La Anemia en El Perú

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La anemia en el Perú

La anemia sigue con el pasar de los años considerada en nuestro país un problema de
salud público
Actualmente en el Perú el 40.1% de los niños, de 6 a 35 meses, sufre de anemia; es
decir estamos hablando de casi 700 mil niños menores de 3 años anémicos de 1.6
millones a nivel nacional. Esta situación alarmante ha hecho que el gobierno actual
tenga como objetivo reducir al 19% hasta el 2,021, mediante el Plan Nacional de lucha
contra la anemia.
Tenemos a continuación la Situación actual de la anemia en nuestro país:

El Gobierno Peruano se ha comprometido a proteger la nutrición infantil, reducir la


anemia y la desnutrición crónica infantil, a que “todo niño tenga acceso al control de su
salud y a su vacunación completa”1 a nivel nacional. La salud es condición
indispensable del desarrollo humano y medio fundamental para alcanzar el bienestar
individual y colectivo. Esta situación incorpora a la nutrición en la agenda política del
país como un factor determinante para el desarrollo sostenible. La anemia infantil
afecta al 43.6% de los niños y niñas de 6 a 36 meses de edad, siendo más prevalente
entre los niños de 6 a 18 meses, sector en el que 6 de cada 10 niños presenta anemia.
La desnutrición infantil se ha reducido en los últimos años, sin embargo, aún afecta al
13.1% de menores de 5 años en el 2016; en las áreas rurales llega al 26.5% y 7.9% en
las urbanas. En el último decenio nuestro país ha mostrado singulares avances en la
reducción de la desnutrición crónica infantil, aún persisten inequidades a nivel regional
y en zonas de pobreza, lo que exige la continuidad de las acciones destinadas a
disminuir estas brechas.

La presencia de anemia motiva mucha preocupación en todos los ámbitos y niveles de


salud, ya que sus consecuencias repercuten negativamente en el desarrollo de niñas y
niños a nivel cognitivo, motor, emocional y social. La anemia, entre los niños peruanos,
ocurre en la etapa de mayor velocidad de crecimiento y diferenciación de células
cerebrales, como son los primeros 24 meses de vida y la gestación. Estas etapas son
de elevadas necesidades nutricionales para el crecimiento del feto y del niño pequeño.
Esta situación ocasiona que la anemia en el Perú constituya un problema de salud
pública severo2, según la OMS. La deficiencia nutricional es muy frecuente en el
mundo, especialmente entre niños y mujeres en edad fértil. Sus factores
determinantes son múltiples y se presentan en diferentes etapas de vida del ser
humano, aunque sus efectos permanecen en todo el ciclo de la vida. Se estima que a
nivel mundial cerca del 50% de los casos de anemia puede atribuirse a la carencia de
hierro3, que es el caso del Perú. La anemia por deficiencia de hierro se debe a un bajo
consumo de alimentos que contienen este mineral, como ha sido descrito a nivel
nacional por las encuestas de consumo de alimentos del CENAN y por estimaciones a
partir de la encuesta de hogares (ENAHO). Adicionalmente, estudios específicos en
Ayacucho mostraron que los niños, entre los 6 y 23 meses, tienen un consumo
reducido de hierro, así como de zinc, calcio, niacina y energía, al punto que el 90% de
los niños no alcanza a consumir los niveles recomendados de este nutriente4.
Similares hallazgos se describen en una zona marginal de Lima Metropolitana en
niños de 6 a 11 meses.
La anemia tiene efectos negativos en el desarrollo cognitivo, motor, comportamiento y
crecimiento durante los primeros años de vida. Durante el embarazo, está asociada a
elevadas tasas de mortalidad materna, de mortalidad perinatal, al bajo peso al nacer y
a la mortalidad neonatal. A su vez, tiene consecuencias en los logros educativos y el
desarrollo del capital humano, en la productividad y calidad de vida de los peruanos en
el futuro. De esta manera, la anemia en los niños pequeños y la gestación tendrá una
repercusión negativa enorme en el desarrollo del país6. En este contexto, el Ministerio
de Salud plantea estrategias, centradas en las personas y en las familias para reducir
la anemia y la desnutrición crónica. Se busca, además, la concurrencia de las
prestaciones del sector salud en los mismos hogares, así como la convergencia con
intervenciones del MINSA con las de otros sectores como Desarrollo e Inclusión
Social, de Educación, Agricultura, Pesquería (Produce), Agua y Saneamiento
(Vivienda), así como el sector privado y la sociedad civil, a nivel nacional.
Se propone lograr las metas en Desnutrición Crónica Infantil y Anemia al 2021 que
forman parte de
Los indicadores emblemáticos propuestos por la Presidencia del Consejo de ministros:

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