó n , que todo omme que entendimiento aya e n t e n d r á que ningún omme
non se podria salvar en ella: et lo uno por esto, e lo al porque non fue dada por Dios
nin por ninguno dellos prophectas, por ende non es l e y , mas es secta errada en que
los metió aquel mal omme Mahomad que los e n g a ñ ó . Otro si todos los paganos non
tienen l e y , ca non les fue dada por Dios nin por ningún prophecta, nin tienen secta
cierta, ca por ninguno tomaron nunca ninguna carrera nin ninguna entincion cierta,
ante toma cada uno quanto tiempo quiere aquella entencion e aquella secta deque cada
uno mas se paga. Et ansi estos andan tan fuera de la carrera de salvación commo las
animalias que non an almas nin entendimientos de r a z ó n ; usan mas derechamente de
la vida , segund naturaleza, que los ommes: bien debedes entender quan menguados
son los ommes que ^iven mas sin razón que las animalias que non an razón : agora,
señor infante, vos he dicho todas las leys o sectas en que viven las gentes; et tengo
si vos quisieredes usar derechamente del entendimiento que Dios les dio e yo se que
avedes, bien cierto so que tomaredes la ley d é l o s xpianos.
El X X X t capítulo dize de commo el Infante dixo a Julio que bien avia parado mientes
en las razones quel avia dichas, e segund le p a r e s i a que el que quería que se tornase
a la ley de los xpianos.
Julio, dixo el infante, bien he parado mientes en las razones que me avedes dicho;
et segund paresce vos querriades que tomase la ley de los xpianos: et bien vos digo
que segund las razones que vos avedes dicho que me paresce que entre las otras leys
que es esta la mejor; pero tengo que por dos razones non me devo a esto arrebatar
fasta que sea ende mas cierto : la una es que toda grande cosa que omme aya a fazer
o acometer, ante deve catar todos los contrarios que y pueden acaesQer; porque des-
p u é s que la comentare sil acaes^iere algún contrario non ha porque se arrepentir, pues
ende era apercebido ante que lo acomendase: et asi omme deve fazer esto en qual-
quier fecho granado, mucho mas lo deve fazer en tomar l e y ; ca por la ley puede
omme salvar o perder el alma, que es la mas cara cosa que omme h a : et aun el cuerpo
puede ser onrado o sin grand onra: et la otra es porque todas estas razones que me
vos dezides son pruebas de ommes que dezides fueron sanctos e prophectas: et commo
quier que tengo que vos non diriedes sinon lo que cuidasedes que era verdal; pero
bien podria ser que estos que dizides que fueron sanctos e prophectas que non escri-
bieron ellos todas las cosas que dizen que ellos d i x i e r o n , et por aventura que dizen
que fueron sanctos e prophectas o n o n : et si yo por dicho de ommes obiese de aven-
turar una villa o un castiello o dineros o otra cosa que si se perdiese que pudiese omme
poner cobro a ello, bien a v e n t u r a r í a yo a tal cosa; mas el alma que se pierde o se gana
por la ley, e si una vez se pierde nunca podría aver remedio para se cobrar. Bien de-
vedes entender que non es cosa que omme deve aventurar por palabras que vos me
ILUSTHACIONKS. 473
digades que oíros dixieron; mas si vos quisierdes que yo que lome la ley de los
xpianos, moslradme razón maniíiesla que cnlienda yo por mi entendimienlo que es
mejor ley que qualquier de las otras, e tomarla he.
E l X X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al Infante que bien entendía quel f a -
blava m u y con razón ; pero que en las leys para salvar el alma, la primera cosa que
omme ha mester era que oviese fe, que quiere dezirque crea omine lo que non puede
alcancar por razones.
S e ñ o r infante, dixo Julio, bien enlicndo que vos fablades m u y con r a z ó n ; pero en
las leys para salvar el a l m a , la primera cosa que ha mester en ella es f é , e fé que
quiere de^ir que crea el omme lo que non vee nin puede alcancar por razón ; ca S e -
ñor infante, bien entendedes vos que en la cosa que el omme veye o entiende non ha
porque aver g-alardon ninguno en creerla; el fazer vos he una pregunta, e so pierio que
tal entendimiento avedes , que por la respuesta vuestra misma enlendiestes declarada-
mente que cosa es fé. Sí un rey o s e ñ o r que está en una grand guerra envía sus man-
daderos por las tierras porquel traya gentes para su servicio, el los que son de t i e r -
ras mucho alongadas e nunca vieron aquel r e y nin oyeron fablar del sínon tan s o -
lamente por aquello que oyen aquellos mensageros, e porque les prometió de parte de
aquel r e y que les d a r á buen g a l a r d ó n por los peligros e trabajos que tomen en su ser-
vicio, los que esto creen o se aventuran a dexar sus tierras e quanto h a n , e non se
duelen de aventurar los cuerpos a los peligros que les puede acaescer, e se van para
el por esperanza de g a l a r d ó n quelos mensageros les dixieron, e aotros aquel rey mismo
prometió villas e castiellos e otras muchas riquezas e honras e prometió de gelas dar
por tal qual s i r v a n , e ellos aunque lo veen non lo quieren crer, nin quieren seer a su
servicio fasta que primeramente reciban el g a l a r d ó n , ¿a quales destos vos paresce a
vos ques aquel rey mas tenido de fazer bien e de aver bien talante? Sin dubda, dixo
el infante, segund yo tengo, esto es m u y ligero de responder; et por ende vos digo
que commo quier que los que ante quisieron tomar el g a l a r d ó n que fizíesen el servicio
fueron cuerdos e pleyteses; mas los que por esperanza se aventuran a estos, tengo
que es el rey mas tenido de les dar mejor galardón e de les amar mas. Señor infante,
dixo Julio, agora me avedes respondido a lo que yo vos dixe de la fé, ca quanto vos
mas apremiados vuestro entendimiento para crer las cosas que vos dixieron de la ley
que el entendimiento non puede alcangar e pusieredes en la fé, tanto avedes mayor
g a l a r d ó n ; et asi convienen que la primera cosa que vos fagades para tomar la l e y ,
que ayades f é , e que apremiedes vuestro entendimiento para crer las cosas que son
de la l e y .
El X X X I I I capitulo fabla en commo el infante dixo a Julio, que bien entendia que
para tomar omme la ley commo deve, que en toda guisa devia aver fé en ella.
Julio, dixo el infante, bien entiendo que para tomar la ley que en toda guisa deve
aver omme fe en ella, et eso mismo pueden dezir todos los que tienen qualquier ley o
secta se s a l v a r á n ; et asi tengo que la fé solamente non cumple para tomar omme la
ley ; mas tengo que primeramente deve omme entender por qual razón es la mejor ley
60
m CnÓNICA D E DON FERNANDO EL IY.
e en la que fallare rnas razón para salvar el alma que la (leve lomar, el d esp u és que la
lomare deve aver fé que se salvará en ella. Et por todas estas razones pues vos me
decides que tome la ley de los xpianos e dexe aquella en que visquieron todos aque-
llos onde yo vengo e aun yo fasta aqui, conviene que me mostredes razón porque pueda
mejor salvar el alma en esta ley que vos decides que en otra ninguna. Señor infante,
dixo Julio, commo quier que yo q u e r r í a que oviesedes fé en esto que yo digo, e que
de grado viniesedes a tomar nuestra ley, mucho me plaze porque beo que lo queredes
fazer con razón e con madureQa e sin rebato e sin humanidad, ca so cierto que asi
commo con grand entendimiento lo queredes fa9er, que asi con grand entendimiento
lo sabredes asi guardar: et pues asi lo queredes, de lo que y o entendiere dezir vos
he algunas cosas porque con razón enlendredes vos que la ley de los xpianos es m e -
j o r que todas las otras, e non creados que todas quantas mejorias la ley de los xpianos
ha de las otras yo nin otro omme ninguno vos las pudiese depir todas; mas dezir vos
he y o tantas que enlendredes vos que sin dubda es esta la mejor ley. Señor infante,
todas las leys o sectas en que agora los ommes biven de que sabemos nos son qua-
t r o : la ley de los xpianos que dio i h u xpo, e la ley de los judies que dio Moysen, et
la secta de los moros que dió A m a h o m a d , e todas las otras sectas que tienen los pa-
ganos, c é n t r e o s l a s leys e sectas ay muchos desvarios e departimientos; pero quanto
las tres, que son la de los xpianos e la de los judies e la de los moros, todos acuer-
dan e creen que ha un Dios criador de todas las cosas, que por el su poder e por,la su
voluntad se fizieron todas las cosas e se fazen e se farán, e que obra en todas las co"
sas e ninguna cosa non obra en é l , e de los paganos algunos ay que creyen algo desto
e algunos que n o n : et porque vos S e ñ o r sodes de la manera de los paganos, si vos
tenedes que en Dios ha estas cosas que vos he dicho, non he porque vos fablar en vos
mostrar con razón que forcadamente conviene que creados que non se puede escusar
de aver Dios en el mundo; pero si vos non lo credos o credos que en el mundo se fa^c
o se mantiene por natura e non por poder nin por voluntad de Dios, c o n v e r n á que vos
lo muestre porque non podedes vos nin omme del mundo poner razón contra ello.
E l XXXI11T capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que como quier que razón
le daba de crer que Dios, tal commo le dezia, que mucho le plazia quel dixese esta
razón.
Julio, dixo el infante, como quier que razón me dedes a m i de creer que Dios es tal
commo lo dezides, mucho me plaze que digades vos esta razón. S e ñ o r infante, dixo
Julio, yo vos lo diré en guisa que enlendredes que vos digo verdad; vos sabedes que
ninguna cosa non se mueve si otra non la mueve; et aquel movimiento dura e va de
movimiento en movimiento fasta que llega a un movedor que fazo todos aquellos mo-
vimientos, e non ay movedor que pueda m o v e r á e l : et poner vos he algunos en-
xiemplos porque lo entendades. Si omme quiere mover el dedo, conviene que mueva
aquellos nervios que mueven aquel dedo, e si quiere mover la mano conviene que faga
eso mismo en los nervios que la mueven, e donde arriba eso mismo el brazo fasta que
llegue al meollo, donde so mueven todos los movimientos de los nervios, e en este
meollo ha entendimiento e movimiento e voluntad : et esta voluntad face entender al
entendimiento que cumple que se mueva aquel dedo, et el entendimiento faze al mo-
ILUSTIUCIÜINKS. 47^
vimienlo que mueva aquellos nervios porque se manda el dedo: el asi en el cuerpo
del omme todas las cosas que se fazen e se mueven son por esta natura, e la v o l u n -
tad que faze todas las cosas está enl alma, que da al cuerpo vida e que ha r a z ó n : et
esta alma críala Dios e ha deparlimiento entre el alma de los ommes c el alma de las
animalias, ca el alma de los ommes da vida al cuerpo, asi commo el alma de las a n i -
malias: e d e m á s ha razón el libre alvedrio, e por esto meresge aver gloria o pena se-
gund sus obras, e esta alma que ha esla avantaja de las almas de las animalias es
criatura de Dios spirilual e m u é v e s e por el libre alvedrio que Dios en ella puso, et asi
Dios es el primer movedor de todas las cosas que son en el cuerpo del omme e a el
non le mueve ninguna cosa; et si queredes dezir que a Dios mueve ninguna cosa e ha
poder de lo fazer, asi podriemos fablar sin fincar por fuerza, conviene que aya un m o -
vedor que mueva todas las cosas, e ninguna cosa non aya poder de mover a él. Otro si
quando an de nascer el pan o las fructas de la t i e r r a , esto ha de ser por virtud del sol
e de los elementos, e estos muevense segund natura, e la natura m u é v e s e por la v o -
luntad de Dios, de alli adelante segund dicho es non puede aver otro movedor. E t p o r
estos exiemplos que vos he mostrado, podedes entender todas las otras cosas que se
fazen en el mundo : et asi forzadamente ha omme a entender que ha un movedor por
cuya voluntad se mueven e se fazen todas las cosas, e ninguna cosa non puede m o v e r á
el, e aquel que todo esto faze e ha este poder, aquel es Dios.
E l X X X V capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que commo quier que
fasta aqui tenia, que un movedor era que fazia todas las cosas, e esto tenia porque es
segund r a z ó n , pero quel plazia mucho porque ge lo avia mostrado tan llanamente.
Julio, dixo el infante, como quier que fasta aqui yo tenia que un movedor era que
fazia todas las cosas, e esto tenia yo porque esto es segund r a z ó n ; pero plazeme m u -
cho porque me lo agora avedes mostrado tan llanamente que bien entiendo que un Dios
es el que mueve e faze e obra en todas las cosas, e ninguna non obra en é l : mas com-
mo quier que llanamente me diestes e entender esto, aun no me avedes mostrado n i n -
guna r a z ó n porque yo manifiestamente entienda que la ley de los xpianos que vos de-
zides que es mejor que todas las otras lo sea; et por ende vos ruego que si alguna
cosa vos sabedes ende que me la digades, ca yo por ninguna manera non t o m a r é fasta
que por mió entendimiento entendiese qual es la mejor. Señor infante, dixo Julio, yo
entiendo e tengo que asaz razones vos he dicho porque lo devedes. por entendimiento
entender; pero pues que vos aun non vos tenedes por pagado, dezir vos he otras c o -
sas que creo que vos nin omme del mundo con razón non puede contradezir, que la
ley de os xpianos non sea la mejor e mas con razón mas a servicio de Dios e mas l i m -
pia , e aunque es cosa forzada que convino e non se puede escusar que fuese esta ley
para que fuesen las almas salvas en ella, e que vos mismo entendades que en otra non
so puede salvar.
E l X X X V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que pues creía que un
Dios era criador e movedor de todas las cosas, con razón devia crcr que osle mundo
se mantiene por el su poder c por la su voluntad.
1*1 CIIÓNICA DB DON FKUNANDÜ E LIV.
Señor iní'anlc, pues creedes vos que un Dios es criador e movedor de lodas las co-
sas , con razón devedes entender e creer que este mundo, que son los cielos e la tierra
e la mar e todas las cosas que en ella se crian , que todo se fizo e se mantiene por el
poder e por la voluntad de Dios, et si vos creedes que esto es asi, dende adelante
vos m o s t r a r é muchas razones porque por el vuestro entendimiento con razón enten-
dades que la nuestra ley de los xpianos es mejor que las otras: et si por aventura
esto non creedes , aver vos ante a mostrar que fue la razón porque convino que nues-
tro Señor Dios criase el mundo.
E l X X X V I I capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que tan grant era el ta-
lante que avia de oyr las razones porque la ley de los xpianos era mejor que ninguna
de las otras, que non queria dexar de saber la razón porque las almas se han salvar.
Julio, dixo el infante, tan grande es el talante que vos he yo de oir las razones por-
que la ley de los xpianos es mejor que ninguna de las otras, que non q u e r r í a andar
fablando en estas razones, e dexar de saber la razón e la ley porque las almas se han
de salvar; et por ende vos ruego que me digades e me mostredes las razones que vos
sopieredes porqué la ley de los xpianos es mejor que las otras, que quanto en creer
que fizo Dios el mundo bien sabedes vos que m i ó padre, e y o , e T u r i n que está aqui
connusco e todos los de nuestra tierra lo creemos, e si quier bien pudiestes oyr en
las razones que pasaron entre m i e Turin que aqui e s t á , quando departiemos sobre
el cuerpo del omme que fallamos muerto, que muchas vegadas e sobre muchas cosas
fue y dicho que aquellas cosas todas se facen por poder e por voluntad e por orde-
namiento de Dios; e asi devedes entender que pues esto nos creemos e tenemos sin
dubda que el mundo e todas las que en el son se criaron e se movieron por mandado
de Dios e duran quanto fueren su voluntad.
Mucho gradesco a Dios, señor infante, dixo Julio, pues todas estas cosas creedes;
desde aqui adelante vos diré lo que entendiere que cumple para las razones que me
avedes preguntado: vos, señor infante, devedes saver que quando nuestro señor Dios
crió el mundo e fizo Adam c a Eva quel dió por c o m p a ñ a e por muger para que engen-
drase e que se poblase el mundo, que lo fizo m u y complido, asi que ninguna de las pa-
siones e menguas que los ommes oy avernos non avien ellos a sentir ninguna; m^s
ellos e todos los que dellos viniesen avyen a venyr en el parayso terrenal sin pesar e
sin mengua, et quando fuese voluntad de Dios que se partiesen deste mundo, avian
de aver gloria del parayso en el cuerpo e enl alma ; et avian de complir los lugares
que fincaron vazios de aquellos spiritus malos que cayeron de los cielos e se perdieron
por sus merescimientos quando Luzifer era su mayoral e ellos se desconosQieron con-
tra nuestro Señor Dios: et quando A d a m e Eva su muger fueron y puestos por man-
dado de Dios dixoles: que de todas aquellas fructas que avia en el parayso e todas las
otras cosas que avia en él se mantoviesen e se sirviesen ; mas defendióles que de mi
árbol que era en medio del parayso c Uamavan árbol de v i d a , que quiere dezir saber
ILUSTRACIONES. 477
bien e m a l , que de aquel non comiesen, ca luego a la ora que del comiesen que luego
moririan, c aquel árbol era muy fermoso e el su fruclo parecía bien e era muy apuesto
e m u y plazentero para comer, e andando Adam e Eva por el parayso desnudos q u a -
les nascieron non avian vergüenza de Dios, nin de si mismos, nin de ninguna otra
cosa, e esto era porque eran sin pecado, e andando ellos tan bien andantes, la culebra,
que era la mas artera de todas las otras animalias, dixo a, la muger que porque non
comían de aquel fructo de aquel á r b o l , e dixo la m u g e r : que Dios les defendiera que
non comiesen nin se llegasen aquel á r b o l , ca si lo fiziesen por aventura morrian , e ya
en este lugar comenzó a mentir la muger en dos maneras, la una que dixo que Dios le
mandara que non comiesen aquel árbol que Dios les mandara, e la otra que puso en
dubda lo que Dios les mandara por c i e r t o , ca Dios non les defendiera de llegar aquel
árbol sinon el comer del: et dixoles que qualquier ora que del comiesen que luego mor-
rian. Et esto puso ella en dubda: et dizen los sabios algunos dellos que la culebra
quando entendió que la muger dezia mas de quanto Dios la defendiera, e que ponía en
dubda lo que Dios le defendiera por cierto, dizen que la e m p u x ó e quel fizo t a ñ e r el
á r b o l , e desquel t a n x ó que non murió e entendió que iva consentiendo en el su mal
consejo, dizen quel dixo: tan poco commo moriste agora maguer que tanxiste al á r -
bol-, tampoco, morras si comieres de su fructo. E l commo quier queslas razones pasa-
sen entre ellos, lo cierto es que la culebra tomó del fruto del árbol e diola a Eva e ella
comiólo e dió dello Adam e otro sí comiólo, e a la ora que lo ovieron comido entendie-
ron que era bien e m a l , et que ovieron caido en pecado, ovieron v e r g ü e n z a porque es-
taban desnudos , lo que ante non avian , e tomaron de las fojas de las Agüeras porque
eran mas anchas que de los otros arboles , e cubrieron con ellas los lazares de sus
cuerpos, que eran mas vergonzosos de pares^er descubiertos. Et estando ellos asi en-
tró nuestro S e ñ o r Dios por el parayso terrenal a do los pusiera, e quando ellos lo e n -
tendieron por el grant miedo e por la grant vergueníja que ovieron del y e r r o que
avien fecho contra quien tanto bien les fiziera : e s c o n d i é r o n s e , e nuestro S e ñ o r llamó
Adam e preguntol a d ó esta va, e A d a m r e s p o n d i ó y d i x o : Señor, oy tu voz e oví
miedo porque eslava desnudo: et p r e g u n t ó nuestro Señor p o r q u é lo fiziera: et respon-
diol quel la muger quel diera por c o m p a ñ a lo e n g a ñ a r a e le diera del fruclo e el que
lo comiera: et p r e g u n t ó a la muger que porque lo fiziera , e ella dixo que la culebra
la e n g a ñ a r a : luego entonces maldixo Dios á la culebra de m u y fuertes maldiciones:
otro sí, maldixo a la muger e aun maldixo A d a m e tirolés cuanto bien avian, ca nues-
tro Señor Dios criara A d a m e a Eva complidos de todo bien, asi que ellos e todos
los suyos viviesen , nunca oviesen pesar nin dolor, nin sintiesen ninguna mengua ni
envejeQiesen, nin oviesen fambre, nin sed, nin frió, nin calentura, mas que siempre
cstudiesen en alegría e en plazer; et algunos sabios dizen que nunca avian de morir
mas que siempre avian de fincar en aquella g l o r í a : et otros dizen que porque eran
compuestos de cuerpo e de alma e de los elementos, que non se p o d r í a escusar de se
partir el alma del cuerpo; man quando fuese este partimiento seria sin ningund dolor e
sin pesar e que en cuerpo e en alma serian en parayso c que seria el cuerpo glorifica-
do. Et commo quíer que esto digan los unos sabios e los otros, lo cierto es que por el
pecado que A d a m e Eva fizíeron que los maldixo Dios e que perdieron quanto bien
avian, ca por vida cobraron muerte, e por plazer cobraron pesar, e por salud cobra-
ron cnfcrmedal: que vos diré mas de todos quantos bienes Dios en ellos pusiera, de
478 CliONICA D E DOIN FERNANDO E L IV,
todos cayeron en el conlrario, e desque csle pecado ovieron fecho e Dios los maldixo
segund dicho es, s a c o W d e l parayso e mandólos que labrasen en la tierra e viviesen
c se manto viesen de su lacerioe por su trabajo, et de alli adelante por el pecado que
A d a m fizo fincaron el e su linaxe jubgados de nuestro S e ñ o r , que muriesen con dolor
et en quanto visquiesen que fuese la su vida con pesar e con trabajo también del cuer-
po commo de la voluntad; pero fue la su merced del dar entendimiento e razón natural
e por ende pueden los oramos mes^er o desraesíjer, ca pues an entendimiento e poder
para fa^er bien e mal: si dexan el bien e fazen el mal en desracs^imiento an pena en
este mundo e en el o t r o ; et si dexan el mal e fazen el b i e n , an mescimiento e galar-
dón en este mundo e enl otro. Et porque el órame es compuesto de cuerpo e de alma
del bien o del mal que fazen, entramos an gloria e pena, ca en este mundo por el bien
que fazen seyendo ayuntados en uno en gloria en los buenos plazeres e sin pecado
que a en los bienes temporales que Dios les faze, e en el otro mundo avran gloria spi-
ritual el alma en el parayso do es Dios, que es gloria spiritual de las almas e sin fin.
Pues señor infante, vos rae podedes agora preguntar que pues yo digo que por los
vienes e por los males que el cuerpo e el alma fazen, seyendo ayuntados en uno en este
mundo, que an g a l a r d ó n e pena en este mundo mismo: et vos digo que por los bienes
et por los males que el cuerpo e el alma fazen en este mundo, que a v r á el alma galar-
dón e pena spiritual en el otro mundo, e non vos digo ninguna cosa que ser á del cuer-
po estonce; ca pues el cuerpo fue en este mundo parcionero e obrador en las buenas
obras e en las malas que el alma e el cuerpo fizieron seyendo ayuntados en uno, la
justicia de Dios non seria complida si en el otro mundo el cuerpo non oviese gloria o
pena. Et ciertamente, señor infante, esta pregunta seria muy derechae muy con ra-
zón: et esta es una de las cosas que mucho ayudan a lo que vos queredes saber de mi
que es la aventaja que ha la ley de los xpianos de las otras leys; mas con la merced
de Dios yo vos r e s p o n d e r é adelante do vienen todas estas razones en su lugar do las
podredes mejor entender.
E l X X X I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que yal avia dicho quantos
vienes nuestro S e ñ o r Dios fiziera A d a m e a Eva su muger.
Señor infante, y a vos dixo de suso quantos vienes nuestro Señor Dios fizo Adam e
a Eva su muger e su c o m p a ñ a , para ellos e a los que dellos viniesen quando los crió
e los puso en el parayso terrenal e quanto mal les vino e quantas maldiciones puso
Dios en ellos por el pecado que fizieron , e si bien parados mientes el pecado e el yerro
que entonces acaesQió vino por esta manera: la culebra que tienen que fue el diablo, fue
mensagera que fabló con la muger fue por e n g a ñ a r l a e fazerle pasar el mandamiento
de Dios: la muger mintió en quanto dixo que Dios le defendiera que non tanxiese el
á r b o l , e puso en dubda lo que Dios le defendiera por cierto; pero fue consintiendo en
el mal consejo que la culebra le dava, e de que la culebra entendió que la muger
menlierade una parte e y va consintiendo en su mal consejo, afincóla mas en guisa
quel fizo complir el pecado; e la muger engañó al omme e el omme e r r ó e pecó conlra
Dios, que tanto bien le fiziera. Et asi este mal ovo comienQQ de la culebra que enga-
ñó á la muger que mentió e puso lo cierto por dubdoso c consintió en el mal consejo
quel dio la culebra e commo e n g a ñ ó á su marido e pecó contra Dios c d esp u és Adam
r ILUSTRACIONES. 479
commo pasó el mandamiento de Dios e e r r ó contra el. Et señor hilante, todos estos
yerros e estos pecados ciertamente los pudiera nuestro S e ñ o r Dios desfacer e alimpiar
muy ligeramente si quisiera, ca todas las cosas son en el su poder e a Dios non ha cosa
en el mundo grave, ca todo es en su voluntad, asi cómmo lo quiere, asi es fecho. Et si
quiere bien podedes entender que pues el fizo todo el mundo de nada e non puso y
sinon tan solamente la voluntad, que si por voluntad lo oviera a fazer, luengamente p u -
diera desfazer este pecado; mas el non lo quiso fazer sinon con r a z ó n , e pues quiso
que este pecado se desficiese, con razón convino que en tantas e tales maneras e tales
personas vinies el desfallecimiento del pecado e laemmienda. Et por ende asi commo
la culebra, que era el diablo, fue a e n g a ñ a r a la muger, e asi convino que el á n g e l ,
que es contrario del diablo, fuese mensagero a la muger, et asi commo la muger m i n -
tió a la culebra, que asi la muger dixiese verdat al á n g e l . Et asi commo la muger
puso en dubda lo cierto, que asi la muger pusiese lo cierto por dubdoso; e asi commo la
muger e consintió econcibió en el pecado contra Dios e contra su palabra, que asi la m u -
ger consintiese e concibiese de la palabra de Dios: et asi commo la muger por sobervia
e desobediencia se sopo alongar deDios, que asi la muger por omildat e por obediencia
se sóplese llegar a Dios: et asi commo la muger engañó a A d a m , que era su marido e su
c o m p a ñ e r o , que asi por la muger fuese d e s e n g a ñ a d o su esposo, e el linage de los o m -
mes que eran sus c o m p a ñ e r o s . Otro sí commo Adam que era omme e r r ó contra Dios,
e el en quánto era omme non pedia fazer emienda a Dios. E bien sabedes vos, s e ñ o r
infante, que si un omme de pequeña guisa faze grand tuerto con grant deshonra á un
grant señor, que por mal que venga aquel omme que aquel señor le faga, non puede
aver emienda del complida; mas para leer la emienda quel deve, conviene que otro
omme tan bueno commo el faga emienda por el omme de pequeña guisa que e r r ó . Et
porque Adam, que era omme e criatura de Dios, bien debedes entender vos, señor i n -
fante, que pues el tanto errara contra Dios que era su criador, que el non podría fazer
emienda por si complida. Otro sí non avia otro tan bueno commo Dios que fiziese emien-
da a Dios por el o m m e ; mas para que la emienda fuese tan complida commo devia,
convino que fuese Dios e omme que íiziese emienda a Dios, eomme que fiziese e m i e n -
da por el omme. Otro si pues Dios fizo el omme compuesto de alma e de cuerpo ,e en
quanto el cuerpo e el alma son ayuntados en uno en este mundo an gloria o pena tem-
poral por los bienes e males que fazen e el alma ha pena O gloria en el otro mundo
spiritual, asi commo ella es spiritual. Bien entendedes vos, señor infante, que la j u s t i -
cia de Dios seria complida si el cuerpo, que es cosa corporal, non oviese gloria o pena
por los males e por los bienes que fizo quando era ayuntado con el alma segund su
mescimiento; mas para que esto se faga commo deve, conviene que segunt fueron
ayuntados en este mundo que asi lo sean en el otro, e para que amos ayan gloria s p i -
ritual e corporal o pena spiritual e corporal, convino que Dios que fuese Dios e homme-
que fuese Dios que es cosa spiritual e simple, porque oviese gloria con el alma que es
cosa spiritual e simple; et que fuese omme corporal porque oviese gloria con el cuer-
po del omme que es cosa corporal e compuesta, e si mescieren aver pena que asi
commo las almas e los cuerpos glorificados an gloria spiritual e corporalmente en v e -
yendo a Dios e al su buen talante spiritual e corporalmente, que asi los que mescen
aver pena que la ayan veyendo e sintiendo spiritual e corporalmente la ira de Dios
que ellos mescieren aun por sus malas obras.
480 CRONICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
A g o r a , señor infante, vos he respondido a la pregunta que dixe de suso que me po-
diades fazer. Otro sí vos digo que todas estas cosas acaescieron en nuestra ley de los
xpianos, e non en otra ninguna, e se cumplió por la bienaventurada Virgen Sancta
Maria que concibió el fijo de Dios que fué verdadero Dios e verdadero omme; et por-
que lo entendades, dezir vos lo he bien declaradamente: asi commo la culebra, que era
diablo, fué mensagera a E v a , que era muger, asi convino que el á n g e l , que es con-
trario del diablo, fuese mensagero a la Virgen Sancta M a r i a : et asi commo la muger
mintió al diablo, que asi Sancta Maria dixiese verdad al á n g e l ca le d i x o : He aquí la
sierva de mió S e ñ o r Dios, asi se cumpla commo dize la tu palabra: asi commo la m u -
ger puso en dubda lo cierto, que asi Sancta Maria pusiese lo dubdoso por cierto, ca
commo quier que muy dubdosa cosa era en crer que podria seer madre e virgen; pe-
ro a la ora que entendió que esta mandaderia era de Dios e por el Spiritu Sancto, luego
lo c r e ó . Et por ende dixo el á n g e l : bienaventurada eres porque c r e í s t e , ca todo loque
te fue dicho de parte de Dios se cumplirá en t i : et asi commo la muger se maravilló
quando la culebra le dixo que por que non comía de aquel fructo, asi se maravilló
Sancta Maria quando el ángel le dixo que concibria del Spiritu Sancto: et asi commo
la muger Eva consintió e concibió en el pecado contra Dios e contra la su palabra,
asi S á n e l a Maria consintió lo que el ángel le dixo de parte de Dios , e concibió por la
palabra de Dios segund dize Sant Joan evangelista, e la palabra se fizo carne. Et asi
commo Eva por sobervia e desobediencia se sopo alongar de Dios e perder la su gra-
cia, así Sancta Maria por humildad e obediencia se sopo tanto allegar a Dios, fasta que
se fizo su madre. Et commo quier que tantas razones la bondad de Dios falló en Sáne-
la Maria porque la quiso escoger para esto, fueren tantas que omme del mundo non las
podria contar nin dezir; pero entre las otras e entre los s á n e l o s que una de las seña-
ladas fue la su grand virginidad, Sancta Maria fue la primera muger que prometió
virginidad, ca en ante todas las mugeres que non avian fructo, se tenían por maldi-
chas, et por esta razón casaban todos e non sabían que se era virginidat: mas la bien
aventurada s e ñ o r a , reyna de los cielos, poniendo todo su talante en Dios, olvidó todo
el bien e la onra del mundo por Dios e por aver en si limpieza, escogió vida de v i r g i -
nidad e guardóla de fecho ede voluntad, ca non tan solamente lo g u a r d ó ella en si,
ante dizen los sanctos que non avia en el mundo omme por de mala vida que fuese,
que a la ora que viese a Sancta Maria que luego non fuese partido para siempre de
aquella vida falsa e mala que solía fazer. Et pues ella fue la primera muger que tan
buena cosa sopo escoger e Dios avia ordenado que íhu xpo fuese Dios e Homme e
nasciese de muger, razón era que la que despreció la onra de las mugeres en aver
fijo, por guardar la virginidat que o viese tanta onra sobre quantas fueron ni serán
en ser madre del fijo de Dios e fincase virgen como lo prometiera. Et así commo Eva
e n g a ñ ó A d a m que era su marido e su c o m p a ñ e r o , asi por Sancta Maria fue desenga-
ñado Joseph su sposo, ca el á n g e l le dijo que Sancta Maria era p r e ñ a d a del Spintu
Sancto o fueron sallidos del poder e e n g a ñ o del diablo los omines que eran sus com-
p a ñ e r o s . Et otro si commo Adam era omme e el en quanto era omme non podía fa-
zer emienda complida a Dios contra quien tanto errara, por ende fue tan grande
ILUSTIUGIONES 481
la piedat de Dios que quiso que ihu xpo fuese concebido en el viontre de S á n e l a Maria
e que nascrese dolía verdadero Dios e verdadero omme, porque el omine fiziese emien-
da a Dios. Et porque al omme fue dada sentencia que muriese, que por la muerte
de ihu xpo tanto en la cruz r e d e m i ó los pecadores, fuesen librados de la muerte:
el pues los omines que son compuestos del alma e del cuerpo, an de seer a y u n -
tados e aver gloria o pena spiritual e corporal, s e g ú n sus mcsQimientos que la
ayan las almas que son spirituales con Dios que es spiritual e loan los cuerpos que
son corporales con ihu xpo, que fue e es verdadero Dios e verdadero omme c o r -
poral.
El X X X X I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya le avie dicho las
razones que forzadamente combino que para querer Dios que la su justicia fuese c o m »
plida e los ommes oviesen galardón o pena spiritual o corporal.
ley, que me mostréeles eslas oirás razones que dezides de limpieza e de apostura que h*
en la ley de losxpianos mas que en otras leys.
E l X X X X I I capítulo fabla en coturno el infante dixo a Julio que nunca tanto servicio
(iziera a Dios porque el tanta merced le quisiese fazer que por cosa que el dixiese v i -
niese a tan grant onra e tan grant acresgenlamiento en la de los xpianos.
S e ñ o r infante, dixo Julio, nunca y o tanto servipio fiz a Dios porque el tanta menjed
me deviese fazer, que por cosa que y o dixiese viniese a tan grant acrescentamiento e
a tan grant onra en la ley de los xpianos; mas tengo que este bien vino a la ley e a
vos porque Dios entendió la vuestra vondat, e non quiso que tan buen omme como vos
fuese e n g a ñ a d o , non viniendo en estado de s a l v a c i ó n ; mas quiere vos dar galardón
por las vuestras bondades porque salvedes el alma e el cuerpo : et pues Dios lo tovo
asi por bien, yo vos b a t e a r é e vos faré xpianos c vos m o s t r a r é las otras razones que
de suso vos dixe. Entonce bateólo Julio al infante e a Turin en el nombre del Padre
e del Fijo e del Spiritu Santo, e fue en sábado dia de Sancta Maria, dies días del mes
de octubre, era de mil e trecientos o sesenta e seys annos. Et porque iohn quiere de-
zir gracia de Dios e esto vino por gracia de D i o s , pusol nombre Johan; et porque Tu-
rin fue siempre muy firme en servicio del rey Moraban, su s e ñ o r , e en la crianca e
amostramiento del infante, su lijo, e porque otro sí Sant Pedro fue muy firme en el
servicio de ihu xpo que fue e es e s e r á para siempre sin fin r e y de los reys, e fue ma-
yoral e mostrador de los apostóles e de la ley, por estas razones a onra del dicho
apóstol pusol nombre Pedro. D e s p u é s que el infante e su ayo fueron xpianos, el infan-
te dixo su razón a Julio en esta manera: Julio, pues Dios tanta merced me fizo e me
quiso traer a la su sancta fé e sancta crencia, yo querría si pudiese fazerle luego al-
gún servicio: et por ende q u e r r í a que fablasemos luego con el rey, mío padre, ele
diésemos a entender el yerro e el peligro en que e s t á también del alma como del cuer-
po, e quel m o s t r á s e m o s quantas maneras ay porque de ve el tomar e todos los de su tíer.
ra esta ley de los xpianos que nos avenios tomado, e tengo que en esto faremos muy
buenas dos obras: la una que sirviremos mucho a Dios; la otra que sacaremos de muy
grand yerro e traeremos a muy buena carrera e derecha al r e y , mío padre, e a todos los
de la t i e r r a ; pero porque d e s p u é s que en esto fablaremos faremos metidos e tan gran-
des priesas, que non podremos fablar en esto así commo nos c u m p l í a , ruego vos que
me mostredes en ante aquellas maneras que me vos d í x e s t e s por que la ley de los
xpianos es mas buena e mejor ordenada c ha en ella otras avantajas mas que otra ley.
Señor infante, dixo Julio, la bondat e la piadat de Dios es tan grande, que tan lar-
gamente faze merced, que por un bien que faga non dexa de fazer otro, ante si el
omme non yerra nin se enoja del su servicio a todos quantos bienes se apareja para
rebeba-, todos los pone Dios en él de muy de buen talante, e esto paresce bien en vos:
non tan solamente puso Dios en vos gracia de saber llegar la vuestra s a l v a c i ó n , ante
ILUSTRACIONES. 483
quiere que vuestro padre e todas las gentes de la su tierra c vuestra que son sin quen-
ta sean sabios e alumbrados por vos; ct asi teng-o que es muy bien que se faga esto
que dezides lueg-o e sin ningund vagar, ca las cosas en que ha peligro en la tardanQa,
non las deve omme alongar. Et porque el rey vuestro padre es omme de d í a s , commo
quier que la muerte de los ancianos e de los mancebos sea en la merced de Dios con
toda esa segund razón e segund naturaleza, tanto quanto el omme es mas anciano,
tanto es llegado a la muerte; por ende tengo que es bien quanto mas ayna saliere
deste yerro en que está e viniere a la carrera derecha e a la ley de salvación. E t
otro sí porque vos entendedes, quan grant daño es e quanto deservicio toma Dios de
las almas que se pierden, non estando en la ley e que se pueden salvar; et porque
non cumple de dar espacio nin vagar, a esto dar vos he a entender e responder vos
he a las otras cosas que me preguntastes lo mas en pocas palabras que yo pudiere.
Señor infante, A b r a a m , que fue patriarcha por v o l u n t a t d e Dios, o r d e n ó que todos los
que fuesen de la su ley fuesen circuncidados; et esto fue por descosas: la una fue por-
que en la circuncisión se alimpiase el pecado original; et la otra porque fuesen estre-
mados entre todas las gentes que non toviesen aquella ley. Otro sí les dió e les o r d e n ó
maneras de sacrificios e otras cosas en que pudiesen servir á Dios: et esto d u r ó fasta
que vino M o y s e n , e el m a n d ó guardar aquello que Abraam ordenara, e d e m á s dió
Dios las tablas de la ley en que son los diez mandamientos, annadiol otras cosas m u -
chas que m a n d ó guardar al pueblo; pero que las cosas que A b r a h a n e Moysen fizieron,
todo fue prometido a las gentes de parte de Dios; ca quanto mejor guardasen aque-
llas cosas, tanto mas bien les faria Dios en las cosas corporales, e estos ordenamien-
tos duraren fasta el tiempo de ihu xpo e el quiso que toda la ley se cumpliese en el:
et por ende fue circuncidado e cumplió et fizo todas las cosas que mandava la l e y , asi
commo Abraan e Moysen mandaron por mandado e voluntad de Dios: mas d e s p u é s
que cumplió treynta años e c o m e n t ó a predicar que el non viniera en el mundo por
desfacer la ley nin por menguarla, mas por complirla. Et m a n d ó fazer a los ommes
todas las cosas que cumplen para salvar las almas, e aun la gloria de parayso, o
menospresciar las cosas deste mundo que son fallecederas, según paresce por el e v a n -
gelio de Sant Mateo de la p r e d i c a c i ó n e amonestamiento e mandamiento que el fizo a
las gentes , e desplanó las scripturas e mostró por ellas abiertamente que las palabras
de la ley que e n t e n d í a n las gentes por los bienes temporales que t a m b i é n se enten-
dían por ellas los bienes spirituales, ca segund dizen los sanctos e los sabios, la le-
tra mata mas el entendimiento, que'el Spiritu Sancto puso en el la vida; e ihu xpo recibió
baptismo e m a n d ó que de allí adelante fuese el baptismo para limpiar el pecado o r i g i -
nal en lugar de circuncisión, e ya en esto podedes entender si era mas limpia cosa
el baptismo que la circuncisión. Otro sí los sacrificios e ofrendas que fazian de bes-
tias e de aves, o r d e n ó el que se fizies del cuerpo mismo e de la sangre. E l esto or-
denó el jueves de la cena s e g ú n se dize de suso en este libro. Pues y a veedes si ay
mejoría entre el un sacrificio e el otro: el primero sacrificio so fa^ia de vestías e de aves
c el que ihu o r d e n ó se faze del su cuerpo e de la su sangre.
El X L I I I I capítulo tabla en commo Julio dixo al infante que en los casamientos, se-
gund ley, podían casar e casavan losjudioscon quantas mugeres podían tener, e bien
asi las podían dexar por cualquier achaque.
CIIOMCA DK DUN FE UÑANDO E L IV.
4 o-*
Olro sí cu los casamientos, scgund ley, p o d í a n casar c casa van los judíos con
quaíitás mugeres podían tener, e t b í e n asi los podían lencr c dexar por qualquíer ^ d ^ ,
q u e , c esto mismo fazen oy en día los judíos que tienen aquella ley, non parando mien-
tes commo es y a complida e acabada, e que fue toda por figura dcsla ley que nos los
xpianos tenemos. E l en razón del casamiento m a n d ó nuestro señor ihu xpo que non
casase omme sínon con una muger solamente, e que non la pudiese dexar sinon por
muy pocas cosas, que son s e ñ a l a d a s e ordenadas de Sancta Eglcsia; porque seria pe-
cado sí la toviese contra aquellas cosas que son defendidas por el pecado que ha en
ellas. Et asi bien podedes entender sí es mas limpia cosa e ponen los ommes mayor fé
c se avenluran mas fiando en la merced de Dios en tomar una muger e non la dexar
por ninguna cosa que acaesca, hin puede tomar olra por guardar el sacramento del
casamiento, que tomar quantas mugeres pudieren e dexarlas quando quisieren, asi
commo fazen todas las gentes otras que tienen la ley de los j u d í o s , e todas las otras
sectas que semejan mas carrera de complir su deleyte, que de sacramento. Olro sí en
el comer e el be ver e en los ayunos es muy mas limpia e muy mas con razón, ca en
la ley primera e aun en las otras sectas dexan de comer muchas de las animalías e
aun de las aves que se crian en la tierra, e de los pescados que se crian en las aguas,
et en algunas sectas así como de moros es defendido que non bevan vino: et bien en-
tendedes vos que pues Dios fizo todas las animalías, e todas las aves, e todos los pes-
cados, e lodos los beveres, porque los omines se aprovechasen dellos e para su servi-
cio e para su mantenimiento, que estas cosas son defendidas en aquellas leys de que
los ommes non usen que de valde fueran fechas en el mundo: mas en la nuestra ley
de los xpianos , ninguna cosa destas nos son defendidas, ante nos es mandado que las
comamos e usemos dellas con razón e con temperamiento, en guisa que non nos pue-
den empescer a las almas e a los cuerpos: et por ende es mas con razón en la manera
que es dicho que dexar algunas dellas commo dando a entender que aquellas cosas
fueron amadas e despresciadas de Dios. Otro sí en los ayunos es m u y con razón que
GII ninguna otra ley nín secta en los judios, segund su ley, non han mas de un día de
ayuno, e este día fasta la noche non han de comer nín de bever. Olro si los moros
ayunan treynta d í a s , e este ayuno es muy sin r a z ó n , ea levantanse a comer ante del
alva e comen fasta que quiere amanescer; et d e s p u é s non comen nín beven fasta que
pares^en las estrellas, e en todo el año non ayunan mas : et en la ley de los xpianos
non se faze a s í ; mas todos los días que ayunan non comen carne nín vevos, nín nin-
guna cosa que sea de leche, sínon pescado o vercas o fructa, e todos los a y u -
nos que sancta eglesía manda son que damos decimas e p r i m i t a s del tiempo, com-
mo somos tenidos de lo dar a Dios de las otras cosas que cogemos e sacamos de la
tierra.
E l X L V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en ta penitencia se faze me-
j o r en la ley d é l o s xpianos, ca los judios non se confiesan ninguno nín toman peniten-
cia de ninguno.
Otro sí la penitencia se faze mas con razón c mejor en la ley de los xpianos; e los
j u d í o s non se confiesan por palabra a ninguno nin toman penitencia nin absolvimíenlo
de ninguno. En ta ley de los xpianos es mandado que se confiese a un sacerdote qi'c
ILUSTRACIONES. 485
El X L V I capítulo fabla en commo el rey dixo al infante Jobas que el le dizia una ra-
zón tan espantada que non sabia tan lig-eramente le pudiese responder.
Fijo infante, dixo el rey, vos me dezides una razón tan e s t r a ñ a que non se commo
tan ligeramente vos pueda responder a ella, ca y o vos oy agora dezir que non qui-
sierades vos tomar la dicha ley, fasta que por muchos entendimientos vuestros enten-
dierades que en aquella ley vos pudiades salvar e non en otra ninguna. Et pues vos
que sodes tan mancebo, non quisiestes fazer tan arrebatadamente non seyendo tan grant
maravilla de vos arrebatar por razón de la vuestra m a n c e b í a , commo consejades a m i ,
que so r e y lan anciano, que faga tan grand fecho tan arrebatadamente; mas si vos
entendedes que esta es la mejor ley para salvar las almas, mostradme las razones de-
rechas porque en esta ley se puedan salvar las almas mas que en o t r a , e yo fazer lo
he m u y de grado. S e ñ o r , dixo el infante, mucho g r á d e s e o a Dios porque tan bien lo
dezides: y o non q u e r r í a por quanto ha en el mundo que vos fiziesedes una cosa en
manera que las gentes vos pudiesen tratar en ella con r a z ó n ; mas Julio e y o vos mos-
traremos e vos daremos a entender todas las razones que vos queredes saber, porque
devedes fazer esto que nos vos dezímos. Entonce le mostraron todas las cosas queper-
tenescian e eran de la ley de los xpianos e de todas las otras leys e sectas lo mas com-
plidamente que pudieron, segund que es dicho de suso, e el r e y les p r e g u n t ó en t o -
das las otras cosas en que tenie alguna dubda; et ellos declararongelas en guisa que
el rey entendió que era m u y cumplida la su d e c l a r a c i ó n , e esto duró entre ellos algu-
nos d í a s ; pero al cabo por volunta! de Dios e por las muchas buenas razones quel in-
fante e su ayo e Julio dixieron al r e y , entendió que todo lo que ellos dizian era ver-
d a l , e que en la ley de los xpianos se pueden salvar las almas e non en otra ningu-
na. Por ende les dixo que g r a d e s c í a mucho a Dios porquel quiera tanto esperar e le
traer a estado de salvación, e quel prazia mucho porque se acertava a tomar la ley de
nuestro S e ñ o r ihu xpo en viernes, que era tal dia commo en que él fuera puesto en
^a cruz por redemir e salvar a los pecadores: et que pidia merced a Dios que pues el
en tal dia e en tal devoción tomava la ley de los xpianos, que el por la su merced lo
guisase que tomase muerte de martirio en su servicio en onra e ensalzamiento de la
Sancta F é c a t h ó l i c a , que rogava a Julio e luego en aquel viernes lo batease: Julio lo
fizo asi; danle muchas gracias a Dios por ello, et fue bateado el rey diez e siete dias
de octuvre era de m i l e trecientos e sesenta e seys a ñ o s , e siete dias d esp u és que el
infante su fijo e su ayo fueron bateados. Et por ende Dios fizo esta merced al rey e a
todos los de la su tierra , entendiendo la buena andanza que les era venida en seer en
la ley e en estado de salvación, dezian las gentes las unas a las otras por este bien
que nos vino. Dios es conusco: et por esta razón quando Julio bateó al rey mudol el
nombre quel dizia Moraban e pusol nombre Manuel, que quiere dezir Dios es conusco.
Et asi ovieron muy buenos tres nombres el rey e el infante su Ojo c el ayo del i n -
fante; ca el rey ovo uno dellos nombre de Dios, e el infante de Sant Johan após-
tol ovo nombre e ebangelista, e el ayo ovo nombre del apóstol Sant Pedro: et el
nombre del rey quiere dezir Dios es conusco, c el del infante gracia de Dios, e el del
ILUSTRACIONES. 487
ayo del infante firmeza: asi se entiende que con Dios e con la su gracia deve siempre
venir firmeza en lodo bien.
El XLVIÍ capítulo fabla de commo d e s p u é s quel rey fue bateado que envió por todos
los mayorales de su tierra eque Ies dió a entender el grant peligro de las almas,e la
grant escuridat que fasta estonce avian estado.
Desque el rey fue bateado envió por todos los mayorales de su tierra e dioles a e n -
tender el grant peligro de las almas e la grant oscuredumbre en que fasta entonce ellos
avian estado. Et las razones porque en la ley de los xpianos se podian salvar et non en
otra ninguna, e rogóles e consejóles sin premia ninguna que tomasen la ley de los
xpianos: et desque ellos por su entendimiento entendieron que era í a mejor, fizieronlo
e baleáronse todos los grandes ommes de la tierra et en pos ellos todas las otras g e n -
tes: asi que por la merced de Dios el rey e el infante su fijo, et todas las gentes del su
imperio, fueron cometidos a la ley de ihu x p o : et por este bien que les Dios fiziera te-
nien fe todas las gentes por muy bien aventuradas, e andaban faziendo muchas ale-
grías commo si fuesen bodas. Después que las alegrías fueron pasadas, él infante dixo
a Julio: que commo quier que loado avia a Dios ya entendía el que era en la ley e en
la carrera de salvación, porque aun non le avia mostrado el qual estado podria mejor
salvar el alma, et por ende quel rogava que pues ge lo prometiera, quel mostrase en
qual de los estados en que los ommes b i v e n , se puede mejor salvar. Señor infante,
dixo Julio, yo tengo que tanta merced a fecho a nos e a todos los desta tierra por vos
et otro sí aun pues vos e ellos avedes tomado la ley de ihu x p o , porque sodes en e s -
tado de salvación, que me paresce que pues en esta carrera sodes, que vos non faze
mengua de saber en qual estado os salvaredes mejor, ca cierto es que vos en estado
de salvación sodes si quier vos savedes quantos emparadores e reys os he mostrado
que fueron sanctos; pues non serian sanctos si salvos non fuesen, que cierto es que
mas es seer sánelo que salvo, ca todo xpiano que muere en verdadera penitencia, por
muchos pecados que aya hecho, que-non d e x a r á de seer salvo: mas el alma que en
este mundo fizo m a l , purgarlo ha en p u r g a t o r i o , et d e s p u é s que fuere purgado y r á a
parayso do s e r á salvo: mas aunque son en parayso non s e r á sánelo nin fará Dios por
el miraglos: mas los que fizieron en esto mundo tales obras en servicio de Dios que
ineres^ieron que Dios feríese miraglos por ellos, bien entendedes que grand aventaja
ha de los que son salvos solamente. Et porque de muchos r e y s e emparadores vos he
mostrado que fueron s á n e l o s e vos sodes en aquel estado , tengo que vos non podedes
fallar ninguno otro en que vos salvedes. Julio, dixo el infante, bien entiendo y o que
muchas razones ay porque devo creer que los emparadores xpianos se pueden bien sal-
var, el tengolo s e ñ a l a d a m e n t e por dos cosas: la primera porque es cierto que tanto ama
Dios la ley de los xpianos e tantas grapias fizo en ello, e tan ciertamente los c o m p r ó
e los remedió, que en qualquier estado que qualquier xpiano sea, se puede bien s a l -
var si quiere: la otra es porque yo entiendo e tengo que la voluntat de Dios es tan
complida que en quanto en mayor onra e en mayor estado pone a los ommes en este
mundo, tanto mas es su voluntad de ge lo mantener e crescentar en e l . Otro sí ellos
?e.lo sopieron conoscer e obraren commo deven, et porque el estado de los empara-
dores es mayor o mas onrado entre los xpianos, bien tengo que es muy buen estado
m CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
para se salvar en el; poro algunos peligros que yo eu el e n ü e n d o tan bien para el a l -
ma commo para el cuerpo, commo para la onra e para la fama del mundo dezir vos lo
he: et ruego vos que departamos en ello, et que asi commo en tomar de las leys rae
fiziestes entender con razón, que forzadamente ove a entender que la ley de los xpia-
nos es mejor, que me querades asi mostrar porque el mió entendimiento entienda en
qual estado pueda mejor salvar el alma mas sin peligro; ca commo quier que los es-
tados de los emparadores son muy buenos en manera que se pueden muy bien salvar
en ellos, cierto es que pues es estado deste mundo, que es estado fallecedero e que
ha durar poco a comparación del duramiento del alma, que ha de scer para siempre,
por ende conviene que ante que y o este estado tome, me declaredcs vos todas las
dubdas que en el tomare, porque la mi alma podia ser en peligro si yo este estado
tomase.
El X L V I I I capítulo falta en commo Julio dixo al infante que de una parte le placia de
todas estas cosas que le dizia , porque le dió á entender que entendía verdaderamen-
te e que deseava mucho fazer porque salvase el alma.
Señor infante, dixo Julio, de una parte me plazo de todas estas cosas que me dezi-
des, porque me dades a entender e entiendo yo verdaderamente que deseados mucho
fazer porque salvedes el alma, o fazer todos vuestros fechos con razón e con entendi-
miento, e de otra parte he muy grand rescelo que tantas razones e atan sotiles me de-
zides, que me seria m u y grave de vos responder a ellas complidamente; pero fiando
y o en la merced de Dios e en la su bondat, non d e x a r é de dezir vos lo que en ello en-
tendiere. Et Dios por la su merced quiera que vos diga tales cosas que sean su servi-
cio e salvamiento de la vuestra alma, e pro o onra de vuestro cuerpee de vuestro es-
tado, e que vos diga en ellos verdal e finque yo sin v e r g ü e n c a de vos e de los que lo
oyeron. Señor infante, ya vos dixí estas tantas razones e tan buenas porque en el esta-
do de los emparadores se pueden muy bien salvar las almas que non fazo mengua de
vos dezir otras mas en ello: pero ayudando a la vuestra razón vos puedo dezir lam-
to que vos dixiestes o es verdal, que en qualquier estado que el xpiano viva se puede
salvar si quiere fazer aquellas obras que son carrera de salvación, pues si en qual-
quier estado se puede salvar, mucho mas en estado de emparador, en que puede fazer
mas buenas obras e mas bienes que otro omme. Et quanto de los peligros que dezides
en que tomades dubda en el estado de los emparadores, cierto creed, señor infante,
asi commo non ha estado en la ley de los xpianos en que se omme non puede salvar
si quisiere fazer buenas obras, bien asi non ay ningund estado en.que non puede per-
der el alma si las fizieren malas: et aun en las cosas del mundo, en aquellas cosas
mismas que puede fazer su pro o lo que deve, en aquellas mismas puede fazer su daño
para el cuerpo e para el alma, ca vos sabedes m u y bien que non puede omme bevir
sin comer e bever e sin dinero, pero en tal guisa deve usar de cada una de estas co-
sas o de qualquier de las quel seria muy grant daño para el cuerpo e paral el alma,
ende en todas las cosas que se fazen también para mantener en el mundo commo para
salvar las almas en aquellos estados o en aquellas maneras que el omme puede sal-
var el alma e guardar el cuerpo e la fama, eu esas mismas puede fazer si q"[evc
en guisa que lo pierda todo. Pero pues muchas razones ay porque el omme puede sal-
ILUSTRACIONES. 489
var el alma e onrar el cuerpo en qualquier estado de los xpiaaos, longo que deve fa-
zei- quanto pudiere con derecho e coa buena enlencion e non faziendo tuerto nin peca -
do por lleg-ar a mayor estado, ca seg-und dizen los sabios que non deve el omme de-
sear aver grant estado por pro nin por onra ,de si mismo, mas que lo deve desear por
fazer en el mucho bien: et por todas estas razones tengo que el estado del emparador
vos caye mucho et s e ñ a l a d a m e n t e pues Dios en el los puso; pero si vos alguna dubda
tomades, dezidme en que cosa dubdades e yo responder vos he a ello lo mejor que
entendiere. Julio, dixo el infante, todas estas cosas que me avedes dicho entiendo que
son muy buenas e m u y verdaderas e non cumple que departamos mas sobre ello e
non faze el fecho; mas dezir vos he los peligros que y o entiendo en este estado , e vos
responder me hedes a ello , segund que avedes dicho.
El X L V l l U capítulo fabla en commo dixo el infante a Julio que sabia m u y bien que
los emparadores primeros que se fazen en Roma, que siempre se fazen por esley^ion e
son siempre los eslecdores un rey e tres duques e tres arzobispos.
Vos sabedes muy bien que los emparadores de los xpianos que se llaman e m p a r a -
dores de Roma que se fazen por esleccion , e son siempre los eslecdores un r e y e tres
duques e tres arcobispos, e eslendo primeramente por r e y de a van taja e luego que lo
an esleydo ha de y r cercar un lugar e a lo detener quarenta dias (jorcado; e si en
aquellos quarenta dias viniere alguno que lo pudiera fazer descercar aquel lugar, non
vale la esleyeion e si non lo puede levantar de aquel lugar, entregante luego aquel
lugar e a d e y r a otro castiello do está la corona con que lo an a coronar por r e y de
Alimania: et si non-le puede ninguno embargar el coronamiento, luego que es c o r o -
nado e es rey de Alimania es electo para emperador; pero non puede nin deve usar
del emporio fasta que sea confirmado del papa e aya rebebido las coronas que son tres;
pero si la esleyeion fuere fecha commo deve, develo el papa confirmar e non destor-
varlo en ninguna manera, ante deve fazer quanto pudiere con derecho porque el elec-
to sea confirmado: et d e s p u é s deven seer m u y bien avenidos, ca lo d e m á s entre ellos.,
está el mantenimiento del mundo que asi commo Dios fizo en el cielo dos lumbres gran-
des , la una es el sol para que alumbre el dia e la luna que alumbrase la noche, et bien
asi tovo por bien que fuese en la tierra estos dos estados: el estado del papa que deve
mantener la eglesia que es mantenimiento de los xpianos, e la clerezia e todos los esta-
dos de religión e aun los legos en lo spiritual, et el emparador deve mantener en justicia
e en derecho todos los xpianos, s e ñ a l a d a m e n t e a los que obedecen el emporio de Roma: e
algunos reys son agora que tienen que non deven obedesper a los emparadores; mas cierto
es que en los tiempos antiguos todas las gentes e los reys del mundo obedesQieron a los
emparadores de R o m a : et d e s p u é s que fue la ley de los xpianos e ordenaron que el
emparador fuese electo e coronado e confirmado por las maneras que avedes oido,
tovieron las gentes que asi commo por el s o l é la l u n a , que son dos cosas que a l u m -
bran el dia e la noche, que bien asi el papa e el emparador devian mantener el
mundo en lo spiritual e en lo t e m p o r a l , que asi commo el sol que es cuerpo m u y c l a -
ro alumbra el dia e le da muy grand claridad, asi que los omines pueden ver m u y
claramente, asi el papa deve mantener muy limpiamente todos los fechos spirituales,
porque m u y claramente puedan los xpianos entender e usar de la sancta le católica
62
yM) CnÓNJCA DE ItON Ffí TIN ANDO EL IV.
para salvar las almas, que os la principal cosa para que nucslro S e ñ o r Dios crió los
ommes. Olro si coinmo el sol da claridat a la luna, que es cuerpo escuro, e la faze
clara porque pueda alumbrar a la noche, que es cosa muy escura, bien asi el ¿apa
que es governador e mantenedor de las cosas spiriluales, deve dar exemplo e ayudar
al emparador porque pueda mantener e governar las cosas temporales que son muy
escuras e m u y tenebrosas e muy dubdosas e espantosas; mas a y u n t á n d o s e bien los
lechos spirituales e temporales que son los estados del papa e del emparador, serán
todos los fechos del mundo bien ordenados e bien mantenidos: mas bien asi commo
a las vegadas acaesce que por alguna cosa que se mete entre el sol e la luna, non
envia el sol su claridat a la luna tan complidamente commo deve, et por ende, reci-
be la luna una grand mengua en si a que llaman en la astologia eclipsi e a las vega-
das la luna faze eclipsi al s o l ; pero veemos que mas vegadas paresce eclipsi en la luna
que en el s o l , e esto es porque el sol es cuerpo mas noble e mayor e mas claro emas
alto, e puede mas v é c e s e mas ligeramente embargar a la luna que la luna al sol,
porque de todas estas cosas non es tan complida, ca la luna non es cuerpo tan no-
ble, e es mas pequeña e escura e es mas vaxa que el sol. E t otro sí veemos que ca-
da que estos eclipsisacaesce que siempre son d a p ñ o s a s e nasce dellos grant m a l ; pero
commo quier que nasce grand daño e mal quando en la luna acaesce eclipsi, es muy
mayor mal e mayor danno quando acaesce en el eclipsi en el sol. Todas estas cosas
acaescen en los estados del papa e del emparador, ca quando por pecados e por la
yra de Dios acaesce alguna discordia entre el papa e el emparador recibe el emperio
muy grand mengua e m u y grant* danno, porque non recibe del papa aquel consejo e
aquella ayuda que d e v i a , asi commo quando la luna es menguada de la claridat del
sol. Otro sí quando el emparador faze alguna cosa contra el papa, porque se embar-
gue alguna cosa porque non podia fazer sus fechos commo devia, es muy grant men-
gua e muy grant danno para toda la eglesia que son los fieles xpianos que fincan to-
dos en tinieblas e en escuredumbre porque el sol non puede dar su claridat commo de-
ve : et asi tengo, Julio, que pues todos estos peligros ha en la elección e en el confir-
mamiento de los emparadores que es ante que solamente obre ninguna cosa en el em-
perio, que es muy peligrosa cosa de tomar omme tal estado; d e m á s que entiendo que
ay muchos peligros en las obras que a de fazer d e s p u é s : mas porque se faria muy
luengo, si os oviese a dezir ayuntando todos los peligros que y o entiendo en el estado
de los emparadores para el alma e para el cuerpo desde el comienzo de la eslec^ion fas-
ta el acabamiento de la conOrmacion e los que ay d e s p u é s en las obras, quiero que
departamos sobre los peligros que yo entiendo que son desde el comiendo de la eslec-
cion fasta el acabamiento de la confirmación: et desque sobre esto ayamos departido
e me oyeredes respondido a ello con r a z ó n , d e s p u é s fablaremos en los otros peligros
que yo entiendo que puede aver en las otras para el alma.
El L capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que muy bien dizia en esto que
queria que fablasen en el estado de los emparadores.
Señor infante, dixo Julio: muy bien dezides en esto que queredes que lablcmos en
el estado de los emparadores : et pues queredes que vos responda a todas las dubdas
que y tomados, parad bien mientes si enlendedes mas peligros y destos que avede?
ILUSTRACIONES. 491
diclio, e yo responder vos lie a ellos lo mejor que yo entendiere. Sin dubda, dixo a
Julio el int'anle, estos peligros que vos dizides e las dubdas que yo tomo en los estados
de los emparadores desde el comienco de la eslecciou fasta en la confirmación que el
papa le ha de fazer: mas aun de los peligros que ha desde el comienco de la eslecciou
fasta el acabamento de la confirmación non vos he dicho nada; et por ende dezir vos
he lo que ende entendiere. Y a vos dixe quantas cosas peligrosas he d a ñ o s a s yo e n -
tendía que ha en la esleccion de los emparadores, e olvidé vos dezir otra que es
de muy grant daño e peligro e es esta: quando todos los esleedores non se acuerdan
en uno para esleer un emparador en concordia, e esleen unos uno e otros otro, e n -
tonces acaescen tantas guerrase tantas muertes e tantos males, que es m u y m a r a v i -
llosa cosa e espantosa de dezir, d e m á s desto e de todo lo al que de suso es dicho ha
muy grandes r é s t e l o s e muy grandes peligros en la confirmación que el papa ha do
fazer, ca muchas vegadas acaescen que aunque el electo sea es ley do en concordia e
aya pasado todo lo que de suso es dicho, muchas vegadas, e en las d e m á s acaesce
que el papa falla algunas razones o en los esleedores o en el electo o en la manera do
la esleccion, porque lo non deven confirmar e embargase la confirmación , et por ende
el electo tiene que ha recibido tuerto del papa e muviese a fazer algunas cosas contra
voluntad del papa, e asi m o v i é n d o s e de poco en poco bienen ende muchas guerras o
muchos males: et por esta r a z ó n fueron comencadas las partes que llaman guelfes e
guelbellines, e aun al que es m u y peor que por esta desavenencia acaesce, e ya lo
biemos en nuestro tiempo que contra voluntad del papa fue el electo cogido en Roma e
fue y coronado emparador: et desque los romanos e m u y grand partida del emperio
lo tuvieron por emparador e fizo leys contra el papa e aun d e s p u é s fizieron llamar a
otro antipapa en Roma, et asi non tan solamente acaescieron guerras nin males por
razón del estado de los emparadores, mas ante acaescieron aun e pueden acaescer
tales discordias e tales departimientos porque podia acaescer en la egiesia muy grand
daño e m u y grand mengua, et asi por todas estas razones tengo que es muy dubdo-
so e muy peligroso para salvar las almas en el estado de los emparadores, e a g o -
ra v o s , Julio, respondetme a esto, et desque ayamos fablado cuanto nos cumple, des-
pués vos diré los peligros que y o entiendo en los estados de los emparadores, después
que son electos e confirmados en las cosas que an de fazer también para las almas
commo para los cuerpos por mantener sus estados. S e ñ o r infante, dixo Julio: bien he
parado mientes en que me avedes dicho e vos contados los peligros que ha para s a l -
vamiento del alma en la esleccion de los emparadores; et segund yo lo entiendo, p o -
nedes y qualro cosas: la una es la discordia de los esleedores, la segunda es la de
los quarenta dias que ha de tener Qercado tal lugar, la tercia es del castiello do está
la corona, la cuarta discordia que puede acaescer entre el papa e el electo. Kt señor
infante, porque omme responde amachas cosas ayuntadas en uno, non las puede tan
bien entender: responder vos he yo a cada una de estas cosas por s í .
El L l capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que a la primera dubda que to-
ma va de los esleedores, le respondió que los primeros que esto ordenaron que lo fi-
zieron muy bien e muy con r a z ó n .
vos respondo que los primeros que esto ordenaron ílzieronlo m u y bien c m u y con r a .
zoii,-ca bien era acomendarlo a muy grandes ommes; ca pierio seed que uno de los
mayores yerros del mundo es acomendar los grandes fechos a ommes de baxo Vmaxe
e acomendar los pequeños a ommes de grand sangre; ca commo quicr que el uso
o el mester faga a los ommes obrar en los fechos que son contrarios de lo que devian
obrar segund su sangre, cierto seed que comunalmente usan los ommes mejor obran-
do cada uno segund su naturaleza; por ende lo fizieron muy bien los que lo ordena-
ron que asi commo la mayor cosa que puede acaesccr en el emporio es la eslecíjion
del emparador, asi lo acomendaron ellos a los mas altos e mayores ommes que ha en
el amperio. Otro sí le fizieron muy con r a z ó n , ca bien enteudedes vos que quanto mas
parte h a omme en la cosa, tanto mas quiere que sea buena e que se faga bien, e por
la grand parte que los esleedores an en el emporio, e uno de los m a y o r e s bienes que
puede aver en la tierra es la paz, deve querer que la eslecQion del emparador sea fe-
cha en paz e en concordia. Otro sí que el mayor pro que puede aver en la tierra es
aver buen señor, ca muchos buenos que en la tierra son, si buen s e ñ o r non ovieran
nunca será la tierra bien guardada nin ordenada commo d e v e ; et aun quando los gran-
des ommes e las grandes gentes non sean tan buenas commo eran mester, si el señor
bueno fuere, el los t r a e r á a buena e e n d e r e c a r á la tierra e la p o r n á en buen estado.
Et por ende lo ordenaron m u y con r a z ó n ; que pues ordenaron desleer emparador que
tomasen por señor, razón es que lo tomen bueno porque mantenga bien las gentes que
son de su señorío. Et otro sí tovieron que era r a z ó n que de los siete esleedores fuesen
tres duques e los arcobispos e un r e y . Et esto fizieron por dos cosas: l a primera por-
que lo que acordasen los quatro que es la mayor parte que vala l a eslec(jion, et la se-
gunda por dar a entender que pues en la su esleccion de emparadores ay reys e d u -
ques e arzobispos que el emparador deve guardar los estados de la eglesia que es
madre e cabeza de los xpianos e de los reys e de los grandes s e ñ o r e s : asi los que
primeramente lo ordenaron muy bien lo fizieron. Mas los que agora son esleedores lo
y e r r a n , non dexan por eso de seer el primer ordenamiento bueno, ca el yerro es de
parte de los esleedores e non de los primeros ordenadores , et aun porque lo enten-
dades mas declaradamente, a mostrar vos he algunas semejanzas que cumplen para
esto.
E l LIT capítulo fabia de commo Julio dixo al infante commo el rey David e los otros
Sánelos que fizieron los strumentos para cantar, que la razón porque los fizieron fue
por dar loares a Dios, mas que agora cantan con ellos cantan e faijen sones para mo"
ver los talantes de las gentes a plazeres.
El rey David e los otros Sanctos que fizieron los eslrumontos, la razón porque los
fizieron fue para cantar con ellos loores a servicio de Dios: mas los que agora tañen
los strumentos cantan e fazen sones con ellos para mover los talantes de las gentes a
placeres e delectes corporales, que tomen mas las gentes a pecar que a servicio de
Dios, pues asi bien entendedes vos que la culpa non es de parte de los strumentos nin
de los primeros que los fizieron; mas es de parte de las gentes que usan mal dellos.
Otro sí los primeros que ordenaron los ayunos fizieron por dos cosas : la primera por
dar parte a Dios del tiempo commo es do suso dicho; ln segunda por apremiar el cuer-
ILUSTRACIONES. 49;!
po que non cobdiciasen tanto las locuras e los delectes de la carne: mas agora en los
días de ayuno fazen mas menjares e mas deleytosos, e aun comen viandas e l e t u a -
rios que naturalmente mueven las voluntades de las gentes et ayudan a desear e que-
rer lodo contrario de aquello para que los ayunos fueron ordenados, pues otro si la
culpa non es de parte de los ayunos niu de los primeros que los ordenaron, mas es de
parle de los que usan mal dellos. Otro sí si los primeros que ordenaron que las gentes
fiziesen vigilias, fizieronlo porquetas gentes fuesen aquellos santuarios en que oviesen
devoción e que alli velasen e rogasen a Dios que Ies perdonase sus pecados e los en-
derezase para salvar las almas e los cuerpos: mas en las vigilias que se agora fazen,
alli se dizen cantares e se tañen strumentos e se fablan palabras e se ponen postaras
que son todas el contrario de aquello para que las vigilias fueron ordenadas: et asi la
culpa non es de parte de las vigilias nin de parte de los que las ordenaron , mas de los
que usan mal deltas. E t esto vos podria dezir en otras muchas cosas que fueron ordena-
das por los ommes, también élemosinas commo en las r o m e r í a s , commo en las oracio-
nes , commo en otras muchas cosas, sinbn por vos non alongar mucho la r a z ó n . Et aun
vos diré.otras cosas que o r d e n ó nuestro S e ñ o r Dios: naturalmente es ordenado el comer
para reazer lo que se desfaze del cuerpo de cadal dia por los trabajos e porque pudiese
bevir para servir á Dios; mas los ommes non comen por esa entincion, mas comen tanto
e tales manjares que los traen a grandes dolencias e a menguar mucho la vida, e aun
desean e fazen por el comer muchas cosas que les son d a ñ o s a s a las almas e a los cuer-
pos, pues la culpa non es de parte del comer nin de Dios que lo ordenó naturalmente, mas
de los que usan dello m a l . Otro sí el bever ordenólo Dios naturalmente para enralezer
la vianda porque la pueda mejor moler el e s t ó m a g o e pueda pasar por las venas para
governar e mantener el cuerpo para umidar e enfriar e escalentar el cuerpo, segundle
fuere mester; mas los ommes non biven sinon para el plazer e por el sabor que toman
en el bever, e fazenlo en guisa que muchos toman grandes yerros en los entendimien-
tos e grandes d a ñ o s en los cuerpos e grandes movimientos para fazer muchas cosas
que non son servicio de Dios; pues la culpa non es de parte de Dios que lo o r d e n ó ,
nin del beber, mas es de parte de los que non usan dello commo deven. Otro sí el en-
gendrar de los fijos ordenólo Dios naturalmente, porque pues los ommes non pueden
durar, que finquen los fijos para mantener el mundo e para que Dios sea servido e
loado dellos; mas muchos ommes non lo fazen por esta entencion, sinon por el plazer
e por el deleyte que toman en ello, e fazen todo el contrario de aquello para que nues-
tro S e ñ o r Dios o r d e n ó el engendramiento; pues la culpa non es de parte de Dios nin
del engendramiento, mas de parte dellos que usan dello mal. Et asi, s e ñ o r infante, por
estas semejanzas que vos e mostrado e otras muchas que vos podría mostrar podedes
entender que las cosas que son bien ordenadas, e con razón si se non guardan commo
deven, que la culpa es de parte de los que lo guardan mal e non es parte de los bue-
nos ordenadores nin de las cosas bien ordenadas. Et asi pues los primeros ordenado
res ordenaron muy bien la esleccion e los esleedores que an de ordenar, de vedes en -
tender que los esleedores que son agora o s e r á n de aqui adelante si non usaren de la
esleccion commo deven, que non es culpa de los ordenadores primeros nin de la es-
lechen, mas es de parte de los esleedores que usan de ello lo mal.
El L U I capítulo fabla de commo Julio dixo al iníantc que yal avie respondido a la
4in CUONICA DE DON FERNANDO KL IV.
eslec^iüii de los ctnparadorcs, que es umx do las qualro en quedizia que dubdava.
El L I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que a lo que dizia que tomava
dubda por razón de la (jerca que a de fazer del otro lugar do está la corona, e quel res-
pondió que por todas las razones que el avie dicho, que lo acordaron bien de la ?erca
del primer castiello.
Otro si a la tercia cosa que dezides en que tomados dubda por razón de la cerca que
ha de fazer del otro lugar do e s t á la corona , respondiendo a ello vos digo: que P01'
todas las razones que vos he dicho que acordaron bien de la cerca del primer castiello,
por estas mismas vos digo que lo ordenaron muy bien en osla otra cerca sogmida:
ILUSTRACIONES. 495
el aun tengo que lo acordaron mejor por oslas tres razones que por agora diré: la p r i -
mera es porque ay muchos omines que quando están en algund menester, fazen mucho
por aver las gentes e por las guardar; el d e s p u é s que han acabado aquel fecho non
saben o non quieren fazer por las gentes lo que deven, para les gradescer c galardo -
nar lo que fizieron por el e la onra quel íizieron aver, nin guardarlos para quando los
oviere mester adelante ; e por esta razón acordaron m u y bien de saber del electo,
commo podría e commo sabría e commo querría guardar todas estas cosas después
que oviese acabado aquel fecho: el la segunda razón es porque vos sabedes que m u -
chos ommes ay que en quanto están en guerra sufren a las gentes lo que deven e aun
mas de lo que deven, e facenles mucho por los aver para su mester. Et desque salen
de la guerra e fincan en paz non Ies sufren lo que deven, nin íes fazen b i e n , nin les
muestran tan buen talante commo devien asi comino dando a entender que el bien que
les fazia en tiempo de la guerra que lo non fazian por buen talante que Ies oviese,
sinon por el mester que Ies avia. Et porque por tales cosas commo estas bienen m u -
chos daños c muy grandes yerros a los s e ñ o r e s que lo fazen, por ende acordaron muy
bien de probar commo sabia guardar el eleyto estas cosas en aquel tiempo que ha do
paz, desde que ha tomado el casliello ante que vaya al otro do está la corona. L a t e r -
cera razón es que una de las grandes cosas que acaescen a los señores en las guerras
es quando entran en una guerra e duran en ella algund tiempo, et desque salen della
e fincan en paz están ya descuydados de la guerra, et si d e s p u é s an de commenQar otra
guerra o otra hueste commo de n u e v o , por esto es cosa m u y grave e ha mester por
ello m u y grant poder e muy grant saber e muy grant querer de guardar su honra e
su estado, por ende acordaron muy bien de probar al eleyto, commo s a b r í a pararse a
todas estas cosas, et asi fue bien el acuerdo en cercar el otro casliello do eslava la
corona, e asi vos he respondido a la tercera dubda que vos abredes de la segunda per-
ca del dicho casliello. Otro sí a la quarta razón de la dubda que tomados por la d i s -
cordia que puede aver entre el papa e el electo por la confirmación, e aunque dezides
c mostrados de muchas guerras e peligros que acaescieron entre ellas, et aun cosas
de que podia acaescer grand e s c á n d a l o e grand departimiento en la eglesia de Dios,
señor, de suso os dixe muchas vezes que non ha cosa por buena que sea que si omme
della mal usa que non puede seer m u y mala e muy d a ñ o s a , e ya desto vos m o s t r é s e -
mejanzas e muchos exemplos; et por ende vos respondo agora que si entre el papa e
el eleyto acaesce alguna discordia, que non puede seer sinon por yerro e por desagui-
sado que queria fazer el uno e el otro o amos: et asi devedes entender que los que al
comiendo esta esleccion ordenaron muy bien lo fizieron; mas si el papa o el eleyto non
fazen lo que deven, non es la culpa de la esleccion nin de los que la ordenaron; mas
es de los que non usan della asi commo deven. Et señor infante, segunt mió entendi-
miento asaz vos he respondido en manera que con razón devedes entender que non
avedes porque lomar dubda en aquellas quatro cosas que se fazen en la esleccion de
los emparadores.
El L V capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que tantas cosas podia oinrne
preguntar, que el ni omme del mundo non le podrien dar recabdo.
