Abrir El Corazon
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<< Todos los creyentes vivían unidos, con un mismo Espíritu y tenían todos una Sola Alma y un Solo Corazón y
vivían algo maravilloso. Compartían todo lo que tenían y por eso sus cosas eran de todos ya que todo lo tenían en
común y por esto no había entre ellos ningún necesitado, los apóstoles repartían todo según las necesidades de
cada uno. Acudían asiduamente de común acuerdo y con un mismo Espíritu a la Enseñanza de los Apósteles, a la
fracción del pan (compartían el pan en sus casas con alegría y sencillez) y a la oración. Y solo así desde esta vida
de comunión y unidad daban Testimonios de la resurrección, obrando muchas señales y prodigios, con la confianza
en la providencia de que todo lo demás vendría por añadidura: aumentaba el número de personas que se unían al
Señor >> (Hch 2,43-47; 4,32-35).
Nos reunimos todos en gran grupo en círculo y después de haber leído el texto anterior motivamos a los animadores
a poner en el centro de la sala todo aquello que lleven puesto en ese momento y que crean que se puedan
desprender a lo largo del día de hoy. (Relojes, pendientes, collares, cadenas, dinero,…)
Después invitamos a que cada uno, libremente coja aquello que quiera o que necesite. Durante todo el día estarán
con los objetos de otros hasta que llegue la Eucaristía.
Después nos preguntamos algunos interrogantes en torno a “Tener un solo corazón como los primeros cristianos”
Después leemos el texto siguiente para introducirles en la dinámica de realizar un mandala en el que puedan
expresar desde dentro lo que les sugiere dicho texto. Sin dar más pistas.
Poseer una fe profunda en la persona de Jesús. Ha de ser consciente de su envío, dispuesto a encontrar a Dios en cada
persona y en cada cultura. Ha de ser hombre de oración y contemplación. Un verdadero convencido de Dios.
Despojado de todo tipo de fanatismos, dispuesto a comprender, valorar las diferentes culturas, sin emitir juicios, ni cultivar
prejuicios, desde su propia formación. Abierto al Universo, a quien le cabe el cosmos en el corazón.
Que ame a la gente y se sienta a gusto con sus nuevos hermanos y hermanas. Sensible a las alegrías y dolores con aquellos
que comparte, participando en las celebraciones y actividades de la comunidad.
Responsable de su formación permanente. Enamorado de la cultura y de la lengua donde llega. Ha de tener un gran espíritu
investigativo para leer los signos y símbolos de la cultura con la cual comparte. Crear nuevas metodologías para el aprendizaje y
el anuncio. Ha de ser un investigador y observador.
La evangelización se hace en equipo o no se hace. En una nueva cultura el testimonio personal y comunitario de compartir,
celebrar, perdonar, evaluar, orar, estudiar, descansar… es elemento indipensable para que el mensaje sea creíble. Debe
desbordar alegrìa en el equipo y compartir reponsabilidades.
Ser consecuente con la fe que predica. Presentar la persona de Jesús, en toda su dimensión, ha de ser el núcleo de toda
catequesis y el centro de toda celebración. Dios nos ha regalado a todos el amor de su Hijo y la fortaleza de su Espíritu.
Revestido de la misericordia y compasión del Hijo de Dios.
7. DE ESFORZADA ESPERANZA.
Evangelizar es un proceso lento, se debe afrontar sin prisa y sin el deseo de ver resultados rápidos. Sólo allí: estará, aprenderá a
callar, escuchar, disfrutar y dejarse enseñar uy evangelizar por los otros. Con actitud de sincero respeto comprenderá los
procesos de la gente. Será constante en su labor y siempre optimista porque es Dios el que da el incremento. Recuerda unos
siembra y otros recogen.
Promoverá los valores de la cultura donde llega antes que dar cosas. Por medio de una vida sencilla será amigo de todos. No les
creará necesidades ni dependencias. Los hará agentes de su propia libertad.
Conocerá valorará y consultará a los líderes de las comunidades. Laicos, catequistas y otros agentes estarán involucrados en los
trabajos de pastoral. Creerá en el otro. Planeará con la gente y los hará corresponsables de todos los procesos.
