Derecho Constitucional
Derecho Constitucional
Derecho Constitucional
Constitucionalismo
Definición.
Gottfried Dietze afirma que: "El que los gobernantes se subordinan a sí mismos
a una Constitución es la verdadera esencia del Constitucionalismo".
Principios:
El constitucionalismo social.
Hispanoamérica es una región cultural integrada por los países de América donde
se habla mayoritariamente el español. Su gentilicio es hispanoamericano.
Se trata de un territorio integrado por diecinueve países que suman una población
total superior a 400 millones de habitantes. En la mayoría de ellos,
el español es idioma oficial o cooficial. En varios países de Hispanoamérica el
español existe junto a diversas lenguas indígenas de origen prehispánico, como
el guaraní, el aimara, el quechua, el náhuatl, o el maya. La religión predominante en
Hispanoamérica es el cristianismo, especialmente el Catolicismo.
Los movimientos sociales del siglo XIX y el crecimiento acelerado que se produce
en los primeros años del siglo XX, obligan a replantear la propia razón de ser del
Estado, orientándose al reconocimiento de su cada vez mayor intervención en la
vida social. Junto al fortalecimiento de las libertades individuales, se produce la
institucionalización de las libertades-participación, que obligan al Estado a intervenir
en la vida social y política en un sentido protector. Los derechos económico-sociales
son aceptados y además de convertirse el Estado en árbitro de las relaciones entre
el capital y el trabajo, pretende intervenir en la cultura y la familia, imprimiendo
fuertes limitaciones a los clásicos derechos individuales en aras del bienestar
colectivo en una gran "tentativa de racionalización de la vida pública". Así aparece
una gran corriente desde la Primera Guerra, que se acentúa después de la
Segunda, que tiende a la constitucionalizarían de los derechos sociales. Que se
inicia precisamente con un texto americano del área, la Constitución mexicana de
1917, pero que adquiere resonancia universal con la promulgación de la
Constitución rusa de 1918 y especialmente con la alemana de Weimar de 1919,
dentro de cuya tendencia deben incluirse las cartas fundamentales de España de
1931 que tanta influencia tendrá en América Latina de Austria y Checoslovaquia de
la primera posguerra y de la soviética de 1936.
Ahora bien, a partir de principios del siglo XX, se produjo un cambio visible en
América Latina, sobre la transformación en su estructura económica, en el aspecto
social, aparecimiento de un incipiente proletariado urbano y una ampliación
realmente inusitada de la clase media, que produce una movilidad vertical que
sustituye el inmovilismo del periodo anterior, en el que los sectores medios
solamente constituían una limitada capa que separaba a la élite dirigente
decimonónica de la masa popular desorganizada. En lo político, se produce un
proceso de transferencia del poder de la vieja aristocracia terrateniente a la clase
media y a la incipiente burguesía urbana, lo que obliga a institucionalizar una política
de intervencionismo de Estado, que se fortalece en la crisis de 1930. El aumento
significativo de la población, ampliación de los servicios educativos y desarrollo
cuantitativo y cualitativo de la administración pública que genera una burocracia
especializada y en proceso de autonomía. Y finalmente, se inicia el surgimiento de
los movimientos políticos de corte socialista. El anarquismo, traído por los
inmigrantes europeos, influyó mucho en la incipiente organización sindical y los
primeros partidos marxistas se fundan en la década de 1920-1930; en 1929 eran
tan fuertes que celebraron la primera Conferencia Comunista Latinoamericana en
Buenos Aires la ciudad de más desarrollo industrial y de más inmigración obrera
europea con asistencia de 38 delegaciones.