Julio, dixo el infante, tantas cosas podría omme preguntar, que vos nin omme del
490 CRONICA DE DON F E R N A N D O E L IV.
mundo non podría dar a ellas recabdo: mas pues enLendi que a eslas qualro cosas que
vos p r e g u n t é me avedes respondido, tan con razón digo vos que lengo que todo lo qUG
se faze en la esleccion e confinnacion del emparador es m u y bien fecho e con razón
Et pues en esto somos muy bien acordados, ruego vos que me digades lo que emende-.*
des en muchas dubdas que tomo en las cosas que han de fazer los emparadores des-
p u é s que son confirmados e usan del emperio, de que tomo m u y grant dubda que son
grant peligro para sus almas e aun de las sus faziendas e de las sus famas , porque
tengo que los estados de los emparadores son m u y peligrosos. Señor infante, dixo Ju-
lio, muchas veces vos he dicho que non ha fecho en el inundo nin cosa en que muchos
peligros non a y a , nin estado en que el omme non pueda perder el alma si quisiere:
e t l o mismo vos digo agora en el estado de los emparadores, que si quisieren bien
pueden perder las almas e aun los cuerpos; mas si quisieren non ay estado en que
mejor las puedan salvar: et si queredes saber commo lo pueden fazer, yo vos lo diré
en pocas palabras: cierto es que muchos emparadores fueron sanctos; pues el que fuere
emparador sepa la manera en que visco e las obras que fizo aquel emparador que fue
sancto e faga lo que el otro fazia e s e r á salvo e aun sancto. Julio, dixo el infante, bien
se yo que los emparadores salvarse pueden; mas entiendo yo tantos peligros en los
sus fechos e en la vida que an de fazer en el mundo, que tengo que es m u y grave de
se salvar, ca cierto es que muy grave cosa es estar omme en el fuego e non se que-
mar. S e ñ o r infante, dixo Julio, todo estoque vos dezides es verdat; mas bien asi
commo dezides que es grave cosa estar omme en el fuego e non se quemar, bien asi
es m u y grant meresíjimiento el que está en el mundo a viendo m u y grant poder para
fazer lo que quisiere e complir su voluntad e non lo dexar por mengua de poder, nin
de riquezas, nin por miedo e dexarlo por non fazer posar a Dios e fazer mucho bien e
non tomar deleyte, nin sobervia, nin lozanía por el poder que h a : ca vos savedes, se-
ñ o r , que enl evangelio non loa Dios al pobre, mas loa al pobre de voluntat: et dczir
vos he un miraglo que contesció a un sancto omme de una visión en tal fecho comino
este sinon porque seria muy luengo; mas dezir vos he del alguna palabra que compliria
para esto; dixo una voz al dicho omme sancto, que mas se deleitava el quando traya la
mano a la su gata por el lomo, que Sant Gregorio que era papa con todas sus riquezas.
Et asi, s e ñ o r infante, commo quier que los emparadores viban en algunos peligros para
su salvación, tengo que muchas maneras an mas que los otros ommes para la aver si
viviere commo deve. Pero pues esta dubda tomados, dezidme en quales cosas d u b -
dades e yo responder vos he a ello lo mejor que pudiere.
E 1 L V I capítulo fabla de commo el infante dixo a Julio que todo era verdat, asi co-
mo le el dizia, pero que lo mejor era quel disiese el las dubdas que tomava e que le
respondiese a ello.
Julio, dixo el infante, todo esto es verdat asi commo lo dezides; pero lo mejor es que
vos diga yo las dubdas que tomo e que me respondadesa ello: et yo dezir vos he to-
das las que agora tomo ayuntadas ; mas vos non me respondedes sinon a cada una
por si, ca el entendimiento del omme non entiende tan bien muchas cosas en uno, e
d e m á s si son de cosas e materias desvariadas e sotiles commo si oye cada una por 81
e pone el entendimiento en ella fasta que la entiende. Et aun vos digo que si me acor-
ILUSTRACIONES. 497
dcarc de algunos otros peligros que Ies puedan aeaescer tan para las almas comino pnra
los cuerpos e para las famas e para las faziendas, dezir vos las he: a Julio plogo dcsto
e dixol quel preguntase lo que quisiesse. Julio dixo al infante: digo vos que la p r i -
mera dubda que yo tomo cu la vida de los emparadores e en sus fechos e en sus es-
tados, es que yo veO que segund los vienes que Dios les fizo e la onra en que los puso,
que abes o muy pocas vezes le pueden fazer aquel conoscimiento que deven; ca
commo quier que los ommes todos son tenudos en servir a Dios e conoscer el bien que
les faze, mucho mas los emparadores, ca ellos son tenudos a esto, commo otro omme
e mas por la onra e señorio e mejoría que Dios les dió de las otras gentes. Et d e m á s
pues ellos no son emparadores por otro derecho sinon solamente por voluntad de Dios
que quiera que lo sea e l , pues non lo a por natura, por ende si a Dios que tanto bien e
tanta onra les faze non le sirven nin gelo conoscen como deven, vos veedes si en r a z ó n
deven ser en grand peligro; d e m á s desto ay otra razón de que me espantó yo mucho,
el esta razón non es tan solamente en los emparadores, ante es en todos los otros es-
tados de los ommes. L a razón es esta.
El L V l í capítulo fabla en commo el infante díxo a Julio que bien sabe que sí un
amigo sabe que si otro su amigo esta en alguna quexa con sus enemigos, e aquel su
amigo le viene ayudar, e toma en esta venida afán o trabajo o miedo por poco que
esto sea, pues lo libró de aquella quexa en que eslava, que siempre aquel su amigo
eslava commo en su p r i s i ó n .
Vos savedes que si un amigo sabe que otro su amigo esta en alguna quexa con sus
enemigos, e aquel su amigo le viene ayudar e toma en esta venida trabajo o costa, o
afán, o miedo, por poco que esto sea, pues el lo libró de aquella quexa en que eslava,
siempre aquel amigo e s t á siempre commo en su prisión por el bien e ayuda que del
rescibió, e toda su vida lo deve guardar; pues si omme deve fazer esto a otro su ami •
go que es su egual, e por poca ayuda quel fizo, parad vos mientes que deve el omme
fazer a Dios que por los sacar de la muerte que esta van en poder del diablo , quiso an-
dar tan grand camino commo ha del cielo a la t i e r r a , e onde era libre quísose encerrar
e meter en prisión en el vientre de la bienaventurada virgen Sánela María. Et onde
era Dios quiso ser omme: onde era señor quiso ser siervo: onde era rico quiso ser po-
bre: onde era poderoso quiso ser sin poder, e meterse en poder ageno: onde era c o m -
plido de todos los bienes, quiso aver todas las pasiones commo otro omme: onde era du-
radero quiso ser m o r t a l , d e m á s por redemir los pecadores quiso en el su cuerpo sin
manciella e sin pecado recebir tantas desonras sin ningund yerro nin merescimiento
que m e r e s c i ó e l su poderío e la su onra, porque tan desonradamente e tan falsa e con
trayeion de los suyos fue preso e mes^íó la su cabeza o eslava el míollo quel dava sa-
biduría de Dios e de omme, et fue foradada con corona de spinas quel entraron fasla
el meollo e lo firieron con c a ñ a diziendol quel adevinase quien le firiera, que mes
Rieron las sus orejas que oyeron tantos falsos e mintrosos denuestos quel d í x e r o n , Ua-
mandol fornezino, ay que ornezino, e que avia a Dios por padre e a la virgen Sánela
María por madre, llamavanle demuado, veedes quedemuado, el que oyendo su n o m -
bre todos los demonios tíemen e todas las cosas le obedes^en: Uamavanle encantador, ay
que encantador, que por el su poderío fueron cslruídos los encantadores e tos oiuíaii-
63
IH CnOMCA DE DON FKP.NAKDO EL IV.
lamicnlos que incscieron los sus ojos que voya fiizor cu el su sánelo e bendito euerpo
o ayuntado de Dios e de omine lanías desonras c crueles lonnenlos, e se vio asy irai(¡0
por los suyos e desamparado de los otros, tan desonrado, el vieron la coy ta que j a
virgen gloriosa su madre fazia por la su muerte, c tantas otras malas e doloridas vistas
que ellos vieron, e mescicron los sus cabellos que fueron messados escarnieiendol e
ensangrentados de su misma sangre que merescieron las sus mexiellas que fueron ne-
grescidas a palmadas por le fa.zer desonra e dolor, que mesció el su pescueíjo que fi_
rieron muy desonradamculc dandol muchas palmadas, quemesQieron los sus costados,
que fueron azotados tan cruelmente, que mescieron los sus brazos que tan sin piedal
fueron alados airas, que mescieron las sus espaldas que fueron tan cruelmente acota-
das e atadas al madero de la cruz en que savia en que lo avian a poner, que mescie-
ron las sus piernas que fueron lasas e causadas, yendo a la muerte desonrada de la
cruz, que mesció el su sánelo cuerpo que fue todo tormentado e a la cima puesto en
la crüz, que mesció la su sánela voca e lengua que siempre dende salió verdal e buen
consejo, que estando a la ora de la passion que ofrecido a ella mirra e vinagre, que mes-
cieron las sus manos, que fueron foradadas e fincadas en la cruz con clavos grandes c
muy agudos, que mescieron los sus pies, que fueron traspasados e foradados e fincados
en la cruz, que mesció la su s á n e l a alma, que fue arrancada del su sánelo cuerpo con
Srandes penas e con grand fuerca, e fue tentado del diablo a la ora de la pasión, que
mesció el su costado e el su coracon, que fue avierlo de una laucada de que salió san-
gre e agua seyendo ya muerto e otras penas e coylas que sofrió seyendo, non podían
contar: ay cativos de xpianos commo non paramos mientes a esto que este señor Dioj
e omme fizo por nos e commo olvidamos todo esto, et porque queremos perder quanlo
el por nos fizo tan de v a l d e , ca si lo perdiésemos por otro grand plazer o por otro
grand bien, aun non sería tan grand maravilla; mas cale cada uno en su coraron e fil-
iará que en este mundo nunca un dia pasará sin pesar e sin cuydado de m a l , e por
un plazer que aya a v r á muchos pesares. Pues ¿porqué queremos perder quanlo esle
s e ñ o r pernos fizo e quanlo vien nos tiene aparejado en el parayso consigo e quere-
mos aver las penas del infierno e la compañía? E l si Julio, tengo que si qualquier
omme está en este peligro, muy mas lo puede estar el emparador, porque quauío mas
bien le fizo Dios que a otro omme. E l otro si quando para mientes a quantas cosas a
de fazere entiendo quanlo grant entendimiento conviene que aya para saber amar e
temer a Dios e fazer aquellas cosas que deve, porque sabe que commo quier que el
sea m u y piadoso que tan justiciero e tan derechurero, es que ningún yerro non dexa-
ra sin pena, por ende lo deve amar por quanlo piadoso e quanlo justiciero e quanlo
bueno es a por quanlos bienes le fizo. Otro si lemerle.deve por el grant poder para lo
desfazer quando quisiere e para le dar pena por sus yerros. Otro si a mester grant en-
tendimiento para fazer las obras que deve; estas obras son de tantas maneras que me
parescen m u y graves de g u a r d a r ; ca el emparador deve primeramente guardar
a Dios comino es dicho, el d e s p u é s las sus eglesias e las personas dellas: otro
si deve guardar a si mismo e a su onra, e a su estado, o d e s p u é s a su muger e a sus
fijos, et d e s p u é s a sus hermanos c a sus parientes, et d e s p u é s a los grandes ommes
del imperio asi commo reys, c principes, e duques, e condes, e marqueses, e otros
grandes ommes, commo ricos ommes e infanzones, e cavalleros, e escuderos, e sus
oficiales, e lodos los otros ommes del pueblo, c commo s a b r á mantener su emporio en
ILUSTRACIONliS. .iOO
juslif/iti c en paz; e l comino se s a b r á parar a la guerra sil acaosciere lan bien por lici'-
"ra comino por mar, e commo s a b r á fablar della g-aardando su onra e su [ > v ó ,
e commo s a b r á acrescentar su tierra 6 sus rendas con derecho , et comino' sabrá
partir su aver dando lo que deve e commo deve, et commo s a b r á fazer en g-uisa
que sea amado e resudado de los suyos, e commo s a b r á tomar los plazercs que
deve asi commo en comer, e bever, e dormir, e vestir, e trabajar, e cacar cacas de
montes con aves, e cantar, e o y r estrumentes e todos los buenos plazeres e a g u i -
sados, c fazer todo esto en manera quel sea Joado de las buenas gentes, e quel non
puedan con razón travar en ello; et porque si el emparador todas estas cosas non guar-
da e yerra en todas o en qualquiera dellas que yerre, ser á loado por muchas de las
buenas que fag'a commo deve: ca cierto cred que quanto el omme es de mayor guisa
tanto le paresce peor el yerro que faze, e mas jubgvado es de las g-enles ca los g r a n -
des s e ñ o r e s asi son commo señal a que todos' paran mientes, e d e m á s que tal o tales
yerros puede fazer en estas cosas que s e r á n muy grand pelig-ro para la su alma, que
es la principal cosa para que el fue criado. E t por ende vos rueg'O que pues me dezi-
des que el estado de los emparadores es mejor que los otros, que me dedes manera
commo pierda dubda de los yerros en que pueden caer en estas cosas.
El LVI1I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que tantas buenas razones ló
avia dicho, que g r á d e s e l a mucho a Dios la buena fe e la buena voluntad en quel veya.
S e ñ o r infante, dixo Julio, tantas buenas razones avedes dicho, que yo gradesco mu-
cho a Dios la buena fe e la buena voluntad en que vos veo. Otro sí me plaze mucho,
porque pues fasta aquí me teniades por maestro e aprendiades de mi e me erades ove-
diente, que lo aya y o a ser a vos agora en lo que me dixiestes al comienco desta razón
quequeriedes que vos non respondiese a todas las vuestras preguntas ayuntadamente,
sinon a cada una por s i , et plazeme mucho por quales razones pusiestes porque era
mejor e cumplirá mas que vos responder asi. Et por ende vos digo que commo quier
que tengo que me s e r á m u y grave cosa de vos responder a todas las cosas que me
preguntastes porque se encierran en ellas todas las ciencias; pero y o de aquello poco
que sopiere, responder vos he a cada cosa dello por si segund queredes, e Dios por la
su merced me enderece a ello; ca (jicrto sed que ningundomme non puede fablar bien
verdaderamente en ningund fecho e mayormente en las ciencias sin gracia s e ñ a l a d a de
Dios. V o s , s e ñ o r infante, dezides primeramente que tomedes dubda en el estado de
los emparadores, porque segund los bienes que Dios Ies faze, paresge vos quel es muy
grave de gelo conoscer e merescer como deven, e aun a esto ayuntados todos los esta-
dos de los que biven en la ley de los xpianos: señor infante, a esto vos respondo que
. todas estas cosas que dezides que Dios fizo para salvar e rederair los pecadores a uu
mucho mas de vos nin omme podría dezir fizo nuestro Señor Dios por ellos; pero de-
vedes vos entender que todas estas cosas son grant bien de los pecadores, queriendo
ellos fazer lo que pueden : ca commo quier que segund la naturaleza de los ommes e
la su flaqueza pocos o ningunos pueden escusar de pecar, pero aiTcpcntiendosc e
faziendo emienda, segund sancta eglesia manda, cierto es que les a v r á Dios merced;
ca bos sabedes que bien commo es omme temido de conoscer c guardar lo que por el
W&n, c aun tanto o mas es tonudo de guardar lo que el lia fecha s e ñ a l a d a m e n t e por
50() CñONIGA UR DON F E R N A N D O E L IV.
non perder lo que fizo: el pues es cierto que Dios fizo todo el mundo de nada, ligera-
mcnle pudiera redemir los pecadores si quisiera non le constando nada, mas pues lamo
fizo por los redemir e tan caramente los c o m p r ó , bien devedes creer que non quería la
su perdición si por ellos non fincare: et aun segund tienen los Sanctos, tan grand tuerto
í'aze el pecador en errar e pecar contra nuestro señor Dios que tanto bien le fizo, que
non podia el merescer de aver perdón sinon por la su pasión de ihu xpo e por los me-
resQimientos de Sancta Maria e de los Sanctos ; mas cierto es que una gota de la su
sangre podia redemir mili vezes mili mundos: et quanto mas que toda fue esparcida e
fizo todas las cosas que vos dixiestes de suso por salvación de los pecadores: et por
ende sil pueden e deven estar en buena esperanza de su salvación los pecadores, tengo
que esta misma e aun muy mayor la deven aver los emparadores; ca bien cred que
quanto Dios en mayor estado pone al omme en este mundo, tanto ge lo da mayor en
el otro, si en este lo sirve coramo deve, e aun so Qierto que quanto los Sanctos fueron
do mayor entendimiento tanto an mayor logar enl parayso, ca ellos le ganaron por sus
buenas obras e entendiendo todo lo que fazian. Et asi vos he respondido a la dubda que
tomades que los emparadores non conoscen nin gradescen a Dios los bienes que les
í'azen commo deven.
El L V I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que a lo quel dizia quel dixiese
commo pueden fazer sus obras los emparadores para amar e temer a Dios porque ayau
la gracia de Dios, que non cayau en su y r a , que para esto avian mester muchas cosas.
A lo que dezides que vos diga commo pueden fazer sus obras, commo deven amar
e para temer a Dios porque aya la su gracia e non cayan en la su i r a . Señor infante,
para esto a mester muchas cosas; pero faziendo algunas que non son muy graves de
fazer, puédelo muy bien guardar : et la manera que yo entiendo para esto es esta: lo
primero que ordene commo pase bien el dia e la noche, e que lo faga en esta guisa,
que se levante lo mas de m a ñ a n a que pudiere, e luego que fuere despierto que se aco-
miende a Dios e le pida merced quel guarde e le mantenga al su servicio, et ante que
se meta en otros fechos, que oya las oras e la misa e faga su oración al verdadero
cuerpo de ihu xpo que es su Salvador, e la missa e las oras acabadas, si oviere de
andar camino que lo ande , e yendo por el bien puede andar a caza con razón e con
mesura por tomar y plazer e usar ya quanto en oficio de cavalleria: et desque llegare
a la posada comer con sus gentes e non apartado i et desque oviere comido e bevido
lo quel compliere con templanza e con mesura a la mesa , deve o y r si quisiere jugla-
res quel canten, e tenga estormentos ante el diziendo buenos cantares e buenas r a -
zones de cavalleria o de buenos fechos que muevan los talantes de los que los oyeren
para fazer bien. Et el emparador deve fablar c departir con sus gentes en tal manera
que tomen plazer e gasajado con e l , e aprendan del los buenos exemplos e buenos con-
sejos; et desque oviere estado con ellos una buena pieza aguisada, deve entrar en su
c á m a r a e d o r m i r ; et desque oviere dormido deve oyr sus oras, e las oras oydas deve
estar en su consejo sobre los grandes fechos del emperio, et los que viere que otrie
non los pueden deservar sinon el, non los deve acommendar a ninguno nin tomar pe-
resza nin vagar por los desembargar, nin lo deve dexar do fazer por trabajo nin por
peligro mh por miedo, el devese acordar (pie non lo escogió Dios entre todos poi'qLie
ÍLUSTRACIOINES. bOl
tlcxe por ninguna cosa de fazer a lo que este modo, pues olrie non los puede nin los
dcve fazer sinon e l . Et los fechos que vieren que se pueden e se deven desembargar
por olrie non se deve trabajar dellos por dos razones: la una porque trabajando cu
aquellos fechos que otro puede desembargar d e x a r á algo de los otros que non se pue-
den desembargar sinon por e l : la otra porque deve guardar el cuerpo porque nol faga
trabajar en los fechos que non son muy grandes porque non pueda sofrir el trabajo,
que se non puede escusar en cuidar e obrar en los otros fechos mayores, ca cierto es
que non ha trabajo en el mundo que tanto enpesca al cuerpo "del omme commo el cuy-
dado, Et este trabajo nunca un rato lo pueden perder los emparadores, et d e m á s el
dcla quando acaesciere. Otro si en quanto andudiere por el camino o anda cavaigando
o cazando deve tomar las peticiones quel dieren e fazerlas guardar, e deve mandarlas
librar quando estudiere en su consejo d e s p u é s de las viesperas, en tal manera que
guarde a todos en derecho e en justicia. Et desque esto fuere fecho devese asentar a
cena por tomar plazer, e gasajado con sus gentes: et aunque el non pueda o non quiera
comer, non deve por eso dexar de se asentar a la mesa, ca todo emparador e aun
otro scííor qualquier se deve cada dia dos vezes asentar a la mesa, sinon fuere dia de
ayuno: et si lo fuere, en lugar de la cena deve demandar quel den del vino a el e a
las otras gentes que fueren con e l : et desque estudiere con las gentes, tanto quanto
viere que es razón devese y r para su c á m a r a , e non deve estar y con el sinon aque-
llos con quien el ha mayor fazimiento porque pueda dar algund remedio al cuerpo de
los grandes cuydados e trabajos que ha de sofrir, e ante que duerma se deve aco-
mendar a Dios e tomar quenta de si mismo commo p a s ó aquel d i a , e si fallare que lo
paso bien a servicio de Dios guardando e manteniendo su estado e sin pecado, g r a -
descalo a Dios e pune en levarladelante: et si fallesciere o fallare que m e n g u ó o f a -
lleció en alguna cosa desto, a r r e p i é n t a s e e punne de lo emendar lo ante que pudiere:
e la mas s e ñ a l a d a cosa que ha de fazer quel su talante e la su voluntad sea siempre
en Dios e gradesciendol los bienes quel fizo, e el su corazón que sea muy omildoso e
muy quebrantado e dolorido por los yerros en que c a y ó contra el. En esta manera me
paresce que deve ordenar sus fechos el dia que anda camino, e si non lo oviere de
andar, el tiempo que devie poner en andar su jornada develo poner en estar librando
los fechos del emperio que ante el vinieren; pero si los fechos non fueren tales que
los devan librar por s i , bien puede cavalgar o cacear en la manera convenible, commo
dicho es. Et digo vos que oy dezir que un emparador fue, que cadal dia cavalgava o
cacava o por andar folgando con sus gentes e andando fuera venyan a el quantos que-
rían e davanle sus peticiones, et desque tornava a su casa, ante que durmiese aque-
lla noche las libra va todas. Et por esta razón tenían que librava mejor los fechos del
emperio que si estudióse en casa e non cavalgase, e de la una manera o de la otra en
lo que el emparador entendiere que mejor pueda librar los fechos del emperio, aquella
deve fazer. Et si acaesciere que alguna noche non puede dormir luego quando se echa
en la cama, o des pu é s que a dormido una pieza e despierta e non puede dormir, deve
cuydar en las cosas que deve fazer para provechamiento de salvamiento de su alma e
acrecentamiento de su onra e de su pro e de su estado: et porque la memoria de los
otnmes es muchas vezes olvidadiza, deve tener en la manera do duerme con que pueda
fazer remembranza de las cosas que c u y d ó , e otro dia develas mandar complir s c -
eund entendiere que mas le cumple: et desque esto oviere fecho, sinon pudiere d o r -
tj02 CRONICA m DON I'KRNAIN 1)0 IV.
mil' dcvc tnoflidtc que leyeu ;iiilo el algüiltól buenas eslorias de rjuc IOIIK; buenos oxem
p í o s : ct esto deve fazer porque niuclias vezes quando omme non puede donnir des-
que a cnydado e metido en obra las cosas qucl complcn , aun d e s p u é s que se desvelan
anda cuydado de una cosa en o t r a , en guisa qucl tiene d a ñ o para la salud del cuerpo
c non le aprovecha para nada de su fa/ienda. Et por ende es bien que lean antel las
dichas estorias porque salga el de aquel cuydado que es sin provecho e torne a dor-
mir, e en quantonon pudiere dormir que aprenda alg-unas cosas que sean aprovecho-
sas ; poro si alg-und dia por algund acaesgirniento non puede guardar este ordena-
miento e fue en cosa quel fuese empesQcdcra o d a ñ o s a , con el su buen entendiraienio
c a t a r á el emparador comino lo puede emendar: et d e s p u é s que guarde el dicho orde-
namiento para cadal dia e para cada noche, et ordenando el asi un dia e una noche
puédelo fazer d e s p u é s para en toda su vida: el entre todas las cosas que ha de fazer,
la que mas le cumple es que en quantas cosas quisiere fazer o dezir, que ante que las
fag-a piense que es lo que el mismo diria e por commo lo lernia si otro tal commo el lo
íiziese o lo dixiese: Et si entendiere que otro tal lo íiziese quel diria el e los otros bien
de aquel fecho o dicho, fágalo o dig-alo e l : el si entendiere que si oírle lo íiziese o lo
dixiese que el mismo e las otras gentes dirían mal dello e lo ternian por mal, guár-
dese de lo fazer niu dezir, ca cierto sea que asi commo el judg'a e tiene en los otros
fechos que los otros fazen , que bien asi los otros judgan e tienen los suyos, comino
quier que esto digo s e ñ a l a d a m e n t e de los emparadores también reys commo grandes
s e ñ o r e s , commo todos los ommes de todos los estados que este fiziesen tengo que fa-
rian en ello, mucho de su pro e que serian guardados de fazer nin dezir cosa de quo
d a ñ o les pudiese venir.
El L X capítulo fabla en commo Julio díxo al infante quel dízia quel d í x i e r a don Johan
aquel su amigo de que el le fablara , que este fue el primer consejo e castigo quel
diera á don Johan Nuñez su c u ñ a d o , salliendo un dia de P e ñ a ñ e l , yendo a A l va de
Bretaniello.
Et digo vos, señor infante, que me dixo don Johan aquel mi amigo de que vos yo
fablé que este fue el primer consejo e castigo que el dio a don Johan Nuñez , su cuña-
do, fijo de don Ferrando, saliendo un dia de Peñaliel e yendo a A l v a de Bretaniello:
et si esto cumple a todos los ommes, mucho mas a los emparadores, ca pierio cred
que non ha cosa por p e q u e ñ a que sea que fagan o que digan aquellas gentes que mucho
non paren mientes e de todo esto non sean judgados e aun muy mas del mal que del
bien. Et desque desla guisa ordenare el dia e la noche quanlo en las obras que a de
fazer para guardar a Dios, lo deve segund la mia entencion, develo fazer de esta
guisa: lo primero para guardar a Uios lo que deve, conviene que lo guarde de volun-
tad e de dicho e de obra, e todo esto puede fazer guardando los diez mandamientos
que Dios dio en la l e y : ca el primer mmdamiento se muestra comino deve omme
guardar de voluntad e de dicho e de obra ca dize: a m a r á s a Dios de lodo corazón e de
toda voluntad: en esto se muestra commol deve omme guardar de voluntad. Otro sí a
el solo a d o r a r á s , e en esto se muestra commo deve guardar en el dicho. Otro sí dize:
a el solo s e r v i r á s e en esto se muestra commol deve guardar por obra. Et señor infante,
commo quier que sea asi c cumpla asaz; pero decir vos he cu esto alguna cosa porque
.IIAJSTU A G I O L E S . 503
E l L X I capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que muy grand plazer avia
de commo le avia respondido de la primera dubda que toma va en el estado de los em-
paradores.
Julio, dixo el infante: muy grand plazer he en commo me avedes respondido a es-
ta primera dubda que yo tomava en el estado de los emparadores, e quiera Dios por
la su merQed que me respondades a todas las otras en tal manera que pueda perder la
dubda dellas asi commo me avedes fecho perder en esta: et ruego vos que commo
quier que vos s e r á muy grand travajo que non dexedes de responder a cada cosa bien
complida e declaradamente, ca tengo que mejor es que la scriptura seya ya quanlo
mas luenga en guisa que el que la a de aprender la pueda bien aprender, que non que
el que la faze, rescelando quel teman por muy fablador, que la faga tan abreviada que
seá tan escura que non la pueda entfender el que la aprende. Señor infante, dixo Julio:
mucho gradesco a Dios pues sodes partido desta respuesta que vos di a esta primera
r a z ó n , e de aquí adelante c o m e n c a r é a vos responder a las otras e cada una por si,
commo me avedes dicho. Et a la segunda dubda que tomados de lo que los empara-
dores deven fazer en guardar las eglesias e las personas dellas, vos respondo e que se
deve guardar faziendo mucho servicio e mucha onra en las casas propiamente que son
eglesias s e ñ a l a d a m e n t e por dos cosas: la una porque en las mas dellas está siempre
el cuerpo de nuestro señor ihu xpo consagrado, que cuando la hostia es consagrada se
torna aquel cuerpo de ihu xpo e tan complido commo salió de la bienaventurada Virgen
Sancta Maria, e visco en el mundo e fue puesto en la cruz; et la otra porque aunque
non sea y estonce el cuerpo consagrado de ihu xpo, pero fue ya y e fue y fecho sacri-
ficio del. Otro sí deven seer guardados los privilegios e libertades que an de los pa-
pas e de los emparadores e reys e señores que las eglesias han e sus heredades e sus
rentas. Otro sí deven seer guardadas las personas eclesiásticas, asi que ningund
omme lego non deve meter manos yradas en ninguno dellos nin tomarles ninguna co-
sa de lo suyo sin su grado, mas develes seer fecho mucha onra e servicio, segund fue-
re su estado. Et asi tengo que puede omme guardar a Dios e a las eglesias e a las
personas dellas: et si esto puede fazer m u y mejor el emparador. Et quanto por este
tengo que non avedes p o r q u é dubdar en el estado de los emparadores. Julio, dixo el
infante: quanto a estas dos dubdas que yo tomava, vos digo que en tal guisa me ave-
des respondido que he dellas perdido la dubda, et ruego vos que me respondades a
las otras, ca so pierio que lo sabredes fazer.
El L X I I capítulo fabla en commo el infante dixo á Julio que pues desta respuesta era
pagado, quel respondirie a las otras segund el su entendimiento. Et a la tercera dubda
que tomava en commo pueden errar en la guarda que deven fazer a si mismos e a su
onra e a su estado.
ILUSTRACIONES. 50ü
Señor infanie, dixo Julio, pues desla sodes pag-ado, responder vos he a las oirás
segund el mió eulendimieuf.o, e a la tercera dubda que lomados encommo puede errar
en la guarda que deven fazer a si mismos e a su honra e a su estado, a esto vos digo
que segund el mió entendimiento el emparador deve g u a r d a r a Dios, ca si a Dios
guardare el g u a r d a r á a el, ca segund dize en la sancta Scriplura, si nuestro S e ñ o r Dios
non guardare la cibdat, en b a ñ o t r a b a j a r á n los que la velan. Otro sí dize en la vida de
Sant Johan, apóstol evangelista, que bevió la pongonia e porque Dios lo guarda va
non le enpesció. Otro sí oy dezir aquel don Johan que vos yo dixe que yo abia que es
tanto mi amigo, que muchos ommes le quisieran matar tan bien por yerbas commo por
manera de asesignos commo por armas a falsedad, así commo en villa ommes que
truxo don Felipe, yaziendo el dormiendo e non tiniendo consigo ciento c cinquenta
ommes a cavallo e de m u í a s e todos los mas desarmados; et aun a el oy dezir que
aquel día non se pudiera calcar: et traya don Felipe mas de ochocientos cavalleros
que eran ricos ommes e muchos ommes fijos dalgo e otros e aun gentes, dándole a
entender que binian por seer sus vasallos e por le servir e ayudar en la guerra en que
eslava e ellos heñíanle por matar, pero de todo lo g u a r d ó Dios, et dixome muchas
vezes a mí e a otros quel maltraymos porque non se guarda va, mas pues veya que
tantas traiciones e maldades catavan contra é l , e siempre nos dixo que fuésemos se-
guros que sí el non fizíese nín cuydase en fazer nin mandar fazer traición nín falsedat
a otrie, que Dios consintia que otrie le pudiese fazer a él. Et otro sí oy dezir a este
don Johan quel dixiera que un cavallero de Castiella que fuera a Francia en el tiempo
del rey Sant L o í s , e quando vió a tan grand tierra e tan poblada, maravillóse mucho
commo podía un omme mantener en justicia a tanta gente, e p r e g u n t ó a un muy buen
cavallero de Francia que avía nombre X i r e - a l a c de balap commo podía el rey guardar
todas aquellas cosas, e Xire-alac r e s p o n d i ó : asi amigo non vos maravílledes desto, ca
el rey sabe guardar a Dios e a los sus fechos, e Dios guarda a el e a los suyos, et a s í ,
señor infante, por estas razones e otras muchas sus semejantes, devedes entender
que la primera cosa que el emparador deve fazer para guardar a sí mismo es guardar
a Dios que es guardador de todas las cosas: et guardando a Dios, Dios g u a r d a r á a e l ,
et ya de suso vos dixe las maneras en commo el emparador podía guardar a Dios,
segund el mío entendimiento: otro sí deve guardar asi mismo que es el su cuerpo en el
comer e en el bever, e en el dormir, e en el folgar, e en el travajar, e en el andar, e
en todos los fenchimientos e baziamientos del cuerpo, et fazíendolos tempradamente e
con mesura en manera que el cuerpo lo pueda bien sofrír e se mantenga con razón. K í
porque sería fuera de su lugar non vos quiero agora dezir specialmente commo deve el
emparador fazer cada una destas cosas; mas yo las diré adelante con la merced de
Dios cada una en su lugar. Otro sí deve guardar el su cuerpo trayendo consigo tantas
e átales de que sea seguro que s e r á guardado que ninguno non le p o d r á fazer f a l -
sedat contra el su cuerpo ni con armas nin con viandas nín en otra manera ninguna,
e deve escoger aquellos que entendiere que pertcnes^en para ello, quel guarden del
dia quando andudiere cavalgando o por camino o a caza e aun estando en su casa. Et
otro sí quel guarden sus viandas a d o b á n d o l a s e trayendo las tales de quien él sea se-
guro. Otro sí le deven guardar do noche lo uno alvergando en lugar seguro e fuerte
8 lo al que alberguen e lo velen tantos e tales de que el fie e lo puedan bien guardar. Et
algunos emparadores e reys fueron que manda van que aquellos que los vela van que
64
50í; CnÓNICA D E DON F K D N A N D O E L IV.
quando ovicscn complklo su vela c avien otros a comentar a velar, que despertasen
al emparador o al rey e mostrarles comino ge lo davnn vivo c sano, et digo vos que
yo tengo que esta manera de guardar que es mas dañosa que aprovechosa ; mas lo
que aun parescc que cumple es que velen e guarden en guisa que ningund mal pmaie
non le pueda empesQer por fuerza, nln por maestría e n g a ñ o s a . Señor infante , al mió
cuydar, faziendo el emparador estas cosas dichas, que puede ser guardado el mismo
que es el su cuerpo. Otro si para guardar la su onra e el su estado , paresce a mi
que lo deve fazer desta guisa. Para guardar su onra lo primero que la guarde siem-
pre con los que fueren sus eguales o en mayor estado, que el asi que también en las
guerras commo en las avenencias, commo en las vistas, commo en las mensagerias,
cornmo en las donas, commo en todas las otras cosas que entrellos acaesQieren, que
siempre tenga mientes e guise que se onre mas dellos quellos del, mas con los otros
que fueren sus vasallos e so el su poderío, e con lodos los que entendiere que la onra
que les faze que es por su talante mas non por egualcza , a tales commo estos toda
onra aguisada que Ies faga es su onra: et de tales onras, dize la S c r i p t u r a , que non
es la onra de aquel que la recibe, sinon de aquel que la faze. Otro sí deve guardar su
estado en estas cosas sobredichas e en fazer todas sus obras e sus fechos m u y nobles
e muy complidamente, segund pertenesce al su estado, s e ñ a l a d a m e n t e retrayendo la
su corte muy complida de buenos ofiziales que les pertenesce para cada ofizio, e que
cada uno dellos lo sepa muy bien servir e sea pagado e se tenga por onrado de aquel
oficio. Otro sí deve guisar que ande el siempre vestido de paños mejores e mas pres-
Ciados que las otras gentes de su corte, e eso mismo debe fazer en las bestias e en sus
ensellamientos; pero si quisiere alguna vegada, bien puede fazer que estas cosas sean
de mayor presólo, porque tomen ende exemplo las gentes para non despenderlo suyo
en lo que con razón pueden escusar. Otro sí deve guardar que la su c á m a r a e la su
baxiella para comer e para bever e los sus estrados e las sus camas, e las sus joyas,
que todas estas cosas sean muy nobles e muy apuestas, s e g ú n pertenesce al su estado;
pero en todas estas cosas non deve tomar plazer nin deleyte desordenado, et devese
acordar que todo esto es fnllecedero e que poco le ha de durar, et que non ha de levar
deste mundo otra cosa sinon el bien que fiziere e la buena fama que fincare del. Otro
sí deve guisar que siempre ande en la su c á m a r a tanto aver que por mengua non aya
dexar ninguno de los fechos quel acacscieren de fazer. Et señor infante, todas
estas cosas puedan fazer m u y bien los emparadores, e faziendolas guardar a si mismos,
e a sus onras e a sus estados. E t v o s , señor infante, decidme si lo tenedes por asi.
El LXIIÍ capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que esta dubda bien avia
fecho perder, e quel rogava que le respondiese a cada una de las otras dubdas en
guisa que las perdiese.
Sin dubda, dixo Julio al infante, quanto esta dubda bien me la avedes fecho per-
der, et ruego vos que me respondades a cada una de las otras dubdas en guisa que
las pierda. A s i , señor infante, pues tenedes que esta respuesta es complida, agora
vos responderé a la otra pregunta que dubdades, commo los emparadores pueden
guardar lo que deven a su muger e a sus fijos. Señor infante, esta guarda es en tan-
las maneras, que seria muy grave e muy luengo de escrevir todo. Otro sí vos me ave-
I t ü S T f t ACIÓN ES . U07
jes dicho vos queredes mas que las mis respuestas sean bien declaradas c ha quanlo
mas lueng-as que non abreviadas que sean graves de entender: et agora dezidme vues-
tra voluntad commo queredes que vos fable en todas estas cosas, ca si dezides que
vos responda a cada cosa complidamente, he muy grand róscelo de dos cosas: la
una que vos enojaredes de tan luenga scriptura, e la otra que me tornedes por muy
fablado, e si dezides que vos responda abreviadamente, he róscelo que a v r é a fablar
tan escuro que por aventura s e r á grave de entender. Et digo vos que muy pocos l i -
bros ley y o que algund sabio fiziese que los que vinieron d e s p u é s non dixeran contra
ellos, contra los unos diziendo que fablavan m u y luengo e contra los otros que fabla-
van muy breve et escuro: et porque se que la manera deste libro por abreviada que
sea non se puede escusar de ser grande scriptura, quanto mas si la fiziese m u y da~-
claradamente que es razón de seer mucho mas luenga: et por ende vos catad en qual
destas dos maneras queredes que vos responda, et d e s p u é s non me repitedes por vos
responder yo segund vos me dixeredes. Julio, dixo el infante, de las mayores cordu-
ras del mundo es quien puede entender el enbargo o peligro que puede en el fecho
acaescer ante que acaezca e fazer en ello lo que cumpliere para se guardar de dicho
"e de obra. E t por ende fazedes vos m u y grand cordura en vos guardar de reprehen-
dimiento ante que podedes seer reprehendido; pero en esto que me dezides commo
yo quería que me páresela mejor que lo vos fizlesedes seria que en tal que lo dlxesc-
des declaradamente que fuese en las menos palabras que vos pudiesedes, cierto so
yo que tan sabio sodes vos que asi lo faredes, pero de lo uno o de lo otro mas de con-
sentir e mas aprovechoso para el que ha de aprender es en ser la scriptura mas luenga
e declarada que non abreviada e escura, ca el que aprende entre todas las cosas que
ha mester es que aya vagar para aprender: et pues nos vagar avernos ruego vos que
por recelo que vos digan que sodes m u y fablador non dexedes de fablar bien declara-
damente en todas las cosas. S e ñ o r infante, dixo Julio, pues asi lo queredes, yo vos
diré lo que entendiere en esta dubda que tomados.
El LXI1II capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que en esto que el dezia que
era una pregunta, e para le responder a ella complidamente que non se podían es-
cusar muchas razones.
S e ñ o r infante, en esto que vos dezides es una pregunta, para vos responder a ella
complidamente non se pueden escusar muchas razones, ca vos savedes que al e m -
parador conviene que faga muchas cosas para guardar lo que deve en la guarda de su
muger e de su cuerpo commo de la fama della e de toda su casa, commo en su man-
timmiento commo en la manera que debe traer en su casa para guardar su onra e su
estado. Et asi para vos dczir en cada una destas cosas lo que el emparador deve f a -
zer, bien entendedes que se non pueden escusar muchas palabras. Otro sí lo que deve
fazer a sus fijos vos entendedes que son muchas cosas, ca los fijos de los emparado-
res non son todos de una condición, ca el mayor commo quicr que de derecho non
es heredero del imperio, pero porque es mayor o puede seer que será heredero; por
ende conviene que en otra manera mas alta e mas onrada traya su fazienda que los
otros sus hermanos. Otro sí los fijos del emparador non son siempre de un estado, cu
en una guisa deve obrar contra el emparador quando son muy niños et de otra quando
508 GUOWGA DK DON F E U N A N D O E L IV.
son mancebos, en tiempo do quando son mancebos en tiempo de aver faziendas c ca-
samientos, ct de otra en casarlos c de otra en manlonerlos en su onra porque des-
p u é s de su vida finquen ellos en aquella onra que Ies pertenece: et en esta misma
manera deve catar que faga lo que deve a sus fijos. Et s e ñ o r infante, todas estas Co-
sas bien creo que si lo queredes saber que scripto lo fallaredes en otros libros; pero
si vos quisieredes que vos fablc en todo segund yo lo entiendo, fazer lo he, mas con-
viene que vos non enojedes de lo o i r .
E l L X V capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que ya le avie dicho muchas
vegadas que le plazia mas e tenia por mejor que la escriptura fuese mas alongada e
declarada que abreviada e escura.
Julio, dixo el infante, ya vos dixe muchas vegadas que me plazia mas e tenia por
mejor que la scriptura fuese mas luenga e declarada que abreviada e escura; el quanto
a lo que dezides que si quisiere que en otros libros lo puedo fallar, bien se yo que tanto
tiempo ha que comencó el mundo e tantos fueron los sabios que fallaron en las sabi-
d u r í a s , que non hay en el mundo cosa que ya dicha non sea. Et esto que yo pre-
gunto a vos, bien entiendo yo que otros fallaron en ello mas que me lo digades vos
complida e declaradamente: ay despartes, la una que lo entienda mejor diQiendo-
melo vos, et la otra que s e r á mas loada al vuestro saber por lo que vos dixieredes
que si ovieremos de buscar los libros que los otros sabios fizieron; por ende vos ruego
que también en esto commo en lo de aqui adelante en todas las cosas que me avedes
a responder, que sea la mas complida e declaradamente que pudieredes. Señor in-
fante, dixo Julio, todo esto fazia yo porque vos non enojasedes, mas pues lo quere-
des, yo fazerlo he lo mejor que pudiere: et de aqui adelante non vos p r e g u n t a r é nada
de todas estas cosas que fasta aqui vos p r e g u n t é .
E l L X V Í capítulo fabla en commo Julio dixo al infante quel páresela que la primera
cosa que elemparador devia fazer para guardar lo que d e v e a s u muger, es que la ame
e la presóle mucho e le faga mucha onra e le muestre muy buen talante.
«gn que ellos son ommes que forzadamenle an de aver mayor fazimiento con las se-
ñoras, que sean cuerdos e Icoles e que se non presQien mucho de su lozanía nin de su
apostura, nin sean muy mancebos: et si los porteros deven ser catados que sean cuer-
dos e leales e non mancebos. Otro sí los cocineros deven mucho catar que sean leales
e sepan m u y bien fazer su oficio e todos los otros oficiales e las otras gentes que ovie-
ren de bevir en la su casa deven catar que sean los que mas cumplieren para ello;
ca muy mas empesce en casa de las d u e ñ a s que un omme que non sea tal cual deve
que veynte que visquiesen en casa de los s e ñ o r e s por malos que fuesen. O t r o s í deve
guardar el emparador que su muger que haya rentas ciertas con que pueda mantener
su casa m u y onradamente e que sea muy abastada de p a ñ o s e de joyas e de capie-
llas e de todas las cosas que pertenescen á su estado: et d e m á s de lo que ha mester
para lo que es dicho, conviene que aya mas renta para lo poder dar por amor de
Dios e fazer otras cosas muchas quel pertenes9en que non se pueden nin deven es-
cusar. Otro sí para guardar la su fama e de la su casa conviene que el emparador
sea m u y amado e m u y p r e s t a d o e m u y tonudo de su muger e de las mugeres que
fueren en la su casa, e que siempre tenga mientes el emparador que si en algund om-
me o en alguna muger de los que biven en la su casa porque va de pequeño estado
quier que sean, entendiere enlrellos algund mal, nin dicho, nin fecho que faga sobre
tan grand escarmiento e tan g r a n d crueza e muestre tan grand s a ñ a e tan grande
braveza que entiendan las personas mas onradas tan bien ommes commo mugeres
que si por pecados en ningund tal yerro cayesen que cosa del mundo non los avia
de scapar de m u y malas muertes e m u y desonradas; e non deve cuydar el empa-
rador que quando algund yerro desta manera conmienca de acaescer por encobrirlo
ha a dar a entender que non es nada e s e r á la su casa mas guardada de mala fama,
ante crea por (jierto que cualquier consentimiento que en tal cosa fiziese, seria oca-
sión porque otras personas mas onradas tomasen atrevimiento de fazer cosa que
seria d e s p u é s mas vergonzosa, e peor de encobrir. Et señor infante, el que leyere este
libro, si de buen entendimiento, bien e n t e n d r á commo deve obrar en estas cosas com-
mo quier que lo yo non digo tan declaradamente commo p o d r í a , el que lo non enten-
diere nin obrare en tal fecho commo deviere, sufra e passe las cosas asi commo
acacscieren: mas so Qierto que el emparador que estas cosas guardare que f a r á l o que
deve a su muger e g u a r d a r á la su onra e su fama e cada su cosa. Otro sí a sus fijos,
segund el mío entendimiento develes fazer de esta manera bien en cuanto fueren tan
niños que non puedan fablar nin andar, devenles catar buenas amas que sean de la
mejor sangre e mas alta e mas linda que pudieren aver; ca ciertoes que del padre o de
la madre en afuera que non hay ninguna cosa de que los ommes tanto tomen nin a
que tanto salgan nin a que tanto semejen en sus voluntades e en sus obras commo
a las amas, cuya leche mamaran.
El L X V I I capítulo Cabla en commo Julio dixo al infante quel dixiera don Johan aque1
su amigo quel dixiera la condessa su madre, que por ella non avia otro fijo sinon a el
e por quel amava mucho que por un grand tiempo non consintiera que mamase otra
leche sinon la suya.
Et digo vos que me dixo don Johan aquel mió amigo de que yo vos febíé que! dixio-
{j10 CRÓNICA D E ÜON FlíllNANDO E L IV.
ra la condcssa su madre que porque ella non «avia otro fijo sinon a e l , e porque lo
amava mucho e por uu grand tiempo non consintiera que mamase otra leche sinon f*
suya misma: et d e s p u é s quel cató un ama que era fija de un infanzón mucho onrado que
ovo nombre Diago Gómez de Padiella, et dixome que una vez quel adolesíjiera aquella
su ama e quel ovo a dar leche de otra muger, et por ende quel dizia su madre muchas
vezes que si en el algund bien oviese que siempre cuydaria que muy grand partida
dcllo era por la buena leche que oviera mamado: et quando non fiziese lo que devia,
que siempre ternia que era por quanto mamara otra leche que non era tan buena: et
asi tengo que una dellas cosas que el emparador deve catar a los fijos e a las fijas, es
que ayan buenas amas e de tal sangre commo es dicho lo mas que pudiere: et desque
commenQare a fablar e sopiere andar, devenios dar mo^os con que trevejen aquellos
trevejos que les pertenes^e segund su edat: et desque fueren algún poco entendiendo,
deven poner con ellos ommes buenos entendudos de que ayan siempre buenas razo-
nes e buenos c o n s e j ó s e aprendan buenas maneras e buenas costumbres, e deven
guisar que sean bien acostumbrados en commer e en bever, ca esto en poder es de lo
fazer de aquellos que los crian; et sobre todas la cosas del mundo los deven guardar
del vino, ca cierto cred que del dia que lo omme comienca a bever fasta que muere
que cadal dia lo quiere mas e lo ha mas mester e le empesce mas si se non guarda de
lo bever tanto quel pueda venir d a ñ o . Et desque pasare de (jinco años adelante deven
comenQar poco a poco a les mostrar leer; pero con falago e sin premia: et este leer
deve seer tanto a lo menos fasta que sepan fablar e entender latiu; et después deven
fazer quanto pudieren porque tome plazer en leer las corónicas de los grandes fechos
e de las grandes conquistas e de los fechos de armas e de cavailerias que acaescieron:
ct en commo los grandes señores llegaren a grandes estados por su vondat e por su
esfuerejo e quanto mal passaron en su vida e quan mal alcanzaron e quan mala fama
dexaron de si los emparadores e reys e grandes señores que fizieron malas obras e
fueron medrosos e flacos de coracon: et commo quier que el entendimiento e el esfuer-
zo non le puede aprender omme de ninguno nin aver tan complido commo deve si
Dios non ge lo da por su merced; pero lo que los orames pueden fazer es esto que
luego que los niños comienzan andar que deven a las veces subirlos en las vestías, c
ommes en pos ellos que los tengan: et desque entendieren que se pueden tener en las
vestías por su cabo, deven guisar que comienzen mas a trabajar; pero en manera que
non sea daño del cuerpo; et desque vieren que se puede tener en ca vallo, devenle
fazer andar poco a poco en el fasta que entienda que sin róscelo lo pueda remeter, et
después cada dia faziendo mas fasta que se atreva a poner espuelas a qualquier cava-
lio. Otro sí devenle mostrar ca^ar e correr monte e bofordar e armarse e saber t o -
dos los juegos e las cosas que pertenes^en a la cavalleria, porque estas cosas non
enpesQen al leer nin el leer a estas cosas: devenlo fazer en esta manera, ordenar la se-
mana en esta guisa: el domingo o y r la misa, si fuere cantada será mejor, e después de
misa cavalgar e trevejar fasta que sea ora de comer: et desque hubieren comido e es-
ludieren un rato con las gentes fablando e departiendo, entrar en su cama si quisiere
dormir, sinon estar y una pieza fasta que se asosiegue la vianda e se abaxen los bafos
que suben a la cabeza; et desque fuere c o n t r a í a tarde, puede y r trevejar de pie o de
bestia, con lo que tomare mayor plazer, fasta que sea ora de cena; et desque oviese
cenado, deve estar una pieza departiendo e trevejando con las gentes, o non velar
ILUSTRAC[ONES.
mucho el dia del doniing-o, nin dove leer nin y r a caza: et el lunes l e v á n t e s e de gran
mañana a oyr la misa, e si fuere de hedat que pueda andar de caballo e sofrir la f o r -
taleza del tiempo, non deve dexar por fuerte tiempo que faga de y r a ca^a en cavallo
e vestir ganbax gordo e pesado e mucha r o p a ; lo uno por se guardar del frió, e lo al
por acostumbrar el cuerpo a sofrir el peso de las armas quando le acaes^iere: et en
quanto anduviere a caca deven traer en la tnano derecha lanca o asconna o otra v a r a ,
et en el ysquierda deve traer un acor o un falcon; et esto deve fazer por acostum-
brar los brazos; el derecho para saber ferir con e l , et el yzquierdo para usar el es-
cudo con que se defienda, e todavía deve traer el espada consigo, lo uno porque es
abito de los que an de venir por cavalleria, lo otro porque en el espada ha armado e
armadura, arma para ferir e armadura para defender: et porque los cavalleros non
pueden traer siempre todas las armas e armaduras que les cumple, por ende los sabios
antiguos que ordenaron la cavalleria, escogieron el espada en quien es todo; et por
eso ordenaron que non pudiese el cavallero re^ebir orden de cavalleria, sinon con la
espada: et todo omine que ha de venir por cavalleria, deve siempre usar de la traer
consigo: et señor infante, si quisierdes saber commo en el espada se muestran las
quatro virtudes que ¡os cavalleros deven aver en s i , fallar lo hedes en el libro que
compuso don Johan, aquel mió amigo, que ha nombre el libro de la Cavalleria: et en
cuanto son moQOs deven aprender con ella esgremir. Todo esto deve fazer el fijo del
emparador commo dicho es: et en quanto andudiere a ca^a deve poner espuelas al c a -
vallo a vezes por lugares fuertes e sea mejor cavalgante, et desque tornare de caca c
oviere comido e folgado commo es dicho, en la tarde deve oyr su lección e fazer c o n -
jugación e declinar e dermar e fazer proverbio o letras. Et otro dia martes, d e s p u é s
que oviere oydo misa deve oyr su lección e estar aprendiendo fasta ora de comer, et
desque oviere comido folgar commo de suso es dicho, tornar a leer e a repetir su lec-
ción e fazer conjugación e las otras cosas commo es dicho, pasan asi toda la semana,
leyendo un dia e cacando o t r o ; et el s á b a d o repetir e confirmar todas las lecciones de
la semana, e en los dias que fuere a caija deve guisar que tarde un dia mucho el c o -
mer et otro que coma mas de m a ñ a n a , e que las viandas non sean siempre unas nin de
una manera adobadas, mas que pruebe de todas; pero la mayor parte del c o m e r é lo
que mas usare que primero que sean gallinas o capones e perdizes, et si algund dia tar-
dare mucho el comer e obiere grand fambre, es bien que coma un pedaco de pan, p e -
ro que non veva vino entonQe, nin en ninguna manera fasta que yante e aya comido
grand partida de la v i d a : et en faciéndolo asi non d e x a r á por el leer lo que ha de
saber de cavalleria, nin por lo al el leer. Otro si la cama en que oviere a dormir con-
viene que non sea siempre de una manera, mas que sea algunas vezes dura e non
bien fecha: et quando dormiere que usen a vezes de fazer y roydo por que non dexe
el dormir quando roydo fiziesen. Et digo vos que me dixo don Johan, aquel mió
amigo que en esta guisa le criara su madre en quanto fue viba, et d e s p u é s que ella finó
que asi lo fizieron los que lo criaron. Otro sí desque fueren en tiempo que aya de aver
vasallos e tener su casa, conviene que les den tierra e heredat tanto e en tal mane-
ra que puedan aver buenos vasallos e bevir onradamente, según les perteneSQftj p e -
ro deve catar que las fortalezas que Ies dieren que sean tantas e tales e en tales c o -
marcas que non puedan ligeramente seer forzados nin desapoderados dellas. Otro si
que non les venga a talante que si grand tuerto que recibiesen do su hermano mayor
CRONICA DK DON FEKNANDO EL I V .
E l LXVÍII capitulo fabla en commo el infante dixo a Julio quel dizia que esta dubda
que la devia perder con razón e que daqui adelante le respondria a las otras.
Julio, dixo el infante, bien vos digo que esta dubda que la debo perder con razón
e de aqui adelante respondetme a las otras. S e ñ o r infante dixo Julio, pues tenedes que
devedes perder esta dubda, responder vos he a la duda que tomados de lo que
los emperadores deben fazer a sus hermanos. Señor infante, si el emparador quiere
fazer bien e aguisado e lo que deve en tal lugar, deve tener a sus hermanos commo
a sus fijos, et aun es mas tenido a ello por dar de si buena fama si faze bien a sus
fijos todos lernan que lo faze por amor que les ha; mas lo que ficiere a sus hermanos
es derecho e bondad e mesura e buena fama. E t d e m á s deve saber que commo quier
que Dios dio a el la m a y o r í a e quiso que heredase porque nasció el primero que los
otros sus hermanos que tan fijosdalgo son commo él e fijos son de aquel padre e de
aquella madre que el: et que aguisado e razón es que ayan parte e en que puedan
bevir bien e onradamente en lo que fué de su padre e de los otros reys onde vie-
nen: et por ende vos digo que si omme oviere algund hermano que sea en hedat que
aya mester crianQa que tengo que debe fazer a el lo que faria en la crianca de sus
fijos: et a los que fueren criados segund lo que yo entiendo, deve fazer a ellos com-
mo es dicho que deve facer a sus fijos que fueren criados. Agora, señor infante, veed
si vos he sacado desta dubda con razón, d e c í d m e l o que vos pares^e en ello. En ver-
dal vos digo, Julio, dixo el infante que en pocas palabras me avedes sacado desta
dubda, et por esto non vos detengades de me responder a las otras cosas. Quanto en
la dubda que vos, s e ñ o r infante, tomades de lo que el emparador deve facer á sus
parientes tengo que m u y ligeramente la devedes perder, ca los parientes non son
tan acercados commo los fijos nin commo los hermanos, pero descenden dellos e son
de su linage: et commo quier que los emparadores non les sean tan temidos commo
a sus fijos e a sus hermanos: pero debenles fazer esas obras que a sus fijos e a
sus hermanos guardando el aventaja de la onra e del estado que sus fijos e sus her-
manos han dellos, e a los parientes debe fazer bien e onra catando a las obras e a
las bondades que han mas los unos que los otros, e los servicios que les fazen e la
onra e el estado que an los unos mas que los otros e el lligamiento de sangre que
ha mas con ellos; ca bien veedes, señor infante, que todos los parientes non son de
un grado nin son iguales en onra e en estado e valia. Por ende los emparadores
non deven obrar egualmenle con todos sus parientes, sinon catando todas estas cosas
sobredichas: et pues entendedes que los emparadores pueden todo esto fazer, páres-
e m e que devedes perder esta dubda en el su estado. Julio, dijo el infante, quanto
ÍLUSTIUCIONES. .o13
csla dubda dig-o que sin razón la l o m a r é , si do aqui adelante la quisiere tomar. Señor
infante, dixo Julio, pues loado a Dios esta dubda pcrdiesles agora, vos r e s p o n d r é a la
dubda que tomades en comino los emparadores pueden guardar lo que deven a los
grandes ommes del su imperio, asi comino los reys, e duques, e principes, e m a r -
queses, e condes, e ricos ommes e los sus oficiales e todos los ommes fijos dalgo e to-
dos los otros del pueblo que son en el su imperio: et porque en esta respuesta avia
a fablar en muchas maneras de partidas que son en estos estados, forcadamente a v r á
a seer la respuesta mas luenga que en estas otras cosas que fasta aqui vos r e s -
pondí.
E l L X I X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que asi commo le díxiera
que los emparadores non eran tan tonudos commo a su muger e a sus fijos, bien
asi le dezia que non eran tan tonudos á los altos ommes del emporio commo a sus p a -
rientes.
S e ñ o r infante, bien asi commo vos dixe que los emparadores non eran tan t o n u -
dos a sus parientes commo a sus hermanos e a sus fijos, bien asi vos digo que non es
tan tonudo a los grandes ommes del emperio que non han con el linage, commo a
sus parientes, e bien asi commo le dixe que le deve fazer esas mismas otras que a
sus parientes, guardando la onra e la avantaja que sus parientes an dellos, bien asi
commo vos lo dixe que a los parientes deve fazer bien e o n r a , catando las obras e
las bondades que han mas los unos que los otros e los servicios que les fazen, bien asi
vos digo que a los grandes ommes los deve fazer bien, catando las obras e las b o n -
dades que han los unos mas que los otros, e los servicios que les fazen e les pueden fa-
zer, ca bien asi commo los parientes non son todos eguales nin en un grado, bien asi
los grandes ommes non son todos eguales, nin el emparador non les deve fazer bien a
todos egualmente, sinon catando las cosas que son de suso dichas. Et quanto en fecho
de los oficiales deve el emparador, catar que los ponga tales quales perlenescen en cada
oficio, ca unos son oficiales para su corte e otros que ha el a fazer oñziales para las
tierras e comarcas para los mantener e guardar en justicia : et otros que ha de poner
en cada v i l l a , e oíros que ponen los de la villa entre s i , et otros que recabdau los de-
rechos et las rentas del emperio, todas estas maneras de oficiales que el emparador
deve poner deve ante conoscerlos e saberles su vida e su manera dellos, e poner a
cada uno en aquel oficio que entendiere quel pertenesce, e deve guardar mucho de
poner ningund oficial por ruego nin por pecho nin por voluntad, sinon el que enten-
diere que es para ello e lo meresce: et de quel pusiere en el ofigio deve fiar en el e non
creer ligeramente lo que contra e l l e dixieren, nin le deve tirar el oficio sin grand cul-
pa, ca m u y grand v e r g ü e n z a es fazer el S e ñ o r bien a su omme o desfazerlo d e s p u é s ,
ca forzadamente e n t e n d r á n las gentes que lo e r r ó en non conos^erle en quanto puso en
aquella onra de aquel oficio, o e r r ó quando ge lo tomó sin muy grand merescimienlo.
Otro sí a los fijos dalgo del su emperio deven guardar que ayan sus soldadas compli-
damente e bien paradas, et que estén siempre guisados de cavallos, de armas de g e n -
tes para su servicio e para defendimiento de la tierra e de todo el pueblo en general:
ot develos amar e p r e s t a r a cada uno segund sus estados, et dcvelos mantener cu
instiga e en derecho e guardarles las leys e previlejos e libertades e fueros e buenos
('5
1^4 CUÜISICA DK DON FKIINANDO E L IV.
usos e buenas costumbres que ovicron de los que fueron nnle que ellos. E t , señor [ta
lanle, todas estas cosas pueden muy fazer e guardar los emparadores, por ende non
avedes que dubdar por esta razón en el su estado. Julio, dixo el infante, si Dios me
ayude, commo quicr que la dubda que yo tomava en esta pregunta era de muchas
cosas, tan declaradamente me avedes respondido a todas, que non me ha en esto fin.
cado dubda ninguna. Et non avedes porque vos detener a me responder a lo
al. Señor infante , dixo Julio, pues desta dubda sodes fuera, p u n n a r é de vos sacar de
la que lomades en commo el emparador podra guardar su emporio en justicia. Señor
infante, commo quier que para esto ha mester muchas cosas, segund yo cuydo mos-
trando buen talante e faziendo mucho bien a los que quisieren bevir en paz e en aso-
siego e sin rebuelta e mostrando mal talante de dicho e de obra a los torticeros que
non quieren bevir en paz e en asosiego sinon con bollicio e con rebuelta castigándolos
cruamente e brava, asi puede mantener su emporio en justicia e en paz; pero esta
braveza e esta cruedat devela mostrar de palabra e de gesto para espantar las gentes
ante que lleguen a fazer cosas porque merezcan muerte: ca mucho deve foyr de ma-
tar los ommes, lo uno porque después que el omme es muerto perdido es todo
el su servicio e el bien que puede fazer, ca en la muerte nunca ay cobro, et demas
que los parientes e los que an debdo con el, aunque la muerte sea con justicia e con
derecho, siempre los coracones fincan mas aman^ellados que ante que aquella muerte
fuese fecha. Et por ende es muy grant mester de mostrar ante braveza e grant cruel-
dat en todas las otras penas, por foyr que non lleguen los ommes a fazer cosa que
forjadamente non se puede escusar de los aver a matar por justicia. Et esto es en po-
der de los emparadores paralo fazer si quisieren: et por ende en este fecho devedes
perder la dubda del su estado. Bien vos digo, Julio, dixo el infante, que tan verdade-
ramente mefablastes en esto que non me ha fincado ninguna dubda. Señor infante,
dixo Julio, pues non vos finca dubda desto, dezir vos he lo mejor que entendiere com-
mo perderedes la dubda de commo se sabrá partir a la guerra sil acaesciere tan bien
por tierra commo por mar.
El L X X capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que todos los sabios dizen, c
es verdal, que en la guerra ay muchos males que non tan solamente el fecho, mas aun
el dicho es muy espantoso.
que me dixo don Johan, aquel mió amigo, que avicndocl guerra muy afincada con el
rey de Castielia por muchos tuertos e desonras quel avia fecho uou se guardando del,
e abieudo el r e y de su ayuda a los reys de A r a g ó n e de Portogal, ca era el casado con
su fija del rey de Portogal, e el rey de A r a g ó n con su hermana, e non a viendo don
Johan otra ayuda sinon a si e a sus vasallos, e aun estos serviendol e amandol m u -
chos muy í l o x a m e n t e porquel fazian muchos afincamientos muy sin r a z ó n , et quando
don Johan se quexava desto dezianle los quel avian de consejar, que pues el tenia a
gran peoria e le fazian tantos afincamientos los suyos, que fiziese alguna pleytesia
porque saliese de aquella guerra: et don Johan dezia que fasta que oviese emienda
del mal que resgibiera e fincase con onra, que lo non faria, ca lo que el pasava con
los suyos o que perdia o quanto mal le benia que todo era daño o perdida, mas non
desonra, et que ante quería sofrir todo lo al que la desonra, et que el se tenia por uno
de los que eran para seer muertos mas non desonrados: et lo uno por quanto fizo por
guardar su onra', e lo al porque se tovo Dios con el en quien el avia toda su esperan -
(?a quel defendria por el derecho que tenia; guisólo asi que ovo paz con el rey la mas
onrada que nunca se falla por ninguna fazaña que la oviese omme en E s p a ñ a . E t asi
los emparadores e aun todos los grandes s e ñ o r e s , la cosa del mundo porque mas deven
fazer es por guardar su onra, e quando por esto les acaesce de aver guerra conviene
que faga muchas cosas para se parar a e l l a , lo primero que punne de aver mucha
gente e buena, e que faga quanto pudieren porque sean pagados del. Otro si que bas -
tesca de armas e do viandas los logares que cumplieren para la guerra, et la guerra
ó s e r á con mas poder que el cu guisa que non pueda lidiar, o con su egual o con otro
que sea e l , tanto mas poderoso que el en guisa que non pueda lidiar con el.
Et si oviere la guerra con el que fuese mas poderoso con el, commo es dicho, lo
primero que a de fazer es punne de aver mucha gente e buena que faga quanto
pudiere porque sean pagados del e quel ayuden de talante. Otro si que cate q u a n -
tos logares fuertes le cumplen para aquella guerra, e que sean tales que los p u e -
da defender, e aquellos que los labre c los bastezca de gente e de a r m a s e v i a n -
das, et las fortalezas que viere que non puede defender, o las deribe o las dexe en
tal manera quel non pueda dellas venir d a ñ o : et deve guisar que tantas fortalezas ten-
ga que non aya de dexar tantos de los suyos que non finquen quien ande con el. Otro
si deve guisar que non sea cercado en lugar que pueda ser encerrado, et devese guar-
dar quanto pudiere de non lidiar con gente de aquel con quien ha la g u e r r a ; porque
mas le empesceria a el perder la gente que al otro, pero si Dios le troxiese a logar que
en aquel l i d se partiese toda la guerra, tal l i d non la deve partir en ninguna manera,
mas ayuntarla cuanto pudiere ayuntar; en otra manera siempre deve guardar la gente
e fazer guerra guerriada: et sil cercaren algund lugar e viere que de dia o de noche
puede ferir en la hueste, develo fazer lo mas a su salvo que pudiere, et si esto non
pudiere fazer e pudiere cercar algund lugar de los de aquel que tiene el su lugar cer-
cado develo fazer, c por fazer levantar al otro de sobrel su lugar o por lo tomar sí
pudiere; pero si esto non pudiere fazer, devel fazer la mas fuerte e la mas crua guerra
que pudiere. Otro sí deve guisare esforzarlos suyos que estudiesen cercados con sus
conortes e faziendoles siempre buenas nuevas, e fazer quanto pudiere por los descer-
car: ca bien creed que si la hueste se levanta una voz non tomamlo el lugar q u é tiene
cercado, que tarde o nunca le c e r c a r á aquel lugar nín otro; el, sí lugar ninguno de los
fi|(] CRÓNICA DE 1)0N FIÍUISANDO EL I V .
olro en la paga, e que non veyaa en la companua mas de estos tres: et estos que los
tengan en guisa que se oyan los unos a los otros e que guisen las gentes por ellos, c
con todo esto será m u y granel maravilla si pudieren y r bien acabdellatlos nin bien
guardados andando de noche. Otro sí deven guardar que sy de noche andudieren que
non passe la gente nin la meta por ningund poblado; et si la gente grande fuere, deve
levar los mas álables que pudiere, et a lo menos non puede escusar los tres que vaya
el uno en la delantera e el otro en la m e d i a n í a , e el otro en la gaga, e estos manden
t a ñ e r los anafiles commo es dicho. Et señor infante, digo vos que después que fue
fecha esta partida deste libro que me dixo don Johan, aquel mió amigo, que en un e n -
trada que el fizicra a tierra de moros que fue con el un maestre de una orden que el
rey don Jayme de A r a g ó n fiziera que llaman la orden de Montosa, e en companna de
aquel maestre t r a y a dos estrumentos de fierro a que llamavan farahon, e ovo don
Johan el uno, et este estrumente lieva de noche lumbre encendida, e es fecho en tal
manera, que viento nin agua non puede matar la lumbre, et por grand gente que sea
leñando aquel farahon en la delantera nunca se puede errar la gente, e aun si quisie-
ren pueden y r también acabdellados commo si fuese de d i a , ca leñando un farahon en
la delantera e otro en la medianía con el señor e otro en la paga, pueden ir en guisa
que o se vean todos o a lo menos "que vean los de la medianía a la delantera, e la
caga a la m e d i a n í a , e quando se non viesen, el que perdiese al otro de vista esperar e
andar fasta que vea aquel farahon que non puede ver. Et dixome don Johan que quan-
do falló aqueste estrumento quel plogo ende m u c h o , et aun que si esta manera sepiera
el ante de entonce, que muchas cosas cuydara que o b í e r a acabado en las guerras que
obo. Otro sí quando o v í e r e de andar con la hueste sí alguna vez oviere a posar en
yermo, deven catar los que van en la delantera que caten posadas do ay ahondo de
aguas e de lleuna e de pala o de yerba; pero todas estas dichas cosas deve escusar
quanto pudiere el que ha guerra con otro mas poderoso que e l : et cada que pudiere
aver paz con su onra develo fazer e tomarla m u y de grado, que bien creed que el que
ha menor poder, si Dios non se tiene mucho con el e non ha muy grand avantaja del
fuerzo, e de seso, e de maestría, e de arteria que el otro con que ha g-uerra que es mas
poderoso que el que lo tiene a m u y grand p e o r í a , et la cosa ^del mundo del ayuda de
Dios en afuera que mas le ha de valer, es que aya gracia e esfuerzo, e grand entendi-
miento, e también los amigos commo los enemigos tengan que es bien complidamente
omme compiído e m u y sin miedo e m u y lazdrador, e que non dubda de fazer por sí
mismo todo lo que debe, nin dubda de aventurar el cuerpo cada que fuere mester. Et
ciertamente, señor infante, commo quier que muchas maneras ha mester el que ha
guerra con mas poderoso que e l , tengo que el oviere en si e fiziere esto que dicho es,
que non puede aver mejores nin mas maneras para dar buen cabo a su guerra.
El L X X I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que si omme ovíere guerra
con otro mas poderoso que é l , commo quier que el aya mas poder, que non deve co-
mencar la guerra sin grant culpa o merescimiento del aquel su contrario.
Et si ovíere guerra con otro que sea menos poderoso que é l , commo quier que el
aya mas poder que e l , non deve comeiiQar la guerra' sin grant culpa o mdrosei-
miento de aquel su contrario, ca deve creer verdaderamente que entre todas las c o -
SI 8 CUOmCA ÜIí DUN l'EUINAINDO E L I V .
sas del mundo que Dios tiene en su poder, do las mas seííaladas es las guerras e las
lides, ca esto sin dubda ning-una todo se faze segundla volunlad.de Dios, et pues Dios
es derechero, forzadamente conviene que se tenga con el que tiene derecho e quel
ayude e non deve ninguno fiar nin atreverse en su poder nin en su entendimienio nú
en su esfuerzo, que todo es nada si non lo que Dios quiere; et asi todo lo deve
poner en su merced e guisar que lo faga con derecho, aun por aver mas a Dios por
si deve rogar e afrontar aquel con quien cuyda aver la guerra o la contienda quel
quiera desfacer el cuerpo e el yerro quel tiene fecho e quiere aver paz con él, mos-
trandol todas las buenas razones que pudiere porque la deve fazer; et si ge lo enmen-
dare commo deve a su onra, deve plazer e tomar la enmienda e agradescer mucho a
Dios porque quiere que aya paz a su onra: et si esto non le valiere entonce deve co-
mentar la guerra; la primera cosa que deve facer es que ponga muy buen recabdo
en las sus fortalezas e en las fronteras porque sea la su tierra guardada lo mas que
pudiere de d a ñ o , e guisar que el su contrario se aya de mantener e governar de lo
que toviere en las fortalezas e que non pueda robar nin tomar de lo suyo del en que
se mantenga; et deve guisar quel destruya todos los lugares onde entienden que
puede aver vianda e vedarle que non pueda sembrar nin labrar las v i ñ a s ; et en quanlo
durare el yvierno debe poner toda su saviduria en se guardar de tomar daño; et des-
que entrare el verano si tanta gente toviere porque pueda cercar a su salvo a aquel
con quien ha guerra, e esludiere en tal lugar porque alguna mengua que aya de gente
o del bastimiento o de fortaleza del lugar que pueda tomar el lugar e aquel con que
ha la guerra e en tanto tiempo commo el pudiere mantener la hueste, develo fa^er,
pero deve dexar recabdo tal en las sus fortalezas, porque si saliere de aquel lugar e
se acogiere a otro, que lo guarden que non puedan tomar danno d e l ; et el non se
deve partir de aquel lugar que tiene cercado fasta que lo tome, et si compliere, deve
poner e n g e ñ o s e fazer cavas e traer otras m a e s t r í a s que son mester para tomar los
lugares, et ante que comience la hueste debe catar recabdo de todas las cosas que
ha menester, el en los otros lugares deve guisar de los estragar e de les talar los pa-
nes e las viñas et debe guardar que en cuanto durare el verano, que non aya ningu-
na pleytesia ni ninguna calma con el sinon quel de a entender que faze todos sus fe-
chos m u y cuerdamente e con grad esfuerzo e que se atreve mucho a él: et en todas
guerras de la gente e de la hueste develo fazer en la manera que de suso es dicho,
por les facer perder las ayudas e los suyos mismos et si alguna vegada acaesciere
que reciba algund d a ñ o o algund enojo, non se deve ende maravillar nin espantar por
ello, nin entonce por ninguna guisa fabiar en ninguna pletesya nin en avenencia, mas
quando el oviere buena andanza e toviere su pleyto en mejor estado si entonce le
movieren pleytesia en ninguna manera non debe el dezirlo que el tiene en voluntad
de acabar de aquella pleytesia; mas debe esperar quel digan ques lo que fará el otro
por aver paz con el, et si el pleyto legare a lo que el quiere, dando a entender quel
non plazo ende mucho, develo firmar luego en guisa que se non pueda tirar el otro
afuera, nin andar en pleytesias por pasar el tiempo, et deve mucho gradescer á Dios
cada quel quisiere que aya paz a su onra: et sil movieren pleyto que non sea tan
bueno, develo e s l r a ñ a r mucho e mover el otros pleylos m u y mas graves, dando a
entender que lodo su fecho' es perdido e que lo non tienen en nada: et todos los
pleylos que do la parle se movieron deven seer siempre muy altos de aquellos a
ILUSTRAGÍONKS 519
quel cnyda traer el avenencia et cada que el avenencia viniere a su onra e a su pró
non la deve alongar, ca muchas veces acaesce que cuydando mejorar el pleyto non
quieren tomar el buen pleyto quel fazen; et acaesce d e s p u é s alguna ocasión o alguna
cosa en su fazienda porque a v r á a pleylear muy peor: et porque quier que acaesQa,
lo mejor que puede fazer es que cada que pudiere aver paz con su onra que la aya.
Et bien cred que en la guerra entre muchos males que en ella ha que es y este que
tan graves son de sofrir los amigos commo los enemigos.
El L X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que quando alguno oviere
guerra con otro egual de si, que la deve facer guardando asi de daño e faziendolo a su
contrario quanto pudiere.
Otro si quando oviere guerra con otro egual de si, devela fazer guardando asi de
daño e faziendolo al su contrario quando pudiere en las maneras que de suso es d i -
cho. E t si obiere de aver l i d , deve catar quantas maneras pudiere porque vencer pue-
da e desbaratar sus contrarios. E t la primera cosa que para esto es mesterque ten-
ga derecho e que no lo faga con tuerto nin con soberbia, ca segund de suso es dicho
cierto es que el vencer todo es en Dios e con la su voluntad es: asi conviene que sea
fecho; pero lo que se puede fazer por sabiduría o por arteria dellos es esto que será
omme del; que gente trae aquel con que ha de aver lid e que cabdiello es, de quel es-
fuerzo e commo vienen cabdellados e de qual esfuerce son, e commo vienen armados
e encabalgados: et si entendiere que son mas e mejores que los suyos, de dar a en-
tender que ellos tienen muy en poco e esforcar mucho los suyos e diziendoles muchas
buenas razones e contándoles los debdos que han con el e prometiéndoles muchos
bienes; et otro sí contándoles la razón del mal debdo que han con aquellos sus con-
trarios e los tuertos que dellos han recibidos et quanto deben facer por se vengar e
por levar su onra adelante, et dezirles muchas buenas fazañas de los bienes que fueron
commo por esfuerzo se vencen muchas lides de pocos a muchos, e por flaqueza de
corazón e desmayo son muchas vezes vencidos los muchos. Et destas maneras deve
dezir e fazer cuanto pudiere: et de que les viere por ojo deve parar mientes commo
vienen; e si biereque vienen m u y esforzados e muy bien acabdellados, entonces deve
aun esforzarse mas pues la l i d non se puede partir. Otro sí deve tomar quantas avan-
tajas pudiere asi commo del sol e del vienlo que den a el despaldas e a los otros de
cara: et asi pudiere catar el mejor lugar e mas a su pro commo de altura e de bar-
ranco o de r i o , e saliente de monte o tremedal o qualquier logar porque puedan los
suyos y r ayuntados e bien acabdellados, e los otros ayan de venir esparcidos: et si
Dios le aguisa ora mal cabdellados o esparcidos, entonce los deve acometer tan aprie-
sa e tan bravamente que los non deje ayuntar, et entraren de las feridas devese nom-
brar muchas veces asi e a su apellido e mandar que digan todos feridlos que vanse
e vencidos son: et digo vos que algunos vencieron ya por esta manera et si alguna
destas maneras non los pudieren traer, deve parar mientes commo vienen: et si v i -
nieren en az debe fazer los suyos tropel e poner los cavalleros que truxieren cava-
Hos armados en la delantera, e el s e ñ o r en medio cerca de su pendón asi que la
cabeza del cavallo del alférez este a la pierna derecha del señor e y r asi muy a p a r -
fasta que lleguen a las feridas; et deve mandar a los suyos que fagan quanto pu-
{•20 CRONICA D E DON FENNANDO EL IV.
dieren porque tomen o derriben el pendón del su contrario: et donde adelante fágase lo
que Dios toviere por bien ca fasta este lugar cumple el seso, e ende adelante Dios e los
buenos ommes sofridores de grand vorgüeiiQa e de grandes corazones lo han de fazer
E l L X X I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que otro sí aquel que faz la
guerra viere que los otros vienen en tropel, vicn asi commo el q u e r í a y r , pues la ii¿
non se puede partir, que deve fazer que los suyos vayan en punta.
Et si viere que los otros vienen vien así commo el quería y r , pues la l i d non se
puede partir, deve fazer que los suyos vayan en punta: es que vayan delante tres de
cavallo, e en pos ellos (jinco, e en pos ellos ocho, e en pos ellos do^e, en pos ellos
v e y n l e , e en la Qaga algunos buenos cavalleros por quando la su punta entrare por el
tropel que la caga non enflaquezca.
