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Seguro que has escuchado hablar alguna vez de los chakras, pero quizás no

tengas muy claro qué son exactamente. En este artículo te voy a explicar qué
son y me voy a centrar en los 7 más conocidos. Quédate hasta el final porque
te voy a ir proponiendo diferentes clases y talleres de para practicarlos y
estimularlos.

Chakra, en sánscrito, significa círculo o rueda. Los chakras son vórtices


energéticos de nuestro cuerpo a través de los cuales fluye nuestra energía vital.
Cada uno de los siete chakras está relacionado con un aspecto de nuestro ser e
influyen tanto en el plano físico, como el mental y el emocional. Por eso, es
importante que estén en perfecto equilibrio.

Cuando los chakras están equilibrados disfrutamos de una sensación de


bienestar general y nos sentimos más en harmonía y en sintonía con todo
aquello que nos rodea. En cambio, si uno o varios chakras están bloqueados
los otros chakras también pueden empezar a funcionar mal y perdemos nuestro
equilibrio interior. Por eso, para mantener una vida saludable es importante
cuidar de nuestros chakras y mantenerlos en equilibrio.

El concepto de los chakras nace de la tradición hindú y se encuentra dentro de


los textos de los Vedas. Principalmente, en los conocidos
como “Upanishads”, redactados alrededor del s.VII a.c.
Cada chakra es una zona de confluencia de las energías ubicadas a lo largo de
nuestro canal central o Sushumna nadi, situado en la columna vertebral. Cada
tradición asocia un número de chakras que pueden ser de cuatro a once.
Aunque, en occidente, se han incorporado 7 chakras, que también se pueden
encontrar en culturas como en el Tíbet o incluso los Mayas.
Así mismo, cada chakra tiene una frecuencia única que percibimos como uno
de los siete colores del arco iris.
El chakra de raíz, Muladhara, es nuestro centro de energía y supervivencia. Se
encuentra en la base de la columna vertebral y se puede considerar que es
nuestra raíz, la que nos mantiene física y emocionalmente arraigados. Se dice
que es el lugar donde reside la energía kundalini, la energía más poderosa de
impulso y fuerza vital del ser humano.
El Chakra Muladhara nos proporciona un tipo de energía que nos hace sentir
más satisfechos a nivel vital y material; nos proporciona seguridad y
estabilidad. A nivel físico, este chakra se relaciona con el intestino, las piernas,
los pies y la base de la columna vertebral. Cuando está bloqueado podemos
sentirnos desarraigados, con culpa y miedo a enfrentarnos a situaciones de la
vida diaria. También podemos sentirnos más distraídos y con cierta dificultad
para concentrarnos.

El mantra asociado a este chakra es “LAM”, el elemento tierra y el color rojo.


El segundo Chakra, el chackra sacral Svadhisthana, se ubica en el abdomen,
por debajo del ombligo. Es el chakra de la sensualidad y las emociones. Por
ello, en equilibrio está vinculado a una sexualidad plena y libre de toda culpa.
Cuando está bloqueado puede aparecer un sentimiento de desprecio o
represión, así como también puede estar desajustado en forma de exceso y
adicciones.
Este chakra vibra en el color naranja y nos conecta con el elemento agua, nos
permite abrirnos al fluir de la vida. Físicamente, se asocia con las caderas, los
genitales, el sistema reproductivo, los riñones y la vejiga. Este chakra es una
apertura a nuevas experiencias de la vida. Nos ayuda a aceptar el cambio y las
experiencias sensoriales que se puedan dar.

El mantra para estimular este chakra es “VAM”.


El chakra del plexo solar, Manipura, es el tercer chakra. Se ubica unos 3 dedos por
encima del ombligo, y está asociado con el color amarillo.