La Buena Noticia es que Jesús ha venido para que tengamos vida en abundancia (Juan 10,10b). Promoverá mecanismos a favor
de la dignidad, derechos y deberes de la persona humana. Denunciará con actitud profética situaciones y estructuras de
injusticia, violencia y opresión que estén en contra de la vida.
Tomado y adaptado por Ramiro Pinzón del libro: La Seducción del Africa, Relatos de un misinonero. Jorge Iván Fernández
mxy.1ra. Ed. Abril 2001. Medelín.
ORACIONES MISIONERAS
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AYÚDAME A DECIR SÍ
COMUNIDAD MISIONERA
Señor, haz que tus dones
Necesitamos personas
y desinteresadamente se comprometan,
para Ti y tu Reino.
Amén.
GRACIAS SEÑOR PORQUE ME LLAMAS
LLAMADO
Patxi Loidi
Michel Quoist
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR
Pedro Casaldáliga
MISIÓN ES PARTIR
Misión es partir,
Es no dejar bloquearse
a que pertenecemos:
y encontrarlos.
Y, si para descubrirlos y amarlos
ORACIONES MISIONERAS
Bienaventurado el misionero
que vive enamorado de Cristo,
que se fía de Él como lo más necesario y absoluto,
porque no quedará defraudado.
Bienaventurado el misionero
que cada mañana dice "Padre Nuestro",
llevando en su corazón todas las razas,
pueblos y lenguas, porque no se conformará con una vida
mezquina.
+
Bienaventurado el misionero
que mantiene su ideal e ilusión por el Reino
y no pierde el tiempo en cosas accidentales,
porque Dios acompaña a los que siguen su ritmo.
Bienaventurado el misionero
con un corazón puro y transparente,
que sabe descubrir el amor y la ternura de Dios sin
complicaciones,
porque Dios siempre se le revelará.
Bienaventurado el misionero
que reconoce y acepta sus limitaciones y debilidades
y no pretende ser invencible,
porque Dios se complace en los humildes.
Bienaventurado el misionero
que sabe discernir con sabiduría lo que conviene callar y
hablar
en cada circunstancia,
porque nunca tendrá que arrepentirse de haber ofendido a
un hermano.
Bienaventurado el misionero
que no puede vivir sin la oración
y sin saborear las riquezas de la Palabra de Dios,
porque esto dará sentido a su vida.
Bienaventurado el misionero
que anuncia la verdad sobre Jesucristo
y denuncia las injusticias que oprimen a los hombres,
porque será llamado profeta de los signos de los tiempos.
Bienaventurado el misionero
que sabe asumir y valorar la cultura de los pueblos,
porque habrá entendido el misterio de la Encarnación.
Bienaventurado el misionero
que tiene tiempo para hacer felices a los demás,
que encuentra tiempo para los amigos, la lectura y el
esparcimiento,
porque ha comprendido el Mandamiento del Amor
y se conoce humano y necesitado.
Bienaventurado el misionero
que vive enamorado de Cristo,
que se fía de Él como de lo más necesario y absoluto,
porque no quedará desilusionado.
Bienaventurado el misionero
que mantiene su ideal y su ilusión por el Reino
y no pierde el tiempo en cosas accidentales,
porque Dios acompaña a los que siguen su ritmo.
+
Bienaventurado el misionero
que no tiene nada,
y lo que es y posee lo gasta en servicio de sus hermanos,
porque Cristo será toda su riqueza.
+
Bienaventurado el misionero
que se sabe necesario donde la Iglesia lo reclame,
pero que en ningún lado se siente indispensable,
porque experimentará el gozo del deber cumplido.
Bienaventurado el misionero
que sabe poner su oído en el corazón de Dios
para escuchar sus deseos,
porque el Espíritu lo ayudará a discernir los
acontecimientos.
Bienaventurado el misionero
que no se enorgullece de sus éxitos
y reconoce que el Espíritu hace todo en todos,
porque se verá libre de ataduras.
+
Bienaventurado el misionero
que siempre tiene un tiempo para contemplar a Dios,
a los hombres y al mundo,
porque habrá entendido el valor de ser hijo, hermano y
señor.