E l L X X I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que agora le avie dicho
las m a e s t r í a s e arterias que a de fazer el que tiene menos cavalleros que el su con-
trario.
fojas de los libros para esludiar con ellos, ca segund yo cuydo, pocos ommes son
que quando se cruzan las lanzas que nol tremiese la palabra si enLonije o viese de 1er
el libro, o si quiere en el roydo de las vozes e de los golpes do la una parte c de la otra
le cstorvarian, tan bien el ler comino el o y r ; et por ende todas estas cosas a p r o v e -
chan de fablar en ellas, porque puede seer que de algunas se aprovechara aviendolo
ya o y d o : pero lo cierto es que todo ha de fincar en la voluntad e en la merced de
Dios, e en el buen entendimiento c grand esfuerzo e grand apercibimiento del que lo
ha de fazer.
El L X X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que ya le avie dicho todo
lo que entendía que los emparadores devian fazer para se parar ú la guerra que
ovieren.
A g o r a , señor infante, vos he dicho todo lo que yo entiendo que los emparadores
pueden e deven fazer para se parar a las guerras que ovieren; et tengo que pues es-
tas cosas pueden fazer, que devedos perder la dubda que ante tomados. Julio, dixo el
infante, tan bien me avedes respondido a esto, que entiendo que segund razón que es
la respuesta complida; pero m a r a v í l l a m e mucho que me non fablastes ninguna cosa
de lo que se deve fazer en las guerras que son entre los xpianos e los moros, et ruego
vos que me digades lo que y entendedes. Señor infante, dixo Julio, de las guerras
que son entre los xpianos e los moros non vos fablé ninguna cosa por razón que los
moros non caen en comarca de los emparadores nin han guerra con ellos: mas pues
queredes que vos en ello diga lo que ende se, fazerlo he muy de grado. S e ñ o r infante,
la guerra de los moros non es commo la de los xpianos, tan bien en la guerra guer-
riada commo quando cercan o convaten o son (jorcados o convatídos commo en las ca-
valgadas o correduras, commo en el andar por el camino e el posar de la hueste, com-
mo en las lides, en todo es muy departida la una manera de la otra; ca la guerra
guerriada fazenla ellos muy maestramente, ca ellos andan mucho e pasan con muy
poca vianda, e nunca llevan consigo gente de píe nin azemilas, sinon cada uno va con
su cavallo, tan bien los s e ñ o r e s commo qualquiera de las otras gentes, que non llevan
otra vianda sinon m u y poco pan e figos o pasas o alguna fructa, e non traen armadura
ninguna adaragas de cuerpo, e las sus armas son azagayas que lantjan espadas con
que fieren, e porque se traen tan ligeramente pueden andar mucho, et quando entran
en cavalgada andan quanto pueden de noche e de día fasta que son los mas dentro que
pueden entrar de la tierra que quieren correr: et a la entrada entran muy encobierta-
mente e m u y apriesa, et de que comiencan a correr, corren e roban tanta tierra, sa-
benlo tan bien fazer que es grand maravilla e mas tierra c o r r e r á n e mayor daño í'arán
e mayor cavalgada a y u n t a r á n dozienlos ommes de cavallo de moros que seyeicntos
ommes de cavallo de xpianos. Et fazen otra cosa que cumple mucho para la guerra:
de que quanto tomaren nunca omme dellos tomara nin encubrirá cosa de lo que t o m a -
ren ; mas todo lo traen e lo ayuntan para pro de la cavalgada, et por tan grand m e n -
gua c tan grand fallimiento t e r n á cada uno dellos e seria ende porfazado si tomase o
encubriese ninguna cosa de la cavalgada commo un xpiano si fuyese de una l i d , e l de
que an fecho su cavalgada fazen quanto pueden por salir ayna a tierra do sean en s a l -
vo, e guardanse mucho de alvergar do los xpianos puedan ferir en ellos de noche, e l
66
522 CRÓNICA DK DON F E R N A N D O EL IV.
si por fuerza an de alvergar entran do ayan rebelo o miedo; de algund liempo acá an
lomado una m a e s t r í a que nunca alvergan todos ayuntados, e dexan con la presa de
noche m u y pocos, e de dia envian la presa con algunos adelante : et ellos van acom-
p a ñ a s et non ayuntados, et desta guisa van fasta que son en salvo.
El L X X V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que quando los moros an de
combatir algún logar que lo comienzan muy fuerte e muy espantadamente.
nieiilc de los lides , comino ya de suso es dicho, que lodo es en Dios e acomendarse
a el e pedirle merced quel enderes^e aquel fecho al su servicio, et para que nues-
tro S e ñ o r lo quiera oyr e complir, conviene que los que fueren contra los moros que
vayan m u y bien confessados e fecho enmienda de sus pecados lo mas que pudieren,
e que pongan en sus corapones que pues nuestro Señor ihu xpo que fue e es ver-
dadero Dios c verdadero omme, quiso tomar muerte en la cruz por redemir los peca-
dores, que asi van ellos aparejados por reQcbir martirio e muerte por defender e e n -
salcar la sánela F é católica e la reciben los que son de buena ventura e si Dios les
face tanta merced que acaban aquello porque v a n , devenlo g-rades^cr- mucho a Dios
e tener quel es el que lo faze e que en el es lodo el poder. Et señor infante, commo
quier que todos los que van contra los moros fazen bien; pero non devedes crer que
todos los que mueren en la guerra de los moros son m á r t i r e s , nin s á n e l o s , ca los que
a l l á van robando e forjando a las mugeres, e faciendo muchos pecados e muy malos
e mueren en aquella g u e r r a , nin aun los que van solamente por ganar algo de los mo-
ros o por dineros que les dan o por ganar fama del mundo, e non por enlencion dere-
cha e defendimiento de la ley e de la tierra de los xpianos, estos, aunque mueren,
Dios que sabe las cosas escondidas sabe lo que ha de seer deslos tales, ca muchos
pecadores han tan dolor de sus pecados a la ora de la su muerte, que les ha Dios
merced e los salva e muchos ommes mueren en tal estado, que aunque ayan seydo
de buena vida que pierden las almas, e esto todo es en la merced e la piadat de
Dios ; pero e s t á omme en mejor esperanca del que vive buena vida e ha buena muerte
s e g ú n la ley ela fe de los xpianos: e l aun de los pecadores que moeren e los matan los
moros, muy mejor esperanca deven aver de su salvación que de los otros pecadores
que non mueren en la guerra de los moros. Mas lo Qierto es que todos los que van a la
guerra de los moros e van en verdadera penitencia e con derecha enlencion toviendo
que pues Señor ihu xpo murió por redemir los pecadores, que es de buena ventura si
el muere en defindimiento e ensalcamiento de la su sánela fe católica, e los que asi
mueren, sin dubda ninguna son sánelos e derechos m á r t i r e s , e non han ninguna otra
pena sinon aquella muerte que loman. Et aunque non mueran por armas, si tal vida
pasan en la guerra de los moros, aunque por armas non mueran, la lazeria e los t r a -
bajos e el miedo e los peligros e la buena entincion e la buena voluntad los faze m á r -
t i r e s , ca si quiere el sánelo ebien aventurado rey don Ferrando, abuelo de don Johan
aquel mió amigo, cierto es que en su vida fue sánelo e fizo muchos miraglos e commo,
quiere que por armas non murió, tanto afán e tanta laceria lomó en servicio de Dios,
e tantos buenos fechos a c a b ó , que bien le deven tener por m á r t i r e por s á n e l o por las
sus buenas obras e la su buena enlencion que avia siempre venció e acabó quanlo
quiso, e todos los que con esta enlencion van contra los moros siempre vencen e son
bien andantes; e l aunque los moros los maten siempre ellos fincan vencedores, e asi
la primera cosa que omme ha mester para vencer los moros e para que todas las sus
sabidurías e maestrías non les puedan enpescer es que los que fueren contra los moros
vayan commo dicho es, et Dios porque ellos lidian, lidiará por ellos e serán siempre
vencedores. Otro sí faciendo esto que dicho es primeramente, después las maneras pa-
ra contrastar las sus maestrias son estas.
-and log'ar. de los moros, que conviene que segund el logar fuere de fuerle o de flaco
IÚQ asi en los combalimicntos.
Si oinme ha de <?ercar algund lugar de ios suyOs, conviene que segund el lugar
fuere de fuerte o de flaco, asi faga en los combatimientos e en los engeílos e en las
otras cosas que son mester para tomar el logar. Otro sí que ponga muy buen recabdo
en guardar los que fueren por lefia o por paja o por yerva et las recuas que troxie-
ron las viandas para la hueste, ca siempre los moros se trabajan de fazer daño en las
tales gentes, ca en la hueste que e s t á asentada nunca ellos se atreven a entrar nin
otro sí de noche nunca gente de moros se atreven a ferir en la hueste de los xpiauos,
et esto fazen porque non andan armados nin los sus ca vahos non andan enfrenados nin
enseliados en guisa que se osen meter en ninguna priesa nin estrechura: pero con todo
esto siempre los xpianos deven posar la hueste cuerdamente e tener sus escusas e sus
atalayas. Otro sí si los moros cercaren algund logar de los xpianos, los que estudie-
ren en el lugar 9ercado deven trabajar quanto pudieren porque el logar aya cárcava
o barvacana, e la barvacana que sea bien foradada en que aya muchas lanceras e
muchas saeteras, ca por razón que los moros non andan armados non ha cosa porque
tanbien se defienda el lugar nin con que tanto mal les puedan fazer commo de la bar-
vacana, aviendo y buenos ballesteros et por las lanceras. Otro sí que en las torres del
muro que estén y muchas piedras, e grandes cantos para dexar caer al pie, e en el
muro entre torre e torre que aya y m u y grandes cantos colgados en cuerdas, segund
la manera que don Johan , aquel mió amigo, falló que es mejor m a e s t r í a del mundo
para que ninguna cosa non pueda llegar al pie del muro para cavar nin poner gata
nin escalera nin cosa que les pueda empes^er. Otro sí los que estudiaren de fuera que
punen de ferir en la hueste de noche o de d í a , segund se les guisare mejor, ca muy
poca gente de xpianos pueden desbaratar muy grand gente de moros feriendo en ellos
de noche e aun m u y mas teniendo el acogida cerca. Otro sí quando los moros entran
a correr tierra de xpianos,', si levan priesa los xpianos que van en pos ellos, deven y r
primero cobrar la presa e y r muy bien acabdellados los caballeroso los peones, e
enviar adelante que descubra las celadas e y r ellos en tal manera que aunque celadas
recudan, que les non puedan enpescer. Et desque ovieren cobrado la presa e fueren
seguros de las peladas, si los moros todos ayuntados en uno, devenae llegar a ellos lo
mas que pudieren porque el aguijada non se faga de luenne: et los que en la delan-
tera aguijaren en ninguna manera, non deven bolver las espaldas para tornar a los
suyos que fincan en pos ellos; mas los que fincan deven y r tan ayna en pos los que
fazen el aguijada, que nunca los moros se puedan meter entre los unos e los otros. Et
sobre todas las cosas del mundo deven guardar los xpianos que non dexen ninguno
de los suyos andar con ellos a un trebejo que ellos fazen de tornafuy; ca bien cred
que quanlos a este trebejo se meten con los moros que son ellos en grand peligro e
meten a todos los otros a lugar do ser muertos ó desvaratados, commo quier que esto
deven guardar qualesquier xpiano, mucho mas los que andan armados commo cavalle-
ros; ca siquiera oy decir que una de las cosas que mas enpesQió quando en la vega
murieron el infante don Johan e don Peydro fue las espolonadas que fizieron algunos e
d e s p u é s tornavan fuyendo al lugar do cstavan los pendones, et por ende se deven
mucho desto guardar de lo non fóger sinon commo es dicho: mas si quisieren todos
ILUSTRACIONES. 525
dcrratigar con ellos, dcvenlo íazer con acuerdo e non con rebato, e allí non ay al sinon
ponerlo todo en la nierped de.Dios e y r quebrar con ellos muy sin miedo e que dure
tanto el alcance fasta que Dios faga su voluntad en los unos e en los otros, e si Dios
da el vencimiento a los xpianos deveng-elo g-rades^er e tener verdaderamente que el
lo fizo e non ellos: et si por pecados ocasión o desventura les acaes^c, deven tener
que lo consintió Dios por sus malos merescimientos, e deven fazer emienda del yerro
en que cayeron e pedir merced a Dios que los perdone e que se duela de la su l e y , e
que los non desampare nin muestre su justicia contra ellos, e non deven desmayar
mas esforcarse e guisar que lo ante que pudieren que se veng-uen e tomen emienda
del mal que recibieron.
E l L X X V I I I capitulo fabla en commo Julio dixo al infante que quando los xpianos
van en pos los moros si los moros non llevan presa, que deven los xpianos travajar
de y r en pos ellos.
Et si non levaren presa non deven trabajar mucho de y r en pos ellos, porque ellos
andan muy ligeros e son muy graves de alcancar e pierdense muchos cavallos yendo
en pos ellos, e aun a vezes muchos ommes, salvo si entienden que se pueden baratar
con ellos e que el fecho está en tal manera que con la ayuda de Dios los pueden des-
baratar. Otro sí quando los xpianos entraren en tierra de moros, la entrada que fizie-
ren a de ser por una de quatro maneras, quando en cavalgada por tomar algo commo
a l m o g á v a r e s , o entraren manifiestamente por talar e quebrantar la tierra o entrar por
cercar algund lugar o entraren buscar l i d . Si entraren en cavalgada, deven guisar
quanto pudieren porque ayan lengua cierta que gente ha en la tierra e en que manera
está el lugar que quieren convatir o la cavalgada que cuidan sacar; et de que esto so-
pieren, entrar lo mas encubiertamente que pudieren mas apriesa fasta el lugar que
quieren quebrantar o que aya que partir sus algaras ; et deven ser tantas las algaras
segund fueren la gente e la tierra que quisieren correr: el cabdiello de la cavalgada de-
velos esperar en lugar (jicrto do reciban a el e asmarlo en guisa que puedan ser las
algaras recogidas e todos ayuntados ante que los de la tierra puedan venyr a ellos.
Et si ovieren de quebrantar algund lugar devenlo cometer al alba del d i a , e deven
fincar fuera gente para ayudar e defender a los que entraren el lugar si mester les
fuere, e tan bien los unos commo los otros desque fueren ayuntados e la cavalgada
recogida deven dar quien lieve la cavalgada, e do entendieren que les puede venir
mayor peligro deven y r y la mas e la mayor gente, e s e ñ a l a d a m e n t e los ballesteros c
los peones, que es cosa de que se rebelan mucho los moros, e asi deven y r acabde-
llados e guardando bien su presa deven andar lo mas que pudieren fasta que sean en
salvo; pero si les recudiere gente al camino, entonce a v r á n a fazer segund los moros
vieren, segund el pleyto fuere, asi commo Dios ge lo quisiere enderes^ar; ca non ha
en el mundo omme que pudiese dezir nin poner por escripto quantas cosas acaescen,
nin en quantas maneras le deve omme parar a ello ; mas poniéndolo en la su merced
devenlo fazer con la mayor cordura et el mayor esfuerQO que pudieren : c si entraren
descubiertamente por talar o quebrantar la tierra, desque fueren en la tierra del r e -
<?elo deven y r muy bien acabdcllados, puniendo muy buenos cadiellos e muy buen r e -
cabdo en la delantera e en la Qaga e en las coslannas. Et el señor o el cabdiello de
52,5 CRONICA DE DON F E R N A N D O E L IV.
loda la huoslc dcve y r en una de las coslannas e levar consig-o muy buena gen le que
pueda acorrer el mismo o enviar genle do fuero mcsler: et deven g-uisar lo mas que
pudieren que se vean los unos a los otros, o a lo menos que vayan la delantera a la
costanna a la (jag-a. Et cada una de estas azes deven levar consigo apartados de las
azemiias los peones e los balcsteros que oviere en su companna, e las azemilas o todo
el rastro de ve y r en medio, porque vayan guardados de la delantera e de las costan-
nas e de la (?aga; e asi deven y r por el camino fasta que lleguen a la tierra que quie-
ren quebrantar o talar. Et en la pasada e en la guarda de la hueste devenlo fazer com-
mo ya de suso es dicho: et quando fueren a talar deven dexar recabdo en la hueste
e dar quien guarde los taladores. Et la hueste que en esta manera fincare en ninguna
guisa non deve andar de noche, et devense guardar quanto pudieren de puertos e de
estrechuras porque non puede y r la gente acabdellada; pero quando non se pudiere
escusar, en ninguna guisa deven y r e poner tal recabdo en la hueste commo de suso
es dicho. Et si entraren por Qercar algund lugar, por el camino deben y r acabdellados
commo es dicho de suso, e de que el lugar cercaren tan bien al conbatir commo en los
e n g e ñ o s , commo en la guarda de la hueste, commo en todas las otras cosas que son
mester, todo lo deven fazer commo de suso es dicho. Pero la cosa mas cierta que el
señor o el cabdiello de la hueste deve catar quando el logar cercare, es que guise quel
non mengue vianda nin aver, que por qualquier destas cosas quel menguase se avria
de partir de la t i e r r a , si muy grave maravilla non fuese, con menos pro e menos onra
de quantol seria mester. Et si entraren por buscar l i d , deven y r por el camino muy
bien acabdellados e a pequennas jornadas, e devense guardar e non vayan por tierra
seca; ca si lo fiziesen e lo fallasen los moros luenne del agua podrien ser todos muy
ligeramente perdidos e desbaratados, ca desque grand gente de moros llegase a la
hueste de los xpianos, non podría la hueste de los xpianos andar, e si fuese el agua
lexos o morrian todos de sed o a v r i a n a descabdellarse para y r al agua. Et si una ve-
gada fuesen descabdellados non ha cosa que los pudiese guardar de ser desvaratados
e muertos: ca bien cred por cierto que commo de suso es dicho que si los xpianos
una vez se descabdiellan se desvaratan que non ha cosa que los pueda guardar de
ser mal andantes. .
El L X X X menos uno capítulo fabla en commo Julio dixo el infante que como los
xpianos deven y r acabdellados en pos los moros fasta el lugar do cuydan con ellos
allegar.
Et desque fueren asi por el camino guardando estas cosas fasta el lugar do cuydan
fallar los moros con que han de lidiar, et desque y llegaren deve posar la hueste muy
cuerdamente e muy bien guardada, commo y a desuso es dicho, et deben fincar y
un dia o dos o mas segund entendieren que les pueden avastar las talegas que traen
y , cierto es que s a l d r á n a ellos, o lodos o una partida. E l si vieren los xpianos
que en quanto tienen su hueste pasada que vienen los moros a ellos con los peo-
n e s , deven ser ciertos que quieren lidiar con ellos manilieslamente, e entonce deven
dexar la hueste pasada c salir todos los cavalleros e peones e poner las azes segund
fuere la gente e non so arredrar mucho de la hueste: el de que llegaren los unos a
los otros, acomendarse a Dios e fcrirlos lo mas bravamente que pudieren. Et cierto es
ILUSTIUCIOINES. 527
que los moros v o l v e r á n una vez las espaldas, e dende adelante faga Dios la su mer-
ced que non ha omme que de allí adelante pudiese poner consejo sinon Dios. Et si
vinieren sin peones, cierto es que non quieren lidiar sinon con maestria e con e n -
g a ñ o , mereciendo los xpianos a peoria. Et entonce deven estar quedos en su hueste;
pero devense armar e estar apenjebidos: et si se viere que tanto lleguen a la hueste
que se puedan enbaratar con ellos, deven dexar la hueste posada e sallir a ellos e
fazer como es dicho. Pero sobre todas las cosas del mundo deven guardar que non
fagan aguijadas de pocas gentes sinon quando fueren todos en uno, ca una de las cosas
del mundo que los xpianos son mas e n g a ñ a d o s e porque pueden ser desbaratados
mas ayna, essi se quieren andar al juego de los moros e faciendo espolonadas a t o r n a -
fuy. Ca bien creed que en aquel juego m a t a r í a n c d e s b a r a t a r í a n cient cavalleros de
moros a trescientos de xpianos: et ya muchas vezes muchas gentes e huestes de
xpianos fueron desbaratados con estos e n g a ñ o s e m a e s t r í a s de los moros. Et si v i e -
ren que aquellos dias que tienen la hueste posada, non vienen a ellos en guisa que se
puedan enbaratar con ellos en uno, de que ovieren y estado algunos dias commo es
dicho, deven mover su hueste m u y asosegadamente e sin rebato e venirse para su
tierra a m u y p e q u e ñ a s jornadas e por la tierra que mas daño pudieren fazer a los
moros e benir muy bien acabdillados como yban a la entrada. Et si a ellos r e c u d i e -
ren los moros al camino, deven fazer commo de suso es dicho. Et señor infante, s e -
gún y a vos dixe, creo que commo quiera que es bien de se dezir que todo esto a de
fincar en la voluntad de Dios e en el entendimiento e en el esfuerco de los que lo an
de fazer, et agora vos he dicho todo lo que yo entiendo que se puede fazer en las
guerras también d é l o s xpianos como de los moros; et porque los emparadores p u e -
den todo esto fazer mejor que otros ommes, tengo que non avedes porque dubdar
en los sus estados. Julio, dixo el infante, tantas razones e tan buenas me avedes d i -
cho porque devo perder esta dubda, et pues la he perdido, ruego vos que me r e s -
pondades a las otras cosas e g r a d e s c e r é mucho a Dios si asi me las fazedes perder
commo esto. Señor infante, dixo Julio; pues esta dubda avedes perdida, quanto la
otra que tomados que en qual manera s a b r á sallir el emparador de la guerra que co-
mencare guardando su honra e su p r ó . Señor infante, a esto vos digo que la manera
que yo cuydo porque el empararador o otro omme qualquiera que guerra aya, se
pueda fallar mejor della; es lo primero que la comience con derecho e non lo p u -
diendo nin de viendo escusar e pesandol mucho de coraron porque se non puede es -
cusar de recebir grandes d a ñ o s e feridas muchas que son sin culpa, ca Dios que es
derechero le a y u d a r á en quanto oviere la guerra. Et pues sabe que lo faze con de-
recho e entiende que mucho siente de lo fazer e non lo pudiendo escusar, el le
guisará que salga ende con onra e con p r ó . Otro si en pos esto la cosa que mas le
cumplirá para salir bien della es que faga la guerra muy bien cuerdamente, e con
grand esfuerzo e con m u y grand crueca ademas, ca la guerra muy fuerte e m u y
caliente aquella se acaba ayna o por muerte por paz; mas la otra guerra nin trae
paz, nin da onra el que la faze nin da a entender que ha en el vondat nin esfuerzo asi
commo cumplía. Otro sí que haya grand entendimiento e grand s a b i d u r í a para p l e y -
lear bien, e saber en el avenencia qual es mas su onra e su p r ó , e fazerlo segund de
suso es dicho; e luego que Dios á t a l lugar ge lo troxiere tomar la paz c el a v é n e n -
l a muy de grado. Et señor infante, aun parescc que también el emparador comino
S28 CnONlCA D E DON FERNANDO EL IV.
otro ommc cualquier que guerra a y a , sabiendo fazer estas cosas, sabrá salir de la
guerra guardando su onra- Et porque lodo esto pueden saber e fazer los emparadores
tengo que sin dubda devedes tener por buenos los sus estados. Sin dubda, Julio, dixo
el infante, también en las otras cosas commo en esta tengo que me avedes dicho muy
grand v e r d a l : et por ende con razón he perdido todas las dubdas de las cosas que
me avedes respondido. S e ñ o r infante, dixo Julio, muy grand plazer he porque tam-
bién entendedes todo lo que omine vos dize e vos acogedes también a razón et
pues, esto vos tenedes por pagado, quanto a la dubda que tomados en commo
los emparadores deven partir su aver por la merced de Dios que yo vos la faré
perder.
S e ñ o r infante, para partir el emparador bien su aver deve catar muchas cosas, la
primera cosa que cate, qual es la persona a que lo ha de dar, e de que linage es e que
bondades ha en si e que merescimientos e que servicios ha fecho, e qualcs los puede
fazer de alli adelante, e que exemplo lomarán las gentes del galardón quel diere/Otro
sí deve saber io que da el tiempo e la razón porque lo da. Otro sí debe saber que aver
es heredades fuertes o llanas, e que aver es rentas e oficios, e cavallos, e armas, e
ganados, e j o y a s , e dinero, e toda esta manera deve aver, deve partir el emparador
con las gentes parando mientes en las cosas segund de suso es dicho. Otro sí le cum-
ple mucho que lo que diere que lo de de buen talante , e si lo diere ante que ge lo p i -
dan granada e francamente, será por ello m u y mas presciado e también el mismo
commo lo que diere. Et deve guisar que de mucho e de buen talante; pero en tal ma-
nera que siempre saque de lo que diere pro e buena fama, e que de en guisa que siem-
pre aya que dar. E l la primera cosa que deve fazer en partir sus averes partirlo muy
bien con Dios que ge lo dió todo e que ge lo a de mantener quanto tiempo e en qual
manera la su merced fuere. E l la manera que deve partir con Dios es faciendo mucho
bien en las eglesias e en los moneslerios que son fechos e en faziendolo de nuevo; el
faciendo mucho bien a los pobres e todas las otras obras de misericordia, e todo esto
faciéndolo por amor de Dios e sin ninguna vana gloria, nin por loor, nin alavanca del
mundo. Et bien cred, señor infante, que los emparadores pueden fazer lodo esto, e fa-
ziendolo tengo que non avedes porque dubdar en los sus estados. Por esta razón Julio,
dixo el infante, muy pagado so e m u y sin dubda finco desla razón. E l pues esto bien
está respondelme a las otras cosas. Señor infante, dixo Julio, pues tenedes que esto
e s t á bien, faré quanto pudiere por vos sacar dubda que avedes en commo los empara-
dores pueden acrcscenlar su tierra e sus rentas e con derecho. Señor infante, ya vos
dixe muchas cosas que don Johan, aquel mió amigo, me avia dicho e entre los otros
departimienlos con e l , una vegada dixome que sopiesc que un emporio o regno avia
que era viejo , otro que era mancebo, e otro que era moQO. E l commo quierqueyolo
crié e lo mas que sabe y o ge lo m o s t r é , bien vos digo que quando esto me dixo que
finqué ende muy maravillado e en ninguna manera non lo puede entender, et desque
vi que non pedia saber esta r a z ó n , afinquelmucho e roguel e aun mande! que me de-
clarase que quería esto dezir, et el dixome que el emporio o regno viejo es el que el
IMJSTIlAr-IONKS. (¡29
su cmparador o rey dospoiide mus dequanlo a de renta , que asi commo el viejo vnu
enflaqueciendo en el todas las virtudes e la calentura c la humidat n a t u r a l , e por ende
mcn8"Lia e enflaquece de cada d i a , bien asi el emperio o regno en que el emparador
o rey despiende mas de quanto ay y de renta cada dia, s e r á mas pobre e mas m e n -
guado. Otro si el emperio o regno en que se despiende todo quanto y ha de renta es
commo el mancebo que pues ha tanta calentura e tanta humidat q lian ta ha mester, por
ende non mengua mas nin puede crescer, pues non ha mas calentura ni mas humidat
natural de quanto ha mester, bien asi el e m p e ñ o c reg-no que el su emparador o r e y des-
piende toda la renta que y es non meng-ua, mas non puede crescer, pues non ay en
que se faga aprovechamiento; mas el emperio o regno que es m090 es aquel en
que el emparador o rey a mas de renda de quanto se despiende, ca con lo que ñ u c a
puede conbrar e labrar e acrescentar sus rentas con derecho, e íazer toda su vida
con grand provisión tan bien en las viandas que ha mester para su despensa, commo
en las cosas que oviere a dar, commo en todas las cosas que oviere de comprar para
su vestir d e l e su c o m p a ñ a , e las otras cosas quel convienen para onra e apostamiento
de su casa e de su estado, et para esto que se faga, ayuda mucho que los oficiales de
su casa elos querecabdaren sus rentas que sean buenos e leales, ca si lo fueren ellos
guisaran que todo lo que el señor oviere sea bien aprovechado. Et una de las cosas que
el señor puede fazer porque los sus oficiales o los que recabdaren sus rentas lo fagan
bien e sean guardados de cobdicia, es que non acomienden a un omme muchos oficios
nin recabdamiento de dineros de muchas partes. Et desque unos dineros o unas r e n -
tas oviere recabdado que non ponga en su poder nin recabde otros fasta que aya dado
quenta de aquellos que ante r e c a b d ó . E t si quier guardarse a que non caya en yerro,
segund dize un exemplo, que dize que la quenta vieja baraja nueva. Et el oficial o el
que recabdare las rentas que fallare bueno e leal, e que aprovecha e acrescienta las
rentas del s e ñ o r , quel faga mucho bien e que sepan todos que por aquel bien que faze
le da el señor buen g a l a r d ó n , e al que fallare que es rebol toso e cobdicioso, e que non
ha saber ^ e aprovechar lo del s e ñ o r , e non se duele que el señor pierda mayor cosa
por lo que el lieva o f u r t a , al tal commo este que lo castigue sin duelo e lo pene, s e -
gund su merescimiento, et si por castigo quel faga dos o tres vezes o mas non se c a s -
tigare ende adelante, nol ponga que recabde por el ninguna cosa, ca en ninguna g u i -
sa nunca se p a r t i r á de aquella mala m a ñ a . Et el señor e los que lo suyo recabdaren
deven guisar que el señor aya sus cilleros de pan c de vino. Et si el pan o el vino v i -
niese de su renta que lo mande muy bien guardar en aquellos lugares do entendiere
que faze mayores moradas. Et si non lo oviere de suyo que lo compre quando se coge
el pan e el v i n o , e commo lo pudiere aver de mejor mercado. Et eso mismo de los
ganados si los non oviere de suyo. Et eso mismo de los p a ñ o s e de todas las cosas
que oviere de comprar, et aun pueden guisar que con sus dineros ganen e se a p r o v e -
chen los mercaderes e menestrales de la tierra. Et el señor que aya ende pro e s e r -
vicio sin pecado e lodo esto puede fazer con lo que oviere de renta d e m á s de lo que
despiende; ca desque el señor ha mas de lo que ha mester con aquello quel sobra, si
de buen recabdo fuere a c r e s c e n t a r á c a m u c h i g u a r á su tierra e sus rentas con derecho
e sin pecado, ca el omme rico en todas las cosas puede fazer buena barata: et el
pobre una de las cosas quel faze ser mas pobre, e-, que en todas las cosas ha de fazer
mala varata, ca pues de suyo non lo ha nin puede aver las cosas con tiempo nin en la
07
u^ CHÓNICA IW. DON F E R N A N D O EL IV.
El LXXXÍ capítulo fabla de commo Julio dixo al infante que cosas a de fazer el
señor para ser amado e rebelado de los suyos, que fa^er bien por bien e mal por
mal.
S e ñ o r infante, para seer el señor amado e recelado de los suyos conviene que faga
bien por bien e mal por m a l : et commo quier que en esto se encierra todo, pero por-
que son palabras breves por aventura son ya quanto escuras. Et por esta razón de-
clarar vos las he yo ya quanto, s e ñ o r infante, una de las cosas porque el señor puede
seer amado es que sea de buen talante e de buen acoger e de buena respuesta a los
suyos, e que les de muy breve companna tomando con ellos a t a m a ñ o afazimiento
que non se le tornase a menosprescio. Otro sí quel plega de estar con las gentes en
los tiempos que lo deva fazer, e non ser apartadizo nin se estar inn aun a fazimiento
con malas c o m p a ñ a s nin con ommes viles. Otro si lo que les ovier a dar que entiendan
quel plaze de lo dar, e que ge lo da de buen talante e que los ama e los prescia mas
que a otras gentes, e que fallan en el que Ies dize verdal lo mas que puede, ca cierto
sed que el Señor que mucho a de fazer e complir que a las vezes forzadamente ha de
dezir algunas vezes mas de lo que puede fazer, et por esto vos digo que lo deve guar-
dar lo mas que pudiere. E t entre todas las cosas porque el Señor mucho puede seer
amado de los suyos, una de las mas s e ñ a l a d a s e mejores es que sepan los suyos que
si ovieren contienda con alguno otro, que los ayudara e los defendiera e non se doldrá
de aventurar el cuerpo porque ellos sean defendidos e onrados. e fincaran bien e con
onra de los fechos que comencaren por lo que el S e ñ o r fará por ellos; pero deve guardar
que non tomen esfuerce nin atrevimiento en el para fazer ningund mal fecho feo nin
desaguisado. Et s e ñ a l a d a m e n t e que tanxiese en nada contra su vondat. Otro si para
ser rebelado deve e s t r a ñ a r e escarmentar mucho en su casa las peleas, et la manera
en commo las deve escarmentar es que sepan todos que quando el llegare a la pelea,
que t a m b i é n m a t a r á por sus manos a los que fueron sin culpa commo a los culpados
que fallare en la pelea. Pero el S e ñ o r deve parar mientes que mate o fiera a los quel
pares^iere que andan mas acuciosos en la pelea, e a los otros develos mal traer e
m o s t r á r s e l e s muy bravo c muy s a ñ u d o e dando a entender que a todos los quiere ma-
tar. E l desque la pelea fuere partida, deve saver por cuya culpa se levantó.
E l L X X X I 1 capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que le dixiera don Johan
aquel su amigo, que en la su casa si falla va alguno aquel por cuya culpa se volvía la
pelea que firia alguno, quel mandava luego cortar la mano.
E l digo vos que me dixo don Johan, aquel mió amigo, que si aquel por cuya culpa
ILUSTRACIONKS. 5J1
se levantó la pelea fallava que firiera alg-uno, quel fizie luego corlar la mano, e sil ma-
lava quel mclrla luego el vivo so el muerto, e que en esta manera dicha partia el siem-
pre las peleas. Otro si deve fazer grand escarmiento en los que tomaren o robaren o fi-
zieren algund mal yendo en su c o m p a ñ a en la tierra con que non oviere guerra. Et aun
quando guerra oviere deve guardar las eglesias e los monesterios e fazer grand escar-
miento en qualquier que lo quebrantase o non lo guardase commo deue. Olro sí quando
estudiere con sus gentes non les deve dar suelta tan grand que se atrevan a so dezir
antel unos a otros ningunas palabras de baldón nin cosa porque pueda venir a pelea,
nin aun a fablar a tan grandes vozes nin fazer tan grand roydo que parezca que están
mas con burladores que ante su S e ñ o r , que commo quier que todas quantas cosas
para esto son mester non se escrevir, todas las mas an de fincar en el entendimiento
del S e ñ o r ; pero tengo que el S e ñ o r que estas dichas cosas guardare e fiziere commo
deve que con razón s e r á amado e recelado de los suyos. E t , señor infante, todas estas
cosas pueden fazer e complir los emparadores mejor que otros ommes, et por ende
de vedes seer sin dubda e non devedes repebir el estado de los emparadores. Cierta-
mente, Julio, dixo el infante, también me avedes dello acordado que so ende m u y sin
dubda. S e ñ o r infante, dixo Julio, pues desto la dubda perdiestes , agora vos respon-
d r é con la merced de Dios en guisa que perdades la dubda en commo los emparadores
deven tomar los plazeres en guisa que lo fagan commo deven e que non pueda nin-
guno de^ir con verdal que lo fazen sin razón. Señor infante, vos sabedes que ningund
omme non puede escusar en este mundo de lomar en los plazeres. Son de dos guisas:
los unos que an a tomar por fuerza naturalmente, e los otros son por acaescimiento.
Los que omme a de tomar naturalmente son asi commo en comer, e en bever, e en
dormir, e en b a ñ o s , e en cosas que pertenescen para vazimiento e fenchimicnto del
cuerpo : todas estas cosas porque son naturales non se pueden escusar, que natural-
mente toman los ommes plazeres en ellas; pero para que lo lome commo deve, con-
viene que también el comer commo las otras cosas todas que las faga omme en los
tiempos e en la manera en que perlenesce, según ya de suso es dicho en algunos l u -
gares , c que lome dellos lo que cumple para mantenimiento del cuerpo e non para to-
mar plazer nin deleyte sin razón e con pecado. Olro si los plazeres que los ommes t o -
man e vienen por acaescimiento son asi commo en oyr eslrumenlos e cantares, e ca-
Qar con aves e con canes, e cavalgar, e trebejar, e beslir, e labrar, e otras cosas que
serian muy luengas descrevir, pero todas se entienden por estas. Et esos plazeres e al-
gunos dellos a que non ha en ellos otro bien sinon solamente el plazer, otros en que
ha plazer e mucho b i e n , el otros que hay a las vegadas plazer e a las vegadas enojo
e algunos bienes. E l plazer del cantar e de los estrumentes non ay en el otro bien sition
el plazer solamente, que es una cosa que perlenesce e cae bien en las cosas de los
s e ñ o r e s : et pues a el non presta, deven dello usar en guisa que non enpesca a las a l -
mas nin a los cuerpos nin a las faziendas. La catja con aves e con canes ha en ellas
muchos enojos quando non se falla la ca^a commo omme quiere. Et desque falla
que se pierde e se non caQa commo deve o quando los tiempos non son tales c o m -
mo deven e commo quieren los caladores o quando se pierden las aves o los canes.
Otro si hay m u y grand plazer quando todas estas cosas se fa(?en a plazer c a voluntad
d é l o s caladores, e faziendo caija commo deve c non dexando nin perdiendo por ella
ninguno de los otros fechos que omme a de fazer, es la eapa buena e aprovechosa a
;,32 CROMCA DE DON FKRNANDO KL IV.
muchas cosas, c cu el tiempo que non ha de íazer omme oíros fechos mayores e mas
aprovechosos non ha ninguno tan buen puesto comino en cacado aves o de canes. Et
digo vos que me dixo don Johan, aquel mió amigo, que es muy grand calador; pero
que siempre caca cornmo yo vos digo que entre muchos bienes que el falla en la caca
que ha en ello estos : lo primero que faze al omme usar a sofrir mas mayores traba-
jos e quel faze ser mas sano c comer mejor e saber mejor la tierra e los vados e los
pasos, ser mas costoso c mas franco. E l aun dizen que el grand señor que quiere ser
cacador, que conviene que cace el tal manera, e traya tantas c tales aves e canes con
que pueda cacar todas las maneras que fallare de caza, ca tienen que esto cornmo una
manera de mengua o desonra, si el grand señor que fuere cacadoc, por o quier que
vaya e fallare caca a que non pueda dar recabdo para cacar. O t r o s í en el labrar hay
plazer e ay mucho bien , ca las lavores , quier que sean monesterios o eglesias e ca-
sas para servicio de Dios, quier fortalezas e casas de moradas o lavores para aver o
a c r é s c e n t a r las rentas, en toda ay muchos plazeres , ca toma omme plazer en cuydar
en la lavor e en ayuntando lo que es mester para ella. Et en labrándolo c en veyendo
commo labran e aun preguntando quando omme non está y a los que de allá bienen
por lo que han labrado de que se p a r t i ó el ende. E desque es la labor acabada, cada
que lo veye o e s t á en ella, e otros muchos plazeres que a y , que vos non p o d r í a d e -
Qir tantas e tan buenas son. Otro sí hay muchos bienes: primero el servicio de Dios,
lo al quantos se mantienen mientre se faze la labor e commo se aprovecha della el que
la faze. Pero en todas -las labores deve guardar el que las faze que las faga non fa-
ziendo tuerto nin pecado nin tomando nada de lo ageno, nin haya entencion de fazer
tuerto nin daño a ninguno por aquella lavor. Et faziendose asi son grandes e buenos
los plazeres de las labores. E t otro sí son muy buenas e aproveehosas. Et, señor in-
fante, tengo que t o m á n d o s e los plazeres en esta manera, que non erraran en ello el
que los oviere de tomar e que los t o m a r á commo deve. E l pues en todos los plazeres
pueden todas estas cosas guardar m u y bien los emparadores, a mió parescer sin ra-
zón faredes si de esto non perdieredes la dubda. En verdad vos digo, Julio, dixo el i n -
fante, que desta dubda del mundo non me finca. S e ñ o r infante, dixo Julio, pues Dios
k m t a merced me fizo que de todas las respuestas que vos di sodes pagado e sodes
partido de todas las cosas en que dubdavades que los emparadores podían errar tan
bien en sus exlecciones commo en la confirmación , commo d e s p u é s en las sus obras,
tengo que pues Dios en estado vos puso e este es el mayor c mas onrado, que este
devedes guardar.
E l LXXX1IT capítulo labia de commo el infante dixo a Julio que siempre toviera
que los emparadores se podian muy bien salvar faciendo lo que manda la sánela eglesia.
Jubo, dixo el infante: siempre yo tove que los emparadores se podian muy bien
salvar. Et bien sabedes vos que al comienco quando fablamos entre mi c vos sobre
estas razones, vos d i x i que bien tenia que los enparadores salvarse podian; el aun
agora tengo e creo sin dubda que lodos los xpianos en qualquier estado que sean se
pueden salvar guardando la ley que han de gracia, faziendo lo que manda la sánela
eglesia, pues si lodos los xpianos que se pueden salvar en qualquier estado que sean,
m u y grant corla razón seria si los emparadores, que son ios mas onrados señores del
ILUSTHAG10INES. 533
nuindo e los puso Dios en los mas altos estados, non se pudiesen salvar. Mas las dub-
das que tomava en los sus estados era porque me semejava muy grave cosa de sus
estados complidamente e salvar las almas. Et commo quier que estas dubdas me ave-
des vos fecho perder m u y con r a z ó n , con todo eso non me avedes respondido en to-
do a la pregunta que vos y o í i z , ca bien savedes vos que la pregunta fue que en
qual estado p o d r á omine mejor salvar el alma. Et por ende conviene que si vos c o m -
plidamente me queredes responder, que me mostredes todos los estados en que
los ommes b i v e n , e que departamos e descodrinemos quanto p u d i é r e m o s en que
puede omme merescer o pecar en cada estado, porque pueda escoger en qual dellos
puedo mejor salvar el alma. Señor infante, dixo Julio, esta razón que me vos agora
dezides, me semeja muy e s t r a ñ a por dos razones: lo primero porque tantos son los
estados que los ommes biven en este mundo, que tengo que me serie m u y grave so-
lamente en poderlos todos nombrar, quanto mas en dezir vos quales son en quantas
cosas puede omme merescer o pecar en cada uno dellos. E t la otra es porque me
paresce que si vos fallaredes otro estado en que pudiesedes mejor salvar el a l m a , que
lo tomariedes o dexariedes este en que vos Dios puso, que es el mas alto e mas o n r a -
do que todos los otros. Et por ende, si lo vos por bien tovieredes, tengo que pues Dios
vos puso en este estado, e avedes perdido del todas las dubdas e entendedes que vos
podedes m u y bien salvar en e l , que vos non faze mengua de buscar otro estado que
ayades de abaxar de vuestra onra, nin metades en sospecha a la gente que lo fazedes
con falescimiento de corazón o con otra alguna mengua que en vos ha. Julio, dixo el
infante, quanto por estas dos razones con razón tengo que vos non escusades la prime-
ra que vos dezides, que vos serie muy grave de me fablar e me contar todos los esta-
dos de los ommes, quanto mas en dezir quantas maneras ha para poder omme meres-
cer o pecar en ellos e la razón porque lo non podedes escusar es porque se yo que
tantas sciencias e tanta sabidoria avedes vos e tan buen entendimiento natural vos dio
Dios que so cierto que a esto e aun a mas sabredes vos dar recabdo cierto, e la otra
que decides que si yo otro estado fallase en que pudiese mejor salvar el alma que este
de los emparadores, que lo faria e que tenedes que lo non devo fazer, a esto vos r e s -
pondo que m i voluntad es de mantener este estado en que me Dios puso si entendiere
que me puedo salvar mejor en el que en otro en que me pueda mejor salvar, bien en-
tendedes vos que seria de muy mal entendimiento si lo non tomase, ca vos sabedes
que este mundo e todas las onras e los plazeres e poderíos e bien andanzas que en el
ha, todas son fallescederas e duran m u y poco. Et d e m á s non sabe omme quando nin
en que manera lo ha todo a dexar, e aun non ha plazer que non torne a pesar, nin
otro bien de que omme sea seguro, pues es cierto que el otro mundo do avemos de y r
durará sin fin e los plazeres e bien andanzas que en el ha es de muy mal seso que
cuyda que se pueden comparar los deste mundo con los de aquel, ca los vienes deste
mundo son commo la sombra de algún cuerpo, e non es cosa firme nin cierta. Et los
del otro mundo son cuerpo verdadero de que salo la sombra ca en el otro mundo los
bienaventurados que lo mesQieren verán a Dios e e s t a r á n con e l , e aquel es el c u e r -
po verdadero de ihu xpo de que salen todos los bienes. Et aun aquellos pocos bienes
que a c á sentimos que son commo sombra, todos salen del. Et asi bien entendedes vos
que lodo omme que buen entendimiento aya, non tan solamente devia dexar qualquier
oura o qualquier estado que mantoviese por otro estado de que fuese cierto do mejor
CRÓMICA U E DON F E R N A N D O E L IV.
salvar el alma, mas ante digo que devia plazerle muy de corazón en tomar qualquier
muerte por lleg-ar aquella buena audanQa que Dios tiene aparejada para los que fueren
con e l : et aun tengo que qualquier buen xpiano e bien fiel e de derechamente e dere-
cha fe que fuese Qierto que moriendo oy que y b a derechamente a parayso que non
devia querer nin q u e r r í a alongarse la muerte para eras. Et asi non tomedes dubda
que el estado que yo entendiere en que puedo mojor salvar el alma que aquel non to-
m e : por ende vos ruego que me fabledes en todos uno a uno e me dedes a entenderlo
mas que pudieredes en quales cosas puede omme mes^er o pecar en cada uno dellos.
E l L X X X I I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que tan con razón lo voya
fablar en todas las cosas, e tan firme lo veya en lo que una vez o r i a , que sil non dixie-
se loque e n t e n d í a , que non seria si non alongar tiempo.
Señor infante, dixo Julio, tan con razón vos quiero fablar en todas las cosas e tan
firme sedes en lo que vos decides, que me paresQe que si mas vos quisiese contrallar
por palabra o por otras razones, que non a p r o v e c h a r í a a otra cosa sinon a perder e
alongar el tiempo. Et asi pues lo queredes, fablar vos he en todos los estados quatito
alcancare el mió entendimiento lo mas complidamenle que pudiere. Et pues vos fablé
fasta agora en el estado de los emparadores, que es el mas onrado estado e mayor
que puede ser en los legos, comencar vos he luego a fablar en el estado de los reys,
que es el mayor que puede ser en pos el estado de los emparadores. Julio, dixo el in-
fante, plazeme mucho desto que decides, et ruego vos que lo fagades asi que me fa-
bledes lo mas complidamente que pudieredes en el estado de los reys. Señor infante,
dixo Julio, entre el estado de los emparadores e de los reys, non ay otro departimien-
to sino que los emparadores son por eslec^ion e d e s p u é s an de ser confirmados sc-
gund ya de suso vos dixe. Et d e s p u é s que son emparadores e pueden usar derecha-
mente del emperio que ha mayor onra e mayor poder que omme del mundo ha por el
papa, et aun todas las gentes le son tonudos de los servir e de los obedesger a ellos
e complir los sus mandamientos e guardar las sus leys. Et commo quier que algunos
reys tienen que por algunas razones non son tonudos a esto. Et asi, señor infante,
pues vos he dicho todo el estado de los emparadores en el estado de los reys e de los
emparadores non ay otro departimienlo, sinon esto que de suso es dicho, tengo que
do vos declaro el estado de los emparadores que finco declarado el estado de los
r e y s , pues todo esto es uno. Julio, dixo el infante, verdaderamente tengo que es asi
commo vos dezides, et de aqui adelante fabladme en los otros estados. Señor infante,
dixo Julio, en pos el estado de los reys, el mas alto e mas onrado de todos es el in-
fante heredero e a este non ha mengua otra cosa sinon que non ha tantos días commo
su padre, nin se llama r e y , et deve ser ovediente al rey su padre e de razón non pue-
de el nin deve desfaper nin emendar lo que el rey su padre fizlere; mas el rey su pa-
dre puede entender el infante que en alguna cosa non acertare en lo mejor, mas todos sus
fechos e todas sus maneras deven ser tales commo las del rey, e asi en respondien-
do voS en el estado de los r e y s , vos he respondido al estado de los infantes herederos.
Jubo, dixo el infante, pues en esto dezides verdal e me respondedes complidamente,
fabiatme de aqui adelante en los otros estados. Señor infante, dixo Julio, en pos el
infante heredero, el mas onrado estado es el de los otros infantes sus hermanos, e
ILUSTRAGIONKS. m
commo quicr que el estado sea mucho ourado, sabel que es muy grave do mantener-
se en el commo deve a onra del su cuerpo e de su estado e salvamiento del alma ca
ellos son fijos de reys e deven mantener sus estados a la manera e al ordenamiento de
los reys e todos los de la tierra los tienen por s e ñ o r e s naturales. E t commo el su
estado es mas alto e mas onrado que todos los otros, si non lo mantienen commo
deven es les muy grand verg-ueuca e grant mengua, e ellos non han ninguna cosa de
suyo, sinon que les da su padre o su hermano, e porque han a mantener mucho e
muy altos e m u y honrados estados e non han con que lo complir: son en muy grant
aventura de poder guardar lo que deven a Dios e al mundo. E t si con gran vondat
e con grant entendimiento e grant esfuerzo e con ayuda e con la merced de Dios non
mantienen su estado e su onra, son en grant peligro de las almas e de los cuerpos.
Ca a ellos mengua el poder e el aver de los reys. E t señor infante, asi vos he respon-
dido a lo d é l o s infantes que non son herederos. Julio, dixo el infante, bien vos digo
que entiendo que non decides muy grand verdal e aun vos digo que so muy espanta-
do del estado de los infantes que non son herederos. E t por ende vos ruego que me fa-
bledes de los otros estados.
L X X X V capitulo fabla en commo Julio dixo al infante que en pos los infantes los mas
onrados ommes e de mayor estado son su fijos legitimes.
S e ñ o r infante, dixo Julio, en pos los infantes los mas onrados ommes e de mayor
estado son sus fijos legitimes e aun para que sean ellos onrados, cumple mucho que
sean sus madres de linage de reys o de m u y alta sangre; e señor infante commo
quicr que este estado es m u y onrado, cred por cierto que es muy mas peligroso que
el de los infantes: et la r a z ó n porque lo es, y o vos la diré adelante; pero dezir vos he
loque me dixo don Johau, aquel m i amigo, ques fijo del infantedon Manuel, segundyo
de suso vos dixo, acaesció que un dia estavamos departiendo amos en uno dixome que
avia un arcobispo en Santiago quel dixiera don Roy Padrón que era mucho su amigo,
e acaesció una vez que por contienda que oviera entre el rey don Ferrando e el i n -
fante don Johan su tio, que don Johan que vino en ayuda del infante don Johan que
era su primo e se amaban mas que ommeg en el mundo: et acaesció que para se ave-
nir que vino el r e y a Falencia e don Johan a Dueñas e para fablar en el a v é n e n l a
fincó el r e y en Falencia et el infante don Johan en Dueñas e la d u e ñ a doña Maria,
madre del rey don Ferrando vino a sancta Maria de Villamoriel e el dicho arcobispo de
Santiago con ella e don Johan vino y a la reyna et desque ovieron mucho fablado en
el avencia de todos e fincó el pleyto asegurando porque el a^obispo avia ante convi-
dado a don Johan e fue comer con el. Et desque ovieron comido fincaron ammos en
la camma apartados departiendo muchas cosas, ca el arzobispo era muy buen o m -
ine et de m u y buen entendimiento e de buena palabra en manera de departimiento,
et de plazer asi commo amigos que ellos eran comenzógelo dezir en su lenguage g a -
llego por esta manera: don Johan mió s e ñ o r e mió amigo, vien vos dezimos en ver-
dal que nos veyemos muchas hestorias e muchas coronicas e siempre fallamos en ellas
que los fijos de los infantes fuera m u y bien si fueran mejores, et nunca fallamos que
fueron muy buenos, e aun los fijos de los infantes que agora son en Castiella pares-
cenos que si maravilla non fuere non q u e r r á n hacer min trosas las scripturas e plazer
im CRONICA D1D DON F E R N A N D O EL IV.
nos ha ya mucho que vos que sodes mucho nuestro nraig-o que vos trabajedes qiiG
non fuesen en vos verdaderos. E t commo quier que algund poco los desmintieses
agora en lo que avedes fecho en osla venida por el infante don Johan, recelamos que
non queredes fincar solo e que queredes fazer commo los otros: et rogamos vos que
crcades un bueno amigo que dize que mas vale omme andar solo que mal acompa-
p a ñ a d o . E l dezimos vos que si en alguna cosa non fizieredes commo los otros, que te-
nemos por cierto que s e r á por la voluntad que nos sabemos que ovo en vuestra madre
e por la buena crianca que fizo en vos en quanto visco. Et sobre esto vieron e de-
partieron mucho, et desque don Johan me contó esto, quel acaes^iera con el arcobispo
departientes mucho afanadamente e descodriñantes que pues ninguna cosa non se fazo
sin ninguna razón, qual era la r a z ó n porque esto acaesció e fallamos razones, por
esto dever seer asi: la primera es porque los fijos de los infantes non son tanbien
criados commo les cumple, ca los que los crian por les fazer plazer trabajan e los
falagan e consienten les quanto quieren e loantes quanto fazen. E t porque todos los
ommes e s e ñ a l a d a m e n t e los mocos quieren mas cumplir su voluntad que otra cosa, e
la voluntad demanda, siempre lo contrario, toman por esto los fijos de los infantes
muy grand dapno tan bien en las costumbres, commo en las maneras commo en to-
das las cosas que han de decir e fazer. Otro si les empesce mucho porque ellos cuy-
dan e Ies dan a entender que porque son mucho onrados e de muy alta sangre, que so
ha de fazer quanto ellos quieren, sin trabajar ellos mucho por ello, e en esto son en-
gannados, ca cierto creed que en mal punto fue nascido el omme que quiso valer mas
por las obras de su linage que por la suya. Otro sí les empesce mucho porque ellos
tienen que han de mantener el estado e la onra de los infantes sus padres e los in-
fantes mantienense como los reys sus padres. Et asi torna el pleyto que Jos fijos de
los infantes tienen que han de mantener estado de reyes e a comparación de loque
los reys han, es muy poco lo que han ellos e non pueden complir lo que les era mes-
ter. Otro sí todas las gentes non deven por razón de Ies fazer aquella onra nin aquella
reverencia que Ies hacían a los infantes sus padres. Et por todas estas razones que si
los fijos de los infantes non les faze Dios mucha merced e señaladamente en les dar
entendimiento e muy grand esfuerce, cierto cred que non ha en el mundo estado mas
aparejado para non fazer todo lo que cumple tan bien para el cuerpo commo para el
alma. Julio, dixo el infante, tengo que los fijos de los infantes que si eran fasta aqui
e non fueron muy loados de las gentes, que les acaesció por estas razones dichas o por
alguna dellas ca tantas razones et con virtud me avedes dicho porque el estado de
los fijos de los infantes es muy peligroso para salvar las almas, para mantener los
cuerpos en aquella onra e estado que deven, que yo verdad vos digo que non tengo
por maravilla de Ies acresccr esto que vos dezides: et tengo que faze Dios mucha
merect al que es de tal estado, si faze tales obras que puede ser amado de Dios c loa-
do de las gentes. E t por ende vos ruego que me mostredes los otros estados de om-
mes que mucho quería fallar otro en que se me asegurase mas la voluntad para po-
der en el salvar el alma.
El L X X X V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que fasta aqui le avie ta-
blado en los estados de los emparadores e de los reys, e de aqui adelante que le diric
de los otros altos ornes.
rLUSTlUCIppS» 537
S e ñ o r inftinle, dixo Juiio, fasta aqui vos he fablado de los estados de los empara-
dores, c d e s p u é s de los reys e d e s p u é s de los que son del su l i n a x c , porque estos
son los de mas alta sangre c de mayores e mas onrados estados; et pues en esto vos
dixe loque entendia, de aqui adelante'vos diré de los grandes ommes do las tierras
que non se llaman del linage de los reys c se llaman por otros nombres. S e ñ o r i n -
fante , en pos el linage de los reys ha otros grandes ommes que llaman duques , e este
nombre es tomado del latin y es nombre mucho onrado, ca porque el estado de los
duques es el mayor e mas onrado de todos los otros, por ende le pusieron el mas o n -
rado nombre que puede seer so el nombre del señor, ca al duque en latin dizenle d u x ,
e dux en latin quiere dezir cabdiello, porque se da a entender que por el duque se de-
ben mantener las gentes, e obedescerle e guiarse por sus consejos; et estos duques
han muy grand tierra e m u y grandes gentes e muy grandes rentas, e son basados
e naturales de los emparadores e de los reyes en cuyas tierras viven. Et porque c o -
marcan con reys e con grandes señores viven siempre en grandes guerras. Et commo
quier que ayan m u y grandes rentas, tantos son los grandes fechos que an de fazer
por guardar sus onras e sus estados que aves les acumple lo que han. Et la mayor
partida de la tierra que han es suya por heredat, e han algunas tierras que tienen de
otros afeodo. Et las tierras queafeodo tienen an de fazer aquel comencamiento, aquella
tierra es obligada por ello segund las condiciones del feodo aquellos de quien las t i e -
nen: et las que han por heredat quitamente pueden fazer dellas commo de su heredat;
pero son tenidos de guardar la naturaleza que han a los emparadores e a los reys,
cuyos naturales son. Et señor infante, commo quier que fasta aqui non vos lo dix e
vos lo p o d r í a dezir de aqui adelante; pues me parece agora que ay buena manera d e -
boslo dezir fablando en el estado de los duques, quiero vos dezir la differencia e d e -
partimiento que ha entre los vasallos e los naturales. E t otro sí que es lo que el señor
deve g u a r d a r a los vasallos e a los naturales. Señor infante, entre los vasallos e los
naturales ha este d e p a r t í m i e n t o ; los vasallos han de conoscer señorío al señor, e son
sus vasallos por la tierra e por los dineros que el señor les da. Et la manera de
commo son sus vasallos es que quando primeramente se avienen en aquello que ha de
dar e quiere seer su vasallo, devel vesar la mano e dezir estas palabras: señor don
fulano, veso vos la mano e so vuestro vasallo. Et desque esto aya fecho es tenido del
servir lealmente contra todos los ommes del mundo, et asi si non faze o en alguna
cosa yerra, caye en m u y grand pena, ca cosas puede fazer porque cayera en pena de
trayeion e por cosas en pena de aleve, e por otras en pena de falsidat, e por otras en
pena de valer menos, e por otras en pena en non seer par de üjodalgo, e por otras
seer enfamado. Et señor infante, porque se alongara mucho l a r a z ó n , si vos oviese a
dezir la diferencia e departimiento que ha entre cada destas cosas. Et por quales cosas
puede el omme caer en cada una destas cosas, o que es la pena que meresce por cada
una dellas, por non alongar mucho este libro non vos la digo aqui; mas si lo quisie-
redes saber fallarlo hedes en el libro que don Johan, aquel mió amigo fizo, que llaman
de la cavalleria. Et señor infante, a todas estas cosas se obliga el vasallo a la ora
que recibe s e ñ o r , e nunca dcste obligamiento puede ser partido fasta que se despida
del besar della mano, Et diziendo, señor don fulano, veso vos la mano c non so vues-
tro vasallo; e commo quier que tan bien en el vasallage commo en el despedimiento se
deve fazer por si mismo; pero si quisiere, bien lo puede fazer otro omme íijodalgo
f 68
im CRONICA DE DON F E R N A N D O KL I V .
qucl vesc la mano e le diga csUis palabras que de suso son dichas. Et desque fuere
despedido commo de suso es dicho, non le es lenido a uing-una cosa comino a señor.
E l commo quier que los vasallos se pueden despedir de los s e ñ o r e s cada que quisie-
ren, non lo deven fazer si el señor non les Loma la Lierra o aquel vien fecho que puso
con el del fazer quando fue su vasallo o por Luerto o por desonra o desg-uisado que!
señor le faga. E l aun por ninguna deslas cosas non se deve del parlir, si el señor
e s t á en guerra o en algund peligro, ca si lo fiziese aunque non oviese olra pena, siem-
pre seria por ello men ospresíjiado e vergoncado. O t r o s í el que es natural del algún
rey o de algún s e ñ o r , deve guardar todas cosas que el vasallo e de mas aun que sea
vasallo de otro e devel siemp re guardar Ires cosas : la primera quel non mate , nin le
fiera, nin entre contra el en l i d ; la segunda que non le fuerce, nin le f u r l e , nin c o n -
vata villa nin castiello, que el non ponga fuego en su t i e r r a , quemando casas
adrede en la lierra. Et estas cosas deve guardar de las fazer si el s e ñ o r cuyo natural
fuere nol oviere fecho cosa porque con derecho se pueda desnaturar del. Et señor i n -
fante, en esto vos he dicho la diferencia que ha entre los vasallos e los naturales: ello
que cada uno del los deve guardar a sus señores e aquellos cuyos naturales son. Et
pues eslo vos he dicho, dezir vos he de aqui adelante, segund lo yo entiendo> lo que
los s e ñ o r e s deven guardar á sus vasallos e a sus naturales.
Y a de suso vos dixe que los vasayos son por razón del bien fecho que el señor se
aviene con ellos e les promete de les fazer vien quando primeramente son sus vasa-
llos, e este bien fecho es segund las costumbres de la tierra, ca en unas tierras usan
en dar los señores a los vasallos todo aquello porque se avienen con ellos en rentas
s e ñ a l a d a s que los s e ñ o r e s han en lugares s e ñ a l a d o s , e a esto tal laman quera eierla.
El en otros lugares usan de les dar un:i partida en tierra pieria e la otra ponengela
en si mismos e en otras maneras muchas que se usan segund la costumbre de cada
lierra; mas en qualquier manera que el avenencia sea entre el señor e el vasallo, de-
vegelo complir e nol fallescer en ello, e en ninguna manera non gelo deve quitar por
achaque nin por antojo, sinon por tal meresgimiento e por tal yerro que entiendan
lodos los que lo sopieren que lo faze con razón e con derecho, e quel pesa mucho por-
que lo ha de fazer. Otro sí a los sus naturales deve guardar mucho de les non fazer
tuerto n i ningund desaguisado, ca asi commo los naturales son tenidos de guardar al
su señor natural asi commo los vasallos e aun mas que los vasallos por la naturaleza
que an con e l , asi los s e ñ o r e s deven guardar a los sus naturales tanto commo a los
vasallos que non sus naturales, aun mas por la naturaleza que han con e l ; ca aun-
que todos los otros fallescan al señor, los naturales non le pueden fallecer e aque-
llos le han a defender e guardar el cuerpo e lo que ha. E l la razón porque los om-
ines son naturales de los s e ñ o r e s es por queellos c los donde ellos vienen son poblados
e visquieron en su heredal. Et porque segund dizen lodos los sabios, que el luengo
uso se torna en naturaleza, por ende los que de luengo tiempo nascieron e vivieron
e murieron en un señorio e non saben de olro es le ya naturaleza. E l porque la na-
ILUSTIUCIONUS.
tm'alc/.a es t a n l'ucrlc cosa que se non puede dclazer. Por ende lienen que el mayor
debdo que es entre los ommes que es la naturaleza. E t asi, pues Dios tanta merced
faze a los seííores en darles buenas gentes que sean sus naturales e que naturalmente
los aya de amar e de servir, deven ellos fazer mucho por acresejentar este buen debdo,
faziendoles buenas obras e g u a r d á n d o s e que non sean tan acasionados porque partan
esta naturaleza que los naturales han con ellos. Et commo quiera que muchas mane-
ras ay para acrescentar este buen debdo, dezir vos he alg-unas cosas que entiendo que
les cumple mucho de fazer, lo primero dándoles a entender por obra que fia mucho
en ellos e que los ama e los presóla mas que a otras gentes. Et podiendol guisar sin
su mengua o sin su dapno, siempre deve fiar de los sus naturales el cuerpo e las for-
talezas , e las sus poridades e los sus oficios e el su aver. Otro sí develes fazer mucho
bien, segund el su poder, e onrarlos quanto pudiere en dicho e en obra e en concejo
e en p o r i d a t , e devese guardar de les non quebrantar nin les menguar fueros nin lees
e privilejos e buenos usos e buenas costumbres que han. Ca bien asi commo los n a t u -
turales son tenidos de guardar al su señor natural tres cosas segund de suso es dicho,
bien asi los s e ñ o r e s son tenidos de guardar a los sus naturales otras tres. La una es
que en ninguna manera non le m a t e , nin se trabaje en lo matar sin seer oydo e m e n -
guado por derecho: la otra que non tome la heredat nin parte d e l l a , ni! deserede a
tuerto sin juyzio : la otra que en ninguna manera non le faga maldad nin tuerto con
su muger; ca por qualquier destas tres cosas se puede el natural desatar del su señor
natural; ca bien asi commo si el natural fiziese cada destas tres cosas contra el su
señor natural seria por ello traydor, bien asi en esta manera caye el s e ñ o r en grand
y e r r o si por su desaventura faze ninguna destas tres cosas contra el su natural. Et
digo vos que me dixo don Johan, aquel mió amigo, algunas vegadas que fablamos
sobre esta r a z ó n , que commo quier que las gentes non lo razona van tan mal a los se-
ñores , nin dezian que eran traidores por fazer qualquier destas tres cosas que tenia
el que esto fazian las gentes por guardar la onra de los s e ñ o r e s : mas segund la verdat
en si que quanto trayeion non queria el dezir mas que sin dubda mayor maldad fazian
los s e ñ o r e s en fazer estas cosas contra sus naturales que en fazerlos sus naturales con-
tra ellos: et poníame y estas razones: dezianme que todo mal que omme fiziese que a
lo mas que siempre lo fazia por miedo o por cobdicia. E t commo quier que si al natu-
ral acaesciese que fiziese alguna destas tres cosas contra el su s e ñ o r non se podia es-
cusar que non fuese traydor por ello; pero podia aver alguna mala razón por si dizien-
do que cada una destas cosas fazian con miedo o con cobdicia; mas el señor que fiziese
cada una destas cosas contra el su natural non tendria escusa, ca mala razón non podia
poner por si. Et d e m á s poníame una semejanza que dizia que bien asi commo una mqn-
ziella p á r e s e l a m u y peor en un p a ñ o muy prestado que en otro m u y feo e m u y bil, que
bien asi quanto el s e ñ o r es de mayor estado e deve fazer siempre mayores f e c h ó s e dar
de si mayores exemplos a las gentes, pares^iale muy peore faria mayor maldat en fazer
cada una destas tres cosas contra el su natural que si las fiziese contra el, Et, s e ñ o r i n -
fante, segund la costumbre de Espanna, si el señor faze cada una destas tres cosas
contra el su natural e ge lo afruenta ante los mayores ommes de su casa, e nol faze
aquella emienda que fallare por derecho quel deve fazer, dende adelante puede desna-
turar d e l , e esto es porque faziendo el s e ñ o r cada una destas cosas contra el su natu-
ral el le tira la naturaleza que ha con e l , ca sil quisiere matar a tuerto, tira la vida en
54o CHOiMCA DE DON FERNANDO EL IV.
que es la naturaleza que Dios puso en el o m m e , e sil desereda, liral aquella razón
porque es su natural. Et sil faze tuerto o maldad con su mug-cr sin la grand maldad e
grand desonra quel faze, podia acacsccr que cuydando el marido que dexava la here-
dad a sus fijos que la dexaria a los á g e n o s e h e r e d a r í a n lo que segund razón por la
naturaleza non devian aver. Et por estas razones o por qualquier dellas, seyendo cierto
que el señor lo oviese fecho e non lo emendando, podíase desnaturar del comino dicho
es. Et dende en adelante non seria tenido del guardar ninguna de las cosas sobredi-
chas mas que a otro señor e de que non fuese su natural.
E l L X X X V I 1 I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que agora le avie dicho,
algunas cosas que se deven guardar entre los vasallos e los naturales, e quel dirie
de aquí adelante lo que entendía en el estado de los duques .
A g o r a , señor infante , vos he dicho algunas cosas que se deven guardar entre los
s e ñ o r e s e los vasallos e los naturales, e esto fiz porque entiendo que cumplía mucho
a vos o qualquier señor de lo saber, e p a r e c í a m e que avía lugar para vos lo dezír en
fablando con busco en el estado de los duques. Et pues en esto vos d í x lo que enten-
d í a , de aquí adelante decir vos he lo que yo entiendo en el estado de los duques. Et
digo vos que segund el m i entendimiento que de los grandes s e ñ o r e s non ay ningunos
que mejor puedan salvar las almas e guardar sus onras e sus estados que los duques
de los emparadores e de los reys afuera, sí les non embargassen las grandes guer-
ras e las grandes contiendas que han de aver, e las grandes cosas que han de fazer
en guisa que d e m á s de lo que han de renta an mester m u y grand quantia de aver. E t
por estas dos cosas non es el su estado todo sin peligro tan bien de las almas commo
de los cuerpos. Julio, dixo el infante, commo quier que fastaqui muchas cosas bue-
nas me avedes dicho, digo vos que me plaze mucho desto que agora me díxiestes tan
bien en el estado de los duques commo en lo que se deve guardar entre los señores e
sus vasallos e sus naturales. Et pues me avedes dicho, ruego vos que me dígades lo
que entendedes de los otros estados de que non me avedes fablado. Señor infante,
dixo Julio, pues queredes que vos fable en los otros estados que vos non fablé fasta
a q u í , digo vos que en pos los duques, el mas onrado estado es el de los marqueses,
E t este nombre de marques fallase en el lenguage de lombarda, ca en Lombarda por
lo que dicen en E s p a ñ a comarca dizen ellos marca, et por esto dizen la marca de A n -
colia, e la marca Dir monstrad, e la marca de Sobarca e otras marcas muchas, e los
que son señores de aquellas marcas llamanlos marqueses: mas quanto Francia nin Es-
paña nunca oyemos dezir que obiese sinon este fijo del rey de A r a g ó n que fizo el rey
agora su padre marques de Tortosa, e los marqueses usan en sus marquesadgos de-
rechamente asi commo los duques en sus ducadgos, e non ay otro departimiento en-
trellos sinon que non son tan ricos nin tan poderosos nin de tamaños estados. Julio,
dixo el infante, plazme porque entiendo qual es el estado de los marqueses, et
ruego vos que me dedes a entender los otros estados. Señor infante,, dixo Julio, pues
el estado de los marqueses avedes entendido, devedes entender que ay otro estado a
que llaman principes, c este nombre principe llaman a todos los grandes señores del
mundo et estado, segund ha el poder e la riqueza asi es onrado. Julio, dixo el infan-
te, pues tal es el estado do los principes, dezidmc de los otros estados lo que ende
ILUSTRACIONES. 541
sabedes. Scüoi' infante, dixo Julio, otro estado ay entre los grandes ommes que l l a -
man condes: et este es un estado m u y estranno e caben en el muchas maneras de om-
mes, ca en muchas tierras acaescen que los infantes fijos de los reys son condes, e
otros condes ay que son mas ricos e mas poderosos que algunos duques e aun que a l -
gunos reys. E otros condes ay que an pres mas de pinquenta cavalleros. Et asi este
estado es m u y e s t r a ñ o , porque algunos ay que son tan onrados commo los r e y s , e
algunos ay que son de tan p e q u e ñ o poder commo es dicho; pero el nombre en todos
es egual, et este nombre de conde fue sacado de latin, ca por el conde dizen en latin
coates, e comes en latin tanto quiere dezir en romance commo c o m p a ñ e r o , e en esto
da a entender que los condes que son companeros de los r e y s , cuyos naturales son,
e los condes en sus condados pueden íazer todo aquello que los duques e los marque-
ses e los principes en sus tierras. Julio, dixo el infante, bien vos digo que me plaze
porque tan bien esto avedes dado a entender el estado de los condes. E t pues en esto
tan bien me fablastes, tened por bien de fablar de aqui adelante en los otros estados.
Señor infante, dixo Julio, si el estado de los condes ay otro estado a que llaman v i s -
condes, e este nombre fue sacado de latin. Otro s í , ca por visconde dizen en latin v i -
zecontes, e vize contes quiere dezir en romauQe omme que esta en lugar de conde. E t
dizen algunas gentes conviene al conde que aya visconde, Et estos viscondes algunos
ay que on sus tierras francas asi commo los condes e algunos que son tenidos de fazer
conoscimiento por ellas a los condes e an de obrar en sus viscondados segund las
condiciones e las maneras que los condes.
Julio, dixo el infante, plazeme de saber el estado de los vizcondes e ruego que me
digades de los otros de aqui adelante. Señor infante, dixo Julio, todos los estados que
vos yo fablé fasta aqui an nombres s e ñ a l a d o s , e estos nombres lievan los de aquella
tierra donde son s e ñ o r e s , ca el emperador lievan nombre del imperio, e este nombre
es sacado del latin ca imperium en latin quiere decir señorío general que deve secr man-
dado, et emparador en latin quiere decir mandador, e en esto se da a entender que el
emparador que es s e ñ o r general que deve aver mandamiento sobre todos, e r é g i m e n
en latín quiere dezir cosa que deve seer regida derechamente, e rex quiere dezir r e -
gidor del reyno, e asi los emparadores lievan el nombre del imperio e es reys del
reyno, e infante quiere dezir en latín fijo niño p e q u e ñ o . Et este nombre an todos los
niños p e q u e ñ o s , e este nombre les dura en quanto son en hedad de ynocencia que quie-
re dezir que son sin pecado; mas d e s p u é s que legan a hedad que pecan o pueden pe-
car pierden este nombre, e llamanlos en latin puer, que quiere dezir mociO, e infantes
quiere dezir infante. Et porque los lijos de los reys son los mas onrados e los mas n o -
bles niños que son en el mundo, tovieron por vien los antiguos de Spaña que comino
quier a cada niño p e q u e ñ o llaman en latin infante, quanto el nombre del romance que
llaman infante non tuvieron por vien que lo llamasen a otro sinon á los fijos de los
reys: et tovieron por vien que nunca perdiesen este nombre, mas que siempre los lla-
gasen infantes, lo uno por la nobleza que an mas que las otras gentes, e lo al p o r -
iói2 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
que siempre deven seer g-uardados de pecado lo mas que pudieren. Et si del lodo non
se pudieren guardar de pecado, que en toda guisa deven seer muy derechureros e
muy leales e m u y sin ninguna rebuella e sin engarnio asi commo lo son los niños de
quien ellos lievan el nombre. Olro sí los fijos de los infantes non an otro nombre sinon
que se llamen fijos de infantes que quiere dezir que son derechamente del derecho U
nage de los reys, e lievan de aqui el nombre, asi commo duques del ducadgo e los
marqueses del marquesadgo e los principes del prin^ipadgo, e los condes del con-
dadgo e viscondes del viscondadgo, et asi todos estos que son dichos e an nombres
s e ñ a l a d o s por las razones que de suso son dichas, e de cada uno de estos estados se-
gund va descendiendo de unos a otros, segund las maneras que an de bebir, podedes
entender que les son mas peligrosos para las almas e para los cuerpos o que les son
mas aparejados para salvamiento de las almas e para guardar e mantener su onra e
su estado. E t en pos estos que han nombres señalados por la razón que de suso vos
dixe, ca en las tierras ha otros grandes ommes a que llaman en E s p a ñ a ricos onimes
e en Francia llaman los bomeres. E t este nombre que es todo uno se dize mas dere-
chamente en Francia que en E s p a ñ a , ca en Francia dizen por pendón grande bañera e
beneres quiere dezir omme que puede e deve traer b a ñ e r a . Et en E s p a ñ a a los que
pueden, e deven traer pendones e han cavalleros por vasallos, lámanlos ricos ommes.
S e ñ o r infante, devedes saber que asi commo les dizen ricos ommes, les pudieran dezir
ommes ricos, c a r i c o omme e omme rico, a do pares^e que es uno, mas ha entre ellos
m u y grand diferencia, caen diziendo omme rico entiéndese qualquier omme que aya
riqueza tan bien ruano commo mercader, ca siquiera manera es de fablar quando dize
uno a otro: viestes fulano omme commo es rico, mas quando dize rico omme ponen la
riqueza que es onra delante que quiere dezir que es mas onrado que las otras gentes
por los cavalleros que ha por vasallos e por el pendón que puede traer. Et estos ricos
ommes non son todos de una guisa nin son eguales en linage nin en onra nin en po-
der ca algunos dellos ay que son de muy grand sangre e vienen de linage de los reys,
que casan los fijos e las fijas con los fijos e las fijas de los reys. Et ay otros que son
de gran sangre mas non tanto ni tan honrados commo estos de suso dichos. Et ay
otros que son ricos ommes pero han a guardar e andan en pos ellos otros ricos ommes
e non se tienen en ello por mal trechos. Et ay otros que seyendo cavalleros o infan-
cones por privanza que han de los reys, tienen los reys por bien de les dar vasallos e
p e n d ó n e llamanse ricos ommes, mas digo vos que oy dezir a don Johan, aquel mi
amigo que el viera en Castiella e en A r a g ó n gran pie^a de ellos que fueran fechos ricos
ommes dellos reys que nunca sus fijos fueron tenidos por ricos ommes. Et cred, señor
infante, que todas estas maneras de ricos han estado muy peligroso e muy dubdoso
para salvamiento de las almas, ca tanto an de fazer por guardar la fama e su onra
entre las gentes que fuerQa conviene que fagan muchas cosas que son grand daño de
las almas, et muy grand peligro de los cuerpos: et segund la manera en que forcada-
mente an de pasar si quieren benir al mundo en manera que sean onrados e presta-
dos, esle m u y meester que les juzgue Dios, segund la su piadad, que segund las obras
dellos. Julio, dijo el infante, t a m b i é n me avedes dado a entender el estado de los r i -
cos ommes que cuydo que los he entendido. Et de aqui adelante dezidmc lo que en-
tendedes de los otros estados.
ILUSTRACIONES.
El L X X X X capítulo fabla cu commo Julio dixo al infante que en pos el estado de los
ricos omines ha en Casticlla otros que llaman infanzones, e en Arag-on llamanlos mes-
muleros.