Manipura representa el poder personal. La capacidad de acción y asertividad que


tenemos como individuos en el mundo ya que es el centro de energía asociado a la
autoconfianza. Por eso, tener este chakra en armonía nos ayuda en nuestra toma de
decisiones. A enfrentarnos a los riesgos y a establecer nuestros límites y necesidades
personales en relación a los demás. También nos traslada una voluntad de éxito y nos
ayuda a establecer los principios en los que elegimos vivir.
Sus funciones están relacionadas con el sistema digestivo y con la transformación. Su
elemento es el fuego. Cuando el plexo solar está cerrado o bloqueado a nivel físico
aparecen enfermedades en el sistema digestivo como: úlceras, acidez, dolor de
estómago, etc. así como fatiga crónica. A nivel emocional uno se puede sentir inferior
a los demás, inseguro, con falta de confianza e insatisfacción con uno mismo, o por el
contrario, tener un exceso de ego y problemas de estrés cuando está demasiado
acelerado

El mantra asociado a este chakra es “RAM”.


El cuarto Chakra, Anahata, se asocia al corazón. Es decir, a los sentimientos
de amor hacia los demás y la apertura hacia la vida. Por eso, se ubica en
el centro del pecho. Cuando está cerrado pueden aparecer enfermedades
cardíacas o coronarias. En el plano emocional puede costarnos relacionarnos
de forma sana y sentirnos libres de abrirnos al exterior.
Actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico y el
espiritual. Su elemento es el aire y está conectado con el sistema respiratorio.
Se asocia al color verde lo que nos revitaliza con las fuerzas del amor como la
compasión, la armonía, la amistad, el amor de pareja, el amor de familia, el
amor por uno mismo y la existencia misma.

El mantra asociado a este chakra es “YAM”.


Vishuddha, el chakra de la garganta, es el quinto chakra y se asocia a la
comunicación, la trascendencia y purificación. Este chakra nos ayuda a
ocupar nuestro rol en la sociedad al cumplir objetivos y metas.
Se le asocia el color azul turquesa y su elemento es el éter. Está situado en la
garganta y se relaciona con el cuello, la mandíbula y los dientes.

Este chakra representa el motor de la creatividad y la comunicación. Cuando


lo trabajamos activamos la energía necesaria para la escritura, el canto, el habla
y la escucha. Cuando está cerrado pueden aparecer problemas en la garganta y
la voz. También podemos experimentar dificultades para comunicarnos con
otros y temor a expresarnos por miedo a tener problemas.

El mantra asociado a este chakra es el “HAM” y su vibración se asocia al poder


de curación.
Ajana, el sexto Chakra, es el chakra del tercer ojo, se ubica en la frente en la
zona del entrecejo y nos conecta con el mundo del pensamiento y con la
intuición. Con la energía que nos permite visualizar, ver sin necesidad de mirar
y entender. Su color es el azul índigo y su elemento es la luz. Por eso, está
íntimamente ligado a la glándula pineal y al contacto con otras formas de
conciencia.
Sus cualidades nos ayudan a mejorar la memoria, la capacidad de
concentración y la intuición. Permitiéndonos desarrollar atributos como la
imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de visualizar.

El mantra asociado a este chakra es “OM”.


El séptimo chakra, el chakra corona o Sahasrara es el último chakra. Está
ubicado en la coronilla y está relacionado con la espiritualidad. Es el chakra
de la conciencia pura y su color es el violeta aunque su energía es también
blanca, entendida como la vibración más alta que cubre todos los colores
existentes. Por eso, su elemento es la luz interior, la voluntad y el pensamiento
que tiene el poder de la mente.
El bloqueo de este chakra se muestra con una expansión de nuestro ego y una
necesidad de dominación. El bloqueo de este chakra también nos lleva a ser
más rígidos en nuestros sistemas de creencias y esto dificultará nuestro
crecimiento personal.

Sahasrara está representada por una flor de loto con cientos de pétalos. Nos
pone en sintonía con la divinidad y la gracia de nuestro verdadero ser;
conectándonos con el infinito, el significado de la vida y la devoción.

El mantra asociado a este chakra es “AUM”.

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