Señor infante, dixo Julio, en pos este estado de los ricos ommes ha otro que llaman
en Castiella infanzones e en Arag-on llaman los mesnados, e estos son cavalleros que
de luengo tiempo e por sus buenas obras fizieron los señores mas vien o mas onra que
a los otros sus eguales. Et por esto fueron mas ricos e mas onrados que los otros c a -
valleros e los que son del dichos infancones derechamente son de solares ciertos. Et
estos casan con sus fijas con algunos de aquellos ricos ommes que de suso vos d i x i . Et
comino quier que los infancones son de solares (jiertos; pero que sean levados adelan-
te las sus onras o mengue mucho dello ayuda o enpesce mucho segund fazen sus fa-
ziendas e sus casamientos e sus obras e quanto para salvamiento de las almas deven
pedir merced a Dios muy de coracon que les acorra con la grand piedat que ovo en
sí. Julio, dixo el infinite, pues tal es el estado de los infanzones, dosoy mas dezidmc
de los otros estados. Señor infante, dixo Julio, commo quier que los infancones son ca-
valleros, son muchos mas los otros cavalleros que non son infancones, et este es el
prostrimer estado que ha entre los fijosdalgo, e es la mayor onra a que omme í i j o -
dalgo puede legar e el ca vallero lie va nombre de cavalleria, e la cavalleria es orden
que non deve seer dada a ningund omme que fijodalgo non sea derechamente. Et si
yo vos oviese a contar todas las maneras en commo la cavalleria fue primeramente or-
denada e en quantos peligros tan del alma commo del cuerpo separe el ca vallero por
mantener el estado de la cavalleria, et quantas gravezas y ha , e quanto la deve res-
(jelar ante que la tome, e commo deven seer los cavalleros escogidos, e de commo
deven seer fechos cavalleros, e de la onra que han d e s p u é s que lo son, e de las co-
sas que deven guardar a Dios e a la ley e a los s e ñ o r e s e a todo el otro pueblo, so
gierto que se alongaría mucho la r a z ó n ; mas si lo quisíerdes saber complidainente,
fallar lo edes en los libros que fizo don Johan , aquel mío amigo, el uno que llaman
déla cavalleria, e otro que llaman el libro del cavallero e del escudero. Et commo
quiere queste libro fizo don Johan en manera de fabliella, sabet, señor infante, que es
muy buen libro e m u y a p r o v e c h ó s e , et todas las razones que en el se contienen son d i -
chas por muy buenas palabras e por los m u y fermosos latines que yo nunca oy dezir
en libro que fuese fecho en romanze e poniendo declaradamente complida la razón que
quiere dezir ponerlo en las menos palabras que pueden seer.
Et porque ayades talante de buscar aquel libro e leer en el en guisa que lo podados
bien entender, quiero vos dezir avreviadamente todas las maneras de que fallarle
liedcs en el libro que las puso muy declaradamente en guisa que todo omme que buen
entendimiento aya e voluntat de lo aprender, que lo p o d r á bien entender. Et lo p r i -
rnero comienza en la emienda que el omme deve fazer a Dios por sus yerros, ct que
t)ro ha ende mandar consejo, quanto vien ha en la homildat, c commo es grand ver-
|4i CRONICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
gueuQa dexar ommc la cosa que ha coraeiKjada por mengua o por miedo. Et comnio
lo deve omme catar anle que lo c p n i i e n i j e , c que non deve omme aventurar lo cierto
por lo dubdoso: ct que onra e vicio non en una morada b i v e n , que nunca se cobra el
tiempo perdido, e commo es aprovechoso el preguntar, e que deven seer las premn
tas de buenas cosas aprovechosas, et que en lo que otóme quiere aprender o ganar
deve comengar en lo que mas le cumple, c que non ay bien sin g a l a r d ó n , nin mal
sin pena, e de los juicios de Dios c la buena andanca de los malos que non pueden
mucho durar nin aver buena fin; et que lugar tienen los reys en la tierra, et para seer
buenos reys que deveirfa^er tres cosas; e que Ta cavalleria que es manera de sacra-
mento e commo se deve guardar; que cosa es franqueza e desgastamiento e escaze-
za e avareza e de los plazeres e do los pesares e de la voluntad e de la razón, e
commo es complida la gracia de Dios, o porque la pierde ommc, et que cosas se de-
ven catar en el consejo que omme da, et commo deve omme gradescer el bien fecho
que recibe, et que el amor de la naturaleza de la tierra e n g a ñ a a los, e que la rique-
za e la buena andanca en quanto dura, faze a los omm.es mas onrados de su derecho
et del conoscimiento e del desconocimiento, e commo deve omme dezir sus palabras
con r a z ó n , et que cada sciengia ha de si palabras s e ñ a l a d a s , e que los palacios de los
s e ñ o r e s son escuela de los fijosdalgo, et que los sesos corporales entienden algo de
los speQiales, e commo es malo el relato e la peresca e commo non deven los legos
e c o d r u ñ a r mucho en los fechos de Dios, et que cosa es esfuerce e quexa e miedo e
spanto, et commo enpesce entender las cosas someramente, et que todas las cosas
se fazen por una de quatro maneras, e quanto grant yerro es fazer omme daño a
su s e ñ o r por complir su voluntad, et quales deven seer los que crian los fijos de los
grandes s e ñ o r e s , et que el omme es grave cosa de conoscer e que deve omme co-
noscer su estado; et commo omme deve requerir en si mismo sus obras de cadal dia
e quales son los articlos de la F é , et los sacramentos de la cglesia e los mandamien-
tos de la ley e las obras de misericordia e los pecados mortales, et commo omme
deve buscar el mas entendido confesor que pudiere, et commo omme deve pensar en
las cosas spirituales en guisa que non dexe las temporales, et que cosas deve fazer
porque Dios le aya menjet, et commo son en grant peligro los fijos de los grandes
s e ñ o r e s , si les mengua buen consejo quando salen de la mocedat e entran en la
m a n c e b í a , e quales son las obras del buen amigo e quales del amigo apostizo, e que
las mas cosas se fazen por vokmtat, e que cumple solamente las palabras do es mesler
la obra e quanlas maneras ay de cordura e quantas en mengua de entendimiento, e
que el mester faze al omme sabiclor, et que por dicho de las gentes non deve dexar
de fazer su pro, si non faze desaguisado, e que mala cosa es en fiar en agüeros mn
en adevinan^as, et commo es bien aprovecharse omme de las buenas obras, et que
se deve omme vengar si a recibido desonra, et por quales cosas alonga Dios al omme
la v i d a , e quantas maneras son de muerte, et commo los grandes s e ñ o r e s son com-
parados a la mar, et por quales razones e que departimiento ha entre los juizios de
los señores e de los juizios e quales cosas deven librar los señores por si e quales aco-
mendar a otro, et que non deve omme comentar tantas cosas que enbarguen las unas
a las otras, et que ante que omme comience la obra, cate recabdo para acabar, et que
tanto e mas deve omme fazer por su amigo en la muerte que en la v i d a , e que sin
dubda Dios galardona a los buenos e a los leales por el bien e la lealtad que fazen-
ILUSTIiACIONES. "ií,-;
Señor infaiate, esto vos dix porque cnlendades en suma toda la razón de aquel libro.
E de aqui adelante t o r n a r é a vos Tablar en lo que vos avia comentado de ia manera
del estado de los cavalleros. Et commo quier que en el su estado ha muchas cosas, lo
nías todo so entiende en lo que de suso vos he dicho. Et s e ñ o r infante, los fijos que
los cavalleros han son llamados escuderos. Et este nombre do escuderos sacado de
latin, ca por escudo dizen en latón cscutifer, que quiere dezir que trae escudo por dar
a entender que el escudero deve usar e traer el escudo e las otras armas para apren -
der a usarlas para quando le fuere mester. Et aun si cumpliere que los escuderos de-
ven traer el escudo e las armas a los cavalleros, et ante que sean cavalleros, por
buenos que sean, non son tan onrados nin tan presciados commo los cavalleros; pe-
ro desque llegan a la onra de la orden de la cavalleria, scgtind fueron sus bondades
asi valdrá mas o menos. E t guardando lo que deven los cavalleros, segtmd la orden
que toman es estado muy aparejado para salvar las almas, mas si quisieren pasar
su orden por complir voluntad de las gentes o por aver las onras fallescederas del
mundo, quanto menos guardaren su orden tanto se meten en mayor peligro de salva-
miento de las almas. A g o r a , s e ñ o r infante, vos he dicho segund mi flaco entendi-
miento todo lo que yo se de los estados en que viven los íijosdalgo, e paresceme que
de aqui adelante, si vos por bien tovieredes que non avedes por que preguntar de los
otros estados; ca pues infante sodes, non podedes dezir que non sodes fidalgo, ca
cierto es que non ha en el mundo ninguno mas que vos. Et pues los estados de los
ommes fijosdalgo en todos o en cada uno dellos podedes salvar el alma si quisieredes
commo quier que ay algunos que son mas aparejados para ello que otros, tengo que
se puede muy bien escusar de vos fablar en los otros estados,
E l capítulo X C I I fabla en commo el infante dixo a Julio que dos cosas fablava de que
raaravillava mucho quel se vernian la una contraria de la otra.
Julio, dixo el infante, yo vos o y ó en esto que me dezides e me avedes dicho fasta
aqui dos cosas de que me maravillo m u c h o , ca me parespe que son centrales la una
de la otra, ca en la una vos o y ó dezir tan sabiamente etan con razón e de ciencias e
sabidurías, que con razón devo cuydar que en omme del mundo non ha mayor enten-
dimiento nin mayor razón que en vos, nin podia fablar ninguno mas aguisado que vos
en las cosas que fablades. Et en la que me agora dezides, que pues me avedes dicho
el estado de los fijosdalgo, que non vos devo mas preguntar en qual estado de los
otros puedo mejor salvar el alma a t r e v i é n d o m e a vos, asi commo aquel que tengo por
maestro e en lugar de padre, vos digo que me paresce en esto que me agora dezides
que me plazeria que fuese tan con razón commo las cosas en que vos me í'ablastcs:
vos sabedes que la primera enteupion que yo ove fue por saber en qual estado podia
mejor salvar el alma. Et non se yo tan poco que muy bien non entiendo que en q u a l -
quier estado que omme biva en la ley de los xpianos, que puede muy bien salvar el
alma si quiere bevir en ella guardando lo que deve: et que puede guardar segund los
mandamientos de sancta eglesia. Mas porque yo q u e r r í a saber en qual estado se puede
mejor salvar el alma, por eso esto aqui convusco a lo aprender de vos. Et bien vos
tenedes acordar que luego que ove contado aquesta ley de los xpianos, diziendome vos
que aquesto cumplia para salvar el alma, que vos queria que me mo.stráscdes el qual
69
ri|(. CRONICA DB DON F E R N A N D O E L IV.
(islado la podia mejor salvar. Et esto mismo vos dix olra vez quando me oviesles aca-
bado de contar lodos los estados de los emparadores. Et pues yo dos vezes vos dix
que m i voluntad era de saver eu qual de los estados me podia mejor salvar, et que
tenia que me compila mas de tornar qual, por p e q u e ñ o que fuese, eu que me pudiese
mejor salvar, que el mejor c mas onrado que pudiese secr eu que fuese la salvación
del alma mas en dubda. Et pues esto vos he dicho tantas vezes, so cierto que tal so-
des vos que entendes muy bien que fag-o en ello razón e lo mas aprovechoso para mi:
maravillóme mucho c aun paresce contra razón porque vos quisiesles escusar de me
fablar en todos los otros estados de que me non vos ablcdes fablado. Et pues sabedes
vos mi entencion e entendedes que con razón non devedes escusar, rueg-o vos que me
mostredes todos los otros estados que vos sabedes en que biven los otros ommes en
la ley de los xpianos. S e ñ o r infante, dixo Julio, bien entiendo que me respondiestes
con razón , e plazeme mucho porque entiendo en esto que me dezides dos cosas: la
una que avedes tan buen entendimiento e tan sotil, que a la ora que omme sale de
razón quanto quiere que lo cntendades lueg-o: et la otra porque yo se aquella cosa que
vos mas deseados que seria saber en qual manera podiades mejor salvar el alma. Et
non creados que non entienda que me podiades responder en lo que vos d i x , asi
commo lo feziestes. Mas fizlo por dos razones: la una porque se que en qualquier es-
tado destos que vos dix yo que son-de los ommes fijosdalg'O, vos podedes muy bien
salvar, g u a r d á n d o l o commo devedes; e la otra fue por me escusar de vos non fablar
en los otros estados que son muchos, e se que t o m a r é en ello m u y g-rant travajo. Et
s e r á muy grand maravilla si complidamente lo pudiere fazer: por ende si vuestra v o -
luntad de me partir deste trabajo, pues vos fablé en tantos estados, cuydo que vos
cumple, helo g-radescer vos mucho, e a v r é grand plazer ende. Pero si fuese vues-
tra voluntad que vos fable eu todos los otros estados que fincan, fazcrlo he quanto
alcancare el mi entendimiento. Et Dios, en que es todo el poder complido, e sin el qual
niug'und buen fecho non se puede acabar, quiera que vos fable en ello en tal g-uisa
que sea a su servicio e aprovechamiento de lo que vos queredes saber. Julio, dixo el
infante, non vos quiero alongar mas razones, mas rueg-o vos que me mostredes esto
que vos he preguntado. Señor infante, dixo J u l i o , fazerlo he pues lo queredes, et de
aqui adelante nunca me responderedes desta r a z ó n , et pues que lo queredes saber,
digo vos que todos los estados del mundo que se encierran en tres: al uno llaman de-
fensores e al otro oradores e al otro labradores. Et pues lo queredes saber, conviene
que vos fable en todo Señor infante, porque vos sodes del estado de los defensores,
por ende vos fablé primeramente en los estados de los íijosdalgo que son los nobles
defensores; en pos estos ay otros defensores que non son ñ j o s d a l g o . Et estos son asi
commo los oficiales que ponen los s e ñ o r e s por las tierras e en sus casas, e los otros
ommes que viven en las villas que non son ommes fijosdalg-o nin buen por mercadu-
ria nin por menesteres que fag-au que labren por sus manos, que son ommes qufi an-
dan en la guerra, e cumple para ellos mucho c non son ommes fijosdalg-o. Et estos son
asi commo adalides e almocadenes e ballesteros, o otros ommes de cavallo e de pre que
ponen por escuchas e por atalaynes e por atajadores para g-uardar la tierra. Et otros
peones que se an de guiar por estos que son dichos'. Et todos que son tenidos por
defensores pueden salvar las almas si los estados si lo fiziesen commo deven por ser-
vir sus s e ñ o r e s e defender su derecho e la tierra donde son naturales, e non lo fizie-
ILUSTIUCIOINKS. Lil7
ron pot" cobdicia uin por nuüa volutilad. Mas ponjuo en los oficios <iuo licncu estos ofi-
ciales dichos ay muchas aianeras do engarios e de cpbdi^ia: el otros en las guerras,
aunque la razou de la guerra sea coa derecho, porque las cosas que d esp u és della
acaesQeu se fazc;i eu ella muchos tuertos e muchos pecados, por eu se son en grand
peligro del salvamiento de las almas los defensores que biveu en estos estados. A g o r a ,
señor infante, vos he acabado todo lo que yo entiendo en los estados defensores t a m -
bién de los nombres commo de los otros. Julio, dixo el infante , mucho gradesco a
Dios e a vos, e me plaze de quantas buenas cosas me avedes dicho. Et pues este
estado de los defensores me avedes acabado, ruego vos que me digades lo que enten-
dedes de los otros.
El X C I I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que el estado de los ora-
dores era mas alto que el de los labradores.
S e ñ o r infante, dixo Julio, commo quier que el estado de los que llaman labradores
non es tan alto nin tan onrado commo el de los oradores, pero porque vos sodes legos
e los deste estado sou legos, dezid vos he primeramente lo "que entiendo en los estados
que se encierran en el estado de los labradores, et d e s p u é s fablar vos he en los esta-
lados que se encierran en el estado de los oradores. S e ñ o r infante, commo quier que
los ruanos e los mercaderes non son labradores, pero porque biven con los s e ñ o -
res nin defienden la tierra por armas e por sus manos; pero porque la tierra se apro-
vecha dellos, porque los mercaderes compran e venden, e los ruanos fazen labrar la
tierra e criar ganados, e bestias, e aves, asi commo labradores, por esta razón los
estados de los ruanos e de los mercaderes encierranse en el estado de los l a b r a -
dores. Et commo quiere que fasta aqui vos fablé en el estado de los defensores,
e vos dixe que vos fablaria agora en el estado de los labradores, fablar vos he
primeramente los estados de los oficiales de las tierras e de las casas de los se-
ñ o r e s , porque estos estados son ayuntados a los estados de los defensores. Se-
ñor infante, porque los reys e los s e ñ o r e s non han mas defender cuerpos, e non pue-
den por sus cuerpos fazer mas que otros ommes, et en quanto están en un lugar non
pueden estar en otro , por ende fue ordenado antiguamente que fuese puestos oficiales
por la tierra que compliese justicia e mantoviese las gentes a derecho, el destos o f i -
ciales han unos mayor estado e mayor onra e mayor poder que o t r o s , et fablar vos
he primeramente de los oficiales que son puestos por la t i e r r a , quales son los oficios
que han e que poder ha cada uno, et d e s p u é s fablar vos he de los oficiales e de casa
de los s e ñ o r e s . Señor infante, quando vos fable de suso en el estado de los oficiales,
vos di a entender que los oficiales non avian a seer del estado de los nobles defenso-
res, et esto fiz porque los mas de los oficiales tan bien de las tierras commo de la casa
de los señores son del estado de los ruanos e de los mercadores: et dellos toman los
s e ñ o r e s algunos dellos seyendo mogos e criados en sus casas, et por la buena crianca
que an muchos dellos recuden muy buenos ommes e llegan a grandes onras e a m u y
grandes riquezas, et estos llaman en Castiella, donde yo so natural, ommes de criazón.
Et destos son los mas de los oficiales e de los que recabdan los dineros de los s e ñ o r e s
e las rentas que an de las tierras, e saben so privanzas encubiertas c las que non per-
tenes^cu de fazer a los ommes íijosdalgo que son los nobles defensores; et comino
tji8 CROMICA D E DON FIÍUNANDO E L IV.
qnier que en las villas ponen por sus oíl^ialos de los ruanos e de los mercaderes - el
así los mas de los oficiales llenen eslos omines deslos oslados. Et esto fizieron e fazen
los reys e los señores porque los ommes de criazón e do las villas non se atreven a
tanto commo los nobles defensores, nin los s e ñ o r e s non les deben tanta onra, niti aver
tan grand verg-üenza commo a los nobles defensores e pucdenles tomar cuenta de lo
que recabdan mas sin embarg-o. E quando cayen en algund yerro , puedengelo los se-
ñ o r e s mas sin verg-üen^a c sin enbarg'o escarmentar en los cuerpos e en los averes que
han. Et commo quier que los mas de los oficios an estos ommes, pero todos los oficios
que son tan onrados que pertcnescen para los nobles defensores, tovieron por bien los
reys e los s e ñ o r e s de g-e los dar. E t estos son asi commo los adelantamientos e merin-
dades, e en algunos lugares alcaldías e alguazilazgos, e en sus casas mayordomadgos
e los pendones e la crianca de sus fijos. Et estos oficios tovieron por bien de dar a los
nobles defensores porque son muy onrados con los adelantados e merinos anafazerjus-
ticia e defender la tierra, e pararse a las guerras, e oyr las aleadas, e librar todos los
pleytos que ante ellos vinieron. Et todas estas cosas an de fazer b i e n , asi comino los
s e ñ o r e s en quanto los señores non fueren en la tierra, mas desque los s e ñ o r e s fue-
ron y non pueden usar de los oficios sin su mandado. Otro sí los alcaldes e los algua-
ziles que los s e ñ o r e s ponen han ese mismo poder en aquellas villas segund la manera
de sus oficios e los fueros de los lugares que han los adelantados e merinos. Otro
sí los que crian los fijos de los s e ñ o r e s han muy grant onra e muy grant aprovecha-
miento, ca si de buena ventura fueren e sus criados fueren buenos e de buenas mane-
ras, e de buenas costumbres, e de buenos entendimientos, s e r á n las gentes de la tierra
bien andantes, e los s e ñ o r e s que los criaren fazerles han mucha onra e mucho bien, e
de las gentes de la tierra s e r á n mucho amados, et por todas las razones que de suso
son dichas, tovieron por bien los s e ñ o r e s de dar estos oficios, que son los mas o n r a -
dos, a los nobles defensores. Et commo quier que en cada uno destos oficios se puede
muy bien salvar el alma g u a r d á n d o l a s commo deve, pueden otro sí caer en muy
grandes yerros e en m u y grandes peligros para salvamiento de las almas, e los ade-
lantados que son los mayores e mas onrados oficios, muchas vegadas acaesce que por
cobdicia e por voluntad desordenada pasan en la justicia mas de lo que deven o men-
guan lo que devian fazer. Et s e ñ o r infante, devedes saber que la justicia non es tan
solamente en malar ommes, ante es en muchas otras cosas que asi commo por jus-
ticia matan al que lo meresce, asi es justicia tollerle algund miembro si lo meresce,
o darle fambre, o sed, o otros tormentos segund sus meres^imientos , o darles prisio-
nes graves o ligeras segund el yerro eu que c a y ó , o desterrarlo por tiempo grande o
pequeño segund su c u l p a , o penarle en el aver o en la heredad, o tirarle en bien fe-
cho o la onra que toviere, o ferirle, o maltraerle de palabra en concejo o 'en poridat,
o mostrarle mal talante. Todas estas cosas e otras muchas que serian muy luengas
de contar, son maneras de juslicias , et pueden e devenías fazer los adelantados, se-
gund sus merescimientos. Et los yerros en que los ommes cayesen e sil dan la pena
mas o menos que deven o dan por yerro la pena que devian dar por el otro, non fazen
justicia, ca justicia non es dar a cada uno lo suyo, mas por la mas fuerte cosa que ha
con todas las justicias, et todas las penas se cumplen en la muerte, por ende las gen-
tes acostumbran a dezir que malar ommes es justicia e yerran en ello mucho, ca
también commo es justicia dar pena a los malos segund sus yerros e los males que
r
ILUSTRACIONES. til!)
fazcn, bien asi es justiíjia o aun m u y mayor, e la deven complir muy de mejor talan-
te en galardonar a los ommes las buenas obras que fazen. Et porque los adelantados
pueden errar o yerran por aventura tan bien en non guardar las tierras e sus adelan-
tamientos porque non temen daño de los enemigos comino de fazer la justicia mas o
menos de lo que deve, o eu mandarla commo es dicho, o en non galardonar las bue-
nas obras a las gentes o en alongar o en (jertar los pleytos e los fechos maliciosamente,
o en complir justicia por desamor que aya contra alguno, aunque sea derecho o men-
guarla o cobrirla alguno por amor o por pecho o por debdo o por otra razón qualquiera
non guardando el derecho porque todas estas cosas son muy graves de las poner omme
en su talante mismo en aver, y ninguna entyncion sinon de guardar el derecho compli-
damente, por todas estas cosas son muy graves de guardar e de fazer omme contra
lo que entiende segund razón e según su entencion devia fazer; por ende son los oñ ~
cios de los adelantados m u y peligrosos para salvamiento de las almas ; pero que las
pueden muy bien salvar obrando de sus oficios commo deven, e íazendo el contrario
de aquellos que les puede seer peligroso para el su salvamiento. Señor infante, todo
esto que vos y o digo en razón de los adelantados, devedes entender eso mismo de los
merinos, ca eso mismo es lo uno que lo al e non ha otro departimiento entre ellos
sinon que en algunas tierras llaman adelantado e en otras merinos.
Otro si los alcaldes pueden errar en todas estas maneras en tanto cuanto caye en
sus oficios. Otro sí los alguaziles commo quier que non pueden jubgar pero p u e -
den prender et en achaque de las prisiones e de las guardas que fazen de noche, e de
las armas vedadas e de los carcelages e de los otros derechos que han segund las cos-
tumbres que han de las tierras donde son alguaziles, pueden fazer muchas cosas que
les es muy gran peligro para las almas. Otro sí los mayordomos el su oficio es, que
deven saber todas las rentas de los s e ñ o r e s e todo lo que los s e ñ o r e s dan o despienden
e deven tomar las cuentas de los que algo recabdan por los s e ñ o r e s , tan bien de lo
que se despiende cadal dia, commo de lo que se coge o se recabda por su mandado.
Et si el mayordomo en alguna cosa y e r r a por cobdi(jia o por mala entencion o por
descuydamiento o por mengua de buen recabdo, en guisa que el s e ñ o r pierda alguna
cosa por su mengua o que faga a l g ú n tuerto a aquellos a que toma la cuenta por l i -
songar al s e ñ o r o por mala voluntad que les aya, o por cobdi^ia de levar dellos a l -
go, todas estas cosas van sobre sus almas. Et commo quier que guardando su oficio
commo deven, pueden m u y bien salvar las almas porque ligeramente lo pueden errar;
et por ende son m u y peligrosos estos oficios para salvamiento de las almas. Et quanto
al alférez que tiene el p e n d ó n , puede fazer mucho bien, e non puede fazer en el su
oficio ninguna cosa que sea peligro para su alma, salvo si fuese tan sin ventura que
por alguna entengion o por miedo fiziese alguna desaventura porque el s e ñ o r fuese
muerto o vencido o desbaratado. Et loado a Dios tal cosa commo esta cuenta lo oy
dezir que ningund omme de buen lugar lo íiziese, mas oy decir, e es por pierio que
a muchos alférez cortaron las manos c mataron teniendo los pendones de sus señores
e l'aziendo mucho bien con ellos.
•
E 1 L X X X X V capílulo Tabla cu comino Julio dixo al Intente que aquellos que criavan
q los fijos de los s e ñ o r e s , bien asi comino p o d r á n fazer bien en criarlos e castigarlos
bien asi podrían menguar e errar de lo que complia.
Olro sí los que crían los fijos de los señores bien así commo pueden fazer mucho
bien en criarlos e en casligaiios porque sean buenos e bien acostumbrados, bien asi
pueden errar sí en alguna cosa mengua desto, falagando a sus criados porque estén
mejor con ellos o encubriéndoles o loándoles quando en alguna cosa non íizieren lo que
deven; ca por lo que ellos entonce les consienten, toman ellos m u y grant dubda para
adelante en los sus cuerpos é en las sus fazíendas e de las gentes que han de mante-
ner: et por esto es m u y grant peligro de las almas de los que crian los señores, sí en
quanlo son en su poder lo yerran, de lo que deven fazer en su críanca. Agora, señor
infante, vos he dicho todos los peligros que y o entiendo que pueden acaescer algunos
defensores en los oficios que deven tener. Julio, dixo el infante, bien he entendido todo
lo que me avedes dicho en los estados de los oficios, que los nobles defensores deven
tener de los s e ñ o r e s e de los peligros que ha en ellos e para salvamiento de las almas.
E t p u e s en esto me avedes fablado complídamente, ruego vos que me d í g a d e s l o q u e
entendedes de los otros oficios. S e ñ o r infante, dixo Julio, pues lo queredes, de aquí
adelante dezír vos he los peligros que yo entendiere para salvamiento de las almas
en los oficios quedan los s e ñ o r e s a los ommes de criazón. S e ñ o r infante, el mas onrado
oficio de mayor pro e que forzadamente ha de saber lo mas de la fazíenda del señor e
las p o r í d a d e s es el chanceller; que el oficio del chanceller es quel deve tener los sellos
d e l s e ñ o r e mandar fazer las cartas todas tan bien las mandaderascommo las de ponimiento
commo las de gracia, e de respuestas. Et las que son para coger las rentas e los dineros
de los señores e las de los emplazamientos e las de pago e todas las cartas que fueren de
fuerpa deve tener registradas. Et en cabo para vos lo encerrar todo, conviene que todas
las cartas que al señor vinieren o el señor enviare en qualquíer manera, que todas ven-
gan a mano e a poder del chanceller; ca pues non puede ser carta sin ser sellada non
puede el señor cosa mandar fazer que el chanceller non lo sepa. Et a su mano e a su
poder non aya de venir: et por todas estas razones porque forcadamente ha de saber el
chanceller toda la facíenda d e l s e ñ o r conviene que sea su privado esu consejero. Et por-
que todas estas cosas non se pueden escusar, siempre los señores escogen tales chan-
celleres que sean sus criados o de sus padres e que ayan con ellos muchos debdos para
los servir e que sean leales e de buen entendimiento, et sí mas vendados destos oviere
el chanceller, s e r á muy bien; mas sí destol menguare ninguna cosa, el señor que tal
chanceller oviere p o r n á en grand aventura toda su fazienda. Otro sí el chanceller de-
ve llevarla chaníjellería de las cartas, de unas mas e do otras menos, segund son las
mas aprovechosas para aquellos que las lievan. Et segund es ordenado en aquella ca-
sa de aquel señor, cuyo chauQoller fuere del derecho que ha de levar dolías. Et si el
chanceller guarda bien e lealinente su oficio e obra en el commo deve, sirve mucho
al señor e aprovecha mucho a las gentes, e puede muy bien salvar el alma faziendo
en este mundo su pro e su onviv, mas si el chanceller es cobdicioso o malicioso o^de
mala entcncion, puede fazer muchas malas obras, ca mostrando que sirve al seuor
puede escobrir muchas cosas de lo que el señor deve aver con derecho por cobdi(?ia
de lo que el puede levar por aquella razón. Otro sí mostrando que lo fazen por pro del
I L U S T R A C I O N V, S .
gcnor, tiene muy biou aparejado do buscar mal el que quisiere; ct olro si al que q u i -
s¡cr guardar, puede cncobrir muchos de sus yerros. Olro sí puede a ver tiempo comino
se libre o se dosfag-a lo que el quisiere, aunque sea con derecho o con tuerto, e p u e -
de along-ar o acortar los tiempos e levar de las g-entes los que quisiere que vos d i r á ;
mas bien cred que el scuor mismo nin quantos en su casa son non tienen a tan apare-
jado de fazer tan malas obras c tan encubiertamente, e dando a entender que faze de-
recho commo el chaníjcller si mal quisiere obrar c fuere cobdicioso o malicioso por
que puede errar en tantas cosas, et ha tan g-rant aparejamiento pora cncobrir sus
yerros e sus cobdicias es muy peligroso el su oficio para salvamiento del alma.
El X C V I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que estado era el de los físicos
de casa de los grandes s e ñ o r e s , ca en parte era grande e en parte non.
Otro sí los físicos de casa de los s e ñ o r e s han un oficio muy e s t r a ñ o que en parte es
mayor que todos e en parte non lo es: tanto ca en quanto el señor ha de fiar
en el su cuerpo e la vida del mismo e de su muger e de sus fijos e de toda su
c o m p a ñ í a , en tanto es el mayor oficio e en que ha mester mayor lealtad e mayor e n -
tendimiento que en todos los otros oficios; mas quanto es en r a z ó n de su física non
ha a dar nin tomar con el señor, nin ha en que se entremeter en su fazienda en tanto
non ha tan grand poder e grand llegotica con los s e ñ o r e s , fuera de lo que an de fazer
en la física, es en quales entendimientos e quales maneras e quales costumbres oviere
de su naturaleza e non commo oviere estas cosas dichas por las ciencias que oviere
aprendido solamente, ca si el omme naturalmente non ha buen entendimiento e lo que
entiende non es sino por las ciencias que sabe, a la ora quel sacaren de aquello que a
leydo tan poco recabdo s a b r á y dar commo si nunca lo oviese oido. Et por ende para
aver el físico privanca del señor fuera de la física conviene que aya buen entendimiento,
le fará que sea leal e de buenas maneras e de buenas costumbres. Et pues el fisico for-
cadamente a de fablar con el señor muchas vezes e en muchos tiempos, si el señor f a -
llare que ha en el estas cosas sobredichas, non se puede escusar de aver grand parte
en la su privanca e en los sus consejos, e si el físico obrare bien en física e en la p r i -
vanca del señor, si a ella lleg-are, puede fazer muchas buenas obras e salvar m u y bien
el alma seyendo x p i a n o : mas si el físico fuere cobdicioso o de mala enten^ion e n c u -
biertamente puede fazer muchas malas obras, ca puede demandar a los enfermos tan
grant quantia por los guares^er que les será mayor danno que la dolencia que ovíeren.
Otro sí en alongar las enfermedades e en careszer las melezinas o en fazer entender a
las gentes con manera de truyania que faze mejor obra o mas sotil de quanto es la
verdad, o en otras muchas maneras que puede errar entendimiento o non lo entendien-
do commo deve , o si por su mala ventura, por cobdicia o por mala voluntad mengua
alguna en la lealtad que deve g'uardar a los que se meten en su poder o descubren las
enfermedades encubiertas que las g-entes han, e las muestran a los físicos fiando en
ellos que los g-uarescerán e que los non d e s c u b r i r á n de las dolencias feas o encubier-
tas o vergonzosas que han. Et porque los físicos an muchas maneras para ganar d i -
neros de las g-entes, non faziendo tales obras porque los deviesen levar, han muy grand
aparejamiento para eucobrir la mala obra quando la fizieron , dando a entender que
la lazen buena, por todas estas cosas es muy peligroso el oficio de los íisicos para sal-
552 CRONICA Dlí DON F E R N A N D O E L I V .
vamiento de las almas. Otro sí los señores han eu sus casas otro oíicial que non pueden
escusar que ha nombre camarero, e este ha de tener e de guardar todas las joyas del
señor, que son de oro e de plata e piedras presíjiosas, e p a ñ o s , e todas las cosas
que pertenescen para cumplimiento e apostamiento de la c á m a r a del señor, e deve r e -
cabdar e traer todos los dineros que el señor ha de traer consigo para dar e para des-
pender, e ha de aver su derecho tanbien de los dineros que da por mandado del se-
ñor, commo de otras cosas segimd es ordenado en la casa del s e ñ o r cuyo camarero
es, e sus ommes deven dormir en la c á m a r a do durmiere el s e ñ o r : et deve guardar
la puerta de la c á m a r a desque el s e ñ o r y entrare, e ellos deven vestir desnudar ¿
s e ñ o r e saber todas las privanzas encubiertas que non deven aver las otras gentes.
Et por el grand afazimiento que el camarero ha con el señor, si fuere de buen enten-
dimiento e l e a l , e de buena poridat, e de buenas maneras e de buenas costumbres
non se puede escusar que non aya m u y grand parte en la privanca e en los consejos
del s e ñ o r . Et si bien guarda su oficio commo deve, e faze buenas obras, sirve m u -
cho al señor e aprovecha mucho a las gentes e salvar m u y bien el alma. Mas si el ca-
marero fuere cobdicioso o malicioso, por las muchas buenas cosas e cobdiciosas que
tiene en su poder, a mayor aparejam.iento que otro órame de fazer le que non deve
por cobdicia. Otro sí en todas las maneras que vos dixe de suso que podían fazer ma-
las obras en semejanza de bien el chanceller e el físico, en esas mismas maneras e en
mas puede fazer malas obras el camarero si quiere. Et por el grand aparejamíento que
ha de fazer malas obras e- encubiertamente, por ende es m u y peligroso el su oficio
para salvamiento del alma.
E l X C V I l capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que oficio era el del despense-
ro en casa del señor, e commo ha de comprar las viandas para la casa.
su oficio ning-una renta cierta e ha de pasar por su mano quanto el señor despiende,
m
e mucho de lo que da porque vee que esta en su poder crécele cobdigia. Et otro sí por-
que muchos tienen por razón porque es despensero de y r comer con el e pedirle e n -
prestado e aun de lo suyo, e por estas razones e porque ha muchas maneras para
encobrir lo que non faze commo deve, a t r é v e s e afazer lo que les non cumple. Et para
lo fazer encubiertamente, de una parte avienese con los oficiales e encubrenles los yer-
ros que faze porque peche algo a el e porque ellos otro sí callen e encubran lo que el
fiziere. Otro sí puede fazer e n g a ñ o en las mercas e en las compras, poniendo que lo
mercan e lo compran por mayor préselo de lo que es verdat. Et tomando de la vianda
del señor mas de la su razien e por contar por dado e por despendido lo que non es
dado nin despendido. Et entre alg-unas otras maneras que ellos saven catar para l e -
var lo del señor con eng-año e con maestría reboltosa. Et porque ha mester m u y mas
de lo que con derecho deve aver del oficio, et porque les faze commo e s t r a ñ o veen que
dan ellos a todos e que non lievan nada para si. Et porque todos los ommes quieren
enrequecer a y n a ; et porque han muchas maneras para levar con que puedan enre-
quezer e lo pueden fazer encubiertamente, porque todas estas maneras son e n g a ñ o s a s
e con pecado, por todas estas maneras el oficio del despensero es m u y peligroso para
salvamiento del alma.
El X C V I I I capítulo fabla en commo en pos de los oficios del físico e del despen-
sero ay muchos otros oficiales en casa de los grandes s e ñ o r e s .
En pos del físico e del despensero ay otros muchos oficiales en las casas de los em-
paradores e de los reys e de los otros s e ñ o r e s , asi commo coperos e banqueros e r e -
posteros e cavallerizos cevaderos, e porteros, e mensageros, e cocineros e otros m u -
chos oficiales mas menudos que paresce mejor en los callar que en los poner en tal
libro commo este, todos los oficiales sobredichos, sirviendo bien e lealmente sus oficios
e non faziendo e n g a ñ o al señor nin a las gentes de su casa nin de la t i e r r a , pueden
muy bien salvar sus almas: mas porque cada uno destos ha muy aparejamiento para
errar por cobdicia o por mala entencion, por ende sus estados son m u y peligrosos pa-
ra salvamiento de las almas. Julio, dixo el infante, muy pagado so de quanto bien me
avedes fablado en estos estados, et ruego vos que si otros estados sabedes que me
digades ende lo que dellos sopieredes. Señor infante, dixo Julio, en pos destos esta-
dos que son en casa de los s e ñ o r e s , ay otras gentes por las villas e por las tierras a
que llaman menestrales, et estos son de muchos estados, asi commo tenderos, e a l -
fayates, e orebzes, e carpenteros, e forreros, e maestros de fazer torres e casas c
muros, c zapateros, e freneros, e selleros, et albeylares, e pellegeros, e de texedo-
res, e de otros menestrales que non faze grand mengua de seer todos scriptos en este
libro todas estas maneras de menestrales. Et aun los labradores que labran por sí
mismos, asi commo quinteros, o yunteros, o pastores, o ortolanos, o molineros, o
otros de menores estados, pueden m u y bien salvar las á n i m a s , faziendo lo que deven
lealmente e sin cobdicia, mas por el aparejamiento que han para non fazer todo lo me-
jor. Et porque muchos destos son menguados de entendimiento que con torpedat p o -
dían caer en grandes yerros, non lo entendiendo, por ende son sus estados muy peli-
grosos para salvamiento de las almas.
70
CnÓNTCA D E DON F E R N A N D O EL IV.
1 1 X C I X Oflpitulo Cabla on commo Julio dixo al infanlo que agora le avie dicho los es
indos en que viven los legos c le avie dicho oslas maneras en que podia salvar el
alma si quisiere.
S e ñ o r infante, agora vos he dicho todas las cosas que yo entiendo en loé estados
que biven los legos. Et por razón que muchos destos estados son tales, que es (jierto
que vos non pertenesca a vos tomar ninguno dellos, nin son tan aparejados para sal-
vamiento de las almas commo otros mucho mejores e mas onrados de que vos fublé
Por ende vos fablé en estas maneras de estados, de algunos oficiales que son en ca-
sa de los señores e de los maestrales que son en las villas e en las tierras e de los
labradores tan abreviadamente. Et commo quiere que yo creo que muchas cosas que
he fablado en este libro, í'allaredes y muchas razones en que avia mester muy grand
emienda tan bien en ío que se y dize de los estados de los oramos, commo de las otras
cosas. Pero sabe Dios que yo fablé en ello lo mejor que entendí. Et si alguna cosa ay
puesta que sea aprovechosa, t é n g o m e yo ende por de buena v e n t u r a , e gradescolo
mucho a Dios. Et vos, señor infante, tened por cierto que todos los bienes vienen del,
et lo que y fallaredes non tan complido commo era mester, tened que si fue errado,
que lo fue por nou entender, mas non porque m i voluntad non fuese complida de lo
dezir lo mejor que yo entendiese. E t pues en esto que fasta aqui es dicho he trabajado
quanto vos sabedes, et vos he dicho asaz maneras en que podedes salvar el alma si
quisieredes guardando vuestra o n r a , et aun menguar della si eutendieredes que po-
dados mejor salvar él alma, tengo si porque lovieredes que nou avedes por que rae
fazer trabajar para vos fablar mas en otras cosas nuevas. Julio, dixo el infante, tan
bien me avedes respondido a todas las cosas que pertenescen en los estados de los le-
gos que lo gradesco mucho a Dios: et ante tengo que eso mismo devedes vos fazer.
Et commo quier que yo entiendo que so en estado de lego, que esto que me avedes
dicho me compila a fazer: pero porque la salvación de las almas es cosa que se deve
mucho desear, et aun porque deve omme fazer mas que por cosa del mundo, por en-
de vos ruego que me fabledes lo que vos enteudieredes en los estados de la clerezia,
porque d e s p u é s pueda yo con vuestro consejo escoger en que mejor se puede salvar
el alma. S e ñ o r infante, dixo Julio, yo tenia que pues vos sodes en estado de lego que
vos cumplía a fazer lo que vos avia dicho; mas pues queredes que vos fable en los
estados do la clerezia, fazer lo he segund el mió entendimiento. Mas por segund lo
que es scripto fasta aqui, todo lo que pertenesce en los estados de la clerezia se esen-
viese en este libro e fuese todo uno, serie m u y grand l i b r o : et tengo que si por si
lovieredes que servia mejor partido en dos partes, la primera que fable en los estados
do los legos pues vos sodes lego e la fazienda de los estados de la clerezia.
A l infante plogo mucho desto que Julio le dezia : et pues nou cumplía nin fapía men-
gua de poner y mas dexolo por acabado et r o g ó a don Johan, su criado e su ami-
go que lo compliese. Et por su consejo e por su ruego a c a b ó don Johan esta p r i m e -
ra parte deste libro en Pozancos, lagar del obispado de Qiguenpa, martes veinte e dos
ILUSTUACIÜNES.
dias de Mayo era do mili e Ifczieutos e sesenla e ocho anos. Et eu este mes de Mayo,
milico dias andados del complio don Johan quarenla e ocho a ñ o s .
SEGUNDA PARTE.
El capítulo primero es el prólog-o, et fabla en commo don Johan envia este libro a
don Johan, fijo del rey de Arag-on, patriarcha de Alexandria.
El capítulo I I fabla en commo d e s p u é s que Julio el sabio ovo respondido al infante
a todas las preguntas quel avia fecho, et commo le encomendó a rogar quel fablasse
de los estados de la clerezia.
E l capítulo I I I fabla' en commo Julio dixo al infante eu commo non se le quería es -
cusar del responder porque y a otra vez se escusara del responder et nol t o v i e -
ra p r o .
El capítulo l i l i fabla en commo Julio dixo al infante que secta era la de los moros,
et que es aquello que creyen et que es aquello que non.
El capítulo V fabla en commo Julio dixo al infante: señor, commo quier que eu lo
de suso escriví ay algunas cosas que parecen c o n t r a r í a s , non lo es para quien vien lo
entendier.
El capítulo V I fabla en commo Julio dixo al infante algunas contrariedades que
para los que non lo entendiesen podrían tomar dubda, et rectificólo dellas.
E l capítulo V I I fabla en commo Julio dixo al infante: s e ñ o r , para provar q u é cosa
es Dios a los xpianos et a los ludios et a los moros, p u é d e s e fazer commo vos d i x e
por la escriptura, et en este mismo capítulo fabla commo pueden provar a los judios
et a los moros que otra fé non a sínon la de los xpianos.
El capítulo V I I I fabla en commo Sancta María fue certificada por el ángel que a v í a
de nas^er della el fijo de Dios.
El capítulo I X fabla en qual hedad fué la nas^eiKjia de íhu x p o .
El capítulo X fabla en commo Julio dixo al infante qual fue la razón segund que
el semejava porque nuestro s e ñ o r naspiera a la media noche quando cantava el
gallo.
* Esta segunda parte del Libro de los Es- á la estampa tal cual se halla en el precioso
tados está incomplela y todos nuestros esfuer- Códice de la Biblioteca Nacional que nos ha ser-
zos han sido vanos para completarla. La damos vido para su impresión.
^ CROMICA D E DON FlíUNANDO E L IV.
El capítulo X X X d l fabla en «omino el infante dixo a Julio conimo quier que estas r a -
zones que me vos dezides son muy buenas, mucho vos lo gradesco en conimo me las
fiziestes entender commo axpiano que yo so.
El capitulo X X X I I I I que fabla commo el infante dixo a Julio vien entiendo, segund
las razones que me avedes dichas, que el estado de la clerezia es muy bueno e m u -
cho acabado.
El capítulo X X X V fabla en commo Julio d i x o : s e ñ o r infante, vos sabedes que en
todos los estados en que viben los ommes se pueden salvar si quisieren.
El capítulo X X X V I fabla en commo el infante dixo a Julio que avia fablado tan g e -
neralmente en algxinas cosas que el que lo non podie entender.
El capítulo X X X V I I que fabla en commo Julio dixo al infante la manera en que el
papa podia meres^er o desmeres^er.
El capítulo X X X V I I I que fabla en commo Julio dixo al infante que el papa non par-
tiendo commo devia el segundo tesoro commo devia de la eglesia , podría mucho des-
meresQer.
E l capítulo X X X I X que fabla en commo Julio dixo al infante en commo puede des-
merescer non partiendo el tercero tesoro que es en la justicia commo deve.
El capítulo X L fabla en commo Julio dixo al infante en commo el papa puede des-
merescer non partiendo el quarto tesoro que son los beneficios.
E l capítulo X L I fabla en commo Julio dixo al infante en commo el papa puede des-
mcrescer non partiendo commo deve el quinto tesoro que es el juizio de su cons-
Qiencia.
E l capítulo X L I I fabla en commo Julio dixo al infante: agora, s e ñ o r , non he dicho
todas las cosas que entiendo que cumplen a las cinco preguntas que vos me fiziestes.
E l capítulo X L I I I fabla en commo Julio dixo a l infante qual es el primero estado des-
pués del estado de los papas.
El capítulo X L I I I I fabla en commo el infante dixo a Julio encomendandol' quanto
complidamente le avia fablado enl' estado de los cardenales.
E l capítulo X L V que fabla en commo el poderío que han los patriarchas por el po-
derío del papa, diz que ha aquel que ha el papa en toda la xpiandat.
El capítulo X L V I que fabla en commo Julio dixo al infante qual es el estado primero
d e s p u é s del de los arcobispos.
El capítulo X L V I I que fabla en commo Julio dixo al infante el estado de los deanes
que an en las eglesias cathedrales.
El capítulo X L V I I I que fabla en commo Julio dixo al infante del estado de los frayres
predicadores et qual era la su regla.
E l capitulo segundo fabla en commo después que Julio el savio ovo respondido al i n -
fante a todas las preguntas quel avia fecho, et commo le encomendó a rogar quel fa-
blase de los estados de la clerezia.
Después que Julio el sabio de que y a avenios fecho mención ovo respondido al i n -
fante a todas las preguntas quel avia fecho, el infante comento a fablar con el en esta
guisa: Julio, loado a Dios, vos me avedes respondido tan bien a todas las cosas que
vos yo p r e g u n t é e me diestes tanto a entender de los estados de los legos que yo me
tengo ende por muy pagado. E t é r e o que s e r á muy gran maravilla si otro omme p u -
diesse responder a ello mejor nin aun dar mejor recabdo a las otras cosas que me
oviestes a decir de vuestro entendimiento o pues loado a Dios, esto e s t á muy bien,
ILUSTRAGÍONES 359
fuégO vos que mo fabledes en eslados de la clcrezia, ca tengo que eu la clerezia son
muchos [eslados también de rclig-iosos commo de seglares en que es el salvamiento de
íaá almas mas seguro que en los estados de los legos.
El capítulo tercero fabla en c ó m m o Julio dixo al infante se le non quena escusar del
responder porque y a otra vez se le escusara del non responder et nol toviera pro ca
forcadamente le oviera a responder.
Sefíor infante, dixo Julio, porque yo muchas veces me quise escusar de vos respon-
der a otras preguntas que me feziestes en non me tovo p r o , ante vos ove d e s p u é s a
responder por ende non quiero agora comencar a escusarme et aver vos a responder
d e s p u é s . E t assi digo vos que en fablar cumplidamente en el estado de la clerezia es
muy grande cosa, que en la clerezia son muchos estados et muy departidos unos de
otros: otro sí el estado de la clerezia es el mas alto estado que puede seer por muchas
razones, de las quales la una es que desle estado fue nuestro señor ihu xpo, ca e l
fue el primero que fizo sacrificio del su cuerpo et de la su sangre, et del dixo el p r o -
pheta David por el Spiritu Sancto: tu eres sacerdote para siempre, s e g ú n la orden de
Melchisedec. E t otro sí porque los sacerdotes pueden fazer que por la virtud de las
sus palabras por el poder que han et pueden fazer et fazen que el pan verdadero se
torna carne et cuerpo de ihu xpo et el vino su sangre propia. Et otro sí pueden dar
et dan todos los sacramentos de sancta Eglesia et todas estas cosas non puede fazer
otro omme sinon el sacerdote que es clérigo misa cantano. Et otro sí los clérigos d e -
ven mantener la ley et lidiar por ella en tres maneras: la primera es que deven lidiar
con armas contra los moros que son nuestros enemigos; la segunda deven lidiar con
el diablo et con el mundo et consigo mismos faziendo tales obras quales les porten espe
et dando de sí buen exemplo a las gentes, et bien creed, señor infante, que non es
esta menor l i d que la primera: la tercera es que deben lidiar por ciencia con los c o n -
trarios de la ley, mostrarles por scripturas et por razones manifiestas que la nuestra
ley de los xpianos es la ley en que se pueden salvar las almas et que en ninguna otra
ley al tiempo de agora non se pueden salvar. Et aunque los que son xpianos po-
diendoles la manera commo mejor puede bevir para salvamiento de las almas el man-
tenimiento de sus estados segund la manera de que cada uno fuere et sacándolos de
qualquier dubda en que qualquier cayesse. Et señor infante, las gentes con que los sa-
cerdotes han de lidiar son quatro: primero con los xpianos et con los judies et con los
moros et con los paganos et gentiles que son los que non han ninguna ley nin secta
cierta. E t creed, señor infante, que todas estas quatro maneras de gentes pueden ven-
cer los sacerdotes por (jien^ia et por r a z ó n , si Dios les faze a tanta merced que les
quiera dar bien entendimiento et firme et que bivan buena vida et limpia porque non
aya aquel embargo porque embarga la gracia de Dios. Et aviendo en si primero es-
tas cosas dichas en pos esto las maneras para los vencer son estas: a los xpianos que
que non dubdenen ningún artículo de los de la fé, non han vencimiento si non p r e d i -
carles et amostrarles las maneras commo pueden mejor salvar las almas et mantener
sus eslados diziendoles quanto bien han en fazer bien et guardarse de pecado, et la
gloria que abria en el paraíso por sus buenas obras et las penas que a v r á n en el i n -
fierno por sus malas obras; el a los que en alguna cosa errasen o dubdasseu mos-
5()0 CRONICA B E DON F E R N A N D O EL I V .
irarg-clo por los dichos do la sánela scriplura; e l pierio es que non ha cosa en que nin-
xpiano pueda duhdar en la í'é uin en los sacrameulos que todo non se muestre Ua-
uamcnle los dichos de los sanios doctores que fueron de sánela Eglesia, et
assi con estas dos maneras de xpianos otro sí puede vencer a los judíos m o s t r á n d o -
les por su ley que por los dichos de las sus scripluras el en todas las cosas que en su
ley fueron dichos que toda fue fig-ura desla nuestra, el que todo lo que fue dicho del
mesmo que todo fue dicho et se cumplió por ihu xpo. Et bien vos digo, señor infante
que aun con razón tengo que commo quier que otras muchas buenas ha para ello, que
una de las buenas es la que es en el comienco de la primera partida deste libro que
y o fize. Otro sí a los moros pueden vencer los sacerdotes m u y ligeramente por su
secta misma, ca ellos creen que ihu xpo que fue concebido en el vientre de sánela
M a r í a , et ante que fuesse p r e ñ a d a era virgen et seyendo p r e ñ a d a que era virgen,
et después que parió que fincó virgen, et ihu xpo non fue engendrado de padre que
fuesse omme, sínon de spirilu de Dios, et pues ellos todas estas cosas creen, preguntó-
les yo que pues Dios non puede fazer nin faze ninguna cosa sin r a z ó n , que me digan
qual fue la razón porque Dios tantas e s t r a ñ a s el maravillosas cosas quiso que se ñzie-
sen en la nascencia et concebimiento de ihu xpo, o que bien se siguió ende porque el
tantas cosas e tan fuera de natura quiso que fuessen fechas, et si me respondieren que
fue porque Dios quiso, et que a la voluntad de Dios non ha omme porque buscar r a -
zón, digoles que esto non es v e r d a l , ca en ninguna ley non ha cosa en que razón non
aya, el si dixieren que assi fizo A d a m sin omme et sin muger, digoles que lo fizo por
necessidat, ca Adam fue criado et fecho para que se poblasse el mundo et si Adam o
otro omme non fuera criado non oviera y qui loasse nin cosnopiesse lo que se puede
cognoscer de Dios, que es la mayor cosa porque el mundo es fecho. E l si me dixieren
que asi fizo a Eva de omme sin muger digoles que aun Eva fue fecha con razón et
por nescesidal, ca commo quier que Dios criara Adam non se poblara el mundo si
A d a m non oviera en quien pudiera engendrar. E t otro sí quiso que fuesse fecha de
una cosliella del omme por razón que la muger es una partida del omme pero non
tan complida commo el; porque da a entender que pues non es tan complida commo
el, que siempre el omme deve aver señorío et mejoría de la muger. Et assi todo
esto fue fecho con razón; mas en la nascencia et concebimiento de ihu xpo que fue de
muger sin omme et non avia y ninguna destas razones nin nescessidades, dígame el
moro que porque fue esto. Et s e ñ o r infante, digo vos que me dijo don Johan, aquel
mío amigo, que ya oviera el deparlimienlo con algunos moros muy sabidores, elquan-
do llegó a esto con ellos, dixome que faziau mucho poder por non les responder des-
to; pero desque mucho les afincaba, dixome quel dixieran que tenia que ihu xpo que
fuera criado et naspiera para que fuessen las almas por el para redimir los pecado-
res, et dixome que les respondiera el que bien sabia que ninguna cosa non ha s e ñ o -
río en su egual; pues si ihu xpo avia de salvar las almas, que son espirituales, que
pierio es que non podría facer esto el cuerpo de ihu xpo que es cosa corporal, que la
su alma que era alma de omme, mas que esto h a b í a de fazerla divinidad que era ayun-
tada a la umanidal, Et porque llanamente podados entender esto, mostrar vos lo he
bien declaradamente; vos sabedes que las yerbas et las plantas han mejoría et avan-
tnja do las piedras en tanto que han ser commo las piedras, et han de mas crescer
el fazer fruzto. Et.si las animalias an aseer como las piedras el cresper el fazer fructe
ILUSTRACIONES. m
comino las plantas et d e m á s han mejoría que sienlen et biven ct han los movimienlos
que les cumple para bevir et engendrar. Olro silos ommes han todos estas cosas,
demás han entendimiento ct razón et libre albedrio, todo esto ovo ihu xpo complida-
mente commo omme verdadero assi commo otro omme; ct d e m á s ovo la divinidat,
que fue et es Dios verdadero que se a y u n t ó a umanidat. Etesla divinidat que es Dios
fue lo que ovo en nuestro señor ihu xpo mas que otro omme bien assi commo cada
una de las cosas que son dichas, ovo lo que avian las otras cosas et lo suyo d e m á s : et
Qierto esta mejoría que nuestro s e ñ o r ihu xpo ovo de los otros ommes en seer Dios
seyendo omme bien tengo que vale cinco sueldos mas que las otras avantajas dichas.
Et esta divinidat que ihu xpo ovo en sí que fue et es verdadero Dios, esto es lo que
puede salvar las almas et redemir los pecadores, commo Dios criador et fazedor de
todas cosas, ca si ihu xpo fuesse egual de las otras almas et spiritus de los ommes que
sin razón seria de poderlas salvar; mas para las poder salvar que forjadamente con-
venia que el salvador fuesse Dios et assi que por fuerza pues conoscian que ihu xpo
fuera criado e nasciera para salvar las almas que avian a erer que ihu xpo es aquel
mismo Dios et cria las almas et las puede salvar. Et otro sí pues dizen que fue c r i a -
do et nasció para redimir los pecadores bien, commo es dicho que egual en egual non
ha señoría, cierto si ihu xpo fuera omme solamente e t n o n oviera mejoria nin avantaja
de los otros ommes, non pudiera el redemir los ommes; mas esto pudo el fazer porque
fue omme verdadero et Dios, fue et es omme porque flzies emienda por el omme et
fue ct es Dios porque asi puede fazer todas las cosas de nada, pudiese redimir los p e -
cadores pues fazia tan grand emienda por ellos, et digo vos, señor infante, que tengo
que les dixo tan buenas razones et tan jiertas que con razón non las podían desfazer.
Et por todas estas razones de suso dichas et por otras muchas que dejo de poner aquí
por non alongar el libro pueden vencer los sacerdotes a los moros.
E l IIÍ capítulo fabla en commo Julio dixo al infante que secta era la de los moros et
que es aquello que creen et que es aquello que non.
Et, s e ñ o r infante, commo quier que tantas cosas ha en las sectas de los moros, las
unas erradas, que cuidan ellos que las entienden ellos mas derechamente que nos,
que non podrían seer escriptas en otro t a m a ñ o libro commo este, s e ñ a l a d a m e n t e una
de ellas, que ellos dizen que ihu xpo non era Dios, et la otra que Dios non m u r i ó et
los xpíanos son errados porque non entienden la cosa commo es, ca en parte esto
assi es et assi lo c r e é m o s n o s , ca nos creemos es verdat que ihu xpo en quanto era
omme verdaderamente lo que llaman los clérigos umanidat, esta umanidat non era
Dios que se a y u n t ó con la umanidat este era entonQc Dios , et era ante sin comienco
Dios et es agora Dios, et será para siempre sin fin Dios. Et assi en quanto non creen
que ihu xpo era Dios, eren verdad en la manera que es dicho, mas créenlo noscia-
mente. E l otro sí en quanto creen que ihu xpo seyendo Dios non m u r i ó eso mismo
eremos, ca nos non eremos que la divinidat murió nin podria m u r i r ; mas la umanidat
que era el cuerpo verdadero de omme de ihu xpo que era ayuntado a la divinidat,
aquel murió verdaderamente por redemir los pecadores. E t a s í , señor infante, por es-
tas el por otras muchas maneras pueden los sacerdotes vencer los moros por razón
et por scien^ia, agora vos he dicho algunas maneras commo los sacerdotes pueden
71
g0g CRONICA DE DON F E R N A N D O E L I V .
lidiar el vencer por s^ien^ias las Ires maneras que vos dixe de suso que son xpianos
el judies el moros, el finca que vos non dixe aun commo deven el pueden lidiar el
vencer. La quarla manera de genios que son los pag-anos el gentiles que non eren tiiti
han ninguna ley. nin secta pieria. E l s i n d u b d a , señor infante, esto s e r á muy mas
grave de fazer, ca el que cree alguna cosa escripia, si por aventura non la entiende
commo deve, puédelo omme vencer; mas el que non cree ninguna scriptura non le
puede omme vencer por ella. E l si alegaredes los evangelios dirán esso mismo. Et si
Alcorán que fue lo que Mayomat dejó por ley a los moros et non lo es sinon secta er-
rada en que los puso, bien asi d i r á n que non saben que vos dezides. E l por ende los
paganos non se pueden vencer por scripturas et halos omme a vencer con razón. E l
bien c r e d , s e ñ o r infante, que fablar en esto es-muy grand peligro por dos razones:
la primera es
Et asi podedes entender si es grand peligro fablar en estas cosas en manera que
las puedan todos oyr et leer. Et commo quier que estas contrariedades ya (jierto es
que todo es guardado et todo es verdad según lo tiene Sarlcta Eglesia, mas en fablar
en ello s e ñ a l a d a m e n t e ante los que non son m u y entendudos et sotiles es muy grand
peligro, ca non e n t e n d e r á n toda la verdad et fincarán en alguna dubda. Et aun es
muy mayor peligro en lo fablar ante los que han sotil entendimiento si non han el en-
tendimiento el la erenpia de nuestra sánela ley et fe catholica firmemente, ca la soti-
leza les fará caer por ventura en tales dubdas o yerros que les fuera mejor nunca
aver leydo. Et por ende fablar en estas cosas tales, develo omme fazer commo quien
se calienta al fuego, que si mucho se lega quemarse ha. E l si non se calienta m o r r á
de frió. Et por ende ío primero vos digo que la sánela fe catholica es en todo y por
todo verdaderamente , asi commo la sancta eglesia de Roma lo cree simplemente- el
pido por merced a Dios que en onra et ensalcamiento della quiera el que tome yo
muerte de martirio. Et j u r o a Dios, que si yo por el poco entendimiento que Dios me
dió non entendiera que esta nuestra sancta fe catholica es la ley en que nos podemos
salvar, et que en otra non se puede salvar omme et que me podría mejor salvar en
o t r a , que aquella tomara; mas non tan solamente lo creo, ante se pieriamente que
non ha otra ley en que omme a este tiempo se pueda salvar. E t commo quier que todo
se puede probar por razón,, el fio por Dios que lo mostraré y o en este libro, pero por-
que es m u y grand peligro de fablar en tales cosas en guisa que lo oyan et lo sepan
lodos , ca en las cosas que se oyen o se leyen entonce assi lo bien dicho non es gra-
descido. Et lo que parespe que non es tan bien dicho, aquella culpa non sea del que lo
d i x o , sinon del que lo oye non lo entiende siempre, po?ná la culpa al que lo fizo. El
por ende estas cosas en que los que lo non pudiessen entender podrían tomar alguna
dubda por mengua de los sus entendimientos, estas cosas tales quiérelas yo poner por
letras tan escuras que los que non fueren muy sotiles non las puedan emendar, el quando
viniere alguno que aya entendimiento para lo leer lo cierto que abrá entendimiento para
lo entender, et placerle ha por lo que fallará scripto el aprovecharse ha dello. E l el
que lo non entendiere non podrá caer en dubda por lo que leyere pues non lo pudiere
leer por oscurldal de las letras. E l aun he pensado que todo lo que pudiere dezlr fa-
blanclo segund las maneras que se dlzen en la sancta scriptura segund es la verdal, en
ILUSTRACIONES. 503
que ninguno non puede dubdar que las por osle nuestro romance llananiente. E l las
en que los que las non cnlendicscn podrían dubdar non por la cosa que yo diria, mas
por la mengua de lo non entender ellos las tales cosas, screvirlas he por la manera
escura que vos ya dixí. Et porque por aventura alguno a que yo m o s t r é aquella manera
de escrevir lo podría entender, cscrivirlo he lo mas guardadamente que yo pudiere.
Et si alguno leyere este libro et non pudiere leer estas letras, si fuere ornme a que
yo deva o pueda y r enbie por m i , Et si fuera omme que deba venir a m i , fágalo, si
quiere saber lo que las letras quieren dezir.
El V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante: señor, commo quier que lo que
de suso escrevi ay algunas cosas que parecen contrarias, et non lo es para quien bien
lo entendiere.
Et señor infante, commo quiere que en lo que de suso escrevi por aquella manera
e s t r a ñ a de escrevir ay algunas cosas que pare9en contrarias, sabet que para quien lo
entendiere commo deve et commo es, que lo non son, ante es todo una cosa et una
verdal, et de lo que parece contrario non vos maravilledes, ca bien podedes saber
que toda la s á n e l a scriptura es llena de razones et de palabras que semejan contra-
rias et non lo son, et dezir vos he algunas deltas : en la Biblia di^en que Moysen fa-
blava de cara a cara con nuestro señor Dios asi commo un amigo con otro: en el
evangelio dize que Dios nunca le vió ninguno, antes esto contrario paresQe; pero
pierio es que la scriptura toda es verdadera. Otro sí en el evangelio dize que lo que
diere omme con la mano derecha, que lo non sepa la esquierda. E t dize que el bien
que el omme fiziere que lo faga en guisa que lo veyan todos, pues esto contrario p a -
resce et asi otras muchas cosas. Et por esto dixo sant Johan Damasceno conviene a
saber que los ommes por que son enbueltos en esta carnalidad et Otro sí d i -
ze en la scriptura la sabiduría deste mundo lucura es (jerca Dios; todo esto nos da a
entender que los sánelos et los doctores de santa Eglesia fallaron en Dios et en los
sus fechos por algunos semejantes por que los ommes puedan entenderlo; pero non
porque sea asi. Et dezir vos he algunas por que entendades las o t r a s , y de suso dixe
que Moysen que fablara con Dios cara a cara. Et otro sí dize que a Dios nunca lo vió
ninguno. E l si en estas cosas omme fablare muy paladino por fuerca tomarla a l g u -
na dubda los que lo bien non entendiessen ca sí dezimos que Dios fablava et avia
'Caray tm t.mm i ^ ¡91
Por todas estas razones non se deven estas cosas fablar sinon con tales que lo e n -
tiendan verdaderamente commo es aun con omme que non quiera fablar en ello por
manera de disputación, ca los que disputan catan puntos porque puedan tomar a su
contrario por la palabra que dize. E l en estas cosas quien quisiere escatimar las pa-
labras sogund las puede omme dezir por fuerza, fincara mal el que lo dixo, ca estas
cosas alcánzalas el entendimiento, mas non se pueden dezir por palabras commo son.
Et asi non conviene que fable omme en esto con ninguno que quiera levar el fecho
por manera de d i s p u t a c i ó n , sinon con el que oviere tal entendimiento et que sea tan
firme en la' verdadera et sánela fe cathólica que se non mude nin dubde en ninguna
|j0^ CROMCA DE DON FERNAINDO KL IV.
cosa de quanlo la s á n e l a Iglesia de Roma liene ca lodo ío que ella tiene eso es la
verdat.
El V I cnpílulo fabla en commo Julio dixo al infante algunas contrariedades que pa-
ra los que mal lo enlendiessen podrían lomar dubda el Qertificoles dellas.
E l señor infante, pues vos he dicho algunas contrariedades o cosas en que los que
mal lo entendieren, podrían tomar alguna dubda, quiero vos agora dar a entender la
verdat la manera commo es; pero en diziendo commo es la verdat por fuerca avria a
dezirlo en g uisa que se entendiesse la dubda, non la diré sinon por la manera encubier-
ta que ya muchas vezes vos dixe. E t responder vos he commo se puede fazer et com-
mo es que la nuestra ley se prueba por r a z ó n , et que p r o b á n d o s e por razón non se
pierda el meresQimiento de la fe, porque dizen que la fe non ha merescimiento si la
razón del omrae la alcanza por entendimiento: et estoes porque en la nuestra ley
hay dos cosas, la una que es la rayz et el fundamento de la nuestra ley e l de la nues-
tra salvación et estas se alcancan por r a z ó n : et la otra es otras cosas que fueron des-
pués et non se alcancan por razón natural, et de vemos las creer por fe; et con la
mercet de Dios yo vos Jas diré adelante en manera que vos entendieredes que vos
digo r a z ó n et verdad. Et desque esto que es lo mas et la rayz de la ley se prueva con
r a z ó n , ha en la nuestra ley otras cosas que d e s p u é s que creedes lo que vos yo mos-
trare por razón que forcadamente seredes c o n s t r e ñ i d o a crer aquellos que son fuera
de r a z ó n . Et porque los xpianos eremos et avemos merescimiento, et lo primero que
alcanza la razón es que avemos la mejor ley et mas con r a z ó n , segund ya es dicho en
el comienQO de la primera partida deste libro. Et porque después avemos a crer loque
es sin r a z ó n , et la razón non lo alcanca, por esso avemos el merescimiento de la fe,
que diz que la fe non ha merescimiento, cuando aquella r a z ó n alcanca por entendimien-
to. Otro s í , s e ñ o r infante, devedes saber que por razón d é l o s ommes somos enbueitos
en esta carnalidad graciosa, non podemos entender las cosas sotiles spirítuales sinon
por algunas semejanzas. Et por ende el sánelo propheeta Moysen porque entendió
que se díxiese las cosas de Dios tan solilmente commo son et commo lo el entendiaque
bien entienden las gentes que eran muchas que avian de oyr la ley o que todos o a l -
gunos con mengua de lo non entender commo es et commo lo que el entendía a dezir?
caerían en alguna dubda, por eso lo puso estorialmente por tales palabras que lo en-
tendíessen los ommes que somos de gruesa manera; pero la manera commo es, dixola
luego verdaderamente que dixo que a Dios non lo p o d r í a ver omme b i v o : et esto es
porque Dios, ca sí es cosa spiritual simple et ninguna cosa corporal, non puede ver
cosa spiritual. Et respondiendo vos a esto vos a v r é dado a entender en commo los sa-
cerdotes pueden lidiar et vencer con razón a los paganos que non eren ninhan ningu-
na ley nin secta cierta.
El V I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante : s e ñ o r , para probar qué cosa es
Dios a los xpianos, et a los j u d í o s , et a los moros, p u é d e s e fazer commo vos ya dixe
por la scriplura, et en este mismo capítulo fabla en commo pueden probar a los judíos
el a los moros que otra fe non ha sino la de los xpianos.
ILUSTRAC10NKS. W6
Señor infante, para probar esto a los xpianos o a los j u d í o s o a los moros, pucdesc
fazcr commo vos ya díxe por la scriptura, ca todos esto dezimos et eremos que el
mundo ovo comienQO quando A d a m fue criado et la manera que de suso es dicho. Et
silos pag-anos esto creyesseu ligeramente los podiau vencer los sacerdotes; mas si
ellos non quieren crcr que A d a m nin el mundo es criatura de Dios, sinon que por n a -
tura se fizo et por natura se mantiene para lo sacar deste y e r r o , conviene que les
muestren por razón tres cosas: la primera que Dios es fazedor, et criador, et m o v e -
dor de todas las cosas: la seg-unda que este mundo en que nos bivimos que ovo c o -
mienQO, et que lo fizo Dios por su voluntad et non por nescesidad: la terpera que quan-
do fizo este mundo que entonce crió el órame; et la primera para les mostrar que Dios
es el fazedor, et criador, et movedor de todas las cosas, m u é s t r a s e en esta guisa: vos
sabedes que la razón da a el órame a entender que forcadamente conviene que aya
un movedor et un criador que mueva todas las cosas et aquel las crió et fue movedor
deltas. Et si quisiessemos dezir que aquel que otra cosa lo crió, otra cosa lo movió o
lo m u e v e , digamos que lo puede seer. Mas p r e g u n t ó l e s que quien es el que mueve
aquel que o b r ó et fizo todo esto, o d i r á n que non ninguno, o dirán que otrie. Et si
dixieren que non le mueve ninguno, digo yo que aquel a que non mueve ninguno que
aquel es Dios. Et si dixieren que otro lo mueve , que aquel que ellos otorguen que
mueve a todas las cosas que aquel es Dios, que por fuerca han de crer que una cosa
es la que mueve a todas las cosas, et que non se mueve por ninguno que aquel es Dios,
pues ya es probado que forcadamente an a crer que Dios es criador et movedor de t o -
das las cosas. Et deste a esto fueren acordados, si quisieren crer que el mundo ovo
comienco et lo crió Dios commo nos dezimos que crió el mundo et A d a m , pueden seer
vencidos por las maneras que vos de suso dixe que pueden vencer los sacerdotes a
los judíos et a los moros. Et a la segunda para les mostrar que el mundo ovo comien-
do et que lo crió Dios por su volunlat quando quiso et non por necessidat, pruevase en
esta guisa: vos sabedes que ya de suso vos he provado que forcadamente han a e n -
tender que Dios es criador et las otras cosas que son dichas. Et pues esto es provado
et veemos que ha mundo, ya es provado quel mundo es criatura de Dios, ca pues el
es criador et ovrador en todo et ninguna cosa non obra en el, ya por razón se prueva
que Dios non ovo comienco, ca si comiendo oviera otro fuera el que obrara en el, pues
si el non ovo comienco, et es cierto que ante fue el que todas las cosas, por razón se
prueva que el fizo el mundo, et p r u é b a s e que lo fizo sin ninguna necessidat, ca ya es
provado que Dios es todo complido et non puede aver mengua, pues si por su necessi-
dat el fiziera el mundo, y a seria tanta mengua en el lo que non puede seer. Mas la r a -
zón que el m i entendimiento puede alcanzar porque Dios fizo el mundo, fue por seer
servido, et loado, et conoscido, lo que se puede del conos^er por las sus sanctas et
maravillosas obras, et por fazer merced al mundo, ca pues el es todo complido et fa-
zedor et obrador, de su vondat era et de razón que obrasse et fiziesse. E t por ende
crió el mundo, mas non porque a el fiziesse mengua que el mundo non fuesse, ca el
tan complido es sin mundo commo con mundo: et esto fizo el por su voluntad et
quando quiso. Et la tercera para les mostrar que quando crió el mundo que entoiiQe
crió el omme, et que con razón lo d e v i ó criar, et tal commo lo crió pruevase desta
guisa: ya es dicho que Dios crió el mundo, et para seer conosQido por las sus obras,
convinia que en el mundo oviesse criatura que oviesse parte con Dios et parle con el
¡566 CliONlCA DK DON F E R N A N D O E L IV.
mundo qnc fucsse corporal el s p i r i l u a l ; ca si del lodo fuosse spirilual, non seria parte
del mundo, pues el mundo es todo corporal e si del todo fuera corporal non ovierepar-
te el de Dios que es cosa spirilual; mas para queoviesse parle con Dios el con el mundo
convino secr criatura que oviesse en si spiritualidad el corporalidad. E l por esto debió
criar el crió el omine que ha en si estas cosas, ca el omme aparte con Dios en quanto a
es cosa spirilual, el aparte con el mundo en quanlo es cosa c o r p o r a l : el por lo que el
alma, que omme ha en si de spiritualidad conosce loquepuede conoscer de Dios, que es
cosa spirilual. E l pues crió el mundo para seer complidaspor ellas sus obras, el non avia
en el mundo cosa que asi las pudiesse conoscer commo el omme de razón era que lue-
go que crió el mundo que lueg-o criasse el omme. Assi son provadas con razón las tres
cosas dichas: el si dixieren que commo quier que forjadamente han de creer que Dios
crió el mundo, mas que non creen que lo crió quando nos dizimos sinon que fue ante
o d e s p u é s , et que non creen que A d a m fue el primer omme: preguntóles que pues non
creen que entonce fue el comience, nin Adam fue el primer omme, que me digan que
quando fue o quien fue el primer omme; el si dixieren qual fue quiérelo consentir;
mas p r e g u n t ó l e s que commo fue criado, el si dixieren que fue criado en la manera
que mostremos, forcadamente vernan constreñidos de r a z ó n a crer lo que nos eremos;
et si dixieren que fue naturalmente, digoles que natural non puede seer, ca ninguna
criatura que toma e l se mueva et engendra por si solamente non puede engendrada-
mente si omme non lo engendrara. Bien es verdad que las yerbas et las plantas, et
aun algunas animalias, asi commo las rebtilias, estas cosas se pueden engendrar de la
umor de la tierra; mas las otras animalias non se engendran sinon por la manera de
engendramiento. Et los primeros de que fueron después todos engendrados fueron
criados por el poder de Dios, bien commo crió a Adam por el su poder sin omme et
sin muger. Et asi conviene que forcadamente ayan a crer que el omme ovo comienco
et fue criado por voluntad et mandamiento de Dios. E l desque esto entendieren et lo
creyeren, conviene que entiendan que el omme ha en si otras cosas porque meresce o
desmerece lo que non han todas las animalias, ca el omme ha entendimiento et razón
el libre albedrio, et por ende puede fazer bien et mal; et si dixieren el mal et fizieren
el bien han merescimiento; et si dexaren el bien el fizieren el mal han desmeresci-
miento. Et si fazen porque ayan merescimiento, conviene que ayan por ello buen ga-
lardón: el si fazen porque ayan desmerescimienlo, conviene que ayan pena por ello.
Otro sí forcadamente han de crer et entender que el omme que es un compuesto de
alma et de cuerpo, et que el cuerpo es cosa corporal et compuesto que se ha de des-
facer, et que el alma es cosa spirilual et simple que ha de durar et que se non puede
desfázer. Et si esto quisieren entender et crer, et sinon provasse asi, Qierlo es que nin-
guna cosa non ha señorio nin avanlaja en otra su egual, si alguna avanlaja non ha
della, pues manifiestamente veemos que el omme ha todas las cosas que las otras ani-
malias, el d e m á s ha razón e entendimiento, non tan solamente entienden en las co-
sas corporales, ante veemos que entienden verdaderamente mucho de las cosas spi-
filuales; pues si en el omme alguna cosa spirilual non oviesse non podría entender nin
apoderarse, nin s e ñ o r e a r ninguna cosa spirilual, pues veemos que el cuerpo del omme
es cosa corporal e non puede saber nin entender lo spirilual. Por esta razón forjada-
mente avernos a entender que cosa spirilual ha en el omme porque entiende que siente
las cosas spíriluales: et esta es el alma que se ayunta al cuerpo e l es forma del cuer-
ILUSTRACIONES. 567
Et segund yo vos he dicho muchas vezes estas cosas alcan^anse por entendimiento,
et non se pueden llanamente paladinar por la lengua; et si omme quisiere por manera
de disputación reprehender esto, bien lo podrían fazer; mas segund la verdat en si
Qierto, asi es la verdat. Et los sanctos doctores de l a sancta Eglesia, porque estas co-
sas non se pueden dezir por la lengua commo el entendimiento las alcanca, dixieronlo
por la mejor manera que ellos pudieron de lo que se puede dezir por la lengua: et por
ende porque el padre es mas complido que el fijo, pusieron el poder complido en Dios
Padre : et porque el fijo nasce del padre et es el menor que el padre, pusieron la sa-
b i d u r í a complida en Dios fijo: et porque del padre complido et de la sabiduría c o m -
plida sale el buen talante et querer bien complido, pusiéronlo en Dios spiritu sánelo
que salle del padre et del fijo. Pero non entendades que son tres dioses, mas todo es
un Dios solo bien ossi commo el poder compiído es Dios, et en Dios; et el buen talante
et querer bien complido, es Dios et en Dios; et la s a b i d u r í a complida es Dios et en
Dios et todo es una cosa: bien assi el padre et el fijo et el spiritu sancto aquí son
puestas estas cosas, que son poder et saber et querer, todo es un Dios et todo es una
cosa et non se puede partir que todo es uno, et por palabra non se puede paladinar
commo es. Pero al que Dios merced quisiere fazer, segund mayor merced le fiziere et
mas le alumbrare el entendimiento, asi e n t e n d r á mas por entendimiento lo que non se
puede dezir por palabra. Et aun porque podados entender alguna cosa desto mas de-
claradamente porné vos dos semejanzas que son entre nos: lá una es que vos sabedes
que un omme poderoso et entendido puede por su poder fazer un fecho m u y g r a n a -
do, pero aquel fecho se faga el su poder con el se finca. Otro sí el m u y sabidor dirá o
fará cosas de grand s a b i d u r í a está en aquella cosa, la su sabiduría en el omme se fin-
ca. Otro sí sí el omme por su talante faze alguna cosa, el su buen talante en aquella
cosa esta, et pero porque está en aquella cosa non se parte el buen talante d e l : pues
si estas cosas son en el omme , que es criatura , bien devedes entender que mas com-
plídamente et aun de quanto se puede dezir es en Dios que es criador: et esta es la
una semejanca. La otra es que vos sabedes que el sol ha en si tres cosas: la una que
es sol, la otra que sallen del rayos, la otra que el sol siempre escalienta: et commo
luier que los rayos sallen del sol, siempre son s o l , et siempre están en el s o l , et
»unca se parten d e l : et la calentura que nas^e del s o l , siempre nas^e et bicne del
868 CRÓNICA b E DON FEUINANDO E L IV,
diossc salvar las almas que son criaturas el con quien oviessen gloria; el la otra
que í'ucsso cuerpo que muriesse por redemir los pecadores e l con quien ovies-
sen gloria los cuerpos de los onimes que son cosa corporal et compuesta. Et asi
comino en el cuerpo de ihu xpo ovo estas dos cosos, seer verdadero Dios et v e r d a -
dero omme, et estas dos cosas son ayuntadas, que bien asi el omme que es compuesto
de alma et de cuerpo, sea ayuntado et resuscite el dia del juizio porque puedan el al-
ma ct el cuerpo aver gloria o pena ayuntadamente segund las obras que üzieron: el
averio han las almas que son spirituales et simples con la divinidad que es ihu xpo
Dios complido Padre, Fijo, Spiritu S á n e l o . Et los cuerpos que son compuestos averio
han con el cuerpo de ihu xpo, que es cuerpo verdadero de omme ayuntado con la d i -
viuinad. Et asi tengo que comino quier que otras muchas razones y a que por estas
dos s e ñ a l a d a m e n t e quiso Dios et deviólo querer que ihu xpo fuesse verdadero Dios et
verdadero omme. Et aun tengo que puesto que Adam no pecara, que non devia esta
sancta Trinidad escusar de enviar el fijo de Dios en la tierra que fuese verdadero Dios
et verdadero o m m e , porque los cuerpos et las almas oviessen ayuntadamente gloria
o pena d e s p u é s de la r e s u r r e c c i ó n , las almas que son cosas spirituales con la divinidat
del fijo de Dios; et la manera commo esta sancta Trinidad esto fizo, segund lo que se
puede dezir por palabra et se entiende mejor por entendimiento fue asi. E l poder com-
plido de Dios que es puesto al padre tovo por bien que la vondat et el bien querer,
que es Dios spiritu sancto que salle del padre et del fijo fuesse medianero entre esta
sancta Trinidad. E t la vien aventurada virgen, reyna de los cielos et d é l a tierra, nues-
tra s e ñ o r a sancta María, et quel fiziesse sabor por el á n g e l que concibiera del fijo
de Dios.
E l V I I I capitulo fabla en commo sancta Maria fue certificada por el ángel que avia
de nascer della el fijo de Dios.
Et ella luego que por el á n g e l sopo la voluntad de Dios, croyolo et concebió del
spiritu sancto que es Dios et la palabra, fizóse carne et ella fincó virgen assi commo
lo era ante que concibiesse, et esto razón es de fincar v i r g e n , ca ella non fue c o r r o m -
pida, ante fue complida de todo bien et de gracia. Et pues tenia en si todo el bien et
toda la gracia, et otro sí fincó virgen seyendo p r e ñ a d a , et esto r a z ó n era ca el fijo de
Dios que es Dios complido et complidor de todas las cosas, non avia a dar a su madre
mengua nin enojo, d e m á s pues con razón et por mayor mejoría la escogió bien en-
lendedes vos que contra razón et contra justicia seria si por ser ella la mejor muger
que nunca fue nin s e r á et guardar mas complidamente la su virginidat le fuesse fecho
langrand tuerto et tan grand desag-uisado commo facerle perder la su sancta virgi-
nidat que ella tan complidamente se sopo guardar. Et otro sí parió et fincó virgen,
et esto razón era, ca commo quier que ihu xpo omme verdadero era et corporal, et
cada cosa corporal tiene lugar. Et pues lugar tiene, devia corromper porque sancta
Maria non flneasse v i r g e n , et commo quier que esto pares^e cosa n a t u r a l , devenios
crcr ct es con razón et verdal que la divinidat que era ayuntada a la umanidal de
ihu xpo. E t el su poder era et es t a m a ñ o que assi fizo sotil a la umanidal que non de-
vio corromper nin corrompió a la bendita s e ñ o r a virgen sancta M a r i a . Et para crer
esto podedes veer dos semejaneas naturales: la una es que vos veades que el sol que
72
570 CruTNICA PE DON rERNAlNDO RL IV.
cs criaturn cnlrn el sale por una vedrjera, ct la vodricra siempre finca sana; pues si
esto cs en criaturas mucho mas puede sccr et es en el criador: la segunda es que
vos sabedes que si un físico entiende que para nna enfermedat que está en algund l u -
gar del cuerpo, ha mester alguna p u r g a , darle ha algunas melczinas, que por su na-
turaleza fará tirar aquella umor de aquel lugar et sotilarse han tanto que commo
quier que han de passar por l u g á r e s et por benas muy estrechas que farán derecha-
mente et complida toda su obra, et non c o r r o m p e r á n ningund lugar de aquellos poro
pasan : pues si esto so puede fazer et se faze en las mclezinas que son criaturas et non
han otro poder sinon para aprovechar a las enfermedades, parad mientes si se puede
et deve fazer en la obra de Dios que es criador. Et para guares^er tan grand enfer-
medat commo la que los ommes avian tan bien de las almas commo de los cuerpos, de
la quál nunca podrían seer guaridos sinon por el concibimiento et nasíjencia deihu xpo.
E t todo esto sobredicho se pudo fazer et se fizo por dos cosas: la una por dar con r a -
zón gloria spiritual et corporal al omme que es compuesto de alma et de cuerpo que
son cosas spirituales et corporales: et la otra porque pues Adam que era omme er-
r ó a Dios que oviesse y órame que muriesse por el pecado que fizo Adam que fue
omme. Et Dios que pudiesse fazer emienda complida a Dios a qui fue el cuerpo fecho.
Et que se cumpliesse todo este bien por nuestra señora et nuestra madre et nuestra
abogada sancta Maria commo se confondió por nuestra primera madre Eva. Et si por
aventura non quisiessen ellos crer que esto es verdal et dixiéren que aunque sea
verdal las otras cosas que non v e e n , razón porque ihu xpo vino en aquel tiempo nin
en aquella manera nin en aquella muger, entonce les deve mostrar qual fue la r a -
zón porque ihu xpo vino en aquel tiempo, et porque nasQió de sancta Maria et non de
otra muger, et porque seyendo virgen et desposada et non casada nin virgen sola-
mente nin viuda, sinon virgen et desposada. Et porque al' ora del gallo et non a otro
tiempo, et porque en Beelen et non en otro lugar, et porque nasció en el pesebre do
estava el bue et el asno et non otras v e s t í a s , et porque en portal, et porque en casa
age.na et non en la suya, et porque enl' mes de diciembre, et porque vinieron los
tres reyes magos a orarle, et porque vino la estrella que les guió, et porque le ofre-
cieron oro et encienso et m i r r a , et porque fue sancta Maria a Egipto, et porque tor-
nó a tanto tiempo, et porque non predicó ihu xpo fasta que ovo treinta años et fue
bateado, et porque predicó tres años et non mas nin menos; et porque consintió que
tales gentes commo los judies se atreviessen a lo prender et a lo matar, et porque
consintió que Judas escarióte, seyendo uno de los doce a p o s t ó l e s lo troxiesse a los
judios et lo vendiesse por treinta dineros, et porque quiso ser acotado et tormentado
tan cruelmente que non ovo en el su sancto cuerpo cosa que m u y grand pona non
sofriesse, et escarnecido de tan bil gente commo los j u d i o s , et porque fue abierto el
su costado de una lanzada que! dió Longinos, seyendo y a muerto, de que salió sangre
et agua; et porque fue cruzificado et non le dieron otra muerte; et porque en aquel ma-
dero etnon en otro; et porque r e s o l t ó al tercer dia et non ante nin d e s p u é s ; et porque
descendió a los infiernos et sacó ende los patriarchas; et porque subió a los fieles el
dia de la a s c e n s i ó n ; et porque vino a los apostóles el dia de la cinquasma et fueron
confirmados por el Spiritu Sancto; et a m o s t r á n d o l e s estas cosas forjadamente con ra-
zón a v r á n a entender ct a crer que ihu xpo vino en aquel tiempo et en aquella mane-
ra et en aquella muger. Si dizen que porque c r e r á n que fue en aquel tiempo commo
ILUSTRACION K S . «71
qaler que O í r o s muchas razones ay, Icng-o que oslas que vos yo digo eL diré que son
buenas el verdaderas vos devedes saber que d e s p u é s que Adam fue criado el se co-
mentó el mundo, allí c o m e n t ó la primera edal e l duró fasla Noé el comeucó la se-
gunda edal entonce e l d u r ó fasla A b r a n el cotnencola cnlonce d u r ó fasla
Et de lo que dize que por qual razón v i n o , el por qual manera, esto ya de suso
es dicho. E t razón porque vino en sánela M a r í a et non en olra muger, esto fue con
muy grand r a z ó n , ca cierto es que la mas e s t r a ñ a et mas maravillosa cosa el mas
aprovechosa et mas s á n e l a que nunca fue nin s e r á nin puede seer , fue c o n c e b i m í e n -
lo et nascemienlo de ihu x p o . Et pues ovo y estas cosas, convernia que Dios fuesse
verdaderamente Dios et omme q u e o v í e s s e padre o madre el que non lo oviesse todo,
ca sí fuere fijo de omme et de muger non pudiera seer Dios; et sí Dios non fuera, non
oviera poder de l i b r a r l a s almas que son cosas spiriluales et simples criaturas de Dios,
et esto es contra los j u d í o s que tienen que el Mesías ha de ser omme verdadero, et
non veen los mezquinos errados que si omme fuesse solamente, que non avria poder
de aprovechar nin de empesQer a las almas que son cosas spiriluales, et mas porque
es Dios et omme puede dar gloria o pena a las almas et a los cuerpos; et sí fuesse fi-
jo de Dios et Dios solamente, non pudiera con razón fazer emienda complida por el
pecado que el omme fiziera nin fuera pariente de losommes nin pudieran aver gloria
en él los cuerpos que son corporales. E l por ende convínio que para seer Dios que
fuesse fijo de Dios, et para seer omme , fuesse fijo de una muger el assi p o d r í a seer
verdadero Dios et verdadero omme, et assi lo fue. Et pues la bondal et poder el sa-
bidoria de Dios es un Dios padre, fijo et spírilu s á n e l o , tovo por bien de se omillar
tanto para se fazer omme para salvar las almas, razón era que escogíesse por madre
la mejor et mas sánela muger que nunca fue nin s e r á . E l otro si tovo por bien et d e -
biólo querer que el su cohibimiento et la su nasíjeiKjia fuesse sanclamente e l m u y l i m -
pia. E l que su madre fincasse sánela et complida de todo bien el que non le fuesse
quebrantada la su sánela virginidad que ella tanto cobdició el tan sanamente sopo
guardar, et d e m á s por la grand omildal que en sí ovo que es la cosa que Dios mas se
paga; el por ende fue, e l es el será para siempre cnsalcada sobre los coros de los ún-
K72 CRONICA DK DON F E R N A N D O KL IV.
yoles. E l (lemas por oirás voruladcs que ovo en si que omme del mundo non las po-
dría conlar, ct aun porque fue del linag-e de los royes por dar a entender que el su fijo
lambien era rey de la lierra commo del cielo. E l assi pues Dios avia sccr omme el
aver madre, con razón fue que lo fuesse aquella virgen bienavenlurada sánela Mariu
el non otra. E l olro si la razón porque ihu xpo naspio de sánela María seyendo virgen
solamenle el non casada nin virgen solamcnlc, nin viuda mas virgen el desposada
commo quier que o i r á s razones ay mas de las que podria dezir; pero las que yo en-
licndo son estas: lo primero que nasció de virgen ya es dicho : el porque non de ca-
sada ligeramente se puede dar aqui la repuesta ; ca el que era verdadero Dios, non
era razón que nasciese de rauger de quien él pudiesse aver hermano; ca pues él era
Dios el avia a Dios por padre, non convenia que su madre oviesse omme por marido;
pues non era fijo de omme que su madre nunca fiziesse porque pudiesse aver omme
por hermano. Otro si por estas razones non convinia que ihu xpo nasciesse de muger
cassada por estas el por otras convinia tan poco ct por ventura menos que nasciesse
de muger viuda. Olro si non convinia que sancta María fuesse conoscida ser virgen
solamenle, ca s i l o fuera, non pudieran seer guardadas muchas cosas que la fueron
porque era desposada lo primero que por esta manera fue la nas^encia de ihu xpo en-
cubierta al diablo , ca si él viera que ihu xpo de virgen nascia el non de desposada
luego sepiera que el era el fijo de Dios que era el salvador del mundo el de las almas
el que todas deseavan de quien el se rescelava; et si viera que por la su nasciencia
avia el a perder todo el poder et la onra que fasta entonces avia et se avia acrescen-
lar la su pena. Et quando vió las cosas que fazia commo Dios poderoso, espantávase,
pero cuydando que s á n e l a María era casada porque era desposada, cuydava que non
era fijo de Dios et Dios verdadero ; mas que era fijo de omme et de muger. Et por es-
la manera le fue encubierto este sánelo fecho de Dios. Olro sí cumplió para seer guar-
dada sancta Maria et onrada de Joseph su esposo en quanto fue en Egipto; ca com-
mo quier que ihu xpo que era Dios et sancta Maria que era su madre non avian mes-
ter guarda de ninguno ca ellos guardan et por ellos es guardado lodo lo que ellos
quieren guardar; pero pues ellos querían obrar por manera de ommes fue buena et
cumplió la guarda et la otra que Joseph fizo a santa M a r i a . Et otro omme non fuesse
su esposo non la podria fazer tan con razón. Otro si cumplió que fuesse desposada
con Joseph ca Joseph et sánela Maria eran amos de un linage. Et porque ihu xpo de
parte de sancta Maria vinia derechamente de los reys de Israel: et segund la cos-
tumbre de los j u d í o s , non se cuenta el linage de las mugeres contado el linage de Jo-
seph; cuéntase el linage de santa Maria. E l por todas las razones dichas debió ihu
xpo nascerde sania M a r i a , seyendo virgen.desposada el non casada, ct non casada
nin viuda nin virgen solamente. Otro sí la razón porque ihu xpo nasció de noche, lo
que yo ende tengo es esto: vos sabedes que la noche non es al sinon escuredumbre
que es sobre la tierra porque el sol non paresce sobre ella; et por ende la noche siem-
pre es cosa escura; et porque al tiempo que ihu xpo nasció, lodo el mundo era escu-
redumbre porque era en poder del diablo por el pecado que Adam nuestro primer pa-
dre fiziera del qual non podian los ommes ser salvos sinon por nuestro señor ihu xpo;
porque entonces todos andavan en escuredumbre; por ende quiso él nascer de noche,
par dar a culcndcr que nascia ct que vibia en tiempo de escuredumbre.
ILUSTRACIONES. 37,1
El X capítulo labia 011 com no Julio dixo al infauLc qual fue la razón, segund que
el scniejava porque nuestro señor nasQiera a la media noche quando canta va el g-allo.
Otro si la razoli porque nascio a la ora que canto el gallo paresce a m i que es
esta: vos savedes que el gallo cania d e s p u é s que es pasada la mayor parte de la no-
che, et es commo pregonero que faze saber que se acerca el dia et se pasa la noche,
ct que se aperciben los ommes para se levantar del sueño de la noche et fazian lo que
les cumple para sus faziendas; por eslas razones nasció ihu xpo a la ora que canta el
gallo por dar a entender que pues nas<jia en el mundo que la mayor parte de la o s -
curidat que era el poder del diablo era pasado. Et que ya se acerca va la nuestra s a l -
vación que es la claridat del sol nuestro señor ihu xpo; et se pasa la noche que es la
liniebra et el fue el pregonero que nos apercibió et nos predicó et nos m o s t r ó la c a r -
rera commo nos podemos salvar et commo nos podemos partir de los pecados en que
estamos enbevidos et adormidos con el sueño de la noche; et fagamos lo que nos cum-
ple para nuestra salvación.
E l X I capitulo fabla commo Julio dixo al infante la razón porque nuestro s e ñ o r qui-
so nascer en aquella villa que llaman Veleem.
Otro sí la razón porque nascio en Veleem que es esto vos sabedes que Veleem
quiere dezir casa de pan et por pan entiéndese ahondamiento, et en el pan ha en el re-
dondeza et corteza et migajon; pues todas cosas se entienden en ihu xpo et en la su
nascencia; ca ihu xpo es ahondamiento de todo bien para las almas et para los cuer-
pos: et catando bien ha mester pan et vino et carne et fructa; pues todos estos ahon-
damientos fueron en ihu xpo ca el fue complido et ahondado commo seer Dios et o m -
me; pues el fue pan, ca el dixo que quien comiesse de aquel pan que el dava que
comia ta su carne; pues el fue vino, ca el dixo que el vino era la su sangre; pues el
fue frucla, ca del dixo el ángel: bendicho el fructo de tu vientre et en latin por fructa
dizen fructo. E t el pan es redondo, et toda cosa redonda non ha comience nin cabo,
et el pan ha corteza et migajon que esta y dentro, bien asi ihu x p o nasQió omme, et
porque eslava la divinidad ayuntada et asi con razón nascio en Veleem que es casa
de pan.
El X I I capítulo fabla la razón porque Julio dixo al infante porque nuestro señor
quiso nascer en el portal et non en casa cerrada.
Otro sí la razón porque nascio en portal et non en casa, fue por esto: vos sabedes
que el portal non es cosa complida el está a la puerta de la casa; et por esto se e n -
tiende que ihu xpo non era complido el su fecho por la su nascencia mas aun avia de
se complir por la su pasión. Et asi commo el portal esta ante la puerta de la casa, "asi
ihu xpo es entrada et carrera para entrar en la casa de la gloria perdurable que es
la gloria del parayso.
El X I I capítulo fabla commo Julio dixo al infante ct le provó por razón qual fue k\
cosa porque ihu xpo quisiera nascer en el pesebre.
87| CllÓiMCA DE DON FKHNANDO K L I V .
Olro sí la VMOU porque fue puesto en el pesebre seguu yo lengo, f g e ptíe dos razo.
nes: la una por dar exenplo a las genios, et sermladarneulc a los reys et grandes se-
ñores que pues aquel rey de reys fue puesto en el pesebre por mengua de otro l«^ar
mejor et mas apostado que non se deven ellos marabillar nin tener por desaguisado de
non se guisar todas las cosas asi commo ellos q u e r í a n et pertenesQia para sus estados.
Et la otra porque entendiessen los ommes que pues el buey et el asno que son
animalias que esta van comiendo en el pesebre conosQieron su señor et su criador. Et
segund el su poder le fizieron reverencia quanto menguados son ellos en non lo conos-
Qer et fazer commo deven contra e l .
El capítulo X I I I I fabla commo Julio dixo al infante qual fue la razón porque nuestro
señor ihu xpo quiso nas^er en casa agena.
Otro sí la razón porque nasció en casa agena et non suya, tengo que fue por dar la
su grand omildat, et aunque non pagava mucho de las riquezas deste mundo porque
tomasen las gentes exiemplo del, ca cierto es que el señor del Qielo et de la tierra bien
pudiera aver casa para si en que nasciesse.
El X V capítulo fabla en commo Julio dixo al infante qual fue la razón porque nues-
tro S e ñ o r ihu xpo quisiera nas^er en el mes de diciembre.
Otro sí la razón porque nasció en el mes de diziembre, tengo yo que fue por estas
razones: la una que nasció a ocho dias por andar del mes, et ya entonce segund el
mobimiento del sol porque se llega a nos mas, comienza a cresper los dias: et en esto
se muestra que por la naspeñeia de ihu xpo se llegava a nos la claridad del v e r d a -
dero sol que da lumbre et alumbra a todos; ca bien commo el sol alumbra a buenos et.
a malos, pero quanto poco escalienla el sol a los que non quieren llegar a e l , tampoco
escalienta la calentura del Spiritu Saucto a los que no se allegan a e l : la otra por dar
a entender que era verdadero omme, ca segund el dia que el fue concebido nasció a
nueve meses complidos.
El capítulo X V I fabla en commo Julio provava al infante qual fue la razón porque
los reys de Sabaa vinieron adorar a ihu xpo.
Otro sí la razón porquel' vinieron adorar los reys, paresQe a mi que fue por dar a
entender que el era el señor del mundo, et que todos los reys eran enl' su poder, el
que todos lo a v r á n de ovedes^er. Et el oro, enQienso et m i r r a que ellos le enpresen-
laron fue por dar a entender quien fue ihu xpo. E l esto faziau ellos prophetizando lo
que avia de seer, ca por el oro que ofrecieron se eutendia que lodo el mundo era en
su poder et la su grant nobleza; et por el enc¡enso so e n t e n d í a el sacrefiQio que a v í a
de seer fecho del su cuerpo; el por la m i r r a , que es muy a m a r g a , la amargura de la
su muerte.
El X V I I capítulo fabla en commo Julio provava qual fue la razón porque la estrella
fue nasuda en el nasciiniento d e iha xpo1.
iLUSTRACtONRS. ^{j
Otro si la rnzon porque vino con ellos la estrella que los g u i ó , fue porque lodos en-
icndicssen que imnifiestmnenle era Dios poderoso que tan bien le obedicia las cosas et
crialuras del cielo, commo las animalias et las criaturas de la tierra.
El X V I I capitulo labia en commo Julio cuenta qual fue la razón porque Sancta María
fue con su fijo a Egipto.
, Otro si la razón porque Sancta Maria fue con ihu xpo a Egipto, fue por dar a en-
tender que ihu xpo era verdaderamente omme; ca Qierto era que ihu x p o , que era
Dios et omme, poco miedo avia del cativerio de Heredes, mas fazialo por se mostrar
por omme verdadero.
El X I X capitulo fabla qual fue la nescesidat porque provava Julio que Sancta Maria
se ovo de tornar de Egipto.
Otro si la razón porque se tornó ende fue por dar a entender que assi commo ommes
fuyeron por miedo de Heredes, que bien assi pues el era muerto que ya non avian del
cébelo, et por eso se tornava contra su tierra.
E l X X capítulo fabla commo Julio provava qual fue la razón porque ihu xpo non
predicó fasta que ovo X X X a ñ o s et fue bateado en este mismo tiempo.
Otro sí la razón porque ihu xpo non predicó fasta que ovo treinta a ñ o s et fue batea-
do, tengo que fue porque hasta treinta años non ha omme hedat complida tanbien para
entender commo para obrar; et quando omme es de edad de treinta a ñ o s , entonces es
la mejor hedat que puede seer. Et por dar a entender que el non q u e r í a fazer ninguna
cosa sinon la mejor que podía seer, por ende non quiso el predicar nin seer bateado
fasta que ovo treinta a ñ o s nin tardar lo mas; pero non quiso predicar fasta que fue ba-
teado , por dar a entender que fasta que fue bateado non era en estado para fazer
aquello para que el viniera.
El X X I capítulo fabla commo Julio provava al infante qual fue la r a z ó n porque ihu
xpo predicó tres años non mas nin menos.
Otro si la razón porque predicó tres años et non mas nin menos, tengo que fue por
dos razones: la primera por dar diezmo del tiempo, ca de treinta años los tres son del
diezmo: et por ende nos da a entender que assi devenios dar diezmo a Dios del tiempo
commo de las otras cosas. La otra razón es por dar a entender que el cuenta de tres
es el cuento complido, et que la sancta Trinidat es cosa complida et verdadera, et que
en el era complidamente, et que el era verdaderamente Dios et omme.
El X X I I capítulo fabla qual fue la razón segund que Julio dixo al infante porque
nuestro S e ñ o r consintió ser presso et muerto de tan v i l gente commo los j u d í o s .
Otro si la razón porque consintió seer presso et muerto de tan vil gente, quando de
,i70 cnONIGA DE DON F E R N A N D O E L IV.
la vileza de la gente non es fuerza que paro la nobleza de ihu xpo todas las gcnics son
assaz viles, mas la razón porque quiso que los judies lo fiziessen, segund yo ten^o
fue porque aquel pueblo fizicra Dios mas bien siempre. Et aquel tenia por suyo ct do
aquel linage quiso el nascer, porque los que contra el errassen fiziessen mayor yerro
porque con razón les diesse mayor pena, et a los que lo conosciessen et lo sirviessen
oviesse razón de les fazer mas bien.
El X X I I I capitulo fabla commo Julio provava al infante qual fue la razón porque ihu
xpo fue vendido por treinta dineros.
L a razón porquel vendieron por treinta dineros dexolo de poner aqui porque seria
muy luengo si lo oviesse a dezir comino estos treinta dineros fueron fechos et traídos
al tesoro de Jerusalem. Mas si lo quisierdes saber fallar lo hedes enl' libro que llaman
«De infantia s a l v a t o r i s . »
El X X I I I capitulo fabla la razón porque provava Julio que quiso ser acolado el
tormentado nuestro S e ñ o r .
Otro sí la razón porque quiso seer acotado et tormentado, so cierto que non fue por
cosa que el meresciesse; mas tengo que lo quiso seer por nos encargar mas por lo
que fazia por nos et por nos dar exiemplo, que pues el que es Dios et señor quiso so-
frir todo aquello et aun la muerte por nos, non abiendo el meresijido porque lo sofrir,
que paremos nos mientes que devamos nos fazer por el que tanto mal merescemos, et
quanto poco deviamos dubdar la muerte et los tormentos o la lazeria porquel' señor
que tanto fizo por nos et tan caramente nos c o m p r ó .
El X X V capítulo fabla qual es la razón porque al fijo de Sancta María non dieron
otra muerte si non de cruz.
Otro sí la razón porque fue crucificado et non le dieron otra muerte, comino quier
que otras razones ay, tengo que fue porque el que está en la cruz non está en cielo
nin en tierra. Et están los bracos eslendidos en esto nos da a entender que ihu xpo
está et es entre Dios padre que es Qielo, et nos los ommes que somos tierra. E l tiene
los bracos abiertos rogando por nos, et estando aparejado para nos recebir.
El X X V I capítulo fabla commo Julio díxo qual fue la razón porque sangre et agua
salió del costado de ihu xpo.
Otro sí la razón porque fue ferido en el costado et sal lió del sangre ct agua seyendo
ya muerto; seguad yo tengo esto fue por nos dar a entender el sacrificio que el ordeno
del su cuerpo, ca por ende dizen los sacerdotes del costado de nuestro Señor ihu xpo
sallió sangre et agua: por ende los mezclaremos en uno porque lo quiera saniificai'
para nuestro melezinamienlo.
El capítulo X X V I I fabla commo Julio provava que la cruz fue de tres maderos.
ILUSTRACIONES. 577
Giro sí la razón porque quiso que de aquel madero fuesse la cruz , esto seria muy
luenga razón de dezir, mas lo que yo ende tengo es esto: en la cruz fueron tres m a -
deros, palma et oliva et ciprés: por la palma nos da a entender el su señorío: et por el
oliva la paz que por la su passion era puesta entre Dios et los ommes : et el ciprés
nos da a entender que por la su muerte eran la muerte et el diablo vencidos.
Otro sí la razón porque resocitó al tercer dia seg-und yo creo fue por esto: vos d c -
vedes saber que y o , segund de suso es dicho Dios non puede fazer tuerto, ca este non
poder es poder bueno et ordenado, et para guardar esto convinia que diesse gloria o
pena al cuerpo segund sus meresíjimientos por las obras que fizo seyendo ayuntada
con el a l m a , et por ende convino que debió seer que ihu xpo fuesse Dios et omme,
segund y a de suso es dicho mas complidamente; et para aver gloria amos en uno
ayuntadamente commo fizieron buenas obras ayuntadamente, convinia que fuesen
ayuntados en uno et resuscitassen para aver gloria que avian merescido, pues si Dios
deve esto fazer a qualquier otro pecador pues llega a estado de s a l v a c i ó n , bien e n -
tendedes vos que devió fazer a ihu xpo que era Dios et nunca p e c ó ; et por ende con-
vino que pues la su carne que era de omme m u r i ó verdaderamente que resuscitasse
para aver gloria con el alma complidamente. Et la razón porque resuscitó al tercero
día fue por esto: sabet que Dios nunca dexa de facer todo bien al omme sinon por el
embargo del pecado que el omme pone entre Dios et s i : et por esto porque los ommes
merescen alguna pena por ende les aluenga Dios el su resuscitamiento fasta el dia del
juizio, et aquel dia s e r á n todos ayuntados para aver gloria ayuntadamente commo es
dicho; pues a ihu xpo que nunca pecara non le debió alongar el su resuscitamiento
nin lo fizo, ca del viernes a ora de nona que murió commo omme la su carnalidat fasta
el domingo que aparesció resuscitado, descendió a los infiernos et sacó ende los p a -
triarchas et los sanctos que esperavan la su venida. Et por mostrar que la Trinídat era
complída en e l , pare&QÍó resuscitado al tercer dia, et non ante nin lo tardó mas.
El capítulo X X I X fabla qual fue la razón porque Judas scariote, seyendo uno de los
sus a p o s t ó l e s , lo vendiesse.
Et quiso que Judas scariote, seyendo uno de los sus a p o s t ó l e s , lo vendiesse , tengo
que esto fue por dos razones: la una por las grandes maldades que en el eran; ca se-
gund se falla por la estoria. Judas fue asi quel mató a su padre et casó con su madre,
et siempre fizo malos pecados, et por ende consintió Dios que fiziesse tan mal fecho
commo fizo: et la otra razón fué por fazer callar a muchos qiie an por manera dezir
cada que algund omme de algund estado s e ñ a l a d o faze algund mal fecho, luego ellos
dizen mal de aquel estado, et devian parar mientes a esto que el nuestro señor Dios,
consintió que se fiziesse, ca pues el o r d e n ó el estado de los a p o s t ó l e s , cierto es que
aquel estado es el mejor et mas acabado que puede seer. Et pues de aquel estado que
ihu xpo ordenó et en que non avia mas de doge apostóles que eran do^e ommes , el
uno dollos fizo tan grand mal et tan grand pecado et tan graud tray^lon con todo esso
78
578 CRONICA DE DON FEHNAINDO Eí. I V .
non d c x ó el cslado de los aposlolcs do sccr sánelo, bueno el complido; bien asi por
lazcr mal un mal freyre o un mal omme de qualquicr cslado, non dexa por csso de
seer buena la orden o el oslado que aquel mal omme non guarda commo deve.
El capilulo X X X fabla qual fue la razón porque quando ihu xpo subió a los (jielos lo
vieron lodos los que eslavan con el.
Olro sí subió a los (jielos en cuerpo el en alma, veyendolo loda la g-enle por mes -
Irar m a n i f i e s t a m e n t e que era Dios el omme v e r d a d e r a m e n t e .
El X X X I capítulo fabla qual fue la razón porque envió el Spirilu Sánelo a los apos-
loles el dia de cinquasma.
Olro sí envió el Spirilu Sánelo sobre los apostóles el dia de cinquasma el confirmó-
los en g-racia el mostróles lodos los lenguages el las Qiencias porque pudiessen el so-
piessen pedricar a las gentes la su sánela fe calholica. E l todo esto fue mostrado que
la ley vieja fuera figura desla nuestra, que asi commo el Spirilu S á n e l o descendió so-
bre los apostóles el dia de cinquasma, que fue a cinquenta dias de la resurrección de
ihu x p o ; que la verdadera Pasqua en que fue comido el cordero et fecho del su cuerpo
sacrefiQio commo el o r d e n ó el jueves; ante bien assi fue dada la ley a Moysen en el
monte de Sinay a ^inquenta dias que ellos fazen la pascua de la noche que salieron de
Egipto. Et sinon que seria muy luengo, ligeramente vos moslraria que todas las cosas
que se fizieron en aquella pascua fueron figura de la pasión de ihu xpo et del sacre-
ficioquese fizo el se faze del su cuerpo. Et mostrándoles estas cosas forcadamenlc, con
razón a v r á n a entender et crcr que ihu xpo vino en aquel tiempo el en aquella manera
el en aquella muger.
El L X X I I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante: he dicho las quatro ma-
neras de gentes que son xpianos, et judies, et moros, et paganos, por les fazer enten-
der lo uno por scriptura et lo al por razón commo puede seer commo fue el avenimiento
de ihu x p o .
A g o r a , señor infante, commo quier que todas las cosas que para esto son mesler
yo nin otri non vos la podrie dezir complidamenle; pero tengo que vos he dicho tan-
las et tan verdaderas con que los sacerdotes pueden vencer con razón a los paganos
el gentiles que non creen las scripturas et conviene que los venzan omme con razón,
asi vos he dicho commo por scriptura et por razón pueden los sacerdotes vencer las
quatro maneras de gentes que son: xpianos, el judies, et moros, et paganos, para les
íazer entender lo uno por scriptura et lo al por razón commo puede seer et commo
fue, el la razón porque fue verdadero Dios et verdadero omme. Et pues esto vos he
dicho, dezir vos he commo pudo seer et commo es que la nueslra ley sea fundada, el
se deve creer et so creo por r a z ó n , et commo maguer que con razón se cree, et razón
sea todo que non se pierde el meres(?imicnlo de la fe que dizc que la fe non ha meres-
cimienlodc la racon quando iá alcanza por entendimiento. Et esto es assi commo quier
que la nuestra ley et nuestra fe toda es una cosa; et non ha en ella deparlimiento pero
ILUSTil ACIONES.
ha cu ella dos cosas que se cnlicndcii eL son cada una en su manera: la una es comino
pudo seer el commo ihu xpo fuesse Dios el omme; la otra es lo que el o r d e n ó e l fizo.
El las cosas quel fizo fueron en tres maneras: las unas o r d e n ó el fizo commo Dios todo
poderoso, las otras commo omme verdadero, las otras commo Dios el omme. La que
fizo commo Dios fueron los miraglos, que siempre los fazia mandando et perdonando los
pecados: la que fizo commo omme fueron todas las cosas de que usó commo omme bien
ordenado et sin pecado. Et las que fizo commo Dios et omme fueron los sacramentos
en que puso tan grand virtud que se non puede crer sinon por fe: el esta fe que a v e -
nios en crer los sacramentos que el fizo et o r d e n ó , pues non se pueden alcanzar por
r a z ó n , nos faze aver merescimienlo en las creer. E l razón es que pues por r a z ó n ma-
nifiesta se prueva que ihu xpo fue et es verdadero o m m e , que creamos por fe lo quel
fizo et o r d e n ó que lo pudo fazer. E t en lo que el o r d e n ó aquella virtud que el y puso.
Et porque lo enlendades mejor, fazer vos he una semejanca: vos sabedes que si un
señor ha una v i l l a , bien pueden las gentes dubdar si aquella villa es suya o no, d i ~
ziendo que non es suya por alguna r a z ó n ; mas si conoscen que la villa es suya el
deslo non dubden dende adelante, non deven dubdar que pueden y fazer lo que q u i -
siere commo señor que puede et ha poder de fazer en lo suyo toda su voluntad: e l
deve creer et aver fe maguer que lo non vean en todo lo que saben que el fizo o m a n d ó
fazer o fizo que lo pudo fazer que es assi commo lo el o r d e n ó . Et pues esta semejanca
es cierta en los ommes que son criaturas, mucho mas complidamente lo podedes e n -
tender que se puede entender en Dios que es criador. Et pues manifiestamente se
prueba de suso que de razón et de nescesidal convino que ihu xpo fuesse Dios v e r d a -
dero et Dios en todo poderoso. Et sabemos ciertamente que ihu xpo ordenó los sa-
cramentos , con razón devenios et podemos crer que los sacramentos que el ordenó que
son verdaderos sacramentos et que han aquellas virtudes que el puso en ellos. Et com-
mo quier que los nuestros entendimientos non alcancan con razón que puedan aver es-
las virtudes, devemoslo crer por f e , ca pues somos ciertos que ihu xpo fue et es v e r -
dadero Dios et ordenó los sacramentos, que lo pudo fazer. E l porque la razón non
puede alcancar esto, por eso avenios el merescimienlo de crer por fe lo que se non
puede alcancar por r a z ó n . E t , señor infante, asi se salva que la nuestra sancta ley et
Fe calholica se prueba por r a z ó n . Et p r o b á n d o s e por r a z ó n non se pierde el meresci-
mienlo de la fe. Et por estas maneras todas et por las otras que son puestas en este
libro, tan bien en la primera partida commo en esla segunda, pueden con razón los
sacerdotes fazer entender a todas las gentes las mejorías et avanlajas que la nuestra
sánela ley ha de todas las otras sectas. Et commo es con razón lo que se crea por r a -
zón et lo que se cree por f e ; el commo en esta sancta fe calholica se pueden salvar et
se salvan las almas, et que en otra non se pueden salvar. E l asi tengo que vos he
provado lo que de suso vos he dicho que con la merced de Dios vos provaria adelante.
El X X X I I I capitulo fabla commo el infante dixo a Julio: commo quier que estas r a -
zones que me vos dezides son muy buenas, mucho vos lo agradesco en comino me
las ficiestes entender commo a xpiano que yo so.
Julio, dixo el infante, commo quier que estas razones que vos avedes dicho son muy
buenas el cumple para esto que vos dezides, bien vos digo verdal que yo que so x p i a -
580 CHONÍGA DE DON FERNANDO EL I V .
no agradcsco mucho a Dios porque cnliondo por razón lo que cumple de enlender. Et
olro sí entiendo por razón que es lo que devo crer por fé. E t pues a esto buen recab-
do me avedes dado, rueg-o vos que me fabledcs en todos los estados de la elcrezia asi
commo fiíjiestes en los estados de los legos. Et me moslrastes en qual dellos se puede
omme mejor salvar etmas sin periglo. Señor infante, dixo Julio, tantos son los esta-
dos de la clerezia que seria muy grand maravilla si en fablar en ellos non oviesse a
menguar alguna cosa o olvidar algunos dellos porque son muchos; ca en el estado de
la clerezia es el papa que es el mayor estado della et tiene grant poder et tan grand
logar commo aquel que es vicario en lo spiritual de Dios et de sant Pedro, segund se
dize al comience deste libro. Et en pos él son los cardenales que son en logar de los
a p ó s t o l e s ; et d e s p u é s los patriarchas et después arzobispos, et obispos, et deanes, et
arcidianos , et chantres, et thesoreros et maestresculas, et canónigos, et racioneros,
et capellanes que cantan capellanias, et diáconos et subdiacones et acólitos, todos es-
tados son en las eglesias cathedrales: et d e m á s destos a otros clérigos en las eglesias
de las villas et de las aldeas. Otro sí otros sacerdotes que son religiosos et ommes de
orden et han orden de pobreza asi commo la orden de los predicadores et de los me-
nores. Otro si ha otras ordenes que pueden aver propio en c o m ú n , assi commo la or-
den de sant Agostin et de los mongos blancos et prietos. Otro sí ay ó r d e n e s de cava-
lleria que pueden aver cavallos et armas et usar dellas en servicio de Dios et defendí
miento de la fé contra los moros. E t pueden aver propio en común et estas son en Cas-
tiella onde yo so natural la orden de Sanctiago et de sant Johan et de Calatrava et de
A l c á n t a r a . Et en A r a g ó n ay otra orden que fizo el rey don Jaymes que llaman de
Montosa, et en Portugal de avis et de xpo, et fizóla el rey don Donis et son tenidos
de ovedesQer a Calatrava.
E l X X X I I I I capítulo fabla commo el infante dixo a Julio: bien entiendo, segund las
razones que me avedes dichas que el estado de la clerezia es muy bueno et mucho aca-
bado.
Julio, dixo el infante, segund estas razones que me avedes dicho bien entiendo que
el estado de la clerezia que es m u y bueno et bien acabado: pero segund a mi paresce
en cada uno de los estados de la derezia beo muchos periglos para salvamiento de las
almas; mas que podamos con la merced de Dios acertar en lo mejor, ruego vos que. me
digades lo que entendedes en cada uno destos estados de que me avedes fablado. Et
asi commo en el estado de los legos me comencastes a fablar primeramente enl' esta-
do de los emparadores porque es mas alto et fuestes despendiendo a todos los estados
fasta que Uegasles a los menores, tened agora por bien de comencar en el estado de
los papas que es el mayor etmas alto estado que ay en la clerezia. Et después iredes
descendiendo por los otros estados asi commo fizicstes en lo de los legos. Et desque
ovieredes fablado en todos los estados tan bien de los legos commo de los clérigos, fio
por la merced de Dios que el que es compiído et complidor de todos los bienes que
pues sabe l a m í entenpion que el la complirá, et q u e r r á que escoja tal estado porque
pueda servir a el et salvar el alma guardando et acrcsQentando mi oura et el estado
en que el me puso. Señor infante, dixo J u l i o , commo quier que entiendo que me
ponedes en grand cuydado et en grand travajo; pero pues veo que lo non puedo escu-
ILUSTRACIONES. 5«!
sar e l l o lenedes por bien ave» vos he a fablar en la manera que lo yo cnliendo.
El X X X V capítulo fabla en commo Julio d i x o : señor infante, vos sabedes que en to-
dos los estados en que viven los ommes se pueden salvar si quisieren.
Señor infante, vos sabedes que y o en la primera partida deste libro vos dixi que en
todos los estados en que viven los ommes en el mundo se pueden salvar si quisieren,
et otro si non ay estado por bueno nin por sancto que sea, en quel omme non pueda
perder el alma et aun el cuerpo muy bien si quisieren. Pero quanto los estados son
mas aparejados para buenas obras ó mas alongados de aver ocasión para pecar et p a -
ra fazer m a l , tanto son mejores para salvamiento de las almas. E l aun si son apareja-
dos para fazer muchas buenas obras et ay alg-unas maneras porque segund la condi-
ción de que el estado puede caer en grandes yerros et en grandes pecados. Et Dios
quiere fazer tanta merQed al que es en aquel estado, que podiendo fazer mal et com-
plir su voluntat et desordenada et lo dexa por Dios, et por non fazer lo que non le
pertenesce et faze buenas obras a servicio et a pro de su alma et de su fama,.aun
este es mas bienandante que el que vive en estado que puede fazer b i e n , et aunque
quiera que non puede fazer mal. Et por ende vos digo que segund yo tengo que el
mejor estado que ha en la clerezia para salvamiento del alma que es el de los papas.
Et quantas razones y ha porque el papa puede mas merescer que otro omme si q u i -
siere obrar commo deve et segund pertenesce al su estado seria m u y luengo de
contar; pero dezir vos ende tanto cred que pues el papa puede fazer mas bienes tan
bien por la su persona commo por el algo que ha de la eglesia, faziendo por la su p e r -
sona buenas obras, et despendiendo el aver de la eglesia en servicio de Dios et ensal-
camiento de la sancta fe catholica contra los moros et gentiles et ereges et otras bue-
nas obras: et g u a r d á n d o s e por la su persona de non fazer lo que non le pertenesce nin
despendiendo el aver de la eglesia en vanidades nin en plazeres en deleytes del m u n -
do; que tengo que pues puede fazer mucho bien et lo feziere, et se podrie guisar m u -
cho mal de las obras quel podia fazer si quisiere, et lo dexa de fazer por servicio de
Dios por fazer lo que deve, por ende tengo que es mejor estado para salvamiento del
alma: et pues el puede fazer mucho bien, si dexa de fazer el bien et faze lo c o n -
t r a r i o , la culpa non es del estado, mas es del papa que non obra del commo deve.
E l X X X V I capítulo fabla en commo el infante dixo a Julio que avia fablado tan g e -
neralmente en algunas cosas, que el que lo non podia entender.
Julio, dixo el infante, vos avedes dicho muy bien; pero en estas razones avedes fa-
blado tan generalmente, et aun porque a esto que avedes dicho non puedo entender
qual es en si el estado delpapa nin en quales cosas puede merescer nin quales des-
merescer. Et por ende vos ruego que me fabledes bien complidamente en estas pírico
cosas: la primera en el estado del papa: la segunda commo se deve c r i a r : la tercera
que poder h a : la quarta en que puede merescer: la quinta en que puede desmerescer.
Señor infante, dixo Julio, para vos dezir y o estas cosas que me preguntados, avia
mester de fazer otro libro bien tamaño commo este: et sinon porque seria muy luenga
cosa, aun tengo que se puede escusar mucho dello; por ende non vos lo diré lodo;
582 CRONICA DE DON F E R N A N D O EL I V .
mas dczir vos ho lo que enlendicrc que cumple a la primera que prey uulades, que es-
lado es el del papa, vos respondo que es el mayor et mas alto que en lodo el nlun^
do puede secr; ca el papa porque es en este estado, segund la ley de los xpianos, qUe
es verdadera ley ha poder complido en lo spiritual commo aquel que es vicario ver-
daderamente de ihu xpo, et halo m u y grande en lo temporal. Et asi es el mayor ct
mas alto estado que puede seer. A la segunda que me pregunlasles, commo deve seer
criado, vos respondo que lo deven criar los cardenales en esta manera: luego que el
papa fina, devense ayuntar los cardenales en el lugar do el papa fina, et deven fa-
zer su elección, et do es la mayor parle, alli vale la eslec^ion. Et desque es csleydo
non se puede ninguno oponer contra el por ninguna cosa sinon si fuese erexe mani-
fiestamente; pero si los cardenales non se aviniessen a la esleccion por ninguna de las
maneras que se í'azen las eslec^iones, entonce los de la villa do el papa fina, deven-
ios encerrar en una posada et darles lo que ovieren mesler fasta treinta dias: et si fas-
ta aquellos treinta dias non se fiziere la esleyeion por alguna de las tres maneras que
se deve fazer, de las quales la una es llamada de Spiritu Sancto, la otra de compro-
miso, la otra de escrivano, dende adelante los de la villa devenios apremiar mas
a grados fasta que puede llegar la premia que non les d a r á n otra cosa de co-
mer sinon pan et agua et aunque les puede destechar la casa en que estudieren ayunta-
dos para fazer la esleccion, todas estas premias et mas les farán quantas pudieren,
fasta que ayan la esleccion fecha. E t desque por qualquier destas maneras ayan la
mayor parte de los cardenales fecha la esleccion, luego de fecho es confirmado. Et
d e s p u é s por cosa del mundo non pueden eontradezirse nin esponerse ninguno contra
e l , salvo si fuese erexe manifiestamente. Et luego que es criado abren un libro que
tienen de los nombres que deven aver los papas, et está en cada foja un nombre que
fallan scripto aquel nombre a d e s p u é s et non le llaman por el su nombre del baptismo
que ante avia. Et commo quier que ya fue de fecho que algund papa renunció el
papadgo tienen algunos que se puede fazer; ca pues el es el mayor et non ha otro
mayor, que asi non deve aver poder de renunciar el su poder. Et si el collegio de los
cardenales pueden recebir la su renunciación, bien podían asi emendar alguna cosa que
non fuesse tan bien fecha si la fiziessen. Et pues esto que es menos non se puede fazer,
paresQe que menos pueden recebir la su renunciación. Et señor infante, commo quier
que por ventura algunas cosas ay mas destas que yo vos he dicho, digo vos quesegund
yo cuydo en esta manera se deve criar el papa. A la tercera pregunta que fazedes que
poder ha el papa, ciertamente, s e ñ o r infante, esto me es m u y grave de lo fazer: ca
por ventura, o avria a dexar algo de que me podria venir algún resentimiento et aun
d a ñ o , o avria a dezir contra lo que algunos tienen por verdad et por r a z ó n ; et por
esto et porque non quería dezir cosa en que muchos pudiessen travar, non vos quiero
dezir sinon lo que es cierto, et en que ninguno non pueda contradezir. Et por ende
vos digo que el papa ha poder complido en todo lo spiritual, asi commo nuestro Se-
ñor ihu xpo lo dio a sant Pedro que dexó por su vicario, et son todos los xpianos
tenidos a tener et guardar todos sus mandamientos spirituales. Otro si ha muy grand
poder en lo temporal mas quel o quanlo es este poder, porque yo so de Castiella et
los reys de Castiella ct sus reynos son sin ninguna subjection que otra tierra del
mundo, por ende non se yo mucho desto; mas los que son del imperio o a los que
esto lañe ellos se lo vean, ca nos non avenios que adobar en esto nin nos queremos
ILUSTnACIOmüS. ggg
ímier cu lo que non avenios que librar. A la quarla pregunLa que í'azccles que vos
diga en que puede mercsQer el papa. Señor infante, tan grand es la verdat de Dios
el tanto fizo por salvar los ommes, que quiso que la su pasión et los meresíjimientos
de Sancta Maria et de los sanctos, todo fue en remisión de los pecadores. Et aun p o r -
que les faze mas meríjed quiso et es razón que en todas las cosas que omme faga es-
tando en verdadera penitencia que en todas ha meresQimiento en las buenas obras que
el faze ante aparte en todas las buenas obras que se fazen por toda la eglesia. Et es-
to es commo ya de suso es dicho, que Dios siempre faria merced complida al omme si
el non lo embargase por su pecado. Et asi el que está en verdadera penitencia, pue§
non ha embargo por el pecado en todo quanto bien faze en todo ha merescimiento e
aun en todo el bien que se faze en sancta Eglesia tan bien en las obras de misericor-
dia commo en los mandamientos de la ley, commo han en los buenos talantes. Et
señor infante, bien sabedes vos que el bien et el mal que son contrarios; pues
si por el bien deve aver omme bien, otro sí por el mal deve aver n i a l : et asi
pues quando el omme piensa en fazer alguna buena obra et non finca por el de la
acabar et faze por ello todo su poder verdaderamente, et non finca de lo acabar
sinon porque non puede este buen talante tanto ge lo gradesge commo si lo ovies-
se fecho, et esto paresce contra razón; ca pues Dios galardona tanto el talan-
te de fazer bien, que non finca sinon por non lo poder complir commo si lo oviesse
fecho pues el bien et el mal son semejantes maguer son contrarios porque non acalo-
ñ a n el talante de fazer mal et que non finca sinon por non lo poder fazer tanto commo
si lo oviesse fecho, et ciertamente asi paresce que devia seer; mas la razón porque
esto se faze es porque Dios es toda bondat, et por ende se paga del bien et ahorres -
ce todo el mal. Et por la bondat complida que ha en si el talante del bien fazer t ó m a -
lo por fecho, et porque es bondat galardonar el bien fecho mas largamente de q u a n -
to es et a c a l o ñ a r el yerro menos de quanto es. Por ende Dios que es todo vondat ga-
lardona el buen talante que se non pudo complir tanto commo si fuesse complido, et
non acaloña el mal talante que se non pudo complir tanto commo si fuesse complido.
Et asi en todas las buenas obras de fecho et de talante meres^en los xpianos que están
en verdadera penitencia: pues si qualquier xpiano que está en verdadera penitencia
meresce en tantas maneras, bien devedes entender si el papa que es cabeza mayoral
de los 'xpianos puede merescer et meresce en muchas cosas d e m á s que es el sacer-
dote mayor, et ha poder de consagrar el cuerpo de ihu xpo que es el mas alto s a -
cramento que puede ser; pues este sancto sacramento ha de fazer cada día o m u y
amenudo, bien debemos tener que siempre deve estar en verdadera penitencia; ca
qualquier sacerdote que este sancto sacramento ha de fazer et lo faze non estando en
verdadera penitencia, valerle ya mas non ser nascido ca caye en aquella misma p e -
na que c a y ó Judas Escarióle, trayendo el cuerpo de ihu xpo; pues el papa que siem-
pre deve estar et devenios tener que e'slá en verdadera penitencia en quantos vienes
fazo et piensa el se faze por lodo el mundo en lodos puede aver merescimiento et
loa. A la quarla pregunta que me fazedes que vos responda en que puede desmci es -
Cer el papa, bien vos digo s e ñ o r infante que tengo que esto seria muy grave de io
poder decir ca bien asi commo de suso vos dixe que el papa podria merescer en m u -
chas maneras , bien asi vos digo que puede desmeresccr en muchas sinon obrare cotn-
nio deve. E l ya de suso vos dixe que lodo omme en qualquier estado que fuesse, po-
58t CRONÍCA DE DON F E R N A N D O E L IV.
día si quisicsso fazcr tales obraá porque salvase el alma o la perdiesse ol eso
mismo vos tlig-o que puede fazer el papa: mas pues vos dixe eu quales cosas p o -
dria mcres^er, et queredes que vos dig-a en quales puede desmeres^or, digo vos que
commo quier que otras cosas muchas ha en que el papa puede desmerescer sinon
obrase commo deve; que segund tengo que puede desmerescer sinon partiere et obra-
re commo deve los cinco tesoros que el tiene el su poder, el uno es el tesoro spiritual
de la sancta Eglesia triunfante; el segundo es el tesoro temporal de las rentas et de
los averes temporales de sancta Eglesia militante; et el tercero tesoro es de la j u s t i -
cia que es su poder para la fazer; et el quarto tesoro es de los beneficios e dignida-
des d é l a sancta Eglesia que ha de partir; et el quinto tesoro es eljuizio de su con-
ciencia.
son en parayso non pueden aver mayor bien de quanlo h a n ; et los que están en el
yufierno non les tiene ninguna cosa pro que por ellos fagan; ca en el ynfierno non ha
ninguna redempeion. Et asi todos los bienes que se fazen por esto son tesoro de sancta
cglcsia et puédelo partir el papa. Pero algunos tienen que estos bienes que se fazen si
non cumple para aquellos que se faze que cumple a los mas propíneos de su linage que
o han mester, et que lo heredan asi commo otra herencia. E t si non ay de su linage
quien lo aya mester, finca para el tesoro de sancta eglesia et puédelo partir el papa,
et porque vos he fablado en estos tesoros generalmen]e et averbiado, quiero vos de-
Izir algo ca todo non se podia dezir de quanto noble et quanto presciado es el tesoro de
lo que Dios fizo, por los ommes en el fecho de ihu x p o et de los merescimientos.
Señor infante, vos savedes que ya de suso es dicho en este libro que Dios fizo mucho
por los ommes; pero porque los buenos fechos es mejor de los dezir omme muchas
vezes que dellos callar, por ende vos lo quiero aquí dezir otra vez, ca la razón lo trae
que non se deve aqui escusar: ya de suso es dicho et provado que Dios crió et es cria-
dor del mundo et aun de todas las otras cosas: et todo lo fizo quando quiso et commo
quiso, et non puso y al sinon que lo quiso que asi como lo quiso que asi fue feche. Pues
si todo lo fizo et non le costó mas de lo querer, bien entendedes vos que si quisiera,
menos le costara de redemir et perdonar el pecado del primero omme; mas non lo hizo
por lo que fazer nos con razón et a los pecadores mayor mercet. Et otro sí mayor c u -
cargo quísolo fazer el todo con razón et con justicia, et por ende quiso enviar el su fi-
j o , que fues Dios et omme, porque feziese a Dios emienda por el pecado que A d a m fizo
contra el. Et el omme que muriese por redemir los ommes, pues esto non pudo seer,
sin descender Dios del cielo a la tierra, et estar encerrado enl' vientre de Sancta M a -
ría nueve meses et nascer della et seer n i ñ o , et passar et sofrir todas las passiones et
menguas sin pecado que los ommes naturalmente han commo omme verdadero, et a n -
dar foydo por miedo commo omme, et d e s p u é s seer bateado et predicar, et d e s p u é s
ordenar los sacramentos et seer preso, et tormentado, et crucificado, et la su sangre
esparcida, et d e s p u é s resuscitó et subió a los cielos, et envió spiritu sancto sobre los
apostóles: todas estas cosas fizo Dios por redemir los pecadores; pues parad mientes
si el que todas las cosas fizo de nada et quiso que le costase tanto et le costó el redi-
miento de los pecadores si pueden ligeramente seer redimidos, ca non digo todas las
dichas cosas que Dios por los dichos ommes fizo, ni aun la p a s i ó n hin aun una gola de
la su sangre, mas un punto solo de la su voluntad podia fazer et desfazer m i l i vezes
mili mundos, pues todos estos dichos que Dios a los ommes fizo por los redemir, todo es
tesoro de la eglesia. Et este tesoro tan noble et tan presciado es en poder del papa para
lo partir con los pecadores. Et otro sí los merescimientos de Sancta María et de todos
los sanctos, et las buenas obras que todos fazen, commo es dicho, todo es tesoro de la
eglesia. Et este poder otorgó nuestro Señor ihu xpo a Sant Pedro quandol fizo su v i -
cario, et le dixo que todo lo que el soltase en la tierra seria suelto en los cielos. Et
tienen los sanctos et ductores que sinon por estos merescimientos que en otra guisa
que seria m u y grave de aver omme perdón de los pecados; pues este tan noble te-
soro que es en poder del papa non lo parte bien o da perdones o non se deben dar a
quien non lo t n e r e s f g o , vos parad mientes si con r a z ó n o con justicia deve mucho
desmeresccr.
74
CRÓNICA DF. P O N F E R N A N D O E L IV.
f;8(í
El X X X V I I I capilulo fabla en comino Julio dixo al infante en comino el pnpa \mn
partiendo comino devia el segundo tesoro de la eglesia, podría mucho desmerescer.
Otro sí en el segundo tesoro que son las rentas et los lugares e l todas las cosas
temporales que al papa puede mucho desmerecer, si non obrare en ello comino deve
ca también puede desmeresQer en ganando las riquezas commo en partiéndolas; ca si
el papa demanda fechos o pedidos desordenados también en los vasallos de la eglesia
commo en los perlados, comino clerezia, commo en otras maneras muchas que pue-
den fallar poniéndoles alguna color de razón et de derecho, et non lo faziendo si non
por ayuntar tesoros, bien entendedes señor infante si puede et deve en esto mucho
desmeresQcr ca el papa que esto faze, da a entender que se paga de ayuntar tesoros
que de fazer lo que pertenes^e al su estado, et digo vos que segund yo tengo que
sigue muy mal la carrera de sant Gregorio papa que dixo el ángel por el al hermita-
ño que mas se deleytava el quando traya la su mano a la gata por el lomo, que sant
Gregorio que era papa con todas sus riquezas, et si puede mucho desmerecer en ga-
nar et en ayuntar las riquezas et los tesoros, tengo que mucho nos puede desmeres -
cer en los partir ca el tesoro temporal de la eglesia todo se- deve espender en los po-
bres et en defendiiniento de la ley et en las obras de misericordia et de piedad salvo
ende lo que expendiere en su mantenimiento et en onra et en apostamiento de su es-
tado; pero esto develo fazer por guardar su onra et su estado mas non por deleyte
desordenado que en ello tome; pues si el papa deve despender en esto el tesoro tem-
poral de la eglesia et lo despiende en otras cosas muchas que son muy contrarias
desto las quales yo non quiero dezir maguer que las entiendo et las se; porque oinme
siempre deve en estas cosas fablar generalmente et non descender a lo spiritual, ca
pues digo en lo que se deven espender las riquezas el los tesoros temporales de la
eglesia en diziendo esto, digo que puede el papa desmerescer despendiéndolo en al,
et quanto lo despendiere en fechos mas sin aprovechamiento de las cosas dichas, tanto
deve seer et es el desmerecimiento.
Otro sí el tercero tesoro de la eglesia puede desineresQer mucho el papa non obran-
do en el comino deve; ca justicia non es al si non dar a cada uno lo que meres^e; et
la justicia tan egual debe ser en unos commo en otros, et dezir vos he un exemplo
que dixo una vegada un rio omme a un rey. Acaesció que aquel rey c o m e n t ó a reynar
nuevamente, etuu dia predicando a sus gentes fabloles mucho en la justicia; et desque
ovo su predicación acabada respoudiol aquel rico omme, et entre las otras razones
dixol que la justicia del rey que devia seer commo red de omme mas non red de apa-
ña ca la red de a p a ñ a si pasa por y un paxaro o otra ave mayor quebrantanla el
vase mas; mas si pasa por y una mosca non la puede quebrantar, porque la mosca
es muy flaca et finca y presa; mas la buena red que faze el omme nin ave nin vena-
do hin otra cosa que por ella passe non la puede quebrantar. Et asi la justicia tal
deve seer que por grande o por pequeño que sea el omme, si buena obra fiziere, siem-
pre le deve seer galardonado. Et si feziere mal o tuerto non es justicia derecha si se
ILUSTRACIONES. Ü87
non cumple lan bien coulra el que es poderoso comino contra el que lo non es lanío;
casi quiere, el evangelio non dize que son bien andantes solamenlc los que fazen la
justicia, mas dizen que son bien nndantcs los que sufren persecuciones por ía justicia;
pues quando el papa por recelo el por voluntad o por otra cosa qualquier faciendo gra-
cias o perdones o despensaíjiones o legrama^iones non devidamente et dexa de c o m -
plir justicia galardonando las buenas obras et escarmentando et castigando las malas,
vos entendedes si puede desmerescer o desmeres^er mucho en non obrar comino deve
en el partir deste tesoro de la justicia, ca commo quier que por el poderio complido
que ha puede fazer mucho si quisiere obrar commo deve, non deve usar deste poder
sinon bien et en justicia.
El X L capítulo fabla en commo Julio dixo al infante en commo el papa puede des -
merescer non partiendo el quarto tesoro que son los beneficios.
E l X L I capítulo fabla en commo Julio dixo al infante en commo el papa puede des-
mercsQer non partiendo commo deve el quinto tesoro que es el juizio de su c o n -
ciencia.
588 CRÓNICA D E DON F E R N A N D O EL IV.
í3lro sí el quinto Icsoro del juizio de su conciencia, puede el papa mucho desmeres-
rcr si non obrare del comino deve. Et, señor infante, esle juizio de la cons^icnQia es la
mas fl.ior.le cosa del mundo; ca nunca puede omme fozer ninguna cosa en que a y a mal
o pecado que luego el gusano de la conS(jien<jia non le remuerda et non le de a ent'en-
der que aquello que fazo que es mal et pecado, et que deve por ello rescebir acalo-
riamientó: et el juizio do la consQien^ia luego judg-a que segund el mal que fizo que
asi es razón quel venga mal por ello. Et segund la consQieiKjía judgo que el mal et e]
pecado en grande asi lo es; et tienen los sanctos et los ductores que si la consciencia
da a entender al omme que es pecado mortal mover una paja de un logar a otro,'si
teniendo que peca mor taimen te lo fazen tienen que es pecado mortal pues faze contra
la consciencia: pues la consciencia tan fuerte acusa al omme et tan fuerte es el su jui-
zio, parad mientes si el papa que cadal dia o mucho amenudo deve consagrar et res-
cibir el cuerpo de ihu xpo, si por aventura entiende que non tienen bien limpia la cons-
ciencia porque esté en algund pecado de alguno de los esesos corporales o de alguno de
los siete pecados mortales o alguno de los diez mandamientos de la ley o alguno de
los cinco tesoros dichos que son en su poder para los partir, si puede mucho desme-
rescer si lo faze non teniendo bien desembargada su consciencia de todas estas cosas
dichas. E t , señor infante, commo quierque vos he dicho muchas maneras et muchas
cosas en commo el papa puede desmerescer si non obrare et partiere commo deve es-
tos cinco tesoros dichos de sancta eglesia que son en su poder, bien asi vos digo que
si los partiere bien et obrare con ellos commo deve, et s e g ú n le diere a entender ver-
daderamente su consciencia, et non lo faziendo por ninguna manera sinon por derecha
j u s t i c i a , digo vos que en todas estas cosas puede merescer; ca bien asi commo po-
drie desmerescer si non obrasse commo devia, bien assi a u n m u y mas es razón et
Cierto que meresce, si obra commo deve.
E l X L I I capítulo fablaen commo Julio dixo al infante: agora, s e ñ o r , vos he dicho to-
das las cosas que entiendo que cumplan a las cinco preguntas que me fiziestes.
A g o r a , s e ñ o r infante, vos he dicho todas las cosas que entiendo que cumplen en las
cinco preguntas que me fiziestes en el estado de los papas, et muchas mas cosas vos
podía yo dezir, si non por non alongar el libro mucho, et tengo que esto que vos dixc
que cumple a fazer et por las cosas que d i x e , et por las que se entienden de ellas son
a fazer declaradas las vuestras preguntas que me feziestes; pero si e n algunas destas
cosas dichas dubdades o queredes que vos declare mas o me quered es fazer mas pre-
guntas en este estado de los papas, dezidme lo que quisieredes, et y o responder vos
he a ello lo mejor que yo entendiere. Julio, dixo el infante, bien se y a que non ha
fecho por pequeño que sea en que omme non pueda dezir muchas razones si quisiere:
et d e m á s el fecho de los estados de los papas en que ha tantas maneras , bien se que
si quisieredes mucho mas pudriedes dezir, mas tengo que por esto que avedes dicho,
quedo a fazer entender quanto me cumple del estado de los papas , por ende vos ruego
que me fabledes de aquí adelante en los otros estados de la clerezia, porque con la
merced de Dios pueda entender en qual de los dichos estados, tan bien de legos com-
mo de clérigos puedo mejor salvar el alma.
ILUSTRACIONES. m
El X L I I I capítulo fabla en coínmo Julio dlxo al infante qual es el primer estado des-
pués del estado de los papas.
Señor infante, dixo Julio, en pos el estado de los papas, es luego el estado de los
cardenales, et este nombre de cardenales es sacado de latín, ca por cardenal dize en
latín cardinales et cardinalis tanto quiere decir comino el quizial en que se sufre et
anda toda la puerta por dar a entender que los cardenales son quijales sobre que se
tiene et anda la nuestra fe, et por su consejo et por su acuerdo deve fazer el papa to-
das las cosas que son para acrescentar et mantener et defender la nuestra sancta et
verdadera ley el fecatholica: et son los cardenales a semejanca a la manera que troxo
nuestro señor ihu xpo en este mundo; c¡\ asi commo ihu x p o era el maestro el señor
de los apostóles et de los d i s c í p u l o s , et de toda la ley et de todo nuestro bien, asi
el papa que es vicario de ihu xpo es el señor et mayoral de los cardenales et de toda
la clerezia que son los cardenales a semejanca de los apostóles et de los discípulos et
de toda la clerezia a semejanca de los discípulos menores, ca bien commo los c a r d e -
nales son los mayores estados so el papa del papa, et ende ayuso non descendiendo
bien asi de yuso de los apostóles eran los discípulos et non eran todos de un grado,
ca unos fueron de mayor dignídat que otros: et los cardenales han títulos de que
se llaman unos obispos et otros prestes et otros diacones : estos cardenales críalos el
papa quando entiende que son menester et dizen que pueden seer fasta setenta et dos.
E t quando el papa los quiere criar halo de fazer por las quatro t é m p o r a s del a ñ o , et
críalos en esta guisa: el papa acuerda con los cardenales quantos o quales cardenales
quiere criar, et ante que sea m u y publicado envíalos a sus casas sendos sombreros
bermejos, et de allí adelante son cardenales confirmados, et llamanse de aquellos t í -
tulos que el papa les d a , et estos cardenales pueden merescer en aquellas maneras
que de suso es dicho que puede merescer o desmerescer el papa, también en los con-
sejos que dan al papa de que se puede seguir mucho bien o mucho mal commo de las
ayudas o estorvos que pueden fazer estas dignidades et prelacias que ha de dar el
papa en que pueden caer en grandes simonías et grandes tuertos o desaguisados o en
ayudar o en estorvar o reys o principes por v o l u n t a d et non catando justicia nin el
dapno que dende se puede seguir o ganando o despendiendo los tesoros commo non
deven o faziendo tanbien sus fechos commo los consejos que han a dar contra sus
consciencias, et en dar de si mismos et de sus vidas buen e x e m p l o a las gentes o al
contrario; ca una de las cosas en que los ommes que tienen grandes estados pueden
merescer o desmerescer es en el exemplo que toman dellos las otras gentes en todas
et en otras muchas .que se allegan a ellos tienen m u y grand logar los cardenales pa-
ra servir a Dios et acrescentar et aprovechar mucho en la sancta fe catholíca et fazer
mucho bien a las gentes todas, asi en el estado de los clérigos commo en el estado
de los legos. Et por todas a v r á muy grand g a l a r d ó n de Dios sí ovieren dellas commo
deve. Et si el contrarío feziere, es cierto que a v r á por ello muy grand pena. Et se-
ñ o r infante, commo quíer que muchas cosas ay en el estado de los cardenales, tengo
que estas que vos he dicho son las principales et las mas de sus estados.
Julio, dixo el infante, bien tengo que asaz complidamenlc me avedes fabládó en el
estado de los cardenales; el pues esto avedes fecho, ruego vos que me rablcdcs en los
otros estados de la elcrezia. Señor infante, d i x o Julio, en pos el estado de los carde-
nales, es el estado de las patriarchas. Et esto que vos digo que es en pos el estado de
los cardenales non lo digo porque el estado de los patriarchas sea menor, ante ten-
go que es mayor; ca bien asi commo el estado de los cardenales es a semejanza de los
apostóles, bien asi el estado de los patriarcas es a semejanca de las evangelistas: el
asi commo las evangelistas han m a y o r grado spiritualmenle que los otros apostóles
asi quando la cglcsia del todo era spiritual avrian mayor grado las patriarchas; mas
d e s p u é s que en la eglesia se ovo de entremeter mucho en lo temporal tanto que por
aventura seria m u y bien si fuese menos, fue mayor el estado de los cardenales porque
por su consejo ha de fazer et obrar el papa en los fechos temporales. E l porque el
tiempo de agora tenemos los ommes mas mientes por lo temporal que por lo spiri-
tual, por ende porque yo en este libro pongo por primero el estado de los cardenales que
el de los patriarcas. Et s e ñ o r infante, porque me paresce que ay aqui logar, quiero vos
dezir algo de lo que me paresce que deferencia o que memoria deve aver entre los
fechos temporales et los spirituales. Llama la scriplura vida activa et vida contem-
plativa a las buenas obras que se fazen de obra, asi commo limosna et romerías o
ayunos et las otras buenas obras, llaman vida activa, et pensar o m m é en vondal de
Dios et en amarle en cuydar en la gloria del parayso; et pensando en esto, despresciar
et desamparar las cosas vanas et fallecederas deste mundo en que verdaderamente
non ay sinon vanidat et e n g a ñ o et poner toda su volutad en Dios a esta llaman vida
contemplativa. E t desto pone una semejanca en el evangelio de sancta M a r í a et de
s á n e l a Maria Magdalena et compara a sánela Marta a la vida activa, el compara a
sancta Maria Magdalena a la vida contemplativa. Et luego el evangelio deslinma
esta quistion que ihu xpo dixo por su boca a sancta Marta que porque se entre-
metía en las cosas temporales, commo quier que fiziese buenas obras en que
muchas cosas seria turbada mas que sánela Maria Magdalena que lomara vida con-
templativa et escogiera la mejor parte, la cual parle nuncal seria tirada. Et señor
infante, commo quier que las m e j o r í a s que ha la vida contemplativa de la vida activa
en muchos lugares se puede fallar en la sánela scriplura, que so cierto que en ninguna
manera non lo podría y o dezir tan bien et a tan complidamente commo es ya dicho,
pero porque estas mejorías se dizen en la scriplura esparcidamente dezir vos le he
y o lo que ende entiendo. Señor infante, cierto es que la vida contemplativa et la
vida activa entramas son muy buenas et muy s á n e l a s et non pueden seer la una sin
la otra, ca si omme faze alguna buena obra de las que son dichas que pertenescen a
la vida activa, nunca las faria si antes non pensase en la bondad de Dios et en el
bien que espera aver por aquella obra. E l este es pensamiento et es contemplaron.
Otro sí la vida contemplativa non puede seer sin la activa; ca en quauto faze bue-
nas obras et da lo que ha por Dios el se parte de las vanidades del mundo ya en tanto
por fuerca ha de obrar de la vida activa: et asi estas dos vidas s á n e l a s non pueden se*
la una sin la otra; pero algunas de las mejorías que yo entiendo, dezir vos las he. L»
v i d a activa, commo ya es dicho, antes que la buena obra faga, ante piensa el bien que
se siguió de ella, pues ya esta buena obra en la buena contemplación ovo comiendo el
asi la vida activa ha en ella dos cosas: el buen pensamiento que es el primero, el la buc-
l U I S T f l ACIONES* 39!
Estos patriarchas por actoridat del papa han en sus patriarchadgos aquel poder que
ha el papa en toda xiandat: et estas patriarchas pueden meres^er o desmeresQer en to-
das las cosas segund son dichas en el estado de los papas. Julio, dixo el infante, pues
en el estado de los patriarchas me avedes fablado asaz complidamente, ruego vos quG
me fabledes de aquí adelante en los otros estados de la eglesia. Señor infante, dixo
Julio, en pos los patriarchas son los arzobispos; et este nombre de arzobispo es saca-
do de latín archiepiscopus en latín, quiere dezir omme que deve apremiar a obispo.
Et esto se dize porque los arzobispos han en muchas cosas poder sobre los obispos de
sus provincias ca los arcobíspos deven visitar a los obispos ct ellos deven examinar
las sus eslecciones, el los deven confirmar, el los arzobispos pueden absolver et des-
pensar en algunos grados con las gentes en que non pueden despensar los obispos;
pero algunas cosas ay que non pueden despensar sin mandamiento señalado del p a -
E,f)2 CRÓNICA D E DON FERNANDO E L IV.
m i el algunos arzobispos, a que son llamados privados et los que lo son el usan de la
privanza han poder en toda la provincia de íazer bien , asi commo el papa en toda la
eglesia, salvo ende que pueden apellar del para el papa: et el papa ha poder cbajpUr
sobre el asi commo sobre otro prelado. Et digo vos, señor infante, que me dixo don
Jehan, aquel mió amigo que falló el por las Crónicas que desde que E s p a ñ a fue con-
vertida a la fé de ihu xpo et ovo arzobispo en Toledo, fue primado de las Españas,
et usaron de la primaria ; et d e s p u é s que la tierra fue perdida, lueg-o que se fue co-
brando quando el rey don Alfonso el seteno g a n ó a Toledo et ovo y arcobispo, et fue
primado de las E s p a ñ a s , et usó de la primacia. E t d e s p u é s todos los arzobispos lo fi-
zieron assi fasta poco tiempo ha , et aun me dixo don Johan que por el debdo que ha
en la casa de C a s t M a que una de las cosas que se él mucho sintia era el sofrir tan
grand mengua los reyes de Castiella por menguar en su tiempo tan grand onra et tan
grand poder commo es aun en la su tierra arcobispo que fuesse primado de las Espa-
ñ a s , et aun me dixo que quando el infante don Johan fijo del rey de A r a g ó n que era
arcobispo de Toledo, seyendo casado con la infanta doña Constanca, su hermana que
muchas vegadas le afincara que trabasase por cobrar esta primacia; et pues el era
entonQe tutor del rey, quel ayudaria en ello quanto pudiesse. Et desque don Johan
vió que se non podria acabar por mengua de non fazer por ello lo que se debia fazer
ovólo a sofrir commo quien sufre grand quebranto et grand dolor en el su coracon
porque está desheredada la casa de Castiella, et aun non con muy grand onra de to-
dos los reys sus vezinos lo que siempre fasta agora pasaron los reys de Castiella con
ellos mucho a su onra et a su talante et que esta va aguisado de cobrar Castiella toda
su onra, si se feziese por ello lo que se debia fazer: et aun me dixo que el se obliga-
ría muchas vezes al rey que si en esto quisiese crerle de consejo, que con la merced
de Dios ante de mucho tiempo non se fincaría moro en el reyno de Granada que t o -
dos non fuesen en el su señorío et en poder de xpianos et sus vecinos ternien por r a -
zón que non estudiesse Castiella deseredada nin desonrada dellos. E t commo quier
questo seria grand vicn et grand onra de Castiella non se puede fazer nin se fará fas-
ta que Dios quiera que los castellanos emienden sus vidas et fagan emienda de sus pe-
cados porque pierda Dios s a ñ a dellos; et el quiera por la su merpet que se faga ayna.
Et si esto non complidámente non se pudiere fazer , quiera Dios por la su piadat que
non acreciente mas en sus pecados porque Dios quiera consentir o de judgar contra
ellos en guisa que ayan a sofrir et pasar mas daño ct mas v e r g ü e n z a de la con que
agora e s t á n . Et entre las otras menguas que Castiella sufre, es y agora esto de la pri-
macía porque non usa de ella el arzobispo de Toledo, asi commo solían usar los arzo-
bispos que fueron en los tiempos de ante. Pero commo ya de suso es dicho, el arcobis-
po de Toledo deve seer primado de las E s p a ñ a s ; ct asi se llama en sus cartas mas
non usa de la primacia c o m p l i d á m e n t e , et los otros arcobispos usan de sus arcobis-
padgos et en sus primarias segund de suso es dicho que deven usar. Et los arzobis-
pos en todas las cosas tanbien spirituales commo temporales, pueden mcreszer o des-
merezer segund de suso es dicho, et los estados de los papas et de los cardenales ct
de los patriarchas. Julio, dixo el infante, mucho me plaze de saber esto de los arco-
bispos, ct s e ñ a l a d a m e n t e de lo que dezidcs que vos dixo don Johan, aquel vuestro
amigo. Et pues esto meavedes dado a entender, ruego vos que me fabledes en los
otros estados de la clerezia.
ILUSTRACIONES. 593
S e ñ o r infaule, dixo Julio, en pos el oslado de los arzobispos es el oslado de los obis-
pos; el osle eslaclo es muy sanio el m u y bueno en si el es lal commo el de los arpo-
bispos salvo aquellas avanlajas el mcjorias que de suso son dichas: el el papa el al-
gunos cardenales el los palriarcbas el los arzobispos lodos son obispos; pero algunos car-
denales ay que son prestes pero non obispos el oíros que son diacones: el los obispos
guardando bien su estado, pueden merescer mucho, porque es el estado en si m u y
bueno el m u y s á n e l o ; mas asi commo es muy sánelo, asi cred por cierlo que es m u y
grave de se guardar commo deve: el si bien no lo guardan, los obispos pueden des-
meres^er en todas los cosas que son dichas que pueden desmeres^er los papas; el los
otros que son dichos que son en estado de obispos. E l señor infante, por esto íablo
tSn abreviadamente en el estado de los obispos, es esse mismo que el de los otros que
son dichos, salvo que es menor, segund vos he mostrado. Julio, dixo el infante: m u -
cho me plaze deslo que me avedes dicho: ruego vos que me digades de aqui adelante
lo que entendedes en todos los otros estados de la eglesia.
S e ñ o r infante, dixo Julio, en pos el oslado de los obispos son algunos que llaman
abades de algunos logares s e ñ a l a d o s : el estos abades son de muchas maneras; ca a l -
gunos ay que son abades que traen el mitra el aniello, et han juridicion en sus aba-
días bien commo obispos, et otros ay que han a b a d í a s que las han a d a r l o s obispos
et los arcobispos et otras que las han a dar los reys. Et porque son las a b a d í a s el las
iurediciones de los abades en muchas maneras, por ende non se puede dezir todo en
este libro, mas comunalmente son en la eglesia un estado menores que los obispos et
mayores que los otros c a n ó n i g o s . Et estos abades pueden merescer o desmerescer
según la iuredicion que han cada unos en sus a b a d í a s , et segund la manera de las
obras que fizieron. Julio, dixo el infante, pues en el estado de los abades me avedes
dicho lo que cumple, fabladme en los otros estados de la eglesia commo me fablasles
fasta as-ora.
Señor infante, díxo Julio, en las eglesias calhedrales ha un estado que dizen dea-
nes; et los deanes tienen mayor lugar que han las eglesias de los obispos ayuso: et
estos han la primera vos de cabillo tanbien en las eslecciones commo en todas las
otras cosas que sean de aporidat et ordenar por cabillo tanbien de rentas commo
todo lo al de la eglesia; et el ha de coger et de ordenar todas las cosas en la eglesia et
en el coro, et fazer todas las cosas que a la eglesia cumple de yuso el obispo. Et estos
deanes pueden merescer o desmerescer segund las obras que fizieron en los estados
que tienen. Julio, dixo el infante, plazeme de lo que me avedes dicho en este estado. Et
pues los otros estados de que non me fablasles fasta aqui non son muy grandes, fablat-
me en ellos diziendomelo que me cumpliere lo mas abreviadamente que pudieredes.
Señor infante, dixo Julio, grand plazer he por lo que en los otros estados mas
75
5GT CROISICA DK DON FEHNANDO EL IV.
pcqucHos de la clerecía vos íabló mas abreviadamente; el por ende vos digo que
en pos estos estados de que vos yo fabló, que ay otros estados en las eglcsias cate-
drales asi commo arcedianos ct maestrescuelas, ct tesureros, et chantres, ct otros
canónigos, et razioneros, et medio racioneros, todos estos han sus oficios en las egle-
sias: ios arcedianos visitar sus arcidianazgos, e l los otros segund lo que cada uno ha
de fazer, guardando las costumbres que son de cada cglesia; ca porque en todas las
eglesias non lo usan en una manera, por ende non lo podria dczir asi commo es. E l
lodos estos que son dichos pueden meresccr o desmerescer, según guardaren sus v i -
das et sus estados.
Otro sí hay capellanes tan bien en las eglesias calhedrales commo en las de las v i -
llas et de las aldeas; et estos capellanes dizen missas cada dia o mucho amenudo. Et
commo quier que en lo temporal non sea muy grande el su estado, quanlo en lo spiri-
tual es muy grande; ca todo c a p e l l á n , missa cantano, que ha aquellas ordenes por-
que lo pueda fazer, cada que dizen la missa consagrada con la hostia, et por virtud
que Dios puso en las palabras, t o r n ó s e aquella hostia verdadero cuerpo de ihu xpo
asi complido verdadero Dios et verdadero omme, assi commo nasció del vientre de
S á n e l a Maria et commo viseó en el mundo, ct commo m u r i ó en la cruz por redemir
los pecadores. E l estos capellanes pueden merescer o desmerescer segund las obras
que fizieren. Bien vos digo , señor infante, que commo quier que la piadat de Dios es
m u y grande que he muy grand róscelo del estado de todos los ommes que han de de-
zir missa, et fazer los sacramentos del cuerpo de ihu x p o ; ca segund ya de suso es
dicho , todo omme que diga missa desde el papa fasta el menor capellán que puede
seer de una aldea, si dize missa non estando en verdadera penitencia, cada que con-
sagra el cuerpo de Dios, et cada que lo consume, et cada que se viste las vestimen-
tas, el se llega al altar para dezir missa , peca mortalmente et caye en aquel mismo
pecado que c a y ó Juda escarióte trayendo la sangre del cuerpo de ihu x p o . Pues quan-
do y o veo que tiene la manceva consigo de no.che el se ensucia las manos et la boca
et el cuerpo con que a de fazer tan alto sacrificio et dezir tales palabras, cate el mismo
del capellán que tal cosa faze, en que estado e s t á o que deve seer de la su alma et del
su cuerpo. E t d e m á s desto que a y muchos que usan mal tan bien de lo que han de
|as eglesias, commo de fazer et de dezir muchas cosas que son contrarias del su esta-
do. Et, señor infante, commo de suso vos he dicho, todo c l é r i g o , misa cantano desde
el papa fasta el mas mosquino capellán que puede seer, pueden caer en este yerro tan
grande si non lo guardan commo deven. Pero assi commo vos digo que pueden caer
en estos yerros, assi vos digo que si este sancto sacramento fazen commo deven, han
el mejor merescimiento que puede seer.
Julio, dixo el infante, pues me avedes labiado en los estados de los clérigos que
son regulares, ruego vos que me fabledes de aqui adelanto en los estados de las or-
denes et religiones. Señor infante, dixo Julio, commo quier que las ordenes ct reli-
giones son muchas et muy antiguas et muy s á n e l a s , sabed que dos ordenes son las
que al tiempo do agora aprovechan mas para salvamiento de las almas et para casal-
ILUSTRACIOMÍS. 59^
et todas las sciencias non son para olra cosa sinon porque a la fin del lodo por las
sQÍcnQias puede omme aver la gloria del parayso, pues ya se nmeslra la sabiduría com-
plida de Dios Fijo. Otro sí se muestra el buen talante complido que es puesto a Dios en
que diQe sinon ba la pena ca en el mundo non puede ser mejor talante que librar o m -
me de un mal muy grande por otro daño p e q u e ñ o ; pues si el omme es partido de la
pena del yníierno por ayunar un dia a pan et agua o por una disciplina, parad mien-
tes si es este grand buen talante complido que es puesto a Dios Spiritu Sánelo. Et ago-
r a , s e ñ o r infante, tengo que con razón complida vos he mostrado que en esta palabra
sola se muestra todas las tres cosas que pertenescen a la Trinidad, que son: poder
complido, et saviduria complida, et buen talante complido. Pues paral mientes si ovo
grand mejoría de todos los estados del mundo et de todas las ordenes el que tanto sopo
acabar por una palabra. Otro sí en esta bien aventurada et sabia et aprovechosa p a -
labra se muestran los siete dones del Spiritu S á n e l o , en los quales siete dones se mues-
tran las siete virtudes teológicas et cardenales commo ya de suso es dicho, et la m a -
nera en commo estos siete dones et estas siete virtudes se muestran en esta sánela
palabra, dezir vos lo he segund lo yo entiendo et comenzaré en el temor de Dios que
es el uno de los dones del Spiritu S á n e l o . L a palabra dize queremos que las nuestras
constituciones non nos obligue a culpa sinon a pena; asi que seamos como libres, mas
non commo siervos. E l temor de Dios se entiende en aquello que dize que non nos obli-
gue a culpa sinon a pena, ca bien devedes entender que por el temor de Dios res-
ponde la v i r t u d de la esperanza , recelando la su s a ñ a non se quieren obligar a
caer en la de Dios por y e r r o que pudiesse emendar sin m u y grand pena. Otro
sí se entiende y la esperanca, ca g u a r d á n d o s e de caer en saña de Dios son en espe-
ratica de aver la su gracia que es la gloria del parayso. La sciencia se entiende en
aquello que dice que las nuestras constituciones ca vos entendedes que la conciencia
que responde a la virtud de la fe que es muy grande; ca m u y grand sciencia es sa-
ber ordenar penna convenible et con razón a todos los yerros que qualquier freyre fe-
ziese que guardando las constituciones commo deve, o si alguna les menguasen cum-
pliendo aquella penna que les fuesse puesta por aquel que ge la puede dar, et aun esto
fue ordenado con m u y grand sciencia, ca en la orden de los predicadores el prior del
convento o qualquier freyre sacerdote a que lo acomiende, el prior puede dar peni-
tencia et absolver al freyre que cayese en yerro tan bien de las cosas de la regla
commo de las constiluciones lo que muchas ó r d e n e s non han et por ende que non cae-
rían en ninguna culpa. Otro sí han fe Qierta et verdadera que guardando la regla el
las constituQiones commo deven que Ies fincara en salvo de aver los meres^imientos
que han ganados , guardando commo deven toda su orden. Otro si la sapiencia a que
responde la caridad, se muestra en aquello que dizen a culpa, et sin dubda podedes
entender que esla fue grand sapiencia poder el freyre calar manera porque con r a -
zón et faziendo emienda a fazer ligeramente puede ganar la gloria del parayso et seer
sin róscelo del ynfierno. Otro sí fue grand caridat en poder fallar acorro a tan grand
coy ta, ca si es caridat dar de comer al fambrienlo, muy mayor caridat es acorrer el om-
ine con p e q u e ñ a penia tal acorro porque non vaya al ynfierno donde ha tanto mal
et tanta lazeria para siempre. Et estos tres dones del Spiritu Sánelo responden las tres
virtudes que son teológicas commo es dicho. Et a las quntro dones responden las
quatro virtudes cardinales ct consejo a que responde la prudencia, se entiende en
598 CnONIGA DK DON FEIIIN AMDO KL I V .
aquello que dizen non commo siervos, el esto podcdcs bien enlender que fue buen
consejo saber escoger tal eslado et dczir lal palabra porque sea el freyre libre del po-
der del diablo, et esta fue la mayor prudonpia que minea pudo seer segund aqui se d i -
zc. Otro sí la piedat a que responde la justicia se muestra en aquello que dizen sinou
a p e n a , et Qiertamente esta fue grand piedat; ca si omme lien que es piadat dolerse
de qualquier que está en c u y t a , m u y mayor piadat es dolerse de qnalquicr que pue-
de perder el alma. Otro sí es y la justicia non es matar nin í'azer mal a ninguno; mas
justicia es fazer a cada uno lo que mcres^e; pero siempre es justicia galardonar el
bien fecho complidamente et a c a l o ñ a r el yerro con piadat et non tanto commo meres-
ce; pues bien fue en esto guardada la justicia, ca por el bien fecho gana el frayrc tan
grand g a l a r d ó n commo el parayso; et el yerro de las constituciones es perdonado
por penitenQia que puede muy ligeramente complir, et non tome la pena duradera.
Otro sí la fortaleza se muestra en aquello que dize « q u e r e m o s » ; ca en diziendo que-
reimos se muestra que han fuerza et poder para lomar lo provechoso et dexar lo que
les es grand d a ñ o . Otro sí el entendimiento a que responde la templanza se muestra en
aquello que dize que seamos libres, et bien tengo que non puede seer mayor entendimien-
to que guardarse el freyre en tal manera, que pues Dios le libró por el baplismo del pe-
cado original et por la su e n c a r n a c i ó n et pasión del pecado en que nuestro primero
padre A d a m c a y ó que non faga nin diga el frayrc cosa porque pierda esta. Olro sí se
muestra y la templanca pues ha de fazer penitencia temperada si errare, non guar-
dando commo deve las constituciones de la orden. A g o r a , señor infante, vos he dicho
en commo segund yo tengo que en esta palabra que dize «queremos» et que fue dicha
por gracia special de toda la sánela Trinidat, et que se entienden et se muestran en
ella los siete dones de! spiritu s á n e l o a que responden las siete virtudes. Et aun ten-
go que puedo dczir comparando esta palabra a bien aventurada virgen s á n e l a . M a r i a
en lo que sánela Eglesia dize della. O virgen madre de Dios, a que el omme que en
todo el mundo non pudo caber, se e n c e r r ó en el tu vientre; el tengo que a compara-
ción de esto pueden dczir que la vondal de Dios fue t a m a ñ a que quiso mostrar esta
palabra el que en ninguna otra non se podia lanío mostrar del fecho de la piedat de
Dios. Olro sí longo et es mi cnlcncion que tan grande es el amor que Dios ha a esta
orden que quiso poner asi mismo el al su poder de non les poder fazer mas bien fazer
de quanlo les fizo en esta palabra s e ñ a l a d a m e n t e si los freyres adrede el a mal fazer
non quisieren perder las almas por esta palabra son ayuntados a gloria del parayso
ct son partidos de las penas del infierno; ca por las asperezas que son en las cons-
tituciones d e m á s de la regla son m u y aparejadas a la gloria del parayso, tanto mas
que en qualquier otro eslado el por errar en las eonstiluQÍones non son obligados a
la pena del ynfierno, el por aventura algund omme diría que non dixo verdad en oslo
que digo que Dios que provó al su poder cu que non pudo mas bien fazer en esta
orden para salvamiento de las almas; camas bien les fiziera en querer que nunca
pecasen. E l esto respondo yo que en esto nonios fiziera bien; ante les fiziera mal,
ca los privara del libre alvedrio et si nunca pecaran non pudieran desmerecer; el si
non pudieran desmerescer, non pudieran merescer; non les lo viera pro quanlo bien
fazen nin quanta lazeria toman en servicio do Dios, trabajando en su orden; el asi
lengo que es verdal esto que yo digo. Et por todas estas razones dichas et por oirás
muchas bondades qne ha en esta dicha orden a que el mió entendimiento non alean-
ILUSTRACIONES 599
de las corlar, ma de las entender, nin de las saber lodas, leng-o que esta es la or-
den et la regla el religión del mundo mas aparejada para se salvar en ella los que la
bien mantovieren, et seer mas guardados de caer en caso porque puedan perder las
almas; ct si alg-uno quisiere dezir contra esto que he dicho, ruego yo a los í'reyres
que agora son et s e r á n de la orden que defiendan estas mis razones; ca pues v e r -
daderas son, muy ligeramente se pueden defender; ca todo quanto yo digo, todo se
puede mostrar por la sánela scriptura. Et commo quier que yo non so letrado, yo me
obligo de defender en toda la mi vida todo lo que yo he dicho. Et, señor infante, pues
yo he dicho esto que entiendo en la orden de los predicadores, ruégeles que pues tan-
ta merced les fleo que quieran parar mientes quanto encargados son para ge lo c o -
noscer et que quieran guardar et presciar mucho su orden et que paren mientes
commo dize la su regla; que si las cosas p e q u e ñ a s menospresciamos, que poco a
poco iremos cayendo. Et otro sí les ruego que castiguen bien et non sean m u y pia-
dosos contra los malos freyres et non cuyden que por encobrir el yerro et la maldat
del mal frayre s e r á mal guardada la orden de mala fama; ante crean ciertamente
que esto seria ocasión para venir ende muy mayor danno; ca ^ierto es que la l i g e -
reza del p e r d ó n da esfuerce de pecar. Et sobre todo ruego et pido a los frayres de
la provincia de E s p a ñ a , que pues sánelo Domingo que fizo esta orden fue de Cas-
tiella, et por reverencia del prior provincial de E s p a ñ a es el mas onrado por de to-
da la orden. Et en todo el mundo tienen que Castiella fue caveza et comiengo de
la orden que nieguen a Dios que trabajen quanto pudieren porque la provincia de
E s p a ñ a adelante en sciencia et en buenas vidas en servicio de Dios et aprovecha-
miento de la orden et de las gentes et s e ñ a l a d a m e n t e et ensalcamiento et defendi-
miento de la sánela fe cathólica, que es la razón porque esta orden fue fundada. E t
nuestro s e ñ o r por la su s á n e l a piedad, et por los merescimientos de s á n e l a Maria
su madre et de Sancto Domingo et de los otros sánelos que son en la gloria de paray-
so lo quiera complir. A m e n .
XXXÍ.
Icrios anda todavia, y aunque por lo que hace ú los templarios e s p a ñ o l e s , la historia
ha sido mas indulgente; personas m u y entendidas no quieren reconocer su absolución
por los concilios, particularmente ú los de Castilla, juzgados por el concilio de Sala
manca. De todas maneras, con buena fe y deseo de acertar que vivamente nos ani-
ma, expondremos con lealtad las noticias que hemos podido recog-er, y que nues-
tros lectores a p r o v e c h a r á n , sacando de ellas, según su j u i c i o , las consecuencias a que ^ ^
den lugar, A
«por clamorosa y monos religiosa. En el campo acometen á sus inimigos como Ico-
«nos bravos á las flacas ovejas, conílando mas en ta virtud divina que en el valor de
«sus brazos, y asi se muestran en casa mansos corderos y en la c a m p a ñ a fieros leo-
Mies, unas veces como monjes humildes y compuestos, otras como soldados esforza-
dos y valientes. No se puede decir mas de la vida y costumbres do estos caballeros
»sino que es de Dios obra y admirable á nuestros ojos. Escog-ió estos fuertes soldados
wy congregó los de los últimos fines d é l a tierra para que QI modo que los fuertes de
«Israel cercaban y guardaban el lecho de Salomón con las espadas ceñidas, asi ellos
« g u a r d e n el Santo Templo con su presencia y lo defiendan de las manos de los bárba-
»ros é infieles.»
Imponía la regla á los caballeros la castidad; asi se deduce de las palabras de san
Bernardo. «En la comida y vestido se acautela lodo lo superfino, satisfácese á sola la
«necesidad. V í v e s e en común con alegre y templada conversación, sin mujeres ni
« h i j o s , e t c . » Los maestres en Palestina prestaban j u r a m e n t o , con la fórma-
la siguiente: C a s t i í a t e m p e r p e t u a m s e r v a b o ; uno de los últimos capítulos d é l a
regla traducidos por Zapater, dice: «Peligroso es atender con cuidado al rostro de
«las mujeres, y asi ninguno se atreva á dar ósculo á viuda ni doncella, ni á mujer a l -
aguna aunque sea cercana en parentesco, madre, hermana ni lia. Huya la caballería
« d e Cristo los halagos de la mujer, que ponen al hombre en el último riesgo, para que
«con pura vida y segura conciencia llegue á gozar de Dios para siempre, amen.»
E l capítulo 55 de la regla admite algunos casados, pero esta misma excepción confir-
ma la regia general. «Permitimos que recibáis en el n ú m e r o de los religiosos á los
« c a s a d o s , pero con estas condiciones: que si desean ser participantes del beneficio
«de vuestra hermandat y comunicación, los dos ofrezcan d e s p u é s de su muerte á la
«comunidad del capítulo parte de su hacienda, y todo lo que adquirieren en este tiem-
»po. Mientras vivan en la regla, conserven honestidad de vida, pero no lleven blanco
«el vestido. Si el marido muriere el primero, deje su parte á los religiosos sus herma-
» n o s , y su mujer se sustente con la otra. Pero tenemos por inconveniente que estos
«hermanos casados vivan en una misma casa con los que tienen hecho voto de cas-
«tidad.» De manera, que mas que caballeros de la orden, los casados tenían cierta
hermandad, por la que pagaban su pensión, viviendo fuera del convento, sin ninguna
de las condiciones que la regia e x i g í a para los verdaderos caballeros célibes y castos.
El capítulo 2.° de la regla habla del vestido y dice asi: « M a n d a m o s que los vestidos
«sean siempre de un color, como blanco ó negro, ó por mejor decir de buriel. A todos
«los caballeros profesos, señalamos que en verano y en invierno lleven si se puedo
«el vestido blanco, para que pues dejaron las tinieblas de la vida seglar, se conoz-
«can por amigos de Dios en el vestido blanco y lucido; ¿qué es color blanco, sino
«entera pureza? La pureza es seguridad del á n i m o , salud del cuerpo. Si el religioso
«militar no guardare pureza, no p o d r á llegar á la eterna felicidad y vista de Dios...
«Mas porque este vestido, ni ha de mostrar vanidad ni gala, mandamos que sea de
« h e c h u r a que cualquiera solo y sin fatiga se pueda vestir y desnudar, calzar y des-
«calzar, etc.» En el a ñ o 1153 fué confirmada por segunda vez la orden de los Tem-
plarios, y añadiósele al hábito una cruz roja que conservaron hasta su extinción.
A l b a veslis e x lana, e l E u g c n t i lertii d e m m n aucloritate c r u x rubens atribula;
u l vestes albeas s i n s i g n u m innocentice deferentes, p e r cruces r u b r a s m a r t y -
lUISTnACIONKS. (507
licia y el gran poder que alcanzaron casi á los primeros años de la fundación de su
orden.
Siempre en guerra con los moros, los templarios residentes en E s p a ñ a sirvieron á
sus reyes derramando á torrentes la sangre y tolerando con grande esfuerzo de ánimo
muchos trabajos. Se hallaron en la desgraciada jornada de Alarcos, en la cual de na-
da valió su ardimiento y fiereza en el combatir: mas felices en la de las Navas el 16
de julio de 1212, asistió su maestre provincial D . Garcés R a m í r e z al ilustre Rey Don
Alfonso, y d e s p u é s que aquel m u r i ó , sucedióle D . Pedro A b i t i n , y en 1218 estaba en
el concurso que en Ciudad Rodrigo celebraron los maestres de Calatrava y Pereyro,
reinando ya en Castilla el santo Rey D . Fernando IIÍ, al qual sirvieron él y sus gene-
rosos y valerosos caballeros en las grandes guerras de la r e s t a u r a c i ó n de la provincia
de A n d a l u c í a , en los duros y difíciles cercos de sus muchas y m u y grandes ciuda-
des, villas y castillos, y en otros trances, reencuentros y batallas. Lo mismo hicieron
en las guerras de la r e c u p e r a c i ó n de la provincia de Extremadura, sacándola del p o -
der de los infieles, ya en tiempo de D. Fernando, ya en el de su hijo D. Alonso e l X ,
hasta que toda aquella feracísima tierra volvió á poder de príncipes cristianos con
grande aumento y exaltación de la santa fé católica. Mucho ayudaron también al Rey
S. Fernando en la toma de Sevilla, y el maestre, que á la sazón era D . Martin M a r t í -
nez, q u e d ó bien heredado en tierras y olivares. No menos útil fué la orden á D . A l o n -
so el Sábio, cuando, infante t o d a v í a , redujo á la obediencia de los reyes de Castilla
el reino de Murcia, tomándolo de los moros. Desde entonces nunca olvidó á la orden
del Templo, siempre le fué propicio y en todas ocasiones le dió pruebas de su amor y
generosidad, hasta el punto de hacer de ella mención en el codicilo que otorgó en
Sevilla el a ñ o de 1284, diciendo que ella era el origen de todas las d e m á s . Con tales
patronos no era e x t r a ñ o que creciese el n ú m e r o de sus caballeros y se aumentase su
crédito; y á tal punto es esto cierto, que con el discurso del tiempo llegaron á t e -
ner en Castilla y León las encomiendas siguientes: la de Haro, Amoferd, Goya, San
Feliz, Canabal, Neyras, Villapalmas, M a y o r g a , Santa María de Villasirga, Villa
Rodrigo, Safines, Alanadre, Caravaca, Capilla, Villalpando, San Pedro, Zamora,
Medina, Rustoso, Salamanca, A l c o n e r a , Esares, Ciudad Rodrigo, Ventosa, casas
de Sevilla, casas de C ó r d o b a , T a v e r a , Renavente, Junco, Casas de Cebolla y V í -
llalva, perteneciente á la baylia de Montalvan, R a ñ u e l a , Fregenal y otras, y algu-
nos hospitales y otros muchos bienes. T a m b i é n tuvo la ó r d e n de que vamos hablando
en Portugal m u y gran patrimonio, que lo componían las baylias de Thomares, A r g u i n ,
Castro M a r i n , Olallas, Castelnuovo, Castillejo, Sanacheira, Prunos, Segura, Lardosa,
Derosmaurchal y otras; estaban sus caballeros al principio bajo la obediencia del
maestre provincial de Castilla, y á no ser porque los reyes tenían que atender á los
servicios que prestaban las otras ó r d e n e s militares de mas reciente institución, hubie-
ra la del Templo igualado, si no excedido, á las de otras provincias, como por e j e m -
plo la de Francia, que alcanzó tan grande superioridad, que solo puede compararse
con el abatimiento y miseria á que llegó d e s p u é s de su desgracia.
La órden del Templo en España estaba dividida en dos grandes maestrazgos para su
mejor gobierno y administración: el primero era el de Castilla, que comprendía ade-
mas los reinos de León y de Portugal, y el segundo el de A r a g ó n , Valencia y Cata-
luña, ambos con la debida sumisión y obediencia al maestre general; pero los supe •
oog CRONICA D E DON F E R N A N D O EL IV.
riores cu mío y olro reino se llamaban maestres. Gozaban de los privitcg-ios de ricos
hombres; asi es que sus firmas aparecen en las confirmaciones de los que los reyes
otorgaban juntamente con los de Santiag-o, Calatrava y A l c á n t a r a . Dice Garibay qUe
si hubiera de confirmar el maestre general, precediera a todos en el c a t á l o g o , asi por
ser la orden del Templo mas antigua en fundación y aprobación por la Iglesia, conio
por ser universal y la mas rica y poderosa de todas por mar y por tierra. Su gran
maestre era el mayor s e ñ o r de toda la cristiandad, d e s p u é s de las personas reales
m u y venerado de los sumos pontífices, con copiosas gracias y privilegios, y no me-
nos respetado y estimado de los emperadores y reyes fieles e infieles. Precedían en
todo por estas consideraciones á los maestres de las ó r d e n e s de S. Juan de Jerusa-
l e n , S. L á z a r o y Santa Maria de los T e u t ó n i c o s .
D e s p u é s de la muerte del santo Rey D. Fernando continuaron los caballeros t e m -
plarios, en los tiempos de su hijo el Rey D. Adfonso el Sabio, defendiendo las f r o n -
teras del reino de Granada, siendo su maestre en estos reinos D . Martin Nuñez, el
cual gozaba en ellos del honor de rico hombre como aparece de varios privilegios,
uno de ellos dado en Toledo á 6 de febrero de 1260, para que los caballeros, escude-
ros, hidalgos y d u e ñ a s , vecinos de la misma ciudad y m u z á r a b e s de ella, á quienes
ciñesen espada los del linaje del mismo Rey ó sus ricos hombres, gozasen de la
exención del pecho llamado moneda, y otro en S. Esteban de Izuatoraf, llamado
hoy del Puerto, variando el nombre de A r r á s a t e en el de Mondragon á la villa de
Guipúzcoa. Y ambos d i c e n : D. Martin Nuñez confirma, y lo mismo acontece en los
privilegios del año de 1262. Sucedió en el maestrazgo á D. Martin D . G a r c é s Fernan-
dez Manrique, s e g ú n consta por otro privilegio dado en Sevilla á 16 de diciembre de
1279, dando la villa y castillo de Almonaster y el lugar de Zalamea á la iglesia
metropolitana de la misma ciudad; dice : D. G a r c é s Fernandez, maestre del T e m p l o ,
confirma. Cuando el infante D. Sancho se alzó con el reino en contra del Rey su pa-
dre, los caballeros templarios siguieron en servicio de D. Alfonso por el mucho amor
que le t e n í a n , al cual correspondió siempre, y en el privilegio que concedió á Sevi-
lla en 1.° de setiembre de 1283, confirmando á la misma ciudad los que tenia, dice
que lo confirman los que estaban con él en el levantamiento de la t i e r r a , y cita entre
otros á D . Juan Fernandez, maestre de la ó r d e n del Templo. Confiesa el Rey en su
codicilo otorgado en el año de 1281, mas arriba citado, lo mucho que miraba por la
órden del Templo, mandando que su corazón fuese llevado á enterrar á la Tierra San-
t a , al Monte Calvario, y determinó que D, F r . Juan y los otros tuviesen la voz del
maestre del Templo en Castilla y León y Portugal. Manda á esta religión sus camas
y m i l marcos de plata de limosna para decirle misas en el Santo Sepulcro cuando se
ganase de los infieles, ó donde en otra parte fuese enterrado su c o r a z ó n , haciendo
en todo gran confianza del maestre y caballeros con palabras de mucho encareci -
miento.
Reinando su hijo D. Sancho I V parece por sus instrumentos que estos caballeros tu-
vieron por superior en los reinos en algún tiempo á los comendadores mayores en
lugar de los maestres provinciales, siendo de los que gozaron en ellos de este título, con
el honor de rico hombre, D . Gómez García, como parece por dos privilegios, el prime-
ro dado en Soria á 14 de febrero de 1285, en el primero de su reinado, y el segundo en
Palcncia á 10 de diciembre del a ñ o siguiente de 1286, dando las villas de Cerezo y
ILUSTRACIONES. 60ií
TEMPLARIOS DE ESPAÑA.
Todavía vivía el gran doctor y fundador S. Bernardo cuando vinieron á estos reinos
los primeros caballeros templarios, según dice G a r í b a y en sus obras manuscritas.
Reinaba en A r a g ó n y Navarra el Rey D . Alonso el Batallador, y en Castilla y León el
Rey D . Alonso, llamado el Emperador por sus h e r ó i c a s h a z a ñ a s . Fueron acogidos por
este príncipe con muestras de grande amor, y con mucha estimación de los castella-
nos, que andaban deseosos de ver la nueva religión que á sus oídos llegara, nunca
vista por ellos ni por sus ascendientes. D . Alfonso, admirador de las virtudes y c i e n -
cia de S. Bernardo, como se demuestra por los muchos monasterios que de la ó r d e n
del Císter fundó en sus reinos, dió amparo y protección á los caballeros templarios,
a u m e n t á n d o s e tan prodigiosamente la tan gloriosa milicia, que á los pocos a ñ o s era
firmísimo baluarte de la íé en las fronteras de Castilla.
En el a ñ o de 1150 dió á los caballeros la villa de Calatrava, haciéndoles de ella per-
petua donación , para que mediante esto la defendiesen mejor de los moros, p o n i é n -
dolos por fronteros contra los ínfleles de Andalucía. Uno de los primeros maestres que
tuvo la ó r d e n fué D . Gutierre Hermildes, de quien procede el noble linaje de los Nie-
tos de Talavera y de Salamanca, s e g ú n G a r í b a y en el lugar citado.
Los trances de armas que pasaron en este tiempo entre los caballeros del Templo
y los moros fueron varios y sangrientos, de manera que en los ocho años que pose-
yeron la villa de Calatrava se niimentó y fortaleció la religión cristiana en aquellos pa-
(m CUONICA DE DON FKItNANDO E L IV.
rajes, que vieron como por encnnlo mudarse la ü e r r a y las cosUmibres, con ftüCtele,
zas, hospitales y granjas, donde a n t e s oslaba yerma y solitaria. En el ano de 1 1 5 7
murió D. Alonso volviendo victorioso de la g-uerra de los moros, y por los grandes
gastos que requería la conservación de Calatrava y su dilatado alfoz, no pudiendo los
caballeros templarios sufragarlos por mas tiempo, la restituyeron á D . Sancho, primo-
génito de aquel Rey de Castilla y de Toledo, segundo del nombre , llamado el Deseado
Vinieron entonces contra la villa de Calatrava multitud de moros de la parte de Anda-
lucia y del A f r i c a , y encargado do su defensa F r . R a m ó n , abad del monasterio de
Filero, de la orden del Cister, se hubo tan bien en ella, que el Rey le concedió la villa
p e r p é t u a m e n t e , y de aqui tuvo origen y principio la caballeria de Calatrava, cuyas
h a z a ñ a s , a q d a n d o los tiempos, inmortalizó la fama. Murió el Rey D. Sancho, suce-
diendo en el reino su único hijo D . Alonso á la edad tierna de cuatro afios. Sus tuto-
rías fueron causa de alborotos , tumultos y peleas entre los condes y grandes de la
c ó r t e , de manera que en todo este tiempo la orden del Templo p r o g r e s ó poco, mas
atentos los que mandaban al engrandecimiento propio que al aumento y prosperidad
de e x t r a ñ o s aunque gloriosos institutos.
Hubo ademas otra causa muy poderosa en los tiempos de que hablamos para que la
orden del Templo no tomase en E s p a ñ a , y sobre todo en Castilla, el rápido incre-
mento que tomó en el Oriente y d e s p u é s en Francia. Creían y con razón que era una
orden extranjera, y veian que era mas fácil erigir en Castilla otras de igual índolen
aunque con a d v o c a c i ó n , estatutos y maestres naturales de los reinos: asi lo hicieron,
dando lugar por estos tiempos á las ó r d e n e s militares de Santiago, Calatrava y Alcán-
tara, de manera que el objeto principal de la del Templo , cual, era el de pelear por
la fé de Cristo, estaba cumplido, y ademas el de mirar por el lustre del nombre caste-
llano, pues aquellos caballeros venidos del Oriente volvían sin cesar los ojos hacia
la parte donde tenían la cuna de su origen y el maestre que los mandaba. A pesar de
todo la costumbre era tan poderosa, el deseo de pelear contra los enemigos de la fé tan
vivo, y las ideas de la comunidad y de v i v i r á su sombra tan en auge, que si notante
como en otras partes de la cristiandad, en donde no existían las razones expuestas,
creció la ó r d e n y se e x t e n d i ó mas que todas las otras militares, y lo bastante para ser
envidiada por su poder y las riquezas que en poco tiempo adquirieron sus adeptos.
El monasterio de Santa María de Montalban, diócesis de Toledo, fué uno de los p r i -
meros que tuvieron en Castilla, situado á distancia de dos leguas de la Puebla del mis-
mo nombre y á media de su fuerte castillo; y parece cosa muy natural que fuera qui-
zás el primero por ser aquel sitio el mas expuesto á las c o r r e r í a s de los moros. A poco
tiempo de esto tenían ya el de S, Benito de Torija en la misma d i ó c e s i s , el de S. Juan
de Otero en la de Osma , y el de S. Juan de Dios en la de Valladolíd. Esto en Casti-
lla: en el de León el de S. Salvador de Toro, diócesis de Zamora; los cuales se fun-
daron y edificaron en el pontificado de Alejandro 111, que falleció en el año de 1181.
Tuvo d e s p u é s la órden otro en Torquemada, diócesis de P a l e n c í a , y un priorato en
Palenzuela, y andando los tiempos tuvo hasta doce conventos en toda E s p a ñ a , lo cual
prueba el mucho poder y la grande extensión de su dominación , pues cuando las de-
mas ó r d e n e s militares 110 tenían mas que una casa, á e x c e p c i ó n de la de Santiago que
tuvo dos, Uclés y S. Marcos de L e ó n , y d e s p u é s tres con la de Sevilla, los tenip|a;
nos tuvieron doce, lo que prueba los muchos caballeros que h a b í a alistados en su m i -
ILÜSTUAGIONES. 009
(Irañon en la Rioja á D. Diego López de Haro, alférez mayor suyo, que d esp u és fué
señor de Vizcaya, poblador de Bilbao. Dice en ambos: D . Gómez Garcia, comendador
mayor del Temple, confirma. D e s p u é s , y en vida del rey, vuelven á denominarse maes-
tres los superiores de la orden; asi es que en el privilegio que lleva la fecha de 1289,
confirmando á la ciudad de Toledo en 18 de diciembre sus fueros, se lee la firma de
Gonzalo Ivañez con el dictado de maestre del Temple. Ambos títulos de maestre y co-
mendador mayor eran una misma dignidad, y asi los dos eran llamados en latin mag-
nos preceptores.
En el reinado de D. Fernando I V y en los muchos privilegios rodados que hemos
compilado en la Colección diplomática vemos á D. Gonzalo Yañez confirmador en
cinco: el primero confirma los de Sevilla, es del primer a ñ o del reinado, 1295, y se es-
tampa á la p á g . 17 de la Colección: el segundo á 16 de junio, y es una merced c o n -
cedida á la ciudad de Falencia, y con equivocación del nombre y apellido del maestre,
pues dice Pedro Is.te debiendo decir Gonzalo Yañez, p á g . 90. E l tercero es la conce-
sión de feria á la ciudad de Falencia, junio 30, 1296, p á g . 92. El cuarto, meced á Don
Garcia Fernandez de Villamayor, enero 2, 1257, p á g . 113. E l quinto la donación que
el rey hizo de Alarcon á D. Juan Manuel por haber perdido á Elche, marzo 26, 1297,
pág. 120; y el sexto, gracias y mercedes al obispo de Osma, 10 de octubre de 1298,
pág. 1 2 1 . Desde esta fecha, aunque hasta el a ñ o de 1307 se c o n s e r v ó í n t e g r a la or-
den, no aparece confirmación alguna de su maestre en ninguno de los muchos privile-
gios que hemos visto y que se insertan en la Colección diplomática. En ella están los
nombres como confirmadores de los maestres de Santiago, Calatrava y A l c á n t a r a , y
el prior del Hospital; pero se omite el de los templarios, sin que sepamos el por q u é
de esta falta, pues la ó r d e n estuvo siempre al servicio del Rey.
Llegaron por fin para la órden del Templo los tiempos de las tribulaciones, la é p o -
ca del infortunio, el dia de su tremendo castigo. Ya no hay que contar los encuen-
tros famosos n i las batallas peleadas contra los enemigos de la F é ; ahora cam-
biando la historia de colores p i n t a r á con las mas negras tintas cuanto de bajo
y odioso y deforme tiene el corazón del hombre; las mas abyectas confesiones de
crímenes y vicios vergonzosos, retractaciones humildes, miedo á los suplicios y á los
tormentos, con los cuales la b á r b a r a legislación de los tiempos pasados o s c u r e c í a la
verdad. Drama terrible, en el cual Dios castigó la grandeza de aquella gente sober-
bia, que separada completamente del sendero que les marcara su gloriosa e n s e ñ a , de
la cima de su poder cayeron en el hondo abismo de su miseria. De dos maneras se
cuenta el descubrimiento providencial de los errores, c r í m e n e s , herejías y vicios co-
metidos por aquellos caballeros que vestían un blanco traje talar en señal de su pu-
reza, y que por lo visto servía solo para ocultar la podredumbre de sus corazones.
Según Juan Vilani y otros autores tuvo su origen aquel tan famoso descubrimien-
to en las viles delaciones de dos templarios, á quienes el gran maestre condenara á
crecidas penas por sus c r í m e n e s . Era uno el prior de Montfaucon de la provincia de T o -
losa, y el otro Noffodei, florentino; los cuales procuraban por tales medios, ó adquirir
su libertad ó consumar su venganza. L a historia de Clemente V , escrita por A m a u r i ,
prior de Santa María de Aspiran, lo cuenta de la manera siguiente: «Estaban juntos
en un calabozo de Tolosa dos criminales, uno de ellos era un templario y otro un na-
tural de Beziers en Francia. Esperaban ambos dia por dia su sentencia de muerte, y á
77
f.10 CHÓNICA OH DON rKRNANDO F-L Í V .
semcjauza de los marineros que en los (lias de íbrluna en la mar no licnen monicnio
seg-uro, se confesaron r e c í p r o c a m e n t e . Parece que el caballero de la orden del Templo
confesó arrodillado á los pies de su c o m p a ñ e r o los enormes delilos de que después se
acusó á sus correligionarios, y este, que por lo visto era poco escrupuloso como ave-
zado que estaba á toda clase de c r í m e n e s , c r e y ó , y no se e n g a ñ ó , haber enconlrado un
tesoro, comprando s u l i b e r d a d á costa do una infamia. A l dia siguiente de la confe-
sión Squino de Florian, que asi se llamaba el de Beziers, llamó á un dependiente del
gobierno militar del punto en que estaba detenido y le dijo que poseia un secreto de
naturaleza tan grave, que solo al mismo rey lo podia confiar. La curiosidad por una
parte, y por otra la razón de estado, hicieron que el rey llamase á su presencia al mi-
serable", y conducido por buena escolta refirió al monarca la confesión del templa^
rio, con lo cual mandados por él examinar otros de la orden, se halló la confesión del
apóstala naturalmente confirmada. E n el fondo del asunto estas dos versiones tienen
grande analogía; y sea cierta la una ó la otra, el hecho es que el Rey de Francia fué
el primero que tuvo noticia de tan grave asunto, siendo muy laudable la determina-
ción que tomó de consultar con el papa lo que debia hacerse, atendiendo al carácter
religioso de la orden del Templo. Hizo el rey al papa la consulta en Lion en el año de
1305, y en Poitiers en el a ñ o de 1307; pero como el secreto ya no lo era por haberse
divulgado lo que tanto importaba ocultar, llegó á oidos del gran maestre y de los prin-
cipales comendadores de la órden, los cuales, j u z g á n d o s e heridos en su fama y en su
honra, acudieron al papa en queja, solicitando una pesquisa ó información que pusie-
se á salvo la reputación de que gozaban. M u y natural c r e y ó el pontífice ser el paso
de los templarios, y como por otra parte habia calificado de absurda la acusación por
lo enorme, ofreció al rey en carta de 25 de agosto del año de 1307, empezar lo mas
pronto posible la información, para lo cual le pedia á Felipe instrucciones y noticias
acerca del asunto.
Su confesor, inquisidor y fraile dominico, le estimulaba á comenzar por medio de su
autoridad y jurisdicción real el procedimiento contra los templarios, y el rey no ne-
cesitaba tampoco aguijón, pues recelaba que hecho mas público de lo que ya estaba
el secreto, peligrase su vida ó su corona, siendo los caballeros muchos e n n ú m e r o y
muy ricos, con fortalezas y castillos en todo el ámbito del reino, enlazados con las pri-
meras familias, y con elementos de todo g é n e r o para resistir. Estos temores no eran
infundados, pues ya se susurraba que muchos disponían de sus bienes , y que otros se
preparaban á salir del reino huyendo de los rigores que con razón esperaban y temían.
El rey no esperó mas; después de oír á una junta compuesta de teólogos dió con
reserva sus terminantes órdenes para que en un día y á una hora misma se procediese
en todo el reino á la captura de los templarios y ocupación de sus castillos y forta-
lezas: todos cayeron en la red con tanta maña tendida, hasta el mismo gran maestre,
que habia llegado pocos dias antes de Chipre con sesenta caballeros mas, parte muy
selecta de la ó r d e n . El dia 13 de octubre de 1307 tuvo lugar este importantísimo acae-
cimiento, prólogo del largo y complicado proceso que vamos á referir.
Juan, canónigo de S. Víctor, testigo presencial, ó á lo menos contemporáneo, cuenta
el suceso de la manera siguiente: «En un mismo dia se ejecutó la ó r d e n del rey con-
tra los templarios. El gran maestre habia vuelto á París desde Poitiers, donde había
conferenciado con el papa. Algunos cardenales estaban en el secreto, y estimulaban
ILUSTRACIONIiS. 611
ni rey á qnc lomase aquella rigorosa medida. Sorprendió esta á Lodo el mundo, cre-
yendo ser cosa de la corle romana de acuerdo con el monarca, y ejeculada por G u i -
llermo de Nogarel y Reynaldo de Roye. E l rey m a n d ó que fuesen cuslodiadas por
guardias fieles las casas de los lemplarios, para que en todo tiempo le diesen estrecha
cuenta de cnanto en ellas se conlenia y de los bienes inmuebles que poseían. Las cau-
sas de sn prisión, h e r e j í a , blasfemia, menosprecio de Jesucristo y de su santa r e l i -
gión, é impurezas que estremece solo el contarlas: cosas descubiertas ya hacia alguu
tiempo por personas notables, y otras que lo eran menos, y habian sido templarios, á
las cuales prendió Nogaret para que en su dia depusiesen como testigos. Estos, á quie-
nes se puede dar el dictado de acusadores, fueron custodiados en Corbeil, y manteni-
dos en estrecha incomunicación por la orden terminante del confesor del rey, el d o -
minico padre Imbert. A l dia siguiente, esto es, el 14 de octubre de 1307, se c e l e b r ó
grande asamblea en el capítulo de la catedral, al que asistieron los doctores de la uni-
versidad, los c a n ó n i g o s , Guillermo de Nogaret, el preboste de Paris y muchos oficia-
les del rey. E l señor de Nogaret, encargado principalmente de la prisión de los tem-
plarios , contó menudamente el caso y refirió los cinco capítulos principales de la acu-
sación que contra aquellos fulminaban los acusadores. A l dia siguiente, 15 del mismo
mes y a ñ o , el rey convocó á todo el clero de Paris y al pueblo de las parroquias, y
reunidos en el j a r d í n de su palacio les dijo cómo y por q u é había preso á los templa-
rios, con el objeto de prevenir cualquiera opinión equivocada, temiendo á la mucha
consideración de que disfrutaban á causa de sus riquezas y d i g n i d a d e s . » Hasta oqu;
Juan de S. V í c t o r .
Deseando el r e y llevar adelante el procedimiento é instado vivamente para ello, sin
consultar con el papa y como protector de la f é , dió comisión al fraile dominico, su con-
fesor Guillermo de Paris, para que abriese un sumario en el que fuesen recibidas las
declaraciones de los templarios presos ó detenidos en P a r í s : asistieron al confesor v a -
rios testigos rogados, y todo pasó ante la presencia de dos notarios, que dan fé de las
actuaciones. E x a m i n ó Guillermo 140 testigos; la mayor parte estuvieron contestes
acerca de los cuatro capítulos sobre que fueron interrogados, á saber: «Si al entrar en
la orden, el recipiendario les imponía la obligación de renegar de Jesucristo y les man-
daba escupir á la santa cruz que de manifiesto y para este acto tenían delante. 2.° Si
era cierto que r e c o m e n d á n d o l e s la castidad con respecto á las mujeres, les inducían á
la s o d o m í a , como cosa lícita, y si á su entrada ó recibimiento habian seguido i n m e -
diatamente actos deshonestos y pecaminosos. 3.° Si era cierto que la comunidad tenia
un ídolo, al cual adoraban en los c a p í t u l o s . 4 . ° Y si sabían sí la órden tenía algún es-
tatuto ó reglamento secreto que previniese estas ó otras prácticas.» Todos confesaron
la primera y segunda pregunta, variando solo en algunas particularidades poco d i g -
nas de tenerse en cuenta para la consecuencia final de la absolución ó condenación de
la orden. Unos dijeron que inmediatamente d e s p u é s de ser recibidos les inducían á
cometer las h e r e j í a s , otros que los llevaban d e t r á s del altar, algunos que á una ca-
pilla secreta. Casi todos confiesan que el primer momento es de estupor, muchos se
niegan y solo obedecen en fuerza de las amenazas: hay quien no pudiendo resistir la
terrible i m p r e s i ó n , cae al suelo como herido de un r a y o ; protestan unos contra sn e n -
trada en la órdon , y otros se confiesan con frailes de otras ó r d e n e s ó con obispos , y
recobran sus conciencias la tranquilidad perdida por medio de estas parciales absolu-
gVj CRÓNICA DE DON F E R N A N D O EL IV.
cioues, una vez la pcnileucia cumplida. Casi todos por lo regular obedecen, pero e x
o r e , n o n e x c o r d e : oslo al reueyar de Jesucrislo: en cuanto al escupir sobre la cruz
muchos confiesan haberlo h c d i o j u x t a , n o n s u p r a . La segunda pregunla está con-
testada por todos, aunque salvando sus personas: solamente hay dos testigos que la
absuelven en contra s u y a , citando al cómplice, que era n á d a m e n o s que el maes-
tre. En cuanto á la tercera pregunta pocos la absuelven, pero ninguno la niega: d i -
cen que la ignoran : á la cuarta casi todos se muestran ignorantes. Estas declaracio-
nes, recibidas eh P a r í s por Guillermo, el confesor del rey, fueron libres y espontáneas:
no precedió á ellas tormento ni s u g e s t i ó n ; son simples las preguntas, y mas bien se
nota que hay prisa é inquietud en despachar cuanto antes el sumario, que no ira ni
deseo de buscar y agravar la culpabilidad en ciertos y determinados sujetos. Hay al-
gunas declaraciones curiosas , que á la letra copiamos é insertamos en los apéndices
que lleva esta ilustración, entre ellas la del gran maestre Jacobo M a l a i , Hugo de Pa-
rando, Alberto deBumencourt, y otras que contienen alguna singularidad, dan mas
luz ó por el c a r á c t e r f d e l declarante prestan mayor firmeza. Hemos visto todo el
proceso y leido una por una todas las declaraciones , y admira en unos la sumisión,
en otros la estupidez, en muchos el miedo y en algunos pocos la admiración y aun la
ira de verse e n g a ñ a d o s y ultrajados en su dignidad de caballeros y de hombres.
El sumario se extendió á todas las provincias, pero no se hizo con tanla prontitud
que el papa dejase de saberlo y detuviese las informaciones para darle otro giro a
aquel asunto g r a v í s i m o , que tanto interesaba á la Iglesia y á toda la cristiandad. Le-
tras sobre letras fueron dirigidas al r e y por la santidad de Clemente V , en las cuales
se inculcaba la doctrina de que siendo la orden del Templo un cuerpo religioso, solo
el papa podia juzgar á los caballeros, y de ninguna manera la justicia del Rey, que
visiblemente habia traspasado sus límites prendiendo d i o s templarios, s e c u e s t r á n d o -
les los bienes y tomándoles declaraciones para proceder á ulteriores determinaciones;
y contra el que mas mostraba sus iras la córte pontificia era contra el confesor Gui-
llermo de Paris y contra varios obispos, que obedeciendo las órdenes del rey habian
abierto proceso en sus diócesis contra los delincuentes. Felipe contestó al papa que en
su calidad de protector de la Iglesia no podia mirar con indiferencia los progresos de
la h e r e j í a , que tantas raices habia echado en aquella infame ó r d e n ; que debia preve-
nir los complots que ya empezaban á formarse entre sus miembros para burlar el fin
laudable de su justicia, que no era otro que el castigo de los horrendos crímenes co-
metidos á la sombra de la virtud en aquellos monasterios, que debieron ser siempre
asilos de austera r e l i g i ó n ; que ya empezaban las intrigas, se urdían las tramas, se
buscaban protectores y comenzaban las retractaciones, y que á todo esto daban pábu-
lo las lentitudes con que en materia tan grave y que tanta celeridad exigía procedía el
sumo pontífice, mas atento á disminuir las faltas de los eclesiásticos que á castigar los
delitos de subditos infieles.
Sin embargo, el rey de Francia no queriendo romper abiertamente con el papa,
ni aparecer como delator, escribió á S. Ss el 24 de diciembre de 1307 diciéndole, que
consentía en todo lo que le habia propuesto, y que no siendo su intención menoscabar
en lo mas mínimo los derechos de la Iglesia, ni renunciar á los que á su corona perte-
cian, habia entregado las personas d é l o s templarios á los cardenales legados, qne
traían el encargo de formar los procesos; y que en cuanto á los bienes tanto muebles
ILUSTRACIONES. gi^
ino pontífice por segunda vez, para Irafar de lo que ú todos traia tan inquietos. Este
parlamento no fué como muchos otros, una reunión de magistrados mas ó menos dís-
colos, mejor ó peor avenidos con la c o r t e , negándose ó p r e s t á n d o s e á registrar los
edictos reales; este parlamento se a s e m e j ó mucho á unos estados generales, pues á
él fueron convocados todos los diputados de las ciudades y villas de Francia, nobles y
plebeyos, clérigos y legos. « P o r q u e Felipe, dice Juan de S. Victor, para dar un
«claro testimonio de la lealtad de sus intenciones y de la discreción de su conducta,
«quiso averiguar el parecer de sus subditos de toda clase y condición ; asi es que no
«solamente oyó el consejo de los nobles y el de los eclesiásticos, sino también el de
«los legos y el del pueblo.' Todos los diputados reunidos en Tours en el mes de mayo
«de Í 3 0 8 , después de oidas las deposiciones de los templarios, juzgaron que debían
« s e r condenados á m u e r t e . » Este parecer era conforme á la tradición d é l o s parla-
mentos, y á la normado su jurisprudencia, que nunca fué otra que la de d e f e n d e r á
todo trance las regalías de la corona de las invasiones de la córte romana. Sigue Juan
de S. Vicente. «El rey requirió á los principales doctores de la universidad de París
« p a r a que le remitiesen la sentencia ó censura contra los templarios, juntamente
«con la confesión del gran maestre y los principales comendadores. La uníversí-
))dad con presencia de un notario copió las confesiones, y las remitió al rey con la
«copia de una carta circular escrita por el gran maestre á todos los caballeros, en la
»cual les prevenía que siguiesen su ejemplo, confesando sus culpas toda vez que ha-
»bian sido seducidos por antiguos errores. La universidad acompafiaba á estos intere-
« s a n t e s documentos su parecer en el asunto, y era el siguiente: Solo la Santa Sede
«tiene derecho á juzgar de los asuntos religiosos, de las herejías ó de los grandes
^crímenes.» E l papa y el r e y celebraron nuevas vistas en Poitiers, y en presencia de
varios cardenales y doctores, acordaron unánimemente que los bienes de los templa-
ríos quedasen en poder de los oficiales del rey hasta nueva ó r d e n . En cuanto á las
personas, se determinó que el rey las custodíase sin imponerles pena hasta la reso-
lución del futuro concilio general que debía celebrarse en Viena de Francia el a ñ o
de 1310.
No pudo el Papa, como deseaba, y como explícitamente lo decía en sus cartas d i r i -
gidas á toda la cristiandad , recibir personalmente las declaraciones del gran maestre
y de otros cuatro principales de la ó r d e n , por ser comendadores ó preceptores, pues
dolientes á causa de las prisiones y trabajos sufridos, no podían i r á Poitiers: en tal
caso Clemente dió el delicado encargo á tres cardenales, los cuales trasladados á
Chinen, residencia de los reos, fueron oídos y examinados al tenor del interrogatorio
antes publicado y circulado: todos estuvieron conformes en sus primeras declaracio-
nes, ratificándolas de nuevo, incluso el gran maestre: todos abjuraron la herejía y
pidieron humildemente la absolución, con el firme propósito de cumplir la penitencia
que la Santa Sede quisiera imponerles. Los comisarios absolvieron á los dichos, de las
censuras, en vista de las muestras de arrepentimiento que dieron, sobre todo el gran
maestre, Hugo de Peralde, y el gran comendador de Chipre, de quienes hacen espe-
cial mención.
Llegó ya el gran dia en que el papa nombrase los comisarios que debían instruir el
proceso contra los templarios del mundo cristiano: nombró para ello por sus letras
apostólicas á los metropolitanos de las provincias, y en Paris al arzobispo Narboncnsc,
ILLSTííACtONKS. 01«
El papa por sus letras apostólicas daba á entender con sobra de claridad , que en las
pesquisas que de su orden m a n d ó hacer en toda la cristiandad, y muy particularnien-
te en Francia, solo llevaba por objeto instruir un sumario sobre la inocencia ó culpa-
bilidad de la orden, para que el congreso convocado para Viena pudiera dar con cono-
cimiento de causa su fallo absolutorio ó condenatorio; pero en esta decisión, que solo
lastimaba á la órden, no estaba comprendida la jurisdicción que s ó b r e l a s personas te-
nían los obispos y concilios provinciales, á quienes incumbía juzg-ar los delitos de he-
rejía. Mas de una vez los comisarios del papa en Paris hicieron presente esta doc-
trina á los que declaraban, y no perdonaron medio de buscar defensores para la ó r -
den, preguntando á todos si querian serlo y ofreciéndoles, en caso afirmativo, ayuda,
p r o t e c c i ó n , inmunidad y libertad. Una de las declaraciones mas importantes que los
comisarios recibieron, fué la de Jacobo Molai, gran maestre de la ó r d e n . Este caba-
llero habla dado su primera declaración ante Guillermo de Paris, confesando de plano
todos los cargos que se le hablan hecho; ademas, cuando la universidad remitió al
rey copia de todo lo actuado para que sirviese de conocimiento al parlamento de
Tours, remitió también una carta circular del maestre á l o s templarios, exhortándolos
á d e c i r l a verdad, como él lo habia hecho, confesando antiguos pecados, hijos de cor-
ruptelas introducidas en la ó r d e n . Cuando interrogado en Chinon por los cardenales
delegados por el papa, confesó sus pecados y pidió la absolución de las censuras, que
le fué otorgada. Y ahora, al leerle la bula de Su Santidad, en la cual se refería toda
esta larga y lamentable historia, admirado y aun horrorizado, e x c l a m ó : [ P r o d u c e n d o
h i s s i g n u m c r u c i s c o r a m f a c i e s u a e t i n a l i i s s i g n i s p r e t e n d e r e v i d e b a t u r , s e esse
v a l d e s t u p e f a c t u m d e M i s q u e c o n l i n e b a n t u r s u p e r p r e d l c t a confessione s u a , et
aliis i nlileris apostolicis supra dictis), dicens ínter alia, q u o d s i dicti D o m i n i
C o m i s a r i i fuissent a l i i q u i b u s iieeret h o c a u d i r e t , ipse diceret a l i u d . E t c u n i
fuisset responsum eidem, p e r dictos commisarios, quod ipsi n o nerant a t reci-
p i e n d u m v a d i u m duelli, s u b j u n x i l dictas M a g i s t e r , q u o d n o n intendebat dice-
re d e hoc, s e d placert D e oq u o d i l l u d q u o d observatur á Sarracenis et T a r l a -
r i s , observaretur c o n t r a tales perversos i n h o ccasu, n a ndicti Sarraceni et
T a r t a r i abscindunt caput perversis inventis; v e l scindunt eosp e r m é d i u m . E t
t u m f u i t s u b j u n c t u m p e r dictos d ó m i n o s c o m i s a r i o s , q u o d Eclesia illos q u i i n -
veniebanlur heretici, j u d i c a b a l heréticos, et obstinatos relinquebat curie secu-
l a r i . Causa grande admiración el ver al maestre confesar por dos ó tres veces los de-
litos de que se acusaba á toda la órden , y negarlos tan de repente y tan audazmente
á los comisarios del papa. Por desgracia son tales las contradicciones en la conducta
de este dignatario hasta su desgraciada muerte, que mas y mas testifican la verdad
de sus primeras declaraciones, ó lo que es lo mismo, su propia culpabilidad y la de
sus c o m p a ñ e r o s .
Querian los comisarios que dijese clara y terminantemente si be comprometía ó no á
defender la ó r d e n : y sobre este particular que las mas veces e l u d í a , alegaba las ex-
celencias de aquella religión, en la que el culto que á Dios se daba era superior al de las
otras iglesias, las limosnas mas en n ú m e r o y mas cuantiosas { n a m i n ó m n i b u s d o m i -
bus o r d i n i s e xgenerali o r d i n a t i o n e ipsius o r d i n i s , d a h a n t ter, i n septimana ele-
m o s i n a m ó m n i b u s a c c i p e r e v o l e n t i b u s e a m ) : y por último decía que los caballeros
templarios hablan derramado cual nadie la sangre en defensa de la le de Cristo; q^e
I L U S T R A CIOIS E S . 617
él era un noble sin letras y pobre ademas y desvalido, pero que no lendria reparo
en presentarse al papa , tanto mas cuanto que creia haber oido que Su Santidad se ha-
bía reservado juzgarlo y á los comendadores mayores. Ningún, cargo se le hizo, n i n -
guna violencia se e m p l e ó ; á las razones que el Sr, de Nogaret adujo, contestó como
pudo; mas adelante volverá á presentarse el gran maestre ante los tribunales con nue-
vas contradicciones, hasta que por último, condenado por la justicia de los hombres,
a p e l a r á en su momento supremo, protestando de su inocencia para ante la justicia
divina.
Es sumamente interesante todo el proceso que se escribió en Paris contra los tem-
plarios por la comisión que á varones tan eminentes como los ya citados dió el papa
Clemente V . En él encontramos algunas declaraciones que parecen llenas de espíritu
de verdad y resignación que tan bien sientan en religiosos perseguidos. Las lágrimas
asoman á los ojos al ver aquellos rostros macilentos, aquella timidez y suspicacia con que
viejos de mas de sesenta años se presentan de nuevo á los tribunales, mirando á un lado
y á otro por si descubren las infernales máquinas del tormento que ya h a b í a n agotado
sus débiles fuerzas. T a l es el terror de que se hallan p o s e í d o s , que no saben si acer-
tar diciendo la verdad ó propalando la mentira; su único objeto es libertarse de los
tormentos, y asi es que'tcmen la retractación y temen también la ratificación: i n t e r -
rogan con su mirada á los jueces para ver si en ellos descubren indicio, síntoma de
sus intenciones. A veces empiezan á declarar antes de ser interrogados, otras dicen
cosas impertinentes ó añaden de cosecha propia lo que no se les pregunta; en suma,
es doloroso ver á aquellos hombres, si culpables algunos, tan distantes de la d i g n i -
dad y decoro que el hombre debe conservar, ora al protestar de su inocencia, ora al
confesar humilde y arrepentido sus pecados.
Los obispos á quienes incumbía la prosecución de las causas de fé habían comen-
zado á proceder contra ¡os templarios, y s e g ú n el modo de sustanciar las causas usa-
do por los tribunales legos, como por los ordinarios eclesiásticos, habían echado m a -
no dei tormento para descubrir la verdad. Acusaban los infelices, que venían t e m -
blando á declarar ante los comisarios, al obispo de Paris, que so h a b í a mostrado sin
piedad y sin corazón para con los reos; entre muchas declaraciones que pudiéramos ci-
tar* lo hacemos de la del templario Ponzardo de Giziaco, preceptor de P a í a n s : I n l e r -
r o g a l u s s i u n q u a m f u i t possitus i n t o r m e n t i s , r e s p o n d i t q u o d f u i t positus, tres
menses eranl elapsi ante confessionem faclam p o r e u mcoram d o m i n o Pariensi
episcopo, manibus ligatis retro, i l a slricle quod s m g u i s sibi cucurit usque a d
unques, i n q u a d a m fovea, i n q u astetit p e r s p a c i u m u n i u s leuge, protcslans
el dicens q u o d s i p o n e r é t u r a d h u c i nt o r m e n t i s , q u o d ipse n e g a r c t o m n i a q u e
dicit m o d o , et diceret quecumque h o m o vellet. T a n t u m p r om ó d i c o tempore,
p a r a l u s e r a l v e lcapitis o b l r u n c a n c i o n e m , v e l i g n e m , v e l b u l l i e i o n e m p a t i p r o
konore dicti ordinis , t a n t u m i t a longa tormenta substinere n o n poterat, i n
g u i b u s j a m f a c r a l , duobus annis elapsis , e lp l u s carcerem subtinendo.
Llegó de la corte pontificia el interrogatorio por el cual debían examinarse los tes-
tigos , y al propio tiempo el rey díó permiso á todos los templarios de Francia, estu-
viesen ó no en prisión, para ser defensores de la orden, mandando á los ofi-
ciales reales de las provincias conducir á París con buena escolta los que mos-
iraran tal deseo , sin que este les perjudicara para los ulteriores procedimien-
78
gjj CRONICA DE DON FKHNANDO EL I V .
Oricnle los Sanios Lugares, y cu las parles del Occidente la ío de Cristo contra los ene-
migos de su santo nombre , habia degenerado de su primitiva índole hasta el punto de
renegar de su Dios, e n t r e g á n d o s e á los vicios mas abominables y dando entrada en
sus religiosos albergues á la herejía mas detestable. ¿De d ó n d e vino el m a l , quién lo
impulsó, dónde tuvo su origen , q u é se proponían los templarios con la estúpida con-
ducta que observaban? Cuestiones son estas cuya respuesta es difícil ó imposible, por-
que de los procesos nada podemos sacar en limpio mas que la relajación de la regla.
El papa Clemente V al remitir ios interrogatorios no se cuidó de saber mas sino si exis-
lia el m a l , y no de saber hasta dónde llegaba , de d ó n d e provenia y é q u é aspiraba.
Los que ahora examinamos aquel grande acontecimiento nos vemos reducidos, si no
queremos errar, a encerrarnos también en el círculo que nos trazaron los que pudie-
ron todo descubrirlo, a ñ a d i e n d o a las dolorosas páginas de la humanidad otra mas do-
lorosa y mas elocuente que pudiera servir de lección y de escarmiento á las genera-
ciones venideras.
E l Oriente, cuna de muchas religiones y sectas, donde el paganismo echó tan p r o -
fundas raices y donde el mahometismo tuvo su primero y principal asiento, tierra
fértil y amena , propia para los placeres sensuales, contaminó también con su pestífero
aliento muy á los principios la orden del Templo. E l trato que los caballeros tenían con
los mahometanos en los tiempos de treguas y de paces p r e p a r ó el camino, que allana-
ron d e s p u é s las riquezas y la debilidad de la humana naturaleza. Tributarios de los
enemigos de la fé en algunos momentos, merced á los trances de la guerra, no s i e m -
pre afortunados, vasallos de los á r a b e s por los castillos que en su territorio poseían,
veíanse obligados á guardarles respeto y consideración , tributándoles homenage. De
aquí trato y roce continuos, de aquí el conocimiento de prácticas supersticiosas, afición
á la idolatría y á los vicios nefandos, que siempre se han desarrollado en medio de la
opulencia y de la molicie de los p a í s e s dados á la sensualidad. Del Oriente vino, pues,
aquella peste moral que acabó con los templarios y los redujo á un estado abyecto y
despreciable, dado que también la herejía entraba por mucho en la opinión, de la gente
sensata y del vulgo : no todos fueron culpables, pero á todos alcanzó la maldición de
Dios y de los hombres.
Volvieron los defensores á cumplir con su penoso encargo: presentaron un nuevo
escrito, semejante en todo á los anteriores: insisten en la Urania con que los habían
tratado, en la sorpresa con que desde sus conventos habían sido trasladados á los ca-
labozos mas hediondos, conducidos al matadero como manadas de inocentes corderos,
atormentados tan cruelmente, que unos habían espirado, otros quedado sin fuerzas,
inválidos para toda su vida : decían que les habían robado lo mas precioso que tiene
el hombre, su libre albedrio, de suerte que las declaraciones de los templarios nada
v a l í a n , por no tener fuerza, contra la dignidad de la órden y aun contra ellos mismos.
Que el rey por medios directos habia influido en el proceso, ofreciendo á los cavalle-
ros prevaricadores recompensas y cargos públicos , si le ayudaban á desacreditar y
perder la ó r d e n . A ñ a d í a n que la razonable presunción les era favorable, ¿Quién hubie-
ra sido baslante insensato para entrar ó para perseverar en una congregación tan m i -
serable y corrompida? ¡Y cómo personas de tanta grandeza y dignidad no hubieran
elevado su voz contra tantas abominaciones, contra tantos horrores que son los funda-
mentos del proceso!
r)2;í CnONIGA ÜE DON FERNANDO E L IV.
Pretendieron ademas que se Ies diese traslado de todas las actuaciones, compren-
diendo en estas los artículos por los cuales se tomaban las declaraciones á los caballe-
ros; que publicase la comisión los nombres de los testigos á fin de proceder contra
ellos en caso necesario, y sobre todo para no confundir á los que hablan declarado con
losque aun no lo habían hecho; que se les obligase á prestar juramento de no revelar
á persona humana ni sus declaraciones ni las do sus c o m p a ñ e r o s , que por su parto
ellos se obligaban también á guardar el mas inviolable secreto, á fin de que la causa
llegase í n t e g r a al conocimiento de su santidad, Por último, pedían que se tomase de-
claración á los dependientes y criados de las casas conventuales sobre el número de
caballeros que había muerto desde que empezaron los procedimientos, sentimientos que
habían mostrado al espirar, sus últimas palabras, y m u y particularmente las de aque-
llos que decían haberse reconciliado con la Iglesia, y que se obligase á los que nada
habían declarado ni en pro ni en contra que lo hicieran en uno ú otro sentido, pues es-
taban ciertos de que sabían la verdad tan bien como los hermanos declarantes. Cu-
riosa por d e m á s era la conclusión de aquel m e m o r á n d u m .
Referían la edificante historia del tenor siguiente: «Cuenta la orden entre sus caba-
lleros uno á quien llaman A d a m de D a l í n c o u r t : vivió mucho tiempo bajo de la regla,
y no pareciéndole bastante austera le vino en mientes retirarse á otra que lo fuese mas
para dedicarse á la contemplación y alejarse de todo punto de lo profano y mundanal.
E n t r ó pues con todos los competentes permisos en la austera religión de San Bruno;
pero á poco tiempo volvió á suplicarnos ser recibido de nuevo en la nuestra del Templo.
Lo recibimos, pero con las duras condiciones de costumbre para con los apóstatas. En
p a ñ o s menores se p r e s e n t ó en la puerta de la calle: de esta suerte entró y llegó hasta
la sala capitular, en donde estaban reunidos todos los caballeros y muchos nobles, sus
parientes y amigos: allí prosternado á los píes del maestre, en presencia de todos pidió
misericordia, y derramando abundantes lágrimas suplicó ser admitido nuevamente.
Consiguió su objeto, pero no pudo salvar la dispensación de la penitencia. Durante un
año e n t e r ó todos los viernes ayunaba á pan y agua, dormía sobre el duro suelo, y los
domingos, prosternado ante el altar con el hábito de penitente, recibía devoto y c o m -
pungido la disciplina que el preste le daba, con menos caridad de la que convenia en-
tre hermanos. Por último, y d e s p u é s de tantas pruebas, fué de nuevo admitido en la
orden. A d a m está en P a r í s , no ha declarado, decían los defensores, que se llame y se
le interrogue al tenor de los artículos del ¡interrogatorio; ¿y es creíble ni posible que
persona tan virtuosa llevara con paciencia tales sufrimientos para conseguir de nue-
vo vestir el hábito de templario, manchado con tan horrendos crímenes?
El domingo 10 de mayo volvieron á presentarse los cuatros defensores, y Pedro de
Bolonia que llevaba la voz dijo á los comisarios: «El papa os ha nombrado para en-
temler de todo aquello que con los templarios tenga relación, y en virtud de esta im-
portante comisión habéis oído las declaraciones de unos, las acusaciones de otros y
las defensas; ahora hemos oído, con tanto horror como fundamento, que el arzobispo
de Sens con sus sufragáneos celebra un concilio provincial contra muchos caballeros
de la orden, de los 64 que se habían presentado para defenderla; con tal motivo de-
sistimos de la defensa y apelamos del concilio para el sumo pontífice. Como la apela-
ción interpuesta no era de la comisión sino del concilio, el arzobispo de Narbona dijo
que no po:lia adrnUirb; pero que si tenían que hacer uso de la defensa podían decir
ILUSTH ACIONES. 623
cumilo quisieran. Apoyado ya cu esta benevolencia y este humano deseo que siempre
manifestó la comisión hacia aquellos desgraciados, Pedro de Bolonia p r e s e n t ó una pe-
tición solicitando que los presos fuesen conducidos a la presencia del papa para que
oyese S. S. las defensas; que se intimase al arzóbispo de Sens la suspensión de sus
procedimientos; que permitiesen á los defensores ir al tribunal de este prelado para
interponer la a p e l a c i ó n ; que les a c o m p a ñ a s e n dos notarios para que diesen fé y testir-
monio de cuanto allí pasara, y que cargando los gastos á los bienes de la órden se no-
tificase á todos los arzobispos de Francia la apelación que los templarios interponian
para la Santa Sede. Los comisarios con mucho sentimiento dijeron á los defensores
cuánto era su dolor viendo la desgraciada suerte que les cobijaba y los amargos tran-
ces por que hablan pasado y tenian todavía que pasar; pero que ni su autoridad po-
dia evitarlos ni su jurisdicción impedir la del concilio provincial. Que la comisión j u z -
gaba de la ó r d e n en general, y los concilios de las personas; que eran dos tribunales
independientes y de todo punto distintos; pero que aun asi, llevados siempre del es-
píritu de caridad que les animaba, hadan cuanto pudiesen en favor de los desgra-
ciados reos.
De manera que ahora vemos claramente que habia en este negocio dos tribunales;
uno el del papa, el cual quería conocer de los delitos de la órden para resolver en
vista de las actuaciones lo que convenia hacer con ella, en el concilio de V í e n a , y otro
el de los concilios provinciales, los cuales debían juzgar sobre las personas y castigar-
las ó absolverlas según sus delitos ó sus merecimientos. R e u n i ó s e , pues, el concilio
provincial en P a r í s , convocado y presidido por Felipe de M a r í g n í , arzobispo de Sens,
y duraron sus sesiones quince días: en él fueron juzgados los templarios: unos absueltos
libremente, otros con penitencia y s u b c o n d i t i o n e , otros condenados á prisión p e r -
pétua y otros como relapsos y contumaces entregados al brazo secular para la impo-
sición del último suplicio. Después de la degradación fueron quemados vivos por here-
jes cincuenta y nueve templarios. A pocos días otro concilio provincial celebrado en
Senlis, presidido por el arzobispo de R e i m s , c o n d e n ó como relapsos nueve templa-
rios, que entregados al brazo secular fueron quemados vivos. Y lo particular de estas
ejecuciones era que tanto los de Paris como los de Reims, retractaron sus declaracio-
nes antes de morir, diciendo que eran inocentes, que su condenación era injusta, y
que si hablan declarado en contra de su ó r d e n y de sí propios, habia sido por miedo
á los tormentos.
Los comisarios del papa, viendo el sesgo que tomaba el asunto y que los concilios
provinciales que debían cuando menos haber esperado la suprema decisión del papa y
del concilio general para proceder d e s p u é s contra las personas de los que resultasen
culpables, prejuzgando con sangrientos espectáculos la cuestión magna, suplicaron á
los arzobispos que procediesen con discreción y madurez, tanto mas cuanto que v u e l -
tos de su temor y espanto, se apresuraban á retractar sus primeras declaraciones, lo
cual naturalmente habia de envolver en un caos el procedimiento, del que fácilmente
no podrían salir, y en seguida suspendieron las actuaciones; pero muy pronto las vol-
vieron á seguir para oír nuevamente las defensas de la ó r d e n . Avisados Guillermo de
Chambonet y Bertrand de Lar ligue para que se presentasen ante los comisarios, con-
testaron que siendo legos nada podían hacer sin conferenciar con Pedro de Bolonia y
Raynaldo de P r u y n o ; pero al notificarles que el primero había logrado escaparse de
62i CUÓ.MCA DE ÜOK P J E M A Í I D O KL I V .
la prisión, y que el segundo habla sido absuello de sus votos en el concilio de Sens
los noliñcados abandonaron la defensa, que quedó de todo punto desierta desde aho-
ra. La comisión habia terminado sus trabajos con la audiencia que habia dado á 231
testigos, y asi lo dijo al papa respetuosamente por medio de uno de sus individuos
El sumo pontífice queria que se oyese también á los de Ultramar, como para dar
mas largas á aquel tan e n m a r a ñ a d o negocio; pero teniendo en cuenta que muchos de
los templarios habían sido recibidos en la orden, estando en Ultramar, y que asi lo
declaraban, la distancia de los lugares, que no habia en toda Francia un templario
á quien no le hubiese requerido, ya por los inquisidores, ó por los concilios, ó pol-
los comisarios; teniendo también muy presente que el tiempo en que debía celebrar,
se el concilio de Vietia se aproximaba , los comisarios creyeron sinceramente que su
comisión habia concluido, y muy respetuosamente elevaron á la santidad de Clemen-
te V todas las piezas del monstruoso proceso por medio do dos licenciados en juris-
prudencia que llevaron al mismo tiempo un humilde mensaje con la fecha del 5 de
julio de 1311, á la abadia real de Pontoise. Pero antes de referir lo que pasó en e!
concilio de Viena, en el cual se decidió de la suerte de la ó r d e n de los templarios, an-
tes de ver la conducta del rey de Francia para con el gran maestre y otros comen-
dadores, antes de saber lo que pasó con este motivo en otros varios reinos de la
cristiandad, justo nos parece tratar antes de lo que ocurría en Castilla, Portugal y
A r a g ó n que mas de cerca toca al reinado de D . Fernando I V , oscuro en este grave
asunto, tanto ó mas que en otros que nos hemos propuesto ilustrar.
Llegaron á España las letras apostólicas al mismo tiempo que á las d e m á s naciones
en donde la órden del Templo habia defendido, según su religioso instituto, la fé de
Cristo: en ellas el papa hacia una relación sucinta de todo lo acaecido después del p r i -
mer descubrimiento, punto de partida de los ulteriores procedimientos. Como el
rey de Francia había sido el primero en saber los pecados, h e r e j í a s - y abomina-
ciones de aquellos caballeros; como ante el inquisidor de Francia habían declarado
ciento cuarenta testigos; como Su Santidad habia oido a sesenta y dos, entre ellos
grandes dignatarios y á un domestico suyo, dignos de toda fé y c r é d i t o ; comO des-
p u é s lo habían hecho ante sus cardenales y otras personas muy autorizadas por su
virtud y ciencia; de todo, pues, daba cuenta á los reyes de Castilla y A r a g ó n , man-
dándoles proceder contra la ó r d e n , como el rey de Francia lo hacia, para salud de la
Iglesia y honor del nombre cristiano. Varios rescriptos pontificios también llegaron,
mandando prender a lodos los individuos de la ó r d e n , secuestrar sus bienes y tener-
los á disposición del pontifico, el c u a l , según era fama, usaría de ellos teniendo en
cuenta las necesidades de la Iglesia, muy afligida sobre todo en Oriente, donde las
conquistas de los Godofredos se hablan perdido de todo punto á causa de las nuevas
invasiones de á r a b e s y turcos. De lodos estos rescriptos, singularmente de los dirigi-
dos á A r a g ó n , se encuentran ejemplares en la Colección d i p l o m á t i c a , p á g s . 578, 593,
595, 010, 617 y otras.
No estaban los reyes de Castilla y de Aragón muy conformes con el papa ni con el
rey de Francia en esto de acusar y castigar á los templarios que residían en sus res-
ÍLUSTHAniONhS. g,|¡j
|)ecüvos pudrios. Crcian, y con r a z ó n , qno el mal do qu0 se quejaban aquellos gobe-
ranos pudiera oslar limllado á Francia ó á Chipre y no haber pasado todavía los
montes, invadiendo las tierras de la E s p a ñ a : tenían por una arbitrariedad sin ejemplo
y por un despojo injusto y violento el reducirlos á prisión sin la mas p e q u e ñ a sumaria
información, y secueslrarles sus bienes; conocían que era pagar mal a aquellos sol-
dados de Cristo corresponder con incalificables persecuciones á los peligros, trabajos
y afanes con que un dia y otro derramaban su sangre en las batallas por la fé de J e -
sucristo; y a todo esto se agregaba que dueños de castillos y amparados en sus f o r -
talezas, valientes y hechos á la guerra, numerosos y ricos , con clientela poderosa,
con vasallos y apaniguados, podían oponerse con ventaja á las ó r d e n e s del sumo pon-
tífice, emprender una guerra de las que tan comunes eran en aquellos tiempos; debi-
litar ó anular el poder de los monarcas, y lo que era aun peor, dejar desguarnecidas
las fronteras y á los moros la puerta abierta para sus depredaciones y algaradas. T e -
niendo en cuenta todas estas cosas, los reyes de Castilla y de A r a g ó n procedieron con
discreción y mesura al principio, y aunque obedecieron como buenos cristianos las
ó r d e n e s del padre espiritual, no mostraron la misma s a ñ a que el rey de Francia, á
quien su c a r á c t e r le llevara á la violencia, ó que convencido de la justicia de sus
procederes, su celo lo exaltase en la prosecución de una obra meritoria y aceptable
á los ojos de Dios.
El rey de A r a g ó n se n e g ó por el pronto á perseguir á los templarios hasta que la
Santa Sede le indicase clara y terminantemente los delitos que habían cometido. Esto
se deduce de la contestación que á D . Jaime dió el pontífice con fecha de 3 de enero
de 1308, y que se halla en la p á g 503 d é l a Colección. « . P a t e r n e b e n i g n i t a t i s a f f e c -
tu regle m a g n i t u d i n i s recepimus litteras í n t e r a l i a continentes, q u o d d o l o r e m
et a d m i r a t i o n e m s u p p e r c o m m i s s i s p e r f r a t r e s o r d i n i s m i l i t i m t e m p l i J e r o s o l i -
m i t a n i p r o u l tuce v e r i t u d i n i f u e r a t i n t i m a t u m c o n c e p e r a s v e h e m e n t e r et q u o d ,
super ipsis nolebas sicut nec etiam noveras e x p e d i r é contra fratres memoratos
d o ñ e e super illis p r o v i d e n t i a Sedis apostolicce i n h a c p a r t e tibi recrisberet v e -
ritatem.»
No solamente los reyes de Castilla y León estuvieron en un principio propicios á los
templarios de sus reinos, sino que el rey de Inglaterra se decidió con firmeza no sola-
mente por los que caían bajo su jurisdicción sino también por todos los de la c r i s -
tiandad. E l dia 10 de diciembre escribió al papa suplicándole que excusara á aque-
llos caballeros perseguidos todos los d a ñ o s y perjuicios que padecían por ta mala v o -
luntad de sus é m u l o s , hasta averiguar jurídicamente la verdad de los delitos que se
les imputaban. « E t q u i a p r c e d i c t i M a g i s t e r e t f r a t r e s , i n fidei C a l h o l i c c e p ú n t a -
te c o n s t a n t e s , á n o b i s , e t a b ó m n i b u s d e r e g n o n o s t r o l a m v i t a q u a m m o r i -
bus h a b e n t u r m u l t i p l i c i t e r c o m m e n d a r i , n o n p o s s u m u s h u j u s m o d i suspectis
r e l a t i b u s d a r é fidem, d o ñ e e s u p e r h i i s n o b i s p l e n i o r n o t u e r i t c e r t i t u d o . » P á g .
590 de la Colección. Y no contento este monarca con dirigirse al papa escribió otra car-
ta al rey de Portugal, suplicándole que no diese crédito á las sugestiones é i m p u t a -
ciones que ciertas personas habían levantado contra la ó r d e n de caballería de los tem-
plarios, a i l l o s , q u o s , p r o d e f e n s i o n e ( i d e i C a t h o l i c c e , a c i m p u g n a t i o n e h o s t i w n
crucis Cliristi, actas s t r e n u i l a b o r i s q u e p r o l i x i t a s r e c o m e n d a n t , decet e l c o n -
v e n i í , p r o u t a d h o n o r e m D e i , et exnltationem fidei u n q u i e r i t , prosequi cuín
79
620 CriONlCA DE DON FKDNAIS 1)0 E L IV.
Ijiui claro lcsliiiioiiio de su verdadera religión y alcsliguaban conU'a los delilos de que
eran acusados falsamente ; debian también decir cuán cierto y notorio era ú lodo el
mundo como muchos caballeros habían sido martirizados por los infieles en defensa
y confesión de la santa fé católica en este mismo tiempo en que se les achacaba haber
apostatado generalmente de ella, y que considerase cuantas veces los de esta orden
estando en duras prisiones en poder de infieles por espacio de diez, veinte y treinta
a ñ o s , y mas, tuvieron muchas y muy favorables ocasiones de apostatar, y sin e m -
bargo nunca lo hicieron, y que si lo hubieran hecho, no solo fueran libres de t a n -
tos trabajos desde el primer d i a , mas aun se les dieran en esta vida todas las cosas
que mas pudieran desear para sus contentos. Anadian que eso mismo pasaba en los
tiempos presentes, pues en poder de los reyes infieles habia muchos de su orden en
gran cautividad y esclavitud, y en solo el poder del soldán del Egipto mas de se-
senta, los cuales si quisieran dejar la santa fé católica se baria con ellos lo mismo con
mucho deseo y liberalidad de los enemigos. Los embajadores tenían el encargo de decir
á S. S. por expresa órden de sus respectivos soberanos, que se maravillaban m u -
cho de ver que su beatitud tolerase la acusación de tales culpas contra toda la ó r -
den, siendo sus obras meritorias manifiestamente, pues en ellas habían seguido sus
individuos aquella doctrina evangélica del capitulo 15 de S. Juan, donde dice que
ninguno tiene mayor caridad que el que aventura su á n i m a por sus amigos , p o r -
que ellos hablan puesto las suyas ordinariamente por toda la república cristiana por
mar y tierra, en guerra y en paz, e x p o n i é n d o s e á infinitos trabajos, derramamiento
de sangre, muertes y otras innumerables adversidades y peligros. Decían aun mas, que
considerase de cuanta utilidad y ejemplo era y habia sido esta órden para el aumento
de la fé católica, en cuyo amparo y creencia se habían criado su caballeros y religio-
sos desde su principio, siendo los primeros en todos los peligros de sus personas y
vidas en la defensa de la misma f é , y que antes bien esta religión habia sido el o r í -
gen y fundamento de donde emanaron las d e m á s militares que habia en el reino con
autoridad y aprobación de la Sede A p o s t ó l i c a , en universal provecho de la república
cristiana; que no se oponían á que los autores de tan graves delitos fuesen punidos
con el rigor condigno á sus culpas, pero que los inocentes sin ellas y toda la órden
en general no padeciesen, y le suplicaban como á verdadero padre y pastor universal,
tuviese por bien de proveer de breve y conveniente remedio en t o d o , pues ellos po-
dían decir con verdad que el lobo había herido el r e b a ñ o de sus ovejas, y que por
sus buenas obras y ejemplo eran los de mayor utilidad y fruto, y que estaban dispues-
tos á defender su verdad asi en juicio contencioso ante la Sede Apostólica, como en el
d é l a s armas, contra cualquiera que los retase, hasta la manifestación de su inocen
cía. Dijéronle mas, que lodos les levantaban aquellas calumnias por envidia, y
por codicia de sus bienes, mediante testigos falsos y malvadas cautelas; que p r o b a -
rían como ellos eran verdaderamente católicos y fieles cristianos , y que creían firme-
mente en la santa fé de Jesucristo, s e g ú n la predicaba y enseñaba la santa madre
Iglesia romana, y que en su persecución se hacia ofensa á Dios y á su Iglesia y á
lodo el pueblo cristiano, y sentían por co sa gravísima, que por maravilla po-
d r á n hallar prelado, religioso ó letrado que quiera defender su verdad , y que
al papa incumbía la defensa como cabeza de toda la cristiandad. Estas y otras co-
sas, y muclias mas razones dijeron al papa los templafios e s p a ñ o l e s , enderezando al
028 CRONICA Dlí DON l'EJIINAJNDÜ E L IV.
rey de Francia aquello de herir al lobo el rebaño, dándole á eulcader que él les-ha-
cia la guerra principal por haber sus bienes.
liemos copiado lodo loque precede, y la idea de la embajada al sanio padre por
p a i t é de los reyes de Caslilla, A r a g ó n y Portugal, del manuscrilo de Garibay, en el
que lan célebre historiador habla de los templarios; Vemos en esle escrito una deíénsa
lógica y razonada de los comprendidos en tropel en aquella causa famosa. Si eran
culpables los templarios franceses, ¿por q u é también lo hablan de ser los españoles? Si
prevaricaron los unos en medio de las delicias y deleites de una ociosa paz, ¿por qué su-
poner la prevaricación de los otros, á los cuales no daba un momento de vagar la por-
fiada, tenaz y diaria guerra que con los moros tenían? Todos sus antecedentes re-
ligiosos ¿no venían á confirmar que sus almas estaban incorruptas? ¿No hablan dado
h a r í a s pruebas de su a b n e g a c i ó n , de su constancia y de su fé? ¿No hablan sufrido el
martirio en varias ocasiones? ¿No estaban dispuestos á sufrirlo todavía? ¿Se habia l e -
vantado alguna voz contra los templarios de los reinos de Castilla y de Aragón? En-
tonces ¿cómo confundirlos con los acusados, con los confesos, con los convictos? S i á
los unos habla perdido su confesión admitida en causa propia por serles contraria, ¿por
qué no les habia de servir á ellos también en causa propia siéndoles favorable? Vemos
con gusto que esta defensa era mas l e g í t i m a , mas razonada, mas atrevida y mas con-
vincente que la imperfecta que hicieron de la ó r d e n los caballeros franceses. Pero lo
que añadirla mucho peso á favor de los templarios en esta tremenda controversia,
seria el saber de positivo que los reyes y a citados amparaban la causa de sus sub-
ditos, y que convencidos de su bondad se presentaban por medio de sus embajadores
al papa, defendiendo por si á aquella ó r d e n , á lo menos la parte existente en E s p a ñ a ,
como limpia de las manchas que hablan oscurecido su refulgente esplendor en Francia
y en el Oriente.
dicho termino concedido on los edictos so Ies señalaba como último y perenlorio, y
que en caso contrario su ausencia teniendo por presencia, procederian cuanto pudie-
sen en derecho, y que por autoridad del señor papa mandaban a todos los obispos
abades, deanes, prepósitos, priores, arcedianos, personas eclesiásticas, y á los rec-
tores, capellanes, clérigos, religiosos de cualesquiera ó r d e n e s , que siendo requeridos
por los dichos sus nuncios procurasen y diesen todo favor para que se notificase este
edicto de citación al dicho maestre y freires, en cualesquiera lugares que conviniese
para el dicho dia y lugar, dando fé y testimonio de estas citaciones y denunciaciones
y de todo lo d e m á s que sobre ello entendian, haciéndolo en debida forma por sus le -
tras selladas con sus sellos, so pena de excomunión desde aquella hora, so la cual
mandaron asi bien á todos los notarios y testigos que fuesen requeridos para esto,
hiciesen personalmente todo lo que por los dichos nuncios ó cualquiera de ellos les
fuese dicho y mandado en su nombre, y en fé de ello dieron estas letras selladas con
sus sellos en el dicho lugar, dia y a ñ o . »
Los dichos racioneros fueron por las partes necesarias á hacer estas diligencias, y
los dichos arzobispo de Toledo y obispos vinieron á Medina del Campo y comenzaron
á hacer las convenientes, y en particular enviaron sus letras á todos los pre-
lados de Castilla y L e ó n , m a n d á n d o l e s en nombre de su santidad que cada uno hiciese
pesquisas para averiguar los bienes que tenian los templarios en sus diócesis, y en
particular consta la que despacharon en esta villa en primero de mayo de este año
de 1310 para D . Garcia, obispo de J a é n . E l c u a l , habiendo juntado en su iglesia ca-
tedral á Juan S á n c h e z , d e á n de ella, y á su capítulo, y á los frailes menores, y á los
curas, alcaldes, caballeros y otras personas principales de la ciudad, dijeron lodos
contestes que no sabian que la orden del Templo tuviese ninguna cosa en ella ni en su
obispado, y esta respuesta se envió á Medina por instrumento auténtico dado en J a é n
á 17 de julio del dicho a ñ o . Los demás prelados cumplieron con los mandatos apostóli-
cos, diciendo en cada caso la verdad de lo que se les preguntaba.
Comparecieron en Medina, en obedecimiento á los mandatos apostólicos, D. R o d r i -
go Ibañez , maestre de la ó r d e n , frey Lope Pelaez , F r . Fernando Nuñez, Fr. Diego
Gómez, F r . Diego P e ñ a y F r . Pedro de Arallaneda, F r . Diego de Bones, F r . Martin,
F r . Pedro U r i ñ e s , F r . Alonso Chamorro, F r . Gonzalo Bayo, F r . Juan Cabeza, Fr. Juan
Saherdo y otros muchos, que fueron los últimos caballeros que la órden tuvo en Cas-
tilla y L e ó n , según Garibay. El mismo autor asegura que á todos se les tomó decla-
ración , y ademas á muchos testigos fidedignos y de mucha autoridad, legos y r e l i -
giosos, que habian frecuentado los conventos y tratado con los freires, y visitado los
hospitales, prioratos y baylias, y que de todo ello no resultó ni el mas remoto indicio
de herejía, idolatría ó torpeza, de que eran acusados, s e g ú n el tenor del articulado
que incluimos en el a p é n d i c e ; antes al contrario, se probó que siempre habian vivido
en la observancia de la institución de su órden, c o n í i r m a d a por la Santa Sede Apostó-
lica. Las baylias que fueron citadas por el arzobispo son las que ya hemos mencionado
al hablar de las riquezas y poder que los templarios tenian en los reinos de Castilla y
Leen.
Murió en esto el arzobispo de Toledo, sucediéndole en el arzobispado D. Gutierre
eonez de Toledo, arcediano de la misma iglesia y natural de la dicha ciudad, de claro
linaje, como hermano de F e r n á n Gómez de Toledo, camarero mayor del rey D. Fer-
ILUSTRACIONES. 631
nando, y 911 favorito. Continuó la causa el segundo nombrado en las letras pontificias,
D. Rodrig-o del Padrón , natural de Galicia, arzobispo de Santiago, prelado de gran
valer y aiitoridad y muy celebrado en la Crónica del r e y : y d esp u és de concluido el
proceso contra los de esta orden, se j u n t ó , dice Garibay y otros autores también lo
confirman, concilio provincial en Salamanca, como lugar muy cómodo para esta santa
c o n g r e g a c i ó n , no solo por los varones doctos que encerraba aquella célebre universi-
dad , como por su situación central, y adonde con menores dispendios y no muchos tra-
bajos podian acudir los santos padres.
J u n t á r o n s e con el dicho arzobispo de Santiago D . Juan, obispo de Lisboa, D. V a s -
co, obispo de Guardi, en Portugal, D . Gonzalo, obispo de Zamora, D. Pedro, obispo
de A v i l a , D . Alonso, obispo de Ciudad Rodrigo, D . Domingo, obispo de Plasencia, Don
Rodrigo, obispo de Mondonedo, D. Alonso, obispo de A s t o r g a , D. Juan j obispo de
Tuy y D.^Fr. Juan, obispo de Lugo, y los vicarios de los ausentes cada uno con sus
recados. Los cuales, d e s p u é s de examinado el proceso, vieron que no resultaba nin-
gún crimen contra los templarios de estos reinos, de que se alegraron mucho todos
estos venerables prelados, dando muchas gracias á Dios porque entre tantas espinas
habia conservado á los templarios de estos reinos en vida santa y católica y en la o b -
servancia de los estatutos de su religión, confirmada por la Santa Sede Apostólica.
El arzobispo de Santiago, reunido con los d e m á s sus c o m p a ñ e r o s en las casas del
obispo de Lamego, habló ante toda la santa sinodo, dice siempre Garibay, con mucha
prudencia y elocuencia , mostrando cómo era esta orden en E s p a ñ a m u y santa, y lo
habia sido, como constaba muy claro, mediante las grandes diligencias que se habían
hecho por mandado del papa; y que él de su parte, y la de todos los prelados que
en el santo concilio se habían congregado, les declaraba libres de las culpas que les
eran impuestas, porque en Dios y en su conciencia y en la de todos estos prelados era
asi v e r d a d ; la cual, en presencia de todos , publicaba por tal para que llegase á n o -
ticia de todas las gentes de Castilla y de L e ó n , y se alegrasen al saber que sus tem-
plarios hablan sido buenos y c a t ó l i c o s , y que lo eran, y que mediante las letras apos-
tólicas pudieran bien absolverlos por libres; pero que d e s p u é s de mucho acuerdo h a -
blan determinado los padres, por reverencia á la Santa Sede y muy mejor expediente
de los presos, remitir al papa todo lo actuado para que la absolución fuese mas auto-
rizada, y se viese que si allí habían sido malos aqui eran buenos.
El maestre y los otros presos fueron trasladados á Salamanca, y habiendo oído al
arzobispo dieron muchos loores á Dios, y á él y á todo el concilio, por tanto bien; y
en seguida requirieron á los comisarios les declarasen libres por sentencia, puesto
que tenían toda la autoridad competente para ello, y también que les entregasen sus
bienes embargados, atendiendo á la gran pobreza y miseria que padecian sin culpa,
y que cuidasen de la seguridad de sus personas , porque los seglares los maltrataban,
y aun los mataban cuando los cogían á mansalva: y por último pidieron con mucha ins-
tancia que expidieran sus mandamientos para que los clérigos y religiosos de estos
reinos los admitiesen á los oficios divinos y les administrasen los sacramentos. No ac-
cedieron los padres á estas súplicas porque todo lo habían referido al papa, volviendo
á sus prisiones con mas honor y mejores tratamientos.
Hemos seguido en esta e m p e ñ a d a contienda aun no resuelta, la opinión de un autor
tan concienzudo y diligente como G a r i b a y , y aun casi hemos copiado letra por letra la
CRONICA DK DON FERNANDO E L I V .
032
narración que hafce tic csle aconlecimienLo en su obra incdila que ya hemos ciiado
Muchos auloros convienen en ello, pero de pasada, muy á la ligera y sin dar razón do
su dicho; otros niegan rotundamente la absolución do los templarios en el concilio de
Salamanca: ¿qué hacer, q u é creer en tal conflicto? La c r í t i c a , la r a z ó n , los docu-
mentos históricos nos dan alguna luz para proceder con justicia y con toda imparciali-
dad en este tan e n m a r a ñ a d o litigio? A nuestros lectores dejamos la respuesta, si bien
nos inclinamos á pensar que los templarios de Castilla y de León fueron declarados ino-
centes en el concilio celebrado en Salamanca.
E n c a s t i l l a , comeen Francia y como en las otras partes de la cristiandad donde
existia la orden del Templo, el proceso de sus caballeros aparece dividido en dos par-
tes. L a primera es una averiguación sumaria de los c r í m e n e s y pecados que á la orden
se atribuían , mandada hacer por el papa, y encomendada por sus letras apostólicas
á cardenales, á obispos, á legados ó vicarios ú otros clérigos constituidos en digni-
dad. La segunda es la causa incoada j i i r e p r o p / o por los obispos, y terminada, no
sobre la orden, sino contra las personas, por los concilios provinciales, cuya j u r i s -
diccion conocía en aquel entonces de los delitos de herejía. De manera que en Casti-
l l a , s e g ú n el tenor de las palabras de Garíbay y de otros historiadores, aparecieron
divididos los procedimientos de los templarios en estas dos partes, sin que sobre este
punto, al menos que sepamos, se haya hecho hasta ahora distinción ni diferencia. Por
las letras a p o s t ó l i c a s , dirigidas al arzobispo de Toledo D. Gonzalo, comenzó la averi-
guación que la Santa Sede quería hacer en toda la cristiandad acerca de los desórde-
nes con que se h a b í a n contaminado los caballeros del Templo: quería saber el p o n t í -
fice si el mal era cierto y las declaraciones verdaderas; quería saber la intensidad y la
extensión de aquella epidemia moral y religiosa, para proceder en el concilio de Viena,
ya convocado, con toda la d i s c r e c i ó n , libertad y conocimiento de causa necesario
á resolver un asunto tan grave. Y esto fué lo que m a n d ó hacer, y por su parte hizo
el arzobispo D . Gonzalo Barroso en Medina del Campo, adonde los presuntos reos fue-
ron citados. Muerto ya el arzobispo de Toledo, como era el segundo nombrado en las
letras pontificias el arzobispo de Santiago D . Rodrigo del P a d r ó n , siguió en el conoci-
miento de este asunto, y terminado convocó concilio provincial en Salamanca para juz-
gar á las personas sobre la herejía y d e m á s delitos que caían bajo su jurisdicción.
Que se reunió concilio en Salamanca en el a ñ o de 1310, es indudable: nadie
hay que lo niegue; y para mayor prueba tenemos la última sesión que imprimió
Florez en el tomo 18 de la E s p a ñ a S a g r a d a , y que nosotros insertamos en la Co-
lección diplomática á la p. 770. Que debió tratarse el asunto de los templarios, no
lo afirmamos tan rotundamente, pero parece tan n a t u r a l , que casi casi la negativa
nos parece absurda. Cuando en toda la cristiandad se reunían los concilios provin-
ciales con el mismo objeto, cuando en Italia, Alemania, Inglaterra, y en el v e -
cino 'reino de A r a g ó n absolvían ó condenaban á los templarios los concilios provin-
ciales, sin contar á Francia de cuyos procesos tenemos completas noticias, ¿solamente
los obispos de Castilla habían de ser ó tan ignorantes ó tan descuidados, que no lle-
naran como todos sus hermanos uno de sus principales deberes? Y sí fué cierto que
se reunió el concilio , como no tiene duda , todavía es mas íncroible y mas absurdo,
que reunido el concilio en aquel tiempo, y presidido por el que había hecho la inqui-
sición sobre los delitos achacados á la orden, no tratase de la materia de su principal
ILUSTRACION IÍS. G33
mos á continuación por ser documcnlo rarísimo como iinico en sti especie, hablando
por supuesto de los templarios de Castilla.
«'iec non omnes receptatores dictorum fratrum vel eis consilium vel auxilium
»palam vel oceulte impendentes prout in litteris appostolicis supradictis continetur e x -
wpresse presentibus Maestro Pelro de Villa V i r i d i canónico Vlixbonensi, Guardiano
«fratrum Minorum Monasteris dicte ville Medina, Alfonso Lloderici Cantore et Petro
«Conlaso, canónico Silvensis ecclesie, Alfonso Petri Rectore ecclesie S á n e t e Marie de
« A r r u c a Diócesis Vlixbonensis, Roderico E g i d i s , Ramiro Roderici Roderico Lobon
«Militibus predicte Ville Dnico R e m a n í , A p r i l e Petri Dopno Velasco Dopno Matheo,
))Alvaro Dníís Ciericis ipsius Ville et Roderícó Garsie scriptore ejusdem et pluribus
»aliis Ciericis, et laicís quibus supradictis ómnibus et singulis sic peractis, Dominus
«episcopus Vlixbonensis jurare fecit ad sancta Dei Evang-elia, Johannem Fernandi
» P r e s b i t e r u m , Domínicum R e m a n í , Johannem Guíllermí, et Didacum Roderici ab e i s -
» d e m corporaliter tacta ut super articulis, et herética p r a v í t a t e per dictum Dominum
«Episcopum sibi lectis et expositis meram et plenam dicerent verilatem, qui testes pres-
»tito juramento in hum modum deposuerunt. Johannes Fernandi presbiter capella-
»nus in comenda ecclesie Sancti F a c u n d í ordinis Templí juratus ad sancta Dei Evang-e-
«lia, et interrogatus super primo et secundo articulis dixit se nescire alíquíd prout a r -
«ticuli jacebant, interrogalus quanto tempere fuerat capellanus eorum d i x i t , quod per
«viginti vel vig-íntí et unum anuos: interrog-atus si fuerunt aliquí recepti in ordíne
« t e m p e r e suo, dixit quod fuerunt recepti in ordine tempore suo Rodericus Roderici
»qui fuit post modum M a g í s t e r , et Rodericus Johannis quí num est Magister, et Lupus
« P e l a g i s , et alis quorum nomina ignorabat. Interrogatus sí sciebat aliquid de modo r e -
«cepciones d i x i t , quod quandocumque alisquis recípi elatur, claudebatur porta domus
»¡n qua debebat asumere habitum, et erat ad portam, quídam frater custos porte cum
«gladio, et non permittebat ípsum nec aliquem secularem ílluc intrare imo tam ipsum
»quam alies seculares percutiebat si volebant intrare, ítem interrogatus super tercio,
« q u a r t o , quinto, sexto, séptimo, octavo, nono, décimo, undécimo, duodécimo, decimo-
»tercio articulis dixit, se nihil scire, ítem interrogatus sicredebant sacramentum attaris
«dixit, quod ignorabat, ítem si sacerdotes ordinis dicebantin canone Misse verba per que
«coníicitur Corpus Cristi, dixit quod nesciebat licet eos vidisset celebrantes, ipse tamen
«prout deposuit dicebat omnia verba, et quod non fuit prohibítus ab aliquo fratre quod non
«diceret. Item interrogatus si confitebantur ei fratres tanquam suo capellano, dixit quod
»non necunquain vidit quod coníiterentur, audivit tamen ab eis quos í n t e r r o g a b a t cui
wconütcbantur, quod recípiebantconfesiones á fratre ordinis sacerdote. Dixit ecíam quod
«audivit, quod in profesione quam facíebant p r o m í t t e b a n t q u o d neexirent ordinem. Item
«inlcrrogatus sidicti fratres Templaríí habebant alíqua Idola, capita vel alia ad adoranda,
«vel si cingebant a l í q u a s c e r d a s , vel zonas circa taliaIdola, ut cingerentipsas^onas vel
«cerdas post modum, dixit quod nesciebat de Idolis, vel decapitibus vel de Cato, d i x i t . . .
«vidit multes super camissias cíngere unam cordam, sed nesciebat unde haberent
«illud cinguluin, vel illam cordam, interrogatus autem do ómnibus aliis articulis, dixit
»se nihil scire et interdicta episcoporum non tímebant nec observabant. Item i n t e r -
«rogatus si de articulis coram eo lectis erat sua credencia, vel si erat vox et fama
»iuidívisset quod sic ex que íste rumor fuit contra eos. Dominicus Romani p o r t í o n a r i u s
»ccclcssie Sancti Andree ville de Medina rogatus super ómnibus articulis (Uxíl se
Cr.ONICA DE DON FEKNANDO EL IV.
03C
«postquam diccrct, el supcr hoc Domiuus Rex fecit sibi j u r a m e n l u m , el quOd dixit
wdiclus juveuis, qualiter ingressu Religiouis inducías fttit ad negandum Christum, el
«negabil spuendo super crucera, el quod comillcbant vitiura sodomilicum e l q u o d pru-
»ra indecenlia comillebanl, el quod interíiciebant deteg-entes secrelum suum. I n l e r r o -
«galus á quo lempore audivit i s l a , d i x i l quod á duabus annis c i l r a , ab ómnibus comu-
»niler in palalio Domini Regís ubi eral domesticus. Ego v e r é nolarius supradiclus loco
«Malhei Egidii publici Notarii Domino Regis á prediclo Domino Episcopo rogatus lec-
«lioni e l publicalioni dictarum l i l l e r a r u m , nec non denunliationibus, et monilionibus,
»el leslium receplionibus, el ó m n i b u s , el singulis supradictis inlerfui, sed quia litte-
«ratorie scribere nesciebam rogabil me Menendum Roderici scriplorem prediclum e l
«omnia el singula supradicta scriberel, quide m á n d a l o et autorilale mea omnia p r o u l
«jacenl fideliler scripsit el in hanc publicara formara redegil, et ego hoc inslrumenlura
»cx inde confeclura in tesliraoniura premissorura propia manu subscripsi, meo que
asigno sólito consignavi. Quod tales est, aclum loco die el era superius annolatis.»
Esto es todo lo que ha llegado á nuestra noticia del proceso de la orden del Tem-
plo, y tal como lo heraos encontrado, con sus fallas, equivocaciones y errores de g r a -
mática lo hemos insertado, por verlo confrontado, s e g ú n hemos dicho antes, con el
original, s e g ú n nota de antiguos a c a d é m i c o s .
Mas feliz en el proceso de los templarios como en otros muchos asuntos históricos,
el archivo de A r a g ó n conserva muy curiosos documentos, con los cuales se p o d r í a
escribir la historia de los templarios de aquel reino; de todos ellos d á noticia el d i l i -
gentísimo escritor Padre Villanueva en su tomo V del V i a j e l i t e r a r i o á l a s i g l e s i a s
de E s p a ñ a .
Antes que el papa escribiese al r e y de A r a g ó n sobre el g r a v í s i m o negocio de los
templarios, ya lo habia hecho el rey de Francia, mas e m p e ñ a d o que ningún otro so-
berano en aquella contienda; pero D . Jaime se negó á proceder contra los caballe-
ros, ya porque de ellos no habia recibido agravio, y a porque el papa hasta entonces
en un asunto que locaba á su poder espiritual habia guardado un absoluto silencio.
Dirigióse el rey á Clemente V pidiéndole consejo, y suplicándole le dijese q u é c r í m e -
nes habían cometido los caballeros de aquella orden; pero antes de obtener respuesta
á tan discreta pregunta, ya se habia visto obligado á proceder, instigado por los obis-
pos y el inquisidor de la fé. A principio de diciembre de 1307 m a n d ó abrir en V a l e n -
cia pesquisa contra los individuos de aquella órden ante Bernardo de Aversona,
siendo los jueces ó los pesquisidores nombrados por el rey, el obispo de Valencia
D. Raimundo Despont, el de Zaragoza D . Xiraen, y F r . Juan Llolger, dominico, i n q u i -
sidor en los reinos; los primeros limitaban sus procedimientos á los templarios de su
diócesis, y el último los e x t e n d í a á todos los del reino. Aceptaron tan delicado en-
cargo, pero con la condición de ser auxiliados en su caso por la justicia real para i m -
pedir la fuga de los acusados, procediendo en seguida al secuestro de todos los b i e -
nes de la ó r d e n . Testigos fueron D. Jaime Pérez y D . Juan, hermanos del rey;
F r . Guillermo A r a n i o n , dominico, y confesor del rey; Gonzalo García y A r l a l de
A z l o r , sus consejeros; Pedro de Costa, juez, y Bernaldo de Albacía vicecan-
ciller. El rey admitió la condición, dando íiimedíataraente órden á Gomdo de En-
tenza, procurador general del reino de Valencia, para prender á los templarios
y ocupar ó inventariar sus bienes; al dia siguicute, 2 de diciembre, se dió la m i s -
638 CnONICA DK DON FERNANDO EL IV.
Declaraciones prestadas por 140 templarios en el Temple de Paris, ante Guillermo do Paris,
inquisidor de la F é en Francia, desde el 19 de octubre al 24 de noviembre de 1307.
Deinde anuo, indictione, pontiílcatu, anno et die predictis, inquodam alio loco dicta-
rum domorum, in dicta domini inquisitoris, nostrorum notariorum et testium infras-
criptorum presencia personaliter constitutus frater Raynerus de Larchent, eodem modo
juratus de se et aliis, in dicta causa íidei, plenam, puram et integram dicere v e r i t a -
lem, et interrogatus de tempere et modo recepcionis sue, dixit per juramentum suum
quod receptus fuit apud Bellum Visum in Gastinesio Senonensis diócesis, per fratrem
042 CRÓNICA D E DON FEIINAINDO EL IV.
Johanncn de Turno Ihesaurarium tune lemporis Templi Parisiensis, viginli sex anuis
vel circa elapsis. E l confessus fuil et d i x i l per juramentum suum quod, posl multas
promisiones facías de statutis et secrelis dicti ordiiüs observandis et clámide sibi po-
sila ad collum, ipse, de precepto recipientis, oscuiatus fuil dictum recipientem primo in
fine spine dorsi, secundo in umbilico et lertio in ore. E l postea prefatus recipiens fecit
eum abnegare semel crucem sibi ostensam, et prepositam ab ipso recipiente nomine seu
racione ejus qui fuil in ea crucifixus, videlicel dominus Jhesus Christus, et ter spuere
supra eam. Et decantaverunt recipiens et alii fratres dicti ordinis qui ad hoc erant pre-
sentes psalmum. E c c e q u a m b o n u m e l q u a m j o c u n d u m h a b i t a r e f r a t r e s i n
u n u m ! — E l d i x i l ille qui loquitur, per juramentum suum, quod inlencionis sue eral
quod cantabanl illum psalmum, el hoc preceperunt sibi illa intencione quod unus h a -
berel rem carnaliter cum alio. Inlerrogalus ulrum viderit quoddam capud quod ado-
r a l u r , u l dicitur, a fratribus dicti ordinis exislenlibus in capitulis g-eneralibus, dixil per
juramentum suum quod sic, duodecim vicibus m duodecim capitulis, et specialiter in
capitulo quod fuil Parisius, die Mariis posl festum aposlolorum Petri e l Pauli ultimo
preteritum. Interrogalus quale eral, d i x i t quos est quoddam capud cum barba quod
adoranl, osculantur el vocant salvatorem suum. inlerrogatus ubi essel, respondit quod
nescil ubi s i l , vel ubi custoditur. Credil lamen quod magnus Magister ordinis, vel ille
qui tenet capitulum, custodit illud. Quo facto, dictus dominus inquisitor peciit ab eo,
per juramentum suum tactis sacrosanctis Evangeliis iterum factum, utrum in deposi-
cione sua propter tormenta, vel metum tormenlorum, vel aliqua alia causa, aliquam
veritatem tacuisset, vel falsitalem immiscuisset vel dixisset; qui respondit, per suum
predictum juramentum, quod non, immo puram veritatem dixerat et meram,
A c t u m presenlibus dicto fratre R. priore de Pissiaco, et Guillelmo de Hangesto, et
aliis testibus ad hoc vocatis.
: . ; • • 2.a . • •
Item anno, indictione, ponlíficatu, anno, mense el die predictis, in ipsius inquisito-
ris, nostrum notariorum publicorum et infrascriptorum testium presencia constitutus
frater Matheus de Bosco Audemari Belvacensis diócesis, magister domus de Chichia-
co, eodem modo juratus, et inlerrogatus de tempere et modo recepcionis sue, dixit
per juramentum suum quod receptus fuil apud Latigniacum Siccum Meldensis dióce-
sis, per fratrem Johannem de Turno tune Ihesaurarium Templi Parisius, presenlibus
fratre Johanne de Besencuria et fratre Nicolao Flamingo, fratribus ordinis predicti, el
quibusdam aliis de quorum nominibus non recolit.
Inlerrogatus quomodo fuit receptus, d i x i t per juramentum suum quod expositis e i -
dem multis preceptis et observanciis dicti ordinis, et stalutis et secrelis, que observare
promisil et tenere, posuerunt ad collum suum manlellum ordinis; et tune recipiens
duxit eum ad parlcm, et, ostensa sibi quadam cruce in qua eral depicta ymago Domim
nostri Jhesu Chrisli crucifixi, quesibit ab eo ulrum crederet an ille cujus ymago eral
ibi depicta essel Deus, el ipse qui loquitur respondit quod bene credebal quod sic. E l
tune dixit dictus recipiens quod oportebat quod eum abnegare t ; el ipse respondit quod
ILUSTRACIONES. 643
aliquo modo non faceret. E l tune dictus recipiens posuit eum in quodam carecre, in
quo slelit usque ad vesperas. Et cum vidisset quod csset in periculo morlis, pelivit
quod exiret, ct faccrel voluntatem ejus. E l lunc liberatus de earcere, abnegavit ter
Jhesum Christum; sed non recolit quod spueril supra crucera: el propter hoc non re-
coiit, ul d i x i l , quod eral ila turbotus el terrilus propler illam abnegacionem, quod vix
sciebat quid faciebal. D i x i l lamen idem qui loquilur, per juramentum suum, quod, de
precepto dicti recipientis, osculalus fuit eum in umbilico et in ore. Quo fado, d i x i l ib1
recipiens quod si aliquis calor naturalis moveret eum ad libidinem exercendam, faceret
secura jaccre unum de fratribus suis et haberet rem cum eo, et permitleret hoc idem
similiter sibi fieri ab aliis fratribus. Dixit lamen, per juramentum suum, quod hoc nun-
quara fecit,
Inlerrogatus de supradiclo capite si aliquid sciret de codera, dixit per juramentum
suum quod non, quia nunquam fuit in capitulis eoruradera, licel hoc pluries requisivis-
sel. Dixit eciam ipse qui loquilur, per juramentum suum, quod ipse et fratres Johan-
nes de Besencourt, Johannes de Jouvignie, Radulphus de Hardevillier, Johannes de
Trochemcourl, Petrus de Sausauley, JReg-inaldus de A r g i v i l l a et Bernardus de S o m -
mereux fratres ipsius ordinis, condixerant inter se longo terapore antea, quod irent ad
Sed era Apostolicara petituri absolulionem de predictis et licenciara transferendi se ad
alium ordinem. Dixit eciam per juramentum suum quod cura ipse faceret ter in sep-
timana celebran in quadara capclla domus sue, fraler Hugo de Paraudo visilalor Fran-
cie, ad locura predictum declinans, calicem el omnia ornamenta que erant in capella
predicta asportavit, et inhibuil el ne amplius faceret celebran, Requisiti vero predieli
fratres Petrus de Tortavilla el Malheus, videlicet quilibet eorum per se et singulariter
per juramentum suum, u t r u m v i , timore, vel rainis aul alia quacumque causa, in de-
posicione sua dixissent aul immiscuissent aliquam falsitatem, dixeruut, scilicet quilibet
eorum singulariter per se, per juramentum suum, quod non; iramo plenam el meram
veritatem dixerant, sine aliqua falsitate.
3.°
DECLARACION DE JUAN DE TORTAVILLA.
Item anno, indictione, mense, die, pontiñeatu el anno predictis, in dicti inquisito-
r i s , nostrum notariorum et testium infrascriplorum presencia personaliter constitutus
fraler Johannes de Tortavilla fraler dicti ordinis, elatis triginta annorum vel c i r c a , ut
dicebat; eodem raode j u r a l u s , el requisitus de tempere et modo sue recepcionis, d i x i t
per juramentum suum quod sepiera anni sunt elapsi vel circa quod fuit receptus apud
Savigniacum Senonensis diócesis, per fratrem Girardum de Villaribus lunc magislrum
seu visilatorem Francie generalera, presentibus pluribus fratribus dicti ordinis, de
quorum nominibus non recolit; el dixit per juramentum suum quod, posl multas pro-
missiones ab eo facías de observandis slatulis, consuetudinibus et secretis ordinis,
fuit sibi apportata crux in qua eral depicta ymago Ihesu Christi, ct tune precepit sibi
dictus magister qui recepit eum quod ter spueret supra dictara crucera et ymaginem,
quod fecit de precepto suo; et postea, de precepto ejusdem recipienlis, osculalus
fuit eum in inferiori parte spine d o r s i , secundo in umbilico, el tertio in ore; et dixit
Gil CRONICA 1)15 DON FKHNANDO EL IV.
per jurameulum suum quod, hoc Tacto, rccipiciis precepil ci quod habcrel rem cum
fratribus ordinis, si vcllet, ct proplei' hoc credcns sibi licere sinc pcccalo, bis immis-
cuit se carnaliler cum quodain qui vocatur fralcr Guillennus, dicli ordinis, sed nos-
cit ubi moralur nunc. Dixit eciam quod íiibeHifóbflt racionem predicli mandali sibi fac-
l i , quod si illud vicium commisisset cum alio qui non essct de ordine, peccatum fecis-
sct, sed non cum illis de ordine.
Requisilus per juramenlum suum u t r u m v i , vel inelu tormenlorum, vel timore a l i -
cujus pene, seu alia quacumque de causa, aliquam falsilalem dixisset vel immiscuisset
in sua deposicione, vel veritatem tacuisset, dixit per juramenlum suum quod non, sed
puram et meram veritatem dixerat sine falsitale.
4.°
DECLARACION DE GUILLERMO GíACO, SIRVIENTE DEL MAESTRE.
In Chisti nomine amen. Pateat universis per hoc preseas publicum instrumenUim
quod auno Domini millesimo ccc0 v n , indicione sexta mense octobris, vicésima prima
die ejusdem mensis, p o n t i ñ c a t u s sanctissimi patris domini Clementis divina providen-
cia pape quinli anno secundo in relig-iosi viri et honesti fratris Guillermi de Parisius or-
dinis Predicatorum, inquisitoris heretice pravitatis in reg-no Francie, auctoritate apos-
tólica deputati in domo milicie Tcmpli Parisiensis pro inquirendo contra quasdam per-
sonas ibidem existentes, eidem delatas super dicto crimine existentis nostrum publico-
r u m notariorum et infrascriptorum testium presencia pcrsonaliter constitutus frater
Guillelmus de Giaco Bisuntinensis d i ó c e s i s , frater serviens de domo et familia majoris
Magistri Templi, prepositus harnesiis et animalibus suis, etatis x x x annorum vel c i r -
ca, ut dicebat, juratus ad sancta Dei Evang'elia eidem proposita et ab ipso tacta dice-
re in causa ñdei tam de se quam de aliis plenam, puram et integram veritatem, et
interrogatus de tempere et modo recepcionis sue, d i x i t per juramentum suum quod
quatuor annis vel circa elapsis receptas fuit apud Marciliam per fratrem Symonem de
Quinciaco, presentibus fratre Gaufrido de Charnaso et quibusdam aliis fratribus dicti
Templi qui sunt in Cipro. Item dixit per juramentum suum quod, post multas promissio-
nes ab eo factas de statutis et sccretis ordinis observandis , osculatus fuit recipientem
in ore in umbilico et in fine spine dorsi, et aportata sibi cruce, fecerunteum ter spue-
re eam in despectu, et ea intencione ut recipiens, ipse qui loquitur et alii fratres p r e -
sentes despiccrent crucem, Et dixit quod fucrunt d ú o anni inter festum Penthecostes et
nativitatem beati Johannis Baptiste, quod ipse vidit in Cipro, in villa de Limecon, ca-
pud illud quod adorant.
Item anuo, indicionc, mense, ponlificalu, anuo et loco predictis, dicta vicésima p r i -
ma die ejusdem monsis oclobris, in dicti inquisitoris, noslrum notariorum ct infras-
criplorum leslium presencia pcrsonaliter constitulus fraler Gerardus de Gauche miles
dicti ordinis, Rulhensis diócesis, preceptor domus de Baslilo diócesis Casturcensis,
ctatis quadrag-inta q u i n q u é annonim vel circa, üt dicebat, teslis juratus ad sancta
Dei Evang-elia ab eo personaliter tacta dicere, in causa íidei, de se et aliis veritatem,
et requisitos de tempere et modo sue receplionis, dixit per juramentum simm quod
in festo apostolorum Petri et Pauli erunt I X a n n i , quod fuit receptus per fratrem
Guigonem A d e m a n preceptorem Provincie, presentibus fratribus Gerardo Barascii et
Bertrando de Long-ua Valle militibus, quifuerunt recepticum ipso, et fratre Raymun-
do Roberli preceptore de B a s t i l o , defuncto. Dixit eliam per juramentum suum quod
idem recipiens fecit sibi aportan quamdam crucera parvam, et tune precepit ei quod
abnegare eum cujus i m a g ó erat cruce-; et tune ipse abnegavit ore, nunquam tamen
abuegavit corde. Dixit etiam per juramentum suum quod idem recipiens eidem p r e -
cepit quod spueret supra crucera, sed non fecit, ut d i x i t ; sed utrum alii qui cum eo
fuerunt recepti spuerunt supra dictara crucera non percepit quia totus erat territus et
turbatus de hoc quod precipiebatur sibi, quod rairura erat. Dixit etiara per j u r a m e n -
tum suum quod idem recipiens precepit quod si aliqui de ordini vellent se comraicere
carnaliler cura eo quod perraitteret, et ita tenebantur cum admitiere ad hoc, et quod
non erat peccatum. Sed dixit per juramentum suum quod nunquara fecit, nec fuit r e -
quisitus, nec scivit quod aliquis de ordine hoc faceret. Requisitus utrum fuit oscula-
tus ipsura receptorera, dixit per juramentum suum quod sic soluraraodo in ore. Requi-
situs si vidit recipi aliquos alios fratres, dixit per juramentum suum quod vidit unum
recipi per eundera preceptorem, et per istum raedura fuit receptus. Requisitus quare
tantura tardavit dicere veritatera, respondit per juramentura suum quod tantum tar-
daverat dicere veritatera propler tiraorera persone,'et quia nolebat amittere statura
quera habebat magnura in ordine, et pro eo ne fratres dicerent quod esset primus per
quem ordo confunderetur et adnichilarelur. Respondit per juramentum suum u t r u m
v i , aut melu tormentorura vel carceris, aliquara falsitatera dixisset, aut veritatem l a -
cuisset in sua deposicione, dixit per juramentum suum quod non, immo puram pro
salute anime sue dixerat veritatem.
llera anuo, indicionc, mense, die, pontificatu et loco predictis, in dicti inquisitoris,
noslrum notariorum et infrascriptorum testium presencia personaliter constitulus f r a -
ler Petrus Brocart Parisiensis diócesis, agrícola dicte doraus Templi Parisiensis, eta-
lis quinquaginla annorum vel circa, ut dicebat, testis codera raodo juratus de se et de
64r> CRÓNICA DE DON PRílNANDO E L IV.
alüs |h causa fidei diccrc v c r i t a l c m , ct interroga tus de tempere et modo sue recep-
cionis, dixit per juramentum suum quod quin decim anni vel circa sunt elapsi quod
fuit receptas in domo de Malo Repastu , per fratrem Johannem de Oratorio precepto-
rem dicte domus de Malo Repastu, presentibus fralre Odonc de Coulon, mag-istro ber-
-erio dicte domus, et quibusdam alüs mortuis nunc, de quorum nominibus non recor-
datur. Dixit etiam per juramentum suum quod, a p ó r t a t e l i b r o , dictus recipiens fecit
eum jurare servare statuta ordinis, et quod, hoc facto, dictus recipiens fecit sibi apor-
t a n quandam crucem, et fecit ipsum fratrem Petrum spuere ter supra eam in des-
pectu ipsius crucis. Interrogatus de ó s c u l o , dixit per juramentum suum quod idem
recipiens fecit osculari se ab eo in fine spine dorsi et postea in umbilico , et precepit
ei quod si aliquis de fratribus dicti ordinis vellet se cum eo carnaliter commiscere,
quod hoc permitteret, et hoc idem facerel cum alüs, si vellet.
Requisitus per juramentum suum utrum v i , vel metu tormentorum vel carceris, aut
aliqua alia de causa, falsitatem dixisset, aut veritatem tacuisset in deposicione sua, di-
x i t per juramentum suum quod non, immo meram et integram pro salute anime sue
dixerat veritatem.
Item armo, indicione, mense, die, pontificatu et loco predictis, in dicti inquisitoris,
nostrum notariorum et infrascriptorum teslium presencia personaliter constitutus fra-
ter Petrus de Safet oriundus i n A c ó n , serviens dicti ordinis, et constitutus in domo
majoris Mag-islri ordinis Templariorum super garnisionibus dicte domus, testis eodem
modo juratus de se et alüs in causa fidei puram, meram et integram dicere veritatem.
Interrogatus de tempere et modo sue recepcionis, dixit per juramentum suum quod
quatuor anni vel quinqué sunt elapsi vel circa quod ipse fuit receptus in dicto ordi-
ne per dictum majorem Magistrum, i n civitate Nicociensi, presentibus fratre Petro de
Boneli ejusdem ordinis, fratre Gaufrido Picardo, socio magistri predicti, et pluribus
alüs de quorum nominibus non recolit. Dixit eciam et per juramentum suum quod post
multas promissiones de observandi statutis et secretis. dicti ordinis ab eo factas, et
mantello sibi ad collum pósito, dictus recipiens ostendit sibi crucem in qua cratymago
Jhesu Christi depicta, et de precepto dicti recipientis spuit ter supra eam. Dixit tamen
per juramentum suum quod credit quod intencio dicti recipientis esset quod hoc faceret
in contemptu Christi; tamen non recordatur quod hoc sibi dixerit oretenus, et hoc
pretermisit, ut credit, tempus erat prodendi.
Interrogatus de ósculo, dixit per juramentum suum quod osculatus fuit dictum r e -
cipientem de mandato ipsius in fine spine dorsi et in ore. Dixit eciam per juramen-
tum suum quod idem Magister precepit et inhibuit sibi quod omnino abstineret á m u -
lieribus, et quod non denegaret fratribus dicti ordinis aliquid quod ab eo super hoc
peterent. Unde dixit per juramentum suum quod contingit, cum quadam nocte exiret
de camera dicti Magistri quidam frater dicti ordinis Ispanus, qui vocabatur M a r t i -
nus Martini, vocavit eum, et abusus fuit eo carnaliter; et hoc non fuit sibi ausus de-
negare, propter preceptum quod sibi fecerat dictus Magister.
ILUSTRACIONES. 647
RequisiLus per juramenlum suum ulrum v i , vel melu, aut aliqua alia de causa, f a l -
silalem dixisset, aut tacuisset veritatem in sua deposicione, dixit per juramenlum
suum quod non, immo puram el inlegram pro salule anime dixerat veritalem.
8. °
DECLARACION DE GUILLERMO DE CHALOU.
Ilem anno, indicione, mense, ponlificalu, anno el loco predic'is, vicésima secunda
die ejusdem mensis oclobris, in dicti inquisiloris, noslrum nolariorum el infrascripto-
rum teslium presencia personaliter constilulus fraler Guillermus de Chalou Regine
clavigerius domus de la Trace j u x l a Soisiacum, etatis Irig-inta quatuor annorum vel
circa, u l dicebat; eodem modo j u r a t u s de se el aliis in causa fidei plenam, puram et
inlegram dixere verilatem, el inlerrogalus de lempore el modo sue recepcionis, dixit
per juramenlum suum quod fuil receptus in domo de Sancayo in baillivia Stampensi,
per fralrem Johannem Ihesauriarum Parisiensem qui nunc esl, circa inslans feslum
Nalivitalis Domini erunt quatuor anni, presenlibus fratre Roberto preceptore de Sau-
cayo, et preceptore de Slampis, cujus cognomem esl de Chantuille, sed de suo p r o -
prio nomine non recordatur, u l d i c i l . Dixit eciam per juramenlum suum quod, eo re-
cepto et clámide ad collum posila, el juramento ab eo prestito quod observaret inter
celera secreta dicti ordinis, dicti preceptores duxerunt eum ad partera, et ostensa s i -
bi quadam cruce cum effigie Jhesu Christi in quadam misali, dixerunt sibi et precepe-
runt quod abnegaret Jhesum Christum, et espuerct supra crucera ter. Qui respondit,
u l dixit, quod nullo modo facerel, cum essel Christianus. Et fuil terrilus plus quam
unquam fuil invita sua; et stalim unus eorura accepit eum per gutur, dicens quod
oportebal quod hoc facerel, vel morerelur. Et tune ipse raetu mortis. ut dixit per j u -
ramenlum suum, abnegavit ter Jhesum Christum ore, sed non corde, ut dixit. Quo
fado, dixit per juramenlum suum quod fecerunt eum jurare dicti preceptores cas-
titatem quantum ad mulieres, dicenles ei quod si aliquis calor naturalis moveret eum,
quod poterat se refrigescere cum aliquo de fratribus ordinis; sed d i x i t per j u r a m e n -
lum suum quod nunquara imraiscuil se cura aliquo homine.
Inlerrogalus de ósculo, dixit per juramenlum suum quod osculatus fuil recipiewtem
et alios fratres presentes in ore solum, et tune recipiens d i x i t : «Satis est, eamus
pransum.»
Inlerrogalus ulrum v i , vel raetu t o r m é n l o r u m vel carceris, vel alia de causa, a l i -
quara falsilatem iramiscueril, aut verilalera tacuerit in sua deposicione, dixit per j u r a -
menlum suum quod non; irao pro salute anime sue puram et integrara dixerat veri-
talem.
9. °
DECLARACION DEL GRAN MAESTRE JACODO MOL AI.
In Cristi nomine amen. Paleal universis per hoc presens publicum inslrumenlum
quod anno Domini millesirao trecenlesimo séptimo indicione sexta, mense oclobris,
64? CRONICA DE DOIN FERNANDO E L IV.
vicésima quarta dic ejusdem mensis, ponliflcatus sanclissimi patris domini Clemenlis
divina providencia pape qninti auno secundo, in rcligiosi viri el honesti fralriGuiller-
mi de Parisius ordinis Predicalorum, inquisitoris herclice pravilatis in regno Fran.
cic aucloritate apostólica deputati, in domo milicie lempli Parisius pro inquirendo con-
tra quasdam personas ibidem existentes eidem delatas super dicto crimine existenlis
nostrum publicorum notariorum et infrascriptorum presencia personaliter constitulus
frater Jacobus de Molay major magister ordinis milicie Templi, juratus ad sancta
Dei Evangelia, eidem proposita et ab ipso corporaliter tacta, dicere de se et aliis in
causa fidei plenam, meram et inlegram veritatem, et inlerrogatus de tempere el mo-
do recepcionis sue, dixit per juramentum suum quod XL1I anni sunt elapsi, quod fuit
receptus apud Belnam Eduensis diócesis, per fratem Imbertum de Parado mililem,
presenlibus fratribus Amalrico de Ruppe el pluribus aliis fratribus de quorum nomi-
nibus non recolil. Dixit eciam per juramentum suum quod, post multas promissiones
ab eo facías super observanciis et slalutis dicti ordinis, posuerunt mantellum ad co-
llum. Et fecit dictus recipiens apportari in presencia sua quamdam crucem eneam in
qua crat figura crucifixi, et dicit sibi et precepi quod abnegaret Chrislum cujus figura
eral i b i . Qui licet invitas, fecit; el tune precepit sibi idem recipiens quod spueret su-
pra eam, el spuit ad terram.
í n l e r r o g a l u s quociens, dixit per juramentum suum quod non spuit nisi semel, et de
hoc bene recordalur. Inlerrogalus, cum vovit caslitatem, si sibi fuit aliquid diclum
quod coramiceret se carnaliter cum fratribus, dixit per juramentum suum quod non,
nec unquam fecit. Requisitus per juramentum suum ulrum alii fralrcs dicti ordinis
per illum modum recipianlur, dixit quod credit quod non fuerit sibi aliquid faclum
quod non fiat aliis; lamen dixit quod paucos fecit. Dixit lamen perjuramenum suum
quod posquam receperat illos quos fecit, precipiebal quibusdam de astantibus ibi quod
duccrent eos ad parlem, el facerent cis i d quod debeban. Tamen dixit per j u r a m e n -
tum siium quod inlencionis sue eral quod facerent et preciperent illuc eis quod sibi
fuerat faclum, et per illum modum reciperentur. Requisitur u l r u m v i , vel metu t o r -
menlorum vel carceris, aut alia de causa, aliquam falsitatem dixerit vel immiscue-
rit in deposicione sua, aut lacueril veritatem, dixit por juramentum suum quod non;
mmo dixit puram veritatem propler salulem anime sue.
10.
DECLARACION DE JUAN DE CUGY.
Item armo, indicione, pontificatu, anno, mense el die predictis, in ipsius inquisitoris,
nostrum notariorum publicorum el infrascriptorum presencia constitulus frater Johan-
nes de Cugy cusios molendini Parisius, Bclvacensis diócesis, L I I I I annorum, juratus
eodem modo dicere de se el aliis in causa fidei veritatem, e l inlerrogatus de tem-
pere et modo sue recepcionis, dixit per juramentum suum quod fuit receptus in domo
Parisiensi, I X sunt anni, per fratrem Hugonem de Parando, presente fratre Guidone
preceptore Carnotensi, et quibusdam aliis de quorum nominibus non recolil. Et dixit
eciam quod, eo recepto et facía promissione de slalutis et secretis ipsius ordinis ob-
servandis, dictus recipiens posuil sibi mantellum ad collum, et postea duxit eum retro
n . u s r n ACIONES. ^
qmdá&m aliare, aliis rcmanonlibus el rlispcrsis per capellam; lime fecilse osculari ab
ipso receplo primo in ore et p o s l í n fine spine dorsi, lercio in umbilico, et postea fecil
sibi osculari librum. Dixit eciam per juramenlum suum quod, ostensa sibi quadam
cruce in qua eral ymago crucifixi, peciit ab eo utrum crederet in illum cujus ymago
ibi erat. Qui, licet responderit quod sic, nichilominus compulsus fuit per eum ad abne-
gandum Chrislum, quod invitus fecit; sed ipse mirabatur sibi quod nisi faceret, ipset
poucret eum in carcere perpetuo: et fecit eum jurare quod hoc nunquam alicui r e v e -
laret. Dixit eciam per juramentum suum quod si posset evadere, non fecisset. Dixit
eciam per Juramentum suum quod fecit eum bis spuere supram crucem; et tercia vice
non spuil supra crucem sed ad terram. Dixit eciam per juramentum suum quod dictus
recipiens dixit sibi quod eum oportebat ipsum interdum se absentare et iré ad multas
diversas parles, si contiug-eret quod aliqua voluntas vei aliquis motus carnalis moveret
eum, posset habere rem cum aliquo de sociis suis fratribus, et non eum mulieribus.
Requisitus utrum credat quod omnes alii ita recipiantur, dixit per juramentum suum
quod credit quod sic.
Inlerrogatus per juramentum suum utrum v i , vel nutu carceris vel tormentorum, aut
alia de causa, aliquam falsitatem dixerit vel immiscuerit in deposicione sua, aut tacue-
i'it vcritatem, dixit per juramentum suum quod n o n ; immo dixit puram verilatem
propter salulem anime sue.
n .
Anuo Domini millesimo ccc.0 séptimo, indicione sexta, die Veneris, in vigilia sanclo-
rum Symonis et Jude, pontiñcatus santissimi Patris ac domini nostri domini Clemcnlis
divina Providencia pappe quinti anno secundo, in presencia religiosi et honesti v i r i fra-
Iris Durandi de Sánelo Porciano ordinis fratrum Predicatorum, commissarii in causa íi-
dei á religioso et honesto viro fratre Guillelmo deParisius domini pappe capellano, illus-
tris regis Francie confessore, ac inquisitore herético pravitatis in regno Francie autori-
tale apostólica deputato, ac in mei notarii et testium infrascriptorum ad hoc vocatorum
specialiter etrogatorum personaliler constitutus fralerGuillelmus deHermont presbytcr
ordinis milicie Templi, etatis viginti ocio annorum vel circiter, ut dicebal, receptus per
fratrem Johannem de Turno thesaurarium quondam dicti Templi, requisitus per suum
juramentum ad sánela Dei Evangelia corporaliter ab eo lacla preslitum, quod depone-
ret meram et puram verilatem sine aliqua falsilate in causa fidei de se et de aliis, que
dictus inquisitor duxerit requirenda, et primo requisitus de loco in quo fuit receptus,
dixit per juramenlum suum quod apud Latiguiacum Siccum, et sunt sex anni elapsi
postquam fuit receptus, et stetil in dicto ordine. Requisitus qui fuerunl in recepcione
ejus, dixit per juramenlum suum quod frater Radulphus de Qrandi Villari et alii q u i -
dem fralres qui sunt j a m mortus. Requisitus de modo recepcionis sue, dicit per j u r a -
menlum suum quod, posl multas promissiones de observansiis dicte religionis, et r e -
ceplo maulello, preceplum fuit ei a dicto Ihesaurario quod abslineret se a mulieribus,
et si urgeretur aliquo calore carnali, poterat commisceri cum fratribus dicti ordinis.
Deinde oblata fuit sibi quedam crux, e l pelitum fui ab ipso quera represcnlabal jpsa
82
¡.¡.y CRÓNICA DK RON FERNANDO E¡L I V .
crux. Qu\ respondil, quod crucciii Domini noslri Jhosn Clirisli, et peciit diclus lliesaii-
rario si crcdebat in eum: qui respondU quodsic; ct (une dixit sibi quod malc credebat
nec salvari poteral in hac fide, qui fuil íalsus propfiela ; el tune uijiinxit sibi, viruiie
obcdiencie, quod in dcspeclu ipsius Chrisli spucret ler supra crucem, ct hec primo re-
miit faceré. Diclus frater Radulphus de Grandi V i l l a r i propler hoc acccpiteum violen-
lcr per peclns, dicendo sibi quod oportebat quod hoc faceret alioquin tanquam inobe-
diens in perpetuo carcere ponerelur. Tuuc ipse coactus el pcrterritus, fmxit spuere ter
supra crucem, el spuit in terram. Delude osculalus fuit dicturn recipienlein primo in
ore, deiude in umbilico, el requisitus ab co quod oscularelur tercio eum iu fine spine
dorsi, omniuo hoc faceré recusavit. Requisitus de capite, respondit quod uichil scit.
Deinde d i x i t q u o d ea que deposuit suut vera et sine aliqua falsitatc, uec ea deposuit
nec v i , nec metu pene, nec alia de causa, sed ad expediendam consclenclam suam,
presentibus relig-iosis viris fratribus Gregorio de Luca, Johaune de Marchia Aconltana
bachelario iu thcologla, ordinis Sancti Agustini, et fratre Richardo de Anglia ejusdem
ordinis, et vencrabilibus et discretis viris magistro Rcginaldo de Albigniaco succen-
tore Blturicensi, et domino Reginaldo de Royaco domini nostrl regís thesaurarlo, tes-
libus ad hoó vocatis specialiter et rogatis.
12.
DECLARACION DE CONSTANCIO BICIACO.
ated qmm vcrilalcin, ncc iu prcuiissis iiuuiscuil alíquara falsiLulem, el quod mcraiu
verilalum d i x i t p r o sakiLc anime sue.
13.
DECLARACION DE JUAN DE PROVINO-
Uem í'raler Johannes de Pruvino, elalis decem et octo aniioruin vel circa, morans
apud frenaium diócesis Trecensis, eodem modo constitutus, juratus eL requisitos, d i -
x i l per juramentiim suum quod bene suiit dúo anui vel circa elapsi quod fuit receplus
iu domo de Paiens dicle diócesis per fralrem Radulphum de Gisiaco receptorem Cam-
panie, presentibus fratre Radulpho T u r p i n i , fratre Bartholoineo de T r o c í s et quibus-
dam aliis. Item dixit per juramentum suum quod, eo recepto, juramento ab eo p r e s -
tito de statutis et secretis ordinis observandis, et mantello at collum pósito recipiens
precepit et fecit se osculari ab eo in ore et in umbilico, per supra vestes; et postea
idem recipiens fecit apportari quandam crucem cum effig-ie crucifixi domini Jesu
Christi, et precepit sibi quod abnegaret eum ter, et spueret ter supra crucem, et ipse
qui locutur dixit quod nullo modo faceret; et tune dictus frater Radulphus fecit eum
poni in carcere, in quo fuit per octo dies ad panem et aquam, et postea ipse de car-
cere clamíivit quod ponerent eum extra, et ipse faceret quicquid vellent, et tune ipse
exlractus de carcere abneg-avit eum ter ore, et non corde, ut dicit, et spuit ter ad
lerram, sed non supra, quia hoc faciebat valde invitus, ut dicit.
Item dixit quod credit quod alii fratre dieli ordinis modo simili recipiuntur.
Item dixit per juramentum suum quod v i , vel metu tormenlorum vel alias non d i -
xit a ü u d quam verilatem, nec in premissis immiscuit aliquam falsitatem, et quod p u -
ram verilatem dixit pro salute anime sue.
13.
DECLARACION DE REYNALDO.
llcia frater llcginaldus preceptor domus Templi Aurelianensis, elalis Iriginla sex
annorum vel circa, eodem modo constitutus, juratus et requisitus, d i x i t per j u r a m e n -
tum suum quod bene sunt quindecim anni elapsi vel circa quod ipse fuit receplus in
domo Templi de Pruvino, in quadam capella dicti loci, circa meridiem , per fralrem
Godofredum. tenentem locum preceptoris ballivie de Bria, presentibus fratre quodam
qui vocabatur H u g o , et aliis de quorum nomiuibus non reoolit, qui sunt omnes mortui.
Item dixit per juramentum suum quod, multis parentibus et amicis suis et quam
pluribus aliis existenlibus et expectantibus ad ostia dicte capelle et circa ipsam cape-
llam que clausa e r a l , recipiens ipse qui loquitur et alii fratres dicti ordinis eranl in
ipsa capella inclusi pro recepcione predicta, et dixit per juramentum suum quod , eo
recepto, juramento ab eo prestito de statutis et secretis ordinis observandis , el man-
tello sibi ad collum pósito, quidam de dictis fralribus de cujus nomine non recolil os-
tendit sibi in quodam missali crucem depictam cum ymagine Ihesu Christi in ea exis-
tente, et quesivit ab eo per hec verba: Credis tu in eum? E l ipse qui loquitur respon-
dU quod non; c l s l a t i m quidam alüuS do fralribus prediclis presentibus qui vocabatur
CRONICA DE DON FERNANDO EL IV.
iluso, piout rccolil, dixil sibi hcc verba: Tu bcue dicis, quiu ipso esl urina hlmá
prophela. Et ipse qui loquilur inlclligebal in corde suo, Ut d i c i l , quod non credebat ¡a
ymaginem prcdiclam, sed iu cum cujus eral ymago predicta; el Lunc quídam altas de
diclis fratribus dixit dicló fratri qui sic loculus fuerat diclo rcccplo. Tace, lace; bene
instruemus eum alias de slatulis ordinis nostri. E l credit ipse qui Ipquitur quod ditni-
scrunt tune detegere sibi et eum instruere proplcr aslautes circa capellam predictam,
et quia tarde erat, et sic recesserunt. Et dicit per juramentum suum quod propter
dicta verba sibi dicta iu recepcione predicta, ipse tautum fuit turbatus, quod nichil
comedit i n prandio iila die, et postea intra tres dios sequen tes vcl circa infirmitas in
vasit eum, que duravit sibi usque ad A d v e n t u m , ita quod nichil a ü u d sibi postea fe-
cerunt fieri prout dicit, nec convaluit usque tune; et comedit carnes propter debilita-
tem per totum Adventum. Dixit eciam per juramentum suum quod ea que in recep-
cione sua sibi facta fuerunt et dicta, ipse confessus fuit postea fratri Nicolao ordinis
Predicatorum, moranti tune in conventu Compendii, qui habebat, ut dicit potestatem
domini archiepiscopi Remensis, qui sibi dixit quod displicebat sibi quod idem qui l o -
quitur intraverat dictum ordinem milicie Templi, et proposuit multociens ipse qui lo-
quitur ut dicit, intrare ordinem dictorum fralrum Predicatorum.
Item dixit per juramentum suura quod nunquam v i d i t , nec audivit dici vel legi sta-
tuta predicti ordinis milicie T e m p l i , nec ea voluerunt sibi ostendere illi qui .ea habe-
bant, licet hec pluries requisierit, nisi á duobus mensibus c i t r a , videlicet Ficta vis, ubi
ostenderunt sibi solum capitulum faciens mencionem de presbyteris. Et d i x i t quod
ipse propter predicta habet vehemens arg-uraentum et presumpeionem quod illi de
dicto ordine milicie Templi qui confessi sunt errores sibi impositos dixerunt et depo-
suerunt veritatem.
Item dixit per juramentum suum quod v i , vel melu tormentorum vel alias non d i x i t
aliud quam veritatem, nec in premissis immiscuit aliquam falsitatem et quod puram
veritatem dixit pro salute anime sue.
14.
DECLARACION DEL VISITADOR HUGO DE PARAUDO.
In nomine Domini amen. Anuo ejusdem Domini milésimo ccc.0 séptimo indicione
sexta, mensi novembri, ejusdem mensis nona die, pontificatus, sanlissimi patris et
domini domini Clementis divina providencia pape quinti anuo secundo, in religiosi v i r i
fratris Nicolai de Anisiaco comissarii fratris Guillelmi de Parisius ordinis Predicato-
rum, inquisitoris herético pravitatis auctoritate apostólica in regno F r a u d e deputati,
in domo milice Templi Parisius pro inquirendo contra quasdam personas dicti ordinis
existentes, eidem delatas super dicto crimine, existentis, nostrum nolariorum publico-
rum et infrascriptorum testium presencia personaliter constitutus frater Hugo de Pa-
rando miles dicti ordinis, et visitator Francie, juratus ad sancta Dei evangelia, ab eo
corporaliler tacta, in causa íidei de seet aliis dicere veritatem, et requisitus de tem-
pere et modo sue recepcionis, dixit per juramentum suum quod fui receptus in domo
Templi Lugdunensis per fratrem H y m b e r t u m de Parando palruum suum in testo M a -
gorum immediate pretérito fuornnl quadraginta quatuor anni presculibus i'ratre Hen-
ILUSTRACIONlíS. 633
co do Dola el quodani al i fratre vocato Johanne, qui postea fui t preceptor de la Muco,
et quibusdain alüs de quorum nominibus non recolit. Dixit eciam per juramentmn suuin
quod, post multas promissiones ab eo factas de observandis statutis et secrctis o r d i -
uis, positum fuit mantellum ordinis ad collum suum, et predictos Johannes qui postea
fiiilt preceptor de \ d Muce duxit eum retro quodam altare, et ostendit eidem quamdam
ci'ucem in qua erat imayo Jhesu Cristi, et precepit sibi quod abnegaret illum cujus
yrnayo ibi representabatur, et espueret supra crucem; et ipse tune iicet invitas Jhe-
sum Christum abneg-avit, ore, et non corde, ut d i x i t . Dixit eciam per j u r a m e n -
tum suum quod, non obstante precepto quod fuit sidi factum de spuendo, non spuit
supra c r u c e m , ut dixit et non abnegavit nisi semel. Requisitas utrum osculatus
fuisset recipientem ipsum qui loquitur, dixit per juramentum suum quod sic iu
ore solummodo- Interrogatus utrum aliquos fratres recepisset, dixit per juramen-
tum suum quod sic pluries. Requisitus per quem modum recipiebat , dixit per j u -
ramentum suum- quod, postquam promiserant servare statua et secreta ordinis,
et mantellis ad colla ipsorum positis, ducebat eos ad loca secreta, et faciebat se
osculari abéis in inferjori parte spina d o r s i , in umbilico et in ore et postea facie-
bat apportari crucem in presencia cujuslibet, et dicebat eis quod oportebat de statutis
dictis ordinis quod abnegaret crucifixum et crucem ter, et spuerent supra crucem et
ymaginem Jhesu Chisti dicens quod, licet hoc eisdem preciperet, non faciebat corde.
Requisitus utrum invenisset aliquos qui hoc faceré contradicerent, d i x i t quod sic ta-
men íinaliter faciebant abnegacionem et spuicionem. Dixit eciam per juramentum suum
quod illis quos recipiebat dicebat quod, si aliquis calor naturalis urgeret ipsos ad i n -
continenciam, dabat eis licenciam refrigerandi se cum aliis fratribus. Dixit tamen quod
non precipiebat eis predicta corde, sed ore solum. Requisitus ex quo predicta non
percipiebat corde sed ore solum, quare hoc faciebat, respondit per juramentum suum
quod hoc faciebat quia usus erat de statutis ordinis. Requisitus u t r u m illi qui recep-
ü fuerunt de mandato suo per alios, eodem modo per quem dixit se alios recepisse
recepti fuerunt, respondit quod nescit, quia illa que fiunt in capitulis aliquo modo non
possunt revelari illis qui non fuerunt presentes, nec sciri ab eis et ideo nescit si ita re-
cipiebantur. Requisitus utrum crederet quod omnes frates dicti ordinis per illum mo-
dum sint recepti, respondit quod non credebat. Postea tamen dicta die in dicti com-
missarii, nostrum notarium et testium infrascriptorum comparens, dixit quod male i n -
tellexerat et male responderat, et dixit per juramentum suum quod mellas credebat
quod omnes reciperentur per illum modum quam per alium, et hoc dicebat suum dic-
tum corrigendo, et ne degeraret. Requisitus de capite de quod supra fit mencio, dixit
per juramentum suum quod illud viderat, tenuerat et palpaverat apud Montempessu-
lanum, in quodam capitulo, et ipse et alii fratres presentes illud adoraverant. Dixit ta-
men quod ore et fingendo adoraverat et non corde: ijescit tamen si alii fratres adora-
bant corde. Requisitus ubi gil, d i x i t quod dimisit illud fratri Petro Alemandim precep-
tori domus Montispessulani, sed necit utrum gentes regis illud invenerint. Dixit quod
dictum caput habebat quator pedes, dúos ante ex parte faciei, et dúos retro. Requisi-
tus per juramentum suum utrum v i , vel metu tormentorum vel carceris, seu alia de
causa, aliquam falsitatem dixisset aut immiscuisset in sua deposicione, aut veritatem
lacuiset, dixit per juramentum suum quod non; immo puram sine aliquo inendacio d i -
xerai veritatem.
{y-i CKONICA DE DON FKHNANDO EL I V .
15.
l l c m fralcr Raymbandus de Carón miles dicü ordinis, preceptor Cliipri, etalis sexa-
giula annorum, ut dixit, vel circa, juratus eodehi modo de se et aliis in causa fidei d ¡ -
cerc veritatem, ct interrogatus de tempere et modo sue recepcionis, dixit per j u r a -
mentum suum quod fuit receptus in domo de Richerenches in comitatu de Venicio,
quadraginta tres annis erunt in instanti festo Penlhecostes, per fratrem Rocelmum de
Forz tune preceptorem Provincie, militem dieli ordinis. Dixit eciam per juramentum
suum quod promisit paupertatem, cas.titatem et obedienciam servare, et tenere omnes
bonos usus ordinis, et laborare pro posse et juvarc acquirere regnum Jerusaiem , et
multas alias bonas promissiones dicti ordinis; et quod nunquam sciverat aliquid ma-
lum vel iuhoneslum in recepcione fratrum nec inordine, nccaudiveral, hoc excepto quod
die qua fuit receptus, antequam reciperetur vel indueretnr, quidam frater ordinis, in
presencia episcopi de Carpentras avunculi sui, ostendit eidem quamdam crucera, et
dixit eidem: o Vides tu istum crucifixum; si tu vis recipi in orditii isto, oportet quod
abneges e u m ; » sed aliud non fuit factum. Eadem lamen die, circa horam nonam, ac-
cessit ad presencian! fratris INicolai de Anessiaco commissarii dicti inquisitoris, et cor-
rigendo dictum suum, dixit per juramentum suum quod Ule frater q u i , sicut alias dc-
posuit, eidem ostenderat dictam crucem cum efñgie Jhesu Chrisli c r u c i ü x i , et ipso qui
loquitur, post dictas promissiones, et eo recepto, ct juramento ab eo prestito de sta-
tutis et secretis dicti ordinis observandis, et mantello ad collum pósito, duxit ad par-
tem, et secreto dictam crucem eidem ostendit, et precepit sibi quod abnegaret eum
cujus ymago erat in cruce r e p r e s é n t a l a , dicens quod eral de statulis ordinis; et hoc
ipse qui loquitur fecit ler ore, sed non corde, ut d i x i t . Dixit eciam per juramentum
suum quod dictus frater dixit sibi in secreto quod si calor naturalis moveret eum ad
incontinenciam, quod ipse iret ad fralres ordinis, quia muili erant ibi ju venes cum
quibus poterat extinguere libidinern suam, et quod simililer reciperel eos ad hoc, si
requirerent eum superhoc; sed ipse nunquam fecit nec fuit super hoc requisitus, ut
dixit. Requisitus utrum aliquos fralres fecerit, dixit per juramentum suum quod non.
Requisitus utrum credit quod omnes qui in dicto ordine recipiuntur recipiantur per
illum modum, dixit quod credit. Interrogatus utrum v i , vel metu carceris sen tormen-
lorum, aut aliqua de causa, aliquam d i x e r i l falsitatem vel immiscueril in deposicione
sua, dixit per juramentum suum quod n o n ; immo dixit puram e l meram veritatem.
16.
DECLARACION DE ALBERTO DE ROMERCOURT.
coiui presbyter, etatis Septuaginta annoruin vel virca, d i x i l per juramcntiim suum
qudd receptas fitit apud Montcscoiirt, tres anni enmt Dominica ante instans Carnis-
privilím, per fratrem Eg-idinm de Chlvre rnilitem, de precepto fratris Roberti de Sa-
mayo m i l i t i s , preceptoris ballivie de Montescourt, presentibus fratre Johanne W a -
tel, fratre A d a m de S a r n á y , et quibusdam aliis de quorum nominibus non recolit; d
dixit per juramentum suum quod ídem frater Robertus de Sarnayo ostendit sibi c r u -
cem depictam in quodam missali, cum effigie Jhesu Christi, et precepit sibi dictus Ro-
bertus quodipse spueret supra dictani crucem: qui dixit totus territus: «Ha sancta
Maria! quare facerem ego hoc? Ego aportavi omnia bona mea intus, videlicet qua%a-
ginta libras terre redditualis, et vos vuitis quod ego faciam tam mirabile quod nullo
modo facerem.» Et tune ille frater Robertus d i x i t : «Quia vos estis senex, nos parce-
mus vobis super hiis et aliis,» et nichil aliud fuit sibi fectum, ut dixit per j u r a m e n -
tum suum. Dixit eciam per juramentum suum quod si sciret, antquam intraret, quod
ordo esset talis, quod non intrasset pro toto mundo; immo plus vellet quod abscisum
fuisset sibi caput. Requisitus utrum viderit recipi aliquos fratres, d i x i t per juramen-
tum suum quod sic quemdam qui vocabatur Egidius de Valenciennes; et recepit eum
frater Odo preceptor ballivie Viromendensis, et dixit quod audivit quod dictus reci-
piens precepit eidem fratri Egidio quod spueret supra quamdam crucem quam osten-
dit sibi; et tune idem Egidius spuit, vel finxit se spuere, sed videbatur eidem qui lo-
quitur quod spueret.
Item requisitus utrum v i , vel metu carceris aut tormentorum: ips,e in premissis aii-
quam immiscuerit vel dixerit falsilatem, vel subticuerit veritatem, dixit per juramentum
suum quod n o n , etquod puram veritatem dixit et meram.
17.
BULAS Y RESCRIPTOS -PONTIFICIOS.
DECLARACIONES DE TEMPLARIOS PRESTADAS ANTE LOS COMISARIOS DEL PAPA.
IN NOMINE DOMINI NOSTRI JESÜ CHRISTI, Anno a nativilate ejusdem millesimo trecen-
tessimo nono, indiclione s é p t i m a , p o n t i ñ e a t u s sanctissimi patris in Christo, domini
Clemeniis, divina providencia Pape quinti, anno quarto, Noverint universi ac singuli
hoc pressus publicum instrumentum inspecturi, quod, cum venerabiles in Christo pa-
ires domini Dei gracia Narbonensi archiepiscopus, Bajocensis, Mimatensis et Lemo-
vicensis episcopi, nec non venerabiles v i r i magistri Matheus de Neapoli sedis apos-
tólica notarius, majoris Caleti Rothomagensis, Johanes de Mantua Tridentine, et
Johannes de Monte Lauro Magalonensis ecclesiarum archidiaconi, fuissent per litleras
apostólicas ad inquirendum contra Templariorum ordinem in regno Francie, una cum
venerabili viro magistro Guillelmo A g a r n i Aqtíensi prepósito, legittime, ut dicebatur,
e x c ú s a t e , sub certa forma deputati, vellent et intenderent, ut dicebant, mandatum
apostolicum,-exequi reverenter: fecerunt, ad cautellam et memoriam futurorum, 1«
precensia mei notarii publici et aliorum notariorum ac testium infrascriptorum, dictas
litteras apostólicas vera bulla p l ú m b e a dicti domini Pape bullatas et in nulla sui parte
suspectas, nec non ac patentes litteras excusatorias dicti prepositi Aquensis sigillo
CRÓNICA DE DOIN FKUNANDO EL I V .
056
hiis exiujiicndis polucrilis inleresse, sopLem, scx quinqué, quaUior vcl Ires, d ú o vídc-
liecl de prelulis prcdiclis cum altero sallem de a l ü s e a nichiloininus exequautui", Daluin
Pictivis I I Idus A u g u s t i , ppntiflcátus nostri auno tercio.
Item fueriant exhibite per dictos dóminos commisarios ocio alie liltere apostolice
consimilis lenoris in effectu cum precedenti. Tn quarum una de Remensi, in alia de
Rothomagensi, in alia de Turonensi, in alia de Lugdunensi, in alia de Burde-alensi,
in alias de Bituricensi, in alia de Narbonensi, et in alia de Auxitanensi civitatibus, dio-
cesibus et provinciis mencio habebatur.
Item aliarum duarum litterarum exhibitarum tenores tales sunt: Clemens episcopus
servus servorum. Dei venerabilibus fratribus universis, archiepiscopi et episcopis, et
ómnibus aliis per nos ad infrascripta per rcgmim Francie deputatis , salutem et apos-
tolicam benedictionem. Ut in negocio fratrum ordinis Templariorum comodius proce-
d e r é valeatis, vobis et sing-ulis vestrum in provincia Senonensi, vel in quibusvis aliis
locis reg-ni Francie in quibus ipsi Templan detinentur, etiam si aliunde illue addueli
fuerint, ac vobis et commissariis in eodem negocio deputatis mag-is expediens fore v i -
debitur inquirendi ac recipiendi probaciones quaslibet in eisdem provincia et locis, non
obstanlibus quibuscumque litteris apostolicis, cujuscumque tenoris existant, vobis con-
cessis vel directis, per quas hujusmodi nostre concessionis explicatio possel quomo-
dolibet impediri, juxta priorum nostrarum continenciam litterarum plenam eoncedi-
mus, auctoritate presencium, facultatem. — ü a t u u m Ávinione X í Kalendas Junii, pon-
tificatus nostri anno quarlo.
Clemens episcopus servus servorum Dei venerabilibus fratribus universis, archic-
piscopis et episcopis, et ómnibus aliis per nos ad infrascripta per regnum Francie de-
putatis, salutem et apostolicam benedictionem. V o í e n t e s ut neg-ocium fratrum ordi-
nis Templariorum debitum celeritcr sorciatur effectum, vobis et sing-ulis vestrum i n -
quirendi et procedendi in eodem negocio, j u x t a priorum apostolicarum vobis d i r e c -
tarum continentiam litterarum , etiam extra provincias et dioceses vestras , non
obstante quod in predictis litteris dicitur conlineri, quod ad certas vos conferatis pro-
vincias, et ibi super hujusmondi negocio diligencius inquiratis ubi magis predicto n e -
gocio videritis e x p e d i r é , plenam concedimus, auctoritate presencium, facultatem.
Volumus tamen, quod alios articules in dictis nostri prioribus litteris annotatos d i -
ligencius observelis. Datum Avinione X I Kalendas j u n i i , pontificatqs nostri anno
quarto.
ítem in quadam alia littera apostólica, directa domino regi Francie illustri, contine-
banlur clausule infrascripte, quas clausulas dicti domini commisariis preceperunt
de verbo ad verbum in presentí processu inseri. Principium autem dicte liltere apos-
tolice tale esl:
Clemens episcopus servus servorum Dei carissimo in ( hnsto filio Phillpo regi Fran-
corum illustri salutem et apostolicam benedictionem. Prodierunt ex al'flucncia, etc.
ítem tenor diclarum clausularum talis esl:
A d illud autem quod petebatur á prelatis eisdem, quod, cum major pars Templa-
riorum regni tui Parisius aut in Senonensi vel Turonensi provinciis tenerenlur, eis
videbulur expediens quod processus inquisicionis hujusmodi deberet in dicta p r o v i n -
cia Senonensi inchoari; tibi duximus respondendum, quod de riostra volúntate p r o -
cedit quod iidem prclati circa hoc agant quod melius in eodem negocio vidci'inl ex-
660 CHONICA D E DON FERNANDO E L IV.
pediré. Petebatur etiam a pi-elalis eisdem, quod iu eadem provincia Senouensi ve!
alibi ubi dicli Templarii detincnlur, ct ubi prelalis et commissariis supradiclis videre-
tur, inquirere el probíMíiones recipero possenl ab ómnibus quos invenirenl ibidetn,
quamvis per lilleras apostólicas eis missas oporteret ipsos ad alias transferre provin-
cias, quod necesse ipsis minimo videbalur, non obstante quod in eisdem litteris apos-
tolicis super hoc directis aliud continentur. A d qnod respondemus quod i d fieri volu-
mus, prout á prelatis pelitur supradicti. Super eo etiam quod petebatur ei inquisicio-
nes et processus hujusmodi ab eisdem prelatis extra suas provincias et diócesis, juxta
conlinenciam litterarum apostolicarum per nuncios tuos e x h i b í t a r u m , eisdem fieri po-
terant et haberi Excellencia tue duximus respondendum, ut non obstante quod in
litteris commisiarorum ipsorum dinoscitur conlineri quod ad certas vadant provincias,
et ibi dilig-enter inquirant ubi magis negocio viderint expediré, inquirere possint, ser-
vatis tamen aliis articulis in dictis litteris coraprehensis, non obstante clausula illa v i -
delicet quod se transferant ad provincias memoratas. Volumus ig-itur quod prelati reg--
ni tui in premisso neg-ocio procedant j u x t a responsiones supradictas, nullo allio man-
dato nostro super hoc expectatOj ut neg-ocium hujusmodi facilius et celerius ad finem
debitum deducatur.
Item data dicte littere dicto domino Regi tales est: Datum Avinione I I Nonas maii,
pontificatus noslri anno quarlo.
18.
CITACION Y EMPLAZAMIENTO DE LOS TEMPLARIOS.
• 19. •
DECLARACION DE PONZARDO DE GYSIACO.
Posl hec, eisdem loco et die, frater Ponzardus de Gysiaco preceptor de Paisans, ad-
duclus ad presenciara eoruradem dominorum commissariorum, et requisitus per eos-
dem si volebat defenderé ordinem memoratum respondit quod articuli qui sunt impositi
dicto ordini, videlicet ipsum ordinem abnegare Jhesum Christum et spuere super c r u -
cera, et quod licencia data sit quod unus fratrura se comraisceret carnaliter cura alio,
et quedara alia enorraia similia dependencia ex eisdem, sunt falsa, et quecumque ipse
vel aíii fratres dicti ordinis fuerunt confessi de premissis corara episcopo Parisiensi vel
alibi, erant falsa, et quod predicla dixerunt per vira et propter periculum et timorem,
quia torquebantur a Floyrano de Bitcris priore Montis Falconi, Guillelmo Roberti m o -
nacho, iniraicis corura, et propter quamdara convencionera et informacionem quam fe-
cerant ante illi qui in carceribus tenebant, et propter metum raortis, et pro eo quia t r i -
ginla sex de dictis fratribus fuerant raortui Parisius per jainnara et tormenta et mullí
alii in aliis locis; dicens eciam, quod paratus erat defenderé prefatum ordinem pro
se et sibi adherentibus, si minislrarentur eis expense de bonis Templi, peténs sibi fra-
tres Reginaldura de Aurelianis et Petrura de Bononia presbíteros, fratres dicti ordinis,
dad in auxilium et consiliura sibi. Reddidit eciam quamdara cedulam manu sua, ut di-
cebat, scriptam, in qua erant scrípta nomina quorumdom, quos dicebat esse inimicos
ordinis antedicti. Cujus cedule tenor talis est:
Ces son le treytour, l i quel ont p r o p o s é fauseté et delauté contra este (?) de la r e l i -
gión deu Temple. Guillalmes Roberts noynes, qui les mitoyet a geine. Esquías de Floy-
r a e d e Biterris cumprior de Montfaucon Bernardus Pcleti prlcus de Maso de Gcnois,
ct Geraues de Boyzol echalier, veneus á Gisors.
Interrogatus si uraquam fuit positus in tormentis, respondit quod fuit positus, tres
menses erant elapsi anlc confessioncm factam peí- cura coi-ara domino Parisiensi epis-
ILUSTK ACION KS. ¿¿3
copo, manibus lig-alis retro, ila slricte, quod sanguis sibi cueurit usque ad ungues, iu
quadam fovea, m qua slclit per spacium unius leuge, protestaras et dicens quod, si
ponerelur adhuc in tormentis, quod ipse negaret omnia que dicit modo, et dicerent
quecumque homo vellet. Tantum pro módico tempere, paratus erat vel capitis o b t r u n -
cionem, v c l ignem, vel bullicionem pati pro honore dicti ordinis tantum ita longa t o r -
menta subslinere non poterat, in quibus j a m fuerat, duobus anuis elapsis et plus car-
cerera substinendo. Item requisitus et interrogalus si volebat aliquid aliud dicerequare
non deberenl dicti domini coramissarii ad inquirendum p r o c e d e r é bene et fldeliter, res-
pondit quod non, et quod voiebat quod inquirerent per bonas gentes.
Item cura dictus preposilus Pictavensis tradidisset dictis dorarais comraissariis q ü a m -
dara cedulam in presencia dicti fratri Ponzardi, et fuisset leda corara eo, dictus frater
Ponzardus dixit, quia veritas non querít ángulos, quod ipse scripserat quamdara cedu-
lam ejusdem tenoris, quara tradidit eidera prepósito, ad hoc ut adduceretur ad p r e -
senciara doraini Pape et dorainorura, ut audiretur. Dixit eciara, quod ipse scripserat
eara tanquara turbatus contra ordinera, pro eo quod thesaurarius Terapli dixerat sibi
verba contumeliosa. Cujus cedule tenor sequitur in hec verba:
Ce sont les articles que vous ferés deraander aus freres dou Temple, desquelles ar-
ticles l i dit frere n'out point esté e x a m i n é :
Primers articles, defendus de raaistres qui li frere n'allassent á raain de preste á of-
ferende.
Itera, que l i dit frere ne tenissent enfans á fons, pour batesme avoir.
Item, frere ne couchast sus toit ou farae jeus; et des articles dessus dites, l i raair-
tres vousisent raetre un poure frere en prison et i l'eu ometoient (?).
Itera, l i raaistres qui fesoient freres et suers du Temple, aus dites suers fesoient pro-
raestre obediencie, chastee, .vivre sans propre, et l i dit maistre leur prometoient foi ct
loiaulé, come á leurs suers.
Item, quant les dites suers estoient entrees, l i dit maistre les despouceloient; et a u -
tres suers qui estoient de bon age, qui pensoient estre venues en la religión pour leur
ames sauver, i l convenoit para foree que l i maistre en feissent leurs volentez, et en
avoient enfans les dites suers; et l i dit maistre de leur enfans fesoient freres de la r e -
ligión.
Item, l i estas de la religión estoit tex, que ñ u s freres ne devoit recevoir autre frere
en la religión, se i l n'estoit sains de toutes ses raeinbres, et non bastars, et se i l n'es-
toit bous de bonne vie et de bone c o n v e r s a c i ó n .
Item, comuneraent estoient larron gentqui autre gent avoient mis á mort s e i l avoient
un pou d'agent, sil estelen freres.
Item, que l i dit maistre des baillies qui demandoient congié aus coraraandaurs pro -
vinciaus du faire freres, tout ainsi córame bous vent un cheval en ma ( r ) chié, ainsi
estoit raarebié fais de celui qui i voloit venir en la religión; et vous saves que tuit cil et
celes qui entrent en religión par syraonie, eis qui 1c repoit et cis qui i entre, est esco-
nieiiicz, et eist qui est escomeniez en tel cas ne puest estre absols que de par nostre
pere le Pape.
Item, que lu dit maistre fesoient j u r e r sus sains le frere que il n'i venoit par don
ne par promesse, et l i dis maistre savoit v r a i que i l le fesoit parjurer, et estoit li dit
frere parjurs et escominiez, en (?) ni povoit freres sauver sa vie.
„„. CRÓNICA DK DON FERNANDO EL I V .
Item, l i d i l conimendaurs de baillies, se ñus pelit íreres li dils aucunes dioses oQj
li amiienl, pourchasasla par donsau commaiidaur provincial que l i pouvres freres alais
outre mor, pour morir, ou en estrange Ierre o i l ne se conoissoit, et par duel ct por
p a u r e l é le convenoil noir; ct si i l lessoit la religión e l i l povoil cstre pris, il esloit mis
en prison.
Item, au derrerain chapistre qui fo tenus par lu visitaur, ct fu á lau chadelor feste
Nostre Dame, pourposa frere Ranaus de la Folie contre frere Gerot de Villers et par
un autre frere esloit perdue Tille de Tourtose, ct par lui forent mort l i freres et prius,
et encor sont, el le voloit prover par bone gant, et fo por ce que li d i l frere Geraul se
parli un j u r devant, et amena avec lui ses amis, et pour le deffaut des bons chevaliers
qu'il enmena furent perdu.
Et quia idem frater Ponzardus dicebal se dubilare, quod agravarctur sibi carcer pro
eo quod oblulerat se ad defensionem dicti ordinis, supplicabat quod providerent ne
gravaretur propter premissa, et dicti domini commissarii dixerunt diclis prepósito Fic-
ta vensi et Johanni de Jamvilla, quod nullo modo gravarent eum, pro eo quod oblu-
lerat se ad defensionem ordinis supradicti. Qui responderunt quod plus propter hoc
non gravarent eundem.
20.
DECLARACION DEL GRAN MAESTRE JAC0B0 MOLAI.
Post hec, die Veneris ante feslum beati Andrec, congrega ti prediclis dominis com-
missariis in camera post aulam predictam in qua congregari consueverant, frater Ja-
cobus de Molayo, Magister major dicti ordinis T e m p l i , qui in die Mercurii proxime
precedenti pecierat á dictis dominis commissariis, quod posset deliberare usque ad
hanc diem Veneris super responsione per ipsum dicta die Merennii facta coram eis
quod ordinem defenderé volebat, fuit adduclus ad presenciam corumdem dominorum
commissariorum per supradictos prepositura Pictavensem et Jhoannem do Jamvilla, et
fuit regracialus eisdem dominis commissariis de dicta dilacione ad deliberandum con-
cessa eidem, et quia majorera se daturos eidera oblulerant, si dicto Magislro eam ac-
cipere placuisset, et in hoc, sicut d i x i l , posuerant frenum super collura ejus. later-
rogatus autem á dictis dominis commissariis si volebat defenderé ordinem supradictum,
respondil quod ipse eral railes illitleratus et pauper, etquod audiverat in quadam illit-
teratus et pauper, et quod audiverat in quadarn liUcra apostólica que sibi leda fue-
r a t , continen quod dominus Papa ipsum et quosdam alios magnos ordinis Templario-
rum reservaverat sibi, et ideo ad preseus in statu in quo e r a l , nolebat aliud faceré su-
per prediclis. Requisitus expresse an vellet al preseus aliter defenderé ordinem supra-
dictum, d i x i l quod non, sed ad domini Pape presenciara i r e t , quando dicto domino
Pape placerel, supplicans eisdera dominis comraisariis el requirens eosdem, quod
cura ipse sicut et alii homines, essel raorlalis, nec haberet de tempore nisi nunc, pla-
cercl eisdera dotninis c o m m i s s a r i i s significare prediclo domino Pape, quod ipsum Ma-
gistrum quain cicius posset ad ejus presenciara evocarct, quia tune tantum diceret
ípsi domino Pape, quod esset honor Christi el ecclesie pro posse suo.
llera, requisitus si vollet aliud dicere quaro dioli domini commissariis, qui non i n t r o -
ILUSTRACIONES.
605
mitebant se do fado smgularium personarum, sed de facto ordinis supradicti, non de-
berent bene et fideliler p r o c e d e r é in neg-ocio inqnisiciouis contra ordiucm predictum
per dominum Papara commisse, eisdera respondit quod non, requirens eos ut bene et
íideliter procederent in neg-ocio snpradicto. Quibus peractis, predictus Magister o r d i -
nis Teraplariorum d i x i t , quod ad exoneracionem consciencie sue volebat predictis d o -
minis coramissariis exponere tria de ordine prelibato, et ea exponebat eisdem. Quo-
rum primum erat, quod ipse Magister nesciebat aliquam aliara religionera in qua c a -
pelle et ecclesie religionis haberent meliora et pulcriora ornamenta et reliquias ad c u l -
tura divinum pertinencia, et in quibus per presbíteros et elencos raelius deservirent
in divinis, exceptis ecclesiis cathedralibus. Secuudum erat, quod nesciebat aliquara
religionem in qua fierent plures elemosine quara in religione eorum ; nam, in ó m n i b u s
domibus ordinis, ex generali ordinacione ipsius ordinis, dabant ter in septimana e l e -
raosinara ómnibus accipere volentibus eam. Terciura erat, qula nesciebat aliquara r e -
ligionem nec aliquas gentes que pro defensione ñdei Christiane contra inimicos ipsius
fidei prompcius personas suas exposuerint m o r t i , nec tantum de sanguino effudissent,
et que magis dubitarentur á cathollce fidei inimicis ; et quod ex hoc comes A t r a b a t e n -
sis, quando fuit mortuus in partibus ultraraarinis, in prelio, voluit quod dicti T e m -
plariiessent in acie sua in ante-garda, et si credidisset dictus comes Magistro dicti
ordinis qui tune erat, predicti comes, Magister, et alii non periissent, et quod dictus
Magister qui tune erat, dixit quod non crederet quod ipse hoc diceret nisi propter
bonum, quia sequendo consiliura dicti comes { c o m i l i s t ) ipse moreretur in prelio et
predictus comes una cura aliis.
Cura autem replicatum fuisset, quod predicta ad salvacionera animarum non p r o d e -
rant, ubi catholice fidei deerat fundaraentum, respondit ipse bene credebat in unura
Deum, et in trinitate personarum, et in aliis pertineaciis ad catholicara fidem, et quod
unus Deus erat, et una lides, et ufmm baptisma, et una ecclesia, et quando ánima se-
pararetur á corpore, tune appareret quis bonus et quis malus esset, et quilibet nos-
trura sciret veritatem eorum de quibus agitur in p r e s e n t í .
Verura, cura per nobilem virura dorainura Guillelmum de Nogaret eancellarlum re-
gium, qui supervenerat post responsionera factara per diclura Magistrura quod no-
lebat aliter defenderé quam suprascriptum fuerit ordinera supradictum, fuisse dictum
eidem Magistro, quod iu cronicis, que erant apud sanctum Dionisium, continebatur
quod tempere Saladini, soldani Babilonie, Magister ordinis Templi qui tune erat, et
alli majores ipsius ordinis, fecerant horaagiura ipsi Saladino, et quod Idem Saladinus,
audita adversitate magna quam dicti Templarii tune passi* fuerant, dlxerat in publico
predictos Templarios fuisse dictara adversitatem perpessos, quia vicio Sodoraitico la-
borabant, et quia fidera suam et legera prevaricati fuerant;—dictus Magister fuit ex
predictis verbis plurimum stupefactus, dicens quod nunquam usque tune dici audive-
rat supradicla, sed tamem bene sciebat, quod, eo existente ultra mare, terapore quo
erat Magister dicti ordinis frater Guillelmus de Bello Joco, ipse Jacobus el multi
fratres alii de eonventu predictorum Teraplariorum, juvenes, gueram appetenles, s i -
cut moris est militum juvenum qui volunt videre de factis armorum, et eciam alii qui
non eránt de eonventu eorum, murmurabant contra dictum Magistrum, quia, durante
trenga quam rex Anglic premortuus posuerat ínter Christianos et Saracenos, dictus
Masisler servicbal soldano et cura sibi relinebat placatum; sed fnialiter ipse frater
84
0GG CRÓNICA DÜ DON FRUÑANDO EL IV.
21.
ARTÍCULOS ENVIADOS POR EL PAPA Á LOS COMISARIOS PARA QUE Á SU TENOR SEAN
INTERROGADOS LOS TEMPLARIOS.
Posl hec, die Sabali sequenti, que fuit X I V dies mensis marcii predieli domini com-
misarü congregali in dicla Camera episeopali, a b s e n t é domine Narbonensi et se excu-
sante, fecerunt venire ad presenciam eorumdem infrascriptos fratres ordinis Templi
qui alias dixerant so velle defenderé ordinem supradictum, et ó m n i b u s in ipsorum do-
minorum presencia insimul constituti, fecerunt ex integro legi commissionem factam
eisdem dominis, super inquisicione predicta facienda per eos apostólica aucloritate,
et in eorum presencia aperuerunt a r t í c u l o s , sub bulla ejusdem domine Pape eisdem
dominis missos, super quibus inquirere habent, et dictes articules fecerunt legi eis-
dem in Latino, et postmodum in Gálico vulgariter exponi commissionem et artículos
supradictos. Cujus commissionis tenor suprascriptus est et tenor articulorum sequitur
in hec verba:
Ist sunt arliculli super quibus inquirelur contra ordinem milicie Templi.
Primo quod , licet assererent sánele ordinem fuisse inslilutum et a sede apostólica
aprobalum, tamem in receptione fratrum dicti ordinis, el quandoque post, servaban-
tur et íiebant ab ipsis fratribus que sequunlur:
Videlicel quod quillibet in receptione sua, el quandoque post, vel quam cito ad hec
commodilatcm recipiens habere poterat, abnegabal Chrislum aliquando Crucifixum,
et quandoque Jhesum, et fiuandoque Dcum, et aliquandoque Beatam Virginem, ct
quandoque omnes sánelos el s á n e l a s Del, induclus sen monitus per illos qui eum
recipiebant.—Item (<7iW(/) communiler fratres hoc í a c i e b a n t . — I t e m , quo major pars.
Item, quod etiam posl ipsam recepcionem aliquando.
I t e m , quod dicebant et dogmatizabant receptores illis quos recipiebant, Chris-
lum non essem verum Deum, vel quandoque Jesum, vel quandoque Cruciñxum.
Item, quod dicebant ipsis illis quos recipiebant, ipsum fuisse falsum prophelam.
I t e m , ipsum non fuisse passum pro rederapcione generis humani, nec crucifixum,
sed pro scelleribus suis.
I t e m , quod nec receptores nec recepli habebant spom salvacionis habende per Je-
sum, ct hoc dicebant illis quos recipiebant, vel equipolens vel simile.
ILUSTRAGIONIíS. GG7
í l c m , quod facicbanl illos recipiebanl spucrc super cruccai, scu supci' signuin
vol sculplurani crucis e l ymaginem C h r i s l i , liccl inlcrdum qui recipicbantur spuc-
rculjuxla.
ÍLcm, quod ipsam crucem pedibus conculcan quandoque mandabaut.
I l c m , quod eamdetn crucem ipsi fratres recepit quandoque conculcabant.
I l c m , quod mingebant et conculcabant interdum, et alios mingere facieban super i p -
sam crucem, et hoc in die veneris sancti aliquociens faciebant.
I t e m , quod nonnulli eorum, ipsa die vel alia septimane s á n e t e , pro culcacione et
mixione predictis convenire consueverunt.
I t e m , quod adorabant quemdam c a t u m , sibi in ipsa congregacione apparenlem
quandoque.
I t e m , quod hoc faciebant in vituperium Christi et fidel ortodoxo.
Item, quod non credebant Sacramentum altaris.—Item, quod aliqui ex eis.—dtem,
quod major pars.
Item, quod nec alia Ecclesie sacramenta.
Item, quod sacerdotes ordinis verba, p e r q u é conficitur corpus Christi, non diecbant
in canoneMisse.—Item, quad aliqui in eis.
Item, major pars.
Item, quod hec receptores eorum sibi injungebant.
I t e m , quod credebant, et sic dicebatur eis, quod magnus Magister á peccatis
polerat eos absolvere.— I t e m , quod visitator,—Item, quod preceptores, quorum
multi erant layei.
Item, quod hec faciebant de facto.—Item, quod qui eorum.
I t e m , quod magnus Magister ordinis predicti hoc fuit de se confessus, in presencia
magnarum personarium, antequam esset captus.
Item, quod in recepcione fratrum dicti ordinis vel circa, interdum recipiens et r e -
ceptus aliquando se deosculabantur in ore, in umbilico seu in ventre nudo, et in ano
seu spina dorsi.—Item, aliquando i n umbilico.—Item, aliquando in fine spine d o r s i . —
Item, aliquando i n virga v i r i l i .
Item, quod in recepcione illa faciebant jurare illos quos recipiebant quod ordinem
non exirent.
Item, quod habebant eos statim pro professis.
Item, quod recepciones ipsas clandestine faciebant.
Item, quod nullis presentibus, nisi fratribus dicti ordinis.
I l c m , quod propter hec contra dictum ordinem vehemens suspicio á longis t e m p o r i -
bus laboravit.
Item, quod communiter habebatur.
I t e m , quod fratribus quos recipiebant dicebant quod ad invicem poterant unus cuín
alio commisceri carnaliter.
Item, quod hec licilum erat eis faceré.
Item, quod debebant nec faceré ad invicem et pali.
Item, quod hec faceré non erat eis peccatum.
Ilcm, quod hec faciebant i p s i , vel plures eorum.
i l c m , quod aliqui eorum.
í t e m , quod ipsi per singulas provincias habcbanl y d o l a , videlicel capita quorum
6C8 CRÓNICA Dlí DON FEIINANDO EL IV.
22.
LOS DECLARANTES, DESPUES DE CALIFICAR DE FALSAS Y MENTIROSAS LAS ACUSACIONES CONTRA
LOS CABALLEROS DEL TEMPLO, SE OFRECEN Á DEFENDER LA ORDEN CON ALGUNAS CONDICIONES.
Post hec, nos notarii predicli, et Hug-o Nicolai, et Guillelmus Radulphi predicli he-
ccssimus apud Teniplum Parisiense, et adducti ibidem coram nobis Templarli ibidem
delenti, videlicet fratres P. de Bononia presbyter, Humbertus de sancto Jocro miles,
Robertus deMonboyn, P. de Latig-naco sico presbyter, Thomas de Marting-ni presbyter,
P. de Blays, P. de Sivref chevalier, Egidius de Chenru, Christianus de Bisi, Gualterus
de Latignaco sico Johannes de Clipes, Gerardus de Sotnons, Johannes le Comber, J o -
hannes de Lorscius, Radulphus de Baile Iglisse, Guillelmus de Marennet, Marsiletus de
Floer, Thomas En val, Theobaldus de Plomion, Stephanus Pacón presbyter, Poncius de
Buris, Johannes Genefle, Arbertus de Jemville, Guillelmus deLafons, Ricardus Lecha-
r e m , Gossoynus de Bruges, Johannes de Orbis, Guido de Bolle V i l i e , Gerardus de M o n -
gueville, Hugo de Chaminant, P. de Trelhet presbyter, Durandus de Vineis, P. do
Cheru, P, de Sánela- Gressa, Malheus de Clissi, P. de Boneoli, Simón de Remis, T h o -
mas des Cames, Johannes Braz de Ter presbyter, Egidius de Fontancort, Guillelmus
de Vergnes, Johannes de Noviomis, Henricus de Pressigni, Radulphus de Ponte, Guil-
lelmus de Brioys, Guillelmus Digi, Philippus de Villesubterre, Poncius de Bono Opere,
Jacobus de Vergus, A y m o de Barbone, P. de Jans, Ponsardus de Gifli, Guillelmus A r -
doini, Thomas Quintini, Stephanus de Pruino, Johannes de Turno, Gobertus de Mallo,
Chicardus Alberti, Arnulphus de Portel, P. de Castanhier, Joannes de Turno, Guido
Bocelli, Johannes de Serencourt, Nicolaus de Serencourt, P. le Picart, Johannes do
Corville, Toumez de Legnoville, Johannes de Lavione, Johannes de Ponte Episcopi,
R . de Treploy presbyter, Reginaldus de Larchent, Theobaldus de Basimonte, R a d u l -
phus de Senonis, et Nicolaus de Trecis, qui alias se ad defensionem ordinis obtulerant,
et fuerunt, die Sabati p r e t é r i t a , coram dictis dominis commissariis in pralo domini epis-
copi Parisiensis, et fuerunt per nos supradictos notarios interrogati utrum deliberas-
sent super procuratoribus per eos constituendis et facíendis, secundum et prout d i c -
tum fuit eisdem, die Sabati per d ó m i n o s commissarios antedictos.
Qui responderunt, et nobis scribentibus, per hos { s i c ) fratris P. de Bononia predic-
l i , dictaverunt seu dictari fecerunt infrascripta: Quod, quia capul habebant, hoc sine
ipsius licencia faceré non poterant nec debebant, dicentes quod procuratores ad hoc
constituere non intendebant nec volebant offerentes se p á r a l o s coram dictis dominis
commissariis comparere et d e f e n d e r é dictum o r d i n e m , prout fueril racionis. Dixerunt
prelerea, et dicunt et asserunt ad defensionem ordinis supradicti, quod omnes a r l i -
culi missi per dominum Papara sub bulla ipsius, eis lecti et expositi, scilicet inhonesti,
turpissimi, et inracionabiles, et detestabiles, et o r r e n d i , sunt mendaces, f a l s i , i m o
falsissimi, e t i n i q u i , et per testes, seu sursurones et sugestores inimicos et falsos,
labricati, adinventi e l de novo facti, et quod religio Templi munda et immaculata est,
el fuit semper, ab ómnibus illis articnllis, viciis et peccatis predictis; el quicumque
contrarium dixerunt vel dicunt, tamquam infideles et herotice locuntur, cupientes in
fide Chrisli heresira et turpissimam zinzamiiam seminare, et hec parati sunt corde, ore
072 CRONICA DE DON F^KNANJK) E L tV.
23.
DEFENSA PRESENTADA P01\ ESCRITO Á LOS COMISARIOS, Y LEIDA POR P. DE BONONIA.
scnsu sui Mag-islri et conventus in tanta causa, cuín hoc de j i i r e non possint , nec
clebeant.
I t e m , quod offerunt se omnes, personaliter, generalilcr et singulariter ad defen-
sionem religionis, et petunt et supplicant esse in concilio generali per se ipsos, et
ubicumque tractabitur de statu religionis.
I t e m , dicunt quod cum erunt in plena l i b é r t a t e , interdum omnino si polerunt,
i r é ; qui vero non poterunt, committere vices suas, vel constiluere procuratores de
fratribus ipsius ordinis, qui nomine eorum et suo negocium hujusmodi prose-
quantur.
I t e m , concesserunt et commiserunt fratribus Reginaido de P r u i n o , P. de Bononia
presbiteris, Guillelmo de Chambonnet et Bertrando de Sartiges fratribus militibus,
quod possint producere, porigere, dicere et d a r é in scriptis vobis suprascriptis, r e v e -
rentibus patribus, omnia j u r a , omnes anegaciones et argumenta bona que faciunt et
possunt ad defensionem, statum et honorem religionis predicte, et si quid porrigerent
vel dicerent quod posset in prefate religionis prejudicium vel dispendium redundare,
nullo modo consenciunt sed petunt et volunl quod omnino sit irritum et inane.
Itera, protestantur quod si aliqua dixerunt fratres Templi dicunt vel dixerint in f u -
turum, quandiu erunt carcerati, contra se ipsos et ordinem Templi, non perjudicent
ordini predicto, cum notorium sit quod coacti et compulsi, aut corupli prece, precio
vel t i m o r e , dixerunt vel dicent, et protestantur quod de predictis docebunt suo
loco et tempere, cum plena securitate gaudebunt et ad plenum fuerint in integrum
restituti.
Item, petunt quod omnes fratres dicti ordinis, qui relicto habitu secular! conver-
santur inhonesto in opprobium dicte religionis et Eclesie s á n e t e , ponantur in mano
Eclesie sub fida custodia doñee cognitum fuerit utrum falsum vel verum perhibuerint
testimonium.
Item, petunt supplicant et requirunt quod, quandocumque fratres aliqui e x a m i n a -
buntur, nullus laycus intersit qui eos possit audire, vel alia persona de qua possint
mérito dubitare, nec pretextu alicujus terroris vel timoris, falsitas possit exprimí vel
veritas occultari, quia omnes fratres generaliter sunt tanto timore et terrore percussi,
quod non est mirandum quodam modo de hiis qui menciuntur, sed plus de hiis qui sus-
linent veritatem, videndo tribulaciones et angustias quas continué veridice patiuntur,
et minas et contumelias, et alia mala que cotidie suslinent, et bona, cómoda et delicias
ac libertates quas habent falsidici, et magna promissa que sibi cotidie fiunt. Unde m i -
ra res et forcius stupenda ómnibus quod major fides adhibeatur mendacibus illis qui
sic corupti talla testiñeantur ad utilitatem corporum quam illis [ q u i ) lanquam Christi
m á r t i r e s , in tormentis pro veritate sustinenda cum palma marlirii decesserunt, et eciam
quod majori et saniori parti vivencium ( q u i ) pro ipsa veritate sustinenda, sola urgen-
te consciencia, tot tormenta, penas, tribulaciones et angustias, improperia, calamita-
tes et miserias passi fuerunt e t i n carceribus cotidie paciuntur.
Item, dicunt quod extra regnum Francie nullus in toto terrarum orbe reperielur
frater Templi, qui dicat vel qui dixerit isla mendacia, propter quod satis patet q u a -
re dicta sunt in regno Francie, quia qui dixerunt, corupti timore, prece vel precio tes-
tificati fuerunt.
A d defensionem religionis respondent et dicunt simpliciter quod religio Templi in
85
GHONICA DJ DON FIÍUNANDO E L IV.
carilalc e l amorc vere rratcrnitaüs tradicla el fuiidala fuil, el, esl (ad honoreiu Vir'ñnig
gloriossc, malris Domini noslri Jhesu Christi, ad honorem el delensionem Ecclesie
sánele el locius fidei Chrislianc, el ad expugnacionem inimicorum crucis, hoc esl i n f i -
delium, paganorum scu Saracenorum ubique, el preserlim in t é r r a sánela Jerosolimi-
lana, qüafll ipse Dei filius moriendo pro noslra redepcionc sanguiue proprio eonsecra-
vil) religio s á n e l a , munda el inmaculala apudDeum e l palrem, hoc esl ab omni labe
el ab omni soric quorumlibel viciorum, in qua sernper viguil el vigel regularis i n s l i -
lucio el observancia salularis, el talis per sedem aposlolicam approbata, confírmala el
mullís privilegiis d e c ó r a l a .
Quicumque religionem ipsam ingredilur, proraillit lili01" subslancialia, videlicelobe-
dienciam, caslilalem, pauperlalem el se lolis viribus exponere servicio Sánele I e r -
re, hoc esl ad ipsam lerram sanclam Jerosolimilanam adquirendam e l adquisilam, si
Deus dederil graciam adquirendi, conservandam, cuslodiendam el defendendam pro
posse; recipitur ad honeslum osculum pacis, el habitu receplo cum cruce quam per-
petuo defferunt circa peclus, ob reverenciam crucifixi pro nobis, in sue memoriam
passionis, rcgulam el mores anliquos, eis traditos ab ecclesia Romana el sanctis Pa-
tribus, servare docelur.
E l hoc esl omnium fralrum Templi communiter una professio, que per universam
orbem servalur, el s é r v a l a fuil per omnes fratres ejusdcm ordinis, a fundamento r e -
ligionis usque ad diem presentcm. E l quicumque aliud dicil, vel alilercredit, e r r a t l o -
laliter, peccal morlaliter, el omnino discedil á Iramile veritatis.
Unde super articulis dalis contra religionem inhoneslis, orribilibus el orrendis el de-
teslandis, tamquam imposibilibus el turpissimis, dicunt quod arliculi illi sunt menda-
ces, el quod illi qui .suggesserunt illa mendacia lam iniqua el falsa domino noslro
summo Pontifñci el screnissimo domino noslro Regi Francorum, sunt falsi Chrisliani,
vel omnino heretici, detractores el seductores Ecclesie s á n e t e el lotius fidei Christiane,
quia zello cupiditatis el ardore invidie m o t i , tamquam impiisimi scandali seminalores,
quesierunt apostatas seu fratres fugitivos ab ordine T e m p l i , qui propter eorum sce-
lera, tamquam morbide pecudes, abjecti fuerunt a b o v i l i , h o c est a fralrum congre-
gacione, ad invenientes el fabricantes una cum eis illa scellera et orrenda mendacia
que ipsis fralribus el ordini falso fuerunt imposila seducentes eosdem, ita quod ad eo-
rum suggestionem omnes quotquot poterant inveniri, querebant et adducebant m o -
ncbant el informabant super ipsis mendaciis referendis domino Regi et ejus concilio,
ita quod, quanlumcumque de diversis mundi partibus adducerentur, ita subornabantur
el ducebantur super istis criminibus quod omnes conveniebanl in idem. Propter quod
predieli domini Regis et sui consilii ánimos inducebant ad credendum predicta. Nam
credebant quod ex vicio religionis el fralrum procederent ca que dicebant, que ex ma-
licia suggerenlium et subornaucium procedebant.
Ex quibus ómnibus tanta poslmodum periculla processerunt, ut de capcione, spolia-
cione, tormenlis, occisionibus et coactionibus prediclorum fralrum, qui perpenas m o r -
lis coaeli, prout á salellilibus edocti c o n ñ l e b a n t u r contra conscienciam, el cogebantur
isla facinora confiten quia prediclura domiuus Rex, ita deceptus á seducloribus ¡ItíSí
dominum Papam super predictis ómnibus informavil, et sic dominus Papa et dominus
Rex per falsas sugestiones decepti fuerunt.
Item, dicuniquod via vobis t r a d i l a , videlicel ex officio, de j u r e p r o c e d e r é non po-
ILUSTRACIONES. 67:;
l c s l i , cuín super arüculis illis ante capcionem ipsorum difíamali non esscnt, nec c o n -
tra ordincm í'ama publica laboraret, et hoc certum sit nos et ipsos in loco tuto non
csse , cum sint continué et fuerint in potestate sugg-erencium falsitatem domino Regi,
quia cotidie, per se vel per alios, monent et suadent, per verba, nuncios et litleras,
ne a falsis deposicionibus, extortis metus causa, recedant, quia si recesserint, pro ut
dicunt, comburentur omnino.
Item, dicunt quod fratres ejusdem ordinis qui ea dixerint vel confessi fuerunt, prop-
ter tormenta vel timore tormentorum dixerunt et quod libenter redirent, si auderent;
sed tot et tantis terroribus sunt percussi et p e r t e r i t i , quod non audent, propter minas
cis iilatas cotidie. Unde supplicant quod in examinacione ipsorum talis et tanta s e c u -
ritas eis detur, quod absque terrore possint ad veritatem r e d i r é .
Hec omnia protestantur et dicunt, sal vis semper ómnibus defensionibus datis et
claudis per quoscumque fratres Templi singiiiaritor, specialier vel g-eneralitter, nunc et
in futurum, ad defensionem et favorem religioríis predicte, et si qua data fuerunt p r o -
lata , vel lata vel d i c t a , que possent in dampnum vel prejudicium dicti ordinis r e -
dundare, sunt omnino cassa et irrita et nullius valoris.
Collection de D o c u m e n í s inédits s u rl'histoire de F r a n c e . — P r o c é s des T e m -
pliers: publió par Mr. MicheleL
xxxu.
CHRONICON DNI. JOANNIS EMMANÜELIS.
Años
de Cristo
añadidos.
Eadem Era natus est Dns. Joannes, filius Infantis Dni. Emmanuelis
in Escalona in mense Madij.
1283 Era M . C C C . X X I obiit Infans Dns. Emmanuel in Penna-fideli, in
mense Decembris.
1284 Era M . C C C . X X I I obiit Rex Alfonsus in Hispali, in mense Aprilis. Obilus
Alf. X.
1285 Era M . C C C . X X I I I natus est Rex Dns. Fernandus, filius Rcgis Nalalis
Dni. Sancij, in Hispali, in menso Decembris. Fern.IV.
1
CHÓNICA DK ÜON FKUNANDO E L I V .
676
XXXIÍÍ.
para ello, y de la renta deste heredamiento que pong'a en la capilla do yace enterrado
el Rey D . Sancho mi señor tres capellanes perpetuos, que canten misas para siempre
jamas por el alma del Rey D. Sancho, y que aya cada uno destos tres capellanes 500
m a r a v e d í s cada a ñ o . Otro sí porque Doña Blanca mi hermana. S e ñ o r a que fue de Moli-
na, en la pleytesia que fizo cuando dejó a Molina al Rey D. Sancho, fue puesto que la
diese el Rey trescientas vezes mil m a r a v e d í s , y destas le dió el Rey Don Sancho a ella
en su vida, y Uevóselas García Gil de Padilla, que era su mayordomo della los 50.000
m a r a v e d í s , y d e s p u é s que ella finó p a g u é yo todo lo al en deudas que ella devia, sal-
vo ende 100.000 m a r a v e d í s que fincan por pagar, que están en el mió quaderno de
las deudas. Por ende mando que estos 100.000 m a r a v e d í s que fincan por pagar deste
testamento de Doña Blanca mi hermana, que se den en esta guisa: mando que den a
los sus criados, e a las sus criadas que fallaren que son vivos e do entendieren, que se-
r á n mejor empleados, y que los mas menester ovieren 10.000 m a r a v e d í s . Otro si que-
den para la labor de la Iglesia del monasterio de las Dueñas de Cistel que yo fago en
Valladolid cerca d é l o s Palacios de la Madalena 55.000 m a r a v e d í s por su alma. Otro
sí para la labor del monasterio de las F r e i r á s menores de Toro 2.000 m a r a v e d í s . E a
las monjas del monasterio e cubrir la casa que está comenzada de San Quiros de V a -
ladolid 3.000 m a r a v e d í s . E para vestir pobres por el alma de Doña Blanca 2.000 ma-
r a v e d í s . E lo al que finca destas 100.000 m a r a v e d í s mando que lo den por su alma de
Doña Blanca. Otro sí mando que estos dineros de este heredamiento de las capella-
nías del Rey D . Sancho, y estos otros dineros de las deudas de D o ñ a Blanca, pues
son deudas, que se paguen con los otros m a r a v e d í s . Otro sí pagado esto mando que
paguen luego lo que restaren dos, y diez mil misas que yo mando cantar por mi alma,
que sean dichas de el dia que yo finare fasta un año cumplido, e antes si fallar pudie-
ra, e que digan destas las 5.000 en el monasterio do y o me mando enterrar, e las otras
5.000 misas, que las digan en los monasterios, e en las Iglesias de Valladolid, e que
caten los míos testamentarios fraíres, y clérigos de buena vida que las digan. Otro sí
mando, que compren en Valladolid, o cerca de Valladolid, heredades fasta en cuantía
de 40.000 m a r a v e d í s para cinco capellanes perpetuos, que canten por mi alma para
siempre jamas en que aya ende cada uno cada año 500 m a r a v e d í s . Otro sí para 500
m a r a v e d í s que sean para cera, para alumbrar los Altares de la capilla, e para aceite
para las lamparas. E pagadas las deudas e las otras cosas s e g ú n dicho es, mando á
las mis d u e ñ a s e a las mis doncellas, e las mis cobigeras, e a las otras mis criadas, e
míos criados 300.000 m a r a v e d í s , e que se les den, s e g ú n que y o lo ordenare por mi
cscripto. Otro sí mando, que el monasterio de los Frailes predicadores de Toro, co-
mencé y o e es m i voluntad de lo acabar a servicio de Dios e a honra de la orden do
Santo Domingo, e por que el infante D . Enrique mió fijo y yace enterrado, e porque
yo d e s p u é s que le c o m e n c é siempre les di la renta del portazgo de Toro, bien e cum-
plidamente, mando, que fasta que sea acabada la Iglesia e la claustra mayor del mió
monasterio sobre dicho que ayan los Frailes dende las rentas de el portasgo de Toro
bien, e cumplidamente e que no las metan en al, sino en la labor de la Iglesia e de la
claustra, e desque fuere acabada, que finquen las rentas del [jortazgo al Rey D. A l -
fonso mió nieto o a los que reynaren d e s p u é s del en Castilla e en L e ó n . E por esto
que fagan los frayres todos para siempre jamas cada a ñ o un aniversario por mi alma,
e e m e d u r a n la Vigilia ante noche, c otro dia la Misa cantada en el altar m a y o r , e to-
1 55 80
0S2 cnÓNíCA DÉ; DON n;ii!NANí)o EL IV.
dos los frayles del convonLo r|iio fuorcii do Misn, qno áljg&lí esc día Misas por mí a l -
ma. 1 mando que ayan por ende para pilanca de ese día 200 m a r a v e d í s , c mas cada
año para su vestir 600 m a r a v e d í s , y eslos 600 m a r a v e d í s del vestir y los dúéieh.
tos m a r a v e d í s de la pítaaca, del aniversario que son 800 m a r a v e d í s , mando que
los ayan cada a ñ o para siempre jamas en las rentas del pecho de los judíos do
Toro, c doyselos que los ayan cada a ñ o para siempre jamas, según que el Rey
D. Fernando mío fijo que Dios perdone me los otorgó que los obiese, y según
dize en su carta que me ende dio sellada con su sello de plomo, en el que escribió
su nombre con su mano. Otro sí mando que porque el Monesterio de los Frayles Pre-
dicadores de Valladotid c o m e n c é y o , es m i voluntad de lo acabar a servicio de Dios
o honra de la Orden do Santo Domingo. E porque el Infante D. Alonso mío fijo y yace
enterrado, c porque desde que este c o m e n c é siempre le di para la labor la renta que yo
he en el portazgo de Valladolíd bien c cumplidamente, mando, que hasta que sea aca-
bada la Iglesia y Claustra del Monasterio sobredicho, que ayan los Frayles dende la
renta que yo he en el portazgo de V a l l a d o l í d , bien o complidamente, e que non la
metan ende al sino en la labor de la Iglesia y de la Claustra sobredicha, e desque
fuere acavada, que finque la renta que yo c en el dicho portazgo al Rey D . Alonso,
mío nieto, o al que reynare despnes dél en Castilla e en León, E porque para la labor
de la Iglesia e Iglesias, e de las Claustras sobredichas, doy los portazgos de Toro e
de Yalladolid, s e g ú n sobre dicho es, con otorgamiento del Rey D. Fernando, mío fijo,
e que me dió ende su carta sellada con su sello de plomo en que él fizo su nombre
con su mano, mando que los ayan ansi como dicho es fasta que las Iglesias e las
Claustras sobredichas sean acavadas, e desque estas lavores fueren acavadas que
los dichos portazgos finquen al Rey D, Alfonso, mío nieto, ó al que reinase des-
p u e s ' d é l en Castilla e en León. Otro sí mando, que la Villa e Castillo de Castro-
nuevo que me dió el Rey D. Fernando, mío fijo, que Dios perdone, empeñé
por 85.000 m a r a v e d í s que le ayude a dar a D . Juan Fernandez, fijo del Dean, c
porque yo esle lugar e m p e ñ é á Garcí Laso- por 40.000 m a r a v e d í s que mando pa-
guen de los d e m á s bienes eslos 40.000 m a r a v e d í s a Garcí Laso. E mando a el que
entregue el Castillo e la Villa de Caslronuevo a los mis mansesores, e que l o -
men la Villa e el Castillo ele Caslronuevo, e que los empeñen por los 75 000 m a -
r a v e d í s en tal manera, que dando el Rey estos 75.000 m a r a v e d í s que finque la V i -
lla e Castillo de Caslronuevo libre, e quito para el Rey, e mando que estos 75.000 ma-
rá vedis, e mas 9.000 que tomé de los bienes de D. Juan Fernandez, que los den desta
guisa: que paguen todas las deudas que fallaren que el devia, a si en tierra de M a -
yorga c de San Fagundo e de Salamanca, como en cualesquier otros lugares, e pa-
gados estos, sí alguna cosa fallare mando que lo den en Monasterios e en otros luga-
res de obra do piedad por el alma de aquellos a quien fincó algunas mal feilas en G a -
licia, e en oíros lugares que no sabemos. E otro si mando, que todas aquellas V i -
llas, lugares e heredades que yo di al mío Monasterio que yo fago en Valladolid que
valan, s e g ú n que se contiene en el prcvillegío que les yo d i . E mando a Gutierre Gon-
zales Quijada que tiene el mió Alcázar de Villagarcia por mi que lo entregue al A b a -
desa c al Convenio del Monasterio de Santa María la Real de Valladolid, ca en tal
manera so lo di y o , e me fizo el omenage que lo entregase el a quien yo mandase por
mío testamento según que se contiene en la carta que fue fecha entre mi e entre los
tLUSTftAGIONES. „S;Í
• por la mia, e por la vida e salud del Rey D. Alonso, mió nieto, e que fagan cada
año sendos aniversarios por las almas del Rey D . Sancho e del Rey D . Fernan-
do en el dia que finaron. Eso mismo por mi d e s p u é s que finare, ansi mismo por
el Rey D . Alfonso, mió nieto, desque finare. Otro si dono e mando, que una m u -
ger que viniere del linage del Rey D . Sancho e de mi de la linea derecha, que sea
monja e Señora del Monasterio, porque guarde, e ampare el Monasterio, e todo lo
suyo, e ella que aya por su ración tanto como suelen aver las Infantas, de las Cuelgas
.de Burgos. E todas las otras rentas, e todos los derechos que este Monasterio a e
* obiese de aqui adelante en cualquier manera que los aya la Abadesa e aquella que
ponga, c mande poner recaudo cu todo, c faga que den a las monjas de vestir, e de
comer, c do iodo lo (pie fuere menester, ansi a los Capellanes como a los otros ser v i -
68i CUONICA DE DON FKDNANDO E L IV.
dores del Monaslerio, c que la monja quo y fuero por S e ñ o r a , que sea en lodo, e sepa
como se l'aze, porque se faga bicu, c con recaudo como debe. E porque el Rey D . Fer-
nando, mió fijo, que Dios perdone, me d i ó , e otorgó por su carta que obiesc después
de mis dias de las rentas de las dichas mis Villas, que yo e setecientas veces mil ma-
ravedís para quietar mi alma según dicho es: e otro s í , los 100.000 m a r a v e d í s , que son
a dar por la alma de Doña Blanca, que son por todos 800.000 m a r a v e d í s , mando que des
pues de los míos días, quo los mios testamentarios tomen c recauden todas las r e n t a ¡
de los mios logares que yo agora e, e todos sus términos, e de Mol ina con todo su
Condado, asi mis rentas, c portazgos, e pan, e j u d e r í a c morerías: otro sí diezmos que
a d a r o b i e r e n fasta que sean entregados de las 800,000 m a r a v e d í s sobre dichas, e
mando a los mios Alcaydes que tuvieren por mi el mío Alcázar de Molina, e la
torre de A r a g ó n , e los mios Castillos de Mesa y de Zafra, c de Carranedo, e
de Arroyales, e do Algar, e el mío A l c á z a r de Villa Real, e el Alcázar de Ecija,
(pie d e s p u é s de mis dias que los den, e los entreguen luego a Juan Sánchez de
Velasco, m i Mayordomo, e mando al dicho Juan Sánchez, e a los míos Alcaydes
(fue tienen por mi el Alcázar de Toro, e el Castillo de A s l u d i l l o , e el Castillo de
Orduño, que tengan estas dichas fortalezas y Castillos fasta que sean entregados los
mios testamentarios de las 700.000 m a r a v e d í s de las rentas de las mis villas e lugares,
según que el Rey me fizo merced. Otro si de los Í 0 0 . 0 0 0 m a r a v e d í s para dar por el al-
ma de doña Blanca a que eramos tenidos el Rey D. Sancho, e yo para que cumplan e d é n
todo lo que yo dejo ordenado en este mi testamento. E si ellos no lo ansí ficieren, ruego
a los mios testamentarios mayores que se lo fagan c u m p l i r , s e g ú n dicho es, e desque
fueren pagadas estas 800.000 m a r a v e d í s , mando que estos castillos, e fortalezas que
los entreguen al Rey mió nieto desque él fuere de hedad. Otro sí mando á Domingo
Alfonso mío alcayde del castillo de Cavezon que lo entregue al concejo de Valladolid,
e ruego al infante D. Felipe mío fijo por la m i bendición, e por el deudo que ha conmigo
e por el amor que y o le e, que Dios le de cumplidamente la su bendición, e la mia que
quiera el que aya yo para otro las 800.000 m a r a v e d í s sobre dichas a sí como sobre-
dicho es, porque se cumpla este mío testamento en todo, ansí como yo lo dejo o r d e -
nado e que el faga todo su poder para que lo faga ansí cumplir, e si lo non ficíere que
se lo mande Dios al cuerpo, e al alma. Otro sí, ordeno e mando, que las villas e cas-
tillos e a l c á z a r e s de Guada-Fayara, e de Fita, e de A y l l o n , e de Fuente-Dueña que
yo tengo en Fíaldad por la infanta doña Isabel mi fija, que fasta que ella sea pagada
de aquella quantía que el Rey D . Fernando mío lijo la m a n d ó para su casamiento se-
g ú n se contiene en las cartas de posturas que fueron en esta r a z ó n , ordeno, e man-
do que estas villas e a l c á z a r e s de los castillos, que d e s p u é s de mi finamiento, que
los entreguen á la infanta doña Isabel, mi fija, e que los alcázares destos casti-
llos, e fortalezas que los ayan de entregar á la infanta dándolos ella a naturales del
Rey mió nieto que los tengan por ella, fasta que ella sea pagada de aquella cantidad
q u e a d e a v e r , e que fagan omenage, que después que ella fuere entregada desta
quantía, que entreguen las villas, e las fortalezas al Rey D. Alonso mío nieto, o Bl
que roynare d e s p u é s dél en Castilla e L e ó n . E para cumplir este mío testamento, e
todas estas cosas, s e g ú n que yo lo ordeno cu este mi testamento fago mios testamen-
tarios mayores al ¡ufante D. Felipe mió fijo, c a doña María mi sobrina, mujer que
ILUSTRACIONES. 685
fue del infanto D . Juan. E ruegoles por el deudo que an conmig-o, e por el amor que
les e, quellos quieran que aya yo para esto las 800.000 m a r a v e d í s según que el
Rey Di Fernando mío fijo me las dio, e ü . Juan e D. Pedro, me las otorgaron, según
se contiene en las sus cartas, que me dieron en esta razón porque se cumpla este
mió testamento, s e g ú n en él se contiene, e y o dejo ordenado. E para cumplir con
ellos lodo esto según sobredicho es, fago otros mios testamentarios, con ellos á Juan
Sánchez de Velasco mió mayordomo mayor, e a Ñuño Pérez Abad de Santander mió
Chanciller, que estos ambos con qualquier dellos, que lo mejor y mas ayna puedan
facer, c cumplir, e que lo cumplan e que lo fagan. Otro si como quier que el abad
de Santander, mió-Chanciller no r e c a u d ó ninguna cosa por m i de las mis rentas, ni
otra cosa ninguna por m i , doyle por l i b r e , e quito para agora, e para siempre jamas
de todas las cosas que por m i ubo de a ver, e de librar o de recaudar en cualquier
manera, e ruego al Rey mió nieto, e al infante D. Felipe mió fijo e a Doña Maria mi
sobrina: e mando a los mios testamentarios, que ellos, ni otro ninguno por ellos non
fagan demanda ninguna por esta r a z ó n . Otro s i m a n d o que los lugares que yo tengo
de las ordenes para en m i vida, que d e s p u é s de mis dias que aquellos que los tie-
nen de m i , que los entreguen cada uno dellos á cada una de las ordenes cuyos son,
y que no se les nieguen en ninguna manera. Otro s í , por quanto a Estovan Martínez,
c Juan Martínez Escribanos, e Francisco Pérez m i ó criado e a García Ortiz mío des-
pensero, e Juan R o d r í g u e z mió portero e al Ravi D . Mousi, otro sí mío despensero,
e Alfonso P é r e z escrivano del Rey, e despensero de las Guelgas de Valladolid, e a
Tello González mío criado, e R u y López, e Fernando González mios porteros e a P e -
dro Díaz mío posadero, e a todos los otros que alguna cosa coquieron e recaudaron
por m i en cualquier manera, mando que no les demanden ninguna cosa. Por ende
otros sí mando, que non demanden ninguna cosa otra a Sancha García m i camarera
de los bienes que ella de mi tiene mas de cuanto se contiene en lo- que Juan M a r -
tínez mío escribano tiene escrito. E apodero estos mios testamentarios, según dicho
es en todos los bienes muebles que yo he en todas las rentas, e pechos, e derechos,
e en todas las otras cosas que he, e aver debo para m i este m í o testamento pagar,
E mando a qualesquier que lo tubieren, o lo ovieren de dar que los recudan con to-
do, porque ellos puedan pagar, e cumplir todo lo que yo ordeno, e mando en este
mío testamento, e todas las cosas que en él se contienen, e este otorgo, e doy por
firme, e por valedero, e si otro testamento, o codecillo pareciere quesea fecho antes
deste mando que non vala, que este otorgo, porque es mi postrera voluntad, e por-
que sea firme, e non venga en duda, mando sellar esta carta de este mío testamen-
to con uno de cera colgado. E mando á Pedro S á n c h e z escribano publico de V a l l a -
dolid, que le escriba e que le sine con su signo. De esto son testimonios que esta-
ban presentes D. Juan Sánchez de Velasco, D. Ñuño Pérez Abad de Santander, e
chanciller de la s e ñ o r a Reina e F e r n á n S á n c h e z de Valladolid, alcalde del Rey e
Estovan Martínez, e Juan Martínez, e Domingo Pérez, todos tres escribanos de la se-
ñora sobredicha Reina, e Pedro Fernandez canónigo de Ubiedo, e García Ortiz, e F r a n -
cisco Pérez criados de la misma s e ñ o r a , e Fernando Fernandez de Piña vecinos de
Valladolid..Esto fué otorgado en Valladolid en el Monasterio de S. Francisco desta mis-
ma Villa, lunes 29 dias de junio era de 1359. Yo Pedro Sánchez el dicho escribano
fuy presente con los lestimonios sobredichos ante la señ o r a sobredicha, en el sobre-
(i80 cnÓRICil DE 1)01N KKUINANDO E L I V .
XXXIV.
Rey á d o r m i r : y u n poco d e s p u é s d e l m e d i o d í a ,h a l l á r o n l o m u e r t o e n l a
c a m a , e n g u i s a q u e n u n c a l o v i e r o n m o r i r . Y este j u e v e s se c u m p l i e r o n l o s
30 d i a s d e l e m p l a z a m i e n t o de l o s c a v a l l e r o s q u e m a n d ó m a l a r e n M a r i o s . »
Lo mismo dice Juan Nuñez de Villasan en la Crónica de Alonso el X I , en el cap. 111,
no en el V I H , como equivocadamente sienta Salazar, Mosen Dicg-o de V a l e r a , en su
Crónica abreviada, dice: « M u r i ó e s t e R e y D . F e r n a n d o e n J a é n e n e l a ñ o d e l
S e ñ o r d e 1310, e m p l a z a d o p o r d o s E s c u d e r o s l l a m a d o s C a r a v a j a l e s , q u e á
tuerto m a n d ó matar. Y f a l l e c i ó a l p o s t r e r o d i a d e l p l a z o , q u e f u é á 30
d i a s . » Garibay en el cap. 34 del lib. 13: « O t r o d í a j u e v e s d e s p u é s d e c o m e r , q u e
era e l ú l t i m o d e l p l a z o d e l o s t r e i n t a d i a s , e l R e y D . F e r n a n d o , se h e d i ó
á dormir, y u n rato después de medio d i a yendo á recordarle hallá-
r o n l e m u e r t o , c o s a q u e t u b i e r o n á j u i c i o g r a n d e d e D i o s . » Gerónimo Zurita
en el l i b . 5.°, cap. 102: ( . ( A t r i b u y ó s e p o r e l v u l g o e s t a m u e r t e á g r a n m i s t e r i o
y juicio de nuestro Señor, porque aviendo mandado m a t a r e n Marios dos
c a v a l l e r o s h e r m a n o s , q u e se l l a m a v a n P e d r o y A l o n s o d e C a r v a j a l , p o r s s o -
pecha q u e avian muerto á u n cavallero, saliendo de Palacio q u e se l l a -
maba Juan Alonso de Benavides, siendo libres de l a culpa porque los con-
denavan, emplazaron a l R e y ,para q u e compareciese ante el juicio divino
á d a r cuenta d e aquella injusticia dentro d e treinta dias, y acaso sucedió
de m a n e r a q u e e l d i a q u e se a c a b a b a e l p l a z o h a l l a r o n a l R e y m u e r t o . »
A r g o l e , en el l i b . 2.°, cap. 36 de la Nobleza de A n d a l u c í a : « E l R e y D . F e r n a n d o
manda matar enMarios á Juan y Pedro de Carvajal, hermanos, y el mis-
m o R e y m u e r e e n J a é n e m p l a z a d o p o r e l l o s . » Gerónimo Gudiel, en el Compen-
dio de los Girones, cap. 17, fól. 59: « E l R e y D . F e r n a n d o m u r i ó e m p l a z a d o p o r
l o s C a r v a j a l e s e n J a é n . E r a 1350, s e g ú n l a c o m p u t a c i ó n d e E s l e v a n d e G a -
r i b a y . » Duarle Nuñez de León f en la Crónica del Rey D . Dionis: « A o d e r r a d e i r o
dia do prazo i h e f o iasinalado, morreó súbitamente e m Jaem , onde avia
d a d o á sentenza. Parece q u e quis D é o s m o s t r a r neste cazo s e u d i v i n o j u i -
zo, p a r a q u e os P r i n c i p e s d e q u e n a o h a apellazao, senao p a r a ó m e s m o
D é o s , se g u a r d a r e n d e f a z e r a g r a v o s á seus s u b d i t o s , e l os n a of a z a o i n -
j u s l a m e n l é padecer, pois t e moutro Senhor mais soberano ante q u e m n e n -
h u m a c o u s a se e n c o b r e e l á q u o h a o d e d a r c o u t a e t r e s i d e n c i a d o m a lq u e
f i s e r e m . » Salazar de Mendoza, en su Libro de las dignidades, l i b . 3, cap. 3, dice:
«Es llamado el R e yemplazado p o r averio sido de dos caballeros q u e m a n -
dó hechar de l a p e ñ a de Marios. M a s sintiéndose s i n culpa, e n el articulo
d e l a m u e r t e e m p l a z a r o n a l R e y p a r a a n t e e l j u i c i o d i v i n o d e 30 d i a s . M u -
r i ó e n J a é n e l u l t i m o d e l p l a z o , q u e f u é j u e v e s siete d i a s del m e s d e S e p -
t i e m b r e d e l a ñ o d e 1312.» El P. Mariana, en el cap. 11 del l i b . 8, dice: « E n t e n -
dióse q u e s u poco o r d e n e n el c o m e r y beber le a c a r r e a r o n l a m u e r t e : otros
decían q u e e r a castigo d e D i o s : p o r q u e desde e ld i a q u e f u é citado hasta
l a h o r a d e s u m u e r t e { c o s a m a r a v i l l o s a y e s l r a ñ a ) se c o n t a b a n p r e c i s a m e n t e
30 d i a s . P o r e s t o e n t r e l o s R e y e s d e C a s t i l l a f u é l l a m a d o D . F e r n a n d o e l
emplazado. Acrecentase l a f a m a y opinión susodicha, concebida enlos á n i -
m o s d e lvulgo p o r t a m u e r t e de d o s grandes P r i n c i p e s , q u e p o r semejante
r a z ó n fallecieron e n los dos a ñ o s p r ó x i m o s siguientes. Estos fueron Filipo,
{m CRONICA I)K DON FERNANDO E L IV.
inucrlc Cuó casligo de Dios, como dicen oíros? Miiriaiiíi, tan severo y (au cauto, uo
quiso omitir su opinión, y c x l r a ñ a m o s cómo los enemigos de D. Fornando cilan eslo
pasaje de la historia de tan eminente escritor, que nada prueba en favor do su opinión.
En dos palabras. Colmenares asienta el hecho como verdadero, y acusa ai Rey de i n -
justo, tirano y vengativo en la muerte do los Carvajales. Bradaon refiere el hecho ya
copiado por todos los historiadores, pero uo tiene íó ninguna eu el emplazamiento,
porque á renglón- seguido exclama: E n l a c r e e n c i a d e s e m e j a n t e s e m p l a z a m i e n t o s n o
sé quepueda aver firmeza n i q u equiera Dios ligar s u poder a l d e s e m p e ñ o de depre-
c a c i o n e s t a n n o c i v a s . Zúñiga se abstiene de decir qne la muerte de los Carvajales fuc>
se injusta. Pombino hace referencia á los otros dos emplazamientos ocurridos en aque-
lla é p o c a . En el mismo sentido habla el maestro S á n c h e z , añadiendo que la opinión
del emplazamiento del Roy se acreditó con el rumor de los otros dos que ocurrieron
en aquel tiempo. Lambertino injuria y calumnia gravemente al Rey, llamándole cruel
por duro en el castigar y por causa leve. Menester es no haber leido la historia do es-
te príncipe para achacarle delitos tan contrarios á la índole de su c a r á c t e r y á los
testimonios de suma debilidad, que fueron causa de las desdichas de los reinos. E r a t
i n c r e d e n d o l e v i s , e l e x p a r v a c a u s a i n p u n i e n d o c e l e r . ¿Quién como D . Fernando lle-
vó la magnanimidad hasta el grado de perdonar una y cien veces las traiciones de su
tutor el infante D. Enrique, las maldades de su tio el infante D. Juan, las veleidades
de los Laras y de los Haros y de tantos otros como en los tiempos de su menor edad
le impedían la entrada en sus ciudades, la embestida do sus fortalezas, haciéndole
levantar sus asedios con pretextos livianos y con deshonra de sus armas y pérdida de
su causa? ¿Cuál otro, en medio de una guerra civil asoladora, y eu presencia de dos
pretendientes á su real corona, fué mas parco en el castigo, mas tímido en la venganza,
mas ultrajado en la desdicha? ¿Y qué crédito debemos ni podemos dar al historiador
que de tal manera ultraja la memoria de un Rey, sin tener en cuenta el juicio entera-
mente contrario que de él ha formado la historia?
El maestro P a t ó n , sucintamente cuenta la muerte del Rey d e s p u é s de haber c o m í -
do, circunstancia que parece explicar la causa de su muerte, y exclama: ¡ A r g u m e n -
t o m a r a v i l l o s o d e l o s s e c r e t o s j u i c i o s d e D i o s l Bleda se refiere á la fama y c o m ú n
opinión. Martin Carrillo habla de enfermedad que el Rey había tenido, y que m u r i ó
d e s p u é s de comer, maravillándose de la coincidencia. Pedro Optimero no habla do la
peña de Martes, sino de una torre, d é l a cual fueron arrojados dos (dúos). Por ú l -
timo, Diego Rodríguez de Almcla cuenta el caso menudamente, pero dando por
supuesto que el Rey había comido carne y bebido vino antes de acostarse, y aña-
diendo las consideraciones debidas y atinadas á la conducta de los jueces que miran
con poca atención las causas capitales. De todas las opiniones emitidas por los a u -
tores citados, sacamos en claro: que si bien en el hecho del emplazamiento y en
la coincidencia de la muerte todos están conformes, pocos lo egtan en la apreciación
moral de tan grave acontecimiento. Unos aseguran que la justicia de Dios se vió
clara, palpable y trasparente. Otros afirman «que se decía» «que el rumor público lo
acreditaba.» Quién que este rumor se a u m e n t ó con otros emplazamientos que hubo
aquel a ñ o . Hay quien habla mal de estos decires, porque la justicia de Dios nodo-
pende de los hombres; unos notan que el Rey anduvo enfermo días antes; otros que
comió carne y bebió vino antes de acostarse; circunstancia que debe tenerse en cuen-
ILUSTUACIOiNKS. 69J
buscado, nada ha podido descubrirse; los siglos han callado, y ni un ligero rumor en
los tiempos mismos del triste acaecimiento ni en los posteriores ha venido á probar
l i inocencia de los acusados, cuyos parientes y amigos se vieron en la triste necesi-
dad de acudir á inverosímiles prodigios, á milagrosas intervenciones, propias para e n -
tretener ocios mas que para convencer doctos, para disminuir cuando menos la man-
cha que caia sobre sus ilustres apellidos.
Pero hay otras muchas razones que deben convencer á ios mas incrédulos, de la l i -
gereza cuando menos con que en asunto tan grave se ha procedido por todos los his-
toriadores. Nuestros escritores han dicho con notable equivocación que los reos d é l a
muerte de Juan Alfonso Benavides fueron presentados al rey en Martes, ó por la
justicia ó por los parientes de la víctima, para que les impusieran los tribunales el cas-
tigo que m e r e c í a n . Los hermanos Carvajales fueron citados á riepto á Martos para
ante el r e y , y bueno s e r á recordar lo que sobre este punto prescribían las leyes, las
costumbres y los fueros. Con solo recordar el Fuero Viejo de Castilla vemos en él la
amistad que desde tiempos m u y remotos tenían los hijosdalgo de Castilla con el asen-
timiento de los reyes, amistad ratificada solemnemente en las célebres córtes de Náje-
ra, donde se dieron palabra unos a otros de guardarse recíproco amor, no hacerse da-
ño ni guerra sin desafiarse previamente con anticipación de nueve días y con ciertas
ceremonias, A l acto del desafio llamaron tornar amistad, esto es, despedirse de la
amistad de antemano convenida. En el mismo sentido prevenían las leyes de los ade-
lantados mayores, según hemos visto en un antiguo códice del Fuero Real que se ha-
lla en la biblioteca del Escorial, que tan luego como hicieren en manos del r e y el j u -
ramento que las leyes p r e v e n í a n desafiasen inmediatamente á todos los hijosdalgo del
reino «por non estar en la amistad que es puesta entre los fijosdalgo por razón de
fidalguia é por guardar la costumbre antigua de E s p a ñ a . » L o cual q u e r í a decir que
los adelantados mayores debían apartarse de la amistad pactada entre los de su cla-
se para administrar justicia con imparcialidad y rectitud.
Pasados los nueve días del requerimiento , el ofendido hacia comparecer á su ene-
migo delante del rey, y exponiendo á su presencia la ofensa que le había irrogado, ó
á su pariente dentro del cuarto grado, le llamaba alevoso, asegurando delante de
toda la corle que se lo haría confesar asi, ó le mataría, ó pondría fuera del campo.
E l reptado negaba la proposición de su contrario, y sí aceptaba el desafio á que era
provocado, entraban ambos en la liza en la forma dispuesta por el ceremonial de aquel
entonces. Sí el reptado ó el replador salía de los cotos ó cerramiento fijados para la
pelea, se declaraba vencido, y el que en el campo m o r í a quedaba moralmente vencido
y sin razón en la querella. Si el reptado perdía el duelo por quebrantamiento del
campo tenia la pena del e x t r a ñ a m i e n t o , á no ser que el delito que se le atribuía mere-
ciese la pena de muerte, que se le aplicaba inmediatamente si el rey no le perdonaba
en fuerza de su autoridad suprema. Pero si el reptado no aceptaba el desafio queda-
ban en su fuerza y vigor las actuaciones del procedimiento judicial. Y si aquel no
había tenido lugar por no exigirlo l a ofensa, se hacían justificaciones judiciales, se-
gún que la naturaleza del caso lo demandaba.
Sin embargo, este último medio rara vez se adoptaba, porque como dice el Rey
Sabio en su ley 1.a, tít. 4.° de la Partida 7.a, «tubicron los fijosdalgo de España que
mejor les era defender su derecho e su lealtad por armas, que meterla a peligro de
ILUSTRACIONES. 693
Quizás algún escritor, llevado de sentimientos mas humanos que los que profesaba
aquella é p o c a , atribuya á crueldad del r e y la falta del p e r d ó n en el momento en que
los reos iban á sufrir el último suplicio; pero también para esto tenemos explicación
satisfactoria. Para remediar los muchos males que ocasionaban las frecuentes desgra-
cias de la córte con motivo de los celos de los cortesanos y de las venganzas que los
unos y los otros tomaban á mano armada, las c ó r t e s trataron de poner mano en esto,
y en las que se tuvieron en Burgos el a ñ o de 1308, otorgó el rey á la petición X V I I
lo siguiente: «Otrossí: tengo por bien e mando que ninguno non mate nin fiera en la
villa ni en logar do yo estobiere, ni a cinco leguas en derrededor, n i a desafiado, ni a
enemigo, ni por otra razón ninguna que ninguno diga que ha derecho de lo fazer,
sinon qualquier que lo ficiere que lo maten por ello.» Y en las celebradas en V a l l a d o -
lid por marzo y abril del a ñ o de 1312, esto es, algunos meses antes de la muerte del
rey en la petición X V I : «Otrosí: tengo por bien e mando que ninguno non sea osado
de matar, nin ferir, nin deshonrar a otro en la mi corte, nin a cinco leguas onde yo
fuer, por homecillo, nin por otra enemistad ninguna que haya con é l , nin por otra ra-
zón ninguna, e qualquier que lo ficiere, que ¡nuera por ende e pierda lo que ovier.
E otorgo de no perdonar l a mijusticia en ninguna manera a ninguno que en tal cul-
pa c a y e r . v Ya está explicado cómo y por q u é la clemencia del rey no tuvo lugar en
mi CIIONICA D E DON F E l . N A N D O E L I V .
La noticia de un hecho tan capital, como es el emplazamiento del Rey para ante la
justicia divina, por haber conculcado los fueros de la justicia humana, ha seguido el
curso de todas las fábulas é invenciones con que la mala fé y el i n t e r é s individual han
torcido la verdad histórica , con perjuicio del nombre de muy esclarecidos varones y
menoscabo de santísimas instituciones. En los tiempos del acontecimiento nada dicen
los escritores; la opinión pública calla; hasta la voz del maldiciente vulgo permanece
muda : cincuenta a ñ o s d e s p u é s un escritor, eco de los rumores maliciosos que-se le-
vantan , los d á como fábula y se mofa de la impla credulidad: cien años d e s p u é s , to-
davía otro escritor manifiesta la duda de la opinión pública ilustrada; mas tarde otro
la afirma, y á este lo copian todos: la noticia se difunde; la malicia del vulgo la r e -
pile ; los teólogos ayudan á propalarla; las generaciones la creen; la memoria de un
Rey queda infamada, y de boca en boca, de libro en libro se repite hasta la genera-
ción presente que D . Fernando I V , al cual solo achaca la historia un c a r á c t e r débil y
clemente, un corazón en extremo bondadoso que no supo castigar á sus enemigos que
tanto lo m e r e c í a n , fué emplazado ante Dios por haber injustamente condenado á muerte
á dos caballeros de su mesnada. Si con tanta severidad juzga la historia, aun supo-
69(. CRÓNICA D E DON F E R N A N D O E L IV.
Páginas.
X 15 En contra el. . . En contra del ' íd. !!3 inleicsados;.. interesados , para
XI 17 •y á mano armada. á mano armada. creerlas;
6 la era le era 620 39 constituido. . . , constituidos
XXXVI
15 las bulas á las bulas 648 26 debeban debebant
XLII
XLIX última.buenos el, temor.. buenos, el temor Id. 28 roquisitur. . . . requisitns
17 1810 1310 Id. 31 mmo immo
LXX
sacudiendo, tute- 640 38> mortus morlui
LXXVII 1
las sacudiendo tutelas 656 9 Fracicns Faciens
Fuero Juzgo. . . Fuero Viejo 657 22 Pietavie Pietavie
LXXX
y con el Códice Id. Id. Pietavis Pietavis
2 nota 23 y con el lo dice..
variantes 653 35 cun cum
14 nota 19 varíantas
129 márg'. 2 1404 1304 600 té tales talis
250 27 esempeñó desempeñó Id. 28 omnes D.a ad.. . omnes ad
259y2G0 1.a de ar dejar 661 •18 Pietavensi. . . . Pietavensi
269 40 de sas reynos. . . de sus r e y m » Id. 12 Pietavensis. . . . Pietavensis
270 2 lodas las mañanas todas las mañanas Id. 41 Sane Sane
271 8 que ejercían.. . . que ejercía 662 38 noynes moynes
279 7 aragonés. . . . . aragonés Id. 39 pricus prior
292 4 prosopia prosapia 663 22 jeus; jeust;
301 6 tuerlo tuerto Id. 34 hous hons
306 25 Valladolit Valladolid Id. 38 hous hons
341 2 que con otros.. . que otros Id. 41 eist cist
313 23 pasó delante. . . pasó adelante 664 2 annient anmient
340 37 tregua con los mo- 665 penúlt. tronga treuga
ros tregua álos moros 660- 1.a contente contenti
377 penúlt. desdenes, injusti- Id. 19 constituti. . . . constitutis
desdenes é injus- Id. 34 quo quod
ticias 667 1.a illos recipiobant.. illos quos recipie-
383 del Abu Yusuf. . de Abu Yusuf bant
384 y el qual el qual Id. 5 recepit recepti
Id. y una vez llegada, y una vez llegado Id 17 quad aliqui.. . . quod aliqui
391 á los de los moros, á los cristianos Id. Id. in eis ex eis
400 ellos y rehenes. . ellos, rehenes Id. 23 qui eorum. . . . Aliqui eorum
401 llevaron su cadá- Id. 25 personanum.. . . personarum
ver. llevaron, su cadá- Id. 41 nec hec
ver 609 -2 antigua antiqua
416 7 y da nindicio. . . y dan indicio Id. 29 consuexerunt. . . consueverunt
599 31 é toda la cristian- Id. 39 apropimquot. . . apropinquet
dad á toda la cristian- 601 19 percierunt. . . . perierunt
dad 674 18 univetsam. . . . universum
601 4 institulionem. . institutiones 680 31 cuaderno, y des-
Id. 30 continuación al. continuación del pués cuaderno, después
002 última, sin.. sint 682 L a Iglesia y claus-
603 14 aqui. agni tra la iglesia o claustra
606 20 índolen índole Id. y de la claustra. . e de la claustra
607 40 por exemplo la do 683 y que los obiese.. e que los obiese
Francia. . . . á la de Francia 684 y de Zafra. . . . e de Zafra
615 17 supradictl. . . . supradictis 685 y que no se les
Id. 30 erat erant nieguen. . . . e que no se les nie-
617 33 por eum per eum guen
Id. penúlt. escolta los. . . . escolta á los 686 18 consagrado. . . . consagrada
619 9 apologélica.. . . apologética 697 15 por ssopecha. . . por sospecha
024 9 á quien no Ic hu- 688 inocentes se sa
32 inocentes si se. •
biese á quien no se le 690 2 omitir emitir
hubiese 691 11 dar razón dan razón
626 21 pudiese. pudiesen
1 11 S' í mo yo j^jctt
1
sV\l ^ . f
ifl
gr^njrpuio no IB»
t mot) rtttetm a a i m une?. U7r maná) 4 W myno& tv9 aim
--ir
U t - i l n i M i u l-iiniiMiul 1« Mjitim
m
0
Rueda sacada de un privilegio otoñado por el Rei D.Femando. en Sevilla á 21 de Julio de Kilo.
El original existe en d archivo de la casa del Exmo Sr. Duque de Medinar^lí.
el
7
4. s S c plomo M Rej r F e n ^ d o , anverso y reverso.
,. SeUodoceradelaRduaKMari^mersoyreyeno
2. ScUode la puridad del Rd Di Femando.
Lil.Alema.t»A', t u e n c A T r i l 2 o ^ T Í i
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